Módulo 4. - Cond Prev y Comb Incendios
Módulo 4. - Cond Prev y Comb Incendios
Módulo 4. - Cond Prev y Comb Incendios
- Conducción Preventiva y
Combate de Incendios
El airbag
El airbag amortigua el golpe y evita que el conductor y los ocupantes choquen directamente
contra el volante, parabrisas, ventanillas, tablero, etc., y reduce la posibilidad de lesiones
cervicales en caso de accidente.
Se activa cuando un sistema electrónico detecta una desaceleración violenta del vehículo
(como por ejemplo, un golpe o colisión frontal o semifrontal circulando a más de 30 km/h).
Un dispositivo pirotécnico genera una reacción química que produce instantáneamente una
gran cantidad de gas que infla la bolsa antes de que el cuerpo del conductor llegue a golpear
contra el volante. Después del inflado completo, el airbag se desinfla rápidamente para
permitir la libertad de movimiento del conductor tras el impacto. Todo este proceso no dura
más de unas centésimas de segundo.
Además de los airbag frontales, existen airbag laterales, de cortinilla, de piernas, etc. que
protegen a los ocupantes de otros impactos contra el interior del vehículo.
Los fabricantes de motocicletas están incorporando
el airbag como medida de seguridad en alguno de
sus modelos.
Requiere una revisión periódica (según lo indique el
fabricante) de los sensores que detectan la
desaceleración y de los dispositivos pirotécnicos,
pues estos pueden perder sus propiedades. En caso
de activación, debe ser sustituido.
Apoyacabezas
Con el uso adecuado del apoyacabezas, se pueden evitar
o reducir las lesiones que se producen en la zona
cervical de la columna en caso de colisión o alcance por
detrás (latigazo cervical).
Los apoyacabezas no son elementos para la comodidad,
sino para la seguridad, y deben regularse correctamente
(su parte superior debe estar a la altura de la cabeza, la
parte central a la altura de los ojos y que no exista
espacio entre el apoyacabezas y la cabeza, o que sea el
menor posible. Nunca más de 4 cm).
Parachoques antiempotramiento
Los vehículos motorizados de carga, sus remolques y semirremolques cuyo peso bruto
vehicular sea de 7 toneladas o más, deben llevar en su parte trasera un dispositivo que
impida que otros vehículos puedan impactar contra ellos y quedarse empotrados debajo.
De forma opcional, y con la misma finalidad, también se instalan en los vehículos proteccio-
nes laterales.
Los vehículos de
locomoción colectiva y de
transporte de carga no
podrán tener ninguna
modificación en sus
parachoques originales.
Conductor
Todo conductor debe tener una capacidad visual mínima que se mide durante un examen
físico y psíquico previo a la obtención de la licencia, y se debe mantener durante todo el
tiempo que esté autorizado para conducir. La agudeza visual se deteriora, principalmente
con la edad, por lo tanto se exigen controles periódicos para comprobar que se mantienen
estas condiciones, examinándose también la capacidad auditiva, el sistema locomotor, la
percepción y el estado psicofísico general que pudiera afectar a la conducción.
Ver bien
Con la vista se perciben objetos que se encuentran en un campo visual
con un ángulo de 140° en horizontal y 110° en vertical (60° por encima
de la línea visual y 70° por debajo).
Esta capacidad puede verse afectada por factores como:
• La velocidad, ya que el aumento de velocidad estrecha el campo
lateral de visión (efecto túnel).
• Los límites físicos de los elemen-
tos del vehículo, como el marco
del parabrisas.
• Las alteraciones visuales produci-
das por sustancias químicas (me-
dicamentos, alcohol, drogas, etc.)
que no sólo afectan a la conducta
sino también la percepción visual
de distancias, colores y tamaños.
De todos los objetos que el conductor ve, debe seleccionar aquellos que son más impor-
tantes en ese momento.
Para aprender a ver bien, se debe:
• Observar constantemente lo que sucede en el entorno de la vía.
• Mantener constantemente en movimiento los ojos y mirar a lo lejos.
• Aumentar la frecuencia de observación de los espejos retrovisores en función de
la velocidad.
Espejos retrovisores
Se debe observar a través de los espejos con frecuencia y brevedad, antes de señalizar y
realizar las maniobras y también antes de bajarse del vehículo. Así se determina la posición,
distancia y velocidad de los que circulan detrás.
Generalmente, los espejos interiores son planos y los exteriores convexos para cubrir un
mayor ángulo de visión, pero en éstos es más difícil apreciar la posición y velocidad de los
demás vehículos, ya que se ven más pequeños que en los planos, por lo que parece que se
encuentran más alejados de lo que están en la realidad.
La frecuencia de observación de los espejos retrovisores depende de la vía por la que se
circula, de la velocidad, la complejidad del tránsito, los diferentes usuarios, etc.
Por los laterales y por detrás del vehículo hay unos puntos ciegos que no pueden ser
controlados a través de espejos retrovisores. En algunos casos, en los vehículos de grandes
dimensiones estos puntos pueden hacerse visibles con espejos retrovisores adicionales,
pero no siempre es posible. Estas zonas son especialmente peligrosas en los vehículos de
grandes dimensiones. Existen zonas lo suficientemente grandes para que un vehículo más
pequeño quede oculto. Sus conductores tienen que prever esta circunstancia y estar
especialmente atentos, por ejemplo, al realizar maniobras: inicio de la marcha, estaciona-
miento, cambio de pista, etc.
