Radicales, Socialistas, Anarquistas

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Unicato, crisis y revolución

El nacimiento de la UCR

Miguel Ángel Juárez Celman, cuñado y sucesor de Roca,concentró un enorme


poder al ejercer, simulta- neamente, la presidencia y la jefatura del partido el
"unicato"). Desde esa posición privilegiada permitió que avanzaran los intereses
privados sobre el interés público, así como la difusión de medidas liberales sin
ningún control estatal. Claros ejemplos de ello fueron la sanción de la Ley de
Bancos Garantidos que autorizaba a los bancos privados a emitir papel
moneda de curso legal, y los préstamos del Banco Nacional a personajes
del círculo de Juárez Celman para especular, por ejemplo, con la
compra de tierras o acciones de la Bolsa. Incluso se privatizaron ferro
carriles que rendían importantes ganancias, como el Ferrocarril Oeste de la
provincia de Buenos Aires,
La combinación de especulación e inflación -de bida al aumento de la
circulación monetaria-se su- mó, en 1889, a una caida de precios
internacionales. El resultado fue la imposibilidad de pagar los servi cios de la
deuda externa, ya que el país no contaba con el dinero suficiente para
hacerlo. Internamente, la crisis económica se tradujo en desocupación y
caida de salarios, que generaron una gran conflic tividad social, agravando
aún más el malestar que causaba el unicato y la corrupción del
gobierno de Juárez Celman.
El crecimiento de la oposición al gobierno de Celman se manifestó en septiembre
de 1889, cuan. do se organizó la Unión Cívica de la Juventud, en la que
confluían representantes de la oligarquía y de los sectores medios, como
Marcelo T. de Alvear, Juan B. Justo, Leandro Alem, Aristóbulo del Valle,
Bernardo de Ingoyen y Bartolomé Mitre. Poco después, al am pliar su base, la
Unión Cívica de la Juventud se trans formó en la Unión Cívica, liderada por Alem
y Mitre. Debido a la diversidad política de sus integrantes, la plataforma de la
coalición cívica fue amplia y hacía especial referencia a la defensa de las
libertades po líticas y al rechazo al fraude electoral.
Sin embargo, la indiferencia de suárez Celman y la mala gestión de su
administración finalmente convencieron de pasar a la ofensiva a los
miembros de la Unión Cívica. Así, en julio de 1890 pusieron en marcha la
Revolución del Parque, el primer cuestio namiento violento del orden
consagrado en 1880.
El movimiento, inicialmente exitoso, fue aplastado por fuerzas leales al
gobierno, dejando un saldo de 250
muertos y mil heridos. No obstante, se logró la renun cia de Juárez Ceiman.
Además, la revolución de 1890 inició un ciclo revolucionario que se extendió hasta
1905 y se propagó desde el centro hacia la periferia: a su tumo, Córdoba, San
Luis, Santa Fe, la provin cia de Buenos Aires y Tucumán tuvieron sus propias
revoluciones.
El período presidencial lo completó el vicepresi dente Carlos Pellegrini, quien
tomó medidas de aus teridad: despidió a empleados públicos y redujo
los salarios de los restantes, creó el Banco de la Nación Argentina y logró
que un grupo de banqueros, es tancieros y comerciantes suscribieran un
emprésti to interno para pagar los vencimientos de la deuda externa.
A pesar de los escasos resultados que obtuvie ron los sublevados, la
Revolución de 1890 puso de manifiesto los primeros sintomas de
agotamiento del régimen conservador. En efecto, dentro del PAN
apareció una corriente disconforme con el liderazgo del sector que respondía a
Roca. Esta tendencia se conoció como "modernista" y postulaba la necesidad
de limitar el fraude electoral. En su opinión, era ne cesario reformar el sistema
para evitar que la opo sición, imposibilitada de competir electoralmente,
