Los Nueve Libros de La Historia de Heródoto de Halicarnaso - Tomo I (1898)
Los Nueve Libros de La Historia de Heródoto de Halicarnaso - Tomo I (1898)
Los Nueve Libros de La Historia de Heródoto de Halicarnaso - Tomo I (1898)
r= �
DE
HERODOTO. DE H!LICARNASO
1'RADUCl{)A DEL GltlEOO AL C.,\STBLLANO
POR
EL P. BARTOLOMÉ
"
, 'pou
DE Í:,A COMPAÑfA DE JESÚS
TOMO I
MADRID
LIBRERÍA DE HERNANDO Y e�•. -
CALUt D&L ARKWAL, N0M. IJ
1898 · . .
........,._ flPOGIIÁJQ> CIIJ09IO.. 1111 lln'4llallml411,
,_ .. 111111 vi-., .......
PROLOGO DEL TRADUCTOR .
( 1) He creido que lo mejor que podia hacer era tomar esta noti
cia de la que publicó el infatigable Pedro Wesselingio al frente de
su cion de msterdan, pues en erudicion y fidelidad nada deja
que desear sobre la materia .
(Nota del T.)
ya sus historias Pérsicas , Xanto la de Lidia , y Hecateo Mi
lesio la del Asia .
Nuestro Herodoto , primero viajante que historiador, quiso
ver por sus mismos ojos los lugares que habian sido teatro
de las acciones que él pensaba publicar . Recorrió en el Asia
la Siria y la Palestina , y algunas expresiones suyas dan á
entender que llegó á Babilonia : en Africa atravesó todo el
Egipto hasta la misma Cirene, ignorándose si llegó a Carta
go; pero donde más provincias recorrió fué en Europa , via
jando por la Grecia , por el Epiro , por la Macedonia , por la
Tracia , y por la Escitia , y finalmente fué á Italia ó Magna
Grecia , formando parte de la colonia que entonces enviaron
á Turio los Atenienses. En esta nueva poblacion parece que
acabó el curso de sus viajes y de sus dias ; si bien hay quien
cree que murió en Pella de Macedonia y cuál en Atenas ,
pues no constan claramente ni el lugar ni el año de su fa
llecimiento .
Acerca del tiempo y lugar en que compuso la historia que
publicó por sí mismo, parece lo más verosimil que despues
de algunos viajes, l'estituido á Samos, empezó allí á poner
en órden sus noticias , bien que no las publicó por entonces.
De Samos dió la vuelta á su patria , donde contribuyó á que
de ella fuese expelido el tirano Ligdamis; pero viéndola des
pues sumida en la anarquía y entregada al furor de las fac
ciones,regresó á Grecia .Allí por primera vez , en elconcurso
solemne de los juegos olimpicos de la Olimpiada 81, recito
sus escritos que habia traido compuestos de la Caria . La
lectura de las Musas de Herodoto , á que asistia Tucidides ,
muy mozo todavia , al lado de su padre Oloro , hizo tanta
impresion en aquel jóven codicioso de gloria,que se le sal
taron las lágrimas; lo que advirtiendo Herodoto , dijo á Oloro .
- « El genio de tu hijo , nacido para las letras , exige que en
ellas le instruyas .»
Segunda vez leyó su historia en Atenas en presencia de
un numeroso pueblo reunido para las fiestas Panatheneas,
7
corriendo ya el tercer año de la Olimpiada 83. Refiere Dion
Crisóstomo que la leyó por tercera vez en Corinto , que no
habiendo obtenido la recompensa que esperaba de Adimanto
y demas Corintios, borró de su obra los elogios que de ellos
hacía ;mas nada hay que pruebe que esto sea sino un chisme
malicioso.
Sin duda Herodoto limó posteriormente sus escritos, y
añadió nuevas noticias, pues refiere sucesos posteriores á
su última retirada á Turio , cuales son la invasion de los The
banos contra los de Plateas, la embajada de los Espartanos
vendidos por Sitalces, y la retirada de Zopiro á Atenas al
fin del libro VII . Algunos suponen que esta historia no ha
llegado á nosotros entera, mas ninguna prueba hay que
haga suponer en ella vacío alguno: lo único que se sabe es
que escribió al parecer por separado un libro de los Hechos
Líbicos y de los Asirios , á los cuales frecuentemente se re
fiere , y que existian todavia en tiempo de Aristóteles , que
impugnó en parte estos últimos. Otros le atribuyen obras
que no son suyas, y entre ellas la vida de Homero , enga
ñados acaso por la semejanza del nombre de los autores ,
-- como Herodoro , Herodiano.
Pasando al juicio de esta obra , las prendas, en nuestro
concepto , superan en mucho á los defectos, resaltando er
tre aquellas : 1.', un estudio diligente en averiguar los he-,
chos, y esto en un tiempo de ignorancia , tan escaso en
monumentos, sin ninguno de los recursos que hoy tenemos
tan á mano : 2.°, un juicio exacto y filosófico en dar clara y
distintamente los motivos de los sucesos que va refiriendo ,
y una crítica continua en separar lo que aprueba por ver
dadero de lo que refiere sólo por haberlo oido, y no pocas
veces desecha por falso : 3.9, una prudente parsimonia en
no amontonar máximas y reflexiones morales, dejando su
curso á los hechos; 4.°, un estilo flúido, claro , vario y ame
no, sin afectar las exquisitas figuras con que rizaban ya
sus discursos los oradores , ni lo áspero , pesado y senten
8
cioso de los filósofos. Los razonamientos que pone en boca
de sus personajes son tan dramáticos , variados y propios
de la situacion , que nadie a mi ver se atreverá á tacharlos
de difusos .
A tres se reducen los defectos de que es tachado Hero
doto : 1.°, alguna sobrada malignidad , de la cual habla de
propósito Plutarco, a veces con razon , á veces incurriendo
en el vicio mismo que reprende: 2.', mucha supersticion ,
culpa de que no es posible excusarle sino por la naturaleza
de los tiempos en que vivió , y por el deseo de captarse el
aplauso público halagando las creencias populares, y sin
embargo se muestra en algunos pasajes bastante atrevido
para arrostrarlas : 3.°, falta de ritmo y armonia en su estilo ,
vicio de que lo acusa Ciceron (Orat. c . LV), y de que le
vindican Dionisio de Halicarnaso , Quintiliano у Luciano . Yo
por mi parte opino con el primero , y me ofende no poco
aquella recapitulacion que nos hace de cada suceso , por
más breve que sea .
Añadiré una reseña de los códices manuscritos de que
Be han servido los editores de Herodoto , especialmente
Wesselingio. Los venecianos, de los que se valió Aldo
Manucio para la primera edicion griega publicada en Vene
cia año 1502.- Los ingleses, uno del arzobispado de Can
torberi, y otro del colegio de Etona.- El de Médicis. - Tres
parisienses de la Biblioteca Real.- Los de la Biblioteca de
Viena, los de Oxford, y el del cardenal Passionei.
Las ediciones de Herodoto llegadas á mi noticia son las
siguientes: La version latina de Valla en Venecia , año
1474. - La latina de Pedro Fenix , Paris 1510. - La latina de
Conrado Heresbachio en 1537, en la cual se suplió lo que
faltaba en la primera de Valla. - La griega de Manucio, Ve
necia 1502. — La griega de Hervasio , Basilea 1541, y otra
en 1557. - La greco -latina de Henrique Stefano 1570, y otra
del mismo en 1592 corrigiendo la de Valla.-- La greco -latina
de Jungerman , Francfort 1608 , reimpresion aumentada de
9
ba antorior.- La groco-latina de TomásGale, Londres 1689.
La greco- latina de Gronovio, Leiden 1715. - La greco - latina
de Glascua , 1716 , hermosa en extremo.-- La greco-latina de
Pedro Wesselingio , Amsterdan 1763, con muchas variantes
y nolas, por cuyo texto griego me he regido en esta tra
duccion .
Las versiones en romance de que tengo conocimiento
son la italiana del Boyardo en Venecia en 1553, otra ita
Hana del Becelli en Verona en 1733 , y una francesa de Per
dro Du-Ryer, todas á decir verdad demuy corto mérito .
Veremos si será más afortunado M. L'archer en la nueva
traduccion francesa de Herodoto, que segun noticias esta
trabajando.
Mi ánimo al principio era dar un Herodoto greco -hispano
en la imprenta de Bodini en Parma, pero la prohibicion de
introducir en España libros españoles impresos fuera de
ella , y el consejo de D. Nicolás de Azara, agente en Roma
por 8. M. C.,me retrajeron de mi determinacion . Mucho
seria de desear que algun aficionado á Herodoto reimpri
miera el texto griego , libre de tanto comentario, variantes
y notas con que han ido sobrecargándole gramáticos y ex.
positores, pues lejos de darle nueva belleza y claridad , no
producen sino confusion.
NOTICIA SOBRE EL TRADUCTOR .
T.
܀
LOS NUEVE LIBROS
DE LA HISTORIA DE
HERODOTO DE HALICARNASO .
LIBRO PRIMERO .
CLIO ( 1)
(1) Argos fué la primera capital que tuvo en Grecia reyes pro
pios, si son fabulosos, como parece, los de Sycion .
(2) Los latinos la dieron el nombre de Grecia .
(3) Algunos suponen que lo fué hija de Jaso , por más que la
mitología siempre la haga hija de Inacho. Siendo hija de aquél,
debió de ser robada por los años del mundo 1558 : pero siéndolo de
éste, su rapto fuémuy anterior.
( 4) Otros leen los Fenicios,de quienes dice Herodoto, en el pár
rafo V de este libro , que niegan la violencia en el rapto de lo ; loco
cion sin duda legítima.
20
los Cretenses, puesto que no saben decirnos su nombre),
'habiendo aportado á Tiro en las costas de Fenicia , arreba
taron á aquel principe una hija, por nombre Europa (1), pa
gando a los Fenicios la injuria recibida con otra equivalente .
Añaden tambien que no satisfechos los Griegos con este
desafuero , cometieron algunos años despues otro seme
jante ; porque habiendo navegado en una nave larga ( 2) hasta
el rio Fasis, llegaron á Ea en la Colchida , donde despues de
haber conseguido el objeto principal de su viaje , robaron
al Rey de Colcos una hija, llamada Medea ( 3). Su padre, por
medio de un heraldo que envió á Grecia, pidió, juntamente
con la satisfaccion del rapto , que le fuese restituida su hija ;
pero los Griegos contestaron , que ya que los Asiáticos no se
la dieran antes por el robo de lo , tampoco la darian ellos
por el de Medea.
III. Refieren además, que en la segunda edad (4 ) que
siguió á estos agravios, fué cometido otro igual por Alejan
dro , uno de los hijos de Priamo. La fama de los raptos ante
riores, que habian quedado impunes, inspiró á aquel jóven
el capricho de poseer tambien alguna mujer ilustre robada
de la Grecia , creyendo sin duda que no tendria que dar
por esta injuria la menor satisfaccion . En efecto , robó á
Helena (5 ), y los griegos acordaron enviar luego embajado
res á pedir su restitucion y que se les pagase la pena del
rapto . Los embajadores declararon la comision que traian,
y se les dió por respuesta , echándoles en cara el robo de
Medea , que era muy extraño que no habiendo los Griegos
(1) Eusebio fija este rapto de Europa en el año del mundo 2730 .
(2) Se le dió el nombre de Argos. El por qué se refiere de varias
maneras; quizá por su nueva forma, siendo larga.
(3) El rapto de Medea corresponde alaño del mundo 2771, segun
Saliano, á quien sigo en esta cronología .
(4) Así suele contar los años el autor, incluyendo tres edades 6
göneraciones en cada siglo .
(5 ) Esta época la pone Saliano en el año del mundo 2855 .
24
por su parte satisfecho la injuria anterior, ni restituido la
presa , se atreviesen á pretender de nadie la debida satis
faccion para símismos.
IV . Hasta aquí, pues, segun dicen los Persas, no hubo
más hostilidades que las de estos raptos mútuos, siendo
los Griegos los que tuvieron la culpa de que en lo sucesivo
se encendiese la discordia , por haber empezado sus expe
diciones contra el Asia primero que pensasen los Persas en
hacerlas contra la Europa . En su opinion , esto de robar las
mujeres es á la verdad una cosa que repugna á las reglas
de la justicia; pero tambien es poco conforme á la cultura
y civilizacion el tomar con tanto empeño la venganza por
ellas , y por el contrario , el no hacer ningun caso de las
arrebatadas, es propio de gente cuerda y política , porque
bien claro está que si ellas no lo quisiesen de veras nunca
hubieran sido robadas.
Por esta razon , añaden los Persas, los pueblos del Asia
miraron siempre con mucha frialdad estos raptos mujeriles,
muy al reves de los Griegos, quienes por una hembra lace
demonia juntaron un ejército numerosísimo, y pasando al
Asia destruyeron el reino de Priamo (1); época fatal del
odio con que miraron ellos despues por enemigo perpétuo
al nombre griego. Lo que no tiene duda es que al Asia y á
las naciones bárbaras que la pueblan , las miran los Persas
como cosa propia suya , reputando á toda la Europa , y con
mucha particularidad á la Grecia, como una region sepa
rada de su dominio .
V. Así pasaron las cosas, segun refieren los Persas, los
cuales están persuadidos de que el origen del odio y ene
mistad para con los Griegos les vino de la toma de Troya.
Mas por lo que hace al robo de lo , no van con ellos acordes
los Fenicios, porque éstos niegan haberla conducido al Egipto
por vía de rapto, y ántes bien , pretenden que la joven griega ,
.
feliz en Tello el ateniense.» Admirado el Rey , insta de
núevo: « ¿ Y por qué motivo juzgas á Tello el más ventu
roso de todos?-Por dos razones, señor, le responde Solon ;
la una, porque floreciendo su patria , vió prosperar á sus
hijos, todos hombres de bien , y crecer á sus nietos en
medio de la más risueña perspectiva ; y la otra , porque
gozando en el mundo de una dicha envidiable , le cupo la
muerte más gloriosa, cuando en la batalla de Eleusina ,
que dieron los Atenienses contra los fronterizos, ayudando
á los suyos y poniendo en fuga á los enemigos, murió en
el lecho del honor con las armas victoriosas en la mano ,
mereciendo que la patria le distinguiese con una sepultura
pública en el mismo sitio en que habia muerto.»
XXXI. Excitada la curiosidad de Creso por este discurso
de Solon , le preguntó nuevamente á quién consideraba
despues de Tello el segundo entre los felices, no dudando
que almenos este lugar le sería adjudicado . Pero Solon le
respondió :- Ados Argivos, llamados Cleobis y Biton . Am
bos gozaban en su patria una decente medianía, y eran
además hombres robustos y valientes, que habian obtenido
coronas en los juegos y fiestas públicas de los atletas.
Tambien se refiere de ellos, que como en una fiesta que
los Argivos hacian á Juno fuese ceremonia legitima el que
su madre (1) hubiese de ser llevada al templo en un carro
tirado de bueyes , y éstos no hubiesen llegado del campo
á la hora precisa , los dos mancebos, no pudiendo esperar
más, pusieron bajo del yugo sus mismos cuellos, y arras
B
(1) Luciano en sus Contempi. introduce á Solon hablando con
Creso , y se burla con el donairemás fino y crítico de los ladrillos
de oro ofrecidos á Apolo, que para nada necesitaba de ellos.
45
recha , al entrar en el templo, y la de plata a la izquierda ;
si bien ambas, despues de abrasado el templo , mudaron
tambien de lugar; pues la de oro , que pesa ocho talentos y
medio y doce minas más, se guarda en el tesoro de los Cla
zomenios ; y la de plata en un ángulo del portal al entrar
del lemplo; la cual tiene de cabida seiscientos cántaros, y
en ella ameran los de Delfos el vino en la fiesta de la Theo
fania . Dicen ser obra de Teodoro Samio , y lo creo asi;
pues no me parece por su mérito pieza de artifice comun.
Envió asimismo cuatro tinajas de plata, depositadas actual
mente en el tesoro de los de Corinto ; y consagró tambien
dos aguamaniles, uno de oro y otro de plata . En el último
se vé grabada esta inscripcion : Don de los Lacedemonios ;
los cuales dicen ser suya la dádiva ; pero lo dicen sin ra
zon , siendo de las ofrendas de Creso. La verdad es que
cierto sujeto de Delfos, cuyo nombre conozco , aunque no
le manifestaré , le puso aquella inscripcion, queriéndose
congraciar con los Lacedemonios . El niño por cuya mano
sale el agua , sí que es don de los Lacedemonios, no sién
dolo ninguno de los dos aguamaniles . Muchas otras dádivas
envió Creso que nada tenian de particular, entre ellas cier
tos globos de plata fundida , y una estatua de oro de una
mujer, alta tres codos, que dicen los Delfios ser la panade
ra de Creso. Ofreció tambien el collar de oro y los cinturo
nes de su mujer.
LU . Informado Creso del valor de Anfiarao y de su de
sastrado fin (1), le ofreció un escudo, todo él de oro puro,
y juntamente una lanza de oro macizo , con el asta del
mismo metal. Entrambas ofrendas se conservan hoy en
Tebas, guardadas en el templo de Apolo Ismenio .
LIII. Los Lydios encargados de llevar a los templos es
tos dones , recibieron órden de Creso para hacer á los
(1) Ciceron, lib . XI, de Divinat., cap. 59, nos dió la respuesta
del oráculo en latin : Cræsus, Halym peneirans, magnam pervertet
opun vim .
(2 ) Moneda que valía cuatro dracmas.
LVI. Cuando estos versos llegaron á noticia de Creso ,
holgosemás con ellos que con los otros, persuadido de que
nunca por un hombre reinaria entre los Medos un mulo , y
que por lo mismo ni él ni sus descendientes dejarian jamás
de mantenerse en el trono. Pasó despues á averiguar con
mucho esmero quiénes de entre los Griegos fuesen los más
poderosos, a fin de hacerlos sus amigos, y por los informes
halló que sobresalian particularmente los Lacedemonios y
los Atenienses, aquellos entre los Dorios , y estos entre los
Jonios.
Aquídebo prevenir que antiguamente dos eran las nacio
nes más distinguidas en aquella region, la Pelásgica y la Helé.
nica; de las cuales la una jamás salió de su tierra, y la otra
mudó de asiento muy a menudo (1). En tiempo de su rey Deu
calion habitaba en la Pthiotida , y en tiempo de Doro el hijo
de Helleno, ocupaba la region Istieotida,que está alpié de los
montes Ossa y Olimpo. Arrojados despues por los Cadmeos
de la Istieotida , establecieron sumorada en Pindo , y se llamó
con el nombre de Macedno. Desde allí pasó a la Dryopida , y
viniendo por fin al Peloponeso, se llamó la gente Dórica .
LVII. Cuál fuese la lengua que hablaban los Pelasgos ,
no puedo decir de positivo. Con todo , nos podemos regir
por ciertas coñjeturas tomadas de los Pelasgos, que toda-.
vía existen : primero , de los que habitan la ciudad de Cres
tona (2), situada sobre los Tyrrenos (los cuales en lo anti
guo fueron vecinos de los que ahora llamamos Dorienses,
y moraban entonces en la region que al presente se llama
la Tessaliotida ); segundo, de los Pelasgos , que en el Heles .
(1). Sobre este eclipse de sol, predicho por Thales, son tantas la3
opiniones como los cronólogos. Wesselingio no puede ménos da
confesar que Herodoto no debió de ser gran astrónomo.
60
otros se apresuraron á poner ſin á sus discordias con un
tratado de paz. Los intérpretes y medianeros de esta paci.
ficacion fueron Syémnesis (1) el Cilice , y Labyneto el Babi
lonio (2); los cuales , no solo les negociaron la reconcilia
cion mútua, sino que aseguraron la paz , uniéndolos con el
vínculo del matrimonio ; pues ajustaron que Alyattes diese
su hija Aryénis por mujer á Astyages, hijo de Cyaxares .
Entre estas naciones las ceremonias solemnes de la conſe
deracion vienen á ser las mismas que entre los Griegos, y
solo tienen de particular que, haciéndose en los brazos una
ligera incision , se lamen mútuamente la sangre.
LXXV. Astyages, como he dicho, fué à quien Cyro ven.
ció, y por más que era su abuelo materno, le tuvo prisio
nero por los motivos que significaré despues á su tiempo y
lugar . Irritado Creso contra el proceder de Cyro , envió pri
mero á saber de los oráculos si sería bien emprender la
guerra contra los Persas ; y persuadido de que la respuesta
capciosa que le dieron era favorable á sus intentos, em
prendió despues aquella expedicion contra una provincia
persiana.
Luego que llegó Creso al rio Halys, pasó su ejército por
los puentes que, segun mi opinion , allí mismo habia , á pe
sar de que los Griegos refieren que fué Thales Milesio quien
le facilitó elmodo de pasarle, porque dicen que no sabiendo
Creso cómo haria para que pasasen sus tropas á la otra
parte del rio, por no existir entonces los puentes que hay
ahora , Thales , que se hallaba en el campo, le dió un expe
diente para que el rio que corria á la siniestra del ejército
corriese tambien à la derecha. Dicen que por más arriba
de los reales hizo abrir un cauce profundo, que en forma
de semicirculo cogiese al ejército por las espaldas , y que
.
LXXXIII. De este modo se hallaban las cosas de los Es
parciatas, cuando llegó el mensajero lydio, suplicándoles
socorriesen á Creso , ya sitiado . Ellos al punto resolvieron
hacerlo ; pero cuando se estaban disponiendo para la par
tida y tenian ya las naves prontas, recibieron la noticia de
que, tomada la plaza de Sardes, habia caido Creso vivo en
manos de los Persas, con lo cual, llenos de consternacion ,
suspendieron sus prc parativos .
LXXXIV. La toma de Sardes sucedio de esta manera : A
los catorce dias de sitio mandó Cyro priblicar en todo el
ejército , por medio de unos soldados de caballería , que el
que escalase las murallas sería largamente premiado . Sa
liendo inútiles las tentativas hechas por algunos ,desistieron
los demas de la empresa ; y solamente un Mardo de nacion ,
llamado Hyréades, se animó á subir por cierta parte de la
ciudadela , que se hallaba sin guardia en atencion á que,
siendo muy escarpado aquel sitio, se consideraba como
inexpugnable . Por esta razon Meles, antiguo rey de Sar .
des (2 ), no habia hecho pasar por aquella parte almonstruo,
hijo Leon (3), que tuvo de una concubina , por más que los
adivinos de Telmesa le hubiesen vaticinado que con tal que
Leon girase por los muros, nunca Sardes sería tomada . Me
les en efecto le condujo por toda la muralla , menos por
aquella parte quemira al monte Tmolo , y que se creia in
(1) Por aquí se ve que por este tiempo eran dos las ciudades de
minantes de los Asirios, una Nino y otra Babilonia .