La distracción
Conducir un vehículo es una tarea compleja, por ello hay que mantener el mayor nivel de
concentración posible.
Las distracciones ocurren cuando algo dentro o fuera del vehículo desvía la atención del
conductor.
Son el factor de riesgo que más ha aumentado y son causa de un gran número de accidentes.
Los accidentes causados por distracciones:
• Afectan principalmente a los jóvenes (entre 18 y 25 años) y a los mayores de 70 años.
• Suceden más en carretera que en zona urbana.
• Debido a la monotonía, hay más riesgo en las autopistas y en vías con poco tránsito,
por ejemplo en el desierto.
Factores que pueden distraer la atención:
• Factores relacionados con el conductor: fatiga, sueño, estrés, ansiedad, depresión,
consumo de alcohol y características propias de cada persona; y una serie de
conductas por parte del conductor que favorecen la distracción: manipular el
aparato de música, el navegador GPS o el teléfono celular, buscar una dirección
concreta (una calle, un comercio), conversar o discutir con un pasajero, comer,
beber o fumar mientras se conduce, expulsar un insecto del interior del vehículo,
etc. Si esto ocurre, lo mejor es detener el vehículo y continuar después.
• Factores externos al conductor: monotonía en la conducción, situaciones de
tránsito muy complejas, escasa luz ambiental o estímulos poco visibles (que no se
perciben adecuadamente), jornadas de trabajo prolongadas.
Fumar
Está demostrado que los conductores que fuman mientras conducen se ven implicados en
el doble de accidentes que los que no lo hacen.
Los efectos que puede tener sobre el conductor son:
• Posibilidad de distracción y pérdida de maniobrabilidad. Por ejemplo, al encender
un cigarrillo, sacarlo del paquete, etc.
• Inutiliza una de las manos y genera problemas de visión a causa del humo.
• Disminución de la capacidad de concentración, debido al aumento del monóxido
de carbono en la sangre.
• Enfermedades. Las personas fumadoras tienen más posibilidad de tener problemas
médicos.
Utilizar el navegador
Aunque los navegadores pueden ser de gran ayuda para la conducción, también pueden
ocasionar distracción en el conductor.
Para utilizar un navegador de forma segura:
• Se debe usar el soporte adecuado, evitando que se pueda caer o mover.
• Se coloca en el sitio correcto: que no impida la visión y que no obligue a apartar
la vista de la conducción para consultarlo, y nunca cerca del airbag.
• No debe manipularse durante la marcha.
• El juicio del conductor debe prevalecer sobre las indicaciones del navegador.
• Se puede utilizar como controlador de velocidad, aunque debe prevalecer la
información del velocímetro.
Accidentalidad en el transporte
Independientemente de los accidentes de tránsito y las enfermedades propias de este
trabajo, las tareas asociadas a la conducción conllevan una serie de peligros que es
necesario conocer como primer paso a la prevención.
CAÍDAS DE PERSONAS A DISTINTO NIVEL
Consecuencias Causa Medidas a aplicar
Empleo de adhesivos
Escaleras en mal estado o
antideslizantes, calzado
deslizantes.
seguridad.
Hematomas, esguinces,
fracturas, muerte. Saltar desde el puesto de
conducción o el espacio de Evitar conductas de riesgo.
carga en los autobuses de
doble piso.
SOBREESFUERZOS
Consecuencias Causa Medidas a aplicar
Ventilación, sistemas de
Funcionamiento de motores
absorción de gases.
de combustión en espacios
Lesiones en la piel, en los Acondicionamiento del lugar
cerrados o mal ventilados.
ojos. Problemas digestivos o de trabajo.
respiratorios, asfixia,
intoxicación. Muerte. Contacto con sustancias Empleo de sistemas de
tóxicas, asfixiantes o seguridad colectivos,
corrosivas. información y formación.
Manejo imprudente de
Información y formación.
maquinaria.
A estos efectos se debe tener en cuenta las tareas realizadas con el fin de emplear los medios
apropiados:
• Durante la conducción:
· Cremas de protección solar.
· Gafas de sol adecuadas, preferentemente polariza-
das. (En determinados países forman parte del EPI
obligatorio).
· El chaleco reflectante para utilizarlo en caso de incidente
en carretera.
Aro Radios
Si el volante tiene mandos incorporados, la forma de agarrarlo debe ser prioritaria sobre el
acceso a éstos. Lo que permite esta disposición es no tener que buscarlos en el tablero.
El volante debe regularse en altura e inclinación, de forma que los brazos queden
ligeramente flexionados cuando están en la posición indicada. El brazo y el antebrazo deben
formar un ángulo casi recto.
Se debe poder abarcar el volante en su totalidad, sin tener que realizar desplazamientos
con el cuerpo para ello. De esta forma se consigue:
• Equilibrar la fuerza que ambas manos ejercen sobre el volante, aportando estabili-
dad y amplitud en los giros.
· A velocidades altas, las manos empujan el volante hacia arriba.
