Programa Mosaico

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 41

Programa Mosaico:

Unidad I:
1. El contrato en Roma: concepto. Clasificación: a) verbales: nexum y sponsio. Stipulatio. Dictio dotis.
Promissio iurata liberti. b) literales: nomina transcriptitia. Chirographa y singrapha. c) reales:
comodato, mutuo, depósito y prenda. d) consensuales: compraventa, locación, sociedad y
mandato.
El contrato en Roma: En las fuentes de las obligaciones en el derecho romano son los hechos y
actos jurídicos susceptibles de engendrar relaciones obligacionales.
Gayo en sus institutas fue el primero en clasificarlas de forma bipartita, afirmando que las
obligaciones nacen de un contrato o de un delito.
Agregó a su clasificación bimembre un conjunto de figuras indeterminadas que llamó «varias
especies de causas». Justiniano explicitó algunas de estas figuras, a las que llamó cuasicontratos
por su cercanía a los contratos, y cuasidelitos por su parecido con los delitos; con lo que dio
origen a la clásica cuatripartición justinianea.
Pietro Bonfante nos ilustra al definirlo como «el acuerdo de dos o más personas con el fin de
constituir una relación obligatoria reconocida por la ley».
Mientras que convención y pacto eran equivalentes, convención y contrato no eran sinónimos,
sino que existía una relación de género a especie, no todo acuerdo de voluntades era contrato,
sólo el convenio al que la ley le atribuía el efecto de engendrar obligaciones civilmente exigibles,
protegidas por una acción que le daba eficacia obligatoria.
Posteriormente, el pacto se utilizó para designar aquellas relaciones que se diferenciaban del
contrato por carecer de acción y luego se fue asimilando al contrato cuando se le fueron
otorgando acciones para exigir el cumplimiento de las o ligaciones que de ellos derivaban.
El antiguo derecho sólo conoció un número reducido de contratos, ya que las relaciones
económicas eran escasas y cada paterfamiliae debía ser libre respecto de los demás.
Clasificación: Gayo formuló una clasificación de los contratos, en las Institutas hallamos cuatro
posibles formas de obligarse:
A. VERBIS: los que nacían en forma automática de las palabras rituales solemnes (consagradas por
el uso) intercambiadas entre las partes.
B. LITTERIS: los que nacían por las letras o menciones escritas, o por una inscripción hecha según
ciertas formas en los libros de contabilidad del paterfamiliae.
C. RE: los que nacían por la entrega o dación de una cosa.
D. CONSENSU: los que nacían por el consentimiento, sin necesidad de formalidad alguna.
Eran formales, al celebrarse en una determinada forma prescripta por la ley, rito o solemnidad sin
el cual no tenían ningún valor, los contratos verbales y los literales; mientras que eran no formales
los contratos reales y los consensuales.
Eran unilaterales si creaban obligaciones para una sola de las partes y bilaterales, recíprocos o
sinalagmáticos, si engendraban obligaciones para ambas partes por ej: compraventa, locación). A
su vez, para los comentaristas, los sinalagmáticos podían ser perfectos, si necesariamente
originaban obligaciones para ambos contratantes (por ej.: compraventa, locación, sociedad); o
imperfectos, si generaban obligaciones para uno solo de los contrayentes desde que se ha
formado el contrato, y eventualmente surgían para el otro (por ej.: comodato, depósito, prenda,
mandato).
Eran a título oneroso cuando acordaban ventajas a cada una de las partes en virtud de las
prestaciones que hacían o se obligaban a hacer; y a título gratuito si aseguraban un beneficio sin
retribución alguna de su parte para con la otra. Por ende, en la práctica la totalidad de los
contratos sinalagmáticos eran onerosos, mientras que los unilaterales eran gratuitos u onerosos.

Los contratos eran de derecho civil, si sólo podían ser celebrados por ciudadanos romanos:
NEXUM, SPONSIO, NOMINA RANSCRIPTICIA A RE IN PERSONAM; o del derecho de gentes si
podían celebrarse entre romanos y extranjeros o solamente entre extranjeros: STIPULATIO,
NOMINA TRANSCRIPTICIA A RE IN PERSONAM, contratos reales y consensuales.
A) verbales: nexum y sponsio. Stipulatio. Dictio dotis. Promissio iurata liberti. Eran aquellos de
carácter oral, y se perfeccionaban por el pronunciamiento de palabras solemnes, las que debían
sujetarse a los esquemas legales, sin alteración. Esto se realizaba mediante una pregunta y una
respuesta. Los contratos litteris eran:
a. FORMALES: al requerir determinada forma para su validez;
b. UNILATERALES; ya que las obligaciones a las que daba nacimiento sólo quedaban a cargo del
sujeto pasivo;
c. DE DERECHO ESTRICTO
El NEXUM y la SPONSIO como dos antiguas formas de contratar, nacieron al amparo del derecho
quiritario.
El NEXUM, voz que deriva del término nectere, que significa «digan»; es el más antiguo de todos
los contratos que existieron en Roma. Es seguro que se trataba de un negocio solemne mediante
el procedimiento del cobre y la balanza, en presencia de cinco testigos ciudadanos y púberes. Al
mismo tiempo se pronunciaba la declaración del acreedor, que determinaba el alcance del acto y
fijaba el límite de la responsabilidad del deudor, por la que el acreedor solicitaba a éste
conformidad con la operación, a lo que el deudor respondía en forma afirmativa.
Se aplicó como un procedimiento para asegurar o garantizar el cumplimiento de obligaciones
asumidas por el deudor.
Si no se saldaba la deuda, las consecuencias eran muy rigurosas para los nexi, ya que se sometía al
deudor a la manus iniectio, que colocaba al nexus en un estado de sumisión muy semejante al de
las personas colocadas in mancipio por razón de sus delitos; el acreedor podía encadenarlo y
tratarlo como un esclavo.
Era un contrato de derecho civil unilateral, al crear obligaciones sólo para el deudor; solemne por
las formalidades de que estaba revestido; se extinguía por la NEXI LIBERATIO, contrario acto del
NEXUM.
La LEX POETELIA PAPIRIA concedió libertad a todos los NEXI, hizo desaparecer los efectos
rigurosos del NEXUM, prohibió encadenar a los deudores, acentuó el carácter patrimonial de la
obligación, y la garantía pasó a ser el patrimonio del deudor y no su cuerpo. Paulatinamente cayó
en desuso y fue desapareciendo, sustituyéndoselo por el mutuo.
La SPONSIO era un contrato formal y solemne, reservado a los ciudadanos romanos, que
pronunciaban las fórmulas juramentadas, lo que se explica por su origen religioso, ya que su
incumplimiento estaba penado con sanciones sacras de la divinidad. Su origen radicaría en una
simplificación de las formas del NEXUM o bien un juramento religioso ante el altar de Hércules.
Se exigía, el uso del latín y el verbo SPONDERE como la presencia de los contratantes. La
formalidad verbal fue severa, consistiendo en una pregunta seguida de una respuesta
absolutamente coincidente en todos sus términos; así, el vínculo obligatorio quedaba
formalizado.
En un principio sólo cumplió funciones de garantía, y se la habría empleado tanto en relaciones
jurídicas de derecho público y derecho privado.
La ESTIPULACIÓN es una promesa unilateral oral, de derecho estricto, de realizar una prestación a
instancias de una pregunta realizada por quien va a resultar acreedor al futuro deudor; surgió
como una simplificación del NEXUM y se ha sostenido a la SPONSIO como su antecedente.
Fue el contrato más utilizado en la época clásica, y el preferido en el comercio, por la sencillez y
simplicidad de sus formas y su forma para amoldarse a las circunstancias más variadas.
El requisito fundamental era la unidad del acto de modo que las dos partes debían estar presentes
la pregunta y la respuesta realizarse oralmente, y sucederse inmediatamente en el tiempo sin
interrupciones, defectos que privaban de efectos jurídicos al acto, lo cual se descarta también el
acuerdo entre ausentes y obviamente, la participación de sordos, mudos y sordomudos e
infantes.
Las fórmulas eran latinas Las palabras proferidas debían ser las correspondientes, y no otras; se
respondía con el mismo verbo con el que se preguntaba; de lo contrario, no surtían efecto y el
negocio era nulo. Con el tiempo pudieron ser realizadas en lengua griega, incluso otro idioma en
tanto ambos estipulantes lo entendieran por sí, o por medio de intérpretes y sin ser necesario que
ambos usen la misma lengua.
Con el tiempo el contrato se hizo accesible a los extranjeros. El verbo spondere quedó reservado
para los ciudadanos romanos; si los extranjeros se servían de él, celebraban una estipulación
inútil.
En el período clásico se admitió que fuera acompañado de un documento escrito que sirviera de
elemento probatorio, con lo que fue naciendo la stipulatio escrita. En el período postclásico, se
convirtió en un contrato escrito, al presuponer esta forma el emperador León I, en una
constitución permite la libertad en cuanto a las palabras usadas, bastando el entendimiento de
ambas partes.
Justiniano le dio plena fe al documento escrito que solo podía acatarse demostrando que durante
todo ese día una o ambas partes no habían estado en el lugar indicado. Se presumía la presencia
de las partes mientras mediante escritos o testigos calificados. Se llegó a admitir respuestas no
inmediatas siempre que se produjesen en el mismo día y sin que se hubiese atendido otro
negocio y se admitió que el estipulante se retirase, volviese luego y recibiera entonces la
respuesta. Se permitió que un hijo sometido a potestad o un esclavo actuaran como STIPULATOR
para su padre o dueño y como PROMISSOR en las estipulaciones pretorianas.
De la STIPULATIO nacía la acción que surge de lo estipulado. Se ejercía mediante el procedimiento
formulario que podía ser con fórmula cierta cuando la cuantía de la obligación estaba claramente
expresada, con fórmula incierta, cuando no lo estaba, o la obligación era de no hacer. Se ejercía
una condición de una suma determinada de dinero, si ése era el objeto de la obligación: una
condición relativa al trigo o a una cosa cierta si se trataba de una cantidad de cosas determinadas
o de una cosa cierta. En el derecho imperial, se le otorgó al deudor la EXCEPTIO NON NUMERATAE
PECUNIAE cuando se hubiera obligado a un préstamo que no había hecho efectivo.
Se trataba de un negocio abstracto, sin importar su causa jurídica, se podía accionar sin probarla.
Luego se permitió al demandado oponer excepción de dolo, al promitente demandado por causa
injusta. Con la escritura, la vinculación con la causa fue cada vez mayor, si ella figuraba en el
documento había que probarla previamente. Con el derecho bizantino ya no se exigió prueba de
la causa.
La estipulación fue una manera general de contratar, podía sujetársela a plazo o a condición; y
asegurársela con una cláusula penal que servía para asegurar el cumplimiento de una obligación
evitando al acreedor la prueba del perjuicio sufrido.
El ADSTIPULATOR era un acreedor accesorio que gozaba de la confianza del acreedor principal
para el cobro de su crédito (por ej.: si debía ausentarse), a quien, al realizarse la stipulatio el
deudor prometía la misma prestación inmediatamente después. La obligación con este segundo
acreedor era accesoria, por lo que podía ser menor o igual a la principal. Si el adstipulator
traicionaba la confianza depositada en él produciendo la ACCEPTILATIO de la deuda, respondía
con una multa prevista en la LEX AQUILIA.
La promesa de dote, era una declaración solemne de dote dirigida a asumir el compromiso de
proveer la dote y especificar los bienes constituyentes de la misma, en presencia del futuro
marido.
Era una forma particular de constitución de la dote, que sólo podía ser hecha por la misma mujer
que iba a contraer matrimonio si era sui iuris y con la auctoritas de su tutor, o por su pater, o por
un deudor de ella y por su orden. No podía ser hecha por la hija de la familia.
Se concertaba con una sola persona llamada promitente, que enunciaba una fórmula solemne sin
interrogación previa. Hacía mención de las cosas dotales. No hacía falta aceptación expresa del
futuro marido. En caso de que faltase a la promesa, el deudor podía ser perseguido para obtener
la ejecución de la obligación.
Si se efectuaba por medio de la stipulatio se conocía como promissio dotis, que podía ser
formulada por cualquiera.
La promesa jurada o juramentada del liberto el liberto promitente se comprometía a efectuar
determinadas obras o prestar determinados servicios en favor de su patrono y en su presencia.
Luego del juramento obligatorio de carácter religioso prestado antes de la manumisión del
esclavo. Los romanos no concebían exigible el primer juramento prestado por un hombre que
todavía no gozaba de la libertad, de renovaba con un segundo juramento.
Para exigir su cumplimiento el patrono contó con la ACTIO OPERANUM para exigir una suma de
dinero equivalente a los servicios prometidos y no prestados, consistentes en los jornales de los
días no trabajados.
B) literales: nomina transcriptitia. Chirographa y singrapha.
Eran aquellos que se perfeccionan por medio de la escritura, fue su elemento esencial y
constitutivo. El dinero era tenido por pesado y entregado, en virtud de un escrito. Estor eran:
a. formales, determinada forma para su validez;
b. unilaterales, obligaciones para una sola de las partes;
c. de derecho estricto; en caso de pleito, debía estarse a la letra del contrato.
Los créditos transcriptos nacieron de la costumbre de los patresfamiliae de llevar anotaciones en
borradores o apuntes que en forma mensual se trasladaba a un libro de contabilidad, con las
entradas, tanto en dinero como en especie, y las salidas en columnas separadas. Solían llevar otro
libro en el que anotaban los vencimientos y el curso de los intereses del dinero prestado.
Fueron cayendo en desuso; pero, sobrevivió sólo en los banqueros como en los comerciantes.
De eficaces medios de prueba en juicio pasaron a ser un instrumento de novación, sin requerir la
presencia de las partes. Asumieron una doble forma: para realizar una novación objetiva, cuando
las partes utilizaban el contrato literal para transformar en obligación literal una obligación de
otra naturaleza mediante el procedimiento de la doble anotación en el registro, o se novaba una
obligación de buena por una de derecho estricto cuando se sustituía un deudor por otro,
produciendo una novación subjetiva.
Fue una institución del derecho civil, y por lo tanto no accesible a los peregrinos, tenía por objeto
una cantidad cierta de dinero por lo que daba lugar a la CONDICTIO. No se podía someterlo a
condición.
Gayo estipula que los peregrinos podían obligarse LITTERIS por los CHIROGRAPHA y los
SYNGRAPHA, documentos o escrituras de deuda de origen griego, ya que los griegos fueron muy
afectos a la forma escrita.
El quirógrafo documento único firmado por el deudor y sellado con su anillo, que probaba el
negocio realizado por las partes y quedaba en poder del acreedor. Era un instrumento
estrictamente probatorio y sirvió para describir una stipulatio.
El singrafo se redactaba en tercera persona, se extendía en doble ejemplar que suscribían las
partes y cada uno conservaba uno de ellos, y ante testigos, también tenían que firmar al pie del
documento. El documento se erigía en causa de la obligación, existiera la deuda o no, ya que el
deudor la reconocía solemnemente. En el imperio desaparecieron.
Subsistieron los quirógrafos y se vio la aparición de la querella de dinero no cobrado o contado ni
entregado, en defensa contra el acreedor inescrupuloso que amparaba al deudor si el documento
probara una entrega de dinero que no se hubiera hecho efectiva, por un plazo dos años por
Justiniano, el documento inatacable y eficaz. Reconocido por el derecho justinianeo como una
obligación genérica.
C) reales: comodato, mutuo, depósito y prenda. Los contratos reales se perfeccionan por un
hecho positivo consistente en la entrega o tradición de la cosa en propiedad, en simple posesión o
tenencia, a uno de los contratantes con la obligación de que éste restituya en el tiempo
convenido.
Se llama comodato al contrato real sinalagmático imperfecto y gratuito, donde una persona
llamada comodante entrega en nuda traditio a otra llamada comodatario una cosa no consumible
como mueble o inmueble, para que la use en forma gratuita, debiendo devolverla luego de
cumplido el plazo convenido. Si no lo hubiere, debe restituir la cosa al primer requerimiento de la
contraparte.
A diferencia del mutuo, el comodante no adquiere la propiedad ni la posesión de la cosa sino su
mera tenencia lo cual no goza de los interdictos posesorios. Esto hacía que pudiera andar en
comodato también el arrendatario, el usufructuario y aún el que hubiera Hurtado la cosa, todos
los cuales no eran lógicamente propietarios de la cosa.
Podían ser objeto las cosas muebles o rara vez las cosas inmuebles. En principio debían ser no
consumibles y no fungibles. Se admitió que el contrato verse sobre una cosa consumible en
ciertos casos, como una botella de vino o monedas, si lo único que se pretendía era ostentarlas
Comodatario debía usar la cosa en un modo normal o teniendo en cuenta lo convenido. Si le daba
un uso distinto al convenido, incurría en el delito de hurto. Estaba obligado a devolver la misma
cosa dada en préstamo en el tiempo y en modo convenidos, con todas las accesiones y frutos.
El comodatario gozaba del ACTIO COMODATI INVERSA para reclamar del comandante el pago de
los gastos realizados para mantener la cosa, así como por los perjuicios por habérsele entregado
una cosa defectuosa. Para su reembolso gozó del derecho de retención de la cosa dada en
préstamo.
El mutuo era un contrato real unilateral, no formal y de derecho estricto en donde una persona
llamada mutuante entrega a otra llamada mutuario una determinada cantidad de cosas
consumibles o fungibles en propiedad, obligando éste a devolver otro tanto del mismo género y
cantidad. La mayoría de las veces versa sobre dinero y en menor medida sobre otras cosas
fungibles como por ejemplo los cereales, el vino etc.
Pero a veces no era necesaria la entrega de la cosa, como, por ejemplo, si una persona tenía una
suma de dinero de otra, y esta la autorizaba retenerla y gastarla.
No se debían intereses a menos que se hubieran convenido. Si los intereses eran impuestos por
un simple acto coma nacía por ellos una obligación natural. Luego el pacto por los intereses fue
eficaz si el préstamo era en especie, o hechos por el fisco y las ciudades, o por los banqueros, para
los que Justiniano decidió que se les debían intereses independientemente de todo convenio.
Para lograr la devolución de lo prestado, en mutuante gozaba de la CONDICTIO CERTAE REI
PECUNIA si se trataba de una suma de dinero, y de la CONDICTIO CERTAE REI trataba de otras
cosas fungibles.
Por un senadoconsulto Macedoniano, se prohibió el contrato de mutuo de dinero, si el mutuario
era un hijo de familia cualquiera que fuera a su edad o estado. Si el contrato Igualmente se
celebraba, el pretor denegaba la acción o concedía al demandado la EXCEPTIO CENATUSCONSULTI
MACEDONIANI a los fines de paralizarla. Sí el mutuario devolvía el dinero la obligación se
consideraba natural, y no podía repetir lo pagado. No era oponible la excepción cuando el FILIUS
se hacía pasar fraudulentamente por SUI IURIS; o si poseía un peculio castrense o cuasi castrense;
cuando el PATER había consentido expresa o tácitamente el préstamo; o si lo ratificaba u obtenía
beneficio de él; cuando el prestamista por un error excusable creía contratar con un
PATERFAMILIAE; y finalmente si el FILIUSFAMILIAE se convertía en SUI IURIS y reconocía la deuda,
expresa o tácitamente.
El depósito es el contrato real, gratuito, sinalagmático, imperfecto y de buena fe donde una
persona llamada depositante, entrega a otra llamada depositario, una cosa mueble para que la
guarde, obligándose a devolverla cuando el depositante reclame.
Como en el comodato, el depositario es mero tenedor de la cosa, pero no puede usarla en ningún
caso, sino que debe custodiarla, hasta que el depositante se la reclame, o vencido el plazo, si este
se hubiera convenido.
En principio era un contrato gratuito, aunque en el derecho justinianeo se permitió la retribución
de una pequeña suma. El depositario respondía solo por el dolo, aunque en el derecho posterior
se admitió una responsabilidad por culpa lata punto respondía por la culpa leve si así se convenía.
El depositante contaba con la ACTIO DEPOSITI DIRECTA para la restitución de la cosa, creada IN
FACTUM por el pretor y con carácter infamante. El derecho Imperial la convirtió en IN IUS EX FIDE
BONA. El depositario tenía una ACTIO DEPOSITI CONTRARIA para obtener lo que había gastado en
mantener la cosa, y por los daños que hubiera sufrido.
Varias figuras de depósito:
a. DEPÓSITO REGULAR
b. DEPÓSITO IRREGULAR: En la época posclásica se facultó al depositario a consumir el dinero u
otros objetos fungibles que se le habían confiado, y luego devolver otro tanto, lo que en la época
clásica fue concebido como un mutuo, que luego se diferenciaría en que se daba en interés del
depositante.
c. DEPÓSITO NECESARIO, CALAMITOSO O MISERABLE: Es el que tiene lugar cuando en el caso de
una catástrofe, el depositante no tiene mayores alternativas para elegir al depositario. Por ello se
lo juzgaba más severamente, ya que, si existía dolo en el depositario, respondía por el doble, y
podía reclamarse a sus herederos si también hubiesen cometido dolo. Si el dolo era sólo del
causante, respondía por el valor simple.
d. SECUESTRO: cuándo se entrega una cosa litigiosa a una de las partes o a un tercero que, debía
ser restituido una vez dilucidado el pleito. En este caso el secuestratario, tenía la POSSESSIO AD
INTERDICTA, por lo que contaba con los interdictos en caso de que alguien lo perturbase o le
arrebatase la cosa. A su vez, su obligación de restituir podía forzarse por medio de la ACTIO
SEQUESTRATARIA.

La prenda es el contrato real, sinalagmático imperfecto y de buena fe, donde un deudor llamado
pignorante como garantía del pago de su obligación, entregaba al acreedor, llamado pignoratario,
la tenencia de una cosa corporal, con la obligación de quien la recibía de conservarla y restituirla
cuando el crédito se hubiera satisfecho.
Se entregaba al acreedor pignoraticio la cosa en posesión, que podía ser defendida por los
interdictos posesorios. No podía usar la cosa, con pena de FURTUM USUS. Respondía por la
conservación de la cosa prendada hasta la culpa leve, y debía restituirla con todas las accesiones y
frutos producidos, a no ser que estos hubieran sido computados a cuenta de intereses y del
capital del crédito garantizado. A su vez, el acreedor prendista podía exigir del pignorante el pago
de los gastos necesarios para la conservación de la cosa prendada.
Por lo tanto, si el deudor pagaba la prenda contaba con la ACTIO PIGNORATICIA para recobrar la
cosa prendada.
Si no pagaba, el acreedor se quedaba con la cosa, si existía un pacto comisorio. Si mediaba un
PACTUM VENDENDI, el acreedor debía subastar la cosa y devolver al deudor lo que sobraba una
vez satisfecho el monto de la deuda, lo que podía demandarse por la ACTIO PIGNORATICIA. El
pignoratario, tenía la ACTIO PIGNORATICIA CONTRARIA.

D) consensuales: compraventa, locación, sociedad y mandato. Son aquellos que se perfeccionan


por el mero consentimiento de las partes, con independencia de la forma de manifestación de
aquella voluntad, sin que sea necesaria formalidad alguna, ni verbal ni escrita, como tampoco
ningún otro requisito o elemento.
