Relatividad Especial 4

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Tema 4

Relatividad y cosmología

Ecuación de campo de
Einstein
Índice

Esquema. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2

Ideas clave . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

4.1 Introducción y objetivos . . . . . . . . . . . . . 3

4.2 Los principios de la relatividad general. . . . . . . . 5

4.3 Ecuaciones de campo en el vacío . . . . . . . . . . 9

4.4 Ecuaciones de campo de la RG . . . . . . . . . . . 16

4.5 Tensor energía‐momento 𝑇𝑎𝑏 . . . . . . . . . . . 20

4.6 Estructura de las ecuaciones de campo . . . . . . . 30

4.7 Ecuaciones de campo linealizadas . . . . . . . . . 32

4.8 Cuaderno de ejercicios . . . . . . . . . . . . . . 38

4.9 Referencias bibliográficas . . . . . . . . . . . . . 41


Esquema

Principio de Equivalencia
Principio de Mach
Fuerza
Métrica gravitatoria
Los principios de la Principio de Conexión Potencial
Relatividad General covariancia métrica gravitatorio

Principio de
Principio de mínimo acoplo
correspondencia

Las ecuaciones de campo de Einstein

Ecuación de desviación de las geodésicas

desviación de trayectorias versión Desviación geodésica


en gravedad newtoniana relativista (geodésicas temporales)

parte espacial de la ecuación

Ecuaciones de campo
Correspondencia newtoniana
en el vacío

La geometría del espacio-tiempo:


el tensor de curvatura de Einstein

La constante de acoplo La distribución de materia y energía:


el tensor de energía-momento
materia incoherente
electromagnetismo fluido perfecto
"polvo"
ecuaciones de Maxwell en ecuación de estado
formalismo tensorial equivalencia con dinámica de
fluidos clásica:
ecuación de Navier-Stokes
Equivalencia con la teoría clásica
ecuación de continuidad
ecuación de conservación de la energía-momento
(de materia o de carga)

Aproximación de campo débil


El límite newtoniano
Ecuaciones de campo linealizadas obtención de la constante de acoplo
ondas gravitatorias

Relatividad y cosmología
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Tema 4. Esquema
Ideas clave

4.1 Introducción y objetivos


En los temas anteriores, hemos visto el lenguaje matemático necesario para construir
una descripción de la geometría del espacio‐tiempo, siguiendo un camino similar al
realizado por Einstein en su búsqueda de una nueva teoría de la gravitación. En este
punto, Einstein se planteó cómo extender la teoría de la relatividad especial para in‐
cluir la gravedad. Para conseguirlo, durante los 10 años que tardó en llegar a la teoría
de la Relatividad General, desarrolló una serie de principios físicos que sirven de guía
para llegar a la ecuación de campo de Einstein, que establece la conexión fundamental
entre la geometría del universo y la naturaleza física del mismo.

En este tema, veremos los principios básicos de la Relatividad General, siendo el más
fundamental el principio de Equivalencia, que volvemos a plantear para hacer una co‐
𝑎
nexión entre la métrica 𝑔𝑎𝑏 y la conexión Γ𝑏𝑐 , conceptos de la geometría diferencial,
y las fuerzas y los potenciales gravitatorios, propios de una teoría de la gravitación.
A continuación, consideramos estudiar las ecuaciones que describen la desviación de
las trayectorias, primero para gravedad newtoniana, y luego planteando la versión re‐
lativista: la ecuación de desviación geodésica; además, por correspondencia entre la
parte espacial de la ecuación de desviación geodésica y la versión newtoniana, obte‐
nemos una primera versión de las ecuaciones de Einstein, las ecuaciones de campo
en el vacío, 𝐺𝑎𝑏 = 0.

A partir de este resultado, planteamos, partiendo de los principios de la RG, una ver‐
sión de las ecuaciones de Einstein para un universo en el que haya una fuente de la cur‐
vatura, la distribución de materia y energía del universo, dada por el tensor de energía‐
momento 𝑇𝑎𝑏 . De esta forma, las ecuaciones de campo de Einstein, 𝐺𝑎𝑏 = 𝑘𝑇𝑎𝑏 , esta‐
blecen la relación entre la geometría del espacio‐tiempo y la distribución de materia y
energía. Esta conexión entre las características matemáticas y físicas del universo nos

Relatividad y cosmología
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Tema 4. Ideas clave
lleva a plantearnos los tensores energía‐momento para el polvo, el fluido perfecto y
el campo electromagnético (planteando para este último una versión tensorial de las
ecuaciones de Maxwell), pues nos permiten conocer cómo modifican la curvatura del
universo por medio de las ecuaciones de Einstein.

Finalmente, estudiaremos la estructura de las ecuaciones de campo de Einstein para


plantear métodos que nos permitan llegar a una solución: la búsqueda de simetrías
que simplifiquen las ecuaciones, y métodos de aproximación. Entre estos últimos, es‐
tudiamos la aproximación de campo débil, que nos permite obtener una versión linea‐
lizada de los tensores que describen la curvatura del espacio‐tiempo y de las propias
ecuaciones de Einstein. Esta aproximación no solo nos permite plantear las ecuacio‐
nes de campo como una ecuación de ondas (lo que nos permite introducir el concep‐
to de onda gravitatoria, que estudiaremos más adelante) sino que, usando el límite
newtoniano, nos permite obtener la última incógnita de las ecuaciones de campo, la
constante de acoplo 𝑘, por correspondencia con la mecánica newtoniana.

Para desarrollar el tema, usamos principalmente las siguientes fuentes: (D’Inverno,


1992; Schutz, 2009; Janssen, 2013). Con más detalle, los objetivos del tema son:

▸ Familiarizarte con los principios de la Relatividad General y su importancia.

▸ Aprender a plantear los tensores energía‐momento más relevantes.

▸ Entender la conexión entre la geometría del espacio‐tiempo y la distribución


de materia y energía.

▸ Comprender las ecuaciones de campo de Einstein, su interpretación física y su


estructura matemática.

▸ Familiarizarte con la aproximación de campo débil y aprender cómo obtener la


versión linealizada de los tensores de la RG y las ecuaciones de campo.

Relatividad y cosmología
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Tema 4. Ideas clave
4.2 Los principios de la relatividad general
En este apartado, daremos un recetario de los principios fundamentales de la RG, que
nos servirán como punto de partida para llegar a las ecuaciones de campo de la RG,
usando para ello la geometría diferencial planteada en temas anteriores.

El primer principio tiene un origen puramente filosófico, pues surge de plantearse pre‐
guntas que la teoría newtoniana deja sin responder: si las leyes de Newton solo son
válidas para sistemas de referencia inerciales, ¿qué forma toman en sistemas de re‐
ferencia no inerciales? ¿cómo podemos determinar si un sistema es inercial? Mach,
en 1893, partió considerando el concepto de movimiento vacío en significado, plan‐
teando que solo hay movimiento relativo respecto a otros cuerpos, y llegó a varias
conclusiones, de las que Einstein destacó los siguientes postulados:

Postulado 1: Principio de Mach

▸ La distribución de materia determina la geometría del espacio.

▸ Si no hay materia, no hay geometría.

▸ Un cuerpo en un universo vacío (y que por tanto no interacciona con nada)


no debería poseer ninguna propiedad inercial.

▸ En un sistema de referencia no inercial, surgen fuerzas adicionales, las fuer‐


zas inerciales, que son además proporcionales a la masa de la partícula.

El segundo principio, el más fundamental, es el ya conocido Principio de Equivalencia,


que podemos resumir en 4 postulados:

Postulado 2: Principio de Equivalencia

▸ El movimiento de una partícula prueba en un campo gravitatorio es inde‐


pendiente de su masa y cómo está distribuida.

▸ El campo gravitatorio está acoplado a todo. Este postulado incorpora la su‐


posición de que la materia no solo responde a un campo gravitatorio, sino

Relatividad y cosmología
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Tema 4. Ideas clave
que es su causa, y que, como materia y energía son equivalentes, tal y co‐
mo hemos visto en Relatividad Especial, esta suposición también es válida
para a energía.

▸ No hay observadores locales que puedan distinguir entre una caída libre
(sin rotación) en un campo gravitatorio y un movimiento uniforme en el
espacio en ausencia de campo gravitatorio.

▸ Un sistema de referencia acelerado (es decir, no inercial) respecto a un sis‐


tema de referencia inercial en relatividad especial es localmente idéntico a
un sistema de referencia en reposo en un campo gravitatorio. Por lo tanto,
la gravedad es un efecto que surge de no tratar con observadores inerciales.

Figura 1: Observadores 1‐4 del experimento mental de Einstein.

Los dos últimos postulados surgen al plantear el famoso experimento mental de Eins‐
tein, donde tenemos observadores en cuatro estados de movimiento distintos, que se
muestran en la Figura 1:

1. En el caso 1, una nave avanza con aceleración 𝑔 respecto a un observador iner‐


cial, que libera un objeto del reposo y ve cómo cae al suelo con aceleración 𝑔.

2. En el caso 2, la nave no acelera, con lo que se mueve con movimiento uniforme


respecto al observador inercial, con lo que si este observador libera un objeto
en reposo, este seguirá en reposo (respecto a la nave y el observador inercial).

3. En el caso 3, el observador se encuentra en la superficie de la Tierra, que ejerce


un campo gravitatorio (se desprecian la rotación y el movimiento orbital) tal que

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Tema 4. Ideas clave
al soltar el objeto en reposo, este cae al suelo con aceleración 𝑔.

4. Finalmente, en el caso 4, el observador cae por la acción de la gravedad terrestre


hacia el centro de la Tierra. En esta situación, el observador se encuentra en un
estado de ingravidez, y al soltar un objeto en reposo, este seguirá en reposo
(respecto al observador inercial).

Es evidente que, en este experimento, los casos 1 y 3 son indistinguibles, tal y como
enuncia el Postulado 2‐4, al igual que ocurre con los casos 2 y 4, como requiere el
Postulado 2‐3.

Veamos ahora cómo estos principios nos permiten reinterpretar la ecuación de mo‐
vimiento de las partículas. En relatividad especial, la ecuación de movimiento de una
partícula prueba es, para un sistema de referencia inercial (tomando coordenadas de
Minkowski):
𝑑 2 𝑥𝑎
= 0,
𝑑𝜏 2
que en un sistema de referencia no inercial, es equivalente a usar un sistema de coor‐
denadas general, de forma que la ecuación de movimiento incorpora términos nuevos:

𝑑 2 𝑥𝑎 𝑏
𝑎 𝑑𝑥 𝑑𝑥
𝑐
+ Γ𝑏𝑐 𝑑𝜏 𝑑𝜏 = 0 ,
𝑑𝜏 2

𝑎
siendo Γ𝑏𝑐 la conexión métrica de 𝑔𝑎𝑏 . Estos términos adicionales son los que incluyen
los efectos de las fuerzas inerciales que aparecen al ser un sistema no inercial. Enton‐
ces, el principio de equivalencia nos dice que al igual que con las fuerzas ficticias, las
𝑎
fuerzas gravitatorias deberían describirse en términos de la conexión métrica Γ𝑏𝑐 . Así,
𝑎
al interpretar Γ𝑏𝑐 como términos de las fuerzas gravitatorias, se hace evidente que po‐
demos considerar las componentes de la métrica 𝑔𝑎𝑏 como potenciales gravitatorios.

Finalmente, podemos plantear dos principios necesarios para extender la descripción


de la relatividad especial. Por un lado, si en la relatividad especial un principio fun‐
damental requería que los observadores inerciales fueran equivalentes, el principio
equivalente en RG ha de generalizarse:

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Tema 4. Ideas clave
Postulado 3: Principio de covariancia

El principio de covariancia o principio general de relatividad establece que las le‐


yes de la Física deben tomar la misma forma en todos los sistemas de referencia,
de forma que todos los observadores son equivalentes. Por lo tanto, las ecuacio‐
nes de la física han de escribirse en forma tensorial.

Por otro lado, el principio de corresponden‐


cia establece que, si bien la relatividad gene‐ Teoría de la gravitación
Relatividad General
de Newton
ral es una teoría más completa, esta ha es‐
tar en acuerdo con la relatividad especial en en ausencia de en ausencia de
gravedad gravedad
ausencia de gravedad, y con la teoría de la
gravitación de Newton en el límite de cam‐ Relatividad Especial Mecánica newtoniana

pos gravitatorios débiles y bajas velocidades


Figura 2: El principio de corresponden‐
(respecto de la velocidad de la luz), de acuer‐
cia de la RG.
do con el esquema de la Figura 2.

Todos estos principios llevan a una conclusión clara: localmente, es decir, desprecian‐
do variaciones en el campo gravitatorio, podemos recuperar la relatividad especial,
mientras que en casos no‐locales necesitamos una métrica no plana que puede inter‐
pretarse como los potenciales del campo gravitatorio. El principio de correspondencia
nos sugiere que necesitamos ecuaciones de campo de segundo orden en estos poten‐
ciales (es decir, en la métrica) para describir la interacción gravitatoria. Finalmente,
por el principio de covariancia, sabemos que estas ecuaciones de campo han de tener
carácter tensorial.

