Vicios Del Lenguaje
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Barbarismo
La palabra barbarismo también puede ser sinónimo de falta de cultura en el coloquio (véase
Español coloquial),3 como por ejemplo pronunciar la letra "g" como la letra "y" a imitación de
su pronunciación en el idioma inglés.[cita requerida] Dónde termina el barbarismo y dónde
comienza el extranjerismo es una línea muy delgada y depende mucho de la influencia los
medios de comunicación de cada país.[cita requerida]
Ejemplos
Ejemplos de expresiones que pasan por barbarismos son:
a grosso modo por grosso modo: loc. lat. que significa ‘aproximadamente o a grandes rasgos’:
«El costo de la vida aquí corresponde, grosso modo, al de México» (Tibón Aventuras [Méx.
1986]). No es normativo anteponer la preposición a: a grosso modo.
Barbarismo prosódico
Tienen lugar cuando se producen alteraciones o imprecisiones en la manera de pronunciar o
articular los sonidos de la lengua. Muchas veces la mala pronunciación responde a criterios de
economía de la lengua, o sea, al menor esfuerzo posible en la pronunciación; otras veces, al
simple vicio.
Barbarismos prosódicos
Uno de los tipos de barbarismos que existen son lo que se conocen como prosódicos, es decir,
son aquellas incorrecciones que hacen referencia a la dicción o a la forma de pronunciar
sonidos. Algunos ejemplos de barbarismos de este tipo serían:
Etcétera
Barbarismos sintácticos
En el caso en el que se creen oraciones en las que haya errores sintácticos como, por ejemplo,
falta de concordancia, errores en la construcción de oraciones, modismos, etc., es cuando
hablamos de barbarismos sintácticos. Algunos ejemplos son los siguientes:
Usar un "que" en la oración de forma errónea (queísmo): "*Ven antes que caiga el sol" es
erróneo. Lo correcto sería "Ven antes DE QUE caiga el sol".
Mal uso de los impersonales: "*Había muchos libros" es erróneo. Lo correcto es en impersonal,
es decir, "Había muchos libros".
Etcétera.
Barbarismos ortográficos
Y por último, otro de los tipos de barbarismos que se cometen en lengua española son los que
hacen referencia a aquellos en los que se cometen faltas de ortografía, tanto a la hora de
escribir palabras como a la hora de usar palabras de forma errónea. Algunos ejemplos de estos
barbarismos son:
Etcétera
Son muchos los casos de barbarismos lingüísticos y que poco tienen que ver con la educación
de cada hablante. Es posible que por causas sociolingüísticas, las personas tengan confusiones
o dudas a la hora de usar correctamente la lengua española y, por eso, se cometan estos
barbarismos.
Común en los verbos irregulares: en el caso de que un verbo se conjugue de forma irregular, es
habitual que aparezcan barbarismos. Es el caso de "Yo *sepo" en lugar de "Yo sé"
Errores a la hora de formar plurales: puede ser que haya confusión a la hora de crear plurales
en castellano como, por ejemplo, "*pieses" en lugar de "pies"
Y para terminar la lección vamos a hablarte sobre ejemplos de barbarismos que te ayudarán a
comprender mejor toda la teoría que acabamos de conocer. Aquí te dejamos una lista
completa con diferentes ejemplos de barbarismos que son comunes en la lengua española:
Ayer *vinistes tarde (lo correcto sería VINISTE)
Solo tienes que *vertir la leche en la cacerola (lo correcto sería VERTER)
Espero que *haiga sitio para aparcar (lo correcto sería HAYA)
Pleonasmo o redundancia
Es un enunciado que incluye vocablos innecesarios para que éste tenga sentido completo.
Generalmente los hablantes usan pleonasmos para añadir expresividad a lo dicho, pero deben
evitarse en la expresión escrita.