79
1
primero que dividió á los Asiáticos en provincias, y el pri
mero que introdujo el orden y la separacion en su milicia ,
disponiendo que se formasen cuerpos de caballería , de lan .
ceros y de los que pelean con saetas, pues ántes todos ellos,
iban al combate mezclados y en confusion . Él fué tambien
el que dió contra los Lydios aquella batalla memorable en
que se convirtió el dia en noche durante la accion , y el que
unió á sus dominios toda la parte de Asia que está más allá
del rio Halys. Queriendo vengar la muerte de su padre, y
arruinar la ciudad de Nino , reunió todas las tropas de su
Imperio y marchó contra los Asirios, a quienes venció en
batalla campal; pero cuando se hallaba sitiando la ciudad
vino sobre él un grande ejército de Escitas,mandados por
su rey. Madyes, hijo de Protóthiso, los cuales habiendo
echado de Europa á los Cimmerios y persiguiéndolos en su
fuga , se entraron por el Asia y vinieron á dar en la region
de los Medos .
CIV. Desde la laguna Metóides hasta el rio Fásis y el
país de Colchos habrá treinta dias de camino, suponiendo
que se trata de un viajero expedito ; pero desde la Colchida
hasta la Media no hay mucho que andar, porque solamente
se tiene que atravesar la nacion de los Sappires . Los Esci.
tas no vinieron por este camino , sino por otro más arriba y
más largo , dejando á su derecha el monte Cáucaso (1).
Luego que dieron con los Medos, los derrotaron completa .
mente y se hicieron señores de toda elAsia .
CV . Desde allí se encaminaron al Egipto , y habiendo lle
gado á la Siria Palestina , les salió á recibir Psamnitico, rey
de Egipto , el cual con súplicas y regalos logré de ellos que
no pasasen adelante . A la vuelta , cuando llegaron á Asca
lona, ciudad de Siria , si bien la mayor parte de los Escitas
(1) Véase sobre esta ruta de los Escitas, que por las puertas
Caspias entraron en la Media , á Baier en los comentarios de la
Academia Petropolilana , lib . III, pág . 318.
80
pasó sin hacer daño alguno , con todo no faltaron unos po .
cos rezagados que saquearon el templo de Vénus Urania .
Este templo , segun mis noticias, es el más antiguo de cuan.
tos tiene aquella Diosa , pues los mismos naturales de Chi
pre confiesan haber sido hecho á su imitacion el que ellos
tienen ; y por otra parte los Fenicios, pueblo originario de
la Siria, fabricaron el de Cythéres . La Diosa se vengo de
los profanadores de su templo enviándoles á ellos y á sus
descendientes cierta enfermedad mujeril. Así lo reconocen
los Escitas mismos; y todos los que van á la Escitia ven por
sus ojos elmal que padecen aquellos a quienes los natura
les llaman Enareas.
CVI. Los Escitas dominaron en el Asia por espacio de
veintiocho años, en cuyo tiempo se destruyó todo, parte
por la violencia y parte por descuido; porque además de
los tribulos ordinarios, exigian los impuestos que les aco
modaba, y robaban en sus correrias cuanto poseian los par
ticulares. Pero la mayor parte de los Escitas acabaron á
manos de Cyaxares y de sus Medos, los cuales en un con
vite que les dieron , viéndolos embriagados, los pasaron al
filo de la espada . De esta manera recobraron los Medos el
Imperio , y volvieron á tener bajo su dominio las mismas na
ciones que antes. Tomando despues la ciudad de Nino , del
modo que referiré en otra obra ( 1), sujetaron tambien á los
Asırios, a excepcion de la provincia de Babilonia . Murió , por
último, Cyaxares , habiendo reinado cuarenta años , inclu
sos aquellos en que mandaron los Escitas.
CVII. Sucedióle en el trono su hijo Astyages, que tuvo
una hija llamada Mandane . A este monarca le pareció ver en
sueño que su hija despedia tanta orina , que no solamente
llenaba con ella la ciudad , sino que inundaba toda el Asia .
(1) Perra .
83
quien la sufra en elmás horrible suplicio; y yo mismo estoy
encargado de ver por mis ojos la exposicion del infante .»
CXI. Recibida esta comision , tomo Mitradates el niño, y
por elmismo camino que trajo volviósé á su cabaña . Cuan
do partio para la ciudad , se hallaba su mujer todo el dia
con dolores da parto, y quiso la buena suerte que diese á
luz un niño . Durante la ausencia estaban los dos llenos de
zozobra el uno por el otro; el marido solícito por el parto
de su mujer, y ésta recelosa porque, fuera de toda costum
bre , Hárpago habia llamado á su marido. Así, pues, que le
vió comparecer ya de vuelta , y no esperándole tan pronto ,
le preguntó el motivo de haber sido llamado con tanta priesa
por Hárpago.---« ¡Ah mujermia! respondió el pastor ; cuando
llegué á la ciudad ví y of cosas que pluguiese al cielo jam
más hubiese visto ni oido, y que nunca ellas pudiesen sui
ceder á nuestros amos. La casa de Harpago estaba sumer
gida en llanto ; entro asustado en ella , y me veo en medio á
un niño recien nacido, que con vestidos de oro y de varios
colores palpitaba y lloraba. Luego que Hárpago me ve, al
punto meordena que, tomando aquel niño,me vaya con él y
le exponga en aquella parte de los montes donde más abun .
den las fieras; diciéndome que Astyages era quien lo man .
daba, y dirigiéndome las mayores amenazas si no lo cum .
plia. Tomo el niño, y me vengo con él, imaginando sería de
alguno de sus domésticos, y sin sospechar su verdadero
linaje . Sin embargo,me pasmába de verle ataviado con oro
y preciosos vestidos, y de que por él hubiese tanto lloro en
la casa . Pero bien presto supe en el camino de boca de un
criado, que conduciéndomofuera de la ciudad puso en mis
"brazos el niño, que éste era hijo de la princesa Mandane y
de Cambyses. Tales, mujer, toda la historia, y aquí tienes
el niño. »
CXII . Diciendo esto , le descubre y enseña á su mujer;
la cual, viéndole tan robusto y hermoso, se echa a los piés
de su marido, abraza sus rodillas, y anegada en lágrimas,
8+
le ruega encarecidamente que por ningun motivo piense eg
exponerle. Su marido responde que no puede menos de
hacerlo así, porque vendrian espias de parte de Hárpago
para verle , y él mismo pereceria desastradamente si no lo
ejecutaba .
La mujer, entonces, no pudiendo vencer a su marido, le
dice de nuevo : - « Ya que es indispensable que le yean ex
puesto , haz por lo méno lo que voy a decirte. Sabe que
yo tambien he parido , y que fué un niño muerto . A éste le
puedes exponer , y nosotros criaremos el de la hija de As
tyages como si fuese nuestro . Así no corres el peligro de
ser castigado por desobediente al Rey , ni tendremos des
pues quo arrepentirnos de nuestra mala resolucion . El
muerto además logrará de este modo una sepultura régia,
y este otro que existe conservará su vida.»
CXIU . Parecióle al pastor que, segun las circunstancias
presentes, hablaba muy bien su mujer, y sin esperar más
hizo lo que ella le proponia . La entregó, pues, el niño que
tenia condenado á muerte , tomó el suyo difunto y le metió
en la misma canasta en que acababa de venir el otro, ador
nándole con todas sus galas; y despues se fué con él y le
dejó expuesto en lo más solitario del monte .
Al tercer dia se marchó el vaquero á la ciudad , habiendo
dejado en su lugar por centinela á uno de sus zagales, y
llegando á casa de Márpago le dijo que estaba pronto á en
señarle el cadáver de aquella criatura . Hárpago envió al
monte algunos de sus guardias, los que entre todos tenía
por más fieles, y cerciorado del hecho dió sepultura al hijo
del pastor . El otro niño, á quien con el tiempo se dio el
nombre de Cyro , luégo que le hubo tomado la pastora fué
criado por ella , poniéndole un nombre cualquiera , pero no
el de Cyro .
CXIV. Cuando llegó á los diez años, una casualidad hizo
que se descubriese quién era . En aquella aldea donde esta
ban los rebaños, sucedió que Cyro se pusiese á jugar en la
85
calle con otros muchachos de su edad . Estos en el juego
escogieron por rey al hijo del pastor de vacas. En virtud de
su nueva dignidad , mandó á unos que le fabricasen su pa
lació real, eligió á otros para que le sirviesen de guardias ,
nombró á éste inspector, ministro (ó como se decia entón .
ces ojo del rey), hizo al otro su ' gentilhombre para que
le entrase los recados, y , por fin , á cada uno distribuyó su
enpleo . Jugaba con los otros muchachos uno que era hijo
de Artémbares, hombre principal entre los Medos, y coing
este niño no obedeciese á lo que Cyro le mandaba, dio or
den a los otros para que le prendiesen ; obedecieron ellos y
le mandó Cyro azotar , no de burlas, sino ásperamente. El
muchacho , llevandomay á mal aquel tratamiento, que con
sideraba indigno de su persona, luégo que se vió suelto.se
fué à la ciudad , y se quejó amargamente a su padre de lo
que con él habia ejecutado Cyro , no llamándole Cyro (que
no era todavia este su nombre), sino aquel muchacho, hijo
del vaquero de Astyages . Enfurecido Artémbares, fuése a
ver al Rey, llevando consigo a su hijo , y lamentándose del
atroz insulto que se les habia hecho . «Mirad , señor , de
cia , comonos ha tratado el hijo del vaquero , vuestro es.
clavo ;» y al decir esto , descubria las espaldas lastimadas de
su hijo .
CXV . Astyages , que tal oia y veia , queriendo vengar la
insolencia usada con aquel niño y volver por el honor ul.
trajado de su padre, hizo comparecer en su presencia al
vaquero , juntamente con su hijo. Luego que ambos se pre
sentaron , vueltos los ojos á Cyro, le dice Astyages: – « ¿Cómo
tủ , siendo hijo de quien eres , has tenido la osadía de tratar
con tanla insolencia y crueldad á este mancebo, que sabias
ser hijo de una persona de las primeras de mi corte ?-Yo
señor, le responde Cyro, tuve razon en lo que hice; porque
habeis de saber que los muchachos de la aldea , siendo ese
uno de ellos, se concertaron jugando en que yo fuese su
rey, pareciéndoles que era yo el que más merecia serlo por
86
mis prendas. Todos lo otros niños obedecian puntualmente
mis órdenes; solo éste era el que sin hacerme caso, no que ,
ria obedecer , hasta que por último recibió la pena mere
cida. Si por ello soy yo tambien digno de castigo , aquí me
teneis dispuesto a todo.»
CXVI. Miéntras Cyro,hablaba de esta suerte , quiso re
conocerle Astyages, pareciéndole que las facciones de su
rostro eran semejantes a las suyas, que se descubria en sus
ademanes cierto aire de nobleza, y que el tiempo en que le
mandó exponer convenia perfectamente con la edad de
aquel muchacho. Embebido en estas ideas , estuvo largo
ralo sin hablar palabra, hasta que, vuelto en sí, trató de des
pedir á Artémbares, con la mira de coger á solas al pastor
y obligarle á confesar la verdad . Al efecto le dijo :-Artém
bares , queda ámicuidado hacer cuanto convenga para que
tu hijo no tenga motivo de quejarse por el insulto que se le
hizo.» Y luego los despidió , y al mismo tiempo los criados,
por órden suya , se llevaron adentro á Cyro . Solo con el va
quero , le preguntó de dónde habia recibido aquelmucha
cho, y quién se le habia entregado . Contestando el otro que
era hijo suyo , y que la mujer de quien le habia tenido ha
bitaba con él en la misma cabaña, volvió a decirle Astyages
que mirase por si y no se quisiese exponer a los rigores
del tormento ; y haciendo a los guardias una seña para que
se echasen sobre él, tuvo miedo el pastor y descubrió toda
la verdad del hecho desde su principio , acogiéndose por úl
timo á las súplicas y pidiéndole humildemente que le per
donase,
CXVII. Astyages , despues de esta declaracion , se mos
tró menos irritado con el vaquero, dirigiendo toda su có
lera contra Harpago , á quien hizo llamar inmediatamente
por medio de sus guardias. Luego que vino le habló así:
« Dime, Hárpago , ¿con qué género de muerte hiciste pere
cer al niño de mi hija , que puse en tus manos?» Como Hár
pago viése que estaba allí el pastor, lemiendo ser cogido si
87
caminaba por la senda de la mentira , dijo sin rodeos: - .
« Luego , señor, que recibí el niño, me puse á pensar cómo
podria ejecutar vuestras órdenes sin incurrir en vuestra
indignacion , y sin ser yo mismo el matador del hijo de la
Princesa . ¿Qué bice , pues ? Llamé á este vaquero , y entro
gándole la criatura, le dije que vos mandabais que la hicie
se morir; y en esto seguramente dije la verdad . Dile órden
para que la expusiese en lo más solitario del monte , y que
no la perdiese de vista en tanto que respirase , amenazán
dole con los mayores suplicios si no lo ejecutaba puntual
mente. Cuando me dió noticia de la muerte del niño , envié
los eunucos de más confianza para quedar seguro del hecho
y para que le diesen sepultura. Ved aqui, señor, la verdad
y el modo cómo pereció el niño .»
CXVIII. Disimulando Aslyages el enojo de que se hallal.a
poseido, le refirió primeramente lo que el vaquero le ha
bia contado, y concluyó diciendo, que puesto que el niño
vivia lo daba todo por bien hecho ; « porque a la verdad ,
añadió,me pesaba en extremo lo que habia mandado ejecu
tar con aquella criatura inocente , y no podia sufrir la idea
de la ofensa cometida contra mi hija . Pero ya que la for
tuna se ha convertido de mala en buena, quiero que envies
á tu hijo para que haga compañia al recien llegado , y que
tú mismo vengas hoy á comer conmigo ; porque tengo re
suelto hacer un sacrificio á los dioses, a quienes debemos
honrar y dar gracias por el beneficio de haber conservado
mi nieto .»
CXIX . Hárpago, despues de hacer al Rey una profunda
reverencia , se marchó a su casa lleno de gozo por haber
salido con tanta dicha de aquel apuro y por grande honor
de ser convidado á celebrar con el Monarca el feliz hallazgo .
Lo primero que hizo fué enviar á palacio al hijo único que
tenía, de edad de trece años , encargándole hiciese todo lo
que Astyages le ordenase; y no pudiendo contener su ale.
gría, dió parte a su esposa de toda aquella aventura . As
88
tyages, luego que llegs el niño le mando degollar, y dig
puso que , hecho pedazos, se asase una parte de su carne, y
otra se hirviese , y que todo estuviese pronto y bien condi
mentado. Llegada ya la hora de comer y reunidos los convi.
dados, se pusieron para el Rey y los demas sus respectivas
mesas llenas de platos de carnero ; y á Hárpago se le puso
tambien la suya, pero con la carne de su mismo hijo , sin
faltar de ella más que la cabeza y las extremidades de Jos
piés y manos, que quedaban encubiertas en un canasio .
Comió Hárpago, y cuando ya daba muestras de estar salis-
fecho, le preguntó Astyages si le habia gustado el convite ;
y como él respondiese que habia comido con mucho pla-
cer , ciertos criados, de antemano prevenidos, le presenta.
ron cubierta la canasta donde estaba la cabeza de su hijo
con las manos y piés, y le dijeron que la descubriese y too
mase de ella lo que más le gustase. Obedeció Hárpago,
descubrió la canasta y vió los restos de su hijo , pero todo.
sin consternarse , permaneciendo dueño de símismo y con
servando serenidad . Astyages le preguntó si conocia de
qué especie de caza era la carne que habia comido: él res
pondió que sí, y que daba por bien hecho cuanto disponia
su Soberano; y recogiendo los despojos de su hijo , los
llevó a su casa , con el objeto, a miparecer, de darles see
pultura.
CXX . Deliberando el Rey sobre el partido que le conve ..
nia adoptar relativamente á Cyro , llamó á los magos que
: le interpretaron el sueño , y pidióles otra vez su opinion ..
Ellos respondieron que si el niño vivia , era indispensable
que reinase. - « Pues el niño vive, replicó Astyages, y ha-
biéndole nombrado rey en sus juegos los otrosmuchachos
de la aldea , ha desempeñado las funciones de tal, eligiendo.
sus guardias, porteros, mayordomos y demas empleados ..
¿Qué pensais ahora de lo sucedido? -Señor , dijeron los ma-
gos , si el niño vive y ha reinado ya , no habiendo esto sido
hecho con estudio, podeis quedar tranquilo y tener buen:
89
ánimo, pues ya no hay peligro de que reine segunda vez .
Además de que algunas de nuestras predicciones suelen
tener resultados de poco momento , y las cosas pertenecien .
tes á los sueños á veces nada significan . - A lo mismo me
-inclino yo, respondió Astyages, y creo quemivision se ha
verificado ya en el juego de losniños. Sin embargo , aunque
me parece que nada debo temer de parte de mi nieto , os
encargo que lo mireis bien , y me aconsejeis lo más útil y
seguro para mi casa y para vosotros mismos. - A nosotros
nos importa infinito , respondieron los magos, que la su
prema autoridad permanezca firme en vuestra persona ;
porque pasando el imperio á ese niño, Persa de nacion , se
ríamos tratados los Medos como siervos, y para nada so
contaria con nosotros . Pero reinando vos, que sois nueslro
compatriota , tenemos parte en el mando y disfrutamos en
vuestra corte los primeros honores. Ved , pues, señor ,
cuánto nos interesa mirar por la seguridad de vuestra per.
sona y la continuacion de vuestro reinado. Almenor peli
gro que viésemos, os lo manifestaríamos con toda fidelidad ;
mas ya que el sueño se ha convertido en una friolera , que
damos por nuestra parte llenos de confianza y os exhorta.
mos á que la tengais tambien , y á que , separando de vuestra
vista á ese niño, le envieis á Persia á casa de sus padres.»
CXXI. Alegróse mucho el Rey con tales razones , y lla
mando á Cyro , le dijo : - « Quiero que sepas, hijo mio , que
inducido por la vision poco sincera de un sueño , trate de
hacerte una sinrazon ; pero tu buena fortuna te ha salvado.
Vete, pues, á Persia , para donde te daré buenos conduc
tores, y alli encontrarás otros padres bien diferentes de Mi
tradates y de su mujer la vaquera .»
CXXII . En seguida despachó Astyages à Cyro, el cual
llegado á casa de Cambyses, fué recibido por sus padres,
que no se saciaban de abrazarle , como quienes estaban en
la persuasion de que habia muerto poco despues de nacer .
Preguntáronle de qué modo habia conservado la vida, y el
90
les dijo que al principio nada sabia de su infortunio , y ha
bia vivido en el engaño; pero que en el camino lo habia sa
bido todo por las personas que le acompañalihin , porque
antes se creia hijo del vaquero de Astyages, por cuya mu
jer habia sido criado . Y como en todas ocasiones, no ce
sando de alabar á esta buena mujer, tuviese su nombre en
los labios, oyéronle sus padres , y determinaron esparcir la
voz de que su hijo habia sido criado por una perra, con el
objeto de que su aventura pareciese á los Persas más pro
digiosa , de donde vino sin duda la fama que se divulgó 80
bre este punto.
CXXIII. Cuando Cyro hubo llegado a la mayor edad , y
por sus prendas varoniles y amable carácter descollaba en
tre todos sus iguales, Harpago, enviándole regalos, le iba
solicitando contra Astyages , de quien deseaba vengarse ;
porque viendo que como persona particular no le sería fa
cil asestar sus tiros contra elmonarca , procuraba ganarse
un compañero tan útil para sus planes, supuesto que las
desgracias de aquél habian sido muy semejantes a las su
yas . Ya de antemano iba disponiendo las cosas y sacando
partido de la conducta de Astyages, que se mostraba duro
y áspero con los Medos, se insinuaba poco a poco en el
ánimo de los sujetos principales, aconsejándoles con maña
que convenia deponer á Aslyages del trono y colocar en su
lugar á Cyro.
Dados estos primeros pasos, y viendo el asunto en buen
estado, determinó manifestar sus intenciones á Cyro , que
vivia en Persia ; pero no teniendo para ello un medio con
veniente, por estar guardados los caminos, se valió de esta
traza. Tomó una liebre , y abriéndola con mucho cuidado,
metió dentro de ella una carta , en la cual iba escrito lo que
le pareció , y despues la cosió de modo que no se conociese
la operacion hecha. Llamó en seguida al criado de su ma
yor confianza, y dándole unas redes como si fuera un ca
zador , le hizo pasar á la Persia , con el encargo de entregar
91
la liebre á Cyro y de decirle que debia abrirla por sus pro
pias manos, sin permitir que nadie se hallase presente .
CXXIV . Esta traza se puso por obra sin ningun tropiezo
y con felicidad . Cyro abrió la liebre y encontró la carta es.
condida, en la cual leyó estas palabras: - « llustre hijo de
» Cambises , el cielo os mira con ojos propicios , pues os ha
» concedido tanta fortuna. Ya es tiempo de que penseis to
»mar satisfaccion de vuestro verdugo Astyages, á quien
-» llamo así porque hizo cuanto pudo para quitaros la vida ,
» que los dioses os conservaron por mimedio. No dudo que
» hace tiempo estareis enterado de cuanto se hizo con vues
» tra persona y de cuanto he sufrido yo mismo de mano de
» Aslyages, sin otra causa que el no haberos dado la muer
» te, cuando preferi entregaros á su vaquero . Si escuchais
»mis consejos , pronto reinareis en lugar suyo . Haced que
» se armen vuestros Persas, y venid con ellos contra la Me.
» dia. Tanto sime nombra por general para resistiros, como
» si elige otro de los principales Medos, estad seguro del
» buen éxito de vuestra expedicion , porque todos ellos ,
abandonando á Astyages y pasándose á vuestro partido ,
» procurarán derribarle del trono. Todo lo tenemos dispues.
» lo ; haced lo que os digo, y hacedlo cuanto antes.)
