Categorias Gramaticales NOVENO 2024
Categorias Gramaticales NOVENO 2024
Categorias Gramaticales NOVENO 2024
Cada palabra en español pertenece a una categoría, según la función que cumple dentro la oración. Una palabra puede cambiar de
categoría si cambia su función (por ejemplo: El flaco me regaló un reloj. / Gonzalo siempre ha sido flaco.) la palabra resaltada en la
primera oración es sustantivo y en la segunda, es adjetivo. Sin embargo, hay palabras que se mantienen fijas en una categoría.
Las categorías fundamentales son el artículo, el sustantivo, el adjetivo, el pronombre, el verbo, el adverbio, la preposición, la
conjunción y la interjección.
Los 9 tipos de categorías gramaticales se dividen en dos grupos: palabras variables e invariables
Las categorías gramaticales variables: son las que admiten morfemas flexivos.
-Sustantivos
-Pronombres
-Determinantes
-Adjetivos
-Verbo
Las categorías gramaticales invariables: son las que no admiten morfemas flexivos
-Adverbios
-Preposiciones
-Conjunciones
-Interjecciones
CATEGORÍAS VARIABLES.
Sustantivo o nombre: Es aquel tipo de palabras cuyo significado determina la realidad. Esto es, los sustantivos nombran todas las
cosas: personas, objetos, sensaciones, sentimientos, ideas, etc.
Clases de sustantivos:
Contable (coche) / incontable (leche)
Propio (Juan) / común (pan)
Simple (puerta) / compuesto (lavacoches)
Concreto (almacén) / abstracto (belleza)
Sustantivar: se trata de convertir cualquier categoría gramatical en un sustantivo: cantar (verbo) / cante (sustantivo).
Pronombre: Es la palabra que sustituye a otros términos que designan personas o cosas en un momento determinado.
Ejemplo: quiero a Laura / la quiero.
Clases de pronombres:
Personales: yo, tú, él, nosotros, vosotros, ellos, ellas, usted, ustedes, me, te, se, nos, os, lo, mi, ti, si, le, lo, la...
Demostrativos: este, ese, aquel, estos, esos, aquellos...
Indefinidos: nada, todo, algo, nadie, alguien, alguno, bastantes, varios, cualquier, cualquiera, cualesquiera...
Numerales: un, dos, tres, primero, segundo...
Relativos: que, quien, cuyo, cual, cuantos...
Posesivos: mío, tuyo, suyo, nuestro, vuestro, suyo...
Interrogativos: qué, quién, cuánto, cuándo, cuál, dónde, cómo...
Pronominalizar: se trata de sustituir una palabra por un pronombre (lo, la, le): le di un beso / se lo di; le conté una historia / se la conté.
Determinantes: son palabras que acompañan a un sustantivo para concretar su significado. Su función consiste en destacar los
sustantivos a los que se refiere y delimitar su concepto. En otras palabras, se trata de términos que determinan al sustantivo y lo
diferencian de otros de su misma categoría. De hecho, pueden aportar información sobre el número, género, posesión y situación en
el espacio de un sustantivo.
Los determinantes son palabras que acompañan al sustantivo mientras que los pronombres lo sustituyen.
Clases:
Artículos. Indican si el sustantivo al que acompañan es determinado o indeterminado, es decir, si se conoce o no. Los artículos
determinados son “el”, “la”, “los” y “las”, mientras que los indeterminados son “un”, “una”, “unos” y “unas”. También está el artículo
neutro “lo”, que acompaña a adjetivos, adverbios y participios. Ejemplo: “El delfín nada rápido”.
Demostrativos. Indican la proximidad o lejanía del nombre o sustantivo respecto a la persona que habla. En ocasiones pueden
funcionar como adjetivos determinativos o pronombres. Entre los determinantes demostrativos se incluyen los términos que implican
cercanía, “este”, “esta”, “estos” y “estas”, los que hacen referencia a una distancia media como “ese”, “esa”, “esos” y “esas”, y los que
denotan lejanía, “aquel”, “aquella”, “aquellos” y “aquellas”. Ejemplo: “Estos animales se comunican a distancia”.
Posesivos. Se utilizan para indicar a quién pertenece o quien posee el sustantivo al que acompañan. También indican si lo posee una
o más personas. Al igual que los demostrativos, pueden funcionar también como adjetivos determinativos y como pronombres. Para
referirse a una única persona se utilizan los determinantes “mi”, “mis”, “mío”, “míos”, “mía”, “mías”, “tu”, “tus”, “tuyo”, “tuya”, “tuyos”,
“tuyas”, “su”, “sus”, “suyo”, “suya”, “suyos” y “suyas”. Para referirse a varias personas se usan los determinados “nuestro”, “nuestra”,
“nuestros”, “nuestras”, “vuestro”, “vuestras”, “vuestro”, “vuestras”, “su”, “sus”, “suyo”, “suya”, “suyos” y “suyas”. Ejemplo: “Tu mascota
está en mi casa”.
