Comercio 1 - Merged
Comercio 1 - Merged
Comercio 1 - Merged
Introducción
Uno de los primeros aspectos a reconocer en relación con la comercialización internacional de
bienes y servicios es diferenciar cuando hablamos de comercio exterior y cuando de comercio
internacional, por lo que durante la primera parte de la lectura se trabajará en esta distinción.
Luego daremos paso al análisis de las distintas escuelas de pensamiento económico en términos
de la evolución del comercio internacional, lo que permitirá diferenciar aquellas políticas
comerciales proteccionistas, como el mercantilismo, de aquellas enfocadas en el librecambismo,
como las desarrolladas por los diferentes economistas clásicos, donde se destacan los trabajos
de Adam Smith y David Ricardo, entre otros.
China ha logrado todo esto gracias a las políticas implantadas por su gobierno, que atraen
mayor inversión reduciendo los impuestos sobre los capitales extranjeros, devaluando su
moneda debido a su masiva emisión, ofreciendo mano de obra barata y sobre todo
estableciendo un nuevo mercantilismo, impulsando sus exportaciones y restringiendo
ciertas importaciones, en busca de hacerse más competitiva.
China ha mantenido una balanza comercial positiva, no solo por desarrollar a la par todos
los sectores de su economía, sino además por convertirse en un país netamente
exportador. Los productos chinos han llegado a todos los rincones de la tierra y la razón
por la que son tan demandados se vincula, por lo general, con sus bajos precios (no
puede decirse lo mismo sobre su calidad).
La razón porque los precios de los productos chinos son tan competitivos en el exterior
está condicionada por los bajos costos de producción y la implantación de ciertas políticas
monetarias por parte del gobierno chino.
Balanza comercial
. . . China ha mantenido una balanza comercial positiva no solo por atraer inversiones
extranjeras y poseer mano de obra barata, sino también, por ser un país que cuenta con
enormes recursos naturales. En la actualidad, es el primer productor de carbón, plomo y
hierro, de cereales, arroz y trigo, y de carne de cerdo, cordero, aves, huevos y pescado.
El hecho de poseer gran variedad de recursos hace que su economía sea homogénea y
diversificada. Según varias estimaciones del Banco Mundial, China, para el año 2050,
producirá el 40% del total de la producción mundial. Su gran crecimiento industrial, en
especial en el sector manufacturero, le ha permitido consolidarse como el primer
fabricante de autos, desplazando en su orden a Japón y a EEUU. Pero su gran
productividad no para ahí, China también produce el 30% de los televisores y el 10% de
las computadoras a nivel mundial.
China, [en 2010] desplazó a Alemania como primer país exportador del mundo, con un
valor cercano a los $700.000 millones de dólares. Es de resaltar que su reciente entrada a
la Organización Mundial de Comercio (OMC) le favoreció mucho, para impulsar sus ventas
en el exterior y consolidarse como el principal proveedor del mundo.
La tendencia a depender de los productos chinos no solo es negativa sino perjudicial para
la economía de los demás países, y pongo como ejemplo el comercio entre EE.UU. y
China que presenta un enorme déficit fiscal, el gobierno americano, en función de
defender sus intereses, establece altos aranceles, restricciones, estrictos controles
sanitarios y una campaña de desprestigio de los productos chinos que entran en EE.UU.
Es de notar que China al igual que las demás potencias del mundo ha tenido un ascenso
vertiginoso gracias a la constante intervención del Estado en todos los aspectos de la
economía y es por esta razón que ha sido tan criticada por las demás naciones.
Los países desarrollados siempre han vendido a los países del tercer mundo un modelo
neoliberal sin intervencionismos estatales y de libre comercio, pero estos países lo único
que hacen es establecer medidas proteccionistas aun en contra de lo que profesan y es el
caso de los subsidios que otorga el gobierno americano a sus productos agrícolas, o la
manipulación del tipo de cambio por parte de China, o las restricciones hechas por Japón
a ciertas importaciones, estos son solo algunos ejemplos de deliberado y descarado
proteccionismo tan criticado por los países desarrollados . . .
Otro de los atractivos que tiene China para los capitales extranjeros es su mano de obra.
China cuenta en la actualidad con una fuerza productiva compuesta por cerca de 750
millones de personas con ingresos de 3 o 4 dólares por día y un salario total de 90 dólares
al mes . . . al ser los salarios tan bajos, los costos de producción son mínimos y los precios
no tienen oscilaciones muy grandes y se hacen más competitivos.
Una cantidad tan alta de trabajadores ha posibilitado la producción en masa y una división
técnica del trabajo, lo que se traduce en mayor eficiencia y menores precios. . .
El problema de la distribución de la riqueza en China es un problema de gran magnitud,
como consecuencia de esto la entrada de excedentes solo serán acumulados por ciertos
sectores y clases sociales chinas, producirá mayor desigualdad en la población y menor
acceso de la población pobre a ciertos beneficios como vivienda, salud y educación.
Un gran problema ya que la gran bonanza económica solo beneficiará a unos pocos o
serán remitidas al exterior. Una pérdida total del antiguo ideal comunista profesado por
Mao Tse Tung. . .
En síntesis, son muchos los factores que mantienen una balanza comercial positiva y, en
el caso de China, su aumento en la productividad, la devaluación de su moneda, la mano
de obra barata, la inversión y el crédito, y todos estos sumados en su influencia sobre los
precios de sus productos han condicionado su alta competitividad y su magnífico
crecimiento. (Fjbernall, 2010, https://bit.ly/3SaS1Q5)
Como puede notarse, existe una diferencia entre el comercio exterior y el internacional con
consideración de que, cuando hablamos de comercio exterior, nos referimos a los diferentes
aspectos económicos involucrados en una operación comercial, mientras que el comercio
internacional se refiere a “los aspectos internacionales de un Estado en particular” (Arese, 2015,
p. 4). Podemos observar estas distinciones planteadas en la figura 1.
De esta manera, al analizar nuestro caso planteado en torno a China, cuando nos referimos al
concepto de comercio internacional, hacemos referencia a los movimientos comerciales que se
realizan entre China y Europa, por ejemplo, o bien entre China y Argentina. Por su parte, cuando
hablamos de comercio exterior hacemos referencia a la actividad comercial de una empresa
china con una empresa de Argentina.
☰ Comercio exterior
Campo de estudio jurídico – económico que se ocupa por un lado del análisis y estudio del
intercambio comercial de un país con el exterior, profundizando para ello el análisis y estudio del
sujeto principal de dicho intercambio, es decir, la actividad de una empresa en relación con otra
ubicada en el exterior. (Arese, 2015, p. 553)
☰ Comercio internacional
“Descripción de movimientos comerciales que realizan dos o más naciones o grupos de países”
(Arese, 2015, p. 4).
Teorías del comercio internacional. Escuelas
A través de la historia (desde los inicios del mercantilismo hasta el neoproteccionismo) se han
experimentado un gran número de escuelas que tratan de explicar el intercambio de bienes y de
servicios, desde teorías clásicas y neoclásicas que fomentaban la libre circulación de las
mercancías basadas en ventajas absolutas, comparativas recíprocas (de Adam Smith, David
Ricardo y Stuart Mill) etc., hasta aquellas que indagaban a favor de la protección del mercado
interno fomentando una balanza superavitaria en los tiempos del mercantilismo e, incluso, hasta
hoy. Veamos la clasificación de las principales teorías librecambistas en la figura 2.
Con respecto a las teorías proteccionistas, la figura 3 nos muestra las principales.
Así, se puede debatir el modo en que los países llegan a tener comercio. En el caso de las
políticas aplicadas por China, observamos cómo se relacionan y cómo se abren al comercio
mundial. Estos temas motivaron numerosos debates y construcciones teóricas.
Dichas teorías “se han construido desde los extremos del proteccionismo absoluto . . . hasta el
libre comercio” (Arese, 2018). El primero, también plasmado en el caso práctico, se centra en la
idea de la protección a la industria, la seguridad nacional y el aumento de la exportación. Mientras
que el segundo se centra en la especialización como argumento económico para la organización
internacional.
Ahora, el interrogante que nos arrojan estas teorías es: ¿por qué ocurre el comercio entre
países? A continuación, veremos una breve evolución del comercio exterior para luego abordar la
explicación económica que las escuelas tienen para la internacionalización del Estado.
El proceso que llevó a Europa a colocarse como cabeza del mundo desarrollado en los
siglos posteriores [tuvo un origen económico y político], en donde el comercio exterior
cumple un rol esencial, mediante el surgimiento de [un rol de alta gravitación en la vida de
los pueblos]: el comerciante y la acumulación de poder y riqueza . . . en particular en el
proceso de la incorporación del nuevo mundo [(América), con la ayuda de los gobiernos
de turno]. (Arese, 2018)
En toda Europa el sistema se basaba en los principios mercantilistas, para lo cual era vital crear
una estructura que permitiera el ingreso de metales preciosos por medio de la exportación. De allí
el rol fundamental de la industria incipiente de la época, es decir, la artesanal.
Después de 1850, la incorporación tecnológica del vapor en el transporte terrestre y marítimo bajó
los costos de transporte y fomentó cambios estructurales. Resulta importante destacar que el año
1829 marcó un hito fundamental al producirse la aparición de la máquina a vapor.
Es así como, en el período comprendido en los 25 años posteriores a 1850, se produjo una
expansión del comercio y la incorporación de los productos industriales se completó, en alcance
temporal, con algunos mecanismos que moldearon la sociedad de esa época. En este orden,
algunos mecanismos se establecieron y permitieron el desarrollo de las actividades del comercio
internacional de una forma más fluida y organizada. Dentro de esos mecanismos mencionamos
los siguientes, a saber.
El llamado patrón oro fue la base del sistema monetario internacional durante todo el siglo XIX; no
obstante, “el mismo que durante tanto tiempo fue el baluarte principal de la fe en la moneda se
convirtió luego, lentamente, en una de las causas del abismo entre las naciones” (Arese, 2018).
El nuevo siglo nació con el abandono del patrón oro por parte de Gran Bretaña, por ejemplo. Las
consecuencias que esto provocó en la sociedad, en la política y, por supuesto, en la economía,
fueron vitales. Luego Estados Unidos abandonó el patrón oro en 1933, lo que implicó la caída del
último vestigio de la tradición económica mundial del siglo XIX.
“El mercado autorregulador [es el que asigna las] capacidades y ventajas en la organización
interna.
El desarrollo de un sistema de equilibrio de poderes, fundado esencialmente en la política
exterior alemana del canciller Bismarck” (Arese, 2018).
☰ Librecambio
“Se entiende por librecambismo la plena libertad de comercio interior e internacional. Según esta
doctrina, los impuestos cargados sobre las mercancías extranjeras deben ser los mismos que los
impuestos indirectos que soportan las mercancías en el comercio interior” (Schwartz, 2001, p.
55).
☰ Proteccionismo
Además de la teoría liberal, hubo una segunda, instituida por la Escuela Histórica Germana de
fines del siglo XIX, dentro de la cual se destacó Alexander Hamilton (1755-1804) que publicó su
famoso informe sobre las manufacturas. En esta obra rebate el argumento de la división del
trabajo de Smith, al sostener que un aumento de la productividad podría obtenerse al generar que
las fábricas locales aumenten de tamaño, siempre que se les reserve el mercado nacional y que
ese mercado no se abra al mundo (Schwartz, 2001).
En realidad, este pensamiento se desarrolla en Alemania debido a la agresión que sufrían por
parte de los productos británicos. Como muchos otros proteccionistas del siglo XIX, Hamilton era
un gran defensor de la industrialización, porque esta aumentaba la aplicación de maquinaria a los
procesos productivos, facilitaba la utilización de mano de obra mal adaptada a la agricultura,
atraía inmigrantes y permitía desarrollar talentos empresariales (Schwartz, 2001).
“Discípulo de Hamilton fue el alemán Friedrich List (1789-1846) . . . [quien sostuvo que] la
evolución natural de los países y del mundo en general no debía [seguir los lineamientos
señalados por] Smith” (Schwartz, 2001, p. 32). Por el contrario, afirmaba que las economías se
desarrollaban en estadios y cada uno de ellos obedecía a leyes económicas diferentes. El estadio
inicial era el agrícola, que List consideraba como sinónimo de pobreza y que, para alcanzar el
estadio de industrialización, caracterizado por la riqueza material y la evolución cultural, era
necesario un tratamiento distinto para cada una de las naciones.
