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Espero que esta guía, el Blog Numismático, la lista de correo que recibirás cada
domingo, el canal de Youtube o la difusión numismática que realizo en las redes
sociales (Facebook, Twitter, Instagram y TikTok) te resulten útiles. De ser así, te pido
que consideres hacerte mecenas del Blog Numismático. Desde cinco euros al mes y
accederás a contenido extra así como a una comunidad muy sana de coleccionistas.
Pero, sobre todo, apoyarás al Blog Numismático y harás posible este trabajo. Al final
de este documento daré más detalles.
4 Adolfo Ruiz Calleja - Agosto de 2020
No.
Una de las grandes ventajas de nuestra afición es que se adapta a todos los
bolsillos. De casi todas las épocas hay monedas que cuestan cientos de miles de
euros a la vez que hay monedas que cuestan menos de 10 euros. No hay ninguna
errata: hay monedas romanas, medievales o de los Austrias que cuestan menos de
10 euros. Obviamente no serán monedas acuñadas en metales nobles ni estarán muy
bien conservadas, pero podrás tener en tus manos un pedazo de historia que puedes
disfrutar, conservar y estudiar.
Como muestra de lo que digo, he ilustrado este documento con imágenes de
monedas que recomendaría a un coleccionista medio. Son monedas bonitas de todas
las épocas y asequibles para un trabajador de clase media.
Debes tener en cuenta que a los precios de remates de subasta se debe sumar un
18% más los gastos de envío para saber lo que pagó el coleccionista final por ello.
Por ejemplo, el antoniniano de Gordiano III que se muestra en la Figura 2 se remató
en una subasta pública por 25 euros (julio de 2022); por tanto, el comprador pagó
29,5 euros más portes por él. Ya ves que una moneda bonita del siglo III no tiene
por qué ser cara.
25 preguntas frecuentes al iniciarse en la numismática 5
Sobre esta cuestión tengo dos noticias que darte. La primera es buena: tasar monedas
es más fácil que tasar otro tipo de objetos históricos porque casi siempre se pueden
encontrar monedas semejantes que nos sirvan como referencia. La segunda es mala:
tasar monedas es complicado para alguien que comienza. La razón es que el precio
de una moneda depende en gran medida de su grado de conservación (hablaremos
de ello posteriormente). Por eso, se puede ver una moneda que vale 100 euros y otra
que vale 1.000 sin que la diferencia sea obvia para un ojo no experto.
Aquí presenté un tutorial sobre cómo tasar gratuitamente una moneda. Otra buena
opción para tasar monedas españolas es utilizar el buscador del historial de remates
de Áureo & Calicó, de uso público y gratuito.
En el caso de que hayas heredado una colección y quieras saber su valor aprox-
imado, muchas veces es más sencillo utilizar el sentido común y entender que su
precio actual será proporcional al precio que se pagó en su día. Si tu abuelo en vez
de tomar un café guardaba esa moneda y la metía en un álbum, lo normal es que esa
moneda ahora no valga nada (es el caso más común); si tu abuelo apartaba todos los
meses un dinerillo y compraba una moneda que costase lo que en su día costaban
unos pantalones, lo normal es que cada una de esas monedas pueda valer hoy lo que
valen unos pantalones; y si tu abuelo ahorraba duramente e invertía en una moneda
los ahorros de todo un año, entonces lo normal es que esa moneda hoy valga varios
miles de euros. Lo que no es razonable pensar es que tu abuelo se quedaba sin tomar
un café, guardaba esa moneda y ahora vaya a valer varios miles de euros.
Si después de hacer el esfuerzo de tasar tus monedas crees que tienes algunas que
puedan tener un valor importante y quieres saber mi opinión o que te asesore sobre
cómo proceder, puedes escribirme un correo electrónico.
6 Adolfo Ruiz Calleja - Agosto de 2020
Me resulta curioso que esta sea una de las preguntas que más me hacen quienes
se inician en la numismática. Es tanto como si se pregunta a un aficionado al cine
si es preferible ver películas de terror o de humor: todo dependerá de tus gustos
personales.
