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PROGRAMA NACIONAL DE FORMACIÓN EN MEDICINA INTEGRAL

COMUNITARIA

PLAN DE CLASE

ASIGNATURA: Morfofisiología Humana I


AÑO: Primero
SEMANA: 11
FOE: Actividad Orientadora 15
MÉTODO: Expositivo Ilustrativo
MEDIOS: Pizarra, Videoclase.
TIEMPO: 100’
TEMA: 4. Sistema Osteomioarticular.
TÍTULO: ESQUELETO DE LA CABEZA.
SUMARIO:
4.3 Esqueleto de la cabeza. Desarrollo de la región cefálica. Neurocráneo y
viscerocráneo. Desarrollo de la cara. Aspecto externo y paladar. Desarrollo anormal.
Huesos que forman el neurocráneo y viscerocráneo. Nombres. Clasificación. Situación
anatómica y partes principales. Articulaciones del cráneo. Clasificación. Articulación
temporomandibular. Cráneo en su conjunto. Normas craneales. Características
principales. Anatomía radiológica y de superficie. Alteraciones del desarrollo.
OBJETIVOS: (La redacción de los mismos debe ser teniendo en cuenta todas sus
partes; habilidad, contenido, nivel de asimilación, nivel de profundidad y
condiciones de estudio).
Pretendemos que durante el transcurso de la clase y al concluir la misma, los
estudiantes sean capaces de:
1. Describir las características morfofuncionales de los huesos del neurocráneo y
viscerocráneo teniendo en cuenta su origen, desarrollo y particularidades
macroscópicas, así como las articulaciones que forman el cráneo en su conjunto,
destacando la articulación temporomandibular, las normas lateral, basal y facial y la
importancia de la anatomía radiológica y de superficie para la práctica médica,
auxiliándose de la bibliografía básica y complementaria en función de la formación del
médico integral comunitario.

DESARROLLO

CRÁNEO
El esqueleto de la cabeza lo conforman 22 huesos, descansa en el extremo superior
de la columna vertebral. Sus huesos se dividen en 2 grupos: huesos del cráneo
(neurocráneo) y huesos de la cara (viscerocráneo). Los huesos del cráneo conforman
la cavidad craneal que encierra y protege al cerebro. Además conforman pequeñas
cavidades abiertas al exterior como la cavidad nasal, las órbitas. Algunos huesos
contienen cavidades denominadas senos paranasales que están tapizadas por
mucosa y comunican con la cavidad nasal. Otras pequeñas cavidades contienen los
órganos de la audición y el equilibrio.

DESARROLLO DE LA REGIÓN CEFÁLICA (NEUROCRÁNEO)


El esqueleto de la cabeza, es el resultado de un complejo proceso de formación y
desarrollo, sirve ante todo de receptáculo al encéfalo, los órganos de los sentidos y las
porciones iniciales de las vías respiratoria y digestiva; hechos que justifican su división
para el estudio macroscópico en dos porciones: neurocráneo y viscerocráneo.
El neurocráneo es la parte más antigua del cráneo, proviene del primitivo
condrocráneo que formaba la base del cráneo en los peces cartilaginosos, y de las
cápsulas cartilaginosas que protegían los órganos de los sentidos.
En el proceso de origen y desarrollo del neurocráneo participan las células de las
crestas neurales y el mesodermo paraxial y en él se distinguen dos porciones: una
membranosa que forma los huesos planos que rodean al cerebro como una bóveda, y
otra cartilaginosa o condrocráneo que forma los huesos de la base.
El mesénquima derivado de las células de la cresta neural y del mesodermo paraxil
reviste al cerebro y experimenta un proceso de osificación membranosa a los lados y
parte superior del mismo, formando la bóveda craneal.
Al finalizar las 12 semanas en el esqueleto aparecen centros de osificación,
especialmente en el cráneo y los huesos largos. Las extremidades superiores han
alcanzado prácticamente su tamaño final relativo pero las inferiores aún no se han
desarrollado bien y son ligeramente más cortas de su longitud final.
El neurocráneo cartilaginoso está formado inicialmente por varios cartílagos
separados, que posteriormente se fusionan y por osificación endocondral o
cartilaginosa forman la base del cráneo.

Cartílagos embrionarios Huesos que originan


Trabéculas craneales Cuerpo del etmoides
Ala orbitaria Ala menor esfenoides
Ala temporal Ala mayor esfenoides
Cartílago hipofisiario Cuerpo del esfenoides
Cartílago paracordal Porción basilar occipital
Esclerotomas occipitales Porciones laterales occipital
Cápsula periótica Porción petrosa del temporal

Los cartílagos que se forman en la vecindad de la notocorda derivan del mesodermo


paraxial, mientras que los que se encuentran por delante de su límite rostral derivan de
las células de la cresta neural.

