Guía #3 Teórica Literatura de Ciencia Ficción 4° Medio 2020
Guía #3 Teórica Literatura de Ciencia Ficción 4° Medio 2020
Guía #3 Teórica Literatura de Ciencia Ficción 4° Medio 2020
(año 2020)
Objetivo: Comprender el concepto y las características que presenta la literatura de ciencia ficción.
INTRODUCCIÓN
“Todo lo que una persona puede imaginar, otras podrán hacerlo realidad.” Julio Verne (1828 - 1905). Escritor francés
de gran influencia en la literatura de ciencia ficción.
¿Te gusta la tecnología y la ciencia? ¿Y si te dijera que hay narraciones fantásticas sobre estos temas? No, no se trata de
ensayos científicos, se trata de la Ciencia Ficción, aquellas historias sobre sociedades futuras, viajes intergalácticos,
extraterrestres, robots, paradojas temporales y todos aquellos mundos a los que sería posible acceder si el ser humano
desarrollara las aplicaciones de la ciencia a un nivel superior. Posiblemente ya conozcas muchas historias de este tipo y
en las siguientes actividades podrás conocer específicamente lo que las caracteriza, junto con la influencia que tienen en
otros medios tales como el cine y los comics.
Responde las siguientes preguntas en tu cuaderno con base en las imágenes anteriores.
La ciencia ficción es un género narrativo que sitúa la acción en unas coordenadas espacio-temporales imaginarias y
diferentes a las nuestras, y que especula racionalmente sobre posibles avances científicos o sociales y su impacto en la
sociedad.
En ocasiones se la ha llamado también "literatura de anticipación", debido a que algunos autores, como Julio Verne, han
llegado a anticipar el surgimiento de logros científicos y tecnológicos, como los cohetes espaciales o los submarinos.
El término “ciencia ficción” nació en 1926 de la mano del escritor Hugo Gernsback, quien lo utilizó en la portada de la
que sería una de las más famosas revistas del género: AmazingStories. Sin embargo, hay que remontarse más atrás
para encontrar los primeros relatos de este género. Aunque los expertos encuentran
ejemplos mucho más antiguos, el que está considerado generalmente el primer relato de
ciencia ficción es el Frankenstein, de Mary Shelley (1818).
También en el siglo XIX aparecerían Julio Verne y H. G. Wells, ambos considerados dos
maestros del género, si bien el primero se centraba mayormente en el desarrollo de
ingenios e inventos científicos y el segundo en la crítica social (al imperialismo británico en
La guerra de los mundos, o a la lucha de clases en La máquina del tiempo…).
Pero seguramente fue la primera mitad del siglo XX la que podríamos denominar Edad de
Oro de la ciencia ficción, con la aparición de autores como Isaac Asimov, Arthur C. Clarke,
Aldous Huxley, George Orwell o Ray Bradbury.
Posteriormente, durante los años 60 y 70 apareció lo que se conoce como “La nueva ola” (The new thing), que tiene su
origen en la revista británica New worlds, y que se caracterizó por una mayor experimentación narrativa, dando a
conocer a autores como J. G. Ballard o Brian W. Aldiss.
Y en los 80 y los 90 aparecieron géneros como el cyberpunk y el postcyberpunk, donde hicieron su aparición, como no
podía ser menos, la informática y los ordenadores y que dieron origen a toda una corriente estética donde las nuevas
tecnologías convivían con los ambientes sórdidos de los bajos fondos urbanos.
En la actualidad existen numerosos subgéneros que se centran en los impactos de la biotecnología (biopunk), o que
hacen una revisión irónica de las temáticas y la estética de la ciencia ficción de los años 30-50 (retrofuturismo) o de la
idea que se tenía del futuro en las novelas del siglo XIX (steampunk). Asimismo, hoy se hace distinción entre ciencia
ficción dura (hard) y blanda (soft). La primera es mucho más rigurosa y cuida mucho más los detalles y argumentos
científicos y técnicos, mientras que la segunda se centra únicamente o sobre todo en el aspecto literario.
En todos los casos, y a lo largo de su historia, la ciencia ficción ha mantenido siempre la característica principal que la
hace tan interesante: la capacidad de crear escenarios que inspiren debates filosóficos, sociales o científicos sobre la
naturaleza del hombre y de la sociedad, plantear dudas, señalar peligros o buscar respuestas.