asumiera posturas de enfrentamiento más drásticas otomara el camino de la
revolución. De hecho, en
1912, durante la presidencia de Roque Sáenz Peña, fue sancionada la ley de
sufragio universal, secre to y obligatorio para los ciudadanos varones de la
Argentina.
En el transcurso de los preparativos de la Revolución del Parque, la Unión
Cívica consiguió organizarse en todo el país. Funcionaba del mismo modo que los
par tidos estadounidenses: con convenciones que elegian candidatos y
sancionaban estatutos, y contaba con un comité nacional, comités provinciales,
de distritos y de barrios, elegidos por el voto libre de los afiliados.
En 1891 la convención partidaria eligió la fórmula presidencial Bartolomé Mitre-
Bemardo de Irigoyen. Sin embargo, en una hábil jugada política, Julio A. Roca
atrajo a Mitre para crear una "fórmula de uni dad", con una misma lista para
diputados y sena dores. Este acuerdo desvirtuaba las propuestas de cambio de
Alem y provocó una división que dio ori gen a la Unión Cívica Radical
(antiacuerdista).
La UCR levantó las banderas de la libertad política, la honradez administrativa y
el nacionalismo. Propuso como candidato presidencial a Bernardo de Irigoyen.
Mitre, por su parte, retiró su candidatura.
Pellegrini, a su vez, argumentó -influido por Roca sobre el riesgo de un
movimiento armado y se valió del estado de sitio y la detención de los líderes
radi cales para que se eligieran únicamente las candidatu ras oficiales. Así
consiguió el triunfo de la fórmula del PAN: Luis Sáenz Peña y José E. Uriburu.
Después de este episodio, una vez liberados los 1 deres radicales, la UCR comenzó
un proceso de reorga nización de su estrategia. Canceladas las posibilidades de
acceder al poder mediante elecciones debido al frau de imperante, empezaron a
postular la necesidad de mantenerse al margen de las elecciones -
abstención electoral- y llevar a cabo levantamientos amados.
El inestable gobierno de Sáenz Peña, por su par te, nombro ministro del
Interior a Aristóbulo del Valle, que simpatizaba con los radicales y respaldo un
movimiento armado radical entre fines de julio y comienzos de octubre de 1893.
Inicialmente exitosa en Buenos Aires, Santa Fe, Corrientes, Tucumán y San Luis, la
desorganización de la insurrección permitió el contragolpe del gobiemo, que
finalmente la derro tó, dejando a Alem enfrentado a su sobrino, Hipólito
Yrigoyen, por disidencias en la conducción.
La muerte de Del Valle y de Alem (que se suicidó en 1896 ante los sucesivos
fracasos) dejó a la Unión Cívica Radical bajo el liderazgo de Bernardo de
ingoyen. En 1898 Roca maniobró para que este fuera gobernador de la provincia
de Buenos Aires, acercándolo a la poli tica del PAN. El radicalismo parecia
neutralizado,
No obstante, poco a poco, Hipólito Yrigoyen co menzó la tarea de reagrupar y
reorganizar el par tido. De hecho, en 1905, durante la presidencia de Quintana,
dirigió un levantamiento armado que, aunque fracaso, consiguió generar
una división en el PAN. Siguiendo los lineamientos de una democracia
liberal, dada su lucha contra el fraude y la postura a favor de la ampliación
de los derechos políticos, el radicalismo fue representativo de los incipientes
sectores inedios, así como de algunos sectores de la elite descontentos con el
PAN. Sin embargo, su de fensa del modelo agroexportador y del liberalismo
económico lo alejaría de los sectores obreros, cuya representación se
encontraria en otras propues tas políticas de la época: el Partido
Socialista y el anarquismo.
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Surtin S*xrontoidu si fotocopo. Ley 71,723
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Enfrentamiento en la Plaza libertad durante la revolución de 1890. Ilustración de un periódico de la época.