Finalmente, para ayudarnos a generalizar las fórmulas de la relatividad especial a la


RG, planteamos el Principio de Mínimo Acoplo, según el cual en un espacio curvo, los
campos no‐gravitacionales se acoplan únicamente a la métrica, y no al tensor de Rie‐
mann o sus contracciones. En la práctica, nos da una prescripción para generalizar las
leyes de la física a espacio‐tiempos curvos, que son las mismas que las de la relatividad
especial, pero reemplazando las derivadas parciales 𝜕𝑎 por derivadas covariantes ∇𝑎 y
la métrica de Minkowski 𝜂 𝑎𝑏 por la métrica general 𝑔 𝑎𝑏 . Einstein no llegó a plantear

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Tema 4. Ideas clave
este principio, pero lo usó implícitamente, y surge como una variante o aplicación de
la Navaja de Ockham a la relatividad.

4.3 Ecuaciones de campo en el vacío


Tomando como punto de partida los argumentos y postulados planteados anterior‐
mente, a continuación explotaremos el principio de correspondencia para reformular
la teoría newtoniana y, de forma natural, llegar a las ecuaciones de campo de la RG.

Ecuación de desviación newtoniana


Veamos que ocurre cuando dos partículas prueba ve‐
cinas caen en caída libre en un campo gravitatorio.
Podemos estudiar el movimiento de ambas partículas
en teoría newtoniana, pero empleando el formalismo
tensorial. Introducimos así las coordenadas cartesia‐
nas (𝑥𝛼 ) = (𝑥1 , 𝑥2 , 𝑥3 ) = (𝑥, 𝑦, 𝑧), donde los índices
griegos (𝛼 en este caso) van de 1 a 3. Entonces, el ele‐
mento de línea en el espacio euclídeo ℝ3 es:

𝑑𝜎 2 = 𝑑𝑥2 + 𝑑𝑦2 + 𝑑𝑧2 ,

Figura 3: Trayectorias de dos


de donde podemos extraer la métrica euclídea:
partículas prueba en caída li‐
bre por la acción de un campo
𝑔𝛼𝛽 = 𝛿𝛼𝛽 = diag(1, 1, 1) , (1) gravitatorio.

que coincide con la delta de Kronecker tridimensional. Como consecuencia, aunque ya


lo esperábamos de la teoría newtoniana, no hay distinción entre índices covariantes
y contravariantes (bajar o subir índices) en las ecuaciones, aunque mantendremos el
formalismo tensorial para poder hacer la comparación con las ecuaciones de la R. G.

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Tema 4. Ideas clave
Consideremos las trayectorias de dos partículas prueba de masa unidad en caída libre
por la acción de un campo gravitatorio de potencial 𝜙. Ambas partículas siguen las cur‐
vas 𝒞1 ,𝒞2 de tal forma que llegan a los puntos 𝑃 y 𝑄 en un tiempo 𝑡, como se muestra
en la Figura 3. Tomando por tanto el tiempo como parámetro, podemos obtener las
ecuaciones paramétricas de las curvas:

𝒞1 ∶𝑥𝛼 = 𝑥𝛼 (𝑡) , (2)

𝒞2 ∶𝑥𝛼 = 𝑥𝛼 (𝑡) + 𝜂 𝛼 (𝑡) , (3)

donde 𝜂 𝛼 es un vector (pequeño, ya que son partículas vecinas) que conecta los pun‐
tos de ambas curvas en tiempos iguales. Así, la segunda ley de Newton para ambas
partículas, de masa unidad, se puede escribir como:

𝒞1 ∶𝑥̈𝛼 = −(𝜕 𝛼 𝜙)𝑃 , (4)

𝒞2 ∶𝑥̈𝛼 + 𝜂 𝛼̈ = −(𝜕 𝛼 𝜙)𝑄 , (5)

donde 𝑥̈ denota derivada segunda respecto al tiempo, y el gradiente de potencial gra‐


vitatorio es:
𝜕𝜙 𝜕𝜙 𝜕𝜙
𝜕 𝛼 𝜙 = 𝛿 𝛼𝛽 𝜕𝛽 𝜙 = , , . (6)
( 𝜕𝑥 𝜕𝑦 𝜕𝑧 )

Por otro lado, como 𝜂 𝛼 es pequeño, podemos expandir en serie de Taylor, a primer
orden, el gradiente (𝜕 𝛼 𝜙)𝑄 en la Ecuación (5), usando la Ecuación (3), de forma que:

−(𝜕 𝛼 𝜙)𝑄 = −(𝜕 𝛼 𝜙)𝑃 − (𝜂 𝛽 𝜕𝛽 𝜕 𝛼 𝜙)𝑄 . (7)

Combinando este resultado, la Ecuación (2) y la Ecuación (3), llegamos a la ecuación


de desviación newtoniana:
𝜂 𝛼̈ + 𝐾 𝛼 𝛽 𝜂 𝛽 = 0 , (8)

donde hemos definido el tensor 𝐾 𝛼 𝛽 = 𝐾 𝛽 𝛼 = 𝜕 𝛼 𝜕𝛽 𝜙. Esta ecuación tiene una cone‐


xión directa con la ecuación de Laplace ∇2 𝜙=0 (que describe las ecuaciones de campo
de Newton en el vacío), ya que 𝜕 𝛼 𝜕𝛽 es equivalente, para 𝛼 = 𝛽, al operador laplaciano
∇, y por tanto el tensor 𝐾 𝛼 𝛽 tiene traza nula, es decir, 𝐾 𝛼 𝛼 = 0.

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Tema 4. Ideas clave
Ecuación de desviación geodésica
Ahora estamos interesados en obtener la versión relativista de la ecuación de desvia‐
ción newtoniana. De los axiomas de la relatividad especial vistos en temas anteriores,
sabemos que las partículas libres siguen trayectorias (geodésicas) de tipo temporal.
Suponiendo que esto es válido también en RG (gracias al principio de corresponden‐
cia), consideramos que las partículas se encuentran en una superficie bidimensional
𝒮 definida por una congruencia de geodésicas temporales.

La ecuación paramétrica para la superficie 𝒮 vie‐


ne dada por
𝑥𝑎 = 𝑥𝑎 (𝜏, 𝑣), (9)

donde 𝜏 es el tiempo propio a lo largo de las geo‐


désicas, y 𝑣 designa las distintas geodésicas de la
congruencia. Podemos definir dos campos vecto‐
riales en 𝒮 :

𝑑𝑥𝑎
𝑣𝑎 = , (10)
𝑑𝜏 Figura 4: Congruencia de geodé‐
𝑑𝑥𝑎
𝜉𝑎 = , (11) sicas temporales que definen una
𝑑𝑣 superficie 𝒮 y campos vectoriales
𝜈 𝑎 y 𝜉 𝑎 . Elaboración propia.
𝑎
de forma que 𝜈 es un vector tangente a la geo‐
désica temporal en cada punto, y 𝜉 𝑎 es un vector que conecta dos curvas vecinas de
la congruencia, tal y como se muestra en la Figura 4. El conmutador de 𝜈 𝑎 y 𝜉 𝑎 se
desvanece:

[𝜈, 𝜉]𝑎 = 𝜈 𝑏 𝜕𝑏 𝜉 𝑎 − 𝜉 𝑏 𝜕𝑏 𝜈 𝑎 ,
𝑑𝑥𝑏 𝑑𝑥𝑎 𝑑𝑥𝑏 𝑑𝑥𝑎 𝑑 2 𝑥𝑎 𝑑 2 𝑥𝑎
= 𝜕𝑏 − 𝜕𝑏 = − = 0,
𝑑𝜏 ( 𝑑𝑣 ) 𝑑𝑣 ( 𝑑𝜏 ) 𝑑𝜏𝑑𝑣 𝑑𝑣𝑑𝜏

ya que las derivadas parciales conmutan. Este resultado es tanto causa como conse‐
cuencia de que ambos campos vectoriales son formadores de la superficie, al ser las
curvas generadas por 𝜈 𝑎 y 𝜉 𝑎 las que forman la congruencia que define 𝒮 .

Por otro lado, de las propiedades de las derivadas de Lie, sabemos que el conmutador

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Tema 4. Ideas clave
[𝜈, 𝜉]𝑎 es igual a la derivada de Lie 𝐿𝜈 𝜉 𝑎 ,de modo que, reemplazando las derivadas
parciales por derivadas covariantes,

0 = 𝐿𝜈 𝜉 𝑎 = 𝜈 𝑏 ∇𝑏 𝜉 𝑎 − 𝜉 𝑏 ∇𝑏 𝜈 𝑎 = ∇𝜈 𝜉 𝑎 − ∇𝜉 𝜈 𝑎 . (12)

La derivada covariante de esta ecuación nos lleva a que se verifica la relación

∇𝜈 ∇𝜈 𝜉 𝑎 = ∇𝜈 ∇𝜉 𝜈 𝑎 . (13)

Para obtener la ecuación de la desviación geodésica a partir de todos los resultados


anteriores, planteamos la identidad

∇𝑋 (∇𝑌 𝑍 𝑎 ) − ∇𝑌 (∇𝑍 𝑍 𝑎 ) − ∇[𝑋,𝑌 ] 𝑍 𝑎 = 𝑅𝑎 𝑏𝑐𝑑 𝑍 𝑏 𝑋 𝑐 𝑌 𝑑 ,

tomando 𝑋 𝑎 = 𝑍 𝑎 = 𝜈 𝑎 e 𝑌 𝑎 = 𝜉 𝑎 , de forma que se anulan el tercer término


∇[𝑋,𝑌 ] 𝑍 𝑎 = ∇[𝜈,𝜉] 𝜈 𝑎 (al ser la derivada covariante de un tensor respecto del tensor
cero [𝜈, 𝜉] = 0 nula) y el segundo término ∇𝑌 ∇𝑍 𝑍 𝑎 = ∇𝜉 ∇𝜈 𝜈 𝑎 (ya que 𝜈 𝑎 es tangente
a la geodésica afín 𝜈, con lo que ∇𝜈 𝜈 𝑎 = 0). Así, el único término no nulo es

∇𝑋 ∇𝑌 𝑍 𝑎 = ∇𝜈 ∇𝜉 𝜈 𝑎 = 𝑅𝑎 𝑏𝑐𝑑 𝜈 𝑏 𝜈 𝑐 𝜉 𝑑 . (14)

Combinando la definición de la derivada total a lo largo de la geodésica,

𝐷2 𝜉 𝑎
2
= ∇𝜈 ∇𝜈 𝜉 𝑎 = ∇𝜈 ∇𝜉 𝜈 𝑎 , (15)
𝐷𝜏

donde hemos usado la Ecuación (13), con la Ecuación (14), llegamos al fin a la ecuación
de desviación geodésica:

𝐷2 𝜉 𝑎
2
− 𝑅𝑎 𝑏𝑐𝑑 𝜈 𝑏 𝜈 𝑐 𝜉 𝑑 = 0 . (16)
𝐷𝜏

Correspondencia newtoniana
La derivada total a lo largo de la geodésica en la Ecuación (16) es el análogo a la deriva‐
da del vector de conexión 𝜂 𝛼 a lo largo de la geodésica temporal en el caso newtoniano

Relatividad y cosmología
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Tema 4. Ideas clave
(Ecuación (8)). Sin embargo, como la Ecuación (16) incluye un 4‐vector 𝜉 𝑎 con compo‐
nentes temporal y 3 espaciales, tenemos que separar la información espacial de la
temporal para poder comparar ambas versiones de la ecuación de desviación.

Introducimos para ello el operador de proyección ℎ𝑎 𝑏 , que permite proyectar tensores


en el 3‐espacio ortogonal a 𝜈 𝑎 en cualquier punto P de 𝒮 , y que se define como:

ℎ𝑎 𝑏 ≡ 𝛿 𝑎 𝑏 − 𝜈 𝑎 𝜈𝑏 .

