T. 5 Visión de Europa España S. Xiv...

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Centro Universitario de Chimaltenango –CUNDECH–

Carrera: Profesorado de Enseñanza Media en Pedagogía y Técnico en Administración


Educativa
Curso: Historia de Guatemala I.
Código: H 01
Documento No. 5. Febrero 18 de 2023
Tema: Visión de Europa y España durante los siglos XV y XVI

INTRODUCCIÓN.
Para situarnos en el contexto histórico del tema que vamos a tratar, es importante
conocer ciertos hechos que suscitaron en varios países de Europa y que fueron la razón,
tanto del descubrimiento de varias áreas geográficas desconocidas en aquel entonces, así
como de las formas del sometimiento utilizados por los europeos en contra de las
poblaciones descubiertas. Por otra parte, es menester conocer previamente la cronología
en que se fueron dando los acontecimientos de los siglos en mención, para comprenderlos
de manera global y que de una manera, u otra, beneficiaron en mínima parte a ciertos
grupos humanos y en el peor de los casos afectaron a la mayoría, especialmente a los que
fueron sometidos expoliados y saqueados por los descubridores, llámese portugueses,
ingleses, españoles franceses, etc.

Edad Antigua que comprende desde el 4000, a.C. hasta el 476 d. C. Llamada primera
edad de la Historia; Edad Media 476 a 1453 d. C. Segunda edad de la historia, que abarca
desde la caída de Roma en poder de los bárbaros hasta la toma de Constantinopla por los
turcos y el fin del imperio bizantino, se divide en tres períodos: a) Bárbaro Siglo V al XI , b)
Alta Edad Media, Siglo XI al XII c) Edad Media, Siglo XII al XV .

Edad Moderna, de 1,473 a 1,789, llamada también tercera época de la historia que
comienza con el Renacimiento, comprende la era de los descubrimientos geográficos, la
Reforma Protestante y termina con la Revolución Francesa.
Los Reinos Peninsulares
Referencia www.alideshare.net/José ÁngelMartínez

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Al fines del siglo XIII existían en la Península Ibérica, cuatro reinos cristianos: Navarra
que arrinconada en la montaña del norte, quedó por la expansión de sus dos grandes
vecinas, Castilla y Aragón, reducida a un pequeño núcleo territorial: Aragón, que había
absorbido a Cataluña y se había extendido por el litoral Mediterráneo. Portugal, nacido
como condado por separación Feudal de Castilla, y organizado como reino independiente,
y Castilla, que ocupaba el macizo central de la Península y era el más extenso de los reinos
cristianos. Castilla era el único estado que lindaba con el reino de Granada. Por eso, solo
para ella quedó planteada todavía después del siglo XIII.
Aragón, ya sin posibilidades de expansión por territorio Morisco, quedaba en
cambio, magníficamente abierto hacia el Mediterráneo. La incitación del mar atrajo a sus
navegantes que conquistaron las islas Baleares, se instalaron al sur de Italia y llegaron
hasta las agua Bizantinas.

Portugal, faja costanera extendida a los bordes del Atlántico esperó por un tiempo
su hora de triunfo, que había de llegarle a fines del siglo XV, cuando sus marinos lanzándose
a recorrer el océano, abrieron nuevas rutas hacia la India. La evolución social de los reinos
ibéricos reprodujo en sus líneas generales la de los demás Estados de Europa. Pero los
grandes señores feudales no alcanzaron tanto poder, como el que tuvieron en Francia, pues
la necesidad de lucha contra los musulmanes los mantuvo más unidos, alrededor de los
reyes. La estructura básica de la sociedad fue feudal, con sus clases típicamente
diferenciadas; Clero y Nobleza, con sus privilegios propios; villanos trabajadores de la tierra
y luego, una naciente burguesía a medida que se desarrollaron las ciudades. La reconquista
creó, además una clase social propia de los reinos Ibéricos: la de los mudéjares, moros
sometidos a quienes se le permitía mantener su religión y sus costumbres. La convivencia
de cristianos y moros mudéjares fue principalmente el factor para la difusión de la
civilización musulmana, que en lenguaje, artes e industrias, habría de influir mucho en los
reinos ibéricos.

El privilegio general de Aragón.