A la hora de seleccionar una serie para coleccionar, yo tendría en cuenta cuatro
factores por este orden:
1. Tus intereses históricos y estéticos.
2. El tiempo que puedas dedicar.
3. El dinero que puedas gastar.
4. El factor social.
Para mí lo más importante son tus intereses históricos y estéticos. Si te gusta
mucho la historia de Roma, es razonable que comiences una colección de moneda
romana. Si te llama mucho la atención la historia de Polonia, es razonable que te
hagas con monedas o billetes polacos. Si te priva el arte gótico, quizá puedas pensar
en una colección de moneda bajomedieval europea.
Por si te encuentras en esta tesitura, he buscado la variedad de monedas a la hora
de ilustrar el presente documento. Viendo estas imágenes y leyendo sus descripciones
tendrás una primera impresión de qué monedas te llaman más la atención y cuáles
no te atraen tanto. También puedes hacerte con un lote barato y variado, de este
estilo, para tocar monedas de diferentes épocas. De esa forma estoy seguro de que
rápidamente detectarás qué monedas son las que quieres coleccionar. ¡Se suele sentir
un vuelco en el corazón al tener una en la mano!
Fig. 4 Señorío de Montpellier. Diner melgorès acuñado en Narbona. Rematada en Áureo & Calicó.
Una vez determinado el periodo y el área geográfica, quizá lo mejor sea centrarse
en una serie sencilla que se acomode a tu bolsillo y al tiempo que puedas dedicarla.
25 preguntas frecuentes al iniciarse en la numismática 7
Salvo en periodos muy concretos (v.gr. los visigodos, pues acuñaron casi exclusiva-
mente tremises de oro como el de la Figura 32) va a haber series que se adapten a
los bolsillos de un trabajador español de clase media. Para inciarte te recomiendo
adquirir series populares que resultan sencillas y, por lo general, no muy caras (v.gr.
dos ejemplos típicos son los duros de plata, como los de las Figura 24 y 41 o denarios
imperiales, como el de la Figura 2). ¡Estoy seguro de que disfrutarás mucho esas
monedas!
Tras cierto tiempo coleccionando estas series es probable que la colección derive
a algo más personalizado. En vez de una "serie tipo" la colección puede mostrar algo
que le interese al "autor de la colección". Por ejemplo, una colección de moneda
española del siglo XIX puede ser el germen de una colección que describa las
revoluciones liberales, incluyendo monedas francesas, italianas, latinoamericanas...
Puede incluso que algunos coleccionistas se animen a profundizar en series muy
poco estudiadas para las que apenas existen bibliografía (v.gr. fichas de pago privado
en las haciendas puertorriqueñas). De esa forma su coleccionismo deriva en una
investigación numismática que seguramente no le requiera mucho dinero pero sí
mucho tiempo. Ese tipo de colecciones personalizadas me resultan muy interesantes
pero al principio resulta más sencillo seguir una "serie preconfigurada".
Fig. 5 Provincias Unidas del Río de la Plata. 8 reales 1815, Potosí. Rematada por $220 en Numis-
mática Río de la Plata.
Por otro lado, las monedas son más sencillas de ser falsificadas porque no in-
cluyen los sistemas de seguridad que incluyen los billetes. Ahora bien, los billetes
suelen ser más propensos a ser restaurados que las monedas y esas restauraciones
(lavados, reconstrucciones, planchados) son bastante complicados de detectar. Otra
10 Adolfo Ruiz Calleja - Agosto de 2020
diferencia clara a la hora de coleccionar es que los billetes tienen una numeración.
Esta numeración permite coleccionar números bonitos o bajos y facilita la tarea de
seguir los ejemplares que van saliendo al mercado.
Los aspectos históricos también marcan una clara diferencia. Mientras que las
monedas llevan con nosotros 2600 años, los billetes se produjeron a gran escala
desde hace solo 200. Es más, al haberse fabricado monedas a gran escala desde la
antigüedad y al ser objetos que perduran, cualquier persona de clase media puede
coleccionar monedas desde los griegos hasta la actualidad; sin embargo, quien
quiera hacerse con billetes anteriores al siglo XX tendrá que desembolsar cantidades
importantes. Esta carencia histórica se suple en parte gracias a que los billetes muchas
veces representan motivos históricos. En cambio son rarísimas las representaciones
de motivos pretéritos entre las monedas anteriores al siglo XX.
