EUCARISTÍA CORAZÓN DE LA IGLESIA - Compressed

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Eucaristía,

corazón de
la Iglesia
2

METODOLOGÍA
Para cada una de las Catequesis que se desarrollarán a continuación,
se ha respetado el texto original del Papa Francisco, pero se ha
establecido una división del contenido de acuerdo a las siguientes
partes:

INTRODUCCIÓN

Nos ubica en el tema propuesto por el Papa Francisco y


contextualiza las ideas centrales para que el lector tenga
una idea general del texto.

APRENDAMOS

Se refiere a lo más significativo de la enseñanza presentada


por el Santo Padre, siempre a la luz de la Doctrina, de la
Liturgia y del Catecismo de la Iglesia.

PROFUNDICEMOS

Es aquello que debemos interiorizar, no solo desde lo


cognitivo sino también desde nuestra vida de fe.

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


METODOLOGÍA 3

Hecho de vida
Se refiere a una anécdota
o alguna experiencia vivida
por el Papa, que a la vez se
convierte en una enseñanza
y nos permite ver el tema
desde lo cotidiano de la vida.

Son ideas “fuerza” a las que


debemos poner especial atención
porque resumen gran parte de lo
que se presenta en el texto.

MEMORICEMOS

Es alguna idea clave que con especial énfasis podemos


aprender de memoria.

TAREA LÚDICA

A través de una actividad didáctica, profundizamos en el


tema presentado en cada Catequesis y evaluamos nuestro
aprendizaje.

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


ÍNDICE
Catequesis del Papa Francisco
Eucaristía, corazón de la Iglesia

Nº CATEQUESIS PÁG.

1 Eucaristía, corazón de la iniciación cristiana


5 de febrero de 2014
06

Relación entre la Eucaristía que celebramos y 12


2 nuestra vida.
12 de febrero de 2014

20
3 Eucaristía y Sacerdocio
26 de marzo de 2014
26
4 Eucaristía, corazón de la Iglesia
8 de noviembre de 2017

34
5 Eucaristía, oración por excelencia
15 de noviembre de 2017

42
6 ¿Qué es esencialmente la misa?
22 de noviembre de 2017

En la Eucaristía es Cristo quién vive y 48


7 camina con nosotros
25 de noviembre de 2020

Elaboración y coordinación: Colaboración: Distribución:


Secretaría General Hna. Andrea Lara Coral, Bethl. Librería Arquidiocesana de Quito
del Congreso
Diseño, diagramación e Dirección: Venezuela N5-49, entre
P. Juan Carlos Garzón impresión Mejía y Chile. Centro histórico
Secretario General IEC 2024 Ma. Fernanda Moreno Celular: 098 963 0964
Imprenta Don Bosco - Quito Telf.: (02) 476 0816
Telf.: (02) 240 5657
5

PRESENTACIÓN “EUCARISTÍA, CORAZÓN


DE LA IGLESIA”

E
l camino de preparación para la nos invita a partirnos por los demás
celebración del 53° Congreso poniendo en el centro de nuestra
Eucarístico Internacional 2024, vida, en nuestro corazón, su corazón
entró ya en la recta final pues estamos eucarístico.
prácticamente a un año de vivir tan
grande acontecimiento eclesial a Estas catequesis nos ayudarán a
nivel mundial que tiene a nuestra comprender y, sobre todo, a llevar a la
Arquidiócesis de Quito como anfitriona. vida, la Eucaristía, pues ella debe ser
para cada cristiano, el corazón mismo
Niños, adolescentes, jóvenes y adultos, de su compromiso y de su entrega,
se encuentran reflexionando con las pues, como dice la séptima y última
primeras catequesis eucarísticas del catequesis, “En la Eucaristía es Cristo
Papa Francisco recopiladas en el libro quien vive y camina con nosotros”.
“¿Cómo vivimos la Santa Misa?”, que
ha tenido una gran aceptación a nivel Hagamos nuestra la invitación del Santo
de todo el país. Padre: “Hoy encontramos la grandeza
de Dios en un trozo de pan, en una
Ahora presento las segundas fragilidad que desborda de amor y de
catequesis eucarísticas del Santo Padre compartir… Jesús se hace frágil como el
recopiladas en el libro “Eucaristía, pan que se rompe y se desmigaja. Pero
corazón de la Iglesia”, las mismas precisamente ahí radica su fuerza. En
que ayudarán a una mayor reflexión
la Eucaristía la fragilidad es la fuerza:
y que tiene como destinatarios a
fuerza del amor que se hace pequeño
sacerdotes, agentes de pastoral y fieles
para ser acogido y no temido; fuerza
de movimientos eclesiales.
del amor que se parte y se divide para
“Con sencillez, Jesús nos da el mayor alimentar y dar vida; fuerza del amor
sacramento con un gesto humilde que se fragmenta para reunirnos en la
de donación, de compartir” … “En la unidad”.
culminación de su vida, no reparte
pan en abundancia para alimentar a Vivamos este camino de preparación a
las multitudes, sino que se parte a sí nuestro Congreso Eucarístico, viviendo
mismo en la cena de la Pascua con los la Eucaristía como la fuerza del amor
discípulos… De este modo, Jesús nos para construir “Fraternidad para
muestra que el objetivo de la vida sanar el mundo”.
es el donarse, que lo más grande es
Unidos en el Señor de la Vida
servir” (Francisco).

Solamente se puede uno “partir”, + Alfredo José Espinoza Mateus, sdb


“donarse” y “servir”, si se pone el Arzobispo de Quito y Primado del Ecuador
corazón. Cristo, el Señor, que nos amó
hasta el extremo dando su propia vida, Quito, 04 de septiembre de 2023

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


6 Catequesis Papa Francisco - 5 de febrero de 2014

1
CATEQUESIS

Eucaristía, corazón
de la iniciación
cristiana
EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA
CATEQUESIS NO. 1 7

INTRODUCCIÓN

Queridos hermanos y hermanas

Hoy les hablaré de la Eucaristía. La Eucaristía se sitúa


en el corazón de la «iniciación cristiana», juntamente
con el Bautismo y la Confirmación, y constituye
la fuente de la vida misma de la Iglesia. De este
sacramento del amor, en efecto, brota todo auténtico
camino de fe, de comunión y de testimonio.

ORACIÓN
Pág. 82
APRENDAMOS

Lo que vemos cuando nos reunimos para celebrar la Eucaristía, la


misa, nos hace ya intuir lo que estamos por vivir. En el centro del
espacio destinado a la celebración se encuentra:

• El altar, que es una mesa, cubierta por un mantel, y esto


nos hace pensar en un banquete.
• Sobre la mesa hay una cruz, que indica
que sobre ese altar se ofrece el
sacrificio de Cristo: es Él el alimento
espiritual que allí se recibe, bajo
los signos del pan y del vino.
• Junto a la mesa está el ambón,
es decir, el lugar desde el que
se proclama la Palabra de
Dios: y esto indica que allí se
reúnen para escuchar al Señor
que habla mediante las Sagradas
Escrituras, y, por lo tanto, el alimento
que se recibe es también su Palabra.

