Fotografia UD 2
Fotografia UD 2
Fotografia UD 2
Unidad Didáctica Nº 2
La cámara fotográfica
Curso de fotografía Unidad Didáctica Nº 2
B) Componentes de la cámara
D) Tipos de cámara
E) Accesorios
E) Tipos de objetivo
F) Aberraciones y luminosidad
B) La distancia hiperfocal
C) El obturador
D) La exposición
A) Evolución de la cámara
Los comienzos de lo que hoy día conocemos como cámara fotográfica se hallan en la
ya mencionada cámara oscura.
Pero la cámara oscura tiene una vida mucho más larga que la propia fotografía tal y
como la entendemos hoy día, pues tuvo otros usos varios siglos antes de aparecer la
fotografía.
En el siglo X el método más eficaz para observar los eclipses solares estaba basado
precisamente en la cámara oscura. De hecho, se puede decir que lo que utilizaban era una
cámara oscura gigante, puesto que los observaban en una habitación a oscuras en uno de
cuyos lados abrían un orificio. A través de este, se proyectaba en la pared opuesta la imagen
del sol.
Debido a los largos tiempos de exposición necesarios en este tipo de cámaras, estas
debían apoyarse siempre en un soporte, para evitar que la imagen saliese movida.
En estas primeras etapas de la cámara fotográfica, todas funcionaban con placas y con
película en hojas, y era el propio fotógrafo quien hacía la emulsión.
Lo que hizo que la cámara SLR de 35 mm se hiciera tan popular fue seguramente el
gran desarrollo que tuvo después de la 2ª Guerra Mundial. Fue tal su aceptación que las
cámaras para película en rollo casi desaparecieron, aunque aún hoy existen algunas cámaras
profesionales que siguen utilizando este sistema.
Así pues, hoy día, la cámara réflex de 35 mm es la que disfruta de mas adelantos, así
como la que más accesorios tiene disponibles. Es, sin duda, la más popular.
B) Componentes de la cámara
Ya conocemos los dos componentes principales de la cámara, a través de los cuales
controlamos los parámetros básicos de fotografía: El diafragma y el obturador.
Pero estos no son, lógicamente, los únicos componentes de la cámara, sino que esta
posee otros sistemas que le facilitan mucho la labor al fotógrafo.
1.- El visor.-
Es la parte de la cámara por la que vamos a conocer el ángulo que cubre el objetivo, o
dicho más coloquialmente, qué es lo que nos va a caber en la foto.
Las primeras cámaras no tenían visor, sino unas líneas grabadas en la parte de arriba
que indicaban el ángulo que cubrían sus objetivos.
Estos visores están formados por un cristal con los dos lados cóncavos, y otro
con los dos lados convexos, consiguiéndose una imagen no invertida.
Antes de nada hay que aclarar que, aunque es una herramienta de la cámara de gran
importancia, hay cámaras que no disponen de ella. Las cámaras compactas y las de usar y
tirar, por ejemplo, no disponen de ningún sistema de enfoque.
Entre las cámaras con sistema de enfoque más básicas, se encuentran las que tienen
en el objetivo un anillo de enfoque, que indica la posición en que se debe colocar este en
función del tipo de fotografía que estemos haciendo. En estos casos suelen indicarse con
dibujos los primeros planos, la fotografía de grupo, y los paisajes.
Finalmente, en los anillos de enfoque de las cámaras más avanzadas, suele indicase
una escala de distancias tanto en metros como en pies.
Por otro lado, muchas cámaras tienen también incorporado, ya sea en el visor o a
parte, un sistema que ayuda a comprobar si la imagen está o no bien enfocada.
En la mayoría de las ocasiones, estos sistemas de ayuda al enfoque a través del visor,
aparecen combinados en las cámaras SLR de 35 mm. Es común encontrar un sistema de
imagen partida rodeado por un anillo de micro prismas, siendo el resto del visor una pantalla
mate.
Pero si hay una herramienta que facilite el enfoque en una cámara, esa es sin lugar a
dudas el enfoque automático, o sistema auto foco.
Este se puede encontrar no solo en las SLR de 35 mm más modernas, sino también en
algunas cámaras compactas.
• Por contraste.- En este caso una placa fotosensible recoge dos imágenes,
una que proviene del propio visor, y otra que es recogida por un espejo que se
mueve a la vez que el anillo de enfoque (en este caso a la vez que el motor de
enfoque). Cuando la placa fotosensible detecta que los contrastes de una y
otra imagen coinciden, la cámara da por enfocada la fotografía. Este
funcionamiento es, como vemos, análogo al del telémetro, y es el más
extendido, a pesar de fallar a veces en casos en los que el motivo tenga poco
contraste o bien se trate de objetos repetitivos.
