Clive Orton Cap Xii y Xiii

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XI.

PASTAS

XII. LA FORMA

Puesto que está hecho de un material casi exclusivamente

plástico, la cerámica adopta una amplia variedad de formas, lo

que ha dado paso a que sea categorizada de muy diversas maneras

(cada autor puede plantear sus criterios)

Orton habló de la clasificación y las ventajas de la misma en

una publicación pasada (1980) menciona que: 1) cada vasija

estudiada de forma única, personalizada e individual, causaría

un exceso de información; 2) esta información tratada puede

conglomerarse en modelos representativos; 3) la etiqueta nos

ayuda a ordenar información nueva

CLASIFICACION BASADA EN MEDIDAS

Cita: "Un métodos simple pero eficaz de clasificar la cerámica

es la definición de los tipos según los índices de sus

dimensiones principales. (...) Millet (1979a, pp. 36-37, figura

12) y Orton (1980, pp. 33-36) han discutido el valor de estos

sistemas (...) Pero incluso estas mediciones tan sencillas

pueden convertirse, en determinadas circunstancias, en una

herramienta inestimable para diferenciar los grupos de cerámica.

Hodder describe la cerámica de varios grupos tribales del

distrito de Baringo (al oeste de Keniea) y analiza la amplitud

máxima del cuerpo y de la boca de las vasijas halladas en esa

área (Hodder 1979, p. 15) Existen dos grupos claramente

diferenciados - aquellos cuya boca mide menos de unos 10cm de

diámetro y aquellos con una boca mayor - y esta diferencia de


tamaño refleja una diferencia de origen. (pp 75-77)

Orton habla de Richards (1987) que perfeccionó el límite de los

tipos según medidas y tamaños, donde comparaba las relaciones de

proporciones (por ejemplo, altura máxima/diametro maximo,

diámetro máximo/diámetro del borde) y la mayoría de estas

relaciones se daban según las medidas de: diámetro del borde,

diámetro máximo, altura, altura del diámetro máximo (178-179)

FORMAS GEOMÉTRICAS

La identificación de vasijas en formas geométricas o

"primitivas" sirve para vasijas enteras o que muestre buena

parte del perfil del cuerpo, pero su uso es problemático para

los fragmentos. (pp 180)

EL SISTEMA DEL SOBRE

Si la tipología básica ya está fija, se puede comparar los

dibujos de los perfiles de los fragmentos o vasijas nuevas con

el tipo, superponiendo los dibujos, siempre y cuando se haya

escalado al mismo tamaño todos los modelos (pp 180)

CLASIFICACIÓN DE LAS DISTINTAS FASES DEL PROCESO DE PRODUCCIÓN

"Schuring (1984) (...) este estudio propone que <<podemos

clasificar dentro de un mismo tipo todo objeto producido con el

mismo sistema y que queda englobado dentro de las variaciones

de la forma que permite la técnica aplicada>> (p. 148) La

clasificación final constituye un <<árbol de decisión>> que

muestra los pasos por los que atraviesan las distintas vasijas
e indica el punto en que la producción de un tipo difiere de la

de otro (véase la figura 12.8) En la ilustración de la cerámica

se debería incluir las huellas debidas a la producción que se

observe en las vasijas" (pp. 187)

XIII. LA CUANTIFICACION

El tema de la cuantificación ha generado mucha controversia.

Orton et. al lo plantean de esta manera: la cuantifiación se

hace para responder a la pregunta ¿Cuánta cerámica hay? Pero

esa misma pregunta tiene dos implicaciones muy difíciles de

resolver, en primero lugar, cómo tenemos la certeza de qué

porcentaje del total (del sitio, contexto o yacimiento) tenemos

en nuestras manos; y en segundo lugar, no podemos saber qué

vasijas se usaron de forma sincrónica durante su vida útil.

(sobretodo cuando se trata de fragmentos)

Si seguimos adelante sobre la base de nuestras conjeturas

cuantitativas, el siguiente paso sería la comparación de los

distintos conjuntos. (pp. 188-189)

FUNDAMENTOS DEL MUESTREO

Orton et al. nos dice que en un muestreo una de las principales

cosas que se deben sacar es el índice de completitud de una

vasija con respecto al total, o qué porcentaje de la vasija

completa es el fragmento.