Este operador nos permite definir el vector de conexión ortogonal:

𝜂 𝑎 ≡ ℎ 𝑎 𝑏 𝜉 𝑏 = 𝜉 𝑎 − 𝜈 𝑎 𝜈𝑏 𝜉 𝑏 . (17)

Con esta definición del vector de conexión 𝜂 𝑎 , junto con la


conmutación de [𝜈, 𝜉] = 0, la propiedad ∇𝜈 𝜈 𝑎 = 0, y la
siguiente propiedad:

∇𝜉 (𝜈 𝑎 𝜈𝑎 ) = 𝜈 𝑎 (∇𝜉 𝜈𝑎 ) + 𝜈𝑎 (∇𝜉 𝜈 𝑎 ) = 2𝜈𝑎 ∇𝜉 𝜈 𝑎 = 0 ,

consecuencia de que el vector 𝜈 𝑎 es un vector tangente


unitario, con lo que 𝜈 𝑎 𝜈𝑎 = 𝑔𝑎𝑏 𝜈 𝑎 𝜈 𝑏 = 1,llegamos a que:

𝐷𝜉 𝑎 𝐷𝜂 𝑎
=∇𝜈 𝜉 𝑎 = ∇𝜈 (𝜂 𝑎 + 𝜈 𝑎 𝜈𝑏 𝜉 𝑏 ) = ∇𝜈 𝜂 𝑎 = . (18)
𝐷𝜏 𝐷𝜏
𝑎
Además, como el tensor de Riemann 𝑅𝑎 𝑏𝑐𝑑 es antisimé‐ Figura 5: Tétrada 𝑒𝑖 en
un punto P de 𝒞1 , y vec‐
trico en los índices 𝑐 y 𝑑: tor de conexión (con 𝒞2 )
ortogonal 𝜂 𝑎 en P.
𝑅𝑎 𝑏𝑐𝑑 𝜈 𝑏 𝜈 𝑐 𝜉 𝑑 = 𝑅𝑎 𝑏𝑐𝑑 𝜈 𝑏 𝜈 𝑐 (𝜂 𝑑 + 𝜈 𝑑 𝜈𝑒 𝜉 𝑒 ) = 𝑅𝑎 𝑏𝑐𝑑 𝜈 𝑏 𝜈 𝑐 𝜂 𝑑 ,

podemos al fin reescribir la Ecuación (16) de desviación geodésica en términos del


vector de conexión ortogonal, de forma análoga a la Ecuación (8):

𝐷2 𝜂 𝑎
2
− 𝑅𝑎 𝑏𝑐𝑑 𝜈 𝑏 𝜈 𝑐 𝜂 𝑑 = 0 . (19)
𝐷𝜏

No obstante, esta ecuación es todavía 4‐dimensional, por lo que necesitamos extraer

Relatividad y cosmología
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Tema 4. Ideas clave
la información de la componente espacial 3‐dimensional. Introducimos para ello una
base ortogonal de 3 vectores unitarios espaciales y ortogonales al vector unitario tem‐
poral 𝑒0 𝑎 = 𝜈 𝑎 :
𝑒𝛼 𝑎 = (𝑒1 𝑎 , 𝑒2 𝑎 , 𝑒3 𝑎 ) .

Los 4 vectores unitarios 𝑒𝑖 𝑎 (𝑖 = 0, 1, 2, 3) forman una tétrada con relaciones de orto‐


normalidad:
𝑒𝑖 𝑎 𝑒𝑗𝑎 = 𝜂𝑖𝑗 ,

donde 𝜂𝑖𝑗 = diag(−1, 1, 1, 1) es la métrica de Minkowski. Interpretando físicamente la


tétrada, 𝑒0 𝑎 = 𝜈 𝑎 es la 4‐velocidad de un observador que sigue la geodésica 𝒞1 ,y los
tres vectores espaciales 𝑒𝛼 𝑎 son vectores unitarios que definen un sistema de coorde‐
nadas (como p.e. la base cartesiana ⃗𝑖, 𝑗, ⃗ en un punto P de 𝒞1 . Podemos propagar la
⃗ 𝑘)
tétrada a lo largo de 𝒞1 mediante un transporte paralelo:

𝐷
(𝑒𝑖 𝑎 ) = 0 . (20)
𝐷𝜏

Adicionalmente, podemos definir la inversa de 𝑒𝑖 𝑎 , la base dual 𝑒𝑗 𝑎 imponiendo que:

𝑗
𝑒𝑖 𝑎 𝑒𝑗 𝑎 = 𝛿𝑖 , (21)

𝑗
donde 𝛿𝑖 es la delta de Kronecker, de forma que 𝑒0 𝑎 = 𝜈𝑎 (ya que 𝑒0 𝑎 𝑒0 𝑎 = 𝜈 𝑎 𝑒0 𝑎 = 1)
y 𝑒𝛼 𝑎 es la base dual de 𝑒𝛼 𝑎 (con 𝛼 = 1, 2, 3). Otra propiedad interesante la obtenemos
multiplicando la Ecuación (21) por 𝑒𝑖 𝑏 ,con lo que se verifica (𝑒𝑖 𝑏 𝑒𝑖 𝑎 ) 𝑒𝑗 𝑎 = 𝑒𝑗 𝑏 , y por
tanto podemos definir la delta de Kronecker tensorial como:

𝑒𝑖 𝑏 𝑒𝑖 𝑎 = 𝛿𝑏𝑎 . (22)

Definimos ahora las componentes espaciales del vector ortogonal de conexión 𝜂 𝑎 en‐
tre las geodésicas 𝒞1 y 𝒞2 , es decir, 𝜂 𝛼 (totalmente análogo al vector en la Ecuación (3)
del caso newtoniano), como:

𝜂 𝛼 = 𝑒𝛼 𝑎 𝜂 𝑎 , con 𝜂 0 = 𝑒0 𝑎 𝜂 𝑎 = 𝜈𝑎 (𝜉 𝑎 − 𝜈 𝑎 𝜈𝑏 𝜉 𝑏 ) = 0 . (23)

Con esta definición, se hace evidente que para obtener la parte espacial de la Ecua‐

Relatividad y cosmología
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Tema 4. Ideas clave
ción (19), contraemos esta con 𝑒𝛼 𝑎 , de forma que, por la Ecuación (20), y la propiedad:

𝜂 𝑑 = 𝛿𝑐𝑑 𝜂 𝑐 = 𝑒𝑖 𝑑 𝑒𝑖 𝑐 𝜂𝑐 = 𝑒0 𝑑 𝑒0 𝑐 𝜂 𝑐 + 𝑒𝛽 𝑑 𝑒𝛽 𝑐 𝜂 𝑐 = 𝑒𝛽 𝑑 𝜂 𝛽 ,

(obtenida usando la Ecuación (22), y la Ecuación (23)), obtenemos que la parte espacial
de la ecuación de desviación geodésica es:

𝐷2 𝜂 𝛼
2
+ 𝐾 𝛼 𝛽 𝜂 𝛽 = 0, con 𝐾 𝛼 𝛽 = −𝑅𝑎 𝑏𝑐𝑑 𝑒𝛼 𝑎 𝜈 𝑏 𝜈 𝑐 𝑒𝛽 𝑑 , (24)
𝐷𝜏

siendo totalmente análoga a la Ecuación (8), tal y como buscábamos.

Las ecuaciones de campo de la RG en el vacío


Hemos visto que, en conexión directa con la ecuación de Laplace, las ecuaciones de
campo en teoría newtoniana pueden expresarse como la nulidad de la traza del tensor
𝐾 𝛼 𝛽 . Como en la Ecuación (24) obtenemos el tensor 𝐾 𝛼 𝛽 en términos del tensor de
Riemann, la base de vectores ortogonales espaciales 𝑒𝛼 𝑎 (y su dual 𝑒𝛼 𝑎 ) y los campos
vectoriales 𝜈 𝑎 , que la traza de 𝐾 𝛼 𝛽 sea nula implica que:

𝐾 𝛼 𝛼 = 𝑅𝑎 𝑏𝑐𝑑 𝑒𝛼 𝑎 𝜈 𝑏 𝜈 𝑐 𝑒𝛼 𝑑 = 0 .


Como 𝑒0 𝑎 = 𝜈 𝑎 , si introducimos un sistema de coordenadas especial en P, 𝑒𝑖 𝑎 = 𝛿𝑖 𝑎 ,
la identidad anterior se reduce, para este sistema de coordenadas, y haciendo uso de
la antisimetría del tensor de Riemann, a un escalar:

∗ ∗ ∗
0 = 𝑅𝑎 00𝑎 = 𝑅𝑎 𝑏𝑐𝑎 𝛿0𝑏 𝛿0𝑐 = 𝑅𝑎 𝑏𝑐𝑎 𝜈 𝑏 𝜈 𝑐 = −𝑅𝑎 𝑏𝑎𝑐 𝜈 𝑏 𝜈 𝑐 = −𝑅𝑏𝑐 𝜈 𝑏 𝜈 𝑐 .

Como 𝑅𝑏𝑐 𝜈 𝑏 𝜈 𝑐 es un escalar, si es nulo en un sistema de coordenadas, lo será en cual‐


quier otro sistema de coordenadas. Además, como es nulo para todos los observado‐
res (es decir, para todas las curvas temporales 𝜈 𝑎 en P), se verifica que [𝑅𝑎𝑏 ]𝑃 = 0.
Finalmente, como el punto P escogido es arbitrario, podemos generalizar para toda la
congruencia de geodésicas, de forma que llegamos al fin a las ecuaciones de campo

Relatividad y cosmología
15
Tema 4. Ideas clave
de la RG en el vacío:

1
𝑅𝑎𝑏 = 0 → 𝑅 = 𝑔 𝑎𝑏 𝑅𝑎𝑏 = 0 → 𝐺𝑎𝑏 = 𝑅𝑎𝑏 − 𝑔𝑎𝑏 𝑅 = 0 , 𝐺𝑎𝑏 = 0 .
2

4.4 Ecuaciones de campo de la RG


Llegar a las ecuaciones de campo en el vacío ha llevado un largo proceso, con lo que
para ubicarnos de cara a plantear las ecuaciones de campo de la RG, conviene resaltar
los principales resultados obtenidos:

▸ Por el principio de equivalencia, sabemos que, localmente, no podemos distin‐


guir entre los efectos de un campo gravitatorio y una fuerza inercial uniforme,
con lo que la gravedad puede considerarse como una fuerza inercial. También
nos dice que, para un observador en caída libre en un campo gravitatorio, po‐
demos ignorar localmente la gravedad y recuperar así la relatividad especial (lo
que lleva a plantear el principio de correspondencia).

▸ Suponemos, considerando los axiomas de la relatividad especial, que la ecua‐


ción de movimiento de las partículas libres se corresponde con geodésicas tem‐
porales. De esta forma, en sistemas de referencia no inerciales, aparecen los
efectos de fuerzas inerciales en términos que incorporan la conexión métrica.

▸ Como las fuerzas gravitatorias se pueden expresar en términos de la conexión


métrica, podemos considerar la métrica como los potenciales gravitatorios en
la nueva teoría de la gravitación. Así, en analogía con la teoría newtoniana, bus‐
camos que las ecuaciones de campo se correspondan con un set de ecuaciones
diferenciales de segundo orden de los potenciales (es decir, de la métrica). Ade‐
más, por el principio de covariancia, estas ecuaciones han de ser tensoriales.

▸ Para percibir un campo gravitatorio, en lugar de tratar de medirlo directamente,


hay que observar la variación del mismo. Esto es debido a que la variación del
campo gravitatorio es la que causa que partículas vecinas viajen en geodésicas
temporales, cuya convergencia viene descrita por tensor de Riemann mediante

Relatividad y cosmología
16
Tema 4. Ideas clave
la ecuación de desviación de las geodésicas.

▸ Como el tensor de Riemann incluye derivadas parciales de segundo orden de la


métrica, las ecuaciones de campo de la RG han de incluir el tensor de Riemann.
Además, por correspondencia con las ecuaciones de campo newtonianas, que
están expresadas en términos de un tensor contraído, hemos de considerar una
contracción del tensor de Riemann, el tensor de Ricci.

Sabemos del principio de equivalencia que la gravedad es una manifestación de la


curvatura del espacio (y por tanto una propiedad geométrica del espacio‐tiempo). Es‐
ta curvatura es descrita por el tensor 𝐺𝑎𝑏 . Como veremos más adelante, la fuente
de esta curvatura es la materia, energía y momento, que viene descrita por el ten‐
sor de energía‐momento 𝑇𝑎𝑏 . Para describir de forma cualitativa la interacción entre
el espacio‐tiempo y la materia (y la energía), planteamos las ecuaciones de Einstein
(ecuaciones de campo de la R. G.), que son de la forma:

𝐺𝑎𝑏 = 𝑘𝑇𝑎𝑏 , (25)

donde 𝑘 = 8𝜋𝐺/𝑐 4 es la constante de acoplo. Alternativamente, las ecuaciones de


campo de la relatividad se pueden obtener usando el lagrangiano de la relatividad
general mediante el principio variacional (ver p. e. (D’Inverno, 1992, Tema 11)).

Podemos determinar la constante de acoplo por el principio de correspondencia, ya


que la Ecuación (25) ha de reducirse a la ecuación de Poisson en el límite newtoniano.
Además, las ecuaciones de campo de Einstein también verifican el principio de Mach,
pues la materia (𝑇𝑎𝑏 ) determina la geometría (𝐺𝑎𝑏 ) y por tanto es la causa de efectos
inerciales, y el principio de covariancia, al tener forma tensorial.

