4 - Programa de Salud

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CHIMBORAZO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

CARRERA DE MEDICINA

SALUD COMUNITARIA I

TEMA: PROGRAMA DE PROMOCIÓN Y EDUCACIÓN PARA LA SALUD.-


PLANIFICACIÓN, DIAGNÓSTICO, EJECUCIÓN Y EVALUACIÓN

DOCENTE:

DRA. LILIA DEL CARMEN VILLAVICENCIO NARVAEZ

GRUPO 4:

FIERRO CHALAN ANAHÍ CRISTINA

JEREZ YAULI KEVIN ALEXANDER

LLONGO VILEMA MISHELL ESTEFANY

SAMANIEGO PAZMIÑO ALEXANDER ISRAEL

GUERRERO VALLE GABRIEL MATEO

SEMESTRE:

CUARTO “A”

FECHA DE ENTREGA:

16 DE FEBRERO DE 2024

PERIODO ACADÉMICO: 2023-2s


La Planificación En Educación Para La Salud

Un programa educativo en el ámbito de la salud es un conjunto de actividades planificadas y


organizadas que tienen como objetivo promover el conocimiento, la prevención, el cuidado y la
mejora de la salud de las personas. Estos programas suelen incluir información sobre hábitos
saludables, prevención de enfermedades, cuidado de la salud física y mental, entre otros temas
relacionados con la salud.

La correcta educación para la salud requiere tres elementos esenciales: querer, saber y
planificar. La buena intención es fundamental, pero no suficiente por sí sola. Es necesario saber
cómo llevar a cabo las acciones necesarias y planificar adecuadamente para alcanzar nuestros
objetivos. Al trabajar así, no solo ahorramos tiempo y recursos económicos, sino que nos
sentimos más seguros y podemos contribuir eficazmente en la prevención y tratamiento de
enfermedades, y en la promoción y conservación de la salud.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve la planificación coordinada de la salud


a nivel mundial. Sin criterios uniformes en todos los países, sería difícil lograr mejoras
significativas en la salud de la población mundial. Basta con pensar en las pandemias de gripe,
que se propagan de un país a otro. La falta de coordinación podría generar caos si cada país
actuara por separado.

La planificación en educación para la salud se estructura en tres niveles jerárquicos: plan,


programa y proyecto, cada uno con características y objetivos específicos.

- Plan: se erige como el nivel más alto de organización, siendo una guía estratégica de
larga duración dirigida a un amplio grupo de personas. Su diseño requiere
meticulosidad debido a su alcance y duración, ya que suele abarcar varios años. Es
fundamental para establecer la dirección general de las actuaciones en educación para la
salud.
- Programa: representa el segundo nivel de organización. Consiste en un conjunto
estructurado e integrado de estrategias que se derivan del plan y que comparten un
objetivo común. A diferencia del plan, un programa es más específico, con objetivos
más definidos y de duración más corta. Un plan puede estar compuesto por varios
programas, cada uno abordando aspectos particulares de la educación para la salud.
- Proyecto: se posiciona como el nivel más básico y concreto dentro de la planificación.
Es el nivel en el que se llevan a cabo las acciones directas para la implementación de las
estrategias del programa. Cada proyecto se enfoca en la realización de una tarea
específica dentro del marco del programa, con objetivos claros y recursos asignados.

La interrelación entre plan, programa y proyecto en la planificación en educación para la salud


es fundamental para garantizar la eficacia y el alcance de las acciones. Cada nivel de
organización cumple un papel crucial en el diseño y la ejecución de estrategias que promuevan
la salud y el bienestar de la población.

Fases De Un Proyecto De Salud

Un proyecto de salud es una iniciativa planificada y organizada para abordar un problema o


necesidad específica relacionada con la salud de una población. Estos proyectos pueden variar
en tamaño y alcance, desde intervenciones locales en comunidades específicas hasta programas
a nivel nacional o internacional.

Los proyectos de salud pueden abordar una amplia gama de temas, como la prevención de
enfermedades, la promoción de la salud, el acceso a la atención médica, la educación sanitaria,
entre otros. Su objetivo principal es mejorar la salud y el bienestar de las personas, así como
prevenir y controlar enfermedades y condiciones de salud.
La programación de un proyecto de salud independientemente de su naturaleza sigue una serie
de fases, las cuales son:

- Diagnóstico
- Planificación
- Ejecución
- Evaluación

Cada una de las fases están interconectadas y cada una es crucial para el éxito del proyecto.
Todo el proceso, debe ser documentado en un informe escrito, detallando la organización y
desarrollo en cada una de las etapas mencionadas.

1. Diagnostico

En esta fase, se realiza un análisis exhaustivo de la situación de salud de la población objetivo.


