9.1. La proclamación de la Segunda República, el Gobierno provisional y la Constitución de 1931.

El sufragio
femenino.
Tras la marcha y dimisión del general Primo de Rivera a París, inició la dictablanda de Dámaso Berenguer el cual
intentó volver a la situación previa a 1923. Fracasó y los partidos firmaron el Pacto de San Sebastián el cual
derrocaba a la monarquía e instauraba un régimen democrático. Para coordinar esto se creó un Comité
Revolucionario con Niceto Alcalá Zamora a la cabeza, la posibilidad republicana se hacía más popular entre los
militares.

Con el rey cada vez más aislado iba ganando popularidad la opción republicana. El 15 de diciembre de 1930 fracasó
una sublevación militar republicana en Jaca, cuyos líderes (Galán y García Hernández) fueron ejecutados y la mayoría
del Comité Revolucionario fue detenido. La causa republicana se hacía cada vez más popular con apoyos
intelectuales como Ortega y Gasset o Machado y en Cataluña se creó la Esquerra Republicana. Berenguer dimitió un
14 de diciembre de 1931 y su sucesor Aznar convocó elecciones municipales en las que arrasaron las candidaturas
republicanas y socialistas y se proclamó la república el 14 de abril de 1931.

Se formó un gobierno provisional, hasta que unas nuevas Cortes Constituyentes pudieran dar forma al nuevo
régimen, presidido por Niceto Alcalá Zamora y compuesto por republicanos de izquierda, derecha, socialistas y
nacionalistas. Este gobierno tuvo que adoptar varias reformas como un inicio de reforma agraria, reformas laborales,
reforma militar, reforma educativa y se aprobó el Estatuto provisional de autonomía de Cataluña. Mientras la CNT
convocaba huelgas, el gobierno se enfrentaba a la Iglesia, dirigida por el Cardenal Segura, que se opuso a este
gobierno desde el inicio. En mayo de 1931 se quemaron y asaltaron Iglesias por toda España y se retomó el
anticlericalismo.

En julio de 1931 tuvieron lugar finalmente las elecciones a las Cortes Constituyentes, destaca la adición de dos
mujeres a estas cortes como Clara Campoamor (Partido Republicano Radical) y Victoria Kent (Partido Radical
Socialista) además del triunfo de grupos republicanos y el PSOE. Se creó una comisión para elaborar un nuevo texto
constitucional que fue aprobado en 1931 y cuyos principales rasgos fueron. Soberanía popular, un sufragio universal
masculino y femenino además de nuevos derechos (civiles, como el divorcio y derechos a la educación). Se
reorganizaron los poderes del Estado, la Jefatura del Estado pasó a manos del presidente de la República cuyas
funciones eran mínimas, se estableció un parlamento unicameral, el gobierno respondía ante las Cortes y se creó un
Tribunal de Garantías Constitucionales, que velaba por la constitucionalidad de las leyes.

Limitación al derecho de la propiedad privada en la cual el gobierno se reservaba el derecho de realizar

expropiaciones por interés general, se estableció el derecho a las regiones de poder establecer Estatutos de
Autonomía y en lo relativo a lo religioso se pasa a un estado laico. En este estado se separaba a la Iglesia del Estado,
desaparecía el presupuesto del culto y el clero, libertad de conciencia, prohibían a la iglesia el derecho a la educación
y se reconocían el matrimonio y entierro civiles.

Aprobada esta constitución se elegía a Niceto Alcalá Zamora como presidente de la República y a Manuel Azaña
como presidente del Gobierno.
9.2. El Bienio reformista: Reformas estructurales y realizaciones sociales, culturales y territoriales. Reacciones
desde los diversos posicionamientos

Tras aprobarse la constitución, se estableció un nuevo gobierno de Manuel Azaña y formado por republicanos de
izquierda y socialistas con Niceto Alcalá Zamora como presidente de la República. Este gobierno adoptó una inmensa
variedad de reformas con un contexto económico desfavorable.

Reformas laborales iniciadas desde el Ministerio del Trabajo por Largo Caballero entre cuyas medidas destacan, el 1
de mayo como día festivo, la fijación de un salario mínimo, la creación de unos jurados mixtos cuya función era
resolver disputas entre patronos y empleados. La Ley de Términos Municipales que prohibía a los terratenientes a
contratar a los jornaleros de otros municipios distintos a donde se encontraban los cultivos, y la obligación a los
terratenientes a cultivar sus parcelas.