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


8

Palabra y pan en la misa se convierten en una sola


cosa, como en la Última Cena, cuando todas las palabras
de Jesús, todos los signos que realizó, se
condensaron en el gesto de partir el
pan y ofrecer el cáliz, anticipo del
sacrificio de la cruz, y en aquellas
palabras: «Tomen, coman, éste es
mi cuerpo... Tomen, beban, ésta
es mi sangre».

PROFUNDICEMOS

El gesto de Jesús realizado en la Última Cena es la gran acción de


gracias al Padre por su amor, por su misericordia.

Acción de gracias» en griego se dice «Eucaristía

Y por ello el sacramento se llama Eucaristía: es la suprema acción


de gracias al Padre, que nos ha amado tanto que nos dio a su Hijo
por amor. He aquí por qué el término Eucaristía resume todo ese
gesto, que es gesto de Dios y del hombre juntamente, gesto de
Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.

Por lo tanto, la celebración eucarística es mucho más que un


simple banquete: es precisamente el memorial de la Pascua de
Jesús, el misterio central de la salvación.

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


CATEQUESIS NO. 1 9

«Memorial» no significa sólo un recuerdo, un simple


recuerdo, sino que quiere decir que cada vez que
celebramos este sacramento participamos en el
misterio de la pasión, muerte y resurrección de Cristo.

La Eucaristía constituye la cumbre de la acción de salvación de


Dios: el Señor Jesús, haciéndose pan partido por nosotros, vuelca,
en efecto, sobre nosotros toda su misericordia y su amor, de tal
modo que renueva nuestro corazón, nuestra existencia y nuestro
modo de relacionarnos con Él y con los hermanos.

Es por ello que comúnmente, cuando nos


acercamos a este sacramento, decimos «recibir
la Comunión», «comulgar»: esto significa que
en el poder del Espíritu Santo, la participación
en la mesa eucarística nos conforma de
modo único y profundo a Cristo, haciéndonos
pregustar ya ahora la plena comunión con el
Padre que caracterizará el banquete celestial,
donde con todos los santos tendremos la
alegría de contemplar a Dios cara a cara.

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


10

MEMORICEMOS
Queridos amigos, no agradeceremos nunca
lo suficiente al Señor por el don que
nos ha hecho con la Eucaristía. Es
un don tan grande y, por ello, es tan
importante ir a misa el domingo.
Ir a misa no sólo para rezar, sino
para recibir la Comunión, este
pan que es el cuerpo de Jesucristo
que nos salva, nos perdona, nos
une al Padre. ¡Es hermoso hacer
esto! Y todos los domingos vamos a
misa, porque es precisamente el día
de la resurrección del Señor. Por ello el
domingo es tan importante para nosotros.

Hecho de vida
Y con la Eucaristía sentimos precisamente esta
pertenencia a la Iglesia, al Pueblo de Dios, al
Cuerpo de Dios, a Jesucristo. No acabaremos
nunca de entender todo su valor y riqueza.
Pidámosle, entonces, que este sacramento
siga manteniendo viva su presencia en la
Iglesia y que plasme nuestras comunidades en
la caridad y en la comunión, según el corazón
del Padre. Y esto se hace durante toda la vida,
pero se comienza a hacerlo el día de la primera
Comunión. Es importante que los niños se
preparen bien para la primera Comunión y
que cada niño la reciba, porque es el primer
paso de esta pertenencia fuerte a Jesucristo,
después del Bautismo y la Confirmación.

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


CATEQUESIS NO. 1 11

TAREA LÚDICA

Busque las siguientes palabras:

PALABRA PAN
EUCARISTÍA ALTAR
AMBÓN

Q W E R T Y U I O P M N B V C

F G H J K L Ñ O I U Y T R A X

B E U C A R I S T I A D F M L

X D F G Y R Y U A M N B V B G

L K J H G F D R A S D F G O I

Z X C V B N B N B V C F D N R

K J H G F A W E R T N A P U I

H G F D L Z X C V B N H Y U R

J H G A Z X C V B G Y J U I E

A S P D F G H J K L L O I S Ñ

Q W E R T Y U A F G H J J L I

M N B V T Y N Z L D X F G J U

H A C E N J I Y R T L A G O X

F G H J K K L P O T A D F G H

Q W E R T G H U N V X R V C X

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


12 Catequesis Papa Francisco - 12 de febrero de 2014

2
CATEQUESIS

Relación entre
la Eucaristía
que celebramos
y nuestra vida
EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA
CATEQUESIS NO. 2 13

INTRODUCCIÓN

Queridos hermanos y hermanas

Ahora podemos plantearnos algunas preguntas


respecto a la relación entre la Eucaristía que celebramos
y nuestra vida, como Iglesia y como cristianos. ¿Cómo
vivimos la Eucaristía? Cuando vamos a misa el domingo,
¿cómo la vivimos? ¿Es sólo un momento de fiesta, es una
tradición consolidada, es una ocasión para encontrarnos
o para sentirnos bien, o es algo más?

ORACIÓN
APRENDAMOS Pág. 82

Hay indicadores muy concretos para comprender cómo vivimos


la Eucaristía; indicadores que nos dicen si vivimos bien la Eucaris-
tía o no la vivimos tan bien.

El primer indicio es nuestro modo de mirar y considerar a


los demás.

En la Eucaristía Cristo vive siempre de


nuevo el don de sí realizado en la
Cruz. Toda su vida es un acto de total
entrega de sí por amor; por ello, a Él
le gustaba estar con los discípulos
y con las personas que tenía
ocasión de conocer. Esto significaba
para Él compartir sus deseos, sus
problemas, lo que agitaba su alma
y su vida. Ahora, nosotros, cuando
participamos en la Santa Misa, nos
encontramos con hombres y mujeres de

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


14

todo tipo: jóvenes, ancianos, niños; pobres y acomodados; originarios


del lugar y extranjeros; acompañados por familiares y solos... ¿Pero la
Eucaristía que celebro, me lleva a sentirles a todos, verdaderamente,
como hermanos y hermanas? ¿Hace crecer en mí la capacidad de
alegrarme con quien se alegra y de llorar con quien llora? ¿Me
impulsa a ir hacia los pobres, los enfermos, los marginados? ¿Me
ayuda a reconocer en ellos el rostro de Jesús? Todos nosotros
vamos a misa porque amamos a Jesús y queremos compartir, en
la Eucaristía, su pasión y su resurrección. ¿Pero amamos, como
quiere Jesús, a aquellos hermanos y hermanas más necesitados?

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


CATEQUESIS NO. 2 15

Hecho de vida
Por ejemplo, en Roma en estos días hemos
visto muchos malestares sociales o por la
lluvia, que causó numerosos daños en barrios
enteros, o por la falta de trabajo, consecuencia
de la crisis económica en todo el mundo. Me
pregunto, y cada uno de nosotros se pregunte:
Yo, que voy a misa, ¿cómo vivo esto? ¿Me
preocupo por ayudar, acercarme, rezar por
quienes tienen este problema? ¿O bien, soy un
poco indiferente? ¿O tal vez me preocupo de
murmurar: Has visto cómo está vestida aquella,
o cómo está vestido aquél? A veces se hace
esto después de la misa, y no se debe hacer.

