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Inhabilidad Por El No Pago de Multas

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INHABILIDAD POR EL NO PAGO DE MULTAS1

Juan José Alzate López2

RESUMEN. El sistema de inhabilidades e incompatibilidades consagrado en


la Ley 80 de 1993, y demás leyes, enlista una serie de causales que afectan
la capacidad jurídica de ciertas personas, impidiéndoles contratar con el
Estado. La Ley 1801 de 2016 — Código Nacional de Seguridad y Convivencia
Ciudadana—, en el artículo 183 prescribe una serie de consecuencias
jurídicas por el incumplimiento en el pago de multas, dentro de las cuales se
encuentra la prohibición para celebrar o renovar contratos estatales con
cualquier entidad del Estado.

Introducción

El sistema de inhabilidades, y las normas que consagran cada causal, son


prohibiciones legítimas que hace el legislador al regular el régimen de
contratación de la Administración pública. Este tipo de normas representan
incapacidades especiales, es decir, que reconociendo la capacidad general de las
personas, el ordenamiento las declara particularmente incapacitadas para
realizar determinado acto jurídico intrínsecamente lícito, en este caso, un
contrato estatal. De igual forma, son normas que limitan el ejercicio de derechos,
por lo que su interpretación, en principio, debe ser restrictiva, no habiendo lugar
para una interpretación que extienda los efectos jurídicos.
La ley 1801 de 2016, también llamada Código de Policía o de Seguridad y
Convivencia Ciudadana, es un compendio normativo en donde se tipifican las
conductas que, según el criterio del legislador, atentan contra la sana convivencia
de la sociedad. Son normas que regulan el ejercicio de derechos y libertades,
estipulando escenarios en donde estos deben ser limitados. Además de señalar
qué conductas deben ser reprochadas, el Código cuenta con una serie de
consecuencias o medidas correctivas, de las cuales deriva su eficacia y alcanza
los fines encomendados.
De igual forma, el Código de Seguridad y Convivencia ciudadana cuenta
con algunos instrumentos normativos que garantizan o incentivan al
1
Este ensayo, escrito para la sesión del 22 de mayo de 2021, hace parte de la
labor de apoyo a la investigación que el Auxiliar de Investigación realiza al interior del
Grupo de Estudio de Derecho Público adscrito al CEDA, para cuya preparación recibió la
orientación del Profesor Richard Ramírez, y se utiliza no solo para enriquecer el trabajo
que el Investigador Principal adelanta al interior del CEDA –que finalmente aprovecha
para construir el texto definitivo–, sino también para beneficio de toda la comunidad
académica. La línea de investigación en la que se enmarca el ensayo es la Contratación
Estatal, dirigida por el Profesor Investigador Principal Fabián Gonzalo Marín Cortés.
2
Auxiliar de Investigación del Grupo de Estudio de Derecho Público, Nivel I,
adscrito al Centro de Estudios de Derecho Administrativo CEDA.

1
cumplimiento oportuno por parte de los ciudadanos de las obligaciones
pecuniarias derivadas de estas multas. Un ejemplo claro de lo anterior es el
artículo 183:

«Artículo 183. Consecuencias por el no pago de multas. Si


transcurridos seis meses desde la fecha de imposición de la multa, esta
no ha sido pagada con sus debidos intereses, hasta tanto no se ponga
al día, la persona no podrá:

»[…]

»4. Contratar o renovar contrato con cualquier entidad del Estado.

»[...]

»Las autoridades responsables de adelantar los trámites establecidos en


el presente artículo deberán verificar que la persona que solicita el
trámite se encuentra al día en el pago de las multas establecidas en el
presente Código. Los servidores públicos que omitan esta verificación
incurrirán en falta grave y a los que no ostenten esta calidad se les
aplicará la multa tipo 4»3.

A continuación se tratará de abordar todos los aspectos importantes de la


norma relacionados con la prohibición de celebrar contratos estatales. En primer
lugar, se estudiará la naturaleza y las generalidades de la inhabilidad. En
segundo lugar, se hará un resumen de la declaratoria de constitucionalidad que
se le hizo a la norma en general y al parágrafo 4° en particular. En tercer lugar,
se analizará todo lo concerniente al término de la inhabilidad. Por último, se hará
mención de un efecto colateral de la norma, el cual se estipulará como «efecto
disciplinario contingente» dirigido a los servidores públicos encargados de
verificar la existencia o no de multas.