CRÁNEO DEL RECIÉN NACIDO


Hay dos hechos característicos del desarrollo craneal que provocan importantes
diferencias entre el cráneo del recién nacido y el del adulto:
 Los huesos completan su desarrollo morfológico en períodos posnatales tardíos.
 Los huesos al no haber completado su osificación, se mantienen unidos por
cartílago o por membranas de tejido conjuntivo.
El cráneo del recién nacido al igual que el fetal, es redondeado, sus huesos son
delgados y están separados entre sí por una banda de tejido conectivo, que es más
ancha en los sitios en que se encuentran más de dos huesos; donde se denominan
fontanelas, que dotan al cráneo de gran elasticidad. Estas características favorecen
el desarrollo del encéfalo y permiten que los huesos del cráneo se superpongan
parcialmente entre sí durante el parto. La palpación de las fontanelas proporciona
datos valiosos sobre la normalidad del proceso de osificación del cráneo, el
crecimiento encefálico y la presión intracraneal.
Se distinguen dos fontanelas impares: la fontanela anterior (bregmática), la de mayor
tamaño, entre los huesos frontal y parietales; y la fontanela posterior (lambdoidea),
entre el hueso occipital y parietales. Otras dos fontanelas son pares: las fontanelas
esfenoidales (ptéricas) entre las alas mayores del esfenoides, temporal, parietal y
frontal.; y las fontanelas mastoideas (astéricas) entre los huesos occipital, parietal y
temporal.
La desaparición de las fontanelas ocurre en los primeros años de vida si el desarrollo
óseo es normal. La fontanela anterior se cierra en los niños antes de los 2 años, la
posterior a los 2 meses, la esfenoidal hacia los 3 meses y la mastoidea a los 8 ó 10
meses.
Hay que señalar que en el recién nacido la escama del frontal aparece dividida en dos
mitades por la sutura frontal (metópica).
En esta etapa el cráneo es grande en proporción con el resto del cuerpo, y la cara es
relativamente pequeña en comparación con la bóveda craneal. Estas desproporciones
se deben por un lado a que los senos paranasales se desarrollan en el período
postnatal y por otro lado, a que los dientes y el hueso maxilar aún deben desarrollarse.
El cráneo del recién nacido carece de proceso mastoideo, los arcos superciliares están
poco desarrollados, las órbitas y la frente son desproporcionadamente grandes con
respecto al resto de la cara.

DEFECTOS CONGÉNITOS
Los defectos congénitos del cráneo abarcan desde la ausencia de la bóveda craneal,
como la acrania, incompatible con la vida; hasta defectos de una parte del cráneo por
donde secundariamente pueden herniarse las meninges o el tejido nervioso.
CRANEOSINOSTOSIS
El cierre prematuro de una o varias suturas origina la craneosinostosis, sus
variedades dependen de la sutura que se cierre. Una de las variantes más frecuente
es la escafocefalia, donde ocurre el cierre temprano de la sutura sagital, lo que
produce expansión frontal y occipital y el cráneo se torna largo y estrecho, como
observan en la imagen.
Otra variante es la oxicefalia o turricefalia, la que se debe a un cierre prematuro de
la sutura coronal, originando un cráneo alto en forma de torre.

DESARROLLO DEL VISCEROCRÁNEO


El viscerocráneo es un derivado de los arcos branquiales, que en los peces primitivos
están asociados a la respiración.
El esqueleto facial se origina principalmente de los dos primeros arcos faríngeos y de
las crestas neurales, los huesos que los constituyen presentan osificación
membranosa. El desarrollo del viscerocráneo está íntimamente relacionado con el
proceso de formación de la cara.
La evolución de la cara en la cuarta semana se caracteriza por el desarrollo de cinco
prominencias o procesos alrededor del estomodeo, que son:
 La prominencia frontonasal, los dos procesos maxilares y los dos mandibulares.
Los procesos faciales pares derivan del primer arco faríngeo y se forman
predominantemente por proliferación de células de la cresta neural que migran hacia
ellos.
La evolución de la cara durante la quinta semana se caracteriza por el desarrollo en la
prominencia frontonasal de dos abultamientos llamados procesos nasales, cada uno
de los cuales tiene una porción medial y otra lateral.
El crecimiento diferencial de los procesos nasales provoca la aparición en su centro de
una depresión denominada fosita nasal, cuya evolución dará origen a la cavidad
nasal.
Los procesos nasales mediales se acercan hacia la línea media producto del
desarrollo facial.
El mesénquima de las cinco prominencias en la séptima semana ha experimentado
un crecimiento rápido que conlleva a la fusión de las mismas, quedando surcos que
marcan los límites entre ellas.
En la décima semana la unión de todos los procesos faciales da a la cara una
apariencia humana. La cara es ancha, los ojos están muy separados, la implantación
de las orejas es baja y los párpados están fusionados.
La fusión de los procesos nasales mediales entre sí y con los procesos maxilares
permiten la continuidad de los maxilares con el labio superior, así como la separación
de las cavidades nasal y bucal.
A medida que las prominencias nasales mediales se fusionan, forman el segmento
intermaxilar, que da lugar a:
La parte media del labio superior o surco subnasal, un componente maxilar que
comprende los cuatro incisivos y sus encías correspondientes, y el paladar primario.
En la sexta semana se forman dos prolongaciones mesenquimatosas que se
extienden desde las caras internas de los procesos maxilares, hacia la línea media,
llamadas crestas palatinas que en la séptima semana se fusionan y forman el paladar
secundario.
La unión del paladar primario con el secundario forma el paladar definitivo; la marca de
esta unión en la línea media es el agujero incisivo.

DEFECTOS CONGÉNITOS
Cuando ocurre un defecto de fusión entre los procesos durante el desarrollo de la
cara, se pueden presentar diferentes hendiduras faciales. Las hendiduras del labio
superior y del paladar son frecuentes.
El defecto puede producirse a nivel de la fusión del proceso nasal lateral de un lado
con el proceso maxilar correspondiente, consecuentemente no se une el paladar
primario con el secundario en uno de los lados, originando un labio leporino
unilateral, que puede afectar el labio, el labio y la encía o, el labio, la encía y el
paladar primario.
Cuando el defecto compromete la fusión de ambos procesos nasales laterales con los
maxilares correspondientes se origina un labio leporino bilateral.
Los defectos situados detrás del agujero incisivo comprenden la fisura del paladar, por
falta de fusión de las crestas palatinas.
En ocasiones se forma una combinación de defectos ocasionando una hendidura que
se extiende por delante y por detrás del agujero incisivo, consecuentemente presenta
labio leporino y fisura del paladar.