Martínez de Souza explica que hay pleonasmos correctos e incorrectos. Sobre los primeros
menciona que "la expresión del lenguaje vivo presenta situaciones donde la no repetición de la
idea hace que la lengua sea inexpresiva. Por ejemplo, no se puede decir, con energía o enfado,
¡Sube y bájame ese libro!, lo natural es que se diga ¡Sube arriba y bájame ese libro! Así pues
hay pleonasmos que son correctos o, al menos, no condenables, como subir arriba, bajar
abajo, volar por los aires, verlo con los propios ojos.3
Sobre los pleonasmos incorrectos, el mismo autor pone como ejemplos aquellos casos en
donde la redundancia no aporta expresividad (la ley está en vigor actualmente [porque lo que
está en vigor es actual]; periodo de tiempo [ya que periodo se define como "tiempo"];
conclusiones finales [toda conclusión es final]; resumir brevemente [todo resumen es breve]).
Ejemplos de redundancias y pleonasmos:
Subir arriba.
Entrar adentro.
Salir afuera.
Bajar abajo.
Especies diferentes.
Hipérbaton
Es una figura de construcción que consiste en invertir el orden natural sintáctico que
habitualmente tienen las palabras en el discurso; en el español este orden es sujeto + verbo +
complemento(s). Por sí solo no constituye un vicio; sin embargo, se recomienda no abusar de
esta figura (ejemplos de hipérbaton: Las ventanas limpia Inés, en lugar de Inés limpia las
ventanas; El perro sus primeros paseos daba en la montaña, en lugar de El perro daba sus
primeros paseos en la montaña).
l hipérbaton es una figura retórica en la cual se altera la sintaxis habitual de una oración,
principalmente con fines métricos retóricos.
Tipos
la tesis, que consiste en intercalar una palabra entre dos elementos de otra compuesta;
el paréntesis, que consiste en introducir en una frase una interjección u oración con
entonación distinta;
la histerología, que consiste en alterar el orden de las palabras y decir primero lo que debería
ir después .
Usos
Ejemplos
veíase el arpa.
Anfibología
Se presenta cuando el acomodo de los elementos dentro de una oración da lugar a más de una
interpretación (Se venden alfombras para su casa de Marruecos [¿qué es de Marruecos, la casa
o las alfombras?]; tal vez se quiso decir lo siguiente: Se venden alfombras de Marruecos para
su casa. Otro ejemplo sería: Gerardo fue quien me entregó la lista cuando era jefe de grupo,
(¿quién era el jefe de grupo: ¿Gerardo o quien recibió la lista?) Tal vez se quiso decir: Cuando
Gerardo era jefe de grupo me entregó la lista.4 De igual manera podría ser se bajó del caballo
sin darse cuenta (¿el caballo o él? tal vez quiso decir: se bajó del caballo y él no se dio cuenta
de que lo hizo).
Significado
La anfibología es catalogada como un vicio de dicción y se define como aquello que se presta
para más de una interpretación, o sea, algo que se vuelve ambiguo en su significado.
Ejemplos
¿A Santiago o a Luis?
Fuimos al cine y después al restaurante. Te dejamos un mensaje para que nos viéramos allá.
3. Un procedimiento que puede servir en muchos de estos casos para determinar si debe
emplearse la secuencia de «preposición + que», o simplemente que, es el de transformar el
enunciado dudoso en interrogativo. Si la pregunta debe ir encabezada por la preposición, esta
ha de mantenerse en la modalidad enunciativa. Si la pregunta no lleva preposición, tampoco
ha de usarse esta en la modalidad enunciativa: ¿De qué se preocupa? (Se preocupa de que…);
¿Qué le preocupa? (Le preocupa que…); ¿De qué está seguro? (Está seguro de que…); ¿Qué
opina? (Opina que…); ¿En qué insistió el instructor? (Insistió en que…); ¿Qué dudó o de qué
dudó el testigo? (Dudó que… o dudó de que…); ¿Qué informó [Am.] o de qué informó [Esp.] el
comité? (Informó que… [Am.] o informó de que… [Esp.]).