Todos estos sistemas tienen, como hemos indicado, fallos en determinados casos,
pero hay que señalar que son cada vez casos más excepcionales, pues dichos sistemas se
mejoran año tras año.
En la parte interior del envoltorio de las películas se dan una serie de instrucciones
sobre la apertura y velocidad necesarias según disfrutemos de un día soleado, o nubloso, etc.
Pero estas indicaciones son demasiado genéricas para ser eficaces. Es por ello que la mayoría
de las cámaras fotográficas disponen de un medidor de luz: el fotómetro u exposímetro.
Existen muchos tipos de fotómetros y se diferencian por muchas cosas, ya sea por el
tipo de célula fotosensible que utilicen, o por el tipo de luz que midan, o por el lugar donde
estén situados, etc.
Los fotómetros más antiguos fueron los de mano, es decir, que no se encontraban en la
cámara. Estos se siguen utilizando, principalmente por los profesionales, ya que las cámaras
de formato medio y grande no suelen llevar fotómetro incorporado.
Podemos medir la luz incidente, es decir la luz que está recibiendo un objeto concreto.
En estos casos la entrada de luz a la célula se coloca mirando la fuente de luz. Este sistema se
utiliza cuando nos es imposible acercarnos al objeto a fotografiar, en cuyo caso medimos la luz
que incide sobre otro objeto de igual o similar tonalidad.
Por otro lado podemos medir la luz reflejada, es decir, la luz que posteriormente va a
recibir la película de ese objeto, por lo que se supone que es una lectura más exacta. En estos
casos, la entrada de luz del fotómetro, se dirige al objeto a fotografiar.
Los fotómetros integrados en la cámara, siempre hacen, como es lógico, una medición
de la luz reflejada.
En cuanto a los tipos de célula fotosensible que se suelen encontrar en los fotómetros
hoy día, ya sean de mano o integrados en la cámara, son los siguientes:
El problema que plantea este sistema es que la lectura que se obtiene no tiene en
cuenta los posibles filtros, tubos de extensión, etc, que utilicemos (ya hablaremos más delante
de estos accesorios). Todos estos accesorios restan luminosidad a la imagen, de forma que
hay que corregir la lectura obtenida en caso de que los utilicemos.
Pero las cámaras no se limitan a ofrecer un solo sistema de medición, sino que
normalmente suelen tener varios, para que el fotógrafo elija en función del tema que vaya a
fotografiar, y que se diferencian, simplemente, en el área de la pantalla en la que se hace la
medición. Estos sistemas son los siguientes:
• Medición central.- La medición en este caso se hace en una zona circular que
comprende más o menos el 50% de la pantalla. Pero en este sistema el
exposímetro siempre valora unas zonas más que otras dentro del círculo en
cuestión. Normalmente estas zonas más tenidas en cuenta son la zona central
e inferior de la pantalla, pero conviene experimentar con nuestra cámara para
evitar luego sorpresas con los errores de exposición al utilizar este sistema.
Un paso más allá en este sistema es la llamada medición matricial 3D, que
tiene además en cuenta la distancia a la que se encuentra el objeto enfocado,
que se supone que es el que debe estar más correctamente expuesto.
Pero como no hay sistema perfecto, la medición matricial también tiene sus
fallos, pues en temas como los atardeceres, la cámara tiende a subexponer la
imagen, por lo que en estos casos vendría mejor una medición central.
C) Tipos de cámara
Existen innumerables criterios para clasificar los tipos de cámaras, pero si se escogiese
solo uno o varios de forma aislada, jamás lograríamos incluir todas las que se pueden
encontrar. En cualquier caso, las que veremos aquí serán las que podamos llegar a
encontrarnos sin entrar en la fotografía altamente especializada, como la médica, la científica, o
la extremadamente profesional.
Así pues, cogiendo como criterio en general, tanto su tamaño y uso, como su formato,
se puede decir que tenemos los siguientes tipos de cámara:
2.- Cámaras de espía.- son las más pequeñas que existen. Se crearon para uso
científico y militar. Utilizan una película especial, por lo general de 16 mm. Tienen un objetivo
de unos 15 mm preenfocado. Su diseño esta dirigido a fotografiar documentos principalmente,
aunque, por supuesto, se pueden hacer todo tipo de fotos con ellas.
3.- Cámaras de bolsillo o de 110.- Algo mayores que las anteriores pero aún así
diseñadas para ser llevadas en cualquier parte y sobre todo para ser utilizadas por cualquiera.
Se caracterizan por su forma alargada y aplastada, por utilizar película de 16 mm, y por estar
su objetivo (por lo general de 25 mm) preenfocado. Tienen visor marco o bien directo, y tienen
error de paralaje, pues este se encuentra a un lado.