CXXV . ' Noticioso Cyro del proyecto de Harpago , se puso
á reflexionar cuál sería elmedio más acertado para inducir
á los Persas á la rebelion ; y despues de meditado el asun
to , creyó haber hallado uno muy oportuno . Escribió una
carta segun sus ideas, y habiendo reunido á los Persas en
una junta , la abrió en ella y leyó su contenido, por el que
le nombraba Astyages general de los Persas : -- « Es preciso .
por consiguiente , les dijo , que cada uno de vosotros se
arme con su hoz.» Los Persas son una nacion compuesta
de varias castas ó pueblos, parte de los cuales juntó Cyro
con el objeto de insurreccionarlos contra los Medos. Estos
Persas, de quienes dependian todos los demas, eran los Are
teatas, los Persas propiamente dichos, los Pasagardas, los
92
Meralios y los Masios. De todos ellos, los Pasagardas eran
los mejores y más valientes, y entre estos se cuentan los
Achemenides, que es aquella familia de donde vienen los
reyes persianos. Los otros pueblos son los Panthialeos, los
Derusieos y losGermanios (1 ), que se dedican a labrar los
campos, y los Daros, los Mardos, los Drópicos y los Sagar
tios, que viven como pastores.
CXXVI. Luego que todos los Persas se presentaron con
sus hoces, mandoles Cyro que desmontasen en un dia toda
una selva llena de espinas y malezas , la cual en la Persia
tendria el espacio de diez y ocho á veinte estadios. Acabada
esta operacion , les mandó segunda vez que al dia siguiente
compareciesen limpios y aseados. Entretanto, hizo juotar
en un mismo paraje todos los rebaños de cabras, ovejas y
bireyes que tenía su padre , y entregándolos al cuchillo , pre
paró una espléndida comida , cual convenia para dar un
convite al ejército de los Persas, proporcionando además
el vino necesario y los manjares más escogidos.
Concurrieron al dia siguiente los Tersas , á quienes Cyro
mandó que reclinados en un prado comiesen á su satisfac
cjon. Despues del banquete les preguntó en cuál de los dos
dias les habia ido mejor, y si preferian la faliga del primero
á las delicias del actual. Ellos le respondieron que habia
mucha diſerencia entre los dos dias, pues en el anterior
habia sido todo afan y trab: jo , y por el contrario, en el pre
sente todo descanso y recreo. Entonces Cyro, tomando oca
sion de sus palabras, les descubrió todo el proyecto, di
ciéndoles .- « Teneis razon , valerosos Persas; y si quereis.
obedecerme, no tardareis en lograr estos bienes y otros in
finitos, sin ninguna fatiga de las que proporciona la servi.
dumbre. Pero si rehusais mis consejos, no espereis olra .
93
1
destino de poner en vuestras manos todos estos bienes,
porque en nada os considero inferiores á los Medos, y mu
cho menos en los negocios de la guerra. Siendo esto asi,
levantaos contra Astyages sin perder momento .»
CXXVII. Los Persas, que ya mucho tiempo antes sufrian
con disgusto la dominacion de los Medos , así que se vieron
coa tal jefe, se declararon de buena voluntad por la inde
pendencia . Luego que supo Astyages lo que Cyro iba ma
quinando, le envió á llamar por medio de un mensajero , al
cual mando Cyro dijese de su parte á Astyages, que estaba
muy bien , y que le haria una visita más presto de lo que
él mismo quisiera . Apenas Astyages recibió esta respuesta ,
cuando armó á todos los Medos, y como hombre á quien el
mismo cielo cegaba, quitándole el acierto , les dió por ge
neral á Hárpago , olvidando las crueldades que con él habia
ejecutado . Cuando los Medos llegaron a las manos con los
Persas, lo que sucedió fué que algunos pocos á quienes no
se habia dado parte del designio, combatian de veras; los
instruidos en él se pasaban a los Persas, y la mayor parte
de propósito peleaban mal y se entregaban á la fuga .
CXXVIII. Al saber Astyages la derrota vergonzosa de
su ejército , dijo con tono de amenaza : - « No pienses , Cyro ,
que por esto haya de durar mucho tu gozo.» Despues hizo
espirar en un patibulo á los magos, intérpretes de los sue
ños, que le habian aconsejado dejase ir libre á Cyro , y por
último,mando que todos los Medos jóvenes y viejos que ha
bian quedado en la ciudad, tomasen las armas, con los cua
les, habiendo salido á campaña y entrado en accion con los
Persas, no solo fué vencido, sino que élmismo quedó he
cho prisionero juntamente con todas las tropas que habia
llevado .
CXXIX . Cautivo Aslyages , se le presentó Hárpago muy
94
alegre, insultándole con burlas y denuestos que pudieran
atligirle , y zahiriéndole particularmente con la inhumani
dad de aquel convite en que le dió a comer las carnes de
su mismo hijo . Tambien le preguntaba qué le parecia de
su actual esclavitud comparada con el sólio de donde aca.
baba de caer. Aslyages, fijando en él los ojos , le pregunto
á su vez , si reconocia por suya aquella accion de Cyro.
« Si, la reconozco, dijo Hárpago , pues habiéndole yo convi
dado por escrito, puedo gloriarme con razon de tener parte
en la hazaña.» Entónces respondió Astyages que le miraba
como al hombre más necio y más injusto del mundo ; el
más necio , porque habiendo tenido en su mano hacerse
rey, si era verdad que él hubiese sido el autor de lo que
pasaba, habia procurado para otro la autoridad suprema; y
elmás injusto , porque en despique de una cena habia re
ducido a los Medos a la servidumbre , cuando si era preciso
que otras sienes y no las suyas se ciñesen con la corona,
la razon pedia que fuesen las de otro Medo, y no las de un
Persa ; pues ahora los Medos, sin tener culpa alguna, de se
nores pasaban á ser siervos, y los Persas , ántes siervos ,
venian á ser sus señores.
. CXXX. De este modo, pues, Astyages, habiendo reinado
treinta y cinco años, fué depuesto del trono; por cuya du
reza y crueldad los Medos cayeron bajo el dominio de los
Persas, despues de haber tenido el imperio del Asia supa.
rior más allá del rio Halys por espacio de ciento veintiocho
años (1) , exceptuado el tiempo en que mandaron los Esci
tas. Asi que los Persas en elreinado de Astyages , teniendo
á su frente á Cyro, sacudieron el yugo de los Medos y em
pezaron á mandar en el Asia . Cyro desde entonces mantuvo
cerca de si á Astyages todo el tiempo que le quedó de vida ,
sin tomar de él ninguna otra venganza . Más adelante , se
( 1) Celestial .
(2) Origen de los dioses, muy diferente del de los Griegos 5
conforine á la doctrina de Zoroastro .
96
sable en todo sacrificio . Concluido éste , se lleva el sacrifl
cante la carne, y hace de ella lo que le agrada.
i CXXXIII. El aniversario de su nacimiento es de todos
los dias el que celebran con preferencia, debiendo dar en
él un convite, en el cual la gente más rica y principal suele
sacar a la mesa bueyes enteros , caballos, camellos y asnos ,
asados en el horno , y los pobres se contentan con sacar
reses menores . En sus comidas usan de pocos manjares de
sustancia , pero sí de muchos postres, y no muy buenos .
Por eso suelen decir los Persas, que los Griegos se levan
tan de la mesa con hambre, dando por razon que despues
del cubierto principal nada se sirve que merezca la pena,
pues si algo se presentase de gusto , no dejarian de comer
hasta que estuviesen satisfechos. Los Persas son muy afi
cionados al vino. Tienen pormala crianza vomitar y orinar
delante de otro. Despues de bien bebidos, suelen deliberar
acerca de los negocios de mayor importancia . Lo que eri
tónces resuelven , lo propone otra vez el amo de la casa
en que deliberaron , un dia despues; y si lo acordadu les
parece bien en ayunas , lo ponen en ejecucion , y si no, lo
revocan. Tambien suelen volver á examinar cuando han
bebido bien aquello mismo sobre lo cual han deliberado en
estado de sobriedad .
CXXXIV. Cuando se encuentran idos en la calle , se co
noce luego si son ó no de una misma clase , porque si lo
son , en lugar de saludarse de palabra , se dan un beso en la
boca : si el uno de ellos fuese de condicion algo inferior, se
besan en la mejilla ; pero si el uno fuese mucho menos no.
ble, postrándose, reverencia al otro . Dan el primer lugar
en su aprecio a los que habitan más cerca , el segundo a los
que siguen á éstos , y así sucesivamente tienen en bajísimo
concepto á los que viven más distantes de ellos, lisonjean
dose de ser los Persas con mucha ventaja los hombres más
excelentes del mundo. En liempo de los Medos , unas na
ciones de aquel imperio mandaban a las otras; si bien los
97
"Medos, además de mandará sus vecinos inmediatos , lenian
el dominio supremo sobre todas ellas ; las otras mandaban
cada una á la que tenian más vecina . Este mismo orden
observan los Persas, de suerte que cada nacion depende de
una y manda á otra .
CXXXV. Ninguna gente adopta las costumbres y modas
extranjeras con más facilidad que los Persas. Persuadidos
de que el traje de los Medos cs más gracioso y elegante que
el suyo , visten á la Meda; se arman para la guerra con el
peto de los Egipcio3; procuran lograr todos los deleites que
llegan á su noticia; y esto en tanto grado , que por el mal
ejemplo de los Griegos, abusan de su familiaridad con los
niños . Cada particular suele tomar muchas doncellas por
esposas, y con todo son muchas las amigas que mantienen
en su casa .
CXXXVI. Despues del valor y esfuerzo militar , el mayor
mérilo de un Persa consiste en tener muchos hijos ; y todos
los años el Rey envia regalos al que prueba ser padre de la
familia más numerosa , porque elmayor número es para
ellos la mayor excelencia . En la educacion de los hijos, quo
dura desde los cinco hasta los veinte años, solamente les
enseñan tres cosas : montar á caballo , disparar el arco y
decir la verdad . Ningun hijo se presenta a la vista de su
padre hasta despues de haber cumplido los cinco años , pues
ántes vive y se cria entre las mujeres de la casa ; y esto se
hace con la mira de quo si el niño muricse en los primeros
añosde su crianza, ningun disgusto reciba por ello su padre.
CXXXVU . Me parece bien esta costumbre, como tam
bien la siguiente: Nunca el Rey impone la pena de muerte ,
pi otro alguno de los Persas castiga á sus familiares con
pena grave por un solo delilo , sino que primere se examina
con mucha escrupulosidad si los delitos ó faltas son más y
mayores que no los servicios y buenas obras , y solamente
en el caso de que lo sean , se suelta la rienda al enojo y so
procede al castigo. Dicen que nadie hubo hasta ahora qua
TOMO I. 7
98
diese la muerte á sus padres , y que cuantas veces. 80 ha.
dicho haberse cometido tan horrendo crímen , si se hicie
sen las informaciones necesarias, resultaria que los tales
habian sido supuestos ó nacidos de adulterio; porque no
creen verosímil que un padre verdadero muera nunca å
manos de su propio hijo .
CXXXVIII. Lo que entre ellos no es lícito hacer, tampo
co es licito decirlo. Tienen por la primera de todas las in
famias elmentir, y por la segunda contraer deudas; dicien
do, entre otras muchas razones, que necesariamente ha
de ser mentiroso el que sea deudor . A cualquier ciudadano
que tuviese lepra í albarazos, nu le es permitido, ni acer
carse á la ciudad , ni lener comunicacion con los otros Per
sas; porque están en la creencia de que aquella enferme
dad es castigo de haber pecado contra el sol. A todo ex
tranjero que la padece , los más de ellos le echan del pais,
y tambien á las palomas blancas, alegando elmismo moti
vo. Veneran en tanto grado á los rios , que ni orinan , ni es.
cupen , ni se lavan las manos en ellos , como tampoco, pero
miten que ningun otro lo haga .
CXXXIX . Una cosa he notado en la lengua persiana, en
que parece no han reparado los naturales , y es que todos
los nombres que dan á los cuerpos y á las cosas grandes y
excelentes terminan con una misma letra, que es la que
los Dorienses llaman San , y los Jonios Sigma (1 ). El que
quiera hacer esta observacion , hallará que no algunos nom .
bres de los Persas, sino todos, acaban absolutamente de la
misma manera .
CXL. Lo que he dicho hasta aquí sobre los usos de los
Persas es una cosa cierta y de que estoy bien informado.
Pero es más oscuro y dudoso lo que suele decirse de que
404
Liyos, un dia en que los de Smyrna celebraban fuera de la
ciudad una fiesta solemne á Baco , les cerraron las puertas
y se apoderaron de la plaza . Concurrieron todos los Eolios.
al socorro de los suyos, pero se terminó la contienda por
medio de una transaccion , en la que se convino que los .
Jonios , quedándose con la ciudad , restituyesen los bienes.
muebles á los de Smyrna . Estos, conformándose con lo pao
tado, fueron repartidos en las otras once ciudades eólias,
que los admitieron por ciudadanos suyos.
CLI. En el número de las ciudades colias de la tierra
firme, no se incluyen los que habitan en el monte Ida ,por
queno forman un cuerpo con ellas. Otras hay tambien situa.
das en las islas. En la de Lesbos existen cinco , porque la
sexta , que era Arisba , la redujeron bajo su dominacion los.
de Melhymna , siendo de la misma sangre . En Ténedos hay.
una, y otra en las que llaman las cien islas. Todas estas.
ciudades insulares, lo mismo que los Jonios de las islas,
nada tenian que temer de Cyro ; pero a los demas Eolios les
pareció conveniente confederarse con los otros Jonios y
seguirlos á donde quiera que los condujesen .
CLII . Luego que llegaron á Esparta los enviados de los
Jonios y Eolios, habiendo hecho el viaje con toda velocidad,
escogieron para que en nombre de todos llevase la voz á un .
cierto Focense, llamado Pythermo; el cual, vestido de pár
pura , con la mira de que muchos Espartanos concurriesen
atraidos de la novedad , se presenió en su congreso , y con
una larga arenga les pidió socorros. Los Lacedemonios,
bien lejos de dejarse persuadir del orador, resolvieron no
salir a la defensa de los Jonios; con lo cual se volvieron los
enviados. Sin embargo, despacharon algunos hombres en
una galera de cincuenta remos, con el objeto , á mi pare ..
cer, de explorar el estado de las cosas de Cyro y de la Jonia .
Luego que estos llegaron á Focéa , enviaron á Sardes al
que entre todos era tenido por hombre de mayor suposi
cion , llamado Lacrines, con órden de intimar á Cyro que :
105
se abstuviese de inquietar á ninguna ciudad de losGriegos ,
cuyas injurias no podrian mirar con indiferencia .
CLII. Dícese que Cyro , despues que el enviado acabio
su propuesta, preguntó a los Griegos que cerca de si tenia ,
qué especie de hombres eran los Lacedemonios, y cuántos
en número , para atreverse á hacerle semejante declaracion ,
y que informado de lo que preguntaba , respondió al ora
dor: - « Nunca temi á unos hombres que tienen en medio de
sus ciudades un lugar espacioso , donde se reunen para en .
gañar á otros con sus juramentos; y desde ahora les ase
guro que si los dioses me conservaren la vida , yo haré que
so lamenten , no de las desgracias de los Jonios , sino de las
suyas propias,» Este discurso iba dirigido contra todos los
Griegos , que tienen en sus ciudades una plaza destinada
para la compra y venta de sus cosas, costumbre descono
cida entre los Persas, que no tienen plazas en las suyas.
Despues de esto , dejando al Persa Tábalo por gobernador
de Sardes, y dando al Lydio Páctyas la comision de recau
dar los tesoros de Creso y de los otros Lydios, partióśe con
sus tropas para Ecbátana , llevando consigo á Creso , y te
niendo por negocio de poca importancia el acomeler sobre
la marcha á los Jonios. Bien es verdad que para esto le ser
vian de embarazo Babilonia y la nacion Bactriana, los Sacas
y los Egipcios, contra los cuales él mismo en persona que
ria conducir su ejército , enviando contra los Jonios á cual
quiera otro general.
CLIV . Apenas Cyro habia salido de Sardes, cuando Pac
tyas insurreccionó á los Lydios, y habiendo bajado á la cos .
ta del mar, como tonia a su disposicion todo el oro de Sar
des, le ſué fácil reclutar tropas mercenarias, y persuadir a
la gente de la marina que le siguiese en su expedicion . Die
rigióse, pues, hacia Sardes, puso á la ciudad sitio y obligo
al gobernador Tábalo á encerrarse en la ciudadela .
CLV . Cyro en el camino luvo noticia de lo que pasaba,
y hablando de ello con Creso, le dijo: - “ ¿Cuándo tendrán
106
fin , oh Creso , estas cosas que me suceden ? Ya está visto
que esos Lydios nunca vivirán en paz , ni me dejarán á mi
tranquilo . Pienso que lo mejor fuera reducirlos a la condi
cion de esclavos. Ahora veo que lo que acabo de hacer con
ellos es parecido á lo que hace un hombre que , habiendo
dado muerte al padre, perdona á los hijos. Asi yo , habién
dome apoderado de tu persona, que eras más que padre de
los Lydios, tuve la inadvertencia de dejar en sus manos la
ciudad ; y ahora me maravillo de que se me rebelen .» Do
este modo hablaba Cyro lo que sentia, y Creso , temeroso
de la total ruina de Sardes, - « Tienes mucha razon , le rég
ponde; pero me atrevo, señor , á suplicarte que no te dejes
dominar del enojo , ni destruyas una ciudad antigua que
está inocente de lo pasado y de lo que ahora sucede. Antes
fui yo el autor de la injuria , y pago la pena merecida; ahora
Páctyas, á quien confiaste la ciudad de Sardes, es el amoti
nador que debe satisfacer á tu justa venganza . Pero á los
Lydios perdónales, y á fin de que no se levanten otra vez ,
ni vuelvan á darte más cuidados, enviales órden para que
no tengan armas de las que sirven en la guerra , y mánda
les tambien que lleven una túnica talar debajo de su vestido,
que calcen coturnos, que aprendan á tocar la citara y á
cantar, y que enseñen á sus hijos el ejercicio de la mercan
cía. Con estas providencias los verás en breve convertidos
de hombres en mujeres, y cesará todo peligro de que se
rebelen otra vez .»
CLVI. Tal fué el expediente que sugirió Creso , tenién
dole por más ventajoso para los Lydios que no elser vendi.
dos por esclavos; porque bien sabia que á no proponer al
Rey un medio lan eficaz, no le haria mudar de resolucion , y
por otra parte recelaba en extremo que si los Lydios
escapaban del peligro actual volverian á sublevarse en otra
ocasion , y perecerian por rebeldes á manos de los Per
sas. Cyro, muy satisfecho con el consejo , y desistiendo
de su primer enojo , dijo á Creso que se conformaba con él;.
1
107
y llamando al efecto al Medo Mazares, le mandó que inti
mase á los Lydios cuanto le habia sugerido Creso ; que fue
sen tratados como esclavos todos los demas que habian ser
vido en la expedicion contra Sardes, y que de todosmodos
le presentasen vivo delante de sí al mismo Páctyas .
CLVII. Dadas estas providencias , continuó Cyro su viaje
á lo interior de la Persia . Entretanto , Páctyas , informado
de que estaba ya cerca el ejército que venia contra él, se
lleny de pavor, y se fué huyendo á Cyma. Mázares, que al
frente de una pequeña division del ejército de Cyro mar
chaba contra Sardes, cuando vió que no encontraba alli las
tropas de Pactyas, lo primero que hizo fuéobligar á los Ly
dios á ejecutar las órdenes de Cyro , que mudaron entera
mente sus costumbres y método de vida . Despues envió
unos mensajeros á Cyma, pidiendo le entregasen á Pactyas .
Los Cymanos acordaron antes de todo consultar el caso con
el dios que se veneraba en Branchidas , donde habia un
oráculo antiquisimo, que acostumbraban consultar todos
los pueblos de la Eolia y de la Jonia . Este oráculo estaba si
tuado en el territorio de Mileto sobre el puerto Panorino.
CLVIII . Los Cymanos , pues, enviaron sus diputados á
Branchidas, con el objeto de consultar lo que deberian ha
car de Páctyas, para dar gusto á los dioses . El oráculo res
pondió que fuese entregado á los Persas. Ya se disponian á
ejecutarlo , por hallarse una parte del pueblo inclinada á
ello , cuando Aristódico , hijo de Heraclides, sujeto que go.
zaba entre sus conciudadanos de la mayor consideracion ,
desconfiando de la realidad del oráculo y de la verdad de
ios consultantes ,detuvo á los Cymanos para que no lo eje
cutasen hasta tanto que fuesen al templo otros diputados ,
en cuyo número se comprendió al mismo Aristódico .
CLIX . Luego que llegaron á Branchidas , hizo Aristódico
la consulta en nombre de todos: - « ¡Oh númen sagrado !
Refugiose á nuestra ciudad el Lydio Paclyas, huyendo de
una muerte violenta . Los Persas le reclaman ahora, y man .
..198
dan á los Cymanos que se le entreguen . Nosotros, pormás
que tememos el poder de los Persas, no nos hemos atrevido
á poner en susmanos á un hombre que se acogió á nues
tro amparo , hasta que sepamos de vos claramente cuál es
es el partido que debemos seguir.» El oráculo , del mismo
modo que la primera vez , respondió que Pactyas fuese en
tregado á los Persas . Entónces Aristódico imaginó este ar
did : Se puso á dar vueltas por el templo , y á echar de sus
nidos a todos los gorriones y demas pájaros que encontra
ba. Dícese que fué interrumpido en esta operacion por una
voz que, saliendo del santuario mismo, le dijo: — « ¿ Cómo to
atreves, hombre malvado y sacrilego, á sacar de mi templo
á los que han buscado en él un asilo ? —¿Y será justo , res
pondió Aristódico sin turbarse , que vos, sagrado númen ,
mireis con tal esmero por vuestros refugiados, y mandeis,
que los Cymanos abandonemos al nuestro y le entreguemos
á los Persas ? — Si, lo mando, replicó la voz, para que por,
esa impiedad perezcais cuanto antes, y no volvais otra vez
á solicitar mis oráculos sobre la entrega de los que se han
acogido á vuestra proteccion .»