En Aragón los reyes tuvieron también que luchar con los nobles. Estos como sucedió
en Inglaterra, se unieron a veces con la burguesía para imponerse a los reyes, así obligaron
al Rey Pedro III a que les concedieran una serie de prerrogativas en el privilegio general
(1,283), especie de carta magna Aragonesa, ampliada posteriormente en sus términos. En
medio de estas luchas surgió una original Institución aragonesa, una magistratura llamada
el Justiciazgo Mayor de Aragón, que tenía como cometido vigilar el cumplimiento de los
fueros o leyes e impedir que los reyes eludieran sus disposiciones.

La lucha contra los reyes continuó después del siglo XIII, hasta que en el siglo XV el
matrimonio de Fernando V de Aragón con la reina Isabel de Castilla dio decisiva fuerza a la
monarquía.

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Los reyes católicos y la unidad española.

La lucha contra los musulmanes engendró, como ya se ha visto diferentes reinos que
en el siglo XIII, eran Aragón, Navarra, Portugal y Castilla. Junto con el reino musulmán de
Granada formaron cinco reinos, cuya unión duró hasta fines del siglo XV.

En 1469 se realizó el matrimonio de Fernando de Aragón con Isabel de Castilla. Así


cuando ambos príncipes ocuparon el trono (1479), quedaron unidos los dos más
importante reinos de la Península Ibérica.

Los reyes católicos, nombre con que se conoce a estos soberanos, iniciaron entonces
contra los musulmanes una decisiva guerra, a los que después de unos años (1481 a 1491),
consiguieron reducir la exclusiva posesión de Granada. Finalmente, un largo asedio le dio
a los reyes el triunfo definitivo y así, después de dos siglos de paralizada la reconquista,
llegó ésta a su culminación con la toma de Granada (1492). Veinte años más tarde (1512),
el Rey Fernando conquistó el pequeño reino pirenaico de Navarra, y con ello solo el reino
de Portugal quedó en la Península Ibérica como Estado independiente frente al poder
español que empezaba a surgir.

La obra de los reyes católicos

La unión de los dos reyes fue de gran eficacia para la consolidación de sus Estados
de la autoridad monárquica, que tanto había decaído desde el siglo XIII. En Castilla
especialmente, fue donde con más intensidad se produjo la reacción real. La nobleza
castellana había llegado a adquirir una fuerza muy grande. Los había hecho conceder toda
clase de privilegios y además cuantiosas pensiones, que agotaban el tesoro. En manos de
la nobleza estaban también los maestrazgos de las famosas órdenes religiosas militares de
Santiago, Calatrava y Alcántara, creadas durante la reconquista y cuya fuerza militar las
hacía temibles. En algunas provincias de Castilla los nobles, convertidos en verdaderos
bandidos, asolaban la comarca y mantenían a sus habitantes sometidos a todos los excesos
de su codicia.

Los Reyes Católicos anularon todos los privilegios abusivamente obtenidos,


suprimieron igualmente las pensiones exageradas, asumieron el maestrazgo de las órdenes

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religiosas militares y reprimieron enérgicamente el bandolerismo nobiliario. Organizaron ,
en colaboración con todas las ciudades, una policía rural llamada la Santa Hermandad, que
se impuso por sus procedimientos expeditivos pues apenas se apoderaba del culpable, lo
juzgaba y cumplía inmediatamente la sentencia que, para casi todos los casos, era la
muerte, si no la mutilación.

Además, los Reyes acentuaron la centralización política interviniendo en las


ciudades donde colocaron funcionarios reales llamados Corregidores.

Desde el punto de vista religioso España presentaba una situación sensiblemente


distinta de la de los otros estados de Europa. En efecto, no existía en ella, como en los
demás, una absoluta unidad de fe. Es verdad que la inmensa mayoría profesaba el
cristianismo, pero había también mudéjares, es decir musulmanes a los que se toleraba el
culto de su religión y muchísimos judíos, tan abundantes ahora en la España cristiana como
antes lo había sido en la de los Califas.

Los Reyes Católicos reaccionaron contra esta variedad religiosa y quisieron imponer
la unidad de fe en sus Estados.
Para ello recurrieron, en primer término, a la inquisición que fue establecida en
España en 1,481 y colocada, con el nombre de Santo Oficio, bajo la dirección inmediata de
los Reyes. La inquisición no entendía, sin embargo, más que en juicio de herejía.