· A velocidades bajas, las manos tiran del volante hacia abajo.
• Efectuar la totalidad del giro en un tiempo mínimo.
• Restablecer, con facilidad, la dirección a su posición natural.
Es muy peligroso:
• Sujetar el volante por el interior o por los
radios.
• Girar el volante con las dos manos juntas.
• Dejar que el volante retorne solo (sin
sujeción) tras un giro.
• Girar con la palma de una mano sobre el
aro.
• Llevar el codo en la ventana.
• Llevar la mano derecha en la palanca de
cambio.
Otras consideraciones
Iluminación. Es recomendable no conducir con oscuridad total en el interior del habitáculo,
ya que los ojos deben adaptarse constantemente al contraste existente entre esta situación,
la zona iluminada por los focos del vehículo, y el entorno oscuro de la vía.
Durante la conducción nocturna, la iluminación del panel de instrumentos no deberá ser
excesivamente brillante ni tener un excesivo contraste de colores para reducir la fatiga visual.
Acústica. Evitar que se produzcan ruidos por:
• Objetos sueltos en las guanteras que produzcan vibraciones.
• Ventanas abiertas a velocidad superior a 40 km/h, pues producen vibraciones en
los tímpanos.
• Volumen excesivo del equipo de sonido, distorsión o ruidos del mismo.
Climatización. Es recomendable que la temperatura interior se mantenga en valores entre
20 y 23 grados centígrados.
• Se deben evitar corrientes de aire directas al cuerpo.
• Es preferible que el aire caliente salga desde abajo, ya que tiende a ascender,
mientras que el aire frío desciende.
• Se debe accionar el sistema de renovación de aire.
Conducción en condiciones adversas
Las condiciones climatológicas adversas (viento, lluvia, nieve, hielo o niebla) suponen un
peligro adicional en la conducción, por lo que, cuando sea necesario, se deben aplicar estas
reglas:
• Moderar la velocidad.
• Aumentar la distancia de seguridad.
• Encender las luces.
• Descansar con más frecuencia, porque se necesita mayor atención y esfuerzo en
la conducción, lo que aumenta la sensación de fatiga y cansancio.
El viento
Dependiendo de la dirección y características del viento, pueden producirse distintas situa-
ciones o efectos, que es necesario conocer y controlar durante la conducción:
• Viento frontal o trasero no supone gran peligro, pero sí un aumento o disminu-
ción del consumo de combustible, ya que frena o empuja el vehículo.
• Viento lateral es muy peligroso, porque puede producir desplazamientos inespe-
rados, llegando incluso a volcar el vehículo. Se debe prestar especial atención en
los adelantamientos y al cruzarse con otros vehículos.
• Viento a ráfagas o cambiante, el peligro de vuelco o pérdida de control aumenta,
por lo que se debe reducir la velocidad hasta que permita mantener el control del
vehículo con total seguridad. Es más peligroso en vehículos de grandes dimensiones.
Pérdida de adherencia
• Con lluvia, la calzada es más deslizante. Se deben evitar los frenazos y las acele-
raciones bruscas.
• Se debe disminuir la velocidad.
• El principal síntoma es notar que la dirección está muy suave y que el vehículo
flota.
• Se debe desacelerar suavemente hasta notar de nuevo el contacto con el suelo,
sujetando el volante con decisión.
Pérdida de visibilidad
Cuando llueve se produce una disminución de la visibilidad:
• De la vía en general.
• Del campo de visión, ya que los limpiaparabrisas sólo despejan una zona de los vidrios.
• Debido a que los vidrios se empañan por el vaho que se produce si el interior del
vehículo no está suficientemente ventilado.
• Por el agua sucia que salpican otros vehículos que circulan delante.
• Por el encandilamiento, especialmente de noche al reflejarse las luces en la calza-
da mojada.
En caso de lluvia se debe disminuir la velocidad y aumentar la distancia de
seguridad con el vehículo que circula delante.
La nieve
Como en el caso de la lluvia, los efectos inmediatos son la pérdida de adherencia y de
visibilidad. Además, con nieve existe la posibilidad de perder el control del vehículo, si se
actúa de forma brusca sobre los mandos.
El hielo
El hielo en la calzada provoca los mismos efectos que la nieve, pero más acentuados, y se
deben tomar las mismas precauciones.
Zonas desérticas
Cuando en la ruta a realizar hay que cruzar el desierto, se necesita previamente conocer
las características de estas rutas y tomar una serie de precauciones.
Hay que tener en cuenta que se van a recorrer cientos de kilómetros en una zona
despoblada, sin encontrar ningún centro de abastecimiento y que se producen altas
temperaturas durante el día y un descenso importante de la temperatura por la noche.
Durante el viaje
• Paradas: se deben realizar paradas más frecuentes debido a que las altas tempe-
raturas producen mayor fatiga y somnolencia (sueño). También se debe parar cada
150 kilómetros aproximadamente para revisar el estado del vehículo, especialmen-
te de los neumáticos y el radiador.
Conducción de subida
– Cuando se comience a subir la pendiente
de la montaña y se observe que el vehículo
pierde velocidad, se debe cambiar inmedia-
tamente a la marcha inferior.
