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RIPS.

Revista de Investigaciones Políticas y


Sociológicas
ISSN: 1577-239X
[email protected]
Universidade de Santiago de Compostela
España

Alonso Suárez, Lorena


Reseña "La necesaria innovación en las instituciones administrativas: organización, procedimiento,
función pública, contratos administrativos y regulación" de Rivero Ortega, Ricardo
RIPS. Revista de Investigaciones Políticas y Sociológicas, vol. 12, núm. 3, 2013, pp. 165-168
Universidade de Santiago de Compostela
Santiago de Compostela, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=38029548009

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RIPS, ISSN 1577-239X. ❚❙❘ Vol. 12, núm. 3, 2013, 165-172

Rivero Ortega, Ricardo


La necesaria innovación en las instituciones
administrativas: organización, procedimiento, función
pública, contratos administrativos y regulación
MADRID, INSTITUTO NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA, 2012

E
l presente libro, publicado por el Instituto Nacional de Administración Pública
(INAP), es el resultado de un extraordinario y riguroso trabajo de investigación
llevado a cabo por Ricardo Rivero Ortega, catedrático y decano de la facultad de
Derecho de la Universidad de Salamanca.
Esta obra es una continuación de numerosos libros y artículos ya publicados con
anterioridad por el autor en materias de Derecho Público, estudiando en profundidad
los problemas existentes y las necesarias innovaciones, cambios y reformas que son
precisas llevar a cabo en la Administración Española.
A lo largo del libro, Ricardo Rivero expone, argumenta y propone lo necesa-
rio para innovar las instituciones administrativas fundamentales: la organización
administrativa, los procedimientos administrativos, la función pública, los contratos
administrativos y las estrategias regulatorias. De este modo, estructura el libro en una
breve introducción, cinco capítulos y una conclusión general, dónde trata en profun-
didad la evolución en el tiempo de estas instituciones, dedicando un capítulo a cada
una de éstas, explica las reformas que se produjeron en los últimos años y sugiere
las medidas que considera oportunas y esenciales para reforzar nuestro modelo de
Administración, el cual ya fue cuestionado antes de la crisis y ahora su conversión o
mudanza es indispensable.
Ricardo Rivero comienza el libro con una introducción en donde explica como
España siempre ha presentado un notable grado de desarrollo de su derecho admi-
nistrativo, siendo alguna de nuestras leyes tomadas como ejemplo en una perspectiva
comparada, tanto en los años cincuenta (Ley de Procedimiento Administrativo o la
Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa) como en el pasado más reciente
con normas como el Estatuto Básico del Empleado Público o la Ley de Acceso Elec-
trónico de los Ciudadanos a los Servicios Públicos, por ejemplo.
A pesar de ello, la visión internacional sobre nuestro país está caracterizada por:
clientelismo, patronazgo político y exceso de legalismo.
Como bien apunta el autor la situación a finales de 2012 es dramática: “desme-
suradas cifras de desempleo, un colosal nivel de déficit del sector público, números
rojos en la seguridad social, subidas de impuestos, situación crítica de las haciendas
de varias de nuestras Comunidades Autónomas y miles de Ayuntamientos, congela-
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ción de la oferta de empleo público y una creciente percepción social negativa frente
a la política, los niveles de corrupción y el rendimiento de las instituciones”. (Rivero,
2012, p.13)
A vistas de la situación y el panorama que se presenta ante nosotros, Rivero
Ortega, propone una nueva Administración y un nuevo Derecho Administrativo. La
austeridad no es suficiente si no se combina de forma imprescindible la innovación
y la eficiencia creativa con cambios reales y significativos en las estrategias y meto-
dologías.
En el primer capítulo, se profundiza en la importancia de la organización admi-
nistrativa y la conexión que existe entre los derechos reconocidos a los ciudadanos y
sus libertades y el diseño organizado de los poderes del Estado. El autor aboga por la
intervención normativa básica para así lograr una administración inteligente, eficaz
y competitiva y poder erradicar la multiplicación de estructuras, como refleja la Ley
de Parkinson, ya que muchas organizaciones terminan solapándose en sus funciones
generando ineficiencias. El replanteamiento de las estructuras no debe quedarse en lo
meramente cuantitativo, mediante la reducción de su número, si no que debe tener en
cuenta los aspectos cualitativos, donde se analice el rendimiento de las entidades que
integran la organización y la aportación real que ofrecen, aprovechando las estructu-
ras existentes o permitiendo su supresión en el caso de encontrar estructuras alter-
nativas que generen una mayor eficiencia con un menor gasto y con mayor poder de
adaptación a la realidad social y tecnológica cambiante.
Ricardo Rivero propone una Ley de Armonización que articule las relaciones
interadministrativas y garantice una eliminación de la duplicidad de servicios, favo-
reciendo a una colaboración y cooperación de entes públicos entre distintos niveles.
En el segundo capítulo trata del procedimiento administrativo, donde nuestro
país fue pionero en la construcción del Estado Moderno, ya que en España se dise-
ñaron las primeras normas sobre la tramitación burocrática, pero en la actualidad,
comparándonos con países como Alemania o Italia, en lo referente a este tema es
necesaria una actualización y puesta a punto. Considera dos claros fracasos en el pro-
cedimiento administrativo: los abusos de la exigencia documental y la persistencia
del silencio administrativo.
Además reconoce y expone las múltiples medidas de simplificación procedi-
mental que se han sucedido en todos los niveles, en aras de lograr la reducción sig-
nificativa de las cargas administrativas y la agilización de los procedimientos. Hace
hincapié en la gran importancia de la simplificación y reducción de trámites a nivel
administrativo local. En este sentido, apunta hacia la sustitución de procedimientos
autorizatorios y licencias, por comunicaciones y declaraciones responsables, pero tra-
tando de regular de forma más acertada y rigurosa aspectos tales como las exigen-
cias documentales, eficacia territorial o la validez temporal, ya que alguna de estas
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cuestiones afectan significativamente a la descarga burocrática. Por lo tanto, en lo