Ŏ Accede al vídeo: El formalismo lagrangiano de la Relatividad General (II).

Relatividad y cosmología
17
Tema 4. Ideas clave
El tensor de curvatura 𝐺𝑎𝑏
Para completar la descripción de las ecuaciones de Einstein, hemos de identificar el
tensor 𝐺𝑎𝑏 , a partir de ciertas restricciones matemáticas y físicas a las que ha de estar
sujeto, y que se extraen de los puntos planteados previamente:

▸ El tensor de curvatura 𝐺𝑎𝑏 de la ecuación de Einstein ha de ser, al igual que 𝑇𝑎𝑏 ,


un tensor 2‐covariante.

▸ 𝐺𝑎𝑏 es un objeto puramente geométrico, y por tanto solo puede ser función de
la métrica y sus derivadas.

▸ La ley de conservación de energía ∇𝑎 𝑇 𝑎𝑏 = 0 implica que ∇𝑎 𝐺𝑎𝑏 = 0.

▸ podemos identificar las componentes de la métrica con potenciales gravitato‐


rios (siendo 𝑔00 el potencial gravitatorio newtoniano). En consecuencia, para
obtener una teoría dinámica y recuperar la ecuación de Poisson en el límite new‐
toniano, 𝐺𝑎𝑏 debe contener derivadas segundas de la métrica, siendo la manera
más natural de describirlo mediante contracciones del tensor de Riemann.

▸ para obtener una ecuación diferencial de segundo orden, 𝐺𝑎𝑏 ha de ser lineal
en el tensor de Riemann.

Estas condiciones determinan unívocamente 𝐺𝑎𝑏 , ya que la expresión más general pa‐
ra un tensor simétrico de rango 2‐covariante, construido a partir de la métrica y sus
derivadas segundas, y lineal en el tensor de Riemann, es de la forma:

𝐺𝑎𝑏 = 𝑅𝑎𝑏 + 𝛼𝑔𝑎𝑏 𝑅 + 𝑔𝑎𝑏 Λ(𝑥) , (26)

con 𝛼 es una constante a determinar y Λ(𝑥) una función escalar de dimensiones 𝑀𝐿−3 .

Exigir la conservación de la energía (∇𝑎 𝐺𝑎𝑏 = 0) implica que 𝛼 = −1/2 y que Λ es una
constante, la denominada constante cosmológica (ya que ∇𝑐 𝑔𝑎𝑏 = 0). Como veremos
al estudiar cosmología relativista, el valor de la constante cosmológica no está deter‐
minado por la teoría, y representa una fuerza universal (repulsiva si Λ > 0 y atractiva si
Λ < 0). Físicamente, se puede interpretar como la energía del vacío, y se la considera

Relatividad y cosmología
18
Tema 4. Ideas clave
habitualmente parte del tensor de energía‐momento como la componente:

(Λ)
𝑇𝑎𝑏 = Λ𝑔𝑎𝑏 ,

que es equivalente al tensor energía‐momento de un fluido perfecto con Λ = 𝜌 = −𝑃 .

Si exigimos también que para el espacio plano, 𝐺𝑎𝑏 = 0 (lo que supone exigir encontrar
el espacio de Minkowski entre las posibles soluciones), entonces Λ = 0 y el tensor de
curvatura 𝐺𝑎𝑏 es el tensor de Einstein:

1
𝐺𝑎𝑏 = 𝑅𝑎𝑏 − 𝑔𝑎𝑏 𝑅 . (27)
2

Podemos reducir fácilmente la Ecuación (25) a las ecuaciones de campo en el vacío


reescribiendo la ecuación de Einstein sin traza. Para ello, contraemos la Ecuación (25),
con el tensor 𝐺𝑎𝑏 descrito por la Ecuación (27), con la métrica 𝑔 𝑎𝑏 ,de forma que, como
𝑔 𝑎𝑏 𝑔𝑎𝑏 = 4, 𝑔 𝑎𝑏 𝑅𝑎𝑏 = 𝑅,y definiendo 𝑔 𝑎𝑏 𝑇𝑎𝑏 = 𝑇 , encontramos que:

𝑅 = −𝑘𝑇 .

Sustituyendo en la Ecuación (25), obtenemos las ecuaciones de Einstein sin traza:

1
𝑅𝑎𝑏 = 𝑘 (𝑇𝑎𝑏 − 𝑔𝑎𝑏 𝑇 ) , (28)
2

y como en el vacío 𝑇𝑎𝑏 = 0, la Ecuación (28) se reduce a 𝑅𝑎𝑏 = 0 → 𝐺𝑎𝑏 = 0 .

Formulación axiomática de la R. G.

Postulado 4: Axiomas de la R. G.

El espacio y el tiempo son representados por una variedad 4‐dimensional con una
𝑎
conexión simétrica afín Γ𝑏𝑐 y un tensor métrico 𝑔𝑎𝑏 que satisfacen las propiedades:

𝑎
▸ La métrica tiene signatura +2 y Γ𝑏𝑐 es la conexión métrica.

▸ Compatibilidad con la métrica,∇𝑐 𝑔𝑎𝑏 = 0.

Relatividad y cosmología
19
Tema 4. Ideas clave
▸ 𝐺𝑎𝑏 = 𝑘𝑇𝑎𝑏 .

Además, existen ciertas curvas privilegiadas en la variedad: las partículas libres


siguen geodésicas temporales y los rayos de luz geodésicas nulas; un observador
con un reloj ideal en una curva temporal mide el tiempo propio 𝑑𝜏 2 = 𝑔𝑎𝑏 𝑑𝑥𝑎 𝑑𝑥𝑏 .

4.5 Tensor energía‐momento 𝑇𝑎𝑏


A partir del principio de equivalencia, hemos llegado a una forma de describir el cam‐
po gravitatorio como la curvatura del espacio‐tiempo, dada por el tensor 𝐺𝑎𝑏 . Sin em‐
bargo, todavía tenemos que determinar qué es exactamente lo que curva el espacio
y cómo describirlo. De la teoría de la gravedad newtoniana, sabemos que la fuente
de la fuerza gravitatoria es la masa de los objetos en el espacio‐tiempo. Por lo tanto,
por correspondencia con la teoría newtoniana, cabe esperar que la materia sea la que
curva el espacio.

Pero no es la única fuente de curvatura; en relatividad especial, vimos que la masa es


una de las posibles manifestaciones de la energía de un objeto, de forma que es posible
convertir masa en energía y viceversa. Por lo tanto, en Relatividad General, el campo
gravitatorio, y por tanto la curvatura del espacio‐tiempo, estará acoplado a cualquier
tipo de energía y momento presente en el espacio (incluyendo la materia y cualquier
tipo de campos que interaccionen con esta, como p.e. el campo electromagnético).

Para describir la energía y el momento de la materia, usamos el tensor energía‐momento,


𝑇𝑎𝑏. A continuación veremos los 3 tensores energía‐momento de mayor relevancia en
RG, y que describen el polvo, el fluido perfecto y el campo electromagnético como
fuentes de curvatura.

Tensor energía‐momento de materia incoherente

Relatividad y cosmología
20
Tema 4. Ideas clave
Empezamos por la distribución de materia más sencilla,
el polvo o materia incoherente (también llamada mate‐
ria fría o no‐relativista), caracterizada por la no‐interacción
entre las partículas que la componen. Para caracterizar el
polvo, necesitamos dos propiedades de la distribución de
Figura 6: Líneas de univer‐
materia. Por un lado, definimos el campo vectorial de 4‐
so (geodésicas tempora‐
velocidad del flujo de partículas: les) de las partículas de
polvo; el parámetro afín
𝑑𝑥𝑎 es el tiempo propio 𝜏.
𝑢𝑎 = ,
𝑑𝜏

donde 𝜏 es el tiempo propio a lo largo de la geodésica temporal (la trayectoria) que


describen las partículas (ver la Figura 6). Por otro lado, para describir la densidad pro‐
pia del flujo de partículas, es decir, la densidad que mediría un observador comóvil al
propio flujo de partículas, como:

𝜌0 = 𝜌0 (𝑥) .

Por lo tanto, el tensor energía‐momento del polvo (es decir, el tensor de rango 2 más
sencillo que podemos construir con estas dos cantidades) viene dado por

𝑇 𝑎𝑏 = 𝜌0 𝑢𝑎 𝑢𝑏 , (29)

en unidades relativistas, con 𝑐 = 1 (en unidades no relativistas, requiere de un factor


𝑐 2 ).

Estudiemos este tensor en relatividad especial, con lo que la 4‐velocidad es (en uni‐
dades relativistas)
𝑢𝑎 = 𝛾(1, 𝑢⃗) ,

2 −1/2
donde 𝑢⃗ = ⃖⃖⃗
3 𝑢 es la 3‐velocidad y 𝛾 = (1 − 𝑢 ) , y en coordenadas de Minkowski
(con métrica 𝜂𝑎𝑏 = diag(−1, 1, 1, 1)), (𝑥0 , 𝑥1 , 𝑥2 , 𝑥3 ) = (𝑡, 𝑥, 𝑦, 𝑧). El tiempo propio en

Relatividad y cosmología
21
Tema 4. Ideas clave
el espacio‐tiempo de Minkowski viene dado por:

𝑑𝜏 2 = −𝑑𝑠2 = −𝜂𝑎𝑏 𝑑𝑥𝑎 𝑑𝑥𝑏 = 𝑑𝑡2 − 𝑑𝑥2 − 𝑑𝑦2 − 𝑑𝑧2

= 𝑑𝑡2 (1 − 𝑢2 ) = 𝛾 −2 𝑑𝑡2 ,

y por tanto la componente 0‐0 del tensor energía‐momento es:

𝑑𝑥0 𝑑𝑥0 𝑑𝑡2


𝑇 00 = 𝜌0 = 𝜌0 2 = 𝛾 2 𝜌0 .
𝑑𝜏 𝑑𝜏 𝑑𝜏

Físicamente, podemos interpretar esta componente del tensor energía‐momento co‐


mo la densidad:
𝜌 = 𝛾 2 𝜌0 , (30)

que mide un observador en reposo (en su sistema de referencia propio) cuando la


distribución de materia de densidad 𝜌0 fluye a través del observador con velocidad
𝑢⃗. 𝑇 00 será por tanto (con un factor 𝑐 2 en unidades no relativistas) la densidad de
energía relativista de la distribución de materia. De esta forma, podemos escribir el
tensor energía‐momento del polvo en todas sus componentes como:

⎡ 1 𝑢𝑥 𝑢𝑦 𝑢𝑧 ⎤
⎢ ⎥
⎢ 𝑢𝑥 𝑢2𝑥 𝑢𝑥 𝑢𝑦 𝑢𝑥 𝑢𝑧 ⎥
𝑇 𝑎𝑏 = 𝜌⎢ ⎥. (31)
⎢ 𝑢𝑦 𝑢𝑥 𝑢𝑦 𝑢2𝑦 𝑢𝑦 𝑢𝑧 ⎥⎥

⎢ 𝑢𝑧 𝑢𝑥 𝑢𝑧 𝑢𝑦 𝑢𝑧 𝑢2𝑧 ⎥⎦

Ejemplo 1. Ecuaciones del movimiento del polvo


Obtenidas las componentes del tensor energía‐momento (en la Ecuación (31)),
podemos demostrar que las ecuaciones que gobiernan el movimiento libre de la
distribución de partículas que componen el polvo se pueden expresar de forma
compacta como:
𝜕𝑏 𝑇 𝑎𝑏 = 0. (32)

Para ello, estudiamos por separado los casos 𝑎 = 0 y 𝑎 = 𝛼 (con 𝛼 = 1, 2, 3).