CLX. Los Cymanos , oida la respuesta que llevaron sus
diputados, no queriendo exponerse á perecer si le entrega.
ban , ni á verse sitiados si le retenian en la ciudad , le en- ,
viaron á Mytilene, á donde no tardó lá res en despachar
nuevos mensajeros, pidiendo la entrega de Pactyas. Los
Mytileneos estaban ya á punto de entregársele por cierta
suma de dinero , pero la cosa no llegó á efectuarse , porque
los Cymanos, llegando á saber lo que se trataba , en una
nave que deslinaron á Lésbos embarcaron á Páctyas y le
trasladaron á Chio . Alli fué sacado violentamente del tem
plo de Minerva , patrona de la ciudad , y entregadoal fie por
los naturales de Chio , los cuales le vendieron á cuenta de
A tárnco , que es un territorio de la Mysia, situado enfrente.
de Lésbos. Los Persas, apoderados así de Pactyas, le tuvieron
en prision para presentársele vivo á Cyro . Durante mucho
109
tiempo ninguno de Chio enharinaba las victimas ofrecidas
á los dioses con la cebada cogida en Atárneo, ni del grano
nacido allí se hacian tortas para los sacrificios ; y, en una
palabra , nada de cuanto se criaba en aquella comarca era
recibido por legitima ofrenda en ninguno de los templos.
: CLXI. Mázares , despues que le fué entregado Páctyas
por los de Chio, emprendió la guerra contra las ciudades
que habian concurrido á sitiar á Tábalo. Vencidos en ella
los de Priena, los vendió por esclavos, y haciendo sus cor
"rerías por las llanuras delMeandro, lo saqueó todo , y dió el
botin á sus tropas . Lo mismo hizo en Magnesia; pero luego
despues enfermó y murió .
CLXII. En su lugar vino á tomar el mando del ejército
Hlárpágo , tambien Medo de pacion , el mismo á quien As
tyages dió aquel impío convite , y que tanto sirvió despues
á Cyro en la conquista del imperio . Luego que llegó a la
Jonia, fué tomando las plazas, valiéndose de trincheras y
terraplenes; porque obligados los enemigos á retirarse den
tro de lasmurallas, le ſué preciso levantar obras de esta
clase para apoderarse de ellas. La primera ciudad que com
batio fué la de Focea en la Jonia .
CLXI . Para decir algo de Focea , conviene saber que
los primeros Griegos que hicieron largos viajes por mar
fueron estos Focenses, los cuales descubrieron el mar
Adriático , la Tyrrenia , la Iberia y Tarteso , no valiéndose de
naves redondas, sino sólo de sus penteconteros Ó naves de
* cincuenta remos. Habiendo aportado á Tarteso , supieron
ganarse toda la confianza y amistad del Rey de los Tarte
sios, Arganthonio (1), el cual ochenta años habia que era
señor de Tarteso , y vivió hasta la edad de ciento veinte; y
era tanto lo que este principe los amaba, que cuando la pri.
mera vez desampararon la Jonia , les convidó con sus domi
pios, instándoles para que escogiesen en ellos la morada
(1) A esto alude Horacio . Epod . XVI, sed juremus in hæc; simui
saxa renarini radis levata , ne redire sil neſas.
(2) La victoria cadmea tiene fuerza de proverbio para significar
412
renta naves, y quedado inútiles las otras veinte , cuyos eso
polones se torcieron con el choque. Despues del combate
volvieron á Alalia, y tomando á sus hijos y mujeres, con
todos los muebles que las naves podian llevar, dejaron la
Córcega, y navegaron hacia Regio .
CLXVII. Los prisioneros Focenses que los Cartagineses,
y más todavía los Tyrrenos, hicieron en las naves destrui
das, fueron sacados á tierra y muertos á pedradas. De re
sultas, los Agyllenses (1) sufrieron una gran calamidad ;pues
todos los ganados de cualquiera clase, y hasta los hombres
mismos que pasaban por el campo donde los Focenses fue.
ron apedreados, quedaban mancos, tullidos ó apopléticos .
Para expiar aquella culpa, enviaron á consultar á Delfos, y
la Pythia les mandó que celebrasen , como todavía lo prac
tican , unas magnificas exequias en honor de los muertos,
con juegos gimnicos y carreras de caballos. Los otros Fo
censes que se refugiaron en Regio , saliendo despues de esta
ciudad , fundaron en el territorio do Cnotria (2 ) una colonia
que ahora llaman Hyela (3 ); y esto lo hicieron por haber
oido á un hombre , natural de Posidonia , que la Pythia les
habia dicho en su oráculo quo fundasen á Cyrno, que es el
nombre de un héroe, y no debia equivocarse con el de la
isla (4 ).
CLXVIII. Una suerte muy parecida a la de los Focenses
tuvieron los Teianos, pues estrechando Hárpago su plaza
con las obras que levantaba , se embarcaron en sus naves
y se fueron á Tracia , donde habitaron en Abdera , ciudad
que antes habia edificado Tymesio el Clazomenio , puesto
(1) Estas expediciones de Minos las pone Musancio por los años
del mundo 2700.
113
fueron hermanos de Car. Los pueblos que tienen otro orf
gen, aunque hablen la lengua de los Carios, no participan ·
de la comunion de aquel templo .
CLXXII. Los Caunios, á mientender , son originarios del
país, por más que digan ellos mismos que proceden de
Creta . Es dificil determinar si fueron ellos los que adop
taron la lengua Caria ó los Carianos la suya ; lo cierto es
que tienen unas costumbres muy diferentes de los demas
hombres y de los Carianos mismos. En sus convites parece
muy bien que se reunan conſusamente los hombres, las
mujeres y los niños, segun la edad y grados de amistad que
median entre ellos. Al principio adoptaron el culto extran
jero ; pero arrepintiéndose despues, y no queriendo tener
más dioses que los suyos propios , tomaron todos ellos las
armas, y golpeando con sus lanzas el aire, caminaron de
este modo, hasta llegar a los confines Calyndicos, diciendo
entretanto que con aquella operacion echaban de su país á
los dioses extraños.
CLXXIII. Los Lycios traen su origen de la isla de Creta ,
que antiguamente estuvo toda habitada de bárbaros . Cuan
do los hijos de Europa, Sarpedon y Minos, disputaron en
ella el Imperio , quedó Minos vencedor en la contienda y
echó fuera de Creta á Sarpedon con todos sus partidarios.
Estos se refugiaron en Myliada, comarca del Asia menor, y
la misma que al presente ocupan los Lycios. Sus habitado
res se llamaban entonces los Solymos. Sarpedon tenía el
mando de los Lycios , que a la sazon se llamaban los Tér
milas , nombre que habian traido consigo y con el que to
davía son llamados de sus vecinos . Pero despues que Lyco ,
el hijo de Pandion , fué arrojado de Atenas por su hermano
Egeo , y refugiándose á la proteccion de Sarpedon , se paso
á los Térmilas (1), estos vinieron con el tiempo á mudar
de nombre, y tomando el de Lyco, se llamaron Lycios. Sus
(1) Estos sucesos corresponden a los años 2700 de la creacion
del mundo.
116
leyes en parte son cretenses, y en parte carias; pero tienen
cierto uso muy particular en el que no se parecen al resto
de los hombres , y es el de tomar el apellido de las madres
y no de los padres; de suerte que si á uno se le pregunta
quién es y de qué familia procede, responde repitiendo el
nombre de su madre y el sus abuelas maternas. Por la
misma razon , si una mujer libre se casa con un esclavo , los
hijos son tenidos por libres é ingénuos; y si al contrario
un hombre libre, aunque sea de los primeros ciudadanos,
: toma una mujer extranjera ó vive con una concubina, los
hijos que nacen de semejante union son mirados como
bastard ' s é infames.
CLXXIV. Los Carios en aquella época , sin dar prueba
alguna de valor, se dejaron conquistar por Hárpago ; y lo
mismo sucedió a los Griegos que habitaban en aquella re
gion . En ella moran los Cnidios , colonos de los Lacedemo
nios, cuyo país está en la costa del mar y se llama Triopio .
La Cnidia, empezando en la península Bybassia , es un ter
reno rodeado casi todo por el mar, pues solo está unido con
- el continente por un paso de cinco estadios de ancho. Le
baña por el Norte el golfo Ceramico, y por el Sur elmar de
Syma y de Rodas . Los Cnidios, queriendo hacer que toda
la tierra fuese una isla perfecta, miéntras Hárpago se ocu
paba en sujetar á la Jonia , trataron de cortar el istmo que
los une con la tierra firme. Empleando mucha gente en la
excavacion, notaron que los trabajadores padecian muchi
simo en sus cuerpos, y particularniente en los ojos de ro
sultas de las piedras que rompian , y atribuyéndolo á pro
digio ó castigo divino , enviaron sus mensajeros á Delfos
para consultar cuál fuese la causa de la dificultad y resis
tencia que encontraban . La Pythia, segun cuentan los Cni
dios, les respondió así:
+
puente , restituyó el Eufrates a su antiguo cauce ; con lo cual,
además de proporcionar la conveniencia del vecindario , lo
gró que se creyese muy acertada la excavacion del pantano.
CLXXXVII. Esta misma Reina quiso urdir un artificio
para engañar a los venideros. Encima de una de las puer
tas más frecuentadas de la ciudad , y en el lugar más visi
ble de ella, hizo construir su sepulcro , en cuyo frente
mando grabar esta inscripcion :--« Si alguno de los reyes de
» Babilonia que vengan despues de mí escaseare de dine
» ro , abra este sepulcro y tome lo que quiera ; pero si no
Descaseare de él, de ningun modo le abra , porque no lo
» vendrá bien .» Este sepulcro permaneció intacto hasta que
la corona recayó en Dario , el cual, incomodado de no usar
de aquella puerta y de no aprovecharse de aquel dinero , par
ticularmente cuando elmismo tesoro le estaba convidando,
determinó abrir el sepulcro. Dario no usaba de la puerta ,
por no tener al pasar por ella un muerto sobre su cabeza .
Abierlo el sepulcro ,no se encontró dinero alguno , sino solo
el cadáver y un escrito con estas palabras: – « Si no fueses
» insaciable de dinero , y no te valieses para adquirirle de
»medios ruines, no hubieras escudriñado las arcas de los
»muertos. »
CLXXXVIII. Cyro salió á campaña contra un hijo de esta
Reina , que se llamaba Labyneto ( 1) lo mismo que su padre,
1
que tenian , y que ya no subsiste. Recientemente han in .'
ventado otro uso, á fin de que no sufran perjuicio las don
cellas, ni sean llevadas á otro pueblo . Como despues de la
toma de la ciudad muchas familias han experimentado me
noscabos en sus intereses, los particulares faltos de medios
prostituyen á sus hijas, y con las ganancias que deaquí les
resultan, proveen á su colocacion .
CXCVII. Otra ley tienen que me parece tambien muy
discreta . Cuando uno está enfermo, le sacan á la plaza,
donde consulta sobre su enfermedad con todos los concur
rentes, porque entre ellos no hay médicos. Si alguno de
los presentes padeció la misma dolencia ó sabe que otro la
haya padecido, manifiesta al enfermo los remedios que se
emplearon en la curacion , y le exhorta á ponerlos en prác
tica . No se permite á nadie que pase de largo sin pregun
tar al enfermo el mal que le aflige.
CXCVIII. Entierran sus cadáveres cubiertos de miel; y
sus lamentaciones fúnebres son muy parecidas a las que se
usan en Egipto . Siempre que un marido babilonio tiene
comunicacion con su mujer, se purifica con un sahumerio ,
(1) Máximo Tyrio refiere esto mismo, pero dice que son hierbas
olorosas las que echan en el fuego . Oratione XXVI, cap. 6 .
(2) La descripcion del rio no conviene á ningun otro sino al
Wolga , por donde consta ser falso quenazca en los Metienos, como
Dotó Strabon .
133
donde se dice haber unos hombres que se alimentan de
pescado crudo y se visten con pieles de focas ó becerros
marinos. Pero aquella boca del Araxes que tiene limpia su
corriente , va á desaguar en el rio Caspio , que es un mar
aparte y no se mezcla con ningun otro (1); siendo así que
el mar en que navegan los Griegos y el que está más allá
de las columnas de Hércules y llaman Atlántico, como tam
bien el Erithreo, vienen todos á ser un mismo mar .
CCII. La longitud delmar Caspio es de quince dias de
navegacion en un barco al remo, y su latitud es de ocho
dias en la mayor anchura. Por sus orillas en la parte que
mira al Occidente corre elmonte Cáucaso, que en su exten .
sion es el mayor y en su elevacion el más alto de todos.
Encierra dentro de si muchas y muy varias naciones, la
mayor parte de las cuales viven del fruto de los árboles sit
vestres. Entre estos árboles hay algunos cuyas hojas son
de tal naturaleza , que con ellas machacadas y disueltas en
agua, pintan en sus vestidos aquellos habitantes ciertos
animales que nunca se borran por más que se laven , y du
ran tanto como la lana misma, con la cual parece fueron
desde el principio entretejidos. Tambien se dice de estos
naturales, que usan en público de sus mujeres á manera
de brutos.
CCIV . En las riberas delmar Caspio que miran al Orien
' te hay una inmensa llanura cuyos limites no puede alcan
zar la vista . Una parte , y no la menor de ella , la ocupan
aquellos Masagetas contra quienes formó Cyro el designio
de hacer la guerra, excitado por varios motivos que le llo .
naban de orgullo . El primero de todos era lo extraño de su
nacimiento , por el que se figuraba ser algo más que bomo
--
nifestarte mi opinion ; pero si tienes presente que eres
hombre y que mandas á otros hombres, debes advertir, án
tes de todo, que la fortuna es una rueda, cuyo continuo
movimiento á nadie deja gozar largo tiempo de la felicidad .
En el caso propuesto , soy de parecer contrario al que han
'manifestado tus consejeros , y encuentro peligroso que es
peres al enemigo en tu propio pais; pues en caso de ser
vencido, te expones á perder todo el imperio , siendo claro
que, vencedores los Masagetas, no volverán atrashuyendo,
sino que avanzarán á lo interior de tus dominios. Por el
contrario, si los vences, nunca cogerás tanto fruto de la
victoria como si, ganando la batalla en su mismo país , per
sigues á los Masagetas fugitivos y derrotados. Debe pen
sarse por lo mismo en vencer al enemigo, y caminar des.
pues en derechura á sojuzgar el reino de Tomyris; además
de que sería ignominioso para el hijo de Cambyses ceder
el campo á una mujer, y volver atras un solo paso. Soy, por
consiguiente ,de dictámen que pasemos el rio , y avanzando
lo que ellos se retiren , procuremos conseguir la victoria .
Esos Masagetas, segun he oido, no tienen experiencia de
las comodidades que en Persia se disfrutan , nihan gustado
jamás nuestras delicias . A tales hombres convendria preve
nirles en nuestro mismo campo un copioso banquete , ma
tando un gran número de carneros, y dejándolos bien pre
parados, con abundancia de vino puro y todo género de
manjares. Hecho esto , confiando la custodia de los reales
á los soldadosmás débiles, nos retirariamos hacia el rio .
138
Cuando ellos viesen á su alcance lantas cosas buenas, no
dudo que se abalanzarian á gozarlas y nos suministrarian.
la mejor ocasion de sorprenderlos ocupados, y de hacer
en ellos una matanza horrible . »
CCVIII. Estes fueron los pareceres que se dieron a Cyro;
el cual, desechando el primero y conformándose con el de
Creso , envio á decir á Tomyris que se retirase, porque él
mismo determinaba pasar el rio y marchar contra ella . Re
tiróse en efecto la Reina, como antes lo tenía ofrecido. En
tonces ſué cuando Cyro puso á Creso en manos de su hijo
Cambyses, á quien declaraba por sucesor suyo, encargán .
dole con lasmayores véras que cuidase mucho de honrarlo
y hacerle bien en todo, si á él por casualidad no le saliese
felizmente la empresa que acometia . Despues de esto , en
viólos a Persia juntos; y él poriéndose al frente de sus tro
pas, pasó con ellas el rio .
CCIX . Estando ya de la otra parte del Araxos , venida la
noche y durmiendo en la tierra de los Masagetas, tuvo Cyro
una vision entre sueños que le representaba al hijo mayor
de Hystaspes con alas en los hombros, una de las cuales
cubria con su sombra el Asia y la otra la Europa . Este Hys.
taspes era hijo de Arsaces, de la familia de los Achemeni
das, y su hijo mayor, Dario, jóven de veinte años, se habia
quedado en Persia , por no tener la edad necesaria para la
milicia . Luego que desperto Cyro , se puso á reflexionar
acerca del sueño, y como le pareciese grande y misterioso ,
hizo llamar á Hyslaspes , y quedándose con él á solas, lo
dijo : - « He descubierto , Hyslaspes, que tu hijo maquina
contra mi persona y contra mi soberanía . Voy a decirte el
modo seguro como lo be sabido . Los dioses, teniendo de
mi un especial cuidado , me revelan cuanto me debe suce
der; y ahora mismo he visto la noche pasada entre sueños .
que elmayor de lus hijos tenia en sus hombros dos alas , y
que con la una llenaba de sombra el Asia , y con la otra la
Europa . Esta vision no puede menos de ser indicio de las
137
asechanzas que trama contra mí. Véte, pues, desde luego i
Persia y dispon las cosas de modo que cuando yo esté de
vuelta , conquistado ya este país, me presentes á tu hijo
para hacerle los cargos correspondientes . »
CCX . Esto dijo Cyro , imaginando que Dario le ponia
asechanzas; pero lo que el cielo le pronosticaba era la
muerte que debia sobrevenirle , y la traslacion de su corona
á las sienes de Dario . Entonces,le respondió Hystaspes:
«No permita Dios que ningun Persa de nacimiento maquine
jamás contra vuestra persona, y perezca mil veces el trai.
dor que lo intentase. Vos fuisteis, oh Rey , quien de escla
vos hizo libres á los Persas , y de súbditos de otros, seño
res de todos. Contad enteramente conmigo, porque estoy
prontísimo a entregaros á mi hijo , para que de él hagais
lo que quisiereis, si alguna vision os le mostró amigo de
novedades en perjuicio de vuestra soberanía .» Así respon .
dió Hystaspes; en seguida repaso el rio y se puso en ca
mino para Persia, con objeto de asegurar á Dario y pre
sentarle á Cyro cuando volviese .
: CCXI. Partiendo del Araxes, se adelantó Cyro una jor
nada, y puso por obra el consejo que le habia sugerido
Creso; conforme al cual se volvió despues hacia el rio con
la parte más escogida y brillante de sus tropas , dejando
allí la más débil y flaca. Sobre estos últimos cargó en 80
guida la tercera parte del ejército de Tomyris, y por más
que se defendieron, los pasó a todos al filo de la espada .
Pero viendo los Masagetas, despues de la muerte de sus
contrarius, las mesas que estaban preparadas , sentáronse à
ellas, y de talmodo se hartaron de comida y de vino, quo
por último se quedaron dormidos. Entonces los Persas vol
vieron al campo, y acometiéndoles de firme, mataron &
muchos y cogieron vivos á muchos más, siendo de este
número su general, el hijo de la reina Tomyris, cuyo nom
bre era Spargapises.
CCXI . Informada Tomyris de lo sucedido ea me ajer
138
cito y en la persona de su hijo , envió un mensajero á Cyro,
diciéndole: -- « No te ensoberbezcas, Cyro , hombre insacia
ble de sangre, por la grande hazaña que acabas de ejecu .
tar. Bien sabes que no has vencido á mi hijo con el valor
de tu brazo , sino engañándole con esa pérfida bebida , con
el fruto de la vid , del cual sabeis vosotros henchir vues.
tros cuerpos, y perdido despues el juicio , deciros todo gé.
nero de insolencias. Toma el saludable consejo que voy á
darte. Vuelve a mi hijo y sal luego de mi territorio , con
tento con no haber pagado la pena que debias por la in
juria que hiciste á la tercera parte de mis tropas. Y si no
lo practicas así, te juro por el sol, supremo señor de los
Masagetas, que por sediento que te halles de sangre, yo te
saciaré de ella . »
CCXIII. Cyro no hizo caso de este mensaje. Entretanto ,
Spargapises, así que el vino le stejó libre la razon y con
ella vió su desgracia , suplicó á Cyro le quitase las prisio
pes; y habiéndolo conseguido, dueño de sus manos , las
volvió contra sí mismo y acabó con su vida . Este fué el
trágico fin del jóven prisionero .
CCXIV . Vien lo Tomyris que Cyro no daba oidos á sus
palabras, reunió todas sus fuerzas y trabi con él la batalla
más reñida que en miconceplo se ha dado jamás entre las
naciones bárbaras . Segun mis noticias , los dos ejércitos
empezaron á pelear con sus arcos á cierta distancia ; pero
consumidas las flechas, vinieron luego a las manos y se
acometieron vigorosamente con sus lanzas y espadas. La
carniceria duró largo tiempo , sin querer ceder el puesto
ni los,unos ni los otros, hasta que al cabo quedaron vence
dores los Masagetas . Las tropas persianas sufrieron una
pérdida espantosa, y el mismo Cyro perdió la vida, des
pues de haber reinado veintinueve años. Entonces fué
cuando Tomyris, habiendo hecho llenar un odre de san
gre humana,mandó buscar entre losmuertos el cadáver de
Cyro ; y luego que fué hallado, le cortó la cabeza y la me
139
Lió dentro del odre, insultándole con estas palabras: – « Per
diste á mi hijo cogiéndole con engaño a pesar de que yo
vivia y de que yo soy tu vencedora. Pero yo te saciaré de
sangre cumpliendo mi palabra .» Este fué el término que
tuvo Cyro, sobre cuya muerte sé muy bien las varias his
torias que se cuentan ; pero yo la he referido del modo
que me parece más creible .
CCXV. Los Masagetas en su vestido y modo de vivir se
parecen mucho á los Escitas, y son á un mismo tiempo sol
dados de á caballo y de á pié. En sus combates usan de fle
chas y de lanzas, y llevan tambien cierta especie de segu
res, que llaman ságares . Para todo se sirven del oro y del
bronce : del bronce para las lanzas, saetas y segures; y del
oro para el adorno de las cabezas, los ceñidores y las ban
das que cruzan debajo de los brazos. Ponen a los caballos
un peto debronce , y emplean el oro para el freno , las rien
das y demas jaez . No hacen uso alguno de la plata y del
hierro , porque el país no produce estos metales, siendo en
él muy abundantes el oro y el bronce.