Qué es un solecismo?
Se llama solecismo o también anacoluto a lo que la gramática normativa o prescriptiva
entiende como un error de sintaxis, o sea, a un cambio repentino en la formulación de una
frase, alterando el orden usual o “correcto” de sus términos y, por ende, produciendo una
inconsistencia en la misma.
Dicho de otro modo, se trata de alteraciones indebidas del orden de los elementos de una
oración, que son sumamente frecuentes en el habla cotidiana, fruto de la improvisación, pero
mucho más graves en la lengua escrita. En ocasiones pueden ser utilizados de manera expresa,
como una forma de figura retórica o giro poético, y en este caso se le conoce como reticencia.
La palabra solecismo viene del griego antiguo soloikismós, con el mismo exacto significado,
formada a partir de soloikós (“bárbaro”, “que no habla bien”); por su parte, anacoluto
proviene también del griego anakóluthos, traducible como “inconsistente” o “inconsecuente”,
ya que deriva de koluthos, “camino”, en el sentido de que “no sigue el mismo camino”.
Puede servirte: Oraciones bimembres
Ejemplos de solecismo
“Las palabras claves del artículo son las siguientes” (error de concordancia del adjetivo).
“Han habido docenas de atentados contra el gobierno” (error de pluralización del verbo).
“Yo la traje un regalo a María” (loísmo, sustitución del “la” por “le”).
“Uno de los que corría la maratón sufrió un infarto” (error de singularización del verbo).
“Los japoneses inventaron un aparato que quien lo usa puede volar” (pronombre relativo sin
función sintáctica clara).
Los extranjerismos son muy comunes en todos los idiomas, especialmente en un contexto
global como el surgido a finales del siglo XX y comienzos del XXI. Sin embargo, han existido
siempre, como reflejo del intercambio y la comunicación entre las diversas culturas y
civilizaciones, así como de los complejos procesos históricos de colonización y sincretismo que
el mundo ha presenciado.
Generalmente un extranjerismo se reconoce porque conserva parte o toda su grafía original,
más o menos adaptada a la lengua receptora. Por esa razón, en muchos idiomas se los
entrecomilla o escribe en cursivas, dependiendo del caso. Sin embargo, con el paso del tiempo
y el uso continuo, muchos extranjerismos terminan incorporados a la lengua receptora,
convirtiéndose en piezas ordinarias.
Tipos de extranjerismos
Existen distintos criterios para clasificar los extranjerismos en español. El más simple de todos
es el que los distingue según la lengua de la cual son tomados: “anglicismo” para los préstamos
del inglés, germanismo para los del alemán, galicismo para el francés, lusitanismo para el
portugués, nahuatlismo para el náhuatl, catalanismo para el catalán, italianismo para el
italiano, etc.
La única excepción en este criterio son los préstamos directos del latín, denominados
“cultismos”, dado que ésta era la lengua en la que se escribía y se pronunciaban discursos
durante buena parte de la historia occidental.
El otro criterio posible para clasificar los extranjerismos atiende a su forma, y los diferencia en
tres tipos:
Préstamos léxicos. Ocurren cuando la lengua receptora toma una pieza del diccionario de otra
lengua, con su forma y contenido, y la incorpora como propia. En algunos casos, esto implica la
deformación morfológica de la palabra para adaptarla al idioma de destino (por ejemplo,
“escáner” en español por “scanner” del inglés), aunque en otros casos puede conservar su
forma e incluso su sonido (por ejemplo, “jazz” en inglés y en español).
Préstamos semánticos. Ocurre cuando a una palabra que ya existe en el idioma destino, se le
incorpora un significado que anteriormente no tenía, proveniente de un idioma extranjero. Es
el caso, por ejemplo, del verbo “remover” en español, cuyo significado original es “Mover
cosas o partes de una cosa que están juntas, dándoles vueltas y agitándolas”, pero al cual suele
añadirse el sentido de “borrar o eliminar” procedente del inglés “to remove”.