Debemos preocuparnos de nuestros


hermanos y de nuestras hermanas que
pasan necesidad por una enfermedad, por
un problema. Hoy, nos hará bien pensar
en estos hermanos y hermanas nuestros
que tienen estos problemas aquí en Roma:
problemas por la tragedia provocada por
la lluvia y problemas sociales y del trabajo.
Pidamos a Jesús, a quien recibimos en la
Eucaristía, que nos ayude a ayudarles.

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


16

PROFUNDICEMOS

Un segundo indicio, muy importante, es la gracia de sentirse


perdonados y dispuestos a perdonar.

A veces alguien pregunta: «¿Por qué se debe ir a la iglesia, si


quien participa habitualmente en la Santa Misa es pecador
como los demás?». ¡Cuántas veces lo hemos escuchado!
En realidad, quien celebra la Eucaristía no lo hace porque se
considera o quiere aparentar ser mejor que los demás, sino
precisamente porque se reconoce siempre necesitado de ser
acogido y regenerado por la misericordia de Dios, hecha carne
en Jesucristo. Si cada uno de nosotros no se siente necesitado
de la misericordia de Dios, no se siente pecador, es mejor que no
vaya a misa. Nosotros vamos a misa porque somos pecadores y
queremos recibir el perdón de Dios, participar en la redención de
Jesús, en su perdón.

El «yo confieso» que decimos al inicio no es un


«pro forma», es un auténtico acto de penitencia.
Yo soy pecador y lo confieso, así empieza la
misa. No debemos olvidar nunca que la Última
Cena de Jesús tuvo lugar «en la noche en que
iba a ser entregado» (1 Cor 11, 23). En ese pan
y en ese vino que ofrecemos y en torno a los
cuales nos reunimos se renueva cada vez el
don del cuerpo y de la sangre de Cristo para
la remisión de nuestros pecados. Debemos ir
a misa humildemente, como pecadores, y el
Señor nos reconcilia.

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


CATEQUESIS NO. 2 17

Un último indicio precioso nos ofrece la relación entre la


celebración eucarística y la vida de nuestras comunidades
cristianas.

Es necesario tener siempre presente que la Eucaristía no es algo que


hacemos nosotros; no es una conmemoración nuestra de lo que Jesús
dijo e hizo. No. Es precisamente una acción de Cristo. Es Cristo quien
actúa allí, que está en el altar. Es un don de Cristo, quien se hace
presente y nos reúne en torno a sí, para nutrirnos con su Palabra y
su vida. Esto significa que la misión y la identidad misma de la Iglesia
brotan de allí, de la Eucaristía, y allí siempre toman forma.

Una celebración puede resultar incluso


impecable desde el punto de vista exterior,
bellísima, pero si no nos conduce al encuentro
con Jesucristo, corre el riesgo de no traer ningún
sustento a nuestro corazón y a nuestra vida. A
través de la Eucaristía, en cambio, Cristo quiere
entrar en nuestra existencia e impregnarla con
su gracia, de tal modo que en cada comunidad
cristiana exista esta coherencia entre liturgia
y vida.

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


18

MEMORICEMOS
El corazón se llena de confianza y esperanza pensando en
las palabras de Jesús citadas en el Evangelio: «El que come mi
carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en
el último día» (Jn 6, 54). Vivamos la Eucaristía
con espíritu de fe, de oración, de perdón,
de penitencia, de alegría comunitaria,
de atención hacia los necesitados
y hacia las necesidades de tantos
hermanos y hermanas, con la
certeza de que el Señor cumplirá
lo que nos ha prometido: la vida
eterna. Que así sea.

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


CATEQUESIS NO. 2 19

TAREA LÚDICA

COMPLETE EL SIGUIENTE MAPA CONCEPTUAL

¿Cómo vivimos la
Santa Misa?

Siendo
amables y
atentos con
las personas
que nos
rodean

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


20 Catequesis Papa Francisco - 26 de marzo de 2014

3
CATEQUESIS

Eucaristía y
Sacerdocio
EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA
CATEQUESIS NO. 3 21

INTRODUCCIÓN

Queridos hermanos y hermanas

El Orden, constituido por los tres grados de


episcopado, presbiterado y diaconado, es
el sacramento que habilita para el ejercicio del
ministerio, confiado por el Señor Jesús a los Apóstoles,
de apacentar su rebaño, con el poder de su Espíritu y
según su corazón. Apacentar el rebaño de Jesús no con
el poder de la fuerza humana o con el propio poder, sino
con el poder del Espíritu y según su corazón, el corazón de
Jesús que es un corazón de amor. El sacerdote, el obispo, el
diácono debe apacentar el rebaño del Señor con amor. Si
no lo hace con amor no sirve.

ORACIÓN
Pág. 82
APRENDAMOS

Un primer aspecto. Aquellos que son


ordenados son puestos al frente de
la comunidad.

Están «al frente» sí, pero para Jesús


significa poner la propia autoridad al
servicio, como Él mismo demostró y
enseñó a los discípulos con estas
palabras:

«Ustedes saben que los


jefes de los pueblos los
tiranizan y que los grandes

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


22

los oprimen. No será así entre ustedes; el que quiera


ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que
quiera ser el primero entre ustedes, que sea su esclavo.
Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido
sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos»
(Mt 20, 25-28 / Mc 10, 42-45).

Un obispo que no está al servicio de la comunidad no hace bien; un


sacerdote, un presbítero que no está al servicio de su comunidad no
hace bien, se equivoca.

Otra característica que deriva siempre de esta unión


sacramental con Cristo es el amor apasionado por la Iglesia.

Pensemos en ese pasaje de la Carta a los Efesios donde san Pablo


dice que Cristo

amó a su Iglesia: Él se entregó a sí mismo


por ella, para consagrarla, purificándola
con el baño del agua y la palabra, y para
presentársela gloriosa, sin mancha ni arruga
ni nada semejante, sino santa e inmaculada
(5, 25-27).

En virtud del Orden el ministro se entrega por entero a la propia


comunidad y la ama con todo el corazón: es su familia. El obispo,
el sacerdote aman a la Iglesia en la propia comunidad, la aman
fuertemente. ¿Cómo? Como Cristo ama a la Iglesia.

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


CATEQUESIS NO. 3 23

PROFUNDICEMOS

Un último aspecto. El apóstol Pablo recomienda al discípulo


Timoteo que no descuide, es más, que reavive siempre el
don que está en él.