En efecto, la ciencia ficción no es filosofía, pero sin duda es un pariente cercano de esta, pues de alguna manera, trata
de dar respuesta a las “preguntasúltimas” mediante el ejercicio de la ficción: qué futuro espera a la humanidad, qué
nuevos avances científicos se producirán y qué consecuencias traerán para nuestra sociedad . Quiénes somos y qué
será de nosotros, de nuestro planeta, cómo serán nuestros estados, nuestras sociedades. ¿Qué valor tendrá la vida
humana? ¿Terminarán las guerras o, por el contrario, terminaremos por destruirnos unos a otros? ¿Llegaremos a
conocer otros planetas habitados? ¿Cómo serán esos otros seres? ¿Crearemos vida artificial? De ser así, ¿será
consciente de sí misma como nosotros? ¿Amará, odiará, temerá a la muerte? Seguramente, ninguno estaremos aquí
para verlo, pero, como diría el gran científico del siglo XX: “La imaginación es más importante que el conocimiento”.
1.Concepto: Este género pertenece a la literatura fantástica porque narra hechos que no son realistas en el momento
en que el escritor imagina la historia, pero está limitado a las posibilidades de la ciencia o de la evolución del mundo en
el futuro. En definitiva, es imaginación limitada por la lógica científica.
2.Intención: El autor de ciencia ficción nos muestra mundos futuros para reflexionar acerca del presente. No es su
intención predecirlo, como lo haría un astrólogo; sino hacernos pensar cómo somos y cómo nos proyectamos como
miembros de la raza humana, poniendo en evidencia nuestras virtudes y defectos. esto no quiere decir que la ciencia
ficción no haya anticipado muchos de los avances tecnológicos antes de que se produjeran. el simple hecho de imaginar
el futuro hace que podamos prever cómo seremos y cómo viviremos.
3.Futuros utópicos: Cuando se muestra una civilización mejor que la actual se le llama utopía, es decir, un mundo
mucho mejor, con mayores progresos, mundos en paz, equilibrados, con la tecnología haciéndole la vida más fácil al
humano, con contactos con extraterrestres benévolos que nos ayudan, con vidas ideales y positivas.
4.Futuros distópicos: Por el contrario, cuando el mundo representado es mucho peor que el actual se denomina
distopía, algunas visiones de cómo sería una era pos-nuclear, una época apocalíptica, con graves catástrofes ecológicas,
el dominio de un gobierno mundial tiranizando a la población, la guerra con otros mundos y otras, son algunas de las
imágenes comunes de la ciencia ficción distópica.
5.Personajes específicos: Si bien pueden aparecer personas corrientes, este género aportó personajes propios a la
literatura: robots, androides, inteligencia artificial, clones, mutantes, extraterrestres, alienígenas, científicos, hombres
con súper poderes, astronautas y otros han sido personajes típicos, además de darles una imagen a través de
descripciones, muchas veces los escritores han tenido que inventar nombres técnicos para ellos.
6.Tiempo: Además de ambientarse en un futuro, ubicando las acciones muchas veces en un año exacto, el tiempo ha
sido muchas veces el tema de la ciencia ficción: reflexionar acerca de los viajes en el tiempo, la superposición de
tiempos, la relatividad del tiempo o la alteración del tiempo han sido planteos recurrentes del género exponiendo
teorías científicas acerca de estas posibilidades.
7.Espacio: Imaginar una vida futura implica también imaginar cómo será el mundo en cuanto a sus espacios naturales,
arquitectónicos y geográficos; por eso el espacio ha sido representado a partir de detalladas descripciones; lo mismo
ocurre con la representación de otros planetas y galaxias. Por otro lado, al igual que el tiempo, el espacio puede ser
tema de reflexión científica, por ejemplo, planteando la superposición de espacios, las diferentes dimensiones, etc.
8.Temas: Este género dio lugar a plantear algunos de los grandes temas humanos: el avance de la tecnología, la
evolución de la ecología, el contacto con vidas extraterrestres como espejo de la raza humana, la ambición de la raza
humana, las relaciones sociales y su proyección futura, el sentido de la civilización, los límites éticos de los avances
científicos, son temas de fondo que siempre se plantean más allá de las historias de aventuras y acción que se llevan a
cabo en la narración.
9.Relación con la ciencia: Si bien el autor imagina las historias, debe darles verosimilitud, es decir, que sean creíbles, y
debe entonces apoyarse en la investigación científica. Por ello es común que utilicen vocabulario técnico-científico y
apliquen algunas teorías o se documenten acerca de objetos y leyes de la ciencia. Se da una doble inspiración: el autor
está atento a los avances de la ciencia para escribir sus historias, y los científicos suelen inspirarse en los autores para
investigar nuevos avances.