Estas cámaras están desapareciendo y siendo sustituidas por las cámaras compactas
y las de sistema Advance, que veremos ahora.
4.- Cámaras compactas o de visor directo.- Existe una gran variedad de este tipo de
máquinas, y las hay desde muy sencillas a muy sofisticadas y caras, pero todas tienen unas
características básicas parecidas: objetivo, por lo general preenfocado, de entre 28 y 35 mm
(aunque las hay también con auto foco); película de 35 mm; y visor directo, con el error de
paralaje que este conlleva. La mayoría llevan flash incorporado.
Como ventajas presentan su poco tamaño y peso, su facilidad de uso, y la cada vez
mayor calidad de las fotografías obtenidas. Todo ello hace que estas sean las cámaras
elegidas por la mayoría de la gente que no busca más que una cámara de “apunten y disparen”
para hacer fotos-recuerdo.
5.- Cámaras instantáneas.- Las únicas representantes de este tipo de cámaras son
las Polaroid. Su originalidad radica en que podemos tener en la mano nuestra fotografía
segundos después de haber apretado el disparador.
Esto es posible debido a que dichas cámaras utilizan una película de papel en hojas,
las cuales están impregnadas de reactivos. Estos son liberados al salir la hoja por los rodillos
de la cámara, auto revelándose la fotografía en pocos segundos. Los papeles mencionados
son, lógicamente, de un formato especial para estas cámaras.
El inventor de este sistema de película auto revelable fue el Dr. Edwing Land, en 1947.
Son cámaras más pequeñas que las de 35 mm y utilizan un tipo de carrete diferente
que permite hacer fotografías en formato clásico, de alta resolución, o panorámico, además de
otras opciones de impresión de datos, cambio de película a mitad de rollo, ...
En cuanto a las prestaciones de estas cámaras, las hay desde sencillas hasta cámaras
profesionales. Es por ello que, aunque no dejan de ser un tipo de cámara a parte, se podría
decir que es un tipo de sistema diferente, sin más.
7.- Cámaras SLR de 35 mm.- Son, sin lugar a dudas, las más extendidas entre los
aficionados que quieren sacar el máximo de la fotografía. Son las más completas, sofisticadas,
y las que más posibilidades nos ofrecen.
8.- Cámaras SLR de formato medio (70 mm).- Este tipo de cámaras es muy utilizado
por profesionales debido principalmente por su formato, mucho mayor que el de 35 mm y el
único aceptado a veces en artes gráficas.
Sin embargo, hay que decir que, últimamente, los fabricantes tienden a incorporar la
tecnología de las 35 mm a estas cámaras de formato medio.
9.- Cámaras TLR o de lentes gemelas.- Las lentes TLR (Twin Lens Réflex), Se
caracterizan por tener dos lentes, una sobre la otra. Como se comentó al hablar sobre los
visores, una lente se ocupa de formar la imagen en el objetivo, y la otra se ocupa de formarla
en el visor, que se encuentra en la parte superior de la cámara, para que el fotógrafo encuadre
la imagen.
Otro inconveniente que presentan es que son pocas las que tienen la posibilidad de
intercambiar objetivos, y cuando se puede, hay que comprarlos a pares, con el gasto que ello
supone.
Las cámaras submarinas son aquellas que están diseñadas para funcionar bajo el
agua, aun que submarinas propiamente dichas son las que se denominan cámaras anfibias.
Estas se caracterizan por tener sus mandos de mayor tamaño, y tenerlos, la igual que
el cuerpo de la cámara, cubiertos de goma. La mayoría son de 35 mm , y quitando la Nikonos
RS, no tienen autofoco ni un funcionamiento tan automatizado como las SLR de 35 mm ya
mencionadas. Lo que si tienen son objetivos intercambiables, algunos, como los de las
motormarine de SEA&SEA, intercambiables en el agua. La mayoría posee también conexiones
especiales estancas para flashes submarinos. Todas estas cámaras anfibias suelen poder
sumergirse hasta los 35 metros
La otra opción es introducir una SLR de 35 mm en una caja estanca, en cuyo caso
disfrutaremos de todas las comodidades de éstas cámaras, además de tener la posibilidad de
sumergirlas a mayor profundidad (hasta 80 metros), aunque dichas cajas son mucho más
aparatosas.
A parte de todas estas cámaras, existen otra para funciones más específicas, como las
de estudio, las aéreas, las panorámicas, o las de uso médico o científico.
D) Accesorios
Son muchos los accesorios que se pueden encontrar para los diferentes tipos de
cámaras mencionados, pero la mayoría de los que se encuentran habitualmente en el mercado
están dirigidos a la cámara más versátil, completa, utilizada y a la que más accesorios admite,
es decir, a la SLR de 35 mm.