ESQUELETO DE LA CABEZA
En la composición del neurocráneo entran los huesos impares, occipital, frontal,
esfenoides y etmoides; y los pares parietal y temporal.
Por su parte en el viscerocráneo se encuentran los huesos pares: maxilar, concha
nasal inferior, palatino, cigomático, nasal y lagrimal; así como los impares: vómer,
hioides y mandíbula.
 Características generales y funciones
o La mayoría de los huesos están unidos entre sí por articulaciones fijas,
las suturas.
o La mandíbula es el único hueso cranefacial móvil.
o La cabeza tiene muchos accidentes topográficos como agujeros y
fisuras por los que pasan elementos vasculares y nerviosos.
o Protege el encéfalo.
o Estabilizan las posiciones del cerebro, los vasos sanguíneos, los
linfáticos y los nervios mediante la fijación de las menínges en la
superficie de los huesos.
o La superficie externa de los huesos es un amplia área de inserción de
los músculos que mueven las distintas partes de la cabeza.
o Los huesos faciales conforman la armazón de la cara y sirven de
inserción a los músculos encargados de la expresión facial.
o Proporciona soporte y protección a los delicados órganos de la visión, el
gusto, la audición, el olfato y el equilibrio.

Es importante precisar que para el estudio de las características morfofuncionales de


los huesos del cráneo deberán tener en cuenta:
 Nombre
 Clasificación por su forma.
 Situación.
 Porciones o partes.
 Detalles anatómicos relevantes.

HUESOS DEL NEUROCRÁNEO


El neurocráneo tiene el aspecto de un ovoidehueco, con el eje mayor dirigido en
sentido anteroposterior y el extremo posterior abultado. En el polo anterior presenta
adosados a los huesos de la cara y, por su extremo posterior, se apoya sobre la
columna vertebral (articulación cráneo vertebral), donde se encuentra un amplio
agujero, el agujero magno, que permite la continuidad del encéfalo con la médula
espinal. Se divide en dos regiones: una superior, la bóveda craneal, la calvaria y
otra inferior, la base del cráneo.
 Características generales
o Los huesos de la bóveda craneal son planos y están compuestos
estructuralmente por una lámina central de tejido esponjoso (diploe)
tapizadas por láminas de hueso compacto.
o En la base del cráneo algunos huesos adoptan el aspecto de masas
voluminosas, huecas en su interior, cavidades aéreas, los senos
paranasales.
o Los huesos se unen por sinartrosis, suturas.

 Hueso occipital
El occipital es un hueso irregular, situado en la parte posteroinferior del cráneo, que
participa en la formación de la parte posterior de la calvaria y la base del cráneo.
Presenta cuatro porciones: escamosa, basilar y laterales; delimitando entre ellas el
agujero magno. En sus dos caras, externa e interna, destacan los detalles
importantes del hueso.
Porción escamosa: Es una lámina ósea robusta con forma romboidal y
fuertemente cóncava hacia la cavidad craneal.
En la cara externa, en la parte central, se encuentra la protuberancia occipital
externa y a ambos lados de ella las líneas nucales superiores; por debajo de las
cuales y paralelas a ellas, se encuentran las líneas nucales inferiores. De la
protuberancia occipital externa parte hacia abajo la cresta occipital externa, que llega
hasta el borde del agujero magno.
La cara interna está condicionada por la forma del encéfalo y la inserción de las
meninges, presenta dos crestas perpendiculares que forman una prominencia en cruz,
en cuya intersección se localiza la protuberancia occipital interna. La mitad inferior
de la cresta longitudinal es más aguda y se denomina cresta occipital interna,
extendida hasta el borde posterior del agujero magno; a lo largo de esta cresta se
dispone el surco del seno occipital. La mitad superior de la cresta longitudinal y las
dos mitades de la cresta transversa están provistas de surcos bien definidos,
correspondientes a los senos venosos de la duramadre, sagital superior y
transversos. Los surcos delimitan 4 fosas, 2 superiores cerebrales y 2 inferiores
cerebelosas.
Porciones laterales:
En la cara externa encontramos los cóndilos del occipital para su articulación con la
columna cervical, cerca de la mitad del cóndilo el hueso está atravesado por el canal
del nervio hipogloso, el cual se observa por la cara interna. Por detrás del cóndilo se
encuentra una fosita, la fosa condílea, en cuyo fondo se localiza un pequeño orificio
denominado canal condilar. Lateralmente al cóndilo, resalta el proceso yugular en
cuyos bordes encontramos las incisuras yugulares. En la cara interna se dispone,
por delante, un relieve, el tubérculo yugular y por detrás en las proximidades del
borde lateral, el surco del seno sigmoideo.
Porción basilar: Es una masa rectangular que se une por su extremo anterior al
cuerpo del esfenoides. En su cara externa se localiza un saliente denominado
tubérculo faríngeo. En la cara interna forma una superficie lisa y acanalada, que
recibe el nombre de clivus, donde se apoyan el tronco encefálico y la arteria basilar.
En los bordes laterales se encuentra el surco del seno petroso inferior y se une a la
porción petrosa del temporal.

 Hueso parietal
El hueso parietal es plano, tiene forma de lámina cuadrilátera cóncava en su cara
interna, situado a ambos lados de la línea media por delante del occipital, por encima
de los huesos temporales y por detrás del frontal en la parte media de la calvaria.
Presenta dos caras, cuatro bordes y cuatro ángulos.
Los bordes están condicionados para su unión con los huesos vecinos, estableciendo
líneas de sutura bien definidas, de ahí sus nombres de: borde anterior o frontal,
borde posterior u occipital, borde interno o sagital y el borde inferior o
escamoso, que se une al temporal.
En su cara externa, en la parte media se destaca una eminencia, la tuberosidad
parietal, por debajo de ella se ven dos líneas curvas, las líneas temporales superior
e inferior, sitios de inserción de la fascia y el músculo temporal.
Los ángulos del hueso, se nombran frontal, occipital, esfenoidal y mastoideo.
La cara interna es cóncava y está condicionada por la aplicación del cerebro y la
duramadre; en ella se observan los bordes del surco del seno sagital superior, el
surco de la arteria meníngea media y las fositas de las granulaciones
aracnoideas.