Contra los mudéjares y judíos, los Reyes tomaron una medida radical y decidieron
expulsar de España en un plazo perentorio (1502) a los que no se convirtieran. Millares de
judíos (algunos estiman su número en 400,000) abandonaron la península Ibérica.

Algunos se refugiaron en Italia, otros en Salónica y el cercano oriente, donde


formaron comunidades llamadas de judíos sefarditas, que han conservado hasta ahora el
empleo del idioma español.
La expansión española

La unión de Aragón y Castilla y la conquista de Granada, marcó para la España


naciente, un período de extraordinaria expansión de Europa y fuera de ella. El mismo año
en que se rendía los musulmanes de Granada, Cristóbal Colón descubrió América y abrió
un nuevo continente a la actividad conquistadora de España. Por otra parte, los Reyes
Católicos concibieron la penetración en el África del norte como la etapa complementaria
de la reconquista. Y así comenzaron la ocupación de las tierras africanas que enfrentaban a
Gibraltar.

Pero más importante fue el despertar de España a su vocación de gran potencia


europea. Por Europa la expansión española se orientó a través del Mediterráneo hacia la
Italia del sur, donde desde el siglo XIII ya los aragoneses habían conquistado para sus
príncipes la corona de las dos Cecilias. En Italia, España había de chocar con las pretensiones
de Francia y ello provocó a fines del siglo XV las largas guerras entre las dos potencias que

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tuvieron al principio su escenario en aquel país. También al principio de la Edad Moderna,
España se perfilaba en Europa como una de las más grandes potencias continentales.

La era de los descubrimientos

Durante la antigüedad, el Mar Mediterráneo fue el centro del mundo para los
europeos. En realidad, el espacio geográfico que conocían era muy reducido: del Mar
Mediterráneo al Mar del Norte y de las costas de Portugal a Mesopotamia. Se sabía, desde
los viajes de Marco Polo (siglo XIII), de la existencia del océano Atlántico, era evidente,
pero parecía muy arriesgado adentrarse en tan inconmensurable mar. La ampliación del
mundo conocido fue el resultado de los grandes descubrimientos geográficos portugueses
y castellanos a fines del siglo XV.

Europa necesitaba las especias de Asia (de Oriente), las cuales no podían cultivar.
Eran utilizadas en la industria farmacéutica y para condimentar la carne. A cambio de las
especias y demás productos, los orientales recibían dinero, metales, tejidos livianos de
Inglaterra, alfombras, tejidos flamencos y plata. El comercio era valiosísimo y hasta finales
del siglo XV los productos de oriente llegaban por el Mediterráneo.

¿Cuál era la importancia de los especias y en qué medida influyeron en el progreso de la


navegación? Su importancia es trascendental en el proceso de conquista y colonización de
América.

Renacimiento y Humanismo

Renacimiento y Humanismo constituyen el pórtico de entrada a la Edad Moderna.


En un sentido amplio, el Renacimiento significó un cambio en todos los aspectos de la vida
de la sociedad europea. Sin embargo, el término “Renacimiento” tiene otro sentido más
restringido que se refiere al aspecto cultural de los siglos XV y XVI, caracterizado

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principalmente por el “renacer” de la cultura grecorromana. El movimiento intelectual de
este período se conoce con el nombre de humanismo, ya que el centro de interés era el
hombre.

Su origen reside en la fascinación que empezó a suscitar la Roma antigua , pero la


influencia de los latinos se sumó la de la cultura griega desde que, a partir del siglo XIV, se
establecieron en Italia pensadores bizantinos que huían del poderío turco.

Las artes y la literatura florecieron gracias a la existencia de una clase poderosa y


dominante que se había enriquecido como consecuencia de la prosperidad que vivieron las
ciudades italianas durante los siglos XIV y XV.

Nobles y burgueses rivalizaron entonces por poseer obras de arte y rodearse de


artistas, convirtiéndose de este modo en grandes mecenas (protectores). En este sentido,
destacaron los Médicis de Florencia, rica familia de banqueros que gobernó la ciudad
durante generaciones.