El don que le fue dado por la imposición de las manos (cf. 1 Tm 4,


14; 2 Tm 1, 6). Cuando no se alimenta el ministerio, el ministerio
del obispo, el ministerio del sacerdote, con la oración, con la
escucha de la Palabra de Dios y con la celebración cotidiana de
la Eucaristía, y también con una frecuentación al Sacramento de
la Penitencia, se termina inevitablemente por perder de vista el
sentido auténtico del propio servicio y la alegría que deriva de
una profunda comunión con Jesús.

El obispo que no reza, el obispo que no escucha


la Palabra de Dios, que no celebra todos los días,
que no se confiesa regularmente, y el sacerdote
mismo que no hace estas cosas, a la larga
pierde la unión con Jesús y se convierte en una
mediocridad que no hace bien a la Iglesia.

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


24

MEMORICEMOS
Por ello debemos ayudar a los obispos y a los sacerdotes
a rezar, a escuchar la Palabra de Dios, que es el alimento
cotidiano, a celebrar cada día la Eucaristía y a confesarse
habitualmente. Esto es muy importante porque concierne
precisamente a la santificación de los obispos y los sacerdotes.

Hecho de vida
Quisiera terminar con algo que me viene a la
mente: pero, ¿cómo se debe hacer para llegar a
ser sacerdote? ¿Dónde se venden las entradas al
sacerdocio? No. No se venden. Es una iniciativa
que toma el Señor. El Señor llama. Llama a
cada uno de los que Él quiere que lleguen a ser
sacerdotes. Tal vez aquí hay algunos jóvenes
que han sentido en su corazón esta llamada, el
deseo de llegar a ser sacerdotes, las ganas de
servir a los demás en las cosas que vienen de
Dios, las ganas de estar toda la vida al servicio
para catequizar, bautizar, perdonar, celebrar la
Eucaristía, atender a los enfermos... y toda la
vida así. Si alguno de ustedes ha sentido esto
en el corazón es Jesús quien lo ha puesto allí.
Cuiden esta invitación y rezen para que crezca
y dé fruto en toda la Iglesia.

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


CATEQUESIS NO. 3 25

TAREA LÚDICA

ESCRIBA 4 IDEAS SOBRE LA RELACIÓN DE EUCARISTÍA Y


SACERDOCIO.

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


26 Catequesis Papa Francisco - 8 de noviembre de 2017

4
CATEQUESIS

Eucaristía,
corazón de la
Iglesia
EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA
CATEQUESIS NO. 4 27

INTRODUCCIÓN

Queridos hermanos y hermanas

Hoy dirigimos nuestra mirada hacia el «corazón» de


la Iglesia, es decir la Eucaristía. Es fundamental para
nosotros cristianos comprender bien el valor y el
significado de la Santa Misa, para vivir cada vez más
plenamente nuestra relación con Dios.

ORACIÓN
Pág. 82
APRENDAMOS

No podemos olvidar el gran número de cristianos que, en el mundo


entero, en dos mil años de historia, han resistido hasta la muerte
por defender la Eucaristía; y cuántos, todavía hoy, arriesgan la
vida para participar en la misa dominical. En el año 304, durante
las persecuciones de Diocleciano, un grupo de cristianos, del
norte de África, fueron sorprendidos mientras celebraban misa
en una casa y fueron arrestados. El procónsul
romano, en el interrogatorio, les preguntó
por qué lo hicieron, sabiendo que estaba
absolutamente prohibido.

Y respondieron: «Sin el domingo


no podemos vivir», que quería
decir: si no podemos celebrar la
Eucaristía, no podemos vivir, nuestra
vida cristiana moriría.

De hecho, Jesús dijo a sus discípulos:

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


28

Si no comen la carne del Hijo del hombre, y no beben


su sangre, no tendrán vida en ustedes. El que come
mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo le
resucitaré el último día (Juan 6, 53-54).

Estos cristianos del norte de África fueron asesinados porque


celebraban la Eucaristía. Han dejado el testimonio de que se puede
renunciar a la vida terrena por la Eucaristía, porque esta nos da la vida
eterna, haciéndonos partícipes de la victoria de Cristo sobre la muerte.
Un testimonio que nos interpela a todos y pide una respuesta sobre
qué significa para cada uno de nosotros participar en el sacrificio de
la misa y acercarnos a la mesa del Señor.

¿Estamos buscando esa fuente que «fluye agua viva»


para la vida eterna, que hace de nuestra vida un
sacrificio espiritual de alabanza y de agradecimiento y
hace de nosotros un solo cuerpo con Cristo?

Este es el sentido más profundo de la santa Eucaristía, que significa


«agradecimiento»: agradecimiento a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo
que nos atrae y nos transforma en su comunión de amor.

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


CATEQUESIS NO. 4 29

PROFUNDICEMOS

El Concilio Vaticano II fue fuertemente animado por el deseo de


conducir a los cristianos a comprender la grandeza de la fe y la
belleza del encuentro con Cristo. Por este motivo era necesario
sobre todo realizar, con la guía del Espíritu Santo, una adecuada
renovación de la Liturgia, porque la Iglesia continuamente vive de
ella y se renueva gracias a ella. Un tema central que los Padres
conciliares subrayaron es la formación litúrgica de los fieles,
indispensable para una verdadera renovación. Y es precisamente
éste también el objetivo de este ciclo de catequesis que hoy
empezamos: crecer en el conocimiento del gran don que Dios
nos ha donado en la Eucaristía.

La Eucaristía es un suceso maravilloso en


el cual Jesucristo, nuestra vida, se hace
presente. Participar en la misa «es vivir otra
vez la pasión y la muerte redentora del Señor.
Es una teofanía: el Señor se hace presente
en el altar para ser ofrecido al Padre por la
salvación del mundo».

El Señor está ahí con nosotros, presente. Muchas veces nosotros


vamos ahí, miramos las cosas, hablamos entre nosotros mientras el
sacerdote celebra la Eucaristía... y no celebramos cerca de Él. ¡Pero es
el Señor!

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


30

Hecho de vida
Si hoy viniera aquí el presidente de la República
o alguna persona muy importante del mundo,
seguro que todos estaríamos cerca de él,
querríamos saludarlo. Pero pienso: cuando tú
vas a misa, ¡ahí está el Señor! Y tú estas distraído.
¡Es el Señor! Debemos pensar en esto. «Padre,
es que las misas son aburridas” —«pero ¿qué
dices, el Señor es aburrido?» —«No, no, la misa
no, los sacerdotes» —«Ah, que se conviertan
los sacerdotes, ¡pero es el Señor quien está
allí!». ¿Entendido? No lo olviden. «Participar en
la misa es vivir otra vez la pasión y la muerte
redentora del Señor.

Intentemos ahora plantearnos algunas


preguntas sencillas. Por ejemplo, ¿por
qué se hace la señal de la cruz y el acto
penitencial al principio de la misa? Y aquí
quisiera hacer un paréntesis. ¿Ustedes han
visto cómo se hacen los niños la señal de
la cruz? Tú no sabes qué hacen, si la señal de
la cruz o un dibujo. Hacen así [hace un gesto
confuso]. Es necesario enseñar a los niños a
hacer bien la señal de la cruz. Así empieza
la misa, así empieza la vida, así empieza
la jornada. Esto quiere decir que nosotros
somos redimidos con la cruz del Señor.
Miren a los niños y ensénsenles a hacer
bien la señal de la cruz. Y estas lecturas, en
la misa, ¿por qué están ahí? ¿Por qué se leen
el domingo tres lecturas y los otros días dos?
¿Por qué están ahí, qué significa la lectura de
la misa? ¿Por qué se leen y qué tiene que ver?

