Analisis Geoarqueologico Del Sector Meri

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Criterios Criterios
Análisis geoarqueológico
del sector meridional de
Análisis geoarqueológico del sector
Baelo Claudia
(Tarifa, Cádiz)
meridional de Baelo Claudia (Tarifa, Cádiz)
C. Alonso Villalobos* > R. Ojeda Calvo* > L. Ménanteau ** > F. J. Gracia Prieto***
PH43 - Abril 2003

Introducción
Resumen
Como respuesta a necesidades concretas de alimentación, abrigo,
El IAPH, a través de su Centro de Intervención, en transporte y comercio, a lo largo de la historia los seres humanos
colaboración con el Conjunto Arqueológico de han ido desarrollando diferentes modelos de uso y ocupación del
territorio, condicionados todos ellos por el medio en el que fueron
Baelo Claudia ha venido desarrollando desde planteadas. Algunos de ellos, a consecuencia del carácter cam-
1999 un proyecto de investigación geoarqueológi- biante del marco geográfico sobre el que se asientan, pueden lle-
ca en el sector meridional de la ciudad romana, al gar a verse en la actualidad privados de una lectura interpretativa
objeto de contribuir a una más exacta delimitación lógica, descontextualizados de la posición geoestratégica originaria
del asentamiento y a la mejora de las medidas para la que fueron ideados. Este hecho se constata con mayor fre-
cuencia en los yacimientos costeros, enclavados sobre la zona más
cautelares necesarias para la protección y conser- dinámica y cambiante del planeta (Gracia et al., 1999 y 2000).
vación de la zona arqueológica y su entorno. Las
actuaciones se han encaminado a completar las A lo largo de los siglos, condicionados por la geológica de la
lagunas de conocimiento existentes sobre el urba- zona, la tectónica, los grandes cambios climáticos (glaciarismo)
nismo de Baelo en este sector y conocer la forma y del nivel del mar (eustátismo), y un largo número de factores
entre los que también se cuentan procesos de origen climático
de contacto de la ciudad con el mar. (tempestades), sísmico (tsunamis) (Campos, 1992; Soloviev et
al., 2000; Alonso et al. 1997) y antrópicos, vienen actuando
Desde una perspectiva interdisciplinar, se han sobre la morfología y el equilibrio costero (Ferreira et al., 2000).
aplicado técnicas de análisis geofísico, geotécni- Un leve pero significativo cambio del nivel del mar puede, por
co, geomorfológico y arqueológico, para poder res- ejemplo, llegar a generar grandes transformaciones sobre estos
ecosistemas, reduciendo sus capacidades productoras y provo-
tituir la paleomorfología litoral de la ensenada de cando graves problemas de estabilidad en los mismos, hasta el
Bolonia en la Antigüedad, valorar sus posibilida- extremo de hacerlos inhabitables. Este tipo de fenómenos y su in-
des portuarias, y evaluar el peligro potencial que verso (es decir, leves descensos eustáticos), han sido histórica-
representa la situación de retroceso costero que mente una realidad recurrente y tienen su origen en una serie de
oscilaciones climáticas cuyos procesos y origen astronómico es
se viene produciendo desde hace unas décadas
conocido desde hace décadas (Milankovitch, 1941).

Olvidándose de ello, la investigación histórico-arqueológica ha ve-


nido interpretando los asentamientos humanos costeros desde la
perspectiva de la realidad paisajística reciente, sin pensar en las
Palabras clave fuertes transformaciones que a lo largo de los siglos había sufri-
do el paisaje. En los últimos años, a raíz principalmente del no-
Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia table progreso habido en la geomorfología y la geodinámica lito-
Tarifa ral tanto conceptual, como metodológica y técnicamente, cada
vez son más los estudios e investigadores que hacen referencia a
Cádiz
la necesidad de llegar a un conocimiento pleno de los asenta-
Investigación mientos humanos dentro de la realidad histórica y paisajística
Patrimonio arqueológico que los generó (Chouquer, 2000), recurriendo al método de aná-
Yacimientos arqueológicos lisis geoarqueológico como el más adecuado para ello.
Protección del patrimonio Histórico
En este sentido fue entendido desde su origen el proyecto cuyos re-
Historia sultados presentamos, siguiendo la línea de investigación ya inicia-
Sondeo geotécnico da por otros en asentamientos como Cesarea Marítima (Rabán et
Prospección geofísica al., 1996), Alejandría (Goiran et al., 2000), Biblos (Frost et al.,
prospección arqueológica con sondeo 2000), Oliva (Pascualini, 2000; Vella et al., 2000), Sidón (Morhan-
Arqueología subacuática ge et al., 2000) y Marsella (Hesnard, 1994) (entre otras) de cara a
analizar la problemática de su descontextualización respecto al am-
Puertos biente costero, fluvial y/o lagunar en el que fueron creados y a
identificar el emplazamiento de sus antiguas zonas portuarias.
* Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH). Consejería de Cultura. Junta
de Andalucía
**Laboratoire Géolittomer-Nantes. LETG - UMR 6554. Centre National de la
Recherche Scientifique (CNRS) y Universidad de Nantes. Francia
***Departamento de Geología. Facultad de Ciencias del Mar. Universidad de Cádiz

