Objeto y Campo de Estudio
Objeto y Campo de Estudio
Objeto y Campo de Estudio
La cuestión del sentido, es decir, de los medios con que los seres humanos que
habitan un espacio social se ponen de acuerdo sobre el modo de representarlo
y de actuar sobre él, es el horizonte de las actividades antropológicas.
Hoy ya no basta con familiarizarse con aquello que a primera vista nos parece curioso,
ni con descubrir la extrañeza agazapada en nuestros hábitos mejor anclados, ya que
una crisis del sentido afecta al planeta entero, y esa crisis se traduce por una
apasionada aceleración de las búsquedas identitarias. En un momento en que las
informaciones se transportan a velocidad electrónica de punta a punta del planeta,
cuando el propio exotismo se convierte en producto de consumo y hasta en capital
político, cada individuo se halla violentamente enfrentado a la imagen del mundo. La
concepción de la persona humana y las relaciones entre el hombre y su entorno no
pueden permanecer inalteradas por aplicaciones tan «turbadoras» como la agricultura
química, los antibióticos, los organismos (vegetales y animales) genéticamente
modificados, las terapias genéticas, las investigaciones sobre el ADN, la clonación,
los tratamientos hormonales, los trasplantes de órganos y la reproducción asistida.
Hace ya mucho tiempo, y en todas partes del mundo, que los hombres se interesan
por las diferencias de lengua, de usos, de costumbres y de hábitos, pero hoy, en todo
el ámbito planetario, se muestran cada vez más conscientes de su interdependencia
y, por tanto, de sus diferencias y de la transformación del mundo.
Durante mucho tiempo los etnólogos creyeron viajar en el tiempo cuando en realidad
estaban viajando en el espacio: creían reencontrar en las antípodas la imagen de
sociedades antiguas. Era un mito, pero la idea de que una sociedad concreta podía
permanecer al margen del movimiento general del mundo no tenía nada de
inverosímil. Hoy la novedad es que, con independencia del modo de vida de los
hombres que habitan nuestro planeta, existen unas referencias compartidas.
Tenemos nuestras referencias locales, comprensibles en nuestro pequeño medio,
pero también participamos de una cultura mundial, adosada a otras referencias.
Es evidente que estas fases se interpenetran —el antropólogo lee y escribe sobre el
terreno—, pero nosotros ya tenemos nuestro plan: el objeto, el trabajo de campo, la
lectura, la escritura.
(Augé; Colleyn, 2006: 18-27)
1) la antropología académica y
La antropología académica
La disciplina académica de la antropología, también conocida como antropología
general o antropología de “cuatro campos”, incluye cuatro subdisciplinas o
subcampos principales:
la socio- cultural,
la arqueológica,
la biológica y
la lingüística.
(En adelante, se usará el término más corto antropología cultural como sinónimo de
“antropología sociocultural”.) De los subcampos, la antropología cultural tiene más
adeptos. La mayoría de los departamentos de antropología imparten cursos en los
cuatro subcampos.
(Kottak, 2011: 8; 16)