Calcos semánticos. Este es un caso similar al anterior, en el que se acude a una lengua
extranjera en busca de un significado, con la salvedad de que su forma es adaptada al idioma
de destino por completo, como en una traducción. Esto puede verse fácilmente en el caso de
“jardín de infancia”, traducción literal de “kindergarten” del alemán. En algunos casos, este
tipo de calcos pueden dar origen a barbarismos, o sea, deformaciones de la lengua (desde un
punto de vista normativo).
Una última clasificación, según la Real Academia Española, distingue entre los extranjerismos
necesarios o de uso amplio, que son muy comúnmente empleados o bien carecen de
equivalente en la lengua de destino, y aquellos extranjerismos superfluos o innecesarios, que
sustituyen innecesariamente los términos disponibles de la lengua de destino.
Ejemplos de extranjerismos
extranjerismo penalty
Pick up (anglicismo), para llamar a un modelo de camioneta más pequeño que un camión y con
su plataforma de carga descubierta.
Penalti (anglicismo, de penalty), para las faltas cometidas en el área de juego, en el argot del
fútbol.
Lo llevé a un restaurante fino y pidió una pizza con salami y salsa ragú.
Arcaísmos y neologismos
Así como existen los extranjerismos, también puede darse el caso de los arcaísmos y los
neologismos. Nos referimos a:
Neologismos. Se refiere a exactamente lo contrario de los arcaísmos, esto es, palabras, formas
y usos nuevos que se incorporan a un idioma a medida que se actualiza o se pone al día, para
poder hacerle frente a las nuevas realidades de sus hablantes. Por ejemplo: “escáner” para el
aparato de digitalizaciones, o “descargar” para obtener archivos de Internet.
En el caso del español, la mayoría de los arcaísmos provienen del español hablado durante la
Edad Media y hasta el siglo XVII. Generalmente han perdido su contexto y responden a
estructuras y fórmulas que el español perdió a lo largo del tiempo. Por esa razón se enlistan en
la mayoría de los diccionarios de la lengua como anticuado (ant.), desusado (des.) o poco
usado (p. us.).
También cuentan como arcaísmos determinados significados de palabras aún en uso pero con
otro sentido, o sea, ciertos significados que se perdieron en el tiempo, aunque las palabras
sigan en uso con un significado contemporáneo.
Los arcaísmos, en todo caso, pueden seguirse usando pero son muy poco comunes y a veces
persisten en ámbitos muy puntuales, como la lengua literaria. En ese sentido, siempre se
prefiere el uso de las fórmulas innovadoras y modernas, ya que la lengua es un organismo vivo
y en constante proceso de actualización.
Tipos de arcaísmos
Existen dos tipos de arcaísmos, dependiendo de qué tan frecuente sea aún su uso. Esto se
debe a que una misma lengua puede variar enormemente dependiendo de la geografía, y lo
que en un sitio se considera extinto, en otro sitio sigue en uso. Así, debemos distinguir:
Arcaísmos absolutos, aquellas palabras y giros antiguos que no se usan comúnmente en
ninguna comunidad de habla del mismo idioma, es decir, que se han quedado absolutamente
rezagadas en el transcurso de la lengua.
Arcaísmos relativos, aquellas palabras y giros antiguos que han desaparecido sólo de algunas
variantes geográficas de la lengua, pero persisten en otras, y por lo tanto siguen relativamente
vigentes.
Ejemplos de arcaísmos
El voseo dialectal americano, o sea, la sustitución del pronombre personal “tú” por “vos”,
frecuente en distintas latitudes de América Latina, cuyo origen data del latín vos, plural de la
segunda persona gramatical, y que se empleaba para dirigirse a las autoridades reales (para
marcar su superioridad) en el español antiguo.