referente a esta sección, se apoya la disposición de una nueva Ley de Procedimiento
Administrativo que se diseñe “acorde a las exigencias de la sociedad de la informa-
ción y el conocimiento”. (Rivero, 2012, p.84)
El capítulo III, trata todo lo referente a la función pública, en el cual el autor
admite que aunque el Estatuto Básico del Empleado Público, aprobado por la Ley
7/2007 de 12 de abril, ha contribuido a despolitizar estos procesos de selección del
perfil del empleado público, aún es latente el exceso de contratación “por la puerta de
atrás”. Por ello se pone de manifiesto la necesidad de reforzar los principios de mérito
y capacidad, incentivando a que los empleados públicos se involucren en el cambio.
Ricardo Rivero lo deja claro en la siguiente frase: “Los riesgos de convertir la función
directiva en la coartada perfecta para hipertrofiar el sistema de confianza política, con
todos sus excesos, son claros”. (Rivero, 2012, p.89)
Para prevenir esta sugestión propone una evaluación por separado del desem-
peño y el rendimiento garantizando el reconocimiento de su esfuerzo. Desgracia-
damente el escenario de crisis no es el más apropiado, debido a que los planes de
racionalización y control de gasto llevados a cabo por las Comunidades Autónomas
(congelación de oferta de empleo público o aumento del horario laboral, entre otras
medidas) están estrechamente relacionados con el régimen de los empleados públi-
cos. Sin embargo para el autor, esto no impide la reformulación de los regímenes retri-
butivos de los empleados públicos, mediante la promoción de las mejores actitudes
profesionales y eliminando los complementos que son automáticos y no motivadores.
Llegados al penúltimo capítulo, el autor se centra en otra de las instituciones
administrativas esenciales, los contratos administrativos. Éstos son clave desde el
punto de vista económico, ya que debido a su necesaria adaptación a las nuevas exi-
gencias económicas, ha existido a lo largo de los años una gran variabilidad de la
Ley de Contratos, pero con escasas ganancias reales de eficiencia. Se propone, en lo
relativo a este aspecto, las centrales de compras para facilitar la mayor eficiencia de los
controles públicos, además de otras alternativas para adquirir conjuntamente o desa-
rrollar estrategias de compras asociadas como son las conocidas mancomunidades,
consorcios y sociedades mixtas, las cuales no son fórmulas muy recomendadas por
parte del autor. En su lugar, propone los convenios de colaboración conjunta, debido
a su naturaleza interadministrativa. Además la mayor ventaja comparativa de estos
convenios es su bajo o casi nulo coste. Asimismo, la contratación pública electrónica
también es relevante para aumentar la eficiencia en las adquisiciones de la Adminis-
tración. Todo esto debe ir acompañado de una modificación de actitudes y estrategias
de todos los protagonistas de la contratación para favorecer el cambio (incluyendo las
propias empresas que ofrecen los bienes y servicios).
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En concreto, nuestra doctrina siempre ha sido bastante reticente al empleo del


contrato público-privado y la técnica por la que más se ha optado ha sido la conce-
sión. La nueva realidad de las Administraciones Públicas complica la utilización de
esta técnica concesional.
En este capítulo IV se concluye que aunque se han producido numerosas nove-
dades en el régimen de contratación administrativa, no sólo no termina de cum-
plirse la normativa europea, sino que tampoco ha mejorado la eficiencia o la racio-
nalidad en las adquisiciones, ni se ha conseguido la prevención de la corrupción
y conflictos de intereses. Por consiguiente, en esta obra se propone la Reforma del
Texto Refundido de la Ley de Contratos del Sector Público, pero para que se lleve
a cabo una reforma más amplia, debe esperarse a que la reforma de la directiva del
2004 madure más.
Así las cosas, la obra finaliza su análisis con su capítulo V planteando nuevas
estrategias regulatorias que mejoren la regulación y las técnicas de intervención
administrativa, donde exista una verdadera independencia de los entes reguladores.
Lo principal es darle importancia a la idea de la buena administración, no como deber
si no como derecho, implicando con ello obligaciones de transparencia, motivación,
responsabilidad y ejemplaridad (con técnicas como el Benchmarking o el Nudge).
Ricardo Rivero concluye el capítulo realizando un llamamiento hacia la eficiencia
radical, apostando por la consecución de más con menos costes, sin rebajar la calidad
de las prestaciones donde la innovación ocupe un papel fundamental.
El libro finaliza con una conclusión general de todo lo estudiado y con una afir-
mación ante la pregunta de si necesitamos una nueva ley reguladora de las institucio-
nes analizadas y un nuevo replanteamiento de las estrategias reguladoras, teniendo
en cuenta la comparativa con otros países.
El autor termina reconociendo, que a finales de 2012, cuando escribe este libro,
ya se están aplicando algunas de esas medidas propuestas pero “aún queda mucho
por hacer”. (Rivero,2012, p.144)
Se trata de un libro de gran interés para cualquier lector exigente e interesado en
la innovación de la Administración Española, desde un punto de vista jurídico, eco-
nómico o de gestión. Cuenta con una línea argumentativa sólida, alentando a seguir
avanzando por el camino de la construcción de una Administración inteligente, inno-
vadora, transparente y responsable. Una Administración Pública que logre “hacer de
la necesidad virtud”. (Rivero, 2012, p.28)

Lorena Alonso Suárez


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España

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