Relatividad y cosmología
22
Tema 4. Ideas clave
Cuando 𝑎 = 0, la Ecuación (32) resulta dar la ecuación de continuidad:

𝜕𝜌 𝜕𝜌 𝜕 𝜕 𝜕
𝜕𝑏 𝑇 0𝑏 = + ∇ ⋅ (𝜌⃗𝑢) = + (𝜌𝑢𝑥 ) + (𝜌𝑢𝑦 ) + (𝜌𝑢𝑧 ) = 0 , (33)
𝜕𝑡 𝜕𝑡 𝜕𝑥 𝜕𝑦 𝜕𝑧

donde ∇ ⋅ (𝜌⃗𝑢) = 𝜕𝛼 (𝜌𝑢𝛼 ) es la divergencia de 𝜌⃗𝑢. En dinámica clásica de fluidos,


esta ecuación describe la conservación de una distribución de materia de den‐
sidad 𝜌 con velocidad 𝑢⃗. En relatividad especial, al existir una equivalencia entre
materia y energía, 𝜕𝑏 𝑇 0𝑏 = 0 es la ecuación de conservación de la energía. Por
otro lado, cuando 𝑎 = 𝛼, la Ecuación (32) es de la forma:

𝜕 𝜕 𝜕 𝜕
𝜕𝛼 𝑇 0𝛼 = (𝜌⃗𝑢) + (𝜌𝑢𝑥 𝑢⃗) + (𝜌𝑢𝑦 𝑢⃗) + (𝜌𝑢𝑧 𝑢⃗) = 0⃗ . (34)
𝜕𝑡 𝜕𝑥 𝜕𝑦 𝜕𝑧

Combinando ambas expresiones, obtenemos la siguiente expresión:

𝜕⃗𝑢
𝜌 + 𝑢⃗ ⋅ ∇) 𝑢⃗ = 0⃗ , (35)
[ 𝜕𝑡 ( ]

con 𝑢⃗ ⋅ ∇ = 𝑢𝑎 𝜕𝑎 , que es similar a la ecuación de Navier‐Stokes para describir el


movimiento de un fluido perfecto en dinámica clásica de fluidos:

𝜕⃗𝑢 ⃗
𝜌 + 𝑢⃗ ⋅ ∇) 𝑢⃗ = −∇𝑝 + 𝜌𝑋, (36)
[ 𝜕𝑡 ( ]

donde 𝑝 es la presión en el fluido y 𝑋⃗ la fuerza por unidad de masa que actúa


sobre el fluido) en ausencia de presión y fuerzas externas.

De los resultados del Ejemplo 1, queda claro que la Ecuación (32) es la ecuación de
conservación de la energía‐momento para una métrica plana en relatividad especial;
si la métrica no es plana, entonces la derivada parcial se reemplaza por una derivada
covariante, de forma que la ecuación de conservación de la energía‐momento para la
R. G. (por correspondencia con la relatividad especial, usando el Principio de Mínimo
Acoplo) es:
∇𝑏 𝑇 𝑎𝑏 = 0. (37)

Relatividad y cosmología
23
Tema 4. Ideas clave
Tensor energía‐momento del fluido perfecto
En el caso de un fluido perfecto, además del campo vectorial de 4‐velocidad del flujo
𝑢𝑎 = 𝑑𝑥𝑎 /𝑑𝜏 y el campo de densidad propia del fluido 𝜌0 = 𝜌0 (𝑥), necesitamos el
campo de presión (escalar) 𝑃 = 𝑃 (𝑥). En ausencia de presión y fuerzas externas, el
tensor energía‐momento del fluido perfecto se reducirá al tensor energía‐momento
del polvo (Ecuación (29)), y por tanto ha de ser de la forma:

𝑇 𝑎𝑏 = 𝜌0 𝑢𝑎 𝑢𝑏 + 𝑝𝑆 𝑎𝑏 , (38)

siendo 𝑆 𝑎𝑏 un tensor simétrico por determinar. Para el fluido perfecto, solo hay dos
tensores posibles de rango 2, la métrica 𝑔 𝑎𝑏 y el tensor 𝑢𝑎 𝑢𝑏 , con lo que es sencillo
suponer que el tensor 𝑆 𝑎𝑏 = 𝜆𝑢𝑎 𝑢𝑏 + 𝜇𝑔 𝑎𝑏 , con 𝜆, 𝜇 constantes.

Siguiendo un procedimiento similar al caso del tensor energía‐momento de la ma‐


teria incoherente (polvo), investigamos la ecuación de conservación de la energía‐
momento, 𝜕𝑏 𝑇 𝑎𝑏 = 0, en relatividad especial con coordenadas de Minkowski (caso
particular de espacio plano con métrica 𝑔 𝑎𝑏 = 𝜂 𝑎𝑏 ). Al imponer que se cumpla esta
condición, para el tensor de energía momento dado por la Ecuación (38), tenemos
que llegar a las leyes de conservación de energía y momento en su versión relativista,
es decir:

𝜕𝑏 ((𝜌0 + 𝑃 )𝑢𝑏 ) = 𝜕𝑏 (𝜌0 𝑢𝑏 ) + 𝑃 𝜕𝑏 𝑢𝑏 = 0, (39)

(𝜌0 + 𝑃 )𝑢𝑏 𝜕𝑏 𝑢𝛼 + 𝜕 𝛼 𝑃 + 𝜕 𝑏 𝑃 𝑢𝑏 𝑢𝛼 = 0. (40)

En consecuencia, obtenemos que 𝜆 = 1, 𝜇 = 1, y por tanto el tensor energía‐momento


del fluido perfecto es:
𝑇 𝑎𝑏 = (𝜌0 + 𝑃 )𝑢𝑎 𝑢𝑏 + 𝑃 𝑔 𝑎𝑏 , (41)

y la ecuación de conservación de la energía‐momento para la RG (por correspondencia


con la relatividad especial para métricas no planas, usando el Principio de Mínimo
Acoplo) es:
∇𝑏 𝑇 𝑎𝑏 = 0. (42)

Finalmente, 𝑃 y 𝜌 están relacionadas por una ecuación de estado característica del

Relatividad y cosmología
24
Tema 4. Ideas clave
fluido, de la forma 𝑃 = 𝑃 (𝜌, 𝑇 ), donde 𝑇 es la temperatura. En sistemas en las que la
temperatura sea constante, la ecuación de estado se reduce a 𝑃 = 𝑃 (𝜌). Veremos que
en cosmología, se suele suponer una relación lineal entre presión y densidad, 𝑃 = 𝜔𝜌,
siendo 𝜔 el parámetro de la ecuación de estado, y que permite representar distintos
fluidos perfectos en función de su valor (p.e. la materia como materia fría o polvo
viene dada por 𝜔 = 0, mientras que la radiación o materia relativista se caracteriza
por 𝜔 = 1/3).

Las ecuaciones de Maxwell


La presencia de campos adicionales al campo gravitatorio en el espacio‐tiempo tam‐
bién se puede describir con un tensor energía‐momento. Es especialmente relevante
en RG el tensor energía‐momento de Maxwell, que incorpora en las ecuaciones de
Einstein el efecto de los campos electromagnéticos sobre otros campos o sobre partí‐
culas cargadas en el espacio‐tiempo.

Para poder plantear el tensor energía‐momento de Maxwell, necesitamos primero re‐


formular las ecuaciones de Maxwell siguiendo un formalismo tensorial. En relatividad
especial, en coordenadas de Minkowski, las ecuaciones de Maxwell en el vacío se pue‐
den separar en dos pares, las ecuaciones de fuente del campo electromagnético:

⃖⃖
∇⃗ ⋅ 𝐸⃗ = 𝜌 (43)

⃖⃖ 𝜕 𝐸⃗
∇⃗ × 𝐵⃗ − ⃗
= 𝑗, (44)
𝜕𝑡

y las ecuaciones internas:

⃖⃖
∇⃗ ⋅ 𝐵⃗ = 0 (45)

⃖⃖ 𝜕 𝐵⃗ ⃗
∇⃗ × 𝐸⃗ + = 0, (46)
𝜕𝑡

donde 𝐸⃗ es el campo eléctrico, 𝐵⃗ el campo magnético, 𝜌 la densidad de carga y 𝑗⃗


la densidad de corriente; esta versión de las ecuaciones de Maxwell está escrita en
unidades de Lorentz (con 𝑐 = 1, 𝜀0 = 1 y 𝜇0 = 1).

Relatividad y cosmología
25
Tema 4. Ideas clave
Figura 7: Ley de Gauss para el campo
eléctrico. Figura 8: Ley de Ampère.

Figura 9: Ley de Gauss para el campo Figura 10: Ley de Faraday: inducción
magnético. electromagnética.

La Ecuación (43) es la ley de Gauss del campo eléctrico (Figura 7), y explica la relación
entre el flujo del campo eléctrico a través una superficie cerrada con la carga neta
encerrada por dicha superficie. La ley de Ampère generalizada (Ecuación (44), ver Fi‐
gura 8) relaciona el campo magnético con el flujo de corriente, y el término con 𝐸⃗
incorpora el desplazamiento de corriente. La Ecuación (45) es la ley de Gauss del cam‐
po magnético, e indica que las líneas de los campos magnéticos deben ser cerradas y
que los monopolos magnéticos no existen (como se muestra en la Figura 9). Finalmen‐
te, la Ecuación (46) es la ley de Faraday de la inducción electromagnética, que origina
una fuerza electromotriz en el seno de un campo magnético variable (y puede crear

Relatividad y cosmología
26
Tema 4. Ideas clave
un potencial eléctrico, como se esquematiza en la Figura 10).

La densidad de carga y la densidad de corriente están relacionadas por medio de la


ecuación de continuidad:
𝜕𝜌 ⃗ ⃗
+ ∇ ⋅ 𝑗 = 0, (47)
𝜕𝑡
que se obtiene fácilmente sumando la Ecuación (43) derivada respecto del tiempo y la
divergencia de la Ecuación (44) (donde el término con el campo magnético se anula,
⃗⋅ ∇
ya que la divergencia del rotacional es ∇ ⃗ ⃗
( × 𝐵 ) = 0). Además, si interpretamos la
densidad de corriente como 𝑗⃗ = 𝜌⃗𝑢, donde 𝑢⃗ es el campo de velocidad de las cargas en
un material con densidad de carga 𝜌, entonces la Ecuación (47) de continuidad para
cargas eléctricas es idéntica a la Ecuación (33) de continuidad de la dinámica de fluidos.

Para plantear la descripción de los campos electromagnéticos en RG, necesitamos es‐


cribir estas expresiones en un formalismo tensorial. Definimos para ello, en la métrica
de Minkowski 𝜂𝑎𝑏 = diag(−1, 1, 1, 1), el tensor del campo electromagnético o tensor
de Maxwell,
⎡ 0 −𝐸𝑥 −𝐸𝑦 −𝐸𝑧 ⎤
⎢ ⎥
⎢ 𝐸𝑥 0 𝐵𝑧 −𝐵𝑦 ⎥
𝐹 𝑎𝑏 =⎢ ⎥, (48)
⎢ 𝐸𝑦 −𝐵𝑧 0 𝐵𝑥 ⎥⎥

⎢ 𝐸𝑧 𝐵𝑦 −𝐵𝑥 0 ⎥⎦

un tensor de rango 2 anti‐simétrico, y el 4‐vector densidad de corriente:

𝑗 𝑎 = (𝜌, 𝑗⃗) . (49)

Así, podemos reescribir las ecuaciones de Maxwell como (Ejercicio 1):

𝜕𝑏 𝐹 𝑎𝑏 = 𝑗 𝑎 , (50)

𝜕𝑎 𝐹𝑏𝑐 + 𝜕𝑐 𝐹𝑎𝑏 + 𝜕𝑏 𝐹𝑐𝑎 = 𝜕[𝑎 𝐹𝑏𝑐] = 0 , (51)

y la ecuación de continuidad se reduce a:

𝜕𝑎 𝑗 𝑎 = 0 . (52)


Por otro lado, es habitual trabajar en términos de los potenciales escalar 𝜙 y vector 𝐴,

Relatividad y cosmología
27
Tema 4. Ideas clave
definidos como

𝜕 𝐴⃗
𝐸⃗= − ∇𝜙 − , (53)
𝜕𝑡
⃗ × 𝐴⃗ ,
𝐵⃗ =∇ (54)

en lugar de usar directamente los campos eléctrico y magnético. Si definimos el 4‐


potencial como:

𝜙𝑎 = (𝜙, 𝐴), (55)

entonces el tensor de Maxwell en formulación potencial se escribe como:

𝐹𝑎𝑏 = 𝜕𝑏 𝜙𝑎 − 𝜕𝑎 𝜙𝑏 = 𝜕[𝑏 𝜙𝑎] , (56)

Definición 1: Transformación gauge

Plantear en 4‐potencial nos proporciona una libertad, ya que podemos realizar


una transformación gauge:

𝜙𝑎 → 𝜙𝑎̄ = 𝜙 + 𝜕𝑎 𝜓 , (57)

siendo 𝜓 un campo escalar arbitrario, de forma que se modifican los potenciales


pero deja invariante al tensor de Maxwell 𝐹𝑎𝑏 , y por tanto a los campos eléctrico
y magnético. Esta libertad nos permite imponer restricciones gauge a la hora de
resolver problemas concretos para simplificar el problema. Por ejemplo, el gauge
empleado para estudiar la radiación electromagnética es el gauge de Lorentz:

𝜂 𝑎𝑏 𝜙𝑎,𝑏 = 0. (58)

Podemos generalizar las ecuaciones de Maxwell a métricas distintas de las de Min‐


kowski mediante la formulación covariante, que consiste en reemplazar la derivada
parcial por la derivada covariante (en correspondencia con la teoría clásica, usando el
Principio de Mínimo Acoplo), de forma que reescribimos las ecuaciones de Maxwell

Relatividad y cosmología
28
Tema 4. Ideas clave
en el vacío como:

∇𝑏 𝐹 𝑎𝑏 = 𝑗 𝑎 , (59)

𝜕[𝑎 𝐹𝑏𝑐] = 0 , (60)

donde se mantiene la derivada parcial en la Ecuación (60) ya que 𝜕[𝑎 𝐹𝑏𝑐] = ∇[𝑎 𝐹𝑏𝑐] y
𝜕[𝑏 𝜙𝑎] = ∇[𝑏 𝜙𝑎] , sujetas a:
∇𝑎 𝑗 𝑎 = 0 . (61)

Estas ecuaciones se adoptan en Relatividad General, donde al ser la métrica no plana,


esta ha de ser solución de las ecuaciones de campo de Einstein 𝐺𝑎𝑏 = 𝑘𝑇 𝑎𝑏 , con 𝑇 𝑎𝑏
el tensor energía‐momento de Maxwell (para el campo electromagnético).

