Módulo 1 Tema 3 Manual - Sobre - Telecomunicaciones - de - Emergencia
Módulo 1 Tema 3 Manual - Sobre - Telecomunicaciones - de - Emergencia
Módulo 1 Tema 3 Manual - Sobre - Telecomunicaciones - de - Emergencia
T e l e c o m u n i c a c i o n e s
Manual
sobre telecomunicaciones
de emergencia
Edición 2005
UIT 2004
Unión Internacional de Telecomunicaciones
Place des Nations
CH-1211 Ginebra, Suiza
Están reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción, por cualquier medio, de la
totalidad o parte de esta publicación sin autorización previa de la UIT.
Al emplear en esta publicación ciertas denominaciones y clasificaciones, la Unión Internacional de
Telecomunicaciones no se pronuncia sobre el estatuto jurídico u otro de ningún territorio ni da su
aprobación o aceptación de frontera alguna. Por «país» en esta publicación se entiende país o territorio.
Prólogo
Tengo sumo agrado en presentar esta edición del Manual sobre Telecomunicaciones de Emergencia cuyas
raíces pueden hallarse en el Manual sobre comunicaciones de socorro en situaciones de catástrofe,
elaborado bajo los auspicios de la Comisión de Estudio 2 del UIT-D para los países en desarrollo, que fue
publicado en 2001. Debido a la rápida evolución de las tecnologías y del marco reglamentario con miras a
facilitar las operaciones de socorro en situaciones de catástrofe y la atenuación de sus consecuencias, sin
olvidar el elevado grado de asiduidad con que se están produciendo las catástrofes, estimamos que
debíamos publicar esta edición para tratar las numerosas cuestiones que se plantean al respecto.
Aunque hemos intentado abordar todos los aspectos importantes, este Manual no constituye de ninguna
manera una enciclopedia. Nos ha guiado la intención de elaborar una publicación exhaustiva, condensada
y de fácil lectura que desmitifique la complejidad de los aspectos técnicos y que contenga información
concreta e interesante de manera concisa y organizada para facilitar una consulta rápida a quienes deseen
tener acceso a ella.
Deseo sinceramente que esta edición ofrezca un verdadero aporte a quienes participan activamente en
tareas de asistencia humanitaria y sea también de ayuda a los interesados en la materia dado que las
telecomunicaciones siguen constituyendo el motor principal de las operaciones de socorro en situaciones
de catástrofe y de la atenuación de sus consecuencias.
Los puntos de vista expresados en el presente documento corresponden a sus autores y no reflejan
necesariamente las opiniones de la UIT ni de sus Miembros.
Hamadoun I. Touré
Director
Oficina de Desarrollo de las Telecomunicaciones
Unión Internacional de Telecomunicaciones
Esta publicación fue elaborada por un equipo dirigido por Cosmas Zavazava e integrado por
Hans Zimmermann, Mark Wood, Savitri Bisnath y Legrand Walter. También contribuyeron en
su elaboración Jay Rushby, Peter Cassier, Hal Folts, Michel Milot, Robert Casca, Bob Barad,
John Kluver, Norbert Huebner, Zahid Zaheer y Nabil Kisrawi. Agradecemos también las
contribuciones directas e indirectas aportadas por muchas otras personas.
Agradecemos por último a Rohde & Schwarz por su contribución financiera a las actividades
vinculadas con el presente Manual.
Índice
Página
PARTE I ......................................................................................................................................... 1
Capítulo 1 – Telecomunicaciones para las operaciones de socorro en situaciones de
catástrofe y la atenuación de sus consecuencias................................................................ 3
1 Introducción........................................................................................................................... 3
1.1 Utilidad de un Manual sobre telecomunicaciones de emergencia............................... 4
1.2 Quién debería leer este Manual ................................................................................... 4
Capítulo 2 – Marco institucional de las telecomunicaciones de emergencia ............................ 5
2 Introducción........................................................................................................................... 5
2.1 Prevención y preparación ............................................................................................ 5
2.2 Respuesta..................................................................................................................... 5
2.3 Escenarios clásicos ...................................................................................................... 6
2.4 Colaboradores en la respuesta ante una catástrofe ...................................................... 6
2.5 Estructuras para la gestión de catástrofes a escala nacional........................................ 6
2.6 Estructuras para la gestión de catástrofes a escala internacional................................. 7
2.6.1 Organismos de las Naciones Unidas............................................................ 7
2.6.2 La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) ............................... 8
2.6.3 El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ........................................ 9
2.6.4 Organizaciones no gubernamentales (ONG) internacionales ...................... 9
2.6.5 Instituciones gubernamentales nacionales que prestan asistencia
internacional................................................................................................. 9
2.7 Cómo organizar las telecomunicaciones de emergencia ............................................. 10
Capítulo 3 – El marco reglamentario........................................................................................... 11
3 Introducción........................................................................................................................... 11
3.1 Creación de un marco reglamentario internacional de las
telecomunicaciones de emergencia ............................................................................. 11
3.2 Instrumentos reglamentarios internacionales sobre telecomunicaciones
de emergencia.............................................................................................................. 12
3.3 El Convenio de Tampere............................................................................................. 13
3.3.1 Directrices para la firma, ratificación, aceptación, aprobación y
adhesión ....................................................................................................... 14
3.3.2 Principales consecuencias para los signatarios ............................................ 15
3.4 Otros instrumentos reglamentarios internacionales..................................................... 15
3.5 Telecomunicaciones de emergencia en el marco reglamentario nacional................... 16
3.5.1 Elaboración de un concepto nacional de comunicaciones de socorro en
situaciones de catástrofe .............................................................................. 16
3.5.2 Concepto general ......................................................................................... 16
3.5.3 Métodos y ámbito del estudio ...................................................................... 16
3.5.4 Consideraciones relativas al carácter confidencial ...................................... 16
3.5.5 Necesidad de un enfoque coordinado .......................................................... 17
3.5.6 Operadores de telecomunicaciones.............................................................. 17
Índice v
Página
3.5.7 Resultados .................................................................................................... 17
3.5.8 Capacidad de las redes ................................................................................. 17
3.5.9 Vulnerabilidad adicional .............................................................................. 18
3.5.10 Restablecimiento.......................................................................................... 18
3.5.11 Aplicación del plan ...................................................................................... 18
3.6 Necesidad de un enfoque común ................................................................................. 19
Capítulo 4 – Telecomunicaciones de emergencia: una perspectiva de género en la
prevención y la respuesta ................................................................................................... 20
PARTE II........................................................................................................................................ 23
Capítulo 1 – Las telecomunicaciones como instrumentos para los especialistas de las
operaciones de emergencia.................................................................................................. 25
1 Introducción........................................................................................................................... 25
1.1 Interoperabilidad e interfuncionamiento ..................................................................... 25
1.2 Modos de telecomunicación ........................................................................................ 26
Capítulo 2 – Redes de telecomunicaciones públicas.................................................................... 28
2 Introducción........................................................................................................................... 28
2.1 La red telefónica pública conmutada (RTPC, POTS) ................................................. 28
2.1.1 Red de distribución alámbrica local (par trenzado, «último kilómetro»,
bucle local)................................................................................................... 28
2.1.2 Bucle local inalámbrico (WLL) ................................................................... 29
2.1.3 Centrales (central telefónica, central local).................................................. 29
2.1.4 Sistema interurbano y de señalización (Sistema de larga distancia) ............ 30
2.1.5 Red digital de servicios integrados (RDSI).................................................. 30
2.1.6 Télex ........................................................................................................... 31
2.1.7 Facsímil (fax) ............................................................................................... 31
2.2 Teléfonos móviles (celulares, portátiles)..................................................................... 31
2.2.1 Sistema de radiobúsqueda ............................................................................ 33
2.2.2 Planificación de la continuidad de las actividades en las empresas............. 33
2.3 Terminales y teléfonos por satélite.............................................................................. 33
2.3.1 Terminales móviles ...................................................................................... 33
2.3.2 Teléfonos de mano por satélite .................................................................... 35
2.3.3 Radiodifusión directa de vídeo (y de voz) ................................................... 36
Capítulo 3 – Internet...................................................................................................................... 38
3 Introducción........................................................................................................................... 38
3.1 Aplicaciones ................................................................................................................ 38
3.2 Carácter confidencial................................................................................................... 39
3.3 Disponibilidad ............................................................................................................. 39
3.4 Precisión ...................................................................................................................... 40
3.5 Facilidad de mantenimiento......................................................................................... 40
Capítulo 4 – Redes privadas.......................................................................................................... 41
4 Introducción........................................................................................................................... 41
4.1 Servicios de radiocomunicaciones móviles terrestres (LMR) ..................................... 41
4.1.1 Redes móviles terrestres............................................................................... 41
4.1.2 Modos de funcionamiento............................................................................ 42
vi Índice
Página
4.1.3 Principales servicios..................................................................................... 42
4.1.4 Tecnologías.................................................................................................. 43
4.1.5 Interfuncionamiento/trabajo conjunto.......................................................... 45
4.1.6 Redes de área privada inalámbricas............................................................. 45
4.1.7 Cobertura ..................................................................................................... 46
4.2 Servicio de radiocomunicaciones marítimas ............................................................... 47
4.2.1 Redes marítimas........................................................................................... 47
4.2.2 Estaciones marítimas abiertas a la correspondencia pública........................ 47
4.3 Servicio de radiocomunicaciones aeronáuticas ........................................................... 48
4.3.1 Redes aeronáuticas....................................................................................... 48
4.3.2 Estaciones aeronáuticas abiertas a la correspondencia pública.................... 49
4.3.3 NOTAM....................................................................................................... 49
4.3.4 Radiocomunicaciones privadas a bordo de aeronaves................................. 49
4.3.5 Consideraciones especiales relativas a las comunicaciones con
aeronaves ..................................................................................................... 50
4.4 Servicios de determinación de la posición .................................................................. 50
4.4.1 Servicios automáticos para la determinación de posición de vehículos ...... 51
4.4.2 Radiobalizas de localización de personas (PLB) ......................................... 51
4.5 Sistemas empresariales privados ................................................................................. 52
4.5.1 La centralita privada (PBX) ......................................................................... 52
4.6 Redes de área local y de área extensa no sujetas a licencia......................................... 53
4.6.1 Redes privadas (virtuales)............................................................................ 53
4.7 Terminales de muy pequeña abertura (VSAT)............................................................ 54
4.8 Nuevas tendencias y tecnologías................................................................................. 55
Capítulo 5 – El servicio de radioaficionados ............................................................................... 58
5 Introducción........................................................................................................................... 58
5.1 La función del servicio de radioaficionados en las telecomunicaciones de
emergencia .................................................................................................................. 58
5.2 Cobertura de las redes de radioaficionados................................................................. 59
5.2.1 Redes de corto alcance................................................................................. 59
5.2.2 Redes de alcance medio ............................................................................... 60
5.2.3 Redes de largo alcance................................................................................. 60
5.2.4 Satélites de radioaficionados........................................................................ 61
5.3 Frecuencias de explotación ......................................................................................... 61
5.4 Modos de comunicación.............................................................................................. 62
5.5 Estaciones repetidoras ................................................................................................. 63
5.6 Organización del servicio de emergencia de radioaficionados ................................... 64
5.6.1 Grupos del servicio de emergencia de radioaficionados (ARES)................ 64
5.6.2 Situaciones típicas en las comunicaciones de emergencia de
radioaficionados........................................................................................... 69
5.7 Comunicaciones de terceras personas en el servicio de radioaficionados................... 70
5.8 Optimización del servicio radioaficionados en su calidad de servicio
público......................................................................................................................... 70
Capítulo 6 – Radiodifusión............................................................................................................ 71
6.1 Radiodifusión .............................................................................................................. 71
6.2 Radiodifusión móvil de emergencia............................................................................ 72
Índice vii
Página
Capítulo 7 – Nuevas tecnologías y nuevos métodos..................................................................... 73
7 Avances recientes .................................................................................................................. 73
viii Índice
Página
5.4.1 Capacidad de la batería ................................................................................ 112
5.4.2 Baterías primarias ........................................................................................ 112
5.4.3 Baterías secundarias..................................................................................... 113
5.5 Inversores .................................................................................................................... 114
5.6 Generadores................................................................................................................. 114
5.6.1 Consideraciones sobre la instalación ........................................................... 115
5.6.2 Mantenimiento del generador ...................................................................... 116
5.6.3 Toma de tierra del generador ....................................................................... 116
5.7 Energía solar................................................................................................................ 116
5.7.1 Tipos de células solares ............................................................................... 116
5.7.2 Especificaciones de células solares.............................................................. 117
5.7.3 Almacenamiento de la energía solar ............................................................ 118
5.7.4 Aplicación típica .......................................................................................... 118
5.7.5 Algunos consejos prácticos.......................................................................... 120
5.7.6 Instalación de paneles solares ...................................................................... 120
6 Repetidores y redes con concentración de enlaces ................................................................ 121
6.1 Comunicación más allá de la línea de visibilidad directa mediante
radioenlaces................................................................................................................. 121
6.2 Repetidor terrenal ........................................................................................................ 121
6.3 Sistemas de concentración de enlaces móviles terrestres con un controlador
central .......................................................................................................................... 121
6.4 Sistemas de concentración de enlaces móviles terrestres sin un controlador
central .......................................................................................................................... 122
Lista de abreviaturas ........................................................................................................................ 123
Señales de código Morse ................................................................................................................. 128
Cuadro para el deletreo de letras...................................................................................................... 129
Cuadro de cifras ............................................................................................................................... 130
Código Q.......................................................................................................................................... 131
Abreviaturas y señales diversas ....................................................................................................... 134
Palabras de procedimiento ............................................................................................................... 136
Recomendación UIT-R P.1144-1..................................................................................................... 139
APÉNDICES
Convenio de Tampere...................................................................................................................... 147
Recomendación 12 (Estambul, 2002) .............................................................................................. 163
Resolución 34 (Estambul, 2002)...................................................................................................... 164
Resolución 36 (Rev. Marrakech, 2002) ........................................................................................... 166
Recomendación E.106 (UIT-T) ....................................................................................................... 169
Bibliografía ...................................................................................................................................... 185
Lista de direcciones web más importantes....................................................................................... 189
Índice ix
Figuras
Página
Figura 9 – Construcción de una antena dipolo de media onda simple. En la parte superior se
encuentra el conjunto de dipolo básico. La parte inferior izquierda indica cómo
conectar los extremos del cable a los aisladores. La parte inferior derecha ilustra
la conexión de la línea de transmisión al centro del dipolo ...................................... 102
Figura 14 – Diversas configuraciones para una antena de bucle delta de longitud de onda
completa. La longitud total del cable de la antena es de aproximadamente
286/fMHz .................................................................................................................. 108
Figura 15 – Antena Yagi de tres elementos que muestra el reflector, el elemento activo y el
director apoyados por un brazo................................................................................. 109
x Figuras
Cuadros
Página
Cuadro 2 – Longitudes aproximadas para dipolos ½ ? adecuados para bandas fijas, móviles
y de aficionados ........................................................................................................ 101
Cuadros xi
PARTE I
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
CAPÍTULO 1
1 Introducción
Las telecomunicaciones son decisivas en todas las etapas de la gestión de una catástrofe. Gracias a los
satélites de telecomunicación, a los radares, a los equipos de telemetría y a los pronósticos
meteorológicos, es posible contar hoy con un sistema de detección a distancia que permite dar un alerta
inmediata. Antes de que ocurra una catástrofe, las telecomunicaciones pueden transmitir información
sobre la inminencia de un peligro con objeto de que se tomen todas las precauciones necesarias para
aliviar sus consecuencias. Esto se comprobó recientemente en Jamaica cuando las autoridades difundieron
mensajes de alarma advirtiendo varios días antes a los ciudadanos la llegada del huracán Iván, cuyas olas
gigantes y cuyos vientos con ráfagas apenas por debajo de los 250 km por hora asolaron la isla. Debido a
ese alerta, Jamaica se preparó para afrontar esa verdadera tempestad de nivel 5, el más alto en la escala
Saffir-Simpson. A su vez, los medios de comunicación del mundo entero mantuvieron permanentemente
informada a la comunidad internacional e incluso antes de que se produjera la catástrofe, varios países
ofrecieron su ayuda. Otros países de la región como Barbados, Santa Lucía y San Vicente también
recurrieron a las telecomunicaciones y a la radiodifusión para coordinar las actividades previas a la
llegada del huracán.
Cuando finalmente se produce la catástrofe, las telecomunicaciones contribuyen a coordinar las opera-
ciones de socorro efectuadas por las entidades nacionales y la comunidad internacional. Una constatación
en este sentido tuvo lugar recientemente en Granada cuando el huracán Iván dañó el 90% de los hogares
y dejó a 100 000 habitantes sin electricidad, agua ni servicios telefónicos. Por último, las teleco-
municaciones desempeñan también un papel fundamental ya que facilitan los trabajos de reconstrucción y
sirven para coordinar el retorno a sus hogares de las personas desplazadas.
Resulta evidente por lo tanto que las comunicaciones son esenciales en la prevención, y en la gestión de
las catástrofes y de sus consecuencias. Hay otros sistemas de telecomunicaciones, desde el sistema de
detección a distancia y el sistema mundial de determinación de la posición (GPS) hasta Internet y los
sistemas de comunicaciones personales móviles mundiales por satélite (GMPCS), que son decisivos para
seguir la evolución de peligros inminentes, alertar a las autoridades, prevenir a las poblaciones
amenazadas, coordinar las operaciones de socorro, evaluar los daños y movilizar la ayuda destinada a la
reconstrucción.
CAPÍTULO 2
2 Introducción
La descripción del marco institucional de las telecomunicaciones de emergencia exige la definición de los
dos términos de esa expresión. La primera edición de este Manual se publicó en 2001 y se llamó Manual
sobre comunicaciones de socorro en situaciones de catástrofe. Los avances de estos últimos años han
hecho necesario modificar ese título y adoptar uno nuevo.
Por definición, una emergencia es sencillamente una situación que requiere una respuesta urgente. Según
las circunstancias, la respuesta inicial estará a cargo de la persona presente en ese momento que utilizará
los medios disponibles en el lugar. Si es necesario cualquier otro tipo de intervención, las telecomuni-
caciones son el medio más óptimo para su ejecución.
Una situación de emergencia puede convertirse en una catástrofe debido a su propia naturaleza o a causa
de una respuesta inicial insuficiente. Su magnitud exigirá una movilización de recursos a escala regional e
incluso internacional; la comunicación vinculada a una catástrofe no se limitará a dar un aviso de alerta
que exige una respuesta de emergencia, actividades que suelen realizarse con los medios de
telecomunicación inmediatamente disponibles.
En armonía con la utilización de esos cuatro términos en los documentos recientemente elaborados y en
los trabajos de las Comisiones de Estudio de la UIT que examinan este tema, la presente segunda edición
del Manual abarca la utilización de las telecomunicaciones como logística del intercambio de información
en situaciones de emergencia y de catástrofe. No se refiere a las comunicaciones en términos de
contenido, y su alcance no se limita a las telecomunicaciones en el sentido estricto de la palabra.
2.2 Respuesta
Una respuesta o intervención adecuada depende ante todo de un intercambio de información rápido y
preciso. Cuanto mayor es la complejidad de las estructuras administrativas y la atribución de respon-
sabilidades en las respuestas entre autoridades, mayor es el número de medios de comunicación
disponibles. Las redes públicas, como los sistemas de telefonía fija y móvil, constituyen el pilar del aviso
de alerta de primer grado.
Con la participación de colaboradores alejados de las inmediaciones de una catástrofe, las responsa-
bilidades y, por tanto, las necesidades en materia de comunicación adquieren una mayor dimensión. La
adopción de decisiones en condiciones tan imprevisibles constituye un proceso que supone la contri-
bución de numerosas instituciones. Así pues, será necesario disponer de redes privadas, como las redes de
radiocomunicación especializadas, en particular los enlaces por satélite, para subsanar las deficiencias de
información y facilitar su intercambio.
Las alarmas contra incendios son uno de los más viejos sistemas de «pedido de socorro» electrónico. Se
pulsaba un botón en cualquier parte y sonaba una alarma en la estación de bomberos, que indicaba tan
sólo que en las proximidades del sistema de alarma había una emergencia.
Hoy, la respuesta internacional ante una catástrofe y las correspondientes operaciones de socorro ya no se
limitan a desastres naturales como los terremotos sino también a las guerras y a los ataques terroristas. La
planificación de telecomunicaciones fiables es esencial cualquiera sea la naturaleza de una catástrofe dado
que las redes de telecomunicaciones públicas existentes podrían quedar saturadas debido al incremento de
la demanda o incluso destruidas. Si no se prevén disposiciones adecuadas con objeto de facilitar la
intervención eficaz de los organismos de ayuda internacional, restricciones de carácter reglamentario
podrían dificultar la rápida creación de redes privadas complementarias.
La respuesta inicial ante cualquier catástrofe corresponde a la comunidad local. La asistencia a escala
nacional, regional e internacional sólo se moviliza cuando se constata que la ayuda requerida es superior a
los recursos y las capacidades de los servicios de intervención locales. La intervención de entidades al
exterior de las fronteras de un Estado soberano se rige por el principio «demanda-oferta-aceptación». Y,
en todos los casos, está subordinada a la coordinación con las autoridades nacionales.
La atribución de funciones vinculadas a la aparición de una catástrofe varía según los países. En la
mayoría de los casos responde a las estructuras administrativas nacionales y se suele designar un
coordinador para cada distrito, estado, circunscripción, o para cualquier otro nivel de subdivisión
geográfica. La cooperación «horizontal» entre los servicios especializados a cada nivel es tan importante
como la jerarquía vertical. En lo que se refiere a las telecomunicaciones en situaciones de catástrofe,
ambas exigen el establecimiento a cada nivel de vínculos directos entre los coordinadores de las opera-
ciones, las autoridades de telecomunicaciones y los proveedores de servicio.
Esta coordinación, indispensable en todas las estructuras nacionales, también debe aplicarse a la ayuda
humanitaria internacional. En este último caso, el gobierno nacional es el principal interlocutor de los
proveedores de ayuda humanitaria a extranjeros pero sus actividades operativas deben integrarse
plenamente con las operaciones nacionales en sus diversos niveles. En la capital se organiza un «equipo
de gestión de la catástrofe», convocado normalmente por el representante residente de las Naciones
Unidas, que está integrado por todas las organizaciones internacionales presentes en el país y tiene como
interlocutor a la entidad o al funcionario a cargo de la gestión de la catástrofe a escala nacional. A nivel
local, un centro de coordinación de operaciones en el lugar (OSOCC), generalmente establecido por un
equipo de las Naciones Unidas de evaluación y coordinación en casos de desastre (UNDAC), garantiza la
integración de la asistencia internacional a las tareas de los colaboradores nacionales y locales en el lugar
de la catástrofe. Es primordial disponer de comunicaciones fiables para conseguir un funcionamiento
eficaz de cada uno de estos mecanismos y para su interacción coordinada.
El sistema de las Naciones Unidas abarca organismos especializados en los distintos aspectos de la labor
humanitaria, en particular, la reacción ante las catástrofes. Su cooperación se garantiza por conducto de la
Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de las Naciones Unidas, dirigida por el
Coordinador del Socorro de Emergencia de las Naciones Unidas, que dispone de oficinas en Ginebra y
Nueva York y de oficinas en el terreno en diversos países. La OCHA, que utiliza un sistema de servicio
permanente que funciona 24 horas al día los 365 días del año, recurre a todos los medios de
telecomunicación existentes para observar los eventos y alertar inmediatamente a la comunidad
internacional con objeto de que movilice los recursos apropiados en el caso en que pudiera requerirse la
ayuda internacional.
Además de contar con sus propias redes de telecomunicación, la OCHA cumple funciones de coordinador
de las operaciones, tal como se estipula en el Convenio de Tampere [ver el Capítulo 4]. La Oficina
convoca regularmente al Grupo de Trabajo sobre telecomunicaciones en situaciones de emergencia
(WGET), un foro en el que participan todos los organismos de las Naciones Unidas y numerosas
organizaciones internacionales, nacionales, gubernamentales y no gubernamentales especializadas en la
intervención en ese tipo de situaciones así como expertos del sector privado y el mundo académico. Entre
las dos sesiones plenarias anuales que organizan, los miembros del WGET se reúnen en grupos de trabajo
ad hoc para examinar cuestiones concretas y mantienen un intercambio ininterrumpido de información
por medios electrónicos.
Cuando se produce una emergencia, la OCHA envía equipos de las Naciones Unidas de evaluación y
coordinación de situaciones de desastre (UNDAC) al país afectado por una catástrofe. Por lo general, esos
equipos llegan al lugar del evento en cuestión de horas y prestan su ayuda a las autoridades nacionales
para la coordinación de la asistencia internacional.
Las distintas entidades del sistema de las Naciones Unidas colaboran en el equipo de gestión de
actividades en situaciones de catástrofe (DMT) en los países afectados. Este equipo es convocado por el
coordinador residente, que en la mayoría de los casos es el representante del Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD), con oficinas en casi todos los Estados Miembros de las Naciones
Unidas. En función de la índole de la emergencia, los distintos organismos e instituciones colaboran para
la resolución de la misma en su campo respectivo.
Los organismos de las Naciones Unidas que participan con más frecuencia en las operaciones de
respuesta a las catástrofes son, además de la OCHA, el Programa Mundial de Alimentos (PMA), que
proporciona alimentación de emergencia y servicios logísticos para otros artículos de socorro, la Oficina
del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que ofrece cobijo y la
asistencia correspondiente a las poblaciones afectadas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que prestan servicios médicos, en particular, a
los grupos más vulnerables. Otros organismos intervienen en sus ámbitos específicos en función de la
naturaleza de la asistencia que se precise.
Las telecomunicaciones revisten una importancia vital a lo largo del proceso de supervisión, alerta,
movilización y respuesta. Todos los organismos de las Naciones Unidas mantienen redes comunes y
propias y tienen la capacidad de ampliarlas cuando otros medios de comunicación resulten afectados por
una catástrofe. La interacción de todas las redes se establece mediante el mecanismo del WGET y un
coordinador de telecomunicaciones (TCO) se encarga de que las redes disponibles se utilicen de manera
óptima en el país afectado.
La Unión Internacional de Telecomunicaciones, que fue creada el siglo pasado, es una organización
imparcial e internacional en la cual los gobiernos y el sector privado pueden trabajar juntos para coordinar
la explotación de redes y servicios de telecomunicaciones y promover el desarrollo de la tecnología de
comunicaciones. A pesar de seguir siendo relativamente desconocida para el gran público, la labor que
viene desarrollando desde hace más de 100 años ha ayudado a crear una red mundial de comunicaciones
que integra hoy una gran variedad de tecnologías y que sigue siendo uno de los sistemas más fiables que
el hombre haya realizado jamás. Su labor representa una contribución inestimable a la prevención de las
catástrofes, a las tareas de preparación para afrontarlas y a la respuesta dada tras su aparición.
Las actividades de normalización de la Unión, que ya han ayudado a promover la expansión de nuevas
tecnologías como la telefonía móvil e Internet, están sirviendo ahora para definir las bases sobre las
cuales se construye la incipiente infraestructura mundial de la información y para el diseño de sistemas
multimedios avanzados capaces de procesar fácilmente señales de voz, datos, audio y vídeo.
Al mismo tiempo, la UIT sigue realizando su labor de gestión del espectro de frecuencias radioeléctricas,
gracias a la cual los sistemas de radiocomunicaciones, como los teléfonos celulares y los aparatos de
radiobúsqueda, los sistemas aéreos y de navegación marítima, las estaciones de investigación espacial, los
sistemas de comunicaciones por satélite y los de radiodifusión sonora y de televisión continúan funcio-
nando sin interrupción y proporcionan servicios inalámbricos fiables a los habitantes del planeta.
Es cada vez más importante el papel catalizador de la UIT en el proceso de formación de asociaciones
para el desarrollo entre gobiernos y sector privado, gracias al cual la infraestructura de telecomuni-
caciones de las economías en desarrollo está mejorando rápidamente.
Este mandato se ha ampliado mediante las Resoluciones y Recomendaciones adoptadas en las últimas
conferencias mundiales de telecomunicaciones y radiocomunicaciones, en las Conferencias de Plenipo-
tenciarios de la UIT, así como en su activa participación en actividades vinculadas al Convenio de
Tampere. La UIT coopera estrechamente con el Coordinador del Socorro de Emergencia de las Naciones
Unidas y el Jefe de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y es miembro del
Grupo de Trabajo sobre telecomunicaciones en situaciones de emergencia (WGET). La función que
corresponde a la Unión de conformidad con el Convenio de Tampere y los instrumentos conexos se
especifica con más detalle en el Capítulo 3.
El CICR tiene un régimen específico en el derecho internacional que lo distingue de las organizaciones no
gubernamentales (ONG). Aunque el CICR presta asistencia humanitaria operacional en muchos casos, su
función principal es la aplicación de los convenios de Ginebra, que rigen el derecho humanitario en caso
de conflicto. Las delegaciones del CICR de muchos países están conectadas mediante su propia red de
telecomunicaciones, que se puede reforzar si la magnitud de una catástrofe lo exige.
Al igual que las organizaciones no gubernamentales, las instituciones nacionales de muchos países
realizan operaciones de socorro en el extranjero. Ejemplo de ello son la entidad sueca de servicios de
rescate (SRSA), la Unidad suiza de socorro en situaciones de catástrofe (SDR) y «Technisches
Hilfswerk», de Alemania. A menudo, dan servicio en campos específicos en los que prestan su asistencia
en el marco de acuerdos bilaterales concertados con el país beneficiario o como participantes en la
ejecución de operaciones de socorro de las Naciones Unidas. Los organismos nacionales que prestan
asistencia internacional suelen contar con sistemas de telecomunicación para sus propias necesidades y en
algunos casos ayudan también a otras organizaciones, como las Naciones Unidas, las ONG y los servicios
nacionales de rescate proporcionando equipos de telecomunicaciones. En ciertos casos, algunas
organizaciones no gubernamentales nacionales pueden asumir funciones similares a las que desempeñan
las organizaciones gubernamentales nacionales.
CAPÍTULO 3
El marco reglamentario
3 Introduction
Los sistemas de comunicaciones de socorro y seguridad marítimos han gozado tradicionalmente de
ciertos privilegios, por ejemplo su prioridad absoluta y la exoneración de cánones. Las mismas reglas se
aplican a las comunicaciones con las aeronaves y entre ellas pero no se aplican, sin embargo, a las
telecomunicaciones de emergencia terrestres. Hace muy poco que se ha reconocido su aplicabilidad en
situaciones de catástrofe y de emergencia, pero todavía queda mucho por hacer.
Las telecomunicaciones tienen un doble carácter. Aunque su control y reglamentación son considerados
factores de soberanía de cada Estado, no respetan por su propia naturaleza las fronteras nacionales. Por
este motivo, la reglamentación internacional es indispensable y corresponde a la reglamentación nacional
abordar las cuestiones de interés nacional. En la esfera de las telecomunicaciones de emergencia, esto
significa que hay que establecer un marco internacional y crear instrumentos jurídicos internacionales que
sirvan de orientación. Al mismo tiempo, la legislación de un país destinada a salvaguardar los intereses
nacionales debe ajustarse a las disposiciones del derecho internacional aplicable.
El marco reglamentario 11
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
telecomunicaciones a fin de atenuar los efectos de las catástrofes y socorrer a los afectados. Asimismo, se
pide al Secretario General de la UIT que colabore estrechamente con las Naciones Unidas y en el marco
del Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales con miras a elaborar un convenio
internacional sobre las comunicaciones de socorro en situaciones de catástrofe.
Unos meses más tarde, la Conferencia de Plenipotenciarios de la UIT (PP-94, Kyoto, 1994) refrendó la
Resolución 7 mediante la Resolución 36 (Comunicaciones de socorro en situaciones de catástrofe). Esta
Resolución reitera la necesidad de un convenio internacional sobre comunicaciones en caso de catástrofe
y reafirma las disposiciones de la Resolución 7 de la CMDT-94 al instar a las administraciones a reducir
y/o suprimir las barreras reglamentarias para facilitar el rápido despliegue y el uso eficaz de los recursos
de telecomunicaciones en las operaciones de socorro en caso de catástrofe.
Estas Resoluciones fueron refrendadas posteriormente por la Resolución 34 y la Recomendación 12 de la
Conferencia Mundial de Desarrollo de las Telecomunicaciones de 2002 (CMDT-02) celebrada en
Estambul y por la Resolución 36 de la Conferencia de Plenipotenciarios de 2002 (PP-02) que tuvo lugar
en Marrakech.
De acuerdo con estas Resoluciones y con el mandato conferido por el Comité Permanente entre
Organismos (IASC, el órgano consultivo sobre asuntos humanitarios de las Naciones Unidas), se creó el
Grupo de Trabajo sobre telecomunicaciones en situaciones de emergencia (WGET). Desde 1994, sus
reuniones son convocadas por la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de las
Naciones Unidas y sus predecesores, la UNDRO y el DHA, y constituye un foro abierto para el debate de
todos los asuntos relacionados con las telecomunicaciones de emergencia. El WGET está formado por
todos los interlocutores de la asistencia humanitaria y las telecomunicaciones de emergencia, entre ellos
organismos de las Naciones Unidas, importantes organizaciones gubernamentales y no gubernamentales
internacionales y nacionales y en él pueden participar expertos del mundo académico y el sector privado.
Entre sus tareas básicas de coordinación y normalización del intercambio de información en la labor
humanitaria, el WGET ha preparado y examinado diversos proyectos de convenio internacional sobre
telecomunicaciones de emergencia.
En 1996 el Secretario General de la UIT distribuyó el primer proyecto oficial del Convenio sobre el
suministro de recursos de telecomunicaciones para la mitigación de catástrofes y las operaciones de
socorro en caso de catástrofe a todos los Estados Miembros de la UIT. La Conferencia Mundial de
Radiocomunicaciones (CMR-97, Ginebra, 1997) aprobó por unanimidad la Resolución 644, en la que se
insta a todas las administraciones a apoyar plenamente la adopción del Convenio y su aplicación a nivel
nacional.
Del mismo modo, la segunda Conferencia Mundial de Desarrollo de las Telecomunicaciones (CMDT-98,
La Valetta) aprobó la Resolución 19, en la que además de apoyar las Resoluciones mencionadas, se invita
al Coordinador del Socorro de Emergencia y al Grupo de Trabajo sobre Telecomunicaciones de Emer-
gencia a colaborar estrechamente con la UIT en su apoyo a las administraciones así como a las organiza-
ciones de telecomunicaciones internacionales y regionales para la aplicación del Convenio. Se invitó al
Sector de Desarrollo de las Telecomunicaciones de la UIT a que se reafirmara en que las telecomu-
nicaciones en caso de emergencia se consideran un elemento de desarrollo de las telecomunicaciones,
alentando en particular la utilización de medios de telecomunicación descentralizados. El presente
Manual constituye un ejemplo de la respuesta de la UIT a esa invitación.
12 El marco reglamentario
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
El marco reglamentario 13
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
14 El marco reglamentario
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
El marco reglamentario 15
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
De conformidad con el Artículo 12.2 del Convenio de Tampere, el Sector de Desarrollo de la UIT
(UIT-D), presta asesoramiento y apoyo en la creación de una reglamentación y legislación de las
telecomunicaciones en diversos países encaminada a una aplicación satisfactoria de dicho Convenio.
En el marco de la aplicación del Convenio de Tampere, varios países tendrán que llevar a cabo proyectos
piloto en países en desarrollo para evaluar los puntos fuertes, las debilidades, las posibilidades y los
peligros de las redes de comunicaciones de socorro en situaciones de catástrofe. Con estos proyectos se
trata de estudiar y evaluar la información básica sobre las catástrofes que se producen con frecuencia en
un país, los problemas y las limitaciones de las comunicaciones de socorro en situaciones de catástrofe, la
estructura operativa de que se dispone para afrontarlas, los equipos utilizados y el personal que interviene
en las operaciones. Sobre la base de esa información, se formularán recomendaciones (de carácter insti-
tucional, reglamentario, técnico y financiero) que se han de someter al examen de las autoridades
nacionales competentes con miras a mejorar o elaborar un concepto nacional de comunicaciones de
socorro en situaciones de catástrofe.
La situación concreta de cada país determinará la estructura del estudio. La secretaría del WGET podrá
ayudar a identificar expertos que conozcan bien el tema de la evaluación de estructuras nacionales de
comunicaciones de socorro en situaciones de catástrofe y la elaboración de conceptos.
Para alcanzar todos los objetivos de ese tipo de estudios es fundamental la intervención de las personas
con responsabilidad en caso de catástrofe y las entidades de telecomunicación. En esos estudios deben
tenerse especialmente en cuenta todas las redes de comunicación disponibles, es decir las redes públicas y
privadas, sin olvidar las de las instituciones públicas de seguridad, los enlaces con redes marítimas y
aeronáuticas, otras redes especializadas, así como los enlaces con el servicio de radioaficionados.
La experiencia ha demostrado que no se puede acopiar información sobre la vulnerabilidad de las redes
sin la aprobación de la administración superior y los funcionarios gubernamentales dado que la
vulnerabilidad de los sistemas de telecomunicaciones nacionales podría interesar mucho a posibles
saboteadores. Por ello, tal vez sea difícil obtener información precisa sobre la disposición exacta de las
16 El marco reglamentario
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
redes ya que podría clasificarse como instalación estratégica. En ese caso, las personas que trabajan en los
organismos de telecomunicaciones podrían mostrarse reacias a facilitar información cuando se les hagan
preguntas cuyo objetivo final es prepararse para el caso en que se produzca una catástrofe y los
operadores de redes podrían negarse a dar información, a menos que reciban el visto bueno de los
funcionarios gubernamentales designados.
