Visto Bueno Señor Ministro

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN:

1615/2020
QUEJOSO Y RECURRENTE: **********.

VISTO BUENO
SEÑOR MINISTRO
MINISTRO PONENTE: JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO.
SECRETARIA AUXILIAR: ALEXANDRA VALOIS SALAZAR.

Ciudad de México. Acuerdo de la Primera Sala de la Suprema Corte


de Justicia de la Nación, correspondiente a la sesión del día
veinticuatro de noviembre de dos mil veintiuno.

V I S T O S, para resolver, los autos relativos al amparo directo


en revisión 1615/2020.

R E S U L T A N D O:

1. PRIMERO. Hechos. De las constancias de autos se desprende que el


día cuatro de diciembre de dos mil nueve, ante el Agente del
Ministerio Público titular de la Unidad de Investigación Número Uno
con Detenido, de la Agencia Investigadora número CUJ-1 en la
Fiscalía Cuajimalpa de la Procuraduría General de Justicia de la
actual Ciudad de México, se inició la averiguación previa **********, por
el delito de lesiones culposas en contra de **********, respecto de los
hechos consistentes en que:

2. Ese mismo día, aproximadamente a las siete horas con treinta


minutos, al circular ********** en su vehículo, por la autopista México-
Toluca, con dirección a la Ciudad de México, en un tramo que
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corresponde a la colonia San Mateo Tlaltenango, Alcaldía Cuajimalpa


de esta ciudad, derrapó por lo que se proyectó hacia la barda de
concreto de contención que divide los sentidos de la circulación,
golpeando la parte frontal izquierda del automotor, el cual quedó
atravesado entre el carril de baja velocidad y la zona de acotamiento.

3. Derivado de esos hechos, el conductor del vehículo bajó de éste y se


ubicó en la zona de acotamiento para llamar al seguro, cuando otro
automóvil, conducido por la imputada, viró hacia la derecha y se
impactó con otra camioneta, que se había detenido a causa del primer
hecho, luego efectuó contacto con el costado izquierdo del cuerpo del
ofendido, ocasionándole fractura expuesta de radio y cúbito así como
de tibia y peroné, con sección de tendón de Aquiles y pérdida de piel,
todos del lado izquierdo, así como fractura cerrada de muñeca
izquierda y lesión por machacamiento de miembro pélvico derecho;
lesiones que fueron calificadas por el perito médico legista, como
aquéllas que ponen en peligro la vida y tardan en sanar más de
sesenta días.

4. El cinco de diciembre de dos mil nueve, la autoridad ministerial


concedió a la indiciada la libertad provisional bajo caución, fijándole la
suma de **********, por concepto de reparación del daño, y **********,
para garantizar sus obligaciones procesales, montos que fueron
exhibidos en la misma fecha.

5. El dieciséis de marzo de dos mil diez, se tuvo a **********, en calidad


de probable responsable, se le hizo saber sus derechos
constitucionales, asistido de su defensor, y al rendir su declaración
narró su versión de los hechos, y ofreció como pruebas: a) la pericial
en materia de valuación respecto de los objetos que no fueron

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localizados como lo son un teléfono celular, tarjeta


de circulación tamaño de bolsillo, comprobante de
verificación vehicular, póliza de seguro y pagos de varios servicios,
llaves del automotor con control remoto; b) la comparecencia del
representante legal del **********, para que informara los montos a que
ascendieron los gastos de hospitalización; honorarios médicos; c).-
estableciera como fueron distribuidos los honorarios entre los médicos
que intervinieron; d).- Si ya habían sido cubiertos totalmente; e).- Si a
su egreso, el saldo fue cubierto mediante cheque de la cuenta
**********, que estaba a su nombre; f).- Precisara el nombre de todos
los médicos que intervinieron y sus ayudantes.

6. Posteriormente en fechas ocho de abril de dos mil diez, (aún como


probable responsable) veintiuno de enero y ocho de marzo de dos mil
once, realizó diversas ampliaciones de declaración; y, el veintisiete de
julio de dos mil once, en calidad de querellante; en las diligencias
exhibió diversa documentación facturas, recibos de honorarios y otros,
para demostrar los gastos que sufragó por la atención médica que
recibió, con motivo de las lesiones que sufrió a causa de los hechos
que se investigaban.

7. El dos de agosto de dos mil once, el agente del Ministerio Público


ejerció acción penal sin detenido contra la imputada, por su probable
responsabilidad en la comisión del delito de lesiones culposas, en
agravio de **********, solicitando se librara la orden de comparecencia
y/o de aprehensión correspondiente, de la que conoció el Juez
Cuadragésimo Séptimo de Paz Penal, quien negó la orden de
aprehensión solicitada, dejando la causa bajo los efectos del artículo
36 del Código de Procedimientos Penales.

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8. Una vez perfeccionada la indagatoria, con pliego de consignación sin


detenido, el cuatro de noviembre de dos mil once, el Ministerio Público
ejerció acción penal contra **********, por su probable responsabilidad
en la comisión del delito de lesiones culposas, y ordenó su
comparecencia por resolución de veinticuatro de noviembre del año
citado. En tanto la víctima ofreció diversas pruebas.

9. El dos de enero de dos mil doce, compareció la imputada y rindió su


declaración preparatoria, en la que solicitó gozar de las garantías de
la libertad provisional, petición que se acordó de manera favorable. El
cuatro de enero siguiente, el Juez Décimo Tercero Penal de Delitos
No Graves del Distrito Federal (hoy Ciudad de México), dictó auto de
formal prisión a la inculpada por el delito culposo y, declaró abierto el
proceso sumario.

10. Inconforme, la imputada, promovió juicio de amparo indirecto, que fue


negado por el Juez Décimo Primero de Distrito de Amparo en Materia
Penal en la Ciudad de México, respecto del auto de formal prisión
decretado, y lo concedió por otra, pues la autoridad responsable había
sido omisa respecto a ordenar la suspensión de los derechos
políticos-electorales. En contra la quejosa interpuso recurso de
revisión, el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer
Circuito, que conoció confirmó la sentencia recurrida.1 Así, por

1
RP 154/2012. El Juez Vigésimo Tercero de Delitos No Graves en el Distrito Federal, decretó auto
de formal prisión, en contra de la imputada **********, por el delito de lesiones culposas en la
causa penal **********. En contra, promovió Juicio de amparo indirecto: **********, señaló
como acto reclamo entre otros, el auto de formal prisión, dictado en su contra, el 29 de octubre de
2012, por su probable responsabilidad en la comisión del delito de lesiones culposas, y al quedar
demostrado el acto reclamado, en agravio de **********; se negó la protección constitucional.
Decisión que al ser recurrida en revisión se confirmó por el Sexto Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Primer Circuito. En cumplimiento a la sentencia de amparo, el juez de la causa reiteró
las consideraciones relativas a la demostración del cuerpo del delito atribuido a la quejosa; su
probable responsabilidad; su forma de participación; su forma de comisión; su identificación
administrativa; y su estudio de personalidad; y b) Ordenó que no se suspendieran los derechos
políticos de la quejosa.

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sentencia de treinta de octubre de dos mil doce, el


juez de la causa penal de origen, dio cumplimiento a
la ejecutoria.

11. Seguida la secuela procesal respectiva, se desahogaron las pruebas


de la víctima en la etapa de instrucción, quien además solicitó el
perfeccionamiento de las pruebas ofrecidas durante la investigación
ministerial (cheques), para lo cual solicitó su ratificación; diversas
documentales públicas no fueron admitidas, por lo que se interpuso
recurso de apelación, que se tuvo por no interpuesto y en contra de
dicho proveído, se interpuso recurso de denegada apelación, que se
declaró infundado.

12. Posteriormente, se ofrecieron y desahogaron las demás pruebas


aportadas por el Ministerio Público y por la inculpada, se celebró la
junta de peritos respectiva, se declaró cerrada la instrucción y se
suspendió el procedimiento hasta en tanto se resolvieran los diversos
juicios de amparo promovidos tanto por la procesada, como por la
víctima.

13. Por resolución de veintiuno de noviembre de dos mil catorce, en


cumplimiento a la ejecutora de amparo **********, el juez del proceso
revocó el acuerdo de veintiocho de marzo del mismo año (para que se
tuviera por interpuesto el recurso de apelación, tramitara el de
revocación contra el acuerdo que determinó que no había lugar a
admitir diversas probanzas), y por ende, dejó sin efectos el cierre de
instrucción.

14. El veintiuno de abril de dos mil quince, se declaró cerrada la


instrucción, y ante el planteamiento de incompetencia realizado por el
agente del Ministerio Público; en resolución de la misma fecha, el juez

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de la causa determinó que se encontraba impedido para su


conocimiento, por lo que ordenó que la causa fuera remitida al Juez
de Distrito de Procesos Penales Federales; resolución que fue
revocada por la Sala de Apelación, ante su impugnación por parte de
la víctima y la inculpada; ordenándose reanudar el procedimiento.

15. Sentencia de primera instancia. El veintitrés de agosto de dos mil


dieciocho se dictó sentencia en la que se consideró a **********,
penalmente responsable el delito de lesiones culposas cometidas en
agravio de **********, y se le condenó a una pena de nueve meses de
prisión y al pago de diversas cantidades por concepto de: (i)
reparación del daño material **********; (ii) indemnización conforme a la
Ley Federal del Trabajo **********; (iii) reparación del daño por
subrogación a la aseguradora de la víctima **********; y, (iv) reparación
del daño moral por **********.

16. SEGUNDO. Recurso de apelación. La anterior determinación fue


impugnada vía recurso de apelación en virtud del cual se modificó
únicamente lo relativo a la reparación del daño por **********; se
absolvió del pago de la indemnización y se hizo condena al pago de la
reparación del daño moral pero se dejaron a salvo los derechos de la
víctima para que ésta se cuantificara en ejecución de sentencia pues
estimó que de autos no se desprendían pruebas suficientes para
cuantificarlo.

17. TERCERO. Amparo directo **********. En contra de esa decisión,


**********, promovió juicio de amparo directo, por razón de turno,
conoció el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer
Circuito. En sesión de siete de febrero de dos mil veinte, concedió el
amparo solicitado.

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18. CUARTO. Amparo directo en revisión. Mediante


oficio recibido el seis de marzo de dos mil veinte, en la Oficina de
Certificación Judicial y Correspondencia de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Penal
del Primer Circuito, remitió el escrito signado por el quejoso **********,
por el cual interpuso recurso de revisión en contra de la sentencia de
siete de febrero de dos mil veinte, dictada en los autos del amparo
directo **********.

19. En proveído de diecisiete de marzo de dos mil veinte, el Presidente de


este Alto Tribunal, ordenó su registro como amparo directo en revisión
número 1615/2020, y determinó desecharlo por improcedente.

20. QUINTO. Recurso de reclamación. Inconforme con esa


determinación, por escrito presentado el doce de agosto de dos mil
veinte, vía MINTERSCJN, el quejoso hizo valer el recurso de
reclamación, el cual se tuvo por interpuesto por acuerdo de
Presidencia de doce de agosto del mismo mes y año, quedando
registrado con el número 887/2020. Se ordenó turnar el asunto a la
Ministra Norma Lucía Piña Hernández para la formulación del
proyecto de resolución correspondiente y el envío de los autos a la
Primera Sala. En auto de veinticinco de noviembre de dos mil veinte,
el asunto quedó avocado.

21. En sesión de veinte de enero de dos mil veintiuno, esta Primera Sala,
resolvió fundado el recurso de reclamación, por unanimidad de cinco
votos pues contrariamente a lo señalado en el acuerdo combatido, sí
se surtía la procedencia del recurso de revisión, porque de los
conceptos de violación hechos valer por la parte quejosa, se
advirtieron diversos planteamientos relacionados con cuestiones

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propiamente constitucionales de importancia y trascendencia. En


consecuencia, ordenó revocar el acuerdo combatido y remitir los autos
a la Presidencia del Alto Tribunal, para que admitiera el recurso de
revisión.

22. En atención a lo anterior, el Ministro Presidente del Máximo Tribunal,


en auto de diecisiete de mayo de dos mil veintiuno, ordenó la
admisión del recurso y lo turnó a la Ponencia del Ministro Jorge Mario
Pardo Rebolledo para la elaboración del proyecto correspondiente.

23. Por proveído de seis de octubre de dos mil veintiuno, la Ministra


Presidenta de la Primera Sala tuvo por recibidos los autos del
presente asunto, entre otras cuestiones, se avocó al conocimiento del
mismo y ordenó el envío de los autos a la ponencia respectiva.

C O N S I D E R A N D O S:

24. PRIMERO. Competencia. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación es legalmente competente para conocer del
presente recurso de revisión, con fundamento en los artículos 107,
fracción IX, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; 81, fracción II, y 83 de la Ley de Amparo; y 21, fracción III,
inciso a), de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación; así
como en los Puntos Primero y Tercero del Acuerdo General 5/2013
emitido por el Pleno de este Alto Tribunal, publicado en el Diario
Oficial de la Federación el veintiuno de mayo de dos mil trece, toda
vez que el recurso se interpuso contra una sentencia emitida por un
Tribunal Colegiado en amparo directo, cuya resolución no requiere la
intervención del Tribunal Pleno.

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25. SEGUNDO. Legitimación. La parte recurrente se


encuentra legitimada para interponer el presente recurso de revisión,
pues combate una sentencia de amparo que le fue adversa, y en la
que se le reconoció la calidad de quejoso.

26. TERCERO. Oportunidad del recurso. El recurso es oportuno en


términos del artículo 86 de la Ley de Amparo, porque se interpuso el
último día del plazo de diez con que contaba para hacerlo.

27. En efecto, a la parte quejosa se le notificó la sentencia recurrida el


jueves trece de febrero de dos mil veinte, comunicación que surtió
efectos el viernes catorce siguiente. El plazo para la interposición del
presente recurso transcurrió del diecisiete al veintiocho de febrero
del mismo año sin contar los días quince, dieciséis, veintidós y
veintitrés de febrero por corresponder a sábados y domingos.

28. Ahora bien, si el recurso se interpuso el día veintiocho de ese mismo


mes y año, es inconcuso que éste resulta oportuno.

29. CUARTO. Cuestiones necesarias para resolver el asunto. Para


facilitar la comprensión del asunto, enseguida se sintetizarán I) los
conceptos de violación del quejoso, II) las consideraciones del
Tribunal Colegiado, y III) los agravios que ahora formula el recurrente.

30. I. Conceptos de violación.

 El artículo 130 del Código Penal para la Ciudad de México, viola


sus derechos humanos contenidos en los artículos 1, 17 y 20,
apartado B, constitucionales, pues con base en dicho numeral la sala
responsable únicamente estimó actualizado el delito de lesiones a
que se refiere la fracción VII, que prevé las lesiones que ponen en
peligro la vida, vulnerando su derecho a conocer la verdad, el acceso
efectivo a la justicia y, que se sancione al culpable conforme al

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principio de culpabilidad por los hechos que cometió, y ello, también


se vincula con su derecho a obtener la reparación del daño.
 Asimismo, dicho artículo deja de sancionar a la enjuiciada por los
diversos hechos delictivos que cometió, ya que en el caso, no sólo se
produjo una alteración en la salud sino que fueron diversas y entre
las lesiones ocasionadas existen afectaciones en su integridad que
no quedan comprendidas en la referida fracción VII; por lo que se
debió estimar que se actualizó el concurso ideal.
 La redacción del numeral 130, fracción VII del código punitivo,
inconstitucionalmente condiciona la aplicación de una pena y con ello
se excluyen cuestiones que también son consecuencia de la acción
delictiva que desplegó la sentenciada, como son el resto de las
lesiones que están comprendidas en las fracciones V y VI, pues
también le ocasionó lesiones que disminuyeron el normal
funcionamiento de ambas extremidades inferiores y parcialmente de
la mano izquierda, así como la pérdida del músculo de la pantorrilla,
que le generó una deformidad incorregible; cuestiones que no
implicaron la puesta en peligro de su vida, a que se refiere la fracción
VII.
 Asimismo, la redacción del ordinal en comento en relación con la
fracción VII del código penal, excluye la aplicación del concurso ideal
homogéneo y de los preceptos que regulan esa figura concursal,
tanto en orden descriptivo como sancionatorio, que debieron tenerse
por comprobadas y sancionadas.
 En consecuencia, dicho numeral es inconstitucional porque no
sanciona a la sentenciada por todas las lesiones que le ocasionó,
tampoco pondera el número y naturaleza de las afectaciones a la
salud que sufrió.
 Es decir, soslaya la multiplicidad de vulneraciones que resintió el bien
jurídico tutelado, y considera la demostración del cuerpo del delito de
lesiones en forma englobante y no individualizada, lo que conduce a
que la condena sea injusta e inconstitucional, por ende, resulta
procedente que se sancione a la incriminada con base en un
concurso ideal de delitos y se impongan las penas condignas.
 Es inconstitucional el artículo 251 del código adjetivo procesal,
porque condiciona el valor jurídico de las documentales privadas a su
ratificación, cuando debe atenderse a factores multidimensionales
para fijar la condena a la reparación del daño que debe ser integral y
justa.
 Además, es ilegal que la posibilidad probatoria se limite a cuestiones
que están fuera del alcance de la víctima u ofendido.
 Que el numeral en comento no permite que la ponderación
demostrativa se haga en parámetros más amplios a los que la norma
prevé, pues debe considerar que se trata de la reparación del daño a
favor de la víctima u ofendido, y en materia de derecho victimal no
operan los principios de exacta aplicación de la ley, ni el mandato de
taxatividad, por tanto, no puede sujetarse al mismo estándar

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probatorio ni a los limitados alcances demostrativos de


la reparación del daño, porque con ello se imponen
cargas procesales inadecuadas a la víctima.
 Se soslayó que la ratificación de los documentos privados implican
cuestiones que están ajenas a la factibilidad procesal del sujeto
pasivo del delito, ya que ni la citación, ni localización y menos la
presentación de las personas que suscriben los documentos con que
se acreditaron los gastos hechos dependen del ofendido.
 De ahí que queda en estado de indefensión comprobatoria al no
realizarse la citada ratificación a pesar de que hubiera realizado el
pago que ampara el documento respectivo, mismo que está
relacionado con los hechos criminales y las afectaciones que a la
víctima produjo con el delito.
 Que algunos documentos privados (por corresponder su elaboración
a sujetos particulares) se refieren a cuestiones del trato comercial y
bancario habitual, en cuyo caso; además, la expedición de esos
documentos están regulados por el Código Fiscal de la Federación
y/o la Ley de Instituciones de Crédito y el Código de Comercio, caso
en el cual adquieren forma y condiciones específicas, cuyo
cumplimiento debería ser suficiente e idóneo para atribuirles valor
demostrativo pleno y consecuentemente, con independencia de que
fueran ratificados o no, deberían ser adecuados para sustentar la
condena a la reparación del daño.
 La fracción III del artículo 417 del Código de Procedimientos
Penales para la Ciudad de México, limita la materia de apelación en
el caso de la víctima u ofendido del delito en lo relativo a la acción
reparadora, con lo que se vulneran los derechos a que se refiere el
artículo 20, apartado B constitucional, en relación con los diversos
numerales 8°, 1°, y 25 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos.
 La limitante a la exposición de agravios relacionados sólo
directamente a la reparación del daño, es inconstitucional e
inconvencional porque en el caso, la víctima u ofendido están
facultados constitucionalmente a ser parte activa del proceso y en
esa medida a tener acceso a un recurso efectivo.
 Conforme al principio de progresividad en la protección de los
derechos humanos, entre ellos, los derechos de acceso a la justicia y
recurso efectivo, la víctima u ofendido del delito tiene legitimación
para impugnar todos los apartados que conforman la sentencia
definitiva condenatoria, puesto que la legitimación para interponer el
recurso de apelación no se constriñe a los supuestos establecidos
expresamente en el arábigo 417, fracción III del aludido código
adjetivo, sino que debe atenderse con la amplitud de protección
establecida en el artículo 20, apartado B, constitucional y analizar
cuando se reclama la afectación personal y directa de algunos de los
derechos humanos ahí reconocidos.

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 Legitimación que es acorde con el principio de equilibrio de las partes


procesales en materia penal y con el reconocimiento de la calidad de
parte activa en el sistema procesal a favor de la víctima u ofendido
del delito, ya que permite exigir el derecho a conocer la verdad;
solicitar que el delito no quede impune; que se sancione al culpable y
se obtenga la reparación del daño, mediante la impugnación no sólo
de la eventual ilegalidad del apartado concreto de reparación del
daño, sino también de los pronunciamientos judiciales relacionados
con los presupuestos de acreditación del delito, la demostración de la
plena responsabilidad penal del sentenciado y la individualización de
sanciones.
 De ahí que, la limitación señalada en el artículo 417, fracción III del
código adjetivo invocado es inconstitucional porque excluye la
legitimación de la víctima u ofendido del delito para interponer el
recurso de apelación de forma que garantice la protección de sus
derechos humanos.
 Por otro lado, adujo que el artículo 42 del Código Penal para la
Ciudad de México, al sólo listar una parte de los aspectos que
comprende la reparación del daño viola el derecho constitucional a
que sea integral, proporcional, eficiente y justo, pues no precisa que
debe considerarse por multidisciplinario, multifacético o
multidimensional y progresivo, y es evidente que no sólo contempla
los costos de los tratamientos médicos, terapéuticos y de
rehabilitación física, sino también debe quedar incluida la
indemnización por el daño moral y el resarcimiento derivado de todas
las pérdidas sufridas por la víctima u ofendido, los gastos
permanentes a consecuencia del delito, como lo serían los
medicamentos y tratamientos médicos que tendrán que suministrarse
al pasivo con motivo del ilícito.
 Así, la forma en que está redactado dicho precepto es limitativo pues
excluye otros conceptos que deben quedar inmersos en ese tópico y,
derivado de ello las autoridades judiciales no condenan a la
reparación del daño respecto de los gastos relacionados con la
rehabilitación, satisfacción e indemnización, en concreto, los gastos
médicos futuros, los gastos por asesoría jurídica, los gastos por
actividades procesales, los gastos por remuneración de los peritos
que dictaminaron en el proceso, las indemnizaciones por
incapacidades totales o parciales permanentes, por incapacidades
para trabajar, por mutilaciones y deformaciones, por afectación a los
sentimientos, afectos y dolores.
 Dicha omisión legislativa para contemplar otro tipo de conceptos,
implica la exclusión de otros que sí corresponden y forman parte de
la reparación del daño integral protegida constitucional y
convencionalmente, toda vez que la pretensión del Poder Reformador
constitucional que sustenta el derecho humano a la reparación del
daño, implica que éste debe ser integral.