Truje en lugar de “traje”, utilizado aún en México y en otras áreas lingüísticas de la América
hispana.
Arcaísmos y neologismos
Si los arcaísmos son vestigios de la historia de una lengua, los neologismos son todo lo
contrario: formas, usos y significados nuevos, incorporados a la lengua por sus hablantes más
jóvenes, a menudo debido a la necesidad de nombrar nuevas realidades. Por esa razón, por
ejemplo, la tecnología y las ciencias son una fuente constante de neologismos, ya que nuevas
invenciones y nuevos procedimientos ameritan nuevos nombres.
¿Qué es la cacofonía?
Se llama cacofonía a un vicio del lenguaje que consiste en una asociación poco armónica o
poco estética de sonidos dentro de una oración o de un fragmento de texto. Esto puede
significar distintas cosas en específico, pero generalmente se trata de repeticiones innecesarias
o exageradas de palabras o de terminaciones, que afean el texto y distraen en la transmisión
del mensaje.
×
Este término proviene de los vocablos griegos kakós (“mal” o “malo”) y phonê (“sonido” o
“voz”), y es antónimo de eufonía (“aquello que suena bien”). En general es un criterio a tomar
en cuenta a la hora de redactar un texto, y puede detectarse leyéndolo en voz alta.
Sin embargo, en ocasiones la lengua presenta criterios gramaticales para evitar las cacofonías,
como ocurre con el cambio del artículo femenino a masculino en el caso de sustantivos como
“agua” o “alma”, para evitar así la repetición de la vocal inicial (“la agua» o “la alma”).
Características de la cacofonía
Consiste en la repetición o reiteración excesiva de sonidos que rompen con la cadencia natural
de la oración, o distraen del sentido de la misma.
En ocasiones puede ser empleada de manera intencional para generar efectos lúdicos en lo
dicho, como en los trabalenguas o los juegos de palabras.
La mejor forma de detectarla es leyendo un texto en voz alta para poder escuchar cómo suena.
Ejemplos de cacofonía
“Pedro corría rápidamente para alcanzar y subir ágilmente al bote en que probablemente
encontraría a sus asaltantes”
¿Qué es un neologismo?
Los neologismos son ciertos usos, expresiones y palabras que no existían tradicionalmente en
una lengua, pero que son incorporados a ella debido a su necesidad de adaptarse a la realidad
de sus hablantes. Es decir, son aquellas palabras y giros nuevos que los hablantes incorporan a
un idioma, a medida que surgen nuevas cosas que nombrar y nuevas formas de hacerlo. Son lo
exactamente opuesto a los arcaísmos.
Los neologismos pueden tener diferentes orígenes, como veremos más adelante.
Dependiendo del punto de vista (si se es más o menos purista en asuntos del idioma) pueden
considerarse una fuente de riqueza lingüística, o un síntoma de degeneración y cambio
irreversible. Lo más probable es que constituyen ambas cosas al mismo tiempo.
Los neologismos pueden tener muy distintos orígenes. Pero sea cual sea el procedimiento y la
lógica que los trae a la existencia dentro de un idioma, siempre se consideran intentos del
idioma por adaptarse a una realidad específica.
Como sabemos, la realidad es algo cambiante, a medida que surgen nuevas invenciones
científico-tecnológicas, nuevas formas de pensar o nuevas necesidades afectivas que expresar,
y todo ello requiere de un correlato en el idioma, o sea, de un modo de decirse. Por ende, la
necesidad de crear palabras es constante e inevitable.
Los mecanismos usuales de creación de neologismos no son muy distintos de los que se han
empleado tradicionalmente en la historia de los idiomas, como son:
Siglas y acrónimos. Sumando iniciales y primeras letras de una oración, se puede obtener
mediante el uso y la repetición nuevas palabras de valor lexical propio, olvidando incluso que
inicialmente se trataba de una forma de abreviatura. Es el caso, por ejemplo, de “láser”, que
proviene del acrónimo en inglés de Light Amplification by Simulated Emition of Radiation
(Amplificación de la Luz por Emisión Simulada de Radiación).