Generalmente, la autorización para realizar un estudio de la vulnerabilidad de los sistemas deberá
proceder de los niveles más altos de los organismos y entidades concernidos. Antes de dar esa
autorización, podría ser necesario establecer un «acuerdo sobre confidencialidad», un «foro sobre
confidencialidad» o un «Memorándum de Entendimiento».
3.5.7 Resultados
Es posible que los resultados del estudio facilitados por el operador de la red sean difíciles de interpretar.
Probablemente se referirán a valores de «Erlang» y a capacidades MIC de alto nivel pero no mencionarán
los métodos de transmisión o los sistemas de alimentación de reserva. Quizás los empresarios tiendan a
insistir en la fortaleza de sus redes y a restar importancia a los puntos débiles de las mismas y un
investigador independiente deberá tener esto en cuenta cuando lleve a cabo la evaluación.
El estudio deberá examinar tres asuntos relacionados entre sí pero diferentes, a saber:
• la capacidad;
• la vulnerabilidad;
• el restablecimiento rápido.
El marco reglamentario 17
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
En el diseño de una central clásica de una zona residencial se supone que cerca del 5% de los usuarios la
utilizarán al mismo tiempo. En las zonas comerciales, esa cifra podría ser del 10% aproximadamente. Por
ejemplo, una central típica de 10 000 líneas de una zona residencial podría cursar sólo 500 llamadas
telefónicas. La 501.a persona que intente realizar una llamada obtendrá como respuesta un «tono de
congestión» o no conseguirá el «tono de invitación a marcar».
Es probable que en las redes que sigan funcionando después de una catástrofe se produzca un aumento
espectacular del tráfico. Importa mucho por ello estudiar cómo funcionan los sistemas en situaciones
extremas de sobrecarga. En algunos sistemas, una central pública reaccionará ante una situación de
sobrecarga enviando una señal a las centrales de los alrededores para avisarles de que las rutas de llegada
a la central están cerradas. En este caso, no se podrá comunicar desde el exterior con ningún abonado que
pertenezca a esa central pero los usuarios de la misma podrán realizar llamadas hacia fuera. Los
encargados de la planificación deberán tener esto en cuenta cuando diseñen los flujos de información
dentro de sus organizaciones.
Se puede dar prioridad a algunos usuarios de la red, pero los detalles sobre la manera de hacerlo y el
modo de identificación de los usuarios prioritarios podrían ser asuntos delicados. En los sistemas
«alámbricos», se podría hacer dando prioridad a determinadas líneas. En los sistemas móviles, se podría
adoptar la fórmula de una «marca de clase» para el teléfono o una «indicación de capacidad prioritaria»
en la cuenta, lo que permitiría a algunos usuarios saltar la cola de espera. En los sistemas de datos, podría
efectuarse una diferenciación del grado de servicio de «subred». Siempre que exista competencia entre los
operadores, es indispensable que se apliquen de forma obligatoria los mismos criterios de determinación a
todos los proveedores de servicios de redes públicas.
En el Sector de Normalización de la UIT (UIT-T) se está examinando un plan internacional de prefe-
rencias en situaciones de emergencia.
Las consecuencias de las catástrofes naturales pueden reducir más aun la capacidad de las redes de
telecomunicaciones al provocar daños en las instalaciones de las que dependen, tales como las centrales
eléctricas y las infraestructuras de distribución correspondientes, las redes de cable, las centrales de
conmutación y las estaciones de transmisión. La pérdida de potencia resultante podría ser perjudicial para
un sistema de telecomunicaciones. Este tipo de daños se estudiará más adelante.
3.5.10 Restablecimiento
Cuando los equipos hayan sufrido daños o hayan sido destruidos, será necesario sustituirlos o repararlos
cuanto antes. El operador precisará la rápida asistencia del proveedor de los sistemas, que podría estar en
otro país. Tal vez contribuyera en este sentido la aplicación del Convenio de Tampere, ya que podría
facilitar el paso rápido de esos equipos por las aduanas y suprimir las restricciones a la importación que
pudiesen haber impuesto otros Estados Partes a un país.
Si el plan se elabora en estrecha cooperación con todas las entidades nacionales que intervienen en la
gestión de las situaciones de catástrofe o relacionadas con las telecomunicaciones, es muy probable que
se ejecute en su totalidad. La experiencia demuestra que tras una catástrofe se acentúa siempre la
sensación compartida de que es necesario establecer un plan para los casos de catástrofe y que esa toma
de conciencia disminuye rápidamente cuando pasa el tiempo sin que se produzca ninguna situación de
urgencia grave. Por ello, es fundamental que en el marco del propio plan se cree un mecanismo de
revisión periódica de todas las medidas adoptadas al aplicar el plan de comunicaciones de socorro en
situaciones de catástrofe.
18 El marco reglamentario
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
El marco reglamentario 19
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
CAPÍTULO 4
En la mayoría de las comunidades las mujeres se ocupan de transmitir el acervo cultural y de atender o
cuidar a los demás. A pesar de ello, cuando se trata de aliviar las consecuencias de una catástrofe suelen
quedar marginadas. En general, reducir los riesgos vinculados a una catástrofe implica hablar de
preparación, de alivio de sus consecuencias, de respuestas y de recuperación. Estos cuatro elementos
dependen en parte del acceso a las telecomunicaciones de emergencia y de su utilización apropiada por
las comunidades locales vulnerables y también por las instituciones nacionales e internacionales. Aceptar
una perspectiva de género con miras a una reducción eficaz y coherente de las consecuencias de las
catástrofes supone reconocer que los miembros de las comunidades que transmiten el acervo cultural y se
ocupan de atender a los demás en tiempos de paz y en condiciones meteorológicas normales también son
protagonistas esenciales antes, durante y después de una catástrofe. Teniendo esto en cuenta, es lógico
que las mujeres participen en las actividades de formación y fomento de capacidades que apuntan a
reducir los riesgos vinculados a esas situaciones.
Las catástrofes naturales y las causadas por el hombre han puesto de relieve una verdad tan simple como
ésta: las telecomunicaciones son útiles únicamente en la medida en que las mujeres y los hombres de las
comunidades amenazadas pueden tener acceso a ellas y utilizarlas. Ahora bien, durante una catástrofe son
numerosas las comunidades vulnerables que suelen estar completamente aisladas de los sistemas de
intervención nacionales porque carecen de telecomunicaciones apropiadas que deberían haber estado
previamente en funcionamiento. Como han indicado ciertos especialistas, si las telecomunicaciones se
utilizan durante la fase de intervención y restablecimiento inicial (transición), su eficacia es en parte el
reflejo de la etapa de preparación. En este sentido, la formación desempeña un papel decisivo, en
particular con respecto a las telecomunicaciones de emergencia. Como lo han señalado con toda razón los
autores del Manual sobre comunicaciones de socorro en situaciones de catástrofe, «La formación habrá de
orientarse tanto hacia quienes desarrollan y ponen en práctica tecnologías y aplicaciones apropiadas como
hacia los usuarios, para que puedan utilizar de manera idónea los conocimientos existentes».
Al tomar una decisión con respecto a quiénes se debe capacitar en la utilización de las telecomuni-
caciones para las actividades de socorro y de recuperación ante una catástrofe hay que tener sin embargo
en cuenta la función que cumplen las mujeres y los hombres. Por ejemplo, un análisis del ciclón que
arrasó Bangladesh en 1991 reveló que si las mujeres constituyeron el número más elevado de víctimas se
debió en parte a que su vestimenta les impidió refugiarse en lugares más protegidos como, por ejemplo,
los tejados de las viviendas. Por otro lado, a raíz de la segregación entre los sexos, numerosas mujeres no
recibieron los correspondientes avisos de alerta antes de la catástrofe (Programa de reducción de las
consecuencias de las catástrofes en el Pacífico Sur, 2002).
Para determinar las comunidades que están expuestas a los riesgos también es importante considerar la
estructura de los hogares. En comunidades de bajos ingresos, los hogares suelen estar administrados por
las mujeres, y es a ellas a las que se debe identificar e impartir formación en actividades de reducción de
las consecuencias de las catástrofes, en especial la utilización de las telecomunicaciones de emergencia.
Esta capacitación es indispensable porque generalmente las telecomunicaciones utilizadas en esos casos
facilitan información desde el lugar de la catástrofe a los organismos de rescate y socorro, y viceversa,
con la finalidad de salvar vidas y aliviar el sufrimiento. Impartir formación en la utilización de las
telecomunicaciones también «responde a las necesidades de los proveedores de asistencia»
(http://www/grameenphone.com).
Aprovechar las soluciones a nivel local para reducir las desigualdades en materia de género
Las telecomunicaciones son importantes antes, durante y después de una catástrofe porque gracias
a ellas las autoridades públicas y las instituciones internacionales pueden advertir de la inminencia
de la misma, coordinar las operaciones de socorro e informar a las personas afectadas una vez
producida la catástrofe. Suele ocurrir que tras las catástrofes naturales u ocasionadas por el hombre
la infraestructura tradicional de las telecomunicaciones queda inutilizada. Por otra parte, numerosas
zonas rurales pobres de los países en desarrollo carecen de una infraestructura básica de teleco-
municaciones y no tienen por tanto acceso a ellas.
Los programas de carácter local como, por ejemplo, GrameenPhone en Bangladesh, pueden ofrecer
una solución eficaz y asequible a los problemas en materia de telecomunicación que afrontan las
organizaciones de socorro que intervienen en el lugar tras una catástrofe. Grameen Telecom (GTC)
en cooperación con el Banco Grameen, entidad que concede microcréditos, llevaron a cabo el
programa GrameenPhone destinado a las mujeres de las zonas rurales de Bangladesh. En el marco
de este programa, las mujeres reciben los recursos financieros necesarios para adquirir un teléfono
móvil que, a la vez, alquilan a otros miembros de la comunidad. Gracias a este servicio de telefonía
móvil comunitario las mujeres que participan en el programa pueden obtener ingresos y mejorar su
situación social en el hogar y en la comunidad. El programa GrameenPhone facilitó el acceso a las
telecomunicaciones a más de «60 millones de personas [... en] más de 68 000 aldeas» de
61 distritos de Bangladesh (http://www.grameenphone.com).
Resulta particularmente importante utilizar las tecnologías apropiadas, como las comunicaciones
por satélite, cuando no existen líneas terrestres ni antenas en tierra para tener acceso a los servicios
de telecomunicación, en especial cuando ocurre una catástrofe. Por otra parte, debido a que las
mujeres son las principales transmisoras de conocimiento en sus hogares y en sus comunidades y a
menudo las primeras que «advierten» la llegada de una catástrofe y se preparan para afrontarla, las
autoridades públicas y los organismos de socorro sacan partido de esos programas cuando
sobreviene una catástrofe y también de la participación de las mujeres en las distintas etapas de su
ejecución. Los teléfonos presentes en cada aldea, como ocurre en el marco del programa
GrameenPhone, pueden convertirse fácilmente en elementos esenciales del sistema de telecomu-
nicaciones de emergencia y, de esa manera, salvar un número mayor de vidas y reducir los daños
económicos. Es además una forma de reconocer el papel de las mujeres y de incitarlas a participar
activamente en todas las tareas de intervención ante una catástrofe.
Poco a poco se recogen datos sobre las mujeres que participan en estas actividades. Según ciertas
informaciones de carácter anecdótico y algunos estudios de casos se desprende que, debido a los
numerosos papeles que desempeñan en sus hogares y sus comunidades, las mujeres cumplen funciones
importantes antes y después de las catástrofes, entre ellas la simple compra de aparatos de radio y pilas.
Debido a su voluntad de evitar los riesgos, las mujeres prestan más atención a los avisos de alerta y a
prepararse para afrontar una catástrofe. A nivel local son sumamente activas ya que se ocupan de cubrir
las necesidades alimentarias. En la Conferencia Mundial sobre la Reducción de los Desastres Naturales
(Yokohama, 1994) se reconoció la contribución de las mujeres y las posibilidades que ofrece su
participación.
Un hombre y una mujer o un joven y una persona mayor tienen experiencias vitales diferentes. Esta
diferencia se debe en parte a que las mujeres y los hombres dirigen sus comunidades en calidad de
«mujeres» o en calidad de «hombres» y las relaciones que establecen entre ellos y con las instituciones
revelan en parte sus propias experiencias. En situaciones de catástrofe, incluso si el hecho de pertenecer a
uno u otro sexo no constituye necesariamente un factor decisivo de una experiencia o un comportamiento,
es un elemento que no puede eludirse (Enarson, Elaine et al.: 2003). Por ejemplo, si bien los hombres
corren mayor peligro de perder la vida durante un conflicto armado, no cabe duda de que las mujeres
están más dispuestas a prestar atención a los primeros avisos de alerta antes de la llegada de una
catástrofe porque tienden a evitar los riesgos.
Las experiencias de otras catástrofes confirman cada vez más la función esencial que desempeñan las
telecomunicaciones de emergencia antes y después de una catástrofe. Una preparación eficaz para
afrontarla depende en parte de la disponibilidad de las telecomunicaciones y de su utilización por las
mujeres y los hombres que están en mejores condiciones para alertar a los miembros de su comunidad y
de informarles de las medidas adoptadas en casos de emergencia, por ejemplo, ubicación de los refugios,
así como de los recursos disponibles. En este contexto, la participación de las mujeres antes y después de
una catástrofe es esencial, como lo es también la posibilidad de que tengan acceso a las telecomuni-
caciones de emergencia y que las utilicen con objeto de reducir los riesgos.
CAPÍTULO 1
1 Introducción
Las telecomunicaciones son instrumentos indispensables para la gestión de las operaciones de
emergencia. La rapidez para dar una respuesta y, sobre todo, su aplicabilidad, dependen del intercambio
de información en tiempo real entre un gran número de partes interesadas. Disponer de telecomuni-
caciones fiables también es un requisito esencial para las cuestiones de seguridad de las personas que a
menudo arriesgan su vida tratando de salvar a otros y de atenuar el sufrimiento provocado por las
catástrofes. Por último, aunque no menos importante, el éxito de la movilización de los recursos depende
en gran medida de la calidad de la información transmitida desde el sitio afectado por la catástrofe.
Para lograr una utilización eficaz y apropiada de las telecomunicaciones durante las operaciones de
emergencia, los usuarios y los proveedores de servicio deben estar al corriente de determinados aspectos
operacionales de las telecomunicaciones de emergencia. Con frecuencia, los encargados de la gestión de
una catástrofe tienen que definir los requisitos, y lo podrán hacer de manera más realista si, además de
saber qué tienen a su disposición, están informados de lo que es posible hacer en las circunstancias
concretas de una situación de emergencia.
Entre los proveedores de servicios de telecomunicaciones se incluyen las empresas que prestan servicios
al público en general o a usuarios específicos, en la mayoría de los casos con carácter comercial, así como
los servicios de telecomunicaciones establecidos y puestos en marcha por organizaciones que se ocupan
de los servicios de emergencia y de las operaciones en casos de catástrofe. También se incluye el servicio
de radioaficionados, un medio sin fines de lucro prestado por expertos voluntarios. Esta parte del Manual
examinará dos elementos principales, los modos de telecomunicaciones más comunes y las redes y los
servicios que los utilizan.
Uno de los principales dilemas que afrontan quienes tienen a cargo la gestión de una catástrofe es la
incompatibilidad de los equipos de telecomunicaciones y los programas informáticos. Este problema, que
se observa en casi todas las operaciones, dificulta el intercambio de información y es similar al que
plantean las operaciones militares por sus diversas características comunes, por ejemplo, los cambios
rápidos y a menudo imprevisibles del entorno material y social, y la necesidad de tomar inmediatamente
decisiones en todos los niveles vinculadas entre sí. En ambos casos, los requisitos en materia de
telecomunicaciones son similares. Los términos militares de comunicaciones tácticas y estratégicas
explican muy bien cómo se debe proceder para reaccionar de forma coordinada ante una emergencia
cuyas consecuencias superan el ámbito local.
A fin de poder afrontar esas dificultades, es fundamental la normalización de las redes de telecomuni-
caciones para lograr la compatibilidad y posibilitar el intercambio de información al menos entre dos
grupos, es decir, las redes técnicas y las redes estratégicas. Si bien no son el remedio ideal, las pasarelas
constituyen al parecer la única solución realista.
Las telecomunicaciones como instrumentos para los especialistas de las operaciones de emergencia 25
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
En el campo de las comunicaciones tácticas, una interfaz humana suele cumplir esta función (el operador
o el encargado de la gestión de una catástrofe que utiliza más de una red a la vez). Para ello, se debe
poseer un conocimiento profundo de las estructuras y los procedimientos de las redes utilizadas. En el
sector de las comunicaciones estratégicas, se han creado pasarelas automáticas entre distintos sistemas
que exigen al personal técnico estar familiarizado con la tecnología y el modo de utilizarlas.
26 Las telecomunicaciones como instrumentos para los especialistas de las operaciones de emergencia
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
circuit), teletipo símplex por radio (SITOR, simplex télex over radio), creado para ofrecer
comunicaciones por RTTY fiables en condiciones adversas manteniendo una tasa de errores
extremadamente baja y teleimpresión de aficionados por radio (AMTOR, amateur teleprinting
over radio) que es una forma especializada de RTTY. En modo de petición de repetición
automática (ARQ, automatic repeat query), se genera automáticamente un acuse de recibo o una
petición de retransmisión después de cada tercera letra del mensaje. A diferencia del RTTY, en el
que el número de estaciones que reciben una transmisión es ilimitado, las señales tipo ARQ sólo
se pueden intercambiar entre dos interlocutores en un momento dado. Para permitir las trans-
misiones, se introdujo una versión algo menos fiable que recibe el nombre de modo de corrección
de errores en recepción (FEC). En modo FEC, cada «paquete» de tres letras se transmite dos
veces. La estación receptora compara automáticamente las dos transmisiones y, si éstas difieren,
identifica el contenido del «paquete» que tiene más posibilidades de ser correcto.
Los nuevos avances dieron lugar a métodos de comunicaciones de datos aún más eficaces
mediante enlaces por cable y radioeléctricos. Internet, que constituye el instrumento más desta-
cado para la comunicación de datos, se examina con mayor detalle en otro capítulo. El Protocolo
Internet (IP) también ha sido adoptado como norma común de comunicaciones en las redes
radioeléctricas especializadas de las organizaciones más importantes que se ocupan de la
asistencia humanitaria internacional. La «radiotransmisión de paquetes» se utiliza comúnmente
en las bandas de ondas métricas y decimétricas. Su derivado «Pactor» y otros modos similares, a
menudo patentados, posibilitan el uso de radioenlaces en ondas decamétricas para prácticamente
todas las funciones de Internet a través de pasarelas adecuadas. Versiones más recientes, como
«Pactor III», han permitido potenciar aún más la velocidad y la fiabilidad de la comunicación de
datos.
d) Telefax
El telefax fue el primer medio que permitió la transmisión de imágenes en forma de copia
impresa gráfica mediante redes cableadas y, en menor medida, a través de redes inalámbricas. En
su forma original, las imágenes de facsímil se transmiten como señales analógicas a través de
circuitos de voz, como la red telefónica. Los avances de la tecnología digital han dado lugar a
nuevas formas de transmisión de imágenes, incluidas las aplicaciones en la World Wide Web
(WWW), y la utilización del modo facsímil ha disminuido enormemente.
e) Otros modos de comunicación avanzada
Otros modos de comunicación avanzada, que incluyen los utilizados para la transmisión de
imágenes por enlaces de banda ancha, ofrecen nuevas oportunidades y han permitido mejorar el
suministro de información en tiempo real a muchos más interesados de los que normalmente
están a la vanguardia de las operaciones de emergencia, como los medios de información. Las
mayores exigencias en materia de anchura de banda y equipos tienden a retringir su aplicación en
situaciones de emergencia.
Las telecomunicaciones como instrumentos para los especialistas de las operaciones de emergencia 27
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
CAPÍTULO 2
2 Introducción
A efectos del presente Manual sobre telecomunicaciones de emergencia, una red pública es la red a la que
tienen acceso los ciudadanos. Es importante su definición ya que cuando se produce una catástrofe las
personas efectúan llamadas al país afectado y de éste a otros países donde se encuentran sus seres
queridos, lo que da lugar a una sobrecarga de la red de telecomunicaciones.
Por lo general, una red pública permite realizar y recibir simultáneamente llamadas de entre el 5 y 10% de
los abonados. No obstante, en situaciones de emergencia un mayor número de personas efectúa llamadas
que suelen ser más prolongadas y provocan interferencias deliberadas, bloqueos o la congestión de la red.
Pueden aplicarse diversas medidas para solucionar este problema.
2.1.1 Red de distribución alámbrica local (par trenzado, «último kilómetro», bucle local)
A menos que se utilice algún tipo de sistema inalámbrico, la transmisión de señales vocales y datos de un
abonado a la central local se efectuará a través de un cable local.
En muchos lugares, las líneas telefónicas son hilos desnudos o cables con numerosos pares de hilos
suspendidos en postes. Las rutas de postes son vulnerables a las catástrofes provocadas por fuertes vientos
y terremotos. Si a consecuencia de una catástrofe se produce la caída de apenas uno de los postes o la
ruptura del cable en un punto, se interrumpirá el circuito. El restablecimiento del servicio puede llevar
varios días particularmente si los caminos de acceso están bloqueados. La instalación de cables sub-
terráneos por conductos es un método más adecuado para reducir su vulnerabilidad. Por consiguiente, es
recomendable conectar todos los centros encargados de la gestión de catástrofes mediante cables
subterráneos ya que esto permite reducir significativamente el riesgo de pérdida de servicio.
El bucle local utilizado en la RTPC presenta la ventaja de que el teléfono situado en las instalaciones del
usuario está alimentado por una batería de la central telefónica. Si se interrumpe el suministro de
electricidad en las instalaciones del usuario, el teléfono seguirá funcionando siempre que las líneas no
hayan sido dañadas. Sin embargo, no sucede lo mismo con los teléfonos inalámbricos, que tendrán una
estación de base alimentada con energía de la red de distribución eléctrica domiciliaria. Se debería alentar
a todos los hogares y empresas a disponer por lo menos de un teléfono de tipo normal alimentado a través
de la línea.
Muchos tipos de centralitas privadas disponen de una característica denominada «emergencia». Cuando
falla la energía eléctrica o el sistema, un relé conecta directamente las líneas entrantes a determinados
teléfonos fijos distribuidos en el edificio. Los administradores deben conocer la ubicación de dichos
teléfonos y su funcionamiento, y dar a conocer seguidamente su modo de empleo tras una falla eléctrica.
No obstante, si se dispone de un enlace digital no podrá aprovecharse esa función de emergencia.
Algunos operadores ofrecen acceso a sus centrales por medio de soluciones de «bucle local inalámbrico»
(WLL, wireless local loop). El WLL utiliza estaciones radioeléctricas de base (RBS, radio base stations)
locales que establecen un radioenlace con los equipos de radiocomunicaciones fijos de los hogares que a
su vez se conectan a teléfonos en el hogar o las empresas. En algunos emplazamientos este sistema reduce
los costos y facilita una instalación más rápida en comparación con la del bucle local alámbrico
tradicional.
El WLL plantea un problema, a saber, si el suministro de electricidad del hogar se interrumpe, el equipo
de radiocomunicaciones no podrá funcionar, a no ser que se proporcione una alimentación alternativa
fiable. Las RBS disponen de energía de reserva pero están conectadas a la central mediante el sistema de
cable local. En otros casos, la estación de base está conectada por medio de un enlace de microondas
especializado (exclusivo). Sin embargo, a veces el acceso inalámbrico podría ser menos vulnerable a los
daños materiales que las rutas de postes, siempre que se disponga de energía de reserva.
A menudo, los «cables privados» que utilizan los sistemas comerciales se encaminan mediante el sistema
de cable local de las redes públicas. En estos casos, es probable que si estos últimos sufren daños, todos
los sistemas de telecomunicaciones por cable de la zona resulten afectados, ya sean públicos o privados.
Las centrales constituyen el elemento básico de los sistemas telefónicos y también el que corre más
peligro de averías durante una catástrofe debido a su tendencia a la sobrecarga. En una zona residencial,
la central se dimensiona de manera que pueda recibir simultáneamente llamadas de cerca del 5% de los
abonados. En una zona comercial, esta cifra podría elevarse hasta el 10%. Cuando la carga es superior a la
prevista, la central se «bloquea». Debe tenerse en cuenta que el sistema de energía eléctrica de la central
también alimenta a las líneas que pasan por ella con otros fines. Si falla la central, servicios como el de
Internet pueden quedar interrumpidos ya que los multiplexores en el edificio y los repetidores a lo largo
de las líneas se alimentan de la misma batería de la central.
Si la central eléctrica de la ciudad sufre una avería, las centrales de conmutación podrán recibir alimen-
tación de los generadores que funcionan con diesel y forman parte de estas últimas. El diesel es un
combustible que puede durar varios días. En América del Norte, durante las recientes tormentas de nieve,
el servicio telefónico se interrumpió porque se agotó el combustible diesel de las centrales. Para evitar
este tipo de situaciones, debe elaborarse un plan de continuidad de actividades idóneo que haga hincapié
en el suministro de combustible en cantidad adecuada y en la aplicación del mejor método de bombeo
disponible.
No hay que olvidar que las centrales se interrumpirán si se destruye el edificio en el que están instaladas.
Las inundaciones también deben ser un motivo de preocupación, ya que pueden provocar la interrupción
del suministro de energía eléctrica a la central debido a cortocircuitos. Si se presenta la necesidad de
importar equipos, el restablecimiento de los servicios puede ser prolongado. Lo ideal sería que las
centrales estuvieran situadas en zonas no expuestas a inundaciones o a otro tipo de daños.
Solución probable
Una solución a estos problemas de bloqueo consiste en dar a algunos usuarios, y no a todos, prioridad de
acceso a la capacidad disponible. La tecnología necesaria ya existe pero hay que perfeccionar aún más las
cuestiones reglamentarias, a fin de elaborar criterios sobre la asignación de las prioridades de acceso.
También hay que prever las cuestiones vinculadas a la indemnización que pueden reclamar algunos
usuarios por no haber tenido acceso a la red cuando lo necesitaban. Hay tres estrategias básicas para la
asignación de prioridades. En primer lugar, se bloquea el acceso a todos excepto a determinados usuarios
privilegiados. En este caso, el problema radica en que se niega a la población el acceso en el momento en
que más lo necesita. En segundo lugar, los usuarios con prioridad pueden evitar la cola de espera y
obtener el siguiente circuito disponible. Por último, algunos usuarios son eliminados del sistema para dar
la prioridad a otros. La opción por una de las estrategias es prerrogativa del operador de la red y del
organismo regulador.
Las líneas interurbanas, que son enlaces establecidos entre centrales, transportan llamadas por las rutas de
larga distancia entre las ciudades, a menudo cientos o miles de ellas en un solo enlace, mediante un
proceso denominado multiplexión. Los enlaces se pueden realizar a través de microondas, cables de cobre
o fibra óptica, según la capacidad prevista del enlace. La tendencia actual consiste en emplear sistemas de
fibra óptica. A fin de reducir la vulnerabilidad, es frecuente la instalación de cables subterráneos.
En los países desarrollados, la manera más económica y popular de cursar enlaces interurbanos es
mediante estaciones repetidoras de microondas instaladas generalmente en colinas o edificios altos. No
obstante, este tipo de estaciones se encuentra a menudo en lugares expuestos y a veces en zonas distantes
de difícil acceso. Dada la importancia de estas estaciones alejadas, se recomienda decididamente la puesta
en marcha de la ayuda estatal para poder llegar rápidamente a ellas.
Muchos sistemas interurbanos modernos disponen de sistemas de recuperación automática, como por
ejemplo anillos de redes ópticas síncronas (Sonnet) y otros métodos de reconfiguración automática, de
manera que una ruta o un enlace redundante pueda recibir la carga de un enlace averiado. En primer
lugar, ello depende en gran medida de la capacidad redundante prevista en el sistema. Hay también consi-
deraciones de costo y en el actual entorno de liberalización principalmente los pequeños operadores de los
países en desarrollo con recursos limitados, estiman que dichos sistemas son un lujo.
En los países desarrollados ha habido fracasos estrepitosos provocados por la disminución gradual de la
capacidad redundante ya que se vende a los clientes en empresas sujetas a una elevada competencia.
Cuando los anillos se interrumpen, puede darse el caso de que el anillo redundante no tenga la capacidad
de reserva suficiente para transportar toda la carga resultante. Por este motivo, y para proteger los
intereses nacionales, las autoridades públicas deben velar por que se mantengan los márgenes de
redundancia.
El «sistema de señalización N.º 7», también denominado «sistema CCITT 7», es un caso particular. Se
trata de una red especial de comunicación entre las centrales que contribuye a establecer la llamada. Sin
embargo, esta señalización no se transporta por una red especial sino que suele añadirse a los enlaces
normales. La interrupción de la red interurbana también puede afectar el funcionamiento del sistema SS 7
y causar problemas generales de señalización en la red.
La red digital de servicios integrados (RDSI) es un servicio de datos transparente con conmutación de
circuitos a altas velocidades que pueden aumentarse en pasos de 64 kbit/s. Pueden citarse como ejemplos
de utilización los videoteléfonos y las aplicaciones científicas y técnicas. Por lo general, la misma central
que transporta las llamadas telefónicas también conmuta la RDSI y se utiliza el mismo sistema interur-
bano. Por consiguiente, no puede decirse que la RDSI sea más o menos fiable que las llamadas tele-
fónicas, ya que comparten el mismo equipo.
Sin embargo, la RDSI tiene una ventaja significativa sobre Internet, que es un tipo de red «sin plena
garantía» que decepcionará a los usuarios durante las situaciones de catástrofe debido a los problemas de
sobrecarga que ha de afrontar. En cambio, la RDSI garantiza al usuario la asignación de una determinada
anchura de banda mientras pague por el servicio. Por esta razón es más fiable para algunas aplicaciones
como el vídeo de flujo continuo, el audio o los datos siempre que se haya establecido el circuito.
2.1.6 Télex
La importancia del télex disminuye a medida que aumenta el envío de mensajes de texto por correo
electrónico. Pese a ello, el télex sigue siendo un instrumento importante particularmente en los países en
desarrollo. Los sistemas télex constan de teleimpresoras o terminales informáticos programados
especialmente que se interconectan por medio de la red télex internacional. Los mensajes télex están
compuestos únicamente por letras mayúsculas del alfabeto romano y algunos signos de puntuación y
utilizan el código Baudot ITU-ITA2.
El télex presenta dos claras ventajas con respecto a otros sistemas. La más importante es que la
conmutación del servicio se efectúa mediante una central diferente a la utilizada para las llamadas
telefónicas. Esto es importante cuando ocurre una catástrofe, si se tiene en cuenta que la central telefónica
queda a menudo sobrecargada. Las centrales télex se crearon para cursar elevados niveles de tráfico y, por
lo general, no tendrán sobrecargas por llamadas privadas.
El aparato facsímil consta de un dispositivo de barrido, un ordenador, un módem y una impresora que
integran una sola unidad. Esta combinación permite transmitir y recibir imágenes impresas en papel.
Con el facsímil se pueden transmitir diagramas bosquejados manualmente, mensajes escritos a mano y
fotografías. Un aspecto negativo del facsímil es que generalmente la señal se transporta por los circuitos
telefónicos normales y, por lo tanto, está expuesta a todas las deficiencias de la RTPC. Además, la
mayoría de estos aparatos depende de la energía eléctrica externa. Son por otra parte demasiado grandes y
pesados y requieren un suministro continuo de papel, en algunos casos de un tipo especial.
Al concebir los sistemas móviles, se tratan de optimizar dos factores: cobertura y capacidad. Ambos
alteran el comportamiento de los sistemas durante las situaciones de catástrofe e inciden en los sistemas
analógicos, digitales y de tercera generación exactamente de la misma manera.
Las estaciones radioeléctricas de base tienen un costo aproximado de 250 000 USD y un plazo de
amortización de hasta 5 años. Suelen situarse en emplazamientos cuyo volumen de tráfico justifica la
instalación, es decir, principalmente en las zonas urbanas ya que en las zonas rurales pueden ser escasas.
Esto da lugar a que sean habituales las dificultades para establecer las comunicaciones móviles necesarias
en las operaciones de emergencia en las zonas distantes y rurales.
Mediante una «subasta» la licencia será adjudicada a la empresa que esté dispuesta a pagar la suma más
elevada. Es posible que ese tipo de operador no instale estaciones rurales que generan pérdidas, con lo
cual podrá ofrecer precios accesibles en las zonas urbanas pero prácticamente no dará cobertura a las
zonas distantes. Para seleccionar un operador ante una situación de catástrofe, es más importante
considerar la cuestión de la cobertura que la del costo.
Por capacidad debemos entender la decisión respecto al número de canales de tráfico que debe asignarse a
cada estación. Una estación puede admitir una capacidad máxima, de modo que cuando sea necesario
ampliarla, las células se dividirán en otras más pequeñas para dar curso al tráfico requerido. Sin embargo,
como no resulta fácil ampliar la capacidad de tráfico, los sistemas móviles afrontan los mismos problemas
de congestión que los sistemas de líneas fijas.
De hecho, la situación es mucho más desfavorable para los sistemas móviles ya que los únicos canales de
tráfico al alcance de un aparato móvil son los que puede «ver» desde su emplazamiento en ese momento.
La capacidad de reserva en el otro extremo de la ciudad resulta inútil. Los problemas de congestión local
constituyen una deficiencia muy grave de los sistemas celulares durante un caso de emergencia y es por
ello que este sistema no debe considerarse de ninguna manera un modo de comunicación esencial para la
gestión de una catástrofe.
Las RBS están conectadas a las centrales móviles mediante líneas fijas o enlaces de microondas. Si estos
medios sufren una avería, la estación no podrá seguir funcionando de forma autónoma. Las estaciones
también son vulnerables puesto que dependen en gran medida de la RTPC. Como se alimentan de la
central eléctrica, cuando ésta falla, las RBS solo podrán seguir funcionando mientras dure la carga de las
baterías, es decir, alrededor de 8 horas.
Las «células sobre ruedas» (COW, cells on wheels) son estaciones de base móviles que pueden
desplazarse e instalarse en un sitio determinado para disponer de cobertura o capacidad adicional. Se debe
incitar a los operadores de redes a que inviertan en este tipo de estaciones y las instalen en cuanto se
vislumbre un problema de capacidad.
Las centrales móviles tienen límites de capacidad similares a las de las centrales de líneas fijas. El
problema principal de esta tecnología es el constante bloqueo de las estaciones de base.
La mayoría de las centrales móviles ofrecen una prestación denominada «capacidad preferente». Si en la
cuenta de un usuario está prevista esta facilidad, su llamada será aceptada y se rechazará la efectuada por
otro usuario. Resulta innecesario aclarar que es muy difícil ser incluido en la lista correspondiente y que
probablemente se requiera la intervención gubernamental para lograrlo.
El servicio de mensajes cortos (SMS) y el servicio general de radiocomunicaciones por paquetes (GPRS)
son métodos aprovechados por el sistema mundial para comunicaciones móviles (GSM) para transmitir
mensajes en forma de texto u otros tipos de datos multimedios como el correo electrónico. Estos métodos
no hacen uso de canales de tráfico vocal para transmitir el mensaje y tienen además limitaciones de
capacidad. Como son métodos de almacenamiento y retransmisión, en caso de congestión la mejor
solución es hacerlos funcionar lentamente y no bloquearlos por completo.
Numerosos sistemas móviles ofrecen una prestación conocida como difusión celular, que permite
transmitir trenes de texto sólo en sentido descendente de modo que todos los aparatos móviles en esa
célula puedan recibirlo simultáneamente. No hay riesgo de bloqueo ya que no emplea un canal de tráfico
y, por consiguiente, resulta muy útil para el envío de un gran volumen de mensajes, por ejemplo, los
avisos de alarma dirigidos al público en general.
El sistema Inmarsat es el sistema del servicio móvil por satélite más utilizado en el momento en que se
redacta este Manual. Creado en un principio bajo los auspicios de la Organización Marítima Interna-
cional (OMI) a principios de los años 80 para atender a la comunidad marítima internacional, Inmarsat es
actualmente una empresa privatizada que ofrece servicios a clientes marítimos, aeronáuticos y móviles
terrestres.
El sistema Inmarsat consta de satélites geoestacionarios. Los terminales móviles que se comunican
mediante estaciones terrenas terrestres (LES) cursan tráfico de la RTPC y de otras redes públicas. Cuatro
satélites cubren la superficie de la Tierra, con excepción de las regiones polares. La Parte 3 de este
Manual incluye un mapa de las zonas cubiertas por los cuatro satélites. Las LES están situadas en varios
países y dentro de la cobertura de uno o varios satélites. Los enlaces de comunicación consisten en una
conexión entre el terminal del usuario y un satélite, un enlace del satélite a una LES y las conexiones
entre esta última y la red pública terrenal.
Todos los terminales de Inmarsat deben configurarse de modo que su antena pueda «ver» el satélite que
cubre la zona de operaciones. La mayoría de ellos están diseñados para que la antena exterior se instale a
cierta distancia del equipo del usuario. Los terminales de Inmarsat, como todos los equipos con antenas
direccionales, no pueden ser utilizados en un vehículo en movimiento a menos que esté equipado de
antenas especiales, utilizadas principalmente en el servicio marítimo, que compensen el movimiento de la
nave o el vehículo.
