El Estrés Laboral
El Estrés Laboral
El Estrés Laboral
Puede producirse por diversas razones como por ejemplo cuando el empleado no recibe
suficiente apoyo de supervisores o colegas y cuando tiene un control limitado sobre su trabajo. El
estrés aparece cuando hay una carga excesiva de trabajo difícil de controlar.
En ocasiones los empleados se ven sometidos a una excesiva carga de trabajo debido a una mala
planificación por parte de los gestores. Los plazos ajustados y la obligación de terminar tareas
contrarreloj elevan los niveles de cortisol en el trabajador (hormona causante del estrés y
aumenta el abdomen bajo), lo que puede aumentar su ansiedad, volviéndolo irritable y
disminuyendo su capacidad para resolver los problemas y ejecutar las tareas previstas.
La posibilidad de que un pequeño error tenga graves consecuencias es otra de las causas de estrés
laboral. Un controlador de tráfico aéreo o un cirujano en plena operación son buenos ejemplos
que ilustran este detonante. El trabajador se ve obligado a mantener concentración
absoluta durante un largo periodo de tiempo, donde la más breve distracción puede tener
consecuencias fatales.
Otra de las causas es la continua exposición a tareas peligrosas para la salud o la integridad física
del empleado. Estar expuesto a este tipo de situaciones obliga a nuestro organismo a estar
continuamente en estado de alerta, con elevados niveles de cortisol en sangre, lo que en el medio
y largo plazo resulta perjudicial para la salud.
Consecuencias físicas que produce el estrés laboral:
Entre las consecuencias físicas del estrés laboral en el trabajador, que suelen manifestarse en
el medio y largo plazo, encontramos las siguientes patologías:
Alteraciones cardiovasculares:
Hipertensión, enfermedades coronarias, arritmias.
Alteraciones dermatológicas:
Caída del cabello (alopecia), dermatitis, urticaria.
Alteraciones musculo-esqueléticas:
Contracturas musculares, incremento del riesgo de lesiones músculo-tendinosas, dolores
crónicos.
Alteraciones digestivas:
Diarrea, estreñimiento, ulceras pépticas.
Otra de las consecuencias que frecuente presentan los trabajadores sometidos a estrés laboral es
la aparición de dolores de cabeza, cuya intensidad hace que en ocasiones el empleado se vea
incapacitado temporalmente para realizar cualquier actividad.
Como vemos, los efectos del estrés laboral son más amplios de lo que pudiera parecer en un
primer momento y afectan al trabajador, a la gente que le rodea y a la propia empresa.
Si lo desea, puede consultar nuestra sección sobre como manejar el estrés laboral, que le ayudará
a reducir sus consecuencias.
Ya que tenemos la definición, causa y consecuencia de estrés laboral, a
continuación planteamos cómo manejar el estrés.
Comunícate:
Se amable, expón la situación y procura no enfadarte, no tienes nada que perder y mucho por
ganar. Debes mantener tu mente ocupada únicamente en aquellos asuntos que estén bajo tu
control. La comunicación también es fundamental en aquellos casos en los que los detonantes o
agravantes del estrés laboral son las propias condiciones ambientales del puesto de trabajo, como
la temperatura, la iluminación o el volumen de ciertos sonidos.
Haz deporte:
El deporte es otro de nuestros grandes aliados en el manejo del estrés laboral. Practicar deporte
de modo regular nos hace liberar endorfinas (una potente hormona anti estrés) y nos ayuda a
descansar mejor por las noches.
Tómate un descanso:
Está demostrado que el cerebro rinde mejor si le damos un pequeño descanso (aunque sea de un
minuto) por cada hora de trabajo. Así que ve por un vaso de agua o un café, te vendrá bien para
estirar las piernas y despejar tu mente del estrés. Además, permanecer sentado muchas horas
seguidas no es bueno para tu espalda. Ella te lo agradecerá.
9. ¿Crees que solo las grandes empresas brindan maneras de reducir el estrés?
No/No/No/No/No/No/No/No/No/No
Los factores que pueden producir el estrés se conocen como estresores y son estímulos que, ya
sea de forma directa o por una vía indirecta, desestabilizan el equilibrio del organismo que recibe
el nombre de homeostasis.
Algo percibido como una amenaza, un cambio en las funciones propias de la fisiología, la
obligación de procesar datos e información de manera inmediata, la presión de un grupo y el
confinamiento son algunos de los estresores más comunes.
El estrés es la respuesta que da nuestro cuerpo ante diversas situaciones que provocan tensión
suficiente como para considerarlas una amenaza. Dichas situaciones pueden ser de diversa
índole, siendo diferentes los detonantes del estrés en cada persona. Mientras que a alguien un
conflicto familiar, como puede ser el divorcio, puede ser causante de estrés, en otra persona lo
son, por ejemplo, los exámenes universitarios.
El estrés es una respuesta autodefensiva del organismo ante todos ciertos estímulos que hacen
percibir nerviosismo y tensión en la persona. Si bien hoy en día representa uno de los problemas
de salud más expandidos, debido al trajín laboral y a las exigencias sociales, esto es porque los
procesos que detonan esta patología, al ser frecuentes en la vida cotidiana, tienden a generar otro
tipo de problemas, sobre todo en el sistema nervioso.