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 Además, lo importante no sólo es la gravedad del daño,


sino también el impacto que tuvo en la víctima y sus
derechos; de ahí que al no precisar todas las medidas
necesarias para reparar el daño y sólo contemplar los tópicos a que
se refieren las diversas fracciones que se señalan en dicho numeral y
no establecer que ese listado es enunciativo o que pueden incluirse
otros rubros, limita a la autoridad judicial al momento de individualizar
esa condena, pues no permite identificar todos y cada uno de los
tipos de afectaciones que se realizaron y tuvieron su origen en el
ilícito.
 Señaló que por ese motivo y ante la dificultad probatoria para
demostrar los extremos correspondientes, es que el artículo 47 del
Código Penal para la Ciudad de México hace una remisión expresa a
la Ley Federal del Trabajo, estableciendo una base mínima para
calcular la indemnización que debe pagarse a la víctima, sin
menoscabo de que el juzgador pueda apreciar si dicho resarcimiento
legal es suficiente o no para cubrir los daños realmente sufridos, con
base en las pruebas que pudieran constar en autos.
 Adujo que el artículo 502 de la Ley Federal del Trabajo prevé una
indemnización genérica con la cual se pretende compensar, de
alguna manera el daño moral a la víctima, la cual se relaciona con el
tipo de incapacidad que presentó con motivo de las alteraciones a la
salud que resintió por el actuar del agente del delito.
 Asimismo, refirió que en un principio no es necesario que el Ministerio
Público o la víctima interesados aporten mayores pruebas para
acreditar el daño causado, pero de ser el caso, que consideren que
los daños son superiores a los previstos en la legislación laboral, para
estar en aptitud de ofrecer las pruebas que tiendan a ese fin, como
sucedió en el caso, ya que para efectos de demostrar el salario real
de la víctima, se aportaron las documentales que acreditan
plenamente que al momento de los hechos su percepción era
superior al salario mínimo y de hecho, el monto específico a que
ascendía éste, a fin de que se tomara en cuenta al realizar la
justipreciación judicial de ese aspecto y se pudiera condenar con
base en una cuestión objetiva.
 Por otro lado, hizo valer que el artículo 43 del Código Penal para la
Ciudad de México es inconstitucional, porque limita la condena a la
reparación del daño, con base en las pruebas obtenidas en el
proceso, cuando es evidente que en relación con daños o
afectaciones morales, la lesión a la víctima debe presumirse y por
tanto, debe haber lugar a la condena con independencia de que se
aporten pruebas por la víctima u ofendido.
 Asimismo, el dispositivo en comento, es violatorio de sus derechos
humanos porque condiciona la condena a la aportación de pruebas,
cuando en el caso de la reparación del daño vinculada con aspectos
inmateriales o morales, debe tener por colmada la procedencia de la
indemnización respectiva y fijar los parámetros con base en los

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cuales la autoridad judicial debe fijar el monto de esa condena y sólo


para el caso de que la víctima u ofendido estime que la
indemnización es superior al quantum respectivo, deberá señalarse la
posibilidad de que aporte pruebas en ese sentido.
 El artículo 47 del Código Penal para la Ciudad de México, se tilda
de inconstitucional por omisión legislativa, en virtud de que sólo
señala que en caso de delitos que afecten la integridad física, el
monto de la reparación del daño no podrá ser menor del que resulte
de la aplicación de las disposiciones relativas de la Ley Federal del
Trabajo, ello viola su derecho constitucional a que ésta sea integral,
proporcional, eficiente y justa.
 Así el diverso 47 en cita, transgrede sus derechos humanos porque
para la indemnización de la reparación del daño alude a la Ley
Federal del Trabajo cuando ésta tiene un impacto multidimensional
derivado del actuar lesivo del sentenciado, en que deben incluirse
tanto el sufrimiento de la víctima como la cadena de impactos
negativos desatada por aquél hecho criminal.
 Así expresó, que es inconstitucional el artículo 486 de la Ley Federal
del Trabajo, porque resulta contrario al derecho reconocido a la
reparación del daño de la víctima u ofendido, en tanto que sin
justificación señala un tope máximo por ese concepto, lo que conlleva
a que no se repare el daño de manera integral y que no reciba una
justa indemnización al daño causado.
 Por otro lado, el quejoso hizo valer diversos argumentos relacionados
con la legalidad de la sentencia reclamada, a saber, que se vulneró
su derecho humano a la reparación del daño, al no sancionar por
todas las lesiones que le fueron ocasionadas por la comisión del
delito y que están contempladas en las fracciones V, VI y VII del
artículo 130 del Código Penal para la Ciudad de México, de ahí que
al actualizarse el concurso ideal debe imponer las penas condignas.
 No puede considerarse que como víctima rebasa la acusación
ministerial al no haber sido lo anterior materia expresa en las
conclusiones de la Representación Social, pues conforme a lo
dispuesto por el artículo 21 constitucional es facultad exclusiva de la
autoridad judicial la imposición de las penas.
 Es incorrecto que en la sentencia reclamada se calificaran de
inoperantes sus inconformidades, pues al tratarse de la víctima del
delito no estaba limitado a la exposición de agravios relacionados
directamente a la reparación del daño, habida cuenta que está
facultado constitucionalmente a ser parte activa del proceso y en esa
medida, a tener acceso a un recurso efectivo.
 La legitimación de la víctima u ofendido de delito para interponer el
recurso de apelación debe interpretarse en sentido amplio y protector
como instrumento legal y eficaz que garantice la protección de sus
derechos humanos, en franca oposición al delineamiento de acciones
regresivas y por ello, debe estimarse que no tiene aplicación la

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limitación a que se refiere el numeral 417, fracción III


del Código de Procedimientos Penales para la Ciudad
de México.
 Incorrectamente la Sala responsable estimó que las lesiones
menores se subsumen dentro de las de mayor protección al bien
jurídico tutelado, pues lo cierto es que esa alteración de la salud no
comprende a todas las demás, las cuales tienen existencia fáctica
independiente y afectan de forma diversa el bien jurídico, toda vez
que no sólo se protege a la víctima de las alteraciones que ponen en
peligro la vida, sino también de aquellas que disminuyen el
funcionamiento de los miembros inferiores y que dejan deformidad
incorregible, como sucede en el caso.
 Le genera perjuicio que en la sentencia reclamada el Tribunal de
alzada haya estimado a la sentenciada un grado de culpabilidad
mínimo porque no consideró la totalidad de las lesiones que
presentó, por lo que debió incrementar el grado de culpabilidad de la
sentenciada y consiguientemente a elevar la sanción de reclusión
impuesta.
 La sala responsable señaló que los cheques que excluyó de la
condena de la reparación del daño no eran aptos ni idóneos para
demostrar que como ofendido realizó los gastos de forma personal,
criterio que es desacertado, pues los cheques corresponden a su
cuenta bancaria y todos fueron ratificados por las personas físicas y
morales beneficiarias, aunado a que acreditó que los documentos
fueron cobrados y/o exhibidos para su abono en cuenta.
 Además, la aseguradora realizó el entero a cuenta del adeudo
contraído por él como víctima y en compensación de ese gasto debe
efectuarse la condena por concepto de daño material, consistente en
el pago de los tratamientos médicos a su favor, porque es evidente
que resintió una afectación patrimonial, pues a lo largo de los años ha
estado pagando ese seguro, sin que exista obligación jurídica de que
el pago sea posterior a la realización del hecho criminal, sino
únicamente que sea con motivo de ese delito, lo que se colma en el
caso, pues de no haber sido lesionado, nunca hubiera ingresado al
centro hospitalario y, por tanto, no se hubiera generado el gasto que
fue cubierto por la aseguradora.
 Asimismo, aduce que la sentencia reclamada es contraria al derecho
humano a la reparación del daño integral, en razón de lo siguiente:
- Contrario a lo que estimó la Sala responsable, el hecho de que
hubiera condenado respecto de daños materiales (pago de
tratamiento médico y hospitalario), no excluye el relativo a los
inmateriales o morales.
- La cuantía de la reparación del daño por la afectación moral debió
determinarse con base en la entidad y magnitud del daño ocasionado
por el tipo de incapacidad que generaron las alteraciones a la salud
que padece.
- La finalidad de la reparación del daño integral implica que se efectúe

15
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

la condena con base en el principio de completitud de las


reparaciones pecuniarias y no pecuniarias.

31. II. Consideraciones del Tribunal Colegiado. Analizó los conceptos


de violación relacionados con la inconstitucionalidad de los artículos
impugnados por el quejoso, como sigue:

a) Artículo 130 del Código Penal para la Ciudad de México.

- Precisó que para que sea procedente estudiar los planteamientos en


los que se hace valer la inconstitucionalidad del artículo de que se
trata, debe verificarse si en el caso: se dio la aplicación del precepto
tildado de inconstitucional, si esta aplicación es en perjuicio del
demandante del amparo; y que se expresen conceptos de violación
tendentes a demostrar la inconstitucionalidad de la norma.

- En el caso, estimó que no se cumplía la tercera condición en tanto


que el planteamiento del quejoso no contenía un problema de
constitucionalidad sino de legalidad derivado de su situación en
particular, respecto del cual se pronunció la Sala del conocimiento, a
saber, sobre la aplicación de la sanción correspondiente por el delito
de lesiones.

- Esto, porque las leyes son de naturaleza genérica, abstracta e


impersonal, en tanto que los conceptos de violación hechos valer por
el quejoso se apoyaron en cuestiones de legalidad ante lo decidido
por la autoridad responsable, a saber, que la Sala penal sólo impuso
la pena establecida en la fracción VII, del artículo 130 del código
sustantivo para la materia y fuero, cuando según su dicho debió
imponerse también las previstas en las fracciones V y VI contenidas
en el mismo numeral, por actualizarse el concurso ideal de delitos.

- Por tal motivo, declaró inoperantes los conceptos de violación


relacionados con el mencionado precepto.

b) Artículo 251 del Código de Procedimientos Penales para la Ciudad


de México.

- Señaló que, si bien el acto reclamado se fundamentó en dicho


numeral, lo cierto era que fue invocado para conceder valor
probatorio a la documental privada consistente en una carta signada
por el representante legal del centro hospitalario donde fue atendido
el quejoso, en la que se asentaron los diferentes montos pagados por

16
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

la compañía aseguradora; por lo que la aplicación de


dicho dispositivo no le generó perjuicio al quejoso.

- Aunado a lo anterior, los argumentos hechos valer por el quejoso


eran inoperantes porque se limitó a señalar que es inconstitucional
por condicionase el perfeccionamiento de los documentos privados a
su ratificación; que no es legal que se limite la posibilidad probatoria a
cuestiones que están fuera de la posibilidad procesal de la víctima u
ofendido, que no puede sujetarse al mismo estándar probatorio, ni a
los limitados alcances demostrativos; que queda en estado de
indefensión comprobatoria al no realizar la ratificación a pesar que
haya realizado el pago que ampare el documento respectivo; que
algunos documentos como las facturas y los cheques, su regulación y
elaboración está prevista en leyes como el Código Fiscal de la
Federación, el Código de Comercio y la Ley de Instituciones de
Crédito, que constatan el cumplimiento de los requisitos respectivos,
y debería atribuírseles valor demostrativo pleno; sin embargo,
consideró que no expuso las razones por las que tal precepto
afectaba sus derechos fundamentales. Es decir, los planteamientos
que hizo valer no cumplían con los requisitos mínimos para analizar
la constitucionalidad o no del artículo impugnado.

- Por tales motivos declaró inoperantes los conceptos de violación


relacionados con ese precepto.

c) Artículo 417, fracción III, del Código de Procedimientos Penales para


la Ciudad de México.

- Consideró que dicho precepto tampoco le fue aplicado al quejoso,


porque aun cuando la Sala responsable precisó que los argumentos
del ofendido debían estar relacionados únicamente con lo relativo a la
reparación del daño, lo cierto era que dio contestación a los agravios
que hizo valer respecto de temas de otra índole (aplicación de
sanciones). Por ello, si bien declaró inoperantes los argumentos de la
parte apelante, no lo hizo bajo el argumento de que no iban
encaminados a combatir la reparación del daño, sino por otras
razones.

- En consecuencia, estimó que eran inoperantes los conceptos de


violación del quejoso en los que planteó la inconstitucionalidad del
mencionado precepto.

d) Artículos 42, 43 y 47 del Código Penal para la Ciudad de México.


- Los analizó de manera conjunta dada su estrecha relación, y verificó
que con base en tales preceptos se determinó el pago de la

17
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

reparación del daño a la víctima.

- Determinó que no asistía razón al quejoso, pues no es verdad que el


contenido del artículo 42 de la legislación mencionada, no se apegue
al marco constitucional por la indefinición de todos los supuestos en
los que puede encajar la reparación del daño y que por ello se
contraríe el derecho estatuido en el artículo 20 apartado C, fracción
IV, constitucional, pues este Máximo Tribunal ha sustentado criterio
en el sentido de que la falta de definición de los conceptos en las
leyes, no genera por ese solo hecho su inconstitucionalidad, habida
cuenta que la contravención a la Constitución, debe basarse en
aspectos objetivos que generalmente son los principios consagrados
en ella, en el caso, la forma en que se plantea ese derecho en
beneficio de los gobernados y la manera en que la autoridad
desarrolla las funciones para que sea respetado.

- En efecto, determinó que los jueces al momento de dictar la


sentencia condenatoria, y resolver sobre la imposición de la sanción
por concepto de reparación del daño material y moral, en los rubros
contenidos en tal precepto con motivo de la comisión del delito,
cuentan con un texto claro, pues no tiene un significado diverso al
indicado en él, es decir, el restablecimiento de las cosas en el estado
en que se encontraban antes de cometerse el delito; la restitución de
la cosa obtenida por el delito, incluyendo sus frutos y accesorios y, si
no fuese posible, el pago de su valor actualizado, si se trata de
bienes fungibles, es posible condenar a la entrega de un objeto igual
al que fuese materia de delito sin necesidad de recurrir a prueba
pericial; el pago de los tratamientos curativos que como
consecuencia del delito sean necesarios para la recuperación de la
salud psíquica y física de la víctima; el resarcimiento de los perjuicios
ocasionados; y el pago de salarios o percepciones correspondientes,
cuando por lesiones se cause incapacidad para trabajar en oficio,
arte o profesión; bastando decir que tales conceptos se establecen
de forma enunciativa, más no limitativa, bajo el entendido de que,
potencialmente existan supuestos no comprendidos pero que encajan
en cada una de las hipótesis enunciadas.

- Asimismo, estimó infundado lo señalado por el quejoso en el sentido


de que el referido artículo 43 es inconstitucional, porque a su
consideración limita la condena a la reparación del daño con base en
las pruebas obtenidas en el proceso, cuando en relación a los daños
o afectaciones morales, la lesión a la víctima debe presumirse y por
tanto, condenarse con independencia de que se aporten pruebas por
la víctima u ofendido.

- Lo anterior, porque la prevención contenida en dicho precepto se


refiere a la regla general sobre la distribución de la carga probatoria,

18
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

misma que se complementa con el resto de las


disposiciones que constituyen el sistema sobre el
régimen probatorio.

- Desarrolló lo relativo al objeto de las pruebas en el juicio y concluyó


que el artículo impugnado no contenía la restricción que le atribuye el
quejoso, pues si bien le impone la carga probatoria a la víctima u
ofendido, ello es resultado del ejercicio del derecho de contradicción
probatoria de las partes en el proceso penal, y ello delimita los
alcances que deberá considerar la autoridad judicial para definir la
condena a la reparación del daño.

- Sobre el artículo 47 del Código Penal para la Ciudad de México, el


tribunal colegiado precisó que la problemática planteada por el
quejoso ya ha sido abordada por esta Primera Sala al resolver los
amparos directos en revisión 3166/20152 y 24/20183, en los que
esencialmente se determinó que con la remisión expresa a la Ley
Federal del Trabajo, se aprecia que el legislador penal fijó un
parámetro mínimo para calcular la indemnización que debe pagarse a
los beneficiarios o derechohabientes de la víctima, sin menoscabo de
que el juzgador pueda apreciar si dicho resarcimiento legal es
suficiente o no para cubrir los daños realmente sufridos, con base en
las pruebas que pudieran constar en autos.

- Que cuando el referido artículo establece de manera especial que


tratándose de delitos que afecten la vida, el monto de la reparación
del daño no podrá ser menor del que resulte de aplicarse las
disposiciones relativas de la Ley Federal del Trabajo, señala de
manera imperativa que el juzgador en este tipo de delitos debe
condenar a la reparación del daño simplemente con tener por
acreditada la comisión del homicidio, aplicando como parámetro
mínimo los salarios establecidos en la ley laboral mencionada.

- Además, que dicho parámetro mínimo fue fijado con el fin de reparar
las consecuencias que las infracciones produjeron, por ello se
establecía ese monto como pago de una indemnización como
compensación por los daños ocasionados; sin que el legislador
estableciera un monto máximo como concepto de indemnización
derivado de la pérdida de la vida de una persona, porque ese monto
era susceptible de variar atendiendo a los medios de prueba que
obraran en la causa penal y demostraran que debía imponerse una
cantidad mayor.

- Es decir, la norma laboral que de manera subsidiaria fijó el legislador


penal, al no establecer un monto fijo para la reparación del daño,
2
Resuelto por unanimidad de votos en sesión de dieciocho de mayo de dos mil dieciséis.
3
Resuelto por mayoría de cuatro de votos en sesión de dieciocho de abril de dos mil dieciocho (en
contra del Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea).

19
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

permitía al juzgador individualizar la sanción pecuniaria, aplicada


como pena pública, tomando en consideración las pruebas que en su
caso aportara la parte interesada.

- Consideraciones con las que estimó se daba respuesta a los


planteamientos efectuados por el quejoso, por los que los declaró
infundados.

e) Artículo 486 de la Ley Federal del Trabajo.


- Determinó que resultaba innecesario analizar los conceptos de
violación tendentes a demostrar la inconstitucionalidad de dicho
precepto, porque lo procedente era conceder el amparo para el
efecto de que para determinar el monto por indemnización como una
medida de compensación por el daño moral, la Sala del conocimiento
no aplicara ese numeral al quejoso.

- En principio, precisó que advertía que los argumentos vertidos en la


demanda de amparo se dirigieron a combatir las consideraciones de
la sentencia relativas al grado de culpabilidad impuesto a la
sentenciada, individualización de la pena y condena al pago de la
reparación del daño.

- Al respecto, dijo que contrario a lo expuesto por el quejoso, la


autoridad responsable no desatendió que el delito de lesiones tuvo
resultados plurales, pues concluyó que se infirieron al ofendido
lesiones que pusieron en peligro la vida, y otras que tardaron en
sanar más de sesenta días y dejaron como consecuencia
disminución definitiva del normal funcionamiento de ambos miembros
pélvicos para la marcha; sin embargo, para individualizar la pena
únicamente tuvo por actualizada la hipótesis contenida en la fracción
VII del artículo 130 del Código Penal para la Ciudad de México, ya
que por converger una lesión más grave, las menores se
subsumieron en la primera, esto es, las absorbió.

- Lo anterior, porque lo que el sistema de consunción de penas busca


es que no se aplique una sanción dos o más veces por una misma
conducta ilícita, sino que se imponga la que corresponda al ilícito más
grave; precisando además que no advirtió que la forma en que la
Sala penal decidió sancionar a la sentenciada agraviara al quejoso,
pues no se apartó de los marcos legales del ilícito demostrado, ni del
criterio que sobre la subsunción impera en el delito de lesiones con
diversos resultados.

- Por otro lado, declaró infundado el argumento del quejoso en el que


sostuvo que debió imponerse a la sentenciada un grado de
culpabilidad mayor al mínimo ya que al interponer el recurso de

20
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

apelación formuló agravios en ese sentido, los cuales


debieron ser atendidos no obstante que el Ministerio
Público no apelara la resolución de primer grado.

- En principio, trajo a cuenta lo que este Máximo Tribunal ha


establecido sobre la legitimación de la víctima u ofendido para
interponer el recurso de apelación, respecto a la interpretación
extensiva de los artículos 417 y 418 del Código de Procedimientos
Penales para la Ciudad de México, que determinó que no únicamente
puedan promover la apelación para combatir lo relativo a la
reparación del daño, sino en defensa de cualquier otro derecho
fundamental que estimen violado.

- Precisó el órgano colegiado que lo anterior, no significa que se


genere un nuevo frente de imputación penal ni que el juzgador deba
acogerse a la pretensión del ofendido a efecto de analizar la
posibilidad de incrementar el grado de culpabilidad fijado en la
sentencia de primer grado, puesto que en el caso que nos ocupa, el
Representante Social consintió la sentencia de primer grado,
precluyendo la posibilidad de invocar aspectos que determinan un
mayor índice de reprochabilidad a la sentenciada.