Si bien List fue un autor muy influyente, sería inocente creer que el Estado nacional alemán se
construyó solo gracias al mercado único interior. El impulsor principal fue la guerra y, como
resultado de ella, los diversos Estados alemanes se abrieron mutuamente al comercio y, luego, se
extendieron paulatinamente hacia los países derrotados: Austria y Francia (lo que originó un
congreso aduanero y, luego, la llamada Cámara aduanera-política).
“Los propios Estados Unidos fueron proteccionistas desde los inicios de su carrera industrial
hasta Bretton Woods . . . e, incluso, llegaron a declarar la guerra civil para imponer el
proteccionismo a los Estados confederados del Sur” (Schwartz, 2001, p. 34). Es importante
recordar que los Estados del Norte enviaban sus manufacturas a los Estados más pobres del sur.
El Sistema Bretton Woods tenía como objetivo impulsar el crecimiento económico mundial,
el intercambio comercial entre las naciones y la estabilidad económica tanto dentro de los
países como a nivel internacional. Los Estatutos de Convenio planteaban entre los países
afiliados al FMI los siguientes requerimientos:
☰ Banco Mundial
“Se creó para financiar el desarrollo a largo plazo” (Kozikowski, 2013, p. 31).
☰ Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT)
“Tenía como meta la liberalización del comercio mundial” (Kozikowski, 2013, p. 31).
El sistema establecido en Bretton Woods es conocido como el patrón oro de cambio. “Según este
régimen, cada país fija el valor de su moneda en términos del oro (o dólares) y mantiene su tipo
de cambio dentro de un rango de variación de 1% de su paridad en oro” (Kozikowski, 2013, p.
31).
[Es importante remarcar que durante sus primeros 25 años de vida el sistema establecido
en Bretton Woods fue totalmente exitoso]. Las principales monedas europeas se volvieron
convertibles en 1961. . . Hasta 1971, los aranceles nominales sobre los bienes
manufacturados bajaron a 7% y los efectivos a 12%, lo que fomentó el crecimiento del
comercio internacional. [Sin embargo, es importante tener en cuenta que esa liberalización
del comercio internacional no fue seguida inmediatamente por una liberalización en el
mismo sentido de los flujos de capital]. Se permitió establecer ciertas restricciones a la
transacción en la cuenta de capital . . . para evitar movimientos desestabilizadores del
dinero caliente. (Kozikowski, 2013, p. 31)
Otro aspecto a considerar es que, si bien fue importante ese éxito inicial, este sistema aun poseía
algunas complicaciones en su diseño que complicaban su funcionamiento a futuro, ya que no
todo funcionaba como fue planificado. “En materia de ajuste de los tipos de cambio, por ejemplo,
los países industrializados en desequilibrio fundamental se oponían a modificar el valor de sus
monedas. En cambio, los países en vías de desarrollo devaluaban con demasiada frecuencia”
(Kozikowski, 2013, p. 31).
Por este motivo, para solucionar estos inconvenientes que se presentaban de manera constante,
el Fondo Monetario Internacional (FMI) tuvo que realizar una serie de cambios a su forma de
funcionar. Las más importantes “se referían a una ampliación de la capacidad de préstamos por
parte del FMI, mayor flexibilidad en la modificación de los tipos de cambio y la creación de las
reservas mundiales” (Kozikowski, 2013, p. 31).
Por último, es importante mencionar que para solucionar la escasez de oro que existía, hacia el
año 1970 se decidió crear los denominados Derechos Especiales de Giro (DEG) para poseer una
unidad alternativa de reserva. El valor de un DEG es el promedio ponderado de las cinco
monedas más importantes: el marco alemán, el franco francés, el yen japonés, la libra esterlina y
el dólar estadounidense.
Esta visión contiene la definición de una política comercial restrictiva con respecto a las
importaciones, al cerrar la posibilidad a la salida de oro mediante la aplicación de barreras
proteccionistas.
“Fue Adam Smith . . . el que denominó esta doctrina intervencionista con el apelativo de ‘sistema
mercantil’, o ‘mercantilismo’, apelativo que ha perdurado” (Schwartz, 2001, p. 10). Los
mercantilistas también le solicitaban al Rey que “protegiera con prohibiciones y aranceles las
producciones locales frente a la competencia de manufacturas extranjeras” (Schwartz, 2001, p.
10). Como apostilla es importante mencionar que, dentro del pensamiento mercantilista, a través
de Luis de Ortiz, se origina el concepto de balanza de pagos, es decir, “de una cuenta de gastos
por importaciones e ingresos por exportaciones de Castilla” (Schwartz, 2001, p. 10).
Por su parte, una característica del mercantilismo es que fue una teoría muy amplia por lo que su
desarrollo en las principales economías de Europa (España, Inglaterra, Francia, Portugal) fue
diferente. Por este motivo, el pensamiento mercantilista puede ser sintetizado mediante lo
expresado por Sancho de Moncada en su libro denominado “Ocho discursos sobre Restauración
política de España” (1619) quien destacó cuatro características compartidas del pensamiento
mercantilista que, según Schwartz (2001) son las siguientes, a saber.
Primeramente, consideraba Moncada que debía impedirse la exportación de materias
primas y otros bienes sin elaborar a cambio de productos elaborados, pues consideraba
que era necesario transformar la lana y los metales en Castilla para exportarlos con mayor
valor añadido. En segundo lugar, sostenía que podían sustituirse los bienes importados de
fuera por productos locales, que saldrían más baratos si se atraían artesanos y se
establecían fábricas. En tercer lugar, daba mucha importancia a que Castilla conservara
una porción lo más amplia posible de los metales preciosos que labraba en las minas
americanas, para lo que pidió, no sólo que se prohibiera la exportación de moneda sino
también que se revaluara de la plata, es decir, se devaluara la moneda de cuenta
castellana. En cuarto lugar, pidió la sustitución de impuestos interiores, como el indirecto
de la alcabala, por impuestos sobre las exportaciones e importaciones, que cobrándose en
las fronteras del Reino llevarían a la desaparición de las aduanas interiores. Estas cuatro
notas del mercantilismo, la defensa del trabajo nacional, la industrialización forzada, el
ansia de metales preciosos, y la comodidad de los ingresos fiscales obtenidos del
comercio exterior, han sido rasgos constantes del pensamiento proteccionista y objeto
permanente de las refutaciones de quienes defienden la idéntica naturaleza del comercio
interior y exterior. (Schwartz, 2001, pp. 10–11)
En Francia la situación del mercantilismo fue muy parecida a la de España, ya que el gobierno
realizaba una intervención en el desarrollo de determinadas fábricas, tales como cristales,
tapices, porcelana, armas, entre otras, y, a su vez, buscaba proteger a estas fábricas de la
competencia internacional, especialmente de las Provincias Unidas y de Inglaterra. Esa idea que
el crecimiento de una nación puede obtenerse mediante la intervención estatal, “no solo en las
actividades fabriles de la nación, sino también en el comercio exterior tuvo, pues, un destacado
campeón en Colbert, modelo de muchos servidores públicos en Francia, donde llegó a crear una
tradición que aún alienta” (Schwartz, 2001, p. 11).
Sin embargo, en Inglaterra la situación fue un tanto diferente a la vivida por el mercantilismo en
Francia y España, ya que en ese país la Corona se enfrentó con el Parlamento en lo que respecta
a la autorización para crear monopolios que implicaban la comercialización exclusiva de bienes
en determinadas economías. Este enfrentamiento por el control de los monopolios generó una
ardua lucha de poder económico entre el Rey y la Cámara Baja, a esta situación “se añadía que
el common law o derecho común continuó considerando la libertad comercial como el sistema
natural, lo que permitió un mayor grado de libertad empresarial que en Francia” (Schwartz, 2001,
p. 11).
Esta lucha por tener el control de ciertos monopolios entre la Corona y el Parlamento chocó con
el common law que pregonaba el libre comercio, situación que dio paso a los denominados
‘nuevos mercantilistas’ que limitaron el acopio de metales preciosos a obtener un saldo positivo
en la balanza de pagos o bien un superávit comercial.
El más famoso de esos nuevos mercantilistas es Thomas Mun (1571–1641) . . . Era Mun
empleado de la India House, la compañía mercantil que había colonizado la India al
amparo de una Carta de privilegio exclusivo concedida por la Corona. Los críticos de esta
compañía la atacaban porque exportaba moneda de plata de Inglaterra para adquirir
bienes en Oriente y revenderlos en Europa, agitando el fantasma de que así podía dejar a
Inglaterra sin tesoro. Mun hizo notar que, en vez de la prohibición total de sacar plata del
Reino, convenía a Inglaterra que la East India Company obtuviese con sus exportaciones
metálicas un saldo positivo en su balanza comercial, pues eso resultaba a la postre en una
entrada neta de metales preciosos en el país. Esta reflexión trasladó la discusión sobre el
comercio exterior a un nuevo terreno. Después de Mun, el pensamiento mercantilista, en
vez de preocuparse por la acumulación de metales preciosos, como si éstos fueran la
encarnación de la riqueza, pasó a subrayar la importancia crucial de un saldo positivo de
exportaciones. (Schwartz, 2001, p. 12)
Como se puede observar en nuestro caso práctico, China fue presentada frecuentemente como
mercantilista por haber desarrollado una industria que favorece las exportaciones y limita las
importaciones.
El mercantilismo es una de las corrientes proteccionistas más aplicadas aun hoy, donde muchos
países, al buscar proteger su mercado interno, aplican aranceles a la importación de
determinados productos en la búsqueda de desarrollar la industria interna, o bien, en aras de
reducir la competencia internacional de productos importados.
Actualmente, es de público conocimiento que China, tal como explicamos, enfatiza en la
producción nacional de sus productos y en la exportación de los mismos, lo que evita las
importaciones. En el año 2009, China presentó un superávit comercial estimado en U$S 368.200
millones producto de la enorme diferencia entre sus importaciones y exportaciones.
☰ Arbitrista
‘Persona que inventa planes o proyectos disparatados o empíricos para aliviar la Hacienda
Pública o remediar males políticos’, se lee en el Diccionario de la Real Academia Española.
Mediado el s. XVI se llamaban ‘arbitristas’ quienes proponían al rey formas de allegar dinero que
dependían de su arbitrio, es decir, que no necesitaban que las Cortes las aprobaran. En el s.
XVII el significado se fue extendiendo a quienes proponían toda clase de soluciones
voluntaristas para toda clase de problemas económicos o sociales. (Schwartz, 2001, p. 52)
☰ Mercantilismo
La expresión ‘sistema mercantil’ fue acuñada por Adam Smith para designar a quienes
pretendían que el Estado debía intervenir en el comercio extranjero. El mercantilismo desde sus
principios se caracterizó por cuatro notas: el ansia de metales preciosos, la defensa del trabajo
nacional, la industrialización forzada, y la potenciación de los ingresos fiscales obtenidos del
comercio exterior. En algunos casos, la atención de los neomercantilismo se centró en la
necesidad de obtener un saldo positivo en la balanza de pagos. (Schwartz, 2001, p. 55)
Esta resumida síntesis de hechos económicos nos permite definir claramente la llamada visión
clásica del comercio, en función de tres jalones de su evolución, a saber.
☰ Economistas clásicos
Suelen llamarse clásicos a los economistas británicos y sus discípulos europeos del período que
va de la publicación de los Ensayos de Hume en 1752 o de la Riqueza de las naciones de Smith
en 1776 hasta la muerte de John Stuart Mill en 1873. Se caracterizan por creer que los
individuos atienden a las variables reales de la economía y no las monetarias; por tener
confianza en la tendencia espontánea de las economías capitalistas hacia el equilibrio con pleno
empleo; por defender el laissez faire y el librecambio; por ahondar en la teoría de la población; y
por buscar una explicación de la evolución de las economías a largo plazo. (Schwartz, 2001, p.
