7 Mapeo Público

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MAPEO

Diciembre 2009 Agosto 2009


ARTE y ARQUITECTURA: objetos de estudio
EDICIN NMERO #7 y #3

alonso+craciun Taller Danza / alonso+craciun

ESPACIO MICROCINE XII Bienal de Arquitectura de Buenos Aires


Imgenes en movimiento: arquitectura, ciudad y territorio

MARCELO DANZA LUCIO DE SOUZA

Amrica sur: laboratorios de arquitectura a presin y temperatura normal Notas sobre la dimensin poltica de lo pblico

EMILIO NISIVOCCIA

Borrador: notas sobre poltica, arquitectura y otras cuentas pendientes

GUSTAVO DIGUEZ (Arg)

Imgenes en movimiento sobre America Sur Del laboratorio a la cocina

ROBERTO FERNNDEZ (Arg)


Hormigas en el mrmol

TALLER DANZA

El taller danza como laboratorio de pruebas Diario de viaje por las didcticas de la arquitectura contempornea

Las imgenes de la publicacin fueron realizadas por el colectivo alonso+craciun a excepcin de tapa Martn Craciun; pgina 4 y pgina central Sebastan Alonso y pgina 20 y 8 taller Danza. Correcin: Luca Bogliaccini y Natalia Olivera Esta publicacin es una realizacin del Taller Danza y alonso+craciun. Taller Danza y alonso+craciun no comparten necesariamente los contenidos de los textos firmados por sus autores. Apoyamos explcitamente la cultura del copyleft. Los textos firmados por Taller Danza y alonso+craciun pueden ser reproducidos libremente. Dejamos en manos de cada autor la decisin ltima respecto a la cesin de sus derechos respectivos. Docentes Taller Danza - Alejandro Baptista - Alexis Arbelo - Alfredo Pereda - Ana Goi - Andrs Gobba - Bernardo Monteverde - Bruno Di Giovannantonio - Bruno Minicelli - Carolina Pereiro - Diego Capandeguy - Diego Miguez - Diego Prez - Eduardo Bertiz - Emilio Nisivoccia - Fabio Ayerra - Federico Gastambide - Felipe Reyno - Gonzalo Bustillo - Gonzalo Redin - Horacio Flora - Hugo Dutin - Ins Artecona - Jorge Nudelman - Jorge Tuset - Laura Acosta - Luca Bogliaccini - Luis Bogliaccini - Macarena Trias - Marcelo Danza - Marcelo Staricco - Marcos Castaings - Marcos Guiponi - Mariano Garca - Martn Cobas - Martn Delgado - Martin Pronczuk - Diego Azadin - Miguel Fascioli - Natalia Olivera - Nicols Newton - Nicolas Rudolph - Pablo Roquero Paola Monzillo - Paola Santurio - Paula Preziosi - Pedro Calzavara - Roberto Monteagudo - Santiago Saettone Sergio Barreto - Thomas Sprechmann - Virginia Cabrera - Zelmar Schiavone Diciembre 2009, Montevideo, Uruguay.

Taller Danza / Alonso+Craciun

Editorial

1. Qu puede hacer el narrador desde el momento en que la realidad elude la representacin y las representaciones de la realidad son en gran medida no ms que simulacros? Andreas Huyssen A propsito de la presentacin de la pelcula documental Amrica Sur. Laboratorios de arquitectura a presin y temperatura normal y a propsito de reiterados trabajos vinculados a la narracin audiovisual y en su relacin directa con lo educativo, es que nos propusimos alonso+craciun y el Taller Danza poner en relacin un grupo de personas, trabajos, imgenes y textos que voluntariamente promuevan la discusin en torno a la creacin-modificacin de objetos de estudio en las instituciones de las que somos parte. Nuestra exponencial vocacin por integrarnos a un sistema de relaciones heterogneo desde nuestros modos de hacer, deviene en gran medida en una posibilidad crtica de reflexionar sobre las modalidades de trabajo en diferentes campos (artstico, arquitectnico, educativo), las formas de conocimiento o saberes, la objetualizacin de los mismos y sus metodologas y muy precisamente la construccin de relaciones personales que habiliten acercamientos a lo pblico o al estar en pblico ( ) atravesado por cierto tipo de experiencia1. Los nuevos modelos de produccin, ponen en crisis algunas seguridades del discurso y algunos hbitos de decodificacin adquiridos. Es necesario multiplicar las formas de conocimiento y es por ello que nos interesa conocer desde otras pticas, utilizando tcnicas variadas e incluso contradictorias. Es necesario tambin, asumir el carcter poltico de las tcnicas operativas, de los mtodos de recopilacin de datos y de los mecanismos de acercamiento a la realidad2. Lo educativo como forma en construccin tambin nos permite pensarnos como aparatos discursivos en continua revisin y crisis. Nos permite repensar el tiempo pasado como no acabado, muy distinto a la obra como hecho consumado, definido. Nos hace posible experimentar y conjugar los tiempos histricos no como hechos sucesivos, sino como hechos vinculantes, simultneos, fragmentados, traduciendo a Miguel ngel HernndezNavarro. Lo educativo y las relaciones que de ello se desprenden, como son America sur, cursos-seminarios, actividades en el espacio pblico, actividades militantes, requieren de la experiencia o su atravesamiento, como
1 Pblico. Rosalyn Deutsche. Conferencia en el Curso Ideas recibidas. Macba. 2007. 2 Laboratorio de Produccin Crtica, curso opcional de la FARQ-UDELAR, Nisivoccia, de Souza, Alonso, Craciun, Fascioli. 2009.