1.- Los objetivos.- Las SLR de 35 mm suelen venir con lo que se llama la lente u
objetivo estándar, que es el de distancia focal de 50 mm. Así pues, en los modelos de cámara
que permitan el intercambio de objetivos, que hoy día se puede decir que son todos, el resto de
los objetivos se pueden considerar accesorios, y es seguro que ningún aficionado tardará
demasiado en obtener alguno más.
De los objetivos hablaremos con más detalle más adelante, pero sí adelantaremos que
la diferencia principal entre ellos, es su distancia focal. Encontramos teleobjetivos,
(considerados como tales los de 75 a 300 mm, aunque los hay de 2000 mm), grandes
angulares, (14 a 40 mm), objetivos macro, o los de distancia focal variable (los zooms).
De los usos de todos ellos hablaremos, como hemos dicho, más adelante.
2.- Parasoles.- Son unos anillos anchos de metal o de goma cuya utilidad radica en
proteger al objetivo de luces parásitas que producirían aberraciones o reflejos en la imagen,
consiguiéndose con ellos mejores contrastes. Estos se acoplan a rosca, a bayoneta, o con
tornillos de presión. Al frontal del objetivo.
Han adquirido bastante popularidad los de goma retráctiles, pues además de poder
renunciar a su ayuda sin necesidad de desmontarlos, sirven también como protectores.
Algo a tener en cuenta a la hora de utilizarlos es el tipo de objetivo para el que están
hechos, pues si utilizamos un parasol para un objetivo de mucha distancia focal en un objetivo
con una distancia mucho menor, lo mas seguro es que terminemos con un marco negro en las
esquinas de la imagen.
Existen también lentes para acortar la distancia focal de los objetivos, lo que se
denominan convertidores afocales.
5.- Objetivos de ángulo recto.- Se utilizan para fotografiar en ángulo recto, es decir,
para fotografiar aquello que tengamos a nuestro lado sin que nadie se entere.
7.- Disparadores a distancia.- Los hay de cable, los cuales se adaptan al disparador
para accionarlos a distancia a través de un cable, y a control remoto, que funcionan por
infrarrojos o por ultrasonidos.
Es necesario en fotografía nocturna y en general para cualquier fotografía con poca luz,
para evitar las vibraciones que se producen al apretar el disparador a pulso.
Los más sencillos se limitan a imprimir la fecha y la hora en la imagen y los más
avanzados imprimen también datos del diafragma y obturador, hacen de autodisparador, y
otras muchas funciones más.
9.- Fundas, maletines, etc.- Imprescindibles para poder transportar el equipo con
seguridad. Últimamente no se suele incluir funda con muchas cámaras, pero es un accesorio
indispensable. Los maletines son útiles si llevamos varios objetivos, flash, etc.
10.- Trípodes.- Se utilizan como soportes de la cámara y son de gran ayuda no solo en
la fotografía con poca luz, sino también en la fotografía con teleobjetivo, en la fotografía macro,
y en general en cualquier caso en los que se utilice poca apertura de diafragma.
Un buen trípode debe tener articulaciones que nos permitan fijar la cámara e diferentes
posiciones, y es deseable que se pueda elegir la altura de las patas.
Existen también trípodes de bolsillo, muy utilizados con las cámaras compactas.
Una variante del trípode es el mono pié, muy utilizado en la fotografía deportiva o en
general de acción en los que hay que moverse con pesados objetivos.
Aplicando este concepto a una caja, se obtuvo la cámara más simple: la cámara de
dibujo o cámara sin objetivo, la denominada cámara estenopéica.
Al entrar la luz por un orificio pequeño (el “objetivo“ de esta cámara, el denominado
espenopo), solo una parte de esta llega a la pantalla o lo que es lo mismo, solo una porción de
la luz reflejada por el objeto que estamos “fotografiando”. Esto es lo que permite que se forme
una imagen más o menos nítida.
Como la luz sigue una trayectoria en línea recta, la imagen obtenida se invierte, y es
poco nítida debido a que la luz sigue divergiendo aún dentro de la cámara. Es además una
imagen tenue, por el pequeño tamaño del orificio.
Si se quiere construir una cámara estenopéica, no necesitamos más que una caja de
unos 16-17 cm y papel fotográfico. El agujero es mejor hacerlo, con una alfiler, sobre papel de
aluminio, colocado este a su vez sobre un agujero mayor realizado en la caja.