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


CATEQUESIS NO. 4 31

¿Por qué en un determinado


momento el sacerdote que preside
la celebración dice: «levantemos
el corazón»? No dice:
«¡Levantemos nuestro móviles
para hacer una fotografía!». ¡No,
es algo feo! Y les digo que a
mí me da mucha pena cuando
celebro aquí en la plaza o en
la basílica y veo muchos
teléfonos levantados, no
solo de los fieles, también de
algunos sacerdotes y también
obispos. ¡Pero por favor!
La misa no es un
espectáculo: es ir a
encontrar la pasión
y la resurrección
del Señor. Por
esto el sacerdote
dice: «levantemos
el corazón». ¿Qué
quiere decir esto?
Recuérdenlo: nada de
teléfonos.

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


32

MEMORICEMOS
Es muy importante volver a los fundamentos, redescubrir lo
que es esencial, a través de aquello que se toca y se ve en la
celebración de los sacramentos. La pregunta del apóstol santo
Tomás (cf Juan 20, 2-5), de poder ver y tocar las heridas de los
clavos en el cuerpo de Jesús, es el deseo de poder de alguna
manera «tocar» a Dios para creerle. Lo que santo Tomás pide al
Señor es lo que todos nosotros necesitamos: verlo, tocarlo para
poder reconocer.

Los sacramentos satisfacen esta exigencia humana. Los


sacramentos y la celebración eucarística de forma particular,
son los signos del amor de Dios, los caminos privilegiados para
encontrarnos con Él.

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


CATEQUESIS NO. 4 33

TAREA LÚDICA

ESCRIBE 6 IDEAS QUE RESUMAN LAS RAZONES POR LAS QUE


LA EUCARISTÍA ES EL CORAZÓN DE LA IGLESIA

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


34 Catequesis Papa Francisco - 15 de noviembre de 2017

5
CATEQUESIS

Eucaristía, oración
por excelencia
EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA
CATEQUESIS NO. 5 35

INTRODUCCIÓN

Queridos hermanos y hermanas

Continuamos con las catequesis sobre la Santa


Misa. Para comprender la belleza de la celebración
eucarística deseo empezar con un aspecto muy
sencillo: la misa es oración, es más, es la oración por
excelencia, la más alta, la más sublime, y el mismo
tiempo la más «concreta». De hecho es el encuentro de
amor con Dios mediante su Palabra y el Cuerpo y Sangre de
Jesús. Es un encuentro con el Señor.

ORACIÓN
APRENDAMOS Pág. 82

Pero primero debemos responder a una pregunta. ¿Qué es


realmente la oración? Esta es sobre todo diálogo, relación
personal con Dios. Y el hombre ha sido creado como ser en
relación personal con Dios que encuentra su plena realización
solamente en el encuentro con su creador. El camino de la
vida es hacia el encuentro definitivo con Dios. El
libro del Génesis afirma que el hombre ha
sido creado a imagen y semejanza de
Dios, el cual es Padre e Hijo y Espíritu
Santo, una relación perfecta de amor
que es unidad. De esto podemos
comprender que todos nosotros
hemos sido creados para entrar en
una relación perfecta de amor, en
un continuo donarnos y recibirnos
para poder encontrar así la plenitud
de nuestro ser.

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


36

Cuando Moisés, frente a la zarza ardiente, recibe la llamada de Dios,


le pregunta cuál es su nombre. ¿Y qué responde Dios? «Yo soy el
que soy» (Éxodo 3, 14). Esta expresión, en su sentido original, expre-
sa presencia y favor, y de hecho a continuación Dios añade: «Yahveh,
el Dios de sus padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob»
(v. 15). Así también Cristo, cuando llama a sus discípulos, les llama
para que estén con Él. Esta por tanto es la gracia más grande:
poder experimentar que la misa, la Eucaristía, es el momento
privilegiado de estar con Jesús, y, a través de Él, con Dios y con
los hermanos.

PROFUNDICEMOS

Rezar, como todo verdadero diálogo, es también saber


permanecer en silencio —en los diálogos
hay momentos de silencio—, en
silencio junto a Jesús.

Y cuando nosotros vamos


a misa, quizá llegamos
cinco minutos antes y
empezamos a hablar con
este que está a nuestro
lado. Pero no es el
momento de hablar: es
el momento del silencio
para prepararnos al
diálogo. Es el momento
de recogerse en el corazón
para prepararse al encuentro
con Jesús. ¡El silencio es muy
importante!

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


CATEQUESIS NO. 5 37

Permanezcan en silencio junto a


Jesús. Y del misterioso silencio
de Dios brota su Palabra
que resuena en nuestro
corazón. Jesús mismo
nos enseña cómo es
realmente posible
«estar» con el Padre y
nos lo demuestra con su
oración. Los Evangelios
nos muestran a Jesús
que se retira en lugares
apartados a rezar; los
discípulos, viendo esta
íntima relación con el
Padre, sienten el deseo de
poder participar, y le preguntan:
«Señor, enséñanos a orar»
(Lucas 11, 1). Jesús responde que la
primera cosa necesaria para rezar es saber decir «Padre». Estemos
atentos: si yo no soy capaz de decir «Padre» a Dios, no soy capaz
de rezar. Tenemos que aprender a decir «Padre», es decir ponerse
en la presencia con confianza filial. Pero para poder aprender, es
necesario reconocer humildemente que necesitamos ser instruidos,
y decir con sencillez: Señor, enséñame a rezar.

• Este es el primer punto: ser humildes, reconocerse hijos,


descansar en el Padre, fiarse de Él.

Para entrar en el Reino de los cielos es necesario hacerse pequeños


como niños. En el sentido de que los niños saben fiarse, saben
que alguien se preocupará por ellos, de lo que comerán, de lo que
se pondrán, etc. (cf. Mateo 6, 25-32). Esta es la primera actitud:
confianza y confidencia, como el niño hacia los padres; saber que
Dios se acuerda de ti, cuida de ti, de ti, de mí, de todos.

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


38

• La segunda predisposición, también propia de los niños,


es dejarse sorprender.

El niño hace siempre miles de preguntas porque desea descubrir


el mundo; y se maravilla incluso de cosas pequeñas porque todo
es nuevo para él. Para entrar en el Reino de los cielos es necesario
dejarse maravillar.

En nuestra relación con el Señor, en la oración


—pregunto— ¿nos dejamos maravillar o pensa-
mos que la oración es hablar a Dios como hacen
los loros? No, es fiarse y abrir el corazón para de-
jarse maravillar. ¿Nos dejamos sorprender por
Dios que es siempre el Dios de las sorpresas?
Porque el encuentro con el Señor es siempre un
encuentro vivo, no es un encuentro de museo.
Es un encuentro vivo y nosotros vamos a la misa
no a un museo. Vamos a un encuentro vivo con
el Señor.