CCXVI. Los Masagetas tienen algunas costumbres par
ticulares. Cada uno se casa con su mujer; pero el uso de
las casadas es comun para todos, pues lo que los Griegos
cuentan de los Escitás en este punto , no son los Escitas,
sino los Masagetas los que lo hacen , entre los cuales no se
conoce el pudor ; y cualquier hombre , colgando del carro
su aljaba , puede juntarse sin reparo con la mujer que le
acomoda. No tiene término fijo para dejar de existir ; pero
si uno llega á ser ya decrépito, reuniéndose todos los pa
rientes le matan con una porcion de reses , y cociendo su
carne, celebran con ella un gran banquete . Este modo de
salir de la vida se mira entre ellos como la felicidad su
prema, y si alguno muere de enfermedad , no se hace con
vite con su carne, sino que se le entierra con grandisima
pesadumbre de que no haya llegado al punto de ser inmo
lado. No siembran cosa alguna , y viven solamente de la
140
carne de sus rebaños y de la pesca que el Araxes les sto
ministra en abundancia . Su bebida es la leche . No veneran
otro Dios que el sol, a quien sacrifican caballos; y dan , por
razon de su culto , que almás veloz de los dioses no puede
ofrecerse víctimamás grata que el más ligero de los ani
males.
LIBRO SEGUNDO .
EUTERPE .
( 1) Reinaba Psamético por los años del mundo 3300 , casi 700
antes de Jesucristo .
143
y cuál fuese su significado, y halló por fin que con estè voo '
cablo se designaba el pan entre los Frigios (1) . En fuerza
de tal experiencia cedieron los Egipcios de su pretension de :
anteponerse á los Frigios en punto de antigüedad . .
III. Que pasase en estos términos el acontecimiento , yo '
mismo allá en Memfis lo oia de boca de los sacerdotes de
Vulcano, si bien los Griegos, entre otrasmuchas fábulas y
vaciedades , añaden que Psamético, mandando cortar-la len
gua á ciertas mujeres , ordenó despues que á cuenta de
ellas corriese la educacion de las dos criaturas; mas lo que
llevo arriba referido es cuanto sobre el punto se me decia .
Otras noticias no leves ni escasas recogi en Memfis confe . '
renciando con los sacerdotes de Vulcano; pero no satisfe
cho con ellas, hice mis viajes á Tebas y á Heliópolis con la
mira de ser mejor informado y ver si iban acordes las tra
diciones de aquellos lugares con las de los sacerdotes de
Memfis, mayormente siendo tenidos los de Heliópolis, como
en efecto lo son , por los más eruditos y letradosdel Egipto .
Mas respecto á los arcanos religiosos, cuales alli los oia ,
protesto desde ahora no ser mi ánimo dar de ellos una
historia , sino sólo publicar sus nombres , tanto más, cuanto
imagino que acerca de ellos todos nos sabemos lo mis
(1) Las conchas halladas á gran distancia del mar; las plantas
exóticas petrificadas en países diversos del que las produjo; los
elefantes desenterrados en la Siberia , ¿no son otros tantos testi
monios permanentes que deponen en favor de la narracion de Moi
sés y del ran trastorno producido por el diluvio universal? Pero
los sabios del siglo desprecian la revelacion , y van á buscar en las
Fábulas orientales la base de un nuevo sistema de la naturaleza .
149
bierto de arena. Añádase á lo dicho que no es aquel terreno
parecido ni al de la Arabia comarcana, ni alde la Libia , ni
al de los Sirios, que son los que ocupan las costas del mar
Arábigo ; pues no se ve en él sino una tierra negruzca y
hendida en grietas, como que no es más que un cenagal y
mero poso que , traido de la Etiopía, ha ido el rio deposi
tando, al paso que la tierra de Libia es algo roja y arenis
ca, y la de la Arabia y la de Siria es harto gredosa y bas
tante petrificada.
XIII. Otra noticia me referian los sacerdotes, que es
para migran conjetura en favor de lo que voy diciendo.
Contaban que en el reinado de Meris , con tal que creciese
el rio a la altura de ocho codos, bastaba ya para regar y cu
brir aquella porcion de Egipto que está más abajo de Mem
fis ; siendo notable que entonces no habian trascurrido to
davía novecientos años desde la muerte de Meris. Pero al
presente ya no se inunda aquella comarca cuando no sube
el rio a la altura de diez y seis codos , ó de quince por lo
ménos. Ahora bien ; si va subiendo el terreno a proporcion
de lo pasado y creciendo más y más de cada dia , los Egipcios
que viven más abajo de la laguna Meris , y los que moran
en su llamada Delta ( 1), si el Nilo no inundase sus campos
en lo futuro , están á pique de experimentar en su país para
siempre los efectos á que ellos decian , por burla , que los
Griegos estarian expuestos alguna vez. Sucedió , pues, que
oyendo mis buenos Egipcios en cierta ocasion que el país
de los Griegos se baña con agua del cielo , y que por ningun
rio como el suyo es inundado , respondieron el disparate,
aque si tal vez les salia mal la cuenta , mucho apetito ten
drian los Griegos y poco que comer .» Y con esta burla sig .
nificaban, que si Dios no concedia lluvias a estos pueblos
la lluvia dura todas las noches bajo los trópicos por algunos meger
continuos.
. (1) Los Egipcios, segun Diodoro Siculo, ilamaban rio Océano
Nilo . Herodoto niega la existencia del Océano como rio , no
comomar :
156
efectos que en verano, cuando camina por en medio det
cielo . Entonces atrae el agua para sí; y atraida , la suspende
en la region del aire superior, y suspensa la toman los vien
tos, y luego la disipan y esparcen ; y prueba es el que de
allá soplen los vientos entre todos más lluviosos , el Noto .
y el Sudoeste. No pretendo por esto que el sol, sin reser
var porcion de agua para si (1) vaya echando y despidiendo
cuanta chupa del Nilo en todo el año . Mas declinando en la
primavera el rigor del invierno, y vuelto otra vez el sol al
medio del cielo , atrae entonces igualmente para sí el agua
de todos los rios de la tierra . Crecidos en aquella estacion
con el agua de las copiosas lluvias que recogen , empapada
ya la tierra y hecha casi un torrente , corren entónces
en todo su caudal; mas á la llegada del verano, no alimen
tados ya por las lluvias, chupados en parte por el sol, se ar
rastran lánguidos y menoscabados. Y como las lluvias no
alimentan al Nilo ( 2), y siendo el único entre los rios á :
quien el sol chupe y atraiga en invierno , natural es que
corra entónces más bajo y menguado que en verano, en la
época en que , al par de los demas , contribuye con su agua
á la fuerza del sol, mientras en invierno es el único objeto
de su atraccion. El sol, en una palabra, es en mi concepla
el autor de tales fenómenos .
XXVI. Al mismo sol igualmente atribuyo el árido clima
y cielo de la Libia, abrasando en su giro á toda la atmós
fera , y el que reine en toda la Libia un perpétuo verano (3).
)
y en dónde aquel su dios lo ordenare.
XXX. Siguiendo por elrio desde la última ciudad , en el
mismo tiempo empleado en el viaje desde Elefantina, llegas
a los Automolos, que en idioma del país llaman Asmach ( 2),
y que en el griego equivale a los que asisten á la izquierda
del rey . Fueron en lo antiguo (3) veinticuatro myriadas de
soldados que desertaron á los Etiopes con la ocasion que
referiré. En el reinado de Psamético estaban en tres pun
tos repartidas las fuerzas del imperio; en Elefantina contra
los Etiopes, en Dafnes de Pelusio (4 ) contra los Arabes y
Sirios, y en Márea contra la Libia, los primeros de los cua
les conservan los Persas fortificados en mis dias, del mis .
momodo que en aquel tiempo . Sucedió que las tropas egip
cias , apostadas en Elefantina , viendo quenadie venía á re
levarlas despues de tres años de guarnicion , y deliberando
sobre su estado, determinaron de comun acuerdo desertar
(1) Méroe, más bien peninsula que isla, formada por el Nilo y
otros rios que aili concurren, tenía una ciudad de su mismo nom .
bre, que tomó de la hermana de Cambyses que en ella murió , ha .
biendo sido Saba quizá su nombre primitivo, y su actual Baroa .
Tacompso ó Metacompso es otra peninsula en los confines de la
Etiopía , llamada hoy Asuan. La antigua Elefantina parece ser
Monfaluo .
(2) Otros leen Ascham , que sería quizá Achum ó la famosa Ado
xumis de los Griegos.
(3) Cada myriada se componia de más de 10.000 soldados .
(4) Ciudad fuerte poco distante de la actual Damiata, la misma
que llaman Tara las Santas Escrituras.
160
de su patria pasando a la Etiopía. Informado Psamético ,
corre luego en su seguimiento , y alcanzándolos , les ruega y
suplica encarecidamente por los dioses patrios, por sus hi
jos, por sus esposas, que tan queridas prendas no consien .
tan en abandonarlas. Es fama que uno entonces de los de
sertores, con un ademan obsceno le respondió, « que ellos ,
segun eran , donde quiera hallarian medios en simismos de
tener hijos y mujeres.» Llegados á Etiopia , y puestos a la
obediencia de aquel soberano , fueron por él acogidos y áun
premiados,pues les mandó en recompensa que, arrojando á
ciertos Etiopes malcontentos y amotinados, ocupasen sus
campos y posesiones .Resultó de esta nueva vecindad y aco
gida que fueron humanizándose los Etiopes con los usos y
cultura de la colonia egipcia , que aprendieron con el ejem
plo ( 1).
XXXI. Bien conocido es el Nilo todavia , más allá del ·
Egipro que baña , en el largo trecho que , ya por tierra , ya
por agua se recorre en un viaje de cuatro meses; que tal
resulta si se suman los dias que se emplean en pasar desde
Elefantina hasta los Automolos. En todo el espacio referido
corre el rio desde Poniente; pero más allá no hay quien
diga nada cierto ni positivo , siendo el país un puro yermo
abrasado por los rayos del sol.
XXXII. No obstante , oi de boca de algunos Cireneos que
yendo en romeria al oráculo de Amon , habian entrado en
un largo discurso con Etearco , rey de los Amonios , y que
viniendo por fin á recaer la conversacion sobre el Nilo , y
„obre lo oculto y desconocido de sus fuentes, les contó en .
Önces aquel rey la visita que habia recibido de los Nasa
nones, pueblos que ocupan un corto espacio en la Sirte y
2
ha tratado ya de aquel rio .
XXXV . Difusamente vamos a hablar del Egipto , pues
de ello es digno aquel país, por ser entre todosmaravilloso ,
y por presentar mayor número de monumentos que otro
alguno, superiores almás alto encarecimiento . Tanto par
razon de su clima, tan diferente de los demas, como por
su rio , cuyas propiedades tanto le distinguen de cualquier
otro , distan los Egipcios enteramente de los demas pueblos
en leyes, usos y costumbres . Allí son las mujeres las que
venden, compran y negocian públicamente , y los hombres
hilan , cosen y lejen , impeliendo la trama hácia la parte in
ferior de la urdimbre, cuando los demas la dirigen comun
mente a la superior (1). Allí los hombres llevan la carga
sobre la cabeza, y las mujeres sobre los hombros. Las mu
jeres orinan en pić; los hombres se sientan para ello . Para
sus necesidades se retiran á sus casas, y salen de ellas co
miendo por las calles, dando por razon que lo indecoroso ,
por necesario que sea, debe hacerse á escondidas, y que
puede hacerse á las claras cualquier cosa indiferente . Nic
guna mujer se consagra alli por sacerdotisa á dios & diosa
alguna: los hombres son alli los únicos sacerdotes. Los vi
rones no pueden ser obligados á alimentar á sus padres
contra su voluntad ; tan solo las hijas están forzosamente
sujetas a esta obligacion (2 ).
XXXVI. En otras naciones dejan crecer su cabello l's
sacerdotes de los dioses; los de Egipto lo rapan á navaja.
1
den al consuelo de los machos, quitando á las hembras sus
hijuelos y matándolos, si bien están muy lejos de comer
los. Con esto, aquellas bestias, muy amantes de sus crias
y viéndose sin ellas, se llegan de nuevo á los gatos , de
seosas de tener nuevos hijuelos. ¡Ay de los gatos igual
mente si sucede algun incendio , desgracia para ellos fatal
y suprema cuita ! Porque los Egipcios , que les son supersti
ciosamente afectos, sin ocuparse en extinguir el fuego , se
colocan de trecho en trecho como centinelas , con el fin de
preservar á los gatos del incendio ; pero estos, por el con
trario , asustados de ver tanta gente por alli, cruzan por en
tre los hombres , y á veces para huir de ellos van á preci
pitarse en el fuego ; desgracia que á los espectadores lle
na de pesar y desconsuelo . Cuando fallece algun gato de
muerte natural, la gente de la casa se rapa las cejas á na
vaja ; pero al morir un perro , se rapan la cabeza entera , y
además lo restante del cuerpo .
LXVII. Los gatos despues demuertos son llevados á sus
casillas sagradas ; y adobados en ellas con sal, van á reci.
bir sepultura en la ciudad de Bubastis. Las perras son en
terradas en sagrado en su respectiva ciudad , y del mismo
modo se sepulta á los icneumones. Las migalas ( 1) y gavi.
lanes son llevados á enterrar en la ciudad de Butona, las
ibis á la de Herinópolis; pero á los osos , raros en Egipto , y
á los lobos, no mucho mayores que las zorras en aquel
(1) Diodoro Siculo dice que los sacerdotes casan con una sola
mujer, y los demas Egipcios con cuantas quieren. No podemos
conciliarlo con Herodoto , sino diciendo que variaron las cos
tumbres .
(2) Esto loto es la planta llamada Nenufar ó Nimfea, cuyo tallo
crudo comen los Arabes por refrigerante, y del cual sacan cierta
(bebida que calienta el estómago .
(3) Por otro nombre Papirus, y en arábigo Al Berdi, de cuyo
meollo formábase cierta masa de la que fabricaban el papel casi
delmismomodo que nosotros. Obsérvase que esta planta servia
de todo en Egipto ; de comida, de vestido, de zapatos, de jarcias y
do corona, como sucede con la palma en las Indias.
196
terlo á tostar en un horno bien caldeado . No falta gente en
el país cuyo único alimento es la pesca , y que comen los
peces, despues de limpiados de las tripas y de secarlos
al sol.
XCIII. Aunque los rios no suelen criar pesca gregal 6
de comitiva, la producen las lagunas del Egipto , en las que
sucede que apenas sienten los peces el instinto de formar
nuevas crias , nadan en tropas hacia el mar ; los machos al
frente conducen aquel rebaño, despidiendo almismo tiem
po la semilla que , sorbida por las hembras que los persi
guen , las hace preñadas. Despues de llenas en el mar , dan
todos la vuelta y nadan hácia su primitiva guarida; pero
entonces no son ya los machos los pilotos, pordecirlo asi,
del rumbo , sino que se alzan las hembras con la direccion
del rebaño , á imitacion de lo que han visto hacer á los otros
en la ida, y van despidiendo sus huevos, tan pequeños
como un granito de mijo, que son engullidos por los ma
chos que les van en seguimiento . Cada uno de aquellos gra
nos es un pescadillo , y de los que quedan en el agua es
capando de la voracidad de los machos nacen despues los
pescados. Se observa que los que se cogen en su salida al
mar, tienen la cabeza algo raida á la parte izquierda, pero
en los cogidos á la vuelta se les ve como rozada y desflo
rada la derecha , porque van hácia el mar siguiendo la ori
la izquierda , y toman á la vuelta el mismo rumbo ,acercán -
dose cuanto pueden a la ribera , y nadando junto á tierra ,
para evitar que la corriente del rio no los desvie y aleje de
su camino ( 1). Apenas crece el Nilo se empiezan al mismo
tiempo á llenarse las hoyas que forma la tierra, y los pan
tanos vecinos al rio, con el agua que delmismo se comu
(1) Muéstrase aquí Herodoto mejor naturalista que los qne pre
tenden que el calor del sol saca varios animales de la materia pú .
trida, y que basta por si sola á organizar un cuerpo viviente,
error no ménos impio que absurdo.
(*) Será, á mi entender, este arbusto la higuera infernal, que
Dioscorides llama siselis.
198
cama y dentro de la cual se echa a dormir. Es singular que,
si allí duerme uno cubierto con sus vestidos o envuelto en
sus sábanas, penetran por ellas los mosquitos y le pican , al
paso que huyen tanto de la red , que ni áun se atreven á
tentar el paso por sus aberturas.
XCVI.' Las barcas de carga se fabrican allí de madera de
espino, árbolmuy semejante en lo exterior al loto de Ci
rene, y cuya lágrima es la goma. Su construccion , muy sin
gular por cierto , se formade tablones de espino de dos co
dos , compuestos á manera de tejas y unidos entre si con
largos y muy espesos clavos. Construido asi el buque, en la
parte de arriba se tienden los bancos del batel en vez de cu
bierta , sin valerse absolutamente de los maderos que lla.
mamos costillas; y lo calafatean luego con biblo por la parte
interior. El timon está metido de modo que llega y áun pasa
por la quilla . El mástil es de espino, y las jarcias y velas de
biblo . Estas barcas , que no son capaces de navegar rio arri-,
ba, á no tener buen viento , suben tiradas desde la orilla ;
pero rio abajo navegan con la sola ayuda de un rejado que
llevan hecho de varas de tamariz, entretejido á manera de
cañizo y parecido á una puerta , y de una piedra agujereada
que pesará como dos talentos o quintales. Alpartir, arrojan
al aguade proa su rejado atado al barco con una soga, y de
popa la piedra tambien atada; el rejado, impelido por la cor
riente , vase largando y tirando á remolque la baris, que así
se llaman estas barcas ,•miéntras dirige su curso la piedra
arrastrada desde la popa surcando el fondo del rio . Hay un
sinnúmero de estas naves, y algunas de tanto buque que
cargan con muchos miles de talentos .
XCVII. En el tiempo que el Nilo inunda el país , apare
cen únicamente las ciudades á flor del agua con una pers
pectiva muy parecida a la que presentan las islas en el mar
Egeo , pues entonces es un mar todo el Egipto, y solo las
poblaciones asoman su cabeza sobre el agua . Durante la
inundacion , en vez de seguir la corriente del rio , se na
199
vega por lo lano de la canipiña, segun manifiestamente
aparece, pues la navegacion trillada y ordinaria de Nau
cratis á Memfis es por cerca de las pirámides, rumbo que
se deja durante la inundacion por otro que pasa por la pun .
ta de la Delta y la ciudad de Cercasoro. Del mismo modo,
el que desde la costa, saliendo de Canobo , quisiera navegar
sobre la campiña hácia Naucratis , hará su viaje por la ciu .
dad de Antila y por otra que se llama Arcandro.
XCVIII. No quiero omitir, ya que hice mencion de estas
dos ciudades, que Antila , que lo es bien considerable, está
señalada para el chapin y el calzado de la esposa del ac
tualmonarca de Egipto , tributo introducido desde que el
Persa se hizo señor del reino . Acerca de la otra, llamada
Arcandro , creo debió tomar su nombre de aquel Arcandro
que fué yerno de Danao , hijo de Ptio y nieto de Aqueo .
Bien cabe que haya existido otro Arcandro , pero lo que no
admite duda es que este nombre no es egipcio .
XCIX . Cuanto llevo dicho hasta el presente es lo que yo
mismo ví, lo que supe por experiencia , lo que averigüé
con mis pesquisas; lo que en adelante iré refiriendo lo of
de boca de los Egipcios, aunque entre ello mezclaré algo
aún de lo que vi por niis ojos . De Menes, el primero que
reino en Egipto ,decíanmo los sacerdotes que desvió con un
dique el rio para secar el terreno de Memfis, pues obser
vando que el rio se echaba con toda su corriente hacia las
raíces del monte arenoso de la Libia, discurrió para des
viarle levantar un terraplen en un recodo que forma el rio
por la parte de Mediodía á unos cien estadios más arriba
de Memfis, y logró con aquella obra que, encanalada el agua
por un nuevo cauce, no sólo dejase enjuta la antigua ma
dre del rio , sino que aprendiese á dirigir su curso á igual
distancia de los dos montes. Es cierto que áun al presente
mantienen los Persas en aquel recodo en que se obliga al
Nilo a torcer su curso , mucha gente apostada para reforzar
cada año elmencionado dique; y con razon , pues si rom
200
piendo por allí el rio se precipitase por el otro lado, iria
sin duda á piqueMemfis y quedara sumergida . Apenas hubo
Menes, el primer rey , desviado el Nilo y enjugado el ter
reno, fundó primeramente en él la ciudad que ahora se
Hama Memfis (1 ), realmente edificada en aquella especie de
garganta del Egipto y rodeada con una laguna artificial que
él mismo mandó excavar por el Norte y Mediodía , empe
zando desde el rio , que la cerraba al Oriente . Almismo tiem
po erigió en su nueva ciudad un templo á Vulcano, monu
mento en verdad magnífico y memorable .
C. Los mismos sacerdotesme iban leyendo en un libro
el catálogo de nombres de 330 reyes posteriores á Menes (2 ).
En tan larga serie de tantas generaciones se contaban 18
reyes etíopes, una reina egipcia y y los demas reyes egip
cios tambien . Elnombre de aquella reina única era Nito
cris, el mismo que tenía la otra reina de Babilonia, y de
ella contaban que recibida la corona de mano de los Egip
cios, que habian quitado la vida á su hermano , supo ven
garse de los regicidas por medio de un ardid . Mandó fa
bricar una larga habitacion subterránea , con el pretexto.
de dejar un monumento de nueva invencion ; y bajo este :
color, con una mira bien diversa , convidó á un nuevo ban
quete á muchos de los Egipcios que sabía haber sido mo
(1) Dificil fuera decidir cuál es más absurda ,så la respuesta del
oráculo ó la resolucion tomada porMicerino .
(2) Plotro es una medida griega de 100 piés .
227
mismo nombre, a cuyo jóven se satistizo en efecto aquel
agravio. Lo que declara que Esopo habia sido esclavo de
Jadmon .