10.Literariedad: Si bien está atado a la ciencia, éste es un género literario, y como parte de la literatura debe plantear
una historia bien contada, elegir las palabras justas, seguir una estructura narrativa sólida, buscar belleza en la narración
de los hechos y todos los requisitos que tiene cualquier género literario.
ACTIVIDAD SÍNTESIS:
1.Luego de haber leído el contenido expuesto con antelación, desarrolla en tu cuaderno un esquema o mapa conceptual
de los antecedentes generalesde la novela de ciencia ficción, en donde rescates la información más relevante.
2. Lee el siguiente texto y luego responde las preguntas en tu cuaderno.
Puedes observar la animación del cuento en el siguiente enlace https://www.youtube.com/watch?v=J8dO1de24Sc
Isaac Asimov
-Querida, ¿dónde está Jimmy? -preguntó el señor Anderson.
-Afuera, en el cráter -dijo la señora Anderson-. No te preocupes por él. Está con Robutt… ¿Ha llegado ya?
-Sí. Está pasando las pruebas en la estación de cohetes. Te juro que me ha costado mucho contenerme y no ir a verlo.
No he visto ninguno desde que abandoné la Tierra hace ya quinceaños… dejando aparte los de las películas, claro.
-Jimmy nunca ha visto uno -dijo la señora Anderson.
-Porque nació en la Luna y no puede visitar la Tierra. Por eso hice traer uno aquí. Creo que es el primero que viene a la
Luna.
-Sí, su precio lo demuestra -dijo la señora Anderson lanzando un suave suspiro.
-Mantener a Robutt tampoco resulta barato, querida -dijo el señor Anderson.
Jimmy estaba en el cráter, tal y como había dicho su madre. En la Tierra le habrían considerado delgado, pero estaba
bastante alto para sus diez años de edad. Sus brazos y piernas eran largos y ágiles. El traje espacial que llevaba hacía
que pareciese más robusto y pesado, pero Jimmy sabía arreglárselas en la débil gravedad lunar como ningún terrestre
podía hacerlo nunca. Cuando Jimmy tensaba las piernas y daba su salto de canguro su padre siempre acababa
quedándose atrás.
El lado exterior del cráter iba bajando en dirección sur y la Tierra -que se hallaba bastante baja en el cielo meridional, el
lugar desde donde siempre podía ver desde Ciudad Lunar-, ya casi había entrado en la fase de llena, por lo que toda la
ladera del cráter quedaba bañada por su claridad.
La pendiente no era muy empinada, y ni tan siquiera el peso del traje espacial podía impedir que Jimmy se moviera con
gráciles saltos que le hacían flotar y creaban la impresión de que no había ninguna gravedad contra la que luchar.
-¡Vamos, Robutt! -gritó Jimmy.
Robutt le oyó a través de la radio, ladró y echó a correr detrás de él. Jimmy era un experto, pero ni tan siquiera él podía
competir con las cuatro patas y los tendones de Robutt, que además no necesitaba traje espacial. Robutt saltó por
encima de la cabeza de Jimmy, dio una voltereta y terminó posándose casi debajo de sus pies.
-No hagas tonterías, Robutt, y quédate allí donde pueda verte -le ordenó Jimmy.
Robutt volvió a ladrar, ahora con el ladrido especial que significaba “Sí”.
-No confío en ti, farsante -exclamó Jimmy.
Dio un último salto que lo llevó por encima del curvado borde superior de la pared del cráter y le hizo descender hacia
la ladera inferior.
La Tierra se hundió detrás del borde de la pared del cráter, y la oscuridad cegadora y amistosa que eliminaba toda
diferencia entre el suelo y el espacio envolvió a Jimmy. La única claridad visible era la emitida por las estrellas.
En realidad, Jimmy no tenía permitido jugar en el lado oscuro de la pared del cráter. Los adultos decían que era
peligroso, pero lo decían porque nunca habían estado allí. El suelo era liso y crujiente, y Jimmy conocía la situación
exacta de cada una de las escasas piedras que había en él.
Y, además, ¿qué podía haber de peligroso en correr a través de la oscuridad cuando la silueta resplandeciente de
Robutt le acompañaba ladrando y saltando a su alrededor? El radar de Robutt podía decirle dónde estaba y dónde
estaba Jimmy, aunque no hubiera luz. Mientras Robutt estuviera con él para advertirle cuando se acercaba demasiado a
una roca, saltar sobre él demostrándole lo mucho que le quería o gemir en voz baja y asustada cuando Jimmy se
ocultaba detrás de una roca aunque Robutt supiera todo el tiempo dónde estaba Jimmy, jamás podría sufrir ningún
daño. En una ocasión Jimmy se acostó sobre el suelo, se puso muy rígido y fingió estar herido, y Robutt activó la alarma
de la radio haciendo acudir a un grupo de rescate de Ciudad Lunar. El padre de Jimmy castigó la pequeña travesura con
una buena reprimenda, y Jimmy nunca había vuelto a hacer algo semejante.