Hay varios tipos de «normas» Inmarsat apropiados para ser utilizados en las telecomunicaciones de
emergencia:
• Las normas M y mini-M son las más utilizadas para aplicaciones de gran movilidad. El tamaño y
el peso de los terminales mini-M son similares a los de un ordenador portátil, mientras que los
terminales de norma M son del tamaño de un maletín. Posibilitan las conexiones con cualquier
abonado a la RTPC del mundo, incluidos otros terminales móviles por satélite. La mayoría de los
terminales M y mini-M disponen de un puerto para dar conexión a un aparato facsímil y también
de un puerto de datos RS-232 para una velocidad relativamente baja de 2,4 kbit/s. Los abonados
pueden utilizar este tipo de terminal para el correo electrónico mediante una conexión de
protocolo de oficina postal (POP). Si bien los terminales de norma M pueden funcionar en
cualquier lugar dentro de la cobertura de los satélites Inmarsat, el uso de los terminales mini-M se
limita a la cobertura proporcionada por haces puntuales de esos satélites. Esos haces puntuales
posibilitan la utilización de terminales con baja potencia y antenas más pequeñas y cubren la
mayoría de las masas continentales aunque no los océanos ni muchas islas pequeñas o aisladas. El
número de conexiones simultáneas que puede ofrecer cualquier haz puntual es no obstante
limitado, y la utilización de un gran número de usuarios en un emplazamiento podría producir la
saturación del haz que cubre la zona correspondiente. En algunos casos, sólo una realineación
temporal de los haces puntuales podría evitar este problema.
• El servicio de norma B ofrece datos de RDSI a 64 kbit/s. El equipo de norma B es bastante más
grande y pesado que los terminales de norma M y está destinado principalmente al uso fijo, en el
que puede proporcionar conectividad a múltiples usuarios simultáneos o aplicaciones de datos de
alta velocidad.
• La norma A fue la primera generación de terminales Inmarsat móviles por satélite que propor-
cionó conexiones de voz, datos y télex. Estos terminales, que funcionan en modo analógico, ya se
consideran obsoletos. Probablemente, esta versión será retirada del mercado a muy corto plazo.
• Terminal Inmarsat de red de área global (GAN), también denominado M4 (TT-3080 y NERA
World Communicator). Efectivamente, se trata de una versión más ligera y más barata del equipo
de norma B que funciona con haces puntuales. Ofrece servicio de datos por paquetes (IPDS) a
64 kbit/s, que es similar al GPRS pero con mucho mayor caudal de tráfico, servicio audio de alta
calidad para radiodifusores, facsímil con velocidad de hasta 14,4 kbit/s y servicio vocal de bajo
costo con la misma calidad del terminal Mini-M. Disponible en versiones portátil, fija y móvil
con una antena de seguimiento.
• Terminal Inmarsat BGAN Regional también denominado Módem IP por satélite. Ha estado en
funcionamiento desde 2003 en la modalidad de capacidad arrendada a través del satélite Thuraya,
y sólo puede utilizarse en la zona de cobertura limitada (huella) de dicho satélite. El
término BGAN significa red de área global de banda ancha (broadband global area network) que
funciona bajo el principio de la conmutación de paquetes por un canal compartido de 144 kbit/s.
Por consiguiente, el caudal efectivo depende del número de usuarios en una zona específica. Los
terminales R-BGAN son muy ligeros (1,6 kg) y miden apenas 24×30×4,3 cm, de manera que son
ideales para una instalación inmediata con objeto de efetuar la transferencia rápida de ficheros.
Los terminales no tienen microteléfono puesto que están destinados únicamente a la transferencia
de datos. Con este servicio sólo se pagan los megabits transmitidos y recibidos.
• Se prevé que el terminal Inmarsat BGAN empezará a funcionar en 2005. Se trata de un módem IP
por satélite pequeño y de peso ligero que proporciona un caudal de datos de hasta 432 kbit/s y
que funcionará a través de los nuevos satélites Inmarsat I4, cuyo primer lanzamiento está
programado para principios de 2005. Conforme a Inmarsat, los terminales R-BGAN existentes
podrán ponerse al día para ser utilizados con los satélites I4. La zona de cobertura exacta de este
sistema de banda ancha con conmutación de paquetes será confirmada tras el lanzamiento
satisfactorio de los tres satélites I4 planificados.
En los servicios de comunicaciones personales móviles mundiales por satélite (GMPCS) se utilizan
equipos muy similares a los teléfonos celulares terrenales. Son adecuados particularmente cuando se
exige un alto grado de movilidad y, aunque requieren una conexión de visibilidad directa con respecto a
uno o varios satélites, no es necesario alinear con precisión sus antenas casi siempre omnidireccionales.
Los distintos sistemas ofrecen ventajas particulares pero también tienen restricciones específicas relativas
a sus aplicaciones en las telecomunicaciones de emergencia.
a) Thuraya
Se trata de un sistema basado (actualmente) en un solo satélite geoestacionario con una cobertura
geográfica limitada a unos 100 países situados en Europa, África del Norte y Central y partes de
África del Sur, Medio Oriente, Asia Central y del Sur, sin olvidar los océanos en esas regiones.
Un satélite geoestacionario adicional, planificado para 2005, permitirá ampliar los servicios
prestados. El equipo de usuario, similar a un teléfono celular, podrá conectarse a un equipo
auxiliar, como una estación de base, para usar el microteléfono en interiores, y la antena se insta-
lará en el exterior. El teléfono Thuraya podrá configurarse de manera que cuando haya cobertura
de telefonía móvil GSM terrenal, se conectará automáticamente a esta red. Los teléfonos Thuraya
notifican su posición a la estación de pasarela terrenal por medio de un receptor incorporado del
sistema mundial de determinación de la posición (GPS). Por consiguiente, estos aparatos
requieren visibilidad directa no solo del satélite Thuraya, sino también de al menos tres de los
satélites en órbita del sistema GPS. La posibilidad de enviar un SMS indicando la posición GPS
resulta una prestación muy interesante, particularmente para quienes intervienen en las opera-
ciones de socorro humanitario en zonas peligrosas.
b) Iridium
Iridium dispone de una constelación de 66 satélites en órbita terrena baja (LEO) a sólo 780 km de
la Tierra. El satélite que cubre el emplazamiento del usuario normalmente no tiene un enlace
directo a la estación en tierra que proporcione la conexión con las redes públicas terrenales, sino
que se conecta con dicha estación a través de otros satélites del sistema. El concepto LEO es
similar al del sistema telefónico celular, con la diferencia de que las células (es decir, los
satélites) se desplazan en seis órbitas polares, mientras el usuario permanece fijo. La complejidad
del sistema y las frecuentes transferencias necesarias pueden afectar su funcionamiento. El
sistema Iridium tiene alcance mundial ya que cubre ambas regiones polares, las cuales están fuera
del alcance de los satélites geoestacionarios. Aunque este sistema es aceptable para transmitir
señales vocales, no resulta apropiado para el tráfico de datos debido a que las frecuentes
transferencias entre los satélites limitan el caudal de datos que se puede alcanzar en la red por
debajo de 2400 bit/s.
c) Globalstar
Globalstar es un sistema que emplea una constelación de 48 satélites LEO posicionados en ocho
planos de órbitas, cada uno con seis satélites, con una inclinación de 52 grados y una altura de
1400 km para lograr la cobertura de una zona comprendida entre los 70º de latitud norte y los
70º de latitud sur. La cobertura real del sistema queda limitada por la necesidad de establecer una
conexión directa simultánea con el usuario y con una estación o pasarela en tierra dentro de la
zona de cobertura del mismo satélite. La comunicación no es posible desde los emplazamientos
donde no se dispone de dicha cobertura simultánea. La carencia de estaciones pasarela en el
continente africano hace virtualmente inutilizable el sistema Globalstar en África. Los teléfonos
de Globalstar pueden funcionar en las redes GSM terrenales donde exista la cobertura
correspondiente. La calidad vocal es excelente y el caudal en modo datos es de 9,6 kbit/s.
La mayoría de los sistemas funcionan con procedimientos de facturación mediante tarjetas SIM (módulo
de identidad del usuario), que facilitan el control y la atribución de los costos de comunicación y de itine-
rancia internacional por las redes GSM con las que los proveedores de servicio hayan establecido los
correspondientes acuerdos. Como las tarifas son relativamente altas, particularmente las que corresponden
a las conexiones entre los terminales de satélite de distintos sistemas, las redes públicas por satélite
resultan convenientes sólo para la fase de respuesta inicial, pero no deberían utilizarse como medio
principal de comunicación en las operaciones a largo plazo.
Hay otros sistemas que ofrecen cobertura regional, por ejemplo en América del Norte (Motient) y en
Asia (AcsS). Varios de ellos con cobertura mundial en modo datos que incluyen el acceso a Internet se
encuentran en diversas etapas de desarrollo o implantación. En el futuro, estos sistemas podrán ofrecer
soluciones apropiadas para regiones o necesidades particulares, y deberían tenerse en cuenta al elaborar
planes nacionales de telecomunicaciones para situaciones de emergencia. No obstante, ese tipo de
sistemas no son apropiados para las operaciones de socorro en situaciones de catástrofe cuando se trata de
emplazamientos de carácter imprevisible.
Otro método económico y práctico para establecer la conexión por satélite son los servicios del satélite de
radiodifusión. Para aprovechar este método generalmente se incorpora una placa de circuitos en un
ordenador personal y mediante programas informáticos se instala como si se tratara de un proveedor de
servicios Internet. De esta manera, el ordenador alcanza una muy buena velocidad de acceso a Internet a
través de un enlace por satélite, pero a un costo más bajo que el que supone utilizar terminales de muy
pequeña abertura (VSAT). Sin embargo, como el usuario tiene que competir simultáneamente con otros
usuarios, no puede garantizarse la calidad de servicio que ofrece el sistema VSAT convencional.
Ventajas
• económico
• transporte fácil.
• configuración sencilla que exige muy poco trabajo de instalación;.
• de fácil adquisición en el mercado;
• bastante aceptable y fiable para navegar por Internet.
Desventajas
• anchura de banda compartida;
• en graves situaciones de emergencia si hay numerosos usuarios desplegando el mismo sistema,
hasta la navegación por Internet se vuelve lenta.
Se plantean ciertos problemas con el intercambio de mensajes de correo electrónico utilizando TCP/IP
(como la duplicación de las bases de datos de la aplicación Notes). El protocolo de transferencia de
hipertexto (HTTP) tiene prioridad en estos sistemas y durante las horas cresta de navegación (en el punto
donde incide el haz), este servicio prácticamente elimina la duplicación de correo electrónico. En cambio,
durante el horario nocturno incluso la duplicación funciona bastante bien.
El precio es considerablemente inferior al que corresponde al sistema VSAT convencional, tanto con
respecto al costo inicial de los equipos como a los gastos de funcionamiento mensuales.
En algunas ocasiones también se ha utilizado la facilidad de datos sólo en sentido descendente que ofrece
el servicio de radiodifusión sonora directa de Worldspace Radio. Este servicio puede aprovecharse por
ejemplo para actualizar ficheros pequeños de las Intranet. Worldspace es un sistema DVoiceB que se
emplea por lo general para enviar ficheros de contenidos de Intranet actualizados diariamente mediante el
protocolo de transferencia de ficheros (FTP) a un sitio de Worldspace por el enlace ascendente. A
continuación, Worldspace difunde esos ficheros por sus satélites a los receptores de las oficinas
exteriores. Los receptores tienen un adaptador de datos que alimenta el tren binario al puerto USB de un
ordenador portátil con un programa informático adaptado al cliente. De hecho, ese ordenador es un
servidor web de un solo dispositivo que funciona como espejo del sitio Intranet.
No se aplica ninguna tarifa a la parte receptora, pero sí una por cada megabyte de datos transmitido.
Hoy en día, la mejor configuración consiste en la instalación de una tarjeta PCI en un ordenador de mesa
que tiene dos receptores para recibir voz y datos simultáneamente. Su costo es muy reducido y podría
compararse con el correspondiente a la radiocomunicación en ondas métricas.
CAPÍTULO 3
Internet
3 Introducción
Internet presta un apoyo cada vez mayor a las operaciones y actividades principales de las organizaciones,
en particular cuando la sede se encuentra a una distancia considerable de las oficinas regionales. El acceso
a Internet permite a los empleados gubernamentales que participan en operaciones de socorro actualizar
constantemente la información sobre la catástrofe, evaluar los recursos humanos y materiales existentes
para afrontarla y recibir asesoría sobre las técnicas más recientes. El hecho de que los mensajes también
se puedan enviar a grupos de destinatarios preseleccionados, posibilitando así una especie de emisiones
dirigidas, constituye una característica importante.
Las posibilidades que ofrece Internet, especialmente los servicios de información de la web, siguen
aumentando y evolucionando. Gracias a la integración de tecnologías inalámbricas (incluidas las que
utilizan satélites) y a las capacidades de alta velocidad en conexiones por cable, los encargados de la
gestión de una catástrofe tendrán acceso a muchos más recursos de información que los que podrían
utilizar. En el contexto de las comunicaciones de socorro, es fundamental tener siempre presente que el
personal que se encuentra en el lugar afectado debe, ante todo, tratar de salvar vidas. El hecho de disponer
de información específica contribuiría considerablemente a la utilización eficaz de los recursos dispo-
nibles, pero hay que recordar que quienes tienen a su cargo la gestión de ese tipo de situaciones son admi-
nistradores y no reporteros. No se puede esperar que las personas que realizan actividades de socorro
in situ se dediquen a buscar información, ya que ni disponen de tiempo ni, en la mayoría de los casos, de
los periféricos necesarios para tratar esa información en un formato que se pueda aplicar directamente a
las operaciones sobre el terreno. Lo mismo ocurre con el suministro de información desde un lugar
siniestrado y las observaciones respecto al uso del facsímil y de otros modos de comunicación gráfica.
3.1 Applicaciones
Es incuestionable la posibilidad de empleo y aplicación de Internet en las telecomunicaciones de
emergencia. Las siguientes son algunas de las formas en las que esta tecnología puede servir de apoyo a
las operaciones de socorro en situaciones de catástrofe:
– Enviar y recibir correos electrónicos y utilizar directorios de la Web para localizar a colegas,
proveedores y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que pueden prestar
asistencia.
– Seguir de cerca las noticias y la información meteorológica procedentes de una serie de entidades
gubernamentales, académicas y comerciales.
– Obtener información geopolítica actualizada, mapas geográficos, avisos de viaje, boletines e
informes sobre la situación relativa a sectores de interés.
– Consultar bases de datos médicos para reunir información completa sobre casos que van desde las
infecciones parasitarias hasta las heridas graves.
– Participar en listas de discusión mundiales para intercambiar la experiencia adquirida y coordinar
las actividades.
– Leer y hacer comentarios sobre el contenido de varios sitios Web, gubernamentales y no
gubernamentales, para tener conocimiento de la situación general y del modo en que otros están
describiendo la catástrofe.
38 Internet
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
– Registrar a los refugiados y desplazados para facilitar su reunión con familiares y amigos.
– Dar otras noticias distintas de las relacionadas con la catástrofe, por ejemplo, los resultados
deportivos, para levantar la moral de la población.
La estrategia de recursos de información basada en Internet también presenta varios inconvenientes. Por
lo general se relaciona a la web con una gran anchura de banda y elevados costos de conectividad, pero se
deben contemplar muchos otros aspectos, como por ejemplo la necesidad de conservar los sistemas
tradicionales (los que no están basados en Windows y emplean baja anchura de banda) como opción en
caso de falla de los sistemas principales. El hecho de que los equipos no estén dotados de las tecnologías
más modernas no significa que no se puedan utilizar y en situaciones críticas podría ocurrir lo contrario.
En algunos casos, la gran vulnerabilidad de los circuitos de estado sólido a la electricidad estática y a los
impulsos electromagnéticos se ha superado volviendo a utilizar tecnologías de válvulas electrónicas en
aplicaciones vitales. En la siguiente sección se examinan otros posibles aspectos del intercambio de infor-
mación por Internet.
La accesibilidad y el alcance mundial de Internet (las mismas características que la hacen atractiva para
los usuarios en una situación de catástrofe) constituyen una amenaza para la seguridad de los datos que se
transmiten a través de ella. Algunos organismos utilizan redes de datos seguras que evitan Internet
totalmente y sólo la utilizan como último recurso. Habida cuenta del carácter confidencial de la infor-
mación, especialmente en los casos de emergencias complejas, la manipulación de los datos podría
plantear problemas. La amplia difusión insospechada y a veces accidental de virus informáticos nocivos y
de correo no deseado podrían afectar seriamente a los sistemas informáticos en puntos esenciales en el
momento en que son más necesarios.
No sólo se debe prestar especial atención al envío de mensajes por la red sino también a la protección de
la seguridad. Es por lo tanto necesario recurrir a tecnologías seguras que se encuentran disponibles en el
mercado, con el fin de autenticar las fuentes de los mensajes. Esto incluye el recurso a firmas digitales o
electrónicas que se crean y verifican mediante la criptografía, la rama de las matemáticas aplicadas que se
ocupa de la transformación de mensajes a formas aparentemente ininteligibles y viceversa. Este tipo de
firmas emplean lo que se denomina «criptografía de clave pública», que utiliza un algoritmo con dos
«claves» diferentes pero relacionadas matemáticamente; con una de ellas se crea la firma digital o se
transforman los datos a un formato aparentemente ininteligible, y con la otra se verifica la firma digital o
se regresa el mensaje a su forma original.
3.3 Disponibilidad
La solidez y la flexibilidad de la red no son ilimitadas. A medida que un volumen cada vez mayor del
tráfico se traslada a Internet, ésta se convierte en un objetivo atractivo para los grupos extremistas que
quieren provocar trastornos. Además de las acciones deliberadas e intencionales, se puede bloquear el
servicio como consecuencia de una demanda excesiva. Ya existen algunos ejemplos en los Estados
Unidos, donde servidores que facilitan información sobre las tormentas del Centro Nacional de Huracanes
y la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica recibieron una infinidad de solicitudes
cuando se acercaba una tormenta. En un momento de crisis, la fuente de información más valiosa será a
menudo la más difícil de alcanzar.
Internet 39
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
3.4 Precisión
Es probable que la calidad de la información que se encuentra en Internet no sea ni mejor ni peor que la
de la información que se obtiene a través de medios más tradicionales. Internet reduce el desfase
cronológico entre los eventos y su anuncio. Este mercado libre de la información presenta de igual
manera informaciones valiosas y datos obsoletos, tendenciosos, engañosos o simplemente falsos. Por
consiguiente, el usuario de la información obtenida en Internet debe verificar en cada caso su fuente antes
de transmitirla o aplicarla.
Uno de los principales cambios de paradigma que ha introducido Internet ha sido el acceso a la
información iniciado por el usuario y basado en la demanda. Aunque este cambio puede aumentar la
eficacia de un organismo y disminuir los costos de difusión de la información, es necesario tratar esta
última. Los planificadores de la Web deben definir minuciosamente el alcance de la información que se
va a introducir, verificar su fiabilidad, estructurarla de una manera lógica que permita acceder fácilmente
a ella y garantizar una actualización constante y rápida. El hecho de contar con los recursos humanos
necesarios para realizar estas tareas reviste tanta importancia como la adquisición de la propia
información.
40 Internet
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
CAPÍTULO 4
Redes privadas
4 Introducción
El término «red privada» utilizado en este Manual se refiere a las instalaciones de comunicaciones que
pueden utilizar los usuarios especializados, como cuerpos de bomberos, policía, ambulancias, servicios
públicos, equipos de socorro, protección civil, transporte, autoridades estatales, ministerios y defensa. Las
empresas y el sector de la industria pueden también emplear estas redes. Por lo general, la red pertenece a
los usuarios privados, quienes tarde o temprano pueden compartirla en un entorno pluriorgánico. Es
habitual que los usuarios gestionen su propia red privada y, en algunos casos, lo hacen los operadores
como un servicio a sus clientes privados.
Las redes privadas pueden tomar diferentes formas. Pueden ser de cable o inalámbricas, compartir
recursos de redes públicas, ser fijas u ofrecer movilidad. Su clasificación podría ser la siguiente:
• redes de radiocomunicaciones móviles terrestres,
• redes marítimas,
• redes aeronáuticas,
• redes empresariales,
• redes privadas virtuales,
• redes para la localización,
• redes de satélites.
Las comunicaciones pueden ser dúplex o también semidúplex en las que sólo puede hablar un usuario a la
vez, presionando el botón «pulsar para hablar» (PTT, push to talk). Las redes LMR son diferentes a las
redes de telecomunicaciones públicas, ya que ofrecen servicios específicos como establecimiento de la
llamada, llamadas a grupos, llamadas de emergencia, llamadas con prioridad, seguridad de extremo a
extremo y escucha del ambiente.
Esas redes también ofrecen tiempos de establecimiento de la llamada muy cortos, voz y datos
simultáneos, movilidad, alta solidez y facilidad de uso en entornos urbanos adversos y en zonas amplias o
montañosas. Pueden dar cobertura en diversas dimensiones, desde una celda de unos pocos metros hasta
amplias zonas a escala nacional y, si es necesario, se pueden instalar rápidamente.
Redes privadas 41
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
Los servicios LMR constituyen una familia de normas y tecnologías que se pueden combinar hasta
alcanzar los servicios vocales y de datos requeridos. Esto se debe a que las necesidades específicas de los
usuarios de los servicios de emergencia varían según el papel que desempeñan en la protección civil, en la
policía o en los equipos de emergencia. Por ejemplo, el nivel de seguridad requerido es diferente
dependiendo del tipo de usuario, la velocidad de transmisión de la información varía, y el tipo de terreno
para las misiones delicadas puede ser diferente ya que se puede tratar de un área urbana, rural o un sitio
de graves peligros.
Las LMR se clasifican en sistemas de banda estrecha, banda amplia y banda ancha de acuerdo con el
nivel creciente de la amplitud del canal de radiocomunicaciones y de la velocidad de datos que ofrecen.
El Informe 8A/205 del UIT-R define los objetivos y requisitos de las radiocomunicaciones de protección
pública y operaciones de socorro (PPDR). En él se describen tres escenarios típicos en caso de catástrofe,
a saber, las operaciones cotidianas, las (grandes) emergencias y los eventos públicos. Se determinan
además aplicaciones típicas como el acceso a bases de datos y la mensajería. Por último, según el
sistema LMR en uso (banda estrecha, banda amplia o banda ancha) se enumeran las posibles aplicaciones
en orden de importancia con arreglo al correspondiente escenario.
42 Redes privadas
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
Las redes privadas LMR sirven de apoyo a las comunicaciones de emergencia y en situaciones de
catástrofe de dos maneras:
a) Los usuarios habituales de la red LMR pueden intervenir en las operaciones de socorro ante una
catástrofe. Las diversas organizaciones tal vez disponen de diferentes sistemas LMR que interfun-
cionan a través de pasarelas o centros de control de emergencias.
b) Se puede emplear de manera temporal la red LMR como respaldo para el transporte de la infor-
mación enviada por los usuarios que no forman parte del grupo de usuarios vital de la misión y
recibida por ellos.
Las siguientes secciones describen los servicios que se pueden ofrecer como parte de las telecomu-
nicaciones de emergencia en el marco de las dos opciones mencionadas supra.
4.1.4 Tecnologías
La presente sección no cubre los detalles técnicos de los sistemas enumerados ya que se han descrito en
documentos de la UIT, específicamente en el Informe M.2014 del UIT-R que trata sobre las caracte-
rísticas técnicas y de funcionamiento de los sistemas de despacho digitales con utilización eficaz del
espectro para uso internacional y regional, así como en el Documento UIT-R 8A/109E que presenta el
Manual de sistemas móviles terrestres para sistemas de despacho digitales. Aunque la radiopropagación
es un proceso complejo, sólo se requiere conocer algunos principios para entender la clasificación de las
tecnologías conexas y su evolución. Antes de examinar los diversos sistemas vale la pena mencionar
algunos puntos esenciales:
• La tecnología digital está reemplazando a la tecnología analógica, con lo cual se pueden obtener
servicios seguros, mayor eficacia del espectro, cobertura más amplia, mejor calidad de servicio,
transmisión de datos, modos de funcionamiento dúplex y procedimientos de transferencia.
• Cuanto más amplio sea el canal radioeléctrico, más datos podrá transmitir cuando lo requieran
determinadas aplicaciones. Se lleva a cabo una clasificación de acuerdo con el tamaño de la
banda. Estas bandas se pueden definir de la siguiente manera: banda estrecha (por ejemplo, un
canal de 25 kHz), banda amplia (por ejemplo, un canal de 300 kHz) y banda ancha (por ejemplo,
un canal de 2 MHz). Cuanto más ancha sea la banda, mayor será la velocidad de datos.
• A mayor velocidad de datos menor cobertura radioeléctrica.
• A mayor frecuencia mayor penetración.
• La movilidad hace más difícil la transmisión debido al fenómeno de desvanecimiento y al cambio
de células radioeléctricas durante el movimiento, lo que puede producir una discontinuidad en la
comunicación si no se lleva a cabo una transferencia.
• La tecnología de las antenas puede aumentar la cobertura de una tecnología de radio-
comunicaciones.
Redes privadas 43
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
• Las técnicas de modulación pueden incrementar la velocidad de datos para la misma anchura del
canal de radiocomunicaciones.
• El incremento de la potencia de transmisión puede aumentar la cobertura.
En este contexto, las tecnologías se pueden clasificar en sistemas analógicos o digitales. A su vez, los
sistemas digitales pueden subclasificarse según sean de banda estrecha, banda amplia o banda ancha.
Los sistemas LMR emplean inicialmente canales de radiocomunicaciones de banda estrecha pero pueden
emplear concentraciones de enlaces para compartir recursos radioeléctricos entre múltiples usuarios
optimizando así la utilización de frecuencias. Los canales de banda amplia y de banda ancha se emplean
por lo general cuando se requieren velocidades de datos elevadas para servicios como la transferencia de
archivos, vídeo y telemedicina. Los sistemas analógicos incluyen el conocido MPT1327. A continuación
se presentan, de una manera más detallada, los sistemas digitales:
• Sistemas móviles digitales de banda estrecha: los sistemas TETRA, APCO 25, TETRAPOL e
iDEN se describen en el Informe M.2014 y el Documento 83/109E del UIT-R para LMR y
también los sistemas DIMRS e IDRA. Hay también otros sistemas patentados no normalizados,
como EDACS y FHMA. Estos sistemas se aplican a todo tipo de terreno y cobertura, y
transportan voz y datos a velocidades de hasta 36 kbit/s.
• Sistemas móviles digitales de banda amplia, en curso de desarrollo con miras a aumentar la
velocidad de datos. Son más perfeccionados que los sistemas de banda estrecha y por lo general
son compatibles con sistemas más modernos. Pueden citarse como ejemplo los sistemas TAPS,
TEDS de ETSI, APCO 34 y TETRAPOL de TIA. Algunas redes públicas móviles han
desarrollado un subconjunto limitado de servicios de LMR como GSM/Pro y GSM R. El uso de
la banda amplia no se limita a las zonas urbanas, donde el tráfico de datos es más intenso. Los
datos pueden alcanzar una velocidad de hasta unos 100 kbit/s.
• Sistemas móviles digitales de banda ancha, en etapa de desarrollo para los usuarios de PPDR,
que permiten velocidades de datos muy elevadas, de algunos megabits, y pueden clasificarse de la
siguiente manera: redes de bolsillo, personales, de área local, metropolitanos y de área extensa
(BAN, PAN, LAN, MAN, WAN), dependiendo de la cobertura. Algunas tecnologías ya están en
uso, como la WLAN – Wi-Fi, pero deben aún adaptarse a las necesidades específicas de los
usuarios relacionadas, por ejemplo, con problemas de seguridad. Cabe destacar que estos sistemas
están pensados principalmente para situaciones de emergencia en sitios críticos.
Se ofrece un subconjunto de servicios LMR por algunas redes públicas como GSM, la RTPC e IP. Es
importante indicar al respecto que las redes públicas por lo general están sobrecargadas y terminan parcial
o completamente destruidas en situaciones de emergencia o de catástrofe. Por esta razón, estos servicios
son más adecuados para las operaciones cotidianas y sólo para ciertas situaciones de emergencia.
Estas tecnologías LMR son resistentes al ruido y ofrecen la misma cobertura para voz y datos, indepen-
dientemente del tipo de terreno.
El equipo puede estar compuesto por:
• terminales como teléfonos portátiles, móviles y terminales de datos,
• estaciones de base radioeléctricas,
• conmutadores,
• pasarelas que conectan con otras redes,
• repetidores,
• centros para el control de emergencias.
Todos estos equipos pueden incorporarse en contenedores autoalimentados que se transportan por aire o
por tierra al sitio de la emergencia.
44 Redes privadas
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
La gama de frecuencias reservadas a la PPDR que emplean los diversos sistemas varía de acuerdo con los
países y los sistemas, lo que hace difícil el interfuncionamiento. Sin embargo, siguen en curso los trabajos
de la UIT para designar las mismas frecuencias a nivel mundial o al menos por regiones, definidas en la
Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones (CMR-03).
Redes privadas 45
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
Las WLAN son radioenlaces que permiten intercambios de datos a muy alta velocidad (entre 10 y
100 Mbit/s) en modo directo entre equipos como computadoras portátiles, pero con una movilidad
restringida o nula. Estos equipos también pueden funcionar en modo ad hoc. Para poner en marcha esta
tecnología se necesitan, por ejemplo, la gama de frecuencias de 2,5 GHz sin licencia o la gama de 5 GHz.
Esto obliga a tener cuidado debido a posibles interferencias, ya que hay otros sistemas que funcionan en
esta gama de frecuencias sin licencia.
La norma IEEE 802.11 (también conocida como Wi-Fi) aplicada a las redes LAN inalámbricas tiene
muchas versiones (a, b, c y d). Es necesario verificar la compatibilidad entre las versiones de los equipos
y el nivel de seguridad que ofrece cada versión que se emplea. El alcance es de aproximadamente
100 metros y depende del medio ambiente, por ejemplo de obstáculos como las paredes. La señal
transmitida es muy sensible y las características del terreno inciden fácilmente en ella.
Las velocidades de datos dependen de la cantidad de usuarios y disminuyen rápidamente a medida que
éstos aumentan. No se puede garantizar la velocidad de datos si hay otras aplicaciones en ejecución.
ETSI HIPERLAN2, otra norma convergente con la norma IEEE 802.11, incluye traspaso y altos niveles
de seguridad y calidad del servicio, pero la movilidad que ofrece es muy baja.
Las PAN se emplean entre equipos cercanos como, por ejemplo, una computadora portátil, un asistente
personal digital y una impresora. Ejemplos de esa tecnología son el infrarrojo y Blue tooth, que permiten
comunicaciones de datos de corto alcance, sólo de unos pocos metros, principalmente para el acceso a
archivos y la transferencia de éstos y también la búsqueda. Las frecuencias utilizadas corresponden a la
gama de 2,4 GHz y las velocidades de datos alcanzan unas pocas centenas de kbits/s. La movilidad, si se
ofrece, es muy lenta.
Las BAN permiten la comunicación entre los diversos equipos colocados en las prendas de vestir. Las
distancias son muy cortas, aproximadamente de un metro. Se emplean tecnologías de banda ultra
ancha (UWB) con frecuencias en la gama de 3,5-10 GHz y velocidades de datos de hasta 1 Gbit/s.
Mediante UWB se puede acceder al servicio de ubicación tridimensional integrado, sujeto a movilidad
lenta.
4.1.7 Cobertura
La cobertura proporcionada por las tecnologías LMR varía según las dimensiones del terreno. Por
ejemplo, la cobertura de las redes LAN inalámbricas es de apenas unos centenares de metros mientras que
la correspondiente a las redes radioeléctricas varía y, como se sabe, la radiodifusión vía satélite tiene el
grave inconveniente de no dar cobertura en interiores. También se debe recordar que cuanto más alta sea
la banda de frecuencias, mayor será la velocidad posible de transmisión de datos pero menor la cobertura
de la célula.
Algunos sistemas se pueden configurar desde una célula hasta importantes redes nacionales con muchas
células, agregando una combinación de conmutadores y estaciones de base radioeléctricas. Los repe-
tidores son fundamentales para ampliar la zona de cobertura mientras que las pasarelas hacen posible la
interconexión de distintas redes de telecomunicaciones. Con el fin de evitar la pérdida de la comu-
nicación, también es importante tener idea del tamaño de la zona de cobertura.
Como orientación general, se puede decir que la tecnología LMR de banda estrecha ofrece cobertura a
una célula que está entre 40 y 70 km en modo red, y a unos pocos kilómetros en modo directo.
46 Redes privadas
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
La tecnología LMR de banda amplia puede ofrecer casi la misma cobertura que la de banda estrecha si
emplea nuevas técnicas para antenas como MIMO. Sin embargo, en términos generales, la cobertura es
menor, aproximadamente la mitad de la correspondiente a la tecnología de banda estrecha. Las LMR de
banda ancha proporcionan menor cobertura, de unos pocos metros a unos pocos kilómetros.
Como conclusión, es preciso aclarar que las cifras dadas son apenas estimativas pues la cobertura también
depende de factores topográficos.
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Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
ese medio. Con frecuencia, los barcos también disponen de una dirección de correo electrónico, general-
mente mediante un sistema de almacenamiento y retransmisión que incluye un buzón electrónico en la
costa.
En radiocomunicaciones en ondas decamétricas, hay muchas estaciones radioeléctricas costeras
destinadas a la correspondencia pública que ofrecen un servicio de conmutación a las líneas telefónicas de
la RTPC. Para las comunicaciones de larga distancia, se utilizan frecuencias radioeléctricas en la banda de
ondas decamétricas.
Por lo general, las estaciones costeras aceptan el tráfico relacionado con las situaciones de catástrofe y
emergencia, aun cuando la estación que presta ayuda en las operaciones de socorro se encuentre en tierra
y no en el mar. A semejanza de lo que ocurre con todos los sistemas de radiocomunicaciones, el país en
que funciona la estación terrestre exigirá una licencia. En las situaciones de emergencia se adopta una
mayor flexibilidad al respecto, de modo que una estación costera podría aceptar cursar el tráfico
procedente de otra que no esté abonada al correspondiente servicio.
48 Redes privadas
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
En las operaciones realizadas para afrontar las catástrofes, las radiocomunicaciones en la banda de ondas
decamétricas pueden desempeñar un papel clave en la gestión del transporte aéreo. En estos casos, el
contrato concertado con la empresa de transporte aéreo deberá especificar que la aeronave estará equipada
para este tipo de comunicación. Las radiocomunicaciones en la banda de ondas decamétricas del servicio
aeronáutico poseen a menudo un sistema de llamada selectiva (SELCAL), que funciona como una especie
de sistema de radiomensajería y permite a la tripulación ignorar las llamadas que no se dirigen
específicamente a ella. Si una estación en tierra no tiene esta capacidad, se debe ordenar a la tripulación
del vuelo que no utilice su SELCAL.
Si no se ha definido una frecuencia específica para establecer la comunicación con las operaciones de
socorro, se puede utilizar la frecuencia de 123,45 MHz. Aunque no se haya atribuido oficialmente a
ningún fin, se ha convertido en una «frecuencia de conversación oficiosa de los pilotos». Pese a ello, los
pilotos podrían hacer escucha en una frecuencia de información de vuelos locales o regionales en lugar de
las frecuencias de emergencia 121,5 MHz o 123,45 MHz. Para obtener información sobre esos canales, lo
ideal es dirigirse a los centros de control del tráfico aéreo de la región.
El servicio aeronáutico abarca estaciones abiertas a la correspondencia pública similares a las de las
estaciones de radiocomunicaciones marítimas descritas anteriormente. En todo el mundo se establecen
estaciones radioeléctricas en la banda de ondas decamétricas para que se puedan transmitir informaciones
operacionales sobre los vuelos entre los pilotos y sus bases e informes a las autoridades de control
respectivas. Además, se pueden efectuar llamadas personales, por ejemplo, comunicación con los
familiares por conmutación con líneas telefónicas terrestres. Este servicio se cobra mediante tarjeta de
crédito o abono.
4.3.3 NOTAM
Cuando se entrega un plan de vuelo, los pilotos reciben un «aviso a los aviadores» (NOTAM, notices to
airmen), es decir, mensajes relacionados con la seguridad, que se refieren al trayecto del vuelo que van a
realizar. Esos avisos incluyen actualizaciones de la información sobre la navegación y otros datos
pertinentes que se presentan en gráficos y manuales. Si se realizan actividades para afrontar catástrofes de
grandes magnitudes mediante operaciones aéreas, en un NOTAM se publicarán detalles sobre los lugares
del lanzamiento aéreo, las pistas de aterrizaje temporales y los acuerdos en materia de comunicaciones
correspondientes.
La experiencia ha mostrado que no conviene esperar a que los pilotos utilicen los equipos de
radiocomunicaciones del servicio móvil terrestre. Los equipos de radiocomunicaciones móviles terrestres
con MF funcionan en otras bandas de frecuencias distintas a las de los equipos de radiocomunicaciones
MA del servicio aeronáutico y podría ser necesario instalar equipos adicionales a bordo, aunque ello
requeriría mucho tiempo y tendría repercusiones con respecto a los reglamentos de seguridad aérea.
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Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
Es difícil utilizar un transceptor manual en una aeronave, teniendo en cuenta los elevados niveles de ruido
de los aviones más ligeros e incluso en los de grandes dimensiones que se utilizan comúnmente en las
operaciones de paracaidismo. Si es inevitable establecer un enlace con las operaciones en tierra, un
miembro de la tripulación deberá supervisar con auriculares telefónicos ese equipo de radiocomunica-
ciones, con independencia del tráfico de radiocomunicaciones aeronáuticas. Un operador experimentado
podría incluso utilizar una gama extendida, especialmente si la estación está situada a gran altitud, lo cual
facilita la transmisión del tráfico de emergencia.
Una estación del servicio móvil terrestre nunca deberá dar la impresión, ni siquiera accidentalmente, de
que el operador es un controlador aéreo competente ya que ello podría inducir a error. Una estación en
tierra que no controla oficialmente el tráfico aéreo debe aclarar este hecho en todo momento. Los pilotos
deben saber cuando se encuentran en un espacio aéreo no controlado y aplicar las reglas correspondientes.