Fig. 1

1. Baelo Claudia: emporio de salazones especiales condiciones climáticas e hidrológicas de la vertiente oc-
cidental del Estrecho, gracias principalmente a la existencia de un
y puerto de embarque hacia el norte sistema de corrientes marinas que facilita considerablemente la tra-
de África vesía entre ambos puntos, convirtieron a la ensenada de Bolonia en
un lugar privilegiado en este sentido, a pesar de su relativo aisla-
Enclavada en la zona norte de la ensenada de Bolonia, la ciudad miento respecto al interior de su comarca (Alonso et al., 2003)A.
hispano-romana de Baelo Claudia tuvo su origen en la privilegia-
da situación geoestratégica que ocupó en medio del estrecho de Es en este sentido, tal como han apuntado también otros auto-
Gibraltar (Fig. 1) 2 (Alonso et al. 1978, 2003). res (Gonzalbes, 2000), en el que se debe entender la promoción
de Baelo Claudia y su papel de "... puerto donde generalmente
Desde época fenicio-púnica hasta la república romana, Carteia, la se embarca hasta Tingis "(Str., 3.4.8).
primera colonia latina creada fuera de Italia (171 a.C.), fue el
puerto base para la geoestrategia de la zona. Emplazada en la La fundación de Baelo Claudia se remonta a los últimos años del
bahía de Algeciras, junto a la desembocadura del Guadarranque siglo II a. C., pero no será hasta los siglos I y II d.C. cuando esta
(vía natural de penetración hacia el interior de la Bética), fue uti- ciudad alcance su máximo esplendor urbanístico, político y admi-
lizada por la flota de Varron en el 46 a. C. (D.C., 43.31) y la de nistrativo. Promovida a la categoría de municipio romano en tiem-
Pompeyo (B.H., 37). Pero la nueva política atlántica de Roma ini- pos del emperador Claudio o Nerón (Álvarez, 2002), se convirtió en
ciada por Cesar al objeto tanto de conseguir la explotación direc- una ciudad plenamente imperial provista de teatro, termas, merca-
ta de esta ruta comercial oceánica (Chic, 1995) y la conquista y do y un amplio foro en torno al cual se situaban tiendas y los prin-
anexión para el Imperio de las tierras del antiguo reino de Mauri- cipales edificios religiosos-administrativos; todo ello diseñado si-
tania Tingitana, fueron circunstancias que vinieron a marcar el ini- guiendo el estilo más puramente vitrubiano. El yacimiento, en el
cio de una nueva organización geopolítica en el estrecho del Gi- que se viene excavando desde principios de los años 20 del siglo
braltar. Como heredero de César y continuador de su política (Au- XX (sobre la historiografía de este yacimiento, véase la síntesis rea-
gust. R.G., 26.2), Augusto fue el encargado de pacificar tanto las lizada por (S. Dardaine, 1983 y P. Sillière,1995), fue declarado Con-
tierras de la nueva provincia, como las aguas del estrecho y el Me- junto Arqueológico por la Consejería de Cultura de la Junta de An-
diterráneo, luchando eficazmente contra la piratería (R.G., 25.1) dalucía en 1989, mostrándose hoy al visitante como uno de los me-
(Gonzalbes, 1988). Tingis (antigua capital del reino mauritano) jores ejemplos del legado cultural romano en la Península Ibérica.
puerta y puerto de Africa, será elevada en este momento a la ca-
tegoría de municipio romano (38 y 25 a. C.; D.C., 48. 45. 3), con- Pero, si bien los textos clásicos describen Baelo Claudia como
virtiéndose en cabeza de puente para la relación con la vecina Bé- puerto y como ciudad de comercio y transporte de viajeros en
tica. En el mismo sentido, se reubicaron y/o fundaron nuevos nú- tránsito hacia África, la investigación histórico-arqueológica, hasta
cleos urbanos (Iulia Traducta, Iulia Ioza y Tingintera: Str., 3.1.8.; el presente, no se había ocupado de conocer las verdaderas po-
Plin., H.N., 5.2) y se asentaron guarniciones militares en Lixus, sibilidades portuarias de este enclave. La falta de estudios en este
Zelis, Banasa y Babba (Plin., H.N. 5.2.), a fin de controlar la na- sentido y la tendencia generalizada de analizar e interpretar los
vegación atlántica y las rutas interiores del comercio tingitano. enclaves costeros de espaldas al mar que les dio origen, han con-
tribuido a que, en la actualidad permanezcan aún sin respuesta
Era necesario para Roma en esta circunstancia, establecer en la ver- muchas incógnitas sobre el urbanismo del sector meridional y las
tiente norte del estrecho una ciudad que cumpliese el papel de ca- características portuarias de Baelo.
beza de puente para el control de la nueva ruta africana. Carteia, si-
tuada en la parte oriental, al fondo de la actual bahía de Algeciras,
se encontraba visiblemente desplazada del eje de Tingis (en la parte
occidental y sobre la vertiente atlántica), lo que hacía la navegación 2. Origen y génesis del proyecto
entre ambos puntos difícil y arriesgada. Ello debió influir sin duda en
la decisión de buscar un lugar de enlace más directo y seguro: Baelo 2.1. Origen y objetivos
Claudia. La proximidad entre ambas ciudades (visibles entre sí en El proyecto de investigación del sector meridional de Baelo Clau-
condiciones atmosféricas normales) (Ménanteau et al., 1983) y las dia fue ideado al objeto de delimitar, mediante el uso de técnicas
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Criterios
Análisis geoarqueológico
del sector meridional de
Baelo Claudia
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no destructivas, la zona sur del Conjunto Arqueológico hasta su El proyecto sobre Baelo Claudia ha sido diseñado en esta línea
contacto con el mar. Entre sus objetivos se planteó, por una (Alonso et al. 2003b), atendiendo, no sólo a la evolución de las
parte, la necesidad de conocer la trama urbana al Sur del decu- secuencias estratigráficas del litoral emergido, sino también al
manus maximus, delimitando el cierre meridional de la muralla sumergido, con la esperanza de que los diferentes factores mor-
entre la denominada Puerta de Gades y la zona industrial de sa- fodinámicos que han intervenido en el proceso de conformación
lazones situada a pie de playa; y por otra, indagar la forma en que costera (variación eustática, corrientes litorales y mareales, vien-
la ciudad entraba en contacto con el mar, a fin de esclarecer, tal tos, actividad sismotectónica y antrópica, etc.) hayan dejado hue-
como se había apuntado (Alonso et al., 1978), la posible existen- llas de su evolución a lo largo de las distintas épocas históricas.
cia de estructuras portuarias bajo la playa y marismas contiguas.
En el marco del proyecto que nos ocupa se iniciaron cuatro líne-
El planteamiento del proyecto fue realizado desde la perspectiva as de trabajo diferentes que se fueron desarrollando conforme se
de una metodología geoarqueológica basada en la aplicación de planteaban las necesidades de análisis y comprobación:
técnicas no destructivas de análisis geofísico y geotécnico, con el
propósito de poder localizar y caracterizar posibles restos de es- Prospecciones geofísicas de la zona de actuación, practica-
tructuras conservados en el sector costero inmediato a la ciudad, das, según la zona, combinado métodos de resistividad eléctrica
tanto por encima como por debajo de la línea de bajamar, a y magnética.
cuyos efectos se diseñó una campaña de prospecciones arqueo-
lógicas subacuáticas. Análisis geotécnicos del terreno realizado mediante caracteriza-
ción estratigráfica y datación de muestras obtenidas mediante
Para cubrir tales objetivos, trabajaron conjuntamente técnicos del sondeos.
Centro de Intervención y del Centro de Arqueología Subacuática
del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, contando para ello Estudio físico del medio, mediante el análisis morfológico, alti-
con la colaboración de especialistas en geología y dinámica ma- métrico y dinámico de las diferentes unidades que lo conforman.
rina de la Facultad gaditana de Ciencias del Mar y del laboratorio
Géolittomer-Nantes, perteneciente al Centre National de la Re- Prospección arqueológica con sondeos practicada tanto en el
cherche Scientifique (CNRS) y la Universidad de Nantes (Francia). medio terrestre como en el subacuático3 con el fin de caracteri-
zar las anomalías detectadas.
2.2. Metodología y fases de actuación
La mayoría de los trabajos desarrollados en esta línea de investi-
gación sobre antiguas ciudades portuarias (Cesarea Marítima, Ale- 3. Análisis geofísico y geotécnico
jandría, Biblos, Olbia, Sidón, Marsella, etc.) han servido para mos-
trar que sobre el litoral actúan diferentes procesos geomorfológicos 3.1. Antecedentes
que deben ser tenidos en cuenta, tanto espacial como temporal- Incluida en el Proyecto de Investigación como uno de sus princi-
mente, para conocer e interpretar cualquier zona de ocupación hu- pales puntales, la prospección arqueofísica practicada respondía
mana dentro de su realidad paisajística, histórica y arqueológica. también a una demanda de colaboración planteada desde la
propia dirección del Conjunto Arqueológico al IAPH con el fin de
Hasta hace unas décadas, era frecuente que la investigación his- ir completando el conocimiento del trazado urbano del yacimien-
tórico-arqueológica, olvidándose de estos factores, estudiara los to por medio de métodos de investigación no destructivo.
asentamientos humanos costeros desde la perspectiva de la rea-
lidad paisajística reciente, sin pensar en las fuertes transforma- Ya con anterioridad a nuestra campaña, Baelo había sido objeto
ciones habidas en estos paisajes a lo largo de los siglos. Frente de estudio por medio de la aplicación de técnicas geofísicas con
a ello, como hemos comentado, cada vez más son los investiga- diferentes resultados desde los años 60 de la anterior centuria.
dores que apuntan la necesidad de conocer los yacimientos en
el marco de la realidad paisajística en que fueron creados (muy En 1980, en el marco de un amplia investigación sobre Baelo y
especialmente en el medio litoral) (Chouquer, 2000). Ello sólo es su entorno (Ménanteau, et al. 1983), se realizó una nueva cam-
posible si se aborda desde una perspectiva geoarqueológica y paña de prospección eléctrica a cargo, esta vez, de la Casa de
multidisciplinar, analizando el emplazamiento y su territorio no Velázquez y la Universidad de Tours, dirigida por L. Ménanteau y
sólo desde la óptica histórico-arqueológica, sino también geo- A. Kermovant respectivamente. Su objetivo era conocer el sub-
morfológica y geodinámica, aplicando para ello técnicas de aná- suelo de la playa actual, localizándose durante los trabajos dos
lisis geofísico, geotécnico, geoquímico, paleobiológico, etc. con tipos de anomalías: una frente a las fábricas de salazones, inter-
la confianza de obtener datos significativos de un medio en el pretada como una especie de terraplén o plataforma que avan-
que, muy posiblemente, las huellas de las antiguas formas y es- zaba hacia el mar; y la otra, lineal y paralela al mar, localizada
tructuras costeras hayan desaparecido en su casi totalidad por frente a la ciudad, a lo largo de la playa, e interrumpida justo de-
efecto de la acción erosiva del mar y sus agentes. lante de la anomalía anterior.
Fig. 2 Fig. 3

En 1993 la Dirección General de Bienes Culturales de la Conse-


jería de Cultura de la Junta de Andalucía efectuó una nueva cam-
paña a cargo del Servicio de Investigación y Difusión del Patri-
monio Histórico. Su objetivo era definir las estructuras enterradas
en el sector, aún sin excavar, del foro y las termas ante las nece-
sidad múltiple de intervenir sobre el mismo para su consolidación
y restauración, tener mayor información de cara al proyecto de re-
alizar una maqueta de toda la zona excavada y semiexcavada de
la ciudad y, por último, completar algunas de las lagunas exis-
tentes sobre el urbanismo de la ciudad en ese sector. La ejecu-
ción de los trabajos técnicos fue encargada a la empresa Terra
Nova Ltd., realizándose éstos entre 1993 y 1994 bajo la dirección D. Sector de la playa, entre el pinar localizado al O del Conjunto
de D. Jordan y F. Tixier. En esta ocasión se emplearon comple- arqueológico (Necrópolis Oeste) y el extremo oriental del asenta-
mentariamente técnicas de resistividad eléctricas y magnéticas, miento.
centrándose la intervención al norte del decumanus maximus, en
los dos sectores sin excavar a ambos lados del Foro. Los resulta- El sector intramuros
dos permitieron caracterizar con gran detalle la trama urbana en Para el interior de la ciudad se diseñó una prospección por medios
el sector oriental, no resultando tan positivos para la occidental. magnéticos con el fin de detectar cualquier estructura importante
que estuviese elaborada con ladrillos, tegulae u opus signinum.
3.2. Las prospecciones magnéticas y eléctricas de 1999 Este mismo tipo de prospección se aplicó a lo largo de la ladera
Dados los buenos resultados obtenidos entre 1993 y 1994 por situada en la margen derecha del arroyo, donde las interferencias
parte de Terra Nova Ltd. en el análisis geofísico del sector al por escombros modernos eran mucho menos significativas. Por su
norte del decumano máximo, se decidió encargarles la prospec- parte, para la prospección eléctrica se eligió un sistema de elec-
ción prevista dentro de nuestro proyecto. trodos capaz de profundizar en el terreno entre 1 y 2 m., cota a la
que se suponían los restos arqueológicos a cartografiar.
En las anteriores campañas habían constatado que Baelo Clau-
dia es un yacimiento difícil de analizar geofísicamente debido a Debido a la abundante presencia de detritos metálicos y escom-
diferentes motivos: remociones de la superficie del terreno; pre- bros, el registro magnético del sector intramuros se vio fuerte-
sencia de amontonamiento de terreras de antiguas campañas ar- mente contaminado, por lo que no pudo obtenerse una lectura
queológicas; falta de regularidad en las propiedades geofísicas nítida y aislada de las estructuras arqueológicas, a excepción de
del sustrato; existencia de suelo rocoso en la zona norte; presen- un alineamiento magnético negativo potencialmente asociado a
cia de abundantes restos metálicos y de alambradas, etc.. En un gran muro de piedra en dirección NO-SE casi paralelo al
este sentido, la existencia en el sector urbano meridional de una cauce del arroyo (¿muralla?) (Fig. 3, 1) y otros posiblemente re-
potente capa de vertido de escombros con alto índice de restos lacionados con la estructura de casas y la continuación hacia el
pétreos, metálicos y cerámicos (procedente en su gran mayoría sur de la calle contigua al macellum (Fig. 3, 2).
de antiguas excavaciones) podía interferir la señal provocada por
potenciales estructuras arqueológicas. Por ello, se acordó que, El cauce del arroyo de Las Villas
para minorar estas interferencias, se debía retirar la mayor canti- Para detectar anomalías claras a lo largo del fondo del cauce se
dad posible de escombros y vegetación por medios mecánicos, llevaron a cabo dos grupos de transeptos de sección vertical, utili-
labor que se fue realizada desde el propio Conjunto Arqueológico. zando selecciones de electrodos geminados. Este enfoque permitió
generar imágenes del corte vertical de la estratigrafía del valle flu-
Atendiendo a las diferentes características y problemáticas que vial y lograr una lectura más nítida del perfil y de cualquier ano-
presentaba el terreno para su estudio, el área de actuación fue malía localizada en él. Por este método se pudo confirmar que exis-
dividida en cuatro zonas (Fig. 2): ten anomalías, posiblemente arqueológicas, que discurren tanto a
lo largo del paleocauce, como atravesándolo y encauzándolo, y que
A. Zona intramuros SO, comprendida entre la Puerta de Gades, el la anchura del antiguo canal fluvial era muy superior al del ria-
decumano máximo, la orilla izquierda del arroyo Las Villas y la playa. chuelo estacional que actualmente discurre junto a la ciudad.