54)
Su análisis era muy simple: importar materias primas, agregarle valor mediante manufactura local
y, solamente, exportar los bienes que no se consumirían dentro del país. Sin embargo, se
considera que el aporte “más notable de Hume a la teoría del comercio internacional es su
análisis del mecanismo de pagos en un sistema de patrón oro” (Schwartz, 2001, p. 15). Bajo un
sistema de este tipo, los países determinaban el “valor de su unidad monetaria en términos de
oro. Los gobiernos garantizaban la convertibilidad de los billetes en metal. Los tipos de cambio
entre diferentes monedas reflejaban simplemente la proporción entre las cantidades de oro
correspondientes a cada unidad monetaria” (Kozikowski, 2013, p. 26).
Hume a través de su modelo establecía que la balanza de pagos no debía ser objeto de
preocupación ni de correcciones por parte de los gobiernos, pues todo posible déficit exterior
tendería a corregirse espontáneamente si la circulación de capitales es libre y sin trabas. Es
importante mencionar que durante el período de tiempo en que estuvo vigente el “patrón oro
clásico, los flujos internacionales de bienes y capitales eran relativamente libres. Londres
constituía el centro financiero mundial. Se consideraba el oro como el monarca anónimo, y la libra
esterlina, como el poder detrás del trono” (Kozikowski, 2013, p. 26).
Para explicar esto, David Hume sostenía la siguiente situación: si 4/5 partes del dinero de
Inglaterra desaparecen una noche, su efecto en la economía será inmediato, ya que, ante la
menor disponibilidad de moneda, bajará el costo de mano de obra y, por lo tanto, disminuirá el
precio de los bienes internos. Los demás países no podrán competir contra esos precios, lo que
permitirá su venta en el exterior y, consecuentemente, reingresará el dinero perdido.
Bajo el patrón oro la cantidad de dinero que circulaba en cada país (la oferta monetaria)
estaba limitada por la cantidad de oro en manos de la autoridad monetaria. El oro
constituía lo que en el lenguaje moderno llamamos la base monetaria. El oro aseguraba el
valor del dinero. La cantidad de oro a su vez estaba directamente vinculada con los
resultados de la balanza de pagos. Un superávit en la balanza de pagos conducía a una
entrada de oro y un incremento de la oferta monetaria. Un déficit en la balanza de pagos
resultaba en una salida de oro y una reducción del circulante. (Kozikowski, 2013, p. 26).
Podemos resumir lo mencionado ut supra en la figura 4.
Para ejemplificar el funcionamiento del modelo partamos de una situación en que un país tiene un
déficit en su balanza de pagos. Gráficamente la situación es la siguiente ver figura 5).
Figura 5: Ajuste automático al déficit de la balanza de pagos bajo el patrón oro (flujo en
especie-precio)
Fuente: elaboración propia.
La reducción del nivel de precios internos mejora la competitividad internacional del país.
Se abaratan sus exportaciones en los mercados externos y encarecen las importaciones
en el mercado interno. En consecuencia, aumentan las exportaciones y disminuyen las
importaciones, lo que mejora la balanza comercial y la cuenta corriente. Al mismo tiempo,
las altas tasas de interés atraen al capital extranjero a corto plazo, generando un superávit
en la cuenta de capital. Como resultado se restablece el equilibrio externo.
En un país con superávit en la balanza de pagos, las reglas del juego requerían que el
banco central comprara los activos internos para aumentar todavía más la base monetaria,
relajar el crédito interno, bajar las tasas de interés, aumentar el nivel de precios, disminuir
las exportaciones e incrementar las importaciones.
Los países deficitarios con frecuencia respetaban las reglas del juego. Esto provocaba
movimientos bruscos en las tasas de interés y en la disponibilidad de crédito. El ajuste al
déficit en la balanza de pagos invariablemente generaba una recesión. La inestabilidad
interna resultaba de subordinar la política económica al objetivo del equilibrio externo.
Sin embargo, los países superavitarios no respetaban las reglas del juego, lo que
colocaba todo el peso del ajuste sobre los países deficitarios. El periodo del patrón oro se
caracterizó por una baja inflación, pero acompañada de frecuentes y profundas
recesiones. El costo social de este sistema fue elevado. (p. 28)
Es importante destacar que el patrón oro rigió los pagos de las operaciones comerciales del
mundo entre 1865 y 1914. Para su correcto funcionamiento era necesario que no existan precios
controlados artificialmente ni sindicatos que frenaran las bajas de salarios ni tasas de interés que
fueran políticamente bajas. Podemos resumir el significado del patrón oro de la siguiente manera.
☰ Economistas clásicos
El sistema de patrón oro se fue extendiendo espontáneamente en el s. XIX, cuando los bancos
emisores de papel moneda y creadores de depósitos buscaron mantener la confianza del público
en esa nueva forma de pago fijando el tipo de cambio entre el dinero fiduciario y las monedas de
oro. En este sistema, los bancos emisores se comprometen a cambiar a la vista billetes por
monedas de oro y viceversa a la paridad expresada en el billete. Para poder mantener ese tipo
de cambio entre billetes y metal precioso, el banco central debe retirar papel de la circulación y
reducir la cantidad de dinero en circulación cuando sale oro del país y viceversa. El sistema
elimina automáticamente las inflaciones y los déficits de la balanza de pagos, si los individuos
están dispuestos a admitir una temporal reducción de precios y salarios, y una breve subida de
tipos de interés cuando se hace necesaria una contracción monetaria. (Schwartz, 2001, p. 56)
La riqueza consiste en los bienes y servicios reales que la economía del país puede
producir (rechaza el hecho que la riqueza consista en la acumulación de oro y plata).
El mercado se cuida por sí solo de la movilidad de los metales preciosos (afirma la teoría de
Hume).
Se obtendrá un producto anual mayor si hay más cantidad de trabajadores productivos que
brinden su mayor productividad.
Para lograr esto último propone la división del trabajo.
Extiende el concepto que existía en ese momento referido a que la mayor proporción del
comercio era entre el campo y la ciudad, con ganancias recíprocas a la vinculación similar
por actos de comercio entre los individuos de dos o más países que también procurarán
ganancias propias.
En su afán de incrementar la masa productiva y la actividad económica, alienta a emplear
productivamente al personal que atendía a los reyes, nobles, militares y eclesiásticos.
Acuña la expresión la mano invisible, en relación con que el empresario que apoya la
actividad nacional busca, en realidad, su propia seguridad (es decir, su propia ganancia) en
lugar del supuesto beneficio común.
Smith tuvo dos consideraciones respecto a la libre importación de bienes y servicios: la
primera referida a las Leyes de Negación inglesas “por las que era obligatorio que se
transportaran en barcos de bandera inglesa las mercancías que tocaran en puerto inglés; lo
admitía por razones de defensa nacional, pues eso mantenía preparada la marina y los
marineros para caso de guerra” (Schwartz, 2001, p. 17), y la segunda era la reciprocidad (si
un país se protege con aranceles, los que negocien con él también lo harán).
Smith sostenía que aplicar estos grandes cambios y establecer una gran apertura económica
luego de períodos prolongados de proteccionismo, se debía realizar de forma gradual.
Otro enfoque difundido de la teoría de Smith dice que la misma se basa en tres ideas
fundamentales, a saber.
Si el país producía para exportar, podía sacar del subempleo a trabajadores ociosos y, además,
obligaba a aumentar la productividad de los que ya eran empleados.
Para simplificar, asumimos que hay dos países (Inglaterra y Portugal, en el famoso ejemplo de
Ricardo), dos bienes (ropa y vino), que los factores de producción pueden ser reducidos a uno
solo, trabajo, y que en ambos países los bienes son producidos de acuerdo a coeficientes
técnicos fijos: como consecuencia, el costo unitario de producción de cada bien es constante.
Es claro que si uno de los países es superior al otro en una línea de producción (donde la
superioridad es medida por costo unitario menor) e inferior en la otra línea, las bases para un
provechoso intercambio internacional existen, según lo planteado por Adam Smith y sus ventajas
absolutas.
Inglaterra Portugal
Ropa 4 6
Vino 8 3
Como vemos en la Tabla 1, el costo unitario de fabricar ropa es menor en Inglaterra que en
Portugal. Es, entonces, conveniente para Inglaterra especializarse en la producción de ropa e
intercambiarla por vino portugués, y para Portugal especializarse en la producción de vino e
intercambiarla por ropa británica. Supón, por ejemplo, que los términos de intercambio (por
ejemplo, el ratio a través del cual los dos bienes son intercambiados entre los dos países, o el
precio relativo internacional) es igual a uno, es decir, el comercio internacional toma lugar sobre
las bases de una unidad de vino por una unidad de ropa. Entonces, Inglaterra con 4 unidades de
trabajo (el costo de una unidad de ropa), obtiene una unidad de vino que de otra manera
(produciéndolo internamente) hubiera requerido 8 unidades de trabajo. El mismo razonamiento se
aplica para el caso de Portugal.
Inglaterra Portugal
Ropa 4 6
Vino 8 10
Como Inglaterra es superior a Portugal en la producción de ambos bienes, en este caso, según lo
planteado por Adam Smith, no hay bases para el comercio internacional. Sin embargo, según la
teoría formulada por David Ricardo a través del análisis de las ventajas comparativas sí hay
bases para que estos dos países comercialicen entre ellos internacionalmente, aspecto que
desarrollaremos en el próximo tópico.
Resumamos la diferencia entre ventajas naturales y ventajas absolutas para diferenciar una de
otra.
☰ Ventaja absoluta
“Ventaja de una nación o región sobre otra en los costos de producción de un artículo en
términos de los recursos usados” (Arese, 2015, p. 594).
☰ Ventaja natural
“Teoría económica que señala que un país tiene una ventaja competitiva en la fabricación de
ciertos productos debido a sus condiciones de acceso a recursos naturales, de transportación y
clima” (Arese, 2015, p. 594).
1. Un país ‘atrasado’ con productividad menor que otro adelantado, no por eso está impedido
de exportarle algún bien.
2. El salario y el nivel de vida en el país menos productivo serán más bajos que en el país más
productivo.
3. El nivel de precios monetarios del país más adelantado será superior.
Los costos comparativos pueden ser definidos de dos maneras: como el ratio entre los costos
unitarios (absoluto) de los dos bienes en un mismo país, o como el ratio entre los costos unitarios
(absolutos) del mismo bien en los dos países. Si denotamos el costo unitario de producción de un
bien en los dos países como a1 y a2 (donde las letras indican el bien y el subíndice numérico el
país), y los costos unitarios del otro bien como b1 y b2, entonces cuando a1/b1 = a2/b2 se cumple
también que a1/a2 = b1/b2. Por lo tanto, ambas formas de medir los costos comparativos son
equivalentes.
La proposición básica de la teoría que examinamos es que la condición para que ocurra
intercambio es que exista un diferencial de costos comparativos. Esto, sin embargo, es solo una
condición necesaria; la condición suficiente es que los términos internacionales de intercambio
estén entre los costos comparativos, sin ser iguales a ninguno de ellos. Cuando las dos
condiciones sean satisfechas, será beneficioso para cada país especializarse en la producción
del bien, para el cual cuenta con más ventajas relativas. Consideremos el ejemplo mostrado en la
tabla 2.
Como Inglaterra es superior a Portugal en la producción de ambos bienes, podría parecer que no
hay lugar para el comercio internacional, pero ello no es así. Los costos comparativos son 4/8 =
0,5 y 6/10 = 0,6 en Inglaterra y Portugal, respectivamente. Inglaterra, además, tiene ventajas
relativamente más grandes en la producción de ropa: su costo unitario, de hecho, es menor en
Inglaterra que en Portugal en un 33% (2/6), mientras que el costo unitario del vino es menor en
este último país que en el primero en un 20% (2/10). Similarmente puede verse que Portugal
tiene una desventaja relativa menor en la producción de vino: su costo unitario, de hecho, es más
grande en Portugal que en Inglaterra en un 25% (2/8), mientras que el costo unitario de la ropa es
mayor en Portugal que en Inglaterra en un 50% (2/4).