modo central de trabajo. sta posibilita y requiere ubicarse en los lugares donde se dirime o conforma la esfera pblica como espacio de aparicin3. Lo educativo no tiene manera de evitar la aparicin en la esfera pblica. Es ms importante nuestra aparicin y sobre todo los modos de esa aparicin hacia lo otro y hacia el otro enigmtico (lugar donde se dirime y construye la esfera pblica que nos importa), que concebir posibles objetos de comprensin y estudio intramuros (Emmanuel Levinas). La imagen pblica si as es posible llamarla, o la funcin poltica de la imagen, nos obliga a pensar sus condiciones, determinaciones y ubicaciones. Las imgenes que de aqu surgen son resultado de un esfuerzo por contribuir a su construccin 2. America sur. Laboratorios de arquitectura a presin y temperatura normal nos ha sido til para proyectar el editorial de esta publicacin conjunta:Mapeo Pblico. Arte y arquitectura: objetos de estudio, Mapeo nmero #7 y Pblico nmero #3. Mapeo, un peridico semestral que se ocupa de las configuraciones arquitectnicas y urbanas del cono sur americano intentando dibujar con su trayecto un espacio latente en las arquitecturas perifricas, de belleza bruta, de elemental desparpajo, instintivo pensamiento y rpida accin. Pblico, un proyecto editorial de agenciamiento crtico sobre diferentes temticas de la cultura, el arte y la poltica; proyecto que se propone como premisa negociar lo editorial con diferentes instituciones y personas. Mapeo Pblico como proyecto editorial conjunto esta determinado por estrechas relaciones personales y laborales entre quienes estamos involucrados. Nuestras prcticas vinculadas a lo educativo, en donde caracterizamos la creacin-modificacin de objetos de estudio, su conformacin-puesta en prctica, y su puesta en pblico, nos rene en este emprendimiento. -El Taller Danza devino USINA DE ARQUITECTURA, un lugar donde no se producen objetos terminados, sino energas que proporcionen la capacidad y motivacin para hacerlos o transformarlos. Esa es la construccin con la que elegimos identificarnos como docentes y profesionales. -El curso opcional Laboratorio de Produccin Crtica ha puesto en escena la investigacin de los procesos reales de produccin y consumo de objetos y espacios en la realidad contempornea, la modos de presentacin/representacin y abordaje de dicha realidad y el espacio pblico como escenario posible. -alonso+craciun articula, edita y se proyecta hacia la escena universitaria.
3 Rosalyn Deutsche. Ibid.