El mercado notafílico es mucho más reducido que el mercado numismático, si
bien los notafílicos tienen sus propias convenciones donde está prohibido vender
monedas. El que sea un mercado tan pequeño hace que muchos de los coleccionistas
se acaben conociendo y también que sea un mercado mucho más sencillo de manip-
ular que otros mercados más grandes. Otro tema es que muchos de los coleccionistas
de billetes se internacionalizan por motivos estéticos. Conozco coleccionistas es-
pañoles de billetes que se centran en las colonias francesas simplemente porque les
gusta su estética. Esto no suele darse entre los coleccionistas de monedas.
Fig. 8 Fernando VI. Medio escudo de Madrid, 1756. Vendida por Monedalia.
Hay un dicho: "compra el libro antes que la moneda". Yo creo que hoy habría que
reforumarlo a "estudia las monedas antes de comprarlas". La diferencia está en que
antes la mejor forma de adquirir información numismática (y en muchos casos, la
única) era a través de libros; hoy gracias a la Web tenemos mucha información
disponible en otros formatos.
Yo recomendaría adquirir un libro que dé una visión general de las acuñaciones
de una época, para luego buscar información más específica sobre temas concretos.
Esta información específica puede encontrarse en otros libros, pero también artículos
académicos, revistas, literatura gris (v.gr. blogs o comentarios en foros y redes
sociales), ponencias, bases de datos... En el Blog Numismático hago un gran esfuerzo
por citar todas mis fuentes, por lo que cualquier lector encontrará miles de referencias
interesantes en las entradas que ya están publicadas.
Fig. 9 "Numismática Española. Catálogo de todas las monedas emitidas desde los Reyes Católicos
hasta Felipe VI. 1497 a 2020".
descargar gratuitamente. Los libros y revistas que encuentro interesantes los enlazo
en el Blog Numismático.
El problema es que esos libros gratuitos están dispersos en la Web y muchas veces
no son fáciles de encontrar. Por eso he creado una biblioteca numismática, que es un
buscador temático de libros numismáticos que pueden descargarse gratuitamente.
He lanzado la biblioteca en agosto de 2022 con 190 recursos gratuitos, en su inmensa
mayoría en castellano. Es uno de los servicios que se ofrecen a los mecenas del Blog
Numismático, como agradecimiento por el apoyo a mi trabajo.
Un último apunte es que el lector debe ser muy crítico cuando lea publicaciones
numismáticas. Hay autores a quienes su ilusión por realizar grandes hallazgos les
hace imaginar más de la cuenta a la hora de sacar conclusiones. Otros muchos no
son lo suficientemente rigurosos en la metodología seguida (pocos libros, catálogos
o artículos numismáticos tienen una sección metodológica), lo que les hace reportar
datos erróneos. Este es un problema conocido y que hace que algunos errores se
hayan propagado durante más de un siglo.
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Fig. 11 Reino Unido. 1 onza de plata "Britannia" 2020. Vendida en Andorrano Joyería.
25 preguntas frecuentes al iniciarse en la numismática 15
Fig. 14 Prusia, Guillermo I. 1 thaler de Berlín, 1861. Encapsulada por PGCS. Rematada en Tauler
& Fau.
parte de algunos coleccionistas y comerciantes a la vez que otros las defienden. Entre
los coleccionistas notafílicos, el uso de los certificados está mucho más extendido.
Mi opinión personal es que estos servicios tienen sentido para los billetes y las
monedas de acuñados industrialmente (del siglo XVIII en adelante, si se quiere
poner una fecha concreta). No creo que tenga sentido determinar en un número el
grado de conservación de una moneda acuñada a martillo, puesto que hay muchos
criterios distintos para determinarlo. Más aún cuando estas empresas no garantizan
la autenticidad de las monedas de la Edad Antigua que encapsulan.
Fig. 15 500 pesetas de 1931, Juan Sebastián de Elcano. Encapsulado por PMG. Rematada en Soler
& Llach.
25 preguntas frecuentes al iniciarse en la numismática 19
Fig. 16 Medalla de plata acuñada en Cádiz para conmemorar el matrimonio de Fernando VII y
María Isabel de Braganza, 1816. Rematada en Daniel Frank Sedwick Inc.
20 Adolfo Ruiz Calleja - Agosto de 2020
Las monedas bullion son las que valen exclusivamente su precio como metal, ya sea
oro o plata. Se podría decir que se compran y se venden como si fuesen lingotes.