 Hueso frontal
El hueso frontal es un hueso plano que participa en la constitución de la calvaria;
presenta una cavidad llena de aire, el seno frontal, lo que lo hace neumático. Debido a
su morfología presenta un segmento vertical, la escama, que forma parte de la
calvaria, y un segmento horizontal, la porción orbitaria, que forma al mismo tiempo el
extremo anterior de la base del cráneo y el techo de la órbita. Entre ambas porciones
orbitales está la porción nasal.
La escama del frontal, por su cara externa presenta dos protuberancias denominadas
eminencias frontales. El borde inferior se denomina borde supraorbitario en cuyo
tercio medial podemos encontrar una incisura, denominada escotadura supraorbital
que sirve de paso a arterias y nervios y a veces es transformada en agujero.
Por encima del borde supraorbitario se ven dos eminencias que reciben el nombre de
arcos superciliares, las que se reúnen en la línea media formando una prominencia
por encima de la raíz de la nariz denominada eminencia frontal o glabela. El extremo
lateral del borde supraorbital se prolonga formando el proceso cigomático, a través
del cual el frontal se une al hueso cigomático.
Por su cara interna, en la línea media, hay un surco continuación del surco del seno
sagital superior, que hacia abajo se transforma en la cresta frontal.
Las porciones orbitales del frontal están situadas horizontalmente, dirigidas hacía atrás
formando la pared superior de las órbitas y el piso de la fosa craneal anterior.
Por su superficie inferior hacia el proceso cigomático de cada lado, se encuentra la
fosa de la glándula lagrimal, y cerca de la incisura supraorbital la fosita y la espina
trocleares.
Por su cara interna se observan las eminencias mamilares y las impresiones
digitales, huellas del cerebro.
Ambas porciones orbitales están separadas por la incisura etmoidal, ocupada por el
etmoides.
La porción nasal ocupa la zona anterior de la incisura etmoidal, en la línea media se
observa una pequeña cresta que termina en un proceso agudo, la espina nasal, la
que participa en la formación del tabique nasal.
A ambos lados de la cresta se encuentran unas fositas que sirven de pared superior a
las celdas etmoidales, por delante de éstas se encuentran los orificios de los senos
frontales, localizados en el espesor del hueso.

 Hueso temporal
El hueso temporal es irregular, uno de los huesos más complejos de cráneo, ya que
contiene en su interior el órgano del oído y el equilibrio. Está situado en la parte lateral
e inferior del cráneo formando parte de la base y de la bóveda del mismo.
Embriológicamente, resulta de la fusión de tres huesos presentes antes del
nacimiento, de ahí las tres porciones: escamosa, timpánica y petrosa, en cuyo
centro de convergencia se dispone el orificio del conducto auditivo externo.
Escama
La cara externa está dividida en dos porciones por el proceso cigomático, que forma
con el hueso cigomático el arco cigomático. Por encima del proceso cigomático la
escama es lisa y presta inserción al músculo temporal. Por debajo y detrás de éste se
reconocen: la superficie subtemporal, superficie lisa que forma el techo de la fosa
infratemporal; el tubérculo articular, que participa en la formación de la superficie
articular de la mandíbula, y la fosa mandibular, zona deprimida por detrás del
tubérculo articular. La cara interna no presenta accidentes significativos, solo algunos
surcos formados por las ramificaciones de la arteria meníngea media.
La porción timpánica rodea parcialmente el poro acústico externo y la parte inicial del
conducto auditivo externo.
Porción petrosa
También es llamada pirámide debido a su forma. En ella se distinguen una base y un
vértice, tres caras y tres bordes. El vértice apunta hacia el centro de la base del cráneo
y delimita con el ala mayor y el cuerpo del esfenoides y con la porción basilar del
occipital, el agujero rasgado. El interior de la pirámide está ocupado por las diferentes
partes del oído y está atravesado por un conducto por el que pasa la arteria carótida
hacia el interior del cráneo, el canal carotídeo. En la cara posterior está el orificio
auditivo interno.
En la superficie de la cara anterior de la porción petrosa se reconocen: la eminencia
arqueada, el techo del tímpano, el hiato del conducto para el nervio petroso
mayor y la impresión del trigémino. En la cara inferior está el orificio de entrada al
canal carotídeo, por detrás y por fuera del mismo, aparece el proceso estiloideo, que
es fino y alargado y da inserción a los músculos estiloideos. Posterolateralmente al
proceso estiloideo se dispone el agujero estilomastoideo, a través del cual emerge el
nervio facial. Por detrás del orificio carotídeo está la fosa yugular, huella causada por
la vena yugular.
Por detrás y por debajo de la escama, hacia abajo se prolonga una gran prominencia
ósea el proceso mastoideo, que está delimitado medialmente por un surco, la
escotadura mastoidea donde se inserta el músculo digástrico.