3. Las cuatro secciones que componen la publicacin refieren formalmente a los cuatro captulos que articulan la pelcula-documental. - Un acercamiento crtico a la pelcula Amrica sur. Sus contextos de presentacin; valoraciones crticas desde el pensamiento arquitectnico. - Notas sobre la dimensin poltica de lo pblico. Un texto que deviene de un anlisis de la evolucin del territorio en relacin al capital y como sta relacin es puesta en prctica, entre otros, por celebres arquitectos y urbanistas. Lo que nos queda sugerido y conviene preguntar es: cmo reapropiar para la reconstruccin de lo comn lo que el capital ha convertido en renta financiera? - En las ltimas dcadas la cultura arquitectnica ha oscilado entre la completa autonoma y las simplificaciones ms consoladoras. En cualquier caso la disciplina parece haber evitado confrontar puntos de vista con todo pensamiento capaz de erosionar certezas, y en especial con la compleja y conflictiva dimensin de lo poltico. El artculo hurga cabos sueltos que refieren a un problema difcil de cancelar y que sobre todo, implica asumir niveles de mayor complejidad y de menor certeza. - Breve historia de los laboratorios de indagacin arquitectnica (LIA) desde su creacin a su estado actual y posibilidades futuras. Los laboratorios de indagacin arquitectnica han demostrado ser una herramienta eficiente en el doble objetivo planteado de investigacin proyectual y adquisicin de oficio. Actualmente se encuentran en su versin 3.0(beta).

Espacio Microcine XII Bienal de Arquitectura de Buenos Aires

Imgenes en movimiento: arquitectura, ciudad y territorio

Espacio Microcine Imgenes en movimiento: arquitectura, ciudad y territorio Curadura: Gustavo Diguez Coordinacin: Florencia Rodrguez y Gustavo Diguez La realizacin de este ciclo audiovisual permiti reunir de manera inhabitual para nuestro pas cerca de cincuenta producciones realizadas en Argentina, Espaa, Brasil, Chile, Uruguay, Italia, Francia, Reino Unido, India, Alemania, Mxico y Canad como un modo de construir un nuevo panorama de observacin de la arquitectura, la ciudad y el territorio, propiciando incluso la discusin en torno a diversos campos temticos contemporneos. Este ciclo form parte en carcter de invitado de la XII Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires, realizada entre el 3 y 12 de octubre de 2009 en el Centro Cultural Recoleta Espacio Microcine fue presentado como un complemento novedoso y alternativo de las actividades que tradicionalmente despliega la Bienal de Arquitectura, ya reconocida por la exhibicin de obras arquitectnicas y por un conjunto de conferencias a cargo de destacados arquitectos del mundo. A travs de esta propuesta se intent aportar al enriquecimiento de los modos narrativos y de representacin de la arquitectura mediante una programacin audiovisual cuyo objetivo fue la puesta en escena de un panorama actualizado de las ltimas reflexiones arquitectnicas urbanas y territoriales que se han estado llevando a cabo mediante el empleo de materiales flmicos recientes producidos en los ms diversos contextos y pases. El objetivo de este ciclo ha sido el de desplegar campos temticos contemporneos a partir de una programacin de piezas audiovisuales en diversos formatos -mayoritariamente medio y cortometrajes- que funcionaron como disparadores de mesas y encuentros de debate y reflexin con invitados provenientes de la arquitectura y de otras disciplinas, permitiendo ampliar las miradas y acercar al pblico que no necesariamente se especializa en nuestra disciplina. Con un formato cercano al de un festival de cine, stas producciones filmadas por arquitectos, artistas visuales y realizadores cinematogrficos, muchas de ellas estrenadas o realizadas exclusivamente para esta ocasin, se organizaron en bloques temticos referidos genricamente a la Arquitectura, la Ciudad y el Territorio. La estructura del espacio se bas en la definicin de una programacin compuesta por un material en rotacin en diversos horarios y por eventos especiales centrales que fueron acompaados por momentos de discusin y mesas redondas. Entre los proyectos y autores puestos en pantalla: Fresh Latino (Muestra Iberoamricana de Arquitectura