Así pues (con tal que los términos de intercambio sean mayores que 0,5 y menores que 0,6) la
ropa inglesa será comerciada por vino portugués en beneficio de ambos países. Tomemos un
valor admisible y arbitrario para los términos de intercambio, digamos 0,55 (es decir, 0,55
unidades de vino por una de ropa). En Inglaterra, sobre las bases de la tecnología existente, una
unidad de ropa se cambia por 0,5 unidades de vino: 0,5 es, de hecho, el costo comparativo. Por
una unidad de ropa, Inglaterra puede obtener (por medio del comercio internacional) 0,55
unidades de vino, más que la suma obtenida internamente. De igual manera, en Portugal una
unidad de ropa necesita 0,6 unidades de vino para ser producida, mientras que por vía del
comercio internacional solo 0,55 unidades de vino son requeridas. Es obvio que el comercio
internacional es beneficioso para ambos países. Es posible arribar a la misma conclusión al
razonar en términos de los costos de producción. Con 4 unidades de trabajo (el costo de una
unidad de ropa), Inglaterra obtiene, en el mercado internacional, 0,55 unidades de vino que de ser
producidas internamente hubiesen requerido 0,55 x 8 = 4,4 unidades de trabajo. Igualmente,
Portugal con 5,5 unidades de trabajo (el costo de 0,55 unidades de vino, dado por 0,55 x 10)
obtiene una unidad de ropa, que hubiera requerido 6 unidades de trabajo de producirse
internamente.
Puede demostrarse fácilmente que los términos de intercambio deben estar estrictamente entre
los dos costos comparativos. Si, de hecho, los términos de intercambio fuesen iguales a
cualquiera de los costos comparativos, el país involucrado no tendrá incentivos a comerciar, ya
que el ratio de precios internos (dado por los costos comparativos) será igual al internacional.
Esto significa que el país en cuestión podrá obtener el otro bien por vía del comercio al mismo
costo que internamente.
Podemos diferenciar los conceptos de ventaja absoluta y ventaja relativa.
Actividades de repaso
Para los mercantilistas, ¿cuál era la riqueza de las naciones?
Justificación
Verdadero.
Falso.
Justificación
Referencias
Arese, H. F. (2015). Introducción al comercio exterior. Errepar
Arese, H. F. (2018). Introducción al comercio exterior. Errepar.
Fjbernall (11 de junio de 2010). El nuevo mercantilismo. China: potencia o crisis. EconLink.
https://www.econlink.com.ar/fjbernall/nuevo-mercantilismo-china-potencia-o-crisi.
Introducción
Toda empresa que tenga intenciones de expandirse en un mundo globalizado necesita tomar
decisiones estratégicas sobre la base de ventajas competitivas sostenibles. Los mercados
globales pueden representar un vehículo de expansión y también una fuente de innovación y
mejora. Las empresas tienen que conocer la manera en que se manejan las finanzas
internacionales, con el objetivo de aprovechar las diferentes oportunidades que se presentan en
el mercado. También deben conocer cómo expandirse hacia el exterior. Para esto deben analizar
las distintas posibilidades que existen y las formas de penetración y distribución en mercados
externos. Con esta información será posible decidir cómo insertarse en los mercados externos
seleccionados.
Caso de estudio
El caso práctico es tomado de un artículo del periódico The New York Times titulado “El pacto
entre China y Estados Unidos podría continuar con la guerra comercial”. Fue publicado el día 20
de enero de 2020 y realiza un recorrido sobre la guerra comercial entre Estados Unidos y China y
sus efectos sobre el comercio internacional.
El pacto entre China y Estados Unidos podría continuar con la guerra comercial
El nuevo acuerdo entre los dos gigantes de la economía mundial deja intactos los asuntos
más espinosos que los separan. Resolverlos podría llevar años.
Lo que no hace es atacar las causas que dieron origen a la guerra comercial. El acuerdo
no aborda los subsidios de China a las industrias nacionales ni su firme control sobre las
palancas fundamentales de su economía pujante. El acuerdo también mantiene la mayoría
de los aranceles de Trump sobre la mercancía china por un valor de 360.000 millones de
dólares, un impuesto mucho más alto del que los estadounidenses pagan por los
productos procedentes de prácticamente cualquier otro lugar.
Podrían pasar muchos años antes de que se puedan resolver esos asuntos. De hecho,
parecen limitadas las posibilidades de que se llegue a un segundo acuerdo pronto. Trump
ha dicho que tal vez espere hasta después de las elecciones presidenciales de Estados
Unidos, en noviembre, para concluir lo que ambas partes llaman la “fase dos” del acuerdo.
Hasta entonces, los consumidores y las empresas estadounidenses seguirán comprando
menos mercancía de China. Por su parte, el gobierno chino continuará buscando clientes
en otras regiones. La relación de Estados Unidos con China, un motor vital del crecimiento
económico global durante décadas, se debilitará todavía más.
Algunas circunstancias imprevistas podrían cambiar todo eso. Una crisis económica
podría hacer que uno o ambos regresen a la mesa de negociaciones. Trump ha roto
acuerdos comerciales en el pasado. Tal vez los estadounidenses elijan en noviembre a un
dirigente menos agresivo en materia de comercio.
Pero hasta el momento, ambos países han demostrado que están dispuestos a alcanzar
su objetivo económico. La economía, el mercado laboral y el mercado de valores de
Estados Unidos han mejorado desde que comenzó la guerra comercial hace casi dos
años, pese a que muchas personas se preguntan cuánto tiempo puede durar eso. En el
ámbito político, los demócratas han presionado a Trump para que sea más estricto, y no
menos, en el comercio con China.
En China, la guerra comercial solo ha sido uno de los factores que han provocado la
desaceleración económica y parece que Pekín se siente capaz de manejar bien ese
problema.
En las últimas semanas, los asesores del gobierno de China han destacado la importancia
de hablar sobre las medidas que puede tomar Pekín —como ayudar al mercado laboral o
encontrar nuevos socios comerciales en otro lugar— y no sobre las que no puede tomar.
Aunque se han reducido las exportaciones chinas a Estados Unidos, sus ventas en otras
regiones, en especial en los países pobres, se han mantenido firmes. En los últimos
meses, Pekín ha buscado con empeño abrir todavía más mercados.
Además, si China se queja del acuerdo, podría parecer débil, lo cual es inaceptable en un
país donde el Partido Comunista se presenta como el libertador de un siglo de
humillaciones por parte de las potencias extranjeras.
Parece que ahora China es menos discreta con respecto a esos esfuerzos. Al inicio de la
guerra comercial, Xi Jinping, el máximo dirigente de China, visitó una empresa china de
semiconductores, una industria a la que Pekín le ha otorgado muchos subsidios, para
brindarle su apoyo. Nuevos datos señalan que China ha acelerado su Iniciativa del
Cinturón y la Ruta de la Seda, un plan impulsado por el gobierno para financiar y construir
carreteras, redes de telecomunicaciones y otras infraestructuras en los países en vías de
desarrollo, lo cual allanaría el camino para más exportaciones chinas.
El precio de la actitud impetuosa de China es el reordenamiento de las cadenas de
suministro a nivel global que sus fábricas han alimentado desde hace mucho tiempo. Las
empresas las han mantenido en China incluso después de que se dispararon los salarios y
otros costos durante la última década.
Sin embargo, esto no significa que los empleos que se fueron a China durante las últimas
dos décadas regresarán a Estados Unidos. Los altos costos de la mano de obra y el
cumplimiento reglamentario en Estados Unidos, aunado a la persistente escasez de mano
de obra calificada, han hecho que la mayoría de las empresas multinacionales duden en
llevar su manufactura a Estados Unidos. Más bien, parece que los máximos ganadores
son los aliados de Estados Unidos como Vietnam, Taiwán, Indonesia y, tal vez, India,
adonde están llegando avalanchas de ejecutivos multinacionales que buscan alternativas
a China.
1. Finanzas internacionales
La guerra comercial entre China y Estados Unidos es un fenómeno complejo. Entender el
concepto de finanzas internacionales a partir de este caso implicaría debatir diversas cuestiones y
puntos de vista (tanto profesionales como políticos). Lo que se pone de relevancia, por ahora, es
comprender las implicancias de las relaciones comerciales entre países, puntualmente, entre dos
potencias mundiales.
Comprender las finanzas internacionales permite entender las anomalías presentes en los
Estados-Nación internacionales y cómo estas afectan directamente a los agentes económicos
nacionales.
Las finanzas, de manera general, estudian los flujos de efectivo y la valuación de activos.
A su vez, las finanzas internacionales “se ocupan de los flujos de efectivo, a través de las
fronteras nacionales y la valuación de activos, ubicados en diferentes países y
denominados en diversas monedas. (Kozikowski Zarska, 2013, p. 4)
Entonces, la característica principal de este tipo de finanzas es que se trata de transacciones
económicas internacionales con economías nacionales.
1. La economía internacional.
2. Las finanzas corporativas internacionales.
En la siguiente tabla se analizan los factores claves de cada uno de los aspectos de la figura 1.
Es importante tener en cuenta que, si bien las finanzas internacionales tienen ciertas semejanzas
con las finanzas domésticas (nacionales), también tienen diferencias importantes. De acuerdo
con lo que establece Kozikowski Zarska (2013):
elabora autos globales (son modelos casi iguales en todos los mercados);
diseña globalmente (sus centros de investigación y desarrollo se encuentran en distintos
países y están comunicados entre sí);
produce globalmente (se construyen partes en distintas regiones y el producto se ensambla
en otras).
“La solución consiste en desarrollar los mercados financieros y los métodos para evaluar y
administrar la exposición al riesgo. Simplemente las empresas y los gobiernos deben aprender a
administrar y prosperar en condiciones de incertidumbre” (Kozikowski Zarska, 2013, p. 11).
☰ Efecto contagio
Si un país en vías de desarrollo sufre una fuga de capitales, los especuladores internacionales
retiran también los suyos de otras economías emergentes, que no tienen nada que ver con el
país afectado. La solución consiste en aumentar la confianza a través de: un sistema financiero
sano, bien supervisado y robusto; reservas suficientes y un régimen político eficaz y confiable.
(Kozikowski Zarska, 2013, p. 11)
Para mejorar su capacidad de competir, las empresas instalan una capacidad excesiva. Sin
embargo, el afán de reducir los costos disminuye el poder adquisitivo de los consumidores, lo
que genera crisis de sobreproducción (exceso de oferta) y la trampa de liquidez. Una solución
podría ser la coordinación de políticas macroeconómicas a nivel mundial. (Kozikowski Zarska,
2013, p. 12)
La globalización produce tanto ganadores como perdedores. La brecha entre los dos grupos se
ensancha constantemente, lo que puede provocar un resentimiento por parte de los perdedores
e incluso intentos de dar marcha atrás en la globalización. El problema de la desigualdad no
tiene solución, pero el de la pobreza sí la tiene. Es necesario acelerar el crecimiento económico
y dedicar una parte creciente de sus frutos a la ayuda a los pobres y la inversión en el capital
humano. (Kozikowski Zarska, 2013, p. 12)
“Una lucha sin cuartel por los limitados mercados y recursos naturales agudiza los conflictos y
puede conducir a guerras (comerciales y militares). Este problema requiere una mayor
cooperación internacional e inculcar en la población el espíritu ganar-ganar” (Kozikowski Zarska,
2013, p. 12).
Internacionalización de la empresa
El análisis del comercio internacional exige tener en consideración que las empresas se
constituyen en el sujeto activo de operatoria de carácter internacional. Esto se debe a que son
quienes de manera cotidiana realizan compras y ventas de bienes y servicios a empresas
localizadas en distintos países del mundo. Estas operaciones se traducen en exportaciones e
importaciones y quedan registradas en la balanza de pagos del país; más específicamente, en su
balanza comercial y en su balanza de servicios. En dicha balanza de pagos se reflejan los flujos
comerciales que las empresas realizan.
En general, podemos afirmar que toda empresa persigue el lucro o ganancia como motor
de su realidad. Sin embargo, las empresas que salen de su ambiente nacional hacia el
internacional suelen realizar este paso por otros factores, como son abaratar costos con
abastecimientos internacionales, economías de escala, experiencia, etcétera.