En el Evangelio se habla de un cierto Nicodemo (Juan 3, 1-21), un


hombre anciano, una autoridad en Israel, que va donde Jesús para
conocerlo; y el Señor nos habla de la necesidad de «renacer de lo
alto» ¿Pero qué significa? ¿Se puede «renacer»? ¿Volver a tener el
gusto, la alegría, la maravilla de la vida, es posible, también delante
de tantas tragedias? Esta es una pregunta fundamental de nuestra fe
y este es el deseo de todo verdadero creyente: el deseo de renacer,
la alegría de recomenzar. ¿Nosotros tenemos este deseo? ¿Cada uno
de nosotros quiere renacer siempre para encontrar al Señor? Tienen
este deseo ustedes? De hecho se puede perder fácilmente porque,
a causa de tantas actividad, de tantos proyectos que realizar, al final

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


CATEQUESIS NO. 5 39

nos queda poco tiempo y perdemos de vista lo que es fundamental:


nuestra vida del corazón, nuestra vida espiritual, nuestra vida que es
encuentro con el Señor en la oración.

En verdad, el Señor nos sorprende mostrándonos que Él nos ama


también en nuestras debilidades. «Jesucristo, es víctima de propiciación
por nuestros pecados, no solo por los nuestros, sino también por
los del mundo entero (1 Juan 2, 2). Este don, fuente de verdadera
consolación —pero el Señor nos perdona siempre— esto, consuela,
es una verdadera consolación, es un don que se nos ha dado a través
de la Eucaristía, ese banquete nupcial en el que el Esposo encuentra
nuestra fragilidad.

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


40

MEMORICEMOS
¿Puedo decir que cuando hago la comunión en la misa,
el Señor encuentra mi fragilidad? ¡Sí! ¡Podemos decirlo
porque esto es verdad! El Señor encuentra nuestra fragilidad
para llevarnos de nuevo a nuestra primera llamada: esa de
ser imagen y semejanza de Dios. Este es el ambiente de la
Eucaristía, esto es la oración.

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


CATEQUESIS NO. 5 41

TAREA LÚDICA

CONTESTE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS

¿Qué es la
oración? 01

02 ¿Qué es la
humildad?

¿Qué diferencia
hay entre orar
y rezar?
03

04 ¿Qué significa
renacer?

¿Qué relación hay


entre Eucaristía y 05
oración?

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


42 Catequesis Papa Francisco - 22 de noviembre de 2017

6
CATEQUESIS

¿Qué es
esencialmente
la misa?
EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA
CATEQUESIS NO. 6 43

INTRODUCCIÓN

Queridos hermanos y hermanas

Continuando con las Catequesis sobre la misa,


podemos preguntarnos: ¿Qué es esencialmente
la misa? La misa es el memorial del Misterio pascual
de Cristo. Nos convierte en partícipes de su victoria
sobre el pecado y la muerte y da significado pleno a
nuestra vida.

ORACIÓN
Pág. 82

APRENDAMOS

Por esto, para comprender el valor de la misa debemos ante todo


entender entonces el significado bíblico del «memorial». «En la
celebración litúrgica, estos acontecimientos se hacen,
en cierta forma, presentes y actuales.
De esta manera Israel entiende su
liberación de Egipto: cada vez
que es celebrada la Pascua, los
acontecimientos del Éxodo se
hacen presentes a la memoria
de los creyentes a fin de que
conformen su vida a estos
acontecimientos». Jesucristo, con
su pasión, muerte, resurrección y
ascensión al cielo llevó a término la
Pascua. Y la misa es el memorial de su
Pascua, de su «éxodo», que cumplió por

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


44

nosotros, para hacernos salir de la


esclavitud e introducirnos en la
tierra prometida de la vida eterna.
No es solamente un recuerdo,
no, es más: es hacer presente
aquello que ha sucedido hace
veinte siglos.

La Eucaristía nos lleva siempre al


vértice de las acciones de salvación
de Dios: el Señor Jesús, haciéndose
pan partido para nosotros, vierte
sobre ustedes toda la misericordia y
su amor, como hizo en la cruz, para renovar
nuestro corazón, nuestra existencia y nuestro modo de relacionarnos
con Él y con los hermanos. Dice el Concilio Vaticano II: «La obra
de nuestra redención se efectúa cuantas veces se celebra en el
altar el sacrificio de la cruz, por medio del cual «Cristo, que es
nuestra Pascua, ha sido inmolado»

Cada celebración de la Eucaristía es un rayo de ese sol sin ocaso que


es Jesús resucitado. Participar en la misa, en particular el domingo,
significa entrar en la victoria del Resucitado, ser iluminados por su
luz, calentados por su calor. A través de la celebración eucarística el
Espíritu Santo nos hace partícipes de la vida divina que es capaz de
transfigurar todo nuestro ser mortal. Y en su paso de la muerte a la
vida, del tiempo a la eternidad, el Señor Jesús nos arrastra también
a nosotros con Él para hacer la Pascua. En la misa se hace Pascua.
Nosotros, en la misa, estamos con Jesús, muerto y resucitado y Él
nos lleva adelante, a la vida eterna. En la misa nos unimos a Él. Es
más, Cristo vive en nosotros y nosotros vivimos en Él: «Yo estoy
crucificado con Cristo —dice san Pablo— y ya no vivo yo, sino
que Cristo vive en mí: la vida que sigo viviendo en la carne, la
vivo en la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por
mí» (Gálatas 2, 19-20). Así pensaba Pablo.

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


CATEQUESIS NO. 6 45

Su sangre, de hecho, nos libera de la muerte y del miedo a la muerte.


Nos libera no solo del dominio de la muerte física, sino de la muerte
espiritual que es el mal, el pecado, que nos toma cada vez que caemos
víctimas del pecado nuestro o de los demás. Y entonces nuestra vida
se contamina, pierde belleza, pierde significado, se marchita.

Cristo, en cambio, nos devuelve la vida; Cristo es la plenitud de la vida,


y cuando afrontó la muerte la derrota para siempre: «Resucitando
destruyó la muerte y nos dio vida nueva». (Oración eucarística IV).
La Pascua de Cristo es la victoria definitiva sobre la muerte, porque
Él trasformó su muerte en un supremo acto de amor. ¡Murió por
amor! Y en la Eucaristía, Él quiere comunicarnos su amor pascual,
victorioso. Si lo recibimos con fe, también nosotros podemos amar
verdaderamente a Dios y al prójimo, podemos amar como Él nos ha
amado, dando la vida.