En tanto las formas, fue la que prevaleció en todas las categorías de contratos, durante la época
clásica, únicamente tuvo valor el solo consentimiento como elemento constitutivo, suficiente para
dar nacimiento a obligaciones protegidas por acciones civiles en un reducido número de cuatro
contratos.
La compraventa era el contrato consensual bilateral o sinalagmático perfecto, oneroso y de buena
fe por medio del cual una persona llamada vendedor, se obligaba a transmitir la posesión de una
cosa, asegurando su pacífico uso y goce a otra llamada comprador, que se comprometía a abonar
por ella un precio consistente en una suma de dinero.
Fue un instituto del derecho de gentes que fue reemplazando a la MANCIPATIO propia del
derecho civil, y por ello reservada a los ciudadanos romanos. Las partes debían ser capaces de
obrar. El derecho romano contempló incapacidades especiales para comprar o vender para ciertas
personas, en circunstancias particulares;
1. los tutores y curadores respecto de los bienes de sus pupilos;
2. los padres respecto a los bienes de los hijos, con excepción de los que conformaban el peculio
castrense o cuasi castrense;
3. y el gobernador de provincia de adquirir inmuebles en el territorio en que cumplía funciones,
mientras se mantuviera en el cargo.
En la época postclásica se comenzó a utilizar documentación escrita. Constantino con fines
fiscales exigió el documento escrito para la compraventa de inmuebles, donde debía hacerse
constar el pago de los impuestos. Justiniano permitió la elección por las partes en la forma del
contrato; si las partes optaban por la forma escrita, el contrato no se perfeccionaba hasta su
suscripción.
Respecto del consentimiento, este debía ser libremente expresado y sin vicios. Podía manifestarse
De cualquier modo sin solemnidad alguna, expresa o tácitamente, entre ausentes, por carta, por
mandato o por anuncio.
Rigió en Roma al principio de que nadie podía ser obligado a vender una cosa contra su voluntad,
salvo casos muy excepcionales, como el esclavo maltratado por su dueño.
Desde la época clásica, se acostumbró a utilizar el instituto de las arras, que consistía en la
entrega de un objeto o de una suma de dinero, que el comprador entregaba al vendedor para dar
firmeza al contrato.
Respecto del objeto de la compraventa, podía versar sobre cosas corporales como sobre cosas
incorporales, siempre que estuvieran en el comercio.
Podía versar sobre una cosa futura punto en este caso los romanos admitieron dos supuestos:
a) Bajo la condición de que la cosa llegara a existir, en cuyo caso se pagaba solo el precio, por
ejemplo: la cosecha próxima de un fundo
b) O incondicionalmente: se pagaba el precio, aunque no sobreviniera la existencia de la cosa, por
ejemplo: la pesca que se recogerá o no echando la red.
Se permitió la venta de las cosas ajenas, en el entendimiento de que el vendedor se comprometía
a obtenerlas de su propietario, y si no lo lograba debía responder por los daños al comprador. El
precio debía ser en dinero.
Precio debía ser cierto es decir determinado (por ej.: 100 ases), o determinable (por ej.: por lo que
el comprador tuviera en su arca en ese momento). Justiniano admitió que el precio pudiera ser
determinado por un tercero: si el tercero designaba el precio, la venta se concluía, y de lo
contrario no había venta. Lo que no estaba permitido, era que el precio quedara librado a la
voluntad exclusiva de una de las partes, lo que tornaba nula la venta.
El precio debía ser verdadero en el sentido de que no podía ser simulado, ya que en ese caso
existiría una donación, lo que se realizaba muchas veces para eludir las normas prohibitivas de las
donaciones. En la época posclásica el precio debía ser justo.
Si el precio no se pagaba en el tiempo convenido, el comprador debía los intereses desde que la
cosa le hubiera sido entregada por el vendedor, independientemente de la mora.
Los riesgos por la posible pérdida o deterioro de la cosa pesaban sobre el comprador y quedaba
obligado a pagar el precio, aun cuando el bien se hubiera perdido antes de la entrega.
De la compraventa emanaba la ACTIO EMPTI a los fines de que el comprador pudiera lograr del
vendedor la posesión de la cosa vendida, ya que el vendedor no se obligaba a transferir el
dominio de la cosa, sino simplemente su pacífica posesión libre de toda injerencia de terceros. En
caso de no poder entregar la cosa por haberse destruido, ya sea por dolo o por culpa y solamente
quedaba liberado por casos fortuito, ya que se entendía que tenía el deber de custodia de la cosa.
El vendedor contaba con la ACTIO VENDITI para exigir el pago del precio de la cosa vendida, y de
los intereses u otros accesorios.
Los riesgos de la cosa eran a cargo del comprador que debía el precio, aunque la cosa se hubiese
destruido por caso fortuito, antes de la entrega. Las únicas excepciones con las que contaba eran
el dolo o la culpa del vendedor.
Al ser un contrato de buena fe, eran elementos naturales de la compraventa, la evicción como
garantía de los vicios jurídicos, y los vicios redhibitorios como garantía de los vicios materiales. Si
un tercero iniciaba una acción reivindicatoria alegando que la cosa era en realidad suya, en el
antiguo derecho, realizada la MANCIPATIO, el comprador podía reclamar que el vendedor y
garante compareciere en el juicio para defenderlo. Si rehusaba hacerlo o si su intervención era
infructuosa al perderse el juicio, la Ley Decenviral concedía al comprador la ACTIO AUCTORITATIS
contra el vendedor por el doble del precio pagado.
Con la evolución posterior, la evicción era un elemento natural siempre que hubiese mediado la
MANCIPATIO. Si no hubiera tenido lugar, era necesario prever la situación por medio de una
STIPULATIO por el doble del valor. Igualmente se podía actuar por la ACTIO EMPTI si la cosa
comprada estaba gravada con una servidumbre no denunciada, y se reclamaba el importe del
interés perjudicado. En el derecho justinianeo, se entendió que la evicción tenía lugar siempre por
el doble, hubiera o no estipulación al respecto.
El vendedor respondía por los vicios o defectos que tuviese la cosa y que hubiera silenciado de
manera dolosa punto para prevenir el caso de vicios ocultos de los que el vendedor podría no
haber notado, este se comprometía a responder por ellos por medio de la garantía de una
estipulación.
Los ediles curules establecieron la responsabilidad por los vicios redhibitorios como elemento
implícito en los negocios que versaban sobre esclavos y animales de tiro y carga; y a ofrecer
garantía de su inexistencia.
En el derecho clásico se reclamó por los vicios mediante la misma ACTIO EMPTI. Luego se
otorgaron dos acciones, a elección del comprador:
I. la ACTIO REDHIBITORIA para lograr la resolución del negocio, de tal modo que se devolviera el
precio pagado, y que tenía un plazo de 6 meses posteriores al negocio celebrado.
II. y la AESTIMATORIA para lograr una aminoración del precio pagado, que se podía ejercitar
dentro del año.
Justiniano extendió estas acciones a toda clase de compraventa.
A la compraventa podían agregársele ciertos pactos tendientes a modificar los efectos normales
del contrato:
PACTO COMISORIO: Se celebraba el negocio, pero se lo dejaba subordinado a la condición
resolutoria de que el comprador pagase el precio dentro de un plazo determinado y si no lo hacía
debía restituir la cosa con los frutos percibidos y acrecentamientos.
PACTUM DISPLICENTIAE: se celebraba el negocio, pero se lo dejaba subordinado a la condición
resolutoria de que, si la cosa no resultaba del agrado del comprador dentro de un plazo
determinado, se resolvía el negocio; o bien se lo sujetaba a una condición suspensiva, de tal modo
que el negocio se perfeccionaba cuando el comprador manifestaba, en un plazo dado, su interés
por la cosa. De no haberse fijado el plazo, el pretor concedía una ACTIO IN FACTUM, que debía
ejercitarse dentro de los 60 días para declarar sin vigor el contrato. Si transcurrido el plazo no se
ejercitaba la acción, la venta quedaba firme, y, si se la ejercitaba se tenía a la venta por no
concluida.
PACTO DE ADJUDICACIÓN A TÉRMINO: por el que el vendedor se reservaba el derecho de
rescindir la compraventa si dentro de un plazo determinado aparecía un interesado que le
ofreciera un mejor precio, o un plazo más breve o mayores garantías.
PACTO DE RETROVENTA: El vendedor se reservaba a la Facultad de readquirir la cosa dentro de
un cierto plazo, mediante la restitución al comprador del precio pagado.
PACTO DE REVENTA: el comprador obligaba al vendedor a que le readquiriera la cosa vendida,
luego de transcurrido un plazo y por el mismo precio.
PACTO DE NO ENAJENAR: por el que el comprador se obligaba y no enajenar la cosa vendida a
nadie, o a una persona determinada.
La locación era el contrato consensual sinalagmático perfecto, por medio del cual una persona
llamada locador, se obligaba a entregar a otra llamada locatario, el uso, o bien el uso y goce
temporal de una cosa determinada. Toda la prestación de ciertos servicios o la realización de una
determinada obra, a cambio del pago de un precio en dinero denominado alquiler.
El locatario se comprometía a pagar el precio convenido y a usar la cosa conforme a su destino,
debía restituirla una vez concluido el contrato.
De la locación surgían dos acciones de buena fe la ACTIO LOCATI, del locador respecto del
locatario, y su inversa la ACTIO CONDUCTI.
Por las fuentes romanas surgirían tres modalidades:
1. La locación de cosas: Tenía por objeto cualquier cosa mueble o inmueble, no consumible, o el
ejercicio de derechos reales sobre la cosa ajena, como el usufructo. El locador debía entregar
la cosa al locatario durante el tiempo establecido en el contrato como determinado o
determinable.
El arrendador debía indemnizar al arrendatario por daños si la cosa no era apta para el uso
convenido, o por defectos no advertidos en el contrato. El locador debía sufragar los gastos
necesarios para la conservación de la cosa y abstenerse de realizar obras o modificaciones que
perturbaran la utilización de la cosa. Por aplicación del principio de que las cosas perecen para
su dueño cargaba con el riesgo de la pérdida de la cosa.
Este contrato duraba el tiempo que hubiesen convenido las partes, podían darse por concluido
por decisión unilateral de cualquiera de las partes en cualquier momento. Se consideraba al
contrato tácitamente prorrogado si una vez concluido el plazo, el locador permitía al locatario
continuar en uso de la cosa locada. Si la cosa era vendida, no se disolvía el contrato, y el
locatario podía exigir el resarcimiento si el nuevo adquirente lo privaba del uso y goce de la
cosa.
2. La locación de servicios: Consistía en una obra o trabajo determinado. Debía realizarse con
materiales suministrados por el operador que la encargaba, y respondía de los daños que
ocasionaren. De lo contrario se configuraban a compraventa. Podía ejecutarse por el operario o
por otro, salvo que se hubiera pactado que se realizase personalmente. En este último supuesto,
su muerte extinguía el contrato. El pago del precio se realizaba al finalizar la obra, salvo pacto en
contrario. El riesgo corría a cargo del contratista hasta el momento de la entrega, salvo el caso de
fuerza mayor, en donde quedaba exento de responsabilidad.
3. La locación de obra: consistía en poner a disposición del otro los propios servicios de carácter
manual y en forma personal, análogos a los esclavos, durante un cierto tiempo y a cambio de un
salario. La obligación del locador no se transmitía a los herederos, pero si en el caso del locatario.
Se excluyeron las profesiones y artes liberales, que se ejercieron durante mucho tiempo en forma
gratuita. Su pago resultaba chocante a la mentalidad romana; solo con el derecho imperial pudo
reclamarse una recompensa por medio de la COGNITIO EXTRA ORDINEM, al afianzarse la
costumbre de recompensarlos, nacida del deber moral del cliente.
La sociedad es el contrato consensual, sinalagmático perfecto, oneroso y de buena fe en virtud del
cual dos o más personas llamadas socios se obligan a realizar aportes en común, de cosas o de
trabajo, para obtener un fin licito de utilidad común a repartirse entre ellos.
Se constituye por el libre consentimiento de sus miembros, sobre la base de la confianza
recíproca, razón por lo que bastaba que uno solo de los socios decidiera retirarse para que el
contrato quedara concluido.
Si el aporte era de cosas para una SOCIETAS RERUM, tenía que transmitirse su dominio mediante
la MANCIPATIO, LA IN IURE CESSIO o la TRADITIO. Si se ponían en común actividades era una
SOCIETAS OPERARUM. Era MIXTAE si se aportaban ambas cosas.
Solo generaban efectos entre los socios. La administración correspondía a todos los socios.
Respecto de las ganancias y de las perdidas, si nada se hubiese convenido se entendía que eran
por partes iguales. Si se convenía el método del reparto, el derecho clásico, permitió una relativa
desigualdad entre las partes.
Si se determinaban las proporciones de las ganancias, o bien solo de las perdidas, lo establecido
para un caso regia para el otro.
La sociedad se extinguía por voluntad de todos o de uno solo de los socios, o bien por haber
transcurrido el plazo convenido o haberse cumplido el negocio propuesto. Por muerte o por
CAPITIS DEMINUTIO MINIMA o MEDIA de uno de los socios; por la pérdida o declaración de in
comerciabilidad de la cosa objeto de la sociedad, por transformación de la sociedad mediante
STIPULATIO, o por el ejercicio de la acción.
Con la extinción, nacía para cada socio la actio pro socio, una acción de buena fe por la cual podía
reclamar la rendición de cuentas, la liquidación y el saldo resultante. Eventualmente podía
accionar, con carácter infamante para el condenado, contra otro socio por el dolo, o la culpa in
concreto en el derecho justinianeo, por el mal ejercicio de las relaciones societarias. Para el
reparto de los bienes, se ejercía la ACTIO COMMUNI DIVIDUNDO.
El mandato era el contrato consensual, sinalagmático, imperfecto y de buena fe, en virtud del cual
una persona llamada mandante encargaba a otra llamada mandatario o procurador, que aceptase
realizar un encargo o gestión en favor de aquel, o en interés de un tercero.
Era un contrato bilateral imperfecto, ya que generaba, obligaciones solo para el mandatario. El
mandatario actuaba en nombre propio y en interés del mandante. El mandante sufría los efectos
de lo actuado como si el mismo los hubiera realizado. Era un contrato gratuito.
El consentimiento podía ser expreso o tácito. Si no había consentimiento, se estaba frente a una
gestión de negocios.
El objeto encargado podía ser un simple hecho (arreglar o limpiar la ropa de otro), o un acto, o un
negocio jurídico (adquirir, vender, presentarse en juicio), siempre que fuese licito y que no
contrariase a las buenas costumbres.
El mandatario podía estar encargado de la administración de todo un patrimonio, caso en el que
existía mandato general; o bien, de un negocio determinado, para el que contaba con mandato
especial.
El mandatario se obligaba a llevar a buen término el encargo del mandante y a seguir las
instrucciones recibidas a tal efecto, o bien, lo que debía realizarse en un negocio para llevarlo a su
feliz cumplimiento, de acuerdo a su naturaleza y sin excederse de lo encargado.
Estaba obligado además a entregar todas las adquisiciones logradas, transfiriendo el dominio de
las cosas con sus respectivos frutos y a restituir lo no gastado
El mandato concluía al haberse realizado el negocio encomendado; por muerte de una de las
partes, ya que se trataba de una relación basada en la confianza, y generalmente en atención a los
vínculos de amistad que unían a las partes; por voluntad concorde de ambas partes; y por
voluntad de una sola de ellas, por medio de la revocación expresa del mandante, y que producía
efectos desde el momento en que el mandatario la conocía.
La revocación era tacita si el mandante comenzaba a intervenir en los negocios o designaba a otra
persona. Igualmente se extinguía por la renuncia del mandatario, que no podía ser intespectiva ni
perjudicial, casos en los cuales respondía de los perjuicios ocasionados. El mandante podía
accionar contra los herederos del mandatario si habían actuado ignorando la muerte del
causante.
Del contrato nacía la ACTIO MANDATI DIRECTA, a favor del mandante a los fines de instar su
cumplimiento y exigir todo lo que hubiese recibido el mandatario con motivo del encargo. El
mandatario respondía por el dolo y por la negligencia grave en el derecho justinianeo, y aun en
algunos casos se admitió la responsabilidad por la mera culpa. La ACTIO MANDATI CONTRARIA,
correspondía al mandatario para reclamar al mandante el importe de los gastos realizados para
dar cumplimiento al encargo, o por los perjuicios sufridos durante su cometido, o por los intereses
de las sumas anticipadas por el mandatario.
2. Clasificación del derecho. Ius públicum et ius privatum. Ius civile et ius honorarium. Ius civile, ius
gentium et ius naturalis. Ius scriptum et ius non scriptum. Ius commune et ius singulare.
Generalidades sobre fuentes del derecho. Primeros y nuevos criterios de clasificación.
Clasificación del derecho. Ius publicum et ius privatum. Existen dos posiciones de estudio: el
derecho público y el derecho privado. El DCHO PUBLICO es el que se refiere a la condición de la cosa
romana, por ejemplo, la organización, administración o actividad del estado romano y demás
cuestiones concernientes al status. Las normas del derecho público son inalterables por los
particulares. Además, consiste en las cosas sagradas, los sacerdotes y los magistrados
El DCHO PRIVADO está conformado por el conjunto de normas jurídicas que son para la utilidad de
cada individuo, regula los intereses de los particulares, por ejemplo, la capacidad de la persona en
sus relaciones contractuales, familiares, etc. En el ámbito del derecho privado prevalece la voluntad
de los particulares, no hay intereses superiores que se tengan que proteger.
Ius civile et ius honorarium. En cuanto al origen: El DCHO CIVIL Papiniano establece que el derecho
civil es el que emana de las leyes, plebiscitos, senadoconsultos, decretos de los pontífices y autoridad
de los jurisconsultos.
El DCHO HONORARIO/PRETORIANO fue el edicto del pretor el que contribuyo a su formación, el
derecho pretoriano es el que por utilidad pública lo introducen los pretores, para ayudar, suplir o
corregir al derecho civil; es llamado honorario por el honor de los pretores
En cuanto a los efectos: El DCHO CIVIL producía los efectos propios de toda relación jurídica.
HONORARIO/PRETORIANO producía efectos según las razones de equidad y el valor justicia en las
relaciones jurídicas entre los ciudadanos romanos y los extranjeros.
Ius civile, ius gentium et ius naturalis. Cicerón considera al derecho como una moral práctica, que
trataba la existencia de un dcho superior al dcho de los distintos pueblos, conformado por la ley de la
recta razón.
El derecho natural está basado en la razón divina a la que los individuos no podían dejarla de lado
por ser inherente a su personalidad. La justicia debe de sostenerse en las leyes positivas y basarse en
las leyes naturales, debiendo toda la humanidad ajustarse a las mismas.
El derecho de gentes deriva de la razón natural, estaba conformado por un conjunto de normas y
principios jurídicos aplicables a todos los pueblos de la antigüedad.
El derecho civil deriva del dcho positivo, creado para regir las relaciones jurídicas de los hombres de
un determinado estado.
El pueblo romano está regido por su propio dcho y por un dcho común a todos los hombres del
mundo antiguo.
Ius scriptum et ius non scriptum. Las institutas de Justiniano mencionan esta clasificación del
derecho en escrito y no escrito. Es DCHO ESCRITO cuando las normas jurídicas fueron elaboradas por
el poder público, por autoridad competente.
El DCHO NO ESCRITO es cuando el mismo no fue dado a conocer de la forma establecida, sino que se
aplicaba de hecho, a causa de su naturaleza intrínseca, o de un prolongado uso. Podemos incluirlo en
el dcho natural, de equidad, consuetudinario, el derecho que aparece en la jurisprudencia de los
tribunales.
Este dcho no escrito se fue formando por el uso, porque teniendo consentimiento del pueblo, las
costumbres practicadas por largo tiempo eran obligatorias, al igual que la ley escrita.
Ius commune et ius singulare. Las normas jurídicas tienen las características de ser generales, es
decir, de poder ser aplicables a todas las personas o para una generalidad de personas que se
encuentran en una misma situación, se lo considera así al IUS COMMUNE.
El IUS SINGULARE son normas jurídicas de carácter particular para caso excepcionales. Se deben de
prever las circunstancias especiales en donde la aplicación de las reglas generales no se ajustaría a la
justicia como valor supremo del dcho.
Generalidades sobre fuentes del derecho. Primeros y Modernos sistemas de clasificación. Podemos
diferenciar a las fuentes de derecho en dos categorías: 1. Fuentes de Producción: son aquellas en
donde se nutre el derecho o de donde surgen las normas jurídicas que tuvieron vigencia en Roma.
2. Fuentes de Conocimiento: son aquellas a las que los estudiosos de derecho romano acuden para
darle un marco histórico, reconstruirlo e interpretarlo. Provienen de historiadores como Tito Livio o
Polibio; otras de oradores o filósofos así están Cicerón o Quintiliano; y otras de ciencias auxiliares
como la arqueología, la lingüística, etc.
3. Patria potestad: concepto y formas de adquisición. Potestades del paterfamiliae. Peculio: concepto,
clases, integración y régimen jurídico. Extinción de la patria potestad.
La patria potestad es el poder que ejerce todo jefe de familia sobre todos los hijos, ya sean legítimos o
naturales, como también sobre las personas adoptadas en sentido amplio y la adrogación. Puede ser
adquirida, por nacimiento, por legitimación, y por adopción:
- NACIMIENTO: fue el modo natural mediante el cual una persona se incorpora a una familia y se
adquiría la patria potestad sobre el recién nacido. Se trata de un hijo legítimo. Se dispuso que el hijo
era legítimo si hubiera nacido después de los 180 días posteriores a la celebración de la IUSTAE
NUPTIAE, y hasta 300 días posteriores a contar del día en que se hubieran disuelto las IUSTAE
NUPTIAE.
- LEGITIMACIÓN: consistía en un acto civil que tenía por efecto hacer ingresar en la familia del PATER
a los hijos habidos en concubinato, quienes quedaban jurídicamente equiparados a los hijos
legítimos. Para poder legitimar a un hijo se establecieron una serie de normas:
 Referente a la condición del hijo: debía ser fruto del concubinato, de una relación estable entre el
padre y la madre, pero que carecía de AFFECTIO MARITALIS. Como consecuencia de esto no
podían legitimarse:
Los hijos adulterinos: cuyos padres tuvieran un impedimento matrimonial en razón de estar
casados con otra persona, y que dijo matrimonio subsistiera al momento de concebir al hijo.
Hijos incestuosos: aquellos, cuyos padres eran parientes en grado prohibido para contraer
matrimonio.
Hijos sacrílegos: eran fruto de padres que hubiesen realizado votos de castidad por haber
ingresado a órdenes religiosas.
Hijos que hubiesen sido fruto de una aventura amorosa: no provenían de una relación estable.
 Referente al consentimiento: era necesario que el hijo prestase su consentimiento, debido a que,
una vez formalizada la legitimación, el hijo sufría una CAPITIS DEMINUTIO MINIMA, debido a que
ingresaba a la familia de su PATER en calidad de ALIENI IURIS.