Se recopilan datos sobre las necesidades de salud, los recursos disponibles, las barreras
existentes y los determinantes sociales de la salud. El objetivo es identificar los problemas de
salud más importantes y las áreas prioritarias de intervención para establecer objetivos claros y
desarrollar un plan detallado con estrategias y actividades específicas. Cabe recalcar que, es
importante también contar con un sistema de monitoreo y evaluación para medir el impacto del
proyecto y realizar ajustes según sea necesario.

Para analizar la salud de una población, es fundamental contar con datos que nos permitan
comprender la situación de salud en su totalidad. Esto incluye:

• Datos de población: nos proporcionan información sobre la estructura de la población


y su distribución por grupos de edad. Estos datos se puede adquirir a través de: censo,
pirámides de población y datos socioeconómicos.
• Indicadores de salud: son clave para comprender la prevalencia e incidencia de
enfermedades en la población, así como la disponibilidad de recursos sanitarios, como
camas hospitalarias y centros de atención primaria.
• Datos del entorno: rural o urbano, y las condiciones de salud ambiental (agua, aire,
ruidos, etc.).
• Hábitos: alimentarios, de ocio, consumo de tabaco y alcohol, ya que estos pueden tener
un impacto significativo en la salud.
• Encuestas: con respuestas cerradas, de opinión, puesto que es importante considerar
datos cualitativos, como las opiniones de la población sobre su salud y los servicios
sanitarios porque pueden proporcionar información valiosa sobre las percepciones y
necesidades de la población en materia de salud
• Estudio de bibliografía relacionada.

A partir de los datos obtenidos podemos analizar la situación e identificar los problemas de
salud, sus causas y sus consecuencias.

Una vez identificados los problemas de salud, es necesario establecer prioridades para enfocar
nuestros esfuerzos de manera efectiva. La realidad nos muestra que siempre habrá más
problemas de los que podemos abordar, por lo que es crucial seleccionar uno concreto y
dedicarle el tiempo necesario para su análisis y solución, evitando así el estrés de metas
inalcanzables. Las prioridades pueden establecerse considerando la gravedad del problema, su
impacto social o los recursos disponibles. Con el diagnóstico en mano, iniciamos el proyecto y
elaboramos el informe, habiendo identificado una situación de salud que requiere intervención.

2. Planificación
Ya hemos analizado la situación actual, comprendiendo las necesidades y desafíos. Ahora es
momento de convertir ese conocimiento en un plan de acción concreto, trazando el camino
hacia el éxito de nuestro proyecto de educación en salud.

• Tomando nuestro tiempo:

La planificación no es una carrera. Es fundamental dedicar tiempo a reflexionar, analizar y


deliberar sobre las mejores estrategias. No hay que precipitarse; incluso, dejar espacio para la
reflexión puede ser clave. ¿Cuántas veces una solución nos ha llegado de repente al volver a
examinar un problema con mente fresca?

• Diseñando el plan:

Para construir un plan sólido, debemos enfocarnos en seis aspectos fundamentales:

Objetivos Definir con precisión qué queremos lograr. Los objetivos deben ser
específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un plazo definido
(SMART).
Los objetivos son la brújula que guiará nuestro proyecto hacia el éxito. Deben
ser claros, concisos y responder a tres preguntas fundamentales:

• ¿Qué queremos conseguir?


El objetivo general define la finalidad principal del proyecto. Es la meta
ambiciosa que nos motiva a actuar. Para formularlo, utilizamos verbos en
infinitivo como "reducir", "fomentar", "apoyar", etc.
Ejemplo:
• Objetivo general: Reducir la tasa de incidencia de enfermedades
cardíacas en la población adulta de la ciudad X en un 10% en el plazo de un
año.

• ¿A quién va dirigido?
Los objetivos específicos concretan el objetivo general y definen las acciones
que se llevarán a cabo para alcanzarlo. Deben ser específicos, medibles,
alcanzables, relevantes y con un plazo definido (SMART).
Ejemplo:
Objetivos específicos: Aumentar el conocimiento de la población sobre los
factores de riesgo de las enfermedades cardíacas. * Promover la adopción de
hábitos de vida saludables para la prevención de las enfermedades cardíacas. *
Mejorar el acceso a servicios de detección y tratamiento de las enfermedades
cardíacas.

• ¿En qué medida?