Aunque el Renacimiento nació en Italia, en Europa se daban las condiciones para el


paulatino cambio de mentalidad que apuntaba ya en el siglo XV.

Los descubrimiento geográficos ampliaron el mundo conocido y el invento de la


imprenta ayudó enormemente a difundir la cultura y todos los campos del saber.

La nueva concepción del hombre

El hombre del Renacimiento aspiraba a gozar ampliamente de la vida presente y


reclamaba la absoluta libertar de la razón para buscar la verdad y el mejor conocimiento
del hombre y de la naturaleza. El hombre renacentista sintió curiosidad por todo y a todo
aplicó la razón. Si durante la época medieval la cultura había sido teocéntrica (su centro era
Dios) y la teología había ocupado el interés de los intelectuales; en la época renacentista el
centro de atención fue el hombre. De ahí que se hable de cultura antropocéntrica.
Consecuentemente el individualismo, el afán de gloria y de perfección formal serán
características de este período.

El nuevo ideal de vida lo expresa el escritor y político italiano Baltazar de Castiglione


en el Cortesano (1528)-
Retorno a las fuentes clásicas

Durante el Renacimiento el mundo clásico grecorromano se considera digno de


admiración, por el contrario, la cultura medieval es vista como un paréntesis de
oscurantismo y, en consecuencia, se la desprecia. Se dan gran importancia al estudio del
griego y del latín para entender correctamente las obras de los autores clásicos. Sus escritos
se difunden en afán de reencuentro con la nueva valoración de la inteligencia del hombre

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y de su amor a la naturaleza. También se valora el canónico equilibrio entre forma y
pensamiento. La literatura y el arte de la antigüedad clásica grecorromana renacen así con
fuerza.
La Reforma y su difusión

Tradicionalmente, se denomina Reforma a la gran revolución religiosa que rompió


la unidad de la Iglesia católica en el siglo XVI separando de ella a todos los que aceptaban
las nuevas doctrinas, conocidas con el nombre genérico de protestantismo. Además de la
Reforma protestante, existió también una reforma católica en el seno de la iglesia
tradicional; la Contrarreforma, que fue el motor de la lucha del catolicismo contra el
protestantismo.

La crisis religiosa
Al principio del siglo XVI, la situación interna de la iglesia era de profunda crisis. La
relajación de las costumbres entre el clero afectaba hasta las más altas jerarquías, incluido
el Papa. El alto clero vivía rodeado de lujo y fastuosidad, en contraste con el nivel de vida,
muy inferior, del bajo Clero. La corrupción en la elección del Obispo y abades llegaba incluso
a la compra de estos cargos, muchos fieles vieron la necesidad de una reforma que
devolviera a la Iglesia el prestigio perdido.

La doctrina de Lutero

Un fraile agustino alemán, Martín Lutero (1483-1546), fue el primero en revelarse


contra Roma. Lutero fue excomulgado por el Papa León X (1521) por criticar las indulgencias
que concedía el pontífice a cambio de limosnas para terminar la basílica de San Pedro de
Roma, Lutero elabora una nueva doctrina cuya base es la salvación por la fe en Cristo y la
estructura de estos dos puntos principales; a) Libre interpretación de la Biblia; b) Solo son
válidos dos sacramentos; el Bautismo y la Santa Cena (eucaristía). Supresión del culto a la
Virgen y a los santos y de la creencia en el purgatorio; simplificación de la liturgia, supresión
del celibato eclesiástico; y uso de las lenguas vernáculas para la celebración del culto.

El cisma inglés

La separación de la Iglesia de Inglaterra de la de Roma fue, en su origen en cisma


originado por el deseo del Rey Enrique VIII de que fuese anulado su matrimonio con
Catalina de Aragón. Al no lograr su propósito, Enrique VIII promulgó el acta de supremacía,
que convertía al Rey en jefe de la Iglesia en Inglaterra, creándose así la Iglesia Anglicana.
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El ámbito geográfico de la cultura moderna

Durante la Edad Media, la cultura occidental se caracteriza por su impotencia para


desarrollarse y difundirse fuera del ámbito en que se había formado. Poco a poco apareció
en ella esta tendencia a la expansión, y puede decirse que este rasgo es uno de los que
caracterizarán a la Edad Moderna. En plazo breve, los pueblos del Occidente de Europa se
lanzan a explorar los mares toman posesión de territorios de los cuales apenas tenía antes
noticias y se establecen en ellos superponiendo su cultura y su civilización sobre la propia
naturaleza del lugar. Se inicia entonces una “occidentalización” del mundo. América, Asia,
África y finalmente, Oceanía, reciben en sus costas los grupos de pobladores desprendidos
de la Europa Occidental, y con ello comienzan a recibir también las influencias culturales
del occidente.