- En efecto, el objeto del recurso de apelación consiste en examinar si


en la resolución recurrida se aplicó inexactamente la ley, si se
violaron los principios reguladores de la valoración de la prueba y de
arbitrio judicial o si se alteraron los hechos, y del resultado de ese
examen dependerá, con base en los agravios vertidos, que se
confirme, modifique o revoque la sentencia impugnada. Entonces,
para que la Sala responsable pueda modificar la resolución apelada
respecto de la elevación del grado de culpabilidad, únicamente puede
sustentarse en los agravios formulados por el agente del Ministerio
Público, lo que en la especie no aconteció; por lo que rebasar esos
límites al sostener que la víctima u ofendido puede solicitar la
variación de las penas en defensa de su derecho fundamental a
obtener la reparación del daño, cuando tal aspecto no fue solicitado
por el órgano que técnicamente es el acusador, implicaría permitir
que el ofendido se sustituya al Representante Social e invada las
facultades que constitucionalmente le corresponden, lo que llevaría a
trastocar el sistema penal procesal, por invadir la órbita competencial
exclusiva del órgano de acusación.

- Por ello, si el Ministerio Público no impugnó la determinación del juez


de primera instancia respecto del grado de culpabilidad mínimo
apreciado a la sentenciada, dicho tema constituía cosa juzgada para
la Representación Social, sin que la víctima u ofendido esté
legitimada para formular los agravios que sobre la elevación de la
culpabilidad atañen al órgano en quien recae constitucionalmente la

21
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

acusación.

- En otro orden de ideas, examinó los conceptos de violación en los


que el quejoso sostuvo que la Sala omitió condenar por reparación
del daño patrimonial la cantidad de **********, que corresponde a la
suma de diversos cheques certificados que exhibió en la causa, bajo
el argumento de que no eran aptos ni idóneos para demostrar que
como ofendido realizó los gastos en forma personal.

- Al respecto, el tribunal colegiado del conocimiento determinó que fue


correcta la decisión de la Sala del conocimiento, toda vez que si bien
los cheques de mérito fueron ratificados en audiencia por sus
beneficiarios, lo cierto era que no se encontraban soportados por
facturas o recibos de honorarios, de lo que se infería que las
erogaciones que sufragó el ofendido con dichos cheques fueron
resarcidas por la empresa aseguradora, y que el pasivo contaba con
seguro de gastos médicos mayores.

- De modo que al asumir la aseguradora la deuda de aquél, ello la


convertía en subrogatoria de los derechos del ofendido, y de
condenar a la sentenciada a pagar tal suma, ello constituiría un pago
adicional al realizado por la empresa.

- Es decir, de dichas probanzas no se desprendía que la víctima


hubiese realizado las erogaciones respectivas de su peculio, por lo
que no se advertía el daño patrimonial que como consecuencia del
delito afirma haber sufrido; por lo que fue legal que la Sala de
apelación estimara que al quejoso debían restituírsele únicamente los
pagos que le ocasionaron un impacto económico.

- Sin embargo, estimó que tal aspecto era susceptible de probarse en


ejecución de sentencia.

- Por otra parte, en suplencia de la queja deficiente, el órgano


colegiado advirtió que la sentencia reclamada era violatoria del
derecho humano a la reparación del daño del quejoso en cuanto a la
determinación del monto fijado por concepto de reparación del daño
patrimonial.

- Lo anterior, pues la Sala responsable consideró incorrecta la decisión


del juez de la causa al condenar al pago de la reparación del daño
por subrogación a pagar a la compañía aseguradora, la cantidad de
**********, por lo que reasumió jurisdicción y procedió a establecer
que era improcedente condenar a la sentenciada al pago de la
reparación del daño material a favor de la aseguradora respecto de la
cantidad que esa compañía cubrió, pues al tratarse de un contrato
civil, es en dicha instancia donde puede existir algún pronunciamiento

22
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

en caso de que la aseguradora se considere con


derecho a solicitar alguna acción, sin advertir que lo
correcto era condenar a la justiciable por el monto total
de los daños que fueron demostrados durante el juicio tanto por el
Ministerio Público como por la víctima, al ser una consecuencia
directa de la conducta delictiva cometida en agravio del quejoso.

- Ello debido a que el artículo 20, Apartado C, fracción IV,


constitucional establece que si el juzgador emite una sentencia
condenatoria en el procedimiento penal, no podrá absolver al
sentenciado de la reparación del daño cuando sea procedente y
hubiera sido solicitada por el Ministerio Público, además que la
víctima tiene la calidad de parte dentro del procedimiento penal, y
que como tal tiene la facultad de proporcionar al órgano investigador
o al juez todos los datos o medios de prueba con que cuente para
acreditar, por un lado, los elementos del tipo penal y la
responsabilidad de la inculpada y, por otro, la procedencia y monto
de la reparación del daño.

- Por ello, es violatorio del derecho a la reparación del daño de la


víctima que la Sala responsable solamente considerara que el monto
de la reparación del daño ascendió a la cantidad de **********, pues el
hecho de que dicha suma no fue erogada directamente por el pasivo,
sino por la persona moral citada, el tribunal de alzada soslayó el
carácter de pena pública que tiene dicha reparación y que de oficio
debe imponerse al responsable del delito, con independencia de a
quien pertenezca el pago, aunado a que será ante el juez de
Ejecución de Sentencia, donde se demuestre quién tiene derecho a
cobrarlo, dada la subrogación existente.

- En otro orden de ideas, el tribunal colegiado concedió el amparo


solicitado por el quejoso, al advertir que en la sentencia reclamada se
determinó improcedente condenar al pago de la indemnización
solicitada por el Representante Social, en forma independiente al
daño material.

- En efecto, del contenido del artículo 42 del Código Penal para la


Ciudad de México se desprende que derivado de la comisión de un
delito, el daño puede ser de dos especies: patrimonial y/o moral, los
cuales deben ser indemnizados.

- Retomó los precedentes en los que esta Primera Sala ha abordado el


tema, destacando que conforme a la jurisprudencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, la obligación de reparar
violaciones a derechos humanos debe ser integral, es decir, que la
reparación del daño consiste en la plena restitución de la situación
anterior a la violación y de no ser posible, corresponde reparar los

23
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

daños o perjuicios causados a través de medidas como el pago de


una indemnización o compensación; cuyo monto es particularmente
difícil de establecer.

- Observó que sobre el cálculo del quantum del monto indemnizatorio,


este Máximo Tribunal ha establecido parámetros para determinar que
se fije con justicia, para lo cual debe realizarse con base en dos
principios: el de reparación integral del daño y el de individualización
de la condena según las particularidades de cada caso.

- Y que para una indemnización por daño moral, debe individualizarse


atendiendo a: I) el tipo de derecho o interés lesionado; II) el nivel de
gravedad del daño, III) los gastos devengados o por devengar
derivados del daño moral, IV) el grado de responsabilidad del
responsable, y V) la capacidad económica de este último.

- De lo anterior, observó que la sentencia reclamada vulneró el


derecho humano a la reparación del daño pues la autoridad
responsable omitió realizar los razonamientos jurídicos concretos
vinculados con la justa indemnización integral, ya que únicamente se
cuantificaron los daños patrimoniales, no así lo relativo a la
indemnización o compensación por daño moral, pues nada se
expresó en cuanto al monto que se debía cubrir para mitigar los
afectos, sentimientos o psique de la víctima, de acuerdo a su nivel de
intensidad o grado de afectación, ni se hizo mención al grado de
responsabilidad de la sentenciada, o al aspecto social del daño
causado, ni de la relevancia o implicaciones que pudo tener el ilícito,
por lo que la condena a la reparación del daño está incompleta.

- En efecto, advirtió que el tribunal de alzada confundió el


resarcimiento material con la indemnización o compensación del
daño moral, debido a que en autos existían medios de convicción con
los que se acreditó la necesidad del ofendido de tomar terapia con
motivo del delito sufrido; y pese a ello, la Sala penal condicionó la
condena a la reparación de ese daño a que el ofendido exhibiera los
comprobantes de los gastos erogados.

- Además, de la citada violación el tribunal colegiado advirtió que la


autoridad omitió aplicar los criterios a favor del quejoso relacionados
con el derecho fundamental a la reparación del daño integral, lo que
originó una deficiente determinación respecto del monto de la
compensación por daño moral, pues las situaciones relevantes del
caso particular consistentes en la pérdida de oportunidades de
empleo y prestaciones sociales; daños materiales, incluidos el lucro
cesante; los perjuicios inmateriales; los gastos de asistencia jurídica o
de expertos, la prolongación de medicamentos y servicios médicos,
psicológicos y sociales, no se valoraron conforme a los parámetros

24
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

dados por este Alto Tribunal y por la Corte


Interamericana de los Derechos Humanos.

- Es decir, dejó de dimensionar todas las consecuencias que generó el


hecho ilícito en la víctima, lo que resultó incorrecto porque -reiteró-
que la compensación debe otorgarse de forma apropiada y
proporcional atendiendo a las circunstancias de cada caso, por todos
los perjuicios, sufrimientos y pérdidas económicamente evaluables
generados como consecuencia de los hechos victimizantes o de la
violación a derechos humanos, incluyendo el error judicial, por
reparación de los rubros siguientes: daños en la integridad física,
daño moral, perjuicios ocasionados o lucro cesante, pérdida de
oportunidades, daños patrimoniales, gastos y costas judiciales,
tratamientos médicos y terapéuticos, gastos de transporte,
alojamiento, comunicación o alimentación, ocasionados por el
traslado para asistir al tratamiento o lugar del juicio.

- Hizo hincapié en que el daño moral no es susceptible de probarse


como ordinariamente sucede con el daño material; pues depende de
consideraciones subjetivas que, pueden traducirse en el sentimiento
de pérdida, estados de ánimo de dolor, angustia, desamparo,
depresión y otros similares. Así, ante la dificultad de la prueba o
demostración del daño moral causado, por regla general debe quedar
al prudente arbitrio del juzgador determinar el monto de la
indemnización, con la salvedad de que ningún resarcimiento material
puede subsanar la afectación a los sentimientos o estados de ánimo
generados al ofendido.

- En ese tenor, ordenó que la Sala responsable dejara insubsistente la


resolución impugnada y dictara otra en la que, para la cuantificación
del daño moral, valorara lo siguiente:
 El tipo del derecho o interés lesionado, atendiendo a la
importancia que tiene su lesión, calificándola como leve, media
o severa.
 La existencia del daño y su nivel de gravedad, determinando si
es normal, media o grave.
 Los gastos devengados y por devengar, ocasionados por el
daño moral.
 El grado de responsabilidad de la persona o personas
responsables, determinando si es leve, media o alta,
atendiendo a los siguientes elementos: el bien puesto en riesgo
por la conducta negligente, el grado de negligencia y sus
agravantes, la importancia social de los deberes incumplidos a
la luz del tipo de actividad que desempeña la parte
responsable, entre otros factores.
 La capacidad económica del responsable, como baja, media o
alta.

25
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

 La suma que se imponga debía ser razonable, cumplir con el


objeto de reparar pero también de disuadir, imponiendo
reparaciones responsables, justificadas y debidamente
motivadas.

- Asimismo, observó que la Sala del conocimiento omitió condenar a la


sentenciada al pago de la reparación del daño por la diferencia de las
percepciones correspondientes al aguinaldo del año dos mil nueve
por los doce días que le restaban por concluir en el cargo que
desempeñaba, por lo que debía pronunciarse en ese sentido.

- Finalmente, advirtió que se vulneró el derecho fundamental de exacta


aplicación de la ley porque para estimar la indemnización por
concepto de reparación del daño, aplicó los artículos 492 y 486 de la
Ley Federal del Trabajo, que no tenían aplicación al respecto, ya que
el artículo 47 del Código Penal para la Ciudad de México no lo
permite (tal precepto dirige a los diversos 500 y 502 de la Ley Federal
del Trabajo).

- Por tal motivo, determinó que también debía ser motivo de la


concesión del amparo, que para cuantificar la indemnización por
daño moral, se abstuviera de considerar los artículos 492 y 486 de la
Ley Federal del Trabajo al no ser aplicables.

- En consecuencia, concedió el amparo solicitado para los efectos


siguientes:

“Deje sin efectos la sentencia de veintidós de febrero de dos mil


diecinueve, dictada en el toca penal **********.

Reitere las consideraciones que no son motivo de la concesión


del amparo, relativas al acreditamiento del delito de lesiones
culposas y la plena responsabilidad de la sentenciada **********
en su comisión.

Condene al pago del daño patrimonial por el monto que cubrió


la compañía aseguradora **********, por gastos médicos
hospitalarios, con independencia que en la etapa de Ejecución
de Sentencia, será donde se establezca a qué persona (víctima,
ofendido o terceros) le asiste mejor derecho para efectuar su
cobro.

Siguiendo los lineamientos dados en esta ejecutoria resuelva lo


que en derecho corresponda sobre la indemnización del daño
moral, respecto de la pérdida de oportunidades de empleo y
prestaciones sociales; los daños materiales, incluidos los
ingresos y el lucro cesante, debiendo incluir como tal la

26
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

diferencia de las percepciones correspondientes al


aguinaldo del año dos mil nueve, que le
correspondía al quejoso como Magistrado por los
doce días que le restaban por concluir en el cargo, además de
los perjuicios inmateriales; los gastos de asistencia jurídica o de
expertos, medicamentos y servicios médicos, psicológicos y
sociales; el nivel o grado de responsabilidad de las partes.

Al analizar lo relativo a la indemnización por concepto de daño


moral, no considere los dispositivos 492 y 486 de la Ley Federal
del Trabajo, ya que no son aplicables, sino únicamente el
artículo 502 de la misma legislación, a que remite el numeral 47
del Código Penal para esta ciudad y, en caso de que no exista
disposición especial en el código sustantivo, aplique el Código
Civil para esta Entidad.”

32. III. Recurso de revisión en esencia plantea lo siguiente:

 El recurso de revisión reunía los requisitos de procedencia, toda vez


que el tribunal colegiado realizó un pronunciamiento respecto de la
constitucionalidad de los artículos 42, 43 y 47 del Código Penal para
la Ciudad de México, así como del diverso “20, apartado C, fracción
IV” (sic) de la Constitución; omitió el estudio de constitucionalidad de
los artículos 130, del Código Penal para la Ciudad de México, 251 y
417, fracción III, del Código de Procedimientos Penales para la
Ciudad de México, con base en que declaró inoperantes sus
conceptos de violación; y respecto del diverso numeral 486, de la Ley
Federal del Trabajo, omitió su estudio porque a juicio del órgano
colegiado las manifestaciones que hizo valer se referían a aspectos
de legalidad y su estudio llevó a la concesión del amparo, con lo que
supuestamente se obtenía un mayor beneficio y por ello estimó
innecesario el examen de la constitucionalidad de ese precepto.

 Además, adujo que se surten los requisitos de importancia y


trascendencia porque la decisión de este Alto Tribunal daría lugar a
un pronunciamiento novedoso y de relevancia para el orden jurídico
nacional, ya que los temas de debate se refieren a la
constitucionalidad de los preceptos indicados en torno a los alcances
de los derechos de la víctima y ofendido cuando fue sujeto pasivo del
delito de lesiones; los aspectos específicos que la reparación del
daño debe comprender; la forma, términos y momento en que debe
resolverse la reparación del daño a fin de atender a los derechos
humanos de debido proceso, recurso efectivo, distribución de cargas
probatorias y alcances demostrativos que tienen las pruebas
ofrecidas a fin de acreditar el monto de la reparación del daño.

27
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

 En efecto, la sentencia impugnada le ocasiona perjuicios por las


razones siguientes:

- La calificación de inoperancia de sus argumentos respecto del


artículo 130, del Código Penal para la Ciudad de México, es
equivocada porque el tribunal colegiado sólo retomó como aspecto
del planteamiento de inconstitucionalidad de esa norma lo relativo al
artículo 20, apartado C, fracción IV, constitucional, lo que no
corresponde al planteamiento formulado, puesto que con toda
precisión se invocaron como sustento de la inconstitucionalidad de
los preceptos 1, 17 y 20 constitucionales, al vulnerar los derechos de
justicia completa para la víctima y ofendido del delito, que fue lo que
se hizo valer.

- En ese sentido, dicha declaratoria de inoperancia fue incorrecta


porque su planteamiento se ocupó de cuestiones más amplias que la
limitada que consideró el tribunal colegiado y no se centra en el tema
de reparación del daño sino en el derecho de acceso a la justicia
completa a favor de la víctima y ofendido, así como su derecho a
conocer la verdad.

- Por otra parte, respecto de la inoperancia de los conceptos de


violación relacionados con la inconstitucionalidad del artículo 251 del
Código de Procedimientos Penales para la Ciudad de México, es
desacertada porque el tribunal colegiado afirma que ese precepto no
se aplicó en su perjuicio, lo que es incorrecto porque con base en él,
la Sala responsable no atribuyó fuerza demostrativa a parte de los
documentos que se exhibieron para acreditar el monto del daño a
reparar, relacionado con los gastos que erogó, ya que a pesar de que
se exhibieron los cheques certificados se consideró que debían
ratificarse por quienes los cobraron, por lo que contrario a lo señalado
por el tribunal colegiado, sí se aplicó dicho artículo en su detrimento.

- Ahora bien, en relación con la inoperancia de los conceptos de


violación respecto de la inconstitucionalidad del artículo 417, fracción
III, del Código de Procedimientos Penales para la Ciudad de México,
es incorrecta ya que la sala responsable no abordó el tema de
concurso ideal de lesiones, por lo que sí existe el acto de aplicación.

- Causa agravio la omisión de análisis de la inconstitucionalidad del


artículo 486 de la Ley Federal del Trabajo, porque según se afirmó en
la sentencia con el estudio de la legalidad se obtenía mayor beneficio
para la parte recurrente, lo que estima incorrecto en virtud de que con
la declaratoria de inconstitucionalidad se podría recibir mayor
beneficio.

28
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

- Asimismo, fue incorrecto que el tribunal colegiado


declarara infundados los conceptos de violación
relacionados con la inconstitucionalidad de los artículos
42, 43 y 47 del Código Penal para la Ciudad de México, ya que no se
realizó con base en los daños que deben repararse y no comprenden
a la totalidad de los aspectos que es necesario resarcir a su favor,
por lo que se hace nugatorio el derecho a la reparación del daño
integral, completo y justo.

- Finalmente, adujo que la interpretación que hizo el tribunal colegiado


respecto de la reparación del daño es errónea, por lo que es
menester que este Alto Tribunal se pronuncie sobre los artículos
tildados de inconstitucionales, así como lo relativo al derecho a la
justicia completa en materia de resarcimiento de daños ocasionados
a la víctima y ofendido del delito de lesiones, se determinen los
tópicos que ellos comprende, así como la forma en que deben
interpretarse las cargas probatorias, y los aspectos que implican la
indemnización por las incapacidades motrices que le ocasionaron.

33. QUINTO. Procedencia del recurso. Al fallar el recurso de


reclamación 887/2020 –en el que se analizó la legalidad del acuerdo
que inicialmente desechó el presente medio de impugnación– esta
Primera Sala consideró que la decisión inicial de la Presidencia debía
revocarse pues del análisis de las constancias allegadas se advertía
que se surtían ambos requisitos de procedencia del recurso de
revisión intentado.

34. Ello, porque las razones aducidas para desecharlo (la ausencia del
requisito de importancia y trascendencia) no podían sostenerse en el
estudio preliminar realizado para decidir sobre la admisión del recurso,
en tanto la procedencia era materia de un estudio puntual y detallado
máxime que, en el caso, existían diversos planteamientos de
constitucionalidad esbozados por el quejoso desde su demanda de
amparo, algunos estudiados por el tribunal colegiado y otros
determinados omitidos por el mismo órgano; los cuales podían
contribuir a la fijación de un criterio de importancia y trascendencia.

29
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

35. En la especie, el recurrente impugnó la constitucionalidad de los


artículos 42, 43, 47 y 130 del Código Penal para el Distrito Federal;
251 y 417, fracción III, del Código de Procedimientos Penales para la
propia entidad; y, el diverso 486 de la Ley Federal del Trabajo. Ello al
considerar que todos eran restrictivos del derecho a la reparación del
daño.

36. En esa línea, debe decirse que, no todos los planteamientos en la


demanda de amparo constituyen propiamente una cuestión de
constitucionalidad competencia de esta Suprema Corte, por lo que a
efecto de depurar la litis del presente medio de impugnación es
menester analizar cada uno de los temas señalados.

37. Para lo anterior, resulta necesario establecer que el recurso de


revisión previsto por la fracción IX, del artículo 107, de la Constitución
Federal, en relación con el artículo 81, fracción II, de la Ley de
Amparo es un medio de defensa extraordinario, cuya finalidad es
que, de manera excepcional se revisen sentencias de Tribunales
Colegiados de Circuito donde se haga un pronunciamiento de
constitucionalidad, ya sea respecto de alguna norma general o en
relación con la interpretación directa de algún precepto de la
Constitución Federal o de un Tratado Internacional o bien omitan
decidir sobre tales cuestiones cuando hubieren sido planteadas
en la demanda de amparo.

38. Al respecto el artículo 107, fracción II, de la Constitución Política de


los Estados Unidos Mexicanos establece la procedencia de este
medio de impugnación:

30
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

“Artículo. 107.- Las controversias de que habla el


artículo 103 de esta Constitución, con excepción de
aquellas en materia electoral, se sujetarán a los
procedimientos que determine la ley reglamentaria, de acuerdo con
las bases siguientes:
IX. En materia de amparo directo procede el recurso de revisión en
contra de las sentencias que resuelvan sobre la
constitucionalidad de normas generales, establezcan la
interpretación directa de un precepto de esta Constitución u
omitan decidir sobre tales cuestiones cuando hubieren sido
planteadas, siempre que fijen un criterio de importancia y
trascendencia, según lo disponga la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, en cumplimiento de los acuerdos generales del Pleno. La
materia del recurso se limitará a la decisión de las cuestiones
propiamente constitucionales, sin poder comprender otras…”.