Conviene que la comunicación con la aeronave se establezca por medio del capitán, que también podría
denominarse el piloto al mando. El capitán es la única persona autorizada para tomar decisiones, por
ejemplo, si una aeronave despegará o aterrizará, y éstas deberán respetarse en todos los casos.
Los sistemas anteriores proporcionan una cobertura mundial y los receptores manuales que se venden en
el comercio tienen una precisión en la determinación de la posición de 50 metros aproximadamente. Su
indicación de la altura por encima del nivel del mar es algo menos precisa. Para las aplicaciones
especiales, existen equipos de mayor precisión a un costo superior. En muchas aplicaciones de
emergencia la accesibilidad financiera y la simpleza pueden revestir mucha más importancia que una
mayor precisión. En las situaciones de catástrofe, la localización de la posición sirve para los tres
objetivos principales que se esbozan a continuación. La velocidad y el tiempo se pueden calcular.
El personal que realiza tareas humanitarias sobre el terreno está expuesto a grandes riesgos. Por
consiguiente, es vital suministrar enlaces de comunicaciones fiables junto con información sobre la
posición. La prestación de asistencia al personal en peligro abarca dos elementos distintos, a saber, la
búsqueda y el salvamento.
La búsqueda es la parte de las actividades de respuesta que más tiempo requiere y que suele resultar más
onerosa pero si la persona en peligro puede indicar el lugar en que se encuentra, se podrán tomar medidas
adecuadas con más rapidez. Los servicios de determinación de la posición facilitarán el proceso de
búsqueda
50 Redes privadas
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
Con la mayoría de los receptores Manuales GPS se pueden obtener las posiciones relativas y la indicación
de la dirección y la distancia desde puntos fijos definidos o hasta ellos. Si se elige una marca fácilmente
identificable como punto de referencia, esta información puede ser más útil que las coordenadas, puesto
que podría ser más fácil de interpretar y permite utilizar incluso un mapa turístico u otro menos preciso
sin coordenadas.
El traslado de artículos, suministros y equipos de socorro resulta especialmente difícil cuando los
conductores no conocen la zona, donde podría no haber señales de tráfico, y los problemas lingüísticos
podrían obstaculizar además la obtención de información. Si se conocen las coordenadas del destino o su
ubicación con respecto a un punto o marca de referencia fijo en lugar de sólo su nombre, será más fácil
resolver estos problemas. Los nombres de los lugares pueden ser difíciles de describir o pronunciar y con
frecuencia se repiten dentro de una distancia reducida. Cuando sea posible, los vehículos deberán estar
dotados de equipos de determinación de posición y los conductores deberán recibir capacitación en su
utilización.
Puntos en el camino
Los localizadores de posición pueden tener una característica que permite al usuario registrar su posición.
Gracias al equipo, el usuario podrá definir su posición como un punto en el camino. Al almacenar esa
información a lo largo de la ruta, podrá volver fácilmente a cualquiera de los puntos por los que haya
pasado anteriormente. Las personas que viajen posteriormente por la misma ruta podrán copiar los puntos
en el camino en su equipo y seguir la ruta definida. Sin embargo, para ello será necesario dar nombres
sistemáticamente a esos puntos.
Una radiobaliza de localización de personas (PLB, personal locator beacon) es un pequeño transmisor
radioeléctrico de bolsillo diseñado para transmitir la posición y otras informaciones sobre el usuario a un
centro de salvamento. Las PLB están destinadas principalmente al uso personal de los alpinistas y
aficionados a la vela. Son más caras que los transmisores de localización de emergencias
(ELT, emergency location transmitters) pero como estos últimos están asociados con aeronaves y tienen
una precisión limitada, se recomienda utilizar PLB como equipo personal para los profesionales que
trabajan sobre el terreno.
Redes privadas 51
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
Cuando se pulsa un botón determinado de la PLB, la posición e identidad de ésta se transmite por satélite
al centro de salvamento. Entonces, el fichero de plan de viaje se asocia con la identidad de la PLB y se
pueden recordar los detalles de contacto de la oficina del usuario. El centro alerta a la base del usuario de
la PLB o a un organismo de salvamento. Incumbe al propietario de la PLB actualizar el plan de viaje
periódicamente con el centro de salvamento. Estos mecanismos son valiosos en casos de aislamiento
extremo o cuando se trabaja en zonas donde existen grandes peligros.
52 Redes privadas
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
Otra ventaja importante de los sistemas PBX es que los propietarios controlan la calidad del servicio.
Como están pagando por la capacidad de la central, pueden decidir que se curse el elevado nivel de tráfico
que puede generar una catástrofe. Dado que sus circuitos no se atribuirán para el uso público, no
competirán por la capacidad.
Las PBX sólo podrán funcionar si reciben alimentación. En general, las centrales tienen energía de
reserva de batería para varias horas. Si la alimentación normal permanece interrumpida durante un
periodo largo, será necesario disponer de un generador de reserva. Cada vez que se interrumpa la alimen-
tación, la PBX podría tardar un cierto tiempo para ponerse nuevamente en funcionamiento.
Si una PBX deja de funcionar debido a una avería en el suministro de energía eléctrica, se aplica un
«servicio de emergencia». Con este sistema, algunas extensiones predefinidas se conectan directamente a
las líneas entrantes. En modo emergencia, sólo funcionarán las líneas de emergencia, mientras que todas
las demás estarán fuera de servicio. El establecimiento de enlaces privados permanentes con otros lugares
de la entidad no garantiza necesariamente la inmunidad a las averías del sistema público. Si alguna parte
del sistema público resulta afectada por una interrupción de la energía eléctrica en las centrales, las líneas
privadas también podrían interrumpirse. Para solucionar este problema se podría establecer una conexión
directa por cable pasando por los elementos de otras redes.
Para mejorar la resistencia a las catástrofes, se suelen utilizar enlaces de microondas o enlaces de satélites
para las grandes distancias. Se deberá contemplar la posibilidad de utilizar sistemas de enlaces de
microondas si existen conexiones con visibilidad directa entre las instalaciones.
En caso de emergencias y de catástrofes con frecuencia se emplean redes no sujetas a licencia ya que son
privadas y por lo general independientes de las redes públicas.
Muchas entidades de mediana y gran dimensión explotan su propia red interconectando computadoras
para tener acceso al correo electrónico, a las bases de datos y a Intranet. Los servidores de la empresa se
conectan a las estaciones de trabajo mediante una red de área local (LAN) que, en algunos casos, podría
dar cobertura a diversas instalaciones de la empresa. Este tipo de disposición recibe el nombre de red de
área extensa (WAN).
Los enlaces pueden ser por cable o inalámbricos, de acceso local o distante.
RPV de cable
Las LAN y WAN disponen de conmutadores que se denominan «encaminadores». Su función consiste en
enviar tráfico que no está destinado a un servidor local mediante un enlace de larga distancia a otro
encaminador que se encuentra en otras instalaciones. Un encaminador puede tener más de un enlace con
más de un encaminador que se encuentre fuera del lugar. Ello añade redundancia, pues los enlaces
alternativos podrían sustituir a las conexiones interrumpidas.
En su calidad de usuarios, las empresas pueden estar alejadas, en la vivienda o en agencias, que deben
estar conectadas en condiciones de seguridad y a distancia a los servidores de la empresa.
Las redes privadas virtuales (RPV) están configuradas en redes públicas que ofrecen un acceso distante
seguro. Gracias a ellas, los usuarios privados pueden compartir redes públicas de manera segura. Se
requieren funciones específicas en la red pública para gestionar la seguridad, y en las instalaciones de la
Redes privadas 53
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
empresa para suministrar cortafuegos. Se añade un soporte lógico específico en el terminal remoto con el
fin de constituir un «canal seguro» para las comunicaciones de un extremo a otro. En situaciones de
catástrofe, las RPV permiten que el usuario trabaje a distancia y con seguridad desde el hogar si, por
ejemplo, las oficinas han sido destruidas.
RPV inalámbricas
Diversos sistemas inalámbricos en funcionamiento están reemplazando los sistemas por cable, por
ejemplo:
• DECT es una norma para las telecomunicaciones inalámbricas digitales mejoradas y una tecno-
logía inalámbrica para comunicaciones privadas comerciales y de empresas. Esta tecnología, que
no requiere licencia, reemplaza los teléfonos privados clásicos por microteléfonos inalámbricos, a
los que puede ofrecer una movilidad lenta. Se emplea principalmente para servicios vocales pero
se aplica también al tratamiento de datos. La seguridad de estas telecomunicaciones se provee
mediante criptografía.
• Se pueden emplear Wi-Fi (IEEE 802.11) y Wi-MAX (IEEE 802.16) para comunicaciones de
corto alcance y comunicaciones de banda ancha de gran alcance, respectivamente. También
puede utilizarse ETSI HIPERMAN (portadoras de menos de IIGHZ con alcance de unos 24 km y
que no requieren visibilidad directa) e HIPER ACCESS (portadoras de más de IIGHZ con
alcance de hasta 8 km aproximadamente y que requieren visibilidad directa).
Para que un sistema empresarial tenga más posibilidades de seguir funcionando durante una catástrofe, se
puede establecer una conexión por satélite. De este modo, no resultará afectado por la avería de la
infraestructura terrestre ni por la congestión de la RTPC.
La sigla VSAT significa «terminales de muy pequeña abertura». Con frecuencia, el tamaño de las antenas
que determinan la abertura oscila entre menos de un metro y 5 metros, en función de la banda de
frecuencias utilizada. Por lo general, están diseñados para instalaciones fijas, pero también existen
sistemas llamados «sueltos» para las operaciones de restablecimiento en caso de catástrofe. Se espera que
los nuevos avances conduzcan a un perfeccionamiento de sus aplicaciones en las comunicaciones de
socorro en situaciones de catástrofe.
En general, al abonarse a un servicio VSAT se adquiere un conjunto de canales durante un periodo deter-
minado. Ningún otro usuario podrá compartir esos canales y el abonado está seguro de utilizarlos incluso
cuando sistemas como la RTPC y el sistema móvil por satélite estén congestionados. Ésta es una de las
alternativas preferidas pero su costo es elevado y sólo resultará económica en el marco de un sistema
empresarial de mayores dimensiones. Varios operadores comerciales suministran el servicio VSAT y
ofrecen cobertura mundial o regional. Entre los servicios que se ofrecen están las llamadas telefónicas, el
fax, el acceso a Internet y las RPV.
Otra posibilidad sería utilizar un sistema de acceso múltiple con asignación por demanda (DAMA,
demand assigned multiple access) cuando no sea conveniente usar un servicio normal VSAT en el marco
de un sistema empresarial. El DAMA proporciona acceso a la anchura de banda previa solicitud. El costo
podría ser inferior pero existe el riesgo de que no se obtenga el servicio cuando hay una elevada demanda
de capacidad.
54 Redes privadas
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
Redes privadas 55
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
– Los servicios que se ofrecen al usuario suelen ser independientes de la tecnología utilizada y
serán considerados similares cualquiera que sea la norma que se haya aplicado. Esto se debe a
que, en el caso de los servicios privados, las normas de acceso por cable o inalámbrico son
numerosas y no se ha dado la convergencia hacia una norma única de acceso.
– La calidad de servicio es una cuestión difícil debido a las prioridades y a los datos en tiempo
real. La red central, generalmente con IP y cuyas señales vocales son transmitidas por IP
(VoIP), exige una calidad del servicio específica.
– El interfuncionamiento, uno de los objetivos clave, permite la itinerancia, la portabilidad del
servicio, el establecimiento de prioridades, la seguridad de un extremo al otro y la garantía de
la calidad de servicio. En los próximos estudios de la UIT sobre las redes de próxima
generación (NGN) se examinará este asunto.
Los avances logrados en equipos radioeléctricos especificados por soporte lógico (SDR) apuntan a que
los terminales multimodo puedan admitir varias normas de radiocomunicaciones.
– La velocidad de datos aumentará gracias a las nuevas normas de sistemas inalámbricos:
• Está en curso de desarrollo la banda amplia para los cuatro sistemas de banda estrecha que
trata la UIT:
a) TETRA elabora dos normas ETSI de banda amplia denominadas TAPS y TEDS. TAPS,
que es tan sólo para datos, es una evolución de 3GPP/3GPP2, de EDGE (velocidades de
datos mejoradas para la evolución de las GSM) y de GPRS (servicio general de
radiocomunicaciones por paquetes). TEDS es una evolución de TETRA para voz y datos
de banda estrecha, en tanto que APCO25 y TETRAPOL desarrollan nuevas soluciones de
banda amplia en TIA TR8.
• En el marco de varios proyectos se está desarrollando la banda ancha:
a) Con el proyecto de asociación de ETSI, TIA, MESA (movilidad para aplicaciones de
emergencia y de seguridad), se ha creado un «sistema de sistemas» para sitios de alto
riesgo donde hay una red ad hoc de nodos móviles y varios protocolos de comunicación.
Se examinarán las interfaces radioeléctricas de banda ancha con el fin de seleccionar y
adaptar las existentes a las necesidades de los usuarios privados. Finalmente, se elaborará
una norma específica.
b) Las normas IEEE 802.16 (WiMAX) e IEEE 802.20 para el acceso inalámbrico de banda
ancha móvil (MBWA) definen el acceso inalámbrico de banda ancha (móvil) de gran
cobertura.
c) El foro de banda ultraancha (UWB) estipula las evoluciones de la interfaz inalámbrica
que incluyen la determinación de posición en 3D.
Gracias a su evolución, las tecnologías de codificación de la voz transmiten en señales vocales de mejor
calidad a velocidades de datos más bajas. Se han perfeccionado además los algoritmos de compresión de
señales vídeo, que necesitan también velocidades de datos menos elevadas.
Las redes públicas ponen en servicio algunas telecomunicaciones de emergencia que estarán luego
disponibles en situaciones de urgencia:
• En EMTEL, proyecto de telecomunicaciones de emergencia de ETSI, se define la llamada de
emergencia con determinación de ubicación (E112) y se normalizan las interfaces entre
autoridades y ciudadanos, entre las diversas autoridades y entre los puntos de acceso de seguridad
pública (PSAP).
• En el marco de la protección pública y las operaciones de socorro (PPDR) de la UIT se elabora el
plan internacional de preferencias en situaciones de emergencia (IEPS), del que trata la
Recomendación E.106.
56 Redes privadas
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
Redes privadas 57
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
CAPÍTULO 5
El servicio de radioaficionados
5 Introducción
Entre los servicios de radiocomunicaciones que define y regula el Reglamento de Radiocomunicaciones
(RR), tratado internacional que rige todos los aspectos de las radiocomunicaciones, el servicio de
radioaficionados (RR S1.56, Ginebra 1998) es el más flexible. Como lo ha hecho a través de toda su
historia, el servicio de radioaficionados sigue utilizando las tecnologías más avanzadas, con medios que
van desde el código Morse y la voz hasta la televisión y los modos más avanzados de datos, y esta-
bleciendo sus comunicaciones en bandas de frecuencias atribuidas desde 136 kHz (ondas largas), pasando
por las de alta frecuencia (ondas cortas), las ondas métricas y decimétricas, hasta la gama de los GHz.
Aunque los operadores radioaficionados conforman una red mundial (de largo alcance), ponen el mismo
empeño en efectuar comunicaciones locales (de corto alcance) como comunicaciones vía satélite. Y lo
más importante, sin embargo, es que adquieren su destreza gracias al interés personal que consagran al
tema de las radiocomunicaciones, convirtiéndose en expertos que logran resultados extraordinarios aun
con recursos limitados.
Estas características hacen que el servicio de radioaficionados tenga un valor singular para las comu-
nicaciones en las condiciones normalmente extremas que se presentan cuando ocurre una emergencia o
una catástrofe. La información técnica y el material de capacitación vinculados a este servicio cubren los
aspectos más cruciales de las telecomunicaciones de emergencia y un gran volumen de la Parte 3, el
Anexo técnico de este Manual, se basa en la experiencia obtenida a lo largo de más de 90 años de
comunicaciones de servicio público. El servicio de radioaficionados es un buen ejemplo de las
características funcionales de muchos elementos de las radiocomunicaciones de emergencia. Por este
motivo, la mayor parte del contenido del presente Capítulo es válido para todos los servicios de radioco-
municaciones utilizados para afrontar emergencias y catástrofes.
No se debe confundir el servicio de radioaficionados con «la banda ciudadana» o «las radiocomuni-
caciones personales», que constituyen modalidades de redes públicas cuya descripción figura en el
Capítulo 2 de la Parte 2 de este Manual. Como condición previa a la obtención de su licencia, los
operadores radioaficionados deben aprobar un examen ante la administración nacional respectiva o ante
un representante de la misma.
La Unión Internacional de Radioaficionados (IARU), que es la federación de las asociaciones nacionales
de radioaficionados que existen en la mayoría de los países, representa los intereses del servicio de radio-
aficionados en la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y en las conferencias internacionales.
La IARU admite las aplicaciones de telecomunicaciones de emergencia de sus miembros y garantiza el
intercambio de información y de experiencia entre los mismos.
58 El servicio de radioaficionados
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
con áreas afectadas por una catástrofe. Aunque pueden citarse ejemplos desde los primeros días
de las radiocomunicaciones, también hay otros más recientes, como el papel que cumplió este
servicio cuando fuertes huracanes azotaron las Islas del Caribe en 2004.
• La documentación técnica, los textos de carácter general en la materia y los medios electrónicos
puestos a disposición del servicio de radioaficionados son recursos excepcionales para facilitar
información acerca de la manera de resolver problemas con medios a menudo muy limitados y
posiblemente improvisados.
Son tres los tipos de redes de radiocomunicaciones del servicio de radioaficionados que pueden encon-
trarse en las principales operaciones de socorro en situaciones de catástrofe.
Estas redes facilitan por lo general las comunicaciones tácticas y operativas en el sitio de la catástrofe y
sus alrededores. Incluyen equipamiento fijo, móvil y portátil y emplean casi siempre frecuencias del
espectro de ondas métricas y decimétricas. Se indican a continuación las atribuciones de frecuencias del
servicio de radioaficionados:
• 50-54 MHz (también conocida como banda de 6 metros que, debido a ciertas restricciones, en
algunas zonas sólo está disponible en 50-52 MHz). Esta banda permite una propagación adecuada
más allá de la línea de visibilidad directa hasta cerca de 100 km, pero según las condiciones de
propagación, puede estar sujeta a interferencias provenientes de señales ionosféricas.
• 144-148 MHz (banda de 2 metros, en algunas regiones está restringida a sólo 144-146 MHz).
Ésta es la banda ideal para las comunicaciones locales entre transceptores manuales con cobertura
de unos 10 km o de incluso hasta 30 km aproximadamente, con antenas directivas. Es muy
El servicio de radioaficionados 59
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
probable que los radioaficionados dispongan de transceptores fijos, móviles y manuales para esta
banda. Se pueden establecer comunicaciones en una zona más amplia utilizando un repetidor
instalado en un lugar adecuado a una altura suficiente sobre el nivel del terreno. Además, los
repetidores pueden estar equipados con dispositivos de interconexión telefónica (llamados
autoconmutadores).
• Varias bandas en la gama de 1 a 50 GHz, que se utilizan principalmente en enlaces de datos punto
a punto y de banda ancha.
Estas redes por lo general ofrecen comunicaciones desde el sitio de la catástrofe hasta centros
administrativos y orgánicos situados fuera del área afectada o con las sedes de los organismos ubicadas en
países vecinos que realizan las correspondientes operaciones. También garantizan las comunicaciones con
vehículos, barcos y aviones que se encuentran fuera de la cobertura de las redes de ondas métricas y
decimétricas disponibles. Se pueden establecer comunicaciones a distancias medias de 100-500 km
mediante la propagación por ondas ionosféricas con incidencia casi vertical (NVIS) en la parte inferior de
la banda de frecuencias de ondas decamétricas hasta unos 7 MHz. La banda tiene las siguientes
características:
• 1800-2000 kHz (banda de 160 metros). Esta banda es muy útil por la noche y durante el periodo
de actividad solar reducida. En condiciones reales, el tamaño de las antenas podría limitar el uso
de esta banda, que a menudo resulta afectada por el ruido atmosférico, en particular, en la zona
tropical.
• Varias administraciones han atribuido frecuencias fijas (canales) en la gama de 5 MHz al tráfico
de emergencia de radioaficionados y entrenamiento conexo. Esta gama permite enlaces de
alcance medio más fiables las 24 horas del día en la mayoría de las condiciones de propagación.
Con estas redes se garantiza la comunicación con la sede de los organismos internacionales que
intervienen en operaciones de socorro en cuanto sobreviene una catástrofe. También permiten establecer
conexiones de reserva entre las oficinas de dichas instituciones en varios países o continentes. Las
60 El servicio de radioaficionados
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
El servicio de radioaficionados 61
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
En algunos países, se han definido frecuencias especiales (canales) como frecuencias de emergencia.
Debido a que en las bandas atribuidas a los radioaficionados se emplean las frecuencias de manera
dinámica, reservar de manera permanente dichos canales cuando no ha ocurrido una catástrofe plantearía
dificultades y una política restrictiva respecto a la utilización del espectro disponible podría resultar
contraproductiva. En ciertos casos, las administraciones han asignado frecuencias adyacentes a las bandas
atribuidas al servicio de radioaficionados a organismos que realizan operaciones de socorro, facilitando
así sus comunicaciones con estaciones de radioaficionados y la utilización de los equipos y las antenas de
ese servicio.
Las estaciones del servicio de radioaficionados están autorizadas a emplear una amplia gama de modos de
transmisión, siempre y cuando las bandas de frecuencias atribuidas, los planes de banda nacionales y de
la IARU así como la reglamentación nacional proporcionen la anchura de banda requerida para el modo
escogido. La elección del modo apropiado en un caso específico depende de numerosos factores que
incluyen la naturaleza y cantidad de la información que se ha de transmitir, las especificaciones técnicas
del equipo disponible y la calidad del enlace de comunicaciones. Los siguientes modos de comunicación
son los que más se emplean en el servicio de radioaficionados y otros servicios como el servicio marítimo
y los servicios móviles y fijos terrenales:
62 El servicio de radioaficionados
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
• Radiotelefonía en banda lateral única con portadora suprimida: Es el modo más empleado en
radioenlaces de voz en la banda de ondas decamétricas (banda corta). Dada su alta eficacia y su
baja anchura de banda, la SSB reemplazó a la modulación por amplitud (AM) en todos los
servicios que emplean dichas bandas, salvo en el servicio de radiodifusión. Sin embargo, este
modo solamente puede ser recibido por equipos diseñados específicamente y no por receptores
comunes de radiodifusión. Debido a su baja anchura de banda, los operadores no entrenados
podrían tener dificultad para comprender la señal vocal. En otras gamas de frecuencias, en que
hay una mayor disponibilidad de anchura de banda, es más común encontrar otro modo de voz.
• Comunicación de imágenes: El servicio de radioaficionados admite otros dos modos que hacen
posible la transmisión de facsímil y televisión. En situaciones de emergencia, las imágenes de
televisión pueden suministrar información valiosa desde el sitio en que ocurrió el siniestro. Los
modos de comunicación de imágenes analógicas están siendo reemplazados por la transmisión de
imágenes en forma de ficheros digitales empleando modos de datos.
Las estaciones repetidoras o retransmisoras amplían el alcance de las comunicaciones de estaciones que
operan en las bandas de ondas métricas y decimétricas. Situadas en posiciones elevadas permiten la
comunicación entre estaciones fijas o móviles separadas por obstrucciones como montañas o edificios
altos, cuando funcionan en un entorno urbano. La estación repetidora recibe por un canal y transmite a
una frecuencia diferente, por lo general de la misma banda. Filtros denominados duplexores evitan las
interferencias entre el transmisor y el receptor que funcionan de manera simultánea. Al ubicar la estación
repetidora es importante tener en cuenta no solamente la cobertura geográfica sino también sus
necesidades de energía. La solución más frecuente a este respecto son las baterías recargables alimentadas
por celdas solares o por generadores eólicos.
Los transpondedores analógicos o digitales que se emplean en el servicio de radioaficionados por satélite
son formas especiales de repetidoras. Como los retransmisores terrenales, vuelven a transmitir la señal
recibida en una frecuencia diferente, pero su cobertura geográfica o «huella» es mucho mayor. Los
radioaficionados también han utilizado con éxito transpondedores a bordo de globos y aviones, lo que
podría en el futuro convertirse en un nuevo instrumento de las telecomunicaciones de emergencia. Los
transpondedores digitales tienen la capacidad de almacenar los mensajes recibidos y de retransmitirlos
llegado el momento, una vez que la estación receptora esté a su alcance.
El servicio de radioaficionados 63
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
El servicio de radioaficionados es una actividad continua. A todo momento hay por lo menos algunas
redes y operadores disponibles, que pueden de inmediato jugar un papel en las telecomunicaciones de
emergencia. También se pueden movilizar algunos otros recursos a muy corto plazo. Para que este
servicio sea eficaz en las intervenciones de emergencia o cuando ocurre una catástrofe, se requiere un alto
grado de preparación, que incluye entrenamiento, ejercicios y procedimientos de movilización. La
cooperación con la Unión Internacional de Telecomunicaciones ha facilitado la capacitación de algunos
radioaficionados del continente africano.
La manera en que cooperen los servicios de radioaficionados y las autoridades nacionales, los servicios de
emergencia y los organismos encargados de las operaciones de rescate, depende de la situación de cada
país. Aunque la reseña que se presenta en las siguientes secciones está basada en gran medida en los
conceptos empleados en Estados Unidos, los principios generales deberían aplicarse en la mayor parte del
mundo. En todos los casos, entre los factores decisivos puede mencionarse la cantidad de estaciones de
radioaficionados que participan y el número de operadores certificados, así como las estructuras de los
mecanismos de intervención nacionales.
Los grupos del servicio de emergencia de radioaficionados, que en algunos países recibe el nombre de
ARES, están formados por aficionados que han obtenido su licencia y se han registrado voluntariamente
para prestar servicios de comunicaciones en interés de la comunidad, poniendo a disposición su idoneidad
y sus equipos. Todos los aficionados que estén en posesión de una licencia pueden hacerse miembros del
ARES. Los miembros de grupos del ARES utilizan su propio equipo con alimentación de emergencia u
operan equipos que el grupo ha adquirido y mantiene especialmente para las telecomunicaciones de
emergencia. El resumen de los procedimientos normalizados del ARES que se presenta en la siguiente
sección también puede servir de orientación general para los equipos de apoyo de las telecomunicaciones
de emergencia. Conviene no olvidar los siguientes puntos importantes:
• Una buena preparación exige que los miembros del equipo estén familiarizados con las funciones
que se espera que cumplan y estén preparados para cumplirlas a la mayor brevedad. Se les
deberán proporcionar credenciales para que sean reconocidos por las autoridades locales. En lo
posible, la activación de uno de estos grupos se iniciará con una sesión de información opera-
cional y técnica sobre la base de los datos facilitados por la autoridad solicitante y completados
mediante informes de los radioaficionados, los medios de comunicación y otras fuentes. En la
sesión se deberá presentar un panorama general de las necesidades identificadas en materia de
equipos y personal, los contactos del ARES y las condiciones previstas en la zona afectada.
• Durante el tiempo que dura el viaje hasta el lugar afectado por la catástrofe se deberá examinar la
situación con el grupo. El examen podrá abarcar asignaciones de tareas, listas de control, reseñas
sobre la zona afectada, planes de operaciones de socorro de la misión, descripciones de las
ventajas e inconvenientes de las medidas anteriores y presentes destinadas a afrontar las
catástrofes, mapas, documentos técnicos, listas de contacto, procedimientos de operaciones
tácticas y evaluaciones de las necesidades del grupo de tareas.
• Al llegar, los jefes de equipo deberán ponerse en contacto con los representantes locales del
ARES y obtener información sobre las frecuencias utilizadas, las actividades actuales, el personal
existente, los equipos de comunicaciones e informáticos y los servicios de apoyo. También
deberán procurarse el plan del ARES que se ha puesto en marcha para ese caso concreto de
catástrofe. Una de las prioridades será el establecimiento de una red de comunicación inicial entre
64 El servicio de radioaficionados
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
grupos y de enlaces en las bandas de ondas decamétricas o métricas con las sedes. Los jefes de
equipo deberán entrevistarse con los organismos beneficiarios, los profesionales de comunica-
ciones de los clubes de radioaficionados, las autoridades locales encargadas de las comunica-
ciones y otros interlocutores en la medida necesaria a fin de recabar información y coordinar la
utilización de las frecuencias. Al seleccionar los emplazamientos de las comunicaciones se
deberán tener en cuenta las necesidades del grupo y las limitaciones locales.
• Durante las operaciones, los jefes de equipo deberán realizar evaluaciones permanentes del
funcionamiento de las instalaciones normales de comunicaciones y de las redes de los demás
grupos de tareas para coordinar las operaciones y evitar la duplicación de esfuerzos. Se deberán
utilizar prácticas y procedimientos de seguridad adecuados. Se realizarán exámenes periódicos
sobre la eficacia de las comunicaciones con las unidades beneficiarias y el personal de
comunicaciones.
• Hay que formular una estrategia para la salida de los radioaficionados desde el comienzo de la
operación, que se deberá negociar a tiempo con los organismos beneficiarios y las autoridades
receptoras. Para conseguir que los voluntarios se comprometan a viajar y a participar en las
operaciones, es preciso asegurarles que su cometido tendrá un principio y un fin. Los jefes deben
establecer la coordinación con los organismos beneficiarios para determinar en qué momento
dejan de ser necesarios los equipos y el personal. Un plan de desmovilización debe contener
definiciones claras acerca de la atribución de responsabilidades. Se debe llevar a cabo lo antes
posible un informe de rendición de cuentas que podría incluir evaluaciones de la labor realizada
por cada miembro. Los problemas derivados de conflictos de personalidad deberán abordarse y
resolverse al margen de los informes oficiales, ya que sólo aportan confusión a éstos últimos. Se
deberá responder por el material. Por otra parte, habrá que documentar las lecciones aportadas
por las operaciones efectuadas para llevar a cabo un examen más amplio, formular comentarios y
aprovechar esa experiencia en actividades de formación y preparación.
• Los procedimientos de funcionamiento normalizados (SOP) son un elemento crucial en todas los
operaciones de emergencia. En las telecomunicaciones de emergencia se aplicarán esos proce-
dimientos, en especial para el formato y tratamiento de los mensajes, el empleo de canales
símplex, el funcionamiento de las repetidoras y la identificación de estaciones. En vez de
introducir nuevos procedimientos ad hoc que posiblemente no hayan sido puestos a prueba, es
preferible aplicar esos principios normalizados de funcionamiento.
El servicio de radioaficionados 65
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
• Los ejercicios deben incluir la activación de las redes de emergencia, la asignación de estaciones
móviles a los organismos beneficiarios, la elaboración y el tratamiento de los mensajes y la
utilización de equipos con alimentación de emergencia. En la medida en que lo justifiquen las
cargas de tráfico, podría ser necesario asignar estaciones de enlace para que reciban tráfico en una
red local y lo transmitan a otros lugares fuera de la zona. El valor de cada actividad dependerá en
gran medida de su evaluación minuciosa y de la aplicación de la experiencia adquirida.
– determinan los puntos fuertes, las capacidades y las limitaciones del suministro de las
comunicaciones de emergencia para mejorar la reacción ante una emergencia real,
– fomentan un mayor uso de modos digitales para transmitir un gran volumen de tráfico y
mensajes relacionados con el bienestar punto a punto,
– centran todas las energías en las comunicaciones del ARES en el plano local, en la utilización
y el reconocimiento de las comunicaciones tácticas y en los procedimientos del tráfico de
mensajes formales.
• El tratamiento del tráfico incluye la transmisión de mensajes entre personas que no pertenecen al
círculo de radioaficionados. Cuando las reglamentaciones lo permiten, las estaciones de radio-
aficionados pueden cursar el tráfico de esos terceros tanto en situaciones normales como en
épocas de catástrofe. Esas comunicaciones de servicio público convierten a los radioaficionados
66 El servicio de radioaficionados
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
en un recurso público valioso y proporcionan la capacitación más idónea para las telecomu-
nicaciones de emergencia. Si bien las estructuras de las redes de tráfico difieren en los distintos
países, el esbozo que se ofrece en la sección siguiente podría servir de ejemplo:
– La red táctica es la red de primera línea que se activa cuando se produce un incidente y suele
ser utilizada por un solo organismo gubernamental para establecer la coordinación con las
operaciones de los radioaficionados dentro de su jurisdicción. En un caso de catástrofe
podrían ponerse en marcha varias redes tácticas a la vez en función del volumen de tráfico y
del número de organismos que intervengan. En general, las comunicaciones abarcan el
tratamiento del tráfico y la movilización de recursos.
– Una red de recursos puede ser necesaria para buscar operadores y equipos a fin de apoyar las
operaciones de las redes tácticas. Si un incidente requiere más operadores o equipos, la red de
recursos se convierte en un lugar de registro para que los voluntarios se inscriban y reciban
sus asignaciones.
– Una red de control podría ser necesaria si aumenta la magnitud de las operaciones para
afrontar la catástrofe e intervienen más interlocutores en el incidente. Gracias a esta red, los
que gestionan el caso de catástrofe se pueden comunicar entre sí para resolver problemas que
surgen entre los organismos o en el interior de éstos, especialmente entre ciudades o dentro de
zonas de operaciones más amplias. Cabe la posibilidad de que con el paso del tiempo una red
de este tipo soporte una sobrecarga debido al elevado volumen de tráfico. En consecuencia,
podría se preciso crear un gran número de redes de control para satisfacer todas las
necesidades.
– Las redes cerradas funcionan con una estación de control de la red que vigila el flujo de las
comunicaciones. Cuando el volumen de tráfico es bajo o esporádico, no será necesario un
control de red. En una red abierta, las estaciones que participan anuncian su presencia y
permanecen a la escucha. Si surge tráfico, llaman directamente a otra estación después de
comprobar que el canal no está ocupado en ese momento. En una red cerrada, cualquier
estación que desee establecer un contacto llama a la estación de control de la red para solicitar
la autorización. La estación podrá autorizar directamente la comunicación en el canal de
llamada o asignar un canal de trabajo a las estaciones respectivas. Una vez que han finalizado
su comunicación, las estaciones participantes informan a la estación de control de la red en la
frecuencia principal. Para este tipo de operación es fundamental que la estación de control de
la red mantenga un registro de las actividades de todas las estaciones y de los canales de
trabajo asignados. De este modo, se garantizará la disponibilidad constante de todas las
estaciones para transmitir mensajes urgentes.
– Los procedimientos de disciplina de red y tratamiento de mensajes son conceptos funda-
mentales del funcionamiento de las redes de radioaficionados. Se deberá impartir formación
en materia de estaciones de control de red y otras funciones al máximo número posible de
operadores. Debido al carácter básicamente informal de las operaciones de los radio-
aficionados, es preciso prestar especial atención a los procedimientos utilizados para el
tratamiento de mensajes dentro de las distintas redes y entre ellas y entre el servicio de
radioaficionados y otras redes. Las redes de tráfico establecidas con carácter permanente
constituyen el medio ideal para garantizar un tratamiento eficaz de los mensajes en los casos
de emergencia.
– Las autoridades a cargo de las operaciones de intervención ante una catástrofe por lo general
instalan un centro de operaciones de emergencia (EOC) o puesto de mando (CP). El CP
controla esencialmente las actividades iniciales en las situaciones de emergencia y catástrofe
y generalmente es una entidad con mucha iniciativa que se crea espontáneamente. Las
primeras funciones del CP consisten en evaluar la situación, informar a un remitente e
identificar y solicitar los recursos adecuados. El centro de operaciones de emergencia
El servicio de radioaficionados 67
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
Para las personas que resulten afectadas por una catástrofe, el tráfico relacionado con la salud y el
bienestar adquiere suma importancia. La necesidad de comunicarse puede ser menos trágica que la
pérdida del hogar, pero en situaciones extremas la pérdida de servicios tan básicos como el acceso a un
teléfono resulta especialmente perjudicial. Tan sólo después de haber cursado el tráfico prioritario
correspondiente a los servicios de emergencia, el servicio de radioaficionados podría dedicarse a cursar el
tráfico relacionado con el bienestar, servicio destinado al público y que suelen necesitar los evacuados
que se encuentran en refugios u hospitales.
El tráfico entrante relacionado con la salud y el bienestar sólo deberá atenderse una vez que se haya
cursado todo el tráfico de emergencia y prioritario. Cuando se investiga sobre el bienestar en una zona
siniestrada es posible que se tarde tiempo en obtener respuestas a las preguntas a las que ya se podría
haber contestado mediante los circuitos restablecidos. Las estaciones instaladas en refugios, que sirven de
estaciones de control de la red, podrán intercambiar información en las bandas de ondas decamétricas
directamente con las zonas de destino cuando la propagación lo permita. También podrán tratar el tráfico
formal mediante operadores externos.
68 El servicio de radioaficionados
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
A pesar de la amplia gama de necesidades que surgen en una situación de catástrofe, los radioaficionados
no deberán tratar de efectuar ni aceptar tareas distintas que las previstas en los acuerdos concertados en
relación a la función que les corresponde en las operaciones de emergencia. Los radioaficionados
voluntarios no toman decisiones en las operaciones de rescate y no suelen estar calificados para asumir
otras responsabilidades distintas a las de su función de comunicar, ni autorizados a hacerlo. El servicio de
radioaficionados establece comunicaciones de apoyo a quienes efectúan directamente las operaciones de
emergencia. Los radioperadores con aptitudes en otras tareas como la búsqueda y el rescate o los primeros
auxilios y que formen parte de las organizaciones respectivas deben decidir con anticipación el papel que
desean cumplir en una operación.