 Hueso esfenoides
El hueso esfenoides recibe su nombre por disponerse como una cuña entre la cara y
el cerebro, recuerda por su forma a un murciélago, por lo que se clasifica como un
hueso irregular y neumático. Se encuentra situado en el centro de la base del cráneo
por delante del hueso occipital, entre ambos temporales y por detrás del frontal y el
etmoides; en él se distinguen un cuerpo, dos alas mayores, dos alas menores y dos
procesos pterigoideos.
Cuerpo
El cuerpo del esfenoides tiene forma de dado, con 6 caras y su interior está ocupado
por dos senos esfenoidales, separados por un fino tabique óseo. La cara superior
presenta 2 zonas; una anterior, lisa a continuación de la lámina cribosa del etmoides,
denominada yugo esfenoidal. La porción posterior es una depresión denominada
silla turca, donde se encuentra una fosita ocupada por la glándula hipófisis, la fosa
hipofisiaria. Por delante se encuentra una elevación denominada tubérculo de la
silla, donde se sitúa transversalmente el surco quiasmático, cuya continuación
lateral son los canales ópticos. Por detrás, la silla turca está limitada por el dorso de la
silla, del que sobresalen lateralmente los procesos clinoideos posteriores.
Las caras laterales presentan a ambos lados de la silla turca el surco carotídeo,
huella de la arteria carótida interna.
La cara anterior, forma parte del techo de las fosas nasales, presenta en la línea
media la cresta esfenoidal, a ambos lados se encuentran los orificios de los senos
esfenoidales. La cara inferior forma parte también del techo de las fosas nasales. La
cara posterior se une a la porción basilar del occipital.
Alas menores
Son dos láminas óseas horizontales y lisas, con forma triangular, situadas por detrás
de la porción horizontal del frontal. En su unión con el cuerpo del esfenoides, a los
lados del surco quiasmáticio se delimita el conducto óptico. La cara superior forma
parte de la base del cráneo. La cara inferior forma parte del techo de la órbita. Por
debajo del ala menor se dispone una amplia hendidura, la fisura orbitaria superior.
Alas mayores
Son dos láminas óseas irregulares que emergen de la cara lateral del cuerpo
esfenoidal. Constan de una cara interna amplia y cóncava que forma parte de la base
del cráneo y una cara externa, muy irregular que contribuye a formar las paredes de la
órbita y de la fosa temporal e infratemporal. En la cara interna se encuentran 3
orificios: el anterior, agujero redondo, que se abre en la fosa pterigopalatina; el
medio, agujero oval (más grande), y el posterior, agujero espinoso, el más pequeño.
Proceso pterigoideos
Son dos láminas óseas que cuelgan de la parte lateral de la cara inferior del cuerpo y
de la raíz del ala mayor. Son una lámina medial y una lateral, unidas por su margen
anterior. Entre las dos se labra la fosa pterigoidea. En la parte superior de
implantación está atravesado por el conducto pterigoideo.
En la zona inferior entre las dos láminas se observa la escotadura pterigoidea, donde
encaja el proceso piramidal del hueso palatino. El extremo del proceso pterigoideo
medial se prolonga en el gancho donde se inserta el músculo tensor del velo del
paladar.

 Hueso etmoides
El hueso etmoides es un hueso muy irregular y neumático, está encajado en la
escotadura etmoidal del frontal, formando parte de la base del cráneo y del techo de
las fosas nasales.
Este hueso presenta cuatro porciones: una lámina horizontal, cribosa, una lámina
perpendicular que forma gran parte del septo nasal y dos masas laterales, los
laberintos etmoidales que constituyen parte de la pared de la cavidad nasal y medial
de las órbitas. En ellas se encuentran las celdillas etmoidales.
Una vista superior del etmoides nos permite apreciar la lámina horizontal o cribosa con
abundantes orificios para el paso de los filetes olfatorios y la parte superior de la
lámina perpendicular llamada apófisis crista galli; además de la parte superior de las
masas laterales.
Los laberintos etmoidales tienen una forma rectangular, en la que se pueden distinguir
8 caras. La cara superior se dispone a continuación de los extremos laterales de la
lámina cribosa. Las caras anterior, posterior e inferior son estrechas y contactan con
los huesos lagrimal, la porción lateral del cuerpo del esfenoides y el maxilar. La cara
lateral forma la lámina orbitaria, formando parte de la pared medial de la órbita. La
cara medial forma parte de la pared lateral de las fosas nasales, con abundantes
relieves, entre los que destacan las conchas nasales superior y medio.
HUESOS DEL VISCEROCRÁNEO
El viscerocráneo está formado por 15 huesos faciales que conforman la cara: 2 huesos
nasales, 2 maxilares, 2 cigomáticos o malares, la mandíbula, 2 lagrimales, 2 palatinos,
2 conchas nasales inferiores, el vómer y el hioides.
Los huesos de la cara se disponen adosados a la porción anteroinferior del
neurocráneo formando dos bloques óseos el complejo maxilar y la mandíbula. El
elemento central del complejo maxilar es el hueso maxilar y entorno a él se articulan el
resto de los huesos de la cara mediante uniones inmóviles. La mandíbula, hueso
impar es el único que posee movilidad, y su función principalmente está relacionada
con la masticación.
 Hueso Maxilar
El maxilar es un hueso neumático de forma irregular situado por encima de la cavidad
oral y a ambos lados de la cavidad nasal, participando en la formación de las paredes
de las fosas nasales, la órbita, la cavidad bucal y las fosas infratemporal y
pterigopalatina. Su zona central es hueca y forma el seno maxilar, que se abre en las
fosas nasales. Además como característica de este hueso presenta un amplio borde
alveolar, donde se implantan los dientes superiores.
Se distinguen en el hueso un cuerpo y cuatro procesos: frontal, alveolar, cigomático
y palatino.
Cuerpo
El cuerpo tiene forma de pirámide, en la que se distinguen 4 caras. La cara medial
está la superficie nasal y se destaca el amplio orificio de entrada al seno maxilar, el
hiato maxilar. Por detrás del hiato se dispone el surco palatino mayor y por delante
el surco lagrimal, que al articularse el maxilar con el hueso lagrimal se trasforma en el
conducto nasolagrimal.
Por debajo del hiato maxilar se origina el proceso palatino, que uniéndose con la
lámina horizontal del palatino forma el paladar óseo, suelo de las cavidad nasal y
techo de la cavidad bucal.
La cara superior u orbitaria es una superficie lisa y horizontal que forma parte del piso
de la órbita, presenta el surco infraorbitario, que se prolonga en el canal
infraorbitario.
La cara anterior se dispone bajo la piel de la mejilla, en ella se abre el agujero
infraorbitario, en la parte inferior está el proceso alveolar, con los relieves de los
alvéolos dentarios y depresiones destacándose la fosa canina.
La cara posterior o infratemporal es una superficie abombada que en su parte superior
se hace más abombada formando la tuberosidad maxilar.
El vértice del maxilar lo constituye el proceso cigomático que articula al hueso
cigomático.
El borde anterior constituye la escotadura nasal, que con la del lado opuesto, delimita
la entrada a las fosas nasales óseas.
El borde posterior separa la cara infratemporal de la cara nasal, junto con el proceso
pterigoideo delimita la fosa pterigopalatina.
El proceso frontal del maxilar es una lámina ósea, que alcanza el hueso frontal, en su
cara lateral está recorrido por la cresta lagrimal anterior. La cara medial forma parte de
la pared externa de las fosas nasales. El borde anterior articula con el hueso nasal y el
posterior con el hueso lagrimal.