– Si aún sigue perdiendo velocidad y el motor
comienza a dar tirones, cambiar a la
segunda marcha y si es necesario, subir la
pendiente en primera marcha.
– Si su vehículo tiene doble tracción, se debe
aplicar en el momento que empiece a subir
la pendiente, antes de iniciarla.
– Se debe conducir siempre por la pista derecha; no tratar de adelantar a otro
vehículo si no tiene la potencia necesaria para hacerlo en la subida.
– Al acercarse a una larga subida y si se conduce un vehículo pesado, tomar la pista
para vehículos lentos si existe.
– Si se va a adelantar a otro vehículo en subida, se debe hacer cuando se tenga la
visibilidad adecuada y donde ello esté permitido.
Conducción de descenso
– Al descender por pendientes largas, se debe hacer empleando marchas más bajas
de velocidad para aprovechar el freno motor.
– Impedir que el vehículo se acelere sin control, utilizando, si se dispone de ellos, los
sistemas de estabilización de velocidad.
– Utilizar preferentemente el ralentizador y no usar en exceso los frenos ya que se
calientan, perdiendo su efectividad, hasta el punto de dejar de frenar, lo que
comúnmente se conoce como Corte de frenos.
– Nunca se debe bajar la cuesta de la montaña con la palanca de cambio en posición
neutra o el motor detenido.
– Se debe considerar una distancia de, a lo menos, 50 metros con el vehículo que
circula delante.
Detención del vehículo en alta montaña
– Si se detiene por una avería, buscar un lugar seguro, sin riesgo de avalancha,
caídas de piedras o flujos de barro.
– Si se detiene en pendientes, colocar cuñas reglamentarias a las cuatro ruedas. En
caso de usar piedras, retirarlas después de reparar la avería.
– Si el vehículo es atrapado por una avalancha y no se puede salir de él, se debe
detener el motor para evitar que los gases entren a la cabina.
– Debe esperar dentro del vehículo hasta que llegue la ayuda necesaria de las cua-
drillas de rescate.
Conducción nocturna
Los principales problemas en la conducción nocturna son la falta de visibilidad y la
imprecisión en la apreciación de las distancias.
Conducción en autopista
La conducción por estas vías es más cómoda y
segura. Aunque se producen menos accidentes,
éstos suelen tener consecuencias más graves
debido a que la velocidad a la que se circula es
más elevada.
En estas vías, se debe poner especial atención en
los sobrepasos, accesos, salidas y distancias de
seguridad, así como en las situaciones de falta
de visibilidad por condiciones meteorológicas o
ambientales adversas y con circulación saturada
(gran cantidad de vehículos en la vía).
Sobrepasos
Antes de sobrepasar:
• Señalizar la maniobra para advertir a los demás usuarios y no causar ningún
peligro.
• Asegurarse de que no se aproxima ningún vehículo o de que su velocidad y dis-
tancia son suficientes.
• Mantener la distancia de seguridad con el vehículo que va a ser sobrepasado.
Durante la maniobra y para finalizarla:
• Efectuar la maniobra con la mayor celeridad y regresar cuanto antes a la pista
correspondiente, manteniendo una distancia con el vehículo sobrepasado para no
obligarle a frenar al tener que mantener la distancia de seguridad adecuada.
• Antes de reincorporarse a la pista derecha, se debe estar seguro de que ningún
otro conductor se ha colocado en ese espacio.
• Tener especial cuidado con los vehículos que circulan por las pistas de la izquierda
o por la central, puesto que en cualquier momento, pueden desplazarse a la dere-
cha sin previo aviso.
Distancia de seguridad y velocidad
adecuada
• Aumentar la distancia de seguridad y mo-
derar la velocidad cuando las circunstancias
meteorológicas o ambientales disminuyan
la visibilidad, la adherencia o las posibilida-
des de un frenado eficaz, por ejemplo si el
vehículo se encuentra cargado.
Viajes
El conductor y el vehículo deben encontrarse en perfecto estado, para que la capacidad de
respuesta total sea la adecuada.
Antes del viaje se debe comprobar:
• El estado del vehículo: luces, encendido, batería, ruedas, frenos, engrase, refrige-
ración, limpiaparabrisas, suspensión, distribución y llevar suficiente combustible.
También el tacógrafo, cuando sea obligatorio.
• El estado del conductor: estar descansado,
relajado, no tomar alcohol, ni consumir
drogas y evitar las comidas abundantes.
• Itinerario y horario: si es posible, buscar el
más seguro, evitar obras y fechas conflic-
tivas.
• Confort y carga: repartir bien la carga y
acondicionarla de acuerdo con su naturaleza.
• Documentación: llevar la documentación
obligatoria.
En viajes por itinerarios desconocidos hay que disponer de un mapa de carreteras adecua-
do, de fácil lectura y comprensión, así como de un plano de las localidades por las que se
tenga que circular.
Para una conducción segura se deben conocer los factores y riesgos que generan, ante los
que se debe incrementar la atención.
Son factores externos que conllevan riesgos:
• El uso de la telefonía móvil y de los emisores/receptores vía radio, incluso con manos
libres.
• Los anuncios y objetos próximos a la vía.
• El tabaco.
• La manipulación en marcha de aparatos electrónicos (radio o video por ejemplo).
