Danza de El Venado
Danza de El Venado
Danza de El Venado
La Danza del Venado es una danza ritual celebrada por los indígenas yaquis y mayos de los estados
mexicanos de Sinaloa y Sonora. Esta danza es una dramatización de la cacería del venado, héroe
cultural de estos pueblos, por parte de los paskolas (cazadores).
Una parte muy importante de la herencia cultural de estos estados en una cosmovisión de sus
pueblos indígenas, los mayos y yaquis, quienes reivindican su identidad a través de estos rituales
en la Danza del Venado, también llamada Mazoyiwua.
Es una de las más antiguas que subsisten en México; algunos investigadores señalan que su
ejecución se ha visto poco alterada desde la época prehispánica, de ahí su relevancia histórica y
antropológica.
Simbolismo
El simbolismo de este ritual se relaciona con el vínculo del hombre a su entorno geográfico y la
veneración que hace de la naturaleza como fuente de vida y sustento. Uno de los rasgos culturales
más marcados en las culturas mesoamericanas era su respeto hacia la naturaleza, esto se traducía
en ceremonias cargadas de una gran significación en las que solían pedir permiso a la Madre Tierra
antes de extraer sus recursos.
El venado fue una de los animales más trascendentales para la cultura de los indígenas mayos y
yaquis desde tiempos remotos, por lo que, la Danza del Venado, es una representación de su
actividad como cazadores por generaciones. La antigüedad de la Danza del Venado se calcula en
más de cinco mil años.
Protagonistas
En la danza participan personajes como el Venado y los Pascolas. El primero es representado por
un hombre con el torso descubierto, vistiendo un faldón o reboso que cubre sus extremidades
inferiores, en la cabeza lleva un paño blanco cubriendo parcialmente sus ojos y, sobre este mismo
paño, se le coloca una cabeza disecada de venado. En las manos lleva un par de sonajas que agita
constantemente durante el ritual.
Los Pascolas fungen como los cazadores acechantes; utilizan máscaras de madera pintadas de
negro en las que sobresalen barbas y mechones y van armados con arcos y flechas para victimar a
su presa. Todos los danzantes portan cascabeles en las piernas y bailan descalzos.
Otra característica que refleja el carácter milenario de la Danza del Venado son los instrumentos
utilizados para la misma, tal es el caso del llamado baa-wehai, un tambor de barro o madera que al
llenarse con agua emite sonidos muy peculiares. La música es complementada con cánticos en
dialecto yaqui por los músicos que acompañan el acto escénico. Los diferentes momentos de la
danza hacen alusión a la lucha del venado por defender su vida ante el asedio de las flechas del
cazador. El espíritu del animal es encarnado por el hombre que baila sin cesar reproduciendo el
andar del venado en su huida, tal es naturalidad con la que el bailarín imita al ciervo, que por
momentos parece que se está ante la presencia de un verdadero venado. La danza finaliza con los
estertores del animal tendido en el suelo, vencido por los Pascolas.
Patrimonio de la humanidad
La Danza del Venado está incluida en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
por la Unesco, bajo la premisa de ser una tradición que refleja los valores socio cultural de un
pueblo viva a través de su expresión creativa.