Por lo general estas monedas van más dirigidas a inversores en metales preciosos
que a coleccionistas numismáticos. Muchas de las monedas de oro emitidas en los
siglos XIX (v.gr. 20 francos franceses, soberanos británicos...) y XX (v.gr. 100 soles
de Perú, 100 coronas austriacas, krugerrands sudafricanos...) se compran y venden
como bullion. A día de hoy hay muchos países emisores de monedas bullion en
oro y plata, como Australia, China, Canadá, Sudáfrica, México... Son monedas que
al coleccionista o inversor le cuestan levemente más que su valor intrínseco como
metal.
Técnicamente, una moneda Flor De Cuño (FDC) es la primera moneda que se forja
con una pareja de cuños. Al estrenar los cuños se supone que la acuñación de esa
moneda es perfecta. En cuanto a las monedas PROOF, son acuñaciones especiales
en las que se labra la imagen en mate y el fondo en espejo, quedando una moneda
realmente bonita.
Actualmente hay muchas cecas que emiten monedas en FDC y en PROOF. Para las
monedas en FDC lo que hacen es usar cuños nuevos que limpian cada cierto número
de monedas acuñadas, de forma que se garantiza una alta calidad en la acuñación.
Las monedas con acabado PROOF requieren otro tipo de tratamientos que las hace
ser más caras. También hay casas de moneda que emiten una misma moneda serie de
monedas en versión sin circular y en versión PROOF, siendo siempre sensiblemente
más caras las versiones PROOF. Por ejemplo, la FNMT hace una emisión PROOF
con la serie de euros de cada año (Figura 20) con un coste superior a la emisión de
las monedas sin circular (Figura 31).
En monedas históricas hay muy pocos ejemplares que se denominen PROOF (solo
me vienen a la cabeza algunos duros del siglo XIX) y éstos se venden realmente
caros. Los comerciantes suelen denominar FDC a monedas históricas que, además de
no presentar ningún desgaste visible, tengan una calidad de acuñación extraordinaria.
De nuevo, ejemplares así son muy escasos y no son precisamente baratos.
En esta entrada también comenté estos términos.
25 preguntas frecuentes al iniciarse en la numismática 25
Esta pregunta está íntimamente relacionada con la pregunta anterior. Como norma
general siempre se recomienda comprar monedas de alta calidad aunque se compren
pocas. A un inversor que busque rentabilizar lo que gasta en su colección le diría
que siga esta máxima, pero no a un coleccionista que busque divertirse y aprender.
Yo creo que una colección debe ser, ante todo, divertida. No debería ser un
sufrimiento en el que el coleccionista se reprime durante meses y meses hasta poder
ahorrar lo suficiente como para gastarse 5.000 euros en una moneda extraordinaria.
Quien lo intente lo normal es que deje la afición muy pronto. Justamente porque es
una afición: algo lúdico que debe proporcionar un disfrute y no un sufrimiento.
Esta pregunta siempre genera mucho debate y también está relacionada con la
frecuencia con la que comprar monedas, puesto que la conservación de la mon-
eda influye enormemente en su precio. A un inversor le recomendaría primar, por
encima de cualquier cosa, que las monedas que adquiera tengan un alto grado de
conservación. Pero un coleccionista que busque divertirse debería adquirir piezas
que pueda disfrutar independientemente de que la inversión futura puede que no sea
tan buena.
Un consejo que doy a muchos coleccionistas medios es que intenten adquirir
monedas en MBC+, subiendo a EBC para las monedas más corrientes y bajando a
MBC para las monedas más raras. Para muchos periodos históricos este es un rango
de conservaciones medias que permite forjar colecciones bonitas, que se pueden
estudiar y disfrutar a la vez que su precio es razonable para un español de clase
media. Todas las monedas que ilustran este documento pretenden reflejar esa idea
de ser bonitas, asequibles para un coleccionista medio y muy interesantes para
estudiarlas y disfrutarlas.
Pero, como digo, esto dependerá mucho de la serie que se coleccione. Quien
coleccione monedas del siglo XX o XXI las debería comprar sin circular (salvo
alguna excepción, como las monedas y billetes de la Guerra Civil). Quien adquiera
cobres de los Austrias en muchos casos no podrá pasar de MBC porque apenas hay
ejemplares en calidades superiores.