B. Las riveras del arroyo Las Villas en su tramo anterior a la des- El sector suroeste
embocadura. Esta área presentaba menor número de interferencias magnéticas
que el sector intramuros. Las anomalías detectadas pueden po-
C. Sector extramuros de la parte occidental del asentamiento; nerse en relación (sólo en algunos casos) con muros sepultados,
entre el pinar y la orilla derecha de la actual desembocadura del mientras que en el resto se asocian muy posiblemente a vertidos
arroyo Las Villas. modernos de escombros con restos de ladrillo. La prospección
Fig. 5. Columna estratigráfica de los sondeos geotécnicos de la playa de Bolonia.
062 - 063 (Localización véase Fig. 12, S1, S2, S3 y S4):
Leyenda: 1, arenas eólicas de playa. 2, arenas y gravas de origen fluvio-litoral.
Criterios
3, gravas y arenas de origen fluvial. 4, limos y arcillas con gravas; capa de inunda-
Análisis geoarqueológico ción fluvial característica de una laguna costera con aportes fluviales. 5, arcillas de
del sector meridional de
color verde y ocre. 6, margas y arcillas grises cretácicas del Armachal (Terciarias).
Baelo Claudia
(Tarifa, Cádiz)

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eléctrica documentó la presencia de importantes estructuras so- lo que fue imposible realizar un barrido en extensión, seleccio-
terradas, si bien la imagen obtenida carece de detalle. La confi- nándose a tal efecto dos zonas de la playa próximas al mar5.
guración y el trazado de esas anomalías confirma que se trata de
una zona de alto potencial arqueológico, cuyo estudio puede La prospección magnética detectó pocas anomalías, lo que en
aportar una importante información respecto de la ocupación y un primer momento llevó a pensar en la inexistencia de materia-
diversidad de usos en este espacio extramuros (además de los ya les arqueológicos en esta zona, a no ser que estuviesen sepulta-
conocidos como necrópolis y barrio industrial). Baste recordar en dos a una profundidad superior a los 2 m. (cota máxima de pe-
este sentido la localización por esta zona (al Oeste del arroyo) de netración para la que había sido diseñada la prospección). No
una enigmática estructura excavada parcialmente por P. Paris, G. obstante en el informe se reconoce que probar la ausencia de
Bonsor, A. Lamounier, R. Ricard y C. de Mergelina (París et al., restos arqueológicos siempre es más difícil que demostrar su pre-
1923) cuya ubicación exacta se desconoce actualmente; así sencia, por lo que dejaban abierta la posibilidad de futuros ha-
como los restos de un potente muro (emergente y muy destruido llazgos. En el sector más occidental se detectaron interferencias
por el mar) situado más al Sur, junto a la playa (Fig. 4). magnéticas (quizás de opus signinum) dispersas por la zona
donde existen restos de piletas de salazones arrasadas por efec-
Se trata, pues, de un sector de gran interés arqueológico en la to de la erosión marina, parte sin duda de un conjunto industrial
que los registros obtenidos muestran además la imagen de que debe ponerse en relación con las piletas detectadas en son-
muros curvilíneos que parecen configurar una gran estructura cir- deos arqueológicos efectuados por la Casa de Velázquez sobre el
cular construida posiblemente sobre bancales en la desemboca- cordón costero próximo6. Frente al barrio industrial de salazones
dura del arroyo. En su centro se observan restos emergentes de una potente anomalía asociadas (con ciertos márgenes de duda)
muros con revestimientos de opus signimun y otras anomalías mostraba la presencia en la zona de restos de barcas y moder-
(rectas y curvilíneas) generadas por otros posibles muros (Fig. 3, 3). nos aparejos de pesca. Al oeste de la desembocadura del arroyo
el alto nivel de ruido indicaba la posible presencia de materiales
La prospección magnética de la zona más próxima a los pinares arqueológicos metálicos o cerámicos, junto al que se registró una
resultó poco relevante, si bien permitió identificar, gracias a las forma alargada de dirección N-S provocada posiblemente (según
interferencias de los detritos cerámicos, la presencia de incine- se pensó en ese momento) por la estructura o geología del terre-
raciones funerarias (la necrópolis Oeste de Baelo). Toda la zona no. Otra zona con alto índice de ruido magnético se concentraba
norte de este sector, hasta donde se supone se prolonga dicha en la misma desembocadura, siendo interpretada como detritos
necrópolis, fue inaccesible para la prospección magnética debi- arrastrados por el arroyo de las Villas.
do, principalmente, al elevado número de detritos metálicos exis-
tentes y a la presencia de una alambrada. No obstante algunas La incertidumbre sobre el origen de los registros que reconocía
de las anomalías definidas pueden corresponder a tumbas. Terra Nova, puesta en relación con las malas condiciones meteo-
rológicas reinantes durante los trabajos7, llevaron a la propia em-
La playa presa a proponer la realización de un nuevo barrido eléctrico a lo
Debido a las propiedades geofísicas del suelo de la playa el con- largo de toda la playa8. Quedaban pues abiertas dos nueva vías
tacto eléctrico resulta extremadamente difícil, por lo que se deci- de estudio para esta zona: la prospección eléctrica de la misma a
dió diseñar una campaña magnética en extensión para este sec- diferentes profundidades y en extensión; y la caracterización del
tor cuyos límites abarcaban desde el extremo oeste (fijado por el subsuelo de la playa mediante sondeos geotécnicos, técnica me-
límite del pinar) hasta el eje de la denominada Calle de las Co- diante la cual era posible comprobar la estratigrafía, naturaleza y
lumnas del barrio industrial. La zona fue prospectada mediante profundidad de la roca natural bajo la playa, factores estos pues-
una retícula de transects (dispuestos cada 10 m.) perpendicula- tos en relación con el origen de algunas de las anomalías más in-
res y paralelos a la línea de costa y a las anomalías detectadas teresantes. La disponibilidad de nuevos medios y recursos tras la
con anterioridad (1980) por Kermovant y Ménanteau4, fijándose incorporación al proyecto del equipo del laboratorio Geolittomer-
parámetros que permitieran localizar posibles estructuras ar- Nantes animaron a seguir en ambas direcciones.
queológicas sepultadas hasta una profundidad de 3 metros.
3.3. Sondeos y ensayos geotécnicos
En 1980 se registraron cambios de resistividad que apuntaban la Como complemento a la primera campaña de prospección geofí-
posible presencia de una capa de material más duro. Para detec- sica, en diciembre de 1999 se contrataron los servicios de la em-
tarlos y en previsión de que estos pudiesen estar provocados por presa Vorsevi, S.A. para que llevase a cabo una serie de sonde-
la geología o estructura del terreno subyacente, se planificó una os mecánicos de rotación (perforaciones de pequeño diámetro -
densa prospección eléctrica de multi-profundidad como comple- 86 mm.-) que permitieran conocer la naturaleza del subsuelo
mento a la magnética, utilizando selecciones de electrodos y un mediante la extracción de testigos continuos (Fig. 5).
sistema de enchufe multi-electrodos sensible a anomalías per-
pendiculares a la playa, en vez de que estuviesen dispuestas a lo Los resultados obtenidos del análisis sedimentológico practica-
largo de la misma. Las prospecciones de este tipo son lentas, por do en los laboratorios de la Facultad de Ciencias del Mar de la
Fig. 4-A Fig. 4-B

Universidad de Cádiz, permitieron confirmar que, en el pasado,


la morfología costera de la Ensenada de Bolonia era diferente
de la actual, apreciándose el tránsito progresivo desde ambien-
tes restringidos (con marismas y limos propios de espacios la-
gunares fluvio-litorales) hasta situaciones cada vez más ex-
puestas a la influencia marina (playa). Sobre la base del sus-
trato margoso (de edad Cretásica), se reconoció la presencia de
una media de 4 metros de depósitos más recientes, cuya ca-
racterización permitió identificar diferentes niveles de gravas
con alto porcentaje de grano fino, correspondientes a episodios
de inundación fluvial del interior de la laguna litoral, separada
del mar abierto sin duda por una barra arenosa hoy desapare-
cida. La datación mediante 14C de fragmentos de conchas
muestreados del sondeo 1 (Fig. 5, S-1) permitió, por su parte,
datar el momento de actividad de este sistema lagunar costero
con anterioridad al 1850 a. C., indicando estos niveles y el es-
pesor del nivel superior de limosos que sella la muestra la larga
persistencia de este ambiente lagunar.