Emergente), el colectivo de arquitectos Basurama (Espaa-Madrid), los artistas Domnec (Espaa Barcelona) y Terence Gower (Canad), el grupo Stalker (Italia) con el estreno mundial de su pelcula Savorengo Ker, la curadora Ariadna Cantis, el estreno en la Argentina de Koolhaas Houselife de Bka Films (Francia), la plataforma de creatividad Studio Banana (Espaa), el colectivo m7red (Argentina), el artista Julian Dangiolillo (Argentina), los realizadores argentinos Mariano Llins y Gonzalo Castro (Argentina), el Taller Danza de la Facultad de Arquitectura de la Repblica (Uruguay) y la escuela de Arquitectura de la Universidad de Talca (Chile), entre otros. Las repercusiones favorables del evento y su grado de recepcin por parte de pblicos de diversos tipos de afinidad, depara la probable realizacin de este mismo ciclo para el ao prximo en una segunda edicin. Ronda de discusin sobre arquitectura iberoamericana Freshlatino en Buenos Aires Dentro del contexto del ciclo Espacio Microcine se produjo un particular encuentro de discusin a partir de la proyeccin de tres producciones que centraron su punto de inters acerca de la lectura del panorama arquitectnico iberoamericano y las diferentes miradas de un lado y otro del Atlntico. Freshlatino, produccin espaola realizada bajo la curadura y realizacin de Ariadna Cantis, es una muestra audiovisual itinerante que cuenta con el apoyo y la organizacin del Instituto Cervantes, -quien ha prestado su autorizacin para la proyeccin en este evento. Freshlatino es una seleccin de catorce oficinas de arquitectos iberoamericanos que utiliza el formato videoinstalacin para dar a conocer su variada produccin. Se presenta como una plataforma documental que crea links a ambos lados del Atlntico, redibujando una nueva geografa cultural y un nuevo mapa. Esta ocasin ha sido acompaada con el entusiasmo de dos escuelas de arquitectura de nuestro continente que prepararon especialmente para la ocasin sus propios ensayos audiovisuales respondiendo a sus particulares miradas en torno al problema de la pertinencia arquitectnica a nivel local, repensando la cuestin a partir de sus especficos modos de abordaje de la disciplina en el mismo plano acadmico desde el que actan. El Taller Marcelo Danza de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la Repblica (Uruguay) present America Sur: laboratorios de arquitectura a presin y temperatura normal, realizada en conjunto con Alonso+Cracin. El laboratorio sudamericano es

rescatado de la historia de los ensayos urbanos y reaparece como concepto para revisar la actualidad de la arquitectura y las ciudades del continente. Una mirada urbana, poltica y autoconciente sobre el particular escenario que Uruguay delinea en la tradicin moderna de manera de conformar un lente de amplificacin al caso sudamericano. La Escuela de Arquitectura de la Universidad de Talca (Chile) por su parte present Las mil plazas. Registro del taller de obra 2008. Un conjunto de intervenciones en el paisaje y de arquitecturas salidas de una atmsfera constructiva con el ingenio de lo inmediato, que comienza a conformar una tradicin en torno a la reflexin sobre la transformacin del territorio. La mesa de debate estuvo entonces conformada por Marcelo Danza (Uruguay), Germn Valenzuela (U.TalcaChile), Ariel Jacubovich (Argentina), Florencia Rodrguez (Argentina) y el estudio a77, particpantes de Freshlatino, integrado por Lucas Gilardi y Gustavo Diguez. La platea estuvo colmada de estudiantes uruguayos que fueron mayora en la ocasin y participaron con preguntas en relacin a las diversas alternativas del debate que se bas en las diferentes concepciones y lecturas que suponen la construccin de un imaginario de obras emergentes, reflexivas o propias de caracterizar visiones en torno a ello.

Amrica sur: laboratorios de arquitectura a presin y temperatura normal

Marcelo Danza

(ante) AYER: EL LABORATORIO DE PRUEBA (GRAVEDAD O)

AYER: EL LABORATORIO VACO (GRAVEDAD EXTREMA)

HOY: ARQUITECTURA cPTN2 Habra que hablar de una rebelin de lo discreto, por la que lo pequeo y efmero se asegur una porcin de la fuerza visual de la gran teora, de una ciencia de la huellas, que a partir de indicios poco aparentes quiso leer signos tendenciales del acontecer del mundo 3 Hoy en Uruguay no hay crecimiento poblacional, la emigracin es alentada por la falta de oportunidades y la nueva dinmica de las comunicaciones. Los jvenes reciben toda la informacin y luz de constelaciones culturales dinmicas y no pueden radiar la suya propia desde el agujero negro que con su fuerza gravitatoria exacerbada los endentece y anula. El horizonte de eventos4 no les hace perceptibles para la cultura arquitectnica hegemnica. Las oportunidades econmicas se estrechan. Los nios nacen mayoritariamente bajo el lmite de pobreza. Desde esa condicin, en un Laboratorio de Pruebas abandonado es que intentamos producir y pensar otra arquitectura. Una cuya potencia no este centrada en la escala, la pureza o el despliegue tecnolgico. Una arquitectura, simple, operativa, que busque su belleza en sus posibilidades reales y no en la similitud o cercana ideolgica con quienes evalan desde las grandes medios de difusin disciplinar.
2 cPTN: con Presin y Temperatura Normal. Es el nombre que se le da en la Fsica a las condiciones que reproducen las condiciones ambiente normales 3 SLOTERDIJK, Peter. Esferas III. Ediciones Siruela, Madrid, 2006. Pg. 33 4 En relatividad general, el horizonte de sucesos tambin llamado horizonte de eventos se refiere a una hipersuperficie frontera del espacio-tiempo, tal que los eventos a un lado de ella no pueden afectar a un observador situado al otro lado. Obsrvese que esta relacin no tiene por que ser simtrica o biyectiva, es decir, si A y B son las dos regiones del espacio tiempo en que el horizonte de eventos divide el espacio, A puede no ser afectada por los eventos dentro de B, pero los eventos de B generalmente s son afectados por los eventos en A. Por dar un ejemplo concreto, la luz emitida desde uno de los lados del horizonte de eventos jams podra alcanzar a un observador situado al otro lado. Existen diversos tipos de horizontes de eventos, y estos pueden aparecer en diversas circunstancias. Una de ellas particularmente importante sucede en presencia de agujeros negros, aunque este no es el nico tipo de horizonte de eventos posibles, existiendo adems horizontes de Cauchy, horizontes de Killing, horizontes de partcula u horizontes cosmolgicos