El tensor energía‐momento de Maxwell


Ahora que tenemos una formulación tensorial de las ecuaciones de Maxwell, podemos
definir el tensor de energía‐momento del campo electromagnético en el vacío como:

𝑎𝑏 1 1
𝑇(𝑒𝑚) = (𝑔𝑐𝑑 𝐹 𝑎𝑐 𝐹 𝑏𝑑 − 𝑔 𝑎𝑏 𝐹𝑐𝑑 𝐹 𝑐𝑑 ) , (62)
4𝜋 4

obtenido con el método variacional mediante el lagrangiano


del campo electromagnético (ver p.e. (D’Inverno, 1992, Tema
12)):

1 1
ℒ𝐸 (𝜙𝑎 , 𝐹𝑎𝑏 ) = [(𝜙𝑎,𝑏 − 𝜙𝑏,𝑎 ) 𝐹 𝑎𝑏 − 𝐹𝑎𝑏 𝐹 𝑎𝑏 ] . (63)
4𝜋 2

En componentes, el tensor de energía‐momento de Maxwell Figura 11: Visión


artística de una
son, en función de los campos eléctrico y magnético
perturbación gra‐
vitatoria generada
00 1 0𝑖 por dos estrellas
𝑇(𝑒𝑚) = (𝐸 2 + 𝐵 2 ), 𝑇(𝑒𝑚) = (𝐸⃗ × 𝐵)
⃗ ,
2 binarias. Crédito a R.
𝑖𝑗 1 𝑖𝑗 2 2 Hurt/Caltech‐JPL.
𝑇(𝑒𝑚) = 𝐸𝑖 𝐸𝑗 + 𝐵𝑖 𝐵𝑗 + 𝛿 (𝐸 + 𝐵 ) .
2

Calculando ahora la divergencia del tensor de Maxwell, junto


𝑎𝑏
con las ecuaciones de Maxwell, obtenemos que esta no es cero, sino que 𝜕𝑎 𝑇(em) =

Relatividad y cosmología
29
Tema 4. Ideas clave
𝑗𝑎 𝐹 𝑎𝑏 . Esto implica que la energía‐momento del campo electromagnético no se con‐
serva en presencia de cargas y corrientes. Esto es así porque el tensor energía‐
momento del campo electromagnético no describe un sistema cerrado, puesto que
describe la interacción con partículas y campos cargados, que contribuyen al tensor
𝑎𝑏 𝑎𝑏 𝑎𝑏 𝑎𝑏
energía‐momento total, que presenta tres términos, 𝑇(total) = 𝑇(em) +𝑇(carga) +𝑇(interacc) .

4.6 Estructura de las ecuaciones de campo


En este punto, tenemos una comprensión completa de todas las componentes de las
ecuaciones de campo de Einstein, que relacionan la curvatura del espacio‐tiempo y la
energía‐momento de la materia y los campos en el mismo como (en unidades relati‐
vistas):
𝐺𝑎𝑏 = 8𝜋𝑇𝑎𝑏 .

La importancia de estas ecuaciones, y lo que las diferencia de la descripción newto‐


niana de la gravedad, es que describen esta como una teoría de campos, con lo que la
interacción gravitatoria de las partículas se da indirectamente a través de un campo
que se extiende por el espacio. Por lo tanto, la interacción gravitatoria es una pertur‐
bación que se transmite a través de un campo a velocidad finita, la velocidad de la
luz. Un ejemplo de esta perturbación son las ondas gravitatorias (Figura 11), predi‐
chas por Einstein mucho antes de su detección experimental, y que explicaremos en
el tema siguiente. Para encontrar una solución, podemos interpretar estas ecuaciones
de campo en tres formas distintas:

▸ son ecuaciones diferenciales tales que, dado un tensor energía‐momento, per‐


miten obtener una métrica, es decir, partimos de la distribución de materia y
energía para obtener la geometría resultante. Esta interpretación es la forma
natural de obtener la geometría resultante del efecto del campo electromag‐
nético descrito por el tensor de Maxwell (Ecuación (62)), o para encontrar las
soluciones en el vacío (con 𝑇𝑎𝑏 = 0).

▸ son un sistema de ecuaciones que permiten obtener el tensor de energía‐momento

Relatividad y cosmología
30
Tema 4. Ideas clave
que explica la curvatura del espacio‐tiempo, partiendo de la métrica que des‐
cribe dicha geometría. Esta perspectiva no es útil al dar soluciones físicamente
válidas, pues al imponer únicamente condiciones de curvatura, surgen regiones
con densidad de energía negativas.

▸ consisten en 10 ecuaciones diferenciales conectando 20 cantidades: las 10 com‐


ponentes de la métrica 𝑔𝑎𝑏 y las 10 componentes del tensor energía‐momento
𝑇𝑎𝑏 . De esta forma, las ecuaciones de campo se convierten en restricciones a
la elección simultánea de 𝑔𝑎𝑏 y 𝑇𝑎𝑏 . Este acercamiento tiene en cuenta que el
espacio‐tiempo es dinámico, pues interacciona con la materia y con sigo mismo,
y por tanto la geometría no está determinada a priori, sino por la distribución
de materia y energía. Así, la solución de las ecuaciones de campo se obtiene
al especificar parcialmente la métrica y el tensor energía‐momento partiendo
de consideraciones físicas, para luego hacer uso de las ecuaciones de campo y
describir ambas cantidades completamente.

Matemáticamente, la métrica y el tensor de energía‐momento presentan, por sime‐


tría, 10 componentes linealmente independientes (como se resalta en la Figura 12).
En consecuencia, las ecuaciones de Einstein forman un sistema de 10 ecuaciones di‐
ferenciales parciales, no lineales, acopladas y de segundo orden, lo que dificulta su
resolución analítica, con lo que no hay técnicas conocidas para obtener una solución
general. En realidad, la condición ∇𝑎 𝐺𝑎𝑏 = 0 impone 4 ligaduras a las 10 componentes
de las ecuaciones de Einstein, con lo que obtenemos un total de 6 ecuaciones inde‐
pendientes. Así, la métrica presenta 4 componentes correspondientes a la libertad de
la elección del sistema de coordenadas, y 6 componentes (grados de libertad físicos)
determinadas por las ecuaciones de campo.

Por otro lado, la no linealidad de las ecuaciones de campo impide que podamos ana‐
lizar problemas complejos descomponiéndolo en partes más sencillas, pues implica
que no se pueden juntarse dos soluciones simples para obtener una solución más ge‐
neral. Físicamente, esto se debe a que el campo gravitatorio está acoplado a sí mismo,
pues el campo gravitatorio causado por una fuente contiene energía, y por tanto, tal
y como nos dice la relatividad especial, masa, con lo que es también fuente de campo
gravitatorio.

Relatividad y cosmología
31
Tema 4. Ideas clave
Como consecuencia de la dificultad de en‐
contrar una solución a las ecuaciones de Eins‐
tein, para obtener una solución, es necesario
plantear simplificaciones que ayuden a en‐
contrar una solución exacta. El primer méto‐ Figura 12: Componentes independien‐
tes en las ecuaciones de campo de
do es plantear simetrías que simplifiquen las Einstein.
ecuaciones, como veremos más adelante al
plantear la simetría más simple, la simetría esférica, para describir estrellas y aguje‐
ros negros, tal y como planteó Schwarzschild tan solo un año después de que Einstein
publicase su teoría de la RG). En el caso de que no existan simetrías que permitan
encontrar una solución, se usan técnicas específicas, basadas en métodos de aproxi‐
mación como el ya conocido límite newtoniano, o la aproximación de campo débil,
que permite describir la radiación gravitatoria; matemáticamente, estos métodos dan
relevancia a los términos lineales, tratando por tanto con ecuaciones de campo linea‐
lizadas.

4.7 Ecuaciones de campo linealizadas

Aproximación de campo débil


Salvo objetos compactos como estrellas de neutrones y agujeros negros (cuya descrip‐
ción en R. G. veremos en temas posteriores), para la mayor parte del universo el campo
gravitatorio puede considerarse débil. En un campo gravitatorio débil, podemos plan‐
tear una hipótesis: la métrica del espacio‐tiempo es una pequeña perturbación de la
métrica de Minkowski. De esta forma, la métrica se puede escribir como:

𝑔𝑎𝑏 = 𝜂𝑎𝑏 + ℎ𝑎𝑏 , (64)

donde ℎ𝑎𝑏 es una pequeña corrección tal que |ℎ𝑎𝑏 | «1, al igual que sus derivadas. Esta
hipótesis es la aproximación de campo débil, y permite obtener una versión linealiza‐
da de las ecuaciones de campo de Einstein. Como las componentes de la métrica de

Relatividad y cosmología
32
Tema 4. Ideas clave
Minkowski son 𝜂𝑎𝑏 = diag(−1, 1, 1, 1), las derivadas serán nulas, y solo actúan sobre
la perturbación ℎ𝑎𝑏 .

A partir de la métrica en la aproximación de campo débil, podemos calcular la versión


linealizada (a primer orden en la perturbación ℎ𝑎𝑏 , despreciando términos de orden
superior, 𝒪 (ℎ2 )) de las cantidades que aparecen en las ecuaciones de Einstein:

▸ Símbolos de Christoffel:

𝑎 1
Γ𝑏𝑐 = 𝑔 𝑎𝑑 (𝜕𝑐 𝑔𝑑𝑏 + 𝜕𝑏 𝑔𝑑𝑐 − 𝜕𝑑 𝑔𝑏𝑐 )
2
1
= 𝜂 𝑎𝑑 (𝜕𝑐 ℎ𝑑𝑏 + 𝜕𝑏 ℎ𝑑𝑐 − 𝜕𝑑 ℎ𝑏𝑐 ) + 𝒪 (ℎ2 ) ; (65)
2

▸ Tensor de Riemann:

𝑅𝑎𝑏𝑐𝑑 = 𝜕𝑐 Γ𝑏𝑑
𝑎 𝑎
− 𝜕𝑑 Γ𝑏𝑐 𝑒
+ Γ𝑒𝑐𝑎 Γ𝑏𝑑 𝑎 𝑒
− Γ𝑒𝑑 Γ𝑏𝑐
𝑎 𝑎
= Γ𝑏𝑑,𝑐 − Γ𝑏𝑐,𝑑 + 𝒪 (ℎ2 ) ; (66)

▸ Tensor de Ricci:

𝑎 𝑎
𝑅𝑏𝑑 = 𝑅𝑎 𝑏𝑎𝑑 = Γ𝑏𝑑,𝑎 − Γ𝑏𝑎,𝑑
1 1
= 𝜂 𝑎𝑚 (ℎ𝑚𝑏,𝑑𝑎 + ℎ𝑑𝑚,𝑏𝑎 − ℎ𝑏𝑑,𝑚𝑎 ) − 𝜂 𝑎𝑚 (ℎ𝑚𝑏,𝑎𝑑 + ℎ𝑎𝑚,𝑏𝑑 − ℎ𝑏𝑎,𝑚𝑑 ) + 𝒪 (ℎ2 )
2 2
1 𝑎𝑚
= 𝜂 (ℎ𝑑𝑚,𝑏𝑎 − ℎ𝑏𝑑,𝑚𝑎 − ℎ𝑎𝑚,𝑏𝑑 + ℎ𝑏𝑎,𝑚𝑑 ) + 𝒪 (ℎ2 ) ; (67)
2

▸ Escalar de Ricci:

1
𝑅 = 𝜂 𝑏𝑑 𝑅𝑏𝑑 = 𝜂 𝑏𝑑 𝜂 𝑎𝑚 (ℎ𝑑𝑚,𝑏𝑎 − ℎ𝑏𝑑,𝑚𝑎 − ℎ𝑎𝑚,𝑏𝑑 + ℎ𝑏𝑎,𝑚𝑑 )
2
1
= (ℎ𝑏𝑎 𝑏𝑎 − ℎ𝑑 𝑑,𝑚 ,𝑚 − ℎ𝑚 𝑚,𝑑 ,𝑑 + ℎ𝑑𝑚 𝑑𝑚 )
2
= ℎ𝑚𝑛 𝑚𝑛 − ℎ𝑚 𝑚,𝑛 ,𝑛 + 𝒪 (ℎ2 ) , (68)

donde se han cambiado los índices pues están todos contraídos (son índices
mudos).

