Historia de Los Testigos de Jehová. Material para Alumnos.

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ESCUELA DE FORMACIÓN Y EVANGELIZACIÓN JUAN XXIII

SAN JOSÉ DEL INCA


Quinto nivel

Tema: Historia de los testigos de Jehová

Facilitador: Pablo R. Ayala

Fundador, historia, doctrina, y refutación bíblica de esta secta.

La fascinación del siglo XIX por la especulación profética dio origen en los
Estados Unidos a muchos movimientos religiosos que se han propagado
internacionalmente. Entre ellos están los Mormones, los Adventistas, los
Shakers y los Testigos de Jehová o Watchtower Bible and Tract Society.

Fundador:
El fundador fue un norteamericano de nombre Charles Taze Russell, nacido en
1852. De origen presbiteriano perdió la fe. Le llamaron la atención las
advertencias sobre el fin del mundo que hacían los adventistas, por lo que
ingresó a sus filas de adeptos.

Junto con Nelson Barbour imprime una revista, la que hoy conocemos como
“La Atalaya”. Su fascinación con profecías lo llevó a creerse él mismo, un gran
un profeta y a fundar, en 1879, The Watchtower Bible and Tract Society (La
Sociedad Bíblica de la Atalaya), hoy conocida como "Los Testigos de Jehová".

Russell era un negociante, se hizo famoso por sus falsas curas para el cáncer y
su "Trigo Milagroso" el cual vendía a precios exorbitantes. Esta extorsión fue
delatada en el periódico The Brooklyn Eagle, donde se comprobó la falsedad
de sus remedios extraordinarios.

Russel, sin terminar la escuela secundaria, sin estudiar teología, ni muchos


menos conocer griego ni hebreo, se autodenomina "pastor" y llega a la
conclusión de que todos los cristianos habían interpretado erróneamente la
Biblia. Para remediar la situación escribió 7 volúmenes llamados "Estudios de
la Sagradas Escrituras".

Muere en 1916.

Historia:
La fundación tuvo lugar en 1881 en Pensylvannia, U.S.A. con la publicación de
la revista “Zion’S Watchtower” (La Atalaya), luego se traslada a Brooklynn, N.Y.

Russell anunció la segunda venida de Cristo para el año 1914. En ese año los
144,000 debían ser llevados al cielo y dar comienzo el milenio del Apocalipsis
(20:2). La humanidad tendría otra oportunidad de vivir en el paraíso terrenal.

Al no ocurrir lo que había profetizado, Russell postergó la fecha hasta 1915 y


de nuevo a 1918. Más tarde, los Testigos reinterpretaron el año 1914 como el
"principio de los últimos días".

Tras la muerte de Russell se desató una lucha de poder, siendo Joseph


Franklin Rutheford quien tomó la presidencia de los Testigos. También continuó
la costumbre de imponer a sus seguidores las doctrinas más insostenibles bajo
el pretexto de que eran "nueva luz" sobre las Escrituras, procedente de Jehová.

Cambió mucho la doctrina de Russell, por ejemplo prohibió la celebración de la


Navidad, de los cumpleaños, enseñó que Cristo no murió en una cruz, sino en
un madero.

En el año 1918 fue encarcelado por corto tiempo, lo suficiente para salir lleno
de ira contra el clero cristiano al que hacia culpable de sus desgracias. Fue él
quien les dio a los Testigos su carácter agresivo contra el cristianismo,
especialmente contra la Iglesia Católica a la que condenaba regularmente en
diatribas encendidas.

En 1931, cambió el nombre de la secta a "Testigos de Jehová", separándose


de los seguidores de Russell que no estaban de acuerdo con la doctrina de
Rutheford.

A pesar de todo, y muy probablemente gracias a todas las fantasías, los


Testigos crecieron enormemente durante la presidencia de Rutheford a quien
ellos consideran entre los hombres más iluminados de la historia, no menos
que Jesucristo.

Organización
Su gobierno es altamente centralizado. Desde su sede de Brooklyn, N.Y., el
presidente de los Testigos y siete directores vitalicios dirigen la organización
mundial con estricta disciplina.

Cada nación tiene su director general con subdivisiones por provincias,


ciudades, etc.

No tienen ministros ordenados. En vez de eso, cada Testigo se considera


ministro. Sin embargo, sí tienen un cuerpo de "ancianos".

El tercer presidente, Nathan Knorr, organizó una escuela para misioneros en el


extranjero, llamada “Galaad”.

Los Testigos se identifican como una sociedad de cristianos dedicados a


honrar a Jehová y a la promoción del estudio de la Biblia. Más adelante
veremos como en ambos casos se equivocan.