Si bien no fue posible identificar materiales arqueológicos aso-


Fig. 5.
ciados a los sondeos geotécnicos (salvo un posible resto de ma-
terial de construcción en el sondeo S-4, fosilizando los últimos
niveles de gravas) (Fig. 5, S-4), la posterior campaña de son- taron como tal; y hacia el Este, hasta cubrir todo el sector de
deos arqueológicos sobre playa permitió conocer que estos epi- playa cercano a la ciudad.
sodios fluviales sobre la laguna persistían durante la etapa de
actividad de la ciudad romana, siendo durante o con posterio- Al objeto de tener resultados concluyentes y precisos sobre la lo-
ridad a la misma cuando se produjo la fase de retroceso coste- calización y naturaleza de las anomalías que se fuesen detectan-
ro que genera la actual morfología de playa expuesta. do, se ideó un sistema de trabajo en el que, en paralelo a la pros-
pección eléctrica, se efectuaba un levantamiento topográfico de
Gracias a la campaña geotécnica se pudo concluir que algunas precisión (modelo numérico del terreno o MNT) 9 de toda la fran-
de las anomalías geofísicas que habían sido detectadas en la ja costera por medio del GPS diferencial, posicionando tanto las
subplaya por encima de los 3 metros de profundidad -y para las zonas de prospección como los puntos de las anomalías de má-
que se había supuesto un origen geológico o estructural del te- xima resistividad. Ello permitió el tratamiento e integración digi-
rreno- debían tener un origen diferente, pues no se pudo de- tal de las imágenes y la restitución gráfica en 3D de toda la do-
tectar ningún salto ni interferencia estratigráfica que pudiera cumentación generada, tanto en la prospección como en los son-
dar origen a las mismas. Quedaba, pues, abierta la puerta deos arqueológicos.
hacia la última de las actuaciones previstas: la prospección
eléctrica en extensión de la playa, posible gracias a la incorpo- Los sectores prospectados entre 2000 y 2001 fueron tres (Fig. 6)10:
ración al proyecto del equipo humano y técnico del laboratorio
Géolittomer-Nantes encabezado por Loïc Ménanteau. > El extremo occidental de la playa, donde en superficie se conser-
van indicios de una factoría de salazones arrasada, detectada por
la prospección magnética.
> El extremo oriental donde, hasta el momento, no se había efec-
4. La prospección de resistividad tuado ningún tipo de estudio a pesar de la presencia de restos bajo
eléctrica con sondeo arqueológico las dunas de la playa, ya conocidos con anterioridad.
> La zona central, frente al barrio industrial y el cardo de las Co-
Los trabajos de prospección de playa mediante resistividad eléc- lumnas, sector donde el registro magnético y las prospecciones
trica se planificaron desde un primer momento para estudiar el eléctricas de Kermovant y Ménanteau (1980) habían aportado más
contacto entre ésta y la ciudad, delante del sector industrial sala- información y, por tanto, auguraban mayores posibilidades de éxito.
zonero, donde en 1980 se obtuvieron lecturas de resistividad con
sistemas similares. El área de estudio fue no obstante ampliada, 4.1 Resultados de las prospecciones eléctricas
alcanzando: hacia el Oeste, hasta la zona donde la presencia de Las medidas de resistividad eléctrica (en ommios) fueron toma-
ruidos magnéticos en la prospección de 1999 apuntaba anomalí- das en esos sectores con la ayuda de un resistivímetro ADR-97
as de naturaleza geológica que los sondeos geotécnicos descar- (Sistemy Pomiarowe "Elmes") en modo K (Twin-Probes) (Fig 7),
Fig. 6. Registro de resistividad eléctrica del sector Este de la playa. En rojo los
064 - 065 máximos valores de resistividad, relacionados con las mayores concentraciones
de material constructivo.
Criterios
Análisis geoarqueológico
del sector meridional de
Baelo Claudia
(Tarifa, Cádiz)

PH43 - Abril 2003

efectuándose la correlación y plasmación cartográfica de estos donde se concentraban estructuras o restos procedentes de la
por medio de los programas Excel y Surfer-7. destrucción de las mismas. La presencia, de un gran conjunto
constructivo ejecutado ganando terreno al mar por medio de su
Este aparato de origen polaco ya había sido probado con magní- relleno mediante potentes capas de limos y arenas (Fig. 9, C), no
ficos resultados en terreno de marismas (Boujot et al., 2001; fue reconocida, sin embargo con claridad. El motivo fue la lectu-
Cassen et al., 2001), pero nunca en playa, medio sobre el que la ra errónea que transmitía la presencia de los niveles impermea-
toma de medidas de resistividad eléctrica resulta más compleja. bles de limos, muy conductivos y húmedos, si bien, una vez ana-
Los resultados conseguidos con este sistema fueron muy positi- lizado el registro con posterioridad a conocer arqueológicamente
vos, comprobándose en todos los sectores prospectados que los su tipología y extensión, se pudo observar que, efectivamente,
máximos valores de resistividad aparente se concentraban para- éste mostraba una clara inversión de los valores de resistividad
lelos al mar, por encima de una misma cota (entre las curvas de indicando la presencia de la estructura.
nivel de los 3 y 5 m. sobre el nivel del mar) (Fig. 6).
Debido a la falta de tiempo, la prospección del sector Oeste de
La zona frontera a la denominada Calle de las Columnas fue pros- la playa no pudo efectuarse. Sólo se practicaron en él unos tests
pectada tanto durante la campaña de 2000 como en la del 2001. de comprobación, cuyos resultados sorprendieron por el altísimo
Los dos sectores analizados en el 2000 mostraban una alinea- contraste de los valores de resistividad y la disposición lineal de
ción (en sentido E-O) con valores máximos de resistividad a los mismos. Pensamos que el estudio en extensión del sector con
ambos lados de la salida de este eje urbano, marcando además este método puede arrojar interesantes sorpresas de cara al
una prolongación o pasillo hacia el mar de dirección NE-SO. En mejor conocimiento de la ciudad y su infraestructura portuaria.
el sector contiguo (al Oeste), donde tiene su salida otro de los
ejes urbanos hacia la playa, se obtuvo un registro similar con el Sondeos Arqueológicos:
mismo tipo de señal. Ambas fueron puestas en relación desde un El año 2000 se realizaron sólo tres sondeos arqueológicos con la
primer momento con la huella dejada por la infraestructura de po- finalidad de comprobar la efectividad de la nueva aplicación, y
sibles espigones portuarios de madera adentrándose en el mar. documentar la naturaleza y constitución de las anomalías detec-
tadas geofísicamente. En todos los sectores prospectados los má-
En el año 2001 este mismos sector fue prospectado en extensión ximos ruidos se concentraban paralelos al mar, por encima de
hasta conectar con los registros obtenidos del extremo oriental. una misma cota (entre las curvas de nivel de los 3 y 5 m. sobre
Ello permitió cartografiar con detalle la presencia de una fuerte el nivel del mar). Pero debido a una avería del GPS los sondeos
anomalía lineal que discurre por la parte alta de la playa (Fig. 6), no pudieron ser posicionados con exactitud sobre las zonas de
en paralelo al barrio meridional de la ciudad. Si bien en los re- máximo resistividad eléctrica aparente, practicándose estos por
gistros la señal de la alineación E-O eran nítida, a partir de los 80 debajo de las zonas de mayor interés. Aún así, en el Sondeo A
m. hacia el Este desde la Calle de las Columnas, esta se mostra- se hallaron estructuras murarias (tres estructuras murarias en fá-
ba alterada. Sólo la realización de los sondeos arqueológicos pos- brica de mamposteria11) y restos de material constructivo disper-
teriores permitió conocer que el origen de la señal era la presen- sos en los otros dos sondeos. Este hecho indicaba la posibilidad
cia de una rampa construida a lo largo del contacto entre la ciu- de que las máximas anomalías se debiesen a elementos de
dad y el mar (véase más adelante Sondeo III) (Fig. 11), y que el mayor potencia, lo cual se pudo comprobar en la campaña si-
motivo de la visible alteración de los registros era el arrasamiento guiente.
a que todo este sector costero había sido sometido (a lo largo de
al menos 200 m.) como consecuencia del embate del mar. El tercer sondeo (Sondeo C), a diferencia de los dos anteriores
donde la playa había sido erosionada completamente por efecto
Dados los buenos resultados se decidió experimentar cambiando de temporales recientes, presentaba su estructura laminada sin
el tipo de prospección y diseñando nuevas pasadas con sistema alterar, bajo la cual subyace una unidad estratigráfica deposicio-
diferente. Las cartografías obtenidas fueron sorprendentes. Con nal de arenas marrones con grava y, finalmente, el sustrato de ar-
el uso de una retícula de prospección menor (con mediciones cilla margosa gris, localizado a igual cota (0'260 m s.n.m.) que
cada 0,5 m. en vez de cada 1 m.) se pudo comprobar la mayor en el sondeo geotécnico.
precisión en los registros, permitiendo incluso reconocer la dis-
tribución de los sillares existentes sobre la rampa. Por otro lado, Con el mismo fin de documentar la naturaleza y constitución de
utilizando una mayor separación entre los polos de medición las anomalías eléctricas en la prospección geofísica de 2001 se
(Fig. 7), distancia entre M y N) se observó la mayor capacidad efectuaron seis sondeos arqueológicos, empleando para ello me-
de penetración de la señal, detectándose restos enterrados in- dios mecánicos y manuales (Fig. 6):
cluso bajo el freático marino.
> Tres en el sector Este, próximos (al extramuros) del que supo-
En el sector más oriental de la playa los registros obtenidos fue- nemos ángulo Sureste de la ciudad (Sondeos I, II y V).
ron similares, permitiendo cartografiar con precisión las zonas > Uno más hacia el oeste, junto a la actual escalera de bajada a
Fig. 6

la playa, sobre el talud del cordón arenoso que conforma la ca-


beza de la playa (Sondeo VI).
> Dos en la zona central frente a la denominada Calle de las Co-
lumnas (Sondeo III y IV).
> Dos en el extremo Oeste de la zona de actuación, próximo al po-
tente muro erosionado que se localiza en el talud de playa, al oeste
de la desembocadura del arroyo Las Villas (Sondeos VII y VIII).