Comité radical en la provincia de Santa Fe

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De socialistas y anarquistas
A partir de 1890 comenzaron a gestarse varios agrupamientos opositores al régimen conservador. El Partido Socialista estuvo precedido por
agrupa tiones socialistas creadas por inmigrantes europeos alemanes, italianos y franceses. Se creó en 1896 y se organizó, igual que
el radicalismo, como un partido moderno. Su Declaración de Principios fue redactada por el médico Juan Bautista Justo.
Este partido, que representaba los intereses de las :lases obreras urbanas, proponía una legislación labo al que tuviera en cuenta la
participación política y la organización sindical de los trabajadores. Su progra na incluía la jornada laboral de ocho horas, el descan so
semanal, la igualdad de salarios entre hombres y mujeres, así como la responsabilidad patronal en los accidentes de
trabajo, entre otras medidas. Puso en práctica los principios de asistencia y cooperación a ravés de la Sociedad Obrera de Socorros
Mutuos, en 1898, y la Sociedad Luz, en 1899, además de numero sas cooperativas. Al mismo tiempo, adhirió a ciertas deas del positivismo, y
mantuvo una actitud crítica nacia la influencia de la Iglesia. Como la clase dirigen e, le atribuyó una enorme importancia a la educación, ✓
puso especial interés en la fundación de bibliotecas.
A pesar de oponerse al capitalismo y sustentar deas marxistas, el socialismo argentino se inspiraba an la socialdemocracia europea y
trató de establecer una sociedad más justa por la vía democrática -pro pia del modelo liberal- que excluyera la violencia. Por eso, dejó de
lado ciertas referencias iniciales a la pro piedad colectiva de los medios de producción, al uso de la fuerza por parte de los
trabajadores, la desapari ción de las fuerzas armadas o a la confiscación de los
bienes de la Iglesia, banderas propias de agrupacio nes marxistas que podría haber enarbolado.
El objetivo final del partido era establecer una so ciedad socialista mediante la vía democrática. Desde el punto de vista de Juan B. Justo, las reformas
graduales e ininterrumpidas por medio de la acción parlamen taria conducirían a la superación de la explotación ca pitalista y a su
reemplazo por el socialismo.
En 1903 los socialistas consiguieron ubicar un con cejal en el Concejo Deliberante (Poder Legislativo) de la Ciudad de Buenos Aires. Al año
siguiente, gracias a una leve modificación en las pautas electorales que permi tió que algunos cargos fueran ocupados por personas
ajenas al PAN, el abogado socialista Alfredo Palacios fue elegido como diputado por la circunscripción de La Boca (barrio del sur de la Ciudad de
Buenos Aires). Era la primera vez en la historia de América Latina que un socialista ocupaba un escaño. Desde su banca, presen to importantes
proyectos, algunos convertidos en ley, como el del descanso dominical o la "ley de la silla”, que obligaba a los patrones a disponer de una silla para
el descanso de los empleados de comercio.
Sin embargo, a pesar de que el arraigo del socia lismo entre los obreros era importante, el desempe ño electoral del Partido Socialista no fue
destacado. Ello se debió a que la clase obrera de comienzos de siglo se encontraba excluida de las elecciones, ya que estaba integrada por
inmigrantes no naturalizados. Por eso, fue un sector de la clase media el que apoyć electoralmente a este partido político, aun cuando sus
lealtades se dividían entre los socialis tas y la UCR.
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DOCUMENTOS
D