1. Generalidades y naturaleza de la inhabilidad

Como bien se mencionó, la Ley 1801 de 2016 tipifica una serie de


comportamientos contrarios a la convivencia ciudadana, los cuales son
sancionados por medio de medidas correctivas, siendo las multas una de ellas.
Pero, ¿cómo opera este procedimiento? Se debe hacer una primera diferenciación
importante entre orden de comparendo y multa.

3
La consecuencia jurídica, por el no pago de las multas después de 6 meses que
interesa es la de la prohibición de celebrar contratos estatales. No obstante, la norma
estipula otras cuatro consecuencias jurídicas: i) obtener o renovar permiso de tenencia o
porte de armas; ii) ser nombrado o ascendido en cargo público; iii) ingresar a las escuelas
de formación de la Fuerza Pública; iv) obtener o renovar el registro mercantil en las
cámaras de comercio.

2
La orden de comparendo es definida en el Código de Seguridad y
Convivencia ciudadana como: «[…]la acción del personal uniformado de la Policía
Nacional que consiste en entregar un documento oficial que contiene orden
escrita o virtual para presentarse ante autoridad de policía o cumplir medida
correctiva»4. En el procedimiento de imposición de comparendo es imperativo que
el uniformado de policía tenga conocimiento comprobado de un comportamiento
contrario a la convivencia ciudadana5; en otras palabras, no puede ser facultativo
ni arbitraria esta imposición y la carga de la prueba sobre la verificación de este
comportamiento la tiene el agente, el cual deberá evidenciar el hecho 6, ya sea por
medio de audio, video o informe escrito. La orden de comparendo no es la
prohibición de realizar una conducta, no es la verdad absoluta sobre los hechos,
ni mucho menos es la imposición de la carga de la prueba. En ultimas, es una
notificación para acudir a la autoridad competente, en este caso, el inspector de
policía, quien según el caso impondrá la multa o concederá el recurso de
apelación.
Por consiguiente, la multa, según el Código de Seguridad y Convivencia
ciudadana, es la imposición del pago de una suma de dinero en moneda
colombiana, cuya graduación depende del comportamiento realizado, según la
cual varía su monto7. Esta imposición no la realiza el agente de policía, sino que
se encuentra dentro de una de las múltiples atribuciones que le corresponde al
inspector de policía de cada municipio.
Teniendo claro lo que significa una multa, el mismo Código prescribe el
deber de toda persona natural o jurídica, sin perjuicio de su condición económica
y social, de pagar las obligaciones pecuniarias que de allí se deriven. Se incentiva
a los ciudadanos a realizar este pago por medio de descuentos por la cancelación
oportuna del monto o por la participación en actividades pedagógicas de
convivencia. De igual forma, y como se mencionó en la introducción de este
escrito, la ley trae una serie de consecuencias negativas originadas por el
incumplimiento de este deber legal de toda persona, prohibiéndole celebrar o
renovar contratos estatales. Es este el surgimiento de la inhabilidad propiamente
dicha.
Destáquese que la prohibición solo opera respecto al acto de celebrar
contratos estatales, por lo que nada le impide a la persona que está en mora del
pago de una multa presentar propuesta para un proceso de selección.
Argumentar lo contrario sería ir en contra de la finalidad de la inhabilidad,

4
Artículo 218 de la Ley 1801 de 2016
5
Artículo 219 de la ley ibidem.
6
Artículo 180 de la ley ibidem: «[…] Cuando los Uniformados de la Policía Nacional
tengan conocimiento de la ocurrencia de un comportamiento, que admita la imposición de
multa general, impondrán orden de comparendo al infractor, evidenciando el hecho».
7
Ibid.