Todos ellos se diseñaron con la finalidad de profundizar al menos


hasta la cota del nivel freático (a -1.90 m. de media bajo la playa
actual). A continuación resumimos los resultados de estos son-
deos y para no extendernos en demasía sólo haremos referencia
expresa a las unidades estratigráficas más relevantes:

El Sondeo I, de 5x2 m. de planta final, se abrió en un punto


donde se habían detectado fuertes valores de resistividad. Tras
retirar la arena de playa reciente, se excavó una unidad estrati-
gráfica deposicional hasta -2,83 m. con gran cantidad de mate-
rial pétreo disperso (mayoritariamente piedras sin trabajar de me-
diano y pequeño tamaño mezcladas con artefactos contemporá-
neos, cinco sillares de calcarenita descontextualizados y un blo-
que de piedra oscura local. Todo el material pétreo presentaba Fig. 7
escasas huellas de rodamiento, conservando sus aristas afila-
das, lo que junto a la inexistencia de piedras de procedencia ma- como eje el muro occidental (UEV-6) (Fig. 8) de una estructura
rina, hace pensar que su origen es fruto de la destrucción de es- muraria que aparece en superficie semicubierta por la arena,
tructuras muy cercanas. De los cinco sillares documentados (de cerca de la cual los temporales de invierno hacen aflorar algunas
50 cm. de altura cada uno), dos presentan huellas de labra es- más. El objeto de éste era documentar la/s cota/s de suelo ro-
pecífica: uno con orificio -descentrado- de 12 cm. de diámetro mano a partir de una estructura aún en pie y, desde ella, bajar
que lo traspasa y el otro tenía una de sus caras con corte en án- buscando el origen de las fuertes anomalías detectadas en la
gulo recto encontrándose surcado longitudinalmente por una prospección geofísica. El sondeo tuvo unas dimensiones iniciales
acanaladura de 6 cm. de anchura, lo que induce a pensar en un de 6 x 9 m. permitiendo caracterizar la UEV-6 como el muro oc-
sillar que formara parte de un vano. cidental de cierre de una edificación de funcionalidad y dimen-
siones desconocidas, construida en fábrica de mampostería ca-
Esta unidad es, pues, producto del embate marino sobre antiguas reada (calcarenita) a la que se añaden dos sillares de acarreo
estructuras pétreas, descansando sobre otra (UED-4 a - 3,25 m.) moldurados. La esquina NO -única que hemos limpiado al retirar
compuesta por gravilla fluviales, localizada justamente en el punto los escasos cm. de arena superficial que la cubrían- lleva un si-
donde aflora el freático que impedía proseguir con el sondeo. En llar como piedra angular. Este muro mide unos 50 cm. de espe-
resumen, se trata de una estratigrafía similar a los sondeos 2 y 3 sor y tiene 7'5 m. de longitud conservada desde la esquina NO,
del año 2000, donde (en el segundo) se comprobó que aproxi- aunque debió alcanzar, como mínimo, los 8 m. Su extremo me-
madamente a - 3 m. bajo el estrato de gravas, la estratigrafía no ridional y el muro de cierre sur, paralelo a la línea de costa, fue-
estaba alterada por temporales recientes y mostraba presencia de ron destruidos muy posiblemente por el efecto del embate del
materiales cerámicos romanos sin contaminación. mar, lo que provocó la pérdida de gran parte del recinto interior
de la construcción, de tal modo que, al quitar cuidadosamente la
El Sondeo II (Fig. 6), al Oeste del anterior y próximo a la necró- arena superficial de la actual playa, quedó visible un corte en
polis ubicada al S de la Puerta de Carteia, se efectuó tomando sección del interior de ese ámbito. Se trata de una estratigrafía
Fig. 8
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inalterada de la que se extrajo una cantidad mínima (penetramos


sólo 25 cm. bajo la duna), al objeto de recoger algún material
que ayudara a fechar el último momento de utilización de ese
ámbito. De arriba a abajo encontramos una estratigrafía buzada
hacía el sector central y compuesta por las siguientes unidades:

> UED-26: tierra anaranjada (arcillosa), mezclada con arena de


playa y pequeños fragmentos cerámicos. Tiene unos 12 cm. de y el O)13 (Fig. 9). De este muro, que mide 70 cm. de grosor, salen
potencia media. en dirección E otros dos muros perpendiculares y paralelos entre
> UED-9: arena mezclada con tierra muy ennegrecida (humus). sí: la UEV-17 (el muro más septentrional) y la UEV-23 (la más me-
Tiene unos 17 cm. de potencia media. Se ha recogido un borde ridional y, por tanto, la más afectada por el embate del mar). Des-
de cazuela común que, fundamentalmente se conoce entre la 1ª conocemos los límites orientales de estas dos estructuras porque
mitad del siglo I d.C. y la 2ª mitad del siglo II d.C. ambas se meten en el perfil E del sondeo, aunque, al menos, se
> UED-11: tierra suelta de color pardo. De 13 a 20 cm. de po- prolongan 5 m. más, como pudimos comprobar al ampliar el
tencia media. El escaso material datable tiene un amplio margen corte hacia el E. Por el O y por el S no se documentaron más
de uso, entre el siglo I y el III d.C. construcciones pero la prolongación de los rellenos alternos im-
permeabilizantes indica que deben o debieron existir otros muros
No se prosiguió con este pequeño sondeo al interior de la es- para su contención hacia esos frentes.
tructura porque ello nos haría desviarnos de los objetivos marca-
dos en el proyecto, donde la datación de esta estructura queda Las numerosas embestidas del mar han producido, durante los
relegada a un segundo plano. La funcionalidad de la construc- temporales, pérdidas de piezas de la fábrica, desvirtuándolas, así
ción de la que este muro formó parte nos es desconocida (¿mau- como grandes grietas y fisuras que nos hacían dudar sobre las
soleo?), pudiéndose fechar, por la pervivencia de los tipos de ma- relaciones estratigráficas de estas estructuras (los muros de
terial recogido, en un momento indeterminado entre los siglos I orientación E-O parecían adosarse al que discurre en dirección N-
y III de nuestra Era. Nos inclinamos a pensar en un momento S). No obstante, tras una inspección detallada de los mampues-
algo avanzado, habida cuenta que la estructura aprovecha para tos más gruesos se comprobó que, en algunos casos, estos se
su cimentación parte de una gran edificación construida con an- encuentran embutidos a caballo entre dos estructuras (Fig. 9, B).
terioridad (la UEV-12) como a continuación comentaremos. A ello hay que añadir que son fábricas de mampostería de idén-
tica anchura. Parece evidente, además, que la gran cantidad de
Bajo la arena de playa actual encontramos en el resto del corte piedras localizadas al retirar la arena que cubría las estructuras
una extensa unidad estratigráfica deposicional de origen antrópico en el sector más meridional del sondeo se debe a la descompo-
compuesta por limos, arcillas y material menudo de machaqueo sición de estas fábricas.
(compuesto por pizarras, margas y cerámica) de gran compacidad.
La hallamos en todo el sondeo como relleno de los ámbitos confi- Si en principio identificamos éstas con los cimientos de la es-
gurados por una serie de estructuras de mampostería que vamos tructura emergente de la que formó parte la UED-6 pronto se des-
a describir faltando tan sólo en aquellos sectores que se han visto cartó esta posibilidad teniendo en cuenta factores como: su orien-
afectados por la erosión marina que se ha "comido" este relleno tación (unos grados desplazada al Oeste respecto a la estructura
tras destruir las fábricas de mampostería que lo contenían12. La que se le superpone) la existencia de una delgada interfacie entre
UEV-12, sobre la que apoya la anterior, consiste en una estructura ambos muros, donde, bajo los sillares de acarreo, tuvieron que
de mampostería fabricada con piedra de Tarifa trabada con mor- colocar un pequeño recalce compuesto mayoritariamente por pie-
tero de cal y arcilla anaranjada. Su interfaz vertical no lleva los dras de pequeño tamaño compactadas con arena y escasa cal; el
mampuestos careados y éstos son de mediano tamaño, aunque sí hecho de que la UEM-12 es una estructura necesitada de estribos
está perfectamente alisada y nivelada la interfaz horizontal supe- o contrafuertes por ambas caras, de los que hemos podido do-
rior. Este detalle y el hecho de que la UED-8 no presente huellas cumentar tres: dos en su frente O (Fig. 8) y uno en la cara E14
de zanjas de cimentación y se adose a sus paredes en todo su al- (Fig. 9, B) ; que la composición de los rellenos a ambos lados de
zado (incluso, se mete por sus intersticios), induce a pensar que esta potente construcción son unidades estratigráficas deposicio-
se trata de un cimiento o de una obra de infraestructura (más ade- nales de origen antrópico, dispuestas alternativamente en un
lante abundaremos en este punto). Bajo la UED-8 se excavarón di- mismo momento: por un lado, diversos estratos impermeabiliza-
versas unidades deposicionales donde se alterna la arena de playa dos a base de limos, arcilla y material de machaqueo (pizarras,
con otras unidades deposicionales idénticas a la UED-8. margas y cerámicas)15 y por otro, diversas capas de arena de
playa (con algo de tierra en su composición)16 (Fig. 9, C). Ade-
Los límites de la gran estructura o infraestructura de la que más, la delgadez del paramento de la estructura que se le super-
formó parte el muro UEV-12 sobrepasan las dimensiones del son- pone hace suponer que la edificación de la que ésta formó parte
deo, incluso cuando éste se amplió unos metros hacía el S, el E no estuvo necesitada de una infraestructura tan sólida.
Fig. 9