Las condiciones de trabajo

"[Los dependientes de comercio] trabajan actualmente 18 horas diarias, no precisamente ocupados en la venta de mercaderías sino en
operaciones tales como la limpieza y arreglo del negocio [...].
[El textil) es uno de los gremios donde más menores se emplean, habiéndolos hasta de ocho años. Estos menores hacen la misma jornada
que los mayores [...].
Los carreros no tienen ningún día de descanso pues los domingos están obligados a ir a los corralones a limpiar y ensebar los carros sin paga
de jornal.
[Entre los bronceros los torneros se enferman por la aspiración de limaduras, los montadores queman su piel en el ácido sulfúrico (...).
Calculan que a consecuencia de los ácidos con que trabajan tienen un tiempo medio de vida de 35 años de vida”. Storni, Pablo. La
industria y la situación de las clases obreras en la capital de la República Argentina. Buenos Aires, Editorial Tesis, 1909.
©Santillana SA. Prohibida su lotocopia. Ley 11.723
e Santillana SA, Pronivida su fotocopia, Ley 11.723

Simultáneamente, desde fines del siglo XIX, irrum pió en la escena política el anarquismo. Los prime ros anarquistas llegaron a
Argentina después de la represión del movimiento de la Comuna de Paris, en 1871. A los franceses -que finalmente fueron un gru po
minoritario- se agregaron españoles e italianos, quienes se definían como socialistas libertarios, par tidarios de las ideas de Bakunin
y Proudhon.
En oposición al socialismo, las agrupaciones anar quistas consideraban que las reformas graduales y la acción parlamentaria eran
traiciones a la clase obrera. El anarquismo no se conformaba con mejoras en la legislación laboral o la apertura electoral. Su
principal objetivo era luchar contra toda forma de opresión hu mana y destruir el Estado, por eso se los llamó tam bién ácratas. Su
herramienta era la huelga general revolucionaria. Por sus proposiciones antiestatistas, el anarquismo fue visto por la oligarquía como
su peor enemigo. Por esa razón, en esos años el Estado no aho rró recursos para perseguirlo.

D
DOCUMENTOS
Los anarquistas publicaron una gran cantidad de periódicos, algunos en su lengua de origen, otros en castellano. El primero fue El Descamisado.
Los anarco comunistas -un subgrupo que creía en la propiedad comunitaria de bienes y servicios, organizada sin la presencia del
Estado- crearon grupos con nombres desafiantes, como "Los Hambrientos", "La Miseria" o "Los Desheredados", para organizar charlas y
editar escritos anarquistas. También sus publicaciones -por lo general de corta vida- tuvieron nombres significa tivos como El
Libertario, Nuevos rumbos, Voces proleta rias, El amigo del pueblo, La voz del esclavo, El combate, La revuelta, Brazo y cerebro. La que se
editó con mayor regularidad y permanencia fue La Protesta.
Dado que los anarquistas confiaban en una re volución social cercana, rechazaban incorporarse a las agrupaciones obreras. Sin
embargo, finalmente triunfó la tendencia a la organización, que se tradujo en la formación de sociedades de resistencia y en la aparición del
anarcosindicalismo.

B5717
Hasta 1910, las agrupaciones anarquistas fueron las que tuvieron más influencia entre los obreros.

El anarquismo versus el socialismo

"Era el socialismo un movimiento internacional de evolución, de mejoramiento paulatino de la clase trabajadora. Mediante
la capacitación, la elevación de la cultura del pueblo, y, apoyado por la ciencia y el progreso en todos sus aspectos, se proponía
establecer un régimen donde la riqueza social fuera distribuida poniendo fin a las diferencias de clase con la supresión de las clases
mismas.

Los medios para alcanzar estos propósitos eran la organización gremial de los trabajadores, con el objeto de conseguir mejoras en el
trabajo, y su agrupación en partido a fin de intervenir en las contiendas electorales, obtener una legislación cada vez más avanzada y
conquistar el poder político para emplearlo como medio de transformación en la lucha en que estaba empeñado.
El anarquismo era decididamente enemigo de esos procedimientos. No admitía para la clase trabajadora mejoras de ninguna especie.
No quería reformas, que detenían el impulso revolucionario de las masas. Su lema era: 'todo o nada"".
Oddone, Jacinto. Historia del socialismo argentino. Buenos Aires, La vanguardia, 1934.

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