Los procedimientos que podían llevarse a cabo para legitimar a un hijo, el derecho romano
estableció los siguientes: Subsiguiente matrimonio de los padres: era el más simple, los hijos
habidos en concubinato quedaban legitimados si los padres posteriormente celebraban las IUSTAE
NUPTIAE. El efecto inmediato era que los hijos habidos en concubinato quedaban equiparados en
sus derechos y obligaciones con los hijos legítimos que nacieran con posterioridad a la celebración
de las IUSTAE NUPTIAE.
Oblación a la curia: se concretaba cuando un padre ofrecía a la curia de su villa natal a un hijo
natural o casaba a su hija natural con un decurión. Los hijos no pasaban a formar parte de la familia
agnada de quien los legitimaba.
Rescripto imperial: rescripto es un documento emanada del emperador, que resolvía cuestiones a
pedido de parte interesada. La legitimación por rescripto imperial era la forma de legitimar a un
hijo, sobre el que su padre natural había solicitado al emperador que se pronuncie de esta manera;
y el emperador lo hacía, por medio de un rescripto. El dcho romano la condicionó al hecho de que
el padre no tuviese hijos legítimos.
- ADOPCION: una persona ingresaba a la familia civil de un PATER, sometiéndose a su patria potestad,
sin que hubiera un lazo de parentesco natural. Este modo de adquisición de la patria potestad,
revistió en Roma en 2 formas con distintos procedimientos y efectos jurídicos. Fueron:
1. Adopción: se hacía ingresar a la familia del PATER a una persona ALIENI IURIS. Tuvo un doble
procedimiento: A. La extinción de la patria potestad del natural que iba a ser adoptado. Se hacía
mediante una triple venta ficticia, el padre que vendiese 3 veces a su hijo perdía la patria potestad
sobre el mismo. B. El re emancipación por parte del adoptante sin que mediase oposición ni
impedimento alguno por parte del padre natural. Se llegó a requerir que el padre natural formulase
una simple declaración ante el magistrado en presencia del adoptante y del adoptado.
En cuanto a los requisitos para que tuviera validez: - Que el adoptante tuviese capacidad para
adoptar. En Roma solo tuvieron capacidad para adoptar quienes eran ciudadanos romanos. - Que el
adoptante fuese mayor por lo menos 18 años que el adoptado. Se consideraba que debía existir
entre ellos como mínimo una generación de diferencia, se entablaba una relación similar a la de un
padre e hijo.
2. Adrogación: consistió en hacer ingresar a la familia del PATER a una persona SUI IURIS, quien
sufría al momento de ser adrogado una CAPITIS DEMINUTIO MINIMA al afectarse a su STATUS
FAMILIAE. En consecuencia, ingresaban también a la familia del PATER adrogante, todas las
personas que hasta el momento de concretarse la adrogación formaban parte de la familia del
adrogado.
Procedimiento: En primer lugar, era necesaria la intervención de los pontífices a los efectos de que
realizaran un estudio sobre los cultos domésticos de los futuros adrogante y adrogado. Cuando los
pontífices llegaban a una conclusión de que dichos cultos eran compatibles. Se convocaba al comicio
curiado, quien presidia el comicio formulaba 3 preguntas ante el pueblo, consistiendo la primera en
interrogar al PATERFAMILIAE adrogante sobre si aceptaba al PATERFAMILIAE adrogado como hijo
legítimo; la segunda pregunta iba dirigida al adrogado, para que manifieste su voluntad de
someterse a la potestad del adrogante; y la tercera pregunta era en pedir al pueblo la rogatio.
Por último, los pontífices procedían al acto solemne mediante el cual se extinguía todo vínculo entre
la persona adrogada y su antigua gens.
Potestades del paterfamiliae. El PATERFAMILIAE era el ciudadano romano SUI IURIS, no dependía de
nadie. Sin la figura del PATER no había familia. Su poder era originario y unitario, correspondiéndole una
serie de potestades:
PATRIA POTESTAD: la potestad del PATER sobre sus FILIUS era absoluta. Se extendía sobre sus hijos, los
descendientes de sus hijos varones. El pater podía castigar al FILIUS hasta llegar al extremo de
imponerle penas corporales e inclusive la pena de muerte. En el derecho justinianeo se llegó a abolir la
pena de muerte, se limitó la venta de hijos y el castigo con penas corporales.
MANUS MARITALIS: es la potestad que ejerce el marido sobre la mujer. Esta puede adquirirse en el
momento de la celebración de las IUSTAE NUPTIAE, o con posterioridad, puede darse el caso de
celebrarse el matrimonio romano, y no llegar nunca a adquirirse la MANUS MARITALIS. En este
supuesto, estamos frente al matrimonio SINE MANU.
MANCIPIUM: consiste en el poder o potestad que ejerce el PATER sobre ciertas personas que le eran
entregadas en MANCIPIUM. Mediante la MANCIPATIO, un PATER tenía el derecho de colocar a un FILIUS
bajo el MANCIPIUM de otro PATERFAMILIAE, que procedía a adquirirlo en tal carácter.
Los motivos por los que se celebraba la MANCIPIUM se relacionaba con garantizar una deuda, para
solventar necesidades económicas o para pagar una deuda por una obligación que hubiera contraído el
FILIUS. Esta institución era temporaria y el FILIUS no perdía su estado de libertad.
ENTREGA NOXAL: el pater procedía a entregar en NOXA a su filius a la víctima de un delito cometido por
éste. Su fin era el resarcimiento por los daños y perjuicios que derivaban del hecho ilícito.
DOMINICA POTESTAS: era el poder que el PATER ejercía sobre sus esclavos, el cual lo podía ejercer de
manera absoluta. Fue limitándose a tal punto de no solamente prohibirse que pudiese matarlo, sino
tampoco abandonar al esclavo viejo o enfermo, son penas de estrictas sanciones para el amo.
DOMINIUM: el PATER era la única persona capaz y que podía tener patrimonio.
Peculio: concepto, clases, integración y régimen jurídico. El FILIUS no podía ser titular de derechos
patrimoniales, pero, al gozar del IUS COMMERCIUM, podía realizar negocios jurídicos que sirvieran para
hacer adquirir a su PATER derechos reales y creditorios. El problema estaba cuando como resultado de
un negocio jurídico, el FILIUS quedaba perjudicado, puesto que sus deudas no obligaban al PATER, y al
carecer de bienes, sus acreedores no tenían posibilidades de cobrar sus créditos.
Como efecto de todo esto, ante la insolvencia de los FILIUS se hacía difícil entablar relaciones
comerciales con estos, produciéndoles un estancamiento cada vez más acentuado del comercio.
Para corregir esta situación, se dispuso que las responsabilidades por las deudas contraídas por los
FILIUS fuesen subsanadas al aplicar las ACCIONES ADIECTICIAE, que podían ser ejercidas por los
acreedores del FILIUS contra el PATER de éste.
El derecho evolucionó Y creo el régimen del PECULIO que consistía en una cierta masa de bienes o suma
de dinero que se fueron concediendo al FILIUS, el que varió según el tipo de peculio que correspondiera.
El primer tipo de peculio que legisló el dcho romano, fue el PECULIO PROFECTICIO estaba integrado por
una suma de dinero y/o masa de bienes que el PATER entregaba al FILIUS para su uso y administración.
Si el FILIUS premoría con respecto al PATER, los bienes o dinero que integraban el peculio regresaban al
PATER sin que se abriese sucesión del filius, puesto que éste no era titular de derechos patrimoniales.
En la época de Augusto, la legislación romana creó el PECULIO CASTRENSE. Estaba integrado por las
retribuciones que recibía el FILIUS en su carácter de militar, por las herencias que le hubiesen dejado sus
compañeros de armas, por las donaciones que se le hubiesen hecho con motivo de haberse incorporado
al ejército y por el botín de guerra.
El FILIUS podía realizar actos de administración y efectuar actos de disposición, además de ejercer las
acciones que considerase pertinentes en defensa de sus derechos. Estaba facultado a disponer de su
peculio por testamento. En efecto, era común que, al salir de Roma, los soldados se concentrasen a orar
en el campo de Marte, ante la posibilidad de una muerte inminente, redactando, además, testamentos
en donde expresaban su voluntad de dejar los bienes que hubiesen obtenido a través del peculio
castrense.
En el gobierno de Constantino, se legisló el PECULIO CUASI-CASTRENSE el cual estaba constituido por
los bienes que el FILIUS hubiese adquirido como retribución obtenida por trabajar en el palacio imperial,
o por las labores que realizara acompañando al ejército, también a las retribuciones recibidas por
cumplir cualquier función pública, por los honorarios en el desempeño de profesiones liberales, y por las
donaciones recibidas por parte del emperador. Se prohibió que el FILIUS pueda transmitirlo por
testamento; recién en el dcho justinianeo se dejó sin efecto tal prohibición.
Por último, el PECULIO ADVENTICIO, con el objeto de afirmar la capacidad del FILIUS se dispuso que los
bienes que obtuviesen por herencia de su madre, les pertenecieran en propiedad; el PATER solamente
tenía el usufructo de los mismos. Se dictaron constituciones que establecieron que los bienes que el
FILIUS recibiese por cualquier acto de liberalidad por parte de sus ascendientes maternos, pasaban a
constituir el PECULIO ADVENTICIO.
Luego, se generalizó a tal escala que se dispuso que todos los bienes que adquiriese el FILIUS, pasaban a
integrar el PECULIO ADVENTICIO, con excepción de los bienes entregados por su padre, o en su
representación. Así, absorbió a los PECULIOS CASTRENSE y CUASI-CASTRENSE.
Extinción de la patria potestad. La extinción natural tenía lugar cuando moría el PATER, por lo que se
disolvía el vínculo en relación a todos los filius que estaban bajo su potestad, quedando los otros
descendientes directos bajo la potestad del ascendiente que habría logrado la plena capacidad. También
se producía la extinción por muerte del FILIUS.
Otra causal de extinción la producía la CAPITIS DEMINUTIO MAXIMA, debido a que tenía como
consecuencia la de extinguir los derechos civiles de las personas que se vieran afectadas por esta
CAPITIS DEMINUTIO. Si la CAPITIS DEMINUTIO MAXIMA se producía como consecuencia de haber caído
el PATER en cautiverio, y posteriormente recuperaba su libertad, por aplicación del IUS POSTLIMINIUM
tenía cabida la ficción legal de considerar que la potestad nunca se había extinguido. Si el FILIUS era
quien había caído en cautiverio, las consecuencias jurídicas eran similares.
La CAPITIS DEMINUTIO MEDIA también extinguía la patria potestad, era ejercitable por los ciudadanos
romanos. La ADROGRACION que tenía como efecto la CAPITIS DEMINUTIO MINIMA, también producía la
extinción de la patria potestad, la persona adrogada quedaba bajo una nueva potestad.
En cuanto a la ADOPCIÓN quien perdía la patria potestad era el padre natural del FILIUS, quien pasaba a
estar bajo la potestad del padre adoptante.
En el Dcho Antiguo, los FILIUS que llegaban a cierto rango religioso, se consideraba que no podían estar
bajo la potestad de ninguna persona y sus PATER perdían la patria potestad que tenían sobre ellos.
En el Dcho Justinianeo la extinción de la patria potestad se trataba cuando los hijos que llegaban a altas
funciones estatales, como ser cónsul o cuestor de palacio, etc…
En la etapa final del derecho, se impuso como pena la extinción de la patria potestad para aquellos
padres que excedían sus facultades dentro del marco de corrección y educación que el dcho limitaba a
sus funciones.
Por último, la EMANCIPACION, una institución que nació con el objeto de limitar el IUS VENDENDI, que a
veces los padres lo ejercían de manera excesiva. Interpretando disposiciones de la Ley de las XII Tablas,
que sancionaban con la pérdida de la patria potestad a aquellos padres que hubiesen vendido 3 veces a
sus hijos, se dispuso que, si un padre quería extinguir la patria potestad sobre su hijo, de manera
voluntaria, debía venderlo por 3 veces. Así, luego de la 3era venta, obtenía la calidad de SUI IURIS, con la
salvedad de que su PATER conservaba para si los derechos de patronato, tutela y sucesión. Con respecto
a la emancipación de otros descendientes distintos a los hijos, solamente era suficiente una sola
emancipación.
Después se fue simplificando el proceso de emancipación, se estableció una forma más simple,
mediante la cual se la otorgaba mediante rescripto imperial. En la época de Justiniano, se permite que el
PATER emancipara a su hijo mediante una declaración que debía efectuar ante un magistrado romano;
era la “emancipación Justinianea”.
4. Sucesión: concepto. Origen, fundamento y presupuestos de la sucesión universal mortis causa. Clases de
sucesión: testamentaria y ab intestato. La hereditas: requisitos. Bo-norum possessio: concepto, origen y
clases.
Sucesión: la continuación ordenada de acontecimientos, cosas o personas y la entrada o continuación de
una persona o cosa en lugar de otra. Origen de la sucesión romana. Pietro Bonfante sostiene que la
sucesión testamentaria fue la que tuvo predominio desde los orígenes de Roma, teniendo en consideración
la particular Organización agnaticia. La familia romana era un grupo social análogo al Estado, se deduce que
en los primeros tiempos prerromanos y romanos el grupo agnaticio, al igual que la gens, no se dividia a la
muerte del paterfamiliae en otros grupos o familias, sino que se conservaba unido.
Mediante el testamento se aseguraba en un solo heredero la sucesión de la potestad soberana sobre el
mismo. Para Pietro, la sucesión en los bienes es una consecuencia de la sucesión en la potestad soberana
familiar.
Para otros romanistas, tanto se trate de una sucesión testamentaria o sin testamento, una vez fallecido el
paterfamiliae corresponderá que el o los herederos ocupen su lugar.
Paralelamente a las rígidas normas de la hereditas, el pretor fue forjando normas y principios jurídicos que
contribuyeron a la evolución del dcho romano, tuvo gran influencia por parte del dcho honorario o
pretorio. Así fue que a través de la bonorum possessio, el dcho honorario permitió que otras personas que
se encontraban excluidas de la sucesión civil, tuvieran la posibilidad de ocupar el lugar de heredero.
Fundamento. El derecho sucesorio romano tuvo en mira distintos objetivos:
A. Determinar quién o quienes quedaban como responsables y titulares de la familia: no representa
obstáculo alguno que sea solo una persona quien lo suceda, pero en caso de ser dos o más se toma
necesario dividir los bienes del patrimonio del causante entre tantos sucesores correspondan.
B. Dar continuidad a la empresa familiar, posibilitando el pago a los acreedores del causante: era muy
importante para la antigua economía romana la empresa familiar, pero dada la rígida y peculiar
organización agnaticia, podía ser frecuente que un paterfamiliae careciese de hijos legítimos, lo que iba a
obstaculizar la continuidad de su grupo familiar si fallecía intestado. Para sobrellevar tal dificultad,
existieron instituciones como la adrogación, adopción y conventio in manu, que aseguraron la continuidad
de la institución en manos
de personas de su confianza y que podían conocer desde adentro los secretos de su administración.
Esto iba a evitar las severas consecuencias que traía aparejado morir intestado y sin herederos legítimos
que al presentarse acreedores del causante iban a hacer vender en bloque los bienes de su patrimonio,
teniendo aparejada la tacha de infamia del difunto con sus consecuencias en el ámbito del culto familiar.
C. Dar continuidad al culto familiar: el culto familiar fue transmitido de generación en generación,
venerándose a los antepasados fallecidos como dioses. El único modo de garantizarlo era asegurando
herederos, para evitar que quedara vacante la herencia y que sea vendida en bloque.
D. Determinar a quién beneficiaria el dcho de patronato del causante sobre sus esclavos manumitidos y
cuando heredaba el patrono a su liberto cuando este premoría: también les iba a corresponder a los
herederos del causante los beneficios del dcho de patronato que gozara el causante respecto de sus
libertos, y en caso de que el liberto falleciera careciendo de heredes sui, el o sus descendientes varones, si
hubiese pre fallecido, ocupaban el orden de los agnados y lo heredaban.

Presupuestos de la sucesión universal mortis causa. El primer requisito ineludible y lógico para estar ante
una sucesión universal mortis causae, es el fallecimiento del paterfamiliae. También era necesario que el
causante gozara de capacidad, la que se denominaba testamenti factio activa, para la cual debía ser libre,
ciudadano romano y capaz de hecho. Eran incapaces de tener herederos los esclavos, los peregrinos y los
capite deminuti.
Pero la capacidad también se le exigía a quien iba a ocupar el lugar del causante, llamándose en este caso
testamenti factio passiva. Esta capacidad exigía que el sucesor fuese libre y ciudadano romano, por lo cual
se excluían a los esclavos y peregrinos, y además que se tratase de un sui iuris, o sea que debía gozar de
plena capacidad. Pero se admitió que el paterfamiliae pudiera instituir por testamento a personas que
carecían de estas exigencias, como son los casos de los flliifamiliae y esclavos.
Con respecto a sus filiifamiliae, era una consecuencia lógica que tras su fallecimiento alcanzaran la calidad
de sui iuris. Los flliifamiliae sometidos a otra patria potestad, pudieron ser instituidos herederos, pero como
órganos de adquisición de su paterfamiliae, por lo cual no se favorecieron directamente sino en virtud de la
posterior posibilidad de heredar en un futuro a su paterfamiliae.
Respecto a los esclavos; se permitió que fueran instituidos herederos testamentarios si por el mismo
testamento se los manumitia, lo que los convertía en libres y ciudadanos.
El llamamiento era el estadio de espera en el que se invitaba al sucesor, sea heredero o, por el derecho
pretorio, el bonorum possessor, a que suceda al causante. Podía convocarse a sucesores testamentarios o
ab intestato, y en ese orden se atendía a los interesados, no pudiendo concurrir a la herencia
simultáneamente unos y otros, ya que nadie podía morir en parte testado y en parte intestado. Cuando el o
los instituidos herederos por testamento lo eran, por una parte, pero no por el todo, siguiendo este
principio jurídico se interpretó que a él o ellos les correspondía la totalidad del acervo patrimonial, por lo
cual iban a incrementar sus respectivas cuota parte hasta comprender la totalidad, sin que los herederos ab
intestato pudieran concurrir con ellos.
El último requisito fue la adquisición, cuyo efecto inmediato consistía en la confusión de los patrimonios del
heres con el del causante. Hay que diferenciar el momento en que se producía esta adquisición cuando el
sucesor era heredero necesario o cuando lo era voluntario.
Tratándose de un heredero necesario (flliifamiliae o esclavo), se producía simultáneamente y de pleno
derecho (ipso iure) con la delato (llamase), aun sin su consentimiento e incluso contra su voluntad.
Para el caso de los herederos voluntarios, consistía en una aceptación seria y determinada que se producía
mediante aditio, cuando el heredero aceptaba dentro del plazo fijado por el magistrado (9 meses) o el
emperador (un año); o mediante cretio, el plazo era establecido por el propio estador y se conformaba con
rigurosas formas.
Clases de sucesión: testamentaria y ab intestato. Sucesión ab intestato: Cuando el paterfamiliae no había
manifestado su voluntad instituyendo por testamento a quien debía continuar con su personalidad jurídica,
o el testamento otorgado resultaba invalido, correspondía atender a lo establecido por el ius civile
conforme a la antigua Organización agnaticia. Asi fue que se le atribuyo a la persona sometida a la potestad
o manus, o sea a quienes integran la familia proprio iure por ser herederos suyos y necesarios (heres sui et
neccessarii) y en su defecto, al próximo agnado quien se encontraría con relación de parentesco familiar
communi iure, y a falta de agnado correspondía la sucesión al gentil.
Para el derecho clásico, tanto a la sucesión deferida por ley como a la testamentaria se las conoció como
legítimas, porque en ambas se puede afirmar que la ley establece la obligatoriedad de respetar el derecho a
suceder de los herederos. A partir de los glosadores, a la sucesión ab intestato o intestada se la conoció
como legitima, en contraposición a la sucesión testamentaria.
La hereditas: requisitos. Al sucesor del derecho civil se lo denominó heres, quien adquiría el título de
heredero y continuaba la personalidad del causante.
A esta sucesión se la conoció como hereditas, al originarse en el derecho civil, otorgó acciones a sus
beneficiarios: actio petitio hereditatis, para hacer valer los derechos hereditarios, y la actio familiae
erciscundae, para solicitar la división del condominio que se conformaba cuando concurrían varios heres
simultáneamente.
El heres se convertía en titular iure quiritium de los bienes en que el causante había sido propietario
quiritario, porque lo hacía con el mismo título de adquisición del fallecido, como así también si el causante
era propietario bonitario, el heres iba a sucederlo con el mismo título. Pero la hereditas no se extendía a
todas las relaciones en que el causante fue titular, como excepciones están el estado familiar, los derechos
de usufructo, uso, habitación, servidumbres personales, tutela y curatela, en virtud del carácter intuitu
personae de estos derechos.
Bonorum possessio: concepto, origen y clases. El pretor creó la bonorum possessio, que fue ayudando en
un primer momento a la hereditas, posteriormente supliendo sus vacíos y hasta corrigiendo sus mandates
en el dcho postclásico. No tuvo los mismos efectos, lo más probable es que haya dado solución mediante el
señorío de hecho que otorgaba al solicitante, comprendido en el edicto o por decreto. El plazo para
peticionar era de un año útil para los ascendientes y los heredes sui desde que se conocía el fallecimiento
del de cuius (causante), y de 100 días útiles para los demás interesados desde que se cumplió el plazo del
primer llamamiento.
El bonorum possessor fue loco heredis (ocupaba el lugar del heredero), por lo tanto, no adquiría la
propiedad sino el señorío de hecho que le otorgaba el pretor al concederle la posesión de los bienes. En
cuanto a los efectos de la sucesión que se producía mediante la bonorum possessio no se transmitía más
que la posesión de los bienes, no así la propiedad, tampoco se confundían los patrimonios del heredero y
del causante, por lo que no generaba responsabilidad, que implica responder con bienes propios por las
deudas de la herencia. En cuanto a las otras relaciones: familiares y religiosas, no transmitía ningún efecto.
Para adquirir la propiedad quiritaria de los bienes del causante, el bonorum possessor tuvo que recurrir a la
usucapio pro herede (modo de prescripción adquisitiva) una vez que reunía los requisitos legales. Esto no
fue obstáculo para que también concurriera simultáneamente a la herencia como heres. En este último
caso, el pretor le otorgaba primero la posesión de los bienes en respuesta a su pedido, y con posterioridad
conforme al derecho civil, en caso de habérsele concedido una bonorum possessio cum re, al ser heredero
civil no podía ser desplazado por otro pretendiente, por lo cual adquiría la propiedad de los bienes
volviéndose titular de los otros derechos inherentes a la hereditas. Se puede observar que fueron dos
sistemas que atendieron
aspectos diferentes y se complementaron.
Clases: El pretor anunciaba en el foro romano los principios jurídicos aplicables durante su gestión anual,
entre los que estaban comprendidos los llamamientos de bonurum possessio. El interesado debía presentar
ante este magistrado un simple escrito o memorial, en el que invocaba el principio jurídico que le reconocía
derecho a tomar posesión de los bienes hereditarios del caso en particular. Cuando el magistrado concedía
esta petición, se la denominaba bonorum possessio edictalis.