Podemos considerar al estrés como el proceso que se pone en marcha cuando una persona
percibe una situación o acontecimiento como amenazante o desbordante de sus recursos. A
menudo los hechos que lo ponen en marcha son los que están relacionados con cambios, exigen
del individuo un sobreesfuerzo y por tanto ponen en peligro su bienestar personal.
La popularidad que ha alcanzado el tema del estrés, si bien pone de manifiesto la preocupación
que suscita hoy en día, también ha llevado a cierta confusión del concepto y a un exceso en su
patologización.
La definición del término estrés ha sido muy controvertida desde el momento en que se importó
para la psicología por parte del fisiólogo canadiense Selye (1956). El estrés ha sido entendido:
Como interacción entre las características del estímulo y los recursos del individuo.
En la actualidad, este último planteamiento, se acepta como el más completo. Así pues, se
considera que el estrés se produce como consecuencia de un desequilibrio entre las demandas del
ambiente (estresores internos o externos) y los recursos disponibles del sujeto. De tal modo, los
elementos a considerar en la interacción potencialmente estresante son: variables situacionales
(por ejemplo, del ámbito laboral), variables individuales del sujeto que se enfrenta a la situación
y consecuencias del estrés.
El estrés puede ser definido como el proceso que se inicia ante un conjunto de demandas
ambientales que recibe el individuo, a las cuáles debe dar una respuesta adecuada, poniendo en
marcha sus recursos de afrontamiento. Cuando la demanda del ambiente (laboral, social, etc.) es
excesiva frente a los recursos de afrontamiento que se poseen, se van a desarrollar una serie de
reacciones adaptativas, de movilización de recursos, que implican activación fisiológica. Esta
reacción de estrés incluye una serie de reacciones emocionales negativas (desagradables), de las
cuáles las más importantes son: la ansiedad, la ira y la depresión.
Historia del estrés
En la década de 1930, Hans Selye –hijo del cirujano austriaco Hugo Selye–, observó que todos
los enfermos a quien estudiaba, independientemente de la enfermedad que padecieran,
presentaban síntomas comunes: fatiga, pérdida del apetito, bajada de peso y astenia, entre otras
posibles sintomatologías. Por ello, Selye llamó a este conjunto de síntomas el síndrome de estar
enfermo.
En 1950 publicó la que sería su investigación más famosa: Estrés. Un estudio sobre la ansiedad.
El término estrés proviene de la física y hace referencia a la presión que ejerce un cuerpo sobre
otro (la fatiga de materiales), siendo aquel que más presión recibe el que puede destrozarse- y fue
adoptado por la psicología, pasando a denominar el conjunto de síntomas psicofisiológicos antes
mencionado, y que también se conocen como síndrome general de adaptación. Los estudios de
Selye con posterioridad llevaron a plantear que el estrés es la respuesta inespecífica a cualquier
demanda a la que sea sometido, es decir que el estrés puede presentarse cuando se da un beso
apasionado.
Hans Selye se graduó como médico y posteriormente realizó un doctorado en química orgánica
en su universidad, a través de una beca de la Fundación Rockefeller se trasladó a la Universidad
John Hopkins en Baltimore E.E.U.U. para realizar un posdoctorado cuya segunda mitad efectuó
en Montreal Canadá en la Escuela de Medicina de la Universidad McGill, donde desarrolló sus
famosos experimentos del ejercicio físico extenuante con ratas de laboratorio que comprobaron
la elevación de las hormonas suprarrenales (ACTH, adrenalina y noradrenalina), la atrofia del
sistema linfático y la presencia de ulceras gástricas. Al conjunto de estas alteraciones orgánicas
el doctor Selye denominó "estrés biológico".
Selye consideró entonces que varias enfermedades desconocidas como las cardiacas, la
hipertensión arterial y los trastornos emocionales o mentales no eran sino la resultante de
cambios fisiológicos resultantes de un prolongado estrés en los órganos de choque mencionados
y que estas alteraciones podrían estar predeterminadas genética o constitucionalmente.
Sin embargo, al continuar con sus investigaciones, integró a sus ideas, que no solamente los
agentes físicos nocivos actuando directamente sobre el organismo animal son productores de
estrés, sino que además, en el caso del hombre, las demandas de carácter social y las amenazas
del entorno del individuo que requieren de capacidad de adaptación provocan el trastorno del
estrés.
A partir de ahí, el estrés ha involucrado en su estudio la participación de varias disciplinas
médicas, biológicas y psicológicas con la aplicación de tecnologías diversas y avanzadas.
Pero ahora bien de acuerdo a lo anterior el concepto de estrés proviene desde la década de los
30’s y de ahí en adelante empezaron a surgir diversos tipos de estrés, tanto nuevas formas de
tratamiento así como nuevas características. Es por ello que en esta investigación que realizo
tengo como fundamento describir los diferentes tipos de estrés que existen en la actualidad, sus
características, conceptos, sus diversos tratamientos, así como varios puntos derivados de este
mismo.