☰ Empresa internacional
☰ Empresa multinacional
Una empresa es multinacional si traslada a otro país una parte de sus operaciones (diseño,
investigación, publicidad o producción). Existe una clara distinción entre la matriz donde se
toman todas las decisiones importantes y las filiales o sucursales ubicadas en otros países,
donde se ejecutan las decisiones del centro. (Kozikowski Zarska, 2013, p. 7)
☰ Empresa transnacional
Una empresa es transnacional si sus actividades multinacionales forman una red tan compleja
que resulta difícil determinar el país de origen y diferenciar entre la matriz y las sucursales.
Algunos ejemplos de empresas multinacionales son: Royal Dutch/Shell Group, Exxon Mobile,
Philips, Ford y Sony. Las empresas transnacionales más citadas son: Nestlé y Unilever, ya que
sus activos en el extranjero constituyen 91% de sus activos totales. (Kozikowski Zarska, 2013, p.
8)
De esta manera, una empresa multinacional tiene la ventaja de ser más flexible y más eficiente. A
su vez, dispone de un mayor potencial para aumentar su crecimiento en los mercados
internacionales.
☰ Empresa nacional
☰ Empresa multilocal
“Es aquella organización cuya estructura importa continuar en otros mercados, sin realizar
adaptaciones a los productos y estrategias que produce y utiliza para su mercado nacional”
(Arese, 2015, p. 173).
☰ Empresa multinacional residente
“Es aquella organización con afiliadas en distintos países, pero con actuación de negocios y
estrategia en base a los diferentes mercados en donde está instalada” (Arese, 2015, p. 173).
“Es similar a la anterior, pero el mercado donde actúa no necesariamente está satisfecho desde
su propia actividad de producción o de presencia (radicación) en el mismo” (Arese, 2015, p.
173).
☰ Empresa global
“Es una organización que busca operar del mismo modo y con la misma estrategia en todo el
mundo” (Arese, 2015, p. 173).
☰ Empresa internacional
“La conforman todas las descriptas, excepto la empresa nacional con actividad internacional o
sin ella” (Arese, 2015, p. 173).
Es posible afirmar que el proceso de internacionalización que llevan a cabo las empresas les
exige que sean competitivas no solo en su mercado local, sino también en los mercados
internacionales. “La importancia que tiene la competitividad internacional en la agenda de
empresarios políticos en los últimos años se debe a la creciente internacionalización de las
empresas y todo lo que ello implica” (Arese, 2015, p. 175).
Esta línea de análisis de la internacionalización engloba todas aquellas teorías que realizan una
descripción del proceso de internacionalización empresarial, desde una perspectiva basada
íntegramente en el análisis de los costos y ventajas económicas que obtienen las empresas al
internacionalizar su operatoria. Dentro de esta perspectiva se destacan la teoría de la
internacionalización, la teoría ecléctica – Dunning, y la teoría de la empresa multinacional.
Teoría de la internalización
Esta teoría surge a mediados de los años setenta, cuando se detuvo el producto de nuevas
motivaciones para realizar inversiones extranjeras directas. Entonces, las empresas tomaban la
decisión de internalización, ya que “las perturbaciones en el suministro de materias primas o
servicios requeridos para la producción aconsejaban descartar la compra y emprender el
autoabastecimiento. Esta teoría da al mercado el rol central en los determinantes de la inversión
extranjera directa” (Arese, 2015, p. 176).
El desarrollo de esta inversión extranjera directa (IED) se produce básicamente por la existencia
de fallos de mercado. Debido a esto, las empresas buscan obtener una respuesta a esas
imperfecciones. Justamente, la esencia de la teoría de la internalización es que las firmas
reconocen estas imperfecciones de mercado y actúan en consecuencia para superarlas. Esto se
logra mediante la realización de operaciones más eficientes y la concreción de inversiones
extranjeras directas. Esta teoría muestra que las empresas multinacionales van a desarrollarse a
través de una respuesta a los distintos “controles y restricciones impuestas por los gobiernos, las
cuales se oponen a las justificaciones teóricas del comercio y la inversión directa, privados, libres.
El proceso de internalización permite a las multinacionales superar las externalidades que
resulten de esas restricciones” (Arese, 2015, p. 176).
Las imperfecciones del mercado generan que las empresas decidan internalizar las operaciones
que antes se realizaban solamente en el mercado local. Por lo tanto, la inversión extranjera
directa se convierte en el “resultado de estas decisiones cuando las transacciones se daban
transfronteras: al instalar una filial, en el mercado que antes se abastecía mediante
exportaciones, se cubren los costos de desarrollo, o se internalizan externalidades (tarifas,
prohibiciones)” (Arese, 2015, p. 177).
La teoría de Dunning (1973 – 1981) tiene como objetivo lograr una integración de las teorías
mencionadas anteriormente y que están relacionadas con la expansión internacional. Ofrecen un
marco de análisis de carácter general que busca explicar las causas de la realización de
inversiones extranjeras directas, y también como estas se van a distribuir entre los diferentes
países. De esta manera, busca defender la naturaleza ecléctica de la expansión internacional.
Este enfoque permite obtener una aproximación a cómo se realizan esas inversiones.
Para que exista la internacionalización las empresas deben poseer ventajas competitivas de
propiedad sobre empresas de otros países. Estas ventajas toman fundamentalmente la forma de
posesión de activos intangibles; propiedad de tecnología, economías de escala, diferenciación,
tamaño, menor capacidad y utilización de recursos. (Arese, 2015, p. 177)
☰ Ventajas de internacionalización
Suponiendo que las empresas poseen ventajas de internacionalización como una reducción de
costos. Es decir, debe ser más beneficioso para la empresa hacer uso de estas ventajas
mediante una extensión de sus propias actividades como empresas independientes. Por
ejemplo, para reducir los costos, reforzar los derechos de propiedad, proteger la calidad del
producto o aspectos gubernamentales (aranceles, controles de precios). (Arese, 2015, p. 177)
☰ Ventajas de localización
Dunning (1995) busca brindar un soporte más amplio a su investigación, para realizar una
explicación del proceso de internacionalización de las empresas. Entonces, revisa su paradigma
ecléctico y lo adapta a las consecuencias que puedan tener las empresas locales en este proceso
de internacionalización. Analiza estas consecuencias en función de las nuevas alianzas
empresariales. Estas surgen de acuerdo a avances tecnológicos y a una demanda de productos
que exige productos cada vez más innovadores. Esto, por lo tanto, demanda una mayor
cooperación empresarial y entre los distintos agentes económicos necesarios para concretarla. El
análisis realizado por Dunning encuentra su justificación en la modificación y adaptación de su
paradigma ecléctico. Según lo expresa Arese (2015),
El paradigma ecléctico de Dunning brinda una mayor argumentación para explicar por qué es
importante enfatizar en las ventajas y beneficios que las compañías locales podrán obtener al
internacionalizar su operatoria.
Esta teoría se fundamenta en la realización de inversiones extranjeras directas por parte de las
empresas. El proceso de internacionalización implica, en la gestión del riesgo, un permanente
equilibrio del riesgo y la posibilidad de preservar el control de las operaciones. Esto lleva a las
empresas a evaluar distintas opciones estratégicas al momento de decidir la entrada a los nuevos
mercados. Por lo tanto, el nivel de riesgo que implica la decisión y el tipo de control de
operaciones requerido impactan en la elección de la opción estratégica de ingreso a nuevos
mercados (exportación, alianza estratégica o inversión directa).
A la hora de tomar la decisión de salida al extranjero, la empresa evalúa los cambios que
demandará la expansión en su gestión. La complejidad que se presenta tiene que ver con los
cambios en los productos según los nuevos mercados a proveer. Esta evaluación implica asumir
cuál es el riesgo que puede tolerar la empresa, cuál el control que pretende mantener en los
distintos eslabones de su cadena de valor, y sobre cuáles de ellos necesita ejercer control directo
durante la operación internacional.
En este proceso también surge el cálculo de cuáles son los recursos de los que se dispone para
gestionar el equilibrio entre riesgo y control. Por ejemplo: en una situación de poco riesgo y
mucho control, una estrategia de exportación podría resultar bien. Sin embargo, si el riesgo
aumenta y se necesitan más recursos o apoyos críticos, se suele optar por alianzas estratégicas.
Para los mercados más arriesgados que requieren mayor control, este se puede conseguir
mediante inversiones sustanciales en nuevas empresas o adquisiciones (Bradley, 2006).
Cuando las actividades de una empresa cruzan las fronteras nacionales, se enfrentan a
diferentes factores que introducen nuevos efectos económicos y nuevas alternativas estratégicas.
Además, cada factor tiene un alto impacto en la ventaja competitiva o en el motivo que justifica la
expansión geográfica y en la decisión crítica de cómo expandirse. En mercados de alto riesgo, la
empresa suele asignar numerosos recursos y ejercer un fuerte control de sus operaciones. Por
otro lado, en mercados de bajo riesgo y con mayores oportunidades, se asignan menos recursos
y se delega el control de la expansión en otros intermediarios.
En la actualidad, son pocos los productores que venden sus productos directamente a los
usuarios finales. Esto se debe a que el marketing directo no es factible, o bien a que el productor
carece de los recursos necesarios para hacerlo.
Modelo de Uppsala
Existen elementos claves que influyen en el control de las operaciones en el exterior. Estos se
relacionan con la posibilidad de evaluar los productos en mercados externos, de formular
objetivos de mercado (marketing, precios y distribución), de monitorear las operaciones en
destino y de revisar la estrategia de entrada.
La integración se puede graduar desde delegación, cooperación y control; mientras que la vía de
acceso puede ser transaccional, contractual y estructural. En cualquier caso, estas alternativas
reflejan el grado de injerencia, flexibilidad y supervisión directa que la empresa define para sus
operaciones internacionales. La contribución de este modelo apunta a proveer una herramienta
para la toma de decisiones sobre el marco actual de acción, pero que permita aprender en el
proceso de formulación. A su vez, anotar cómo incorporar más variables en el proceso de
selección de alternativas para internacionalizar un producto o la operatoria de la empresa.
Este proceso demanda el conocimiento de las características del mercado al cual la empresa se
está expande, y un compromiso con el mismo. También implica un mayor uso de las redes de
socios en los nuevos mercados para mejorar constantemente el nivel de operaciones.
Los socios externos con intereses comunes son un factor clave para facilitar la expansión y las
conexiones en nuevos mercados.
La internacionalización es un proceso gradual de involucramiento de operaciones con clientes y
proveedores más allá de las fronteras de los países. Este proceso evoluciona y progresa en
función del conocimiento y compromiso con nuevos mercados. Como se estudiará más adelante,
en términos de riesgo y control hay métodos de abordar mercados internacionales. Estos abarcan
desde la simple exportación a un mercado de destino hasta la inversión extranjera.
Entonces, la internacionalización es un proceso de carácter gradual que tiene una evolución que
se da a través de diferentes etapas. Arese (2015) determina, en base al análisis de diferentes
autores, que esas etapas son:
La exportación es una operación que posibilita la generación de altos ingresos para las empresas.
El hecho de poder vender a precios más altos que en el mercado interno y diversificar el riesgo de
operar solamente en el mercado nacional son dos grandes ventajas que presenta la exportación.
Además, el hecho de incrementar el nivel de producción al vender a más mercados hace que la
empresa pueda disminuir sus costos unitarios de producción, lo que genera economías de escala.
Los márgenes de beneficios de dichas exportaciones suelen ser elevados comparados con los
obtenidos en el mercado local, porque la exportación suele ser tomada como una operación
marginal a la cual no se le cargan los costos fijos de la empresa.
Según cuál sea la ubicación del intermediario, la exportación puede ser directa o indirecta. Al
respecto Cateora et al. (2010) definen cada una de las opciones:
En la exportación directa la compañía vende a un cliente en otro país. Éste es el enfoque
más común que emplean las compañías que dan un primer paso al mercado internacional
debido a que los riesgos de pérdidas financieras pueden ser minimizados. Por el contrario,
la exportación indirecta normalmente significa que la compañía vende localmente a un
comprador (importador o distribuidor) en el país de origen, quien a su vez exporta el
producto. (p. 327)
Por otro lado, muchos productos requieren que la empresa realice ventas directas en el país
seleccionado. Cateora et al. (2010) definen esta opción de la siguiente manera:
Ventas directas: especialmente para los productos industriales de alta tecnología y de alto
precio, es probable que sea necesario establecer una fuerza de ventas en un país
extranjero. Dicha estrategia puede significar el establecimiento de una oficina con
gerentes o personal locales o expatriados dependiendo del tamaño del mercado y los
ingresos potenciales por ventas. (p. 327)
Tanto el desarrollo de habilidades en el nuevo mercado como la información disponible llevan a la
empresa, en un principio, a decidir exportar un único producto como su primera venta
internacional. En una fase posterior, se apoya en joint ventures, o alianzas estratégicas, con
distribuidores, comercializadores, o agentes de logística. Si el proyecto prospera, algunas
empresas suelen invertir en la construcción de una fábrica o con la adquisición de otra empresa,
tal como menciona el modelo de Uppsala.