La construccin de los primeros edificios y expansiones urbanas en Amrica del Sur estuvieron marcados por la ilusin de una vida otra, una segunda oportunidad dismil y mejor de la que le otorgaba la Europa que el emigrante dejaba. Quizs por eso Amrica fue en la segunda mitad del siglo XIX y primera mitad del XX un verdadero laboratorio de pruebas de la ciudad moderna1. Fue en esa arena en la que las teoras europeas fueron llevadas a la prctica. El esplendor de sus principales ciudades como Buenos Aires, Brasilia, Ro de Janeiro o Montevideo dan cuenta de esto. La cultura europea se nutri de ese Laboratorio al que sus principales arquitectos no cesaron de peregrinar. Sus ciudades se expandieron casi sin rozamiento, como en una situacin de cero fuerza gravitatoria para sus cuerpos arquitectnicos. Frente al cuerpo momificado de las urbes del viejo mundo el vigor de la corporeidad joven y maleable del espacio americano sedujo al lmite de lo imaginado a arquitectos y urbanistas. La conformacin cultural arquitectnica de Montevideo es el resultado de ese Laboratorio al que al conocer el propio Le Corbusier en 1929 describa en Cuando las Catedrales eran Blancas como: Los uruguayos estn en la vanguardia En ese Laboratorio de pruebas de la modernidad es en que se forma la matriz de pensamiento local y se estrechan los vnculos culturales con la vanguardia europea.

En la segunda mitad del siglo XX y en especial a partir de la dcada del setenta esa realidad fue cambiando paulatinamente. El laboratorio de prueba fue lentamente desplazndose hacia otros pases a la vez que las dictaduras fascistas de la regin obligaban a emigrar a sus principales arquitectos y pensadores hacia Europa y Amrica de Norte. Al retorno a la democracia la opcin fue restituir el estado de las cosas a como se encontraban antes de este lamentable episodio lo que no hizo ms que acrecentar el estancamiento y desfasaje cultural con el pensamiento y las prcticas arquitectnicas profesionales y acadmicas contemporneas. Los cambio y reequilibrios econmicos en el escenario global desplazaron el inters disciplinar que aos despus se debati entre el pragmatismo norteamericano, la explosin salvaje asitica y el caos africano. El ritmo de crecimiento y desarrollo en Amrica del Sur se enlenteci y sus ciudades hoy se expanden principalmente desde la informalidad. La cultura arquitectnica contempornea perdi propiedad para interactuar con una expansin descontrolada y a causa de ello una agobiante inmovilidad parece haber afectado buena parte del pensamiento disciplinar en la regin. Una fuerza gravitatoria extrema no para de expandirse. Desapareci la virulencia cultural de los campos de la arquitectura y con ella la capacidad de contagiar, provocar, difundir y radiar su luz propia. El Laboratorio Sudamericano perdi inters; qued vaco de atencin.

1 A modo de ejemplo Rem Koolhaas lo describe como Delirius New York , Roberto Fernandez nos habla del Laboratorio Americano y Jos Liernur de La red austal

Una arquitectura potente en su debilidad, seductora en su brutalidad, contundente en su fragilidad. Una arquitectura mnima, aunque sea de gran escala.

