La Dinámica Natural y Efectos de Dinámica
La Dinámica Natural y Efectos de Dinámica
La Dinámica Natural y Efectos de Dinámica
Sin embargo, la mayor parte de los guitarristas apenas saben definir qué es un
efecto de dinámica, a pesar de tratarse, junto a la distorsión y el overdrive, de los
efectos más importantes, no ya en nuestro instrumento, sino en toda la música, y
ser claves en la grabación en estudio.
Una pieza no debe tocarse al mismo volumen durante toda la canción. Hay pasajes
que han de tener más garra y explosionar, mientras que otros segmentos deben
caer en volumen. Es algo que también se hace para realzar un instrumento en un
momento determinado. Por ejemplo, si queremos destacar el bajo en un
fragmento, pero queremos que la canción suene más suave (más "piano"), en
lugar de subir el volumen al bajo o tocarlo más fuerte, deberíamos mantener el
volumen del resto más bajo. En cambio, si queremos un solo explosivo y con una
base contundente, podemos elegir subir el solo de guitarra y no bajar el resto.
Esto, en guitarra, podemos conseguirlo naturalmente bien con el golpe de púa (un
ataque más fuerte) o pulsando con mayor suavidad con los dedos. Es algo que
podemos ver muy a menudo en blues, jazz, clásica... o en grandes músicos de rock
y de metal (desde Pink Floyd o Dream Theater, a Free, Lynyrd Skynyrd, Aerosmith
o los ZZ Top).
Sin embargo, muchas veces la dinámica escapa a nuestro control y deja de ser
intencional para convertirse en un problema. Esto sucede a menudo con las
rítmicas del rock y metal, puesto que el palm mute suena más bajo de lo que
debería (una nota muteada tiene menor volumen si no interviene un efecto de
dinámica, puesto que tiene menos armónicos y agudos) y en segmentos acústicos,
ya que las dinámicas se disparan de forma exagerada. Lo mismo ocurre con una
guitarra limpia si queremos que suene uniforme y con acentos muy suaves al
tocar con púa, ya que lo lógico es que los acentos se disparen, o con los solos, que
tienden a sonar más fuertes en las notas más agudas y más débiles en las graves,
un auténtico problema porque es asunto de la distorsión, y no de nuestro ataque
de púa. En todos estos asuntos intervienen los efectos de dinámica.
Efectos de dinámica
Existen muchos motivos para utilizar efectos de dinámica, como ya hemos visto.
Desde evitar molestos ruidos en la señal al utilizar la distorsión y posibles acoples
del instrumento por feedback (sería un uso de la dinámica por motivos técnicos), a
utilizar la dinámica para un fin interpretativo, como sería el ya citado caso de
igualar acentos, evitar descompensaciones de volumen, o incluso aumentar el
sustain del instrumento.
Volumen
La preferencia por uno u otro volumen depende principalmente del gusto del
consumidor. El volumen logarítmico se basa en los principios de percepción
psicoacústicos del ser humano, que capta muy bien la aparición de volumen, pero
no tanto el aumento de un volumen que ya es alto (es decir, necesitamos más
subida de volumen para escuchar la música más alta cuando esta ya tiene un
volumen considerable, que para pasar de no escuchar nada a escuchar música,
algo que captamos en seguida).
A priori este sistema siempre debería ser mejor que el lineal, pero muchos
músicos no "sienten" igual un potenciómetro logarítmico y expresan falta de
control, algo que es subjetivo. En este caso, como en muchos otros, una vez
conocida la teoría, lo mejor es probar.
¿Qué ocurre en cambio, con un pedal analógico de volumen (el clásico pedal de
volumen tipo wah) colocado al final de la cadena, o casi al final? Un pedal colocado
al final apenas alterará el timbre del instrumento, puesto que los efectos ya han
procesado el sonido. El amplificador a válvulas si que cambiará el sonido (menos
entrada, diferente sonido) a no ser que coloquemos ese pedal mediante el loop de
efectos, momento en el que simplemente subiremos o bajaremos el volumen. Aún
así los principios de psicoacústica nos dicen que, aunque no haya diferencia
teórica en el timbre, el oído humano captará el volumen bajo de forma diferente.
Cuando tocamos una guitarra eléctrica (o usamos micro en una acústica) siempre
se cuelan ruidos en la señal. De ahí el concepto "relación señal/ruido". La puerta
de ruido es un efecto con diversos parámetros que se activa para silenciar
completamente el volumen indeseado. Es decir, la puerta se activa y toda señal se
corta de forma radical y deja de llegar al amplificador cuando la señal que llega
baja de un determinado volumen. Es decir, si estamos tocando y llegado un punto
el volumen decae (por ejemplo, cuando solo queda ruido), la puerta se activa y
corta por completo la señal, que no llega al amplificador.
Las Noise Gate pueden ser analógicas, con controles de perilla giratorios, o
digitales, por lo general en formato rack o inmersas en multiefectos. Su colocación
ideal es al final de los efectos, especialmente los de distorsión y overdrive, puesto
que al principio solo cortaría los ruidos de la guitarra (mínimos) y lo que solemos
querer es que actúe con ruidos más exagerados, como los provocados por el
"hum" de la distorsión.
Un atenuador es algo similar, solo que no corta el sonido, sino que simplemente
reduce la señal con un llamado ratio. Es decir, una vez activado, reduce en la salida
(out) de la señal lo que nosotros queramos mediante un porcentaje. Son menos
utilizados, pero muy indicados para amplificadores valvulares de gran potencia
que queramos usar en interiores.
Compresores (y limitadores)
Los demás parámetros son los mismos y cumplen exactamente la misma función
que en el caso de una puerta de ruido. Attack, decay, hold... No aparecen en todos
los compresores, pero es bueno experimentar según queramos que la compresión
sea más o menos brusca.
Sustainer
Como podéis ver existen muchos más efectos que los más "populares", los de
modulación y eco, de los que hablaremos en el próximo artículo.
Review de Headrush
Pedalboard, multiefectos con
control táctil