El proceso de dirección estratégica es una teoría según la cual una empresa, en el proceso de
internacionalización, atravesará “tres etapas principales: análisis de factores de competitividad
(país, sector y recursos y capacidades de la empresa), formulación de estrategias (de entrada,
competitivas y funcionales) e implantación (diseño organizativo y mecanismos de control)” (Arese,
2015, p. 184).
Luego de haber identificado el país de destino, en función de identificar las estrategias típicas de
ingreso a mercados, se deberá realizar una evaluación de las distintas formas posibles de ingreso
de la empresa. Entre ellas se pueden mencionar: “exportaciones, inversión directa, Joint Venture
o coinversiones con socios locales o extranjeros, licencias, franquicias, contratos de
administración y/o de producción” (Arese, 2015, p. 185).
En relación a la estrategia, hay que tener en consideración tres grandes aspectos al momento de
internacionalizar una empresa. A continuación, se presentan los aspectos que plantea Arese
(2015).
☰ La decisión de internacionalizarse
☰ Escala
Los cambios abruptos en las variables económicas generan cambios permanentes al operar en
mercados internacionales. Un ejemplo típico de esto son las variaciones del tipo de cambio entre
países, que afectan el precio expresado en otra moneda. Esto genera múltiples impactos en la
definición sobre localización de los distintos eslabones de la cadena de valor de la empresa. Por
ejemplo, la volatilidad permite que la empresa pueda innovar y arbitrar sus ventajas competitivas
a través de la optimización y relocalización de actividades.
☰ Heterogeneidad
Desde el punto de vista de la ventaja competitiva, las diferencias entre mercados permiten
trasladar atributos de los productos en ambos sentidos (importación y exportación). Inclusive,
desde el punto de la eficiencia, permite producir un producto de características elevadas y
distribuirlo eficientemente a una mayor escala.
La escala, la variedad y la volatilidad de los mercados impactan en las empresas que deciden
internacionalizarse. Esto se debe a que demandan habilidades y recursos especiales para
gestionarlas. Estas particularidades de la gestión internacional del negocio tienen un impacto muy
alto en las empresas que deciden ir más allá de sus fronteras, ya que demandan habilidades y
recursos especiales para gestionarlas. Además, tienen profunda influencia en la ventaja
competitiva de la empresa.
Desde el punto de vista de las decisiones estratégicas, la heterogeneidad obliga a las empresas a
seleccionar cuidadosamente sus mercados. La escala permite priorizar la asignación de recursos
a mercados. La volatilidad ayuda a decidir dónde es más conveniente localizar los distintos
eslabones.
Entonces, en caso de considerar que la estrategia debe ser consistente y alinear actividades
dentro de la empresa, a la hora de expandir los mercados, los directores deben considerar de qué
manera impactarán la escala, la volatilidad y la heterogeneidad sobre la ventaja competitiva y las
decisiones estratégicas.
Tradicionalmente, se reconoce que cuando una empresa produce en un punto óptimo de escala,
sus costos unitarios (elaboración y comercialización) por producto disminuyen. Por lo tanto, si la
empresa localiza múltiples mercados de volumen que le permitan optimizar su escala, puede
llegar a desarrollar y calibrar la distribución. Esto le permitirá que el costo de sus productos sea
menor, y operar de modo más eficiente la cadena de valor. La búsqueda y selección de mercados
de volumen orientará la decisión estratégica de la empresa acerca de dónde competir y en qué
mercados priorizar el desarrollo de operaciones para la internacionalización.
Mediante estas teorías se genera el desarrollo de nuevas ideas que analizan el proceso de
internacionalización como si se tratara de “un desarrollo lógico de las redes inter-organizativas y
sociales de las empresas. La interacción social cobra relevancia pues las relaciones
internacionales necesitan de ella para madurar y desarrollarse” (Arese, 2015, p. 187). Si la
empresa busca internacionalizarse en una fase temprana, podrá generar resultados de manera
rápida. Por otro lado, si se trata de industrias con un alto grado de maduración, el cambio va a ser
mucho más lento que en aquellas industrias que tienen un alto crecimiento.
Los últimos veinte años se han caracterizado por una fuerte presencia de los negocios
internacionales en la vida cotidiana. Esta tendencia se ha favorecido por una liberalización de las
barreras comerciales entre países o bloques de países, además de una desregulación gradual de
los movimientos de capital entre los mercados de los países.
La internacionalización de los negocios o globalización se observa como una intensificación del
intercambio de bienes y servicios entre los mercados domésticos o países. Esto ocurre mientras
se expande la circulación de activos financieros entre los mercados a través de redes de servicios
financieros.
Una de las dificultades que enfrentan estas firmas es la falta de recursos financieros para que sus
operaciones arranquen a nivel internacional. Arese (2015) menciona 10 factores que permiten
caracterizar a las firmas born global como exitosas. Comúnmente, estos son llamados factores
críticos de éxitos para las empresas born global. A continuación, se los enumera.
No todos los sectores se ven afectados por la globalización de la misma forma. La intensidad con
la que una empresa se ve sometida a las dinámicas de la competitividad internacional depende,
en buena medida, de las características intrínsecas del sector en el que se desenvuelve.
Cómo salir al exterior: formas de salida, formas de penetración y distribución. Formas de
penetración en mercados externos
Las empresas suelen comenzar por competir en un solo segmento de productos similares. A
medida que crecen se enfrentan a la pregunta de cómo expandirse a través de productos
diversos, nuevas líneas de negocios o nuevos mercados.
Cuando las empresas realizan sus actividades de crecimiento dentro de un mismo país se habla
de expansión doméstica; esta puede hacerse a través de nuevos productos o líneas de negocios.
Dentro del mercado doméstico, la empresa puede expandirse horizontalmente hacia nuevos
productos o líneas de negocios, o bien puede expandirse verticalmente y mudar, por ejemplo, de
tareas de producción a tareas de distribución del mismo producto.
Sin embargo, hay otras empresas que dirigen su crecimiento hacia la expansión a nuevos
mercados geográficos. Estas se apoyan en una ventaja competitiva en su mercado doméstico y
en una capacidad para explotar los beneficios que surgen a partir de la diversificación en distintos
mercados.
Arese (2015) hace la siguiente distinción entre diferentes conceptos implicados en actividades de
comercio internacional.
“Son las distintas alternativas que la empresa tiene para que sus productos sean vendidos en
otros mercados” (Arese, 2015, p. 205).
☰ Formas de penetración a los mercados externos
“Es la decisión por medio de la cual la empresa selecciona de qué forma ingresará a un
determinado mercado previamente seleccionado” (Arese, 2015, p. 205).
Es la modalidad que asume la empresa para colocar en los mercados externos los productos. La
misma significa la articulación logística entre la expedición de la empresa, los servicios portuarios
y de transporte junto a idénticos servicios en el mercado de destino. (Arese, 2015, p. 205)
☰ Bienestar de la empresa
Es necesario demostrar que las actividades en otro país crearán valor. Estas actividades pueden
consistir en: introducir en el nuevo mercado bienes o activos generados en el país de origen, o
bien explotar desde su mercado doméstico recursos en el mercado extranjero.
☰ Control de la propiedad
Cuando una firma expande sus actividades a otros países, lo hace a través de una venta
internacional (exportación) o mediante una licencia a una firma del otro país según la cual
permite comercializar, distribuir o producir sus bienes. Otra opción es por vía de una inversión
directa. En cualquiera de estos casos el punto sensible radica en cómo la empresa mantiene el
dominio sobre sus bienes y su marca, en términos tangibles e intangibles. Es decir, si la firma
puede, mediante contratos, proteger su propiedad en otros países.
☰ Ventaja competitiva
Es importante que la empresa sepa crear ventajas y, además, sostenerlas en su sector industrial.
En líneas generales, la estrategia de expansión se inicia con una ventaja competitiva en el
mercado doméstico, denominada ventaja propia, y resulta de la propiedad o administración de
recursos o capacidades. Por este motivo, si una firma intenta expandirse internacionalmente y no
tiene una ventaja competitiva sólida, va a fracasar cualquiera sea la dirección en que pretenda
diversificarse. Esto se debe a que, generalmente, la competencia en los mercados
internacionales abiertos es más intensa.
Con respecto a las formas de ingreso a un mercado, las empresas evalúan el riesgo y el control
en lo que respecta a la estrategia internacional. Este proceso se realiza de la siguiente manera.
Por su parte, Cateora et al. (2010) mencionan las siguientes formas de ingreso a un mercado
internacional:
La exportación es una operación que posibilita la generación de altos ingresos para las empresas.
El hecho de poder vender a precios más altos que en el mercado interno y diversificar el riesgo
que implica operar solamente en el mercado nacional son dos grandes ventajas de la
exportación. Además, el hecho de incrementar el nivel de producción al vender a más mercados
hace que la empresa pueda disminuir sus costos unitarios de producción, lo que genera
economías de escala. Los márgenes de beneficios de dichas exportaciones suelen ser elevados
comparados con los obtenidos en el mercado local, porque la exportación suele ser tomada como
una operación marginal a la cual no se le cargan los costos fijos de la empresa.
Dependiendo de cuál sea la ubicación del intermediario la exportación puede ser directa o
indirecta. Ambas opciones fueron descritas anteriormente en esta lectura.
La ventaja que presenta esta estrategia de ingreso a un mercado es que la firma no tiene la
necesidad de realizar inversiones en el exterior para ingresar al mercado seleccionado. Al
respecto, Cateora et al (2010) agregan que:
Los derechos de explotación de patentes, derechos de marcas registradas y los derechos
de utilizar procesos tecnológicos se otorgan mediante licencias. Normalmente, es una
estrategia preferida por las compañías pequeñas y medianas, aunque por ningún motivo
está limitada a este tipo de compañías. (p. 328)
Franquicia
La IED consiste en la inversión dentro del país seleccionado, mediante la compra de empresas
locales de ese país; o directamente a través de la creación de una nueva empresa en dicho
mercado.
Las compañías pueden manufacturar localmente para beneficiarse de los costos bajos de
mano de obra, evitar impuestos de importación altos, reducir los altos costos de
transportación al mercado, obtener el acceso a materias primas, o como forma de lograr la
entrada al mercado. (Cateora et al., 2010, p. 335)
Joint ventures
Bajo esta modalidad, dos o más empresas se unen a través del establecimiento de una nueva
empresa en otro país. Para la creación de esta nueva empresa, cada socio aportará un activo
tangible o intangible. El control que tenga sobre la nueva empresa creada estará en función del
aporte realizado.
Alianzas estratégicas
A diferencia del joint venture, en esta modalidad cada empresa aporta recursos propios, pero sin
la necesidad de creación de una nueva empresa.
Las AEI (Alianzas Estratégicas Internacionales) se consideran una forma de superar las
debilidades e incrementar las ventajas competitivas. Las oportunidades de rápida
expansión en nuevos mercados, acceso a nuevas tecnologías, costos de producción de
marketing más eficientes, acciones estratégicas competitivas y el acceso a fuentes
adicionales de capital constituyen motivos para formar alianzas estratégicas
internacionales. Por último, existe evidencia de que las AEI a menudo contribuyen
positivamente al incremento de las utilidades de ambos socios. (Cateora et al., 2010, p.
330)
A continuación, se presentan actividades de repaso.
Justificación
Justificación
Referencias
Albert Gómez, M. J. (2014). La vertiente educativa y social de los derechos humanos. Centro de
Estudios Ramón Areces S.A.
