La Dinámica Natural y Efectos de Dinámica

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Efectos

La dinámica natural y efectos de dinámica


11/02/2013 por Manuel_Baez Actualizado el 13/02/2013

Los guitarristas siempre estamos incorporando nuevos efectos en nuestro sonido,


desde distorsiones u overdrives de lo más variopinto, a modulaciones de las que
hablaremos próximamente, como phaser, chorus, flanger, o los famosos delays,
ecos, loopers y reverbs.

Sin embargo, la mayor parte de los guitarristas apenas saben definir qué es un
efecto de dinámica, a pesar de tratarse, junto a la distorsión y el overdrive, de los
efectos más importantes, no ya en nuestro instrumento, sino en toda la música, y
ser claves en la grabación en estudio.

La dinámica natural, ese gran desconocido

Primero, debemos definir qué es la dinámica musical. La dinámica es un término


utilizado desde la música clásica, que actualmente puede ser referido a la
interpretación o la forma de tocar un instrumento, o bien a un efecto de sonido
aplicado a cualquier instrumento o al conjunto de ellos.

En su primera vertiente, la dinámica es la diferencia entre los volumenes de


diferentes partes del tema o incluso distintas figuras musicales. Es decir, esos
típicos símbolos que habréis leído en muchas partituras; forte, piano, pianissimo,
mezzo-forte...

Podría decirse que la dinámica "natural", es el control del volumen a lo largo de la


pieza, y los cambios elegidos libremente por el intérprete.

Una pieza no debe tocarse al mismo volumen durante toda la canción. Hay pasajes
que han de tener más garra y explosionar, mientras que otros segmentos deben
caer en volumen. Es algo que también se hace para realzar un instrumento en un
momento determinado. Por ejemplo, si queremos destacar el bajo en un
fragmento, pero queremos que la canción suene más suave (más "piano"), en
lugar de subir el volumen al bajo o tocarlo más fuerte, deberíamos mantener el
volumen del resto más bajo. En cambio, si queremos un solo explosivo y con una
base contundente, podemos elegir subir el solo de guitarra y no bajar el resto.

Esto, en guitarra, podemos conseguirlo naturalmente bien con el golpe de púa (un
ataque más fuerte) o pulsando con mayor suavidad con los dedos. Es algo que
podemos ver muy a menudo en blues, jazz, clásica... o en grandes músicos de rock
y de metal (desde Pink Floyd o Dream Theater, a Free, Lynyrd Skynyrd, Aerosmith
o los ZZ Top).

Además de ésto la dinámica también se emplea a la hora de acentuar algunas


notas. Mediante esta técnica podemos tocar un pasaje alterando los acentos y
generando un sonido muy diferente, por ejemplo, tocando una figura de tresillos a
semicorcheas, o una de semicorcheas a seisillos, como suele hacer el maestro Paul
Gilbert. Esto hace que el sonido, generalmente muy estandarizado, de una
permuta o un bloque de notas, cambie por completo y nos ofrezca nuevas
posibilidades. También podemos acentuar notas a contratiempo, o no acentuar
determinadas notas. Todo eso es parte de la dinámica.

Evidentemente, a mayor velocidad resulta más difícil controlar la dinámica. Es casi


imposible controlar la fuerza de la púa manteniendo la precisión si hacemos un
pasaje de sweep picking a semicorcheas en un tiempo de 150bpm.

Hay casos en que, amplificando el sonido, es casi imposible controlar la dinámica.


La distorsión actúa reduciendo la diferencia entre volumenes, lo que explica que
los guitarristas que utilizan overdrive o poca distorsión (Andy Timmons, Steve Ray
Vaughan, Dave Gilmour, Brett Garsed, Marty Friedman...) tengan una dinámica de
púa mucho más viva que otros que utilizan una mayor distorsión (Jeff Loomies,
Max Cavalera, Zakk Wylde...), aunque la mayor parte de las veces es algo
intencional, puesto que se busca una contundencia diferente, un ataque de púa
más pronunciado...

Sin embargo, muchas veces la dinámica escapa a nuestro control y deja de ser
intencional para convertirse en un problema. Esto sucede a menudo con las
rítmicas del rock y metal, puesto que el palm mute suena más bajo de lo que
debería (una nota muteada tiene menor volumen si no interviene un efecto de
dinámica, puesto que tiene menos armónicos y agudos) y en segmentos acústicos,
ya que las dinámicas se disparan de forma exagerada. Lo mismo ocurre con una
guitarra limpia si queremos que suene uniforme y con acentos muy suaves al
tocar con púa, ya que lo lógico es que los acentos se disparen, o con los solos, que
tienden a sonar más fuertes en las notas más agudas y más débiles en las graves,
un auténtico problema porque es asunto de la distorsión, y no de nuestro ataque
de púa. En todos estos asuntos intervienen los efectos de dinámica.