3
puesto que entre la presentación de la propuesta y la posible celebración del
contrato hay un tiempo legítimo que tiene el particular para pagar sus
obligaciones pecuniarias y no estar inhabilitado. Adicional a esto, una
interpretación contraria a lo planteado no iría acorde con la interpretación
restrictiva y el principio pro libertate.
Se puede decir que la fundamentación o la finalidad que persigue esta
causal varía respecto a la de las ya estudiadas, pues aquí no se busca proteger
directamente la moralidad y transparencia administrativa, ni propiamente se
trata de garantizar la selección objetiva, sino que va dirigida a regular el
comportamiento de los particulares, recordándoles que el no cumplimiento de las
obligaciones pecuniarias producto de una multa policiva tiene consecuencias
jurídicas. De igual forma, la causal de inhabilidad tiene una fundamentación
evidente en el interés general, pues propende por el cumplimiento de los deberes
sociales de todos los ciudadanos, fundamentales para una sana convivencia en
sociedad. Además, el mínimo del sesenta por ciento del Fondo recaudado por el
pago de estas obligaciones debe ser destinado a la cultura ciudadana, pedagogía
y prevención en materia de seguridad8.
La inhabilidad y sus efectos están suspendidos al cumplimiento de dos
exigencias: i) que a una persona se imponga una multa debido a un
comportamiento contrario a la convivencia tipificado en la Ley 1801 de 2016; ii)
que el pago de esa obligación tenga un retardo de mínimo 6 meses. Una vez
configuradas estas 2 exigencias, la persona no podrá celebrar o renovar contratos
estatales. Además del efecto anterior, la norma cuenta con un segundo efecto,
que se denominará como «efecto disciplinario contingente», pues el servidor
público encargado de adelantar los trámites establecidos en la norma deberá
verificar que la persona no esté incursa en esta causal, so pena de ser sancionado
con falta grave9.
A diferencia de muchas de las inhabilidades o incompatibilidades ya
estudiadas, esta causal es de carácter general, es decir, la prohibición para
celebrar o renovar contratos estatales es respecto a todas las entidad púbicas
existentes, sin distinción de orden o nivel.
Recuérdese que la Corte en reiterada jurisprudencia ha realizado una
distinción entre inhabilidad-requisito e inhabilidad-sanción. La primera categoría
representa consecuencias establecida por el legislador a determinadas
situaciones jurídicas que atenten o puedan atentar contra los principios y fines
primordiales del Estado. Son consideradas inhabilidades autónomas, pues no
dependen de un proceso sancionatorio anterior 10. Por otro lado, la inhabilidad-
sanción corresponde a la consecuencia establecida por el legislador en los casos
8
Ibid.
9
Sobre este tema se profundizará en un acápite posterior.

4
en que la persona resulta condenada «en procesos de responsabilidad política,
penal, disciplinaria, contravencional o correccional»11. Si bien este tipo de
inhabilidades también tiene como finalidad proteger los principios y fines del
Estado, no son de carácter autónomo, pues su eficacia depende de un proceso
sancionatorio anterior en donde el afectado contó con las garantías del derecho al
debido proceso.
Resulta claro que la inhabilidad para celebrar contratos estatales derivada
del artículo 183 del Código de Seguridad y Convivencia ciudadana se circunscribe
en la categoría de inhabilidad-sanción, puesto que el implicado en la multa tuvo
la oportunidad de ser escuchado dentro de un proceso, ante la autoridad
competente, la cual debió hacer un juicio de responsabilidad subjetiva para
determinar si esa persona merecía el reproche jurídico, todo esto respetando
garantías propias del debido proceso, tales como la presunción de inocencia o el
principio de contradicción. Ahora, esta distinción tiene sentido en la medida que
se entidad que estas causales no constituyen sanciones como tal, sino
consecuencias de las mismas; opinión similar comparte la Corte en la
declaratoria de exequibilidad del artículo estudiado.

2. Constitucionalidad del artículo 183 de la Ley 1801 de 2016

En la sentencia C-054 de 2019 se demandó la constitucionalidad de dos artículos


del Código de Seguridad y Convivencia ciudadana, dentro de los cuales se
encuentra el artículo 183. El actor argumenta que las multas, en algunas
circunstancias, pueden llegar a superar la totalidad de un salario mínimo legal
mensual vigente, por lo que muchas personas no podrán pagarlas
oportunamente, sin afectar su derecho fundamental al mínimo vital, en razón al
contexto de pobreza y vulnerabilidad que presenta la mayoría de la sociedad.
Además, que el artículo en cuestión, especialmente las prohibiciones para
celebrar contratos estatales y renovar el registro mercantil, está violentando el
principio del no bis in ídem, pues se está sancionando dos veces por un mismo
10
«La inhabilidad-requisito corresponde a la consecuencia establecida por el
legislador respecto de determinados hechos o actos jurídicos que implican atentado o
transgresión a valores, principios o derechos amparados por el constituyente, sin que la
imposición de la medida requiera de un juicio punitivo previo; la inhabilidad-requisito
tiene carácter autónomo en cuanto no está vinculada ni depende de un proceso
sancionatorio previo. Esta medida se presenta, por ejemplo, cuando el constituyente o el
legislador establecen la edad mínima para ser elegido senador, representante a la cámara»
(CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-1016 del 2012. M.P. Jorge Iván Palacio).
11
«En este caso, a la sanción principal (pérdida de investidura, prisión,
destitución, arresto o multa, por citar algunos ejemplos), le sobreviene la inhabilidad que
el legislador haya previsto (inelegibilidad permanente, prohibición para ejercer una
profesión, inhabilidad para ocupar cargos público, por ejemplo), siendo la sanción y la
inhabilidad consecuencias directas de una conducta socialmente reprochable y
jurídicamente punible» (Ibid).