Relatividad y cosmología
33
Tema 4. Ideas clave
▸ Tensor de Einstein:

1 1 1
𝐺𝑎𝑏 =𝑅𝑎𝑏 − 𝑅𝑔𝑎𝑏 = 𝜂 𝑚𝑛 (ℎ𝑏𝑛,𝑎𝑚 − ℎ𝑎𝑏,𝑛𝑚 − ℎ𝑚𝑛,𝑎𝑏 + ℎ𝑎𝑚,𝑛𝑏 ) − (ℎ𝑚𝑛 𝑚𝑛 − ℎ𝑚 𝑚,𝑛 ,𝑛 ) 𝜂𝑎𝑏
2 2 2
1
= − (−ℎ𝑏 𝑚 ,𝑎𝑚 + ℎ𝑎𝑏,𝑚 ,𝑚 + ℎ𝑚 𝑚 ,𝑎𝑏 − ℎ𝑎 𝑚 ,𝑏𝑚 + ℎ𝑚𝑛 𝑚𝑛 𝜂𝑎𝑏 − ℎ𝑚 𝑚,𝑛 ,𝑛 𝜂𝑎𝑏 ) + 𝒪 (ℎ2 ) .
2

Podemos simplificar el tensor de Einstein definiendo una nueva corrección:

1
ℎ̄ 𝑎𝑏 ≡ ℎ𝑎𝑏 − 𝜂𝑎𝑏 ℎ , (69)
2

donde ℎ = ℎ𝑚 ,𝑚 . Además, como la traza de esta corrección es:

1 1
ℎ̄ = ℎ̄ 𝑎 𝑎 = 𝜂 𝑎𝑏 ℎ̄ 𝑎𝑏 = ℎ𝑎 𝑎 − 𝜂 𝑎 𝑎 ℎ = ℎ − 4ℎ = −ℎ, →
2 2
1 1
ℎ̄ = −ℎ → ℎ𝑎𝑏 = ℎ̄ 𝑎𝑏 + 𝜂𝑎𝑏 ℎ = ℎ̄ 𝑎𝑏 − 𝜂𝑎𝑏 ℎ̄ . (70)
2 2

Con estas definiciones, podemos reescribir los diferentes términos del tensor de Eins‐
tein como:

1 1
ℎ𝑎𝑏,𝑚 ,𝑚 = ℎ̄ 𝑎𝑏,𝑚 ,𝑚 − 𝜂𝑎𝑏 ℎ̄ 𝑚 ,𝑚 , ℎ𝑎 𝑚 ,𝑏𝑚 = ℎ̄ 𝑎 𝑚 ,𝑏𝑚 − ℎ̄ ,𝑏𝑎 ,
2 2
1
ℎ𝑏 𝑚 ,𝑎𝑚 = ℎ̄ 𝑏 𝑚 ,𝑎𝑚 − ℎ̄ ,𝑎𝑏 , ℎ𝑚 𝑚 ,𝑎𝑏 = −ℎ̄ ,𝑎𝑏 ,
2
1
ℎ 𝑚𝑛 = ℎ̄ 𝑚𝑛 − ℎ̄ ,𝑚 ,𝑚 ,
𝑚𝑛 𝑚𝑛
ℎ𝑚 𝑚,𝑛 ,𝑛 = −ℎ̄ ,𝑛 ,𝑛 ,
2

y el tensor de Einstein a orden lineal en ℎ se escribe como:

1
𝐺𝑎𝑏 = − (ℎ̄ 𝑎𝑏,𝑚 ,𝑚 − ℎ̄ 𝑏 𝑚 ,𝑎𝑚 − ℎ̄ 𝑎 𝑚 ,𝑏𝑚 + ℎ̄ 𝑚𝑛 𝑚𝑛 𝜂𝑎𝑏 ) . (71)
2

De esta forma, las ecuaciones de campo de Einstein a orden lineal se escriben como:

1
− (ℎ̄ 𝑎𝑏,𝑚 ,𝑚 − ℎ̄ 𝑏 𝑚 ,𝑎𝑚 − ℎ̄ 𝑎 𝑚 ,𝑏𝑚 + ℎ̄ 𝑚𝑛 𝑚𝑛 𝜂𝑎𝑏 ) = 𝑘𝑇𝑎𝑏 . (72)
2

Este resultado puede simplificarse considerablemente mediante una transformación


de coordenadas (transformación gauge):

𝑥𝑎 → 𝑥̄𝑎 = 𝑥𝑎 + 𝜉 𝑎 (𝑥) , (73)

Relatividad y cosmología
34
Tema 4. Ideas clave
compatible con la aproximación de campo débil (Ecuación (64)), de modo que:

new
𝑔𝑎𝑏 = 𝜂𝑎𝑏 + ℎ𝑎𝑏 → 𝑔𝑎𝑏 = 𝜂𝑎𝑏 + ℎnew
𝑎𝑏 .

𝑛𝑒𝑤
Para obtener la métrica en coordenadas 𝑥̄𝑎 , 𝑔𝑎𝑏 , estudiamos cómo se transforma la
métrica bajo esta transformación de coordenadas:

new 𝜕 𝑥̄𝑚 𝜕 𝑥̄𝑛 new 𝑚 𝑚 𝑛 𝑛


𝑔𝑎𝑏 = 𝜂𝑎𝑏 + ℎ𝑎𝑏 = 𝑔𝑚𝑛 = 𝑔𝑚𝑛 (𝛿 𝑎 + 𝜉 ,𝑎 ) (𝛿 𝑏 + 𝜉 ,𝑏 )
𝜕𝑥𝑎 𝜕𝑥𝑏
new new 𝑛 new 𝑚
= 𝑔𝑎𝑏 + 𝑔𝑎𝑛 𝜉 ,𝑏 + 𝑔𝑚𝑏 𝜉 ,𝑎 + 𝒪 (𝜉 2 )
𝑛𝑒𝑤
= 𝑔𝑎𝑏 + 𝜉𝑎,𝑏 + 𝜉𝑏,𝑎 + 𝒪 (𝜉 2 ) ,

de forma que obtenemos que el efecto de la transformación de coordenadas ha sido


redefinir la perturbación de la métrica,

ℎnew
𝑎𝑏 = ℎ𝑎𝑏 − 𝜉𝑎,𝑏 − 𝜉𝑏,𝑎 , (74)

y por tanto la nueva métrica en la aproximación de campo débil es

new
𝑔𝑎𝑏 = 𝜂𝑎𝑏 + ℎnew
𝑎𝑏 . (75)

Análogamente a la Ecuación (69), podemos definir una nueva corrección para la nueva
perturbación,
1
ℎ̄ new new
𝑎𝑏 = ℎ𝑎𝑏 − 2 𝜂𝑎𝑏 ℎ
new
, (76)

donde ℎnew = ℎ𝑚 new


𝑚 = ℎ − 2𝜉 𝑚 𝑚 . Si ahora desarrollamos los términos de la Ecua‐
ción (76), obtenemos que:

1
ℎ̄ new 𝑚
𝑎𝑏 = ℎ𝑎𝑏 − 𝜉𝑎,𝑏 − 𝜉𝑏,𝑎 − 2 𝜂𝑎𝑏 (ℎ − 2𝜉 𝑚 ) ,

= ℎ̄ 𝑎𝑏 − 𝜉𝑎,𝑏 − 𝜉𝑏,𝑎 + 𝜂𝑎𝑏 𝜉 𝑚 ,𝑚 . (77)

Imponiendo el gauge de Lorentz, es decir, la transformación de coordenadas tal que:

ℎ̄ new 𝑚𝑛 ,𝑛 = 0 , (78)

Relatividad y cosmología
35
Tema 4. Ideas clave
y subiendo índices en la Ecuación (77), obtenemos que:

ℎ̄ 𝑚𝑛 𝑛 − 𝜉 𝑚,𝑛 ,𝑛 − 𝜉 𝑛,𝑚 ,𝑛 + 𝜉 𝑛 ,𝑛 ,𝑚 = 0 → 𝜉 𝑚,𝑛 ,𝑛 = □𝜉 𝑚 = ℎ̄ 𝑚𝑛 𝑛 ,

donde □ ≡ 𝜂 𝑎𝑏 𝜕𝑎 𝜕𝑏 = −𝜕𝑡2 + ∇2 (con ∇2 = 𝜕𝑥2 + 𝜕𝑦2 + 𝜕𝑧2 ) es el operador d’Alembert, y


resolviendo □𝜉 𝑚 = ℎ̄ 𝑚𝑛 𝑛 , obtenemos la transformación de coordenadas 𝑥𝑎 → 𝑥̄𝑎 =
𝑥𝑎 + 𝜉 𝑎 (𝑥) que transforma ℎ̄ 𝑎𝑏 → ℎ̄ new
𝑎𝑏 y que cumple el gauge de Lorentz.

Esta nueva corrección a la métrica nos permite simplificar todavía más las ecuaciones
de Einstein a orden lineal en ℎ, pues por el gauge de Lorentz se anulan los términos
ℎ̄ new
𝑏
𝑚 ̄ new 𝑚 ,𝑏𝑚 = ℎ̄ new 𝑚𝑛 𝑚𝑛 𝜂𝑎𝑏 = 0 de la Ecuación (72). Llegamos así a las
,𝑎𝑚 = ℎ𝑎

ecuaciones de Einstein linealizadas (o homogéneas):

1
𝐺𝑎𝑏 = − ℎ̄ new ,𝑚
= 𝑘𝑇𝑎𝑏 → □ℎ̄ new
𝑎𝑏 = −2𝑘𝑇𝑎𝑏 , (79)
2 𝑎𝑏,𝑚

que representan una ecuación de ondas para las perturbaciones ℎ̄ 𝑎𝑏 . La solución de


estas ecuaciones son las ondas gravitatorias, que veremos en el tema siguiente.

Límite newtoniano de las ecuaciones de Einstein


En el límite newtoniano, el campo gravitatorio es tan débil que solo puede producir
velocidades pequeñas (no relativistas, es decir, 𝑣« = 𝑐). En este apartado recupe‐
raremos el sistema de unidades habitual (con 𝑐 = 299792458 m/s y 𝐺 = 6.674 ⋅
10−11 N ⋅ m2 /kg2 ). En este caso, el tensor energía‐momento de la materia, dado por
la Ecuación (41) cumple que |𝑇 00 | ≫ |𝑇 0𝑖 | ≫ |𝑇 𝑖𝑗 |, lo que a su vez implica que

|ℎ̄ | ≫ |ℎ̄ | ≫ |ℎ̄ |, con 𝑖, 𝑗 = {1, 2, 3}. Es por tanto evidente que, en el límite
00 0𝑖 𝑖𝑗

newtoniano de las ecuaciones de Einstein linealizadas, la ecuación dominante es:

□ℎ̄ 00 = −2𝑘𝑇 00 . (80)

Por otro lado, bajo la hipótesis de perturbación estática, que considera al campo gra‐
vitatorio estático, con lo que la métrica no depende del tiempo, al ser las derivadas
temporales (𝜕/𝜕𝑡 = 𝑣𝑖 𝜕/𝜕𝑥𝑖 → 𝜕 2 /𝜕𝑡2 = 𝒪 (𝑣2 ∇2 )) nulas al orden dominante, y por
tanto □ = ∇2 + 𝒪 (𝑣2 ∇2 ). Además, para materia no relativista (con 𝑣 ≪ 1 y 𝛾 ≈ 1),

Relatividad y cosmología
36
Tema 4. Ideas clave
𝑇 00 = (𝜌 + 𝑃 )𝛾 2 − 𝑃 = 𝜌 + 𝒪 (𝜌𝑣2 ), con 𝜌 = 𝜌0 𝑐 2 .