Efectos de dinámica

Existen muchos motivos para utilizar efectos de dinámica, como ya hemos visto.
Desde evitar molestos ruidos en la señal al utilizar la distorsión y posibles acoples
del instrumento por feedback (sería un uso de la dinámica por motivos técnicos), a
utilizar la dinámica para un fin interpretativo, como sería el ya citado caso de
igualar acentos, evitar descompensaciones de volumen, o incluso aumentar el
sustain del instrumento.

Para ello, disponemos de múltiples herramientas o efectos que podemos adquirir


en diferentes formatos. Formato digital o analógico, formato de rack o pedal, e
incluso potenciómetros (caso del volumen)

También disponemos de varios tipos de efectos, aunque en la guitarra, a nivel


práctico, vamos a utilizar únicamente tres: volumen, Puerta de ruido o Noise Gate
y Compresión.

Volumen

El volumen es el efecto más "clásico" de la guitarra eléctrica, incluso de cualquier


instrumento. Como su propio nombre indica, regula el volumen, pero hay varios
tipos de volumenes, y ello depende de dónde esté situado el efecto en si.

Por ejemplo, el volumen de la guitarra es el primer "efecto" real de la cadena de


sonido junto al tono. Por lo tanto, al estar colocado al inicio, afecta a todos los
efectos posteriores, variando, no solo la señal, sino el timbre final.
Pensemos en la cadena de sonido, guitarra (primer elemento), pedales,
multiefectos... hasta llegar al amplificador. Al variar la cantidad de señal que sale
de nuestro instrumento, estaremos alterando todos los efectos posteriores,
incluso la señal total que le llega al amplificador, cambiando drásticamente, no
solo el volumen total, sino el sonido.

Este tipo de volumen, totalmente analógico, se controla con el potenciómetro de la


guitarra. Existen dos tipos de reguladores de volumen mediante potenciómetro,
no uno, como cree la gente comúnmente:

Potenciómetro de volumen lineal (linear):

El volumen aumenta y disminuye linealmente, sin "saltos" ni una diferencia


exagerada. Es decir, del 1 al 5 hay la misma subida de volumen que del 5 al 10.

Potenciómetro de volumen logarítmico:

El volumen no aumenta de forma equidistante, si no que aumenta de forma


exponencial. Al principio aumenta poco a poco (en la primera mitad de recorrido,
del silencio al 5) y luego el aumento de volumen se dispara.

La preferencia por uno u otro volumen depende principalmente del gusto del
consumidor. El volumen logarítmico se basa en los principios de percepción
psicoacústicos del ser humano, que capta muy bien la aparición de volumen, pero
no tanto el aumento de un volumen que ya es alto (es decir, necesitamos más
subida de volumen para escuchar la música más alta cuando esta ya tiene un
volumen considerable, que para pasar de no escuchar nada a escuchar música,
algo que captamos en seguida).

A priori este sistema siempre debería ser mejor que el lineal, pero muchos
músicos no "sienten" igual un potenciómetro logarítmico y expresan falta de
control, algo que es subjetivo. En este caso, como en muchos otros, una vez
conocida la teoría, lo mejor es probar.

¿Qué ocurre en cambio, con un pedal analógico de volumen (el clásico pedal de
volumen tipo wah) colocado al final de la cadena, o casi al final? Un pedal colocado
al final apenas alterará el timbre del instrumento, puesto que los efectos ya han
procesado el sonido. El amplificador a válvulas si que cambiará el sonido (menos
entrada, diferente sonido) a no ser que coloquemos ese pedal mediante el loop de
efectos, momento en el que simplemente subiremos o bajaremos el volumen. Aún
así los principios de psicoacústica nos dicen que, aunque no haya diferencia
teórica en el timbre, el oído humano captará el volumen bajo de forma diferente.

Hay otros controles digitales para el volumen, mediante midi (aumentar o


disminuír volumen con un pedal controlado por midi en un multiefectos, por
ejemplo), pero no es tan utilizado como los pedales analógicos y su
funcionamiento es prácticamente idéntico. Además, el hecho de tener que
controlar los parámetros por lenguaje midi lo hace más farragoso.

Puerta de ruido o Noise Gate y el atenuador:

La puerta de ruido o noise gate es un efecto diseñado para solucionar el problema


generado por la relación señal-ruido, traducido en el "zumbido" del instrumento
cuando no se toca, sobre todo en el caso de la distorsión o el overdrive, además
de los molestos acoples.