Reformas educativas para formar a la población y modernizar la sociedad española, se incrementó en un 50% el
gasto público en enseñanza, lo que llevó a la construcción de nuevas escuelas, centenares de profesores nuevos con
un salario incrementado, enseñanza mixta en las aulas, cambios para fomentar la enseñanza secundaria y se
potenció la investigación en los niveles universitarios.

Reforma militar impulsada por Manuel Azaña, que estableció la soberanía civil sobre la militar, apartó a los militares
de asuntos políticos y para abaratar el coste del ejército y hacerlo más eficaz redujo en un 35% el número de
oficiales además de obligar a algunos rangos a tener estudios universitarios. Para apartar al ejército de los asuntos
internos se creó la Guardia de Asalto.

Reforma agraria con la aprobación en 1932 de la Ley de Reforma Agraria, con la que se buscaba la relocalización de
los jornaleros a los latifundios insuficientemente explotados, quitar poder a los grandes terratenientes e incrementar
la producción del sector agrario para mejorar las actividades comerciales e industriales en España. Esta reforma
fracasó lo que llevó a un descontento general de este sector con el gobierno.

Reforma religiosa con el fin de reducir la influencia de la Iglesia, suprimió la enseñanza obligatoria de la religión, se
disolvió a los jesuitas, y la expulsión del Cardenal Seguras del país. Y una reforma autonómica con la aprobación del
Estatuto de autonomía de Cataluña en 1932. Se generó una enorme oposición al gobierno.

La oposición conservadora quedó restringida a las Asociaciones Patronales y al partido Radical de Lerroux, que dirigió
la oposición al gobierno en las Cortes. En la izquierda revolucionaria, la CNT siguió una línea extremista marcada por
la Federación Anarquista Ibérica y el Partido Comunista Español seguía una línea radical marcada por la Komintern y
Stalin. La crisis económica, el radicalismo propiciado por la CNT y la oposición conservadora llevó a fuertes tensiones
sociales.

Había regulares enfrentamientos entre la Guardia Civil y los huelguistas, en Castilblanco una huelga de la Federación
de los Trabajadores de la Tierra terminó en una matanza ya que tras la Guardia Civil matar un campesino, murieron
asesinados 4 guardias.

La derecha volvió a recurrir al método de las insurrecciones militares cuando el general Sanjurjo intentó dar un golpe
de estado militar en Sevilla en agosto de 1932, pero fracasó. La reacción del gobierno fue inmediata y las Cortes
aprobaron la Ley de Reforma Agraria y el Estatuto de Autonomía de Cataluña, en este territorio triunfó la Esquerra
Republicana.

El gobierno socialista-republicano comenzaba a mostrar signos de desgaste cuando se empezaron a sentir los efectos
de la crisis económica mundial en 1933, a lo que se unía la lentitud de las reformas aplicadas y el empobrecimiento
del campesinado. Comenzaron a aparecer síntomas de inestabilidad como se puede ver en el suceso de las Casas
Viejas en el que la Guardia Civil y Guardia de Asalto mató a 12 campesinos anarquistas, el escándalo fue tal que se
convocaron elecciones en noviembre de 1933.

Para estas elecciones la derecha se había reorganizado y se dividieron en 3 grupos, la Confederación Española de
Derechas Autónomas (CEDA), influenciada por la Iglesia, la Renovación Española dirigida por Calvo Sotelo y que
agrupaba a los monárquicos y la Falange Española, la versión española del fascismo dirigida por José Primo de Rivera.
Las elecciones dieron el triunfo a los grupos conservadores: Partido Republicano Radical y la CEDA.

9.3. El bienio de la CEDA y del Partido Radical. El Frente Popular. Desórdenes públicos. Violencia y conflictos
sociales.

Lerroux formó un gobierno formado por miembros de su partido, y que dependía de los votos de la CEDA. Este
gobierno se vio obligado a adoptar una política de rectificación de las reformas del gobierno anterior, esta política se
vio representada en las siguientes medidas.

Paralización de la reforma agraria, de la reforma militar (con la designación de militares antirrepublicanos como
Franco, y amnistía para los golpistas de Sanjurjo en 1932) y de la reforma educativa (parón en la construcción de
escuelas y de la enseñanza mixta). Una conciliación con la Iglesia Católica y un enfrentamiento con los nacionalismos
periféricos, como el vasco. Con el contexto político en Europa (auge de los extremismos) y una crisis económica
internacional, España se dividió en derechas e izquierdas.