La presencia de materiales contemporáneos depositados sobre la El Sondeo III, practicado sobre el límite Este del Cardo de las Co-
UED-8 (plásticos y ladrillos de gafa) y la existencia de manchas lumnas (Fig. 10), tenía por objeto averiguar la naturaleza de la
de alquitrán y gotas de pintura acrílica sobre mampuesto de la fuerte anomalía de resistividad detectada en sentido E-O, parale-
UEV-23, indican que estas estructuras quedaron a veces parcial- la a la ciudad y al mar. Bajo la arena de deposición reciente do-
mente desenterradas tras temporales a lo largo del siglo XX. cumentamos una unidad estratigráfica (UED-51) conformada por
piedras irregulares y materiales de acarreo de tamaño medio com-
El material arqueológico recuperado en las diversas capas im- pactados con barro y mortero pobre de cal (cerámicas, fragmen-
permeabilizadoras intercaladas con las de arena es de época ro- tos de estuco...). Su superficie configura un plano inclinado que
mana y muy homogéneo. Los tipos cerámicos más modernos re- declina en dirección S, configurando un terraplén paralelo al ac-
cogidos en esas unidades surgen hacia mediados del siglo I d.C, tual vallado meridional del Conjunto Arqueológico (Fig. 11). Su in-
si bien algunos de ellos pueden perdurar hasta el 300 d.C. No terfaz superior muestra un contorno algo irregular, con materiales
hay ni un solo tipo cerámico cuyo origen sea posterior a la se- del siglo XX sobre su superficie, indicativos del grado de erosión y
gunda mitad del siglo I d.C., lo que junto a su orientación NNO- arrastre de materiales a que se ha visto sometida esta rampa. Por
SSE plenamente coincidente con el trazado urbanístico de la ciu- su parte, el inferior se apoya sobre las arenas de una paleoplaya
dad y el límite meridional del mismo (Fig.10), hace pensar en la laminada horizontalmente, claramente cortada por las manos del
posibilidad de enmarcar esta construcción dentro dentro de la re- hombre para la construcción de la rampa.
ordenación urbanística al que fue sometida la ciudad en época
de Claudio-Nerón. Frente a esta misma zona, más hacia el mar, se practicó el Son-
deo IV donde existe una anomalía con altos valores de resistivi-
Respecto a su funcionalidad, pensamos que se trata de una gran dad, claramente cuadrangular justo en el eje frente a la Calle de
obra de infraestructura (al menos en gran parte de su trazado) las Columnas. A la cota del freático marino la pala excavadora
que por las características edilicias y su enorme extensión, pudo topó con un enorme sillar de calcarenita perfectamente escua-
realizarse con la finalidad de acondicionar y/o aterrazar una drado que parecía encontrarse in situ. Dada la dificultad de ex-
zona poco estable de la costa o, incluso, para ganar terrenos al cavar esta anomalía con el debido cuidado y medios manuales,
mar de cara a necesidades del replanteo urbanístico. Tampoco se optó por cerrar el sondeo, pese a que prometía ser muy clari-
descartamos para su origen la posibilidad de que sirviesen de ficador respecto a la naturaleza de la misma.
apoyo en tierra a lo espigones de madera construidos sobre pilo-
tes, cuya evidencia serían las huellas de resistividad eléctricas Respecto al resto de los sondeos, solo en el Sondeo V recupera-
detectadas tanto en esta como en otras zonas de la playa. mos estructuras paramentales aunque no estrictamente in situ,
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sino volcadas y de las cuales no pudimos conocer el arranque de Si bien quedaron sin estudiar, por motivos expuestos, zonas de
los muros por salir pronto el freático. alto interés, se localizó gran cantidad de material constructivo (si-
llares -algunos moldurados-, basas de columnas, ladrillos, tegu-
Lo que denominamos Sondeo VI, se trató en sentido estricto de lae y restos aislados de opus signinum), desplazados de su posi-
la limpieza de un muro que aflora junto a la escalera de bajada ción original (Véase como paralelo en este sentido los trabajos re-
a la playa (Fig. 10), semicubierto por tierra vegetal, y de la es- alizados en el antiguo puerto de Sangunto: Juan, 2002). También
tratigrafía asociada al mismo, puesta en evidencia al originarse se documentaron varias anclas de piedra de diversa tipología (la
un microescarpe debido a la erosión marina. El muro (UEV-70), mayoría de gran tamaño) así como munición y un cañón de hie-
construido en fábrica de mampostería, tiene 50 cm. de grosor y rro. Lo que a priori se consideraron alineaciones constructivas re-
discurre en dirección N-S (la misma que las construcciones del sultaron ser, tras su limpieza, engañosos afloramientos de roca
barrio industrial del que, posiblemente, formó parte dada su lo- natural caliza de contorno rectilíneo. Respecto a los materiales
calización y cercanía). A ambos lados del muro se observaba, cerámicos localizados (ánforas y tégulas principalmente), unos
también a nivel superficial, restos de pavimentos en opus signi- se encontraban muy rodados y fragmentados, mientras que otros
num, cortados verticalmente (Fig 4). Seleccionamos el oriental aparecían aplastados bajo elementos constructivos de gran ta-
para limpiar la estratigrafía que este suelo sellaba. El suelo está maño. De todo lo expuesto en el informe se concluye que, apa-
constituido por un signinum de 7/8 cm. de espesor y presenta rentemente, ninguno de los restos localizados formaba parte de
una fuerte inflexión del piso por hundimiento; bajo el mismo do- estructuras constructivas in situ sino que se trataría de una zona
cumentamos varias unidades estratigráficas deposicionales ado- que pudo servir de fondeadero para pequeñas embarcaciones.
sadas al paramento. De arriba abajo: tierra vegetal, arena, arcilla
mezclada con material de machaqueo, idem. con fragmentos de En resumen, las inmersiones sirvieron para confirmar la presen-
mortero de cal y argamasa de cal bien nivelada. No localizamos cia de abundante material constructivo disperso por el litoral su-
la base del muro ni la cota del suelo original por estar más baja mergido próximo, del que desconocemos, por el momento, su
de la que pudimos alcanzar con la limpieza, pero quedó en evi- exacta procedencia (si bien nos inclinamos a pensar que posi-
dencia que, como en el caso de las factorías de salazón y de las blemente sean elementos constructivos descontextualizados pro-
casas localizadas en el llamado Barrio industrial, se trata de una cedentes de la conocida destrucción de estructuras asentadas
construcción que hubo de recrecer su cota de habitación en un sobre la paleoplaya). Además, el hecho de que aparezcan junto
momento determinado. a piezas de fondeo (cepos de plomo y anclas de piedra) confir-
ma la navegabilidad del espacio existente frente a la desembo-
Prospección arqueológica subacuática cadura del arroyo Las Villas, en aquel momento protegida a
A raíz del temporal que azotó la playa de Bolonia en el invierno ambos lados por una playa más desarrollada que configuraba
de 1997, bajo el fondo marino próximo al Conjunto Arqueológico una ensenada más profunda y resguardada que la actual.
quedó visible una gran cantidad de restos constructivos dispersos
a lo largo de una zona aproximada de 600 x 100 m. Una visita de
inspección realizada desde el Centro de Arqueología Subacuática
del IAPH, vino a poner de manifiesto la necesidad de efectuar en 5. Interpretación geoarqueológica de los
la zona una amplia prospección subacuática de cara a conocer resultados del proyecto
la dispersión exacta de los mismos y valorar si, tal como se venía
admitiendo, la presencia de éstos estaba en relación con la caída 5.1. El medio físico en la ensenada de Bolonia y su
al mar de bloques de construcción mientras eran transportados evolución histórica
desde las canteras próximas (en Punta Camarinal y Punta Palo- Como parte del arco montañoso bético y del estrecho de Gibraltar
ma), o, por el contrario era posible su asociación -directa o indi- la ensenada de Bolonia está conformada principalmente por ma-
recta- con algún tipo de estructuras portuarias. teriales mesozoicos y cenozoicos plegados por la orogenia alpina.
Desde una perspectiva morfoestructural, es fruto de la alternancia
La prospección subacuática se realizó a finales de 1999. Debido entre zonas acantiladas o de promontorios (Punta Europa, Punta
al tiempo transcurrido y a los efectos de la dinámica y los tem- Paloma, Cabo Camarinal, Cabo Gracia, etc.) y de pequeñas ense-
porales, muchos de los restos visibles entonces quedaron cu- nadas (los Lances, Valdevaqueros, Bolonia, Zahara, etc.) perfila-
biertos por la arena, por lo que la actuación puntual de prospec- das por efecto de movimientos tectónicos recientes (cuaternarios)
ción subacuática con sondeos17 diseñada a tales efectos, se cen- de clara componente vertical (Zazo et al., 1999)18.
tró en la documentación gráfica de los restos dispersión por una
superficie aproximada de 400 m2 frente a la desembocadura del Con cerca de 3,5 km. de frente de mar y forma de media luna,
arroyo de Las Villas (a una cota que oscilaba entre los 0'5 y 6 m. el arco de Bolonia (Fig. 12) se desarrolla entre el promontorio de
de profundidad máxima) y en la realización de sondeos arqueo- Camarinal (al O) y el Cabo de Punta Paloma (al E), configuran-
lógicos puntuales para constatar la naturaleza y procedencia de do un área semiaislada del interior por la presencia de la Sierra
los mismos. de la Plata (al NO) y la Sierra de San Bartolomé (al NE). Morfo-
Figs. 11-a y 11-b