39. De igual manera, la Ley de Amparo aplicable, en el numeral


conducente establece:

“Artículo 81. Procede el recurso de revisión: […]


II. En amparo directo, en contra de las sentencias que resuelvan
sobre la constitucionalidad de normas generales que establezcan
la interpretación directa de un precepto de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos o de los derechos humanos
establecidos en los tratados internacionales de los que el Estado
Mexicano sea parte, u omitan decidir sobre tales cuestiones
cuando hubieren sido planteadas, siempre que fijen un criterio de
importancia y trascendencia, según lo disponga la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, en cumplimiento de acuerdos generales
del pleno.

La materia del recurso se limitará a la decisión de las cuestiones


propiamente constitucionales, sin poder comprender otras.”

40. Así, la procedencia del recurso de revisión en contra de las sentencias


emitidas en los juicios de amparo directo es de carácter excepcional; y
por ende, para su procedencia, es imprescindible que se surtan los
siguientes requisitos:

1. Que exista un tema de naturaleza constitucional. Se entenderá


que éste existe cuando en la sentencia recurrida se haya hecho
un pronunciamiento sobre la constitucionalidad o

31
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

inconvencionalidad de una norma de carácter general, o se


establezca la interpretación directa de un precepto constitucional o
derecho humano establecido en algún tratado internacional de los
que el Estado Mexicano sea parte; o que habiéndose planteado
expresamente uno de esos temas en la demandada de amparo, el
Tribunal Colegiado haya omitido pronunciarse al respecto, en el
entendido de que se considerara que habrá omisión cuando la
falta de pronunciamiento sobre el tema, derive de la calificativa de
inoperancia, insuficiencia o ineficacia de los conceptos de
violación efectuada por el Tribunal Colegiado4; y
2. Que el problema de constitucionalidad resuelto u omitido en
la sentencia de amparo, sea considerado de importancia y
trascendencia, según lo disponga el Pleno de esta Suprema
Corte de Justicia de la Nación en sus acuerdos generales.
Con relación a este requisito el Pleno de este Alto Tribunal emitió
el Acuerdo General 9/2015, en el cual consideró que la
importancia y trascendencia sólo se actualiza cuando:

i) El tema planteado permita la fijación de un criterio novedoso


o de relevancia para el orden jurídico nacional; o
ii) Lo decidido en la sentencia recurrida pueda implicar el
desconocimiento de algún criterio emitido por la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, en el entendido de que el
criterio en cuestión necesariamente deberá referirse a un
tema de naturaleza propiamente constitucional, ya que de lo
contrario, se estaría resolviendo en contra de lo que
establece el artículo 107, fracción IX de la Constitución
Federal.

41. Como se observa, para que procedan los medios de impugnación de


esta naturaleza es necesario que, además del planteamiento de
constitucionalidad, surja la posibilidad de que al estudiarlo se fije un
criterio de importancia y trascendencia, pues sólo al concurrir ambos
aspectos se surte la competencia extraordinaria de esta Suprema
Corte para revisar sentencias que, por regla general, tienen un
carácter terminal.

42. En ese tenor, a juicio de esta Primera Sala, únicamente subsisten


en esta instancia los planteamientos relativos a la
4
Esto es acorde con lo establecido en el Punto Tercero, inciso III del Acuerdo General 9/2015.

32
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

constitucionalidad de los artículos 42, 43 y 47 del


Código Penal para el Distrito Federal, pues fueron
los artículos sobre los que efectivamente se pronunció el tribunal
colegiado al sostener su constitucionalidad a través de un ejercicio
interpretativo de los mismos.

43. Con relación a la inconstitucionalidad del artículo 130 del Código


Penal para el Distrito Federal, el recurrente argumenta
esencialmente que:

 no sanciona a la enjuiciada por el delito cometido, pues las


lesiones no sólo le produjeron alteraciones en su salud, sino en
su integridad;
 la redacción del artículo condiciona la aplicación de una pena,
excluyendo cuestiones que no derivan de la acción delictiva
desplegada como son el resto de las lesiones previstas en las
fracciones V y VI. Además, excluye la aplicación del concurso
ideal homogéneo y de los preceptos que regulan esa figura
concursal, tanto en orden descriptivo como sancionatorio.
 considera que la demostración del delito de lesiones en forma
englobante y no individualizada, origina que la condena sea
injusta e inconstitucional.

44. En ese sentido, el tribunal colegiado previo a responder esos


argumentos, verificó que se cumplieran tres condiciones a saber: La
aplicación en el caso del precepto tildado de inconstitucional; en
perjuicio del promovente del amparo; y, que se formularan conceptos
de violación que demostraran la inconstitucionalidad de la norma,
conforme a lo cual consideró que no se cumplía la tercera condición.

33
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

45. Por tales motivos calificó de inoperantes sus conceptos de violación,


sobre que la Sala penal sólo impuso la pena establecida en la fracción
VII, del artículo 130 del Código Penal para el Distrito Federal (en
adelante para la Ciudad de México), cuando debieron también
imponerse las previstas en las fracciones V y VI de ese mismo
precepto, por actualizarse el concurso ideal de delitos; toda vez que
esos planteamientos no contenían un problema de constitucionalidad
sino de legalidad derivado de su situación en particular.

46. Aspecto que se corrobora, pues efectivamente la inconstitucionalidad


planteada la hace valer de su situación particular frente a la norma,
consistente en el tratamiento que se dio a la acreditación del delito
cometido en su perjuicio lo cual, dicho sea de paso, también es una
cuestión de mera legalidad que escapa a la competencia
constitucional de esta Suprema Corte.5

47. En efecto, como se observa, las razones que argumenta el recurrente


sobre la inconstitucionalidad del artículo 130 fracción VII, del Código
Penal para el Distrito Federal, (lesiones sancionadas conforme al
daño producido), no podrían detonar una cuestión propia de
inconstitucionalidad, pues además de lo que manifestó hace una
5
“AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN. ENTRE LAS CUESTIONES DE LEGALIDAD QUE LO
HACEN IMPROCEDENTE, SE ENCUENTRAN LAS REFERIDAS A LA INDEBIDA VALORACIÓN
DE PRUEBAS, LA ACREDITACIÓN DE LOS ELEMENTOS DEL TIPO PENAL Y LO RELATIVO A
LA INDIVIDUALIZACIÓN DE LA PENA. De la interpretación sistemática de los artículos 107,
fracción IX, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y 81, fracción II, de la Ley
de Amparo vigente, deriva que el recurso de revisión es improcedente contra sentencias de amparo
que no decidan sobre la constitucionalidad de una norma general o que establezcan la
interpretación directa de un artículo de la Constitución Federal o de los derechos humanos
establecidos en tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, u omitan decidir
al respecto; de ahí que los planteamientos o cuestionamientos de mera legalidad hacen
improcedente el recurso y, por ende, debe desecharse ante la ausencia de un planteamiento
genuino de constitucionalidad. Ahora bien, entre las cuestiones que pueden considerarse de mera
legalidad están las argumentaciones referidas a la indebida valoración de pruebas, la acreditación
de los elementos del tipo penal y la individualización de la pena; y respecto de las cuales no se
advierta que el tribunal colegiado de circuito hubiese realizado la interpretación directa de un
precepto constitucional o un derecho humano.”
Época: Décima Época. Registro: 2011475. Instancia: Primera Sala. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente:
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 29, Abril de 2016, Tomo II. Materia(s): Común,
Penal. Tesis: 1a. CXIV/2016 (10a.). Página: 1106.

34
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

pretensión genérica, agregando que su


planteamiento se ocupó de cuestiones más amplias
que la limitada en la resolución, “la cual no se centra en el tema de
reparación del daño” sino en el derecho de acceso a la justicia
completa a favor de la víctima; pretensión que no es idónea para fijar
un criterio novedoso y relevante para el ordenamiento jurídico, aun
cuando el tribunal colegiado omitió pronunciarse, dado que se observa
que el recurrente no brindó en realidad argumentos dirigidos a
demostrar la inconstitucionalidad alegada, pues solo señaló que con
base en aquéllos argumentos, se vulneraron los artículos 1, 17 y 20,
de la Constitución Federal, sin expresar argumentos lógicos y jurídicos
tendentes a demostrarlo.

48. En efecto, aun cuando se argumenta que la redacción de dicho


artículo excluye la posibilidad de que se castigue a la imputada por
todas las conductas que desplegó, lo cierto es que tal planteamiento
no puede abordarse en los términos pretendidos, pues en realidad
éstos incumben a la forma en la que el juez natural aplicó ese
dispositivo sancionador –lo cual fue validado por la Sala responsable–
por lo que, se insiste, es un tema de mera legalidad.

49. Ahora bien, en relación con el artículo 251 del Código de


Procedimientos Penales en el Distrito Federal, se advierte que la
parte recurrente en sus conceptos de violación señaló en esencia que
dicho precepto es inconstitucional porque:

a) se condiciona el valor jurídico de las documentales privadas a


su ratificación, cuando debe atenderse a factores
multidimensionales para fijar la condena a la reparación del
daño para que sea integral y justa;

35
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

b) es ilegal que la posibilidad probatoria se limite a cuestiones


que están fuera del alcance de la víctima u ofendido;
c) no permite que la ponderación demostrativa se haga en
parámetros más amplios a los que la norma prevé, por tratarse
de la reparación del daño a favor de la víctima u ofendido,
máxime que en ellos, no operan los principios de exacta
aplicación de la ley, ni taxatividad, sin que pueda ajustarse al
mismo estándar probatorio, pues contrariamente se imponen
cargas procesales inadecuadas a la víctima.
d) se soslayó que sobre la ratificación de los documentos
privados no tiene a su alcance la factibilidad procesal del sujeto
pasivo del delito en relación a la citación, localización y
presentación de las personas que los suscriben y aun así, se
tuvo por acreditado que los gastos hechos dependen del
ofendido.
e) situación que lo deja en estado de indefensión comprobatoria
al no realizarse la citada ratificación a pesar de que realizó el
pago que ampare el documento respectivo, que tiene relación
con los hechos criminales y las afectaciones que a la víctima
produjo con el delito.
f) los documentos privados (elaborados por sujetos particulares)
refieren cuestiones de trato comercial y bancario habitual, su
expedición están regulados por el Código Fiscal de la
Federación, la Ley de Instituciones de Crédito y el Código de
Comercio, caso en el cual adquieren forma y condiciones
específicas, cuyo cumplimiento debería ser suficiente e idóneo
para atribuirles valor demostrativo pleno y consecuentemente,
con independencia de que fueran ratificados o no, deberían ser
adecuados para sustentar la condena a la reparación del daño.

36
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

50. El Tribunal Colegiado, declaró inoperantes esos


agravios, pues adujo que ciertamente el acto reclamado se
fundamentó en ese artículo, para conceder valor probatorio a la
documental privada consistente en una carta signada por el
representante legal del centro hospitalario donde fue atendido el
quejoso debido a su problema de salud, en la que se asentaron los
diferentes montos pagados por la compañía aseguradora; por lo que
la aplicación de dicho dispositivo no le generó perjuicio al quejoso.

51. Por otro lado, sostuvo que los planteamientos que hizo valer no
cumplían con los requisitos mínimos para analizar la
constitucionalidad o no del artículo impugnado, pues al haberse
ostentado como víctima, debió explicar, cómo el citado precepto se
aparta del derecho, de tal modo que evidenciara la violación de sus
prerrogativas.

52. De igual manera, refirió que la impugnación de una norma legal, en


función de su inconstitucionalidad, requiere que se base en premisas
esenciales mínimas a satisfacer en la demanda de amparo. Así, se
tiene que el juicio de amparo sigue como objetivo el resolver toda
controversia que se suscite por leyes que violen derechos
fundamentales esto es, existen premisas imprescindibles a efecto de
realizar un análisis constitucional de las normas reclamadas: a)
señalamiento de la norma constitucional violada y b) invocación de la
disposición legal secundaria que se designe como reclamada.

53. Así, al margen de lo determinado por dicho órgano jurisdiccional, esta


Primera Sala advierte que el argumento del quejoso aunque prima
facie señale un problema de constitucionalidad, lo cierto es que
descansa en una cuestión de mera legalidad, que es precisamente el

37
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

ejercicio de valoración probatoria que se hizo en la primera instancia


de la cual deriva el presente medio de impugnación, por lo que
tampoco puede entenderse que subsista en la presente instancia,
toda vez que, además de que fue atendido en un plano de mera
legalidad, las cuestiones de valoración probatoria son incompatibles
con la competencia originaria de este Alto Tribunal.

54. Por lo que hace a la alegada inconstitucionalidad del artículo 417,


fracción III del Código de Procedimientos Penales del Distrito
Federal, se estima que tampoco subsiste un problema de
constitucionalidad sobre el cual esta Sala deba pronunciarse.

55. En efecto, en sus conceptos de violación la recurrente aduce que la


norma estudiada: a) limita la materia de la apelación excluyendo la
legitimación de la víctima u ofendido para interponer el recurso de
apelación sólo por la acción reparadora; b) ello, vulnera el artículo 20,
apartado B constitucional, en relación con el 8°, numeral 1°, y 25 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos; c) la propia
Constitución, les reconoce el carácter de parte activa en el proceso; y
d) le asiste el derecho de impugnar en su totalidad la sentencia
condenatoria, permitiéndole el conocimiento de la verdad, que el delito
no quede impune, se sancione al culpable y se obtenga la reparación
del daño.

56. Al respecto se considera que tampoco subsiste un tema de


constitucionalidad porque para analizar el disenso referido, el tribunal
de conocimiento acudió al acto reclamado y constató que, de hecho,
la Sala de apelación sí entró al estudio de los agravios en los que el
recurrente se dolió de cuestiones ajenas a la reparación del daño, 6 –
6
“… a).- Por lo que hace a los agravios expuestos por el ofendido **********, debe señalarse lo
siguiente: - - - Es inoperante el agravio que pretende hacer valer el ofendido ********** al señalar

38
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

inaplicando la restricción que estima


inconstitucional– y en ese orden, el reclamo ya no es
apto para estudiarse en un plano de constitucionalidad al no depararle
menoscabo alguno.

57. En efecto, si bien es cierto que la Alzada determinó como inoperante


el agravio en el que el ofendido reclama la existencia de un concurso
ideal de lesiones, atendiendo a que la apelación se debía limitar a la
exposición de agravios que atañen directamente a la reparación del
daño; dicha autoridad se pronunció también en torno al fondo del
asunto, al señalar que resulta correcto que se sancione a la inculpada
por la fracción VII, del artículo 130 del Código Penal.

58. En ese sentido, se considera que efectivamente el artículo 417,


fracción III impugnado no le fue aplicado al ahora recurrente por parte
de la sala responsable.

59. Finalmente, respecto a la diversa impugnación de constitucionalidad


del numeral 486 de la Ley Federal del Trabajo –bajo el argumento
de que establece de manera injustificada un tope máximo, lo cual es
contrario al derecho a la reparación integral del daño y a una justa
indemnización– si bien el tribunal del conocimiento omitió el referido
estudio (al considerar que la concesión del amparo debía otorgarse
la existencia de un concurso ideal de lesiones, pues la apelación de dicho ofendido se limita a
la exposición de agravios que atañen directamente a la reparación del daño, con
independencia de ello este órgano de decisión advierte que resulta correcto que se
sancione a la enjuiciada atendiendo a la lesión que subsume dentro de ella a todas las
lesiones causadas por ser la de mayor protección al bien jurídico protegido que lo constituye
la integridad corporal de las personas y que fueron clasificadas en su conjunto, ya que para arribar
a la determinación es que las lesiones que presentó son aquellas que ponen en peligro la vida, los
peritos oficiales realizaron un análisis de las constancias que obran en autos, específicamente de
los certificados médicos en los que se realizó una descripción sucinta de las lesiones que se
causaron a dicho ofendido, llegando a la conclusión de que la clasificación como ‘lesiones que
ponen en peligro la vida’ es la que encierra el cúmulo de lesiones que le fueron causadas y
estableciendo la sanción que corresponde por este tipo de lesiones. Con independencia de lo
anterior se advierte que la acusación Ministerial se fundamentó en el artículo 130 fracción VII que
constituye la materia de la resolución y por ende de la apelación…”

39
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

pues advirtió que la Sala responsable aplicó erróneamente el


dispositivo controvertido), lo cierto es que el problema de
constitucionalidad no subsiste en la presente instancia.

60. Se explica. En tratándose cuestiones de constitucionalidad, una de las


hipótesis relativas a la procedencia del amparo directo en revisión, es
que ante la confronta constitucional planteada por el quejoso, el
tribunal colegiado omita su estudio; sin embargo, en el caso no puede
estimarse la actualización de la referida hipótesis, toda vez que ésta
se cimenta en la premisa de que al estudiarse por esta Suprema
Corte, la eventual declaratoria de inconstitucionalidad –de ser
procedente– provoque la inaplicación del artículo impugnado.

61. En ese sentido, si el tribunal colegiado concedió el amparo para que,


entre otras cuestiones: “Al analizar lo relativo a la indemnización por
concepto de daño moral, [la Sala responsable] no considere los
dispositivos 492 y 486 de la Ley Federal del Trabajo, ya que no son
aplicables, sino únicamente el artículo 502 de la misma legislación, a
que remite el numeral 47 del Código Penal para esta ciudad y, en
caso de que no exista disposición especial en el código sustantivo,
aplique el Código Civil para esta Entidad.”

62. Se hace patente que el referido artículo ya fue desincorporado del


acto reclamado y su estudio de constitucionalidad ya no tendría fin
práctico alguno, en tanto, la sentencia favorable alcanzó el mismo
efecto pretendido por el quejoso al tildarlo de inconstitucional: su
inaplicación, según se desprende de sus agravios. Conforme a lo
anterior, tal artículo también debe quedar fuera de la litis, pues ya no
causa agravio al recurrente, máxime que éste goza de una concesión
de amparo para que aquél no sea aplicado.

40
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

63. SEXTO. Estudio de fondo. Conforme a lo expuesto


en el considerando anterior, esta Primera Sala
procede a estudiar los argumentos sobre los cuales el recurrente tilda
de inconstitucionales los artículos 42, 43 y 47 del Código Penal para la
Ciudad de México. Derivado de ello, se estima necesario establecer
un marco referencial relativo al derecho a la reparación del daño para,
posteriormente, estar en aptitud de examinar la constitucionalidad de
los preceptos controvertidos.

I. Doctrina de la Primera Sala sobre la reparación integral del


daño.

64. En ese sentido, conviene tomar como punto de partida la doctrina que
esta Primera Sala ha desarrollado en torno a la reparación del daño
desde sus múltiples aristas y que quedó plasmada al resolver el
amparo directo en revisión 5826/2015.7

65. En esa ocasión, se reconoció que, desde su promulgación en 1917 y


hasta el 2000 no existía en el texto de la Constitución Federal, noción
alguna de “reparación del daño”, de modo que su regulación fue
objeto exclusivamente de la legislación secundaria. Paulatinamente
fue cambiando esta situación: (i) el veintiuno de septiembre de dos mil
se publicó en el Diario Oficial de la Federación (en adelante “DOF”) un
decreto que introdujo en el texto del artículo 20 constitucional, un
apartado B, en el que se estableció un elenco mínimo de derechos de
las víctimas u ofendidos por la comisión de delitos, uno de los cuales
era el reconocimiento de la facultad de solicitar una reparación del

7
Resuelto en sesión de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en sesión de
ocho de junio de dos mil dieciséis, por unanimidad de cuatro votos de los Señores Ministros: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea (Ponente), Jorge Mario Pardo Rebolledo, Norma Lucía Piña Hernández,
quien se reservó el derecho de formular voto concurrente, y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena
(Presidente), con la ausencia del Ministro José Ramón Cossío Díaz.

41
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

daño; (ii) el decreto publicado en el DOF el catorce de junio de dos mil


dos, reformó el artículo 113 constitucional para adicionarle un
segundo párrafo, de acuerdo con el cual la responsabilidad del estado
por su actividad administrativa irregular es objetiva y directa y da lugar
al pago de una indemnización a favor de la persona que haya
resentido el daño8; (iii) con motivo de la reforma constitucional en
materia procesal penal publicada en el DOF el dieciocho de junio de
dos mil ocho, el catálogo de derechos antes mencionado formó parte
del apartado C, del artículo 20 constitucional e incluyó el
reconocimiento, en la fracción VII, del derecho de las víctimas u
ofendidos a impugnar determinaciones del Ministerio Público que
afecten su derecho a obtener una reparación del daño; y (iv) el
veintinueve de julio de dos mil diez se publicó en el DOF un decreto
mediante el cual se introdujo en la Constitución el fundamento de las
acciones colectivas, dejando a la legislación secundaria la regulación
de los mecanismos de reparación del daño.

66. En todos los casos, se dijo, la legislación secundaria desarrolló el


contenido de las reparaciones o de la indemnización bajo una
base eminentemente civil y con un contenido apoyado
principalmente en la teoría de las obligaciones.

67. La situación cambió con la reforma constitucional en materia de


derechos humanos, publicada el diez de junio de dos mil once, la cual
incluyó en el tercer párrafo del artículo 1º constitucional, un catálogo
con las obligaciones genéricas y los deberes específicos del Estado
Mexicano en materia de derechos humanos, en el cual se reconoció la
reparación por violaciones a derechos humanos.