• Los peatones, en especial los niños y los más mayores.
• Los vehículos de dos ruedas, los triciclos y los cuadriciclos.
• Los animales y la maquinaria agrícola.
• La señalización incorrecta o el exceso de la misma.
• El exceso de confianza en vías conocidas.
• La búsqueda de algún lugar de destino.
Actitudes de la conducción defensiva o preventiva
El respeto y cumplimiento de normas esenciales entre usuarios de las vía, hacen más fácil
y segura la tarea de la conducción.
Sobre la forma de circular
• Circular por la derecha, lo más cerca posible de la línea del borde de la calzada.
• Respetar las señales de tránsito.
• Respetar los límites de velocidad.
• Adaptar siempre la distancia de seguridad, para reaccionar a tiempo.
Respecto a los peatones y otros usuarios
• Si hay peatones o animales en las proximidades, reducir la velocidad.
• No invadir las zonas peatonales, ni los pasos para peatones.
• En vías locales y/o rurales, prever la posible irrupción en la calzada de animales o
máquinas agrícolas.
• Comprender los errores de los demás conductores, especialmente por la falta de
experiencia de los conductores noveles o la falta de atención y reflejos de las
personas mayores.
Cuando se realizan maniobras
• Señalizar con antelación suficiente.
• Para inmovilizar el vehículo, frenar con tiempo y de forma progresiva, advirtiéndolo
a los demás usuarios, manteniendo de este modo la seguridad necesaria con el
vehículo de atrás.
• En los virajes cerrados, poner atención al voladizo posterior, al anterior si se lleva
semirremolque, y a los laterales por si hay vehículos que se pegan peligrosamente
al nuestro.
• Circulando marcha atrás (por ejemplo, al acercarse a un muelle de carga o por un
accidente) se debe señalizar convenientemente, asegurándose de que no hay
peligro, bajándose si fuera necesario, repitiendo la operación si la distancia fuera
larga y circulando de forma muy lenta.
Otras situaciones
• Cuando se incorpore un vehículo a la vía, levantar el pie del acelerador hasta ver
cómo se incorpora.
• Tomar rutas alternativas, si es posible, en caso de congestión, para evitar situa-
ciones de estrés y pérdidas de tiempo y consumos excesivos.
• Ante cualquier situación que implique pérdida de visibilidad, encender las luces bajas.
• En descensos prolongados, extremar las precauciones y tratar de usar lo menos
posible el freno de servicio empleando la marcha adecuada para minimizar el uso
del freno de servicio.
• En vías rurales, al acercarse a un vehículo detenido en la calzada o en la berma,
separarse de él, cambiando de pista si fuera posible.
Recomendaciones en situaciones concretas
En las rotondas
Pista por la que se circula
• En zona urbana circular preferentemente por la pista derecha, aunque se puede
hacer por cualquiera.
Para salir
• Se sale desde la pista derecha.
• En las rotondas sólo existe obligación de indicar los virajes a la derecha (para salir
de la rotonda) y los cambios de pista.
Vías estrechas
El mayor peligro en este tipo de vías, es la imposibilidad de ceñirse a la derecha por el
riesgo de salirse fuera de la calzada.
Al circular por vías estrechas:
• Se deben extremar las precauciones y
circular lejos, cuando sea posible, del borde
de la calzada.
• Prestar especial atención en las curvas.
• Si es necesario adelantar, sólo hacerlo si el
vehículo a adelantar y el ancho de la
calzada permiten realizar la maniobra con
seguridad.
• En el cruce con otro vehículo es preferible
llegar a detener el nuestro, antes que
asumir riesgos innecesarios de colisión
(atención a los retrovisores).
En más del 40% de los accidentes de tránsito está involucrado un vehículo que
requiere una licencia profesional para su conducción, por lo que es necesario un
esfuerzo por parte de estos conductores en la reducción de estos accidentes.
Aunque se piensa que los accidentes son inevitables, se puede reducir al mínimo la
posibilidad de sufrir un accidente, conduciendo con la máxima seguridad y atendiendo a
los factores de riesgo que el conductor puede controlar: distracciones, velocidad, fatiga,
alcohol, medicamentos, drogas y estado general de salud.
Para reducir los accidentes y sus consecuencias, es necesario tener una actitud
responsable frente al tránsito, conocimientos adecuados de seguridad vial y
conducir en todo momento con la máxima seguridad.
De los tres elementos que intervienen en el tránsito (hombre, vehículo y vía), es el factor
humano el que más incidencia tiene en los accidentes.
El conductor debe adaptar su comportamiento al nivel exigido por las diversas y cambiantes
situaciones en la vía, dando la respuesta adecuada. El nivel de exigencia para el conductor
es impuesto por las características de la vía (curvas, gravilla), condiciones meteorológicas
(lluvia, nieve), la circulación (densidad del tráfico, tipo de vehículos) y las normas y señales.
El conductor necesita capacidad de respuesta. El nivel de capacidad dependerá de la forma-
ción en el aprendizaje y de la experiencia.
La mayor parte de los accidentes se producen durante los fines de semana y los feriados,
especialmente durante la madrugada.