Lo que no recomiendo a nadie es que compre monedas que hayan sufrido daños
agresivos: limpiezas agresivas, cizallas, engarces, agujeros... En mi opinión, hay que
evitar estas monedas a toda costa.
28 Adolfo Ruiz Calleja - Agosto de 2020
Relacionado con esto os aviso de que son muchos los coleccionistas nóveles que
se acercan a un comerciante de moneda histórica diciendo que ellos "solo buscan
ejemplares sin circular". Esta es la forma más rápida de indicar al comerciante que
este coleccionista no sabe lo que está diciendo. No se pueden pedir peras a un olmo:
en muchas series no han llegado a nuestros días ejemplares sin circular. No se puede
exigir el mismo nivel de detalle a un real de los Reyes Católicos (Figura 23) que a
unas 5 pesetas de 1870 (Figura 24). Simplemente es imposible, como pacientemente
explican esos comerciantes a tantos nóveles coleccionistas que leyeron eso de que
siempre hay que buscar monedas sin circular y lo aplican a todos los casos.
Esta pregunta podría generar discrepancias hace unos años, pero yo creo que ahora
todos los coleccionistas están de acuerdo en que, ante la duda, es preferible la
conservación. El mercado así lo demuestra.
Puedo considerar dos casos en los que se buscará las monedas raras aunque sean
en baja calidad. El primero de ellos es si el coleccionista es un "completista", esto
es, quiere acabar una serie concreta. Si dentro de esa serie hay alguna moneda de
muy rara, muchas veces el coleccionista adquirirá un ejemplar de baja calidad para
poder "rellenar el hueco". Cada vez hay menos completistas, así que esta práctica no
es tan común como hace unos años. Pero todavía se da mucho, especialmente en las
monedas de peseta o en las de Isabel II. Personalmente yo no lo recomiendo.
Antes de nada, estaría bien tener presente la clasificación de monedas falsas que
propuse aquí.
• Falsificaciones de época: Son monedas falsas que se hicieron en el momento en
el que las auténticas estaban en circulación (e.g. duros sevillanos o los famosos
errores de los años 80).
• Obras de falsarios famosos: Son falsificaciones de piezas que para el momento de
su reproducción ya tenían un valor histórico; dichas falsificaciones se han hecho
en distintos momentos de la historia . Por algún motivo los falsarios se hicieron
famosos y hoy en día esos ejemplares se consideran objetos con interés histórico
(e.g. las falsificaciones de Carl Wilhem Becker).
• Fantasías: Son medallas emitidas por un particular con un diseño que incluye un
valor facial pero que en nada se parece a una moneda real (v.gr. la peseta de Moguer
o las pruebas de Reginald Huth). También pueden considerarse como tal las
supuestas emisiones de un gobierno no oficial (v.gr. las emisiones presuntamente
autorizadas por el Gobierno de la Segunda República en el exilio).
• Reproducciones de joyería: Son reproducciones de monedas hechas sin la más
mínima intención de engañar a nadie. Difieren en su arte, su tamaño, su metal o
incluyen elementos que permiten diferenciarlas como una reproducción.
• Falsas actuales: Se trata de reproducciones actuales de monedas históricas, hechas
por falsarios actuales con más o menos pericia y que bien podrían utilizarse para
estafar a alguien.
Fig. 26 Imperio Bizantino, Miguel VII. Histamenon de Constantinopla. Rematada en Soler &
Llach.
Fig. 27 Carlos VII pretendiente. 10 céntimos, 1870. Oñate. Vendida por Filatelia-Numismática
Alcaraz.
32 Adolfo Ruiz Calleja - Agosto de 2020
Por si os sirve de ayuda, las opciones que más me gustan son las siguientes:
• Las monedas baratas las guardo en cartones de mylar y metidos dentro de hojas
para cartones, que a su vez coloco en un cartapacio con anillas. Es una solución
muy barata y flexible.
• Las monedas importantes acuñadas a molino, volante o de manera industrial las
guardo en cápsulas. Es una solución elegante que protege las monedas tanto de
daños físicos como de la oxidación ambiental.
• Las monedas importantes acuñadas a martillo las dejo en una bandeja que guardo
en un monetario. Es una solución elegante que permite tocar las monedas.
