Un Encuentro para Toda La Vida
Un Encuentro para Toda La Vida
Un Encuentro para Toda La Vida
Introducción: Mi testimonio
Jacob
Y Jacob le puso a aquel lugar el nombre de Peniel, porque dijo: He visto a Dios cara
a cara, y ha sido preservada mi vida. LBLA (Gn 32:30)
Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar Peniel; porque vi a Dios cara a cara, y fue
librada mi alma. JBS (Gn 32:30)
Y Jacob llamó a aquel lugar Penuel, porque dijo: «He visto a Dios cara a cara, y sin
embargo todavía estoy vivo.» DHH (Gn 32:30)
Pedro
Pablo
9 Saulo [a] estaba furioso y amenazaba con matar a todos los seguidores del Señor
Jesús. Por eso fue a pedirle al jefe de los sacerdotes unas cartas con un permiso
especial. Quería ir a la ciudad de Damasco y sacar de las sinagogas a todos los que
siguieran las enseñanzas de Jesús, para llevarlos presos a la cárcel de Jerusalén. 3
Ya estaba Saulo por llegar a Damasco cuando, de pronto, desde el cielo lo rodeó un
gran resplandor, como de un rayo. 4 Saulo cayó al suelo, y una voz le dijo: —
¡Saulo, Saulo! ¿Por qué me persigues? 5 — ¿Quién eres, Señor? —preguntó Saulo.
—Yo soy Jesús —respondió la voz—. Es a mí a quien estás persiguiendo. 6 Pero
levántate y entra en la ciudad, que allí sabrás lo que tienes que hacer. 7 Los
hombres que iban con Saulo se quedaron muy asustados, pues oyeron la voz, pero
no vieron a nadie. 8 Por fin, Saulo se puso de pie pero, aunque tenía los ojos
abiertos, no podía ver nada. Entonces lo tomaron de la mano y lo llevaron a la
ciudad de Damasco. 9 Allí Saulo estuvo ciego durante tres días, y no quiso comer ni
beber nada. 10 En Damasco vivía un seguidor de Jesús llamado Ananías. En una
visión que tuvo, oyó que el Señor Jesús lo llamaba: — ¡Ananías! ¡Ananías! —Señor,
aquí estoy —respondió. Y el Señor le dijo: 11 —Levántate y ve a la Calle Recta. En la
casa de Judas, busca a un hombre de la ciudad de Tarso. Se llama Saulo, y está
orando allí. 12 Yo le he mostrado que un hombre, llamado Ananías, llegará a
poner sus manos sobre él, para que pueda ver de nuevo. 13 —Señor —respondió
Ananías—, me han contado que en Jerusalén este hombre ha hecho muchas cosas
terribles contra tus seguidores. 14 ¡Hasta el jefe de los sacerdotes le ha dado
permiso para que atrape aquí, en Damasco, a todos los que te adoran! 15 Sin
embargo, el Señor Jesús le dijo: Ve, porque yo he elegido a ese hombre para que me
sirva. Él hablará de mí ante reyes y gente que no me conoce, y ante el pueblo de
Israel. (Hch 9:1-15)
de obedecer la ley; más bien, llego a ser justo por medio de la fe en Cristo. Pues
[b]
la forma en que Dios nos hace justos delante de él se basa en la fe. Quiero
10
“No te impacientes con los demás. Recuerda que Dios trató contigo con paciencia
y bondad” — Oswald Chambers.
Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti, a todos los que
concentran en ti sus pensamientos!( Is 26:3)
Gozo Eso es lo que Cristo vino a hacer. Su regalo es el gozo que viene al
saber que nuestros nombres están escritos en el cielo. Uno de los
resultados de haber experimentado la obra de Dios en nuestras vidas es
precisamente este gozo infundido en nuestro corazón. La predicación del
evangelio de la gracia trae un gozo que es un regalo de Dios que no puede
ser comprado o ganado por nuestros esfuerzos. Vuélveme el gozo de tu
salvación, Y espíritu noble me sustente (Sal 51:12) El gozo revela mucho
de nuestra salud espiritual
El gozo nos protege de la tentación: Matthew Henry dijo: “El gozo en el
Señor te guardará de los placeres vacíos que el tentador utiliza como
carnada”.
El gozo protege de la religión
No existe una mejor terapia que pueda hacer lo que el evangelio solo puede
hacer.
EL EVANGELIO ES PODER DE DIOS:
“El reino es el poder del Rey sobre el pueblo del Rey en el lugar del Rey” Patrick
Schreiner,
La tarea de la iglesia es hacer visible el reino invisible. Juan Calvino