Composición o parasíntesis. Juntando dos o más palabras en una sola, se puede también
“componer” literalmente un nuevo término. Este fue alguna vez el caso del término
“Hispanoamérica” (composición de América Hispana), y lo es hoy el de “cortafuegos”
(composición de cortar y fuego) en su significado digital (de Internet).
Préstamos del extranjero. A menudo el idioma no tiene otra alternativa, frente a una realidad
nueva, que acudir a otra lengua para crear un término nuevo, ya sea porque en esa otra lengua
ya existe, o porque ésta lo tuvo primero. Es lo que ha ocurrido con términos como “craquear”
(anglicismo, del verbo to crack: romper o abrir a la fuerza) o “hackear” (anglicismo, del verbo
to hack: secuestrar o colarse en un sitio).
Onomatopeyas. A partir del intento de reproducir con palabras un sonido, podemos también
obtener nuevos términos que incorporar mediante el uso a nuestro diccionario formal. Es lo
que ocurrió con el verbo “chirriar” alguna vez, aunque ya lo tengamos por una palabra
cualquiera del español, o con el nombre “pingpong”.
Tipos de neologismos
A partir de lo visto sobre su origen, el modo más simple de clasificar los neologismos sería a
partir del método empleado para crearlo. Sin embargo, una mirada más estrecha puede
diferenciarlos también conforme a lo siguiente:
Extranjerismos. Como hemos dicho ya, en el caso en que provengan de otros idiomas, ya sea
que respetemos o no su forma y su pronunciación. Es el caso de “setear” (del inglés set up),
“customizar” (del inglés customize) o “hostear” (del inglés host), términos vinculados con el
argot de internet.
Barbarismos. Que son pronunciaciones o formulaciones erróneas del idioma, pero que al
transmitirse y popularizarse, acaban por gestar nuevos términos, como ocurrió con “cedé” y
“cidí” (CD), o “deuvedé” y “dividí” (DVD) para nombrar los distintos tipos de discos compactos.
En muchos casos, los barbarismos pueden ser a la vez extranjerismos, neologismos o
arcaísmos.
Ejemplos de neologismos
Una lista adicional de neologismos no nombrados hasta ahora incluye los siguientes:
Blogs. Término empleado en internet para designar a los diarios o bitácoras en línea. Es a su
vez un anglicismo (de log, “bitácora”).
Fake news. Frase acuñada en inglés para referirse a los bulos y las noticias engañosas, se
emplea también en español con más frecuencia que “bulo” o “noticia falsa”.
Selfie. Nombre que recibe en la cultura contemporánea la (auto) fotografía personal tomada
con la cámara frontal de un Smartphone.
Tuit. Modo en que se llama a cada publicación de la red social Twitter, una de las más
empleadas del mundo.
Vapear. O sea, fumar un cigarrillo electrónico, proviene del término en inglés “vaping”.
Wifi. Palabra originada mediante las siglas de Wireless Fidelity, nombre a su vez del estándar
de comunicación para el Internet Inalámbrico propuestos por la agencia WECA
estadounidense. Hoy en día es sinónimo de “Internet inalámbrico”.
A continuación, veremos algunos de los neologismos anteriores puestos en una oración para
brindarles más contexto:
Estaba actualizando mi blog anoche, pero la wifi se cayó.
No puedes creerte cualquier fake news, sin importar quién la tuiteó. Lo ideal es googlearla.
Neologismos y arcaísmos
Los arcaísmos son lo diametralmente contrario a los neologismos: si los primeros constituyen
formas nuevas, los últimos son formas antiguas, ancestrales, en desuso, que de algún modo
logran sobrevivir total o parcialmente en el idioma.