Masajes Con Piedras Calientes
Masajes Con Piedras Calientes
Masajes Con Piedras Calientes
Lo que se conoce como terapia geotermal, conocida como terapia con piedras, es la tendencia más
solicitada, en los SPA'S mas prestigiosos del mundo.
La terapia con piedra se inspira en las disciplinas orientales, según las cuales están situados siete
chakras a lo largo del canal central del cuerpo; centros de la energía vital, que se corresponde con
varios órganos. El masaje con piedras calientes y frías no es nuevo. Desde hace muchos años,
tanto la cultura China, como la de los indios americanos, utilizaban las piedras calientes para dar
masaje y aliviar dolencias. Desde los puntos chakra, la energía es distribuida a todo el organismo,
gracias a los numerosos canales energéticos que lo atraviesan y que están unidos a ellos.
Concentrarse sobre los chakra ayuda, por lo tanto, a regular el flujo energético en el cuerpo
(demasiada energía en círculo o demasiado poca puede crear trastornos) . Precisamente, con esta
finalidad, durante la terapia con piedras. Las piedras calientes se disponen sobre los chakra y, a
continuación, se procede a la "apertura" y el "cierre" energéticos y a la conexión, también
energética, de los miembros superiores e inferiores.
"Las piedras calientes (50°) incrementan el riego sanguíneo y el metabolismo celular, mientras que
las frías ( 8°) originan vasoconstricción y liberación de histamina que actúa sobre el dolor y los
procesos inflamatorios".
Piedras calientes y frías,. Negras y blancas , se alternan para masajear el cuerpo: las calientes
relajan la musculatura y las frías tonifican el organismo. Existe una para cada zona del cuerpo: los
hombros, las rodillas, los pies, el cuello, la nuca.... No queman, no hacen daño; las manos hábiles y
expertas del masajista las deslizan de derecha a izquierda, de arriba abajo, permitiendo a quien se
somete al tratamiento experimentar una profunda sensación de bienestar y relax.
La terapia funciona usando diferentes piedras a varias temperaturas (termo-terapia). Cada piedra
con una determinada temperatura se coloca en puntos específicos del cuerpo, en los chacras.
Durante el masaje de piedra, la masajista coloca piedras lisas, calientes y frías sobre y bajo el
cuerpo. Usa las piedras como medio para poner presión en los músculos. Las masajistas usan el
mismo sistema del masaje Vital para relajar los músculos, las piedras ayudan a incrementar la
presión y abrir los canales de energía. Muchas terapeutas buscan sus propias piedras en ríos, lagos
y bosques, seleccionando aquellas con las que se identifican y pueden establecer una conexión
personal.
Además de contribuir con el endurecimiento de los tejidos, el masaje con piedras calientes es muy
beneficioso para personas que necesitan curar algunas dolencias, ya que su deslizamiento sobre el
cuerpo provee un alivio instantáneo y a su vez ofrece relajación total. Además de estas ventajas,
manifiesta, que ayuda a combatir la fatiga mental y física, disminuir las contracciones e
inflamaciones musculares, drenar el ácido láctico y carbónico y activar la circulación sanguínea.
Los masajistas que están aprendiendo la técnica expresan que el aprendizaje de esta técnica es
intuitivo. También dicen que ayuda al masajista a descubrirse a si mismo y desarrollar una mayor
espiritualidad.
o Desintoxica el cuerpo
-La aromaterapia que estimula y equilibra por medio del olfato las áreas corticales y cerebrales.
-La cromoterapia, con las vibraciones energéticas que aporta cada color al organismo.
-La musicoterapia adecuada a cada tratamiento que consigue la relajación armónica, actuando
sobre aquellas zonas cerebrales influenciadas por estímulos auditivos".
La utilización de piedras (de basalto, volcánicas, de río, etc.) calientes es una de los remedios más
idóneos para ayudar a relajarse y dormir profundamente.
Esta indicado para personas con estrés, nervios. ansiedad, insomnio y para los problemas de
dolores de espalda, dolores musculares, mala circulación, artrosis, artritis, etc. Debido a la propia
naturaleza del tratamiento, los resultados se perciben de forma notable a partir de la primera
sesión.