Cuando no estaba comprendida en el edicto, el pretor podía concederla en casos especiales mediante
decreto: bonorum possessio decretalis, tratándose de casos especiales en los que tenía previo
conocimiento de la causa. Así se conocieron: - la bonorum possessio ventris nomine, que se le concedió a la
mujer en cinta en nombre del hijo por nacer; - la bonorum possessio furiosi nomine, que se le concedió al
curador del loco; y - la bonorum possessio ex edicto Carboniano, que se le concedió al hijo impúber cuyo
estado era disputado y que recién se iba a dilucidar su juzgamiento al llegar a la pubertad.
Otra clasificación diferenció a la bonorum possessio secundum tabulas; era otorgada conforme a las tablas
de un testamento primafacie valido, el que cumplía las exigencias mínimas del pretor; a la bonorum
possessio sine tabulas: esta, a falta de testamento era el pretor quien concedía al peticionario el señorío de
hecho sobre los bienes, edictalis o decretalis; y la bonorum possessio contra tabulas, esta, la concedía a
otras personas en contra de la voluntad del testador.
A los efectos de garantizar a los parientes más cercanos participar de la herencia, el derecho romano llegó a
través de ésta bonorum possessio a fijar el derecho de legítimas, que consistía en que a los sui heredes,
ascendientes, hermanos y hermanas, les correspondía mediante la concesión del pretor una porción
(debita) de un cuarto hasta antes del Corpus Iuris Civilis. En las Novelas se elevó a un tercio del patrimonio
si los legitimarios fuesen 4 o menos, y a la mitad si fuesen 5 o más.
Unidad 2: 1. Historia del dcho romano después de Justiniano: proyección del derecho romano en oriente.
Proyección del derecho romano en occidente. Renacimiento del derecho romano. Escuela de los
glosadores. Escuela de los comentaristas. Escuela humanista. Escuela del derecho natural. Escuela histórica.
Escuela de las pandectas. Influencia del dcho romano en el mundo, Latinoamérica y Argentina.
Historia del derecho romano después de Justiniano: Luego de la muerte del emperador Justiniano, su obra
compilatoria prosiguió vigente de manera oficial en el Imperio Romano de Oriente, pero, a pesar de que el
emperador había prohibido expresamente que el Corpus Iuris Civilis fuera interpretado, comentado o
actualizado, fue inevitable que el mismo sufriera una serie de modificaciones con el correr de los tiempos, a
través de los nueve siglos posteriores.
Así podemos observar, tomo como ejemplo el Digesto, que el trabajo más antiguo del cual tengamos
referencia con posterioridad a la muerte de Justiniano, se lo conoce con el nombre de Índice, y comprende
las 3 primeras partes de las Pandectas, sobre las que se realizan una serie de comentarios y aclaraciones
sobre la totalidad del Digesto.
2 siglos después, León III el Isáurico publicó una ley que trasciende con el nombre de Ley Isáurica, la que
contiene normas sobre el régimen matrimonial, tomando como fuente directa a la colección justinianea.
Basilio Macedonio derogó la Ley Isáurica elaborando otra más moderna, para comenzar a proyectar una
compilación que tenía como propósito reunir toda la legislación justinianea, armonizándola con la
legislación de los últimos 3 siglos.
El hijo de Basilio, y su sucesor León el Filósofo culminó la obra de su padre y procedió a publicarla a
comienzos del siglo X. Esta compilación se la conoce con el nombre de Basílicas; está compuesta por 6
partes, las cuales se dividen en 60 libros, y estos a su vez en títulos. Cada título consta de una cantidad
diversa de capítulos. Las Basílicas reproducen disposiciones del Corpus Iuris Civilis de Justiniano, siendo
acompañadas posteriormente con notas, ejemplos y comentarios.
Las Basílicas fueron objeto de comentarios denominados “escolios” (significa escuela), los cuales tuvieron
gran interés para el estudio de nuestra materia, con la finalidad de poder interpretar el dcho justinianeo y
señalar de que, manera fue evolucionando en relación con los cambios y exigencias del posterior derecho
oriental.
Proyección del derecho romano en occidente. En el año 476 se produjo la caída del Imperio Romano de
Occidente a mano de los bárbaros. El dcho romano lejos de sucumbir, sobrevivió debido al novedoso modo
de aplicación de las leyes que significo el denominado “sistema de personalidad de las leyes”.
En síntesis, las leyes que destacaron y merecen ser recordadas por su importancia son:
- El CODIGO DE EURICO: que tomo como fuentes principales a los códigos pre-justinianeos.
- EL EDICTO DE TEODORICO: estaba basado en los códigos pre-justinianeos y también de las sentencias de
Paulo y las Novelas posteodosianas. Rigió para los ostrogodos.
- EL BREVIARIO DE ALARICO: tuvo como fuentes generadoras a los códigos pre-justinianeos, las leges, y las
sentencias de Paulo y las Institutas de Gayo sobre el IUS. Rigió para los visigodos.
- LA LEX ROMANA BURGUNDIORUM: se dictó con la finalidad de ser aplicada a los burgundios.
Pero se fue deteriorando el sistema de personalidad de las leyes, hasta que en el siglo IX el principio de
territorialidad de las leyes lo reemplazó definitivamente.
Renacimiento del derecho romano. En el año 1137 fue encontrado en la ciudad de Pisa un manuscrito de
las Pandectas, fueron los acontecimientos generadores de un profundo y fuerte renacimiento del derecho
romano, el cual se mantiene en permanente crecimiento en cuanto a su análisis, comentarios e
interpretaciones hasta la actualidad.
Los juristas de perfil romanista del Medioevo han desarrollado diversas corrientes de estudio, análisis e
interpretación del dcho romano, siendo las mismas la Escuela de los Glosadores, la Escuela de los
Comentaristas, etc.
Escuela de los glosadores. A partir del siglo 12 y bajo la dirección del gramático boloñés Irnerio, se fundó
esta escuela, la cual tuvo como objetivo el estudio y análisis del dcho justinianeo. El método empleado por
Irnerio consistió en realizar la interpretación del Corpus Iuris Civilis, comenzando por el Digesto, y por
medio de glosas; es decir, anotaciones interlineales o marginales, sobre la magna obra de Justiniano.
Con esta labor comienza el primer periodo de los glosadores, conocido con el nombre de “periodo
creativo”. El segundo periodo fue denominado “periodo de la condensación”.
Llega a su punto cúlmine cuando el profesor Accursio, procede a compilar de manera ordenada y precisa las
principales glosas de sus predecesores, que pasan a la historia con los nombres de “Glosa Magna” o “Gran
Glosa de Accursio”. De esta manera termina un periodo de gran importancia en el renacimiento del
derecho romano, el cual tuvo una notable influencia en la aplicación tribunalicia del derecho.
Escuela de los comentaristas. A principios del siglo 14, el jurista Bartolo de Sassoferrato funda la Escuela de
los Comentaristas. El nombre surge del hecho de que sus expositores no se centran a solo interpretar el
Corpus Iuris Civilis, fueron más allá, en el sentido de proceder a realizar comentarios sobre temas e
instituciones concretas.
Tuvo como virtud la de aportar nuevas teorías, llegando algunos comentaristas a aseverar que fueron ellos
los precursores de la ciencia jurídica moderna; inclusive su fundador puede ser considerado como el jurista
que más ha influenciado sobre el derecho occidental moderno.
Quienes critican esta escuela sostienen que la misma llego a sustituir a los propios principios elaborados
genuinamente por el derecho romano.
Escuela humanista. Esta escuela es sinónimo de renacimiento. El objetivo de la misma era dar brillo a las
cualidades y virtudes inherentes a la naturaleza humana. Su finalidad fue el descubrimiento del hombre
desde su espiritualidad, y poniendo énfasis en el conocimiento del mundo clásico.
Partió del principio de que se debían dejar de lado las interpretaciones, comentarios, interpolaciones y
análisis de los textos clásicos para dedicarse a volver directamente a sus fuentes. Consideraban que, para
llegar a ello, era necesario contar con conocimientos filológicos, históricos, geográficos y arqueológicos.
Escuela del derecho natural. Tuvo como objetivo elaborar un dcho inmutable derivado de la razón.
Consideró al dcho romano como la razón escrita, en cuanto sus normas pudiesen compatibilizarse con
normas derivadas de la razón misma, su aplicación debería ser de carácter general para todo tiempo y
lugar.
Esta escuela restó relevancia a cualquier investigación histórica del derecho romano, fundamentando sus
premisas en la postura de la filosofía racionalista.
Algunos consideran que los naturalistas fueron detractores del derecho romano, en el sentido de que no
aceptaron su estudio a través de la historia y sus fuentes; mientras que otros consideran que ellos tuvieron
un cabal, profundo y metódico conocimiento del derecho romano, llegando inclusive a valerse de él para
fundamentar su teoría.
Escuela histórica. Esta escuela tuvo como consideración el estudio histórico del dcho romano. Surge en
Alemania en los albores del siglo 19 una nueva corriente con una tendencia impregnada en fomentar el
conocimiento de la historia del derecho romano para llegar a interpretarlo.
Rechaza la existencia de un dcho natural de validez universal. Consideran que el conjunto de principios y
normas jurídicas de cada Estado debe surgir espontáneamente del espíritu de su pueblo conforme a su
cultura, religión, costumbres, historia, etc.
Para esta escuela el derecho es solo aplicable en el territorio del Estado en que ese conjunto de principios y
normas jurídicas se adecue a las características del pueblo que va a regir.
La escuela histórica no tuvo como fin el exclusivo estudio de la historia de Roma, sino que, en base a ella se
debía llegar al estudio de su dogmática jurídica. La dogmática otorgó a la Escuela Histórica una
trascendencia que llego a extenderse a través de los años prácticamente por todo el mundo.
Escuela de las pandectas. como resultado de evolución de la Esc. Histórica, surgió la Escuela de las
Pandectas. Su objetivo era de tratar de ubicar los principios del dcho romano dentro del dcho positivo
vigente.
Esta escuela fue cayendo paulatinamente en el mismo error que la Escuela de los Glosadores. Ello, por
intentar compatibilizar normas y principios jurídicos que en realidad eran incompatibles.
La importancia que tuvo esta escuela en el resurgimiento del derecho romano consistió en que sus
seguidores se dedicaron al estudio exhaustivo de las Pandectas de Justiniano.
Influencia del derecho romano en el mundo, Latinoamérica y Argentina. El hecho de que un territorio
haya sido sometido temporalmente al poder político de Roma o de un Estado heredero de las virtudes
romanas, no es garantía de lograr una continuidad en esa formación jurídica. Salvo las regiones que fueron
sometidas y transformadas con posterioridad por el islamismo o por el Imperio Británico, en su mayoría se
pueden observar arraigados a los principios jurídicos y tradiciones romanas.
El imperio británico tuvo nueva organización judicial establecida por los mismos monarcas ingleses, lo que
logró el desplazamiento del derecho romano y sus principios jurídicos de su aplicación práctica. Pero por las
mismas características de ese sistema, al carecer de una sistemática adecuada para su enseñanza, los
jueces que lo aplicaron no pudieron escapar de la previa información romanística, y como estudiantes
universitarios conocieron el derecho a través de las leyes de Roma
En el caso de Latinoamérica, las potencias Ibéricas herederas de Roma y las tradiciones greco-latinas,
trasladaron los mismos principios e instituciones a todos los rincones de nuestro continente que quedaron
bajo su hegemonía.
En nuestro país Sarsfield fue un verdadero “jurisconsulto romanista”, y el CC argentino es el más
reconocido en el mundo moderno. El derecho romano influyó en nuestra legislación, en especial en el
ámbito del derecho civil, ya sea de manera directa tomando los textos romanos mismos, o de manera
indirecta, a través del antiguo derecho español y de los juristas de raigambre romanista.
2. Vicios de la voluntad. Vicios conscientes de la voluntad. Vicios inconscientes de la voluntad. Error. Dolo.
Violencia. Contenido. Causa. Elementos naturales. Elementos accidentales. Condición. Término. Modo.
Ineficacia del negocio jurídico. Convalidación y conversión del negocio jurídico.
3. Derechos reales sobre la cosa propia: propiedad o dominio: concepto y naturaleza jurídica. Estructura de
la propiedad romana: clases. Propiedad quiritaria: concepto y requisitos. Propiedad bonitaria: clases.
Limitaciones a la propiedad.
Derechos reales sobre la cosa propia: La propiedad es el pleno y absoluto señorío jurídico que ejerce un
sujeto sobre una cosa corporal. Deriva de la voz PROPIETUM que significa “lo que es propio”. Esta voz
deriva a su vez de PROPE, que significa “cerca”.
A partir del derecho clásico, aparece el término DOMINIUM como sinónimo de propiedad bonitaria que es
la regida por el derecho de gentes, utilizándose ambas voces. En el derecho justinianeo, los términos
propiedad y dominio se usan para mencionar a la propiedad en general.
En la naturaleza jurídica, la propiedad es el derecho real por excelencia, estando el objeto sometido al
poder del sujeto que ejerce el derecho de la manera más amplia posible, incluso gozando del IUS
ABUTENDI, mediante el cual puede hasta destruir la cosa.
El derecho de propiedad, presenta los siguientes caracteres: - Es absoluta: el ejercicio de la propiedad era
ilimitado, con la evolución del derecho, aparecen las limitaciones. - Tiene virtud absorbente: el ejercicio de
la propiedad sobre una cosa implica que todo lo que se encuentra unida a ella se presume que le pertenece
al propietario de la cosa principal. - Es perpetua: no se extingue, aunque su titular no la utilice. - Es
exclusiva: solamente una persona puede ser propietaria de la totalidad de una cosa; no se concibe una
titularidad de más de una persona sobre una misma cosa de manera simultánea.
El derecho de propiedad, otorga a su titular una diversidad de facultades, que son los siguientes derechos:
- USUS: derecho de servirse de la cosa, obteniendo de ella todas las ventajas y provechos que puedan
rendir, sin incluir sus frutos.
- FRUCTUS: dcho de usar la cosa obteniendo de ella los frutos, tanto naturales como civiles que pueda
producir.
- ABUSUS: dcho de poder consumir la cosa, extinguiéndola, y, en consecuencia, disponiendo de ella en
forma definitiva. Esto no es otra cosa que una consecuencia del carácter absoluto de propiedad.
Estructura de la propiedad romana: clases. El derecho de propiedad estuvo regulado en los principios de
esta institución por normas y principios de dcho quiritario, regulado por los rígidos principios del antiguo
dcho romano. A partir del siglo IV a.C., comienza a gestarse un nuevo tipo de dcho de propiedad con
principios más flexibles, surgiendo así un dominio más amplio, configurándose la propiedad que los
romanos denominaron bonitaria.
En la última etapa del derecho romano, se llegó a la equiparación de ambas propiedades, denominándolas
como “propiedad” o “dominio”, de manera indistinta.
Propiedad quiritaria. Diremos que Rómulo dispuso la distribución de una superficie relativamente pequeña
entre los PATRES para que construyesen sus viviendas e hicieran los cultivos fundamentales para su
subsistencia. Con este acontecimiento se habría configurado el derecho de propiedad, el cual podía
transmitirse a los herederos, y entre particulares por actos entre vivos, mediante el cumplimiento de rígidas
formalidades del derecho de la época. Así se legisló y protegió al primer tipo de propiedad denominada:
propiedad quiritaria.
Los requisitos esenciales que se debían cumplir para obtener la propiedad quiritaria estaban dirigidos al
sujeto titular del derecho de propiedad, al objeto del referido derecho, y por último a la forma que se debía
emplear para adquirirlo.
En cuanto al sujeto titular del derecho, debía detentar los 3 CAPUT: ser libre, ciudadano romano, y sui iuris.
La cosa sobre la que recaía el derecho de propiedad, debía tener una condición jurídica determinada. Si se
trataba de cosas muebles, debían estar en el comercio; mientras que, si se trataba de cosas inmuebles,
debían estar en el comercio y se requería que gozasen del IUS ITALICUM, asimilándose a los fundos
provinciales con
los fundos situados en Roma.
La forma de adquisición debía realizarse mediante MANCIPATIO o la IN IURE CESSIO.
Propiedad bonitaria: clases. Cuando faltaban algunos requisitos esenciales exigidos para la adquisición de
la propiedad quiritaria, no podía configurarse la misma. Tiempo después, la transmisión de la propiedad sin
que
se cumplieran algunos de los requisitos tendió a generalizarse, entonces, al no poder perfeccionarse la
adquisición de derecho civil, por vía pretoriana se llegó a admitir otro tipo de propiedad; la propiedad
bonitaria.
Este tipo de propiedad, significo entonces un derecho sobre las cosas que encontró protección jurídica en
principios del derecho de gentes.
Según el defecto de que adolece, y que en consecuencia impedía la transmisión de la propiedad quiritaria,
el derecho pretoriano estableció distintas clases de propiedad bonitaria:
- Propiedad peregrina: se configuraba cuando se transmitía la propiedad a una persona que, por su
condición de extranjero estaba impedido de recibirla de acuerdo a las normas del derecho civil.
- Propiedad provincial: tenía lugar cuando se transmitía un inmueble que estaba situado en provincias del
Imperio Romano que no gozasen del IUS ITALICUM.
- Propiedad bonitaria: era aquella que se transmitía sin cumplirse con las formalidades establecidas por el
derecho civil.
- Propiedad pretoriana: se concretaba en aquellos casos especiales en que el pretor acordaba a una
persona poderes análogos al de la propiedad civil.
Limitaciones a la propiedad. Al evolucionar el dcho, el ejercicio ilimitado del derecho de propiedad, en
algunos casos el ejercicio ilimitado podía ir en detrimento, ya sea para la comunidad o terceros en
particular. Por esto, la legislación acudió en resguardo de estos intereses colectivos o individuales, dictando
una serie de normas restrictivas del ejercicio de este derecho.
En protección del interés público, se establecieron las siguientes limitaciones:
- Prohibición de enterrar cadáveres dentro de los muros de Roma. - Obligación de dar paso a través de un
fundo privado si el camino público se hubiera tornado intransitable. - Obligación por parte de los
propietarios de fundos ribereños de dar paso a las embarcaciones ajenas para que pudiesen maniobrar. -
Los dueños de inmuebles de derecho quiritario estuvieron obligados a pagar impuestos territoriales. - En
periodo posclásico, se concede el derecho a buscar minerales en fundo ajeno, pagando una retribución al
propietario y otra al Estado.
En protección del interés privado, se establecieron algunas limitaciones: - Facultad del dueño de un
inmueble de pasar al de su vecino en días alternos a recoger frutos de su árbol que hubiesen caído en
terreno vecino.
- Servidumbre de paso solicitada a un juez por el propietario de un fundo incomunicado a un camino
público
- Prohibición de que un propietario construya obras tendientes a desviar el cauce natural de las aguas que
perjudicasen a su vecino.
- Derecho a exigir a un vecino que cortase las ramas de un árbol que sobrepasasen los 15 pies de altura.
PATRIA POTESTAD: UNIDAD 1.
Unidad 3: 1. El dcho en el periodo imperial: Las constituciones imperiales se erigieron en la práctica como
principal fuente del dcho romano de la época, ya que el emperador a través de la LEX IMPERII pasó a
ostentar el poder supremo, siendo esta ratificada por una LEX REGIA de la época de Justiniano.
Las constituciones imperiales son clasificadas de diversas maneras:
- EDICTOS: son normas de carácter obligatorio publicadas por el emperador. Al ir concentrándose los
poderes en la persona del emperador, la cantidad de edictos publicados se incrementó.
- DECRETOS: son las decisiones judiciales emanadas del emperador. Si bien eran decisiones tomadas en
casos particulares, por analogía se aplicaban a casos semejantes.
- RESCRIPTOS: son las respuestas dadas por el emperador a pedido de parte interesada, a las cuestiones de
derecho que le eran sometidas por los particulares para su decisión
- MANDATOS: son las instrucciones que con carácter obligatorio remitía el emperador a todos los
funcionarios en quienes había delegado el ejercicio de su jurisdicción; se manifestaba a través de mandatos
para la administración de los territorios provinciales.
Los emperadores no elaboraban personalmente las constituciones imperiales. Colaboraban con él los
jurisconsultos de más prestigio, acudiendo además a un Consejo presidido por PRAEFECTO PRAETORIO y
compuesto por caballeros y senadores, todos versados en las ciencias jurídicas.
La jurisprudencia. El prestigio del que gozaban los jurisconsultos durante el último siglo de la Republica fue
en progresivo aumento durante el Imperio.
Augusto busco apoyo jurídico en los jurisconsultos al otorgarle carácter oficial al dictamen de los que
gozasen del IUS PUBLICE RESPONDENDI. Quienes lograban obtener por parte del emperador esta
clasificación pasaban a responder con autorización expresa de aquél.
La opinión de los jurisconsultos eran dictámenes no vinculantes para el juez, quien era el encargado de
dictar la sentencia.
En época de la decadencia del derecho, los emperadores se encontraron con la dificultad de que no había a
quien designar para que gozase del IUS PUBLICE RESPONDENDI, surgiendo entonces la necesidad de
recurrir a los trabajos que habían realizado los jurisconsultos en los primeros siglos del Imperio Romano.
Escuelas de sabinianos y proculeyanos. En la época de Augusto observamos las divergencias de opiniones
que se van produciendo, dando lugar al nacimiento de dos escuelas de derecho: la escuela de los
proculeyanos y sabinianos.
La escuela de los proculeyanos estaba encabezada por el jurisconsulto Labeon e impregnada de la filosofía
estoica. Esta escuela se caracterizaba por utilizar una lógica pura, deduciendo rigurosamente los casos a
partir de los principios generales. Jurisconsultos: Labeon, Nerva, Pegas, etc.…
La escuela de los sabinianos nace con el jurisconsulto Ateyo Capiton, era contraria en adoptar doctrinas
filosóficas, diferenciándose de la escuela antes mencionada. Jurisconsultos: de la talla de Capiton, Masurio
Sabino, Salvio Juliano, etc.
Ambas escuelas se tenían un profundo respeto reciproco, al citar el criterio de su escuela adversaria y al
dejar de lado su postura cuando se consideraba que la posición contraria tenía razón. Todo en beneficio de
la ciencia del derecho. Con posterioridad, desaparecieron las diferencias entre estas dos magnas escuelas.
La codificación en el período pre justinianeo. Al estudiar a los diversos periodos históricos, el cuarto y
último periodo es el denominado “derecho de la codificación” que comienza con el Dominado y termina
con la redacción del Corpus Iuris Civilis.
A la muerte de Alejandro Severo decrece la elaboración de la jurisprudencia y se incrementa la cantidad de
constituciones imperiales como fuente productora de derecho. Se torna necesario sistematizar el derecho
en un cuerpo legislativo. Esta necesidad alcanza para las LEGES (termino dado para las constituciones
imperiales), como al IUS (derecho emanado de los jurisconsultos).
Código Gregoriano. Fue publicado en Oriente en tiempos del emperador Dioclesiano. El nombre de este
codex hace referencia a su autor y se divide en libros que a su vez están subdivididos en títulos.