Los objetivos específicos deben ser cuantificables, es decir, debemos
establecer indicadores que nos permitan medir su logro.
Ejemplo:
Objetivo específico: Aumentar el conocimiento de la población sobre los
factores de riesgo de las enfermedades cardíacas en un 20%.
Destinatarios Identificar a quién va dirigido nuestro proyecto. ¿Quiénes son los
beneficiarios? ¿Cuáles son sus características y necesidades?
Para definir los destinatarios de nuestro proyecto de educación en salud, es
crucial tener en cuenta la diversidad de la población y adaptar nuestro enfoque
a las necesidades específicas de cada grupo. Por ejemplo, mientras que un
programa de prevención de osteoporosis puede centrarse en mujeres adultas,
uno que promueva el uso del casco en motocicletas podría dirigirse a
adolescentes y jóvenes.
Al delinear los destinatarios del proyecto, es fundamental precisar varios
aspectos:
• Número aproximado de personas: Esto nos permite dimensionar el
alcance y la logística del programa, adaptando nuestras estrategias en
consecuencia.
• Edad: Dividir la población por grupos etarios, desde lactantes hasta
personas mayores, nos ayuda a diseñar intervenciones adecuadas para
cada etapa de la vida. También podemos acotar la edad en casos
específicos, como niños de 8 a 10 años.
• Sexo: Reconocer las diferencias de género nos permite personalizar el
mensaje y las estrategias de educación en salud, teniendo en cuenta las
necesidades y percepciones distintas de hombres, mujeres o personas
no binarias.
• Nacionalidad: Considerar la diversidad cultural y las características
específicas de la población autóctona y emigrante nos permite abordar
las barreras lingüísticas, culturales y de acceso a la atención médica.
• Actividad: Identificar el tipo de ocupación o actividad de la
población, ya sea estudiantes, población activa o jubilados, nos ayuda
a adaptar el mensaje y las intervenciones a su estilo de vida y
contextos laborales.
• Patologías: Reconocer condiciones de salud específicas, como la
diabetes o el asma, nos permite diseñar programas de educación en
salud dirigidos a grupos vulnerables y adaptar las estrategias de
prevención y manejo de enfermedades.
Al tener en cuenta estos aspectos al definir los destinatarios de nuestro
proyecto, podemos garantizar una planificación más precisa y efectiva que
responda a las necesidades y características únicas de cada grupo de población.
Recursos Determinar qué recursos humanos, materiales, financieros y tecnológicos
necesitaremos para llevar a cabo el proyecto.
Para llevar a cabo nuestro proyecto de educación en salud, necesitaremos
diversos recursos que nos permitan implementar eficazmente nuestras
estrategias. Es importante realizar una lista detallada de estos recursos, tanto
los que ya tenemos a disposición como los que prevemos necesitar. Aquí te
presento una ampliación de cada tipo de recurso:
• Recursos humanos: Este es el recurso más vital. Incluye
profesionales de la salud, educadores, voluntarios y cualquier persona
involucrada en la ejecución del proyecto. Además, es fundamental
considerar la diversidad de habilidades y experiencia de cada
individuo para aprovechar al máximo su potencial en la planificación y
ejecución del programa.
• Bibliografía: Además de contar con acceso a revistas científicas,
libros y recursos en línea, es importante asegurarse de que la
información sea actualizada y confiable. Esto implica tener acceso a
bases de datos médicas y fuentes de investigación relevantes para
respaldar nuestras intervenciones con evidencia sólida y actualizada.
• Cursos de formación: Capacitar al personal involucrado en el
proyecto es fundamental para garantizar la calidad y efectividad de las
intervenciones. Esto puede incluir cursos de actualización en temas
específicos de salud, habilidades de comunicación, educación para la
salud y técnicas de enseñanza, entre otros.
• Material inventariable: Esto abarca desde equipos tecnológicos
como ordenadores y cañones de proyección hasta instrumentos de
medición clínica y analítica, como balanzas y medidores. Asegurarse
de contar con el equipo adecuado y en buen estado garantiza la
precisión y la calidad de las intervenciones realizadas.
• Material diverso: Este incluye elementos como papel, folletos,
carteles y otros materiales de difusión. Además, es importante
considerar la posibilidad de obtener material suministrado por
laboratorios u otras entidades a modo de publicidad, como cepillos de
dientes o muestras de productos relacionados con la salud.
Es esencial incluir un apartado dedicado al presupuesto estimado de gastos en
el informe inicial del proyecto. Esto facilita la solicitud de colaboración
económica de organismos o laboratorios, ya que podemos presentar una copia
del informe con el presupuesto detallado para respaldar nuestra solicitud de
financiamiento.
Al tener en cuenta estos recursos y planificar su adecuada disposición,
podemos garantizar una implementación exitosa y efectiva de nuestro
programa de educación en salud.
Estrategias Seleccionar las mejores estrategias para alcanzar los objetivos, considerando
el contexto, los recursos disponibles y las características del público objetivo.