El siguiente gráfico muestra los accidentes promedio entre 2007 y 2011, según el día de la
semana en que ocurrieron:
Cifras de accidentes totales por día de la semana. Promedio años 2007-2011. Fuente: Carabineros de Chile
Cifras de fallecidos totales por día de la semana. Promedio años 2007-2011. Fuente: Carabineros de Chile
Cifras de accidentes totales por hora del día. Promedio años 2007-2011. Fuente: Carabineros de Chile
Destacan tres horarios importantes: Entre las 6 y las 9 de la mañana, el segundo entre las
14 y las 16, y el último entre las 18 y las 20, que coinciden con los horarios de entrada y
salida del trabajo.
Causas
Del estudio de las causas de los accidentes, se puede destacar que el 45,2% de los
siniestros ha sido causado por imprudencias del conductor, y que el 20,7% es causado
porque el conductor no estaba atento a las condiciones del tránsito.
Son importantes también las causas relacionadas con la desobediencia de las señales
(9,6%), destacando las relacionadas con no respetar las señales de prioridad y semáforos.
Aunque los accidentes debidos a fallas del vehículo no son muy numerosos, es muy impor-
tante que su estado sea siempre el mejor posible.
En muchos casos, la causa principal de la falla mecánica ha sido motivada por un manteni-
miento deficiente. Este mantenimiento es especialmente importante en el caso de vehículos
antiguos porque su deterioro suele ser más rápido.
El factor humano también influye en el estado del vehículo, ya que es el propietario o
conductor el que tiene que mantener su vehículo en las mejores condiciones posibles.
Cerca del 2% de los accidentes se producen por fallas mecánicas. De estas, la gran mayoría
se producen por problemas en los frenos y en los neumáticos, que son los más fáciles de
detectar por el conductor con un mantenimiento adecuado.
Con respecto a los vehículos que se conducen con licencias profesionales, existen estos
datos que relacionan los tipos de vehículos con el número total de accidentes y fallecidos:
Cifras de accidentes totales por zona de siniestro y número de fallecidos. Promedio años 2007-2012.
Fuente: Carabineros de Chile
La velocidad
El vehículo en movimiento acumula una energía cinética,
que está en función de la masa y de la velocidad. Si la
velocidad se multiplica por dos, la energía cinética lo hace
por cuatro, por lo que se necesita, aproximadamente,
cuatro veces más espacio para detener el vehículo. La
energía cinética es proporcional a la masa del vehículo y
al cuadrado de la velocidad.
La velocidad tiene una gran incidencia en los accidentes
en carretera, ya que a mayor velocidad, mayor será el
riesgo de accidente. De ahí que, a mayor velocidad:
• mayor será la distancia de reacción (se recorrerá
más espacio mientras se reacciona).
• mayor será la distancia que necesitamos para
detener el vehículo.
• mayor será la distancia que tendremos que
mantener con el vehículo que circula delante
(distancia de seguridad).
• mayor ha de ser la anticipación para prever las
situaciones del tránsito.
• mayores serán las lesiones y los daños mate-
riales producidos en caso de accidente.
Tiempo de reacción, distancia de frenado y distancia de detención
Tiempo de reacción
La capacidad de respuesta es la precisión y rapidez con la que un conductor lleva a cabo
una maniobra como respuesta a una situación determinada del tránsito. Del correcto estado
psicofísico del conductor, de su experiencia y de su formación, depende en gran medida su
capacidad de selección de información y su capacidad de reacción ante un estímulo de
peligro o riesgo.
El período de tiempo transcurrido desde que percibimos la información, hasta que tomamos
una decisión y actuamos sobre el elemento correspondiente en el vehículo, se denomina
tiempo de reacción. En el caso de un conductor experimentado y con buena capacidad
de reacción el tiempo de reacción es de aproximadamente 1 segundo. El tiempo de reacción
depende de cada persona pudiendo variar incluso en una persona, según las circunstancias
del momento.
El tiempo de reacción puede aumentar por factores que retrasan la respuesta como pueden ser:
• La edad avanzada.
• La fatiga y el sueño.
• El alcohol, las drogas o los medicamentos.
• El calor y el exceso de calefacción.
• Las comidas abundantes y pesadas.
• Las enfermedades, el estado de ánimo, el estrés, etc.
Distancia de frenado
La distancia de frenado es la que recorre el vehículo desde que el conductor pisa el freno
hasta que se detiene el vehículo.
Una vez que el conductor ha detectado el riesgo y ha tomado una decisión, actuando sobre
el elemento adecuado del vehículo (generalmente el freno), si las condiciones del conductor
y de la vía son las óptimas y la técnica de frenado es la adecuada, el vehículo necesitará
un espacio mínimo para detenerse y lo hará en un tiempo determinado.
Cualquier factor que perjudique la adherencia o la capacidad de frenado del vehículo hará
que aumente esta distancia, que depende de la velocidad, del estado de la vía, del vehículo
y del conductor.
El estado del vehículo también influye en gran medida en la distancia de frenado. Es muy
importante un correcto mantenimiento de los sistemas de frenado y suspensión. Por
ejemplo, unos amortiguadores en mal estado pueden aumentar la distancia de frenado
hasta en un 50%.