• Un radioaficionado puede lanzar la alerta inicial de una emergencia empleando su equipo y sus
redes para informar sobre el incidente a los servicios de emergencia institucionales competentes.
Con su equipo portátil de ondas métricas o de radiocomunicaciones móviles, puede activar el
código del autoconmutador de un repetidor, para conectar el repetidor a la línea telefónica. Al
marcar un número de emergencia, el operador tiene acceso directo a los servicios corres-
pondientes.
• Tras una catástrofe, los hospitales y establecimientos similares podrían verse privados de
comunicaciones. Ello afecta en particular a la coordinación que se establece entre los distintos
agentes que prestan servicios de salud. En el interior de los hospitales, los operadores del ARES
podrían sustituir temporalmente un sistema de radiobúsqueda y mantener comunicaciones
interdepartamentales vitales. Los grupos de emergencia de radioaficionados locales tendrán que
prepararse con antelación para atender las comunicaciones de los hospitales, y los grupos del
ARES deben familiarizarse con las estructuras de comunicación cuya sustitución podrían
solicitarle.
• El derrame de productos químicos y otros incidentes con materiales peligrosos pueden exigir la
evacuación de residentes y la coordinación entre el lugar del siniestro y los sitios de evacuación o
refugios. El término «materiales peligrosos» (HAZMAT, hazardous materials) se refiere a
sustancias o materiales que si se vierten de manera incontrolada puedan resultar nocivos para las
personas, los animales, las cosechas, las redes de abastecimiento de agua u otros elementos del
entorno. Entre ellos figuran gases explosivos, inflamables y combustibles, materiales líquidos y
sólidos, sustancias oxidantes, tóxicas e infecciosas, materiales radioactivos y agentes corrosivos.
El primer problema que se plantea con estos materiales cuando se produce un incidente es el de
determinar la naturaleza y cantidad de los productos químicos derramados. Varios organismos
mantienen registros de materiales peligrosos para facilitar rápidamente indicaciones de los riesgos
relacionados con sustancias que en potencia son peligrosas, pero no se dispondrá de esta
información vital a no ser que las comunicaciones puedan establecerse inmediatamente. Se podrá
pedir a los operadores del ARES que establezcan comunicaciones con esos organismos. Las
instrucciones escritas de los grupos del ARES deberán, por lo tanto, contener datos sobre las
fuentes posibles y reales de información así como sobre las marcaciones normalizadas de los
productos peligrosos y los procedimientos de seguridad básicos.
El servicio de radioaficionados 69
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
Desde el punto de vista reglamentario, se deben distinguir dos casos. Si los dos extremos del
radioenlace se encuentran dentro de un solo país, el tráfico del tercero estará sujeto a la regla-
mentación nacional. Si el mensaje es originado por un radioaficionado en un país pero está
destinado a un tercero que se encuentra en otro país, tendrán que respetarse además las dispo-
siciones del Reglamento de Radiocomunicaciones (RR) de la UIT relativas al tráfico internacional
de terceras personas. El Reglamento estipula que ese tráfico está autorizado únicamente si existe un
acuerdo bilateral entre las administraciones nacionales interesadas, o en casos de operaciones de
emergencia y de capacitación en las mismas. Algunas administraciones podrían tolerar el tráfico de
terceros o concertar acuerdos temporales si este tipo de tráfico presenta un interés público, por
ejemplo, cuando otros canales de comunicaciones han sido interrumpidos.
Los operadores deberán tener presente que, según una norma general de las radiocomunicaciones,
no se aplicarán temporalmente los reglamentos administrativos cuando esté en juego la seguridad
de la vida humana y los bienes. La Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones (CMR-03,
Ginebra, 2003) modificó el Artículo 25 del Reglamento de Radiocomunicaciones, que regula el
servicio de radioaficionados, con el fin de autorizar el tráfico de terceros en las operaciones de
emergencia y las actividades de capacitación correspondientes.
70 El servicio de radioaficionados
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
CAPÍTULO 6
Radiodifusión
6.1 Radiodifusión
La radiodifusión (sonora y de televisión) es un medio muy poderoso para ofrecer información y
asesoramiento al público en general. La reglamentación nacional y las costumbres varían de un lugar a
otro con respecto a la manera en que se debe facilitar información al público.
Es esencial que los gobiernos comprendan que los periodistas están capacitados para recopilar y difundir
información, de tal forma que si el vocero da información imprecisa o desactualizada, los periodistas
tratarán de investigar y encontrarán por su cuenta los datos que necesitan. Si los detalles del
acontecimiento en cuestión provienen únicamente del periodista independiente, los ciudadanos estimarán
que las autoridades públicas reaccionan de manera lenta e incompetente. Dado que esto puede tener
repercusiones negativas después del suceso, es importante ponerse en contacto con los medios lo más
pronto posible y ofrecerles información precisa y oportuna.
Hoy en día los periodistas desean estar presentes «en el lugar del siniestro». Por lo general citan a
comentaristas próximos al lugar del hecho y no a los situados en los estudios de la capital. Por este
motivo, las autoridades estatales deben adherirse a esta tendencia levantando «campamentos de prensa»
cercanos al lugar de los sucesos pero alejados de la «zona de riesgo». Los medios de información
necesitan ubicar sus cámaras (de preferencia desde donde puedan observar la zona de riesgo) y vehículos
en un lugar seguro. La creación de un sitio para instalar a voceros bien informados y en donde se tenga
acceso a alimentos, bebidas, energía eléctrica y telecomunicaciones de banda ancha constituirá un
estímulo para que los medios obtengan información desde fuentes correctas y no desde ciertas fuentes
uniformes y nada fiables.
Otro enfoque puede ser el sistema de alerta de emergencia (EAS) aplicado en los Estados Unidos. Las
estaciones de radiodifusión se conectan al sistema de comunicación de datos del EAS ya sea por orden del
gobierno o mediante una participación voluntaria. En caso de emergencia, se envía una ráfaga de datos a
las estaciones de radio y televisión de los países en cuestión. En la mayoría de los casos, esos datos
interrumpen la programación habitual y el mensaje se puede leer mediante un decodificador disponible
comercialmente. Se interrumpe incluso, con un mensaje de alerta especial, la música trasmitida por radio.
En la mayor parte de los países se utiliza actualmente este servicio para advertir a los conductores acerca
de las condiciones de tráfico en las carreteras. En el caso de la televisión, aparece una tira de texto con
anuncios claros que se desplaza horizontalmente por la pantalla.
Con el sistema de «exclusión facultativa» («opt out») las estaciones locales de radio pueden ser
controladas en forma automática por la noche desde otro estudio, por ejemplo, uno situado en la capital.
Por lo general las estaciones locales de radio se controlan mediante un reloj que se conecta con el estudio
principal a la hora de las noticias y continúa transmitiendo la programación local en otros horarios.
Gracias a este sistema, el estudio principal puede mantener conectada la estación local al estudio de
Radiodifusión 71
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
noticias mientras dure la transmisión de los anuncios relacionados con una emergencia. El problema que
puede plantearse es que la estación local de radio incumpla sus compromisos de transmitir los anuncios
comerciales programados y, por lo tanto, pierda ingresos. Hay que llegar, por consiguiente, a algún tipo
de acuerdo previo.
Con el fin de garantizar la prestación del servicio a todo momento, los planificadores deben prever
sistemas de alimentación de reserva y comunicaciones seguras en los transmisores de radiodifusión y sus
estudios.
Se pueden instalar de manera rápida y a bajo costo de estaciones de radiodifusión móviles en las áreas
afectadas. Para tener acceso a ellas, la población local debe disponer de equipos alimentados con batería o
incluso con generadores. Es una manera eficaz de llegar a muchas personas en el menor tiempo posible.
Sin embargo, se deben tener en cuenta muchas consideraciones políticas.
72 Radiodifusión
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
CAPÍTULO 7
7 Avances recientes
En la presente sección se resumen los nuevos métodos de gestión de la información durante las
catástrofes o ante la inminencia de una catástrofe.
a) En anteriores capítulos sobre redes móviles se examinó la radiodifusión celular. Cada vez más se
utiliza el servicio SMS-CB (servicio de mensajes cortos con difusión en células) para difundir
información. Con este servicio aparece en las pantallas de los teléfonos móviles, en los idiomas
seleccionados, un mensaje corto seguido de un tono de alerta. Entre las ventajas de SMS-CB
frente a la SMS normal pueden mencionarse las siguientes:
– Los mensajes llegan a todos al mismo tiempo en 20 segundos.
– La transmisión se efectúa por canales de radiodifusión especializados, por lo cual no causa
sobrecarga a la red ni queda afectada por ella.
– El emisor del mensaje puede determinar el tamaño de la zona de alerta seleccionando una o
varias células.
b) La organización internacional denominada Asociación de Sistemas de Alerta Celulares de
Emergencia (CEASA) tiene como finalidad desarrollar e instalar una red de sistemas de alerta
que operen en sentido gobierno a ciudadanos para transmitir mensajes a los usuarios mediante la
radiodifusión celular.
c) La telefonía por IP está cada día más difundida. No hay que olvidar que el funcionamiento de
aplicaciones normales por Internet, como el correo electrónico y el navegador, no se ve afectado
por retrasos en la red. En cambio, la voz, muy sensible a los retrasos, podría dar lugar a
comunicaciones entrecortadas e ininteligibles. A diferencia de lo que ocurre en las redes
tradicionales, se pueden almacenar los paquetes de IP en encaminadores, en espera del momento
de transmisión. Durante una emergencia, una sobrecarga podría hacer que las filas de espera sean
largas y que se pierdan algunos paquetes. La telefonía por IP no utiliza el protocolo TCP
(protocolo de control de transmisión) para solicitar un nuevo paquete, lo que da como resultado
una comunicación entrecortada. La única forma de evitarlo es recurrir a una red IP bien
gestionada que mantenga la sobrecarga y los retrasos en un mínimo.
d) DVB
La difusión de vídeo digital (DVB) emplea satélites de televisión para suministrar acceso a
Internet. Tiene la ventaja de que es mucho más barata que los sistemas convencionales pero,
como todos los sistemas basados en IP, está sujeta a los inconvenientes de las horas de gran
actividad. En otras palabras, se puede emplear, aunque con algunas dificultades, en casos de
emergencia.
e) ISTOS
La red de área amplia ISTOS (sistema operacional de tecnologías espaciales integradas) es una
concepción de ESA (Agencia Espacial Europea). Está diseñada para mejorar el uso de las
tecnologías espaciales por parte de usuarios que trabajan en el campo de la gestión de situaciones
de emergencias, permitiendo la interconexión eficaz de los usuarios de aplicaciones de
emergencia y proveedores de servicios y datos por medio de tecnologías del espacio para las
telecomunicaciones, la observación terrestre y la navegación.
Anexo Técnico
1 Introducción
En la Parte 1 de este Manual se presentan al lector las definiciones y las consideraciones de política
global relativas a las comunicaciones de socorro en situaciones de catástrofe. Tras este examen general, se
invitó al lector a considerar las directrices más específicas exigidas para explotar una red de telecomuni-
caciones de emergencia como figura en la Parte 2 concebida para el personal de operaciones.
Con el fin de mejorar el orden de las ideas que figuran en las Partes 1 y 2, las fórmulas y los detalles
técnicos se refunden en la Parte 3. Ello permitió que las dos partes anteriores se redactaran en estilo
narrativo. Además, la lectura del texto es más amena para los proyectistas y los responsables de formular
políticas que precisan una visión de conjunto de problemas, soluciones y técnicas relacionadas con las
telecomunicaciones de emergencia.
• Métodos de radiocomunicaciones.
Además, se dispone de una serie de referencias bibliográficas que permitirán al lector consultar una
amplia gama de fuentes históricas. Se facilitará también información sobre las fuentes útiles de
información adicional a partir de la cual es posible ampliar los temas que se plantean con más brevedad
en el presente Manual.
En las conclusiones se adjunta un apéndice con distintos documentos útiles procedentes de diversas
fuentes originales.
Introducción 77
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
Las comunicaciones en ondas decamétricas, sea telefonía BLU o telegrafía Morse, no suelen precisar
infraestructuras de retransmisión u otro tratamiento de la señal. Las comunicaciones suelen ser un enlace
directo entre la estación de origen a la de destino. Cuando se trata de distancias mayores de 2 000 km, o
cuando las condiciones de propagación son deficientes, las estaciones de base o las estaciones
retransmisoras pueden utilizarse para facilitar la comunicación pero es posible que no sea necesario.
el transporte y la movilidad. Por ejemplo, una estación terrena de satélite que se ha de instalar en
plataformas podría requerir la utilización de un equipo de tratamiento especial para la carga y descarga de
un avión. Este tratamiento podría estar disponible en el lugar de origen pero no necesariamente en el lugar
de desembarco.
Además, una vez que el sistema de comunicaciones se descarga en el aeropuerto disponible más cercano,
el transporte de tierra necesitará llevarlo a la zona de catástrofe. Los camiones y el equipo de carga suelen
funcionar plenamente en el lugar de la catástrofe y podrían no estar disponibles en un aeropuerto.
Un tercer factor que hay que tener en cuenta es la situación de las carreteras que se dirigen al lugar de la
catástrofe. En muchos casos, es posible que el equipo de comunicaciones no se pueda trasladar a una zona
en la que se necesita debido a la presencia de obstáculos.
2.4 Interfuncionamiento
Es importante tener en cuenta la capacidad de comunicación con las organizaciones locales de protección
pública tales como: policía, bomberos y servicios médicos, así como el ejército local, las organizaciones
de ayuda internacional en situaciones de catástrofe y los países vecinos.
Pueden producirse circunstancias en las que una estación podría comunicarse con otra estación en la zona
de catástrofe. Esta característica trasciende de la estructura formal y permite establecer comunicaciones
específicas al destinatario concreto sin que se produzcan retrasos y sin que exista la posibilidad de
interpretaciones erróneas por parte de los intermediarios. Desafortunadamente, en otras circunstancias se
necesitan canales separados para los distintos grupos de estaciones y resultaría difícil por no decir poco
práctico para todos permanecer en un solo canal.
Las constelaciones de LEO pueden utilizarse para una retransmisión continua en tiempo real. Ello
requiere un número suficiente de satélites para garantizar que al menos uno permanece continuamente
visible en un punto de la Tierra. Además, se debe contar con un método de interconexión de redes de
satélites sea por medio de enlaces entre satélites (satélite a satélite) o por medio de estaciones terrenas
situadas en todo el mundo.
La elección entre la utilización del sistema INMARSAT o la red VSAT depende de los requisitos
particulares de las telecomunicaciones para el sistema. Muchos factores variables influenciarán en la
elección de un sistema u otro: costo, movilidad y necesidad de utilizar volumen alto. Además, la
capacidad del sistema para apoyar varios modos de comunicación, entre ellos: la señal vocal de calidad
normalizada, los datos de ordenador, (conexiones interconectadas o independientes por correo
electrónico), facsímil, mensajes de texto únicamente y videoconferencia.
Inmarsat proporciona capacidades de comunicaciones por satélite móviles mundiales con varias ventajas
a la hora de soportar las tareas preparativas para hacer frente a situaciones de catástrofe y operaciones de
socorro. Los terminales Inmarsat son autosuficientes y pueden ser operativos en el plazo de 5-10 minutos
tras llegar a la zona de catástrofe. Son independientes de las infraestructuras de telecomunicaciones
locales y pueden funcionar con fuentes de alimentación de baterías o generador. Los sistemas Inmarsat
pueden configurarse para proporcionar comunicaciones entre dos equipos de socorro independientes que
trabajan en la misma localidad o para proporcionar enlaces directos a organismos de ayuda en caso de
catástrofe y suministradores de material a nivel mundial. Un detalle importante es que el equipo de
Inmarsat es muy fácil de operar y puede ser montado y manejado por personal sin cualificar siguiendo las
instrucciones que vienen con las unidades. Los equipos son compactos y livianos y algunos modelos se
pueden transportar a mano.
La constelación de satélites primarios de Inmarsat consiste en cuatro satélites Inmarsat I-3 situados en la
órbita de los satélites geoestacionarios. Puede instalarse un quinto vehículo espacial para proporcionar
capacidad de soporte adicional a la existente hasta ahora. Los haces «globales» principales de los satélites
proporcionan una cobertura con superposición de toda la superficie de la Tierra salvo las zonas polares.
Por consiguiente, con la cobertura ofrecida por Inmarsat ha sido posible ampliar el alcance de las redes
alámbricas y celulares terrenales a casi cualquier punto situado sobre la superficie de nuestro planeta.
Cobertura de Inmarsat en M4
Región del Océano Pacífico Región oriental del Océano Atlántico
Un satélite geoestacionario sigue una órbita circular situada en el plano del Ecuador a una altura
de 35 600 km, de manera que parece que se mantiene inmóvil sobre un punto concreto situado sobre la
superficie de la Tierra. Tres de estos satélites son suficientes para cubrir la mayoría de la superficie del
globo y los usuarios móviles raramente tienen que conmutar de un satélite a otro. Otros sistemas móviles
por satélite utilizan un mayor número de satélites en órbitas más bajas no geoestacionarias. Desde el
punto de vista del usuario, se desplazan a través del cielo a una velocidad relativamente elevada y ello
exige que a menudo haya que conmutar de un satélite a otro en medio de la comunicación, lo que
aumenta el riesgo de que se interrumpa la llamada.
Los satélites se controlan desde el Centro de Control de Satélites (SCC) situado en la sede central de
Inmarsat en Londres. Los equipos de control son responsables del mantenimiento en posición de los
satélites por encima del Ecuador y de asegurar que los sistemas a bordo del vehículo espacial están
plenamente operativos en cualquier instante.
Los datos sobre el estado de los nueve satélites de Inmarsat llegan al SCC a través de cuatro estaciones de
seguimiento, telemedida y control (TTC) situadas en Fuchino, Italia; Pekín, China; Lake Cowichan,
Canadá occidental; y Pennant Point, Canadá oriental. También hay una estación de reserva situada en Eik,
Noruega.
Una llamada procedente de un terminal móvil de Inmarsat se dirige directamente hacia el satélite más
cercano que la reencamina a una estación de cabecera situada en la superficie denominada estación
terrena terrestre (ETT). Desde ahí la llamada pasa a la red telefónica pública.
Los satélites Inmarsat I-3 están soportados por cuatro satélites Inmarsat-2, de la generación anterior,
también geoestacionarios.
Una ventaja fundamental de los satélites Inmarsat I-3 sobre sus predecesores es su capacidad de generar
un cierto número de haces puntuales así como un gran haz global único. Los haces puntuales concentran
potencia adicional en zonas de alta demanda y hacen posible que se pueda proporcionar servicios
convencionales a terminales más pequeños y sencillos.
Lanzados a principios de los 90 los cuatros satélites de segunda generación fueron construidos con las
especificaciones de Inmarsat por un grupo internacional encabezado por British Aerospace (actualmente
sistemas BAE).
Los satélites I-2 con estabilización triaxial fueron diseñados para una vida útil de 10 años. Inmarsat-2 F1
fue lanzado en 1990 y está situado actualmente sobre el Océano Pacífico, proporcionando una capacidad
arrendada. El F2, lanzado en 1991, se encuentra sobre el Atlántico occidental y proporciona una
capacidad arrendada actuando, además, como satélite de reserva de Inmarsat I-3 F4. El F3 se puso en
órbita también en 1991 y se encuentra sobre el Océano Pacífico proporcionando igualmente una
capacidad arrendada y sirviendo de reserva a Inmarsat I-3 F3. El cuarto satélite Inmarsat-2 fue lanzado
en 1992 y se utilizó para proporcionar capacidad arrendada sobre el Océano Índico y servir de reserva a
los satélites Inmarsat I-3 F1 e Inmarsat I-3 F3.
Lanzado en 1996-8, los satélites Inmarsat I-3 fueron construidos por Lockheed Martin Astro Space
(actualmente Lockheed Martin Missiles & Space) de Estados Unidos de América, responsable del
vehículo espacial básico, y European Matra Marconi Space (actualmente Astrium), que diseñó la carga
útil de comunicaciones.
La carga útil de comunicaciones del sistema Inmarsat I-3 puede generar un haz mundial y un máximo de
siete haces puntuales que se orientan de la manera necesaria para proporcionar una capacidad adicional de
comunicaciones disponible en zonas donde la demanda de los usuarios es elevada.
Inmarsat I-3 F1 fue lanzado en 1996 para cubrir la Región del Océano Índico. En los dos años siguientes
entró en servicio F2 sobre la Región Oriental del Océano Atlántico, seguido de F3 (Región del Océano
Pacífico), F4 (Región Occidental del Océano Atlántico) y F5 (servicios limitados con un solo haz puntual,
sistema de reserva y capacidad arrendada).
Respondiendo a la creciente demanda de los usuarios empresariales de los servicios móviles por satélite
para acceso a Internet a alta velocidad y conectividad multimedios, Inmarsat ha construido su cuarta
generación de satélites.
La empresa concedió al fabricante europeo de vehículos espaciales Astrium el contrato para construir los
tres satélites del sistema Inmarsat I-4. Astrium es una empresa europea que incluye la antigua Matra
Marconi Space, que construyó los satélites de Inmarsat I-2 y la carga útil para los satélites Inmarsat I-3.
El cometido de los satélites será soportar la nueva red de área mundial de banda ancha (BGAN) que
actualmente tiene previsto entrar en servicio en 2005 ofreciendo contenido y soluciones Internet e
Intranet, vídeo por demanda, videoconferencia, facsímil, correo electrónico, telefonía y acceso LAN a
velocidades de hasta 432 kbit/s a casi cualquier parte del mundo. BGAN también será compatible con los
sistemas celulares de tercera generación (3G).
Los satélites, que serán los satélites de comunicaciones comerciales más grandes del mundo, serán
100 veces más poderosos que la actual generación y BGAN proporcionará al menos una capacidad de
comunicaciones 10 veces superior a la que ofrece la actual red de Inmarsat.
El vehículo espacial será construido en su mayor parte en el Reino Unido. El bus será ensamblado en la
factoría que tiene Astrium en Stevenage y la carga útil en Portsmouth. En Toulouse, Francia, se acoplarán
las dos secciones, así como la antena construida en Estados Unidos de América y los paneles solares
fabricados en Alemania.
Inmarsat mini-M
Inmarsat mini-M proporciona servicios vocales y de datos a 2,4 kbit/s (ó 9,6 kbit/s utilizando compresión)
en los haces puntuales Inmarsat. Propone la solución ideal para llamadas particulares cuando se conecta
un teléfono de pago o una extensión para la tripulación.
Inmarsat C
Inmarsat mini-C
Inmarsat mini-C ofrece las mismas funciones primarias que Inmarsat C a través de un terminal de menor
potencia y más económico. También es compatible con el SMSSM y satisface los requisitos de los
Sistemas de Alerta de Seguridad en los Barcos (SSAS).
Inmarsat D+
Se trata de un servicio de comunicaciones de datos bidireccional prestado por equipos del tamaño de un
reproductor de CD personal. Con un GPS integral, Inmarsat D+ puede utilizarse para vigilancia a
distancia, seguimiento de flota y difusión de información a cortas distancias. Satisface los requisitos de
los Sistemas de Alerta de Seguridad de Barcos (SSAS).
Inmarsat E/E+
Aplicaciones: SMSSM.
Inmarsat A
El sistema Inmarsat A proporciona una conexión telefónica de marcación directa bidireccional, incluidas
comunicaciones vocales de alta calidad, facsímil, télex, correo electrónico y datos, dirigidas a, y
procedentes de, cualquier parte del mundo con excepción de los polos. También proporciona las
capacidades de comunicaciones de socorro. Se basa en tecnología analógica y soporta velocidades de
datos comprendidas entre 9,6 kbit/s y 64 kbit/s dependiendo de los diferentes elementos de la conexión de
extremo a extremo.
Inmarsat B
Este sistema sigue siendo el servicio fundamental para la industria marítima. Soporta servicios vocales, de
datos a velocidades entre 9,6 kbit/s y 64 kbit/s, télex y facsímil, además de telefonía y servicios de
socorro y seguridad.
Inmarsat M
Proporciona servicios vocales y de datos a 2,4 kbit/s mundiales con antenas de tamaño medio.
Los servicios de los satélites Inmarsat están disponibles en todo el mundo a través de una red de unos
100 proveedores de servicio. Algunos de ellos también explotan estaciones terrenas terrestres de Inmarsat.
Existen aproximadamente 40 de estas estaciones en 31 países. Dichas estaciones reciben y transmiten
comunicaciones a través de los satélites Inmarsat y proporcionan la conexión entre el sistema de satélites
y las redes de comunicaciones fijas.
2.5.2.2 VSAT
Los terminales de muy pequeña abertura (VSAT, very small aperture terminal) constituyen una técnica
de comunicaciones por satélite que utiliza antenas terrenas pequeñas, por lo general de 0,9 y 1,8 metros
de diámetro, para señales vocales, datos, audio, vídeo, multimedios y transmisión de servicios de banda
ancha fiables. Los servicios VSAT constituyen una red compuesta de una serie de puntos remotos
conectados a un centro de control manual que, a su vez, se conecta a través del espacio con un centro de
datos o procesador central: la estación central y un gran número de emplazamientos distribuidos
geográficamente. Una de las diversas aplicaciones de esta técnica es Internet por satélite.
Los cambios en la tecnología han llevado a una reducción del tamaño de la antena y han disminuido el
coste y el tamaño de los equipos electrónicos, aumentado las anchuras de bandas y permitido mejores
capacidades de administración.
Cuando el requisito de comunicación consiste en proporcionar un enlace a larga distancia entre dos o más
nodos de una red fija, un usuario podría seleccionar VSAT para esa anchura de banda garantizada a
tiempo completo. Por ejemplo, algunos proveedores del servicio Internet en Sudamérica y África
conectan su encaminador al Internet principal mediante un enlace de alta velocidad a tiempo
completo VSAT.
VSAT puede proporcionar una sola plataforma de comunicaciones capaz de ofrecer servicios a un país o
región en su totalidad. En el caso de aplicaciones semipermanentes o permanentes con un gran volumen
de tráfico, probablemente VSAT sea la mejor opción para el servicio de telecomunicaciones.
En el caso de terminales VSAT, el tiempo fijado varía de 30 minutos a 3 horas según la complejidad del
sistema.
La difusión de redes VSAT en el servicio fijo por satélite (SFS) con estaciones terrenas de antenas
pequeñas en emplazamientos distantes, tales como las terrazas de los edificios de oficinas, los hoteles, los
centros comerciales y otros emplazamientos útiles, ha estimulado la creación de antenas que son todavía
más pequeñas que las VSAT y que suelen tener una abertura real inferior a 1 m. Por lo general, se deno-
minan terminales de abertura ultra pequeña (USAT, ultra small aperture terminals). La discriminación de
la antena se deteriora de manera natural a medida que disminuye su tamaño.
El servicio de satélites proporciona banda ancha y acceso directo a la estructura básica de Internet para
recepción y/o recepción-transmisión de la información a través de Internet. Se utilizan conexiones punto a
multipunto que emplean técnicas de retransmisión de trama de alta velocidad, así como conexiones de
satélite normalizadas de un solo canal por portadora (SCPC), o bien se pueden utilizar los dos sistemas
con fines de redundancia.
3 Métodos de radiocomunicación
3.1 Frecuencias
Las frecuencias radioeléctricas deben seleccionarse de acuerdo con los requisitos de propagación,
atribución al servicio para el que se utilizan y en conformidad con el reglamento de concesión de licencias
del país en el que funciona la estación.
Ejemplo 1: Una estación de aficionado con licencia para funcionar en el país puede utilizar una
frecuencia de 7050 kHz para comunicarse por ondas ionosféricas con una estación situada a 300 km,
puesto que esta frecuencia está comprendida dentro de la atribución al servicio de aficionados de 7 MHz.
Ejemplo 2: Una estación móvil terrestre autorizada para funcionar en un país y asignada a una frecuencia
de operación de 151,25 MHz podría utilizar esta frecuencia para comunicarse hasta unos 60 km aproxi-
madamente con otras estaciones autorizadas.
170°
170°
160° 140° 120° 100° 80° 60° 40° 20° 0° 20° 40° 60° 80° 100° 120° 140° 160° 180°
C B A
75° 75°
0° 0°
20° 20°
30° 30°
40° 40°
REGIÓN 3 REGIÓN 3
C B A
60° 60°
170°
170°
160° 140° 120° 100° 80° 60° 40° 20° 0° 20° 40° 60° 80° 100° 120° 140° 160° 180°
La parte sombreada representa la Zona Tropical definida en los números 5.16 a 5.20 y 5.21.
5-01
Métodos de radiocomunicación 87
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
Cuadro 1 – Atribución a los servicios de aficionados, fijos y móviles (simplificado, notas omitidas)
88 Métodos de radiocomunicación
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
Cuadro 1 – Atribución a los servicios de aficionados, fijos y móviles (simplificado, notas omitidas)
(continuación)
Región 1 Región 2 Región 3
15 800-16 360 FIJO
17 410-17 480 FIJO
18 030-18 068 FIJO
18 068-18 168 AFICIONADO AFICIONADO-SATÉLITE
18 168-18 780 FIJO MÓVIL excepto móvil aeronáutico
19 020-19 680 FIJO
19 800-19 990 FIJO
20 010-21 000 FIJO Móvil
21 000-21 450 AFICIONADO AFICIONADO-SATÉLITE
21 850-21 924 FIJO
22 855-23 000 FIJO
23 000-23 200 FIJO MÓVIL excepto móvil aeronáutico (R)
23 200-23 350 FIJO
23 350-24 000 FIJO MÓVIL excepto móvil aeronáutico
24 000-24 890 FIJO MOBILE TERRESTRE
24 890-24 990 AFICIONADO AFICIONADO-SATÉLITE
25 010-25 070 FIJO MÓVIL excepto móvil aeronáutico
25 210-25 550 FIJO MÓVIL excepto móvil aeronáutico
26 175-27 500 FIJO MÓVIL excepto móvil aeronáutico
27,5-28 FIJO MÓVIL
28-29,7 AFICIONADO AFICIONADO-SATÉLITE
29,7-47 FIJO MÓVIL
47-50 FIJO MÓVIL 47-50 FIJO MÓVIL
50-54 AFICIONADO
54-68 Fijo Móvil 54-68 FIJO MÓVIL
68-74,8 FIJO 68-72 Fijo Móvil 68-74,8 FIJO MÓVIL
MÓVIL excepto móvil aeronáutico 72-73 FIJO MÓVIL
74,6-74,8 FIJO MÓVIL
75,2-87,5 FIJO 75,2-75,4 FIJO MÓVIL
MÓVIL excepto móvil aeronáutico 75,4-76 FIJO MÓVIL 75,4-87 FIJO MÓVIL
76-88 Fijo Móvil
87-100 FIJO MÓVIL
137-138 FIJO MÓVIL excepto móvil aeronáutico (R)
138-144 FIJO MÓVIL 138-144 FIJO MÓVIL
144-146 AFICIONADO AFICIONADO-SATÉLITE
146-148 FIJO 146-148 AFICIONADO 146-148 AFICIONADO
MÓVIL excepto móvil aeronáutico (R) FIJO MÓVIL
148-149,9 FIJO 148-149,9 FIJO MÓVIL
MÓVIL excepto móvil aeronáutico (R)
150,05-174 FIJO 150,05-174 FIJO MÓVIL
MÓVIL excepto móvil aeronáutico
174-216 Fijo Móvil 174-223 FIJO MÓVIL
216-220 FIJO
220-225 AFICIONADO
Métodos de radiocomunicación 89
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
Cuadro 1 – Atribución a los servicios de aficionados, fijos y móviles (simplificado, notas omitidas)
(fin)
3.2 Propagación
Las señales radioeléctricas son ondas electromagnéticas que se desplazan a través de la atmósfera de la
Tierra y se dirigen al espacio. Estas ondas se propagan por medio de mecanismos diferentes, tales como
onda de superficie, onda directa o espacial (línea de visibilidad directa), difracción (propagación en filo
de cuchillo), refracción ionosférica (onda ionosférica), refracción troposférica y conducto troposférico. La
propagación ionosférica varía en función de la hora del día, la estación del año, la actividad solar (número
90 Métodos de radiocomunicación
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
Ionosfera
Segundo
Zona de salto
silencio
Segunda zona
de silencio
Distancia de salto Distancia de
doble salto
Ondas de
superficie
Métodos de radiocomunicación 91
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
Las señales radioeléctricas se propagan más allá de la línea óptica de visibilidad directa como si la Tierra
fuera 4/3 su tamaño real. El horizonte radioeléctrico para las señales de ondas métricas y decimétricas se
aproxima a:
D = 4,124 h–2
donde:
D: distance in kilometers
h–2: square root of the antenna height above ground in meters
Free-space propagation loss may be calculated using Recommendation ITU-R P.525.
92 Métodos de radiocomunicación
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
Figura 6 – La ionosfera está compuesta de varias regiones de partículas ionizadas a diferentes alturas
por encima de la Tierra. Por la noche, las regiones D y E desaparecen. Las regiones F1 y F2
se fusionan para formar una sola región F por la noche
IONOSFERA
POR LA NOCHE
LAS CAPAS F 1 Y F 2
HORARIO SE FUSIONAN
NOCTURNO
CAPA F
Métodos de radiocomunicación 93
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
CAPA F2
CAPA F1
CAPA E
Si hay un transmisor que dé servicio a varios receptores distribuidos al azar (por ejemplo, en el servicio
móvil), se calcula el campo en un punto situado a una determinada distancia del transmisor mediante la
siguiente expresión:
30 p
e =
d
donde:
e : valor eficaz de la intensidad de campo (V/m) (véase Nota 1)
p : potencia isótropa radiada equivalente (p.i.r.e.) del trasmisor en la dirección del punto
considerado (W)
d : distancia del transmisor al punto considerado (m).
Es posible prever la propagación móvil terrestre de punto a zona para las ondas métricas (10-600 km) y
para las ondas decimétricas (1-100 km) a través de la Recomendación UIT-R P.529.
Cuando se trata de un enlace punto a punto, es preferible calcular la atenuación en el espacio libre
entre las antenas isótropas, denominada también pérdida básica de transmisión en el espacio libre
(símbolos: Lbf o A0), de la siguiente manera:
4π d
Lbf = 20 log dB
λ
94 Métodos de radiocomunicación
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
donde:
Lbf : pérdida básica de transmisión en el espacio libre (dB)
d: distancia
λ: longitud de onda
d y λ se expresa en las mismas unidades.
donde:
f: frecuencia (MHz),
d: distancia (km).
Se puede prever la propagación de punto a zona en las frecuencias 150 MHz – 40 GHz para distancias
superiores a 200 km a través de la Recomendación UIT-R P.530.
Sobre la base de la propagación en el espacio libre, es posible utilizar las fórmulas de conversión
siguientes:
E = Pt – 20 log d + 74,8
Pr = E – 20 log f – 167,2
Pérdida de transmisión básica en el espacio libre para una potencia isótropa transmitida e intensidad de
campo dadas:
S = E – 145,8
donde:
Pt : potencia isótropa transmitida (dB(W))
r: potencia isótropa recibida (dB(W))
E: intensidad de campo eléctrico (dB(µV/m))
f: frecuencia (GHz)
d: longitud del trayecto radioeléctrico (km)
Lbf : pérdida básica de transmisión en el espacio libre (dB)
S: densidad de flujo de potencia (dB(W/m2)).
Para más información sobre propagación punto a punto con visibilidad directa véase la Recomen-
dación UIT-R P.530.
Métodos de radiocomunicación 95
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
La antena convierte la energía eléctrica en ondas radioeléctricas y viceversa, lo que permite que una
comunicación radioeléctrica bidireccional sea posible con una sola antena.
El éxito de las comunicaciones depende fundamentalmente de la antena. Una buena antena puede hacer
que un receptor normal funcione bien y que la potencia del transmisor parezca superior. Como se utiliza
la misma antena para transmitir y recibir, cualquier mejora realizada en la misma hará que la señal sea
más fuerte en los puntos de recepción deseados. Algunas antenas funcionan mejor que otras y, por lo
tanto, resulta útil probar distintos modelos.
4.2.1 Seguridad
Para instalar un sistema de antenas lo primero que se debe tener en cuenta es la seguridad.
Una antena o línea de transmisión no se debe instalar nunca por encima de las líneas de distribución de
energía eléctrica. Una antena vertical no se debe situar nunca donde se pueda caer sobre líneas eléctricas.
Si las líneas de energía entran en contacto con la antena puede haber peligro de electrocución.
Las antenas deben instalarse lo suficientemente altas por encima del suelo para garantizar que nadie
pueda tocarlas. Cuando el transmisor se activa, la elevada potencia que se transfiere a los extremos de una
antena podría causar la muerte o producir graves quemaduras de RF a quien la toque.
Se debe colocar un pararrayos sobre la línea de transmisión en el punto de entrada al edificio que contiene
el equipo de transmisión y recepción. Por razones de seguridad, es necesaria una conexión a tierra y el
cable utilizado con ese fin debe ser un conductor de tamaño equivalente a un cable de 2,75 mm de
diámetro como mínimo. El cable de aluminio pesado utilizado para las tomas de tierra de las antenas de
televisión es satisfactorio. La malla de cobre de 20 mm de ancho es también apropiada. La conexión de
puesta a tierra podría realizarse en un sistema metálico de tuberías de agua en el armazón metálico
subterráneo del edificio, o en una o varias varillas subterráneas de 15 mm de diámetro llevadas a una
profundidad de 2,5 metros como mínimo.
La instalación de la antena a veces requiere que una persona suba a una torre, un árbol o un tejado.
Trabajar solo no es seguro. Cada movimiento debe planificarse con antelación. Una persona subida en
una escalera, torre, árbol o tejado debe llevar siempre un cinturón de seguridad y asegurarse de estar bien
atado. Antes de utilizarlo, se debe comprobar minuciosamente que el cinturón de seguridad no tiene
cortes ni zonas desgastadas. El cinturón facilitará la instalación de la antena y, al mismo tiempo, evitará
caídas accidentales. Es también muy importante que en el equipo de seguridad se disponga de un casco
duro y gafas de seguridad.
