La Biblia
La Biblia
La Biblia
El término Biblia llegó al latín del griego biblia o ‘libros’, forma diminutiva de byblos, el
término para ‘papiro’ o ‘papel’ que se exportaba desde el antiguo puerto fenicio de Biblos. En
la edad media, los libros de la Biblia eran considerados como una entidad unificada.
2. ORDEN DE LOS LIBROS
El orden y el número de los libros es distinto entre las versiones judía, protestante y católica
de la Biblia. La Biblia del judaísmo se divide en tres partes bien diferenciadas: la Torá, o Ley,
también llamada libros de Moisés; Profetas, o Neviím, dividida en Profetas Antiguos y Profetas
Posteriores; y Hagiográficos, o Ketuvim, que incluye Salmos, los libros sapienciales y
literatura diversa. El Antiguo Testamento cristiano organiza los libros según su contenido: el
Pentateuco, que se corresponde con la Torá; los libros históricos; los libros poéticos o
sapienciales, y los libros proféticos. Hay quienes han percibido en esta organización una
cierta sensibilidad en cuanto a la perspectiva histórica de los libros: primero, los relativos al
pasado; a continuación, los que hablan del presente; por último, los orientados hacia el futuro.
Las versiones protestante y católica del Antiguo Testamento ordenan los libros en la misma
secuencia, aunque los protestantes incluyen sólo los libros que aparecen en la Biblia judía.
El Nuevo Testamento incluye los cuatro Evangelios; los Hechos de los Apóstoles, que es la
historia de los primeros tiempos del cristianismo; las Epístolas, o cartas, de Pablo y otros
autores; y el Apocalipsis o Libro de la Revelación. Algunos libros identificados como
epístolas —en particular la Epístola a los Hebreos— son en realidad tratados teológicos.
3. USO
La Biblia es un libro religioso, no sólo en virtud de su contenido, sino también del uso que le
dan cristianos y judíos. Se lee en la práctica totalidad de los servicios de culto público, sus
palabras conforman la base de la predicación y la instrucción, y se emplea en el culto y
estudio privados. El lenguaje de la Biblia ha moldeado y dado forma a las oraciones, liturgia e
himnos del judaísmo y del cristianismo. Sin la Biblia, estas dos religiones habrían sido mudas.
Tanto la importancia reconocida como la real de la Biblia difieren de una forma considerable
entre las diversas subdivisiones del judaísmo y del cristianismo, aunque todos sus fieles le
atribuyen un mayor o menor grado de autoridad. Muchos reconocen que la Biblia es la guía
íntegra y suficiente para todos los asuntos de la fe y de su práctica; por su parte, otros
respetan la autoridad de la Biblia a la luz de la tradición o de la continuidad de la fe y de la
práctica de la Iglesia desde los tiempos de los apóstoles.
4. INSPIRACIÓN BÍBLICA
Los primeros cristianos heredaron del judaísmo una concepción de las Escrituras que daba
por sentado que constituían una fuente autorizada. En un principio no se propuso ninguna
doctrina formal acerca de la inspiración de las Escrituras, como es el caso del islam, que
sostiene que el Corán fue dictado desde los cielos. Sin embargo, por lo general los cristianos
creían que la Biblia contenía la palabra de Dios tal y como fue transmitida por su Espíritu:
primero a través de los patriarcas y profetas y más tarde por boca de los apóstoles (véase
Apocalipsis). De hecho, los autores de los libros del Nuevo Testamento aludieron a la
autoridad de las Escrituras hebreas en apoyo de sus alegaciones con respecto a Jesucristo.
La doctrina de la inspiración de la Biblia por el Espíritu Santo y de la infalibilidad de su
contenido surgió en realidad durante el siglo XIX como respuesta al desarrollo de la crítica
bíblica, estudios científicos que parecían poner en entredicho el origen divino de la Biblia.
Esta doctrina sostiene que Dios es autor de la Biblia; por eso la Biblia es Su palabra. Los
científicos bíblicos y los teólogos han propuesto numerosas teorías para explicar esta doctrina,
que van desde un dictado verbal directo de las Escrituras por Dios, hasta una iluminación que
ayudó al autor inspirado a comprender la verdad que expresaba, tanto si ésta era revelada
como aprendida por la experiencia.
5. IMPORTANCIA E INFLUENCIA
La importancia e influencia de la Biblia entre cristianos y judíos puede explicarse, en general,
en términos externos e internos. La explicación externa es el poder de la tradición, de las
costumbres y del credo: grupos religiosos que manifiestan estar guiados por la Biblia. En
cierto sentido, el verdadero autor de las Escrituras es la comunidad religiosa, que las
desarrolló, las reverenció, las utilizó y las canonizó (es decir, las incluyó en listas de libros
bíblicos reconocidos de una forma oficial). Por otra parte, la explicación interna es lo que
numerosos cristianos y judíos continúan sintiendo como poder del propio contenido de los
libros bíblicos. El antiguo Israel y la primitiva Iglesia conocían muchos más textos religiosos
que los que constituyen la Biblia actual. Sin embargo, los escritos bíblicos fueron venerados y
utilizados por lo que decían y por cómo lo decían. Fueron canonizados con rango oficial
porque la gran mayoría de los creyentes los utilizaba y creía en ellos. La Biblia es el auténtico
documento fundamental del judaísmo y del cristianismo.