Las constituciones imperiales que trata son de la especie de los rescriptos, y están ordenados
cronológicamente. La primera constitución contenida en el Código Gregoriano data de la época de Septimio
Severo, siendo la última de la época de Maximiano y Dioclesiano.
En el código se insertan las materias plasmadas en el Edicto Perpetuo de Salvio Juliano y el último libro se
refiere al derecho penal.
Código Hermogeniano. Su nombre se debe al jurisconsulto que lo compilo, tratándose también de una
labor privada de LEGES. Contiene 38 constituciones imperiales dictadas en tiempo de Dioclesiano,
Maximiano y Constancio Cloro.
Código Teodosiano. Se trató de una compilación de carácter oficial. En el siglo V el emperador de Oriente
Teodosio II designó a una comisión con la finalidad de que compilase las constituciones imperiales a partir
de Constantino. Dispuso la confección de un manual con las responsas de los jurisconsultos clásicos.
Ante el fracaso de la primera comisión designada, nombro a otra comisión, la cual elaboró este codex,
siendo luego sancionado por el emperador para ser publicado al año siguiente en Oriente.
Rigió en todo el Imperio Romano al ser reconocido por el emperador de Occidente, estableciéndose que
sería la única fuente del derecho imperial.
Este código se dividió en 16 libros, los cuales a su vez se subdividieron en varios títulos en los que las
constituciones imperiales fueron ordenadas según las diferentes materias que se tratan, y dentro de ellas,
siguiendo una ordenada cronología.
Los 5 primeros libros establecen disposiciones relativas al derecho privado; el libro 6 trata sobre el orden de
los privilegios; el 7mo libro tiene disposiciones referentes al res militaris; el 8vo ordena las atribuciones de
los funcionarios inferiores; el 9no establece normas referentes al dcho procesal penal; el 10mo reglamenta
disposiciones de derecho fiscal; 11mo refiere a los impuestos; el 12mo establece el régimen de las personas
de existencia ideal; los libros 13 y 14 contiene normas de dcho público para Constantinopla y Roma; el libro
15 reglamenta todo lo concerniente a trabajos públicos y el libro 16 legisla sobre el derecho eclesiástico.
Luego de publicado el Código Teodosio II y Valentiniano III continuaron publicando constituciones
imperiales, se las conoce con el nombre de Novelas Teodosianas.
A las constituciones imperiales elaboradas por los emperadores posteriores a ellos, las conoce con el
nombre genérico de Novelas posteodosianas; ello por influencia de Teodosio que ordenó que las
constituciones citadas con posterioridad solo tendrían fuerza de ley luego de que fueran comunicadas y
publicadas en ambas partes del Imperio, en Oriente y Occidente.
Ley de citas: Se percibió la imperiosa necesidad de compilar las opiniones de los grandes jurisconsultos del
periodo clásico, mediante una constitución de los emperadores Teodosio I y Valentiniano II. Se determinó la
importancia y jerarquía que debían tener los grandes jurisconsultos al ser consultados por los jueces para
dictar sentencias, como así también la prioridad que debía establecerse entre aquellos.
A esta constitución se conoce con el nombre de “Ley de Citas”. Los jueces en sus sentencias debían invocar
las opiniones de quienes fueron considerados los cinco grandes jurisconsultos de Roma; Papiniano, Paulo,
Ulpiano, Gayo y Modestino.
La ley de Citas tuvo por finalidad establecer cuál debía ser el proceder que tenían que emplear los jueces
para dictar sentencia, dándole así rango de valor legislativo a la opinión de los 5 grandes jurisconsultos.
Establecía que para el caso de encontrar divergencias entre los jurisconsultos citados debía prevalecer la
opinión de la mayoría. En caso de empatar entre opiniones contradictorias, prevalecía la corriente en la
cual había opinado Papiniano, que era considerado el de más grande prestigio entre los 5. Se estableció que
si Papiniano no había opinado sobre una cuestión en la cual había divergencia de opiniones en igual
cantidad, recién allí se dejaba librada la decisión al juez como lo creyera conveniente y ajustado a derecho.
Romanistas consideran que la ley era importante debido a que intenta compilar el IUS con la finalidad de
dar fuerza de ley a la labor de los jurisconsultos.
Al ser las normas de las ciencias jurídicas mutables en el tiempo deben acompañar los cambios sociales,
políticos, etc., ínsitos a la idiosincrasia de cada pueblo, no pudiendo la Ley de Citas mantenerse inmutable,
puesto que quedaría anacrónica.
Teodosio II pretendió cristalizar el derecho en la opinión de los jurisconsultos citados, los cuales ya habían
desaparecido hace siglos, y en consecuencia sus opiniones no podían adecuarse a los nuevos tiempos.
Leyes romanas-bárbaras. En el año 476 se produjo la caída del Imperio Romano de Occidente bajo la
dominación de tribus germánicas bárbaras. Si bien los pueblos germánicos derrotaron a los romanos,
tuvieron la prudencia de respetar la cultura y tradición romana. Respetaron además las leyes que regían a
los romanos, mientras que los barbaros se rigieron por sus propias leyes.
Coexistieron ambos regímenes jurídicos, ya que los barbaros aplicaron para ellos sus propias leyes, pero
legislaron también para sus súbditos romanos, produciéndose una dualidad jurídica, surgiendo una
legislación con el nombre de “leyes romano-bárbaras” dictadas por reyes germánicos.
Los ostrogodos, dominadores de Italia, redactaron las primeras leyes romano-bárbaras, conocidas con el
nombre de EDICTUM THEODORICI, cuyo nombre debe al rey de los ostrogodos de nombre Teodorico. El
propósito de esta legislación fue el de unir la nacionalidad de godos y romanos.
Los visigodos, dominadores de España y las Galias, sancionaron la denominada BREVIARIO DE ALARICO.
Sancionado por Alarico II, consta de dos partes: la primera incluía LEGES y contiene varias constituciones
imperiales extraídas de los Códigos Gregoriano, Hermogeniano, Teodosiano y de las Novelas
posteodosianas; la segunda parte, de IUS, contiene sentencias de Paulo y de las Institutas de Gayo. Ambas
partes están comprendidas en un total de 12 libros.
Esta obra es criticada desde el punto de vista científico, puesto que sus fuentes fueron tergiversadas,
cayendo como consecuencias de ello en una serie de errores y contradicciones con respecto a sus
originales.
Finalmente, en la capital oriental, se dictó la LEX ROMANA-BURGUNDIORUM, bajo el reinado del rey
borgoñés Gondebaud, fue una compilación de derecho romano para ser aplicada a sus súbditos.
La codificación justinianea. Se considera que con la muerte de Justiniano termina el desarrollo del derecho
romano, el cual quedó plasmado en la labor compiladora, conocida con el nombre de Corpus Iuris Civilis.
La necesidad de la codificación se hacía en esa época indispensable, puesto que desde hacía siglos los
plebiscitos, los senadoconsultos, los edictos de los magistrados, la labor de los jurisconsultos y las
constituciones imperiales se habían reproducido de tal manera que las normas jurídicas originadas en todas
esas fuentes del derecho se tornaban contradictorias, sembrando confusión en la aplicación del derecho.
Justiniano emprendió la codificación en su totalidad, llegando a terminarla. Partes constitutivas del Corpus:
comprende las siguientes partes: Codex, Digesto, Institutas y Novelas.
- Codex: Al asumir Justiniano al trono, designo una comisión integrada por 10 jurisconsultos para que
estudie, analice, revise y luego de ellos proceda a desinsacular las contradicciones, errores y constituciones
que no se aplicasen, y que estuviesen plasmadas en los Códigos Gregoriano, Hermogeniano, Teodosiano, y
trabajos compilatorios posteriores a ellos.
Luego de cumplirse con lo encomendado, el trabajo fue publicado con el nombre de Codex Justinianeus,
prohibiéndose a los abogados invocar en juicio antiguas constituciones imperiales que no estuviesen
insertas en este Codex. Este primer código fue reemplazado en el año 534 por un nuevo código que es el
que ha llegado hasta nuestros días.
Se divide en 12 libros, los cuales a su vez se subdividieron en títulos, estando estos compuestos por leyes o
fragmentos. En los títulos las constituciones imperiales fueron ordenados cronológicamente, siendo la más
antigua una constitución del emperador Adriano.
El libro 1 contiene normas sobre las fuentes del dcho; los libros II al VII contienen normas relativas a los
derechos reales, obligaciones, contratos y dcho sucesorio; el libro IX hace mención al derecho penal y los 3
últimos (X al XII) establecen disposiciones sobre derecho administrativo y financiero.
- Digesto: Con posterioridad a la compilación de leges, Justiniano se ocupó del ordenamiento del IUS, y de
esta manera procedió a encargar a una comisión a cargo de Triboniano y compuesta por 16 jurisconsultos,
profesores y funcionarios que estudiasen la labor de los antiguos jurisconsultos, y se procediese a rescatar
los aspectos más útiles para la práctica del derecho.
Esta compilación del IUS fue elaborada en el término de 3 años, siendo publicada bajo el título de
“Digesto”. Esta ordenado en 7 partes, divididas en 50 libros, los que a su vez fueron subdivididos en títulos.
En cuanto a su contenido: PRIMERA PARTE comprendía los libros 1 al 4 se refiere al derecho en general; la
SEGUNDA PARTE compuesta por los libros 5 al 11, haciendo mención a la doctrina general sobre las
acciones; TERCERA PARTE son los libros del 12 al 19 refieren sobre disposiciones del Edicto relativas a
créditos o contratos; CUARTA PARTE el libro 20 se refiere a como se constituyen los derechos reales de
prenda e hipoteca; QUINTA PARTE el libro 27 refiere a quienes pueden hacer testamentos; SEXTA PARTE
empieza a partir del libro 37 y contiene normas relativas a la posesión de los bienes, sobre los servicios de
los libertos, manumisiones, adquisición del dominio de las cosas, interdictos y excepciones; la SEPTIMA
PARTE comienza con el libro 40 hasta el final que contiene normas sobre el derecho penal.
- Institutas: Justiniano encargó a Triboniano, la elaboración y redacción de una obra elemental de derecho,
destinada fundamentalmente a los estudiantes. Tanto el código como las Pandectas eran obras de difícil
comprensión para que los principiantes en el conocimiento de las ciencias jurídicas pudiesen comenzar el
estudio metódico del derecho, sin una base de saberes previos que los ubicase en el mundo jurídico.
Triboniano y sus colaboradores tomaron como referencia a las Institutas de Gayo y trabajaron sobre ella.
Las institutas están divididas en 4 libros, los cuales se subdividen en títulos.
Su contenido general cuenta de: el libro numero 1 trata sobre las personas; el 2do sobre las cosas y los
derechos reales en general; el 3er libro se refiere a la doctrina general de las obligaciones, a las
obligaciones nacidas de los contratos, como así también a la sucesión ab intestato; por último, el libro 4to
contiene disposiciones nacidas de los delitos, para terminar, enseñando normas sobre el proceso privado.
- Novelas: Justiniano siguió promulgando constituciones imperiales. Estas nuevas constituciones imperiales
fueron denominadas “Novelas”, estando precedidas por un prefacio que explicaban las causas por las
cuales se sancionaba la respectiva constitución, y al finalizar la misma podemos observar la redacción de un
epilogo que determinaba el alcance y aplicación de la constitución en cuestión.
Las novelas ascienden al número de 168, pero se puede observar reiteraciones de algunas de ellas, razón
por la que su cantidad se reduce. Gran parte de ellas pertenecen a Justiniano, y las restantes a sus
sucesores Justino II, Tiberio II y León.
2. Adquisición de la propiedad:
3. MANUS MARITALIS: es el poder que ejerce el marido sobre la mujer. Esta se origina mediante diversas
formas:
- CONFARREATIO: es una ceremonia religiosa y solemne celebrada por el sumo sacerdote de Júpiter en
presencia de 10 testigos que deben ser ciudadanos romanos. Este acto exigía que se realizaran varias
etapas sucesivas y continuas. La primera era la llamada TRADITIO, consistía en la salida de la novia del
hogar paterno; la segunda etapa se denominaba DEDUCTIO IN DOMU simulaba un rapto por parte del
novio quien debía llevar a la novia al hogar conyugal, haciéndola entrar sin que ella pise el umbral; y la
tercera etapa es la CONFARREATIO donde, ya en el hogar conyugal, se ofrecía el PANIS FARREUS (pan de
harina de trigo) a Júpiter, recitando fórmulas sagradas y solemnes.
Los actos de la CONFARREATIO duraban varios días, y si la ceremonia se interrumpía por un acontecimiento
imprevisto, la ceremonia debía comenzar de nuevo. Cumplida la ceremonia, la mujer quedaba unida a la
familia de su marido y a su culto. Este tipo de adquisición de la MANUS estaba reservada a la clase patricia.
- COEMPTIO: es la forma normal de adquirir la MANUS en el período clásico. Consiste en la venta simbólica
de la mujer al marido efectuada por los procedimientos de la emancipación. Gayo dice que esta venta
imaginaria debía realizarse con la presencia de por lo menos 5 testigos que debían ser ciudadanos romanos
púberes, y de otra persona que oficiaba de LIBREPENS.
Al realizarse esta ceremonia de venta, se debía aclarar que la misma era en MATRIMONII CAUSA, si no era
así, se estaba en presencia de una venta pura y simple, y la mujer podía pasar a revestir en calidad de
esclava.
- USUS: es la forma de adquirir la MANUS por el solo transcurso del tiempo. Celebradas las NUPTIAE,
transcurrido un año, hacia nacer a favor del marido esta potestad. Si la mujer no quería quedar sujeta a la
potestad de su marido, antes de que transcurriese un año de casados, debía ausentarse por 3 noches del
hogar conyugal, y de esta forma interrumpía el lapso que iba transcurriendo. A esta forma interruptiva del
USUS se la denominó TRINOCTIUM. Luego, volvía al hogar conyugal, y el plazo anual teniente a la
adquisición de la MANUS se iniciaba nuevamente.
Presupuestos del matrimonio: El dcho romano exige requisitos de validez para celebrar las IUSTAE
NUPTIAE. Estos requisitos son: - Capacidad jurídica: En los primeros tiempos de Roma, solo tuvieron
capacidad jurídica para contraer matrimonio los ciudadanos romanos. Estaban excluidos los latinos IUNIANI
y COLONIARII, los peregrinos y los esclavos. Luego, se les confirió la ciudadanía a todos los súbditos del
imperio, y al desaparecer la distinción entre ciudadanos y extranjeros, todas las personas pudieron gozar
del IUS CONNUBI, a excepción de los bárbaros y de los esclavos.
- Capacidad sexual para procrear: estaba dada por la pubertad, debido a que con este requisito se podía
cumplir con la procreación. El dcho romano estableció que los varones llegaban a la pubertad al cumplir los
14 años y las mujeres los 12 años.
- Consentimiento de los contrayentes: es un elemento esencial, debe ser prestado mediante un acto
voluntario libre constituye otro presupuesto del matrimonio romano. Constituyen las nupcias.
- Autorización del PATERFAMILIAE: si el prometido fuera ALIENI IURIS, se requería, la autorización del
PATERFAMILIAE. Si el padre del contrayente no era el PATERFAMILIAE, era necesario también su
consentimiento, porque en el futuro los hijos que pudiesen nacer de este nuevo matrimonio podrían
quedar bajo su potestad.
Impedimentos matrimoniales: son hechos o situaciones de diversa índole que constituyen obstáculos para
realizar las legítimas nupcias. Los impedimentos podían ser absolutos y relativos.
Impedimentos absolutos: son los que imposibilitan el matrimonio con cualquier otra persona. Entre estos
podemos mencionar al matrimonio anterior mientras subsista debido a que el matrimonio en Roma era
monogámico. En una cita de Gayo dice que una mujer no puede estar casada al mismo tiempo con dos
maridos, ni un marido puede tener al mismo tiempo 2 mujeres. Otro impedimento absoluto era el que
tenían las personas que hayan hecho votos de castidad para ingresar a órdenes religiosas. También les
cabía este impedimento a las personas castradas y esterilizadas, en cuanto a los que nacían estériles si
podían contraer matrimonios.
Los impedimentos relativos: imposibilitan la celebración del matrimonio con personas determinadas. Tenía
gran importancia el parentesco. En el parentesco por consanguinidad la prohibición alcanzaba en línea
recta en todos los grados, mientras que, en línea colateral, llegaba en el antiguo derecho hasta el sexto
grado, restringiéndose luego hasta el cuarto grado. En el parentesco por afinidad el impedimento
matrimonial lo fue en línea recta en todos los grados, y en línea colateral hasta el segundo grado.
Por razones políticas y éticas le estuvo vedado contraer nupcias al gobernador de una provincia romana con
una mujer que habitase en la provincia que gobernase, prohibición que se mantenía hasta el momento en
que el gobernador dejara su cargo.
Por razones éticas se prohibió el matrimonio entre un esposo divorciado con la hija de la ex esposa de un
matrimonio posterior.
Por razones religiosas, a partir del cristianismo se prohibió el matrimonio de un cristiano con herejes o
judíos. No se permitió el matrimonio de un padrino con su ahijada.
Por motivos sociales estaba prohibido en el antiguo derecho el matrimonio entre patricios y plebeyos,
siendo este impedimento dejado sin efecto por LEX CANULEIA del año 445 a.C.
Por razones de conflicto de intereses entre patrimonios prohibió la celebración de IUSTAE NUPTIAE entre el
tutor o curador con la pupila. Este impedimento subsistía hasta que el tutor o curador rindiese cuentas de
su gestión, las mismas fuesen aprobadas, y transcurriese un año.
Para dar certeza a la filiación, se prohibió que la mujer se casase antes de transcurridos 10 meses de haber
enviudado o de la fecha de haberse divorciado. Este periodo varió según la evolución del derecho.
Por razones de decoro se prohibieron las nupcias entre senadores o sus hijos, con mujeres de vida
licenciosa.
Los impedimentos mencionados no conforman una enunciación taxativa, pudiéndose encontrar otras en las
fuentes de derecho romano.
Efectos del matrimonio con respecto a la familia: Entre los cónyuges, hubieron efectos como: - Se deben
recíprocamente mutua fidelidad. - El marido está obligado a proteger a su esposa, lo que se refleja en él
debe de representarla e juicio y accionar por las injurias que le hubiesen causado.
- La mujer está obligada a respetar y obedecer a su marido, debe residir en el lugar que el marido
establezca y debe encargarse de las tareas domésticas. - Ulpiano nos indica que se prohibieron las
donaciones entre cónyuges, a tal punto que fueron sancionadas con nulidad absoluta.
El principal efecto del matrimonio con respecto a los hijos estaba dado en relación a la filiación, que es el
conjunto de dchos y obligaciones que surgen entre padres e hijos. El dcho romano tuvo en consideración
diversas filiaciones:
- Filiación legitima: si la misma derivaba de las IUSTAE NUPTIAE. En efecto, se presumía que el hijo nacido
luego de los 180 días de celebrado el matrimonio, y hasta 300 días después de haberse disuelto, era
considerado hijo legítimo. Lógicamente la misma admitía que se probase lo contrario.
- Filiación natural: cuando provenía del concubinato, de la unión estable entre el varón y la mujer sin haber
celebrado las IUSTAE NUPTIAE.
- Filiación ilegítima: si era fruto de relaciones prohibidas.
- Filiación adoptiva: cuando la misma era consecuencia de la adopción.
Entre padres e hijos, y en consecuencia de la filiación, los padres estaban obligados a proteger, educar y
alimentar a sus hijos. En cuanto a los alimentos, la obligación era recíproca, debiendo los hijos mayores
prestar alimentos a sus padres cuando éstos se encontraban en estado de incapacidad o vejez. Por
alimentos se entiende a todo lo que es indispensable para el mantenimiento de la persona, comprendiendo
los alimentos, vestimenta y habitación.
Los hijos estaban obligados a honrar y respetar a sus padres, como por ej. No estaban obligados a prestar
testimonio contra ellos. Los hijos tenían derecho a participar de la sucesión AB INTESTATO de sus padres.
En lo que respecta a la sucesión testamentaria, los padres podían disponer libremente de sus bienes, pero
al evolucionar el derecho, este poder de disposición se fue restringiendo hasta llegar un momento en que
se prohibió desheredar a los hijos sin justa causa.
Causas de disolución: El matrimonio podía disolverse por las siguientes causas: - Por el fallecimiento de uno
de los cónyuges.
- La CAPITIS DEMINUTIO MÁXIMA de uno de ellos, al haber perdido el STATUS LIBERTATIS lo ponía en un
estado de esclavitud que impedía la subsistencia de las nupcias. Si la esclavitud hubiera sido producida por
haber quedado bajo cautiverio, en poder del enemigo, las nupcias quedaban disueltas, aunque luego se
liberase y volviera a Roma. El derecho romano contempló algunas situaciones especiales en las que el
matrimonio no se disolvía, tal era el caso de que ambos cónyuges hubiesen sido tomados cautivos en el
mismo momento y proseguía la convivencia, regresando luego juntos a Roma. En el Dcho Justinianeo se
dispuso que, si uno de los cónyuges era tomado cautivo y se tuviesen noticias del prisionero, el otro
cónyuge no podía casarse hasta que hayan pasado 5 años.
- La CAPITIS DEMINUTIO MEDIA porque al perder el STATUS CIVITATIS no se puede gozar de instituciones
que son exclusivas de los ciudadanos romanos, como ser el matrimonio. La unión subsistía como
matrimonio del dcho de gentes, e incluso con Justiniano se establece que la pérdida de la ciudadanía no
produce la disolución del matrimonio del dcho civil cuando el cónyuge que no sufre CAPITIS DEMINUTIO
alguna continúa conservando el AFFECTIO MARITALIS.
SUCESION: UNIDAD 1.
Unidad 4: 1. Concepto de derecho romano: sentido histórico y jurídico.
a) Sentido histórico: es el conjunto de normas y principios jurídicos que rigieron las relaciones jurídicas de
los romanos y los pueblos conquistados por estos desde la fundación de Roma (año 753 a.C.) hasta la
muerte del emperador Justiniano. En el transcurso de esos años se produjo una profunda evolución del
derecho, lógica y necesaria por la naturaleza del tiempo y espacio de sus normas, por lo cual este tiene que
ser estudiado dentro del marco histórico-político en el que se produce el origen y la evolución de las
distintas instituciones jurídicas.
El dcho romano constituye un proceso evolutivo de normas jurídicas, las cuales, con el transcurso del
tiempo se van perfeccionando y adaptándose a las circunstancias histórico-políticas que le toco vivir al
pueblo romano.
b) Sentido jurídico: se entiende por dcho romano a la obra compiladora del emperador Justiniano quien
encomendó a una comisión integrada por los jurisconsultos, encabezados por Triboniano para la
elaboración del mismo. Culminaron con el trabajo recién para el año 529. Esta obra fue conocida con el
nombre de Corpus Iuris Civilis, el cual constaba de las partes siguientes:
1. CODEX: Conformado por el conjunto de constituciones imperiales dictadas hasta la época de Justiniano.
2. DIGESTO: Constituido por la colección de extractos de escritos de los jurisconsultos.
3. INSTITUTAS: es un tratado para la enseñanza y aprendizaje del derecho, era como un manual de estudio,
para los que quieran aprender del derecho.