• Los billetes los guardo en hojas para billetes que coloco en un cartapacio con
anillas. Creo que en el caso de los billetes hay poco margen para la innovación.
El lugar donde se guardan las monedas también juega un papel importante. Hay
que buscar un lugar seco para evitar oxidaciones. Como yo vivo en un clima seco
cualquier habitación me sirve, pero quienes vivan en climas más húmedos quizá
puedan colocar un deshumidificador en el cajón donde guarden las monedas.
34 Adolfo Ruiz Calleja - Agosto de 2020
Fig. 30 Caja de 50 cartones para grapar, ofrecidos por Luz del Faro.
No las limpies.
Si me preguntas esto es porque no sabes limpiar monedas (yo tampoco sé).
Entonces, ¿cómo vas a ponerte a limpiar un bien histórico sin saber? Sería como esa
señora que intentó restaurar un cuadro de Elías García Martínez y acabó pintando el
famoso "Cristo de Borja".
Si quieres aprender a limpiar monedas y a restaurarlas adecuadamente, te deseo
suerte con ello. Yo te aconsejaría comenzar por monedas sin apenas valor numis-
mático para que no te importe si las destrozas. Una vez que aprendas a hacerlo y te
sientas seguro con ello, prueba con monedas con más valor.
Las monedas son una especie de suerte histórica. Es el único objeto que se ha
fabricado en grandes cantidades durante casi 2.600 años. Se han acuñado millones
y millones de monedas y, aunque un porcentaje pequeño ha llegado a nuestros
días, sigue siendo suficientemente grande como para que haya una enorme cantidad
de ellas. Por eso las monedas son tan baratas en comparación con otros objetos
históricos: hay muchísimas.
Por otro lado, el mercado numismático es más ágil que nunca y hay una clara
tendencia de que las ventas sean a través de subastas públicas en vez de tratos
privados. Esto hace que muchas monedas cambien de manos cada poco tiempo y
que esos cambios se hagan a la vista de todos. Por eso da la sensación de haber más
monedas que hace unos años. No es así: hay prácticamente las mismas pero salen
más a la luz.
Si quieres leer un poco más sobre el tema aquí lo comentamos centrándonos en
las monedas raras.
Fig. 32 Sisebuto. Tremis de Eliberri (actual Granada). Rematada en Soler & Llach.
25 preguntas frecuentes al iniciarse en la numismática 37
Fig. 33 Siclo de Cartago Nova (actual Cartagena, Murcia). Rematada en Tauler & Fau.
Aquí dediqué un vídeo donde expliqué los aspectos legales a considerar para
justificar la posesión de una colección de monedas. Es un vídeo accesible a los
mecenas del Blog Numismático. Ya ves que compensa hacerse mecenas.
38 Adolfo Ruiz Calleja - Agosto de 2020
Este es uno de los temas más polémicos y en el que siempre se escudan falazmente
los expoliadores para decir que todos somos culpables de sus fechorías. Es más que
sabido que los delincuentes siempre encuentran algún principio moral, totalmente
aprovechado, para justificar sus actos. Lo malo es que hay quienes les defienden. Mi
opinión al respecto la escribí en 2016. Os la reproduzco a continuación.
El que una moneda salga de un tesoro enterrado no significa que su proceden-
cia sea ilegal. Hay muchos países, como Inglaterra, Estonia o Bulgaria donde las
monedas halladas pueden ser introducidas legalmente en el mercado. De hecho, en
los Balcanes se están encontrando muchísimas monedas y se están haciendo con
ellas los comerciantes de manera totalmente legal. Además, hay muchas monedas
que están saliendo de pecios en América que se extraen legalmente y se introducen
en el mercado. Un ejemplo es el caso del Nuestra Señora de la Luz, donde miles
y miles de onzas se introdujeron legalmente, al contrario que La Mercedes, donde
el Estado Español monopolizó su carga. Caballero nos comentó que adquirió varias
piezas muy potentes provenientes de un pecio. También hay veces que se encuentran
monedas o billetes entre paredes, en muebles antiguos y en otros lugares, de forma
que el dueño del objeto es el dueño de las monedas y puede hacer con ellas lo que
quiera. Ya veis que el hecho de que una moneda sea hallada no significa que su
procedencia sea ilegal.