Aplicando esta fórmula obtendremos las medidas necesarias tanto de la cámara como
del diámetro del objetivo:
Pero para comprender bien el funcionamiento de estos, hay que repasar una serie de
conceptos:
Una lente es un objeto transparente cuyos lados pueden ser, los dos curvos, o uno
plano y otro curvo, y que hace que los rayos de luz que lo atraviesan converjan o diverjan de
forma regular. Las lentes se consideran positivas cuando hacen converger los rayos de luz, y
estas pueden ser biconvexas, plano convexas, o de menisco convergente. Las negativas son
las que hacen divergir los rayos y al menos uno de sus lados es cóncavo. Pueden ser
bicóncavas, planocóncavas y de menisco divergente.
Se denomina eje óptico o principal, de una lente u objetivo a la línea que pasa por los
centros de curvatura de las dos caras de la lente. El rayo de luz que pasa por estos centros de
curvatura, no sufre desvío alguno en su trayectoria, siguiendo el eje completamente.
Se llama foco principal o punto focal, al punto del eje óptico, situado en el plano
focal, donde se reúnen los rayos de luz cuando el objetivo está enfocado al infinito. El plano
focal es perpendicular al eje óptico y, llevado a la realidad, es la película.
La distancia focal del objetivo es importante porque es uno de los factores que
determinan el tamaño del objeto fotografiado en la imagen. Los objetivos de poca distancia
focal producen una imagen más pequeña, por ser más próxima.
Esta relación entre el tamaño del objeto fotografiado y el tamaño con el que aparece en
la imagen, se llama factor de ampliación. Este se calcula con la siguiente fórmula:
Pero el tamaño de la imagen esta también determinada por la distancia que existe
entre el objeto y la lente, pues esto determina la distancia de formación de la imagen. Cuanto
más cerca está el sujeto del objetivo, mayor ángulo de incidencia se da entre los rayos de luz y
la lente, haciendo que esta haga converger los rayos de luz más lejos del objetivo. El resultado
de esto, es una imagen más grande.
1.- Que fotografiemos un objeto lejano, es decir, que esté entre el infinito y la distancia
mínima de enfoque. Es el caso más común. Esto implica que esté a más de dos veces la
distancia focal del objetivo. En estos casos, la imagen se forma invertida, detrás del objetivo a
entre una y dos veces su distancia focal.
Esta es la razón por la que los objetivos de menos focal, tienen menor recorrido en el
anillo de enfoque, y es que necesitan menos movimiento de enfoque.
2.- Que el objeto esté en el infinito, muy lejano, en cuyo caso, como los rayos que
inciden en la lente son paralelos, la imagen se forma invertida y justo a la distancia focal del
objetivo.
3.- Fotografía a tamaño 1:1, es decir, cuando lo que estemos fotografiando aparezca en
la película al mismo tamaño que en la realidad. En estos casos el sujeto estará situado justo a
dos veces la distancia focal del objetivo, y lo mismo ocurrirá con la imagen formada, es decir, el
objeto y la imagen están a la misma distancia de la lente.
También se dan casos en los que el objeto esta situado entre una y dos veces la
distancia focal del objetivo, dándose una imagen mayor que la real, pero más que a las
cámaras, se aplica a proyectores y ampliadoras.
Esta zona útil es la que se llama cobertura del objetivo, y debe ser algo mayor que el
negativo, para evitar que aparezcan las mencionadas deformaciones en los bordes.
Este es el motivo por el que los objetivos están diseñados para un formato concreto, ya
sea para 35 mm, 70 mm, o 120 mm.
Por otro lado ya mencionamos que en función de la focal del objetivo, los objetos
aparecían en la película con un tamaño mayor o menor. Esto es lo mismo que decir que “entra”
más o menos objeto real dentro de la película.
A esta “cantidad de escena” que entra en la película cuando el objetivo esta enfocado
al infinito, se le denomina ángulo visual del objetivo.
El ángulo visual siempre se toma con respecto a la diagonal del negativo, se mide en
grados, y es independiente del formato de la película. En los objetivos estándar (50 mm) el
ángulo visual es de 45º, que viene a ser el mismo que el del ojo humano.
Alguna vez habremos observado cómo, al mirar por una mirilla, la imagen de la
persona que está fuera se deforma según esta acerca. Esto ocurre también al fotografiar
objetos. Cuanto más nos acerquemos a ellos, mayor perspectiva se creará.
Por otro lado, esta perspectiva se acentuará más, cuanto mayor sea el ángulo de visión
del objetivo en cuestión, es decir, a menor distancia focal, más efecto de perspectiva.
E) Tipos de objetivo
Aunque la forma más técnica de clasificar los objetivos sea seguramente hacerlo en
función de su funcionamiento, o quizá de su diseño óptico, aquí atenderemos más a la
funcionalidad de estos, y no nos pararemos a analizar todas y cada una de las distancias
focales disponibles, sino que agruparemos todas ellas en función de su utilidad.