De esta forma, obtenemos que, a orden dominante en el límite newtoniano de las


ecuaciones de Einstein linealizadas:

∇2 ℎ̄ 00 = −2𝑘𝜌0 𝑐 2 , (81)

que por correspondencia con la teoría newtoniana (al estar en el límite adecuado)
equivale a la ecuación de Poisson ∇2 Φ = 4𝜋𝐺𝜌0 ,donde Φ es el potencial gravitatorio,
obteniendo que:
𝑐2𝑘
ℎ̄ 00 = − Φ,
2𝜋𝐺
y como ℎ̄ = ℎ̄ 𝑎 𝑎 = ℎ̄ 𝑎𝑏 𝜂𝑎𝑏 ≈ ℎ̄ 00 𝜂00 = −ℎ̄ 00 , subiendo índices y sustituyendo en la
Ecuación (70) (siendo ℎ̄ 𝑖𝑗 ≈ 0) obtenemos las componentes de la perturbación ℎ:

1 1 𝑐2𝑘
ℎ00 = ℎ̄ 00 − (−ℎ̄ 00 ) 𝜂 00 = ℎ̄ 00 = − Φ, (82)
2 2 4𝜋𝐺
1 𝑐2𝑘 𝑐2𝑘
ℎ𝑖𝑖 = − (−ℎ̄ 00 ) 𝜂 00 = − Φ → ℎ𝑥𝑥 = ℎ𝑦𝑦 = ℎ𝑧𝑧 = − Φ. (83)
2 4𝜋𝐺 4𝜋𝐺

Finalmente, la métrica en la aproximación de campo débil:

𝑑𝑠2 = 𝑔𝑎𝑏 𝑑𝑥𝑎 𝑑𝑥𝑏 = (𝜂𝑎𝑏 + ℎ𝑎𝑏 ) 𝑑𝑥𝑎 𝑑𝑥𝑏 ,

en el límite newtoniano, sustituyendo las componentes de la perturbación ℎ, es:

𝑐2𝑘 𝑐2𝑘
𝑑𝑠2 = − 1 + Φ 𝑐 2 𝑑𝑡2 + 1 − Φ 𝑑𝑥2 + 𝑑𝑦2 + 𝑑𝑧2 ) . (84)
( 4𝜋𝐺 ) ( 4𝜋𝐺 ) (

Tras todo este proceso, al fin podemos plantear la obtención de la constante de aco‐
plo 𝑘 de las ecuaciones de campo por correspondencia en el límite newtoniano. Si
planteamos la ecuación de las geodésicas:

𝜕 2 𝑥𝑎 𝑎 𝑏 𝑐
2
+ Γ𝑏𝑐 𝑢 𝑢 = 0,
𝜕𝜏

como en la aproximación newtoniana solo contribuyen Γ𝑖00 , al ser las derivadas tem‐
porales nulas al orden dominante, y |𝑣⃗| «𝑐,con lo que 𝑢𝑎 = 𝛾(𝑐, 𝑣) ⃗ → 𝑢 0 𝑢0 ≈
⃗ ≈ (𝑐, 𝑣)

Relatividad y cosmología
37
Tema 4. Ideas clave
𝑐 2 , 𝑢𝑖 𝑢𝑖 = 𝒪 (𝑣2 ) y 𝑑𝑡 ≈ 𝑑𝜏,tenemos que la ecuación de las geodésicas se reduce a:

𝑑 2 𝑥𝑖
2
+ Γ𝑖00 𝑐 2 = 0 . (85)
𝑑𝑡

Como hemos planteado la hipótesis de perturbación (y en consecuencia, métrica) es‐


tática, los símbolos de Christoffel no nulos son, en el límite newtoniano, para la métrica
dada por la Ecuación (84):

1 1 𝑐 2 𝑘 𝑖𝑗 𝜕Φ
Γ𝑖00 = 𝑔 𝑖𝑚 (𝑔𝑚0,0 + 𝑔0𝑚,0 − 𝑔00,𝑚 ) ≈ − 𝑔 𝑖𝑗 𝑔00,𝑗 = 𝛿 , (86)
2 2 8𝜋𝐺 𝜕𝑥𝑗

y por tanto la ecuación de las geodésicas es:

𝑑 2 𝑥𝑖 𝑐 4 𝑘 𝜕Φ
= − . (87)
𝑑𝑡2 8𝜋𝐺 𝜕𝑥𝑖

Por correspondencia con la segunda ley de Newton de la mecánica newtoniana, que


da la aceleración de una partícula causada por un campo gravitatorio con potencial Φ,
𝑑 2 𝑥𝑖 /𝑑𝑡2 = −𝜕Φ/𝜕𝑥𝑖 , obtenemos que la constante de acoplo ha de ser:

8𝜋𝐺
𝑘= . (88)
𝑐4

Ŏ Accede al vídeo: Testing Gravity with the Event Horizon Telescope.

Ŏ Accede al vídeo: Una aplicación de la Relatividad General: sistemas de posicio‐


namiento relativista.

4.8 Cuaderno de ejercicios

Relatividad y cosmología
38
Tema 4. Ideas clave
Ejercicio 1. Demostrar, a partir de la definición del tensor de Maxwell (Ecua‐
ción (48)) y el 4‐vector densidad de corriente (Ecuación (49)), que las ecuaciones
de Maxwell se pueden reducir, en formalismo tensorial, a la Ecuación (50) (usan‐
do la Ecuación (43) y la Ecuación (44)), y a la Ecuación (51) (a partir de la Ecua‐
ción (45) y la Ecuación (46)). Recordad para ello que la divergencia y el rotacional
⃗ 𝑉⃗ = 𝜕𝑎 𝑉 𝑎
de un campo vectorial 𝑉⃗ se escriben, en formalismo tensorial, como ∇⋅
⃗ × 𝑉⃗ = 𝜀𝑎𝑏𝑐 𝜕𝑏 𝑉𝑐 .
y∇

Ejercicio 2. Demostrar las siguientes propiedades del tensor de campo electro‐


magnético:

▸ Antisimetría: 𝐹 𝑎𝑏 = −𝐹 𝑏𝑎 .

▸ Producto interior: 𝐹𝑎𝑏 𝐹 𝑎𝑏 = 2 (𝐵 2 − 𝐸 2 ) .


2
▸ Determinante: det(𝐹 𝑎𝑏 ) = (𝐵⃗ ⋅ 𝐸⃗ ) .

▸ Traza nula: 𝐹 𝑎 𝑎 = 0.

Ejercicio 3. Demuestra que un vector de Killing 𝜉 𝑎 satisface la ecuación de des‐


viación geodésica (Ecuación (16)).

Ejercicio 4. Las ecuaciones de Einstein‐Maxwell son las ecuaciones de Einstein


𝑎𝑏
con un tensor energía‐momento correspondiente al campo electromagnético 𝑇(𝑒𝑚) =
1 𝑎𝑐 𝑏𝑑 1 𝑎𝑏 𝑐𝑑
4𝜋 (𝑔𝑐𝑑 𝐹 𝐹 − 4 𝑔 𝐹𝑐𝑑 𝐹 ) . Demuestra que estas ecuaciones pueden escri‐
birse como 𝑅𝑎𝑏 = 𝑘 (𝐹𝑎𝑐 𝐹𝑏 𝑐 − 14 𝐹𝑐𝑑 𝐹 𝑐𝑑 𝑔𝑎𝑏 ) .

Ejercicio 5.

▸ Demuestra que las ecuaciones de conservación de un fluido perfecto en RG


llevan a la expresión:

(𝜌0 + 𝑝)𝑢𝑎 ∇𝑎 𝑢𝑏 + (𝑢𝑎 𝑢𝑏 − 𝑔 𝑎𝑏 ) ∇𝑎 𝑝 = 0 .

Relatividad y cosmología
39
Tema 4. Ideas clave
▸ Suponiendo que 𝜌0 = 𝜌0 (𝑝), demuestra que 𝐶 𝑎 Ω𝑎𝑏 = 0, donde 𝐶𝑎 = 𝑓 𝑢𝑎 ,
1
Ω𝑎𝑏 = 2 (∇𝑏 𝐶𝑎 − ∇𝑎 𝐶𝑏 ), y 𝑓 = exp (∫ 𝑑𝑝/(𝑝 + 𝜌0 (𝑝))).

𝑗
Ejercicio 6. Dada la métrica de Minkowski 𝜂𝑖𝑗 , demuestra que 𝑔𝑎𝑏 = 𝜂𝑖𝑗 𝑒𝑖𝑎 𝑒 𝑏 y
𝑔 𝑎𝑏 = 𝜂 𝑖𝑗 𝑒𝑖𝑎 𝑒𝑗𝑏 . Sea 𝑥𝑎 = (𝑡, 𝑟, 𝜃, 𝜙), y los vectores de la base de coordenadas:

𝑒0𝑎 =(𝐴−1/2 , 0, 0, 0) , 𝑒1𝑎 =(0, 𝐴1/2 , 0, 0) ,

𝑒2𝑎 =(0, 0, 1/2, 0) , 𝑒3𝑎 =(0, 0, 0, 1/(𝑟 sin 𝜃)) ,

donde 𝐴 = 𝐴(𝑟) es una función arbitraria, obtén 𝑔𝑎𝑏 , 𝑔 𝑎𝑏 y 𝑑𝑠2 . Solución:

⎛ −1/𝐴 0 0 0 ⎞ ⎛ −𝐴 0 0 0 ⎞
⎜ ⎟ ⎜ ⎟
⎜ 0 𝐴 0 0 ⎟ ⎜ 0 1/𝐴 0 0 ⎟
𝑔 𝑎𝑏 = ⎜ ⎟ ;𝑔𝑎𝑏 = ⎜ ⎟;
⎜ 0 0 1/𝑟2 0 ⎟ ⎜ 0 0 𝑟2 0 ⎟
⎜ ⎟ ⎜ ⎟
⎜ 0 0 0 1/(𝑟 sin 𝜃)2 ⎟⎠ ⎜ 0 0 0 (𝑟 sin 𝜃)2 ⎟
⎝ ⎝ ⎠
1
𝑑𝑠2 = −𝐴𝑑𝑡2 + 𝑑𝑟2 + 𝑟2 (𝑑𝜃 2 + sin2 𝜃𝑑𝜙2 ) .
𝐴

Ejercicio 7. Dada la métrica 2‐dimensional 𝑑𝑠2 = 𝑎2 (𝑑𝜒 2 + sinh2 𝜒𝑑𝜙2 ):

𝑎
▸ Calcula los coeficientes de la conexión métrica Γ𝑏𝑐 ; Solución: los coeficientes
no nulos son:

𝜒 𝜙 cosh 𝜒
Γ𝜙𝜙 = − sinh 𝜒 cosh 𝜒; Γ𝜒𝜙 = .
sinh 𝜒

▸ Calcula todas las componentes del tensor de Riemann, el tensor de Ric‐


𝜒
ci y el escalar de Ricci. Solución: las componentes no nulas son𝑅 𝜙𝜒𝜙 =
𝜒 𝜙
− sinh2 𝜙, 𝑅 𝜒 = 𝑅 𝜙 = −1/𝑎2 , 𝑅 = −2/𝑎2 .

▸ Encuentra la ecuación de la trayectoria 𝜒(𝜙) que sigue una partícula que


se mueve a lo largo de una geodésica, que comienza en las coordenadas
(𝜒, 𝜙) = (𝑏, 0), con tangente 𝑑𝜒/𝑑𝜆 = 0 y 𝑑𝜙/𝑑𝜆 = 1. Solución: la ecuación

Relatividad y cosmología
40
Tema 4. Ideas clave
de las geodésicas nos da un sistema de dos ecuaciones:

2
𝑑 2𝜒 𝑑𝜙
− sinh 𝜒 cosh 𝜒 = 0,
( 𝑑𝜆 )
2 ( 𝑑𝜆 )
𝑑 2𝜙 cosh 𝜒 𝑑𝜒 𝑑𝜙 𝑑 𝑑𝜙
+ 2 = sinh2 𝜒 = 0.
𝑑𝜆 2 sinh 𝜒 𝑑𝜆 𝑑𝜆 𝑑𝜆 ( 𝑑𝜆 )

Resolviendo este sistema de ecuaciones, usando las identidades de las fun‐


ciones hiperbólicas e imponiendo las condiciones iniciales, llegamos a la
ecuación de la trayectoria:

1 coth 𝑏 cos 𝜙 + 1
coth 𝜒 = coth 𝑏 cos 𝜙 → 𝜒(𝜙) = log .
2 ( coth 𝑏 cos 𝜙 − 1 )

▸ Una segunda geodésica empieza en (𝜒, 𝜙) = (𝑏 + 𝜉, 0), con 𝜉«1, en la direc‐


ción 𝜙 (es decir, con tangente 𝑑𝜒/𝑑𝜆 = 0 y 𝑑𝜙/𝑑𝜆 = 1). Discute cómo se
modifica la separación entre las dos curvas geodésicas. Solución: la ecua‐
ción de desviación geodésica (Ecuación (16)) nos da el siguiente comporta‐
miento:
𝐷2 𝜉 𝜒 𝐷2 𝜉 𝜙
2
= sinh 𝑏 𝜉 𝜒 , = 0,
𝐷𝜆 𝐷𝜆2
lo que implica que la separación angular 𝜉 𝜙 = 0 (no se desvían), mientras
que la separación radial inicial 𝜉 𝜒 , aumenta exponencialmente, y a mayor
ritmo cuanto mayor sea 𝑏.

4.9 Referencias bibliográficas

D’Inverno, R. (1992). Introducing Einstein’s Relativity. Clarendon Press.

Janssen, B. (2013). Teoría de la relatividad general. Universidad de Granada.

Schutz, B. (2009). A First Course in General Relativity. Cambridge University Press, 2nd
edition.

Relatividad y cosmología
41
Tema 4. Ideas clave

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