Cuando tocamos una guitarra eléctrica (o usamos micro en una acústica) siempre
se cuelan ruidos en la señal. De ahí el concepto "relación señal/ruido". La puerta
de ruido es un efecto con diversos parámetros que se activa para silenciar
completamente el volumen indeseado. Es decir, la puerta se activa y toda señal se
corta de forma radical y deja de llegar al amplificador cuando la señal que llega
baja de un determinado volumen. Es decir, si estamos tocando y llegado un punto
el volumen decae (por ejemplo, cuando solo queda ruido), la puerta se activa y
corta por completo la señal, que no llega al amplificador.

Es importante darse cuenta de que si ponemos los parámetros de la puerta muy


exagerados, esta puerta se "cierra" (de ahí el llamarla puerta) no dejando pasar
más sonidos. Esto incluye notas, o un vibrato mantenido, por lo que un abuso de
la puerta destruirá por completo el sustain del instrumento. Llegados a ese caso la
solución no es solo la puerta, si no cambiar cables, apantallar guitarra (si es que se
requiere), o utilizar menos distorsión. Por otra parte, si queremos tener acoples
porque son parte de nuestro sonido, tendremos que desactivar la puerta o
mantenerla en parámetros bajos.
La puerta de ruido no es solo una puerta que se "abre y se cierra" cuando se baja
de un determinado volumen. Mediante los parámetros de attack, hold o release
controlamos cuánto tiempo pasa hasta que se activa, o si se desactiva
rápidamente.

El parámetro más importante es el Threshold (no confundir con la banda de metal


progresivo), que es común a muchos efectos. Para "hispanizar" el término, el
threshold es el punto a partir del cual un efecto se activa y se conoce como
Umbral. En este caso, el threshold, medido en dB (volumen) nos indica el punto de
volumen más bajo a partir del cual la puerta se cierra y corta el sonido. Si
ponemos el threshold a -20 dB, la señal sonará hasta que alcance ese punto,
momento en el cual la puerta se activa y el sonido desaparece aunque la puerta
reciba señal.

El Hold es el tiempo que el efecto tarda en activarse y se mide en milisegundos


(ms). Este efecto se utiliza para que el corte de sonido no sea radical o abrupto,
generando ruidos o clips. La mayor parte de las veces podremos utilizarlo en los
valores mínimos, pero si escuchamos ruidos o clips al activarse la puerta,
subiremos el valor. Siempre suele ser más alto que el parámetro attack

El release o "decay" es la suavidad del descenso de volumen. Por así decirlo es un


"fade", un atenuamiento del volumen que no es radical. Así, en lugar de pasar de
un sonido a la ausencia total de sonido, el sonido decrece gradualmente. Sería
similar a lo ocurrido con el final de un tema en un disco que baja de volumen
lentamente.

El attack es lo contrario al hold, es decir, el tiempo que tarda en abrirse la puerta


de ruido de nuevo cuando la señal vuelve a ser lo suficientemente alta. Lo lógico es
usar este control con el valor más bajo posible, a no ser que queramos hacer un
efecto tipo violín o similar, que se abra poco a poco.

Las Noise Gate pueden ser analógicas, con controles de perilla giratorios, o
digitales, por lo general en formato rack o inmersas en multiefectos. Su colocación
ideal es al final de los efectos, especialmente los de distorsión y overdrive, puesto
que al principio solo cortaría los ruidos de la guitarra (mínimos) y lo que solemos
querer es que actúe con ruidos más exagerados, como los provocados por el
"hum" de la distorsión.

Un atenuador es algo similar, solo que no corta el sonido, sino que simplemente
reduce la señal con un llamado ratio. Es decir, una vez activado, reduce en la salida
(out) de la señal lo que nosotros queramos mediante un porcentaje. Son menos
utilizados, pero muy indicados para amplificadores valvulares de gran potencia
que queramos usar en interiores.

Compresores (y limitadores)

La compresión actúa de forma sencilla. Reduce las dinámicas de volumen. ¿Qué


quiere decir esto? Si tenemos una onda que tiene picos muy altos de volumen y
picos muy bajos (dinámica de la onda), la compresión "aplasta" esa onda,
igualando los sonidos más altos con los más bajos. Así, no existirá tanta diferencia
de volumen, los acentos serán menos exagerados, y las técnicas que generen
menos volumen (notas muteadas, armónicos naturales) tendrán un volumen más
alto, que se igualará con otras notas con más volumen. El compresor actúa a partir
de un punto que determinamos y afecta a los volumenes altos a partir de ese
punto, haciendo que no suenen tan altos y que aumenten más lentamente de lo
que deberían.