La voz de su padre le llegó por la frecuencia privada justo cuando estaba recordando aquello.
-Jimmy, vuelve a casa. Tengo que decirte algo.
Jimmy se había quitado el traje espacial y se había lavado concienzudamente después de entrar en casa; e incluso
Robutt había sido meticulosamente rociado, lo cual le encantaba. Robutt estaba inmóvil sobre sus cuatro patas con su
pequeño cuerpo de no más de treinta centímetros de longitud estremeciéndose y lanzando algún que otro destello
metálico, y su cabecita desprovista de boca con dos ojos enormes que parecían cuentas de cristal y la diminuta
protuberancia donde se hallaba alojado el cerebro no dejó de lanzar débiles ladridos hasta que el señor Anderson abrió
la boca.
-Tranquilo, Robutt -dijo el señor Anderson, y sonrió-. Bien, Jimmy, tenemos algo para ti. Ahora se encuentra en la
estación de cohetes, pero mañana ya habrá pasado todas las pruebas y lo tendremos en casa. Creo que ya puedo
decírtelo.
-¿Algo de la Tierra, papi?
-Es un perro de la Tierra, hijo, un perro de verdad… un cachorro terrier escocés para ser exactos. El primer perro de la
Luna… Ya no necesitarás más a Robutt. No podemos tenerlos a los dos, ¿sabes? Se lo regalaremos a algún niño.
-El señor Anderson parecía estar esperando que Jimmy dijera algo, pero al ver que no abría la boca siguió hablando-. Ya
sabes lo que es un perro, Jimmy. Es de verdad, está vivo… Robutt no es más que una imitación mecánica, una copia de
robot.
Jimmy frunció el ceño.
-Robutt no es una imitación, papi. Es mi perro.
-No es un perro de verdad, Jimmy. Robutt tiene un cerebro positrónico muy sencillo y está hecho de acero y circuitos.
No está vivo.
-Hace todo lo que yo quiero que haga, papi. Me entiende. Te aseguro que está vivo.
-No, hijo. Robutt no es más que una máquina. Está programado para que actúe de esa forma. Un perro es algo vivo. En
cuanto tengas al perro ya no querrás a Robutt.
-El perro necesitará un traje espacial, ¿verdad?
-Sí, naturalmente, pero creo que será dinero bien invertido y muy pronto se habrá acostumbrado a él… Y cuando esté
en la ciudad no lo necesitará, claro. Cuando lo tengamos en casa enseguida notarás la diferencia.
Jimmy miró a Robutt. El perro robot había empezado a lanzar unos gemidos muy débiles, como si estuviera asustado.
Jimmy extendió los brazos hacia él y Robutt salvó la distancia que le separaba de ellos de un solo salto.
-¿Y qué diferencia hay entre Robutt y el perro? -preguntó Jimmy.
-Es difícil de explicar -dijo el señor Anderson-, pero lo comprenderás en cuanto lo veas. El perro te querrá de verdad,
Jimmy. Robutt sólo está programado para actuar como si te quisiera, ¿entiendes?
-Pero papi… No sabemos qué hay dentro del perro ni cuáles son sus sentimientos. Puede que también finja.
El señor Anderson frunció el ceño.
-Jimmy, te aseguro que en cuanto hayas experimentado el amor de una criatura viva notarás la diferencia.
Jimmy estrechó a Robutt en sus brazos. El niño también tenía el ceño fruncido, y la expresión desesperada de su rostro
indicaba que no estaba dispuesto a cambiar de opinión.
-Pero si los dos se portan igual conmigo, entonces tanto da que sea un perro de verdad o un perro robot -dijo Jimmy-.
¿Y lo que yo siento? Quiero a Robutt, y eso es lo que importa.
Y el pequeño robot, que nunca se había sentido abrazado con tanta fuerza en toda su existencia, lanzó una serie de
ladridos estridentes… ladridos de pura felicidad.
Teniendo en cuenta lo visto sobre el subgénero de ciencia ficción, analiza la lectura y responde las siguientes
preguntas:
2. ¿Qué temáticas se desarrollan en la historia? Ejemplifica con fragmentos de la lectura y explica de qué manera se
relacionan el tema y segmento escogido.