En algunos lugares, especialmente en Asia, la Influencia occidental ha tenido que


librar una dura batalla con las milenarias tradiciones de cultura que prevalecía en ellos y, ha
logrado solamente imponer las formas de la civilización material; pero en otros, en
América, en Oceanía y algunas regiones del África, su triunfo ha sido completo y puede
decirse que esos territorios son prolongaciones en las cuales se ensancha el ámbito de la
cultura occidental. De este modo, con la Edad Moderna, se produce una vasta expansión
del Oeste de Europa, transformada por obra de esta tendencia difusionista en una cultura
de alcance mundial.

La crisis del siglo XV y los albores de la Edad Moderna

Época de transición, el siglo XV muestra ya, sin embargo en la Europa occidental, los
signos inequívocos de una nueva época, distinta de la Edad Media. Distinta son las
circunstancias económicas, sociales y políticas, distintas también la mentalidad que se va
constituyendo en el hombre europeo; distinta la capacidad técnica puesta al servicio del
designio de dominar la naturaleza, y distinto, en fin, el ámbito geográfico en que ha de vivir,
en el futuro, el hombre occidental. Esta diferenciación se opera, en si casi totalidad, en el
siglo XV. (Referencia bibliográfica; Enciclopedia práctica Jackson No. 7/ Enciclopedia
interactiva de los conocimientos No 2 y la Edad Antigua y la Edad Media).

Síntesis.

 Edades en que se divide la historia humana.


 La península Ibérica en el siglo XIII estaba constituida por 4 reinos;
Navarra, Castilla y Aragón. Portugal y Granada.
 Los portugueses en el siglo XV se lanzaron al mar y abrieron nuevas rutas a la India.
 En los reinos de la época se tenían 3 clases sociales bien marcadas;
El clero, los burgueses, los villanos o trabajadores de la tierra.

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 En el siglo XV 1469 se unieron Fernando V de Aragón con la Reina Isabel de Castilla
(los Reyes Católicos) ellos conquistaron el reino de Granada en 1492.
 En 1481 se implementó la inquisición (Santo Oficio), que juzgaba como herejía lo
que no estaba de acuerdo o no coincidía con la fe de los españoles según el enfoque
eclesiástico. Esta práctica del santo oficio se practicó en América.
 En esta misma época Cristóbal Colón descubrió América.
 La ampliación del mundo conocido fue el resultado de los grandes descubrimientos
geográficos portugueses y castellanos del siglo XV,- español de España, castellano
de Castilla.
 El pórtico del Renacimiento y el Humanismo; en el Renacimiento el hombre busca
la absoluta libertad de la razón. El Humanismo consiste en que el centro de atención
es el hombre.
 En la época Medieval la cultura fue teocéntrica y el interés de los intelectuales fue
la teología.
 En esta época se produce también la Reforma protestante, originada por la crisis
religiosa de la Iglesia Católica.

1. Flores Alvarado Humberto. El Adamscismo. Y la Sociedad Guatemalteca. Editorial


Piedra Santa. Mayo 1,983. Guatemala C. A.

2. Hernández Sifontes, Realidad Jurídica del Indígena Guatemalteco. Editorial


Universitaria enero de l,995 Guatemala C. A.

3. León Portillo, Miguel. “Visión de los vencidos “. UNAM. 8va. Edición México 1,980.

4. Recinos, Adrián. . Crónicas Indígenas de Guatemala. Editorial Universitaria, Guatemala,


1,957.

5. Saint-lu, Andrés Condición Colonial y conciencia Criolla en Guatemala. 1524.-1,821.


Editorial Universitaria. Volumen No. 5 Colección Realidad Nuestra. Universidad de San
Carlos de Guatemala 1,978.

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