5
hecho. El actor argumenta que los efectos de la norma contrarían el principio de
proporcionalidad y el derecho al trabajo. Por último, dice que la norma en nada
garantizan la convivencia y el orden público, siendo esta la finalidad
preponderante del presente Código, puesto que «[…] ponen a las personas en una
situación que perjudica sus derechos, al verse limitados, lo cual es un retroceso
en un Estado social de derecho»12.
Por ineptitud de la demanda la Corte solo se pronunció de fondo respecto a
los numerales 4 y 5 del artículo 183, entre los cuales está la prohibición para
contratar o renovar contratos con el Estado. A juicio de la Corte, los numerales
demandados no desconocen la prohibición de imponer dos sanciones por los
mismos hechos pues tales medidas constituyen, antes que sanciones,
herramientas coactivas para obtener el pago de las multas y, por esa vía, alcanzar
diversos fines constitucionales asociados al cumplimiento de los deberes sociales
de toda la comunidad. No se trata, pues, de sanciones a los comportamientos
contrarios a la convivencia y seguridad ciudadana, sino de consecuencias
jurídicas de esas sanciones que sirven como un mecanismos eficaz para lograr el
cumplimiento de las obligaciones pecuniarias a favor del Estado.
Por otro lado, estos medios pueden ser empleados por el Legislador
siempre y cuando respeten el principio de proporcionalidad. En este caso, las
medidas resultan idóneas pues persiguen un fin constitucionalmente legítimo,
necesarias ante la ausencia de otras que evidentemente afecten con menor
intensidad otros principios y derechos, y proporcionales en sentido estricto,
puesto que restringen principios prima facie menos relevantes y en menor
intensidad, como el derecho al trabajo, al ejercicio del comercio y a la libertad
negocial. Son consecuencias derivadas del incumplimiento de una obligación que
el legislador tiene plena libertad de prescribir13.
La Corte, con mucha ligereza, argumenta que las personas que están en
disposición de ofrecer bienes y servicios al Estado tienen no solo el deber, sino la
posibilidad de pagar las multas que les impongan, por lo que la afectación a las
libertades citadas es relativa, en la medida en que parece deberse principalmente
a la negligencia e impericia del afectado. En palabras de la Corte, «[…] el pago de
una multa que, en el peor de los casos, excede un salario mínimo no parece
desproporcionada para quienes estén interesados en ejercer la actividad
comercial, de quienes, por otra parte, se espera un cumplimiento de sus

12
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-054 de 2019. M.P. Diana Fajardo.
13
«Los numerales 4 y 5 del artículo del artículo 183 de la Ley 1801 de 2016 hacen
parte de un ámbito regulativo en el cual el Congreso de la República goza de un amplio
poder de configuración, y no se establecen con base en criterios sospechosos, como los
definidos en el artículo 13 de la Carta Política» (Ibid).

6
obligaciones económicas»14. Finalmente, se declara la exequibilidad de los
numerales 4 y 5 del artículo 183 de la Ley 1801 de 2016.