Tenemos que pensar cuál va a ser la mejor manera de abordar el problema y,


para ello, nos centramos en responder a las siguientes preguntas:

• Quién va a dirigir y a quiénes:


¿Formamos grupos y nombramos un coordinador por grupo?, ¿qué va a hacer
cada grupo?
Dentro del curso se ha dividido de manera equitativa en seis grupos cada uno
con su coordinador que ayudara a que se realiza cada da actividad.
En este aparatado cada uno de los grupos presentes se les asignado un tema en
específico sobre las enfermedades de transmisión sexual como por ejemplo:
VIH, sífilis, gonorrea tricomoniasis, etc.

• Cómo lo vamos a hacer:


¿Qué métodos son los más adecuados, directos o indirectos?
Para esta actividad realizaremos una charla que ayude a fomentar el
conocimiento sobre las ETS en la comunidad universitaria. Más que una charla
será un conversatorio con los estudiantes para que no se vuelva monótono el
dialogo y que sea muy dinámico.

• Dónde se va a efectuar el proyecto:


Se efectuara dentro de los cursos de la Carrera de Medicina en la Facultad de
Ciencia de la Salud en la Universidad Nacional de Chimborazo Campus
Edison Riera.
Actividades Planificar las acciones concretas que se llevarán a cabo dentro de cada
estrategia, definiendo responsables, plazos y recursos necesarios.
Cronograma Crear un calendario con las fechas clave para cada actividad, incluyendo
hitos y plazos de entrega.

En este apartado debemos crear un calendario programado y detallado por días


o meses en el que se reflejen las fases de un proyecto, las actividades que
vamos a hacer dentro de ese proyecto, o las diferentes tareas que se van a hacer
dentro de una actividad. Para empezar, podemos hacer un cronograma general,
después crear uno por fase y, para finalizar, elaborar un cronograma con las
actividades y las tareas. Normalmente se señalan los meses programados con
una barra horizontal, tal como puedes ver en la Figura, pero también se pueden
usar cruces u otro sistema.

Más allá de la lista:


La planificación no se limita a una simple enumeración de elementos. Es un proceso creativo
que requiere visión, análisis, flexibilidad y capacidad de adaptación.

En esta etapa, es fundamental:

• Involucrar a todos los actores clave en la elaboración del plan.

• Fomentar la participación y el consenso.

• Ser flexible y adaptable ante posibles cambios o imprevistos.

• Considerar la evaluación como parte integral del proceso.

3. Ejecución

Este punto marca el punto final de la preparación del proyecto, ya que representa la etapa en la
que se ejecuta todo lo planificado y se aplican los conocimientos sobre los mecanismos que
promueven la comunicación y las habilidades sociales. Es la fase "visible" del proyecto, donde
se pone en práctica todo lo previamente establecido.

Es fundamental llevar a cabo las actividades planificadas con responsabilidad y disponibilidad.


Al mismo tiempo, se debe evaluar continuamente los resultados obtenidos durante el proyecto
para realizar modificaciones o ajustes necesarios. Es importante ser flexible ante posibles
eventualidades y estar dispuesto a asumir cambios, siendo proactivos en la búsqueda de
soluciones y manteniendo una actitud positiva hacia nuevas ideas y perspectivas.

Durante la ejecución se debe llevar un cuaderno de notas en el que se registren todas las
observaciones y datos recogidos, si es necesario, se debe realizar gráficos y cálculos, e ir
creando una base de datos a través de un programa informático. Siempre se debe cumplir con la
planificación con la mayor rigurosidad posible.

4. Evaluación

El objetivo de la evaluación es valorar los datos antes, durante y después del proyecto para
conocer si se ha cumplido con los objetivos y la eficacia del trabajo.

La evaluación de un proyecto se debe realizar de forma continua, tomando en cuenta que esta
fase puede llevar mucho tiempo y se deben constatar los siguientes aspectos:

1. Al principio se realiza un estudio para conocer la situación inicial.

2. Evaluar el proceso en cada fase del proyecto.

3. Evaluar el desarrollo de las actividades en la fase de ejecución.

4. Realizar una evaluación final.

Tipos de evaluación
CUALITATIVA CUANTITATIVA
Cumplimiento de los objetivos (Si/No) Mide los datos y cambios en los indicadores de
salud mediante cifras
Evalúa la presencia de cambios de conducta Recoge la información obtenida para la
formulación de bases de datos.
Mejoramiento de los servicios sanitarios Genera datos cuantificables.
Evalúa el grado de satisfacción

Después de evaluar el proyecto, se puede llegar a conclusiones con los resultados obtenidos, los
errores identificados y sus posibles causas y mejoras. Para finalizar el proyecto, se elabora una
memoria que documenta todos los aspectos relevantes del mismo.

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