8
A partir de la reforma publicada en el DOF el 27 de mayo de 2015, dicho precepto pasó a ser el
último párrafo del artículo 109 constitucional.

42
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

68. Para entender lo que implicó la introducción del


concepto de “reparación” al texto constitucional, la
Sala estimó pertinente acudir al proceso que dio lugar a la aprobación
de la reforma constitucional.

69. El dictamen original de reforma, elaborado por las Comisiones Unidas


de Puntos Constitucionales y de Derechos Humanos de la Cámara de
Diputados y publicado en la Gaceta Parlamentaria el veintitrés de abril
de dos mil nueve, sólo incluyó como deberes específicos del Estado,
los de prevenir, investigar y sancionar violaciones a los derechos
humanos. Así, el deber de reparar surgió hasta el dictamen suscrito el
siete de abril de dos mil diez por las Comisiones Unidas de Puntos
Constitucionales y de Estudios Legislativos de la Cámara de
Senadores, con opinión de la Comisión de Reforma del Estado. Esta
adición se mantuvo durante el resto del proceso de reforma
constitucional, según puede verse en el segundo dictamen de las
Comisiones Unidas de la Cámara de Diputados de trece de abril de
dos mil diez, aprobado por el Pleno de dicha Cámara el quince de
diciembre de dos mil diez, así como en el segundo dictamen de las
Comisiones Unidas de la Cámara de Senadores de fecha uno de
febrero de dos mil once, aprobado por el Pleno de esa Cámara el
ocho de marzo de dos mil once.

70. Destacó que para la inclusión de la obligación de “reparar violaciones


a derechos humanos”, las Comisiones Unidas de la Cámara de
Senadores acudieron al concepto de reparación, desarrollado en el
marco de las Naciones Unidas, partiendo para ello de los trabajos de
Theo van Boven y de los “principios y directrices básicos sobre el
derecho de las víctimas de violaciones manifiestas de las normas
internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del

43
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

derecho internacional humanitario a interponer recursos y obtener


reparaciones”9.

71. Lo anterior, se dijo, evidencia que en el dictamen se entendió la


“reparación de violaciones a derechos humanos”, como un derecho de
las víctimas que comprende, tal como se señala en las referencias
utilizadas por las y los legisladores, medidas de restitución,
rehabilitación, satisfacción, no repetición e indemnización. En otras
palabras, se comprendió lo que el derecho internacional de los
derechos humanos desarrolló como reparación integral del daño en
casos de violaciones a derechos humanos, concepto cuyo
entendimiento pleno invita a una breve reflexión en cuanto a su
origen.

9
Sobre la importancia de las reparaciones a los derechos humanos, el dictamen establece lo
siguiente:
Como se ha indicado, estas comisiones coincidimos con esta propuesta; sin embargo,
estimamos oportuno añadir también la obligación del Estado de ‘reparar’ las violaciones a
los derechos humanos. Según Theo van Boven, ex relator de tortura de las Naciones
Unidas, reparar integralmente el daño por violaciones a los derechos humanos es una
obligación del Estado que implica lograr soluciones de justicia, eliminar o reparar las
consecuencias del perjuicio padecido, evitar que se cometan nuevas violaciones mediante
acciones preventivas y disuasivas, la restitución, rehabilitación, satisfacción y garantías de
no repetición, y asegurar que las medidas de reparación que se establezcan sean
proporcionales a la gravedad de las violaciones y del perjuicio sufrido […]. La reparación
es el término genérico que comprende las diferentes formas como un Estado puede hacer
frente a la responsabilidad en que hubiera incurrido.
Los principios y directrices básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones
manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y de violaciones graves
del derecho internacional humanitario a interponer recursos y obtener reparaciones,
aprobados mediante Resolución 60/147 por la Asamblea General de Naciones Unidas el
16 de diciembre de 2005, son referentes sustantivos para ampliar la protección de los
derechos.
Este imperativo garantista incorporado en la Constitución debe ser completado con la
regulación de las condiciones, circunstancias y autoridades responsables que deben, por
parte del Estado, actuar para reparar violaciones a derechos humanos, por lo que es
menester que el Congreso de la Unión expida la Ley Reglamentaria del tercer párrafo del
artículo primero constitucional […].
Dictamen de 7 de abril de 2010 de las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y de
Estudios Legislativos, con opinión de la Comisión de Reforma del Estado, respecto de la Minuta
del Proyecto de Decreto que modifica la denominación del Capítulo I del Título Primero y reforma
diversos artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de
derechos humanos. Disponible en http://132.247.1.49/pronaledh/images/stories/
dictamensenado.pdf, pp. 17 y 18, última consulta el 6 de abril de 2016.

44
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

i. El concepto surgió en el Sistema Universal de los


Derechos Humanos. El primer avance sobre éste
se encuentra en el informe definitivo del Relator Especial de la
Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Theo van
Boven, presentado el dos de julio de mil novecientos noventa10,
el cual perfila la noción de que la trasgresión de una norma
internacional de derechos humanos, tiene efectos no sólo frente
a los otros estados que forman parte de la comunidad
internacional, sino también frente a las personas cuyos derechos
resultan violados. Así, en la parte final del párrafo de cuarenta y
cinco de ese informe, concluye que “el principal derecho de que
disponen [las] víctimas [de violaciones a derechos humanos] con
arreglo al derecho internacional es el derecho a unos recursos
eficaces y a unas reparaciones justas”. Los principios fueron
revisados y reestructurados por la Comisión de Derechos
Humanos de Naciones Unidas en mil novecientos noventa y
seis, conservando las mismas propuestas desarrolladas por el
relator Theo van Boven11.

En un trabajo que siguió una línea independiente de


investigación, el experto Louis Joinet presentó en mil
novecientos noventa y siete un conjunto de directrices
encaminadas a combatir la impunidad de los autores de

10
Comisión de Derechos Humanos, Estudio relativo al derecho de restitución, indemnización y
rehabilitación a las víctimas de violaciones flagrantes de los derechos humanos y las libertades
fundamentales, presentado como informe definitivo por el Relator Especial Theo van Boven el 2 de
julio de 1993, Doc. ONU E/CN.4/Sub.2/1993/8. El gran valor de este trabajo consiste en que, como
el propio relator reconoció en su informe, sus conclusiones derivan de la reconstrucción de
múltiples resoluciones emitidas por diversos comités, relatores especiales y grupos de trabajo de
Naciones Unidas, por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en los primeros tres casos
sometidos a su jurisdicción y de distintas experiencias nacionales.
11
Comisión de Derechos Humanos, serie revisada de principios y directrices sobre el derecho de
las víctimas de violaciones graves a los derechos humanos y al derecho humanitario a obtener
reparación, preparada por el Sr. Theo van Boven de conformidad con la decisión 1995/117 de la
Subcomisión, 24 de mayo de 1996, Doc. ONU E/CN.4/Sub.2/1996/17.

45
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

violaciones a los derechos humanos12. Joinet reiteró las medidas


de reparación propuestas por van Boven, con la diferencia de
que identificó tres categorías genéricas de reparaciones: una de
dimensión individual, dentro de la cual incluyó las medidas de
restitución, indemnización y rehabilitación; otra de carácter
colectivo, en la que, sin llamarlas de esa manera, incorporó las
medidas de satisfacción, y una última, relativa a las garantías de
no repetición.

Como un tercer paso, el experto independiente de Naciones


Unidas, Cherif Bassiouni, presentó en el año dos mil, un informe
con la finalidad de unificar la terminología y reestructurar el
esquema de medidas de reparación que pueden adoptarse para
remediarlas13, a través del cual propuso los “Principios y
directrices básicos sobre el derecho de las víctimas de
violaciones de las normas internacionales de derechos humanos
y del derecho internacional humanitario a interponer recursos y
obtener reparaciones”14. Finalmente, los citados principios
fueron adoptados por la Asamblea General de Naciones Unidas
mediante la resolución 60/147 de dieciséis de diciembre de dos
mil cinco15.
12
Comisión de Derechos Humanos, Informe final revisado acerca de la cuestión de la impunidad
de los autores de violaciones de los derechos humanos (derechos civiles y políticos), preparado
por Lois Joinet, 2 de octubre de 1997, Doc. ONU E/CN.4/Sub.2/1997/20/Rev.1.
13
Comisión de Derechos Humanos, Informe del Sr. M. Cherif Bassiouni, experto independiente
sobre el derecho de restitución, indemnización y rehabilitación de las víctimas de violaciones
graves de los derechos humanos y las libertades fundamentales, 8 de febrero de 1999, Doc. ONU
E/CN.4/1999/65.
14
Comisión de Derechos Humanos, El derecho de restitución, indemnización y rehabilitación de
las víctimas de violaciones graves de los derechos humanos y las libertades fundamentales,
Informe final del Relator Especial, Sr. M. Cherif Bassiouni, 18 de enero de 2000, Doc. ONU
E/CN.4/2000/62.
15
Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, Resolución 60/147 aprobada por
la Asamblea General de la ONU el 16 de diciembre de 2005, 21 de marzo de 2006, Doc. ONU
A/RES/60/147.
En cuanto al listado de medidas reparatorias, la directriz 18 establece que una reparación plena y
efectiva comprende las medidas de restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción y
garantías de no repetición, categorías que, de acuerdo con las directrices 19 a 23, se refieren a lo
siguiente:

46
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

ii. Si bien el concepto de reparación integral surgió en


el Sistema Universal, es en el Interamericano donde ha
alcanzado su máximo desarrollo. En dicho sistema, el derecho a
una reparación se desprende principalmente de los artículos 2 y
63.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. El
texto del segundo precepto también amerita un breve recuento
histórico.

El proyecto de Convención elaborado en mil novecientos


cincuenta y nueve por el Consejo Interamericano de
Jurisconsultos y los dos proyectos aportados por Uruguay y
Chile en mil novecientos sesenta y cinco, propusieron replicar el
esquema previsto en el modelo europeo. A diferencia de estas
propuestas, durante la Conferencia de San José de mil
novecientos sesenta y nueve, la Delegación Guatemalteca
propuso tres conceptos sobre los cuales se redactó la versión
definitiva del actual artículo 63 de la Convención Americana: (i)
reparar las consecuencias de la violación; (ii) garantizar al
lesionado en el goce de sus derechos o libertades afectados; y
(iii) pagar una indemnización16. Así, resulta evidente que las
delegaciones participantes en la aprobación del Pacto de San
José, reconocieron la necesidad de consagrar un concepto de
reparación, que fuese más allá de una simple indemnización.

No obstante, a pesar de que la Convención Americana se


suscribió en mil novecientos sesenta y nueve, no fue sino hasta
el diez de septiembre de mil novecientos noventa y tres, con
16
Sergio García Ramírez, “Reparaciones de fuente internacional”, en Miguel Carbonell y Pedro
Salazar, coords., La reforma constitucional de derechos humanos: un nuevo paradigma. México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas-UNAM, 2011, p. 175.

47
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

motivo de la sentencia de reparaciones dictada en el caso


Aloboetoe y otros vs. Surinam, que la Corte Interamericana
empezó el desarrollo del concepto de reparación integral, pues
en sus tres sentencias anteriores sólo había ordenado como
reparación el pago de indemnizaciones. Esta sentencia, se
emitió dos meses después de la publicación del primer informe
del relator Theo van Boven. A partir de ese momento, el tribunal
interamericano ha desarrollado de manera contundente el
concepto.

72. Este largo recuento de la evolución del concepto, –se apuntó–


contribuye a entender a cabalidad la finalidad pretendida por el Poder
Revisor de la Constitución al introducir en la Carta Magna la
obligación de reparar las violaciones a derechos humanos.

73. Además, se hizo hincapié en que dos años antes de la reforma


constitucional de dos mil once, esta Suprema Corte ya había
explicado lo siguiente17:

“Las víctimas de violaciones a los derechos humanos o sus familiares,


tienen derecho a la reparación adecuada del daño sufrido, la cual debe
concretarse a través de medidas individuales tendientes a restituir,
indemnizar y rehabilitar a la víctima, así como de medidas de
satisfacción de alcance general y garantías de no repetición, mediante
los procedimientos previstos legalmente para esos efectos, lo cual no es
una concesión graciosa, sino el cumplimiento de una obligación jurídica.
Lo anterior deriva tanto del régimen previsto constitucionalmente
como de los instrumentos internacionales ratificados por México y
de los criterios de organismos internacionales, los cuales se
manifiestan claramente en el sentido de que es un derecho efectivo de
las personas agraviadas a nivel fundamental obtener una reparación
17
Tesis aislada P. LXVII/2010, registro de IUS 163164, publicada en la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, Novena Época, Tomo XXXIII, enero de 2011, página 28, cuyo rubro es:
“DERECHOS HUMANOS. SU VIOLACIÓN GENERA UN DEBER DE REPARACIÓN
ADECUADA EN FAVOR DE LA VÍCTIMA O DE SUS FAMILIARES, A CARGO DE LOS
PODERES PÚBLICOS COMPETENTES”.

48
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

proporcional a la gravedad de las violaciones y al daño


sufrido.”
(Énfasis agregado)

74. La trascendencia de lo anterior no puede entenderse sin atender a lo


dicho por esta Sala al resolver el amparo directo en revisión
1621/201018, en el cual sostuvo que:

“[…] los derechos fundamentales previstos en la Constitución gozan de


una doble cualidad, ya que si por un lado se configuran como derechos
públicos subjetivos (función subjetiva), por el otro se traducen en
elementos objetivos que informan o permean todo el ordenamiento
jurídico, incluyendo aquellas que se originan entre particulares (función
objetiva).”

75. Lo relevante de este pronunciamiento, continuo tiene que ver con que,
desde entonces, empezaba a perfilarse un cambio de paradigma en la
forma de entender y aplicar los derechos humanos. En efecto, el
reconocimiento de su función objetiva implica un entendimiento de su
transversalidad en todas las relaciones reguladas por el derecho, lo
que a su vez conlleva un necesario replanteamiento de múltiples
figuras que habían permanecido incólumes durante décadas. En cierta
medida, es posible concluir que los derechos humanos han operado
en los últimos años, como una especie de revolución institucional,
pues han permitido el cuestionamiento y reconstrucción de
instituciones y figuras jurídicas desde adentro del propio sistema.

76. Señaló, que un claro ejemplo de este cambio se advierte con el


concepto de reparación del daño. Como se apuntó párrafos arriba,
desde el propio texto constitucional se había previsto la procedencia
de la reparación en materia penal, administrativa y de acciones
colectivas. El cambio de fondo llegó cuando se empezó a detectar
18
Resuelto por unanimidad de 5 votos el 15 de junio de 2011, bajo la Ponencia del Ministro
Zaldívar Lelo de Larrea, foja 32.

49
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

que, en ciertas materias, como la civil, penal, administrativa y laboral,


pueden llegar a suscitarse casos cuyo tema de fondo, no es otro que
la tutela de derechos humanos, violaciones deben ser reparadas
precisamente, en términos de lo dispuesto en el tercer párrafo del
artículo 1º constitucional.

77. Esto condujo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación a revisar la


aplicabilidad del nuevo concepto de reparación integral a cada
una de estas materias, partiendo siempre de la base de que en el
fondo se trate de un caso de violaciones a derechos humanos. En
efecto, una revisión sucinta de los precedentes emitidos por este Alto
Tribunal evidencia el cambio antes descrito:

a. En materia administrativa, en el amparo directo en revisión


10/201219 se determinaron los alcances que debe tener una
indemnización para ser considerada justa. Posteriormente, en el
amparo directo en revisión 2131/2013,20 se dijo que, en los
procedimientos por responsabilidad patrimonial del Estado, la
“[justa] indemnización” debe entenderse como fundamento de la
reparación integral en un doble sentido: ya sea que el monto de
la indemnización sea tal que implique el cumplimiento de las
diversas medidas que comprenden la reparación integral, o ya
que se dicten medidas adicionales de satisfacción,
rehabilitación o no repetición.
b. En materia civil se entendió el derecho a una reparación
integral, como sinónimo del derecho a una justa indemnización,
19
Resuelto por unanimidad de 5 votos el 11 de abril de 2012, bajo la Ponencia del Ministro
Zaldívar Lelo de Larrea.
20
Resuelto por unanimidad de 5 votos el 22 de noviembre de 2013, bajo la Ponencia del Ministro
Zaldívar Lelo de Larrea. Del asunto derivó la tesis aislada 1a. CLXII/2014 (10a.), registro de IUS
2006238, publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 5,
abril de 2014, Tomo I, página 802, cuyo rubro es: “DERECHOS A UNA REPARACIÓN
INTEGRAL Y A UNA JUSTA INDEMNIZACIÓN POR PARTE DEL ESTADO. SU RELACIÓN Y
ALCANCE”.

50
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

cuya interpretación se remitió a la doctrina de la


Corte Interamericana. En efecto, en el amparo
directo en revisión 1068/2011, esta Sala sostuvo que la
finalidad de la reparación integral, consiste en “anular todas las
consecuencias del acto ilícito y restablecer la situación que
debió haber existido […] si no se hubiera cometido”21.
Adicionalmente, se enfatizó que la obligación de reparar es
oponible a particulares, como una dimensión específica de su
eficacia horizontal22.

c. En materia penal se consideró en el amparo directo en


revisión 2384/201323 que la reparación debía ser integral, pues
busca la devolución de la víctima a la situación anterior a la
comisión de delito.

78. Así, acotó que la reparación tiene una doble dimensión: por una parte
se entiende como un deber específico del Estado que forma parte de
la obligación de garantizar los derechos humanos, y por otra

21
Resuelto por unanimidad de 5 votos el 19 de octubre de 2011, bajo la Ponencia del Ministro
Pardo Rebolledo. Del asunto derivó a la postre, la jurisprudencia por reiteración 1a./J. 31/2017
(10a.), registro de IUS 2014098, publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,
Décima Época, Libro 41, abril de 2017, Tomo 1, página 752, cuyo rubro es “DERECHO
FUNDAMENTAL A UNA REPARACIÓN INTEGRAL O JUSTA INDEMNIZACIÓN. CONCEPTO Y
ALCANCE”.
22
Tesis aislada 1a. CXCIV/2012 (10a.), registro de IUS 2001744, publicada en la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro XII, septiembre de 2012, Tomo 1,
página 522, cuyo rubro es “REPARACIÓN INTEGRAL DEL DAÑO O JUSTA INDEMNIZACIÓN.
ESTE DERECHO FUNDAMENTAL QUEDÓ INCORPORADO AL ORDENAMIENTO JURÍDICO
MEXICANO A RAÍZ DE LA REFORMA AL ARTÍCULO 1o. CONSTITUCIONAL, PUBLICADA EN
EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 10 DE JUNIO DE 2011”.
23
Resuelto por unanimidad de 5 votos el 7 de febrero de 2014, bajo la Ponencia del Ministro
Cossío Díaz. Del asunto derivó la tesis aislada 1a CCLXXII/2015 (10a.), registro de IUS 2009929,
publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 22,
septiembre de 2015, Tomo I, página 320, cuyo rubro es “REPARACIÓN DEL DAÑO DERIVADA
DE UN DELITO. PARÁMETROS QUE DEBEN OBSERVARSE PARA CUMPLIR CON ESTE
DERECHO HUMANO”.

51
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

constituye un auténtico derecho fundamental de carácter sustantivo24.


De esta manera, el incumplimiento a cualesquiera obligaciones,
necesarias para la adecuada tutela de los derechos humanos
(entendida como género), hace surgir para la parte responsable de la
violación una nueva obligación, subsidiaria, de reparar las
consecuencias de la infracción. En esta línea, dijo, esta Sala se
pronunció también sobre la importancia de la reparación a las víctimas
de violaciones a derechos humanos, como una fase o elemento
imprescindible del acceso a la justicia25.

79. De esta forma, el énfasis en la necesidad de reparar un daño ha


dejado de ponerse en el repudio de una conducta individual
considerada antijurídica, para ubicarse en el impacto multidimensional
de un hecho lesivo, incluyendo tanto el sufrimiento de la víctima como
la cadena de impactos negativos desatada por un hecho26.

80. Para concluir, se enfatizó que resultaba importante agregar que la


aplicabilidad de la doctrina de la reparación integral, depende de
24
Esta segunda dimensión tiene apoyo en las tesis aisladas: (i) 1a. CLXII/2014 (10a.), registro de
IUS 2006238, publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época,
Libro 5, abril de 2014, Tomo I, página 802, cuyo rubro es “DERECHOS A UNA REPARACIÓN
INTEGRAL Y A UNA JUSTA INDEMNIZACIÓN POR PARTE DEL ESTADO. SU RELACIÓN Y
ALCANCE”; (ii) 1a. LV/2009, registro de IUS 167385, publicada en la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, Novena Época, Tomo XXIX, abril de 2009, página 591, cuyo rubro es
“RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO. EL ARTÍCULO 113, SEGUNDO
PÁRRAFO, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
ESTABLECE UN DERECHO CUYA EXIGIBILIDAD DEBE ENCAUSARSE EN LA VÍA Y
PROCEDIMIENTOS PREVISTOS POR EL LEGISLADOR ORDINARIO, MIENTRAS NO
RESTRINJAN SU CONTENIDO MÍNIMO”; y (iii) 1a. LII/2009, registro de IUS 167384, publicada
en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Novena Época, Tomo XXIX, abril de 2009,
página 592, cuyo rubro es “RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO. EL ARTÍCULO
113, SEGUNDO PÁRRAFO, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS ESTABLECE UN DERECHO SUSTANTIVO EN FAVOR DE LOS
PARTICULARES”.
25
Tesis aislada 1a. CCCXLII/2015 (10a.), registro de IUS 2010414, publicada en la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 24, noviembre de 2015, Tomo I, página
949, cuyo rubro es “ACCESO A LA JUSTICIA. EL DEBER DE REPARAR A LAS VÍCTIMAS DE
VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS ES UNA DE LAS FASES IMPRESCINDIBLES DE
DICHO DERECHO”.
26
En términos similares se había pronunciado esta Sala en el ya citado amparo directo en
revisión 1068/2011.