3. Término de la inhabilidad.

Como bien se mencionó, los efectos de la inhabilidad se activan una vez se


cumplan dos condiciones: i) la imposición de una multa; ii) el retardo de mínimo
6 meses para su pago. Es este el primer momento desde el cual empieza a correr
el término de la inhabilidad. Sin embargo, la norma prescribe que los 6 meses
empiezan correr desde la fecha de imposición de la multa. Teniendo en cuenta que
la multa es un acto administrativo con destinatario particular y con efectos
desfavorables15, ¿el término de los 6 meses empieza a correr desde el día de la
imposición del comparendo o desde la firmeza del acto administrativo —multa—?
La redacción de la norma deja claro que es el día de la imposición de la
multa, siendo una interpretación plausible que el término de los 6 meses empiece
a correr desde la firmeza de dicho acto. La firmeza es la figura que hace las veces
de puente jurídico por el cual el acto administrativo hace tránsito al mundo de la
eficacia y la legalidad16. En los actos administrativos de carácter individual o
particular, la firmeza está determinada por los recursos en sede administrativa
que puedan interponerse. El artículo 87 de la Ley 1437 de 2011 prevé los casos
en los cuales este tipo de actos quedan en firme:

«Artículo 87. Los actos administrativos quedarán en firme: 1. Cuando


contra ellos no proceda ningún recurso, desde el día siguiente al de su
notificación, comunicación o publicación según el caso; 2. Desde el día
siguiente a la publicación, comunicación o notificación de la decisión
sobre los recursos interpuestos; 3. Desde el día siguiente al del
vencimiento del término para interponer los recursos, si estos no fueron
interpuestos, o se hubiere renunciado expresamente a ellos; 4. Desde el
día siguiente al de la notificación de la aceptación del desistimiento de

14
Ibid.
15
«Actos administrativos desfavorables, o que restringen el patrimonio jurídico de
los particulares, esto es, que tienen un efecto desventajoso o perjudicial para el
destinatario, sea este la inmisión en uno de sus derechos, la negación de una
determinada ventaja o la determinación del nacimiento de una obligación a su cargo (una
multa de tráfico o la denegación de una licencia)» (cursiva fuera de texto) (BOCANEGRA
SIERRA, Raúl. Lecciones sobre el acto administrativo. 3 ed. Editorial Aranzadi. 2006. p.
50).
16
«Desde ese punto de vista la firmeza del acto administrativo constituye el punto
límite o de partida de la eficacia real del acto: nos permite visualizar el momento primario
a partir del cual se presume la plena configuración de la legalidad de la decisión de la
administración, y emana la obligación constitucional y legal de hacer cumplir lo dispuesto
en la providencia administrativa» (SANTOFIMIO GAMBOA, Jaime Orlando. Compendio de
derecho administrativo. Bogotá: Universidad Externado de Colombia. 2017. p 338).

7
los recursos; 5. Desde el día siguiente al de la protocolización a que
alude el artículo 85 para el silencio administrativo positivo».

Recuérdese que la firmeza debe ser del acto administrativo que impone el
inspector de policía, es decir, la multa, y no de la firmeza de la orden de
comparendo que impone el agente de policía. Según el artículo 207 de la Ley
1801 de 2016 son «las autoridades administrativas especiales de policía» las que
conocen sobre los recursos de apelación sobre las decisiones proferidas por los
inspectores de policías. Si en un municipio no existen estas autoridades será
función del alcalde. Por consiguiente, la firmeza del acto administrativo, y la
iniciación del conteo de 6 meses, estará determinada por el artículo 87 de la Ley
1437 de 2011, y los términos especiales estipulados en el Código de Seguridad y
Convivencia ciudadana para cada caso en particular.
Teniendo claro cuál es el primer momento en el cual la causal empieza a
surtir efectos, se pasará a analizar el segundo momento en el cual estos efectos
cesan. La norma explícitamente prescribe que sus efectos perdurarán hasta tanto
la persona objeto de la multa no se ponga al día con el cumplimiento de sus
obligaciones pecuniarias. Respecto a este segundo momento no hay mayores
controversias, pues parece algo sencillo y de posición pacífica: una vez se pague la
multa, la persona ya no está inhabilitada para celebrar o renovar contratos estatales;
parece algo automático e inmediato.
No obstante, una posible situación problemática podría surgir: supóngase que
un funcionario público X, encargado de celebrar los contratos estatales de una
entidad, omita su deber de verificar si el contratista tiene multas pendientes, y acto
seguido celebre el contrato estatal. Un tercero se percata de que el contratista
efectivamente tiene una multa sin pagar desde hace más de 6 meses, y se dispone,
acreditando un interés directo, a demandar la nulidad absoluta del contrato en virtud
del artículo 141 de la Ley 1437 de 2011 17. El contratista se percata de esta situación,
y de inmediato se dispone a cancelar la multa pendiente. Por la redacción de la
norma, parece que el pago de la multa hace desaparecer la situación de inhabilidad
de forma inmediata, por lo que, en principio, pareciera que la acción del tercero no
tiene posibilidad de prosperar. Sin embargo, objetivamente el contrato se celebró con
una persona inhabilitada en ese momento, lo que hace que el contrato este viciado de