El objetivo estándar es que suele venir con las cámaras al comprarlas, y es la que
mejor le sirve al principiante para practicar los fundamentos de la fotografía, y probar filtros
nuevos u otros accesorios.
La causa de que, por lo general, la gente se canse rápidamente de este objetivo es que
no es muy útil en dos de los temas preferidos por los fotógrafos: los paisajes, y el retrato.
El objetivo estándar es realmente útil con las naturalezas muertas, los bodegones, o los
detalles de objetos en los que queramos mostrar una textura, una sombra, etc. así como en las
Una gran ventaja que presentan es su gran capacidad óptica, que se seguramente
mejor que la de cualquier otro objetivo equivalente a cualquier apertura. Es de utilidad, por
tanto , en trabajos que requieran gran apertura.
El grupo de lentes que se conoce como “gran angular” son aquellas cuyas longitudes
focales son, aproximadamente, entre 40 y 14 mm. Para el formato medio, serían las de entre
35 y 65 mm, y para gran formato, entre 65 y 135 mm.
En esta gama hay varios tipos, cuyos nombres son confusos. Se oye hablar de
objetivos superanchos, ultraanchos, extraachos, grandes angulares extremos, moderados...
Ninguna de estas denominaciones esta totalmente implantada, pero, para el formato de 35 mm,
se suele decir que son grandes angulares moderados los objetivos de entre 48 y 28 mm de
focal, y ultraanchos los de menor focal.
Al permitirnos trabajar muy cerca del objeto a fotografiar, los objetos en primer plano
aparecen enormes, mientras que los distantes aparecen miniaturizados, como perdidos en el
fondo. Las líneas que convergen aparecen empinadas, las escalas se distorsionan, y aparecen
más enfatizados los colores cercanos.
Se entiende por tales los objetivos con focales de entre 75 y 300 mm, aunque existen
teleobjetivos de hasta 2000 mm. (esto para el formato de35 mm). En el formato medio, se
empiezan a considerar teleobjetivos las lentes de alrededor de 150 mm.
Sus ángulos de visión oscilan entre 28º y los tan solo 3.5º que tiene un 1000 mm.
Otro problema a tener en cuenta es el bajo contraste que se obtiene con estos
objetivos, pues tienden a captar luz ultravioleta, por lo que es útil el uso de un parasol y un filtro
ultravioleta.
Por último, vigilar los movimientos bruscos y las vibraciones, y más cuanto mayor sea
la focal del objetivo utilizado, pues es fácil obtener imágenes movidas.
Estos se han vuelto muy populares, pues ofrecen gran flexibilidad y numerosas
ventajas sobre las lentes de focal fija. Una ventaja muy valiosa es la posibilidad de poder
componer con precisión, llenando el cuadro.
Existen muchas versiones que cubren entre los 19 y los 600 mm, pero los más
populares sin duda son los que cubren el gran angular moderado, la lente estándar y el
teleobjetivo corto, es decir, el 28-80 mm, que es el que viene incorporado con muchas
cámaras. Otras versiones populares son el 70-200 mm, o el 400-600 mm. Aquellos que tienen
una diferencia menor entre la longitud mínima y máxima, tienden a ser más rápidas y ofrecen
menos distorsión en las posiciones extremas.
Desde que se utilizan los zoom con vidrios de baja dispersión, la pérdida de calidad de
la imagen con respecto a las lentes fijas, ha desaparecido.
El uso del zoom ha dado lugar a dado lugar a nuevas técnicas como la de arrastrar el
zoom mientras se dispara para conseguir un efecto de dinamismo, de movimiento, al aparecer
como rayos que irradian desde el centro de la imagen hacia fuera. Al utilizar esta técnica, los
zoom gran angulares o de distancia focal corta, producen el efecto más en los bordes del
cuadro, mientras los zoom teleobjetivos pueden producir efectos con muchos más contrastes y,
por tanto, más espectaculares.
Las lentes anteriormente descritas son excelentes para la fotografía general, pero
cuando se tienen necesidades más especiales, como ángulos de visión extremos, primerísimos
planos, manipulación de la perspectiva, etc., es necesaria la utilización de objetivos especiales.
En esta categoría encontramos las lentes macro, los ojos de pez, las de cambio de
perspectiva o las de espejo, entre otras, aunque estas son las más utilizadas.
En cuanto a las lentes de espejo, son realmente teleobjetivos, pero con un diseño
catadióptrico, es decir, la trayectoria de la luz es quebrada por espejos, haciendo posible un
menor tamaño del objetivo. Como inconvenientes, su apertura fija y su fragilidad.
