Miercoles de Ceniza 14 de Febrero
Miercoles de Ceniza 14 de Febrero
Miercoles de Ceniza 14 de Febrero
CELEBRACIÓN DE LA PALABRA
E IMPOSICION DE CENIZAS
INICIALES
Todos responden
Amén
Monición
Queridos hermanos:
La fe nos enseña que Dios es perdón y misericordia y que ofrece cuantos acuden a su
bondad la oportunidad de reconocer su pecado y acudir, con confianza y alegría, al que
puede renovar el corazón.
Volvamos a escuchar la voz del Señor: “Conviértanse, porque está cerca el Reino de los
Cielos” (Mateo 4, 17).
Todos oran en silencio por un momento. Seguidamente, el que dirige la celebración, sin
extender las manos, dice la oración:
Todos responden
Amén
El lector de la primera lectura, si ha sido posible tener el leccionario, la toma con respeto,
abre y lee el texto correspondiente, mientras los demás están sentados.
Primera lectura
Lectura de la profecía de Joel (2,12-18):
AHORA —oráculo del Señor—, convertíos a mí de todo corazón, con ayunos, llantos y
lamentos; rasgad vuestros corazones, no vuestros vestidos, y convertíos al Señor vuestro
Dios, un Dios compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en amor, que se arrepiente
del castigo. ¡Quién sabe si cambiará y se arrepentirá dejando tras de sí la bendición, ofrenda
y libación para el Señor, vuestro Dios! Tocad la trompeta en Sion, proclamad un ayuno
santo, convocad a la asamblea, reunid a la gente, santificad a la comunidad, llamad a los
ancianos; congregad a los muchachos y a los niños de pecho; salga el esposo de la alcoba
y la esposa del tálamo. Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, servidores del Señor, y
digan: «Ten compasión de tu pueblo, Señor; no entregues tu heredad al oprobio ni a las
burlas de los pueblos». ¿Por qué van a decir las gentes: «Dónde está su Dios»? Entonces
se encendió el celo de Dios por su tierra y perdonó a su pueblo.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 50,3-4.5-6a.12-13.14.17
HERMANOS:
Actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo exhortara por medio de
nosotros. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Al que no conocía
el pecado, lo hizo pecado en favor nuestro, para que nosotros llegáramos a ser justicia de
Dios en él. Y como cooperadores suyos, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia
de Dios. Pues dice: «En el tiempo favorable te escuché,en el día de la salvación te ayudé».
Pues mirad: ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la salvación.
Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,1-6.16-18):
La ceniza que nos imponen en nuestras cabezas sacude los pensamientos que tenemos
en la mente. Nos recuerda que nosotros, hijos de Dios, no podemos vivir para ir tras el polvo
que se desvanece […] vivimos para realizar el sueño de Dios, para amar. La ceniza se posa
sobre nuestras cabezas para que el fuego del amor se encienda en los corazones […].
El abrazo del Padre en la confesión nos renueva por dentro, limpia nuestro corazón.
Dejémonos reconciliar para vivir como hijos amados, como pecadores perdonados, como
enfermos sanados, como caminantes acompañados. Dejémonos amar para amar.
Dejémonos levantar para caminar hacia la meta, la Pascua. Tendremos la alegría de
descubrir que Dios nos resucita de nuestras cenizas.
Al referirse al camino sinodal en la Iglesia, el Papa Francisco sugiere que la Cuaresma sea
también “un tiempo de decisiones comunitarias, de pequeñas y grandes decisiones a
contracorriente,” que cambien la vida cotidiana de las personas, como, por ejemplo, “los
hábitos de compra, el cuidado de la creación, la inclusión de los invisibles o los
despreciados”.
Por último, el Santo Padre lanza una invitación a vivir la “valentía de la conversión” con un
llamado que dirigió a los jóvenes durante la JMJ en Lisboa: «Busquen y arriesguen,
busquen y arriesguen. En este momento histórico los desafíos son enormes, los quejidos
dolorosos -estamos viviendo una tercera guerra mundial a pedacitos-, pero abrazamos el
riesgo de pensar que no estamos en una agonía, sino en un parto; no en el final, sino al
comienzo de un gran espectáculo. Y hace falta coraje para pensar esto».
Imploremos, hermanos, a quien tiene pleno poder en el cielo y en la tierra y pidámosle que
escuche benignamente las súplicas de su pueblo penitente. Oremos juntos diciendo:
• Para que el Señor, que generosamente nos concede empezar hoy la Cuaresma,
nos dé también en estos días de gracia el don de convertirnos a él y afirmarnos en
la fidelidad cristiana, roguemos al Señor.
• Para que el Señor que tomó la condición de preso, de fortaleza a los que esperan
una condena como resultado de sus actos, roguemos al Señor.
• Para que el Señor, médico de los cuerpos y de las almas, conceda la salud a los
enfermos y la paz del espíritu a los que viven angustiados, roguemos al Señor.
• Para que en este año de la Fe y la Pastoral Social, Dios toque nuestros corazones
y seamos generosos con los más necesitados. Cumpliendo con el ayuno y
compartiéndolo con los que no tienen, roguemos al Señor.
Todos responden
Amén
El que preside se dirige a los presentes y mientras impone la ceniza en la frente dice una
sola vez
«Convertíos y creed en el Evangelio», o bien: «Acuérdate de que eres polvo y al polvo
volverás».
Se concluye con estas palabras
El Dios de toda gracia, que los ha llamado en Cristo a su eterna gloria, los afiance y los
conserve fuertes y constantes en la fe.
Todos responden
Amén
Todos responden
Demos gracias a Dios