 Hueso palatino
Es una lámina ósea en forma de L, en la que se distingue una porción vertical, la
lámina perpendicular y otra horizontal, la lámina horizontal.
La lámina perpendicular es rectangular y está intercalada entre el maxilar y el
proceso pterigoideo del esfenoides. Forma parte de la pared lateral de la cavidad
nasal. En cada uno de sus 4 ángulos tienen un proceso: el orbitario (superoanterior),
esfenoidal (posterosuperior), entre estos dos se observa la escotadura
esfenopalatina, que se transforma en el conducto esfenopalatino. El proceso
maxilar (anteroinferior) y el proceso piramidal (posteroinferior) que encaja en la
hendidura pterigoidea.
La lámina horizontal junto con el proceso palatino del maxilar, forma la parte posterior
del paladar óseo.

 Huesos nasales
Son dos pequeñas laminillas óseas rectangulares, que se acoplan al espacio
delimitado entre el borde nasal del frontal y los procesos frontales del maxilar.

 Hueso lagrimal
Es una fina laminilla ósea rectangular dispuesta entre la órbita y las fosas nasales,
forma parte de la pared medial de la órbita.

 Vómer
Es una fina lámina vertical que contribuye a formar parte del tabique nasal. El borde
superior se bifurca y forma las alas del vómer, las que se acoplan a la cresta media
de la cara inferior del cuerpo del esfenoides. El borde anterior se une a la lámina
perpendicular del etmoides y al cartílago del tabique nasal. El borde posterior es libre
y delimita las aberturas posteriores de las fosas nasales.

 Concha nasal inferior


Es una lámina ósea unida a la pared lateral de la cavidad nasal.

 Hueso cigomático
Es una lámina ósea de aspecto romboidal, que forma el relieve del pómulo. La cara
medial se extiende hacia atrás formando parte de la fosa temporal.
La cara lateral es subcutánea y da inserción a músculos faciales.
El ángulo superior sobresale para articularse con el proceso cigomático del frontal. El
ángulo posterior, el proceso temporal, con el proceso cigomático del temporal forma
el arco cigomático. Del borde anterior se proyecta una lámina ósea el proceso
frontal, que forma parte de la pared lateral y piso de la órbita.
 Mandíbula
Es el único hueso móvil del cráneo y cumple las funciones de soportar los dientes
inferiores y prestar inserción a los músculos de la masticación.
La mandíbula es un hueso impar, irregular situado en la parte inferior del esqueleto de
la cara por debajo del complejo maxilar. Está formada por una zona central, el cuerpo
y dos zonas laterales, las ramas mandibulares, que forman con el cuerpo el ángulo
mandibular.
Cuerpo
Tiene forma de arco con dos caras. En la cara anterior en la línea media se observa la
sínfisis mentoniana y hacia su extremo inferior la protuberancia mentoniana; más
lateralmente, hacia las caras laterales del cuerpo se abren los agujeros
mentonianos, orificios de salida del nervio mandibular de cada lado. Desde estos
agujeros hacía atrás y arriba se extiende la línea oblicua de la mandíbula.
En la cara posterior a nivel de la línea media, sobresalen las dos espinas
mentonianas superior e inferior, a ambos lados de éstas encontramos las fosas
digástricas, desde donde se extienden hacia atrás y arriba, las líneas milohioideas,
por arriba y por debajo presenta dos depresiones, las fosas sublingual y
submandibular.
El borde superior es el arco alveolar, formado por los alvéolos dentarios donde se
implantan los dientes inferiores.
Ramas mandibulares
En la cara externa del ángulo mandibular se encuentra la tuberosidad masetérica y
por su cara interna la tuberosidad pterigoidea, sitios de inserciones musculares.
La rama mandibular termina en dos procesos: uno anterior, el coronoideo, sitio de
inserción del músculo temporal, y otro posterior, el condilar, dotado de una superficie
articular, la cabeza de la mandíbula, para formar una unión sinovial con el hueso
temporal. Ambos procesos están separados por la incisura sigmoidea.
En la cara interna de cada rama se encuentra el agujero mandibular, que conduce al
canal mandibular y en cuyo borde anterior se encuentra la língula. Por detrás de la
língula se inicia de abajo hacia delante, el surco milohioideo.
.
ARTICULACIONES DEL CRÁNEO
En el esqueleto de la cabeza existen los tres tipos de articulaciones:
 Las uniones fibrosas pueden ser de distintas variedades: sindesmosis por
membranas y ligamentos, suturas, gónfosis y esquindelesis.
 Las uniones cartilaginosas según el tipo de cartílago que participa pueden ser
sincondrosis y sínfisis.
 La articulación sinovial presente en el cráneo es una unión condilar, compleja y
combinada.