Por último, las lentes de ojo de pez se caracterizan por su gran ángulo de visión, de
hasta 180º, y lo que atrae de ellas es la distorsión tan drástica que produce. El entorno
fotografiado es barrido hacia atrás en un circulo cerrado, los objetos cercanos aparecen como
si hubiesen retrocedido. En cuanto a las líneas, los cuadrados toman forma casi esférica, las
líneas rectas se aloman y los círculos se vuelven elipses.
F) Aberraciones
A la hora de formar la imagen, los objetivos pueden presentar una serie de defectos o
aberraciones, de las cuales las más comunes son:
Esto, cuando se fotografía en color con grandes teleobjetivos, da lugar a una banda
irisada que contornea los objetos, pues cada color forma una imagen de distinto tamaño.
Existen objetivos que hacen converger los colores del amarillo al azul, haciendo
desaparecer esta aberración casi completamente, y se denominan acromáticos. Los que
además corrigen los tonos rojos se denominan apocromáticos.
2.- Aberración esférica.- Está causada por la curvatura de las lentes, que hace que
los rayos que inciden más cerca de los bordes, converjan más cerca del objetivo que el resto,
lo cual afecta a la nitidez de la imagen.
Los objetivos que corrigen esta aberración lo hacen combinando lentes con un radio de
curvatura no constante, y se les llama objetivos asféricos.
Una prueba eficaz para comprobar si un objetivo tiene este defecto es enfocar una reja
metálica.
4.- Aberración de gota o de coma.- Esta se da en casos en los que los rayos
luminosos que convergen oblicuamente en el plano focal, no lo hacen en el lugar que les
correspondería.
Para comprobar la existencia de esta aberración, vasta con fotografiar un foco luminoso
en el borde de la imagen y comprobar si este adquiere forma de gota, o de coma.
Los objetivos que corrigen este efecto se denominan aplanáticos y corrigen también la
aberración esférica.
Tras ello en ocasiones se indica el modelo o la serie a la que pertenece. Las series
suelen ser de una letra o dos a lo sumo (E, AI,...).
Esto viene seguido a veces de una serie de siglas que indican su rendimiento o el
tratamiento de sus lentes. Siglas utilizadas comúnmente son:
• SMC, que significa Super Multi Coated (multirevestido). Esto indica que los
vidrios están revestidos de una serie de sales que incrementan su poder de
transmisión y evitan ciertos efectos indeseables.
• APO, que indica que se trata de un objetivo apocromático, que como ya
indicamos, corrige la aberración cromática producida incluso por los tonos
rojos.
Por último suele venir indicada la distancia focal del objetivo, en milímetros, seguida de
su máxima luminosidad, o lo que es lo mismo, el máximo diafragma utilizable.
Sobre este último dato de la luminosidad del objetivo conviene extenderse algo más,
pues es importante para conocer una de las limitaciones principales de los objetivos.
Que un objetivo consiga una mayor o menor luminosidad, depende de dos cosas:
2.- Del diámetro del haz de luz que entra por el objetivo, lo que vendrá condicionado
por su diseño más o menos ancho y su construcción. A este diámetro de haz de luz que entra
en el objetivo con le diafragma totalmente abierto se le llama apertura efectiva.
Los objetivos más luminosos suelen ser más anchos, y sus números f/ son menores. Al
tener lentes más grandes, son siempre, además, más caros.
Así, un objetivo de 400 mm con una apertura de 100 mm, tendrá la misma luminosidad
que un objetivo de 200 mm con un apertura efectiva de 50 mm, pues en ambos casos la
relación es de ¼, que se representa como f/4.
El diafragma, originariamente no era más que unas laminillas con agujeros de distintos
diámetros, pero actualmente es un mecanismo denominado diafragma de iris, que se compone
de varias laminillas que se van cerrando hacia el centro en forma más o menos circular
f/1 - f/1,4 - f/2 - f/2,8 - f/4 - f/5,6 - f/8 - f/11 - f/16 - f/22 - f/32 ....
En esta escala, como ya dijimos antes, un menor número f/, indica una mayor
luminosidad.
Pero el diafragma no solo tiene como función el control dela iluminación, sino que
también define la profundidad de campo.
Cabe señalar que la profundidad de campo no se reparte igual por delante y por detrás
del objeto enfocado, sino que viene a darse 1/3 desde el punto de enfoque a la cámara, y 2/3
desde el punto de enfoque hasta el infinito.
1.- La distancia a la que se encuentra el objeto, pues cuanto más lejos enfoquemos,
más profundidad de campo existirá.
2.- La distancia focal del objetivo, pues a mayor distancia focal, menor profundidad de
campo. De ahí la idoneidad de los objetivos cortos para los paisajes y de los largos para los
retratos.