Enseñan que sólo los Testigos se salvarán porque sólo ellos obedecen
totalmente a Jehová.

Exigen obediencia absoluta a doctrinas y prácticas producidas por sus propios


líderes y que a veces son contrarias a la vocación cristiana. Por ejemplo, a los
matrimonios que trabajan en la sede central se les prohíbe tener hijos mientras
trabajen allí.

Aislamiento progresivo con el mundo exterior. Los Testigos de Jehová


empiezan por aislar a los miembros de toda relación con personas e
instituciones fuera de la secta, (familiares, amigos, lectura, tratamiento médico
normal) y de la participación responsable en la sociedad.

Se les prohíbe celebrar la Navidad, los cumpleaños, los días de fiesta, votar o
participar en la política, servir en el ejército, saludar a la bandera...

Creen que toda autoridad fuera de los Testigos viene de Satanás, incluso la
autoridad civil.

Un Testigo que sea expulsado puede visitar el Salón del Reino pero no puede
hablar con los miembros y nadie puede hablar con él. Todos deben actuar
como si éste ya no existiese aunque sean miembros de su familia.

Alteración de la conciencia por medio de bombardeo con eslóganes y engaños.

En un principio le esconden a los nuevos adeptos su rechazo a las verdades


fundamentales del cristianismo.

Su táctica, al principio, es mantener a la persona lo más ocupada y


acompañada posible y no cesar de inculcarle consignas y presionarle para que
busque más adeptos. Tienen cinco reuniones a la semana para instrucción y
entrenamiento.

Proselitismo agresivo

Todo Testigo tiene una cuota de horas que debe dedicar a la propagación de la
secta. Algunos toman sólo trabajos de medio tiempo para dedicar hasta 150
horas mensuales a las visitas a las casas y centros comerciales.

Todos los meses, cada grupo debe enviar a la sede de Brooklyn un informe
que incluye nombres e información sobre cada persona visitada.

Publicaciones:

Las revistas “La Atalaya” y ¡Despertad!

Doctrina:

En general son fundamentalistas. Se fundamentan en tres proposiciones:

1 -La Biblia contiene la Palabra de Dios

2 -Los hombres debemos guiarnos sólo por la Biblia

3 -La Biblia es entendida sólo por los Testigos.


Los testigos no se guían verdaderamente por la Biblia, pues, para ajustar la
Biblia a la conveniencia de la secta, el Señor Knorr, tercer presidente de los
Testigos, mandó a un comité anónimo a producir una nueva "traducción".
El resultado fue la Traducción del Nuevo Mundo. Esta "Biblia" no la usan sino
los Testigos y aquellos que la han adquirido sin saber de sus aberraciones. Por
ejemplo, para negar la divinidad de Jesucristo, los Testigos cambiaron el
pasaje de Jn 1:1. Donde éste proclama "el Verbo era Dios", los Testigos en vez
ponen "el verbo era un dios".

Los Testigos se atan a unos pasajes e ignoran el resto de la Biblia. Interpretan


a su manera su propia Biblia para justificar las doctrinas de sus líderes.

Los Testigos no reconocen el misterio principal de la fe cristiana: la Santísima


Trinidad. Sí reconocen, como nosotros, que hay un solo Dios (son
monoteístas). Pero no reconocen a las tres Personas divinas. Por eso no son
cristianos, por mucho que digan que lo son.

Niegan la persona del Espíritu Santo. Escriben "espíritu santo" sin mayúsculas,
pues no lo consideran una Persona sino sólo una "fuerza" de Dios.

Niegan la divinidad de Jesucristo. Los Testigos dicen muchas cosas buenas de


Jesucristo, pero niegan lo esencial de la fe cristiana: No aceptan Su divinidad.
Lo demuestra la traducción de su Biblia: "y la palabra era un dios" (Juan 1,1).
Esta traducción contradice claramente el texto griego original.

Niegan que Jesús murió en una cruz y dicen que fue en un madero. Según
ellos, la cruz es un símbolo pagano que se usaba antes de Cristo e introducido
en el cristianismo a mediados del siglo III d.C.

Niegan la resurrección corporal de Jesucristo. Dicen que Jesús resucitó como


espíritu sin cuerpo. El cuerpo, según ellos, se pudrió en la tumba. Lo que
resucitó, dicen, fue un espíritu angélico.

Rechazan todos los sacramentos. El Bautismo es considerado como un


símbolo y no bautizan a los niños. Acerca de la Eucaristía, niegan la presencia
real de Cristo en ella. Otra vez cambian el texto en su Biblia, en lugar de “Esto
es mi cuerpo” (Mt 26, 26; Mc 14, 22), la Biblia de los Testigos dice en vez "esto
significa mi cuerpo".