4. EL NUEVO CODIGO: es la re-edición del Codex, solo que en este caso se agregaron las constituciones
imperiales que fueron dictadas por Justiniano hasta el año 534.
5. NOVELAS: integradas por las nuevas constituciones imperiales, dictadas desde el año 534.
Ius, fas y boni mores: Los romanos en lo general optaban por reglas más prácticas. Los romanos
consideraban que la palabra IUS significaba DERECHO. Celso define al DERECHO como el arte de lo bueno y
de lo equitativo.
Considera al derecho como un arte cuando es una ciencia. PERO, en cuanto al término ARTE se refiere al
conjunto de preceptos y reglas para aplicar correctamente el derecho. Y cuando considera al derecho como
BUENO, hace confundir la moral con el derecho. PERO, con el término de BUENO hace referencia a la
aplicación del derecho teniendo como fin el valor justicia.
No existe una distinción clara entre las normas jurídicas, religiosas y morales, estas distintas reglas de
conducta humana fueron enunciadas con vocablos distintos por los romanos cuando se encontraban frente
a casos concretos. Así llegaron a establecer:
IUS: refiere a la norma jurídica. FAS: menciona a la norma religiosa. BONI MORES: es la norma moral.
Iustitia et iuris prudentia: IUS, IUSTITIA y IURISPRUDENTIA tienen la misma raíz etimológica.
Según Ulpiano en el digesto manifiesta que IUSTITIA “es la constante y perpetua voluntad de dar a cada
uno lo suyo”, esto quiere decir que justicia es todo lo que conforma el derecho, para ser hombre justo se
debe actuar con una conducta de vida acorde al derecho, siendo así una cualidad esencial del hombre
justo.
La IURISPRUDENTIA “es el conocimiento de las cosas divinas y humanas, la ciencia de lo justo y de lo
injusto”. Dentro de la IURISPRUDENTIA también encontramos a la labor de los jurisconsultos, la cual llevo a
abarcar diversos aspectos: RESPONDERE, AGERE, CAVERE, SCRIBERE E INSTRUIRE.
Tria iuris preceptae: Los preceptos del derecho son 3:
- VIVIR HONESTAMENTE, estaba vinculado con la moral. En la época en que estos preceptos fueron
dictados, la transgresión a la moral y las buenas costumbres podía tener como consecuencia una sanción
legal. El derecho llego a castigar con sanciones conductas humanas deshonestas, como la bigamia y el
adulterio.
- NO DAÑAR AL OTRO este principio se basa en proteger la seguridad de las personas, y reprimir cualquier
conducta que trate de atentar contra la integridad física de la persona.
- DAR A CADA UNO LO SUYO su fin es la protección de la propiedad y la aplicación de este principio.
Aequitas: Las normas jurídicas siempre tienen que ser elaboradas según la fuente material a la que son
dirigidas y teniendo en cuenta el valor de la justicia. Si la norma jurídica no se ajusta a lo que es la justicia,
se torna injusta.
El termino AEQUITAS, significa EQUIDAD, se toma este vocablo en el sentido de igualdad para referirse a
una norma que se considere justa. Ya que, si la norma jurídica no es equitativa, no debería ser aplicada,
siendo necesario reemplazarla por otra invocando razones de equidad.
La EQUIDAD, aparece en la jurisprudencia clásica, y es invocada para la creación de normas jurídicas
nuevas, en reemplazo de otras que, ya sea por su origen o el transcurso del tiempo, terminen
convirtiéndose en injustas.
2. Instituciones primitivas: En los albores de Roma ya existían una serie de instituciones primitivamente
organizadas. Ellas fueron las FAMILIAS, las GENS, las TRIBUS y las CURIAS.
- Familia: indica la reunión de personas dependientes de la autoridad de un JEFE UNICO denominado
PATER FAMILIAE, el cual es plenamente capaz (sui iuris). Las personas subordinadas a él sufren de la
CAPITIS DEMINUTIO (disminución de la capacidad) dentro del estado familiar.
La familia romana es una UNIDAD POLITICA ya que el pater familiae tenía un poder absoluto sobre los
demás integrantes de la familia, incluso de vida y muerte en los primeros tiempos de Roma.
Durante el imperio de Justiniano, la potestad del pater sobre los filius quedo restringida a un simple poder
de corrección similar al poder que emana de la patria potestad en la actualidad.
Es una UNIDAD ECONÓMICA la única persona que podía tener patrimonio propio era el pater familiae,
todos los bienes que pudiesen adquirir las personas sometidas al pater pasaban a engrosar el patrimonio de
este último.
Era UNIDAD RELIGIOSA, coexistía en esta la sacra privada donde el pater detentaba potestades religiosas
dentro del ámbito de su casa. La familia celebraba sus ceremonias religiosas en los altares del hogar y allí
veneraba a sus antepasados muertos.

- Gens: En esta se encontraban los gentiles. Las gens comprenden los agnados y a todos aquellos que
descienden de un antepasado en común aun cuando estos no sepan determinar su grado de parentesco
con estos. Es decir que las gens se remontan a los primeros antepasados en común.
Se caracterizan por tener un mismo nombre gentilicio que los identificaba. El nombre se componía de 3
partes:
- El praegnomen era el nombre individual de la persona que lo distinguía dentro de su grupo familiar, por
ejemplo: PEDRO.
- El nomen era el nombre común de todos los miembros de una familia, como por ejemplo PASCAL.
- El cognomen era el nombre perteneciente a la gens. Como que el nombre de la gens sea; SPECTER.
- Y a veces también la persona podía tener un apodo con el cual se lo reconocía por sus éxitos obtenidos.
Como por ejemplo “EL AFRICANO”.
- Tribus y curias: Luego de la fundación de Roma, se va produciendo la unidad territorial como
consecuencia de la reunión de tres tribus: ramneses, titienses y lúceres. Dichas tribus tuvieron distinto
origen étnico y fueron fundamentales para la organización institucional del Estado Romano.
Se atribuye como latinos a los ramneses, quienes tuvieron como jefe a Rómulo; como sabinos a los titienses
que seguían a Tito Lacio; y los etruscos serían los lúceres, que reconocían el mando a Lucio Tarquino.
Cada tribu estaba compuesta por 10 curias, razón por la que el pueblo romano quedo formado por 30
curias, no se sabía quién origino tal división de tribus por lo que se asignó la tradición de la disposición al
rey Rómulo.
La naturaleza de la curia fue la de una institución político-administrativa-religiosa, siendo presidida cada
una de ellas por un jefe.
- Como INSTITUCION POLITICA la curia constituía la unidad para las votaciones (comicios).
- Como INSTITUCION ADMINISTRATIVA tenía el deber de proveer al ejército una cantidad determinada de
soldados.
- Como INSTITUCION RELIGIOSA la curia tenía su sacra curiona, la cual formaba parte de la sacra pública.
Con las reformas de Servio Tulio, las primitivas tribus fueron reemplazadas por las centurias, pasando de los
comicios curiados a los comicios centuriados.
Organismos políticos de la monarquía: los organismos políticos fueron el rey, el senado, los comicios y los
colegios sacerdotales, al tener que asistir el rey en el ejercicio de sus potestades religiosas.
- El Rey: Presenta poderes de los aspectos político, militar, religioso y judicial. Estos poderes se reflejaron
en su vestimenta y con mayor intensidad con el establecimiento de los etruscos, podemos distinguir el uso
de la toga purpura, el cetro de marfil, la corona de oro y la silla curul.
La toga purpura se utilizaba para mostrar su condición de jefe militar al comando de los ejércitos, llevaba
calzado rojo, y era conducido en carroza real escoltado por 12 lictores con sus respectivos fasces para
simbolizar el imperium real.
El rey no constituía una monarquía absoluta, la soberanía le pertenecía a los patricios que componían las
curias. Eran ellos quienes ejercían el poder en las asambleas o comicios. El rey era elegido vitalicio por los
comicios, que le conferían autoridad suprema en el régimen de la monarquía.
Como JEFE MILITAR era el único titular del dcho de guerra y de paz. El PODER POLITICO del rey se
manifestaba en la facultad de convocar y presidir los comicios y designar a los integrantes del Senado. Fue
asistido por el prefecto del pretorio de la ciudad, quien era el encargado de reemplazarlo en caso de
ausencia.
En el PODER RELIGIOSO tenía carácter de supremo sacerdote de la sacra publica, puesto que era el
interprete de la voluntad de los dioses. Era asistido por los pontífices, augures y los feciales.
En sus FUNCIONES JUDICIALES era el rey quien interpretaba las normas jurídicas siendo auxiliado por el
colegio de los pontífices. El rey se ocupaba de preservar, transmitir e imponer las costumbres de los
antepasados que fueron consideradas como importantes fuentes del derecho consuetudinario.
La monarquía no era hereditaria, el rey que se encuentra en ejercicio estipula quien será su sucesor. En el
caso de que el rey saliente no haya establecido quien lo sucederá en el trono, el derecho romano tenía
previsto un procedimiento denominado interregno; en el mismo el Senado, nombraba a un senador para
que ejerza el cargo de rey por el termino de 5 días, de tal manera se iban sucediendo cada senador hasta
que el Senado nombrase al nuevo monarca.
Reyes latinos y sabinos: Durante la monarquía romana se sucedieron 7 reyes: El primer rey y fundador de
Roma se llamaba Rómulo, era Latino. Luego le sucedieron Numa Pompilio era Sabino, fue una especie de
rey sacerdote, reglamentó la mayor parte de las ceremonias religiosas.
Como tercer rey tenemos a Tulio Hostilio, de origen latino, sobresalió en el aspecto militar, llegando a
conquistar Alba.
Con la muerte de Tulio Hostilio, accede al trono como rey el sabino Anco Marcio, quien extendió el
territorio romano hasta el mar. Con estos 4 reyes se conformó el periodo PRE-ETRUSCO.
Reforma de Servio Tulio: Desde la fundación de Roma se advierte al populus romanus constituido
exclusivamente por la clase social de los patricios. Un ciudadano era patricio cuando pertenecía a una
familia noble o gens. 10 grupos de gens constituían una curia, en Roma primitiva existían 30 curias.
Por debajo del populus de los ciudadanos vivía una multitud de personas que no formaban parte de
ninguna familia en el sentido romano. Estaba compuesto por refugiados, aventureros, libertos, etc. como
así también de los clients.
Los CLIENTS eran personas que estaban bajo la protección de las familias patricias. El cliente en Roma no
gozaba de los derechos del ciudadano romano, sino de una libertad de hecho que estaba condicionada a la
protección de un pater.
Las personas que conformaban la clientela daban lugar a una relación de patronato y generaba dchos y
obligaciones reciprocas entre los clientes y patronos. El cliente le debía respeto y obediencia a su patrono,
debiéndole asistir en la guerra, y el patrono debía de prestarle alimentos, representarlo en juicio e
instruirlo.
Con el correr del tiempo aumento en Roma la población plebeya, la cual no tenía ningún tipo de apoyo por
parte de los patricios. Esto provocó que los reyes Tulio Hostilio y Anco Marcio, tuviesen que concederles
tierras que posteriormente el rey Tarquino el Antiguo, admitiese gente plebeya en las antiguas tribus
genéticas, dando lugar a la aparición de los Ramneses, titíes, y lúceres.
El rey Servio Tulio realizó una nueva división del pueblo, según la fortuna de los habitantes y reemplazo la
división que existía en el origen de los habitantes. Tanto plebeyos como patricios fueron convocados a
concurrir al servicio militar, pago de los impuestos y a la elaboración de las leyes por medio de asambleas
populares, dando origen a los comicios por centurias.
Para llegar a clasificar al pueblo según su fortuna, Servio Tulio estableció un censo y dividió a la población
en 5 clases, adjudicándoles una cantidad determinada de centurias.
I. La PRIMERA CLASE: debían poseer un capital superior a los 100.000 ases y tenían 80 centurias.
II. La SEGUNDA CLASE: tenían que tener entre 75.000 y 100.000 ases, se les adjudicaba 20 centurias.
III. TERCERA CLASE: poseían entre 50.000 y 75.000 ases, adjudicándoles 20 centurias.
IV. CUARTA CLASE: tenían entre 25.000 y 50.000 ases, se les adjudicó 20 centurias.
V. QUINTA CLASE: eran aquellos que poseían entre 11.000 y 25.000 ases, se les adjudicó 30 centurias.
Por debajo de la quinta clase se adjudicaron 5 centurias a los habitantes cuya fortuna no alcanzaba los
11.000 ases, y que estaban exentos del pago de impuestos. Debían seguir en el ejército como cuerpos
auxiliares.
Organizadas las centurias, se estableció un orden de prioridad para votar. Primero votaban las 18 centurias
de los caballeros, luego las 80 centurias de la primera clase y las clases restantes después en orden
decreciente. Si el voto de la primera clase y el de los caballeros eran en idéntico sentido, se alcanzaba la
cantidad de 98 centurias, las cuales ya eran la mayoría. En consecuencia, el poder lo tenía la población con
mayor fortuna. Las leyes votadas en los comicios centuriados requerían también de la auctoritas patrum; la
convalidación definitiva del Senado.
La reforma organizó al ejercito romano de tal manera que se procedió a distribuir a los soldados en dos
clases; los más jóvenes eran en lo general enviados al exterior; a partir de los 26 años de edad constituían a
la clase de los seniores y se encargaban de defender la ciudad. La unidad militar era la legión, integrada por
3.000 hombres. Tenían como apoyo una tropa auxiliar integrada por 1.200 soldados.
El Senado: fue otro organismo político de la monarquía. El termino senado proviene de la voz latina senatus
que significa anciano. Estaba integrado por una asamblea de patricios, constituida por los pater familiae,
elegidos por el rey, debía tener en consideración la calidad de sui iuris de los mismos.
El Senado era convocado por el rey para que se reuniese, y el monarca debía consultar a ese organismo
político, el cual lo asistía sobre las cuestiones referentes y que interesaban al Estado.
Otra función fue la de otorgar validez a los acuerdos votados en los comicios, convalidándolos a través de la
auctoritas patrum.
Composición del Senado en los inicios de la monarquía fueron 100 senadores, incrementándose a 300
durante el reinado de Tarquino el Antiguo. Para que cada una de las tribus originarias estuviera
representada por 100 senadores. Los antiguos senadores eran identificados con el nombre de patres
maiorum gentium, teniendo derecho a votar con antelación al resto de los nuevos senadores quienes
recibieron el nombre de patres minorum gentium.
El interregno: En caso de que el monarca no hubiese previsto designar a su sucesor y fuese sorprendido por
la muerte, su imperium revertía a los patres de la asamblea de los más sabios del pueblo: el Senado.
La jefatura de la civitas era ejercida por un magistrado entre sus integrantes se elegía a un interrex, para
que ejerza el cumulo de potestades del monarca durante el termino de 5 días, y así sucesivamente se iban a
turnar los senadores por igual plazo, hasta la designación del nuevo monarca. Siempre iba a primar el
criterio de ir eligiendo a los más aptos para la dirección del Estado.
Era un instituto de transición, su ejercicio se iba a prolongar hasta que, reunidos los comicios, el pueblo
aclame al nuevo rey.
Los comicios: fue la asamblea más antigua que conoció el patriciado romano. El termino comicio significa
reunirse.
El primer comicio fue el comicio por curia, estaba compuesto por la reunión de 30 curias existentes, eran
convocadas por el rey y estaba ubicado al pie del Capitolio. Una vez reunido y luego de celebrarse una
ceremonia religiosa que daba inicio a la asamblea, el rey sometía a consideración los asuntos sobre los que
debía expedirse, rogando que procedieran a sufragar las curias.
La decisión de los comicios no era obtenida por el sufragio directo, sino que la unidad del voto era la curia.
A efectos de establecer el sentido de voto de cada curia, se procedía a efectuar la votación individual y
directa de cada integrante de ella. Luego por sorteo se procedía a votar por curia.
Los comicios, cuando trataban asuntos como la adrogación o testamentos recibían el nombre de “calados”
ya que esos casos eran convocados por un “calator”, funcionario al servicio de los sacerdotes.
Las reformas de Servio Tulio establecen una nueva especie de asamblea del pueblo, se trata del comicio
centuriado.
Las centurias se reunían en el campo Marte para deliberar sobre todos los asuntos que les ponían a
consideración. Estaban involucrados tanto patricios como plebeyos, siendo la centuria la unidad de voto.
Cada voto se realizaba por escrito en donde se establecía; UR (Uti Rogas = de acuerdo a lo que ruegas) A
(Antiquo Ire Utor = no) y NL (Non Liquer = abstención).
La lex centuriata debía ser sancionada por parte del Senado para que revistiera carácter de obligatoria.
3. La Familia Romana: La familia constituye la fuente material del dcho de familia. De esto surge la
necesidad previa de tener cabal noción de la institución familia, de no ser así, se dificulta el conocimiento,
análisis e interpretación de las normas jurídicas que el derecho romano sancionó para que rijan las
relaciones sobre la institución más importante de una comunidad jurídicamente organizada.
En las fuentes del derecho romano, hay diversos conceptos del término familia. En la Ley de las XII Tablas,
la familia designaba el patrimonio de una persona, comprendiendo a los esclavos y a todas las cosas que
podían transmitirse por herencia.
Para Ulpiano, la familia es la reunión de personas sometidas a la potestad de un paterfamiliae,
comprendiendo a todos los descendientes colocados bajo la potestad del pater, constituyendo una unidad
política, económica y religiosa.
La familia romana constituía una UNIDAD POLÍTICA debido a que el rol que desempeñaba el PATER, en el
ámbito familiar le otorgaba facultades amplísimas sobre el resto de los integrantes que le permitía ejercer
potestades de corrección y castigo sobre los mismos.
Como también una UNIDAD ECONÓMICA, puesto que el PATER era la única persona que tenía patrimonio
propio, no pudiendo el resto de los integrantes detentar patrimonio ni bienes de ninguna naturaleza; los
bienes que podrían haber obtenido los ALIENI IURIS, pasaban a integrar el patrimonio del PATER.
Era una UNIDAD RELIGIOSA. En Roma coexistían 2 religiones: la SACRA PUBLICA (religión pública) era
común a todo el pueblo romano, estaba relacionada al culto público de los dioses mayores; y la SACRA
PRIVADA el colegio de los pontífices detentaba la vigilancia del cumplimiento de sus normas generales, el
PATERFAMILIAE ejercía la dirección de la misma, actuando como sacerdote. Tenía que asegurar que se
honrasen a los antepasados de la familia mediante ceremonias que se realizaban en los altares domésticos.
Derecho de familia: Savigny expresa que el dcho de familia es el conjunto de normas jurídicas que regula a
la institución familia, cuyas partes constitutivas son el parentesco, la patria potestad y el matrimonio.
Parentesco: es un género de relación permanente que establece vínculos entre 2 o más personas, en virtud
de la sangre, del origen o de un acto reconocido por la ley.
En Roma se legislaron tres clases de parentesco. El más antiguo fue un parentesco civil, se lo conoce con el
nombre de parentesco por agnación o agnaticio. Fue el más importante y estaba basado en la particular
estructura familiar romana, siendo esta la razón por la que no pudo trascender al derecho actual.
La familia agnaticia comprendía: - A las personas que estaban bajo la autoridad del PATERFAMILIAE
- Las personas que hayan estado bajo la autoridad del PATER y que lo estarían si aún el PATER viviese. Al
morir el PATER los descendientes de éste, estando ya unidos por agnación, continúan siendo parientes
entre ellos.
- Las personas que nunca estuvieron bajo la potestad del PATER, pero que hubieran estado si el PATER
hubiese vivido. Si el PATER, premurió al nacimiento de sus nietos, éstos, aunque nunca hubiesen estado
bajo la potestad de aquél, son agnados entre ellos.
La agnación puede proyectarse hasta el infinito. Se transmite solo por medio de los varones y se fundaba en
una potestad vigente que hubiera tenido en el pasado el PATERFAMILIAE con respecto a las personas que
constituían la familia romana.
Otra clase de parentesco conocido por el dcho romano, fue el parentesco por cognación y vinculaba a todas
las personas, sin distinción de sexo, que procedían de un tronco común. Puede establecerse de 2 formas:
1. Por línea recta: vincula a todas las personas ligadas por lazos de sangre que descienden unas de otras (ej:
abuelo, padre, hijo, etc.). Puede ser ascendente (vincula a X persona con su padre, abuelo, etc.) o
descendente (vincula a X persona con su hijo, nieto, etc).
2. Por línea colateral: vincula a los demás parientes que no se encuentran en la línea recta (ej: hermanos,
tíos, primos, etc.).
Por último, el dcho romano tuvo en consideración el parentesco por afinidad. Este se origina por el
matrimonio civil y establece lazos de parentesco entre uno de los cónyuges con los parientes
consanguíneos del otro cónyuge.
Cómputo del parentesco. A los efectos de computar el parentesco, hubo 3 conceptos fundamentales,
siendo de GRADO, LÍNEA y TRONCO COMÚN.
GRADO: es la relación existente entre 2 personas separadas por una generación. De ello surge con claridad
que el concepto de grado se circunscribe a la relación existente entre padre e hijo.
LÍNEA: la línea puede ser recta, que se divide en ascendente y descendente. También puede ser colateral.
TRONCO COMÚN: es el progenitor común que vincula a las personas entre las que se quiere computar el
parentesco.
El procedimiento a seguir para computar el parentesco por consanguinidad:
1. Se puede comenzar por cualquiera de las personas entre las que se quiere computar el parentesco (ej: si
se tratase de 2 primos hermanos, se puede comenzar por cualquiera de ellos)
2. Se elige a uno, se procede a ascender por la correspondiente línea, contando generación por generación,
hasta llegar al tronco común (en el caso citado, llegamos a los padres, es pariente en primer grado, y luego
al abuelo, que es tronco común, y pariente en segundo grado)
3. Una vez que se llega al tronco común, se procede a descender por la otra línea (colateral), en la que se
encuentra el otro pariente y se seguirá contando generación por generación (así, el tío será pariente en
tercer grado, y finalmente se llegará al primo hermano, que será pariente en 4to grado). Página 99.
4. Contratos: unidad 1.
Unidad 5: 1. Evolución política de Roma: Monarquía, República, Imperio.
La primera etapa institucional de Roma comienza con su fundación, la cual sucedió en el año 753 a.C. y
culmina en el 509 a.C. Roma se organizó políticamente bajo una monarquía que abarco el reinado de 7
monarcas.
El primer rey y fundador de Roma se llamaba Rómulo, era Latino y luego le sucedieron Numa Pompilio era
Sabino; el tercer rey era latino, se llamaba Tulio Hostilio y luego nos encontramos con el cuarto rey de
origen sabino el cual era Anco Marcio; con estos 4 reyes se conformó el periodo PRE-ETRUSCO y fueron
Tulio Hostilio y Anco Marcio quienes dieron comienzo a la expansión del territorio romano.
Luego se produjo una conquista etrusca, cuando asume al trono Tarquino Prisco, este rey establece
atributos reales; la toga purpura, la silla curul, el trono de marfil y la corona de oro.