Las herramientas no deben llevarse en la mano mientras se está subiendo, sino que se deben colocar en un
cinturón de herramientas. Una cuerda larga que llega hasta el suelo debe sujetarse al cinturón y puede
utilizarse para levantar otros objetos necesarios. Es útil (y seguro) atar cuerdas ligeras de peso a todas las
herramientas. Ello ahorrará tiempo en recuperar las herramientas caídas y reducirá los riesgos de herir al
ayudante en tierra.
Los ayudantes en tierra no deben permanecer directamente debajo de la instalación que se está realizando.
Todos los ayudantes en tierra deben llevar cascos y gafas de seguridad para protegerse. Incluso una
pequeña herramienta pueda causar daños si se cae de una altura de 15 ó 20 metros. Un ayudante debe
observar siempre con atención la obra que se realiza en la torre. Si es posible, un observador con la única
obligación de vigilar los posibles peligros debe colocarse para ver correctamente la zona de trabajo.
Después de juntar los componentes de la antena se debe seleccionar un buen lugar para instalarlos. Se ha
de evitar la instalación de la antena en paralelo cerca de líneas eléctricas o telefónicas pues, de no ser así,
se podrían producir acoplamientos eléctricos indeseados que darían lugar a un ruido de línea eléctrica en
la estación receptora o que la señal transmitida aparezca en las líneas de energía o telefónicas. Se debe
evitar la instalación de la antena cerca de objetos metálicos, tales como alcantarillas de drenaje, varillas
metálicas, revestimiento metálico o incluso una instalación eléctrica en el ático de un edificio. Es posible
que los objetos metálicos actúen como blindaje de la antena o modifiquen su diagrama de radiación.
La polarización se refiere a la característica del campo eléctrico de una onda radioeléctrica. Una antena
paralela a la superficie de la tierra produce ondas radioeléctricas de polarización horizontal. Una antena
perpendicular a la superficie de la tierra (a un ángulo de 90°) produce ondas polarizadas verticalmente.
Para comunicaciones ionosféricas en ondas decamétricas, las señales radioeléctricas suelen rotar en la
ionosfera y por consiguiente se pueden utilizar antenas con polarización horizontal o vertical con casi los
mismos resultados. En recepción, se prefieren antenas con polarización horizontal ya que suelen rechazar
los ruidos artificiales locales que suelen tener polarización vertical.
Las antenas verticales proporcionan radiaciones en ángulos bajos pero hacia arriba presentan un valor
nulo (no emiten energía). Ello hace que sean adecuadas para trayectos de ondas ionosféricas más largos
que precisan un ángulo de emisión bajo y no se recomiendan para trayectos de ondas ionosféricas de
incidencia casi vertical de 0-500 km aproximadamente.
La longitud de una antena expresada por una ecuación es sólo una aproximación. Los árboles cercanos,
los edificios o los objetos de metal grandes y la altura por encima del suelo afectan a la frecuencia de
resonancia de una antena. Un medidor de relación de ondas estacionarias (ROE) puede servir para
determinar si la antena se debe acortar o alargar. La longitud correcta proporciona la mejor adaptación de
impedancias para el sistema de transmisión.
Tras cortar el cable a la longitud expresada por la ecuación, se debe ajustar la sintonía de antena hasta
obtener el mejor funcionamiento. Con la antena en su emplazamiento final, se debe medir la relación de
ondas estacionarias (ROE) en diversas frecuencias dentro de la banda deseada. Si esta relación es mucho
más elevada en el extremo de frecuencias bajas de la banda, la antena es demasiado corta. Si éste es el
caso se puede añadir en cada extremo un trozo de conductor suplementario con una pinza de conexión.
Luego, el cable adicional se podrá ir acortando hasta que se consiga la longitud correcta. Si la relación de
ondas estacionarias es mucho más elevada en el extremo de frecuencias altas de la banda, la antena es
demasiado larga. Cuando la antena se sintoniza correctamente, los valores más bajos de la relación de
ondas estacionarias deben estar alrededor de la frecuencia de funcionamiento preferida.
El tipo de línea de transmisión para el sistema de antenas utilizado con más frecuencia es el cable coaxial,
en el que un conductor está dentro de otro. Entre las diversas ventajas que tiene este cable cabe citar que
se puede conseguir fácilmente y que es resistente a la climatología adversa. Además, se puede doblar y
enrollar y si es necesario, puede ir enterrado, así como ir tendido adyacente a objetos metálicos con
mínimas repercusiones.
Las antenas de ondas decamétricas más comunes se diseñan para utilizarse con líneas de transmisión que
tienen impedancias características de 50 ohmios aproximadamente. Los tipos RG-8, RG-58, RG-174
y RG-213 son los cables coaxiales utilizados comúnmente. Los tipos RG-8 y RG-213 son similares y de
todos los cables indicados anteriormente son los que tienen las menores pérdidas. Los cables coaxiales
más largos (RG-8, RG-213, RG-11) tienen menos pérdidas de señal que los cables más pequeños. Si la
longitud de la línea de alimentación es menor de 30 metros, la pequeña pérdida de señal adicional en las
bandas de ondas decamétricas es despreciable. Las pérdidas en las bandas en ondas métricas y
decimétricas son más importantes, en particular cuando la línea de alimentación es larga. En estas bandas,
el coaxial tipo RG-213 de mayor calidad o incluso los cables coaxiales rígidos o semirrígidos con menos
pérdidas reducen las pérdidas de las líneas de transmisión que sobrepasan los 30 metros.
Los conectores de cables coaxiales constituyen una parte importante de una línea de alimentación coaxial.
Resulta prudente comprobar periódicamente los conectores coaxiales para observar si están limpios y
ajustados para reducir las pérdidas. Si se sospecha de una conexión con soldadura defectuosa, se deben
limpiar y soldar los empalmes nuevamente. La elección de los conectores suele depender de los
conectores de adaptación en la estación radioeléctrica. Muchas estaciones en ondas decamétricas y
métricas utilizan conectores SO-239. El conector complementario es un PL-259 (véase la figura 7), que a
veces se denomina conector UHF. Los conectores de impedancia constante tales como Tipo-N
constituyen la mejor elección para las bandas de ondas decimétricas. Los conectores PL-259 están
diseñados para utilizarse con cables RG-8 o RG-213. Cuando se emplea un cable coaxial para conectar la
línea de transmisión, ésta debe estar terminada por un conector SO-239 en el aislador central y en el
extremo que se conecta al equipo radioeléctrico se debe utilizar un PL-259.
Envoltura exterior
Dieléctrico interior
Vista en corte
(D) Malla para soldar
(4 lugares)
Si un sistema de antenas no se adapta a la impedancia característica del transmisor, una parte de la energía
se refleja de la antena al transmisor. Cuando esto ocurre, la tensión y la corriente de RF no son uniformes
a lo largo de la línea. La energía que se transfiere del transmisor a la antena se denomina potencia directa
y se emite desde la antena. La relación de ondas estacionarias (ROE) es la relación entre la tensión
máxima en la línea y la tensión mínima. Un medidor de la ROE mide la adaptación de impedancia
relativa de una antena y de su línea de alimentación. Los valores ROE más bajos significan que existe una
mayor adaptación de impedancia entre el transmisor y el sistema de antena. Si se cuenta con una
adaptación perfecta, la ROE es 1:1. La ROE define la calidad de una antena observada desde el
transmisor, pero una ROE baja no garantiza que la antena emitirá la energía de RF suministrada por el
transmisor. Un valor de ROE de 2:1 indica una adaptación de impedancias bastante buena.
La aplicación más común para medir la ROE es la sintonización de una antena para resonar en una
frecuencia dada. Una lectura de la ROE de 2:1 o menor es bastante aceptable. Una lectura de 4:1 o mayor
es inaceptable. Ello significa que hay una grave desadaptación de impedancias entre el transmisor, la
antena o la línea de alimentación.
La manera en que se mide la ROE depende del tipo de medidor. Algunos medidores de la ROE tienen un
control SENSIBILIDAD y una llave conmutadora DIRECTA-REFLEJADA. En este caso, la escala del
medidor suele proporcionar una lectura de la ROE. Para utilizar el medidor, colóquese primero el
conmutador en la posición DIRECTA. Luego ajuste el control SENSIBILIDAD y la salida de la potencia
del transmisor hasta que el medidor presente una indicación a plena escala. Algunos medidores tienen una
marca en la cara del medidor etiquetada SET o CAL. La aguja del medidor debe permanecer en esta
marca. Luego, colóquese la llave selectora en la posición REFLEJADA. Ello debería realizarse sin
reajustar la potencia del transmisor o el control SENSIBILIDAD del medidor. Ahora la aguja del medidor
indica el valor de la ROE. La frecuencia de resonancia de una antena se puede hallar conectando el
medidor entre la línea de alimentación y su antena. Esta técnica medirá la adaptación de la impedancia
relativa entre la antena y su línea de alimentación. Se prefieren las asignaciones que proporcionan la ROE
más baja en la frecuencia de funcionamiento.
Otro accesorio útil es una red de adaptación de impedancias, denominada también red de adaptación de
antenas, sintonizador de antenas, unidad de sintonía de antenas o simplemente un sintonizador. La red
compensa cualquier desadaptación de impedancias entre el transmisor, la línea de transmisión y la antena.
Un sintonizador permite utilizar una antena en bandas de frecuencias distintas. El sintonizador se conecta
entre la antena y el medidor de ROE, en caso de que se utilice. El medidor de ROE se utiliza para indicar
la potencia mínima reflejada a medida que se ajusta el sintonizador.
El último paso para concluir la instalación de la antena es el siguiente: tras introducir el cable coaxial en
vuestra estación, se lo deberá cortar e instalar el conector adecuado para el transmisor que, por lo general,
será el tipo PL-259, denominado a veces conector UHF. En la figura 7 se indica cómo acoplar uno de
estos accesorios al cable RG-8 o RG-11. Es importante colocar el anillo de acoplamiento en el cable antes
de instalar el cuerpo del conector. Si se utilizan cables tipo RG-58 o RG-59, se deberá emplear un
adaptador para ajustar el cable al conector. El conector hembra SO-239 es un modelo estándar en muchos
transmisores y receptores.
Si la ROE es muy alta, es posible que surja un problema que no se podrá solucionar con simple sintonía.
Una ROE muy alta podría significar que la línea de alimentación está abierta o en cortocircuito. Si la
ROE es muy elevada puede ser debido a una conexión incorrecta o a un espacio insuficiente entre la
antena y los objetos que la rodean.
Probablemente la antena más común de ondas decamétricas es un cable cortado a media longitud de
onda (½ ?) en la frecuencia de operación. La línea de transmisión sujeta un aislador en el centro del cable.
Se trata del dipolo de media onda que se suele denominar antena dipolo. (Di significa dos, por lo que un
dipolo tiene dos partes iguales. Un dipolo puede tener una longitud distinta de ½ ?.) La dimensión total de
un dipolo de media longitud de onda es ½ ?. La línea de alimentación se conecta al centro. Esto significa
que cada lado del dipolo es ¼ ? de largo.
La longitud de onda en el espacio puede determinarse dividiendo la constante 300 por la frecuencia en
megahertzios (MHz). Por ejemplo, en 15 MHz, la longitud de onda es de 300/15 = 20 metros.
Las señales radioeléctricas se propagan más lentamente en cables que en el aire, por lo que se puede
utilizar la siguiente ecuación para hallar la longitud total de un dipolo de ½ ? para una frecuencia
específica. Obsérvese que, para esta ecuación, la frecuencia se expresa en megahertzios y la longitud de la
antena en metros.
143
L (en metros) =
fMHz
La presente ecuación tiene también en cuenta otros factores que se suelen denominar efectos de antena.
Proporciona la longitud aproximada del cable para una antena dipolo de ondas decamétricas. La ecuación
no será tan precisa para las antenas de ondas métricas y decimétricas. El diámetro del elemento es un
porcentaje más alto que la longitud de onda en frecuencias de ondas métricas y aún más elevadas. Otros
efectos, tales como los efectos de punta hacen también que la ecuación sea menos precisa en ondas
métricas y decimétricas.
Cuadro 2 – Longitudes aproximadas para dipolos ½ ? adecuados para bandas fijas, móviles y de
aficionados
Figura – Construcción de una antena dipolo de media onda simple. En la parte superior se encuentra
el conjunto de dipolo básico. La parte inferior izquierda indica cómo conectar los extremos
del cable a los aisladores. La parte inferior derecha ilustra la conexión de la línea de
transmisión al centro del dipolo
Longitud calculada
Coaxial
Soldador
Malla Soldador
El cable eléctrico de uso doméstico y el cable trenzado se estirarán con el tiempo, pero un cable de acero
con recubrimiento de cobre de gran calibre se estirará muy poco. El dipolo se debe cortar según la
dimensión calculada con la ecuación mencionada anteriormente (longitud total de un dipolo ½ ?), pero
debe proporcionarse una longitud adicional para envolver los extremos alrededor de los aisladores. Para
conectar la antena al transmisor es necesaria una línea de transmisión coaxial o paralela. Se necesitan
también tres aisladores. Si se apoya la antena en el medio, los dos extremos se encorvarán hacia el suelo.
Esta antena, conocida como dipolo en V invertido, es casi omnidireccional y funciona mejor cuando el
ángulo entre los cables es igual o mayor de 90°. Un dipolo puede también apoyarse sólo en un extremo en
cuyo caso se denomina dipolo inclinado.
Las antenas dipolo emiten mejor en una dirección situada a 90° del cable de la antena. Por ejemplo,
supóngase que se instala una antena dipolo y que los extremos del cable se dirigen en el sentido
este/oeste. En el supuesto caso de que se encuentre muy por encima del suelo (por ejemplo, a una altura
de ½ λ), esta antena enviaría señales más fuertes en los sentidos norte y sur. Un dipolo envía también
energía radioeléctrica directamente hacia arriba y hacia abajo. El dipolo también emite energía en los
extremos del cable, pero estas señales estarán atenuadas. Si bien con esta antena es posible comunicarse
con estaciones ubicadas al este y al oeste, las señales son más fuertes con estaciones situadas al norte y
al sur.
Para apoyar
Árbol,
mástil, torre,
etc.
L (metros)
Cable coaxial a la estación
90º - 100°
ángulo
Coaxial de 50
Poste de apoyo de o 72 ohmios
2 a 3 metros como
mínimo Poste de apoyo de A la estación
Dipolo en V 2 a 3 metros
invertido (B)
Dipolo inclinado
Una versión de banda ancha del dipolo, el dipolo plegado (figura 10), tiene una impedancia de
300 ohmios aproximadamente y puede alimentarse directamente con cualquier longitud de línea de
alimentación de 300 ohmios. Esta variación del dipolo se denomina banda ancha porque ofrece una
mayor adaptación al alimentador en una gama de frecuencias ligeramente mayor. Cuando un dipolo
plegado se instala como «V» invertida es fundamentalmente omnidireccional. Existen varios dipolos
plegados de banda ancha disponibles comercialmente que proporcionan un rendimiento aceptable en
ondas decamétricas, incluso cuando funcionan sin sintonizador.
La antena vertical de un cuarto de longitud de onda es eficaz y fácil de instalar. Precisa sólo un elemento
y un soporte. En las bandas de ondas decamétricas se suele utilizar para las comunicaciones a larga
distancia. Las antenas verticales se denominan antenas no direccionales u omnidireccionales porque
envían energía radioeléctrica uniforme en todas las direcciones a su alcance. Suelen también concentrar
las señales hacia el horizonte puesto que tienen un diagrama de radiación de ángulo bajo y no suelen
emitir señales fuertes hacia arriba.
En la figura 11 se indica cómo construir una antena vertical simple. Esta antena vertical tiene un radiador
de una longitud de ¼ λ. Para calcular la longitud aproximada del radiador se debe emplear la siguiente
ecuación. En esta ecuación la frecuencia se expresa en megahertzios y la longitud en metros.
71
L (en metros) =
fMHz
Radiador de un
cuarto de onda
Mástil de apoyo
71,2
Aislador separador
Línea de
alimentación
Punto de
alimentación
Cuadro 3 – Longitudes aproximadas para dipolos ¼ ? y radiales de tierra adecuados para bandas del
servicio fijo, móvil y de aficionados
Para obtener resultados satisfactorios, la antena vertical de ¼ λ debe tener un sistema de radiales para
reducir las pérdidas terrestres y actuar como un plano de tierra. Para funcionamiento en ondas
decamétricas la antena vertical se puede instalar a nivel del suelo y los radiales soterrados. Deben
utilizarse al menos tres radiales dispuestos como los radios de una rueda con la antena vertical en el
centro. Los radiales deben tener una longitud no menor a ¼ λ a la frecuencia de operación más baja.
La mayoría de las antenas verticales utilizadas en ondas decamétricas tienen una longitud igual o menor
a ¼ λ con redes de carga adecuadas. Para ondas métricas y decimétricas, las antenas son lo suficien-
temente cortas que podrían utilizarse antenas verticales más largas. Una antena móvil común es una
vertical de 5/8 λ denominada frecuentemente «antena de látigo de cinco octavos». Esta antena es muy
conocida porque concentra más energía radioeléctrica hacia el horizonte que una vertical de ¼ λ.
Comercialmente las antenas verticales disponibles necesitan una línea de alimentación coaxial, por lo
general con un conector PL-259. Al igual que con la antena dipolo pueden utilizarse los cables
coaxiales RG-8, RG-11 o RG-58.
Algunos fabricantes proporcionan antenas verticales multibanda que utilizan circuitos sintonizados en
serie (trampas) para que la antena resuene en diversas frecuencias.
Al fabricar una antena con plano de tierra de estructura arborescente (figura 12) en ondas decamétricas, se
conecta un tramo de cable RG-58 al punto de alimentación de la antena y se une a un aislador. Los cables
radiales se sueldan a la malla de la línea coaxial en este punto. La parte superior de la sección del radiador
se suspende de una de las ramas o de otro apoyo conveniente y, a su vez, sostiene el resto de la antena.
Las dimensiones de la antena son las mismas que las de una antena vertical de ¼ λ. Los tres cables de la
antena son de ¼ λ de largo. Ello suele limitar la utilidad de la antena a bandas de 7 MHz y superiores ya
que es posible que no se disponga de soportes provisionales de más de 10 ó 15 metros.
Los transceptores de mano en ondas métricas y decimétricas suelen utilizar antenas flexibles acortadas
que son económicas, pequeñas, livianas y más resistentes. Por el contrario tienen algunos inconvenientes:
es un diseño de compromiso que es ineficiente y, por lo tanto, no funciona tan bien como las antenas más
largas. Dos antenas que funcionan mejor son los tipos telescópicos de ¼ λ y de 5/8 λ que están
disponibles como accesorios separados.
Figura 13 – Antena en ondas métricas o decimétricas con plano de tierra y 4 radiales inclinados.
L = 143/fMHz
La construcción es simple ya que sólo requiere un conector SO-239 y un soporte físico común. Un
pequeño bucle formado en el extremo interno de cada radial se utiliza para fijarlo directamente en los
orificios de montaje del conector coaxial. Después de que el radial haya sido fijado al conector SO-239
con el soporte físico, se utilizará un soldador de hierro grande o soplete de propano para soldar el radial y
el soporte físico de montaje al conector coaxial. Los radiales se inclinan en un ángulo de 45° y la parte
vertical se suelda al perno central para concluir la antena. Conviene aplicar una pequeña cantidad de una
sustancia obturadora alrededor de las zonas del perno central del conector para evitar la entrada de agua
en el conector y la línea coaxial.
El bucle delta es otra antena de hilos de aplicación práctica utilizado por organizaciones de socorro en
caso de catástrofe. Las tres ventajas principales de la antena de bucle delta son las siguientes: 1) no se
necesita plano de tierra; 2) un bucle de onda completa (dependiendo de la forma) tiene mayor ganancia
que un dipolo; y 3) un bucle cerrado es una antena receptora «más silenciosa» (relación señal/ruido
mejorada) que la mayoría de las antenas verticales y algunas horizontales. La selección del punto de
alimentación permitirá la elección de la polarización vertical u horizontal. Los distintos ángulos de
radiación resultarán de selecciones variadas del punto de alimentación. El sistema es más flexible y capaz
de sacar el máximo provecho de las comunicaciones a distancias cercanas o largas (ángulos elevados
frente a ángulos bajos). En la figura 14 se ilustran las distintas configuraciones que pueden utilizarse. La
anchura de banda en resonancia es similar a la de un dipolo. Se recomienda una unidad de sintonía de
antena para adaptar el sistema al transmisor en partes de la banda donde la ROE es alta. No se cuenta con
normas que dicten la forma de un bucle de onda completa. Convendría utilizar una forma triangular con el
vértice en la parte superior en cuyo caso se necesita sólo un soporte elevado. Se han utilizado formas
circulares, cuadradas o rectangulares.
Figura 14 – Diversas configuraciones para una antena de bucle delta de longitud de onda completa. La
longitud total del cable de la antena es de aproximadamente 286/fMHz
Vértice hacia arriba Vértice hacia arriba Vértice hacia abajo Vértice hacia arriba
Alimentación del Alimentación del Alimentación del Alimentación en la
vértice lado inferior vértice esquina
Configuración A B C D
Polarización Horizontal Horizontal Horizontal Vertical
Ángulo de radiación Medianamente elevado Elevado Medianamente alto Bajo
Las antenas directivas tienen dos ventajas importantes frente a las antenas omnidireccionales más simples
tales como los dipolos y los monopolos verticales. Son antenas transmisoras que concentran la mayor
parte de la radiación en una dirección. En recepción, las antenas directivas pueden estar apuntadas a la
dirección deseada o alejarse de una fuente de ruido.
Aunque suelen ser grandes y económicas por debajo de 10 MHz aproximadamente, las antenas directivas
se utilizan normalmente en la parte superior de las bandas de ondas decamétricas, por ejemplo, de
10 MHz a 30 MHz. Asimismo, se emplean generalmente en ondas métricas y decimétricas debido a su
tamaño bastante pequeño. La antena directiva más corriente es la antena Yagi, pero existen también otros
tipos.
En la figura 15 se muestra una antena Yagi que tiene distintos elementos unidos a un brazo central. Los
elementos son paralelos y están situados en una línea recta a lo largo del brazo. Si bien los distintos
factores afectan el volumen de la ganancia de una antena Yagi, la longitud del brazo tiene el efecto más
grande: cuanto más largo sea éste, mayor será la ganancia.
La línea de transmisión se conecta sólo a un elemento denominado el elemento activo. En una antena
Yagi de tres elementos como la que se muestra en la figura 15, el elemento activo se encuentra en el
medio. El elemento delantero de la antena (hacia la dirección deseada) se denomina director. Detrás del
elemento activo se encuentra el elemento reflector. El elemento activo tiene una longitud de
aproximadamente ½ λ en la frecuencia de diseño de la antena. El director es un poco más corto que ½ λ y
el reflector un poco más largo. Los haces Yagi pueden tener más de tres elementos en los que se añaden,
por lo general, más directores. Los directores y los reflectores se denominan elementos parásitos, puesto
que no se alimentan directamente.
Es posible lograr comunicarse en distintas direcciones girando el conjunto de antena mediante un rotador
en el plano acimutal (horizontal) para que apunte en la dirección deseada.
Figura 15 – Antena Yagi de tres elementos que muestra el reflector, el elemento activo y el director
apoyados por un brazo
Brazo
D irección
deseada
Se deben tener en cuenta numerosos factores en la selección de transformadores, por ejemplo, índices de
volt-amperio (VA) nominales de entrada y de salida, temperatura ambiente, ciclo de trabajo y diseño
mecánico.
En un equipo de corriente alterna, el término «volt-amperio» se suele utilizar más que el término «vatio»
debido a que los componentes de corriente alterna deben admitir potencias reactivas así como potencias
reales. La magnitud de volt-amperios suministrados por un transformador depende no sólo de los
requisitos de carga de CC sino también del tipo de filtro de salida de CC utilizado (condensador o
inductor de entrada) y del tipo de rectificador utilizado (derivación central de onda completa o puente de
onda completa). Con un filtro de entrada capacitiva, el efecto térmico en el secundario es mayor debido a
la elevada relación entre el valor de cresta y el valor medio de la corriente. Los VA alimentados por el
transformador podrían representar varias veces la energía suministrada a la carga. Los VA del devanado
primario serán algo más altos debido a las pérdidas del transformador.
Para que se puedan evitar graves recalentamientos, los transformadores y otros equipos electromagnéticos
diseñados para sistemas de 60 Hz no deben utilizarse en sistemas de energía a 50 Hz salvo que se diseñen
específicamente para alimentar la frecuencia más baja.
La disponibilidad de equipos de estado sólido hace factible utilizar alimentación por batería en portátiles
o en condiciones de emergencia. Los transceptores de mano y los instrumentos son aplicaciones obvias,
pero los trasmisores-receptores de salida de 100 W podrían ser usuarios factibles de la alimentación por
batería (por ejemplo, energía de emergencia para transmisores-receptores de alta frecuencia).
Un equipo de baja potencia puede alimentarse por dos tipos de baterías. La batería primaria se concibe
para utilizarse una vez y luego se descarga; la batería de almacenamiento (o secundaria) puede recargarse
muchas veces.
Una batería es un grupo de celdas químicas conectadas normalmente en serie para suministrar el valor
múltiple deseado de la tensión. Los distintos productos químicos utilizados en la batería proporcionan una
tensión nominal particular. Esto debe tenerse en cuenta para componer una tensión de batería particular.
Por ejemplo, cuatro pilas de carbón y zinc de 1,5 V componen una batería de 6 V y seis elementos de
acumulador de plomo de 2 V componen una batería de 12 V.
Las pilas primarias selladas suelen beneficiarse de un uso intermitente (más bien que continuo). El
periodo restante permite la finalización de las reacciones químicas necesarias para suprimir subproductos
de la descarga.
La tensión de salida de todas las baterías disminuye a medida que se descargan. La condición
«descargada» para un acumulador de plomo de 12 V, por ejemplo, no debería ser menor a 10,5 V. Es
conveniente mantener también un registro de funcionamiento de las lecturas hidrométricas, pero las
lecturas convencionales de 1,265 cargada y 1,100 descargada se aplica sólo a una descarga de régimen
largo y bajo. Es posible que las cargas fuertes descarguen la batería reduciendo levemente la lectura del
hidrómetro.
Las baterías que se enfrían tienen menos carga disponible y merece la pena intentar mantener caldeada
una batería antes de su utilización. Una batería podría perder el 70% o más de su capacidad en
condiciones de frío extremo, pero se recuperará con el calor. Todas las baterías tienen tendencia a
congelarse, pero las que tienen cargas completas son menos susceptibles. Un acumulador de plomo
cargado completamente está seguro a –26 °C o a temperaturas inferiores. Es posible que las baterías de
acumulador se calienten ligeramente en la carga o descarga. No se deben utilizar lámparas de soplete u
otros medios de caldeo para calentar cualquier tipo de batería.
Un límite de descarga práctico tiene lugar cuando la carga no funciona de manera satisfactoria en la
tensión de salida más baja cerca del punto «descargado». La mayoría de los dispositivos destinados a uso
«móvil» podrían diseñarse para un promedio de 13,6 V y un nivel máximo de quizás 15 V, pero no
funcionará correctamente por debajo de 12 V. Para la utilización completa de la carga de la batería, el
dispositivo debe funcionar correctamente (si no a plena potencia) como mínimo a 10,5 V con un régimen
nominal de 12 a 13,6 V.
Esta misma condición puede observarse de alguna manera al sustituir las pilas de carbón y zinc por acu-
muladores de níquel cadmio. Ocho pilas de carbón zinc producirán 12 V mientras que 10 proporcionan la
misma tensión. Si se utiliza un soporte de batería de 10 pilas, el equipo debe diseñarse para 15 V en caso
de que se conecten las unidades de carbón zinc.
Uno de los tipos más comunes de pilas primarias es la alcalina en la que se produce oxidación química
durante las descargas. Cuando no hay corriente, la oxidación se detiene fundamentalmente hasta que se
requiera la corriente. Sin embargo, una pequeña acción química continúa por lo que los acumuladores se
degradarán con el tiempo hasta que la batería deje de suministrar la corriente deseada.
La batería alcalina tiene una tensión nominal de 1,5 V. Las pilas más grandes producen más miliamperios
por hora y menos caídas de tensión que las pilas más pequeñas. Las baterías más resistentes e industriales
suelen tener una vida de almacenamiento más larga.
Las baterías primarias de litio tienen una tensión nominal de unos 3 V por pila y una mejor capacidad de
descarga, vida de almacenamiento y características de temperatura. Sus inconvenientes son el alto costo y
que no pueden sustituirse fácilmente por otros tipos en situaciones de emergencia.
La batería de cloruro de tionil litio es una pila primaria y no debe recargarse en ninguna circunstancia. El
proceso de carga da salida al hidrógeno y puede producirse una explosión catastrófica. Debe evitarse la
carga accidental causada por errores de cableado o cortocircuito.
Las baterías de óxido de plata (1,5 V) y de mercurio (1,4 V) se utilizan cuando se requieren tensiones casi
constantes con bajas corrientes durante periodos largos. Su aplicación primordial se encuentra en equipos
pequeños.
Las baterías primarias no deben recargarse por dos razones: podría ser peligroso debido al calor generado
en las pilas selladas e incluso en casos donde podría resultar satisfactorio, tanto la carga como la vida útil
son limitadas. Un tipo de batería alcalina es recargable y viene indicado expresamente.
El tipo más común de baterías pequeñas recargables es la de níquel cadmio (NiCd) con una tensión
nominal de 1,2 V por pila. Si se utilizan con cuidado podrían durar ciclos de carga y descarga de 500 o
más. Para una vida útil larga, la batería de NiCd no debería descargarse completamente. Si la batería
cuenta con más de una pila, la pila más descargada podría sufrir una inversión de polaridad lo que daría
lugar a un cortocircuito o a una ruptura del sellado. Todos los acumuladores tienen límites de descarga y
los tipos NiCd no deben descargarse a menos de 1,0 V por pila. Las pilas de níquel cadmio no se limitan a
pilas de tamaño «D» y más pequeñas. Cuentan además con una gran variedad que llega hasta unidades
gigantes de 1000 Ah que llevan dispositivos en los lados y en los vértices para añadir agua de manera
similar a los acumuladores de plomo. Se utilizan ampliamente para el suministro de energía sin
interrupción.
Para capacidades elevadas, la batería recargable más utilizada es el tipo acumulador de plomo. En el
servicio automotriz, se prevé normalmente que la batería se descargue parcialmente en una tasa muy alta
y que se recargue inmediatamente, mientras que el alternador está también impulsando la carga eléctrica.
La batería más adecuada para aplicaciones de electrónica de elevada energía a largo plazo es la
denominada batería de «ciclo intenso». Estas baterías pueden suministrar entre 1000 y 1200 Wh por carga
a temperatura ambiente. Si se utilizan adecuadamente se prevé que podrían durar más de 200 ciclos.
Suelen tener dispositivos de izar y bornes de tornillo así como los terminales automotrices convencionales
de cono truncado. Es posible que estén también equipadas con accesorios, por ejemplo, receptáculos de
plástico para transportar con o sin cargadores incorporados. Las baterías de plomo están también
disponibles con electrólito gelificado. Estas baterías denominadas normalmente «pilas de gel» podrían
instalarse en cualquier posición sensible.
El acumulador de plomo para automotor se diseñó para una tarea esencial: suministrar mucha corriente
durante un periodo de tiempo breve. Su tensión de salida no permanece constante durante el ciclo de
descarga y no se debería descargar completamente. Una batería de automóvil no tolerará demasiados
ciclos de descarga intensos antes de que se inutilice.
Un acumulador de plomo de descarga intensa se adapta mucho mejor a las necesidades de energía de
emergencia. Puede descargarse repetidamente sin dañarse y mantendrá la tensión de salida completa
durante la mayor parte de su ciclo de descarga. Este tipo de batería está disponible en los negocios de
piezas de repuesto para el servicio automotor y marítimo. No son más caras que las baterías normales de
los automóviles y se diseñan para suministrar corriente moderada durante largos periodos de tiempo.
La batería de hidruro de metal de níquel (NiMH) es similar a la de NiCd, pero el electrodo de cadmio se
sustituye por uno fabricado de una aleación de metal poroso que retiene hidrógeno de ahí el nombre de
hidruro de metal. Muchas de las características básicas de estas pilas son similares a las de NiCd. Por
ejemplo, la tensión es casi la misma, pueden cargarse a régimen lento a partir de una fuente de corriente
constante y someterse con seguridad a un ciclo intenso. Cabe destacar también algunas diferencias
importantes: tienen una capacidad más elevada para el mismo tamaño de pila y a menudo casi el doble
que las de los tipos de NiCd. La pila de NiMH de tamaño tradicional AA tiene una capacidad entre 1000
y 1300 mAh comparada con los 600 a 830 mAh para la pila de NiCd del mismo tamaño. Otra ventaja de
estas pilas es su libertad completa del efecto memoria. Las pilas de NiMH no contienen sustancias
peligrosas mientras que tanto las pilas NiCd como las de plomo contienen cantidades de metales muy
tóxicos.
Las pilas de litio-ion (Li-ion) es otra alternativa posible de la pila de NiCd. Para el mismo almace-
namiento de energía, tiene aproximadamente un tercio del peso y la mitad del volumen de la de NiCd.
Cuenta también con un régimen de autodescarga más bajo. Normalmente, a temperatura ambiente, una
pila de NiCd perderá de 0,5 a 2% de su carga por día. La pila de litio-ion perderá menos de 0,5% por día e
incluso este régimen de pérdida disminuirá tras perder aproximadamente el 10% de la carga. En
temperaturas más elevadas la diferencia es incluso mayor. Las pilas de litio-ion constituyen la mejor
elección para funcionamiento de reserva donde no es posible recargar con frecuencia. Una diferencia
importante entre las pilas de NiCd y de Li-ion es su tensión. La tensión nominal de una pila de NiCd es de
1,2 V aproximadamente y la de una pila de Li-ion de 3,6 V con una tensión máxima de carga de 4 V. Las
pilas de Li-ion no pueden sustituirse directamente por pilas de NiCd. Los cargadores para las baterías de
NiCd no deben utilizarse para las baterías de Li-ion y viceversa.
5.5 Inversores
5.6 Generadores
Para operaciones de emergencia a largo plazo es esencial disponer de un generador que suministrará
energía mientras haya combustible. Sin embargo, es necesario un cuidado adecuado para que el generador
funcione con fiabilidad.
Para los periodos en que el generador está apagado, se puede utilizar la energía de una batería hasta que
se pueda reactivar el generador. Se debe verificar periódicamente el nivel de aceite del lubricante.
Si el cárter de aceite se vacía, el motor puede agarrotarse dejando la estación fuera de funcionamiento y
con necesidad de reparación del motor que resulta muy costosa.
Recuérdese que el motor producirá gas de monóxido de carbono mientras funciona. El generador no debe
funcionar nunca en el interior y se debe colocar lejos de ventanas y puertas abiertas para evitar que los
gases del tubo de escape ingresen al interior.
Dos personas se pueden ocupar fácilmente de los generadores de la gama 3-5 kW y pueden suministrar
energía para estaciones radioeléctricas y otros equipos eléctricos. La mayoría de los generadores
suministran una salida de CC de 12 V además de una CA de 120/240 V.
Algunos generadores tienen una potencia nominal continua y una potencia nominal intermitente. Si el
requisito total de la estación sobrepasa la energía del generador disponible, los transceptores extraen una
energía total sólo en transmisión y no van a transmitir durante el 100% del tiempo. Es necesario
asegurarse de que el consumo total de energía posible no sobrepasa la potencia nominal intermitente del
generador.
Los generadores deben ser comprobados regularmente. El combustible debe ser nuevo. El mantenimiento
a nivel de operador (puesta a punto o cambio del aceite) se ha de realizar periódicamente. Se deben
comprobar detenidamente las bujías y mantener las de repuesto. El depurador del aire se debe comprobar
y limpiar según las instrucciones del fabricante.
Se debe verificar el buen funcionamiento del generador. Si se producen pérdidas de combustible, debe
apagarse inmediatamente y resolver el problema. Se debe revisar el silenciador. Todas las cubiertas de
protección han de estar en su sitio. Se debe medir la tensión de salida. Si el generador no dispone de un
protector de sobretensión incorporado, se debe corregir la tensión antes de suministrar energía al equipo
radioeléctrico.
Por último, se debe comprobar el ruido radioeléctrico que produce el generador. Algunos generadores no
suprimen completamente el ruido de encendido. Si surge un problema, se podrían utilizar bujías de tipo
resistivo o hilos de bujías. Una toma de tierra adecuada con una varilla de tierra permitiría reducir el
ruido.
Los motores de combustión interna son ruidosos y molestos cuando el equipo de comunicaciones está
funcionando cerca. Es importante la ubicación de una planta eléctrica, sin tener en cuenta su tamaño. Un
motor que funciona a 3600 rotaciones por minuto incluso con un sistema de silenciador eficaz produce
ruido y vibración. Las vibraciones del motor se dirigen a través de la base en la que el motor se instala en
el suelo o en las paredes del edificio que alberga el sistema. Una construcción de ladrillos o de bloques de
hormigón reducirá el nivel del ruido, pero si el armazón del generador es de metal el ruido es mayor. Las
paredes metálicas pueden vibrar por efecto de resonancia con la fuente del sonido lo que aumentaría el
nivel del ruido. La aplicación de una masilla de calafateo compacta a los lados verticales de la caseta de
los paneles de metal elimina algunos ruidos al igual que la utilización de material insonorizado en el
revestimiento de la choza.
