Postimpresionismo, Características, Autores y Pinturas Más Importantes - Cultura Genial
Postimpresionismo, Características, Autores y Pinturas Más Importantes - Cultura Genial
Postimpresionismo, Características, Autores y Pinturas Más Importantes - Cultura Genial
Postimpresionismo
Andrea Imaginario
Especialista en artes, literatura e historia cultural
Vincent van Gogh: Habitación en Arlés (primera versión), 1888, óleo sobre lienzo, 70.5 x 90 cm, Museo Van Gogh, Ámsterdam.
El término postimpresionismo fue acuñado por el crítico británico Roger Fry en 1910, tras una
exposición de Paul Cézanne, Paul Gauguin y Vincent van Gogh en Londres. Otros pintores
destacados fueron Henri de Toulouse-Lautrec y Georges Seurat.
Que no haya sido un movimiento programático no debe hacernos desestimar su importancia.
Los aportes conceptuales, técnicos y estéticos del postimpresionismo hicieron posible el
vanguardismo del siglo XX. Por eso, este artículo nos permitirá entender cómo las vanguardias
—sobre todo el expresionismo, el fovismo y el cubismo— encontraron en el postimpresionismo
su inspiración creativa y su voluntad de ruptura.
Expresar la subjetividad a través de las formas trajo consigo la liberación del estilo artístico. Los
postimpresionistas no pintaron siguiendo a la academia o tendencias grupales. Más bien se
esmeraron en encontrar un estilo plástico único que no solo los expresara sino los distinguiera
individualmente. En consecuencia, fue muy diverso. Aún así, pueden apuntarse algunas
características comunes.
Vincent van Gogh: La noche estrellada, 1889, óleo sobre lienzo, 73.7 x 92.1 cm, Museo de Arte Moderno, Nueva York.
Hasta el siglo XIX, el arte occidental se basaba en la imitación de la naturaleza (naturalismo). Por
eso, los artistas se esmeraban en lograr un efecto de verosimilitud. El postimpresionismo se
atrevió a alterar las formas de la naturaleza en función de la expresión personal. Claro que los
románticos fueron los primeros en proclamar la subjetividad en el arte y los impresionistas
habían hallado nuevas técnicas, pero ambos seguían fieles a la verosimilitud. Por ello, aunque el
postimpresionismo fue romántico en su propósito, representó un punto de cambio estético.
Por ejemplo, en el lienzo La noche estrellada de Vincent van Gogh, las figuras se exageran o
deforman mediante diversos recursos técnicos para expresar el modo en que el artista se
percibe a sí mismo frente a la realidad.
Paul Gauguin: La visión tras el sermón, 1888, óleo sobre lienzo, 73 cm × 92 cm, Galería Nacional de Escocia, Edimburgo.
El uso de los colores en el postimpresionismo no se corresponde con la naturaleza sino con las
intenciones expresivas de los pintores. Así mismo, con frecuencia estos colores se usan puros
sobre grandes superficies, lo cual anula la profundidad espacial. Así, los colores son símbolos de
un lenguaje particular de cada artista, y deben ser interpretados en contexto.
Por ejemplo, en el cuadro La visión tras el sermón de Paul Gauguin, podemos ver el uso de
superficies de colores planos y contrastantes entre sí. Asimismo, el pintor desafía los códigos de
representación del mundo angélico y espiritual por medio de la coloración rica en contrastes.
Por ejemplo, en el lienzo El mercado, de Paul Gauguin, el autor muestra un tema extraído de una
cultura no occidental, incluido un sentido diferente de la coloración. Al mismo tiempo, aplica
elementos estéticos del arte egipcio. Nótese el torso frontal y piernas de perfil de los personajes
femeninos. Nótese también la representación de los hombres al fondo, que recuerdan los
frescos egipcios.
Dado que el postimpresionismo fue muy diverso, conviene revisar algunos de sus artistas más
destacados y detenernos en sus particularidades. En realidad, ningún artista fue parecido al
otro, excepto en la voluntad de expresión individual y en la pasión por el color.
Influido por los impresionistas y los grabadores japoneses, Vincent van Gogh experimentó con
las técnicas de la época. Tuvo un genuino interés por el trabajo de Gauguin. Apasionado por los
colores intensos y puros, utilizó las pinceladas ondulantes y los amarillos, verdes y azules
intensos. Asimismo, recreaba la belleza a través del color. Van Gogh no retrataba la realidad
como era, sino como era sentida por él. El color tiene un uso simbólico, abordaje que puso a Van
Gogh en los ojos del expresionismo.