Luego de este rey vinieron a sucederle otros dos reyes ETRUSCOS: Servio Tulio quien estableció reformas
sociales que impactaron en la estructura política de roma y por ultimo Tarquino el Soberbio, con quien
termino el periodo monárquico.
La segunda etapa institucional de Roma corresponde a la Republica comienza con la destitución de
Tarquino el soberbio en el año 509 a.C., la republica reemplaza a la monarquía, y duro hasta el año 29 a.C.
Luego de esto inicio el tercer periodo, en el año 29 a.C. se produce el ascenso al poder de Octavio luego de
derrotar a Marco Antonio, estableciéndose con el título de Augusto y siendo el dictador perpetuo. Así surge
el Imperio Romano, que subsistió hasta la muerte del emperador Justiniano en el año 565.
En el periodo imperial se produjo la división territorial en el Imperio Romano de Oriente y el Imperio
Romano de Occidente, esto sucedió en el año 394 cuando el emperador Teodosio I otorga el Imperio de
Occidente con capital en Roma a su hijo Honorio, y el Imperio de Oriente, con capital en Constantinopla, a
su hijo Arcadio.
Orígenes de Roma: Gracias a la arqueología y la antropología podemos inferir sobre la existencia de tribus
indígenas que se encontraban a orillas del rio Tiber. En los montes Albanos se estableció una civilización
denominada “Albana”. Luego una colonia albana, fue a establecerse en Roma y con posterioridad
aparecieron los Sabinos los cuales inhumaban a sus muertos.
La arqueología y la Lingüística dan cuenta que las dos poblaciones se entrecruzaron estrechamente.
Posteriormente llegaron los inmigrantes etruscos quienes se asentaron en Roma.
Agregar historia
Fundación de Roma: Del Alba llega hasta el pie del Aventino un fundador de nombre Rómulo. Este habría
entrado en disputa con el jefe del Aventino, quien se conoce con el nombre de Remo y el jefe de los
sabinos Tacio. Luego de vencer a Remo y uniéndose con Tacio, latinos y sabinos se encontraban bajo el
mando de Rómulo, fundan la ciudad de roma en el año 753 a.C. el 21 de abril.
Esto explica otra parte de la leyenda referida a los hermanos gemelos Rómulo y Remo, los que habrían sido
amamantados por la loba capitolina. Ya en el año 296 a.C., por obra de los ediles se conoció a la simbólica
imagen de la loba de bronce con los niños gemelos fundadores de Roma.
Instituciones primitivas y organismos políticos de la monarquía: unidad 4.
2. Modos de extinción de las obligaciones: a) ipso iure: La obligación se extingue ipso iure o de pleno
derecho cuando el deudor observaba el comportamiento al que estaba obligado frente al acreedor. En el
Dcho quiritario el simple cumplimiento de la prestación no era suficiente para extinguir la obligación, pues
se requería para su conclusión una inversa solemnidad, un CONTRARIUS ACTUS.
Estos CONTRARIUS ACTUS lo configuraban que era un modo formal que se realizaba con el mismo rito que
la mancipatio; así el deudor pronunciaba una formula por la cual se proclamaba independiente y liberado
del vínculo que lo ligaba con el acreedor y golpeando la balanza con el trozo de cobre lo consignaba a favor
del titular del crédito.
Otro CONTRARIUS ACTUS lo constituía la ACCEPTILATIO era una respuesta del acreedor a una pregunta del
deudor, esta forma solemne de extinguir las obligaciones servía para concluir aquellas obligaciones nacidas
por las solemnidades orales.
Pago: esta denominación comprende todos los modos de extinguir las obligaciones. Pero nos referimos al
pago a lo que realmente implica al pago como la ejecución de la prestación debida, sea el dar hacer o no
hacer.
- Quien puede pagar: Solo el deudor capaz es quien puede efectivizar el pago. La obligación se trata de la
entrega de una cosa, ese deudor debe ser propietario de la cosa, respondiendo al principio que nadie
puede transmitir un Dcho más extenso que el que tiene, el verdadero propietario tendría facultades para
reivindicar la cosa entregada.
El pago de un tercero estaba permitido, siempre que obre con las mismas condiciones que el deudor, con
capacidad y sea propietario de la cosa. Esta excepción tampoco podía configurarse cuando se tratare de
una obligación personalísima, donde se encontraba teniendo especial atención a las condiciones personales
del locatario, al punto de considerarse celebrado el contrato si el locatario no reunía dichas cualidades,
como podía ocurrir en los casos de locaciones de obra.
- A quien debe pagarse: quien debía recibir era el acreedor capaz o su representante o mandatario legítimo.
El pago hecho a un incapaz sin la autorización de quien corresponda es nulo. El deudor podía interponer
una EXCEPTIO DOLI contra el nuevo reclamo de pago por parte del incapaz.
- Que debe pagarse y como: El deudor está obligado a dar, hacer, o no hacer la prestación que constituye
objeto de la obligación y no otra cosa distinta. Esta prestación debía cumplirse; no se admitía que pudiera
obligarse al acreedor a recibir pagos parciales, ni una cosa distinta a la debida. Se admitieron 2 excepciones:
la primera en beneficio de la competencia, se lo amplio a casos especiales y a todo deudor en situación de
insolvencia; se reconocía al deudor la posibilidad de pagar la prestación parcialmente, quedando obligado
por el saldo cuando mejorase de fortuna.
El segundo fue el beneficio denominado dación en pago, donde se permitía al deudor que no disponía de
efectivo al tiempo de fenecer la obligación, dar en pago de sus deudas un objeto diferente del convenido,
previa conformidad del acreedor. El bien entregado por el deudor era tasado judicialmente para
determinar su valor. Así ofrecido el bien por el deudor y no interesados para comprar el mismo, el juez
podía obligar al acreedor a no recibirlo.
- En qué tiempo debe pagarse: En las obligaciones puras y simples, el deudor debe efectivizar el pago
cuando el acreedor lo solicitase, pero tenía que invitar al deudor a pagar formalmente y con antelación.
Caso contrario el deudor incurre en mora.
La prestación debía cumplirse dentro del plazo establecido, y se pactaba a favor del interés del deudor, este
inclusive podía cumplir con la prestación antes del vencimiento del plazo.
- En qué lugar debe pagarse: Si el lugar estuviese establecido de común acuerdo se efectúa el pago en el
lugar acordado. Si no se hubiere acordado el lugar, tratándose de un bien inmueble, en el lugar donde este
se encontrase lo mismo en caso de un bien mueble; en caso de desconocerse el lugar el pago se efectuaba
en el domicilio del deudor.
Existen 2 instituciones que en el dcho romano tuvieron las denominaciones de:
- Imputación de pago: era de aplicación, cuando una persona tenía varias deudas en dinero con un mismo
acreedor y no se había convenido la forma en que debían satisfacerse; se entendía extinguida la deuda
vencida por sobre la no vencida, la más gravosa antes que la menos gravosa y la deuda por interés antes
que la de capital.
- El pago por consignación fue resultante de la mora del acreedor. El Dcho romano autorizo a consignar en
público la cosa debida, utilizándose templos, iglesias o algún otro lugar designado por la autoridad judicial.
También procedía cuando el acreedor fuera desconocido o se tratare de un incapaz sin tutor ni curador.
- Prueba del pago: Tratándose de deudas que constaban en documentos, el pago debía probarse mediante
otro documento expedido por el acreedor en donde constara el pago o bien en su defecto por 5 testigos
capaces. Si, al contrario, la deuda no constase en un documento, cualquier medio de prueba era válido.
Novación: Es otra forma de extinción IPSO IURE de las obligaciones. Consiste en la extinción de una
obligación por la creación de otra que sustituye a la anterior.
Para su validez tiene los siguientes requisitos: A. Existencia de una obligación preexistente, civil o natural
que debía quedar extinguida. B. Obligación que nacía para sustituir la anterior debía ser civil o valida. C. Se
configurará a través del contrato verbal de la stipulatio.
El Dcho clásico agrego que la nueva obligación nacida tuviera al menos un elemento nuevo que la
diferenciara de la anterior, sus sujetos o bien su naturaleza
En el derecho clásico se exigió que la deuda novada tuviera idéntico objeto que la obligación sustituida, no
se admitía que la nueva obligación tuviera un objeto distinto. En épocas de Justiniano se posibilita la
denominada novación objetiva, entendía que el objeto mantenía la conexión con la obligación anterior y
nueva, pero debía dejarse expresamente sentado la intención de novar, de lo contrario se entendía nacida
otra obligación y no novada la antigua.
El efecto de la novación era la extinción de pleno derecho de la obligación anterior.
Confusión: consiste en la reunión de una misma persona de las calidades de acreedor y deudor de una
misma deuda. Esta circunstancia se produce por sucesión cuando el deudor hereda a su acreedor o
viceversa, pero puede producirse por otras causas como cuando el caso del legado hecho por el acreedor al
deudor o cuando el acreedor hipotecario adquiría de su deudor el inmueble sometido a hipoteca.
La confusión se extinguía de pleno derecho la obligación.
Pérdida del objeto debido: la obligación se extingue cuando su objeto cierto llega a ser física o legalmente
imposible de cumplir sin dolo, ni culpa del deudor.
Se exigían ciertos requisitos para que pudiera configurarse la extinción de pleno derecho de las
obligaciones:
- Que se tratase de obligaciones de dar cosas ciertas no fungibles, puesto que con respecto a las cosas
fungibles no puede concebirse su pérdida, ya que rige el principio de que el género nunca perece.
- Que la pérdida fuere por caso fortuito, si la pérdida se configurase por dolo o culpa del deudor, este debía
responder por daños e intereses.
- Que el deudor no hubiera sido constituido en mora, una de las consecuencias de la mora es hacer pasar a
cargo del deudor los riesgos a los que la cosa debida se hallaba expuesta.
- Que la cosa se perdiera en su totalidad pues si sólo se perdía parte de la cosa o si esta sólo se deterioraba,
el deudor quedaba obligado a entregarla en el estado en que se encontrase.
Mutuo desistimiento: Tiene por efecto extinguir IPSO IURE los contratos consensuales cuando estos no han
sido aún ejecutados. En principio, las obligaciones que nacían por el mero consentimiento de las partes
podían extinguirse también por mutuo disentimiento.
Es mutuo disentimiento solo podía aplicarse a los contratos consensuales, son los únicos que pueden
extinguirse por simple acuerdo de partes. Solo fue aplicado a la compraventa, pero posteriormente se
extendió a los demás contratos de estas características e inclusive al mandato y la sociedad.
3. Capitis deminutio: hacer.
4. La familia romana: unidad 4.
Unidad 6: 1. El Rey: unidad 4. - La religión: Los romanos veneraban a un cumulo de dioses, sus dos más
grandes dioses eran: JUPITER, este se consagraba los días de luna llena y tenía su contra-dios a quien
denominaremos como el JUPITER MALO también tenía su día festivo. El otro dios magno fue MARTE era el
más fuerte de todos por el cual las legiones romanas antes de salir a conquistar nuevas tierras se reunían
previamente en el campo consagrado a este dios, el cual estaba situado en las afueras de la ciudad, a los
efectos de orar e invocar su protección.
En el derecho privado podremos observar la trascendencia de la religión en instituciones como la
confarreatio, la adrogatio y el testamento en comicio calado, entre otros.
En el derecho procesal, su relevante importancia en procedimientos como la legis actio per sacramentum y
la legis actio per manus iniectionem.
Colegios sacerdotales. Pontífices, augures y feciales: Los COLEGIOS SACERDOTALES eran cuerpos
auxiliares que tenían por objeto asistir al rey en el ejercicio de sus funciones religiosas. Los principales
colegios sacerdotales fueron los de los pontífices, augures y feciales.
El COLEGIO DE LOS PONTIFICES nace en la época del rey Numa Pompilio, en cuanto a su composición no se
sabe si en principio fueron 5 o 6, lo que sí es seguro que su número fue incrementando con el pasar del
tiempo hasta que en la época de Sila llegaron a ser 15 miembros. Estos pontífices eran nombrados por el
rey, y su colegio estaba presidido por el pontífice máximo. Detentaban una serie de funciones específicas,
como:
- Vigilar el estricto cumplimiento de la sacra pública (culto público referido a los dioses mayores) y la sacra
privada (culto privado referido a los manes, antepasados en común).
- Castigar los delitos cometidos contra la religión.
- Controlar el fiel cumplimiento de los requisitos y formalidades de ciertas instituciones, como ser el de la
adrogación.
- Confeccionar el calendario de acuerdo a los datos suministrados por el colegio de los augures.
- Elaborar las formulas procedimentales e interpretar el derecho.
- También pertenecían a este colegio las vírgenes vestales cuya función era conservar el fuego sagrado.
El COLEGIO DE LOS AUGURES fue más antiguo que el anterior. El rey Numa Pompilio organizo la labor de los
augures y encomendó la función de interpretar la voluntad de los dioses y establecer cuáles eran los días
fastos y nefastos, para lo cual debían emplear una serie de auspicios, observar la aparición de fenómenos
celestes, el vuelo y dirección de ciertas aves, todo acontecimiento extraordinario que pudiera presentarse
en la naturaleza.
El COLEGIO DE LOS FECIALES cuya creación se debe a los primeros reyes latinos. Estaba compuesto por 20
miembros pertenecientes a la aristocracia romana y tenían como función la atención de la política exterior
del Estado Romano (tratados con otros pueblos, acuerdos comerciales, alianzas, etc.).
2. Patria Potestad: unidad 1.
3. Posesión: concepto. Elementos. La posesión es la exteriorización de la propiedad. Es una situación de
hecho, por lo que el legislador romano le confiere efectos jurídicos en diversas situaciones, como cuando;
fundamenta la legitimación pasiva en el proceso de reivindicación, en el sentido que si el poseedor es el
demandado, no debe probar nada, sino, la parte contraria es quien debe probar su derecho de propiedad;
tiene fundamento en varios modos de adquisición de la propiedad; está protegida a través de los
interdictos posesorios; en la posesión BONA FIDE el poseedor tiene derecho a adquirir los frutos.
El termino posesión proviene de la voz latina POSSIDERE, que significa “poder sentarse”, lo que denota una
relación directa e inmediata entre el sujeto y el objeto; puesto que la posesión se manifiesta como el poder
de hecho que el hombre ejerce sobre las cosas, disponiendo de ellas según su voluntad.
Para que el hecho de la posesión pueda producir consecuencias jurídicas y estar amparado por el derecho,
es necesario que se configure con la concurrencia de 2 elementos esenciales; el CORPUS y el ANIMUS.
El CORPUS consiste en la detentación del objeto por parte del sujeto. Mientras que el ANIMUS es la
intención de comportarse con respecto a la cosa como si fuera el propietario.
Naturaleza jurídica. Explica Savigny que la posesión es una situación de hecho debido a que se funda en
circunstancias materiales sin las cuales no podría existir. Si bien ésta es la naturaleza de la posesión, el
derecho debe protegerla por las consecuencias jurídicas que acarrea. Savigny afirma que el fundamento de
la protección posesoria radica en la paz pública. Para evitar un caos entre los particulares, el derecho acude
a la protección de la posesión confiriéndole al poseedor defensas especiales, conocidas como interdictos
posesorios.
Ihering, desarrolla la teoría objetiva de la posesión, este, elabora su teoría tomando como punto de partida
que los dchos subjetivos son intereses jurídicamente protegidos por la ley, y llega a la conclusión de que se
está frente a un derecho. Para Ihering, el fundamento de la protección posesoria radica en la protección de
la propiedad. Afirma que, si bien la propiedad se protege por la reivindicación, nada obsta a que se acuda a
los interdictos posesorios, teniendo estos un efecto más rápido al impedir que una persona se haga justicia
por mano propia, sumado a que un estado de hecho debe presumirse de derecho hasta que se acredite
prueba en contrario.
Al ser un instituto que constituye a una situación de hecho, es amparada por el derecho, sin que el
legislador romano profundice su investigación averiguando si está respaldada por quien la ejerce. Esta
protección conferida por la legislación, la transforma en un derecho.
La respuesta a la pregunta de porque se debe proteger un status factico sin averiguar de manera previa si
responde a una situación jurídica, es materia de filosofía jurídica.
El origen del amparo posesorio lo encontramos en la necesidad de proteger de manera rápida y eficaz a los
poseedores del AGER PUBLICUS. Los poseedores de estas parcelas no eran propietarios, y por ello no tenían
ninguna acción para defenderse de los ataques del que fuesen víctimas. Se debió crear una protección
particular, distinta a la que gozaban los propietarios, extendiéndose posteriormente por analogía esta
protección posesoria a otros casos, generalizándose de esta manera los interdictos posesorios.
Clases de posesión: El dcho romano distinguió varias clases de posesión. Por la forma en que la posesión se
adquiere, la misma podía ser justa e injusta.
La posesión justa era aquella que se adquiere sin provocar ningún tipo de lesión o perturbación al anterior
poseedor por un medio permitido por la ley y sin ningún vicio de origen. Por ejemplo, una cosa abandonada
o vendida por su anterior dueño.
La posesión injusta es la que se adquiere produciendo una lesión jurídica al anterior poseedor, y, según
fuese el vicio que adolecía, se clasifica en posesión viciosa, clandestina y precaria.
- Posesión viciosa el que mediante fuerza física o intimidación había expulsado a su antecesor de la
posesión de la cosa.
- Posesión clandestina: el que había obtenido la posesión de manera oculta, es decir, con desconocimiento
del anterior poseedor, quien de haberlo sabido podría haber ejercido alguna resistencia u oposición para
evitar ser desposeído.
- Posesión precaria: el poseedor que, teniendo en su poder una cosa que se le había concedido en uso, se
negaba a devolverla, pese a que se había intimado para que así lo hiciera, produciéndose de esta manera
una intervención de título, pasando de ser simple tenedor a constituirse un poseedor injusto.
La protección posesoria abarcaba tanto al poseedor justo como al injusto.
La posesión podía ser de buena fe o de mala fe. Era de buena fe quien creyese que la misma le
correspondía de una manera legítima mientras que era de mala fe cuando faltara tal convicción.
La posesión es justa o injusta según el modo en que se hubiese llegado a la posesión, mientras que es de
buena o mala fe según la convicción que tenga el poseedor. Puede darse el caso de que un poseedor sea
justo y de mala fe y también el caso inverso.
Poseedor de mala fe pero justo: por ejemplo si una persona X llega a obtener la posesión de una cosa
pagando el precio que se le pide al acreedor, pero debió darse cuenta que el objeto fue robado
anteriormente por el acreedor a otra persona, por lo cual la posesión es justa por parte de la persona X ya
que abonó el precio requerido por el acreedor y no le produjo a este ninguna lesión jurídica, pero también
la posesión es de mala fe porque no puede tener la convicción de que la cosa realmente le pertenecía al
acreedor.
Poseedor de buena fe e injusto: en donde una persona, a quien le sustraen una cosa que es de su
propiedad, y que luego de un tiempo, la recupera por mano propia, sin seguir la vía legal correspondiente
que le permita recuperar la cosa y poseerla nuevamente a través de una sentencia favorable.
Por los efectos que produce la posesión, podemos clasificarla en:
- POSSESSIO AD USUCAPIONEM: Es la posición de buena fe que tenía como efecto a ser adquirir la
propiedad por el solo transcurso del tiempo. El lapso vario según donde estuviese situado el territorio, y
según la etapa de evolución del derecho romano.
- POSSESSIO AD INTERDICTA: por más que transcurriese largo tiempo el poseedor no llegaba a adquirir la
propiedad del inmueble, Pero le otorgaba defensas a este poseedor a través de los interdictos posesorios,
razón por la que este no quedaba desamparado por el derecho.
Adquisición de la posesión. Pérdida de la posesión. Para adquirir la posesión es necesario que concurran
los elementos esenciales que lo constituyen: EL CORPUS y el ANIMUS.
El CORPUS se refiere a la aprehensión física del objeto; mientras que el ANIMUS a la intención de
comportarse como si fuese el propietario a título exclusivo con independencia de ser o no el propietario.
Para qué exista el Corpus es indispensable que se pueda detentar físicamente la cosa, y además que lo sea
con exclusión de otra persona. Los glosadores establecieron que se adquiría el Corpus cuando el sujeto
tuviese una aprehensión directa e inmediata sobre la cosa cuando se trataba de una cosa mueble se debía
de tomar con la mano y si se trataba de una causa inmueble debía ingresarse al mismo.
Savigny sostenía que se adquiere el Corpus cuando el poseedor tiene la posibilidad de disponer de la cosa
sin que fuese necesario un contacto material con la misma.
En cuanto al animus consiste en comportarse con respecto a la cosa como si fuese el propietario, no
interesando si el objeto pertenece o no al poseedor, como así tampoco si tiene la convicción íntima de ser
el verdadero propietario. Con respecto a las personas incapaces de expresar su voluntad, el dcho clásico
estableció que, por su situación, no podían tener ANIMUS, pero ya en el dcho justinianeo se llegó a admitir
que pudiesen hacerlo a través de sus representantes.
En cuanto a la adquisición de la posición por interpósita persona, observamos que en el dcho clásico
solamente se podía adquirir la posesión a través de personas sometidas al paterfamiliae, recién en el
derecho justinianeo se admitió que podía adquirirse por intermedio de personas extrañas a la familia,
bastando solo una posterior ratificación.
La posesión se pierde: - SOLO CORPORE: Cuando a pesar de continuar con la intención de poseer, el objeto
no puede ser aprendido materialmente, como el caso de animales domesticados que se escapan.
- SOLO ANIMUS: cuándo desaparece la intención de poseer, aunque se retenga la cosa, como ser el caso de
un propietario que vende un inmueble, pero se queda habitando en él en el carácter de locatario.
- ANIMUS ET CORPORE: cuando desaparecen los dos elementos esenciales de la posesión, cómo será el
caso de las cosas abandonadas por su dueño.
Defensa: concepto y clasificación de los interdictos posesorios. La posesión al ser una situación fáctica, por
sus consecuencias se asemejaba a un derecho, razón por la que el dcho romano consideraba necesario
resguardarla. Esta protección se hacía a través de los denominados interdictos posesorios, los que tuvieron
su origen ante la necesidad de proteger jurídicamente a los poseedores del hacer público.
Existían tres clases de interdictos los cuales son: 1. para retener la posesión. 2. para recuperar la posesión.
3. los interdictos para adquirir la posesión.
Los interdictos para retener la posesión eran los otorgados por el pretor para mantener a una de las partes
en la posición de la cosa cuando otra persona también se creía con derecho a poseer. Tenía como efecto el
de prohibir a aquella persona que fuese vencida en juicio que perturbase a su adversario en el ejercicio de
la posesión.
Estos interdictos eran de 2 clases:
1. UTI POSSIDETIS: se otorgaba al poseedor de una cosa inmueble con el fin de protegerlo contra las
perturbaciones de hecho causadas por otra persona, en tanto y en cuanto a la posesión que detentase no
fuese viciosa con respecto a su adversario.
2. UTRUBI: concedida por el pretor para defender la posesión de una cosa mueble. El magistrado aseguraba
la posesión de quien demostrase haber poseído la cosa durante la mayor parte del año anterior a la
interposición del interdicto.