Si el amor de Cristo está en mí, puedo darme plenamente al otro,


en la certeza interior de que si incluso el otro me hiriera, yo no
moriría; de otro modo, debería defenderme. Los mártires dieron la
vida precisamente por esta certeza de la victoria de Cristo sobre la
muerte. Solo si experimentamos este poder de Cristo, el poder de
su amor, somos verdaderamente libres de darnos sin miedo. Esto es
la misa: entrar en esta pasión, muerte, resurrección y ascensión de
Jesús; cuando vamos a misa es si como fuéramos al calvario, lo mismo.

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


46

Hecho de vida
Pero piensen ustedes: si nosotros en el
momento de la misa vamos al calvario —
pensemos con imaginación— y sabemos
que aquel hombre allí es Jesús. Pero, ¿nos
permitiremos charlar, hacer fotografías,
hacer espectáculo? ¡No! ¡Porque es Jesús!
Nosotros seguramente estaremos en
silencio, en el llanto y también en la alegría de
ser salvados. Cuando entramos en la iglesia
para celebrar la misa pensemos esto: entro
en el calvario, donde Jesús da su vida por mí.
Y así desaparece el espectáculo, desaparecen
las charlas, los comentarios y estas cosas que
nos alejan de esto tan hermoso que es la
misa, el triunfo de Jesús.

MEMORICEMOS
Creo que hoy está más claro cómo la
Pascua se hace presente y operante
cada vez que celebramos la misa,
es decir, el sentido del memorial.
La participación en la Eucaristía
nos hace entrar en el misterio pascual
de Cristo, regalándonos pasar con
Él de la muerte a la vida, es decir,
allí en el calvario. La misa es
rehacer el calvario, no es un
espectáculo.

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


CATEQUESIS NO. 6 47

TAREA LÚDICA

COMPLETE LO SIGUIENTE:

¿QUÉ ES
ESCENCIALMENTE
LA MISA?

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


48 Catequesis Papa Francisco - 25 de noviembre de 2020

7
En la Eucaristía es
CATEQUESIS

Cristo quién vive y


camina con nosotros

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


CATEQUESIS NO. 7 49

INTRODUCCIÓN

Queridos hermanos y hermanas

Los primeros pasos de la Iglesia en el mundo


estuvieron marcados por la oración. Los escritos
apostólicos y la gran narración de los Hechos de los
Apóstoles nos devuelven la imagen de una Iglesia en
camino, una Iglesia trabajadora, pero que encuentra
en las reuniones de oración la base y el impulso para
la acción misionera. La imagen de la comunidad primitiva
de Jerusalén es punto de referencia para cualquier otra
experiencia cristiana. Escribe Lucas en el Libro de los
Hechos: «Acudían asiduamente a la enseñanza de los
apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las
oraciones» (2,42). La comunidad persevera en la oración.

ORACIÓN
Pág. 82

APRENDAMOS

Encontramos aquí cuatro características


esenciales de la vida eclesial:

1. La escucha de la
enseñanza de los
apóstoles.
2. La custodia de la
comunión recíproca.
3. La fracción del pan.
4. La oración.

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


50

Estas nos recuerdan que la existencia de la Iglesia tiene sentido si


permanece firmemente unida a Cristo, es decir en la comunidad, en
su Palabra, en la Eucaristía y en la oración. Es el modo de unirnos,
nosotros, a Cristo. La predicación y la catequesis testimonian las
palabras y los gestos del Maestro; la búsqueda constante de la
comunión fraterna preserva de egoísmos y particularismos; la fracción
del pan realiza el sacramento de la presencia de Jesús en medio de
nosotros: Él no estará nunca ausente, en la Eucaristía es Él. Él vive y
camina con nosotros. Y finalmente la oración, que es el espacio del
diálogo con el Padre, mediante Cristo en el Espíritu Santo.

Todo lo que en la Iglesia crece fuera de estas “coordenadas”, no tiene


fundamento. Para discernir una situación tenemos que preguntarnos
cómo, en esta situación, están estas cuatro coordenadas: la
predicación, la búsqueda constante de la comunión fraterna —la
caridad—, la fracción del pan —es decir la vida eucarística— y la
oración. Cualquier situación debe ser valorada a la luz de estas cuatro
coordenadas. Lo que no entra en estas coordenadas está privado de
eclesialidad, no es eclesial. Es Dios quien hace la Iglesia, no el clamor
de las obras. La Iglesia no es un mercado, la Iglesia no es un grupo de
empresarios que van adelante con esta nueva empresa.

La Iglesia es obra del Espíritu Santo, que Jesús


nos ha enviado para reunirnos. La Iglesia
es precisamente el trabajo del Espíritu en la
comunidad cristiana, en la vida comunitaria, en
la Eucaristía, en la oración, siempre. Y todo lo
que crece fuera de estas coordenadas no tiene
fundamento, es como una casa construida
sobre arena (cfr. Mt 7, 24-27). Es Dios quien
hace la Iglesia, no el clamor de las obras. Es
la palabra de Jesús la que llena de sentido
nuestros esfuerzos. Es en la humildad que se
construye el futuro del mundo.

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


CATEQUESIS NO. 7 51

Hecho de vida
A veces, siento una gran tristeza cuando veo
alguna comunidad que, con buena voluntad, se
equivoca de camino porque piensa que hace
Iglesia en mítines, como si fuera un partido político:
la mayoría, la minoría, qué piensa este, ese, el
otro… “Esto es como un Sínodo, un camino sinodal
que nosotros debemos hacer”. Yo me pregunto:
¿dónde está el Espíritu Santo, ahí? ¿Dónde está
la oración? ¿Dónde el amor comunitario? ¿Dónde
la Eucaristía? Sin estas cuatro coordenadas, la
Iglesia se convierte en una sociedad humana, un
partido político —mayoría, minoría—, los cambios
se hacen como si fuera una empresa, por mayoría
o minoría… Pero no está el Espíritu Santo. Y la
presencia del Espíritu Santo está precisamente
garantizada por estas cuatro coordenadas.

Para valorar una situación, si es eclesial o no es


eclesial, preguntémonos si están estas cuatro
coordenadas: la vida comunitaria, la oración, la
Eucaristía… [la predicación], cómo se desarrolla la
vida en estas cuatro coordenadas. Si falta esto, falta
el Espíritu, y si falta el Espíritu nosotros seremos una
bonita asociación humanitaria, de beneficencia,
bien, bien, también un partido, digamos así, eclesial,
pero no está la Iglesia. Y por esto la Iglesia no puede
crecer por estas cosas: crece no por proselitismo,
como cualquier empresa, crece por atracción. ¿Y
quién mueve la atracción? El Espíritu Santo. No
olvidemos nunca esta palabra de Benedicto XVI.
“La Iglesia no crece por proselitismo, crece por
atracción”. Si falta el Espíritu Santo, que es lo que
atrae a Jesús, ahí no está la Iglesia. Hay un bonito
club de amigos, bien, con buenas intenciones, pero
no está la Iglesia, no hay sinodalidad.

