Trabajo Final de Vida
Trabajo Final de Vida
Trabajo Final de Vida
El fin de vida es una situación clínica que vive la persona cuando la enfermedad no tiene
tratamiento curativo y se prioriza el alivio de sufrimiento y el control de los síntomas, dolor.
El Dr. Antonio Pascual define una de las características de los cuidados paliativos en el
último tramo de la vida como una etapa que implica un cambio de rumbo con nuevas metas
y esperanzas: “una muerte serena, con el máximo confort posible, con la máxima
tranquilidad y aceptación, y en presencia de los seres queridos…”(1), a través del
acompañamiento, atendiendo la fragilidad y vulnerabilidad de las persona-familia.
Además, todo ciudadano tiene derecho al alivio de sufrimiento al final de su vida mediante
una asistencia paliativa de calidad, continua, coordinada, consensuada y compasiva tanto la
persona como su familia, para lograr una buena calidad de vida y una muerte digna.
María Rufino, la psicooncóloga hace referencia a las cinco etapas de Elisabeth Kübler Ross
(4), “hay oscilaciones anímicas, dejar que la persona se adapte a esta situación, dejando
que salga la rabia, el enfado, el sentimiento de incomprensión… Orientarlos hacia la
aceptación de la situación…”(1). Es importante una atención humanizada que reconozca
que las personas tienen cambios mentales y emocionales únicos. Cambios que describe en
cinco etapas: la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación. Estas etapas
son una herramienta descriptiva que permite entender y comprender el proceso del duelo
como un episodio normal de la vida para guiar el acompañamiento del paciente-familia.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se refiere a la muerte como algo
natural y nos recuerda el hecho de no alargar ni acortar la vida (5).
Por otro lado, “la sociedad está cambiando y el sistema sanitario también tiene que hacerlo”,
por lo que es esencial el desarrollo de los cuidados paliativos y su integración en todas las
áreas de la profesión sanitaria. Además, “curar y cuidar son los nuevos objetivos de la
medicina”, incorporando la mirada holística y humanista en los cuidados y no solo en la
enfermedad.
Susan Hannam hace énfasis en la relación con el paciente como persona, no como
enfermedad y debe ser considerado con todo el respeto que le es debido, como ser humano
que es. Además, nos recuerda que los cuidados paliativos no solo está dirigido a las últimas
semanas de vida, sino que puede aplicarse desde el inicio de una enfermedad.
“Respetar la dignidad de las personas y la libertad individual se hace aún más necesario
cuando hablamos del final de vida”. El paciente tiene derecho a elegir las diferentes
alternativas de la medicina, a recibir la información, u optar por no recibir tratamiento,
derecho a expresar sus deseos a través de documentos de voluntades anticipadas. Es
esencial respetar la autonomía de la persona para que llegue a su final con una «muerte
digna».
Por lo tanto, los cuidados paliativos son un derecho más de todos los ciudadanos, permite
una mejor calidad de vida para el paciente-familia al afrontar los problemas asociados a
enfermedades terminales mediante una rigurosa evaluación biopsicosocial y el alivio del
sufrimiento. Acompañar a una persona en situación de final de vida es siempre un proceso
individual y se debe velar por su singularidad.
Los sentimientos ayudan a enfrentar el sufrimiento experimentado por los pacientes y sus
familias. En el documental presentan varios casos que explican el impacto emocional que
conlleva la nueva situación: ruptura en la estructura familiar, desequilibrio (ansiedad,
depresión y miedo…), conflictos y alteración en la vida del paciente-familia, y el soporte que
han recibido del equipo de cuidados paliativos.
Por un lado, “tener miedo a perder la cabeza” vuelve al paciente cada vez más dependiente
de los demás, hasta llegar a perderse el control de sí mismo, temiendo así que todas las
decisiones sobre él las tomen los demás. Por esta razón, el equipo funciona de intermediario
para percibir los deseos, últimas voluntades, muestra de compresión y apoyo,
especialmente en la atención domiciliaria cuando la familia es el cuidador principal. “Yo me
lo quiero llevar a casa.. se hará todo lo posible para que él esté tranquilo” (1).
También, facilitar que el paciente movilice sus recursos internos para poder hacer frente a la
situación que está viviendo, y así pueda abrirse en confianza hacia lo que él ve como
verdadero, y encontrar coraje y aceptación para lo que le está sucediendo “consciente de la
enfermedad, la vida ha de seguir, gozando de las pequeñas cosas y haciéndolas grandes…
(1)”. El objetivo es trascender el sufrimiento a través de la aceptación.
1. Crónicas: Cuando llega el final. 2011. [citado el 19 de septiembre de 2023]. Disponible en:
Crónicas: Cuando llega el final | RTVE Play
4. Fernandes Costa M., Coelho Soares J. Gratis como mariposa: simbología y cuidados
paliativos. Rev. Bras. Geriatr. Gerontol. Julio-Sep 2015;18(3):631-41