Numerales. Hacen referencia a la cantidad, número, orden, multiplicidad, divisibilidad o distribución del sustantivo al que acompañan.
Dentro de esta clasificación se incluyen los determinantes cardinales “uno”, “una”, “dos”, “tres”, “cuatro”, “veinte”, “cien” …, los
determinantes ordinales que indican posición “primer”, “primera”, “segundo”, “segunda”, “tercero”, “tercera”, “decimoquinto”,
“decimoquinta” …También están los multiplicativos como “doble”, “triple”, “cuádruple”, “quíntuple” … los divisores como “mitad” y los
distributivos “ambos” y “sendos”. Ejemplo: “El quinto caballo es el más veloz”.
Indefinidos. Indican una cantidad inexacta, indefinida o indeterminada. Se utilizan cuando se nombra a un ser u objeto de manera
imprecisa ya sea porque no se conoce bien su identidad, género o número. Dentro de este tipo de determinantes se incluyen “algún”,
“bastante”, “poco”, “demasiado”, “cierto”, “ningún”, “mucho”, “otro”, “algunos”, “bastantes”, “pocos”, “demasiados”, “ciertos”, “ningunos”,
“muchos”, “otros”, “alguna”, “bastante”, “poca”, “demasiada”, “cierta”, “ninguna”, “mucha”, “otra”, “algunas”, “bastantes”, “pocas”,
“demasiadas”, “ciertas”, “ningunas”, “muchas”, “otras”, “más”, “menos” y “tan”. Ejemplo: “Algunas leonas dejan de cazar a una edad
temprana”.
Interrogativos. Indican una pregunta sobre la naturaleza o cantidad del sustantivo o núcleo del sintagma nominal. Dentro de estos se
incluyen los determinantes “qué”, “cuánto” y “cuál”. En este caso se hacen acompañar siempre del símbolo de interrogación. Ejemplo:
“¿Qué libro me recomendarías?”.
Exclamativos. Indican un sentimiento de sorpresa o emoción respecto al sustantivo o núcleo del sintagma nominal. Dentro de esta
categoría también se utilizan los determinantes “qué” “cuánto” y “cuál”. ¿Qué los diferencia con los interrogativos? El uso del símbolo
de exclamación. Ejemplo: “¡Qué grande!”.
Adjetivo: modifica al sustantivo y debe concordar en género y número. Por lo tanto, son palabras que complementan a un sustantivo y
lo modifican dando más información acerca del mismo. Expresan características que se le atribuyen al sustantivo.
Tipos de adjetivos:
Adjetivos calificativos. Modifica el sustantivo indicando una cualidad o característica dándonos más información sobre él. Se pueden
poner antes o después del sustantivo. Ejemplos: “gato pardo”, “niño triste”, “persona alegre”.
Adjetivos gentilicios. Determinan el origen de una persona o cosa. Ejemplos: “El hombre francés tiene una bicicleta”.
Adjetivos relacionales. Colocan al sustantivo dentro de una clase, tipología, ámbito, etc. Modifican el significado del sustantivo al que
acompañan. No tiene grado. Ejemplos: “ataque terrorista”, “decisión parlamentaria”.
Adjetivos determinativos. No cualifica al sustantiva, pero aportan información que limita su alcance. Pueden expresar cercanía o
lejanía en tiempo o espacio (ejemplo: “aquel coche”), cantidad u orden (“tres libretas”), posesión (“son mis libros”) o idea de cantidad
determinada (“algunas veces”). En la actualidad solo se consideran determinantes y no adjetivos, pero es buena idea tenerlos en
cuenta por la gramática tradicional.
Adjetivos demostrativos. Expresan la posición, proximidad o lejanía del sustantivo respecto a la persona o cosa que se refiere.
Ejemplos de espacio: “ese libro”, “aquel perro”, “esta noche”.
Adjetivos posesivos. Marcan relación de pertenencia, posesión o propiedad del sustantivo respecto a la persona que se refiere al
mismo. Ejemplos: “Nuestro gato se llama Thor”. Si el adjetivo va delante del nombre son adjetivos posesivos átonos o débiles (“mi
libro”), si va detrás del sustantivo se llaman posesivos tónicos o fuertes (“gatos suyos”).
Adjetivos numerales. Dan una idea precisa de cantidad u orden. Están los cardinales (“tres libros”), ordenadores (“primer
cumpleaños”), múltiplos (“triple plato”), partitivos (“la mitad de la tarta”).
Adjetivos indefinidos. Indican una cantidad indeterminada o imprecisa. Ejemplos: “muchos libros en la estantería”, “algunos perros
están en la puerta”.
Adjetivos interrogativos y exclamativos. Se usan para acompañar al sustantivo en frases exclamativas o interrogativas. Ejemplos:
“¿Cuántos gatos quedan en adopción?”, “¡Qué cosas me cuentas!”. Para no confundir con pronombres exclamativos e interrogativos y
darnos cuenta de que estamos ante un adjetivo o pronombre, tenemos que fijarnos si “qué”, “cuál”, “cuánto”, etc. están acompañando
a un sustantivo o si lo reemplazan.