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


52

PROFUNDICEMOS
Leyendo los Hechos de los Apóstoles descubrimos entonces
cómo el poderoso motor de la evangelización son las reuniones de
oración, donde quien participa experimenta en vivo la presencia
de Jesús y es tocado por el Espíritu. Los miembros de la primera
comunidad —pero esto vale siempre, también para nosotros
hoy— perciben que la historia del encuentro con Jesús no se
detuvo en el momento de la Ascensión, sino que continúa en su
vida. Contando lo que ha dicho y hecho el Señor —la escucha de
la Palabra—, rezando para entrar en comunión con Él, todo se
vuelve vivo. La oración infunde luz y calor: el don del Espíritu hace
nacer en ellos el fervor.

Al respecto, el Catecismo tiene una expresión muy profunda.


Dice así: «El Espíritu Santo, que recuerda así a Cristo ante
su Iglesia orante, conduce a ésta también hacia la Verdad
plena, y suscita nuevas formulaciones que expresarán
el insondable Misterio de Cristo que actúa en la vida, los
sacramentos y la misión de su Iglesia» (n. 2625).

Esta es la obra del Espíritu en la Iglesia: recordar a Jesús. Jesús


mismo lo ha dicho: Él les enseñará y les recordará. Los cristianos,
caminando por los senderos de la misión, recuerdan a Jesús
haciéndolo presente nuevamente; y de Él, de su Espíritu, reciben
el “impulso” para ir, para anunciar, para servir.

En la oración, el cristiano se sumerge en el


misterio de Dios que ama a cada hombre, ese
Dios que desea que el Evangelio sea predicado
a todos. Dios es Dios para todos, y en Jesús
todo muro de separación es definitivamente
derrumbado: como dice San Pablo, Él es
nuestra paz, es decir «el que de los dos
pueblos hizo uno» (Ef 2,14). Jesús ha hecho
la unidad.

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


CATEQUESIS NO. 7 53

Así la vida de la Iglesia primitiva está marcada por una sucesión


continua de celebraciones, convocatorias, tiempos de oración tanto
comunitaria como personal. Y es el Espíritu que concede fuerza a los
predicadores que se ponen en viaje, y que por amor de Jesús surcan
los mares, enfrentan peligros, se someten a humillaciones.

Dios dona amor, Dios pide amor. Esta es la raíz mística de toda la
vida creyente. Los primeros cristianos en oración, pero también
nosotros que venimos varios siglos después, vivimos todos la misma
experiencia. El Espíritu anima todo. Y todo cristiano que no tiene miedo
de dedicar tiempo a la oración puede hacer propias las palabras del
apóstol Pablo: «La vida que vivo al presente en la carne, la vivo
en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo
por mí» (Gal 2, 20). La oración te hace consciente de esto. Solo en
el silencio de la adoración se experimenta toda la verdad de estas
palabras.

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


54

MEMORICEMOS
Tenemos que retomar el sentido de la adoración. Adorar,
adorar a Dios, adorar a Jesús, adorar al Espíritu. El Padre, el
Hijo y el Espíritu: adorar. En silencio. La oración de la adoración
es la oración que nos hace reconocer a Dios como principio
y fin de toda la historia. Y esta oración es el fuego vivo del
Espíritu que da fuerza al testimonio y a la misión.

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


CATEQUESIS NO. 7 55

TAREA LÚDICA

DESCRIBA LAS CUATRO CARACTERÍSTICAS ESENCIALES DE LA


VIDA ECLESIAL, QUE SE EXPLICAN EN ESTA CATEQUESIS.

4
Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco
56

1. ¿Por qué el Papa Francisco eligió a Ecuador para


celebrar el 53° Congreso Eucarístico Internacional
en el año 2024 (IEC 2024)?
Porque en el año 2024 se cumplirá 150 años de la
Consagración del Ecuador al Sagrado Corazón de
Jesús.

¿Qué espera el Papa del Congreso Eucarístico


2. Internacional?
El Santo Padre, espera que la vivencia de este
Congreso manifieste la fecundidad de la Eucaristía
para la evangelización y la renovación de la fe en el
continente latinoamericano.

¿Cuál es el tema del IEC 2024? ¿Cuál es el lugar y


3. fecha del Congreso?
El tema que el Papa Francisco eligió es: “Fraternidad
para sanar el mundo”. Iluminado con el texto bíblico:
“Ustedes son todos hermanos” (Mt 23,8).
El Congreso Eucarístico Internacional se desarrollará
en Quito, del 8 al 15 de septiembre del 2024.

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


57

4. ¿Qué son los Congresos Eucarísticos Internacionales?


Los Congresos son expresión de una particular
veneración y amor de la Iglesia Universal al Misterio
Eucarístico, fuente de fraternidad y de paz.
A partir del Concilio Vaticano II, los Congresos
Eucarísticos evidencian mejor la “Statio orbis”, es
decir, en donde las Iglesias particulares se unen con
el Papa o con su legado, en una ciudad para celebrar
la Eucaristía y poner de relieve todo su significado.

¿Cuáles han sido las últimas sedes de los Congresos


5. Eucarísticos Internacionales?
2008 Quebec - Canadá
2012 Dublín - Irlanda
2016 Cebú - Filipinas
2021 Budapest - Hungría
Los Congresos Eucarísticos que llegan a distintos
países del mundo se encuentran con una gran
variedad de Iglesias particulares que caracterizan el
rostro de la Iglesia de hoy, llamada a “ofrecer a la
humanidad una cooperación sincera para lograr la
fraternidad universal” (Gaudium et Spes, 3).

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


58

6. ¿Por qué un Congreso Eucarístico, fortalece el camino


de la nueva Evangelización?
Todo Congreso Eucarístico tiene una dimensión
misionera-evangelizadora porque “una Iglesia
auténticamente eucarística es una Iglesia misionera.
De hecho, la Eucaristía es la fuente de la misión”.

“El encuentro eucarístico despierta en el discípulo


la decidida voluntad de anunciar a los demás, con
audacia, lo que ha escuchado y experimentado, para
llevarles también al mismo encuentro con Cristo. De
este modo, el discípulo, enviado por la Iglesia, se abre
a una misión sin fronteras”.

¿Cuál es la actualidad y tarea del Congreso


7. Eucarístico Internacional?
Un Congreso Eucarístico Internacional se propone
dar a conocer, amar y servir mejor a Nuestro Señor
Jesucristo en su Misterio Eucarístico, centro de la vida
de la Iglesia y de su misión para sanar las heridas del
mundo.

¿Cuál es la relación vital entre la Eucaristía y la vida


8. de la Iglesia?
Los últimos Congresos Eucarísticos Internacionales
han reafirmado que el estilo de misión que nace de la
Eucaristía se caracteriza por el diálogo con pueblos,
culturas, religiones, pobres, jóvenes y alejados.

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


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NOTAS

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


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NOTAS

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


61

NOTAS

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco


62

NOTAS

EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA


63

Salimos de la iglesia para «ir en paz»


y llevar la bendición de Dios a las
actividades cotidianas, a nuestras
casas, a los ambientes de trabajo, entre
las ocupaciones de la ciudad terrenal,

Catequesis Eucarísticas del Papa Francisco

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