Como su nombre indica es el masaje que se efectúa con piedras. Para realizarlo se necesita sólo un
poco de aceite de masaje para facilitar el deslizamiento de las piedras sobre el cuerpo y desarrollar
así una acción más delicada.
El terapeuta dispone de 72 piedras . 54 de ellas de origen volcánico, de color gris oscuro, que se
emplean calientes (se calientan en un recipiente térmico lleno de agua, cuya temperatura ronda
los 50C); y otras 18, blancas que son de mármol y se enfrían con hielo.
Las mas utilizadas son las rocas ígneas y metamórficas. Las primeras son provenientes de los
volcanes, lo que les permite mantener por más tiempo el calor que se necesita para aplicar el
masaje, mientras que las segundas son las que se pueden conseguir en ríos. lagos y bosques. Su
uso dependerá de lo accesible que sean las rocas para el especialista. Hay quienes también utilizan
el cuarzo, por las dotes energéticas que se le atribuyen.
Las más recomendadas son las naturales, ya que las talladas artificialmente no poseen la energía y
el poder geomagnético propio de las piedras.
Las piedras tienen formas diversas, ya que deben adaptarse a las distintas zonas del cuerpo. Han
sido sometidas a un proceso que las ha dejado perfectamente pulidas (es decir, lisas) y que les ha
conferido la fisonomía oportuna las redondas son idóneas para las manos y los brazos; las
alargadas, para el área del cuello ; y las más finas, para la espalda y los omóplatos ( o paletillas)
El beneficio más profundo y duradero se obtiene gracias al color de las piedras oscuras de origen
volcánico. Éstas son calentadas y apoyadas presionando sobre la piel en las zonas doloridas. Quien
recibe el masaje advierte, de esta manera, una especie de "dolor placentero". El calor,
desprendido lentamente por las piedras, contribuye a relajar los músculos. El aumento de la
temperatura provoca, además, la sudoración, lo que ayuda a eliminar las toxinas
Las piedras frías de mármol blanco o cuarzo, se utilizan básicamente en la última fase de la sesión
de tratamiento para requilibrar la temperatura corpórea y desarrollar una acción tonificante y
energizante.
Al finalizar la terapia con piedras la persona bebe agua para reponer los líquidos y las sales
minerales perdidas con la sudoración. El masaje suele durar una hora aproximadamente, con la
posibilidad de permanecer tendida durante media hora más sobre la camilla para completar la
relajación.
Las piedras no son sólo un cuerpo inerte que forma parte de la naturaleza. Hoy en día algunas de
ellas son utilizadas para masajear el cuerpo y acabar con el estrés, la ansiedad, curar determinadas
dolencias y sobre todo mantener la firmeza de los tejidos.
Si la persona está muy pasiva, la sustancia deberá ser para avivarla un poco y si esta muy
acelerada, se aplica una para tranquilizarla. Este tipo de masaje puede hacerse semanal, quincenal
o mensualmente. Siempre se utilizan las mismas piedras, pero higienizadas y debidamente
esterilizadas para garantizar un trabajo de calidad.
PRECAUCIONES
"hay que determinar cuales áreas del cuerpo son las que tienen más energía para aprovecharlas y
hacer que el proceso surta su efecto". De no hacerse correctamente, lejos de reportar resultados
beneficiosos al paciente, lo único que logra es producir quemaduras y más cansancio del que se
tenía antes del masaje.
CONTRAINDICACIONES
Aunque muchas personas lo usan como un recurso estético, son múltiples beneficios médicos que
facilita a los usuarios. Además de reafirmar los tejidos y embellecer la piel, activa la circulación
sanguínea, tiene propiedades desintoxicantes y contribuye a equilibrar la energía positiva y
eliminar la negativa.
Recomendamos a quienes se lo hagan que observen los hábitos de los profesionales que practican
la modalidad. Estos deben lavarse bien las manos para descargar energía, trabajar descalzas,
realizar ejercicios bioenergéticas previo a practicar el masaje, y usar ropa clara. Este tipo de
terapia se brinda en algunos spa. Puede aplicarse en todo cuerpo, específicamente en las zonas
energéticas. Entre ellas la espalda, los muslos, la cabeza, la palma de las manos y los pies