52
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

que el caso entrañe la violación a uno o varios


derechos humanos, lo cual excluye violaciones
derivadas de responsabilidad contractual27 o daños en derechos
meramente patrimoniales.

81. Hasta aquí con la referencia al amparo directo en revisión 5826/2015.

82. De lo antes relatado, se advierte que el concepto de reparación


integral del daño tiene diversos matices dependiendo del ámbito en el
que surja. En lo que atañe al presente caso, cobra especial relevancia
la noción que tiene en el ámbito penal, con relación al catálogo de
derechos que asiste a la víctima dentro de los procedimientos de esta
índole.

83. Para ello, es menester destacar que, como se dijo en párrafos


anteriores, la actual noción jurídica que se tiene sobre la víctima
encuentra su fundamento en el cambio de paradigma, impulsado por
las reformas constitucionales de junio de dos mil ocho que, entre otras
cuestiones, reconocen a la víctima más que como un simple
espectador del procedimiento penal, como parte procesal, con la
potestad suficiente para intervenir en defensa de sus intereses, entre
los que, se insiste, destaca el derecho a la reparación.

II. Derecho a la reparación integral del daño a víctimas del


delito y de violaciones a derechos humanos.

84. Conforme a lo establecido en la Convención Americana sobre


Derechos Humanos28 y en el párrafo tercero del artículo primero
27
Casos como la usura, por ejemplo, surgen no por el incumplimiento a una obligación de
naturaleza contractual, sino por la trasgresión a una prohibición que tutela un derecho humano.
28
Artículo 63.1 de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos que dispone: “Cuando
decida que hubo violación de un derecho o libertad protegidos en esta Convención, la Corte
dispondrá que se garantice al lesionado en el goce de su derecho o libertad conculcados.

53
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

constitucional29, el derecho a la reparación integral del daño o a una


justa indemnización se ha interpretado por esta Primera Sala 30, como
un derecho sustantivo, cuya extensión debe tutelarse en favor de los
gobernados y no debe restringirse de forma innecesaria, salvo en
función de una finalidad constitucionalmente válida que persiga el
bienestar general.

85. Donde, además, se destacó que la reparación debe en la medida de


lo posible, anular todas las consecuencias del acto ilícito y restablecer
la situación que debió haber existido con toda probabilidad, si el acto
no se hubiera cometido. Conforme a la interpretación realizada por la
Corte Interamericana de Derechos Humanos respecto del derecho de
reparación, su naturaleza y su monto dependen del nexo causal con
los hechos del caso, las violaciones declaradas, los daños
acreditados, así como con las medidas solicitadas para reparar los
daños respectivos. Las reparaciones no pueden implicar ni
enriquecimiento ni empobrecimiento para la víctima o sus
sucesores.

86. Así se determinó que una “justa indemnización” o “indemnización


integral” implica volver las cosas al estado en que se encontraban, es
decir, el restablecimiento de la situación anterior, y de no ser esto
posible, establecer el pago de una indemnización como
compensación, por los daños ocasionados al surgir el deber de

Dispondrá, asimismo, si ello fuera procedente, que se reparen las consecuencias de la medida o
situación que ha configurado la vulneración de esos derechos y el pago de una justa
indemnización a la parte lesionada.[…]”.
29
“Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover,
respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado
deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los
términos que establezca la ley.”
30
Amparo Directo en Revisión 1068/2011, resuelto por unanimidad de cinco votos en sesión de la
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, siendo ponente el Ministro Jorge Mario
Pardo Rebolledo.

54
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

reparar. La Corte Interamericana de Derechos


Humanos ha desarrollado en su jurisprudencia, los
criterios relativos a la naturaleza y alcances de la obligación de
reparar, mismos que este Alto Tribunal ha incorporado al momento de
decidir casos que impliquen la interpretación o determinación de una
reparación integral.

87. Siguiendo la jurisprudencia vinculante de la Corte Interamericana de


Derechos Humanos, la obligación de reparación de violaciones a
derechos humanos de los Estados debe ser “integral”, es decir, la
reparación del daño ocasionado por la infracción de una obligación
correlativa a un derecho humano de fuente internacional consiste en
la plena restitución (restitutio in integrum), es decir, en el
restablecimiento de la situación anterior a la violación.

88. Sin embargo, de no ser esto posible corresponde a los Estados


reparar los daños [o perjuicios] causados a través de diversas
medidas como el pago de una indemnización o compensación. La
naturaleza de estas medidas y el monto de las indemnizaciones
dependerán de los daños [o perjuicios] causados tanto en el plano
material como inmaterial sin que las medidas de reparación impliquen
enriquecimiento o empobrecimiento para las víctimas de las
violaciones de derechos humanos.

Reparación del daño a las víctimas del delito:

55
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

89. Este derecho se reconoce también a nivel constitucional31, al respecto


este Alto Tribunal ha determinado que se rige por los principios
constitucionales de indemnización justa e integral, es decir
proporcional a la gravedad de las violaciones y al daño sufrido,
atendiendo a las directrices y principios establecidos por organismos
internacionales en la materia.

90. En el Amparo Directo en Revisión 2384/201332, esta Primera Sala


determinó que el reconocimiento de este derecho humano, impone un
deber de actuación para las autoridades del Estado. Una vez
acreditada la legitimación ad procesum, de quien se ha ubicado en la
condición de víctima u ofendido y concluida la instrucción del proceso
penal, seguida respecto del delito que afectó la esfera jurídica de
aquél, entonces corresponde al Ministerio Público, como ente
encargado de impulsar la acusación penal, solicitar que se condene al
responsable al resarcimiento de la afectación que generó con su
actuar ilícito, mediante la reparación del daño. En el concepto amplio
de reparación del daño, pueden estar comprendidos diversos rubros
genéricos, en atención al tipo del delito cometido, entre ellos la
reparación material, moral y de perjuicios ocasionados.

31
Artículo 20. El proceso penal será acusatorio y oral. Se regirá por los principios de publicidad,
contradicción, concentración, continuidad e inmediación.
A. De los principios generales:
I. El proceso penal tendrá por objeto el esclarecimiento de los hechos, proteger al inocente,
procurar que el culpable no quede impune y que los daños causados por el delito se reparen;
C. De los derechos de la víctima o del ofendido:
IV. Que se le repare el daño. En los casos en que sea procedente, el Ministerio Público estará
obligado a solicitar la reparación del daño, sin menoscabo de que la víctima u ofendido lo pueda
solicitar directamente, y el juzgador no podrá absolver al sentenciado de dicha reparación si ha
emitido una sentencia condenatoria.
La ley fijará procedimientos ágiles para ejecutar las sentencias en materia de reparación del daño;
[…]
32
Resuelto en sesión de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
correspondiente al día siete de febrero de dos mil catorce, por mayoría de tres votos. Ponente
Ministro José Ramón Cossío Díaz.

56
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

91. La solicitud de sanción por parte del Ministerio


Público, cumple una función esencial; al tratarse del
órgano que constitucionalmente tiene encomendado el ejercicio de la
acción penal, le corresponde el impulso procesal de las condiciones
que permitan a la autoridad judicial tener por acreditado el delito,
demostrada la plena responsabilidad penal del enjuiciado y aplicar las
consecuencias jurídicas de dichos presupuestos, relacionadas con la
aplicación de la pena con la que se sanciona la comisión del delito y la
reparación del daño causado.

92. Se señaló, que debe tenerse en cuenta que la reparación del daño, es
una consecuencia jurídica de la pena. Por lo que el Ministerio Público
deberá solicitar que se imponga también esta sanción. Y la autoridad
judicial está obligada a imponerla, tomando como base la petición
ministerial. Asimismo habrá que enfatizar que la fijación de la
condena de reparación del daño por parte de la autoridad judicial
no puede omitir considerar los hechos y circunstancias probadas
en el juicio penal y que sustenten la propia sentencia que emite.

93. Esta flexibilidad para que la autoridad judicial aprecie la petición


ministerial, permite que desarrolle su ejercicio como órgano impartidor
de justicia, de manera que no quede limitado a los términos estrictos
en que el Ministerio Público solicitó la condena a la reparación del
daño, fuera de que especifique los conceptos por los que procede, y
no pueda cumplir con los imperativos que en lo individual le impone la
Constitución para respetar en un marco de igualdad los derechos
tanto del imputado como de la víctima u ofendido del delito. El
ejercicio correcto de esta actividad judicial permite al juzgador
desenvolverse en un ámbito de equidad de las partes y protección de
los derechos humanos que a cada parte del proceso penal deben

57
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

respetársele, a fin de imponer la condena a la reparación del daño,


respecto de los rubros solicitados por el Ministerio Público, pero en
orden a la cuantificación que haya quedado probada en
actuaciones, de manera que se cumpla con el resarcimiento
efectivo e integral de la reparación del daño.

94. En tal sentido, la reparación del daño que resulta de la comisión de un


delito, tiene como finalidad resarcir la afectación ocasionada a la
víctima u ofendido, con motivo del daño o menoscabo económico,
físico, mental o emocional, que representa un detrimento a su esfera
de derechos jurídicos.

95. Conforme a lo anterior esta Primera Sala ha establecido que, para que
la reparación del daño derivada de un delito cumpla con su finalidad
constitucional, como protección y garantía de un derecho humano a
favor de la víctima u ofendido se deben seguir los siguientes
parámetros:

a) el derecho a la reparación del daño deberá cubrirse en forma


expedita, proporcional y justa, como resultado de la conclusión
del proceso penal, en el que el Ministerio Público tiene la
obligación de solicitar la condena y el juzgador está obligado a
imponerla siempre que dicte sentencia condenatoria;
b) la reparación debe ser oportuna, plena, integral y efectiva, en
relación con el daño ocasionado como consecuencia del delito, lo
cual comprende el establecimiento de medidas de restitución,
rehabilitación, compensación y satisfacción;
c) la reparación integral tiene como objetivo que con la restitución se
devuelva a la víctima u ofendido a la situación anterior a la
comisión del delito, aspecto que comprende cualquier tipo de

58
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

afectación generada: económica, moral, física,


psicológica, etcétera;
d) la restitución material comprende la devolución de bienes
afectados con la comisión del delito y, sólo en caso de que no sea
posible, el pago de su valor; y,
e) la efectividad de la reparación del daño depende de la condición
de resarcimiento que se otorgue a la víctima u ofendido del delito,
que deberá ser proporcional, justa, plena e integral; de lo
contrario, no se permitiría una satisfacción del resarcimiento de la
afectación.

96. Sobra decir que, a efecto de garantizar la reparación, existen en el


sistema penal mexicano una serie de figuras jurídicas, establecidas
con el fin de volver más asequible dicha reparación.

III. Conceptos que comprende la reparación del daño en


materia penal

97. La reparación del daño en materia penal se aplica al momento de la


individualización de la pena, toda vez que constituye una sanción
pecuniaria que debe ser impuesta al sujeto activo del delito, lo que se
advierte del artículo 30, del Código Penal para la Ciudad de México,
que dice:

“Artículo 30 (Catálogo de penas). Las penas que se pueden


imponer por los delitos son:
I. Prisión;
II. Tratamiento en libertad de imputables;
III. Semilibertad;
IV. Trabajo en beneficio de la víctima del delito o en favor de la
comunidad;
V. Sanciones pecuniarias;
VI. Decomiso de los instrumentos, objetos y productos del delito;

59
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

VII. Suspensión o privación de derechos; y


VIII. Destitución e inhabilitación de cargos, comisiones o empleos
públicos.”

98. Como se aprecia, dicho numeral establece el catálogo de penas que


pueden ser impuestas por el juzgador al momento de individualizar
éstas, dentro de las que se encuentran las sanciones pecuniarias. A
su vez, los numerales 37, 42, 43, 44, 45 y 47 del cuerpo normativo
citado, nos indican los rubros que tradicionalmente comprende la
reparación del daño. Tales numerales disponen lo siguiente:

“Artículo 37 (Multa, reparación del daño y sanción económica). La


sanción pecuniaria comprende la multa, la reparación del daño y la
sanción económica”.

Artículo 42 (Alcance de la reparación del daño). La reparación del


daño comprende, según la naturaleza del delito de que se trate:

I. El restablecimiento de las cosas en el estado en que se encontraban


antes de cometerse el delito;

II. La restitución de la cosa obtenida por el delito, incluyendo sus frutos


y accesorios y, si no fuese posible, el pago de su valor actualizado.
Si se trata de bienes fungibles, el juez podrá condenar a la entrega de
un objeto igual al que fuese materia de delito sin necesidad de recurrir
a informe o prueba pericial;

III. La reparación del daño moral sufrido por la víctima o las


personas con derecho a la reparación, incluyendo el pago de los
tratamientos curativos que, como consecuencia del delito, sean
necesarios para la recuperación de la salud psíquica y física de la
víctima;

IV. El resarcimiento de los perjuicios ocasionados; y

V. El pago de salarios o percepciones correspondientes, cuando


por lesiones se cause incapacidad para trabajar en oficio, arte o
profesión.

Artículo 43 (Fijación de la reparación del daño). La reparación será


fijada por los jueces, según el daño o perjuicios que sea preciso
reparar, de acuerdo con los datos, medios de prueba y pruebas
obtenidas durante el proceso.

Artículo 44 (Preferencia de la reparación del daño). La obligación de


pagar la reparación del daño es preferente al pago de cualquiera otra

60
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

sanción pecuniaria u obligación contraída con


posterioridad a la comisión del delito, salvo las
referentes a alimentos y relaciones laborales.

En todo proceso penal el Ministerio Público estará obligado a solicitar,


en su caso, la condena en lo relativo a la reparación de daños o
perjuicios y probar su monto, y el Juez a resolver lo conducente. Su
incumplimiento será sancionado con cincuenta a quinientos días multa.

Artículo 45 (Derecho a la reparación del daño). Tienen derecho a la


reparación del daño:

I. La víctima y el ofendido. En los casos de violencia contra las mujeres


también tendrán derecho a la reparación del daño las víctimas
indirectas.

Se entiende como víctima indirecta a los familiares de la víctima o a las


personas que tengan o hayan tenido relación o convivencia con la
misma en el momento de la comisión del delito.

II. A falta de la víctima o el ofendido, sus dependientes económicos,


herederos o derechohabientes, en la proporción que señale el derecho
sucesorio y demás disposiciones aplicables.

Artículo 47 (Supletoriedad de la Ley Federal del Trabajo). Si se trata


de delitos que afecten la vida o la integridad corporal, el monto de
la reparación del daño no podrá ser menor del que resulte de
aplicar las disposiciones relativas de la Ley Federal del Trabajo.”

99. Conforme a las disposiciones legales transcritas, se aprecia que


dentro de las sanciones pecuniarias se ubica la reparación del daño.
Asimismo, la normatividad de referencia nos indica la naturaleza
jurídica de la reparación del daño y la manera en que debe ser fijada
por el Juez de proceso al momento de individualizar la pena.

100.En efecto, esta Sala aprecia que la reparación del daño en materia
penal, es constitutiva de una “pena” o “sanción pública” impuesta al
gobernado/imputado mediante sentencia; por tanto, al incluirse dicha
figura dentro del derecho penal, su determinación y cuantificación
debe regirse por los principios de integralidad, efectividad y
proporcionalidad aplicables a la materia.

61
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

101.La reparación del daño en la vía penal tiene una compresión dual. Por
un lado, al satisfacer una función social, en su carácter de pena; por
otro, una función privada, al contribuir a resarcir la afectación
ocasionada a la víctima u ofendido del delito, que con motivo de la
comisión de un ilícito penal le fue cometido, lo que trae, a su vez, para
el agente del delito una responsabilidad civil extracontractual de
carácter subjetivo que, por imperativo del artículo 20, de la
Constitución Federal, necesariamente debe dar lugar a una reparación
del daño en el proceso penal.

102.Lo anterior, independientemente si la víctima u ofendido decide


ejercer una acción particular, en virtud de que ambas reparaciones
(aún con un mismo origen) son autónomas y pueden subsistir una y
otra, pues la responsabilidad civil (objetiva y subjetiva) nacida de la
comisión de un ilícito penal no cesa porque dicha conducta se haya
sancionado mediante la aplicación del derecho punitivo, antes bien,
subsiste con sujeción a las reglas del derecho civil, ya que si bien
ambas pudieron haber tenido el mismo origen, tienen una naturaleza
distinta.

103.Ciertamente, los tipos de responsabilidad: (i) La reparación del daño


en la vía penal deriva de una responsabilidad de índole subjetiva, se
genera cuando se emite una sentencia condenatoria y constituye una
pena derivada de que se ha estimado la responsabilidad del sujeto
activo y (ii) En la responsabilidad civil objetiva se encuentra ausente el
elemento subjetivo, se produce por el uso de mecanismos que son
peligrosos en sí mismos.

104.Así, si en el proceso penal el juzgador dicta una sentencia


condenatoria se encuentra obligado, por imposición del artículo 20, de

62
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

la Constitución Federal, a imponer la sanción


pecuniaria correspondiente a la reparación del daño
en contra del agente del delito.

105.A partir de lo anterior, es conveniente recordar que esta Primera Sala


al resolver el amparo directo en revisión 2384/201333, estableció que
la reparación del daño es una sanción aplicable por la comisión de
delitos, cuya responsabilidad es atribuible a la persona declarada
responsable de la comisión del hecho delictivo del que derive34,
sanción pecuniaria que a su vez constituye un derecho humano
reconocido en el artículo 20, apartado C, fracción IV, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos35, a favor de
las personas ubicadas en el supuesto de víctimas u ofendidos de la
conducta ilícita penal, cuyo cumplimiento exige que se satisfaga de
forma eficaz e integral.

106.De igual modo, en dicho asunto se resolvió que el reconocimiento de


este derecho humano impone un deber de actuación para las
autoridades del Estado. Se sostuvo que una vez acreditada la
legitimación ad prosesum de quien se ha ubicado en la condición de
víctima u ofendido y concluida la instrucción del proceso penal
seguida respecto del delito que afectó la esfera jurídica de aquél,
33
Resuelto por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en sesión de siete
de febrero de dos mil catorce, por mayoría de tres votos de los Señores Ministros: Arturo Zaldívar
Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz (Ponente) y Olga Sánchez Cordero de García Villegas,
en contra de los emitidos por los Señores Ministros Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Presidente
Jorge Mario Pardo Rebolledo.
34
Párrafo 56, amparo directo en revisión 2384/2013.
35
Artículo 20…
[…]
C. De los derechos de la víctima o del ofendido:
[…]
IV. Que se le repare el daño. En los casos en que sea procedente, el Ministerio Público estará
obligado a solicitar la reparación del daño, sin menoscabo de que la víctima u ofendido lo pueda
solicitar directamente, y el juzgador no podrá absolver al sentenciado de dicha reparación si ha
emitido una sentencia condenatoria.
La ley fijará procedimientos ágiles para ejecutar las sentencias en materia de reparación del daño;
[…].

63
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

entonces corresponde al Ministerio Público, como ente encargado de


impulsar la acusación penal, solicitar que se condene al responsable
al resarcimiento de la afectación que generó con su actuar ilícito,
mediante la reparación del daño. Recordemos que en el concepto
amplio de reparación del daño pueden estar comprendidos diversos
rubros genéricos en atención al tipo del delito cometido, entre ellos la
reparación material, moral y de perjuicios ocasionados.

107.Así, de lo antes expuesto se aprecia que en el citado amparo directo


en revisión 2384/2013 esta Primera Sala estableció, por un lado, que
la reparación del daño como pena es una consecuencia jurídica para
el sujeto que ha sido considerado mediante sentencia penalmente
responsable de la comisión de un delito. Por lo que, el Ministerio
Público deberá solicitar que se imponga también esta sanción, y a su
vez, la autoridad judicial está obligada a imponerla. Por el otro, que
la fijación de la condena de reparación del daño por parte de la
autoridad judicial no puede omitir considerar los hechos y
circunstancias probadas en el juicio penal y que sustenten la
propia sentencia que emite.

108.El ejercicio correcto de esta actividad judicial permite al juzgador


desenvolverse en un ámbito de equidad de las partes y protección
de los derechos humanos que a cada parte del proceso penal
deben respetársele, a fin de imponer la condena a la reparación
del daño, respecto de los rubros solicitados por el Ministerio
Público, pero en orden a la cuantificación que haya quedado
probada en actuaciones, de manera que se cumpla con el
resarcimiento efectivo e integral de la reparación del daño a favor de
la víctima u ofendido.

64
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

109.Respecto al resarcimiento efectivo e integral de la


reparación del daño a favor de la víctima u ofendido,
conviene recordar que en el sistema jurídico interno destaca la
existencia de la Ley General de Víctimas, de la que se desprenden los
conceptos sustanciales siguientes:

― El concepto de víctimas directas es aplicable a las personas


físicas que hayan sufrido algún daño o menoscabo económico,
físico, mental, emocional, o en general cualquiera puesta en
peligro o lesión a sus bienes jurídicos o derechos como
consecuencia de la comisión de un delito o violaciones a sus
derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los
Tratados Internacionales de los que el Estado Mexicano sea
Parte. Son víctimas indirectas los familiares o aquellas personas
físicas a cargo de la víctima directa que tengan una relación
inmediata con ella36.

― La calidad de víctimas se adquiere con la acreditación del daño


o menoscabo de los derechos en los términos establecidos por
esa ley, con independencia de que se identifique, aprehenda, o
condene al responsable del daño o de que la víctima participe
en algún procedimiento judicial o administrativo37.