CXXXV. En cuanto a la bella Rodope , pasó al Egipto en
compañía de Xantes, natural de Samos; y aunque su desti
no en aquel viaje habia sido enriquecer á su amo con la
ganancia que le granjese su belleza , fué puesta en libertad
mediante una gran suma de dinero por un hombre de Miti
lene, Hamado Caraxes, hijo de Escamandrónimo у herma
no de la poetisa Safo . Quedóse Ródope libre y suelta en
Egipto , donde juntó muchos caudales como linda y gracio
sa cortesana , grandes, sí, para una mujer de su profesion ,
pero no tantos que pretendiera con ellos levantar una pi
rámide. Y si alguno tuviere curiosidad , podrá aún ver por
sí mismo la décima parte de las riquezas de Ródope, y por
esto concluir que no deben atribuírsele tantas, pues que
riendo dejar ella un monumento suyo á la Grecia , dió una
ofrenda que nadie jamás habia hecho ni áun pensado, y la
dedicó en Delfos comomemoria particular. Al efecto man
dó que la décima parte de sus haberes se empleara en unos
asadores de hierro , tantos en número para cuantos sufra
gase dicha cantidad , destinados á servir en los sacrificios
de los bueyes; y en el dia se ven aún amontonados detras
del ara que dedicaron los de Quio , frontera al templo de
Delfos. Es ya antigua costumbre que sienten en Naucratis
su tienda las cortesanas más insignes por su donaire y be
Neza. Allí moraba de asiento la mujer de quien hablamos ,
tan famosa, que ningun Griego habia que por el nombre si.
quiera no conociese á la hermosa Ródope; y alli mismo re
sidió despues otra llamada Arquidice , decantada por toda
la Grecia , mas no tanto que jamás hubiese podido llegar á
la fama de la primera. Volviendo á Mitilene Caraxes , liber
tador de Ródope , como llevo dicho, fué con este motivo
amargamente zaherido por Safo en muchas de sus cancio
nes. Pero bastante hemos hablado de Ródope.
228
CXXXVI. Muerto , en fin , Micerino (1), sucedióle en el
reino, segun los sacerdotes , Asiquis, que mandó hacer los
propileos del templo de Vulcano que dan al Levante, y que
son en realidad de cuantos hay en el edificio los más be
llos y los más grandes con notable exceso , pues aunque
los demas propileos son todos obras llenas de figuras bien
esculpidas y presentan infinita variedad de fábricas,en esto
sobresalen con gran ventaja los de Asiquis que menciona
mos. En este reinado hubo , por escasez de dinero , gran
falta de fe pública en el trato y comercio . Para obviar este
abuso dicen que entre los Egipcios se publicó una ley por
la cual se ordenaba que cualquiera que quisiese tomar di
nero prestado, hubiera de dar en prenda el cadáver de su
mismo padre ; y se añadió más todavía: que el que diera un
préstamo fuera árbitro absoluto del sepulcro del que lo to
maba; y además, el que empeñase la dicha prenda y no qui
siese satisfacer á su acreedor , se impuso la pena de no
poder ser enterrado almorir en la tumba de sus mayores
ú otra alguna , ni dar sepultura á ninguno de los suyos que
durante aquel tiempo muriera ( 2). Cuentan del mismo rey,
que codicioso de superar las glorias de cuantos habian án
tes reinado en Egipto , dejó su monumento público en una
pirámide hecha de ladrillo. Hay en ella una inscripcion gra
bada en mármol que hace hablar á la misma pirámide en
estos términos : « No me humiiles comparándome á las pirá
» mides demármol, á las que excedo tanto, como Júpiter á
(1) Dicese de este Rey además que envió á buscar las fuentes
del Nilo, que hizo en dos niños la experiencia referida en el se
gundo párrafo de este libro, y que conjuró á fuerza de regalos la
tempestad que le amenazaba con la invasion de los Escitas.
(2 ) Este canal régio , del cual Aristóteles hace inverosimilmen
te primer actor á Sesostris , y Diodoro y Herodoto á Neco, fué lle .
vado á cabo por Darío , y no, segun pretende Diodoro, por Ptolo
meo Filadelfo , tantos años posterior á nuestro autor, si bien este
monarca fabricó una exclusa con sus puertas para subir y bajar el
agua, a fin de que el mar Rojo , más elevado que el Egipto, como
se decia, no inundase el país . En la incertidumbre que reina acor.
ca del curso del canal, parece lo más probable que se tomo a
agua desde el brazo Bubástico del Nilo cerca de Facusa, y tirando
bácia el monte vecino de la Arabia , y torciendo alpie de el su di
reccion , seguia hasta entrar en el golfo Arábigo cerca de la ciudad
de Patumo, que se duda si será la Phitom del Exodo , doapusa
Heopolis .
246
cuya llanura confina por su parte superior el monte que se
extiende cerca de Memfis , en el cual se hallan las canteras
ya citadas . Pasando la acequia por el pié de este monte , se
dilata á lo largo de Poniente hacia Levante, y al llegar a las
quebradas de la cordillera, tuerce hacia el Noto ó Mediodia
y va á dar en el golfo Arábigo. Para ir delmar boreal ó Me
diterráneo al meridional, que es el mismo que llamamos
Erithreo , elmás breve atajo es el que se toma desde el
monte Casio, que divide el Egipto de la Siria y dista del
golfo Arábigo mil estadios; esta es, repito, la senda más
corta, pues la del canal es tanto más larga, cuantas son las
sinuosidades que este forma. Ciento veinte mil hombres
perecieron en el reinado de Neco en la excavacion del ca
nal, aunque este rey lo dejó á medio abrir, por haberle de
Lenido un oráculo , diciéndole que daba prisa parra ahor
rar fatiga al bárbaro , es decir , extranjero , pues con aquel
nombre llaman los Egipcios á cuantos no hablan su mismo
idioma.
CLIX . Dejando , pues, sin concluir el canal, Neco volvió
su atencion a las expediciones militares . Mardó construir
galeras , de las cuales unas se fabricaron en el Mediterrá
neo, otras en el golfo Arábigo ó Erithreo , cuyos arsenales se
ven todavia , sirviéndose de estas armadas segun pedia la
oportunidad . Con el ejército de tierra venció á los Sirios en
la batalla que les dió en Magdolo (1), á la cual siguió la
toina de Caditis , gran ciudad de Siria ; y con motivo de estas
victorias consagró al dios Apolo el mismo vestido que lle
(1) Diodoro refiere que las ciudades y pueblos grandes del Egip
to antiguamente subian á 18.000 , en tiempo de Filadelfo á 20.000,
siendo entonces de siete millones la poblacion , que en su tiempo
habia bajado á tres millones . Y no es de admirar, si es verdad que
un niño no costase á sus padres más que 23 dracmas hasta la edad
varonil, pues la poblacion crece con la abundancia de viveres.
clo (1), pues las demas que pretenden tener parte en el
templo solicitan un derecho que de ningun modo les com
pete . Otras ciudades erigieron allí mismo templos particu
lares, uno á Júpiter los Eginetas, otro á Juno los Samios, y
los Milesios uno á Apolo .
CLXXIX . La ciudad de Naucratis era la única antigua
mente que gozaba el privilegio de emporio (2 ), careciendo
todas las demas de Egipto de tal derecho; y esto en tal gra
do , que al que aportase á cualquiera de las embocaduras
del Nilo que no fuera la Canóbica, se le exigia el juramento
de que no habia sido su ánimo arribar allá, y se le precisaba
luego á pasar en su misma nave á la boca Canóbica ; y si
los vientos contrarios le impedian navegar hacia ella , érale
absolutamente forzoso rodear la Delta con las barcas del
rio , trasladando en ellas la carga hasta llegar á Naucratis :
tan privilegiado era el emporio de esta ciudad .
CLXXX . Habiendo abrasado un incendio casual el anti
guo templo en que Delfos existia, alquilaron los Amfictio
nes por 300 talentos á algunos asentistas la fábrica del que
allí se ve en la actualidad . Los vecinos de Delfos, obligados
á contribuir con la cuarta parte de la suma fijada (3 ), iban
girando por varias ciudades á fin de recoger limosna para
la nueva fábrica ; y no fué ciertamente del Egipto de donde
ménos alcanzaron , habiéndoles dado Amasis 1.000 talen
tos de alumbre y 20 minas losGriegos allí establecidos.
TALÍA .
(1) Esta raza de gente , más astuta y fiel en palacio que intrépida
' y avisada en las expediciones de guerra , era reputada, segun Je
nofonte, en las cortes bárbaras, por la más apta y adicta al servicio
de los soberanos, de cuyo favor únicamente dependia , viéndose
despreciada y aborrecida de los demas hombres .
267
V. Y , en efecto , sólo por aquel paraje que Fanes indí
caba se halla entrada abierta para el Egipto . La region de
los Sirios que llamamos Palestinos se extiende desde la
Fenicia hasta los confines de Caditis: desde esta ciudad ,
mucho menor que la de Sardes, á mi entender , siguiendo
las costas del mar, empiezan los emporios y llegan hasta
Jeniso , ciudad del Arabe, cuyos son asimismo dichos em
porios (1). La tierra que sigue despues de Jeniso es otra
vez del dominio de los Sirios hasta llegar á la laguna de
Serbónida , por cuyas cercanias se dilata hasta elmar el
monte Casio , y , finalmente , desde esta laguna , donde dicen
que Tifon se ocultó , empieza propiamente el territorio de
Egipto . Ahora bien ; todo el distrito que média entre la
ciudad de Jeniso y el monte Casio y la laguna Serbónida ,
distrito no tan corto que no sea de tres dias de camino, es
un puro arenal sin una gota de agua .
VI. Quiero ahora indicar aqui de paso una noticia que
pocos sabrán , áun de aquellos que trafican por mar en
Egipto . Aunque llegan al pais dos veces al año, parte de
todos los puntos de la Grecia , parte tambien de la Fenicia ,
un sinnúmero de tinajas llenas de vino , una sola de
ellas se deja ver, pordecirlo así, en parte alguna del Egipto .
¿ Qué se hace , pues, preguntará alguno , de tanta tinaja tras
portada? Voy á decirlo: es obligacion precisa de todo De
marco o alcalde, que recoja estas tinajas en su respectiva
ciudad y las mande pasar á Memfis, á cargo de cuyos ha
bitantes corre despues conducirlas llenas de agua á los de
(1) No sé por qué los Griegos dieron este nombre al lugar don
de se deportaba a los desterrados. La citada Oasis cra la mayor de
las tres as: llamadas.
285
cual tomada , se levantó luego un viento Noto tan vehemente
é iinpetuoso , que levantando la arena y remolinándola en
varios montones, los sepultó vivos a todos aquella lempes.
tad , con que el ejército desapareció : asi es almenos como
nos lo refieren los Amonios.
XXVII. Despues que Cambises se habo restiluido á Mem
fis, se apareció á los Egipcios su dios Apis, al cual los Grie .
gos suelen llamar Epafo , y apenas se dejó ver , cuando todos
se vistieron de gala y festejáronle públicamente con gran
des regocijos . Al ver Cambises tan singulares muestras de
contento y alegria , sospechando en su interior que nacian
de la complacencia que tenian los Egipcios por elmal éxito
de su empresa , mandó comparecer ante si á los magistra
dos de Memfis, y teniéndolos á su presencia , les pregunta
por qué ántes, cuando estuvo en Menfis, no dieron los Egip
ciosmuestra alguna de contento , y ahora vuelto de su ex
pedicion, en que habia perdido parte de su ejército , lodo
eran fiestas y regocijos. Respondiéronle llanamente los ma
gistrados que entonces puntualmente acababa de aparecér
seles su buen dios Apis, quien no se dejaba ver de los Egip
cios sino alguna vez muy de tarde en tarde , y que siempre
que se dignaba visitarles su dios solian festejarle muy ale
gres y ufanos por la merced que les hacía . Pero Cambises ,
no bien oida la respuesta, les echó en rostro que mentian ,
y áun más, los condenó á muerte por embusteros.
XXVIII. Ejecutada en los magistrados la sentencia capi
tal, llama Cambises otra vez á los sacerdotes , quienes le
dieron cabalmente la misma respuesta y razon acerca de su
dios. Replicóles Cambises que si alguno de los dioses visi
ble y tratable se apareciera á los Egipcios, no debia escon .
dérsele á él, nihabia de ser el último en saberlo ; y dicien
do esto ,manda á los sacerdotes que le traigan al punto al
dios Apis , que almomento le llevaron . Debo decir aquí que
este dios, sea Apis ó Epafo , no es más que un novillo cum
plido, hijo de una ternera , que no esti lodavía en la edad
286
proporcionada de concebir otro feto alguno ni de retenerlo
en el útero : así lo dicen los Egipcios, que á este fin quie
ren que baje del cielo sobre la ternera una ráfaga de luz
con la cual conciba y pára á su tiempo al dios novillo. Tie
ne este Apis sus señales características, cuales son el color
negro con un cuadro blanco en la frente , una como águila
pintada en sus espaldas, los pelos de la cola duplicados y
un escarabajo remedado en su lengua .
XXIX . Volvamos á los sacerdotes, que apenas acabaron
de presentar á Cambises su dios Apis , cuando aquel mo
narca , segun era de alocado y furioso, saca su daga , y que
riendo dar Apis en medio del vientre, hiérele con ella en
uno de los muslos ( 1), y soltando la carcajada, vuelto a los
sacerdotes: - « Bravos embusteros sois todos , les dice: re
niego de vosotros y de vuestros dioses igualmente. ¿Son
por ventura de carne y hueso los dioses y expuestos a los
filos del hierro ? Bravo dios es ese , digno de serlo de los
Egipcios y de nadie más. Os juro que no os congratulareis
de esa mofa que haceis de mí, vuestro soberano.» Dicho
esto,mandó inmediatamente a los ministros ejecutores de
sentencias, que dieran luego á los sacerdotes doscientos
azotes sin piedad ; y ordenó tambien que al Egipcio , fuese el
que fuese ,que sorprendieran festejando al dios Apis se le
diera inuerte sin demora. Así se les turbó la fiesta á los
Egipcios, quedaron los sacerdotes bien azotados, y el dios
Apis, mal ſherido en un muslo , tendido en su mismo lem
plo , no tardó en espirar, si bien no le faltó el último honor
de lograr á hurto de Cambises sepultura sagrada que le pro
curaron los sacerdotes viéndole muerto de la herida .
(1) Sin dụda el mago contaba más con el odio de los vasallos
contra los escesos de Cambises, que con la legitimidad de las pre
tensiones del personaje cuyo nombre habia tomado, pues ¿cómo
hubieran los Persas reconocido por rey á Esmedis mientras vivia .
su hormano mayor, y sin saber si tenia este sucesion ?
(2) ,: Siguiendo á Plinio , Ecbatana de Siria estaba situada junto
almonte Carmelo .
312
Ismerdis. Lo que debemos hacer ahora en miconcepto es
apoderarnos luego de ese corréo , y averiguar de parte de
quién viene á intimarnos que reconozcamos á Esmerdis por
suberano.»
LXIII. Pareció bien à Cambises lo que Prejaspes decia , y
apenas acabó de oirle , llama ante sí al correo, y venido éste ,
pregúntale Prejaspes: – « Oh tú , que nos dices venir acá en
viado por Esmerdis, hijo de Cyro , di por los dioses la ver
dad en una sola cosa y vuélvete en hora buena. Dinos , pues :
Glué acaso el mismo Esmerdis quien te dio esas órdenes
cara á cara , o fué alguno de sus criados ?-- En verdad , señor,
respondiśle el correo, que después de la partida del rey
Cambises para Egipto nunca más he visto por mis ojos al
principe Esmerdis, hijo Cyro . El que me dió la órden fué
aquel mago a quien dejó Cambises por mayordomo de pala
cio, diciéndome que Esmerdis, hijo de Cyro , mandaba que
ospregonase las órdenes que traigo.» Así les habló el en
viado sin faltar un punto á la verdad , y vuelto entóncas.
Cambises á su privado : - « Bien veo , Prejaspes, le dijo , que
à fuer de buen vasallo cumpliste con lo que te mandó tu 90
berano, y nada lengo de qué acusar de tu conducta . ¿ Pero .
quién podrá ser ese Persa rebelde que alzándose con el
nombre de Esmerdis se atreve á mi reino ? — Señor , dijo
Prejaspes, diſicil será que no adivine la trama. Los rebel..
des, os digo , son dosmagos; uno el mago Patiziles, el go
bernador que dejasteis en palacio , y el otro el mago Es-
inerdis, su hermano, tan traidor como él.»
LXIV . Apenas oyó Cambises el nombre de Esmerdis ,
diole un gran sillo el corazon, herido de repente , así con
la sinceridad de la narracion , como con la verdad de aquel
antiguo sueño en que durmiendo le pareció ver á un mien
sajero que le decia , que sentado Esmerdis sobre un trono.
real llegaba al cielo con su cabeza . Entónces ſué el ponerse
á llorar muy de véras y.lamentar al desgraciado Esmerdis ,
viendo cuán.en balde y con cuánta sin razon habia becho
313
mori : principe su hermano. Entonces fué tambien cuan
do al cesar de plañir y lamentar en tono elmás triste la
desventura que con todo su peso le oprimia, montó de un
salto sobre su caballo , como quien no veia la hora de partir
'á Susa con su gente para destronar al mago . Pero quiso su
bado adverso que al fir á montar con ímpetu y sin algún
miramiento , tirando hacia abajo con su mismo peso el
puño del alfanje , sacase la hoja fuera de la vaina, y que el
alfanje desenvainado por simismo hiriese á Cambises en el
muslo . Luego que se vió herido en la parte mismadel
cuerpo en que antes habia herido al dios de los Egipcios,
Apis , pareciéndole mortal la herida, preguntó por el nom
bre de la ciudad en que se hallaba,' y se le dijo llamarse
Ecbatana. No carecia de misterio la pregunta , pues un
oráculo venido de la ciudad de Butona habia antes anun
ciado á Cambises que vendria á morir en Ecbatana, la cual
tomaba este por su Ecbatana de Media , donde tenia todos
sus entretenimientos y delicias, y en la cual se lisonjeaba
echando largas cuentas que vendria á morir en una edad
avanzada; pero el oraculo no hablaba sino de otra Ecbala
na, ciudad de la Siria ( 1). Al resonar, pues, en sus oidos
el nombre fatal de la ciudad , vuelto en sí Cambises de su
locura , aturdido en parte por la desgracia de verse destro
nado por un mago , y en parte desesperado por sentirse he
rido de muerte , comprendió por fin el sentido del oráculo
aciago, y dijo estas palabras: « ¡ Aquí quieren los dioses ,
aqui los hados , que acabe Cambises, hijo de Cyro !»
LXV. Nada más aconteció por entonces ; pero unos vein
te dias despues, convocados los grandes señores de la Per
sia que cerca de si tenía , hizoles Cambises este discurso :
« Persas mios, vedme al cabo en el lance apretado de con
>
sas, prometiéndole por su parte montes de oroʻy cuanto
acertara á pedir y desear . Promete Prejaspes á los magus
hacer cuanto se le pidiese; y dicenle segunda vez , que esta .
ban resueltos á conyocar á los Persas todos bajo los muros
de su real alcázar, deseosos de que él, subido sobre una de
lasalmenas de palacio , les dijese que el soberano á quien
entonces obedecian era realmente el mismo Esmerdis, hijo :
de Cyro , y ningun otro Esmerdis; lo cual le mandaban los
magos, así por ser Prejaspes el más acreditado sujeto que
tenian los Persas, como por saber muy bien que tanto más
crédito se le daria , cuantas habian sido en número las oca.
siones en que Prejaspes habia públicamente asegurado que
vivia Esmerdis, hijo de Cyro , negando ser verdad la voz
que de su muerte corria .
CXXV. No se hizo rogar Prejaspes , diciendo estar pron
to para ello . Llaman , pues, los magos á los Persas para
aquella asamblea del reino, y mandan á aquél, que puesto
sobre una almena les hable desde allí. Entonces el honrado
Prejaspes, olvidándose de propósito de lo que losmagos le
habian pedido , toma desde Aquemenes el exordio de su
arenga , va deslindando la ascendencia de Cyro que de él ve..
nia, pondera al llegar aquí lo mucho que debe al gran Cyro
la nacion de los Persas, y , concluido su elogio , sigue llana
mente diciendo la verdad , confesando que la habia ,ántes .
encubierto por no poder decirla á su salvo y sin que le cos
tase caro ; pero que habia llegado ya la hora para declarar,
segun lo exigia su conciencia, el gran misterio del palacio :
de Susa . Confesó , en efecto , que obligado por Cambises, él :
323
mismo habia sido antes el verdugo del príncipe real Esmer..
dis, hijo de Cyro ; y que los magos eran entonces los sobes
ranos del imperio . Concluyó por fin descargando sobre los
Persas las más horrendas imprecaciones, si dejando a los
magos sin la debida venganza no volvian á señorearse del
anando. Y diciendo estas últimas palabras, se arroja desde
lo alto del alcázar cabeza abajo . Así Prejaspes , honrado en
vida, murió como Persa bueno y leal.
LXXVI. Mientras que esto sucedia en palacio , los siete
grandes de Persia confederados, en virtud del acuerdo to
mado de poner manos á la obra almomento , sin dilatar la
empresa un solo punto , iban á ejecutarla despues de haber
Mamado á los dioses en su favor y ayuda, sin que nada hu
bieran sabido de la reciente aventura de Prejaspes. A la mi
tad de su camino oyeron lo que con éste acababa de suce
der, y retirándose de la calle entraron de nuevo en consul
ta. Era Otanes de parecer que se difiriera absolutamente la
empresa para mejor ocasion , no siendo oportuna para el in
tento la presente ocasion del alboroto y fermentacion del
Estado . Darío decia, al contrario , que convenia ir luego á
palacio y acometer la empresa sin más tardanza. En el ca
lor de esta contienda, hé aquí que aparecen de repente á
los septemviros siete pares de alcones dando caza á dos pa
res de buitres, arrancándoles las plumas por el aire , y des
trozándoles el cuerpo con los picos. Vénlos los siete conju
rados, y dando todos asentimiento á Dario , marchan dere
chos á palacio llevados en alas de tan felices agüeros.
LXXVII. Llegan á las puertas de palacio ; les sucede
puntualmente como se prometia Darío, pues al instante los
centinelas, parte por respecto á tales grandes y señores de
Persia , parte por no pasarles siquiera por el pensamiento
que pudieran venir aquellos peronajes con el objeto que
realmente traian , no solo les dieron paso franco, sino que,
como si fueran otros tantos enviados de los mismos dioses,
nadie hubo que les preguntase á qué venian . Pero interna .'