Existen también los compresores multibanda, que nos permiten comprimir


determinadas frecuencias (por ejemplo, los agudos) y respetar otras, para igualar
el volumen a lo largo de todas las frecuencias, aunque por su precio su uso en
guitarra eléctrica es poco común y se remitiría únicamente a la guitarra solista.

La compresión se utiliza especialmente para guitarras acústicas, por el desnivel de


volumen entre diferentes notas, y para evitar el efecto indeseado de una mayor
sonoridad de unas notas sobre otras por la propia caja de resonancia (hay
guitarras en las que los agudos suenan más que los graves, y viceversa), en
guitarras rítmicas con distorsión para generar una mayor sensación de pegada y
contundencia (que el palm mute suene más fuerte), y en guitarra solista para
evitar el realce excesivo de los agudos.
Sin embargo, el exceso de compresión también afecta al sonido, y le resta un cáriz
interpretativo al mismo. Un solo con excesiva compresión carece de la dinámica
natural de la que hablamos al principio del artículo, y una guitarra rítmica tendrá
pegada, pero carecerá de acentos y notas destacadas.

Por ello hay que controlar mucho cómo usamos la compresión.

En cuanto a los parámetros, también interviene un Threshold o umbral, que


cumple exactamente el mismo cometido que la Puerta de ruido. Es el umbral a
partir del cual el sonido comienza a comprimirse. Así, podemos hacer que un
sonido muy bajo no sea comprimido, para mantener nuestra dinámica natural
(notas pulsadas con suavidad que sigan sonando bajas), poniendo el threshold
para que el compresor actúe a -10dB (recordemos que el volumen se mide desde
negativo a 0dB siendo ese el volumen más alto de señal) pero no a -40dB. en ese
caso, los sonidos tocados a un volumen muy bajo seguirían sonando bajos, pero
todos los sonidos tocados más alto se mantendrían comprimidos, con un volumen
similar.

El ratio es la proporción o relación de compresión, es decir, cuántos decibelios (dB)


va a permitir el compresor que salgan por los que han entrado. Por ejemplo, un
ratio 3:1 implica que por cada 3 dB que entran, el compresor solo sacará uno,
reduciendo los volumenes más altos a un tercio. Un ratio de 3:1 puede ser
excesivo si la compresión empieza pronto (threshold muy activo, por ejemplo a
-40dB) porque el sonido se comprimiría mucho, pero puede ser un buen
parámetro cuando queremos comprimir mucho la señal, como en el caso de una
acústica que queremos que suene muy uniforme.

Los demás parámetros son los mismos y cumplen exactamente la misma función
que en el caso de una puerta de ruido. Attack, decay, hold... No aparecen en todos
los compresores, pero es bueno experimentar según queramos que la compresión
sea más o menos brusca.

Los compresores analógicos, incluso valvulares, son muy clásicos, y se suelen


encontrar en formato de pedal y rack. Un compresor de válvulas añade el sonido
propio de las válvulas, por lo que actúa también como una especie de ecualizador
o etapa valvular extra. Los compresores digitales, en cambio, generan un sonido
más aséptico, por lo que todo depende del sonido que busquemos. Unos no son
mejores que otros, solo diferentes.

También podemos utilizar un limitador, que es un compresor con un ratio de 1:∞


Esto quiere decir que llegado el threshold el compresor no disminuye o atenúa la
subida de volumen, sino que todo suena exactamente al mismo volumen. En
guitarra los efectos de limitación son poco comunes, pero podemos usarlo si
tenemos presets que no queremos que superen un determinado volumen, o para
evitar que un pico de volumen genere una señal muy alta y afecte a una pantalla
que tiene menos capacidad que nuestro cabezal.

Sustainer

El sustainer es un aparato que alarga el sustain de un instrumento de forma


artificial, generando una mayor cola de sonido en la nota. Si bien actúa como un
compresor que aumenta los sonidos más bajos (la cola de la nota) los sustainer
suelen basarse en otras propiedades del sonido. Existen compresores/sustainer,
que afectan especialmente a determinadas frecuencias y rangos dinámicos para
que el ruido no se "cuele" y suene la cola de las notas, pero los verdaderos
sustainers se basan en generar un magnetismo que afecta a las pastillas y la
captación de la señal, por lo que su uso es mucho más técnico, pero se considera
efecto de dinámica, puesto que afecta al sonido.

Como podéis ver existen muchos más efectos que los más "populares", los de
modulación y eco, de los que hablaremos en el próximo artículo.

Los efectos de dinámica y la propia dinámica han sido infravalorados por


guitarristas en diversas épocas, a pesar de su capacidad de generar diferencias.
Experimentar con estos efectos y conocer cómo afectan al sonido sus parámetros
es una condición obligada para mejorar nuestro sonido.

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