Bradsher, K. (2020). El pacto entre China y Estados Unidos podría continuar con la guerra
comercial. The New York Times.
https://www.nytimes.com/es/2020/01/20/espanol/negocios/acuerdo-china-estados-unidos.html.
Cateora, P., Gilly, M. y Graham, J. (2010). Marketing Internacional (14ª Edición). Mc Graw Hill.
Collins, D., y Siegel, D. (2006). Introduction to International Strategy. Module Note. Harvard
Business School.
Lombardo, G., Martos, M. C., y Martínez, R. (2007). Factores a tener en cuenta en la expansión
internacional de la empresa familiar. Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la
Empresa, 13(2), 75-96.
Fuente: Dri, E. (s.f.). La Integración del MERCOSUR: Análisis del Proceso de Negociación del Tratado de Asunción. Working
Paper, 46 del Centro Argentino de Estudios Internacionales (CAEI).
https://articulateusercontent.com/rise/courses/d2jO2vaBBZ4ZyJSlPYz82OhXTzed-TOZ/VnqRYl3seQjsvXy2-
Caso%2520pr%25C3%25A1ctico%2520-%2520Lectura%25202.pdf
A pesar de ello, hay que tener en consideración que, mientras mayor sea la apertura
comercial, menor va a ser el control interno que van a tener los mercados sobre sus
economías. Debido a esta situación es que la apertura se va realizando a través de
diferentes etapas donde, por ejemplo, los acuerdos preferenciales primeros no poseen la
fuerza necesaria para lograr reducir el control interno de la economía, como sí lo pueden
llegar a tener en etapas posteriores de estos procesos de integración.
Del escrito del CAEI (Dri, s.f.) se desprende que, tras la necesidad de constituirse como
un bloque regional para tener la posibilidad de negociar con países desarrollados, los
países de Sudamérica en los 60 comenzaron a incursionar en procesos de integración
regional. Esa integración económica es una política comercial adoptada por dos o más
países para reducir o eliminar las barreras comerciales en forma discriminatoria, siendo
un proceso a través del cual dos o más Estados se unen para formar un solo mercado
(Fratalocchi, 2002).
Ubicación geográfica.
Idioma común.
Patrones culturales.
Niveles de desarrollo parecidos.
[1]
Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio [GATT] de 1947 [actualizado en 1994]. Párrafo 7,
artículo XXIV. 30 de octubre de 1947; Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios [AGCS] de 1995. Cláusula de
Así, por ejemplo, una unión aduanera o una zona de libre comercio tienen que tener
como objetivo el facilitar el comercio entre aquellos países que van a ser parte del
acuerdo sin provocar algún tipo de obstáculo al de otras partes contratantes con estos
territorios.
En este esquema, los países eliminan o disminuyen los aranceles de lo esencial del
intercambio recíproco o el de todo el universo arancelario; mientras que,
simultáneamente, cada país es independiente para desarrollar políticas comerciales
(nivel de derechos, restricciones no arancelarias, etc.) entre los países no miembros de
la ZLC. Los productos beneficiados con la rebaja o eliminación de aranceles, es decir,
negociados en la ZLC, deben cumplir con acuerdos (normas) de origen preferenciales.
Esta etapa es más avanzada que la anterior. Los miembros de la UA eliminan todos los
derechos de importación del intercambio recíproco y se adopta una política comercial
externa común en relación con los países o bloques comerciales no miembros. Esto
requiere la existencia de un arancel externo común (AEC), la libre circulación de bienes
originarios del bloque y del resto del mundo, un esquema de distribución de la renta
aduanera entre los países miembros, un sistema único de clasificación de mercaderías,
un código aduanero común, un sistema común de valoración en aduana, la
homogeneización de preferencias comerciales otorgadas a terceros, la armonización de
regímenes especiales de comercio, un sistema común de medidas de defensa
comercial, etc. De todas maneras, para algunos autores, una unión aduanera es una
zona de libre comercio con un arancel externo común.
Esta etapa es más estrecha que la anterior. Los miembros del MC no solo eliminan
todos los derechos de importación y adoptan una política comercial exterior común,
sino que además eliminan todas las trabas a los movimientos de los factores de la
producción (capitales, mercaderías y personas).
☰ Unión monetaria
Representa una unión económica en la cual los países miembros adoptan una moneda
común (ya sea la moneda de uno de los integrantes o una divisa regional). Un ejemplo
es la Eurozona.
A pesar de que los procesos de integración más profundos usualmente comienzan como
un acuerdo de alcance parcial o una zona de libre comercio para luego avanzar
progresivamente hacia las etapas posteriores, es importante destacar que no todos
estos acuerdos convergen finalmente en una unión aduanera, un mercado común, una
unión económica o una unión monetaria; inclusive, la gran mayoría de este tipo de
acuerdos regionales que se suscriben a nivel mundial tienen como objetivo la
conformación de una zona de libre comercio.
En resumen, las características de cada etapa del proceso de integración regional son
las siguientes:
factores
Acuerdo X
de alcance
parcial
(AAP)
Zona de X X
libre
comercio
(ZLC)
Unión X X X
aduanera
(UA)
Mercado X X X X
común
(MC)
Unión X X X X X
económica
(UE)
Unión X X X X X X
monetaria
“El conjunto de todos estos acuerdos regionales se conoce a nivel mundial como
spaghetti bowl (plato de espagueti). Al trazar una línea entre los países que tienen
acuerdos regionales, el mundo parecería un plato de espagueti” (Corredor Velandia et
al., 2016, p. 84. Esto se puede observarse en la siguiente figura, donde se muestran los
acuerdos firmados por los países de América con los de Asia:
Fuente: Sistema de Información sobre los Acuerdos Comerciales Regionales (SI-ACR) de la OMC, 2022, https://bit.ly/380aYio
Estos acuerdos comerciales regionales revisten vital importancia para gran parte de los
países del mundo, por ello, es dable destacar que en los últimos años la gran mayoría
de los esquemas de preferencias unilaterales otorgadas por los países desarrollados o
los países en vías de desarrollado han sido reemplazados por acuerdos comerciales
regionales, donde las preferencias entre las partes son recíprocas.
☰ Asociaciones económicas
Hasta aquí, el análisis ha sido de tipo estático, pero en adición a este tipo de efectos, la
teoría de los procesos de integración regional también examina los beneficios dinámicos
de una unión:
1. El aumento del tamaño del mercado posibilitado por la unión permite que las
industrias experimenten economías de escala.
2. La eliminación de la protección respecto a los países miembros lleva a un
incremento en la competencia.
3. El hecho de que los países miembros negocien juntos los aranceles a aplicar sobre
el resto del mundo les provee de un mayor poder de negociación.
Es importante tener en cuenta los ganadores y perdedores que surgen al producirse una
integración regional:
Ganadores Perdedores
Por otro lado, es importante revisar el contexto histórico que derivó en estos acuerdos
regionales de integración de Argentina y de América Latina. Al respecto, hay que
mencionar que, a finales de los años 50, el grado de progreso alcanzado por las
industrias argentinas hacía difícil concebir la posibilidad de competir con productos
manufacturados en los mercados de los países desarrollados o de otros países en
desarrollo. Por ello, tal como se explica detalladamente en el caso presentado al inicio,
los países de la región consideraron la ampliación del mercado mediante un proceso de
integración de las economías latinoamericanas, proceso que podía llegar a permitir una
mayor especialización, una escala más adecuada y una mejor organización del
desarrollo industrial.
Con este objetivo, y a partir de la segunda mitad del siglo XX, comienzan a surgir los
primeros acuerdos de integración regional — que fueron explicados en el escrito de
Eugenia Dri (s.f.) al inicio de la lectura— que irán evolucionando según el devenir
político y económico de cada una de las naciones del subcontinente. Los periodos de
auge económico supondrán un impulso a las relaciones comerciales bilaterales e
incentivarán la aparición de algún tipo de vínculo entre los sectores productivos a escala
regional, mientras que los períodos de crisis económica y política se caracterizarán por
el aislamiento internacional y el estancamiento del proceso de integración (Fratalocchi,
2002).
Ya en los años 80 surgirán determinadas iniciativas que van a sentar las bases de un
renovado interés por los procesos de integración o asociación regional en el ámbito
latinoamericano, procesos estos que se desarrollarán con especial intensidad durante la
próxima década. Destacan, fundamentalmente, la transformación de la ALALC en la
actual ALADI; la firma de un tratado de liberalización comercial bilateral entre Brasil y
Argentina, que será la semilla del actual Mercosur, y una experiencia posterior, surgida a
finales de los años 80, como es el Foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico
(APEC). Igualmente, en los años 90 se desarrollarán iniciativas de alcance hemisférico,
con proyectos como el Área de Libre Comercio Suramericana (ALCSA) o la propia
Iniciativa por las Américas de George Bush (ALCA).
A este respecto, debe destacarse que la década de los 90 ha sido de gran relevancia a
la hora de poner de manifiesto un nuevo impulso del regionalismo. Ello queda
evidenciado por la proliferación de multitud de proyectos de integración por todo el
mundo, y por el abultado listado de siglas con el que cada vez con más frecuencia nos
topamos en la literatura especializada, como síntoma de la revitalización y
redenominación de algunos de los viejos grupos regionales y de la formación de otros
nuevos.
Además de incluir los factores hasta ahora citados, más recientemente estos
exponentes avanzados del nuevo regionalismo, en lugar de fomentar la creación desde
cero de diversos proyectos de integración que involucren tanto economías
industrializadas como en desarrollo, persiguen la formalización de acuerdos comerciales
entre países individuales y grupos regionales, o entre diferentes proyectos de
integración de países del norte, por un lado, y del sur, por el otro.
De este modo, ante la iniciativa de las economías más dinámicas de cada uno de los
tres grandes bloques rivales en que puede quedar dividido el mundo, parece asumirse
que la creación de áreas de libre comercio a nivel continental o extracontinental, si bien
con base en diferentes modelos, se convierte en un instrumento clave para la promoción
del desarrollo en los países del sur (Fratalocchi, 2002). Ello implica la implementación de
un modelo económico claramente extravertido y coherente con el proceso de
globalización neoliberal actualmente en curso, por tanto, directamente enfrentado a la
lógica de autocentramiento e industrialización desde dentro, modelo que es
representativo de las primeras iniciativas regionalistas en el mundo en desarrollo en
décadas anteriores. Y es en este contexto en el que surge la acalorada controversia
sobre los pros y contras de este tipo de iniciativas en términos de consecuencias para el
conjunto de las economías participantes, pero, en particular, para las economías más
débiles y desestructuradas.
Esta concepción actual de la integración económica regional, además de extravertida, es
claramente restrictiva, en cuanto parece olvidar lo que los manuales explican respecto a
las diferentes fases que componen estos procesos, desde las áreas de libre comercio a
las uniones económicas y monetarias, pasando por las uniones aduaneras y los
mercados comunes, donde se liberalizan los movimientos de mano de obra y se
establecen políticas comunes en muy diversos ámbitos y sectores productivos. No
obstante, además de esto, se pasa igualmente por alto que la integración regional como
potencial instrumento de desarrollo no es ni buena ni mala en sí misma, dependiendo su
valoración del impacto sobre las sociedades implicadas en términos de mejora del nivel
de bienestar de sus poblaciones, más allá de la mera ampliación de mercados y el
aumento de flujos comerciales. No en vano, la literatura especializada sobre el tema
evidencia la confrontación entre diferentes modelos de integración, con mayor o menor
grado de regulación, intervención pública e institucionalización, así como la propia
existencia de una falta de consenso entre los economistas que la nueva era de la
globalización neoliberal ha querido soslayar a favor del discurso monocorde del
pensamiento único.
Veamos las principales características de ALADI que nos menciona su página oficial:
Es el mayor grupo latinoamericano de integración. Sus trece países miembros
comprenden Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México,
Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, representando en conjunto 20
millones de kilómetros cuadrados y más de 510 millones de habitantes.
Volver, progresivamente,
multilaterales las acciones parciales.
A su vez, los países miembros de ALADI poseen una serie de acciones de alcance
regional que se materializan en los acuerdos generales que sus miembros pueden
celebrar. Veamos esos acuerdos de alcance parcial:
Tienen como objetivo promocionar el comercio entre los países miembros de ALADI.