Pero es más: la legislación no siempre fue la que es. Antes de 1985 en España era
totalmente legal salir al campo con un detector de metales, rastrear un yacimiento
y quedarse las monedas que se encontrasen. De hecho, en algunas ocasiones esas
25 preguntas frecuentes al iniciarse en la numismática 39
monedas acababan vendiéndose a los museos. Es decir, que hay una buena cantidad
de monedas halladas en España que fueron vendidas legalmente en su día y que
sigue siendo legal comerciar con ellas. En total ya vemos que hay una gran cantidad
de casos en los que la procedencia de las monedas es legal. Así que comprar moneda
antigua o medieval no está relacionado con comprar moneda de procedencia ilegal.
Por lo tanto, toda esa argumentación de que somos unos hipócritas se cae.
quien siga las novedades del Blog verá los grupos de Facebook que encuentro más
interesantes. Por lo demás, en Twitter no ha cuajado la comunidad numismática
española, mientras que en Instagram parece que se abre camino una comunidad
incipiente. En cambio, en Youtube estamos asistiendo a una eclosión de canales
numismáticos en castellano, muchos de ellos provenientes de América. Por cierto,
el Blog Numismático también tiene su canal en Youtube.
Todas estas comunidades que cito son comunidades abiertas; es decir, que
cualquiera puede entrar en ellas u observar lo que ahí se comenta sin participar
activamente (esto último es lo que hacen la mayoría de usuarios). El que cualquiera
pueda entrar hace que se mezclen opiniones de calidad muy variable y, sobre todo,
que quienes escriben se coarten a la hora de decir según qué cosas. Esto último es
especialmente cierto para los usuarios más conocidos, que suelen ser los que más
saben. Esto es un sesgo importante que hay que tener en cuenta.
Los mecenas “escudo” del Blog Numismático pueden acceder al “Club Escudo”.
Este club se implementa en un servidor de Discord donde hay varios chats temáticos
y canales para hacer videoconferencias. Ahí hemos creado una comunidad muy
activa donde tenemos mucha confianza entre los miembros. En la intimidad de ese
club se pueden realizar cualquier tipo de preguntas o buscar orientación por mí y
por otros coleccionistas expertos. Además, tenemos una reunión semanal en las que
solemos hablar de temas concretos, diseccionamos subastas o invitamos a autores
para que nos hablen de lo que ellos más saben. Además, pronto comenzaremos
a hacer quedadas presenciales en España. Sinceramente, creo que el valor que se
ofrece es inmenso, más teniendo en cuenta el precio de la suscripción.
42 Adolfo Ruiz Calleja - Agosto de 2020
Os dejo esta guía para comprar monedas que escribí en 2013. También os invito a
echar un vistazo a esta entrada.
No hay que ser ambicioso con las compras. El objetivo debería ser montar una
colección a un precio razonable y disfrutar de la misma; el objetivo no debería ser
ganar dinero con la colección. De hecho, he conocido muy pocos coleccionistas
que hayan ganado dinero con su colección, y todos ellos han sido coleccionistas
muy expertos que han invertido sumas de dinero importantes. Ganar dinero con la
compra-venta tampoco es sencillo. Si alguien quiere ganar dinero, estoy seguro de
que hay maneras mucho más fáciles y rápidas que hacerlo con la numismática.
No hay que intentar pasarse de listo. Creerse más listo que el resto del mundo
es la forma más directa de perder dinero con las compras numismáticas. Nadie,
absolutamente nadie, va a vender una moneda por la mitad o menos de su precio de
mercado. Y si lo hace es porque se trata de una moneda falsa, troquelada,limpiada,
robada o expoliada. Por otro lado, los cholleros que caen en este tipo de timos
no me dan ninguna pena. No te tomes la numismática como una competición.
Por algún extraño motivo los mercadillos están llenos de listos que no hacen más
que competir por quién compró la mejor moneda a un precio más barato, como si
fuesen pescadores hablando de barbos. Suelen ser compras fantasiosas (inventadas
o les colaron una falsa) y suelen ser gente que no disfruta con su colección más
que creyéndose su propia fantasía. Entre ellos, el tonto es quien paga las monedas
a precios de mercado. A esos ni caso, y mucho menos si luego te quieren vender
monedas “a precio de chollo”.