Las articulaciones fibrosas del tipo de las sindesmosis por membrana, constituyen
las fontanelas de los niños pequeños y los ligamentos que se encuentran reforzando
la articulación temporomandibular.
La suturas, según la forma de los bordes de unión pueden ser: serratas, escamosas y
planas.
Las suturas serratas están presentes: entre el hueso frontal y los dos parietales,
denominada sutura frontoparietal, coronal o frontal; entre los dos huesos
parietales, donde recibe el nombre de sutura sagital; y entre los dos huesos
parietales y el occipital, que recibe el nombre de sutura parietooccipital o
lambdoidea.
La variedad escamosa la encontramos entre el hueso parietal y temporal, mientras que
la variedad plana se presenta entre los huesos del viscerocráneo.
Otras variedades de articulaciones fibrosas como las gónfosis se localizan entre los
alvéolos dentales y los dientes; y las esquindelesis entre el esfenoides y el vómer.
Las articulaciones cartilaginosas del tipo de las sincondrosis pueden ser
temporales o permanentes y se localizan en la base del cráneo. Las permanentes se
denominan esfenooccipital, esfenopetrosa y petrooccipital.

ARTICULACIÓN TEMPOROMANDIBULAR
La articulación temporomandibular está formada por las caras articulares de la fosa
mandibular y del cóndilo de la mandíbula; incluidas dentro de una misma cápsula
articular y reforzados por ligamentos.
La cavidad de la articulación temporomandibular está dividida por un disco
fibrocartilaginoso, en dos compartimientos independientes: superior e inferior.
Alrededor de la articulación se encuentran tres ligamentos, de los cuales sólo uno
tiene relación directa con la cápsula articular, el ligamento lateral, este ligamento
limita los movimientos de la cabeza articular hacía atrás. Los dos ligamentos restantes
son los ligamentos esfenomandibular y estilomandibular.
La articulación temporomandibular por la forma de las caras articulares es de tipo
condilar y por tanto biaxial, la presencia del disco intraarticular le confiere la condición
de compleja y amplía su capacidad de movimientos.
Ambas articulaciones funcionan al mismo tiempo, aún cuando están separadas
anatómicamente, clasificándose como una articulación combinada.
Los movimientos de la articulación temporomandibular son:
 descenso y elevación con apertura y cierre de la boca,
 desplazamiento hacia delante y hacia atrás, es decir propulsión y retropulsión; y
 movimientos de lateralización.
La integración de los huesos de la cabeza a través de los distintos tipos de
articulaciones en un todo único, hace posible un estudio de conjunto del cráneo, lo
cual tiene una gran significación en la práctica médica.

CRÁNEO EN SU CONJUNTO
El estudio del cráneo en su conjunto se realiza mediante distintas vistas o planos
denominados normas, las cuales son: frontal, lateral, basales interna y externa, sagital,
vertical y posterior u occipital.
Para estudiar cada una de estas normas es necesario conocer las características
morfofuncionales particulares de los huesos y proponerse entonces una integración de
los mismos por los distintos planos.
 Norma frontal
La norma frontal está formada por los huesos frontal, cigomáticos, nasales, lagrimales,
maxilares y mandíbula entre otros, unidos mediante articulaciones de distintos tipos;
en ella se distinguen rasgos particulares de los distintos huesos como:
o El tercio superior se corresponde con la frente donde destacan las eminencias
frontales, los arcos superciliares y surcos supraorbitales.
o Las cavidades orbitarias y la apertura de la nariz.
o Lateralmente los huesos maxilar y cigomático.
o El arco alveloardel maxilar que se acopla con el arco alveolar de la mandíbula.
o La protuberancia mental.