LOS ADVERBIOS: Son palabras invariables y funcionan siempre como modificadores de otras categorías (adjetivos, muy fuerte;
verbos, camina lentamente; otro adverbio, bastante lejos).
Adverbios de lugar: aquí, allí, ahí, allá, acá, arriba, abajo, cerca, lejos, adelante, delante, detrás, encima, debajo, enfrente, atrás,
alrededor.
Adverbios de tiempo: antes, después, luego, pronto, tarde, temprano, todavía, aún, ya, ayer, hoy, mañana, anteayer, siempre, nunca,
jamás, próximamente, prontamente, anoche, enseguida, ahora, mientras, anteriormente.
Adverbios de modo: bien, mal, regular, despacio, deprisa, así, tal, como, aprisa, adrede, peor, mejor, fielmente, estupendamente,
fácilmente, negativamente, responsablemente, rápidamente —todas las que se formen con las terminaciones «mente»—.
Adverbios de cantidad o grado: muy, poco, mucho, bastante, más, menos, algo, demasiado, casi, solo, solamente, tan, tanto, todo,
nada, aproximadamente.
Adverbios interrogativos/exclamativos y relativos, las formas usadas ortográficamente en oraciones interrogativas y exclamativas
son cuándo, cómo, cuánto y dónde (las formas relativas son idénticas, aunque se escriben sin tilde).
Otros adverbios: solo/solamente, aún, inclusive, además, únicamente, incluso; mismamente, propiamente, precisamente,
concretamente; viceversa, contrariamente, siquiera, consecuentemente.
Acentuación en español
Los adverbios terminados en -mente conservan la tilde si el adjetivo al que procedía lleva tilde. Como por ejemplo ágilmente, que lleva
tilde porque el adjetivo ágil lo lleva.
LAS PREPOSICIONES: Son palabras invariables que introducen un complemento obligatorio y establecen una relación de
subordinación o dependencia entre un conjunto de palabras y otro. Éstas son: a, ante, bajo, cabe, con, contra, desde, en, entre, hacia,
hasta, para, por, según, sin, so, sobre, tras, durante, mientras.
Y locuciones prepositivas formadas por un conjunto de palabras:
A causa de, de acuerdo con, con relación a, …
LAS CONJUNCIONES: Las conjunciones se dividen en coordinantes y subordinantes, división que se hace tomando en cuenta el
carácter sintáctico, es decir, la función que ejercen en un momento determinado.
Por ejemplo: Yo les enseño gramática Y ustedes la aprenden.
En este caso la “Y” se encuentra dentro del grupo de conjunciones coordinantes y su función es unir dos oraciones independientes.
Estas dos clases se subdividen a su vez en grupos de carácter semántico, es decir, que relacionan no sólo la función sino también su
significado para darle sentido al texto.
Por ejemplo: Irán aprendiendo gramática según/cuando la vayan practicando.
De modo/de tiempo
En este caso se puede apreciar:
1.- Ambas conjunciones están dentro del grupo de subordinantes porque la segunda parte de la oración depende de la primera.
2.- Aunque ambas conjunciones puedan completar correctamente la oración, dependerá del mensaje que se quiera transmitir el uso
de cualquiera de ellas. Se debe tomar en cuenta su significado.
Existen también locuciones conjuntivas, formadas por dos o más conjunciones o por una conjunción y un adverbio, conjunción y
preposición, conjunción y sustantivo, conjunción y adjetivo o conjunciones prepositivas que no pueden separarse y que funcionan
como una conjunción.
TIPOS DE CONJUNCIONES
ACTIVIDAD
Delfín, globo, gasfitero, fresa, policía, bicicleta, melocotón, codorniz, caramelo, león, pera, enfermera, canguro, piña, rompecabezas,
influencer, bandera, panadero, víbora, cobrador, papaya, arándano, calamar, tarsero, gerente, calígrafo, turnomático, hilo, lagarto.
Con ellos se extendió por toda Europa una teoría que suponía la existencia de la llamada “piedra filosofal”, a la que se atribuía la
capacidad de transformar cualquier metal vulgar en uno precioso. Se decía, por ejemplo, que podía convertir el hierro en oro y el
plomo en plata. Los alquimistas, que también tenían algo de magos, procuraban obtener esta piedra en sus laboratorios y talleres,
donde trabajaban incansablemente. A veces contaban con principales gobernantes que patrocinaban sus actividades. La alquimia
produjo grandes avances en el arte de obtener, purificar y trabajar los mentales, aunque sus técnicas no se limitaban a estos. También
se extendían a la orfebrería, la cerámica y la perfumería, entre otros campos de acción.
Utilizaron muchas clases de procedimientos para obtener el maravilloso producto que buscaban, para lo cual sometían a la acción del
fuego objetos de distinto tipo. El horno y el crisol eran el centro de sus talleres, en los que también abundaban retortas, alambiques y
vasijas.