Lo más importante, y lo más difícil, esaprender a valorar las monedas por
uno mismo, así como aprender a identificar monedas falsas. Esto require tiempo;
mucho tiempo. Es necesario tener mucha experiencia y haber visto muchas mon-
44 Adolfo Ruiz Calleja - Agosto de 2020
Fig. 39 Felipe IV. 8 maravedís de Coruña, 1663. Rematada en Áureo & Calicó.
compras no solo estás adquiriendo unas monedas, sino también conocimiento, que
es lo más difícil de adquirir y lo más costoso si no lo tienes.
No te centres en intentar adquirir unas pocas monedas porque las pagarás
muy caras. Hay coleccionistas que buscan esas “tres monedas que les faltan”, por lo
queles arde el deseo de tenerlas y al final pagan el doble de lo que pagarían si fueran
un poquito más pacientes. Lo contrario tampoco es sano: también hay coleccionistas
que quieren comprar monedas “sin prisa” y para ellos eso es sinónimo de comprarlo
a precio de chollazo. Lo normal es que estos últimos no las compren nunca. Lo
que hay que intentar es adquirir piezas que nos gusten a precio de mercado, que
sería el punto intermedio entre ambos extremos. En esta misma línea, no es bueno
obsesionarse con comprar; no pasa nada si estamos una temporada sin aumentar la
colección.
Intenta ser realista a la hora de valorar el dinero que te darán por tu colección
si necesitases venderla. En un 99% de los casos lo que te darán por tu colección será
sensiblemente menos de lo que tú hayas pagado por ella; pero, a diferencia de otras
aficiones, podrás ganar algo tras haber disfrutado de las monedas. Como una primera
aproximación gruesa, si compras monedas de calidades intermedias (digamos entre
50 y 200 euros) a profesionales serios, esos mismos profesionales estarían dispuestos
a pagarte por tus monedas la mitad del dinero por el que te las vendieron. En el caso
de monedas actuales (v.g. euros) o piezas muy baratas (digamos menos de 5 euros por
ejemplar) lo normal es que la colección cueste muchísimo venderla y se acabe dando
por su valor facial o poco más. Ya vimos un ejemplo. En cambio en monedas de alto
precio y de fácil salida (como onzas españolas) es posible encontrar comerciantes
que se conformen con un 20-30% de comisión. Quizá este aspecto sea importante a
la hora de centrarte a coleccionar una serie concreta.
Echa un vistazo a las subastas numismáticas. De las subastas numismáticas
se puede aprender mucho y no hace falta personarse, ni siquiera ser cliente suyo,
para hacerlo. En sus webs hay muchísimo material accesible para todo el mundo.
46 Adolfo Ruiz Calleja - Agosto de 2020
Fig. 41 Fernando VI. 8 reales de Lima, 1769. Rematada en Tauler & Fau.
25 preguntas frecuentes al iniciarse en la numismática 47
Mecenas durillo
(5 euros/mes o 50 euros/año)
• Apoyar la divulgación numismática en el Blog Numismático.
• Acceso al contenido premium.
– Análisis de subastas
– Cursos específicos
– Opinión del mercado numismático
– Conclusiones de viajes o convenciones
• Acceso a la biblioteca de libros gratuitos (actualmente con 190 recursos numis-
máticos).
• Preferencia a la hora de ser entrevistado o publicar tus artículos en el Blog.
• Consultas privadas por mail.
• Soporte gratuito a compras en subastas extranjeras hasta 1.500 euros.
• Quedadas presenciales.
• Opinar e influir sobre el Blog y su desarrollo (una encuesta al año).
Mecenas escudo
(10 euros/mes o 100 euros/año)
• Todos los beneficios de los mecenas durillo.
• Soporte gratuito a compras en subastas extranjeras hasta 3.000 euros.
• Acceso al Club Escudo.
– Chats temáticos
– Quedadas semanales
48 Adolfo Ruiz Calleja - Agosto de 2020
Mecenas doblón
(20 euros/mes o 200 euros/año)
• Todos los beneficios de los mecenas escudo.
• Un vídeo patrocinado al año.
Mecenas onza
(50 euros/mes o 500 euros/año)
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• Dos entradas patrocinadas al año.
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