Se debe tener en cuenta la distancia entre el alternador y el operador. La intensidad del sonido varía
inversamente con el cuadrado de la distancia desde la fuente. El ruido a una distancia de 20 metros
constituirá 1/4 de ese ruido a una distancia de 10 metros y de 1/9 a una distancia de 30 metros.
El consumo de combustible debe tenerse en cuenta desde el punto de vista de la instalación y como un
problema de seguridad. Se utilizarán de 2 a 4 litros de combustible por hora en un generador de 2,5-5 kW.
Se debe contar con un plan de reserva amplio de al menos 48 horas de funcionamiento. Si el combustible
es gasolina, garantizar el almacenamiento puede ser un problema. Se debe almacenar gasolina en una
zona independiente de la zona que alberga el generador y trasladar sólo el combustible necesario de una
vez para rellenar el tanque de la unidad de energía. Si se encuentra en una zona en la que se suministra
gas propano o gas natural, se deberían tener en cuenta estas opciones como una fuente de combustión.
Algunos alternadores se suministran con capacidades de combustible múltiple (gasolina o gas natural/
propano). Para el gas natural o el propano se necesita un sistema de carburación especial.
Si se va a utilizar un panel solar para recargar una batería más pequeña, como por ejemplo una batería de
níquel cadmio (NiCd) o una batería de plomo de electrólito gélido, se necesitará prestar un poco más de
atención a los detalles. Estos tipos de baterías pueden sufrir daños si se cargan demasiado deprisa por lo
que es necesario una carga regulada.
Las células policristalinas se fabrican normalmente como bloques rectangulares de, al parecer, cristales de
silicio dispuestos al azar de los que se cortan las placas de las células. Estas células se reconocen por su
forma, modelo aleatorio y superficie de colores. Las células policristalinas son menos costosas de fabricar
que las células monocristalinas. Muchos fabricantes ponen a disposición paneles amorfos fiables. Estos
paneles son de muy distintas formas: montados en cristal fino, enmarcados e incluso armados en sustratos
flexibles, como por ejemplo el acero.
De acuerdo con la construcción, cada célula tiene un circuito abierto, cuando se expone al sol, de 0,6 a
0,8 V. Esta tensión de salida cae cuando la corriente se alimenta de una célula solar. Esto se denomina la
curva de carga de la célula. La tensión de circuito abierto es de 0,7 V aproximadamente y la tensión de
salida en una carga óptima es normalmente de 0,45 V. La corriente de salida alcanza el máximo con
terminales de salida en cortocircuito. Esta corriente máxima se denomina «corriente de cortocircuito» y
depende del tipo y el tamaño de la célula. Dado que la corriente de salida de una célula permanece
relativamente constante en condiciones de carga variable, puede considerarse como una fuente de
corriente constante.
Como ocurre con las baterías, las células solares pueden funcionar en serie para aumentar la tensión de
salida y/o en paralelo para incrementar la capacidad de la corriente de salida. Algunos fabricantes
suministran agrupaciones o paneles de células solares en una interconexión-serie paralela que se
utilizarán, por ejemplo, para cargar la batería.
Se han desarrollado técnicas para la fabricación de células amorfas según las cuales éstas se fabrican en
serie cortando capas de metal a las que se les ha depositado vapor sobre la masa de silicio amorfa. Este
corte se realiza con láser. La anchura de la célula de esos paneles puede ser de hasta algunas decenas de
centímetros y la capacidad de la corriente de salida de estos paneles relativamente económicos es
excelente.
La eficacia de la célula solar varía: la célula monocristalina tiene un rendimiento superior al 15%; las
células policristalinas del 10 al 12% y las células amorfas del 6,5 a más del 10%, dependiendo del
proceso de fabricación.
La potencia de salida de los conjuntos o paneles solares se especifica en vatios. Por lo general, la potencia
nominal en vatios indicada es la medida en exposición total a la luz del sol, es decir 7 V para un sistema
de 6 V, 14 V para un sistema de 12 V, y así sucesivamente. Se puede calcular la corriente máxima que se
prevé de un panel solar dividiendo la potencia de salida específica por la extensión del panel.
El total de la energía utilizada por semana es de 25 + 10 = 35 Ah, y por día (el promedio) es de
35 ÷ 7 = 5 Ah. Si se dispone de un sistema perfecto, bastaría con suministrar 35 Ah por semana (5 Ah por
día) a la batería. En la práctica, las imperfecciones en la fabricación de las baterías causan algunas
pérdidas (autodescarga) que se deben compensar con el sistema de carga.
A continuación, se calcula la capacidad mínima de la batería requerida para esta aplicación. El sistema se
debe diseñar a fin de disponer de la energía suficiente para que el equipo funcione durante dos días
consecutivos sin sol. (Esto es bastante arbitrario –algunos lugares son peores que otros a este respecto.)
Dado que estos días con menos sol podrían ser días en los que el funcionamiento es necesario y puesto
que no es conveniente descargar una batería menos del 50% de su capacidad (para una duración útil
máxima de la batería), esta batería debe tener una capacidad de un mínimo de 2 (días) × 5 (Ah) ÷ 0,5
(para la capacidad restante de carga del 50% después de tres días sin brillar el sol) = 20 Ah. Si en el lugar
no suele brillar el sol durante toda una semana, el requisito de la batería sería 7 × 5 ÷ 0,5 = 70 Ah.
Añádase aproximadamente el 10% a esta cifra para compensar la autodescarga y otras pérdidas.
(Normalmente esto equivale a obtener la batería de tamaño mayor siguiente que la que se indicó en los
cálculos iniciales.)
Para mantener la batería lo suficientemente cargada, se debe calcular primero el promedio de la cantidad
de horas de sol por año en la zona. Esta información se puede encontrar en un anuario. Como guía, el
promedio de la exposición solar anual es de aproximadamente 3200 horas al año en las regiones soleadas
y menor en otros sitios (inferior a unas 1920 horas por año en los climas más nórdicos).
El panel solar debe prepararse en una posición fija con un ángulo óptimo en relación con la Tierra. En las
zonas templadas podría variar de unos 30° en el verano hasta unos 60° en invierno. Los paneles solares de
instalación fija no pueden captar el máximo de energía del sol por razones obvias. En la práctica, reciben
sólo el 70% del tiempo soleado total lo que significa entre 1340 y 2240 horas al año (entre 26 y 43 horas
por semana) dependiendo del lugar.
La planificación del sistema restante resulta sencilla. Los cálculos anteriores indicaron que las células
solares deben recargarse 35 Ah por semana, más 10% para compensar las pérdidas o aproximadamente
38,5 Ah o la capacidad de la batería. Con la energía solar disponible en los Estados del sur y sudoeste de
los Estados Unidos durante 43 horas por semana, la corriente de carga requerida es de 38,5 Ah ÷ 43 horas
de sol = 0,9 A. En la parte norte de los Estados Unidos es de 38,5 Ah ÷ 25,8 horas = 1,5 A.
En el sistema de 12 V descrito aquí, el panel solar funciona con una batería de unos 13,6 V cargada
completamente más la caída de tensión de un diodo en serie. Con una tensión de panel de 14 V cargada
completamente, se necesita en climas del norte un panel nominal de 21 W (14 V × 1,5 A). En la práctica,
esta potencia puede obtenerse de un panel solar de buena calidad con una superficie tan pequeña como
65 cm2. En regiones soleadas se podría necesitar sólo 12,6 W (14 V x 0,9 A) de la energía solar.
En ondas métricas y decimétricas, se necesita algún tipo de sistema o red de radioenlaces para
comunicaciones fiables más allá de la línea de visibilidad directa.
Para retransmitir señales entre puntos sin visibilidad directa, se podría utilizar una sola estación repetidora
en un lugar favorable (en una montaña o en la parte superior de un edificio).
Los sistemas de concentración de enlaces se basan en la premisa de que cada usuario transmite sólo un
pequeño porcentaje de tiempo, por lo que es posible suministrar más capacidad total en una banda que si
cada estación o grupo de usuarios tuviera su propia frecuencia. Los repetidores vinculados suministran
una cobertura geográfica mejor que un repetidor individual. Una red de concentración de enlaces
comprende alguna redundancia que puede ser beneficiosa en situaciones de catástrofe. Si se acuerda de
antemano, los sistemas de concentración de enlaces pueden incluir una característica de emergencia para
las llamadas de voz o de transmisión de datos a unidades móviles específicas.
Un sistema de concentración de enlaces tiene al menos un canal de control que transmite continuamente
datos digitales, obtenidos por el ordenador que son necesarios para controlar dispositivos radioeléctricos
en vehículos y equipos de mano dentro de un alcance determinado. Los canales se asignan a un grupo
sólo cuando hay tráfico, dejando los canales libres para otros usuarios. Esto se realiza de tal manera que
los usuarios escuchan sólo el tráfico destinado a su grupo y de manera que sea totalmente transparente
para los usuarios. Hay dos tipos de sistemas de control de concentración de enlaces conocidos como canal
de control dedicado y canal de control distribuido. En el sistema de control dedicado, el canal de control
funciona en una sola frecuencia. El tipo de canal distribuido utiliza cualquier canal libre para el control de
las transmisiones.
Las unidades móviles son identificadores asignados y un repetidor local. Cuando una unidad móvil no
transmite, controla siempre al repetidor local para obtener mensajes de datos. Cuando un móvil transmite,
se identifica a través de un protocolo de toma de contacto digital que dura sólo una fracción de segundo.
Las características de los sistemas móviles terrestres digitales se describen en el Informe UIT-R M.2014.
Estos sistemas incluyen una capacidad troncal y no troncal que posibilita la instalación de llamadas
directas de móvil a móvil y vocales en grupo con opciones para el usuario procurando que la llamada sea
selectiva y segura.
Existen también sistemas de concentración de enlaces que utilizan técnicas de acceso multicanal y
protocolos adecuados que no requieren un controlador central para la detección de un canal radioeléctrico
libre, conocido como «sistema de radiocomunicaciones personales» y «sistema de radiocomunicaciones
digitales de corto alcance». Ambos sistemas funcionan en la banda de frecuencias de 900 MHz. Propor-
cionan hasta 80 canales y utilizan una potencia de hasta 5 W. En la Recomendación UIT-R M.1032
figuran más detalles sobre estos sistemas.
Figura 16 – En el esquema superior, las estaciones A y B son incapaces de comunicarse entre sí porque
las montañas bloquean la propagación. En el esquema inferior, una estación repetidora es
capaz de transmitir señales entre las estaciones A y B
Todos los equipos radioeléctricos del sistema permanecen normalmente en estado de reposo en un canal
de control, preparados para recibir una señal de llamada selectiva. La estación que llama efectúa una
exploración hasta que encuentra un canal de tráfico desocupado y almacena el número de dicho canal en
su memoria. A continuación, transmite por un canal de control una señal de llamada selectiva que incluye,
al menos, su propia identidad, la identidad de la estación llamada y el número del canal desocupado
identificado. Las estaciones en reposo detectan su código de identidad en la señal recibida, se conmutan al
canal de tráfico indicado y se incorporan a la comunicación. Al finalizar la comunicación, todas las
unidades vuelven al estado de reserva.
Lista de abreviaturas
A Amperio (ampere)
A/D Analógico a digital (analogue-to-digital)
AC Corriente alterna (alternating current)
ACNUR Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados
Ah Amperio-hora (ampere-hour)
AMTOR Teleimpresión de aficionados por radio (amateur teleprinting over radio)
ARES Servicio de emergencia de radioaficionados (amateur radio emergency service)
ARQ Petición de repetición automática (técnica de error-control)
(automatic repeat request (error-control technique))
AX.25 Protocolo de la capa de enlace de radioaficionados por paquetes
(amateur packet radio link layer protocol)
BLU Banda lateral única
CANTO Asociación de operadores de telecomunicaciones nacionales del Caribe
CDERA Organismo caribeño de respuesta de emergencia para situaciones de catástrofe
CENTREX Servicio con funciones de PABX (central exchange)
CICR Comité Internacional de la Cruz Roja
CMDT Conferencia Mundial de Desarrollo de las Telecomunicaciones
CMR Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones
COW Células sobre ruedas (cell on wheels)
CP Puesto de mando (command post)
CQ Llamada general (a todas las estaciones radioeléctricas) (general call (to all radio stations))
CW Onda portadora (radiotelegrafía Morse) (carrier wave (Morse radiotelegraphy))
DAH Departamento de Asuntos Humanitarios (actualmente OCHA)
DAMA Acceso múltiple con asignación por demanda (demand assigned multiple access)
DDI Marcación directa de extensiones (direct dial in)
DECT Telecomunicaciones inalámbricas digitales mejoradas (digital enhanced cordless telephone)
DMT Equipo de gestión de actividades en situaciones de catástrofe (ONU)
(disaster management team (UN))
DSC Llamada selectiva digital (digital selective calling)
DSL Línea digital de abonado (digital subscriber line)
DSP Tramitación de la señal digital (digital signal processing)
EDGE Velocidad de datos mejorada para la evolución de las GSM
(enhanced data rates for GSM evolution)
ELT Transmisor de localización de emergencias (emergency location transmitter)
MA Modulación de amplitud
MESA Movilidad para aplicaciones de emergencia y seguridad
(mobility for emergency and safety applications)
MF Modulación de frecuencia
MMSI Indicador del servicio móvil marítimo (maritime mobile service indicator)
NCS Estación de control de red (net control station)
NGN Redes de próxima generación (next generation networks)
NiCd Níquel cadmio (pila) (nickel cadmium (cell))
NiMH Hidruro de metal de níquel (pila) (nickel metal hydride (cell))
NOTAM Aviso a los aviadores (notice to airmen)
NVIS Onda ionosférica de incidencia casi vertical (propagación)
(near-vertical-incidence-sky wave (propagation))
OACI Organización de la Aviación Civil Internacional
OCHA Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (ONU)
(Office for the Coordination of Humanitarian Affairs (UN))
OMI Organización Marítima Internacional
OMS Organización Mundial de la Salud
ONG Organización no gubernamental
ONUG Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra (United Nations Organisation, Geneva)
OSG Órbita de los satélites geoestacionarios
OSIA Oficina de Servicios Interinstitucionales de Adquisición (PNUD)
OSOCC Centro de coordinación de operaciones en el lugar (on-side operations co-ordination centre)
PACTOR Transmisión de paquetes por medios radioeléctricos (packet transmission over radio)
PBBS Tablón de anuncios por paquetes (packet bulletin board system)
PBX Centralita privada (private branch exchange)
PCS Sistema de comunicaciones personales (personal communications systems)
PLB Radiobaliza de localización personal (personal locator beacon)
PMA Programa Mundial de Alimentos
PNUD Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
POP Protocolo de oficina postal
POTS Servicio telefónico convencional (plain old telephone system)
PPDR Protección pública y operaciones de socorro (public protection and disaster relief)
PSAP Punto de acceso público (public access point)
RBGAN Red de área global de banda ancha regional (regional broadband global area network)
UNICEF Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (United Nations Children's Fund)
USAT Terminal de abertura ultrapequeña (ultra small aperture terminal)
USB Banda lateral superior (upper side band)
USD Dólar de Estados Unidos (United States dollar)
UWB Banda ultraancha (ultra wide band)
V Voltio
VSAT Terminal de muy pequeña abertura (very small aperture terminal)
W Vatio (watt)
WAN Red de área extensa (wide area network)
WAP Protocolo de acceso inalámbrico (wireless access protocol)
WGET Grupo de trabajo sobre telecomunicaciones en situaciones de emergencia
(working group on emergency telecommunications)
WI-FI Alta fidelidad inalámbrica (wireless fidelity)
WLL Bucle local inalámbrico (se suele sustituir por acceso inalámbrico fijo) (FWA)
(wireless local loop (generally replaced by fixed wireless access (FWA)))
WWRF Foro Mundial de Investigación (World Wide Research Forum)
1.1.13 Letras
a .− i .. r .−.
b −... j .−−− s ...
c −.−. k −.− t −
d −.. l .−.. u ..−
e . m −− v ...−
acentuada e ..−.. n −. w .−−
f ..−. o −−− x −..−
g −−. p .−−. y −.−−
h .... q −−.− z −−..
1.1.2 Cifras
1 .−−−− 6 −....
2 ..−−− 7 −−...
3 ... −− 8 −− ..
4 ....− 9 −−−−.
5 ..... 0 −−−−−
Letra a Pronunciación de la
Palabra de código
transmitir palabra de código
A Alfa AL FA
B Bravo BRAH VO
C Charlie CHAR LI
D Delta DEL TA
E Echo EC O
F Foxtrot FOK TROT
G Golf GOLF
H Hotel HO TEL
I India IN DI A
J Juliett YU LI ET
K Kilo KI LO
L Lima LI MA
M Mike MA IK
N November NO VEM BER
O Oscar OS CAR
P Papa PA PA
Q Quebec QUE BEK
R Romeo RO MEO
S Sierra SI ER RRA
T Tango TANG GO
U Uniform IU NI FORM o
U NI FORM
V Victor VIC TOR
W Whiskey UIS KI
X X-ray EX REY
Y Yankee IAN QUI
Z Zulu ZU LU
____________________
2 Del Apéndice S14 del Reglamento de Radiocomunicaciones.
Cuadro de cifras
____________________
3 De los Procedimientos de Radiotelefonía de la OACI.
Código Q4
Se podrá dar un sentido afirmativo o negativo a ciertas abreviaturas del código Q transmitiendo,
inmediatamente después de la abreviatura, la letra C o las letras NO respectivamente (en radiotelefonía se
pronunciará CHARLIE y NO).
La significación de las abreviaturas del código Q podrá ampliarse o completarse mediante la adición de
otras abreviaturas adecuadas, de distintivos de llamada, de nombres de lugares, de cifras, de números, etc.
Los espacios en blanco, que figuran entre paréntesis, corresponden a indicaciones facultativas. Estas
indicaciones se transmitirán en el orden en que se encuentran en el texto de los cuadros que se insertan a
continuación.
Para dar a las abreviaturas del código Q la forma de pregunta, se transmitirán seguidas del signo de
interrogación en radiotelegrafía y de RQ (ROMEO QUEBEC) en radiotelefonía. Cuando una abreviatura
utilizada como pregunta vaya seguida de indicaciones adicionales o complementarias, convendrá
transmitir el signo de interrogación (o RQ) después de estas indicaciones.
Las horas se darán en Tiempo Universal Coordinado (UTC), a no ser que en las preguntas o respuestas se
indique otra cosa.
1. mala
2. escasa
3. pasable
4. buena
5. excelente.
____________________
4 De la Recomendación UIT-R M.1172, Abreviaturas y señales diversas que habrán de utilizarse para las radiocomunicaciones
en el servicio móvil marítimo, Reglamento de Radiocomunicaciones (1998).
Código Q 131
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
1. apenas perceptible
2. débil
3. bastante buena
4. buena
5. muy buena.
QSV ¿Debo transmitir una serie de V (o Transmita una serie de V (o signos) para
signos) para el ajuste en esta el ajuste en esta frecuencia
frecuencia (o en … kHz (o MHz))? (o en … kHz (o MHz)).
QSZ ¿Tengo que transmitir cada palabra o Transmita cada palabra o grupo dos ves
grupo varias veces? (o … veces).
132 Código Q
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
QTC ¿Cuántos telegramas tiene por Tengo … telegramas para usted (o para
transmitir? … (nombre o distintivo de llamada o los
dos)).
Código Q 133
Manual sobre telecomunicaciones de emergencia
AR Fin de transmisión.
AS Espera.
____________________
5 De la Recomendación UIT-R M.1172 abreviaturas y señales diversas que habrán de utilizarse para las radiocomunicaciones
en el servicio móvil marítimo, Reglamento de radiocomunicaciones (1998).
NW Ahora.
OK Estamos de acuerdo (o Está bien).
PBL Preámbulo. (Se utiliza, después de un signo de interrogación, en radiotelegrafía,
o después de RQ, en radiotelefonía (en caso de dificultades de idioma), o
después de RPT para pedir una repetición.)
PSE Por favor.
R Recibido.
REF Referencia a … (o Refiérase a …).
RPT Repita (o Repito) (o Repitan).
RQ Indicación de una petición.
SIG Firma. (Se utiliza, después de un signo de interrogación, en radiotelegrafía, o
después de RQ, en radiotelefonía (en caso de dificultades de idioma), o después
de RPT para pedir una repetición.)
SVC Prefijo que indica un telegrama de servicio.
SYS Refiérase a su telegrama de servicio.
TFC Tráfico.
TU Gracias.
TXT Texto. (Se utiliza, después de un signo de interrogación, en radiotelegrafía, o
después de RQ, en radiotelefonía (en caso de dificultades de idioma), o después
de RPT para pedir una repetición.)
______________
Nota: En radiotelegrafía, la colocación de una raya sobre las letras constitutivas de una señal indica que las letras han de
transmitirse como un solo signo.
Palabras de procedimiento6
Intensidad de la señal e inteligibilidad
Intensidad de la señal
Inteligibilidad
____________________
6 Adaptadas del procedimiento para las comunicaciones radioeléctricas y fuentes suplementarias del ACNUR.
considerando
a) que es necesario ayudar a los usuarios de las Recomendaciones UIT-R de la Serie P (elaboradas
por la Comisión de Estudio 3 de Radiocomunicaciones),
recomienda
1 que se utilice la información del Cuadro 1 como orientación para aplicar los diversos métodos de
propagación que se exponen en las Recomendaciones UIT-R de la Serie P (elaboradas por la Comisión de
Estudio 3 de Radiocomunicaciones).
NOTA 1 – Para cada una de las Recomendaciones UIT-R que figuran en el Cuadro 1 hay columnas de
información correspondientes que indican:
Tipo: La situación a la que se aplica la Recomendación, por ejemplo, punto a punto, punto a zona,
visibilidad directa, etc.
Resultado: El valor del parámetro resultante de la aplicación del método de la Recomendación, por
ejemplo, las pérdidas del trayecto.
Altura del terminal: Gama aplicable de alturas de la antena del terminal a que se refiere la
Recomendación.
Rec. UIT-R P.368 Todos los Punto a punto Intensidad de 10 kHz a 30 MHz 1 a 10 000 km No aplicable No aplicable Con base en el Frecuencia
servicios campo suelo Conductividad del suelo
Rec. UIT-R P.370 Radiodifusión Punto a zona Intensidad de 30 MHz a 1 000 MHz 10 a 1 000 km 1, 5, 10, 50 1 a 99 Transmisor: altura Distancia
campo efectiva desde Altura de la antena de
menos de 0 m hasta transmisión
más de 1 200 m Frecuencia
Receptor: 1,5 a Porcentaje de tiempo
40 m Altura de la antena de
recepción
Ángulo de despejamiento
del terminal
Irregularidad del terreno
Porcentaje de emplaza-
mientos
Rec. UIT-R P.1147 Radiodifusión Punto a zona Intensidad de 0,15 a 1,7 MHz 50 a 12 000 km 10, 50 No aplicable No aplicable Latitud y longitud del
campo de la transmisor
onda ionosférica Latitud y longitud del
receptor
Distancia
Número de manchas
solares
Potencia del transmisor
Frecuencia
Rec. UIT-R P.452 Servicios Punto a punto Pérdidas del 700 MHz a 30 GHz No especificada, 0,001 a 50 No aplicable No se especifican Datos del perfil del trayecto
que emplean trayecto pero llega hasta Año medio y mes límites Frecuencia
estaciones el horizonte más desfavorable Porcentaje de tiempo
situadas en la radioeléctrico y Altura de la antena de
superficie de la más allá de él transmisión
Tierra; Altura de la antena de
interferencia recepción
Latitud y longitud del
transmisor
Latitud y longitud del
receptor
Datos meteorológicos
Cuadro 1 – Métodos de predicción de la propagación de ondas radioeléctricas del UIT-R (continuación)
Rec. UIT-R P.528 Móvil Punto a zona Pérdidas del 125 MHz a 15 GHz 0 a 1 800 km 5, 50, 95 No aplicable H1: 15 m a 20 km Distancia
aeronáutico trayecto (para aplicaciones H2: 1 km a 20 km Altura del transmisor
aeronáuticas, la Frecuencia
distancia 0 km en Altura del receptor
horizontal no Porcentaje de tiempo
implica longitud
del trayecto de
0 km)
Rec. UIT-R P.1146 Móvil terrestre Punto a zona Intensidad de 1 a 3 GHz 1 a 500 km 1 a 99 1 a 99 Transmisor ≥ 1 m Distancia
Radiodifusión campo Receptor: 1 a 30 m Frecuencia
Altura de la antena del
transmisor
Altura de la antena del
receptor
Porcentaje de tiempo
Porcentaje de emplaza-
mientos
Información del terreno
Rec. UIT-R P.530 Visibilidad Punto a punto Pérdidas del Aproximadamente Hasta 200 km Todos los No aplicable Altura suficiente Distancia
directa Visibilidad directa trayecto 150 MHz a 40 GHz con visibilidad porcentajes de para asegurar el Altura del transmisor
Enlaces fijos Mejora de la directa tiempo en despejamiento Frecuencia
diversidad condiciones de especificado del Altura del receptor
Recomendación UIT-R P.1144-1
Rec. UIT-R P.533 Radiodifusión Punto a punto MUF básica 2 a 30 MHz 0 a 40 000 km Todos los No aplicable No aplicable Latitud y longitud del
Fijo Intensidad de porcentajes transmisor
Móvil campo de la Latitud y longitud del
onda ionosférica receptor
Potencia disponi- Número de manchas solares
ble en el receptor Mes
Relación Hora(s) del día
señal/ruido Frecuencias
LUF Potencia del transmisor
Fiabilidad del Tipo de antena del
circuito transmisor
Tipo de antena del
receptor
Rec. UIT-R P.534 Fijo Punto a punto a Intensidad de 30 a 100 MHz 0 a 4 000 km 0 a 50 No aplicable No aplicable Distancia
Móvil través de la capa campo Frecuencia
Radiodifusión E esporádica
Rec. UIT-R P.617 Enlaces fijos Punto a punto Pérdidas del > 30 MHz 100 a 1 000 km 20, 50, 90, 99 y No aplicable No se especifican Frecuencia
transhorizonte trayecto 99,9 límites Ganancia de la antena
transmisora
Ganancia de la antena
receptora
Geometría del trayecto
Rec. UIT-R P.618 Fijo por satélite Punto a punto Pérdidas del 1 a 55 GHz Cualquier altura 0,001-5 para la No aplicable No hay límite Datos meteorológicos
trayecto de órbita práctica atenuación; Frecuencia
Ganancia de 0,001-1 para XPD Ángulo de elevación
diversidad y XPD Altura de la estación terrena
(en condiciones Separación y ángulo entre
de precipitación) emplazamientos de estación
terrena (para ganancia de
diversidad)
Diámetro y eficacia de la
antena (para el centelleo)
Ángulo de polarización
(para XPD)
Cuadro 1 – Métodos de predicción de la propagación de ondas radioeléctricas del UIT-R (continuación)
Rec. UIT-R P.620 Coordinación Distancia de Distancia a la 100 MHz a 105 GHz Hasta 1 200 km 0,001 a 50 No aplicable No se especifican Pérdida de transmisión
de frecuencia coordinación que se logran las límites básica mínima
de la estación pérdidas de propa- Frecuencia
terrena gación requeridas Porcentaje de tiempo
Ángulo de elevación de la
estación terrena
Rec. UIT-R P.680 Móvil Punto a punto Desvanecimiento 0,8 a 8 GHz Cualquier altura Hasta 0,001% No aplicable No hay límite Frecuencia
marítimo por causado por la orbital práctica mediante una Ángulo de elevación
satélite superficie del mar distribución Ganancia máxima en el eje
Duración del Rice-Nakagami de puntería de la antena
desvanecimiento Límite del 0,01%
Interferencia para la interferen-
(satélite cia(1)
adyacente)
Rec. UIT-R P.681 Móvil terrestre Punto a punto Desvanecimiento 0,8 a 20 GHz Cualquier altura No aplicable No aplicable No hay límite Frecuencia
por satélite del trayecto orbital práctica Porcentaje de Ángulo de elevación
Duración del distancia recorrida Porcentaje de la distancia
desvanecimiento de 1 a 80% (1) recorrida
Rec. UIT-R P.682 Móvil Punto a punto Desvanecimiento 1 a 2 GHz Cualquier altura Hasta 0,001% No aplicable No hay límite Frecuencia
aeronáutico causado por la orbital práctica mediante una Ángulo de elevación
por satélite superficie del mar distribución Polarización
Rice-Nakagami(1) Ganancia máxima en el eje
de puntería de la antena
Altura de la antena
Rec. UIT-R P.684 Fijo Punto a punto Intensidad de 30 a 500 kHz 0 a 40 000 km 50 No aplicable No aplicable Latitud y longitud del
campo de la onda transmisor
ionosférica Latitud y longitud del
receptor
Distancia
Potencia del transmisor
Frecuencia
Rec. UIT-R P.843 Fijo Punto a punto por Potencia recibida 30 a 100 MHz 100 a 1 000 km 0a5 No aplicable No aplicable Frecuencia
Móvil ráfagas meteóricas Cadencia de la Distancia
Radiodifusión ráfaga Potencia del transmisor
Ganancias de antena
1) Porcentaje de tiempo de interrupción; para la disponibilidad del servicio, se substrae de 100 el valor.
Apéndices
Nota del Editor: Textos informativos adoptados por la Conferencia Intergubernamental sobre Telecomu-
nicaciones en Casos de Emergencia (ICET-98). Desde 1999 existe, en los seis idiomas oficiales, la
publicación oficial del Convenio de Tampere en la Serie de Tratados de las Naciones Unidas.
CONVENIO DE TAMPERE
SOBRE EL SUMINISTRO DE RECURSOS DE TELECOMUNICACIONES
PARA LA MITIGACIÓN DE CATÁSTROFES Y LAS OPERACIONES
DE SOCORRO EN CASO DE CATÁSTROFE
Artículo 1 Definiciones
Artículo 2 Coordinación
Artículo 13 Enmiendas
Artículo 14 Reservas
Artículo 15 Denuncia
Artículo 16 Depositario
reconociendo
que la magnitud, complejidad, frecuencia y repercusiones de las catástrofes están aumentando a un ritmo
extraordinario, lo que afecta de forma particularmente grave a los países en desarrollo,
recordando
que los organismos humanitarios de socorro y asistencia requieren recursos de telecomunicaciones fiables
y flexibles para realizar sus actividades vitales,
recordando además
la función esencial de los recursos de telecomunicaciones para facilitar la seguridad del personal de socorro
y asistencia humanitaria,
recordando asimismo
la función vital de la radiodifusión para difundir en caso de catástrofe información precisa a las
poblaciones amenazadas,
convencidos
de que el despliegue eficaz y oportuno de los recursos de telecomunicaciones y un flujo de información
rápido, eficaz, exacto y veraz resultan esenciales para reducir la pérdida de vidas y el sufrimiento humanos
y los daños a las cosas y al medio ambiente ocasionados por las catástrofes,
preocupados
por el impacto de las catástrofes en las instalaciones de telecomunicaciones y el flujo de información,
conscientes
de las necesidades especiales de asistencia técnica de los países menos desarrollados y propensos a las
catástrofes, con objeto de producir recursos de telecomunicaciones para la mitigación de catástrofes y las
operaciones de socorro,
reafirmando
la absoluta prioridad adjudicada a las comunicaciones de emergencia para salvar vidas humanas en más de
cincuenta instrumentos jurídicos internacionales y, concretamente, en la Constitución de la Unión
Internacional de Telecomunicaciones,
tomando nota
de la historia de la cooperación y coordinación internacionales en lo que concierne a la mitigación de las
catástrofes y las operaciones de socorro en casos de catástrofe, lo que incluye el despliegue y la utilización
oportunos de los recursos de telecomunicaciones que, según se ha demostrado, contribuyen a salvar vidas
humanas,
remitiéndose
a las conclusiones del Grupo de Trabajo sobre telecomunicaciones de emergencia en lo que concierne al
papel crucial que desempeñan las telecomunicaciones en la mitigación de los efectos de las catástrofes y en
las operaciones de socorro en caso de catástrofe,
apoyándose
en las actividades de un gran número de Estados, organismos de las Naciones Unidas, organizaciones
gubernamentales, intergubernamentales y no gubernamentales, organismos humanitarios, proveedores de
equipo y servicios de telecomunicaciones, medios de comunicación social, universidades y organizaciones
de socorro, con objeto de mejorar y facilitar las comunicaciones en caso de catástrofe,
deseosos
de garantizar una aportación rápida y fiable de recursos de telecomunicaciones para atenuar los efectos de
las catástrofes y realizar operaciones de socorro en caso de catástrofe, y
deseosos además
de facilitar la cooperación internacional para mitigar el impacto de las catástrofes,
ARTÍCULO 1
Definiciones
A los efectos del presente Convenio, salvo cuando el contexto en que se usan indique lo contrario, los
términos que figuran a continuación tendrán el significado que se especifica:
1 Por «Estado Parte» se entiende todo Estado que haya manifestado su consentimiento en obligarse
por el presente Convenio.
2 Por «Estado Parte asistente» se entiende un Estado Parte en el presente Convenio que proporcione
asistencia de telecomunicaciones en aplicación del Convenio.
3 Por «Estado Parte solicitante» se entiende un Estado Parte en el presente Convenio que solicite
asistencia de telecomunicaciones en aplicación del Convenio.
4 Por «el presente Convenio» se entiende el Convenio de Tampere sobre el suministro de recursos
de telecomunicaciones para la mitigación de catástrofes y las operaciones de socorro en caso de catástrofe.
5 Por «depositario» se entiende el depositario del presente Convenio según lo estipulado en el
artículo 16.
6 Por «catástrofe» se entiende una grave perturbación del funcionamiento de la sociedad que
suponga una amenaza considerable y generalizada para la vida humana, la salud, las cosas o el medio
ambiente, con independencia de que la catástrofe sea ocasionada por un accidente, la naturaleza o las
actividades humanas y de que sobrevenga súbitamente o como resultado de un proceso dilatado y
complejo.
7 Por «mitigación de catástrofes» se entiende las medidas encaminadas a prevenir, predecir,
observar y/o mitigar los efectos de las catástrofes, así como para prepararse y reaccionar ante las mismas.
8 Por «peligro para la salud» se entiende el brote repentino de una enfermedad infecciosa, por
ejemplo, una epidemia o pandemia, o cualquier otro evento que amenace de manera significativa la vida o
la salud humanas y pueda desencadenar una catástrofe.
9 Por «peligro natural» se entiende un evento o proceso, como terremotos, incendios, inundaciones,
vendavales, desprendimientos de tierras, aludes, ciclones, tsunamis, plagas de insectos, sequías o
erupciones volcánicas, que puedan desencadenar una catástrofe.
11 Por «entidad no estatal» se entiende toda entidad, distinta del Estado, con inclusión de las orga-
nizaciones no gubernamentales y del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, interesada en
la mitigación de las catástrofes y en las operaciones de socorro o en el suministro de recursos de
telecomunicaciones para la mitigación de las catástrofes y las operaciones de socorro.
12 Por «operaciones de socorro» se entiende las actividades orientadas a reducir la pérdida de vidas y
el sufrimiento humanos y los daños materiales y/o al medio ambiente como consecuencia de una
catástrofe.
ARTÍCULO 2
Coordinación
1 El coordinador del socorro de emergencia de las Naciones Unidas será el coordinador de las
operaciones a los efectos del presente Convenio y cumplirá las funciones de coordinador de las
operaciones especificadas en los artículos 3, 4, 6, 7, 8 y 9.
3 Las responsabilidades del coordinador de las operaciones en el marco del presente Convenio
estarán circunscritas a las actividades de coordinación de carácter internacional.
ARTÍCULO 3
Disposiciones generales
1 Los Estados Partes cooperarán entre sí y con las entidades no estatales y las organizaciones inter-
gubernamentales, de conformidad con lo dispuesto en el presente Convenio, para facilitar la utilización de
los recursos de telecomunicaciones para la mitigación de catástrofes y las operaciones de socorro en caso
de catástrofe.
3 Para facilitar dicha utilización, los Estados Partes podrán concertar otros acuerdos o arreglos
multinacionales o bilaterales.
4 Los Estados Partes pedirán al coordinador de las operaciones que, en consulta con la Unión
Internacional de Telecomunicaciones, el depositario, otras entidades competentes de las Naciones Unidas y
organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales, haga todo lo posible, de conformidad con lo
dispuesto en el presente Convenio, para:
a) elaborar, en consulta con los Estados Partes, modelos de acuerdo que puedan servir de base
para concertar acuerdos multilaterales o bilaterales que faciliten el suministro de recursos de
telecomunicaciones para mitigar catástrofes y realizar operaciones de socorro;
b) poner a disposición de los Estados Partes, de otros Estados, entidades no estatales y organiza-
ciones intergubernamentales, por medios electrónicos y otros mecanismos apropiados, modelos
de acuerdo, mejores prácticas y otra información pertinente con referencia al suministro de
recursos de telecomunicaciones para la mitigación de catástrofes y operaciones de socorro en
caso de catástrofe;
c) elaborar, aplicar y mantener los procedimientos y sistemas de acopio y difusión de información
que resulten necesarios para aplicar el Convenio; e
d) informar a los Estados acerca de las disposiciones del presente Convenio, así como facilitar y
apoyar la cooperación entre los Estados Partes prevista en el Convenio.
5 Los Estados Partes cooperarán para mejorar la capacidad de las organizaciones gubernamentales,
las entidades no estatales y las organizaciones intergubernamentales que permita establecer mecanismos de
entrenamiento en técnicas de manejo y operación de los equipos, así como cursos de aprendizaje en
innovación, diseño y construcción de elementos de telecomunicaciones de emergencia que faciliten la
prevención, monitoreo y mitigación de las catástrofes.