Un conductor experimentado, siguiendo los principios de la conducción defensiva, se anti-
cipará al posicionar el pie sobre el freno cuando identifique indicios que le hagan sospechar
cualquier riesgo, reduciendo con ello considerablemente la distancia de frenado.
Distancia de detención
La distancia de detención es la suma de las distancias recorridas durante el tiempo de
reacción y la distancia de frenado.
Los accidentes en los que los jóvenes están involucrados tienen las siguientes características:
• Falta de experiencia del conductor, sobrevalorando su capacidad.
• Asumir muchos riesgos.
• Exceso de velocidad e incumplimiento del resto de las normas.
• Consumo de alcohol y drogas.
• Aceptar riesgos innecesarios, debido en muchos casos a una necesidad de autoafir-
mación y menor percepción del riesgo.
Estos datos no quieren decir que un joven tenga más posibilidades de tener un accidente,
sino que existen algunas características que aparecen en los jóvenes que les hace ser más
propensos a sufrirlo.
Los peatones
Los peatones son un grupo de usuarios de la vía muy vulnerable en caso de accidente, ya que
pueden resultar con lesiones muy graves en caso de atropello.
La industria automotriz está trabajando también en
este sentido, diseñando la parte delantera de los
vehículos para que produzcan menos lesiones. Por
nuestra parte, es importante no modificarla añadien-
do elementos que puedan ser peligrosos.
Las motocicletas
En los últimos años ha habido un incremento notable del parque de motocicletas. Tenemos
que conocer las situaciones en que se producen los accidentes de las motocicletas para
adoptar las precauciones necesarias.
Características de los accidentes:
• La mayoría ocurre en ciudad.
• En un gran número de casos, son colisiones con otros vehículos: colisiones de
frente y frontolaterales.
• Ocurren cuando se producen infracciones: distracción, no respetar la prioridad de
paso.
Hay una serie de precauciones que debemos tener:
• Respetar la prioridad de paso en las inter-
secciones.
• Mantener una especial atención en caso de
falta de visibilidad: en condiciones meteo-
rológicas adversas, intersecciones, etc.
• Mantener una distancia de seguridad ade-
cuada, tanto frontal como lateral, evitando
circular en paralelo con cualquier vehículo
de dos ruedas.
Además de reposar sobre los neumáticos, el vehículo también lo hace sobre otros cuatro ele-
mentos elásticos: las suspensiones o los amortiguadores. Aunque procuran un mayor confort
a los pasajeros, absorbiendo las irregularidades de la vía, su objetivo principal es participar
en la estabilidad del vehículo. Para ello, soportan el desplazamiento de masas y mantienen la
presión del neumático sobre la calzada en condiciones óptimas para que puedan transmitir el
empuje, la fuerza de frenado, las fuerzas laterales y la máxima adherencia.
El trabajo de los neumáticos se basa en la cantidad de masa que soportan para obtener la
máxima adherencia, dirección, frenado y aceleración. Entender estos conceptos es funda-
mental para interpretar los efectos del movimiento del volante y la acción de los pedales
sobre el vehículo en las aceleraciones y en las frenadas, así como en la preparación y la
salida de una curva (incluso en el interior de la misma).
Cuando el vehículo circula a velocidad constante y en línea recta, el peso en cada rueda
está distribuido de forma uniforme. Al acelerar, frenar o trazar una curva esta distribución
varía y la adherencia de cada rueda también, debido a la variación de peso sobre cada una
de ellas.
REPOSO ACELERACIÓN
FRENADO EN CURVA
Apoyo
El apoyo es una de las fases por la que pasa el vehículo durante el trazado de una curva.
Se dice que el vehículo está apoyado cuando cesa el balanceo generado en la carrocería
por el giro del volante al tomar la curva.
Durante el trazado de curvas, gran parte de la masa se desplaza a las ruedas exteriores,
excepto cuando se hacen correcciones bruscas en la dirección con aceleraciones o frenadas
que trasladen la masa, desestabilizando el vehículo.
Trazado de curvas
Para trazar una curva hay que posicionarse lo más pegado posible hacia el lado contrario
del giro de la curva:
• Se inicia la pérdida de velocidad con suficiente antelación, con el fin de que se
pueda soltar el freno y recuperar el equilibrio de masas antes del giro de volante.
• Girar en un solo movimiento, con la vista dirigida al punto que corresponda, según
se trate de una curva hacia la derecha o hacia la izquierda.
• Acelerar de nuevo, una vez producido el apoyo, para que el motor empuje lo justo
para mantener la velocidad que se lleva, NO para ganar velocidad.
• Cuando se vea la salida de la curva, dirigir la
mirada lo más lejos posible hacia donde se quiere
ir, sin incrementar la aceleración.
• Se acelera para ganar velocidad en el momento
que se empieza a enderezar el volante.
Se debe tener en cuenta que se produce un cambio
de apoyo en las ruedas cuando se trazan curvas
sucesivas con sentido de giro inverso, mucho más
notable en las rotondas.
Este cambio de apoyo exige la correcta intervención
del conductor, incluso, sobre el freno y el acelerador,
con el objetivo de estabilizar el peso, disminuir las
oscilaciones del vehículo y el desplazamiento de la
masa.