17
Artículo 141 de la Ley 1437: «[…] El Ministerio Público o un tercero que acredite
un interés directo podrán pedir que se declare la nulidad absoluta del contrato. El juez
administrativo podrá declararla de oficio cuando esté plenamente demostrada en el
proceso, siempre y cuando en él hayan intervenido las partes contratantes o sus
causahabientes».

8
nulidad absoluta18. Además, esta situación hace surgir una nueva inhabilidad de 5
años para el contratista19.

4. Efecto disciplinar contingente

Además de la prohibición para celebrar contratos estatales, la disposición tiene


un segundo efecto para los servidores públicos responsables de adelantar los
trámites establecidos en ella, en este caso celebrar contratos estatales, que
omitan su deber de verificar que el contratista no tenga pendiente el pago de una
multa. Esta omisión se califica como falta grave.
La Administración cuenta con el Registro Nacional de medidas correctivas
en donde se incluye «[…] la identificación de la persona, el tipo de
comportamiento contrario a la convivencia, el tipo de medida correctiva y el
estado de pago de la multa o cumplimiento de la medida correctiva» 20. Pareciera
que la norma impone directamente, sin lugar a mediaciones, una certeza: si hay
omisión en verificar este registro, hay falta grave disciplinar para el servidor
público. Sin embargo, en aras al principio de la responsabilidad subjetiva 21, la
acción de servidor debe se juzgada de acuerdo con los criterios estipulados en el
artículo 47 de la Ley 1852 de 2019, tales como: i) los motivos determinantes del
comportamiento; ii) la jerarquía y mando que el servidor público tenga en la
respectiva institución; iii) entre otros. De igual forma se deberá distinguir entre
las faltas graves dolosas y la culposas, para las cuales el artículo 48 del nuevo
Código Disciplinario prescribe diferentes consecuencias.
Pero, ¿qué servidores públicos podrán ser objeto de este reproche
disciplinario? El artículo 183 prescribe que lo serán las autoridades responsables
de adelantar los trámites establecidos en ese artículo, siendo el trámite que interesa
el correspondiente a celebrar o renovar contratos estatales. Por lo que las personas
competentes para celebrar contratos estatales son los que tienen la obligación de
hacer la respectiva verificación. El artículo 11 de la Ley 80 de 1993 regula las

18
Artículo 44, Ley 80 de 1993: « Los contratos del Estado son absolutamente nulos
en los casos previstos en el derecho común y además cuando: 1o. Se celebren con
personas incursas en causales de inhabilidad o incompatibilidad previstas en la
Constitución y la ley […]».
19
Ley 80 de 1993, artículo 8, numeral 1°, literal b): «Quienes participaron en las o
celebraron los contratos de que trata el literal anterior estando inhabilitados».
20
Artículo 184 de la Ley 1801 de 2016.
21
Artículo 10 de la Ley 1852 de 2019: «En materia disciplinaria solo se podrá
imponer sanción por conductas realizadas con culpabilidad. Las conductas solo son
sancionables a título de dolo o culpa. Queda proscrita toda forma de responsabilidad
objetiva».

9
personas facultadas para ejecutar dicha actividad 22. A las personas que no ostenten
la calidad de servidores públicos se les aplicará la multa tipo 4.

Bibliografía

Doctrina

BOCANEGRA SIERRA, Raúl. Lecciones sobre el acto administrativo. 3 ed. Editorial


Aranzadi. 2006.
SANTOFIMIO GAMBOA, Jaime Orlando. Compendio de derecho administrativo.
Bogotá: Universidad Externado de Colombia. 2017.

Jurisprudencia
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-1016 del 2012. M.P. Jorge Iván Palacio
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-054 de 2019. M.P. Diana Fajardo.

22
El artículo faculta, por ejemplo, a los representantes legales de las entidades
descentralizadas en todos los órdenes y niveles para celebrar contratos estatales. De igual
forma, vale la pena mencionar la delegación que se haga expresamente de esta facultad a
otros servidores públicos.

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