3.- La apertura del diafragma, pues cuanto más abramos el diafragma (menor número
f/), más profundidad de campo perderemos. Los diafragmas cerrados (mayor número f/),
estrechan el cono de luz que entra por el objetivo, por lo que la zona nítida se amplia.
La técnica por la que se enfoca el objeto que queremos desenfocando el resto para
resaltarlo se llama enfoque selectivo, y será más fácil llevarla a cabo con un teleobjetivo,
enfocando a un objeto lejano con una gran apertura de diafragma.
B) La distancia hiperfocal
La distancia hiperfocal se define como la distancia que existe entre el objetivo y el
primer punto nítido que aparece cuando se enfoca al infinito. Enfocando a esa distancia se
consigue la mayor profundidad de campo para una apertura de diafragma concreta, de ahí la
importancia que tiene para el fotógrafo conocerla.
Un buen uso de esta distancia nos permitirá, por ejemplo, no preocuparnos por llevar a
cabo un enfoque excesivamente preciso, obteniendo buenos resultados, lo cual es muy útil
cuando el tiempo para disparar apremia.
Las cámaras compactas, así como las de usar y tirar, que no tiene mecanismo de
enfoque alguno, lo que tienen es un objetivo corto, un gran angular, enfocado a la distancia
hiperfocal, con un diafragma fijo, cerrado a f/11 o f/16, con lo que cumple con todas las
exigencias para conseguir la mayor profundidad de campo posible. De hecho, suelen cubrir
entre 1,5 metros y el infinito.
C) El obturador
El obturador es el mecanismo que se ocupa de controlar el otro factor influyente en la
luminosidad de la imagen: el tiempo de exposición a la luz.
Cuando los tiempos de exposición eran grandes, la propia tapa del objetivo valía para
hacer las veces de obturador, pero según se fueron acortando aquellos, hubo que ir inventando
mecanismos más rápidos complejos. Hoy día existen dos tipos de obturadores, ambos por lo
general controlados electrónicamente.
Estos encarecen mucho los objetivos, y estos no se pueden intercambiar si hay película
puesta, pues se velaría, aunque tienen como ventaja que sincronizan con el flash a todas sus
velocidades. (Aunque no suelen pasar de 1/500 de segundo).
Por otro lado tenemos el obturador planofocal, que es el más extendido y avanzado.
Es el que llevan todas las cámaras SLR de 35 mm. y la totalidad de los demás tipos de
cámaras de 35 mm.
Este sistema sincroniza con el flash hasta solo 1/250 de segundo, aunque con luz
continua pueden sincronizar a velocidades de hasta 1/8000 de segundo, pero tiene la ventaja
de que sí se pueden intercambiar los objetivos en cualquier momento, ya que la posición de
reposo de las laminillas es cerrado, y como el obturador se encuentra en el cuerpo de la
cámara, no hay problema.
El problema de sincronización con el flash del que tanto estamos hablando se da con
las velocidades de obturación altas, en cuyo caso, como hemos explicado antes, el espacio por
el que llega la luz a la película se limita a una pequeña franja entre las dos cortinillas. Teniendo
en cuenta que el destello de un flash no dura más que entre 1/1000 y 1/60000 de segundo,
cuando este es la fuente de luz, no da tiempo a que esta llegue a la totalidad de la película.
El resultado de lo explicado es un fotograma casi negro con tan solo una franja
expuesta correctamente.
En uno de estos valores a veces aparece una X, que indica la velocidad máxima de
sincronización con el flash.
Si se observa esta escala es notable que sucede como con la escala de aperturas,
pues cada valor es aquí también el doble del siguiente y la mitad del anterior.
D) La exposición
La exposición de una imagen, como ya sabemos, viene condicionada por la cantidad
de luz que llega a la película, y por el tiempo que esta se haya expuesta a dicha luz.
Sabemos también que las herramientas de que disponemos para controlar los
parámetros mencionados son el diafragma, para controlar la apertura, y el obturador, para
controlar el tiempo de exposición.
Muy al comienzo de este curso dejamos ya claro que para una misma exposición
podíamos optar por diferentes combinaciones de aperturas y velocidades. Así, tiene el mismo
valor una apertura f/11 a 1/60, que f/8 a 1/125, que f/5.6 a 1/250, que f/4 a 1/500, etc. Con esto
queremos que se entienda bien que la exposición correcta no es una combinación concreta de
diafragma y velocidad.
La tarea del fotógrafo, por tanto, no es más que decidir cuál de estas combinaciones es
la más acertada para aplicar a la imagen que tiene delante con el fin de expresar o mostrar lo
que se proponga.