En la derecha se encontraban partidos como la CEDA de Gil Robles (clases media y popular católica), la Renovación
Española de Calvo Sotelo (monárquicos extremistas) y la Falange Española de José Antonio Primo de Rivera que se
fusionó con las JONS de Ledesma y ambos consolidaron el núcleo fascista en España.

En la izquierda se encontraban partidos como la Izquierda Republicana de Manuel Azaña que apostaba por políticas
reformistas y el movimiento obrero. El PSOE que era el partido obrero más relevante entre cuyos líderes destacan
Indalecio Prieto (moderado) y Largo Caballero (radical). El PCE seguía las órdenes de la Komintern y buscaba una
unión con la izquierda contra el fascismo. La CNT seguía ligada a la acción revolucionaria y la Esquerra Republicana
de Catalunya de Lluís Companys quedó ligada a la izquierda. Por el ascenso de tres miembros de la CEDA a ser
ministros, la radicalizada izquierda llamó a la huelga general y el seguimiento de esta fue muy descompensado.

En Madrid el movimiento fracasó y las tropas encerraron a los principales dirigentes socialistas y comunistas. En
Cataluña Lluís Companys declaró la República Federal de Cataluña sin apoyo de otros partidos catalanes e incluso el
general Batet declaró el estado de guerra y arrestó a los miembros de este gobierno y a Manuel Azaña. En Asturias la
huelga general triunfó y evolucionó en una revolución organizada por la CNT y la UGT, esta fue reprimida duramente
por la Legión dirigida por el general Franco. El balance de la Revolución de Octubre de 1934 fue de más de mil
muertos, miles de heridos y decenas de miles de detenidos como Manuel Azaña, Lluís Companys, Prieto o Caballero.

El gobierno reaccionó con políticas más duras con medidas como la suspensión del estatuto de autonomía de
Cataluña. En el gobierno comenzaban a destacar diferencias entre el Partido Radical y la CEDA. La CEDA era cada vez
más extremista con acciones como el nombramiento en cargos políticos de militares contrarios a la república, con el
ejemplo de Franco como jefe del Estado Mayor. La crisis definitiva vino con el escándalo de Estraperlo (de
corrupción) con el cual Lerroux y el Partido Radical fueron completamente desacreditados, esto precipitó el fin de la
legislatura y en febrero de 1936 se convocaron elecciones para las Cortes.

Hubo candidaturas como el Frente Popular, constituido por una unión de todos los partidos de la izquierda e incluso
la CNT apoyo de manera tácita a este partido. Hubo una coalición de la CEDA y Renovación Española, con un
programa basado en el miedo a la revolución social y la Falange y el PNV se presentaron por su cuenta. Triunfó el
Frente Popular, con un triunfo basado en el sur y en la periferia mientras que la derecha triunfó en el interior y en el
norte del país. Manuel Azaña fue nombrado presidente de la República y Casares Quiroga fue nombrado jefe de
gobierno este gobierno nacía ya debilitado y tomaron acciones reformistas.

Reformas como la amnistía para los represaliados tras octubre de 1934, el restablecimiento del estatuto catalán, el
alejamiento de la capital de los generales más sospechosos de golpismo (Franco, Mola y Goded) y la reanudación de
la reforma agraria, que no pudo llevarse a cabo ya que los jornaleros ocuparon fincas rápidamente, además de la
tramitación de nuevos estatutos de autonomía.

Las tensiones sociales seguían en aumento ya que la izquierda apostaba por una posición revolucionaria mientras
que la derecha se inclinaba hacia el fin del sistema democrático. Se sucedieron de manera constante los
enfrentamientos callejeros entre ambos bandos. La conspiración tuvo una faceta política (Gil Robles, Calvo Sotelo) y
una faceta militar (Franco, Goded, Fanjul) dirigida por el general Mola, con contactos internacionales con Mussolini y
Hitler. El 12 de julio Calvo Sotelo fue asesinado en respuesta al asesinato del teniente Castillo y así el 17 de julio de
1936 el ejército de Marruecos comenzaba la rebelión y a causa del triunfo parcial del golpe, comenzaba la guerra
civil.