ARTÍCULO 4
1 El Estado Parte que requiera asistencia de telecomunicaciones para mitigar los efectos de una
catástrofe y efectuar operaciones de socorro podrá recabarla de cualquier otro Estado Parte, sea
directamente o por conducto del coordinador de las operaciones. Si la solicitud se efectúa por conducto del
coordinador de las operaciones, éste comunicará inmediatamente dicha solicitud a los demás Estados
Partes interesados. Si la asistencia se recaba directamente de otro Estado Parte, el Estado Parte solicitante
informará lo antes posible al coordinador de las operaciones.
6 Los Estados Partes reconocen el derecho de un Estado Parte solicitante a pedir directamente
asistencia de telecomunicaciones a entidades no estatales y organizaciones intergubernamentales, así como
el derecho de toda entidad no estatal y entidad gubernamental a proporcionar, de acuerdo con la legislación
a la que estén sometidas, asistencia de telecomunicaciones a los Estados Partes solicitantes con arreglo al
presente artículo.
7 Una entidad no estatal no puede ser «Estado Parte solicitante» ni pedir asistencia de
telecomunicaciones en virtud del presente Convenio.
ARTÍCULO 5
8 Lo dispuesto en el presente artículo se entenderá sin perjuicio de los derechos y obligaciones con
respecto a los privilegios e inmunidades concedidos a las personas y organizaciones que participen directa
o indirectamente en la asistencia de telecomunicaciones, en aplicación de otros acuerdos internacionales
(incluidos la Convención sobre prerrogativas e inmunidades de las Naciones Unidas, adoptada por la
Asamblea General el 13 de febrero de 1946, y la Convención sobre prerrogativas e inmunidades de los
Organismos Especializados, adoptada por la Asamblea General el 21 de noviembre de 1947) o del derecho
internacional.
ARTÍCULO 6
Termuinación de la asistencia
1 En cualquier momento y mediante notificación escrita, el Estado Parte solicitante o el Estado
Parte asistente podrán dar por terminada la asistencia de telecomunicaciones recibida o proporcionada en
virtud del artículo 4. Recibida dicha notificación, los Estados Partes interesados consultarán entre sí para
proceder de forma adecuada y ordenada a la terminación de dicha asistencia, teniendo presentes los
posibles efectos de dicha terminación para la vida humana y para las operaciones de socorro en curso.
2 Los Estados Partes que proporcionen o reciban asistencia de telecomunicaciones en cumplimiento
del presente Convenio quedarán sujetos a las disposiciones de éste una vez terminada dicha asistencia.
3 El Estado Parte que solicite la terminación de la asistencia de telecomunicaciones lo comunicará
al coordinador de las operaciones, el cual proporcionará la ayuda solicitada y necesaria para facilitar la
terminación de la asistencia de telecomunicaciones.
ARTÍCULO 7
5 Ningún Estado Parte estará obligado a abonar o reembolsar gastos o cánones con arreglo al
presente Convenio si no ha aceptado expresamente las condiciones establecidas por el Estado Parte
asistente de conformidad con lo dispuesto en el párrafo 2 del presente artículo.
7 Las cantidades abonadas o reembolsadas por un Estado Parte solicitante en relación con la
prestación de asistencia de telecomunicaciones podrán transferirse libremente fuera de la jurisdicción del
Estado Parte solicitante sin retraso ni retención alguna.
g) la capacidad del Estado afectado por la catástrofe, peligro natural o peligro para la salud para
prepararse o reaccionar ante dicho evento; y
c) la aplicación del presente artículo no sea incompatible con ningún otro acuerdo referente a las
relaciones entre el Estado Parte solicitante y la entidad no estatal o la organización inter-
gubernamental que preste esa asistencia de telecomunicaciones.
ARTÍCULO 8
2 Los Estados Partes procurarán comunicar sin demora al coordinador de las operaciones los
cambios que se hayan producido en la información suministrada en cumplimiento del presente artículo.
3 El coordinador de las operaciones podrá aceptar la notificación por parte de una entidad no estatal
o una organización intergubernamental de su propio procedimiento aplicable a la autorización para ofrecer
y dar por terminada la asistencia de telecomunicaciones que suministre según lo previsto en el presente
artículo.
4 Los Estados Partes, las entidades no estatales o las organizaciones intergubernamentales podrán
incluir a su discreción en el material que depositen en poder del coordinador de las operaciones infor-
mación sobre recursos específicos de telecomunicaciones y sobre planes para el empleo de dichos recursos
en respuesta a una petición de asistencia de telecomunicaciones por un Estado Parte.
5 El coordinador de las operaciones conservará las copias de todas las listas de autoridades y
comunicará sin tardanza esa información a los Estados Partes, a otros Estados, a las entidades no estatales
y las organizaciones intergubernamentales interesadas, salvo cuando un Estado Parte, una entidad no
estatal o una organización intergubernamental haya indicado previamente por escrito que se restrinja la
distribución de su información.
6 El coordinador de las operaciones tratará de igual modo el material depositado por entidades no
estatales y organizaciones intergubernamentales que el depositado por Estados Partes.
ARTÍCULO 9
Regulatory Barriers
3 La reducción de los obstáculos reglamentarios podrá adoptar, entre otras, las siguientes formas:
a) revisar las disposiciones;
b) exonerar a ciertos recursos de telecomunicaciones de la aplicación de dichas normas mientras
se están utilizando para mitigar catástrofes y realizar operaciones de socorro;
c) el despacho en aduana anticipado de los recursos de telecomunicaciones destinados a la
mitigación de catástrofes y operaciones de socorro, de conformidad con dichas disposiciones;
d) el reconocimiento de la homologación extranjera del equipo de telecomunicaciones y de las
licencias de explotación;
e) la inspección simplificada de los recursos de telecomunicaciones destinados a la mitigación de
catástrofes y operaciones de socorro, de conformidad con dichas disposiciones; y
f) la suspensión temporal de la aplicación de dichas disposiciones en lo que respecta a la utiliza-
ción de los recursos de telecomunicaciones para mitigar catástrofes y realizar operaciones de
socorro.
4 Cada Estado Parte facilitará, a instancia de los demás Estados Partes y en la medida en que lo
permita su legislación nacional, el tránsito hacia su territorio, así como fuera y a través de éste, del
personal, el equipo, los materiales y la información que requiera la utilización de recursos de telecomu-
nicaciones para mitigar una catástrofe y realizar operaciones de socorro.
5 Los Estados Partes informarán al coordinador de las operaciones y a los demás Estados Partes, sea
directamente o por conducto del coordinador de las operaciones, de:
a) las medidas adoptadas en aplicación del presente Convenio para reducir o eliminar los
referidos obstáculos reglamentarios;
b) los procedimientos que pueden seguir, en aplicación del presente Convenio, los Estados Partes,
otros Estados, entidades no estatales u organizaciones intergubernamentales para eximir a los
recursos de telecomunicaciones especificados que se utilicen para mitigar catástrofes y realizar
operaciones de socorro de la aplicación de dichas disposiciones, para aplicar el despacho en
aduana anticipado o la inspección simplificada de tales recursos en consonancia con las normas
pertinentes, aceptar la homologación extranjera de esos recursos o suspender temporalmente la
aplicación de disposiciones que serían normalmente aplicables a dichos recursos; y
c) las condiciones y, en su caso, restricciones, referentes a la aplicación de dichos proce-
dimientos.
6 El coordinador de las operaciones comunicará periódicamente y sin tardanza a los Estados Partes,
a otros Estados, a entidades no estatales y organizaciones intergubernamentales una lista actualizada de
tales medidas, con indicación del alcance, las condiciones y, en su caso, restricciones aplicables.
ARTÍCULO 10
ARTÍCULO 11
Solución de controversias
1 En caso de controversia entre los Estados Partes acerca de la interpretación o aplicación del
presente Convenio, los Estados Partes interesados celebrarán consultas entre sí con el objeto de
solucionarla. Las consultas se iniciarán sin demora una vez que un Estado Parte comunique por escrito a
otro Estado Parte la existencia de una controversia relativa al presente Convenio. El Estado Parte que
formule una declaración escrita en tal sentido transmitirá sin tardanza copia de la misma al depositario.
2 Si la controversia entre los Estados Partes no puede resolverse dentro de los seis (6) meses
siguientes a la fecha de comunicación de la antedicha declaración escrita, los Estados Partes interesados
podrán solicitar los buenos oficios de cualquier otro Estado Parte, u otro Estado, entidad no estatal u
organización intergubernamental para facilitar la solución de la controversia.
3 En caso de que ninguno de los Estados Partes en la controversia solicite los buenos oficios de otro
Estado Parte, u otro Estado, entidad no estatal u organización intergubernamental o si los buenos oficios no
facilitan la solución de la controversia dentro de los seis (6) meses siguientes a la fecha en que se
solicitaron los buenos oficios, cualquiera de los Estados Partes en la controversia podrá:
a) pedir que ésta se someta a arbitraje obligatorio; o
b) someterla a la decisión de la Corte Internacional de Justicia, siempre y cuando los Estados
Partes en la controversia hayan aceptado en el momento de la firma o ratificación del presente
Convenio o de la adhesión al mismo o en cualquier momento posterior la jurisdicción de la
Corte respecto de esa controversia.
4 En caso de que los Estados Partes en la controversia pidan que ésta se someta a arbitraje
obligatorio y la sometan a la decisión de la Corte Internacional de Justicia, tendrá precedencia el procedi-
miento ante la Corte.
5 En caso de controversia entre un Estado Parte que solicite asistencia de telecomunicaciones y una
entidad no estatal u una organización intergubernamental que tenga su sede o domicilio fuera del territorio
de ese Estado Parte acerca de la prestación de asistencia de telecomunicaciones en virtud del artículo 4, la
pretensión de la entidad no estatal o de la organización intergubernamental podrá ser endosada
directamente por el Estado Parte en el que dicha entidad no estatal u organización intergubernamental
tenga su sede o domicilio como reclamación internacional en virtud del presente artículo, siempre que ello
no sea incompatible con ningún otro acuerdo existente entre el Estado Parte y la entidad no estatal o la
organización intergubernamental involucrada en la controversia.
6 Al proceder a la firma, ratificación, aceptación o aprobación del presente Convenio o al adherirse
al mismo, un Estado podrá declarar que no se considera obligado por los procedimientos de solución de
controversia previstos en el párrafo 3 o por alguno de ellos. Los demás Estados Partes no estarán obligados
por el procedimiento o los procedimientos de solución de controversias estipulados en el párrafo 3 con
respecto al Estado Parte cuya declaración a tal efecto esté en vigor.
ARTÍCULO 12
Entrada en vigor
1 El presente Convenio estará abierto a la firma de todos los Estados Miembros de las Naciones
Unidas o de la Unión Internacional de Telecomunicaciones en la Conferencia Intergubernamental sobre
Telecomunicaciones de Emergencia en Tampere el 18 de junio de 1998 y, con posterioridad a esa fecha, en
la Sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, desde el 22 de junio de 1998 hasta el 21 de junio de 2003.
2 Todo Estado podrá manifestar su consentimiento en obligarse por el presente Convenio mediante:
a) la firma (firma definitiva);
b) la firma sujeta a ratificación, aceptación o aprobación, seguida del depósito de un instrumento
de ratificación, aceptación o aprobación; o
c) el depósito de un instrumento de adhesión.
3 El Convenio entrará en vigor treinta (30) días después del depósito de los instrumentos de
ratificación, aceptación, aprobación o adhesión o de la firma definitiva por treinta (30) Estados.
4 El presente Convenio entrará en vigor para cada Estado que lo haya firmado definitivamente o
haya depositado un instrumento de ratificación, aceptación, aprobación o adhesión, una vez cumplido el
requisito especificado en el párrafo 3 del presente artículo, treinta (30) días después de la fecha de la firma
definitiva o de la manifestación del consentimiento en obligarse.
ARTÍCULO 13
Enmiendas
1 Todo Estado Parte podrá proponer enmiendas al presente Convenio, a cuyo efecto las hará llegar
al depositario, el cual las comunicará para aprobación a los demás Estados Partes.
2 Los Estados Partes notificarán al depositario si aceptan o no las enmiendas propuestas dentro de
los ciento ochenta (180) días siguientes a la recepción de las mismas.
3 Las enmiendas aprobadas por dos tercios de los Estados Partes se incorporarán a un Protocolo que
se abrirá a la firma de todos los Estados Partes en la sede del depositario.
4 El Protocolo entrará en vigor igual que el presente Convenio. Para los Estados que lo hayan
firmado definitivamente o hayan depositado un instrumento de ratificación, aceptación, aprobación o
adhesión y una vez cumplidos los requisitos estipulados al efecto, el Protocolo entrará en vigor treinta
(30) días después de la fecha de la firma definitiva o de la manifestación del consentimiento en obligarse.
ARTÍCULO 14
Reservas
1 Al firmar definitivamente, ratificar o adherirse al presente Convenio o a una modificación del
mismo, los Estados Partes podrán formular reservas.
2 Un Estado Parte podrá retirar en todo momento las reservas que haya formulado mediante notifi-
cación escrita al depositario. El retiro de una reserva surtirá efecto en el momento de su ratificación al
depositario.
ARTÍCULO 15
Denuncia
1 Los Estados Partes podrán denunciar el presente Convenio mediante notificación escrita al
depositario.
2 La denuncia surtirá efecto noventa (90) días después de la fecha de depósito de la notificación
escrita.
3 A instancia del Estado Parte denunciante, en la fecha en que surta efecto la denuncia dejarán de
utilizarse las copias de las listas de autoridades, de las medidas adoptadas y de los procedimientos
existentes para reducir los obstáculos reglamentarios, que haya suministrado el Estado Parte que denuncie
el presente Convenio.
ARTÍCULO 16
Depositario
El presente Convenio se depositará en poder del Secretario General de las Naciones Unidas.
ARTÍCULO 17
Textos auténticos
El original del presente Convenio, cuyos textos en árabe, chino, español, francés, inglés y ruso son
igualmente auténticos, se depositará en poder del depositario. Sólo se abrirán a la firma en Tampere el
18 de junio de 1998 los textos auténticos en español, francés e inglés. El depositario preparará después lo
antes posible los textos auténticos en árabe, chino y ruso.
considerando
a) la creciente cantidad de desastres que causan sufrimiento a la humanidad;
b) las necesidades particulares de los países en desarrollo y las necesidades específicas de los
habitantes de las zonas distantes;
c) el potencial de las modernas tecnologías de telecomunicación como herramienta fundamental en
las operaciones de socorro en casos de emergencia y mitigación de los desastres,
considerando además
las disposiciones de los números 17 y 191 de la Constitución de la Unión Internacional de Telecomuni-
caciones que dicen, respectivamente, que la Unión promoverá la adopción de medidas destinadas a
garantizar a la seguridad de la vida humana mediante la cooperación de los servicios de telecomunicación,
y que los servicios internacionales de telecomunicación deberán dar prioridad absoluta a todas las teleco-
municaciones relativas a la seguridad de la vida humana,
observando
que la robustez de todas las infraestructuras de telecomunicación dependen de la planificación adecuada de
la continuidad en cada etapa del desarrollo en la implementación de una red,
observando además
la necesidad de contar con un entorno de reglamentación apropiado para garantizar la plena utilización de
las redes de telecomunicación en el sentido del párrafo anterior,
recomienda
1 que las administraciones se aseguren de que los proveedores de servicios de telecomunicación
tienen debidamente en cuenta las telecomunicaciones en caso de desastre;
2 que los reguladores se cercioren de que en la reglamentación nacional correspondiente se incluyen
disposiciones sobre las telecomunicaciones como parte de las operaciones de socorro y mitigación de los
desastres;
3 que el sector de desarrollo de la UIT estudie, con carácter urgente, los aspectos de las
telecomunicaciones que revisten importancia para la resistencia y la continuidad en caso de desastre,
considerando
a) que la Conferencia Intergubernamental sobre Telecomunicaciones de Emergencia (Tampere,
1998) (ICET-98) adoptó el Convenio sobre el suministro de recursos de telecomunicaciones para la
mitigación de catástrofes y las operaciones de socorro en caso de catástrofe (Convenio de Tampere);
b) que la Conferencia de Plenipotenciarios (Minneápolis, 1998), convencida de que el Convenio de
Tampere proporciona el marco que requiere la utilización sin trabas de los recursos de las telecomu-
nicaciones para la mitigación de catástrofes y las operaciones de socorro en caso de catástrofe, instó a los
Estados Miembros, en su Resolución 36 (Rev.Minneápolis, 1998), a trabajar por la ratificación lo antes
posible del Convenio de Tampere;
c) que la Declaración de La Valetta de la CMDT-98 contempla una serie de cuestiones urgentes, la
importancia de las telecomunicaciones de emergencia y la necesidad de un convenio internacional al
respecto;
d) que la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones (Estambul, 2000) insta en su
Resolución 644 a las administraciones a prestar pleno apoyo a la adopción y aplicación nacional del
Convenio de Tampere;
e) que la segunda Conferencia de Tampere sobre Comunicaciones en casos de catástrofe (Tampere,
2001) (CDC-01) invitó a la UIT a estudiar la utilización de las redes públicas de servicios móviles para una
alarma temprana y la divulgación de la información de emergencia y los aspectos operativos de las
telecomunicaciones de emergencia, tales como las llamadas preferenciales,
observando
que se están emprendiendo actividades a nivel internacional, regional y nacional en el seno de la UIT y
otras organizaciones competentes, con el fin de establecer medios convenidos internacionalmente para
explotar sistemas de protección pública y socorro en caso de catástrofe de forma armonizada y coordinada,
observando además
la publicación del Manual sobre comunicaciones en casos de catástrofe del UIT-D y la adopción de la
Recomendación D-13 del UIT-D sobre la utilización eficaz de los servicios de radioaficionado para mitigar
desastres y realizar operaciones de socorro,
reconociendo que
los trágicos eventos sobrevenidos recientemente en el mundo demuestran claramente la necesidad de
contar con servicios de comunicaciones de gran calidad para contribuir a la seguridad pública y ayudar a
los organismos que realizan operaciones de socorro en situaciones de catástrofe a minimizar los riesgos
para la vida humana y atender a las correspondientes necesidades generales de información y comuni-
cación al público en tales situaciones,
resuelve
invitar al UIT-D a seguir garantizando que se conceda la debida atención a las telecomunicaciones de
emergencia como elemento del desarrollo de las telecomunicaciones, lo que incluye trabajar en estrecha
coordinación y colaboración con el UIT-R y el UIT-T y otras organizaciones internacionales competentes,
facilitando y alentando la utilización de los medios de comunicaciones descentralizados que resulten
apropiados y estén generalmente disponibles, incluidos los proporcionados por el servicio de radioafi-
cionados y los servicios de satélite y terrenales,
invita
al Coordinador de las operaciones de socorro de emergencia de las Naciones Unidas y al Grupo de Trabajo
sobre Telecomunicaciones de emergencia y a otras organizaciones u órganos competentes a colaborar
estrechamente con la UIT en sus esfuerzos por aplicar la presente Resolución y el Convenio de Tampere, y
a dar apoyo a las administraciones y organizaciones de telecomunicaciones internacionales y regionales
para implementar el Convenio,
____________________
* Hay que señalar que se requiere un mínimo de 30 ratificaciones del Convenio de Tampere antes del plazo límite que vence el
21 de junio de 2003.
haciendo suyas
a) la Resolución 644 (Rev.CMR-2000) de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones
(Estambul, 2000) relativa a las telecomunicaciones para mitigar los efectos de las catástrofes y para
operaciones de socorro;
b) la Resolución 34 (Estambul, 2002) de la Conferencia Mundial de Desarrollo de las Telecomu-
nicaciones sobre los recursos de las telecomunicaciones al servicio de la asistencia humanitaria,
considerando
a) que la Conferencia Intergubernamental sobre Telecomunicaciones de Emergencia (Tampere,
1998) adoptó el Convenio de Tampere sobre el suministro de recursos de telecomunicaciones para la
mitigación de catástrofes y las operaciones de socorro en caso de catástrofe;
b) que la segunda Conferencia de Tampere sobre Comunicaciones en casos de catástrofe (Tampere,
2001) (CDC-01) invitó a la UIT a estudiar la utilización de las redes públicas de servicios móviles para una
alarma temprana y la divulgación de información de emergencia y sobre los aspectos operativos de las
telecomunicaciones de emergencia, tales como el orden de prioridad de las llamadas,
observando
que se están emprendiendo actividades a nivel internacional, regional y nacional en la UIT y otras
organizaciones competentes, con el fin de establecer medios convenidos internacionalmente para explotar
sistemas de protección pública y de socorro en caso de catástrofe de forma armonizada y coordinada,
reconociendo
a) la gravedad y la amplitud que pueden tener las catástrofes, que pueden tener consecuencias
traumatizantes para las personas;
b) que los trágicos acontecimientos sobrevenidos recientemente en el mundo demuestran claramente
la necesidad de contar con servicios de comunicaciones de gran calidad para contribuir a la seguridad
pública y ayudar a los organismos que realizan operaciones de socorro en situaciones de catástrofe a
reducir al mínimo los riesgos para la vida humana y atender a las correspondientes necesidades generales
de información y comunicación al público en tales situaciones,
convencida
de que el uso sin trabas de equipos y servicios de telecomunicaciones es indispensable para la eficacia y
utilidad de la asistencia humanitaria,
convencida igualmente
de que el Convenio de Tampere proporciona el marco adecuado para utilizar con estos criterios los
recursos de telecomunicaciones,
UIT-T E.106
SECTOR DE NORMALIZACIÓN (10/2003)
DE LAS TELECOMUNICACIONES
DE LA UIT
Resumen
En esta Recomendación se describe un plan internacional de preferencias para que los órganos de gobierno
correspondientes utilicen las telecomunicaciones públicas en las intervenciones de ayuda en caso de
emergencia, y las actuaciones frente a desastres. La necesidad de contar con el plan internacional de prefe-
rencias en situaciones de emergencia para actuaciones frente a desastres (IEPS) surge al producirse una crisis,
que causa un incremento en la demanda de telecomunicaciones en circunstancias en que el servicio telefónico
internacional puede estar limitado como consecuencia de daños, capacidad reducida, congestión o averías. En
las situaciones de crisis, los usuarios IEPS de telecomunicaciones públicas tienen que recibir un trato
preferencial.
Orígenes
La Recomendación UIT-T E.106 fue aprobada por la Comisión de Estudio 2 (2001-2004) del UIT-T por el
procedimiento de la Resolución 1 de la AMNT el 31 de octubre de 2003.
NOTA
En esta Recomendación, la expresión «Administración» se utiliza para designar, en forma abreviada, tanto
una administración de telecomunicaciones como una empresa de explotación reconocida de tele-
comunicaciones.
La observancia de esta Recomendación es voluntaria. Ahora bien, la Recomendación puede contener ciertas
disposiciones obligatorias (para asegurar, por ejemplo, la aplicabilidad o la interoperabilidad), por lo que la
observancia se consigue con el cumplimiento exacto y puntual de todas las disposiciones obligatorias. La
obligatoriedad de un elemento preceptivo o requisito se expresa mediante las frases «tener que, haber de, hay
que + infinitivo» o el verbo principal en tiempo futuro simple de mandato, en modo afirmativo o negativo. El
hecho de que se utilice esta formulación no entraña que la observancia se imponga a ninguna de las partes.
PROPIEDAD INTELECTUAL
La UIT señala a la atención la posibilidad de que la utilización o aplicación de la presente Recomendación
suponga el empleo de un derecho de propiedad intelectual reivindicado. La UIT no adopta ninguna posición
en cuanto a la demostración, validez o aplicabilidad de los derechos de propiedad intelectual reivindicados,
ya sea por los miembros de la UIT o por terceros ajenos al proceso de elaboración de Recomendaciones.
En la fecha de aprobación de la presente Recomendación, la UIT no ha recibido notificación de propiedad
intelectual, protegida por patente, que puede ser necesaria para aplicar esta Recomendación. Sin embargo,
debe señalarse a los usuarios que puede que esta información no se encuentre totalmente actualizada al
respecto, por lo que se les insta encarecidamente a consultar la base de datos sobre patentes de la TSB.
UIT 2003
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, by any means whatsoever, without the
prior written permission of ITU.
1 Alcance
El IEPS permite el uso de las telecomunicaciones públicas por parte de los órganos de gobierno
correspondientes en las intervenciones de ayuda en caso de emergencias y las actuaciones frente a desastres.
Permite a los usuarios, autorizados por los organismos nacionales competentes, tener acceso al servicio
telefónico internacional que describe la Rec. UIT-T E.105 [1] cuando este servicio esté limitado como
consecuencia de daños, congestión u otras averías, o cualquier combinación de ellas. La presente
Recomendación describe los requisitos funcionales, las características, el acceso y la gestión de las
operaciones en el marco del IEPS.
2 Referencias
Las siguientes Recomendaciones del UIT-T y otras referencias contienen disposiciones que, mediante su
referencia en este texto, constituyen disposiciones de la presente Recomendación. Al efectuar esta
publicación, estaban en vigor las ediciones indicadas. Todas las Recomendaciones y otras referencias son
objeto de revisiones por lo que se preconiza que los usuarios de esta Recomendación investiguen la
posibilidad de aplicar las ediciones más recientes de las Recomendaciones y otras referencias citadas a
continuación. Se publica periódicamente una lista de las Recomendaciones UIT-T actualmente vigentes. En
esta Recomendación la referencia a un documento, en tanto que autónomo, no le otorga el rango de una
Recomendación.
3 Definiciones
En esta Recomendación se define el término siguiente.
3.1 usuario IEPS: Usuario con acceso al IEPS, autorizado por el organismo nacional competente
respectivo. El mecanismo específico utilizado por el organismo nacional competente es asunto de cada país y
está fuera del alcance de esta Recomendación.
4 Abreviaturas
En esta Recomendación se utilizan las siguientes siglas.
HPC Llamada de alta prioridad (high priority call)
IEPS Plan internacional de preferencias en situaciones de emergencia (international emergency
preference scheme)
PIN Número de identificación personal (personal identification number)
RDSI Red digital de servicios integrados
RMTP Red móvil terrestre pública
RNMC Control de gestión restrictivo de redes (restrictive network management control)
RTPC Red telefónica pública conmutada
Los planes nacionales de preferencias están concebidos para ser utilizados en situaciones de crisis
nacionales, pero podrían darse situaciones en las que sea necesario utilizar un plan de preferencias
internacional aunque resulte innecesario el sistema nacional respectivo. Un ejemplo de esto es cuando se
genera un intenso tráfico internacional a un país distante en crisis. Por consiguiente, se han de considerar los
planes de preferencias internacionales y nacionales como categorías independientes, y compatibles entre sí.
Si bien es posible que los usuarios IEPS de un plan de preferencias nacional no estén facultados a acceder al
plan internacional, todos los usuarios IEPS del plan internacional deben poder utilizar su propio plan
nacional de preferencias.
Se reconoce la posibilidad, de que en algunos sistemas nacionales las características del IEPS estén
habilitadas de manera permanente.
Los usuarios del IEPS deberían poder utilizar en tiempos de crisis sus equipos normales de telecomuni-
caciones. Al efectuarse una llamada IEPS, la RTPC/RDSI/RMTP no debe presentar marcadas diferencias
para ningún usuario IEPS.
Las llamadas originadas por usuarios del IEPS deberían tener preferencia a través de las redes involucradas
toda vez que el IEPS esté habilitado.
En circunstancias de daños o congestión graves, los países deberían estar en condiciones de efectuar
controles de red, particularmente del tráfico entrante, aun cuando se hubiera invocado el IEPS.
Para asegurar que un usuario IEPS pueda llamar sin dificultades a otro usuario de telecomunicaciones se
deben suprimir todas las restricciones para la finalización de la llamada. Esto no incluye que se le dé
preferencia con respecto a las llamadas existentes.
Esta Recomendación no tiene ningún efecto en el acceso a los servicios públicos de emergencia.
Es posible que los países lleguen a acuerdos bilaterales relativos al intercambio de llamadas preferenciales y
a su tratamiento.
Deberían establecerse medios técnicos y procedimientos de gestión para la iniciación y el funcionamiento
del IEPS, compatibles con los planes nacionales existentes de gestión del tráfico de red.
Este plan de preferencias está destinado solamente a los usuarios IEPS, con el fin de que éstos puedan
establecer llamadas de preferencias. De otra parte, los servicios públicos de emergencia se destinan a la
utilización de todas la personas, con el fin de poder efectuar llamadas a los servicios de bomberos, policía y
médicos. Con frecuencia se les invoca utilizando códigos cortos de acceso.
Corresponderá a todas las llamadas IEPS una misma clase de llamadas, de modo que se les aplique un solo
nivel de prioridad. No obstante, es posible que algunas implementaciones permitan características ampliadas
de servicio gracias al análisis de la información adicional de señalización que proporcione quien inicia las
llamadas. Por ejemplo, puede ocurrir que el país de origen de la llamada tenga un plan de preferencias
multinivel y llegue a un acuerdo con el país de destino de ésta para que se haga corresponder su plan de
preferencias multinivel con el de aquel país. En este caso, es importante que se transporte de manera
transparente la información relativa al nivel de prioridad a través de la red internacional y se la presente a la
red de destino. No se debe obligar a las redes de tránsito que no soporten el IEPS a examinar la información
de preferencias, sino que hagan pasar la información de señalización sin cambiarla.
La preeminencia en la red pública (dando por terminada toda llamada existente) no se requiere.
Los países interesados deberían coordinar entre sí las peticiones de habilitación del IEPS. En cada país, la
autorización del IEPS corre por cuenta de la autoridad nacional, también encargada de establecer los arreglos
necesarios.
Los usuarios del IEPS serán quienes determinen los órganos del gobierno nacional respectivo. Es posible que
un órgano de un gobierno nacional desee considerar los criterios presentados en el apéndice I para la
selección de usuarios del IEPS.
Conviene que se exima a estas llamadas de todo control de gestión restrictivo de red con el fin de optimizar
su éxito. Debería existir un acceso preferencial a los recursos de red. Es posible también que estas llamadas
preferenciales eviten características de red invocadas por el usuario terminal que pudieran evitar alertas, tales
como por ejemplo «no molestar» o «barrido de llamada».
Cuando un elemento de red no pueda responder a la solicitud de una llamada preferencial, no conviene que el
encaminamiento de la llamada se vea afectado ni que se supriman indicadores de preferencia.
Pueden emplearse las características descritas en el presente anexo, separadamente o en forma combinada,
con el fin de aumentar la probabilidad de compleción satisfactoria de llamadas, pero no son imprescindibles
para el IEPS. La lista no es exhaustiva y cada país determinará el empleo de dichas características teniendo
en cuenta las capacidades de las redes utilizadas.
La característica
N.o Características esenciales para el IEPS requiere marcado
de llamadas
1 Tono de invitación a marcar prioritario – conexiones alámbricas o inalámbricas No
(servicio de líneas esenciales)
2 Mensaje de establecimiento de comunicación prioritario a través de una red de Sí
señalización, con identificador de llamada de alta prioridad (HPC, high priority)
(identificador de HPC
3 Indicador de prioridad en redes portadoras Sí
4 Exención de controles de gestión restrictivos de red (RNMC, restrictive Sí
(network) management controls) tales como el espaciamiento de llamadas
(exención de RNMC)
La característica
Características (F) y técnicas (T) optativas, cuyo objeto es mejorar
N.o requiere marcado
la compleción de llamadas
de llamadas
5 Acceso y egreso con capacidad de supervivencia del lugar del usuario de
extremo a la RTPC/RDSI/RMTP: (F)
a) derivación de central local; (T) Sí
b) acceso diverso a la RTPC/RDSI desde teléfonos celulares; (T) Sí
c) anulación de prescripción; (T) Sí
d) encaminamiento desviado; (T) Sí
e) encaminamiento diverso. (T) Sí
6 Verificación del usuario de IEPS (F) Sí
7 Anuncios especiales sobre la progresión de la llamada (F) Sí
8 Capacidades especiales de encaminamiento: (F)
a) encaminamiento alternativo ampliado; (T) Sí
b) cola de espera de circuito; (T) Sí
c) espera de circuito con teléfono descolgado; (T) Sí
d) reserva dinámica de circuito; (T) Sí
e) división de circuito en subgrupos; (T) Sí
f) reencaminamiento automático de llamadas; (T) No
g) partición RTPC/RDSI/RMTP. (T) No
9 Reenvío de llamadas (F) Sí
Esta es una modalidad del servicio que aumenta la capacidad de los usuarios del IEPS de tener preferencia
frente a otros usuarios para la recepción del tono de invitación a marcar. Es un trato restrictivo para quienes
no son usuarios del IEPS. Obsérvese que los sistemas que deniegan acceso constituyen una forma extrema de
trato restrictivo limitando el tono de invitación a marcar únicamente a ciertas líneas autorizadas.
Por este método, se ponen marcas y se identifican las llamadas IEPS. A medida que la llamada IEPS avanza
por las redes, el identificador en cuestión permitiría un encaminamiento especial y un trato preferencial,
destinado a lograr la mayor probabilidad de compleción de la llamada.
Este es un método para marcar e identificar los establecimientos de conexión IEPS y debe causar una
atribución de prioridad en las redes de portador. A medida que progrese el establecimiento de conexión IEPS
a través de las redes, este identificador puede facilitar un encaminamiento especial y un tratamiento
preferencial a fin de garantizar mayor probabilidad de establecimiento de conexión. Conviene mantener la
atribución preferencial de recursos de portador durante toda la llamada.
La gestión de red se trata de una serie de medidas de control empleadas para prevenir o controlar la
degradación del servicio de red. Dichas medidas pueden ser de ampliación o de protección. Las medidas de
ampliación aumentan las posibilidades de encaminamiento de llamadas proporcionando una capacidad
mayor de lo normal para cursar el tráfico excedente. Las medidas de protección limitan las llamadas a las
dirigidas a un conmutador o grupo troncal. Conviene eximir a la llamada IEPS de todos los controles
restrictivos, mientras que se debe seguir beneficiando de los controles expansivos.
Esta técnica permite al llamante en IEPS mantenerse descolgado mientras la red sigue buscando, a
intervalos predeterminados (de algunos segundos), un circuito disponible cuando ninguno se ha
encontrado en el primer intento.
Por esta técnica, se reservan automáticamente circuitos para determinadas clases de llamadas bajo
condiciones preestablecidas. Puede ejecutarse o activarse de la siguiente manera:
– las llamadas IEPS podrían tener a disposición un número variable de circuitos entre los
conmutadores, según la demanda;
– la designación de subgrupos específicos dentro de un grupo troncal que, bajo condiciones prede-
terminadas, quedarían reservados para las llamadas IEPS.
Mediante esta técnica, los circuitos se dividen en subgrupos previamente definidos, uno para uso
general y otro para uso exclusivo del IEPS. En condiciones normales, el tráfico de uso general podría
utilizar cualquiera de los subgrupos. En las situaciones de emergencia, sólo las llamadas IEPS
tendrían acceso al subgrupo asignado a tal efecto. El desbordamiento eventual de éste podría
encaminarse al subgrupo de uso general, pero las llamadas generales estarían excluidas del
subgrupo IEPS.
Esta técnica permite encaminar las llamadas por otras redes del operador.
g) Partición RTPC/RDSI/RMTP
Consiste en la utilización del soporte físico o lógico para separar el tráfico en distintos grupos
funcionales, a los efectos de suministrar capacidades de servicio especiales, tales como la comple-
ción mejorada de llamadas, a las llamadas en el marco del IEPS.
Característica que permite reencaminar automáticamente las llamadas de una línea a otra o a una operadora.
Característica por la cual el usuario puede intentar una llamada seleccionando un código de dos o tres cifras,
por el cual una base de datos recibe la instrucción de obtener el número deseado completo de una tabla de
consulta y transmitirlo a la red con el fin de conectar la línea llamante con la línea llamada.
Característica que permite a la operadora del equipo terminal interrumpir una llamada en curso.
Códigos únicos de cifras múltiples empleados para permitir que un usuario IEPS tenga acceso privilegiado a
una red, un sistema o un dispositivo. Tras validarse el código, la llamada puede proseguir.
Sistema destinado a distribuir equitativamente el tráfico dirigiendo las llamadas entrantes a través de un
grupo de terminales.
Característica que proporciona una mayor eficiencia de concentración de enlaces entre el emplazamiento del
usuario final y una central local al permitir que varios servicios utilicen el mismo grupo de enlaces y se
distribuya el tráfico por todos los circuitos disponibles, según cada llamada.
Esta característica permite a una extensión conectada responder a cualquier extensión llamante dentro de un
grupo de toma de llamadas asignado.
Característica por la cual una llamada a un número de usuario se transfiere automáticamente a uno o más
números sustitutivos cuando el número llamado está ocupado o no responde.
Característica que suministra un distintivo sonoro a una línea de usuario ocupada para notificar al usuario
que otro llamante está intentando obtener su número.
Característica que permite identificar el número de usuario llamante mediante una indicación visual o sonora
en el terminal llamado.
Apéndice I
Los usuarios del IEPS son designados por los respectivos órganos de sus gobiernos nacionales. A
continuación se enumeran los criterios de selección que pueden ser considerados por un órgano nacional,
aunque no se limitan a ellos:
• defensa civil/«defensa interna», por ejemplo, sistemas de alerta a la población;
• diplomacia y otros fines oficiales esenciales;
• fines de seguridad del Estado, entre ellos aduanas e inmigración;
• servicios de emergencia a cargo de autoridades locales, entre ellos policía, bomberos, etc.;
• proveedores de servicios de correos y telecomunicaciones, a los efectos del mantenimiento de sus
servicios a otros usuarios esenciales;
• servicios públicos, como electricidad, agua corriente, etc.;
• servicios médicos;
• socorro aéreo y marítimo.
Serie E Explotación general de la red, servicio telefónico, explotación del servicio y factores
humanos
Serie F Servicios de telecomunicación no telefónicos
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