Fig. 10

lógicamente presenta el típico diseño de bahía en Z, con tipolo- jeto de frenar el avance de las dunas (Ménanteau et al., 1983:
gía de playas desarrolladas al abrigo de promontorios rocosos y 100; Ibarra, 1993: 354), lo que, unido a otro tipo de factores, vino
de una deriva litoral dominante (en este caso hacia el SE). a reducir considerablemente el nivel de aporte sedimentario a la
ensenada. Desde una perspectiva evolutiva, sabemos que duran-
La influencia de los factores climáticos e hidrológicos dominantes te el Holoceno inferior (Ménanteau et al., 1983 y García de Do-
en la zona, ha jugado un importante papel a la hora de definir su mingo et al., 1990) a lo largo de la ensenada se desarrolló un
morfología (Alonso et al. 2003). De una parte el régimen de vien- cordón litoral muy continuo, reconocible actualmente hacia el in-
tos, con dominantes opuestas (el poniente, de procedencia O-NO, terior, colgado unos 3 m por encima del nivel del mar actual, en-
y el levante, o vulturne de los romanos, de componentes E o SE) cerrando un antiguo lagoon ya totalmente colmatado.
y la presencia ocasional de fuertes rachas invernales del S-SE
(vendaval) que producen tempestades en las que, las olas, pue- El análisis y caracterización de las columnas estratigráficas ob-
den llegar a alcanzar los 9 metros de altura (Muñoz y Sánchez, tenidas en la campaña geotécnica de diciembre de 1999 (Fig.
1994). De otra, una fuerte dualidad hidrológica marina que pro- 5), permitió identificar sobre el substrato margoso correspon-
voca la inversión y alternancias del sentido de las corrientes en diente a unidades cretácicas, la presencia de depósitos más re-
ambas orillas del estrecho, y cuyo origen está condicionado tanto cientes limo-arcillosos (de 3 - 4 m.), propios de ambientes lagu-
por la existencia de un régimen mareal en la vertiente atlántica, nares y de marismas, confirmando que con anterioridad al mo-
como por la presencia de un fuerte contraste de salinidad entre mento actual se había repetido este mismo modelo en una po-
los dos mares que aquí confluyen. sición más avanzada, justo donde hoy se emplaza la playa. La
datación realizada por medio 14C sobre bioclastos19 extraídos del
A consecuencia de ello, en la costa norte del estrecho se genera sondeo más occidental (Fig. 5, S-1) vino a fechar el momento de
una deriva litoral predominante de NNO-SSE que, en conjugación actividad de este ambiente lagunar hacia el 1850 a. C. Por su
con el efecto de las mareas, favorece la alimentación y el desarro- parte, el espesor de la capa de los niveles de limos y cantos que
llo de flechas y cordones litorales (Fig. 12). Este proceso contribu- fosiliza el nivel del que se extrajo la muestra para la datación,
ye al cierre de las ensenadas y al aislamiento en su interior de pe- dejaba clara la persistencia del lagoon a lo largo del tiempo, de-
queños espacios de marisma y lagunas fluvio-litorales, siendo este limitado por una amplia playa (a Este y Oeste) y una barrera are-
el modelo observado en Bolonia, donde un gran manto eólico de nosa que lo semicerraría por el sur, dibujando una hipotética
levante, emplazado sobre la zona de Punta Paloma (González Las- línea de costa emplazada 100 metros mar adentro respecto de
tra et al., 1990), favorecía, hasta principios del siglo XX, la ali- la actual.
mentación de su playa. A partir de este momento, según la com-
parativa de las fotos aéreas, la tendencia se invierte, provocándo- En los niveles más altos de los sondeos la presencia de paque-
se el retroceso de la estructura de la playa. El origen de este pro- tes de gravas fluviales marca, por su parte, una fase de progra-
ceso parece encontrarse en las campañas de reforestación practi- dación restringida o relleno de la laguna, asociada a la cual se
cadas a mediados del pasado siglo sobre este manto eólico al ob- localizan materiales y estructuras romanas. Ésta, finalmente, dio
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Criterios
Análisis geoarqueológico
del sector meridional de
Baelo Claudia
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Fig. 12

paso a un proceso de erosión de la playa (con posterioridad a la tructivo actuante sobre este litoral es la acción del oleaje de tem-
época romana, según los indicadores analizados) que provocó el poral durante las épocas invernales. Los datos disponibles, co-
arrasamiento de las estructuras existentes sobre ella y el retroce- rrespondientes a la boya Cádiz de la red REMRO (Red Española
so de la estructura litoral hasta fosilizar las arenas de la antigua de Medición y Registro del Oleaje), indican que durante los tem-
laguna y las estructuras arqueológicas a ella asociada. porales invernales un tercio de las olas que azotan la costa su-
peran una altura de 4 metros (Benavente et al., 2002). En esa si-
El análisis altimétrico y sedimentológico permite, por su parte, tuación la morfología costera, y especialmente la altura y pen-
identificar diferentes niveles de aterrazamiento sobre las maris- diente de la playa, adquieren una importancia fundamental de
mas y los arroyos contiguos a la ciudad romana. El Arroyo de las cara a la protección de los parajes, asentamientos o infraestruc-
Villas, que desemboca en el límite occidental de la ciudad, des- turas existentes sobre éstas.
arrolló dos niveles de terrazas escalonadas, a + 3 y a + 1.5 m.,
sólo reconocibles en los últimos 500 m. de su recorrido (Fig. 12). La influencia de las corrientes costeras, como agentes encarga-
dos del transporte de los sedimentos, también es importante.
Su actividad en el pasado debió ser importante, tal y como refle- Sobre Bolonia inciden dos corrientes principales en función del
jan una antigua desembocadura inactiva reconocible más al tipo de vientos, oleaje y corrientes dominantes. Por un lado, el
Oeste de la actual y la información geofísica de su cauce. Por su viento de poniente, afecta a la zona central y oriental de la playa,
parte el arroyo del Pulido (por el Este), sobre el que se construyó quedando la occidental a resguardo de los acantilados del Cabo
un puente para dar entrada a uno de los acueductos que abaste- de Camarinal. Por otro, el fuerte viento de levante, origina una
cía a la ciudad (el de Punta Paloma), desembocaba posiblemen- corriente costera en sentido opuesto, siendo ésta la encargada
te junto al de Alpariate, en el que se distinguen también dos ni- del transporte de las arenas eólicas de Punta Paloma hacia la
veles de terrazas y un espacio de marisma sobre el que se mues- zona central y occidental de la ensenada alimentada. Este es-
treó un lentejón de arenas con abundantes bioclastos (datado por quema de transporte sedimentario se vio profundamente altera-
14C entre 1850 y 2200 años B. P.), correspondiente, muy proba- do, como hemos apuntado, con motivo de la estabilización y fi-
blemente, a un antiguo episodio energético marino. En su des- jación de los sistemas dunares, dando como resultado el cese de
embocadura actual se ha podido caracterizar igualmente la pre- aporte sedimentario a la ensenada y desencadenando su retro-
sencia de una terraza alta compuesta por depósitos estuarinos de ceso progresivo e imparable de la línea de costa, ya que los pe-
gravas fluviales y abundantes bioclastos de bivalvos (datados por queños arroyos que desembocan en la ensenada no tienen cau-
14C entre 1600 y 1900 años B.P), cuya cronología podría apun- dal ni cuenca suficiente como para aportar sedimentos que con-
tar la persistencia de este modelo lagunar hasta el siglo III d.C. trarresten este déficit.

5.2. El retroceso costero como factor de riesgo para el La playa de Bolonia, condicionada por su granulometría, pre-
Conjunto Arqueológico senta una pendiente acusada, lo que le confiere una mayor vul-
Al margen de fenómenos catastróficos de muy baja frecuencia nerabilidad ante los oleajes energéticos. A lo largo del año su
(como tsunamis, terremotos, etc.), el proceso natural más des- anchura varía considerablemente, de modo que la línea de
Figs. 13-a y 13-b

costa avanza/retrocede más de 20 m. en la horizontal. El se- Claudia. Para facilitar a las embarcaciones el abrigo de los vien-
guimiento morfológico llevado a cabo en los últimos dos años tos y las labores de carga y descarga de las mismas, sobre su ori-
ha puesto de manifiesto una cierta tendencia al retroceso, es- lla norte, a lo largo de todo el contacto entre la ciudad y el mar,
pecialmente marcada en los tramos más altos de la misma, se construyó ganando terrenos al mar, cuando fue necesario,
con un ritmo medio de cerca de 1 m/año 20. Cuando una playa una amplia plataforma con rampa portuaria y espigones (posi-
va perdiendo progresivamente arena, se vuelve cada vez más blemente de madera), perfectamente ajustados al trazado de la
sensible ante la actuación de nuevos temporales, que, a su vez, trama urbana, mostrando un paisaje similar al que reproducimos
provocan una mayor pérdida de arena y un retroceso erosivo de en la restitución idealizada (Fig. 14).
las dunas y cabeceras.
El posterior retroceso de la línea de costa ha dañado considera-
En la actualidad se reconocen en la ensenada indicadores in- blemente una buena parte del sector meridional de la ciudad,
equívocos de erosión costera. El más espectacular es la pre- arrasando antiguas estructuras existentes sobre la paleoplaya y
sencia de escarpes verticales en las dunas embrionarias de la el cordón costero y cubriendo con la actual playa los escasos in-
zona alta de la playa, especialmente acusados en su extremo dicadores arqueológicos y estructurales que se han conservado.
occidental, donde los aportes sedimentarios procedentes del Todo este sector por debajo de los 2,5 m. (sobre el cero hidro-
Este apenas llegan. El retroceso de la línea de costa se apre- gráfico), ha sido erosionado por el mar, apuntando un importan-
cia con claridad tanto en una comparativa de fotografías aére- te riesgo para el yacimiento en caso de recrudecimiento del fe-
as de distintos años como en las evidencias de erosión deja- nómeno. Una gran cantidad de materiales constructivos reposa
das sobre las estructuras arqueológicas enterradas, o en la sobre la antigua playa erosionada, desplazados de su posición
morfología y potencia de la playa (sobreexcavada, al menos en original y descansando sobre los niveles de grava fluvio-litoral de
el sector occidental). la última fase lagunar. No obstante, por encima de los 3 m, las
estructuras fuertemente erosionadas, se conservan in situ.
El sector más meridional de Baelo se encuentra en situación de
riesgo frente a este proceso. Los temporales inciden año tras año A pesar de las fuertes lagunas de conocimiento persistentes
sobre la débil barrera arenosa de apenas unos metros de anchu- sobre la verdadera naturaleza y extensión de las estructuras
ra que separa la zona excavada del sector industrial de la playa portuarias, y del origen de los altos valores de resistividad de-
(Fig. 13). Más hacia el oeste, el agua del mar golpea directa- tectados en la parte occidental de la ensenada (no investigados
mente sobre las estructuras arqueológicas existentes en playa, por falta de tiempo), se puede afirmar que en la actualidad es-
destruyendo y esparciendo sus restos21 (Fig. 4). Todo ello ha pro- tamos más cerca de conocer la verdadera función y estructura
vocado que, a lo largo de estos últimos años, el Conjunto Ar- urbana de la ciudad portuaria de Baelo Claudia, puerta y puer-
queológico haya tenido que retranquear la valla de cerramiento, to para el comercio y la navegación con la vecina África duran-
lo que a su vez ha contribuido a debilitar aún más el cordón li- te la época romana.
toral sobre el que se asienta.