Bueno para empezar con este proyecto de investigación debemos iniciar por analizar el concepto
que se tiene acerca del estrés, debo mencionar que existen sin fin de definiciones acerca del
tema, es por ello que me di a la tarea de recopilar e investigar algunas de las más importantes que
existen en la actualidad y por supuesto, hacer mención de ellas a continuación.
Desde 1935, Hans Selye, (considerado padre del estrés) introdujo el concepto de estrés como
síndrome o conjunto de reacciones fisiológicas no especificas del organismo a diferentes agentes
nocivos del ambiente de naturaleza física o química.
El estrés (stress) es un fenómeno que se presenta cuando las demandas de la vida se perciben
demasiado difíciles. La persona se siente ansiosa y tensa y se percibe mayor rapidez en los
latidos del corazón.
"El estrés es lo que uno nota cuando reacciona a la presión, sea del mundo exterior sea del
interior de uno mismo. El estrés es una reacción normal de la vida de las personas de cualquier
edad. Está producido por el instinto del organismo de protegerse de las presiones físicas o
emocionales o, en situaciones extremas, del peligro".
El estrés es la respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban el equilibrio emocional
de la persona. El resultado fisiológico de este proceso es un deseo de huir de la situación que lo
provoca o confrontarla violentamente. En esta reacción participan casi todos los órganos y
funciones del cuerpo, incluidos cerebro, los nervios, el corazón, el flujo de sangre, el nivel
hormonal, la digestión y la función muscular.
El estrés es un estímulo que nos agrede emocional o físicamente. Si el peligro es real o percibido
como tal, el resultado es el mismo. Usualmente provoca tensión, ansiedad, y distintas reacciones
fisiológicas.
Fase de Alarma
En esta fase inicial se desencadena una reacción en cadena en el sistema nerviosos vegetativo en
su componente simpático, el cual comienza con una descarga en el ámbito de las glándulas
suprarrenales de la sustancia conocida como adrenalina.
Los efectos que esta adrenalina desencadenada en nuestro organismo van a depender de la
cantidad segregada y del modo en que se realice dicha secreción; es decir, si se realiza en un
brevísimo instante o si se prolonga en varios segundos.
Estas reacciones van a procurar una aceleración del ritmo cardiaco y de la frecuencia de
ventilación pulmonar, un incremento de la concentración de glucosa en sangre (lo que en el
ámbito general lo denominamos como azúcar en sangre); una subida en las cifras de la presión
arterial; un mayor aporte de sangre a todos los tejidos; un metabolismo más intenso de células de
toda la economía; incremento de la coagulación sanguínea para evitar la posibilidad de que por
algún pudiera perderse sangre del organismo; incremento de la actividad y rapidez mental.
Al valorar el conjunto y la relación entre los distintos efectos puede llegar a la conclusión de que
estos aportan a la persona en estrés unas condiciones energéticas máximas como para poder
llevar a cabo una actividad física y mental agotadora durante más tiempo de lo que podría en
otras circunstancias.
Es en esta fase donde existe un peligro potencial negativo para nuestro organismo, ya que una
alarma demasiado intensa podría desencadenar una sobre carga cardiaca y de la tensión arterial
que provoque una angina pectoris, infarto de miocardio o entrar en una situación de bloqueo total
shock.
Fase de Resistencia
La primera fase de alarma termina generalmente con bastante rapidez, ya que el organismo
humano no es capaz de sostener esta situación más allá de unos cuantos segundos.
Una vez que se haya consumido estos recursos de la primera fase, si no se ha conseguido
resolver el motivo de la alarma y sigue vigente la necesidad de respuesta al estímulo exterior, el
organismo entonces cambia de táctica.
Los estudios que sobre el estrés realizo el Dr. Hans Seley se localizaron precisamente en esta
fase de resistencia.
Descubrió como todos los cambios adaptativos de nuestro comportamiento externo y nuestras
reacciones internas se debían a la intervención de tres elementos de nuestro sistema endocrino,
denominados como el eje:
El hipotálamo situado en la región medial de nuestro cerebro recoge los mensajes - respuestas de
nuestra corteza cerebral, que son recibidas por una glándula que es la Hipófisis pituitaria, situada
en la base del sistema nervioso central, que se podría llamar como el director de la orquesta, de
todo nuestro sistema endocrino, quien a su vez organiza todo funcionamiento del organismo.
El resultado de esta organización jerarquizada es poder utilizar nuestras reservas energéticas para
seguir en la lucha.
Fase de Agotamiento
En cuanto empieza agotarse nuestras reservas energéticas de adaptación aparece la fatiga, como
un conjunto de signos físicos y psicológicos, que nos indicara con ciertas señales que debemos
descansar para reponer nuestro desgaste vital.
La importancia de esta señal es tal que si el reposo no llega a su tiempo, la repercusión inmediata
será el agotamiento parcial de ciertos tejidos orgánicos, como es el caso de la aparición de las
agujetas musculares que aparecen por la ejecución de este.