Orton et al. se pregunta si todos los fragmentos de un conjunto

pueden ser de un porcentaje similar con respecto a su vasija

entera, ya que al fragmentarse una vasija pasa por ciertos


procesos postdeposicionales, es muy probable que un conjunto

que haya seguido circunstancias similares, tenga por lo tanto

un número similar de fragmentos por vasijas. A éstos los

denomina "conjuntos arqueológicamente homogéneos" (pp. 198-190)

VALORACIÓN DE LAS MEDIDAS

Las cuatro medidas más utilizadas son:

a) La frecuencia de Fragmentos: principalmente representa dos

cosas: "1. Porcentaje de este tipo dentro de la población;

2. el promedio de fragmentos en que se han roto las vasijas de

ese tipo (que se conoce como fracturabilidad) comparado con la

fracturabilidad de otros tipos." Orton et al. nos dice que es

muy poco fiable hacer estadísticas de la cantidad de

fragmentos por tipo, ya que depende no sólo del tamaño y de los

procesos postdeposicionales de la vasija rota, sino también de

la calidad del material.

b) El Peso: "1. Porcentaje de este tipo dentro de la población

2. el peso relativo de vasijas enteras de ese tipo comparado

con otros tipos. Orton et al. dice que esta medida es más fiable

porque no varía de conjunto en conjunto. (pp 194)

CUESTIONES PRÁCTICAS:

"1. hacer que las definiciones de los tipos dependan

completamente de la pasta, lo que puede funcionar en algunos

casos, pero no en todos;

2. hacer que la medida dependa de la parte de la vasija que

podemos asignar a un tipo con seguridad (que con mucha


frecuencia es el borde, véase más adelante)."

EN cuanto a los fragmentos, Ortos et al dice que Smith (1983)

inventó el término "familia de fragmentos" y ellos están

introduciendo otros dos "familia nuclear de fragmentos (de un

mismo contexto) y "familia extensa de fragmentos" (los que

provienen de una misma colección, por ejemplo de un yacimiento)

También aclara que en la estinmación de los recipientes

representados (ERR) no hay ningún método fiable (dado que cree

que el mínimo de vasijas con los fragmentos hace que las vasijas

estén subrepresentadas)

Enfoque del peso estandarizado: Si un tipo se encuentra tan

estandarizado que conocemos el aproximado de su peso, se puede

tomar cada fragmento (borde) representativo y dividir el peso de

dicho fragmento por el peso conocido de una vasija de dicho tipo,

con lo que obtendremos su equivalente (el enfoque del "peso

estandarizado") (pp 195) Lo que yo entiendo es que aquí se puede

sacar el porcentaje del fragmento con respecto a la vasija

completa.

¿QUÉ TAMAÑO HA DE TENER EL CONJUNTO?

Pregunta más bien hecha por razones de tiempo y presupuesto,

los autores niegan que se pueda dar una respuesta a causa de:

2. Se tiene unos objetivos funcionales y cronológicos en el

momento de analizar un conjunto cerámico, por lo que por muy

pequeña que sea la muestra, se pueden insertar los tipos en un

conjunto más grande.

Al mismo tiempo admite que, para su modelo matemático, los


conjuntos muy pequeños se suelen omitir.

ESTUDIOS DE CASO:

Se estudia el modelo de "partes de pie", creado por Orton y

Tyers 1991). Este estudio no es muy útil en mi caso, pero entre

las cosas que se destacan, se encuentra el hecho de que si bien

una secuencia tiende a hacer una parábola en las

representaciones gráficas de los modelos estadísticos (esto es,

hay un punto de inicio, a medida que va pasando el tiempo gana

en densidad y luego a medida que se abandona el contexto cae

en desuso es decir decae la curva) esto es lo común más no la

regla, puesto que hay tipos y pastas que pueden presentarse de

forma constante durante toda la secuencia cronológica, y hay

grupos que contienen material posterior o anterior a la

secuencia (cuando los contextos son residuales, se dan muchos de

estos casos) Esto da paso a interpretaciones funcionales y

sociales.(pp. 199-203)

REDUCCIONES:

Orton et al nos dice que el análisis cruzado de:

- fracturabilidad= frecuencia de fragmentos/equivalentes de

vasijas

- proporción de vasija completaequivalentes de vasijas/número

de vasijas representadas,

nos puede dar como resultado la relación peso/frecuencia de

fragmentos. A mayor frecuencia de fragmentos, menor peso.

Pero nos dice que es mucho más difícil calcular la frecuencia de

fragmentos que su peso, pues el peso depende sólo del contexto

y es más estable y fiable. Como aclaró anteriormente, la


frecuencia se basa más en supuestos (de preferencia de contextos

homogéneos)

Aún así, nos dice que este tipo de análisis nos puede servir

para poder ver mejor si existe algún sesgo de recuperación en la

muestra, si algunas partes están más sobrerepresentadas que

otras y etc.

UN ESTUDIO DE CASO

En este estudio llevado a cabo por Bedwin y Orton (1984) se

quiere saber cuál es la relación entre dos estratos de varios

contextos que contienen abundante cerámica y están superpuestos.

El que la capa superior sea de un período diferente se descarta,

dado que la cerámica es bastante parecida en ambos estratos.

Se hizo un análisis de pastas y se agruparon los fragmentos en

familias. Una pasta en particular (con mucha tendencia a la

fragmentación) mostraba mayor abundancia de fragmentos en el

relleno superior. Con esto los investigadores concluyeron que

dicho relleno era secundario.

DISCUSIÓN

Orton et al concluyen que el análisis cuantitativo necesita

(y puede que más) del estudio y la interpretación arqueológica

Pero aún así cree que nos permite ver datos que de otra manera

hubiéramos obviado (pp. 206)

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