 Norma lateral
Al observar el cráneo lateralmente, se pueden reconocer los huesos frontal, occipital,
temporal y parietal entre otros. En esta norma se destacan ante todo las líneas
temporales superior e inferior, así como las fosas temporal, infratemporal y
pterigopalatina. Para la observación precisa de estas dos últimas fosas es necesario
retirar la rama de la mandíbula.
Es importante caracterizar las tres fosas de la norma lateral a partir de su situación,
límites, comunicaciones y contenidos; según las orientaciones del CD de la asignatura.
 Norma basal del cráneo
En la norma basal del cráneo, por su complejidad e interés práctico, se estudian por
separado sus superficies interna y externa.
La norma basal externa, como puede observarse en la imagen, se extiende desde los
incisivos por delante hasta la línea nucal superior por detrás, lateralmente está limitada
por unas líneas imaginarias que se trazan entre las crestas infratemporales y las bases
de los procesos mastoideos.
Se divide para su estudio en tres zonas: anterior, media y posterior. El límite entre
las tres zonas lo constituyen: entre la zona anterior y media el borde posterior del
paladar óseo, y entre la zona media y posterior una línea que pase por delante del
agujero magno.
Zona anterior: Está constituida por el paladar óseo, contorneado por el arco alveolar
del maxilar con los dientes. Por detrás y encima del paladar, a ambos lados se
encuentran las coanas, separadas por el vómer. Tiene el agujero incisivo y los
conductos palatinos mayores.
Zona media: Formada por las alas mayores del esfenoides, el cuerpo del esfenoides,
la porción basilar del occipital y la porción petrosa del temporal. Se observan los
agujeros oval y espinoso, agujero carotídeo y el agujero rasgado.
Zona posterior: Está representada por la cara externa del occipital. Destacan el
agujero magno y el yugular.
La norma basal interna puede ser observada después de un corte horizontal del
cráneo. Sus características macroscópicas tienen un alto nivel de correspondencia con
las estructuras que conforman la superficie inferior del encéfalo y las meninges
encefálicas.
Se divide en tres fosas craneales: anterior, media y posterior. Sus límites lo
constituyen: entre la fosa anterior y media, una línea que pase por el borde posterior
de las alas menores del esfenoides, y entre la fosa media y posterior, una línea que
pase por el borde superior de la porción petrosa del temporal y en el centro por el
borde superior del dorso de la silla turca.
Fosa craneal anterior: Aloja la parte inferior de los lóbulos frontales del cerebro. La
zona anterior está formada por la porción horizontal del frontal, y la lámina cribosa del
etmoides. Destacan la cresta galli, y los orificios olfatorios. La zona posterior la forman
las alas menores del esfenoides y el yugo esfenoidal, donde se extiende el surco
quiasmático y a ambos lados los canales ópticos.
Fosa craneal media: Aloja a los lóbulos temporales del cerebro y medialmente a la
hipófisis. La forman la silla turca, las alas mayores del esfenoides y la cara anterior de
la porción petrosa del temporal. Los orificios de comunicación son: la fisura orbital
superior, agujeros redondo, oval y espinoso, hiatos de los nervios petroso mayor y
menor, agujero rasgado y orificio interno del conducto carotídeo.
Fosa Craneal posterior: Aloja el polo occipital del cerebro, el cerebelo y el tronco
encefálico. Formada por la cara interna del occipital, la cara posterior de la porción
petrosa y la cara interna de la región mastoidea del temporal. Los orificios que
destacan son: el agujero magno, el canal del nervio hipoglosos, el agujero yugular, y el
poro acústico interno.
De cada una de ellas deben precisar según las orientaciones del CD de la asignatura,
los límites, huesos que la forman y sus comunicaciones.
 Norma sagital
La norma sagital permite observar la superficie interior de la cavidad craneal, pero la
zona más compleja y de interés médico corresponde a la cavidad nasal, a cuya
caracterización deberán prestar la mayor atención en el estudio independiente de
estos contenidos.

RESUMEN DE LOS AGUJEROS DEL CRÁNEO

AGUJEROS UBICACIÓN ESTRUCTURAS QUE


PASAN
Agujero carotídeo Porción petrosa del Arteria carótida interna
temporal N. simpáticos del ojo
Conducto del nervio Superior a la base de los Nervio hipoglosos (XII)
hipogloso cóndilos occipitales. Rama de la arteria
oftálmica.
Agujero infraorbitario Maxilar, inferior a la órbita Nervios y vasos
infraorbitarios.
Ramo maxilar del
trigémino.
Agujero yugular Entre la porción petrosa Vena yugular interna.
del temporal y el occipital Nervioscraneales IX; X y
XI
Agujero rasgado anterior Anterior – esfenoides Ramos de la arteria
Posterior – porción petrosa faríngea ascendente.
Medial – esfenoides y
occipital.
Agujero magno Hueso occipital Tronco encefálico
Arterias vertebrales y
espinales.
Agujero mandibular Superficie medial de la Nervios y arterias
rama mandibular. alveolares inferiores.
Agujero mastoideo Borde posterior del Vena que drena en le seno
proceso mastoideo del transverso y una rama de
temporal. la arteria occipital.
Agujero mentoniano Inferior al 2º diente Vasos y nervios
premolar en la mandíbula mentonianos.
Agujeros lámina cribosa Lámina cribosa del Nervios olfatorios
etmoides
Canal óptico Entre las porciones Nervio óptico.
superior e inferior del ala Arteria oftálmica
menor del esfenoides.
Agujero oval Ala mayor del esfenoides Rama mandibular del
trigémino.
Agujero redondo Ala mayor del esfenoides Ramo maxilar del
trigémino.
Agujero espinoso Ala mayor del esfenoides Arteria meníngea media
Agujero estilomastoideo Temporal: entre el proceso Nervio facial
estiloideo y mastoideo Arteria estilomastoidea
Agujero supraorbitario Frontal: borde Nervios y arterias
supraorbitario supraorbitarias
Poro acústico interno Porción petrosa del Nervio facial
temporal

ANATOMÍA RADIOLÓGICA
El cráneo del organismo vivo se puede estudiar a través del método imagenológico.
Recuerden los conceptos de radiotransparencia y radioopacidad e identifiquen en
vistas radiográficas laterales del cráneo, detalles como la silla turca del esfenoides, el
peñasco del temporal, el seno maxilar, el seno frontal y las porciones de la mandíbula,
y en una vista anterior los senos frontal, cavidades orbitarias y apertura piriforme
orientados en la clase de hoy.
Otro aspecto importante es la anatomía de superficie del cráneo, en particular la
palpación de la protuberancia occipital externa, el proceso mastoideo del temporal, los
ángulos mandibulares, el mentón, las eminencias parietales y frontales, la glabela, los
arcos superciliares y cigomáticos y los cóndilos de la mandíbula entre otros.

CONCLUSIONES
 Se hace un resumen generalizador de los principales aspectos tratados en la
conferencia.
 El neurocráneo deriva del mesodermo paraxil y las células de las crestas
neurales, experimenta osificación membranosa en la bóveda y endocondral en
su base, mientras que el viscerocráneo deriva de los dos primeros arcos
faríngeos y de las crestas neurales, y su osificación es membranosa.
 Los huesos del cráneo cumplen con las funciones generales de sostén,
protección, forma y movimiento; integrándose en un todo mediante uniones
fibrosas, cartilaginosas y sinoviales.
 Las normas craneales representan una síntesis por planos de las
características morfofuncionales de esta parte del esqueleto.

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