En la obra Terraza de café por la noche, Van Gogh muestra por primera vez el motivo de los cielos
estrellados, el cual se volverá recurrente en sus obras posteriores. Nótese también la irrealidad
de los tonos amarillos encendidos. Son tonos que la luz de un candil no puede dar. Se trata,
pues, de un color intensificado al asociarse a un estado de ánimo.
Algunas de sus obras más importantes son Terraza de café por la noche, La noche estrellada,
Girasoles, Autorretrato y Habitación de Arlés.
Paul Gauguin
Izquierda: Paul Gauguin: Cristo amarillo, 1889, óleo sobre lienzo, 92,1 cm × 73,3 cm, Museo Albright-Knox, Buffalo. Derecha:
Anónimo: Cristo de Trémolo, siglo XVII, madera policromada, Iglesia de Trémolo, c. de Pont-Aven.
Por ejemplo, en el lienzo Cristo amarillo, Gauguin se inspira en una talla policromada anónima
del siglo XVII, de carácter popular, localizada en la iglesia de Trémolo, en las cercanías de Pont-
Aven.
Abarcó un espectro de temas muy amplio: desde escenas de la vida cotidiana hasta escenas
cargadas de superstición. Su osadía colorista constituyó un precedente del fauvismo. Entre sus
principales obras podemos mencionar: El Cristo amarillo, Mujeres de Tahití, El mercado y La
visión tras el sermón.
Paul Cézanne
Paul Cézanne: frutta, mele e biscotti, 1879-80
Paul Cézanne se caracterizó por la reducción de las formas de la naturaleza a sus volúmenes
geométricos esenciales, como cilindros, conos y esferas. De esta manera, Cézanne se anticipó al
cubismo y se convirtió en una referencia. Por ejemplo, en el lienzo Las bañistas, Paul Cézanne
hace una síntesis gráfica de los cuerpos hasta aproximarlos a formas cilíndricas.
Se interesó también por la luz prismática y la modulación de color, pasando por encima del
tradicional claroscuro. Con estos recursos, Cézanne resaltaba las cualidades materiales de la
pintura.
Algunas de sus obras más conocidas son: Las bañistas, Mujer de azul, Cestos de manzanas y La
casa María en el camino del Château Noir.
Georges Seurat
Georges Seurat: Domingo en la tarde en la isla de la Grande Jatte, 1884-1886, óleo sobre lienzo, 207,6 × 308 cm, Instituto de
Arte de Chicago.
Algunos críticos clasifican a Seurat como un neoimpresionista más que como postimpresionista.
Sin embargo, Seurat se distinguió del impresionismo y se aproximó al postimpresionismo por el
rechazo del efecto borroso de las formas y el regreso al trabajo en el estudio.
Algunas de sus obras más conocidas son: Domingo en la tarde en la isla de la Grande Jatte, La
parada del circo, Las modelos y Un baño en Asnieres.
Henri de Toulouse-Lautrec
Henri de Toulouse-Lautrec: En el Moulin Rouge, el baile, 1890, óleo sobre tela, 115 × 150 cm, Museo de Arte de Filadelfia,
Filadelfia.
Por su naturaleza de dibujante e ilustrador, su rasgo distintivo fue el uso de la línea notoria,
muchas veces corregida o repasada. También se destacó por el uso de encuadres novedosos, y
adoptó elementos de la estampa japonesa. Sus trabajos reunen diversidad de formatos y
técnicas: pastel o guache sobre cartón, litografía, óleo sobre tela, etc.
Entre sus obras más conocidas se cuentan En el Moulin Rouge, el baile; En la cama, el beso y
Moulin Rouge: la Goulue.
El contexto histórico del arte postimpresionista se sitúa en el último cuarto del siglo XIX. La
revolución industrial continuaba su ascenso y la sociedad se masificaba cada vez más. Crecían
la prensa escrita, el arte del cartel y la publicidad. Crecía también el interés en las
investigaciones científicas (naturales y sociales) y la experimentación, consideradas signo de
progreso.
Tanta individualidad era incómoda para el gusto medio y para los mecenas, demasiado
acostumbrados a fiarse del juicio de los críticos y de la academia. Van Gogh, Cézanne y Gauguin
nunca fueron reconocidos. Ni siquiera la exposición retrospectiva después de su muerte, en
1910, conoció el éxito. Fueron los artistas de las vanguardias históricas los que valoraron sus
aportes. Hoy, paradójicamente, sus obras son cotizadas en millones de dólares.
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Andrea Imaginario
Profesora universitaria, cantante, licenciada en Artes (mención Promoción Cultural), con maestría en Literatura
Comparada por la Universidad Central de Venezuela, y doctoranda en Historia en la Universidad Autónoma de Lisboa.
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