☰ Acuerdos agropecuarios
De esta manera, podemos concluir que existe un interés por parte de los países
miembros de aumentar el nivel de intercambio de determinados bienes, aspecto que
podemos traducir en una mayor preferencia porcentual en relación con los bienes que
fueron negociados. Así, los países miembros se otorgarán recíprocamente una PAR
para ciertas posiciones arancelarias sujeta a acuerdos bilaterales, que se modifican
periódicamente; por ejemplo, Argentina otorgó PAR a los siguientes países:
En relación con la organización institucional, ALADI cuenta con tres órganos de carácter
político:
1. El Consejo de Ministros.
2. La Conferencia de Evaluación y Convergencia.
3. El Comité de Representantes.
Siguiendo con el caso planteado al inicio, podemos retomar la explicación de cómo fue
formado el Mercosur. A mediados de los años 80, Argentina y Brasil deciden establecer
una estrategia común de desarme comercial bilateral, con el objeto de desarrollar una
experiencia de integración económica que dé respuesta a varias décadas de
desconfianza mutua y enfrentamientos políticos (Feinberg, 2000).
Así, los primeros pasos hacia la integración entre Argentina y Brasil se dan hacia
mediados de los 80 con las negociaciones lideradas por Alfonsín y Sarney en el marco
un nuevo enfoque de las relaciones bilaterales que cobra lugar en ambos países tras el
retorno a la democracia. Con el fin de los gobiernos militares, también se deja de lado la
idea de la hipótesis de conflicto bilateral como eje de las relaciones y se pasa a una
mirada de cooperación. Por otra parte, si bien en los 50 y 60 Argentina y Brasil
rivalizaban fuertemente por la hegemonía en América del Sur, ya hacia mediados de los
80 claramente la potencia la constituía el país carioca, que a su vez había logrado una
presencia internacional significativa en la exportación de manufacturas y una mayor
envergadura de su aparato industrial, lo cual colocaba a la Argentina en un claro rol de
asociarse al más fuerte.
Como puede notarse, el proceso comenzó con una serie de protocolos, tanto vinculados
al comercio (bienes de capital, automotriz y alimentos) como a cuestiones de distensión
y generación de confianza mutua (como el Protocolo de Energía Nuclear). Estos
protocolos apuntaban a una integración productiva mediante una desgravación del
comercio en forma gradual, flexible y buscando el equilibrio intrasectorial a través de
preferencias pautadas sobre listas positivas.
El objetivo era, tras el agotamiento del proceso de sustitución de importaciones a escala
nacional, relanzar este proceso de integración con cierto aggiornamento a escala
regional, con un claro objetivo de aumentar la productividad por economías de escala
estáticas y dinámicas, logrando así una mayor competitividad en el sector manufacturero
y mejorando el perfil cualitativo de la inserción comercial a nivel internacional en dichos
sectores.
Si bien todo esto es muy deseable, y siempre se destaca la magnitud de los flujos
intrarrama en el comercio entre los países desarrollados, no es algo que se logre por un
decreto o por voluntarismo político, sino que es el resultado de una convergencia en los
niveles de desarrollo y de productividad entre los diversos sectores y países.
Por lo tanto, para lograr que esto se dé entre Argentina y Brasil, en primer lugar, se
debían identificar aquellos sectores en donde las ventajas comparativas estén
distribuidas entre los socios al interior de un sector, de modo que al liberalizar el
comercio se produzca el patrón de comercio deseado. En caso de que la competitividad
de cada país difiera, esto se podría subsanar mediante el otorgamiento de preferencias
no recíprocas en favor del país con peor desempeño.
En segundo lugar, habría que evaluar si los sectores que cumplen con esta condición
son aquellos en donde interesa que se despliegue el proceso de integración. Esto puede
relacionarse con los encadenamientos de la rama productiva, sus posibilidades efectivas
de competir internacionalmente, el origen de su capital y la incidencia sobre la
acumulación, etc.
Una vez logrado este desempeño de patrón comercial, se requerirá que las paridades
cambiarias no fluctúen demasiado de modo de no alterar las ventajas comparativas; por
lo tanto, surge el tema de si la identificación de los sectores que podrían derivar en
comercio contraindustrial se realizó con un tipo de cambio adecuado, sustentable en el
mediano plazo.
En el caso de Argentina y Brasil, por un tiempo pareciera que sí, ya que ambos países
habían logrado estabilizar sus monedas hacia mediados de los 80 (Plan Austral y
Cruzado), y así su paridad bilateral. Aunque, hacia finales de la década del 90, ambos
países no pudieron sostener la estabilidad de sus economías.
Mientras tanto, los contactos con Uruguay se suceden por ambas partes, existiendo
acuerdos bilaterales para el establecimiento de tratamientos comerciales preferenciales
entre estos países vecinos. Ya en 1988, quedará rubricada por los tres países,
Argentina, Brasil y Uruguay, la Decisión Tripartita N.° 1, donde se instituye la intención
de integración formal de estos tres mercados, con la adhesión de Uruguay al PICE,
asumiéndose los acuerdos internacionales en vigor por parte de los tres países.
Los cambios que sacudirán el entorno sociopolítico internacional en años posteriores,
además de los buenos resultados obtenidos por el citado Acuerdo Preferencial Bilateral,
llevarán a que ambos países se planteen la posibilidad de profundizar no solo en las
relaciones comerciales bilaterales, sino también en las relaciones económicas y
políticas.
El nuevo contexto parte de la pesada carga de una década perdida (los 80) y, en cierta
manera, el desprestigio de la heterodoxia con los procesos inflacionarios y el
estancamiento facilitó que los lineamientos del Consenso de Washington fueran
adoptados en forma acrítica.
Las características del Mercado Común del Sur son las propias de una experiencia de
integración económica regional que aspira a convertirse en un mercado común, a saber,
camina hacia el desmantelamiento de las barreras arancelarias bilaterales entre los
cuatro países firmantes y la adopción de un arancel exterior común (AEC) que regirá la
protección arancelaria existente frente a los productos importados desde terceros
países, y busca instituir la libre circulación de factores, bienes y servicios productivos en
el seno de este nuevo mercado regional. Otras características asociadas a esta
experiencia integradora son la fijación de unas directrices comunes de política comercial
exterior y la coordinación de sus posiciones en los diversos foros económicos
internacionales en que participen.
La citada cumbre sirvió para modificar el calendario fijado de cara a la conformación del
Mercado Común del Cono Sur, estableciéndose el lanzamiento de una unión aduanera a
partir del 1 de enero de 1995. La cumbre daría como resultado la firma de un protocolo
(Protocolo de Ouro Preto del 17 de diciembre de 1994), donde los países fundadores
decidieron desmantelar las barreras arancelarias y no arancelarias recíprocas e
instaurar un AEC. También se otorgaría a esta unión aduanera personalidad jurídica
internacional para negociar acuerdos comerciales en representación de sus Estados
miembros.
La unión aduanera resultante se define, sin embargo, como incompleta, pues todavía
hoy subsisten cláusulas de salvaguardia a nivel nacional, en el seno del denominado
Régimen de Adecuación, que permiten la supervivencia de cierto grado de protección
arancelaria para los intercambios intrarregionales, en particular para aquellas industrias
más sensibles de cada Estado miembro. Asimismo, determinadas excepciones
subsisten también en el diseño del AEC, estableciéndose una lista para un grupo de
productos específicos, e igualmente sensibles en el comercio con terceros países
(Fratalocchi, 2002). Por lo tanto, puede decirse que en la actualidad el Mercosur es una
unión aduanera imperfecta.
En un proceso de transición, entre los años 1991 y 1994, el Mercosur no estuvo exento
de problemas y excepciones: los objetivos básicos desde la óptica estrictamente
comercial se lograron, aunque su sustentabilidad era claramente precaria, dado que
fueron mínimos o nulos los avances en muchas otras áreas.
La estructura institucional del Mercosur fue desde el inicio del proceso de carácter
intergubernamental, con decisiones que se tomaban por consenso y con la presencia de
todos los Estados (quórum del 100 %), lo cual muestra que los Estados no estaban
dispuestos a ceder importantes grados de soberanía, ya que cada uno mantenía su
poder formal de veto.
Al día 8 de noviembre de 2022, sus datos más importantes son los siguientes:
2. Grupo Mercado Común (GMC): está integrado por cuatro miembros titulares y
cuatro alternos de cada país, pertenecientes a los Ministerios de Relaciones
Exteriores, de Economía y del Banco Central. Es un órgano de carácter ejecutivo,
cuyas funciones son reglamentar las decisiones que adopta el Consejo y
administrar el correcto funcionamiento del proceso de integración. Es, asimismo,
el responsable de las negociaciones con terceros países y/o regiones bajo el
mandato explícito del Consejo del Mercado Común.
Para avanzar en sus múltiples tareas, el GMC cuenta con numerosos equipos
técnicos de discusión y negociación en las más diversas disciplinas, integrados
por funcionarios nacionales de los cuatro países. Formalmente, estos equipos se
denominan subgrupos de trabajo, y en la actualidad existen catorce
(Comunicaciones, Aspectos Institucionales, Reglamentos Técnicos, Asuntos
Financieros, Transportes, Medioambiente, Industria, Agricultura, Energía y
Minería, Asuntos Laborales, Salud, Inversiones, Comercio Electrónico y
Seguimiento de la Coyuntura Económica y Comercial).
Del mismo modo, hay otros foros negociadores dependientes del GMC bajo las
figuras de reuniones especializadas, grupos, grupos ad hoc y comités.
La Comisión de Comercio fue creada a fines de 1994 con el fin de contribuir con el
Grupo Mercado Común en la administración y/o aplicación de las diferentes
disciplinas comerciales del bloque. Con la creación de la unión aduanera, era
necesario crear un nuevo órgano del Mercosur, fundamentalmente destinado a
operar los aspectos comerciales concretos del esquema integrador.
En todos los casos, la CCM debe informar al GMC sobre el estado de evolución y
aplicación de las diferentes políticas acordadas, así como proponerle eventuales
modificaciones de normas ya existentes o la conveniencia de crear nuevas reglas.
Cabe señalar que en 2005 se aprobó la creación del Parlamento del Mercosur,
que se espera que pueda contribuir a democratizar las negociaciones y el proceso
de integración, ya que hasta ahora era monopolizado por los poderes ejecutivos
de los cuatro países. Esto también podría dar lugar en el mediano plazo a
alianzas políticas transfronterizas que propongan a un determinado enfoque a las
políticas a aplicar para el afianzamiento del bloque. En la actualidad, se está
discutiendo cuál debería ser la proporcionalidad en un parlamento regional, dada
la asimetría en el tamaño de los países y de sus poblaciones.
Podemos resumir las funciones de dos de los principales órganos del Mercosur de la
siguiente manera:
Entre los primeros síntomas de agotamiento del modelo original del Mercosur, que
incrementó el intercambio hasta 1998, podemos señalar la recesión de la Argentina
como síntoma de los problemas de la convertibilidad, y luego —en enero de 1999— la
devaluación de Brasil. Ciertos autores, y en especial del lado argentino, señalaron que,
por culpa del país vecino, el Mercosur entró en crisis.
Esta visión es discutida por especialistas en integración, que señalan que, a partir de
1998, comienza a debilitarse institucionalmente el Mercosur. Por entonces, proliferaron
medidas ad hoc de protección comercial entre los socios a medida que las
inconsistencias macroeconómicas internas y las perturbaciones de los mercados
financieros internacionales llevaban a las economías del Mercosur a la recesión. En este
contexto de debilidad institucional y macroeconómico adverso, la devaluación del real
brasileño tuvo un fuerte impacto sobre la articulación del Mercosur.
Actividades de repaso
¿Cuáles de las siguientes es una característica de una zona de libre
comercio (ZLC)?
En una zona de libre comercio, los países miembros bajan sus aranceles de
manera proporcional con todos sus socios comerciales.
En una zona de libre comercio, los países miembros eliminan sus aranceles
intrazona, pero quedan libres para negociar otros acuerdos con terceros
países.
En una zona de libre comercio, los países miembros bajan sus aranceles
intra y extrazona.
Justificación
Justificación
Referencias
Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio [GATT] de 1947
[actualizado en 1994]. 30 de octubre de 1947