324
dos ya dentro de las salas de palacio, al dar con los eunucos
que solian entrar los recados al soberano , pregúntanles és
tos que pretendian alli dentro , grilando al mismo tiempo y
amenazando á los guardias por haberles admitido en pala
cio . Al oirles los conjurados, y al ver la resistencia que se
les hacía , anímanse mútuamente , sacan sus dagas , cosen á
puñaladas á cuantos se les oponen , y éntranse corriendo
bácia el aposento de los magos.
LXXVIII. Hallábanse cabalmente los dos magos dentro
de él tomando sus medidas sobre el reciente caso de Pre
jaspes . Apenas oyeron aquel alboroto y repentina griteria
de sus eunucos, salieron ambos corriendo, y al ver lo que
dentro pasaba , pensaron en hacer una vigorosa resistencia:
el uno de ellos ántes que llegasen los conjurados pudo co
ger su arco , y el otro echó mano luego de su lanza. Cier
ran los grandes contra los magos; al del arco nada le ser
vian sus flechas no estando á tiro los enemigos, que le
tenian cuerpo á cuerpo rodeado y oprimido ; el otro , blan
diendo oportunamente su lanza ,se deſendia bien y ofendia á
los agresores, hiriendo con ella á Aspatites en un muslo y á
Intafernes en uno de los ojos, del cual toda su vida quedó
tuerto , aunque no murió de la herida. Pero mientras uno de
los magos lograba herir á estos dos , el otro , viendo que no
podia hacer uso del arco , iba retirándose de la sala hacia el
retrete contiguo, con ánimo de cerrar la puerta á losagreso
res; pero al mismo tiempo dos de los conspiradores, Dario
y Gobrias ,arremeten y entran dentro con él. Cógele Gobrias
apretadamente y le liene bien sujeto entre los brazos; mas
con todo, Dario no usaba de la daga, temeroso de herir á
Gobrias en la oscuridad del aposento , en vez de pasar al
mago de parte á parte. Conociendo Gobrias que estaba de
tenido , pregúntale qué hace del puñal en la ociosa mano :
— “ Tengole aquí suspendido, le dice, y con la mano levan
tada por no herirte . — Cóseme con él, amigo , respon
de Gobrias, como pases á puñaladas á este mago maldi.
325
to .» Obedece Darío , da la puñalada y acierta al mago .
LXXIX . Muertos ya los dos magos y cortadas sus cabe
zas, los libertadores de Persia dejan en palacio á sus dos
compañeros heridos , ya porque no podian éstos seguirles,
ya tambien con la mira de que se quedasen por guardas del
alcázar. Los otros cinco, sanos y victoriosos, salen corriendo
de palacio con las dos cabezas en las manos, y lo llenan
todo de tumulto y vocería . Convocando luego a los Persas ,
con las cabezas pendientes de las manos, les van contando
apresuradamente lo sucedido , ymatando juntamente por las
calles á cuantos magos les salen al encuentro . Los demas
Persas, teniendo a la vista la reciente hazaña de sus siete
héroes, y patente á los ojos el embuste de los magos, mira -
ban todos como un deber de honor y de justicia ejecutar
otro tanto por su parte, y con el puñal en la mano no deja .
ban á vida mago alguno que pudiesen hallar. Tanta fué la
carnicería, que sino la hubiese detenido la noche, no que.
dara ya raza demagos . Los Persas miran como el más so
lemne y memorable este dia , en que celebran una gran fies
ta aniversaria , a la que dan el nombre de Magofonia , no
permitiendo que en ella comparezcan en público los magos,
obligados severamente á mantenerse encerrados en su
casa .
LXXX. De allí á cinco dias , sosegado ya en Susa el pú
blico tumulto , los septemviros levantados contra los magos
empezaron á consultar entre si acerca de la situacion y ar .
reglo del imperio persiano; y en la deliberacion se dijeron
cosas y pareceres que no se harán creibles á los Griegos ,
pero que no por esto dejaron realmente de decirse . Acon
sejábales Otanes, en primer lugar , que se dejase en manos
del pueblo la suma potestad del Estado , y les hablaba en
esta conformidad : - « Mi parecer , señores, es que ninguti
particular entre nosotros sea nombrado monarca de aquí
en adelante, pues tal gobierno ni es agradable ni menos
provechoso á la sociedad avasallada. Bien sabeis vosotros
326
mismos á qué extremos no llegó la suma insolencia y tirar
nia de Cambises, y no os ha cabido poca parte en la auda
cia extremada del mago . Quisiera se me dijese cómo cabe
en realidad que la monarquía , á cuyo capricho es dado ha
cer impunemente cuanto se le antoje, pueda ser un gobier .
no justo y arreglado . ¿Cómo no ha de ser por sí misma
peligrosa y capaz de trastornar y sacar de quicio las ideas
de un hombre de índole la más justa y moderada cuando se
vea sobre el trono? Y la razon es, porque la abundancia de
todo género de bienes engendra insolencia en el corazon del
monarca , juntándose esta con la envidia, vicio comun na.
cido con el hombre mismo. Teniendo, pues, un soberano
estos dosmales , insolencia adquirida y envidia innata , tiene
en ellos la suma y el colmo de todos . Lleno de sí mismo y
de su insolente pujanza , cometerá mil atrocidades por mero
capricho , otras mil de pura envidia, siendo así que un so
berano á quien todo sobra debiera por justo molivo verse
libre de los estímulos de tal pasion . Con todo, en un mo
narca suele observarse un proceder contrario para con sus
şúbditos : de envidia no puede sufrir que vivan y adelanten
los sujetos demérito y prendas sobresalientes; gusta mu
cho de tener a su lado los ciudadanos más corrompidos y
depravados del Estado ; tiene el ánimo siempre dispuesto a
proteger la delacion y apoyar la calumnia . No hay hombre
más receloso y descontentadizo que un monarca . ¿Es uno
parco ó contenido en admirar sus prendas y subirlas á las
nubes ? Se da él por ofendido de que se falte al acatamiento ,
y veneracion debida al soberano . ¿Es otro , por el contrario ,
pródigo en dar muestras de su respeto y admiracion ? Se
le desdeña y mira como á un adulador falso y vendido. Y
no es eso lo peor; lo que no puede sufrirsele de ningun ,
modo es ver cómo trastorna las leyes de la patria ; cómo
abusa por fuerza de las mujeres ajenas; cómo, finalmen
te, pronuncia sentencia capital sin oir al acusado. Mas al
contrario, un estado republicano, además de llevar en su
327
mismo nombre de Isonomía la justicia igual para todos y
con ella la mayor recomendacion , no da prácticamente en
ninguno de los vicios y desórdenes de un monarca ; per
mite á la suerte la eleccion de empleos ; pide despues á los
magistrados cuenta y razon de su gobierno ; admite , por fin ,
a todos los ciudadanos en la liberacion de los negocios pú
blicos. En resolucion , mi voto es anular el estado monár
quico , y sustituirle el gobierno popular, que al cabo en todo
género de bienes siempre lo más es lo mejor.» Tal fué el
parecer que dió Olanes.
LXXXI. Pero Megabizo , en el voto rozopado que dio , se
declaró por la oligarquía , favoreciendo a los grandes por es.
tas razones:: – «Desde luego , dijo , me conformo con el voto
de Olanes , dando por buenas sus razones acerca de acabar
con la tiranía; mas en cuanto a lo que añadió de que pasase
manos del vulgo la autoridad soberana, en esto digo no
anduvo acertado. Es cierto que nada hay más temerario en
el pensar que el imperito vulgo , nimás insolente en el que
rer que el vil y soez populacho. De suerte que de ninguni
modo puede aprobarse que para huir la altivez de un sobe.
rano se quiera ir á parar en la insolencia del vulgo,de suyo
desatento y desenfrenado; pues al cabo un soberano sabe lo
que hace cuando obra ; pero el vulgo obra segun le viene å
las mientes, sin saber lo que hace ni por qué lo hace . ¿ Y
cómo ha de saberlo , cuando ni aprendió de otro lo que es
útil y laudable , ni de suyo es capaz de entenderlo ? Cierra:
los ojos y arremete de continuo como un toro , ó quizá me
jor , á manera de un impetuoso torrente lo abate y arrastra
todo. ¡Haga Dios que no los Persas, sino los enemigos de los
Persas dejen el Gobierno en manos delpueblo ! Ahora debe
mus nosotros escoger un consejo compuesto de los sujetos
más cabales del Estado, en quienes depositaremos el poder
soberano. Vamos á lograr asi dos ventajas, uña que nos
otros mismos seremos del número de tales consejeros, otra
que las resoluciones públicas serán las más acertadas,
328
comodebe suponerse siendo dictadas por hombres del mze
yor mérito y reputacion.»
LXXXII. Tal fué el voto dado por Megabizo . Dario, el
( crcero en hablar, votó en esta forma (1): — « Bien me pare.
ce lo que tocante al vulgo acaba de decir Megabizo, pero
no me parece bien por lo que mira á la oligarquía; porque
de los tres gobiernos propuestos , el del vulgo, el de los no
bles , y el de un monarca, aun cuando se suponga cada cual
en su género el mejor , el de un rey opino que excede en
mucho á los demas . Y opino así, porque no veo que pueda
darse persona más adecuada para el gobierno que la de un
varon en todo grande y sobresaliente, que asistido de una
prudencia política igual á sus eminentes talentos, sepa regir
elcuerpo entero de la monarquía demodo que en nada se le
pueda reprender ; y tenga asimismo la ventaja del secreto
en las determinaciones que fuere preciso tomar contra los.
enemigos de la coronas Paso á la oligarquia , en la cual,
siendomuchos en dar pruebas de valor y en granjear méri..
tos para con el público, es consecuencia natural que la
misma emulacion engendre aversion y odio de unos hacia los.
otros; pues queriendo cada cual ser el principal autor y
como cabeza en las resoluciones públicas, es necesario que
den en grandes discordias y mútuas enemistades, que de
las enemistades pasen á las sediciones de los partidos, y de
las muertes à la monarquía , dando con este último recurso
una prueba realde que es este el mejor de todos los gobier.
nos posibles. ¿Qué diré del estado popular, en el cual es
imposible que no vayan anidando el cohecho y la corrup
cion en el manejo de los negocios? Adoptada una vez esta
lucrativa iniquidad y familiarizada entre los que administran .
(1) Reconozco en estos discursos lo que varias veces observé en
los políticos modernos , quenada de bueno nos dan en sus escritos
que no se deba á la Grecia . Los fundamentos de la sociedad poli
tica, sus géneros, sus progresos, sus atrasos, su decadencia , sr .
variacion, su vuelta periódica, todo lo indica Herodoto, lo amplia
Bca Platon y lo descifra y analiza Aristóteles.
329
los empleos, en vez de odio no engendra sino harta union
* en los magistrados de una misma gavilla que se aprovechan
privadamente del gobierno y se cubren mútuamente por no
quedar en descubierto ante el pueblo. De estemodo suelen
andar los negocios de la república , hasta tanto que un ma
gistrado lesaplica el remedio , y logra que el desórden pú
blico cese y acabe. Con esto , viniendo á ser objeto de la ad
miracion del vulgo , ábrese camino con ella para llegar a ser
monarca, dando en esto una nueva prueba de que la mom
Darquía es el gobierno más acerlado . Y , para decirlo en
una palabra , de dónde vino á la Persia , pregunto , la inde
pendencia y libertad pública ? ¿Quién fue el autor de su im
perio ? ¿Fue acaso el pueblo ? ¿Fue por ventura la oligarquía ?
20 fué más bien un monarca ? En suma, mi parecer es que
nosotros los Persas, hechos ántes libres y señores del im .
perio por un varon , por el gran Cyro ,mantengamos el mis
mo sistema de gobierno , sin alterar de ningun modo las le
yes y fueros de la patria , lo más útil que contemplo para
nosotros . »
LXXXIII. Dados los tres referidos pareceres, los cuatro
votos que restaban del septemvirato se declararon por el
de Dario. Otanes, que deseaba introducir el gobierno po
pular y derechos iguales para todos los Persas, no habien
do conseguido su intento, les habló de nuevo en estos tér
minos :- « Visto está , compañeros mios, que algunos de los
que aquí estamos obtendrá la corona , ó bien se la dé la
suerte , o bien la eleccion de la nacion á cuyo arbitrio la de
jemos, o bien por cualquiera otra vía que recaiga en su ca
beza. Pues yo renuncio desde ahora el derecho de preten
derla , ni entro en concurso , persistiendo en no querer ni
mandar como rey , ni ser mandado como súbdito. Cedo
todo el derecho que pudiera pretender, pero cedo con la
expresa condicion de no estar jamás yo ni alguno de mis
descendientes a las órdenes del soberano.» Hecha tal pro
puesta , que fué admitida luego por los seis confederados
330
bajo aquella restriccion , salió Otanes del congreso ; y en
efecto , sola su familia se mantiene hasta hoy dia libre é io .
dependiente entre los Persas , pues se le manda únicainen
te en cuanto ella no lo rehusa , no faltando por otra parte á
las leyes del Estado persiano.
LXXXIV . Los seis grandes restantes de la liga continua.
ban en sus conferencias ordenadas a la mejor eleccion de
' un monarca ; y ante todo les pareció establecer , que si la
* corona venía á recaer en alguno de los seis , se obligara éste
á guardar á Olanes y á toda su descendencia el perpétuo
privilegio de honrarse con la vestidura de los Medos, y en
viarle asimismo los legitimos regalos que se miran entre
los Persas como distinciones las más honoríficas. La causa
'de honrar á Olanes con esta singular prerogativa fué por
haber sido el principal aulor y cabeza de la conjuracion
contra el Mago , aconsejándola á los demas compañeros de
la liga . Respecto al cuerpo de los siete confederados , orde
naron : primero , que cualquiera de ellos, siempre que le
pareciese , tuviera franca la entrada en palacio, sin preven
cion ni ceremonia de pasar ántes recado, á no ser que el
rey estuviese en su aposento en compañía de sus mujeres :
segundo , que el rey no pudiera tomar esposa que no fuese
de la familia de dichos confederados: finalmente , por lo
tocante al punto principal de la eleccion al trono, acordar
ron tomar elmedio de montar los seis á caballo en los ar
rabales de Susa , y nombrar y reconocer por rey á aquel
cuyo caballo relinchase el primero á la salida del sol.
LXXXV. Tenia Dario un caballerizo hábil y perspicaz,
por nombre Ebares , al cual, apenas vuelto a su casa de la
asamblea , hace llamar y habla de este modo.-- « Hágote sa
ber , Ebares, que para la eleccion de monarca hemos re
suelto que sea nuestro rey aquel cuyo caballo, estando cada
uno de nosotros montado en el suyo , fuere el primero en
relinchar al nacer el sol. Tiempo es ahora de que te valgas
de tus tretas y recursos, si algunos tienes , para hacer de
331
todas maneras que yo y ningun otro arrebale el premio do
la corona . - Buen ánimo, señor, responde Ebares; dadla ya
por alcanzada y puesta sobre la cabeza ; si nada más se exi
ge , y si en lo que decis consiste ser rey ó no, albricias os
pido, porque ningun otro que vos lo será . Más vale maña
que fuerza , y mañas hay aquí y recursos para tcdo. - Ma
nos á la obra , pues, replicate Dario ; si algun ardid sabes ,
tiempo es de usarlo sin perder un instante , pues mañana
mismo ha de decidirse la cuestion .» Oido lo cual, practica
Ebares esta diligencia : venida la noche , toma una de las ye .
guas de su amo, aquella cabalmente que movia y alborota
ba más elamor del caballo de Dario ; llévala á los arrabales
y la deja alli atada ; vuelve despues conduciendo el caballo ,
de Dario , hacele dar mil vueltas y revueltas alrededor de
la yegua, permitiéndolo solo el acercarse á ella , hasta que
al cabo de largo rato le deja holgar libremente .
LXXXVI. Apenas empezó á rayar el alba al siguiente
dia , cuando los seis grandes de Persia pretendientes de la :
corora, conforme a lo pactado, se dejaron ver aparejados y
prontos en sus respectivos caballos, é iban de una á otra
parte paseando por los arrabates, cuando no bien llegados
á aquel paraje donde la yegua habia estado atada la noche
anterior , dando una corrida el caballo de Dario empieza sus
relinchos. Al mismo tiempo ven todos correr un rayo por
el sereno cielo y oyen retumbar un trueno, cuyos prodigios
sucedidos á Darío fueron su inauguracion para la corona ,
de modo que los otros competidores, bajando del caballo á
toda prisa y doblando alli mismo la rodilla , le saludaron y
reconocieron por su rey (1).
LXXXVII. Asícuentan algunos el,ambicioso artificio usa
do por Ebares, si bien otros, pues andan en esto divididas
las relaciones de los Persas , lo refieren de otra manera . Di.
-
bienes y haciendas ; la tercera sobre la poblacion, tomando
sus medidas á fin de dar mujeres á los Babilonios para la
propagacion , pues que ellos, como llevamos referido, ha
bian ántes abogado a las que tenian , a fin de que no les
gastasen las provisiones de boca durante el sitio . Para este
efecto ordenó Dario a las naciones circunvecinas , que cada
cual pusiera en Babilonia cierto número de mujeres que el
misro determinaba , de suerte que la sumade las que a!li
se recogieron subio á cincuenta mil, de quienes descienden
los actuales Babilonios.
CLX . Respecto á Zopiro , si queremos estar al juicio do
Dario , jamás Persa alguno, niántes nidespues, hizo más r'e.
levante servicio a la corona , exceptuando solamente á Cyro,
pues á este rey nunca hubo Persa que se le osase comparar
niménos igualar. Cuéntase con todo quesolia decir elmismo
Dario que antes quisiera no ver en Zópiro aquella carnico.
ria de mano propia que conquistar y rendir no una, sino
veinte Babilonias que existieran . Lo cierto es que uso con
él lasmayores demostraciones de estima y particular honor,
pnes no solo le enviaba todos los años aquellos regalos que
son entre los Persas la mayor prueba de distincion y pre
.81:
LIBRO CUARTO
MELPOMENE .
.
acerca de ellos á los Griegos que moran en el Ponto Euxi
mo ( 1). Cuentan que Hércules al volver con los bueyes do
Gerion llegó al país que habitan al presente los Escitas , en
tónces despoblado : añaden que Gerion moraba fuera del
Ponto Ć Mediterráneo en una isla vecina á Gades , más allá
de las columnas de Hércules , llainada por los Griegos Eri
threa, y situada en el Océano , y que este Océano empezando
al Levante gira alrededor del continente ; todo lo que dicen
sobre su palabra sin confirmarlo realmente con prueba al
guna. Desde allá vino, puis, Hércules à la region llamada
ahora Escitia , en donde como le cogiese un recio y frio tem
poral, cubriúse con su piel de leon y se echó á dormir . Al
tiempo quedormia dispuso la Providencia que desaparecie
ran las yeguas que suellas del carro estaban alli paciendo.
IX . Levantado Hércules de su sueño, púsose á buscar á
sus perdidas yeguas, y habiendo g.rado por toda aquella
tierra, llegó por fin á la que llaman Ailea (2), donde halló
(1) Artacia era una aldea de Bitinia; Proconeso, hoy dia Már
mora; Cizico, poco distante de ella , se llama ó Spiga ó Palermo.
390
caba la fantasma de aquel hombre, les habia ordenado la
Pythia que obedeciesen , que obedecerla era lo mejor si
querian prosperar , con lo cual hicieron lo mandado por
Aristeas. Y en efecto , al lado del mismo ídolo de Apolo está
al presente una estatua que lleva el nombre de Aristeas, y
alrededor de ella unos laureles de bronce. Dicho idolo se
ve en la plaza.
XVI. Baste lo dicho acerca de Aristeas, y volviendo al
país de que antes iba hablando , nadiehay que sepa con cer
teza lo que más arriba de él se contiene. Por lo menos no ho
podido dar con persona que diga haberlo visto por sus ojos,
pues el mismo Aristeas de quien poco ántes hice mencion ,
en hablando como poeta, no se atrevió á decir en sus ver
sos que hubiese pasado más allá de los Isedones, conten
tándose con referir de oidas lo que pasaba más allá , citando
por testigos de su narracion á los mismos Isectones. Ahora
no haré más que referir todo lo que de oidas he podido
averiguar con fundamento acerca de lo más remoto de aque
Was tierras.
XVII. Empezando desde el emporio de los Boristenitas,
lugar que ocupa el medio de la costa de Escitia , los prime.
ros habitantes que siguen son los Calipidas, especie de Grie .
gos Escitas, y más arriba de estos se halla otra nacion lla
mada los Alazones, que, siguiendo como los Calipidas todos
los usos de los Escitas, acostumbran con todo hacer semen
teras de trigo, del cual se alimentan , comiendo tambien ce
bollas , ajos , lentejas y mijo . Sobre los Alazones están los
Escitas que llaman labradores, quienes usan sembrar su tri
go , no para comerle, sino para verderle. Más arriba de éstos
moran los Neuros, cuya region hacia el viento Boreas esta
despoblada de hombres, segun tengo entendido . Estas son
las naciones (1) que viven vecinas al rio Hipanis y caen há
cia el poniente del Boristenes.
( 1) Lib . IV , v . 86.
397
No es menester decir más para cualquiera que haya visto
de cerca la nieve al tiempo de caer á copos, pues se parece
mucho á unas plumas que vuelan por el aire (1). Esa mis
ma intemperie tan rigida del clima es elmotivo sin duda
de que las partes del continente hacia el Bóreas scan inha
bitables. Así que soy de opinion que los Escitas y sus ve
cinos llaman plumas á los copos de nieve , llevados de la
semejanza de los objetos. Pero bastante y harto nos hemos
alargado en referir lo que se cuenta .
XXXII. Nada dicen de los pueblos Hiperbóreos ni los Es ·
citas ni los otros pueblos del contorno , á no ser los Isedo
nes, quienes tampoco creo que nada digan , pues nos lo re
petirian los Escitas , asi como nos repiten lo de los Mo
nóculos. Hesiodo , con todo, habla de los Hiperbóreos, y
tambien Homero en los epigonos, si es que Homero sea
realmente autor de tales versos.
XXXIII. Pero los que hablan más largamente de ellos
son los Delios , quienes dicen que ciertas ofrendas de trigo
venidas de los Hiperbóreos atadas en hacecillos , 6 bien unos
manojos de espigas como primicias de la cosecha (2 ) llega
ron á los Escitas, y tomadas sucesivamente por los pueblos
vecinos y pasadas de mano en mano, corrieron hácia Po
.. (1) Parece indicar con esto que con dicho vapor y sahumerio , no
ménos capaz de alegrar y embriagar que el buen vino . sudarian
los Escitas y moveriap la misma zambra que los beodus.
