Grados de Recompensa para El Crecimiento e - Hicks, B. R
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crecimiento espiritual
B. R. Hicks
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Otra es la gloria del sol, y otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las
estrellas: porque una estrella es diferente de otra en gloria. Así también es
la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, se levantará en
incorrupción; (I Corintios 15:41,42).
. Jehová
. Dios Fuerte
. Misericordioso
. Piadoso
. Tardo para la ira
. Grande en benignidad
. Grande en Verdad
. Guardador de misericordia
. Perdonador de iniquidades
. Perdonador de rebeliones
. Perdonador de pecados
. Juez Justo
Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os es
dada en Cristo Jesús, que en todas las cosas sois enriquecidos en él, en toda
lengua y en toda ciencia; así como el testimonio de Cristo ha sido confirmado
en vosotros: De tal manera que nada os falte en ningún don, esperando la
manifestación de nuestro Señor Jesucristo (I Corintios 1:4-7).
Por esa razón, entendemos que los dones del Espíritu son
exactamente lo que Dios les llama, dones. Dios no concede dones
espirituales en nosotros porque seamos maduros espirituales. Al
contrario, los dones son dados para que podamos ser maduros.
Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son á ti posibles: traspasa de mi este
vaso; empero no lo que yo quiero, sino lo que tú (Marcos 14:36).
Jesús se rindió solo en el huerto, en lugar de levantar un dedo de
Su omnipotente fuerza independiente de Su Padre celestial, para
salvarse a sí mismo.
Y cuando él abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que
habían sido muertos por la palabra de Dios y por el testimonio que ellos
tenían. Y clamaban en alta voz diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y
verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre de los que moran en la tierra? Y
les fueron dadas sendas ropas blancas, y fuéles dicho que reposasen todavía
un poco de tiempo, hasta que se completaran sus consiervos y sus hermanos,
que también habían de ser muertos como ellos (Apocalipsis 6:9-11).
Nótese que estas almas no tenían sus ropas blancas, sus cuerpos
resucitados, al principio de la visión. Clamaban al Señor desde
abajo del altar pidiendo venganza, juzgar y vengar su sangre en la
tierra. Su posición debajo del altar revela su inmadurez de estatura
espiritual. Cuando ellos hablaban, sus quejas y preguntas
confirman que sólo eran bebés espirituales, sin descanso perfecto y
confianza en la divinidad o gobierno de Jehová Dios. De hecho,
estaban diciendo: “¿Cuánto más va a durar esto? ¿Cuánto más
esperarás Dios, para hacer algo acerca de mi problema?” Esas son
palabras de gente cuya fe nunca ha madurado. Seguían divagando:
“¿Es Dios lo suficientemente poderoso como para resucitar
nuestros cuerpos de la tumba y unirlos a nuestras almas y
espíritus? ¿Será lo suficientemente bueno como para vestirnos con
una porción de Su gloria que obtuvimos allá en la tierra?” Amados
hermanos, aquel que resucitó a Jesucristo de los muertos es lo
suficientemente bueno y poderoso como para resucitar a todo aquel
que haya confiado en Él para salvación.
Después de estas cosas miré, y he aquí una gran compañía, la cual ninguno
podía contar, de todas gentes y linajes y pueblos y lenguas, que estaban
delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y
palmas en sus manos; Y clamaban en alta voz, diciendo: Salvación á nuestro
Dios que está sentado sobre el trono, y al Cordero. Y todos los ángeles
estaban alrededor del trono, y de los ancianos y los cuatro animales; y
postrándose sobre sus rostros delante del trono, y adoraron á Dios, Diciendo:
Amén: La bendición y la gloria y la sabiduría, y la acción de gracias y la
honra y la potencia y la fortaleza, sean á nuestro Dios para siempre jamás.
Amén. Y respondió uno de los ancianos, diciéndome: Estos que están
vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? Y yo le
dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han venido de grande
tribulación, y han lavado sus ropas, y las han blanqueado en la sangre del
Cordero. Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en
su templo: y el que está sentado en el trono tenderá su pabellón sobre ellos.
No tendrán más hambre, ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni otro
ningún calor. Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y
los guiará á fuentes vivas de aguas: y Dios limpiará toda lágrima de los ojos
de ellos (Apocalipsis 7:9-17).
Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo:
y el que está sentado en el trono tenderá su pabellón sobre ellos (Apocalipsis
7:15).
Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a
fuentes de vivas de aguas: y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos
(Apocalipsis 7:17).
Y alrededor del trono había veinticuatro sillas: y vi sobre las sillas veinticuatro
ancianos sentados, vestidos de ropas blancas; y tenían sobre sus cabezas
coronas de oro. Y del trono salían relámpagos y truenos y voces: y siete
lámparas de fuego estaban ardiendo delante del trono, las cuales son los siete
Espíritus de Dios. Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante
al cristal; y en medio del trono, y alrededor del trono, cuatro animales llenos
de ojos delante y detrás. Y el primer animal era semejante á un león; y el
segundo animal, semejante a un becerro, y el tercer animal tenía la cara
como de hombre; y el cuarto animal, semejante á un águila volando. Y los
cuatro animales tenían cada uno por sí seis alas alrededor, y de dentro estaban
llenos de ojos, y no tenían reposo día ni noche, diciendo: Santo, santo, santo
el Señor Dios Todopoderoso, que era, y que es, y que ha de venir (Apocalipsis
4:4-8).
Y las naciones que hubieren sido salvas andarán en la lumbre de ella: y los
reyes de la tierra traerán su gloria y honor á ella. Y sus puertas nunca serán
cerradas de día, porque allí no habrá noche. Y llevarán la gloria y la honra de
las naciones á ella (Apocalipsis 21:24-26).
Estos son los que con mujeres no fueron contaminados; porque son vírgenes.
Estos, los que siguen al Cordero por donde quiera que fuere. Estos fueron
comprados de entre los hombres por primicias para Dios y para el Cordero
(Apocalipsis 14:4).
Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque son venidas las bodas
del Cordero, y su esposa se ha aparejado . Y le fue dado que se vista de lino
fino, limpio y brillante: porque el lino fino son las justificaciones de los
santos (Apocalipsis 19:7,8).
Porque por gracia sois salvos por la fe ; y esto no es de vosotros, pues es don
de Dios: No por obras, para que nadie se gloríe (Efesios 2:8,9).
Sesenta son las reinas, y ochenta las concubinas, y las doncellas sin cuento:
Mas una es la paloma mía, la perfecta mía; Única es á su madre, Escogida
á la que la engendró. Viéronla las doncellas, y llamáronla bienaventurada;
Las reinas y las concubinas, y la alabaron (Cantares 6:8,9).
Y no habrá más maldición: sino que el trono de Dios y del Cordero estará en
ella, y sus siervos le servirán. Y verán su cara; y su nombre estará en sus
frentes. Y allí no habrá más noche; y no tienen necesidad de lumbre de
antorcha, ni de lumbre de sol: porque el Señor Dios los alumbrará: y reinarán
para siempre jamás (Apocalipsis 22:3-5).