― Las reparaciones individuales, administrativas o judiciales, así


como las reparaciones colectivas, deben ser complementarias
para alcanzar la integralidad que busca la reparación38.

― Se entiende por daño, la muerte o lesiones corporales, daños o


perjuicios morales y materiales, salvo a los bienes de propiedad
36
Artículo 4 de la Ley General de Víctimas.
37
Idem.
38
Artículo 5 de la Ley General de Víctimas.

65
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

de la persona responsable de los daños; pérdidas de ingresos


directamente derivadas de un interés económico; pérdidas de
ingresos directamente derivadas del uso del medio ambiente
incurridas como resultado de un deterioro significativo del medio
ambiente, teniendo en cuenta los ahorros y los costos; costo de
las medidas de restablecimiento, limitado al costo de las
medidas efectivamente adoptadas o que vayan a adoptarse; y
costo de las medidas preventivas, incluidas cualesquiera
pérdidas o daños causados por esas medidas, en la medida en
que los daños deriven o resulten39.

― Por hecho victimizante debe entenderse los actos u omisiones


que dañan, menoscaban o ponen en peligro los bienes jurídicos
o derechos de una persona convirtiéndola en víctima. Éstos
pueden estar tipificados como delito o constituir una violación a
los derechos humanos reconocidos por la Constitución y los
Tratados Internacionales de los que México forme parte40.

― La víctima tiene derecho a la verdad, a la justicia y a la


reparación integral a través de recursos y procedimientos
accesibles, apropiados, suficientes, rápidos y eficaces41.

― Las víctimas tienen derecho a un recurso judicial adecuado y


efectivo, ante las autoridades independientes, imparciales y
competentes, que les garantice el ejercicio de su derecho a
conocer la verdad, a que se realice con la debida diligencia una
investigación inmediata y exhaustiva del delito o de las
violaciones de derechos humanos sufridas por ellas; a que los
autores de los delitos y de las violaciones de derechos, con el
39
Artículo 6, fracción VI, de la Ley General de Víctimas.
40
Artículo 6, fracción IX, de la Ley General de Víctimas.
41
Artículo 7, fracción VII, de la Ley General de Víctimas.

66
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

respeto al debido proceso, sean enjuiciados y


sancionados; y a obtener una reparación integral
por los daños sufridos42.

― Durante el proceso penal las víctimas tienen derecho a que se


les repare el daño en forma expedita, proporcional y justa, en los
términos del mismo instrumento normativo aplicable. En los
casos en que la autoridad judicial dicte una sentencia
condenatoria no podrá absolver al responsable de dicha
reparación. Si la víctima o su Asesor Jurídico no solicitaran la
reparación del daño, el Ministerio Público está obligado a
hacerlo43.

― Las víctimas tienen derecho a ser reparadas de manera


oportuna, plena, diferenciada, transformadora, integral y efectiva
por el daño que han sufrido como consecuencia del delito o
hecho victimizante que las ha afectado o de las violaciones de
derechos humanos que han sufrido, comprendiendo medidas de
restitución, rehabilitación, compensación, satisfacción y medidas
de no repetición44.

― La reparación integral comprenderá, entre otras circunstancias,


que con la restitución se busque devolver a la víctima a la
situación anterior a la comisión del delito o a la violación de sus
derechos humanos45.

― Las víctimas tendrán derecho a la restitución en sus derechos


conculcados, así como en sus bienes y propiedades si hubieren
sido despojadas de ellos. Por lo que, entre las medidas de
42
Artículo 10 de la Ley General de Víctimas.
43
Artículo 12, fracción II, de la Ley General de Víctimas.
44
Artículo 26 de la Ley General de Víctimas.
45
Artículo 27, fracción I, de la Ley General de Víctimas.

67
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

restitución deberá comprenderse la devolución de todos los


bienes o valores de su propiedad que hayan sido incautados o
recuperados por las autoridades incluyendo sus frutos y
accesorios, y si no fuese posible, el pago de su valor
actualizado. Si se trata de bienes fungibles, el juez podrá
condenar a la entrega de un objeto igual al que fuese materia de
delito sin necesidad de recurrir a prueba pericial46.

110.Bajo ese marco normativo se obtiene que la pena pecuniaria en la


vertiente de reparación del daño, constituye la plena restitución,
siempre que sea posible, consistente en el restablecimiento de la
situación anterior a la comisión del delito y, de no ser esto posible, se
debe determinar una serie de medidas, que además de garantizar los
derechos conculcados reparen las consecuencias que las infracciones
produjeron, como lo es establecer el pago de una indemnización como
compensación por los daños ocasionados, ello, para resarcir a las
víctimas en el goce de sus derechos producidos por la violación o por
cualquier medida o situación que provocó la afectación.

111.Pues se reitera, la reparación del daño, es una consecuencia jurídica


que se impone como sanción derivada de la comisión de un delito
penal y la demostración de responsabilidad del sentenciado, por la
generación de afectación a terceros y que debe resarcirse. En este
contexto, si bien comparte, con la multa como sanción, su carácter de
afectación pecuniaria, lo cierto es que tiene un carácter autónomo 47.
46
Artículo 61 de la Ley General de Víctimas.
47
Tesis Aislada 1a. LIII/2006, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Instancia: Primera Sala, Tomo XXIII, marzo de 2006, página: 209. De rubro y
contenido siguiente:
REPARACIÓN DEL DAÑO. ES UNA SANCIÓN PECUNIARIA AUTÓNOMA CUYA
PREVISIÓN CUMPLE CON LA GARANTÍA DE EXACTA APLICACIÓN DE LA LEY
PENAL (LEGISLACIÓN DEL DISTRITO FEDERAL). El artículo 14, párrafo tercero, de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos consigna como garantía de
exacta aplicación de la ley en materia penal, la prohibición de imponer penas que no
estén establecidas por una ley exactamente aplicable al delito de que se trate;

68
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

La multa se encuentra establecida por el legislador


en la norma penal, en tanto que la reparación del
daño depende de la existencia de factores que demuestren que la
conducta ilícita haya generado una afectación que deba ser
resarcida48.

112.Esto es, los parámetros de determinación de la sanción de multa


están definidos en la norma penal que establece la punibilidad de la
conducta delictiva cometida y se fija de acuerdo con el reproche que
refleje el grado de culpabilidad asignado al sentenciado.

113.En cambio, la reparación del daño no se fija de acuerdo con límites


máximos y mínimos de punibilidad, sino que depende de
lineamientos legales y de los hechos que se prueben en
actuaciones, que tienen la finalidad de justificar la imposición de
la sanción en los rubros que correspondan de acuerdo a la
conducta ilícita cometida, entre ellos la reparación material, moral,
física y psicológica, que son aspectos inmateriales.

114.Respecto al tema de indemnización inmaterial esta Sala en el


multicitado amparo directo en revisión 2384/2013, estableció que
comprende las esferas moral, psicológica, física y proyecto de vida; es
decir, comprende los sufrimientos y las aflicciones causados a la
prohibición que recoge el inveterado principio de derecho que se enuncia como nulla
poena sine lege. Ahora bien, el artículo 43 del Nuevo Código Penal para el Distrito
Federal establece que la sanción consistente en la reparación del daño se fijará por los
Jueces, según el daño o perjuicios que sea preciso reparar, de acuerdo con las pruebas
obtenidas durante el proceso; asimismo, el segundo párrafo del artículo 44 del propio
ordenamiento prevé que en todo proceso penal el Ministerio Público estará obligado a
solicitar, en su caso, la condena en lo relativo a la reparación de daños o perjuicios y
probar su monto, y el Juez a resolver lo conducente. Lo anterior pone de manifiesto que
al encontrarse la reparación del daño descrita como sanción pecuniaria por el citado
código punitivo, su imposición es procedente. Sin que obste para ello el hecho de que la
reparación del daño, como tal, no se encuentre como sanción específica en el artículo
que tipifica el delito por el que se condenó al sentenciado, pues debe considerarse que
la referida reparación es una sanción pecuniaria "autónoma", tal como se advierte de los
artículos 30, fracción V y 37 del Código aludido, lo que hace patente que su previsión
cumple con la garantía de exacta aplicación de la ley penal.
48
Párrafo 133 amparo directo en revisión 2384/2013.

69
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

víctima directa y a sus allegados, el menoscabo de valores muy


significativos para las personas, así como las alteraciones de carácter
no pecuniario, en las condiciones de existencia de la víctima o de su
familia.

115. De este criterio derivó la tesis aislada CCLXXII/2015 49, de rubro y


contenido siguiente:

“REPARACIÓN DEL DAÑO DERIVADA DE UN DELITO.


PARÁMETROS QUE DEBEN OBSERVARSE PARA CUMPLIR CON
ESTE DERECHO HUMANO. La reparación del daño derivada de la
comisión de un delito, constituye un derecho humano reconocido en el
artículo 20, apartado C, fracción IV, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, a favor de las personas ubicadas en el
supuesto de víctimas u ofendidos de la conducta ilícita penal, cuyo
cumplimiento exige que se satisfaga de forma eficaz e integral. Ahora
bien, esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
estima que para que la reparación del daño derivada de un delito
cumpla con la finalidad constitucional de protección y garantía como
derecho humano en favor de la víctima u ofendido, debe observar los
parámetros siguientes: a) cubrirse en forma expedita, proporcional y
justa, como resultado de la conclusión del proceso penal, en donde el
Ministerio Público tiene la obligación de solicitar la condena y el
juzgador de imponerla siempre que dicte sentencia condenatoria; b) ser
oportuna, plena, integral y efectiva, en relación con el daño ocasionado
como consecuencia del delito, lo cual comprende que se establezcan
medidas de restitución, rehabilitación, compensación y satisfacción; c)
la reparación integral tiene como objetivo que con la restitución se
devuelva a la víctima u ofendido a la situación anterior a la comisión del
delito, lo que comprende cualquier tipo de afectación generada:
económica, moral, física, psicológica, etcétera; d) la restitución material
comprende la devolución de bienes afectados con la comisión del delito
y, sólo en caso de que no sea posible, entonces el pago de su valor; y,
e) la efectividad de la reparación del daño depende de la condición de
resarcimiento que otorgue a la víctima u ofendido del delito, que deberá
ser proporcional, justa, plena e integral, pues, de lo contrario, no se
satisface el resarcimiento de la afectación.”

116.Por ello, para que la reparación del daño derivada de un delito cumpla
con la finalidad constitucional de protección y garantía como derecho
humano en favor de la víctima u ofendido, debe observar los

49
Visible en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, libro 22,
septiembre de 2015, tomo I, Página: 320.

70
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

parámetros recogidos en la tesis antes transcrita. En


esa tesitura, se infieren las siguientes notas
sustanciales de la reparación del daño, aplicables al caso concreto:

a) La reparación como sanción pecuniaria constituye una pena o


sanción pública consiste en: (i) La devolución de la cosa obtenida con
la comisión del delito, y si ello no es posible, el pago de su precio; (ii)
La indemnización del daño material y moral causado, y; (iii) El
resarcimiento de los perjuicios derivados de la comisión del ilícito.

b) La reparación del daño será fijada por los jueces, según el


daño que sea preciso reparar, de acuerdo con las pruebas obtenidas
durante el proceso.

c) Tratándose de delitos que afecten la vida y la integridad


corporal, el monto de la reparación del daño no podrá ser menor del
que resulte de la aplicación de las disposiciones relativas de la Ley
Federal del Trabajo.

d) En caso de fallecimiento de la víctima, tienen derecho a la


reparación del daño las personas que dependiesen económicamente
de ella al momento del fallecimiento o sus derechohabientes.

117.Ahora bien, es preciso establecer que hay daños que


indiscutiblemente pueden ser materia de prueba y ser valorados
económicamente; en cambio, hay otros que por su propia y especial
naturaleza resultan de complejo acreditamiento y valuación.

118.En efecto, cuando el daño es material, éste puede ser


determinable en cuanto a su existencia, extensión y relación
inmediata y directa con el ilícito penal, así como cuantificable a

71
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

través de los medios de prueba que prevé la ley procesal de la


materia, sin que se aprecie ninguna imposibilidad física o jurídica
para ello.

119.En el caso del delito de lesiones, como el que nos ocupa, los daños
materiales pueden consistir, por ejemplo, en los gastos hospitalarios,
gastos de rehabilitación, las erogaciones que la víctima o los
familiares realizaron para restablecer su salud y otros más que sólo
las circunstancias del caso pueden determinar y que son
consecuencia directa e inmediata de la comisión del ilícito.

120.En este aspecto cobra vigencia lo preceptuado en el artículo 43 del


Código Penal para la Ciudad de México, en el sentido de que la
condena a la reparación del daño será fijada por los jueces, según el
daño o perjuicios que sea preciso reparar, de acuerdo con los
medios de prueba obtenidos durante el proceso.

121.Sin embargo, esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación ha sostenido el criterio general de que el daño moral, no es
susceptible de probarse como ordinariamente sucede con el daño
material; pues el primero depende de consideraciones subjetivas que
pueden traducirse en sentimientos o en estados de ánimo como el
dolor, la angustia, el desamparo, la depresión y otros similares.

122.Así, ante la dificultad de la prueba o demostración del daño moral


causado, se ha sostenido que por regla general debe quedar al
prudente arbitrio del juzgador determinar el monto de la
indemnización, con la salvedad de que ningún resarcimiento material
puede subsanar la afectación a los sentimientos o estados de ánimo.

72
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

123.Como se expresó en líneas anteriores, el artículo 43,


del Código Penal para la Ciudad de México,
constituye una regla general en cuanto a que la reparación será fijada
por los jueces penales, según el daño o perjuicios que sea preciso
reparar, de acuerdo con los datos, medios de prueba y pruebas
obtenidas durante el proceso. Sin embargo, en el caso de delitos
que afecten la vida o la integridad corporal, esta regla general debe
interpretarse de manera conjunta con el artículo 47 del mismo
ordenamiento que establece que, en esos casos, el monto de la
reparación del daño no podrá ser menor del que resulte de aplicar las
disposiciones relativas de la Ley Federal del Trabajo.

124.En tal sentido, el concepto de reparación del daño, al que se refiere la


fracción IV, del apartado C, del artículo 20, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, constituye un derecho humano
reconocido en el orden jurídico nacional e internacional en favor de
aquellas personas que se ubiquen en el supuesto fáctico de víctimas u
ofendidos por la comisión de un hecho constitutivo de delito que
sanciona la ley penal.

125.Derecho humano que impone un deber de actuación para las


autoridades del Estado una vez acreditada la legitimación ad
prosesum de quien se ha ubicado en la condición de víctima u
ofendido y concluida la instrucción del proceso penal seguida respecto
del delito que afectó la esfera jurídica de aquél, entonces corresponde
al Ministerio Público, como ente encargado de impulsar la acusación
penal, solicitar que se condene al responsable al resarcimiento de la
afectación que generó con su actuar ilícito, mediante la reparación del
daño.

73
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

IV. Análisis de constitucionalidad de los artículos


controvertidos.

126.Sentado lo anterior, corresponde verificar si, en efecto, las normas


combatidas –que contienen varias reglas relativas a la reparación del
daño: los rubros que comprende (artículo 42), la forma en que será
fijada (artículo 43) y la supletoriedad de la Ley Federal del Trabajo
(artículo 47)– son contrarias a los principios constitucionales que rigen
el derecho a la reparación del daño en materia penal.

127.Para ello, es preciso tener en cuenta que los agravios del recurrente
–relativos a los tres artículos que se estudian en la presente vía– se
encuentran encaminados principalmente a controvertir la
interpretación del tribunal colegiado de los mismos, al estimar que no
se realizó con base en los daños que deben repararse y no
comprenden a la totalidad de los aspectos que es necesario resarcir,
por lo que esas apreciaciones hacen nugatorio el derecho a la
reparación del daño integral, completo y justo.

128.Adujo, además, que la interpretación que hizo el tribunal colegiado


respecto de la reparación del daño es errónea, por lo que resultaba
necesario que este Alto Tribunal se pronunciara sobre los artículos
tildados de inconstitucionales, así como lo relativo al derecho a la
justicia completa en materia de resarcimiento de daños ocasionados a
la víctima y ofendido del delito de lesiones, y determine los tópicos
que ellos comprende, así como la forma en que deben interpretarse
las cargas probatorias y los aspectos que implican la indemnización
por las incapacidades motrices que le ocasionaron.

74
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

IV.(i). Artículo 42 del Código Penal para la Ciudad


de México.

“ARTÍCULO 42 (Alcance de la reparación del daño). La


reparación del daño comprende, según la naturaleza del delito
de que se trate:

I. El restablecimiento de las cosas en el estado en que se


encontraban antes de cometerse el delito;

II. La restitución de la cosa obtenida por el delito,


incluyendo sus frutos y accesorios y, si no fuese posible,
el pago de su valor actualizado. Si se trata de bienes
fungibles, el juez podrá condenar a la entrega de un
objeto igual al que fuese materia de delito sin necesidad
de recurrir a informe o prueba pericial;

III. La reparación del daño moral sufrido por la víctima o las


personas con derecho a la reparación, incluyendo el
pago de los tratamientos curativos que, como
consecuencia del delito, sean necesarios para la
recuperación de la salud psíquica y física de la víctima;

IV. El resarcimiento de los perjuicios ocasionados; y

V. El pago de salarios o percepciones correspondientes,


cuando por lesiones se cause incapacidad para trabajar
en oficio, arte o profesión.”

129.Respecto a este dispositivo el recurrente consideró en su demanda de


amparo que, al sólo listar una parte de los aspectos que comprende la
reparación del daño se viola el derecho a una reparación integral,
proporcional, eficiente y justa ya que, a su juicio soslaya que la
reparación el daño debe considerarse multidisciplinaria, multifacética o
multidimensional y progresiva.

130.Que, por la forma que está redactado dicho precepto es limitativo


pues excluye otros conceptos que deben quedar inmersos en ese
tópico y, derivado de ello las autoridades judiciales no condenan a la

75
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

reparación del daño respecto de los gastos relacionados con la


rehabilitación, satisfacción e indemnización, en concreto, los gastos
médicos futuros, los gastos por asesoría jurídica, los gastos por
actividades procesales, los gastos por remuneración de los peritos
que dictaminaron en el proceso, las indemnizaciones por
incapacidades totales o parciales permanentes, por incapacidades
para trabajar, por mutilaciones y deformaciones, por afectación a los
sentimientos, afectos y dolores.

131.Que la omisión del legislador para contemplar otro tipo de conceptos,


implica la exclusión de otros que sí corresponden y forman parte de la
reparación del daño integral protegida constitucional y
convencionalmente.

132.El tribunal colegiado calificó como infundados tales argumentos al


estimar que, el hecho de que la norma no defina todos los elementos
que proponía el quejoso no la tornaba inconstitucional, máxime que
los jueces al momento de resolver sobre la reparación del daño,
cuentan con un texto claro que los orienta para determinar qué rubros
y en qué medida habrá de considerarse la reparación del daño.

133.En ese orden, esta Sala considera que, tal como lo resolvió el tribunal
colegiado, la indexación que contienen diversos rubros que deberá
comprender la reparación del daño, no resulta violatoria del derecho
de la víctima a que se le repare el daño de forma integral, pues
contrario a lo argumentado no limita los rubros que debe incluir ni
soslaya dicha reparación por el contrario depende de cada caso,
multidisciplinaria, multifacética o multidimensional y progresiva.

134.Al respecto debe decirse que es criterio reiterado de este Alto Tribunal
que el legislador no se encuentra obligado a prever todas las posibles

76
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

hipótesis que determinada norma puede


reglamentar, en tanto, su labor se tornaría imposible,
pues ésta se vería obligada a describir innumerables supuestos en
aras de abarcar una totalidad de casos que, derivado de la dinámica
social en la que la norma se desenvuelve (compleja, plural y
cambiante), sería imposible prever, volviendo las normas obsoletas y
obligando a su reforma constante, lo cual las privaría de todo sentido y
objetividad.

135.En ese sentido, el simple señalamiento de que en la norma


controvertida (artículo 42) no se regularon de forma específica y
expresa las cualidades y rubros que propone el recurrente –y que en
gran medida ha sido resultado de la evolución constitucional que ha
tenido el derecho a la reparación integral del daño– llevaría al extremo
de que toda situación particular pudiera recurrirse bajo el
argumento de que no hay una regulación que cada persona
considere ideal para sus casos específicos.

136. Principalmente en tratándose de tópicos relacionados con la


reparación del daño pues, como se advierte de la doctrina citada en
apartados anteriores, también es criterio de este Alto Tribunal que en
éstos debe haber una especial valoración de cada caso, sobre todo
cuando involucran aspectos inmateriales.

137.De ahí que resulte válido considerar que el artículo 42 impugnado es


meramente enunciativo máxime que, en tratándose de normas que
protejan a las víctimas rige siempre la que otorgue mayor beneficio o
le sea más favorable para alcanzar la reparación integral del daño, en
aras del principio de máxima protección.

77
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

138.Por ello resulta infundado el señalamiento del recurrente relativo a


que la interpretación que había hecho el tribunal colegiado resultaba
errónea al haberse soslayado los rubros, características y principios
propuestos por él en su demanda de amparo.