492
tis que le habia visto en aquella funcion le delató al rey
Saulio , el cual, avisado , y viendo por sus ojos á Anacarsis
que continuaba en sus ceremonias , le mató con una sae
ta (1 ). Y áun ahora , si se pregunta a los Escitas por Ana
carsis, responderán que no saben ni conocen lal hombre;
tal es la enemiga que con el tienen , así porque viajó por la
Grecia, como porque siguió los usos y ritos extranjeros.
Pero, segun supe de Tirines , tutor que era de Ariapites,
tué Anacarsis tio de Idantirso , rey de la Escitia , é hijo de
Gnuro, niclo de Lico y biznieto de Espargapites. Y si es
verdad que Anacarsis fuese de tal familia , ¡triste suerte para
ol infeliz la de haber muerto á manos de su mismo herma.
no, pues Idantirso fué hijo de Saulio , y Saulio quien mató
á Anacarsis!
LXXVII. Es singular lo que oſ contar a los del Pelopo
aeso , que Anacarsis habia sido enviado á Grecia por el rey
de los Escilas, para que como discipulo aprendiera de los
Griegos, y que vuelto de sus estudios habia informado al
inismo que le envió de que todos los pueblos de la Grecia
eran muy dados á todo género de erudicion , salvo los La
cedemonios que eran los únicos que en sus conversaciones
hablaban con naturalidad sin pompa ni estudio . Pero esto
es á fe mia un cuento con que los mismos Griegos se han
querido divertir: lo cierto es que al infeliz le costó la vida
aquella fiesta , como dije , y éste fué el pago que tuvo de ha
ber querido introducir usos nuevos y seguir costumbres
griegas.
LXXVIII. El mismo fin que éste tuvo largos años des
(1) Los dos nombres que pono aquí el autor se cree que perto
Dezcan á la lengua lituanica : que Zamolxis como si fuese Ziam
dusks, signifique el dios ido la tierra, y Gebeleizin lo mismo quo
Givaleisis , autor de la quietud .
433
ciendo que ni él, ni sus camaradas, nialguno de sus descen
dientes acabarian muriendo , sino que pasarian á cierto pa
raje donde eternamente vivos tuviesen á satisfacion todas
sus comodidades y placeres. En tanto que asi platicaba y
trataba con los Tracios, íbase labrando una habitacion sub
terránea ( 1); y lo mismo fué quedar concluida, que desapa
recer Zamolxis de la vista de sus paisanos,metiéndose bajo
de tierra en su sótano, donde se mantuvo por espacio de
tres años. Los Tracios, que lo echaban menos , y sentian la
falta de su buena compañia , llorábanle ya por muerto ,
Cuando llegado ya el cuarto año, vé aquí que se les aparece
de nuevo Zamolxis, y con la obra les hace creer lo que les
habia dicho de palabra
XCVI. Esto cuentan que hizo Zamolxis: yo en realidad
no tomo partido acerca de esta historia y de la subterránea
habitacion ; ni dejo de creerlo , ni lo creo tampoco ciega
mente; si bien sospecho que nuestro Zamolxis viviria mu
chos años antes que hubiese nacido Pitágoras. Así que si
era Zamolxis un hombre meramente , o si es un dios Geta ,
y el dios principal para los Getas, decidanlo ellos mismos;
pues sólo es de este lugar decir que los Getas vencidos por
Dario le iban siguiendo con lo demas del ejército .
XCVII. Dario , despues de llegado al Danubio con todo su
ejército de tierra , habiendo pasado todas sus tropas por el
nuevo puente ,mandó á los Jonios que lo deshicieran y que
con toda la gente de las naves fuese por tierra siguiendo el
grueso de sus tropas. Estaban ya los Jonios á punto de obe
decer, y el puente á pique de ser deshecho , cuando el ge
neral de los de Mitilene, Cóes , hijo de Erxandro, tomóse la
451
despolismo que pretendes sobre personas y haciendas , le
enviaré unos dones quemás ac convengan . Mas para reso
ponder à la arrogancia con que le llamas mi soberano, to
digo, a modo de Escita , que vayas en hora mala con tu so
berania.» T il fus la respuesta de los Escitas que llevó a
Dario su mismo cnviado.
CXXVIII. Los reyes de los Escilas (1), que se veian lla
mar esclavos en la embajada del Persa ,'monlaron en cúlo .
ra, y llevados de ella despacharon hacia el Danubio el cuer
po de sus tropas, á cuyo frente iba Scopatis con órden de
abocarse con los Jonios que guardaban el puente alli for
mado . Pero á los otros que quedaban les pareció no hosti
gar más á los Persas, llevándolos de una á otra parte, sino
cargar sobre ellos siempre que se deluvicscn á comcr. Como
lo.dcterminaron asi lo practicaron , esperando y alisbando
el tiempo de la comida. En efecto , la caballería de los Esci
tas en todas aquellas escaramuzas desbarataba á la de los
Persas , la cual,vucllas las espaldas, cra apoyada por su in
fantería , que salia luego a la defensa de los fugilivos. Los
Escilas , puesta en luida la caballeria enemiga, por no dar
con la infanteria volvian á su campo, si bien al venir la no
che tornaban á molestar con sus embestidas al cnemigo.
CXXIX . Voy á referir un incidente extraño y singular
que en aquellos alaques contra el campo de Dario aprove
chó muchoá los Porsas, y á los Escilas les incomodó sobrc
manera . Tal fué, iquión lo creyera ! cl rcbuzno de los asnos
y la figura de los mulos, pues la Escilia, como antes dijo,
es una tierra que no produce burros, ni cria mulos, ni se
deja ver en todo el pais asno nimachɔ alguno á causa del
rigor del frio . Sucedia , pues, que rebuznando aquellos ju
mentos alborotaban la caballeria de los Escilas, y no pocas
veccs al liempo mismo de embestir contra los Persas y en
1
llos presentes .
*** CXXXII. Volviendo á aquel cuerpo de Escitas encarga .
do primero de ir a cubrir el país vecino á la laguna Mco .
tis, y despues de pasar hacia el Danubio para conferenciar
con los Jonios , habiendo llegado al pucntè les hablaron en
cstos términos: - iQué haceis aqui, Jonios? Para traeros la
libertad hemos venido, con tal que nos querais escuchar.
Tenemos entendido que Dario os dió la orden de que solo
guardaseis este puente por espacio de 60 dias, y que si pa
sado este término no compareciese , os volvieseis á vues
tras casas. Ahora , pues, bien podeis hacerlo así: en ello no
ofenderéis á Darío ni lampoco á nosotros. Así que , habién
dôle esperado hasta el dia y plazo señalado , desde ahora
os mandamos que parlais de ahí.» Habiéndoles prometido
los Jonios que así lo harian , se volvieron los Escilas al pun
to sin más aguardar .
CXXXIV . Los demas Escitas, despues de los regalos en
viados á Dario , puesta al cabo en orden de batalla toda su
infanteria y caballeria , presentáronse al eneinigo como de
Heinzinados a una acción general. Forinados asi en filas, pasė
sasualmente por entre ellos una liebre, y apenas la vieron
454
cuando corrieron todos tras ella ; y viéndolos Dario agita
dos con esto y gritando todos á una contra el animal, piei
guntó qué alboroto era aquel de los enemigos, y ayendo
quo perseguian á una liebre , vuclto á aquellos con quicnes
solia comunicar todas las cosas: - « Verdaderamente , les
dijo , que nos tienen en vilisimo concepto esas hordas å tror
vidas, y que ahora nos están zumbando, de suerte que mo
parece que Gobrias atinaba con el sentido de sus donos.
Puesto que lambien me conformo yo con la interpretacioa
de Gobrias, es preciso discurrir el medio mejor para po
dernos retirar de aquí con toda seguridad .» A lo cual Go.
brias respondió: -- « Señor , si bien estaba yo ántcs casi'ase
gurado por la fama de que estos Escitas eran unos bår.
baros infelices , con todo , llegado aqui lo he visto por
mis ojos , y estoy viendo aún que ellos se burlan de nos
otros como de niños, tomándonos por jugueto . Mi parecer
sería que luego que cierre la noche, la primera digo que
llegue , encendidos en el campo los mismos fuegos que som
liamos ántes, y dejando en él, so color de alguna sorpresa ,
las tropas de menor resistencia para la fatiga , y atados alu
todos los asnos, nos partiéramos del país , primero quo, o
los. Escitas corran en derechura al Danubio para deshacer
nos el puente , ó los Jonios nos intenten algun daño tal, quo
aos acabe de perder y arruinar.»
CXXXV. Este fué el parecer que dió Gobrias , y del cual
venida apenas la noche se valió Dario , quien dejó en su
campo los inválidos y achacosos y á todos aquellos cuya
pérdida era de poquísima cuenta , y con ellos tambien ata
dos todos sus burros. Elmotivo verdadero de dejar aquellos
animales era para que rebuznasen entretanto con todas sus
fuerzas , y el de dejar á. los inválidos no ora otro realmente
que la misma falta de salud y de robustez, si bien de esta
misma se valió de pretexto , como si él con la flor de sa
ejército meditara alguna sorpresa contra el enemigo , da
rante la cual debieran ellos quedarse para resguardo y do
455
Tensa de sus reales, conformelo pedia el estado de su sa
lud . Asi que habiendo Dario hecho entender esto á los que
dejaba y mandado hacer los fuegos ordinarios, se apresurs
á tomar la vuelta del Danubio . Los jumentos que se viero,
alli sin la muchedumbre de ántes, quejosos tambien y re.
sentidos, empezaron á rebuznar aún más de lo acostum
brado , y los Escitas que oian aquel estrepitoso concierto
estaban sin elmenor recelo de la partida ,muy crcidos quo
los Pcrsas quedaban alli al par que sus asnos .
CXXXVI. No bien habia amanccido, cuando los inváli
dos , viéndose alli solos , y conociéndoso malamente ven
didos por Dari), comienzan á alzar las manos al ciclo y
cxtenderlas hacia los Escitas y darles cuenta de lo que pasa
ba . Luego que estos lo oyeron, juntas de repente sus fucr
zas , que consistian en los dos cucrpos de lropas nacionales
y en un tercer cuerpo formado de Saurómalas, de Budinos
y Gelonos, se ponen en movimiento para perseguir a los
Persas , camino derecho del Danubio . Pero sucedió que
sičndo muy numerosa por una parte la infanteria persiana ,
que no sabia las veredas en un pais donde no hay caminos
abiertos y hollados, y marchando por otra á la ligera la ca
ballería escítica , muy práctica en los atajos de su viaje , sin
encontrarse unos con otros , los Escitas llegaron al puente
mucho antes que los Persas. Informados aili de cómo éstos
no habian llegado todavía , hablaron á los Jonios que esta
ban sobre sus naves: – « ¡No veis, Jonios, que se pasó ya el
plazo y número de los dias, y que no haccis bien en espe .
rar aquí por más tieinpo ? Si ánics el lemor del Persa os
tuvo aqui clavados, ahora por lo menos cchad á pique el
pucnle y marchad luego libres à vuestras lierras, dando
gracias por ello á los dioses y tambien á nosotros los Esci.
tas; que bien podcis estar seguros que vamos á escarmen.
far á cse que fué vuestro scñor , de inodo que no le démás
la gana de hacer otra expedicion contra pueblo ni bombre
viviente .
458
CXXXVI. Consyltaron los Jonios lo que habia de hacer
se sobre este punto . El parecer de Milejades el Ateniense,
que se hallaba'alli de general, como señor que era de los
moradores del Quersoneso cercano al Helesponto , cra do
complacer á los Escitas y restituir la libertad á la Jonia.
Mas el parecer de llistico el Milesio fué del todo contrario ,
dando por razón que en el estado presente, cada uno do
'ellós debia á Dario el ser señor de su ciudad , que arcui.
nando el poder é imperio del rey , ni él mismo estaria en
posicion demandáſ á los Milesios, ni ninguno de ellos a su
respectiva ciudad, pues claro estaba que cada una de estas
preferia un gobierno popular al dominio absoluto de up
príncipe. Apenas acab ) Histico de proferir su voto , cuando
todos los demas lo adoptaron , por más que antes hubicson
sido del parecer de Milciades.
CXXXVIII. Los jefes allí discordes en la volacion , seño.
1 res todos de consideracion en la estima de Dario , eran en
primer lugar los tiranos (o principes) de las ciudades del
Helesponto , Dafnis principe de Abidos ,Hipodo el de Lámp
saco , Herofanto el Pario , Metrodoro el de Proconeso , Aris
tagoras de Cizico , y Ariston de Bizancio , todos ellos prin
cipes en el Helesponto : estaban en segundo lugar los seño
res de las ciudades de Jonia, Stratis el de Quio y Eaces do
Samos, Laodamas deFocea é llistico cl de Mileto , cuyo vodo
fue el que prevaleció contra Milciades. Por fin, de la Eolia
solo se hallaba presente un principe que fuese de cuantía
y éste era Aristagoras , señor de Cima.
CXXXIX . " Resueltos, pues, éstos señores á seguir el pa
recer de Histico , determinaron almismo tiempo medir por
eļ así las obras como las razones: las obras, con deshacer
Ta parte del puente que estaba del lado de los Escitas, pero.
no más allá de un tiro de ballesta , con la mira de darlcs à
entender que ponian manos a la obra , cuando su intencion
era no tocar nada, y tambien para impedir que los Escitas
Be abriesen paso por el puente á despecho de los Jonios
queriendo penetrar a la otra parte del Danubio: las razo.
ones , con decirles que ya empezaban por el lado de ellos. la
maniobra para Heyar á cabo todo lo que pretendian . Esto
resolvieron hacer en consecuencia del parecer de llistieo ,
L el cual despues de este acuerdo. respondió así á los Escitas
en nombre de todos: - « Buenas son las nuevas, oh Escitas,
que nos acabais de traer, y en buena sazon nos dais prisa à
que nos valgamos de lá ocasion. No puede ser más oportu
no el aviso quo nos dais, y la ejecucion de nuestra parte no
cabe que sea más obsequiosa para con vosotros nimas di
higente. ¿No veis con vuestros ojos cómo ya vamos des
haciendo el puente y cuánto empeño mostramos en volver
à recobrar la libertad ? En tanto , pues , que acabamos de di
solver estas barcas, no perdais vosotros el tiempo que os
.
1
con los hijos'delmismo a las que consigo traian de Lemnos.
CXLVI. No paso, empero, mucho tiempo sin que los Mi
nias, levantandose á mayores, no sglo anhelasen el derecho
a la corona, sino que cometicsen muchosdesafueros é inso
lencias capitales, tanto que los Lacedemonios dieron contra
ellos sentencia demuerte, y despues presos los metieron en
la cárcel. Es uso de los Lacedemonios ejecutar de noche la .
sen :encia de muerte en los condenados á ella , sin efectuarlo .
famás de dià . Sucedis, pues, que habiendo resuelto qué mụ.
rieran los Minias, sus mujeres, que no sólo eran ciadadanas,
pero hijąś aun de las principales casas de Esparta, lograron
Code
bien á alguno de estos mozos que aquí tengo .» Y al decir :
cşlas palabras apuntó con el dedo :i B ilo . Por entinccs no ;
hubɔ más: vuellos á su casa, no contaro : ya.con el or:ículo ,
parte por 11) saber inicia donde caia la tal Libia , parlo por :
no alreverse á cnviar ma.colonia à la ventira.
CLI. Despues de este caso , durante sicte ados no llovió ,
gola en Terl, y cuanlos árboles h:ibia en la isla , lodos, salvo i
uno solo , quedaron secos. Consultaron los Tercos sobre esta
calamidad al mismo Apolo , y la Pythia les respondi con ck
oráculo de enviar una colonia á la Libia . Vien :lo que no co ;
saba el azole ni sc.lcs daba otro remedio , enviaron unos dio ;
pulados à Creta con órden de informarse si alguno ó nä • ;
tural del país ú habitante en él habia ido a la Libia . Yendo ;
los diputados de ciudad en ciudad llegaron á la de llano ( t),
dondo halların un incrcader de.purpura:lainado. Corobio,
quien les dijo que llevado de una tempestad habia aporlado .
(1) Esta moneda sería la de los Dáricos, tan celebrada entre 109
Griegos, si bien no falta quien piegue que sea autor de ella Dario,
bijo de Histaspes.
474
dadero no era sino el deseo de conquistar á los de la Libia ;
porque siendo muchas y varias las naci nes de los Libios ,
muy pocas eran las que entre ellas obedecian al l'ersa , y
la mayor parte en nada contaban con Dario . Explicaré la
situacion de los Libios, comenzando desde el Egipto . Los
primeros vecinos á este reino son los Adirmáquidas ( 1),
que tienen sus propias leyes y costumbres, aunque por la
mayor parte son las mismas que las de Egipto En el ves.
tido siguen el traje de los otros Libios; sus mujeres llevan
en una y otra pierna ajorcas de bronce , y los insectos que
al peinarse cogen los muerden luego, y vengad.is aside sus
picaduras los arrojan , cosa que solo se usa en esta nacion .
Son los únicos asimismo entre los Libios que presentan al
rey todas las doncellas que están para casarse , y si alguna
le agrada, él es el primero en conocerla . Estos Adirmáqui
das se extienden desde el Egipto hasta elpuerto que llaman
Pleuno .
CLXIX . Coninan con estos los Giligamas, situados há.
cia Poniente hasta la isla Afrodisiada (2 ). Frontera del me
dio de este pais viene á caer la isla Platea, que piblaron
los Cireneos. En su continente se halla el puerto de Mena
lao y tambien la region de Aziris en que los Cireneos habi.
taban. Desde alli comienza el Silfio , que desde la isla de
Platea se extiende hasta la boca ó entrada de la Sirte . El
modo de vivir de estos pueblos es elmismo que el de los
primeros.
CLXX . Por la parte de Poniente los Asbistas son confi.
Sam
hácia aquellos desiertos, situados mas allá de la region de
las fieras. A las diez jornadas de Tobas se hallan primero
los Amonios, que á imitacion de Júpiter el Tebco tienen un
templo de Júpiler caricarnero, pues como ya llevo dicho
de antemano , la estatua de Júpiter que hay en Tebas liene
elrostro de carnero. Hay alli una fuente cuya agua por la
madrugada está tibia ; dos horas antes delmedio dia está
algo fria; mas á medio dia friisima; en cuyo liempo riegan .
con ella los huertos: desde medio dia abajo va perdiendo de
su frialdad , tanto , que al ponerse el sol está ya tibia , y
desde aquel punto váse calentando hasta acercarse la me.
dia noche, á cuya'hora hierve á borbolones; pero al bajar,
la media noche gradualmente se enfria hasta la aurora si- ,
guiente . Esta agua lleva el nombre de fuento del Sol.
CLXXXII. Mas allá de los Amonios, á diez dias de camino
siguiendo la loma de arena,aparece otra colina de sal some
jante á la de aquellos, donde hay la misma agua con habi- :
tantes que la rodean. Llámase Auguila , y alli suelen ir los
Nasamones á hacer su cosecha de dátiles.
CLXXXIII. Desde Auguila , despues de un viaje de diez
jornadas , se encuentra otra colina de sal con su agua y con
muchas palmas frutales como lo son las otras, y con hom .
bres que viven en aquel cerro que se llaman los Garaman
tes, nacion muy populosa , quienes para sombrar los cam .
pos cubren la sal con una capa de tierra (1). Cortisima es la
PAGS .
7
toria parcial es vencido y muerto...
LIBRO SEGUNDO . Antes de pasar Herodoto á re
ferir la conquista de Egipto por Cambises, hijo de Ciro ,
que reserva para el libro siguiente , traza en este segun
do una descripcion topográfica del Egipto. - ElNilo , su
origen, extension y avenidas. - Costumbres civiles y
religiosas de los Egipcios.- Hércules. - Animales sa
grados. - Métodos de embalsamar los cadáveres. - Re
yesantiguos de Egipto :Menes, Nitocris,Meris. -Sesos
tris, sus conquistas, reparticion del Egipto.- Proteo
hospeda en Memfis á Helena, robada por Alejandro,
entretanto que losGriegos destruyen á Troya. — Ramp
sinito . - Quéope obliga a los Egipcios á construir las
pirámides. - Micerino manda abrir los templos.- Inva
sion de los Etiopes. - Seton , sacerdote y Rey . Cronolo
gia de los Egipcios. - Division del Egipto en doce par
tes. - El Laberinto . - Psamético se apodera de todo el
Egipto: su descendencia : Neco , Psamis, Apries. - Ama
sis vence a Apries y con su buena administracion hace
prosperar al Egipto ... . . . . .
LIBRO TERCERO. Expedicion de Cambises al
Egipto: derrota de los Egipcios. Intenta Cambises con
quistar la Etiopía ; relacion de losdescubridores envia
dos a este pais y desgracias de los expedicionarios.
Burlase Cambises de los dioses egipcios: sus locuras
y muerte de su hermano y esposa.-- Fortuna de Polícra.
495
PAGR.
venganzas de Feretima...
~
BIBLIOTECA CLASICA
CADA To�o BN &ósncA tre• peseta�, Y BNc1un:e:RNADO ltN TJIU. cuatro P•••ta1.
Los
pedidos á Remando y e.a,
Arenal, 11, M:adrid.
OBRAS PUBLICADAS.
Clásicos griegos.-Ho1,11rno: La Riada; 8 tomos.-La Odllea, 2 tomoa.-Jllmo,
DOTO: Lo, mu... librOl<U la hútqrja,, 2 tomos.�PLllTAROO: 1A, vtdal pilraltlal, 5 tomos.
AimrróN.Nlrll : T,alro tompltto, s tomos. - ESQUILO : Ttatro «>mplttó, . 11D tomo- PollliS
Bucór.ioos GRIEGOS (Dtm6crito, Bldll !/ Jlo,co), un tomo....:XJ:Nol'O>,'.TJI: Hut,or;,, d• la eob'ada
tk o,¡,-0 ·.,. .Alfa, un tomo.-La O¡¡ropedia , ·un tomo.-L<u Heléniau. un tomo.-Lucu.�o:
Obra, eompl•IM, 4 tomos.-PÍNDARO: Oda,, un tomo.-AluuANo: La, u:p,diclona d<! .fü.
1