Balanceo
Es el movimiento giratorio de la carrocería sobre su eje longitudinal que depende de:
• La fuerza lateral (centrífuga), que varía según la velocidad y el radio de la curva.
Cuanto menor sea el radio, la fuerza centrífuga será mayor, especialmente cuando
el vehículo circula cargado.
• La distancia entre el centro de gravedad
y el eje de balanceo. Derrape
Por ejemplo, un vehículo alto, como un bus, tiende
a tener más balanceo que uno bajo.
Cabeceo
Se trata del movimiento giratorio de la carrocería
respecto a un eje transversal y se produce en las
función de:
Balanceo
Ronceo o derrape
Es el giro de la carrocería sobre el eje vertical, pudiéndose producir un desplazamiento
lateral. Si la fuerza de derrape es insuficiente, el vehículo subvira y si la fuerza es excesiva,
el vehículo sobrevira.
El subviraje y el sobreviraje se producen en función a la velocidad, el radio de giro y la
adherencia.
Sobreviraje
El sobreviraje es la deriva del eje trasero, es decir,
el vehículo se va de atrás. El vehículo traza una
trayectoria real con menor radio del que debiera.
Dicha trayectoria puede llegar a ser tan cerrada que
el vehículo gira sobre su propio eje, produciéndose
un trompo.
Las causas que pueden originar un sobreviraje son:
• Una desaceleración (aceleración negativa) y/o
frenada suave.
• El exceso de aceleración, durante el desarrollo de
la curva, en los vehículos de propulsión.
• Una desaceleración y/o frenada en recta cuando
existe gran diferencia de adherencia entre las Trayectoria que debería
seguir.
ruedas de un lado y otro (frenada asimétrica).
• Efectuar una acción brusca sobre el volante. Trayectoria en caso de
sobreviraje.
Es importante recordar la peligrosidad que implica intentar controlar un sobreviraje para
seguir circulando. La inadecuada coordinación entre volante, acelerador o freno puede
producir un efecto látigo con un grado de energía tan elevado que imposibilite controlar el
vehículo.
Sólo se debe intentar controlar un sobreviraje cuando éste sea suave y se encuentre en su
fase de inicio. Para ello, se deben poner las ruedas rectas y pisar el freno y el embrague
para intentar detener el vehículo de la forma más segura.
Subviraje
Al contrario que el sobreviraje, el subviraje es la
deriva del eje delantero, es decir, el vehículo se
va de la parte delantera. Se produce en una curva
cuando la trayectoria real del vehículo tiene
mayor radio que la que se pretende trazar. Aunque
cualquier vehículo tiende a ser subvirador al
inicio del giro, sólo se le define como tal cuando
subvira más de lo normal.
El subviraje se aprecia en el volante, pues éste
se aligera y ofrece menos resistencia. Las derivas
se producen por la velocidad, unida a una acción
incorrecta sobre los mandos del vehículo, por lo
que es fundamental conocer el balanceo de
Trayectoria que
masas y el manejo de los mandos. debería seguir.
El subviraje puede producirse por:
Trayectoria en caso
• Una frenada fuerte que implique el de subviraje.
Derrapes
El ronceo o derrape se produce cuando las ruedas pierden la adherencia y el vehículo se
desplaza lateralmente, sin el control del conductor.
De los tres factores que intervienen en la conducción, es decir, conductor-vía-vehículo, en
la mayoría de los casos el derrape es por culpa del conductor.
Las causas más frecuentes de derrape pueden ser:
• El uso brusco e inadecuado de los frenos.
• El uso incorrecto del volante al tomar una curva o al realizar un giro a excesiva velocidad.
• El uso brusco y excesivo del acelerador, especialmente con marchas bajas.
• El uso incorrecto del conjunto freno-dirección.
• La velocidad excesiva e inadecuada con:
– Neumáticos desgastados o con una baja presión de inflado.
– Calzada en mal estado: gravilla, barro, nieve, hielo, etc.
– Amortiguadores en mal estado y suspensión defectuosa.
Al frenar, el punto de aplicación del peso se desplaza hacia la parte delantera y cuando la
frenada es brusca, esta circunstancia afecta negativamente la suspensión y a la dirección.
En estas circunstancias, la probabilidad de que las ruedas traseras se bloqueen mientras
se frena es mayor, ya que el vehículo tiende a elevarse de la parte trasera, se pierde
adherencia y consecuentemente, se puede producir un sobreviraje. Si los amortiguadores
están en mal estado, esta situación se acentúa.
Métodos de extinción
La extinción de un fuego se produce simplemente eliminando uno o más de los elementos que lo
originan. Todos los fuegos se extinguen mediante alguna de estas cuatro formas o una combinación
de ellas:
Extinción por reducción de la temperatura
(enfriamiento)
El elemento más empleado es el agua, pero en algunos casos puede
ser peligroso, por ejemplo, para extinguir fuegos en metales y de
aceites.
Extintores
Según los usos a que se destinen, son obligatorios diferentes tipos de extintores.
Servicios urbanos:
Vehículos de peso bruto total igual o superior a 3.860 kg: 1 extintor 2A-10B, C
Capacidad para transportar más de 1.750 kg y hasta 5.000 kg: 1 extintor 2A-5B, C.