Los interdictos para recuperar la posesión tenían por objeto recuperar la posesión de quien lo había
desposeído, siendo procedente los siguientes casos:
A. INTERDICTO UNDE VI: Cuando se producía un despojo violento de la posición de cosas inmuebles. Según
el tipo de violencia este interdicto comprendía dos especies; VI QUOTIDIANA y VI ARMATA según se
hubiere o no empleado armas para lograr el despojo. La diferencia está en sus efectos, radica que en el
caso de demostrarse violencia mediante armas la restitución era más rápida y eficaz.
B. INTERDICTO DE PRECARIO: Iba en contra de la persona que no restituía la cosa cuando tenía la obligación
de hacerlo, como el caso del comodatario, que, al vencerse el plazo contractual o al intimarse su devolución
no devolvía la cosa y la retenía aduciendo que le pertenecía.
C. INTERDICTO CLANDESTINA POSSESSIONE: Se lo ejercía contra aquella persona que de manera oculta y
maliciosa hubiese desapoderado al poseedor de un inmueble, quien no pudo ejercer defensa alguna a su
debido tiempo habida cuenta de la forma en que había sido despojado.
Los internistas para adquirir la posesión, que Paulo expresa que son aquellos que se refieren a la cosa de la
familia abarcan tres especies:
El INTERDICTO QUORUM BONORUM: Era el otorgado al heredero pretoriano a los efectos de que obligase a
quien haya entrado en posesión o tenencia de la herencia a querer restituyera las cosas que detentaba.
a) El INTERDICTO QUOD LEGATORUM: podía ejercerlo tanto El Heredero civil como El Heredero pretoriano
para obligar a legatario que se hubiese apoderado de las cosas legadas. En el supuesto que ya no las tuviese
en su poder, debía abonar el importe correspondiente.
b) El INTERDICTO SALVIANO: en el ejercido por el arrendador de un inmueble para obtener los objetos que
el arrendatario hubiese introducido en el fondo, para el caso que este no hubiese pagado el precio
convenido en el contrato de arriendo, estando dichos objetos afectados al pago del arriendo por
convención expresa entre las partes.
Algunos romanistas no consideran a estos últimos como remedios jurídicos y como verdaderos interdictos
posesorios, argumentando que el poseedor nunca tuvo con anterioridad la posesión del objeto, como
ocurre en los interdictos para retener y para recuperar la posesión.
4. Sucesión intestada: Esta encuentra su regulación en el precepto de la Ley de las XII Tablas, que dice: “Si
muere intestado, sin herederos suyos, tenga la familia el agnado más próximo. Si no hubiese agnado, sea
heredero gentil”. Tiene su base en la típica organización de la familia romana primitiva, ya que partía del
nexo que ligaba a los herederos a la POTESTAS del causante, prescindiendo de cualquier vínculo de sangre.
Excluyendo al hijo emancipado, dando privilegio a la familia agnaticia.
Caracterizó a la sucesión intestada decenviral la no aceptación de la sucesión por orden, ni de la sucesión
por grados. Para el dcho civil, si un heredero de un orden o grado superior no aceptaba la herencia, ésta no
pasaba a los subsiguientes herederos, sino que se la declaraba vacante.
La sucesión del dcho civil atendió a 2 órdenes de sucesores: el de los herederos domésticos o heredes sui y
el de los herederos voluntarios o extranei heredes.
- Sucesión de los “heredes sui”: cuando un paterfamilias moría sin dejar testamento, los heredaban
necesariamente sus hijos. Estos eran los herederos que, estando bajo la potestad del PATER al tiempo de su
muerte, adquirían la calidad de SUI IURIS a raíz de tal circunstancia. Heredaban IPSO IURE, sin necesidad de
hacer adición de la herencia.
Entraban en esta categoría los hijos e hijas sometidos a la potestad del causante, pero no los ilegítimos ni
los que hubiesen salido de aquella potestad por emancipación o adopción. También los hijos adoptivos del
causante, su mujer casada cum manu, que ocupaba el lugar de hija y los nietos que se hallaban bajo la
potestad directa del causante por haber premuerto su padre o, en el caso de la nuera cum manu, el marido.
El hijo póstumo, concebido antes de morir el causante, pero aún no nacido, heredaba en calidad de
HEREDES SUI.
La herencia se dividía por cabezas, en partes iguales, cada una de las cuales se llamaba cuota viril. Pero si
había premuerto uno de los hijos dejando descendientes bajo la potestad del abuelo, la división se hacía
por estirpes, y los descendientes heredaban la cuota viril que hubiera heredado su padre de no haber
premuerto.
- Sucesión de los extranei heredes: si el que moría intestado no dejaba heredes sui, las XII Tablas, atribuían
la herencia al agnado más próximo. El agnado era sucesible porque la jurisprudencia pontifical vino a
reconocerle tal calidad a fin de que no quedara desierto el culto familiar a los dioses manes o lares, lo que
era una carga para todo heredero.
Agnados eran los parientes que pertenecían a la misma familia, los que habrían estado bajo la misma
potestad que el difunto de no haber desparecido el antecesor común. Entre aquellos parientes colaterales
los más lejanos quedaban excluidos por los PROXIMI y era menester que aceptaran la herencia. De ahí su
designación de herederos voluntarios, porque no adquirían la herencia de pleno derecho, sino por su
manifestación de voluntad.
Tampoco en este llamamiento legal se hacía distinción de sexos. Pero una Lex Voconia impidió a las
mujeres ser instituidas herederas por los ciudadanos de la primera clase del censo, dio lugar a la
jurisprudencia para extender aquella restricción a la sucesión intestada, e incluso para excluir de la sucesión
legítima a las mujeres más allá del segundo grado, admitiendo tan sólo a las hijas y hermanas.
La herencia se repartía por igual, por cabeza, ya que nunca podían concurrir herederos de distinto grado,
aunque sí de distintas estirpes.
En calidad de EXTRANEI HEREDES la Ley de las XII Tablas llamaba a la herencia, en defecto del agnado más
próximo, a los gentiles, al grupo de parientes más alejados pertenecientes a la misma GENS. Esa sucesión
perdió vigencia al desaparecer la GENS, en los primeros tiempos del imperio.
Sucesión intestada del Derecho Pretoriano: El pretor tuvo en mira mejorar la sucesión ab intestato,
mediante la BONORUM POSSESSIO SINE TABULIS, evitando el injusto trato que se le daba a parientes
cercanos que no estaban comprendidos por la HEREDITAS. Asi el caso de la cónyuge por matrimonio SINE
MANU, el FILIUSFAMILIAE emancipado y que no pudo prosperar con la empresa que montó su pater, los
hijos dados en adopción y luego emancipados por el adoptante; todos estos excluidos:
I. BONORUM POSSESSIO UNDE LIBERI: para ello estableció un orden de llamado, en primer lugar, estaban
los SUI del derecho civil, los hijos emancipados con sus descendientes, cuando no formaban parte de otra
familia y los nietos que descendían de un hijo emancipado y que habían permanecido bajo su POTESTAS.
Cuando los que concurren son del mismo grado, la partición se efectúa por cabeza (les corresponde
porciones idénticas; si son 3 hijos, un tercio cada uno); mientras que si son de distinto grado se realiza por
estirpe (ej: concurren 2 hermanos y los 2 hijos de otro, a los primeros le corresponde un tercio a cada uno,
a los hijos del otro el tercio restante, o sea un sexto a cada uno).
II. BONORUM POSSESSIO UNDE LEGITIMI: en el segundo orden de llamado, le otorgó el señorío de hecho a
los herederos del derecho civil. Se volvía a llamar a los agnados, pero en sentido de familia, otorgando el
pretor la posesión al próximo agnado. Para el momento histórico de esta sucesión, ya estaba totalmente en
desuso la herencia gentilicia, por lo cual no era llamado el gentil.
III. BONORUM POSSESSIO UNDE COGNATI: en tercer orden de llamado, el magistrado les otorgó la posesión
a los parientes consanguíneos del causante, tanto por línea masculina como femenina, y a los que sufrieron
una capitis deminutio. Se hacía extensivo hasta el sexto grado e incluso el séptimo para el caso de hijos de
primos segundos. El agnado más próximo excluía al más lejano, y en igualdad de grado concurrían por
cabeza, (ej: concurrían dos primos por línea paterna y uno por línea materna, le correspondía un tercio a
cada uno).
IV. BONORUM POSSESSIO INDE VIR ET UXOR: en último orden concurría el cónyuge supérstite que había
vivido en iustae nuptiae, siempre que no estuviera divorciado y sin diferenciar el matrimonio cum manu del
sine manu.
Reforma en el derecho imperial. El dcho imperial permitió que se introduzca el concepto de herencia
consanguínea entre madre e hijo recíprocamente, además de la bonorum possessio unde cognati. El dcho
civil reconoció un vínculo agnaticio entre madre e hijo, que podía tener efectos ante un juicio sucesorio,
pero
este estaba basado por la circunstancia de encontrarse sometidos a una potestad en común. A través del
Senadoconsulto Tertuliano de tiempos de Adriano, la madre ingenua, con tres hijos y la liberta con cuatro,
podía heredar a su hijo premuerto en caso que este careciera de descendientes y de ascendiente. Mientras
que el senadoconsulto Orficiano de época de Marco Aurelio, permitió que los hijos heredaran a la madre
con exclusión de cualquier agnado o cognado.
B) justinianea. Sistema de las novelas 118 y 127. Justiniano logró a través de las novelas 118 y 127 crear un
nuevo sistema sucesorio, fusionando las normas del derecho civil con las del dcho pretorio. Tuvo por
finalidad dar preeminenciaal parentesco consanguíneo.
Así estableció un sistema con órdenes sucesorios excluyentes unos de otros, que considera a los
descendientes, ascendientes y colaterales consanguíneos.
En el primer orden están comprendidos los descendientes, sin diferenciar si son sui iuris o alieni iuris,
hombres o mujeres, capites deminutes, etc.
Y cuando por premorir un hijo concurrían sus hijos (nietos del causante), lo hacían en su representación y
heredaban por estirpe, a diferencia de los otros que lo hacían por cabeza.
No habiendo descendientes, en el segundo orden están los ascendientes, con quienes concurren las
hermanas y hermanos que son hijos del mismo padre y madre. Si los ascendientes son de distinto grado, los
más próximos excluyen a los otros. Y si concurren solo ascendientes y son varios, pero de diferente vía
(unos materna y otros paterna), se dividen por línea y dentro de esta por cabeza.
Si concurren ascendientes maternos, paternos, hermanos e hijos de hermano premuerto, estos últimos
heredan por estirpe en representación a su padre premuerto, y los otros por cabeza.
No habiendo parientes del segundo orden, en el tercero concurren los hermanos consanguíneos y las
hermanas uterinas, quienes lo hacen por cabeza, excepto los hijos de un hermano o hermana premuertos
que concurren por estirpe en su representación.
En el último orden, y solo en caso de no haber parientes en grados anteriores, corresponde a los
consanguíneos sin que sean precisas las fuentes en cuanto a si alcanzaba al sexto o séptimo grado. En este
orden, el grado más próximo excluía al remoto, y solo concurrían en igual grado y por cabeza.
Justiniano no consideró a los cónyuges en los órdenes regidos por estas constituciones, por lo que se aplicó
para la viuda la bonorum possessio unde vir et uxor.
Orden sucesorio de los descendientes, ascendientes y colaterales. El orden sucesorio dispuesto en el
derecho justinianeo: Se tuvo en cuenta la primacía del parentesco natural sobre el civil o agnaticio, con la
distribución de los parientes de sangre en 3 órdenes de sucesibles: los descendientes, los ascendientes y los
colaterales. En cuanto a la partición de la herencia, se hacía por “troncos” entre los descendientes y los
sobrinos o las sobrinas, y por “cabeza” si se trataba de los demás parientes.
Entrando a las normas especiales a cada orden de herederos, los colaterales se distribuyeron en 3 clases:
hermanos y hermanas carnales y sus hijos, hermanos y hermanas de padre o madre y sus hijos y, por
último, los demás colaterales.
De esto resultó que el régimen hereditario ab intestato de las Novelas 118 y 127 comprendiera los
siguientes órdenes: descendientes; ascendientes y hermanos y hermanas carnales o doble vínculo y sus
hijos; hermanos y hermanas de madre o madre y sus hijos; otros colaterales hasta sexto o séptimo grado.
- Descendientes: heredaban en primer término, con exclusión de los demás parientes, fueran por vía
paterna o materna, estuvieran emancipados o no, se tratará de naturales o adoptivos.
El descendiente de grado más próximo excluía al de grado ulterior. Si los descendientes eran del mismo
grado, la partición se hacía por cabezas y si, habiendo, varios hijos, uno de ellos hubiera fallecido dejando
descendientes, éstos heredaban en lugar del padre premuerto, por derecho de representación, caso en el
cual la partición se hacía IN STIRPE.
- Ascendientes, hermanos y hermanas carnales y sus hijos: a falta de sus descendientes, la sucesión
correspondía a los ascendientes paternos y maternos y a los hermanos o hermanas del mismo padre y
madre. Cuando sólo había ascendientes, heredaban los de grado más próximo con exclusión de los de
grado más remoto. Concurriendo padre y madre, la herencia se dividía por partes iguales, pero si ellos
hubieran fallecido, quedando abuelos paternos y maternos, la sucesión correspondía por mitad a una y otra
línea, haciéndose dentro de ellas la división por cabezas. En caso de llamamiento conjunto de ascendientes
con hermanos o hermanas carnales del causante. Si hubiere premuerto alguno de los hermanos, sus hijos
ocupaban su lugar en la sucesión por representación, derecho que no cabía para la rama ascendente.
- Hermanos o hermanas de padre (consanguíneos) o madre (uterinos) y sus hijos: en defecto de los
sucesibles de los 2 primeros órdenes, la herencia correspondía a los hermanos, y sus hijos, cuando los
padres hubieran premuerto. Si solamente concurrían hermanos o hermanas la división se hacía por cabeza,
pero cuando también hubiera hijos de hermanos prefallecidos, la partición se realizaba por estirpes.
- Otros colaterales: en último término eran llamados a suceder los demás parientes colaterales hasta el
sexto o 7mo grado. Si concurrían colaterales del mismo grado, la división se hacía per capita, operando
siempre el principio según el cual, el más próximo en grado excluía al más lejano.
Respecto al cónyuge supérsite, era de aplicación la BONORUM POSSESSIO UNDE VIR ET UXOR, que se
concedía a falta de todos los parientes del causante y siempre que los esposos no estuvieran divorciados al
tiempo de la muerte del autor de la sucesión. Se decidió, que la viuda pobre e indotada pudiera concurrir
con otros parientes del marido en un cuarto de la herencia, cuando era llamada con no más de 3 herederos,
pero si el número de sucesores era superior, la viuda tenía derecho a una parte viril, que en ningún caso
podía exceder de 10 libras de oro.
Unidad 7: 1. Elementos constitutivos del Negocio Jurídico: La doctrina los distingue en 3 categorías:
A. Elementos esenciales: no se puede prescindir ya que constituyen la esencia misma del negocio. Sin ellos,
el negocio jurídico no puede existir. Ej: en el contrato compraventa se debe establecer el precio en dinero,
ya que en dicho contrato el precio es requisito esencial.
B. Elementos naturales: son aquellos que de manera tacita la ley supone que están incluidos en un negocio
jurídico determinado, aunque las partes no lo hayan acordado expresamente.
La diferencia de los elementos naturales de los esenciales, es que de estos últimos no podemos prescindir
porque el negocio no sería válido, mientras que los primeros, las partes pueden pactar expresamente
excluirlos del negocio, sin que éste se afecte en su esencia. Ej: en el contrato compraventa, las partes
pueden dejar expresamente establecido que el vendedor no responda por los vicios ocultos de la cosa
vendida. Si las partes nada dicen, se considera que el elemento natural se encuentra pactado en el
contrato.
C. Elementos accidentales: son clausulas complementarias que las partes pueden de común acuerdo incluir
en el negocio jurídico y que tienen por finalidad modificar su contenido o sus efectos.
Estos elementos no hacen falta para que el negocio jurídico exista. Un ejemplo en el contrato compraventa,
las partes fijen un plazo para que el comprador abone el precio en dinero que se dejó asentado.
Estos elementos se asemejan a los elementos naturales ya que ambos no constituyen la esencia del negocio
jurídico.
Y se diferencian entre sí, porque las partes para excluir algún elemento natural deben pactarlo
expresamente, si así no lo hacen la ley supone que están incluidos. Mientras que, con los elementos
accidentales, deben ser expresamente incluidos en el negocio.
Elementos esenciales: son comunes a todo negocio jurídico, sin los cuales el mismo no puede existir, están
relacionados con la voluntad del sujeto que da origen al acto jurídico lícito que tiene como finalidad crear,
modificar, transformar o extinguir derechos y obligaciones.
Todos estos elementos esenciales están vinculados con el negocio que quiere realizar el sujeto (acto
voluntario); con la conducta que se obliga a asumir (contenido); y finalmente con el objetivo practico
querido por el sujeto y reconocido por la ley (causa).
Acto voluntario: Consiste en la manifestación de la voluntad realizada por el sujeto, mediante la cual
exterioriza su intención de crear, modificar, transformar o extinguir derechos y obligaciones.
Para que exista un negocio jurídico es imprescindible que las partes así lo quieran. La voluntad requiere que
se actúe con: DISCERNIMIENTO (el sujeto debe poder discernir entre lo bueno y lo malo), INTENCIÓN
(significa que se quiere el resultado del acto a realizarse) y LIBERTAD (ausencia de coacción que le impida
manifestarse como realmente quiere).
Ninguna duda hay cuando la manifestación de la voluntad es expresa, pero hay algunos casos en que el
mero silencio se considera expresión tácita de voluntad como sucede en la mancipatio. En el derecho
romano, se aceptaba la manifestación tácita de voluntad es excepcional y la regla es que quien no se
pronuncia expresamente no celebra el negocio. Esta puede tener diversas formas.
Formas de declaración de la voluntad: El dcho romano tuvo en consideración diversas formas de
declaración o manifestación de la voluntad que fuesen idóneas y tendientes para que la intención del
sujeto trascienda hacia el exterior, y en virtud de ello, pueda tener efecto en el mundo jurídico. Ellas son:
- Recepticia: se configura cuando la declaración de voluntad es conocida por la contraparte, de tal manera
que permita su aceptación, y así pueda perfeccionarse el negocio. Ej: sería un contrato de locación.
- No recepticia: va a tener lugar cuando la manifestación de la voluntad perfecciona al negocio jurídico sin
que el destinatario tome conocimiento de ella. Sería el caso del testador, quien, cuando confecciona el
testamento, procede a perfeccionarlo sin necesidad de que sea conocido por el beneficiario.
- Expresa: cuando la voluntad se manifiesta por medio de la palabra o la escritura.
- Tácita: cuando la conducta asumida por el sujeto hace presumir su voluntad en un sentido inequívoco. Ej:
el heredero a que se lo da por aceptante de la herencia cuando realiza actos inequívocos que tienden a tal
fin.
- Formal: tiene lugar cuando la manifestación de voluntad debe exteriorizarse mediante la forma y con las
solemnidades establecidas por la ley. Fue la forma de exteriorización de la voluntad más importante en el
antiguo derecho romano. Fue siempre expresa.
- No formal: cuando la declaración de voluntad puede manifestarse mediante cualquier modo establecido
por las partes, como el caso de cualquier contrato simple, donde el dcho no establezca formalidades
especiales.
Como principio general, el silencio no tiene significado alguno. No puede ser considerado como
manifestación de la voluntad. En supuestos de carácter excepcional, el dcho romano llego a otorgar el valor
de consentimiento voluntario, como en la MANCIPATIO.
Representación: la voluntad podía manifestarse por medio de terceras personas. La voluntad se manifiesta
de manera indirecta. Esta fue la denominada representación. Podía asumir 2 formas:
1. Necesaria o legal: cuando la ley confiere la representación a un sujeto capaz para que actúe
representando a otra persona que es incapaz de ejercer por sí mismo el derecho del cual es titular.
2. Voluntaria: cuando una persona substituye a otra que es plenamente capaz, pero que expresa su
voluntad para que la primera represente en un negocio jurídico. Por ejemplo; en el mandato y la gestión de
negocios.
El derecho romano no conoció la facultad de representar, ósea manifestar la voluntad de un negocio
jurídico que se perfeccione por cuenta y nombre de otro. El derecho romano conoció y legisló solamente la
opción de que se lleve a cabo un negocio jurídico “por cuenta de otro”, pero no “a nombre de otro”. Los
romanos no conocieron la representación directa; solo la representación indirecta.
La doctrina moderna nos enseña que en la representación pueden darse 2 consecuencias entre
representante y representado:
A. Representación directa: que el representante actúe en nombre y por cuenta del representado. En tal
caso los efectos del negocio jurídico recaen sobre el representado.
B. Representación indirecta: que el representante actúe por cuenta del representado, pero en nombre
propio, por lo que los efectos del negocio recaen sobre el representante. En razón de la relación interna
que vincula a los dos sujetos, el representante está en condiciones de exigir que las obligaciones contraídas
recaigan sobre el representado.
En una etapa muy avanzada del derecho romano fue que se llegó a admitir la representación directa. Por
ejemplo: por medio del derecho honorario se permitió que el BONORUM POSESOR adquiriese la posesión
de los bienes hereditarios por medio de un PROCURATOR.
Hubo un caso especial de substitución de sujetos en el negocio jurídico, es el caso del NUNTIUS. Tal sujeto
era un intermediario del cual se servía el declarante para expresar su voluntad. En este caso el negocio
jurídico producía todos sus efectos en el sujeto que utilizaba al NUNTIUS. Esta figura nunca se permitió en
los negocios jurídicos en los cuales el derecho exigía que la declaración de la voluntad fuese dada
personalmente por el sujeto que debía celebrar el negocio.
Concordancia entre la voluntad interna y manifestación de voluntad. El propósito de llevar a cabo un
negocio jurídico debe coincidir con lo dicho por el sujeto para manifestar su voluntad. Ejemplo: si tengo la
intención de comprar un determinado objeto por un determinado precio, debo exteriorizar mi voluntad en
el mismo sentido. Debe haber concordancia entre la voluntad interna y la manifestación de la voluntad.
En el dcho antiguo, se daba extrema importancia a la voluntad manifestada a través de los rígidos principios
impuestos por el dcho. Por ello el IUS CIVILE no consideró que un acto celebrado con todo el rito legal
pudiese ser puesto en duda sobre su validez, en donde se haya invocado que tal acto tuviera algún vicio en
la voluntad o consentimiento.
Recién en el derecho clásico se llegó a considerar que el formalismo establecido por la ley debía guardar
concordancia con la voluntad interna del sujeto. Esta advertencia apareció para solucionar casos
particulares.
En una continua evolución del derecho, en el periodo posclásico aparece una predisposición a la
interpretación de la voluntad de las partes, hecho que va a dar lugar a que, si se llegaba advertir un vicio en
la voluntad, se podía solicitar la invalidez del acto viciado.

También podría gustarte