Fig. 14

6. Conclusiones finales y valoración


El paisaje de la ensenada de Bolonia ha variado considerable-
mente en el transcurso de los últimos miles de años. El mismo
modelo de laguna litoral, semicerrada por un cordón arenoso que
se constata durante el máximo transgresivo flandriense (hacia el
4.500 a.C.), se reproduce delante del anterior desde, al menos,
el 1900 a.C.

Esta nueva laguna, alimentada por los entonces caudalosos


arroyos de las Villas, del Cañuelo, del Alpariate y del Pulido, se
mantuvo activa, al menos, hasta la época romana como la ar-
queología ha venido a confirmar, bordeando por el sur Baelo
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Criterios
Análisis geoarqueológico
del sector meridional de
Baelo Claudia
(Tarifa, Cádiz)

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1
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Criterios
Análisis geoarqueológico
del sector meridional de
Baelo Claudia
(Tarifa, Cádiz)

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1 13
Queremos agradecer a D. Antonio Álvarez, director del Conjunto Arqueológico y a Dª Ana La estructura 12 se prolonga hacia el N bajo la playa actual, mientras que hacia el S -
Troya y D. Francisco Alarcón, técnicos del mismo, la gran ayuda prestada a lo largo de estos hacia el mar- prosigue al menos hasta los 8 m. en línea recta.
años de trabajo; gratitud que hacemos extensiva al resto del personal del Conjunto, siempre
14
amablemente dispuesto a colaborar con nosotros. Este último bajo la estratigrafía del interior del ámbito del que formó parte la UEM-6. Se
trata de la misma fábrica y están construidos de manera unitaria con el muro que refuerzan.
2
Belo y el Estrecho de Gibraltar. Líneas discontinuas: límites hidrográficos del estrecho. La delgadez del paramento de la estructura que se le superpone hace suponer que la edifi-
Composición coloreada (Rojo= banda 4, Verde = banda 5, Azul = banda 2) parcial de una cación de la que ésta formó parte no estuvo necesitada de una infraestructura tan sólida.
imagen del satélite Landsat 5 TM (escena 201-035) adquirida el 05-07-1987, georeferencia-
15
da en proyección UTM 30 (sistema WGS 84). Realización: O. Geffray y L. Ménanteau. De los que ya hemos hecho mención al citar la UED-8 , excavado nada más retirar la arena
de playa por ser el más superior.
3
Actuación puntual, también sujeta a autorización por parte de la Dirección General de
16
Bienes Culturales, de la que ya se presentó el correspondiente Informe: Vid. Martí Solano, J. De las que llegamos a contabilizar ocho unidades, aunque este no es el número total, ha-
y Alzaga García, M. (1999): Informe de la actuación puntual denominada "Prospección sub- bida cuenta que el sondeo hubo de detenerse al salir el freático marino (a - 4,01 m.) donde
acuática de la zona sur del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia, Bolonia (Tarifa, Cádiz)". se detectó una capa concrecionada de arena carbonatada (UED-37) como producto del con-
tacto entre el freático marino y el agua dulce infiltrada bajo la estructura (precipitación de
4
Terra Nova decidió realizar una prospección magnética en la playa, pues, como la arena carbonatos) (Fig. 9, D).
casi no produce ninguna anomalía magnética por sí misma, cualquier vestigio magnético
17
sería claramente visible. Esta prospección se desarrolló a lo largo de líneas transversales Actuación puntual, sujeta a autorización por parte de la Dirección General de Bienes
de 60 m. de longitud, cada una de las cuales iba hacia el sur, desde el punto situado más Culturales, de la que se presentó el correspondiente Informe. Vid. Martí Solano, J. y Al-
al N de la playa y en dirección al mar. zaga García, M. (1999): Informe de la actuación puntual denominada "Prospección sub-
acuática de la zona sur del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia, Bolonia (Tarifa,
5
Gran parte del trabajo tuvo que ser repetido porque las condiciones climáticas no fueron las Cádiz)".
adecuadas. La prospección de resistencia eléctrica tomó seis lecturas separadas en cada
18
punto de los perfiles que atraviesan la playa, utilizando un par de electrodos geminados con La actividad tectónica parece haber actuado incluso en épocas históricas, tal y como se
una separación de 0,5 m, 1 m, 1 m, 1.5 m y 2.5 m el uno del otro. Esto permitió que las lec- deduce de estructuras de deformación interpretadas como de origen sismotectónico en la
turas tomadas penetrasen desde 1m (usando 0,5 metros de separación) hasta más de 3 me- ciudad de Baelo Claudia (Ménanteau et al., 1983 Goy et al. 1994).
tros (usando 2,5 metros de separación) y repetidas con las dos separaciones centrales para
19
probar la fiabilidad de los datos y aumentar la densidad de los puntos de la imagen final. Analítica efectuada en el laboratorio Beta Analitic Inc. de Miami, Estados Unidos.
6 20
Véase DOMERGUE, C. (1973): Belo I. La stratigraphie (Archéologie, 1), Madrid, Casa de Ve- Es posible que sobre este proceso influya además la subida del nivel del mar que, a nivel
lázquez. global planetario, se está produciendo, si bien no contamos con datos específicos para la
zona que permitan afirmarlo.
7
Las tormentas de invierno agregaron una considerable profundidad extra de arena en la
21
playa y la erosión hizo que ésta se amontonara en pequeñas dunas, con crestas entre 12 El último temporal importante que afectó destructivamente esta zona pudo ser datado por
y 16 metros. Esto, posiblemente, complicó la interpretación de la prospección, ya que la pro- los sondeos arqueológicos en el año 1996. La presencia de material diversos de clara filia-
fundidad adicional de la arena hace que cualquier anomalía arqueológica sea menos pro- ción cronológica (una bolsa de frutos secos y un bote de refrescos con fecha de caducidad,
nunciada y la arena produzca sus propias intromisiones. entre otros) en la parte más baja del nivel de arena de playa, en contacto con las huellas ero-
sivas dejadas sobre las estructuras (Fig. 9, A), así lo indicaban.
8
...Por ello, interpretamos la falta de anomalías como indicación de una ausencia de restos
arqueológicos. Asimismo, también concluimos que los (sic) estructuras lineales detectadas
por Kermovant podrían haber estado asociadas con la estratigrafía de la arena de la playa,
en lugar de con los vestigios arqueológicos o la roca subyacente, aunque prevalece la incer-
tidumbre sobre este tema". TERRA NOVA (1999): Baelo Claudia. Geophisical Survey 1999.
Conclusiones, p 9.
9
El levantamiento de precisión de la playa actual fue realizado por S. Pacaud con la ayuda
de un G.P.S. diferencial Sercel bifrecuencia del tipo Scorpio (de precisión centimétrica x-y-
z). En total se efectuaron 6.153 mediciones de modo estático (cada 5 m), tomando como re-
ferencia (antena fija) un punto georeferenciado en UTM 30 (con z = altitud encima del cero
geográfico) situado en el centro monumental de Baelo Claudia (Templo de Juno). El Modelo
Numérico de Terreno (MNT) resultante de este trabajo permitió obtener un plano tridimen-
sional y georeferenciado de la playa (en proyección UTM 30). También se georreferenciaron
diversas estructuras arqueológicas del Conjunto para su integración en el MNT., lo que per-
mitió la corrección geométrica del plano a escala 1/1000 del Conjunto Arqueológico (en 2D).
10
La cartografía de precisión del subsuelo de la playa fue posible gracias a la presencia de
una base de fuerte contraste donde los valores de resistividad aparente (en Ω.m -1) entre las
arenas saturadas de humedad y los materiales de construcción. No obstante los resultados
de la prospección, además de verse condicionados por la naturaleza del terreno, se ven in-
fluidos por las condiciones climáticas y/o hidrológicas. Parámetros como la altura del nivel
freático, la dureza del terreno y su conductividad, etc.
11
El muro n1 1 al N del sondeo lleva orientación NE-SO, su extremo septentrional se mete
en el perfil N mientras que el otro extremo se encuentra destrozado. De 0'68 m de grosor,
está fabricado con mampuestos de mediano y pequeño tamaño de caliza gris trabados con
abundante mortero de cal y arena. El fragmento de muro n1 2, de igual fábrica que el ante-
rior, lleva orientación NO-SE y está volcado hacia su cara septentrional; a juzgar por sus ca-
racterísticas, orientación y proximidad al muro n13, parecen corresponder a la misma es-
tructura muraria (extremo superior del muro n13). En los tres casos no llegamos a la cota
base de estas estructuras y hasta la cota en que dimos por finalizado el sondeo, no apre-
ciamos cambio en la estratigrafía de la playa (unidad estatigráfica deposicional de arena, de
reciente). Las anomalías fueron detectadas entre -1'70 m y -2'30 m bajo la playa actual.
12
En el sondeo pudo comprobarse con toda claridad las huellas erosivas dejadas por el mar
tanto sobre la estructura (Fig. 9, A) como sobre los rellenos de la misma, detectándose mi-
croescarpes asociados a materiales recientes (ladrillos, vidrios, etc.) y a piedras de proce-
dencia marina.

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