139.Aunado a ello, de una interpretación a luz de la doctrina constitucional


en materia de reparación del daño el artículo 42 del Código Penal
para la Ciudad de México, se advierte que éste cubre a cabalidad los
rubros propuestos en la demanda de amparo, como se observa de la
siguiente tabla:

Rubros previstos en el artículo Rubros alegados por el


42. recurrente.
El restablecimiento de las cosas en Indemnización integral o justa
el estado en que se encontraban indemnización.
antes de cometerse el delito.
La restitución de la cosa obtenida Indemnizaciones por incapacidades
por el delito, incluyendo sus frutos y totales o parciales permanentes,
accesorios y, si no fuese posible, el por incapacidades para trabajar,
pago de su valor actualizado. Si se por mutilaciones y deformaciones,
trata de bienes fungibles, el juez por afectación a los sentimientos,
podrá condenar a la entrega de un afectos y dolores (compensación
objeto igual al que fuese materia de por indemnización).
delito sin necesidad de recurrir a
informe o prueba pericial.
La reparación del daño moral Indemnización (por daños en
sufrido por la víctima o las personas sentimientos o en estados de ánimo
con derecho a la reparación, como el dolor, la angustia, el
incluyendo el pago de los desamparo, la depresión y otros
tratamientos curativos que, como similares.
consecuencia del delito, sean
necesarios para la recuperación de
la salud psíquica y física de la
víctima.
El resarcimiento de los perjuicios Gastos médicos futuros, los gastos

78
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

ocasionados. por asesoría jurídica, los gastos por


actividades procesales, los gastos
por remuneración de los peritos que
dictaminaron en el proceso.
El pago de salarios o percepciones Lucro cesante, pérdida de
correspondientes, cuando por oportunidades, daños, etcétera.
lesiones se cause incapacidad para
trabajar en oficio, arte o profesión.

140.Es así pues el artículo goza de tal amplitud que permite al juzgador
que resuelve sobre la reparación del daño que, en el libre y prudente
ejercicio de su potestad, oriente su criterio con disposiciones
complementarias, como pueden ser la Ley General de Víctimas, la
Ley de Víctimas para la Ciudad de México o los propios criterios de la
Corte Interamericana.

IV.(ii). Artículo 43 del Código Penal para la Ciudad de México.

“ARTÍCULO 43 (Fijación de la reparación del daño). La


reparación será fijada por los jueces, según el daño o perjuicios
que sea preciso reparar, de acuerdo con los datos, medios de
prueba y pruebas obtenidas durante el proceso.”

141.Sobre este punto la parte recurrente expone que el precepto citado es


inconstitucional al limitar la condena de reparación del daño a la
aportación de pruebas, atribuyéndole la carga de la prueba cuando en
el caso de la reparación vinculada con aspectos inmateriales o
morales, debe tenerse por colmada su procedencia; al respecto el
tribunal de amparo, determinó que contrario a lo aducido por la
amparista, el artículo en cita no contiene la restricción que el quejoso
le atribuye, porque si bien le impone la carga de la prueba, esto es
resultado del ejercicio del derecho de contradicción probatorio de las

79
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

partes en el proceso principal, lo que determinará los elementos que


deberá considerar la autoridad.

142.En términos similares esta Primera Sala determina que, en efecto, no


existe en el precepto una restricción que impida el acceso de las
víctimas a una reparación integral del daño pues –contrario a lo
sostenido por el quejoso– la carga probatoria que ahí se impone no
resulta gravosa o desproporcionada.

143.Como se vio en los apartados anteriores, la doctrina constitucional


que se ha construido en torno a este derecho, ha sido consistente en
reconocer la necesidad de que las condenas referentes a la
reparación del daño se funden en elementos probatorios, que
acrediten los daños y perjuicios producidos por los delitos.

144.Y si bien se ha reconocido que mientras los daños materiales pueden


probarse con cierta facilidad, existen otro tipo de daños que por su
naturaleza inmaterial son difíciles de acreditar y más aun de
cuantificar; lo cierto es que, tanto la doctrina constitucional como la
convencional, han identificado elementos objetivos y parámetros que
permiten considerar que la condena que al efecto se fije pueda
considerarse justa o equitativa.

145.No se soslaya que la afirmación anterior entraña un delicado análisis


probatorio cuya validez y acierto dependen de cada caso y del
prudente arbitrio que al efecto se ejerza; sin embargo, tampoco puede
considerarse que en aras de una reparación integral del daño, se
exima a una de las partes (la víctima) de presentar pruebas en el
proceso, que al menos constituyan indicios orientadores para su
cuantificación, con la salvedad de que ningún resarcimiento material
puede subsanar la afectación a los sentimientos o estados de ánimo,

80
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

generados a los ofendidos que, como en el caso,


han resentido una afectación permanente a su
integridad física.50

146.Lo anterior porque, no se puede desconocer que los derechos de la


víctima u ofendido tienen igual asiento constitucional que los del
inculpado, sin que pueda estimarse que los de uno son más
importantes que los del otro y de ahí que la carga probatoria que el
artículo 43, en estudio impone a las partes no resulte contraria al
Pacto Federal.

147.Además, tal y como dijo el tribunal de conocimiento, si bien el artículo


arroja la carga de la prueba a la víctima u ofendido del delito, esto es
resultado del ejercicio del derecho de contradicción probatoria de las
partes en el proceso penal, y ello delimita los elementos que deberá
considerar la autoridad judicial para definir la condena a la reparación
del daño. Esto último cobra especial relevancia toda vez que, el solo

50
A mayor abundamiento, debe decirse que las presentes consideraciones son coincidentes con lo
asentado por la Segunda Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación al resolver el
amparo en revisión 1094/2017, por unanimidad de cuatro votos en sesión de 7 de marzo de 2018.
De esa ejecutoria derivó la tesis de rubro y texto siguientes: “DAÑO MORAL. FACTORES QUE
DEBEN OBSERVARSE PARA SU INDIVIDUALIZACIÓN. Si bien el precepto 64 de la Ley
General de Víctimas no establece qué elementos deben considerarse para reparar las
afectaciones por daño moral, lo cierto es que, atendiendo a la naturaleza de las lesiones
inmateriales, así como al deber de que las compensaciones logren, en la medida de lo posible, la
íntegra reparación de la víctima de delitos –cuando el responsable del hecho ilícito se haya
sustraído de la justicia, haya muerto o desaparecido o se haga valer un criterio de oportunidad–,
deben analizarse: (I) el tipo de derecho o interés lesionado; (II) la magnitud y gravedad del daño;
(III) las afectaciones inmateriales o incluso patrimoniales que derivaron del hecho victimizante; (IV)
el nivel económico de la víctima; (V) otros factores relevantes del caso –como lo es la pertenencia
a algún grupo vulnerable–; y (VI) que el monto indemnizatorio respectivo debe resultar apropiado y
proporcional a la gravedad del hecho punible cometido, bajo criterios de razonabilidad. Los
anteriores elementos resultan relevantes, pues a pesar de que no puede asignarse al daño
inmaterial un equivalente monetario preciso –en tanto el sufrimiento, las aflicciones o la
humillación, sólo pueden ser objeto de compensación–, ello no significa que la naturaleza y
fines del daño moral permitan una cuantificación absolutamente libre, reservada al
subjetivismo de la autoridad, ya que, como se ha razonado, esa determinación debe partir
del examen de factores o elementos que permitan lograr una individualización proporcional
y equitativa para cada caso.”
Registro digital: 2017115. Instancia: Segunda Sala. Décima Época. Materias(s): Administrativa.
Tesis: 2a. LIX/2018 (10a.). Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 55,
Junio de 2018, Tomo II, página 1474. Tipo: Aislada.

81
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

hecho de aportar las pruebas que considere convienen a su interés


abona a que la determinación a la que eventualmente llegue se
encuentre libre de una ponderación arbitraria, otorgando mayor
certeza jurídica a la sentencia.

148.En ese tenor, debe decirse que el referido artículo 43, persigue un fin
constitucionalmente válido51, que es precisamente guardar el equilibrio
entre las partes que intervienen en el proceso penal. En el caso, la
imposición de una pena pecuniaria por concepto de reparación del
daño impacta en la esfera del sentenciado y, como toda pena, debe
guardar ciertas características de proporcionalidad acordes a la
conducta desplegada y al grado de afectación producido, aun cuando
éste no sea susceptible de probarse como ordinariamente sucede con
el daño material; pues el daño moral depende de consideraciones
subjetivas que pueden traducirse en sentimientos o en estados de
ánimo como el dolor, la angustia, el desamparo, la depresión y otros
similares.

51
PRIMERA ETAPA DEL TEST DE PROPORCIONALIDAD. IDENTIFICACIÓN DE UNA
FINALIDAD CONSTITUCIONALMENTE VÁLIDA. Para que las intervenciones que se realicen a
algún derecho fundamental sean constitucionales, éstas deben superar un test de
proporcionalidad en sentido amplio. Lo anterior implica que la medida legislativa debe perseguir
una finalidad constitucionalmente válida, además de que debe lograr en algún grado la
consecución de su fin, y no debe limitar de manera innecesaria y desproporcionada el derecho
fundamental en cuestión. Ahora bien, al realizar este escrutinio, debe comenzarse por identificar
los fines que persigue el legislador con la medida, para posteriormente estar en posibilidad de
determinar si éstos son válidos constitucionalmente. Esta etapa del análisis presupone la idea de
que no cualquier propósito puede justificar la limitación a un derecho fundamental. En efecto, los
fines que pueden fundamentar la intervención legislativa al ejercicio de los derechos
fundamentales tienen muy diversa naturaleza: valores, intereses, bienes o principios que el Estado
legítimamente puede perseguir. En este orden de ideas, los derechos fundamentales, los bienes
colectivos y los bienes jurídicos garantizados como principios constitucionales, constituyen fines
que legítimamente fundamentan la intervención del legislador en el ejercicio de otros derechos.
Registro digital: 2013143. Instancia: Primera Sala. Décima Época. Materias(s): Constitucional.
Tesis: 1a. CCLXV/2016 (10a.). Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 36,
Noviembre de 2016, Tomo II, página 902. Tipo: Aislada.

82
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

149.Además, es idóneo52 para perseguir el fin antes


aludido pues, por un lado, permite que el
sentenciado tenga certeza respecto a la condena de reparación que le
fue impuesta por determinado concepto, en tanto el ofrecimiento de
pruebas y su respectiva valoración, permiten que la cuantificación se
legitime, expulsando cualquier noción que lleve a pensar que ésta se
fijó de manera arbitraria. Y, por otro, abre la posibilidad de que dichas
pruebas sean controvertidas y objetadas con otras o, en su caso,
defendidas, lo cual otorga más y mejores herramientas al juzgador
que conozca de la referida cuantificación.

52
SEGUNDA ETAPA DEL TEST DE PROPORCIONALIDAD. EXAMEN DE LA IDONEIDAD DE
LA MEDIDA LEGISLATIVA. Para que resulten constitucionales las intervenciones que se realicen
a un derecho fundamental, éstas deben superar un test de proporcionalidad en sentido amplio. Lo
anterior implica que la medida legislativa debe perseguir una finalidad constitucionalmente válida,
lograr en algún grado la consecución de su fin y no limitar de manera innecesaria y
desproporcionada el derecho fundamental en cuestión. Por lo que hace a la idoneidad de la
medida, en esta etapa del escrutinio debe analizarse si la medida impugnada tiende a alcanzar en
algún grado los fines perseguidos por el legislador. En este sentido, el examen de idoneidad
presupone la existencia de una relación entre la intervención al derecho y el fin que persigue dicha
afectación, siendo suficiente que la medida contribuya en algún modo y en algún grado a lograr el
propósito que busca el legislador. Finalmente, vale mencionar que la idoneidad de una medida
legislativa podría mostrarse a partir de conocimientos científicos o convicciones sociales
generalmente aceptadas.
Registro digital: 2013152. Instancia: Primera Sala. Décima Época. Materias(s): Constitucional.
Tesis: 1a. CCLXVIII/2016 (10a.). Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro
36, Noviembre de 2016, Tomo II, página 911. Tipo: Aislada.

83
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

150.Sin que pueda considerarse que existen alternativas mejores53 pues,


aunque el juez se encuentre constreñido a valorar todo el material
probatorio allegado, lo cierto es que el hecho de que las partes
aporten el suyo propio garantiza que dicho material arroje luz sobre
aspectos que escapan al entendimiento del juez, por ser particulares
de los daños resentidos por las víctimas o del interés de los
sentenciados.

151.De esa manera puede asegurarse que la decisión a la que arribe el


juez sea lo más acertada posible, pues la existencia de pruebas
permite que la reparación sea acorde con los daños que
efectivamente deben repararse, así como la forma en la que éstos
serán cuantificados. Incluso ante la imposibilidad de cuantificar los
daños inmateriales, los aspectos materiales hacen las veces de un
parámetro objetivo para que, con base en el prudente arbitrio del
juzgador, la determinación a la que eventualmente se arribe sea lo
más justa posible.

53
TERCERA ETAPA DEL TEST DE PROPORCIONALIDAD. EXAMEN DE LA NECESIDAD DE
LA MEDIDA LEGISLATIVA. Para que resulten constitucionales las intervenciones que se realicen
a algún derecho fundamental, éstas deben superar un test de proporcionalidad en sentido amplio.
Lo anterior implica que la medida legislativa debe perseguir una finalidad constitucionalmente
válida, lograr en algún grado la consecución de su fin y no limitar de manera innecesaria y
desproporcionada el derecho fundamental en cuestión. Así, una vez que se ha constatado un fin
válido constitucionalmente y la idoneidad de la ley, corresponde analizar si la misma es necesaria
o si, por el contrario, existen medidas alternativas que también sean idóneas pero que afecten en
menor grado el derecho fundamental. De esta manera, el examen de necesidad implica
corroborar, en primer lugar, si existen otros medios igualmente idóneos para lograr los fines que se
persiguen y, en segundo lugar, determinar si estas alternativas intervienen con menor intensidad el
derecho fundamental afectado. Lo anterior supone hacer un catálogo de medidas alternativas y
determinar el grado de idoneidad de éstas, es decir, evaluar su nivel de eficacia, rapidez,
probabilidad o afectación material de su objeto. De esta manera, la búsqueda de medios
alternativos podría ser interminable y requerir al juez constitucional imaginarse y analizar todas las
alternativas posibles. No obstante, dicho escrutinio puede acotarse ponderando aquellas medidas
que el legislador consideró adecuadas para situaciones similares, o bien las alternativas que en el
derecho comparado se han diseñado para regular el mismo fenómeno. Así, de encontrarse alguna
medida alternativa que sea igualmente idónea para proteger el fin constitucional y que a su vez
intervenga con menor intensidad al derecho, deberá concluirse que la medida elegida por el
legislador es inconstitucional. En caso contrario, deberá pasarse a la cuarta y última etapa del
escrutinio: la proporcionalidad en sentido estricto.
Registro digital: 2013154. Instancia: Primera Sala. Décima Época. Materias(s): Constitucional.
Tesis: 1a. CCLXX/2016 (10a.). Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 36,
Noviembre de 2016, Tomo II, página 914. Tipo: Aislada.

84
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

152.Lo anterior, se corrobora con la simple lectura del


artículo pues del mismo se advierte que, contrario a lo que consideró
el recurrente, no impone exclusiva y tajantemente una carga a la
víctima, sino que prescribe la obligación que tiene el juez de fijar la
reparación del daño con base en las pruebas que se allegaron al juicio
por lo que dependerá de la víctima la decisión de aportarlas o no,
según convenga a su interés.

153.En ese contexto, está claro que fue correcta la apreciación del tribunal
colegiado respecto a que, la prevención contenida en dicho precepto
se refiere a la regla general sobre la distribución de la carga
probatoria, misma que se complementa con el resto de las
disposiciones que constituyen el sistema sobre el régimen probatorio y
el derecho de contradicción que al efecto asiste a las partes.

IV.(iii). Artículo 47 del Código Penal para la Ciudad de México.

154.Finalmente, por cuanto hace al diverso artículo 47 impugnado, es


menester señalar que su contenido tampoco es contrario a las
directrices constitucionales que rigen la reparación del daño, tal como
lo consideró el tribunal colegiado de origen, al retomar las
consideraciones sostenidas por esta Primera Sala en los amparos
directos en revisión 3166/201554 y 24/201855.

155. En tales ocasiones se determinó –en lo que interesa– que con la


remisión expresa a la Ley Federal del Trabajo, se aprecia que el
legislador penal fijó un parámetro mínimo para calcular la

54
Resuelto por la Primera Sala en sesión de dieciocho de mayo de dos mil dieciséis mayoría de 4
votos (en contra del Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea).
55
Resuelto por la Primera Sala en sesión de dieciocho de abril de dos mil dieciocho por mayoría
de 4 votos (en contra del Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea).

85
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

indemnización que debe pagarse a los beneficiarios o


derechohabientes de la víctima, sin menoscabo de que el juzgador
pueda apreciar si dicho resarcimiento legal es suficiente o no para
cubrir los daños realmente sufridos, con base en las pruebas que
pudieran constar en autos.

156.Que cuando el referido artículo establece de manera especial que


tratándose de delitos que afecten la vida (o la integridad corporal,
como en el caso), el monto de la reparación del daño no podrá ser
menor del que resulte de aplicarse las disposiciones relativas de la
Ley Federal del Trabajo, señala de manera imperativa que el juzgador
en este tipo de delitos debe condenar a la reparación del daño
simplemente con tener por acreditada la comisión del delito, aplicando
como parámetro mínimo los salarios establecidos en la ley laboral
mencionada.56

157.Entonces, se concluyó que, dicho parámetro mínimo fue fijado, con el


fin de reparar las consecuencias que las infracciones produjeron, por
ello se establecía ese monto como pago de una indemnización como
compensación por los daños ocasionados; sin que el legislador
estableciera un monto máximo como concepto de indemnización
derivado de la pérdida de la vida de una persona, porque ese monto
era susceptible de variar atendiendo a los medios de prueba que
obraran en la causa penal y demostraran que debía imponerse
una cantidad mayor.

158.Al respecto, no se soslaya que, en su demanda de amparo, el


recurrente argumenta esencialmente que esta Suprema Corte ha
56
Lo cual se dijo era acorde al criterio establecido por la otrora integración de la Primera Sala al
resolver la contradicción de tesis 102/2000, de la cual derivó la jurisprudencia 1a./J.88/2001, de
rubro: “REPARACIÓN DEL DAÑO EN EL DELITO DE HOMICIDIO. PARA QUE SE CONDENE A
ELLA BASTA QUE EL JUZGADOR TENGA POR ACREDITADA LA COMISIÓN DEL ILÍCITO
(LEGISLACIÓN DEL DISTRITO FEDERAL).”

86
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

resuelto que el derecho a la reparación, para que


sea integral, suficiente y justa, no es compatible con
la existencia de topes, tarifas o montos máximos que impidan que la
cuantificación, en el caso de una indemnización atienda a las
características específicas de cada caso.

159.No obstante, también ha sido criterio de esta Sala57 que los artículos
de esa naturaleza pueden estimarse constitucionales siempre y
cuando se interpreten de conformidad con la Constitución Federal.
Esto es, que el establecimiento de ese mínimo al que hace referencia
el artículo 47, examinado será válido sólo cuando el juzgador se
encuentre imposibilitado para calcular, conforme a otros parámetros,
la reparación integral del daño pues en ese caso, no podrá
considerarse como un tope o quantum establecido normativamente.

160.Lo anterior, además, es consistente con lo sostenido en torno a la


constitucionalidad del diverso artículo 42, del Código Penal para el
Distrito Federal, en donde se determinó que la necesidad de aportar
pruebas para la cuantificación del daño obedece no sólo a la
obligación que tiene el Estado de respetar y garantizar el derecho a
una reparación integral del daño, sino también a la obligación de
fundar todas las sentencias condenatorias sobre bases sólidas que
eviten la inseguridad jurídica o arbitrio judicial injustificado.

161.En las relatadas circunstancias esta Primera Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación sostiene la constitucionalidad de los
artículos 42, 43 y 47, todos del Código Penal para el Distrito Federal,
hoy Ciudad de México; así lo procedente es que, en la materia de la
revisión, se confirme la sentencia recurrida.
57
Amparo directo en revisión 798/2018 fallado por la Primera Sala en sesión de 17 de octubre de
2018 por unanimidad de 5 votos.

87
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

162.Por tanto, esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación,

R E S U E L V E:

PRIMERO. En la materia de la revisión, se confirma la sentencia


recurrida.

SEGUNDO. La Justicia de la Unión ampara y protege a **********,


contra la sentencia de veintidós de febrero de dos mil diecinueve,
dictada por la Novena Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de
la Ciudad de México, en el toca penal **********, para los efectos
precisados en la sentencia recurrida.

Notifíquese; con testimonio de esta resolución, vuelvan los autos al


Tribunal Colegiado de origen y, en su oportunidad archívese el
expediente como asunto concluido.

Así lo resolvió, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación, por unanimidad de cuatro votos de las Señoras y los
Señores Ministros: Norma Lucía Piña Hernández, Juan Luis González
Alcántara Carrancá quien se reserva su derecho a formular voto
concurrente, Jorge Mario Pardo Rebolledo (Ponente), y Presidenta
Ana Margarita Ríos Farjat. Ausente el Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena.

Firman la Ministra Presidenta de la Primera Sala y el Ministro


Ponente con el Secretario de Acuerdos que autoriza y da fe.

88
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1615/2020

PRESIDENTA DE LA PRIMERA SALA

MINISTRA ANA MARGARITA RÍOS FARJAT

PONENTE

MINISTRO JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO

SECRETARIO DE ACUERDOS DE LA PRIMERA SALA

MTRO. RAÚL MENDIOLA PIZAÑA

En términos de lo previsto en los artículos 113 y 116 de la Ley General de Transparencia y Acceso
a la Información Pública; 110 y 113 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información
Pública; y el Acuerdo General 11/2017, del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
publicado el dieciocho de septiembre de dos mil diecisiete en el Diario Oficial de la Federación, en
esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como reservada o
confidencial que se encuentra en esos supuestos normativos.

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