Niegan la virginidad y maternidad divina de María y dicen que Jesús tuvo más
hermanos.

Niegan la existencia del infierno. Según los Testigos, los condenados


sencillamente cesarán de existir.

Niegan la inmortalidad del alma

Dicen que la Iglesia Católica es la Babilonia del Apocalipsis


Según ellos, los sacerdotes son la "personificación de la desobediencia a
Jehová Dios".

Prohíben dar títulos de honor, basándose en Lucas 11,43: "¡Ay de vosotros, los
fariseos, que amáis el primer asiento en las sinagogas y que se os salude en
las plazas!"

Prohíben llamar a nadie "padre". Se basan en Mateo. 23, 9.

Prohíben la práctica de toda religión

Prohíben las transfusiones de sangre, pues creen que el alma está en la


sangre, dando como fundamento la Biblia: "Sólo dejaréis de comer la carne con
su alma, es decir, con su sangre" (Génesis 9, 4). "Porque la vida de la carne
está en la sangre, y yo os la doy para hacer expiación en el altar por vuestras
vidas, pues la expiación por la vida, con la sangre se hace. (Lev 17,11)

Jehová es el nombre de Dios. Los Testigos de Jehová toman su nombre de


Isaías 43,10: "Vosotros sois mis Testigos - oráculo de Jehová", lo que es un
error, ya que en la Biblia no aparece la palabra "Jehová" y sino sólo las letras
consonantes. La mejor interpretación sería "Yahveh" y no "Jehová". Jesús
claramente nos revela el nuevo nombre por el que debemos referirnos a Dios:
"Padre".

Creen que solamente 144,000 irán al cielo, los demás quedarán en una tierra
paradisíaca después de que Dios mate a todos los no-testigos en Armagedón.
Solamente serán salvados los Testigos de Jehová.

Afirman que en 1914 Cristo vino “invisiblemente” y los escogió a ellos como su
verdadero pueblo, para ser “esclavo fiel y discreto”. Antes habían dicho que
había venido en 1874.

Refutación bíblica:

Dios se revela (se da a conocer) en la Biblia como Trinidad: Padre, Hijo y


Espíritu Santo. Mt. 3, 16-17; Mt. 28, 19. Por lo tanto, el Espíritu Santo es la
tercera Persona de la Trinidad, no una fuerza, como dicen ellos. Hech. 5, 4.

El Cristo humilde y sufriente de la Biblia es el mismo que manifiesta su poder y


su gloria divina. Aquí vemos la necesidad de tomar en cuenta toda la Biblia y
no interpretar algunos pasajes aisladamente.

Jesús se revela como Dios. Jesús es Dios y hombre. Jn. 1, 1; Jn. 8, 58 y 20,
28.

Tenemos que concluir que los Testigos de Jehová no son cristianos porque
niegan la divinidad de Cristo.

El problema del nombre de Dios tiene que ver con la pronunciación y no con la
traducción.
Los Israelitas, por respeto, no escribían ni pronunciaban el nombre de Dios. En
vez, decían "Adonai" (Señor) o "Elohim" (Dios). (El nombre "Jehová" no existe
en el idioma hebreo)
Para escribir, en lugar del nombre de Dios ponían un tetragrama de solo cuatro
consonantes y sin vocales: Y-H-W-H que no tiene traducción.

Los testigos dicen que Cristo murió en un madero. La Biblia menciona en


cuatro ocasiones la palabra madero. Hech 5, 30; Hech. 10, 19; Gal. 3, 13; Jr.
10, 3, 5. En los demás casos se usa la palabra “cruz”, pero hay dos citas que
no dejan lugar a dudas. Jn. 20, 25; Mt. 27, 37.

Conclusión
Los testigos de Jehová han cambiado su doctrina muchas veces y han
profetizado el fin del mundo para diferentes fechas. La Biblia menciona a los
falsos profetas en Dt. 18, 20.

Son muchos los temas que podemos refutar a los testigos de Jehová, aquí se
presentan unos cuantos. Lo importante es conocer nuestra fe para que no nos
dejemos envolver por ellos.

Dialogar con los Testigos de Jehová resulta muy difícil, cambian de un tema a
otro con la intención de confundir, no hay que permitir que esto suceda, insistir
en hablar de un sólo tema.

Es difícil refutarles con la Biblia por el adoctrinamiento que ellos sufren. Sin
embargo, podemos sembrar alguna duda.

La mejor manera de evangelizarlos es con su propia literatura.

Siempre hay que tratarlos con caridad, nunca ser agresivos. Recordemos que
el distintivo de los cristianos es la caridad. Además la mayoría de los adeptos
están ahí de buena fe.

Por: Luis Gómez | Fuente: Catholic.net

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