CONSTRUCCIONES MOTAS DE POLVO

COMO

INSOLENTES

La insolencia que proviene de la posicin inferior es efectiva cuando su empuje expresa energas reales. sta tiene que encarnar concientemente su fuerza y crear serenamente una realidad que, en todo caso, se pueda combatir pero no negar. Cuando el esclavo descontento coge jovialmente del brazo a su seor, hace presentir la fuerza que tendra su revuelta 5 S, s, por lastimado y jodido que uno est, siempre puede uno encontrar contemporneos en cualquier lugar del tiempo y compatriotas en cualquier lugar del mundo. Y cada vez que eso ocurre, y mientras eso dura, uno tiene la suerte de sentir que es algo en la infinita soledad del universo: algo ms que una ridcula mota de polvo, algo ms que un fugaz momentito.6

5 SLOTERDIJK, Peter. Crtica de la razn cnica. Ediciones Siruela, Madrid 2007. Pag. 188 6 GALEANO, Eduardo. El Libro de los Abrazos.

Los laboratorios de arquitectura que se presentan son el resultado de una prctica acadmica dentro de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la Repblica y no pretenden ser ms que un ejemplo o una invitacin a ver la arquitectura desde otro registro. No ya como objetos trascendentes y acabados, sino como impuros provocadores de transformaciones. Alteradores positivos del microespacio que habitan. Las escenas y escenarios de produccin arquitectnica que se presentarn, desarrollados por quienes orientan esos laboratorios son usurpadoras del ms radical pragmatismo contemporneo. Su estrategia de supervivencia es diluirse en las energas de produccin de arquitectura, cultura y ciudad y desde ese lugar desaparecer en acciones mnimas desplegando sus propuesta desde ese micro atalaya. Desde las prcticas materiales e intelectuales que se presentan se busca ensayar en trabajos mnimos, pero no por minimalistas sino por elementales. Ensayos, pruebas motas de polvo en la infinita soledad del universo de obras ambiciosas y exuberantes. 7 El desparpajo, la feliz insolencia que nos atrae est en la potencia y contemporaneidad que encierra lo primitivo y elemental. Su provocacin radica en crear una realidad, que se puede combatir pero no negar. El pensamiento cuando se hace materia, construccin y espacio, crea su aura y despliega la incontenible subversin de lo practicable.
7 SLOTERDIJK, Peter. Crtica de la razn cnica. Ediciones Siruela, Madrid 2007. Pag. 188

Muy rara vez se pone en claro el factor subversivo de nuestra sociedad: un mundo en sombra lleno de insolencias secretas y realismos de toda especie, lleno de resistencias, descargas, intrigas y sentido para las propias ventajas. La normalidad est compuesta en su mitad por microscpicas desviaciones a la norma8

8 OP. CIT. Pag. 189

Notas sobre la dimensin poltica de lo pblico

Lucio De Souza

La construccin de los territorios contemporneos Los procesos de aceleracin de la acumulacin capitalista y el impulso que la misma ha tomado en los ltimos cuarenta aos, han transformado radicalmente los territorios. Tal como plantea David Harvey, la apertura de mercados ms distantes, de nuevas fuentes de materias primas y de nuevas oportunidades de empleo de los trabajadores bajo las relaciones sociales del capitalismo, sin embargo aumenta el tiempo de rotacin del capital a no ser que se produzcan mejoras en la velocidad de circulacin que lo compensen1. Las gigantescas transformaciones que se vienen observando casi instantneamente en los territorios contemporneos obedecen a esta imprescindible compresin del espaciotiempo. El mercado global aumenta el tiempo de rotacin del capital, por lo cual resulta imprescindible, reducir el tiempo de circulacin. Cuanto ms demora en darse por completo el ciclo del valor [produccin, distribucin, consumo] menos rendimiento tiene el capital invertido. Todos sabemos que por definicin el capital necesita reproducirse y por lo tanto cuando no existen modos de reproducir el capital, es cuando surgen las crisis. A la salida de la poca keynesiana de la segunda posguerra, surge la crisis que hace eclosin en los 70, y es la necesidad de respuestas la que empieza a desviar los mtodos. El discurso de los liberales frente a la crisis era que el exceso de regulacin, haba detenido el crecimiento y que por lo tanto haba que desregular a cualquier precio, para volver a la senda del crecimiento. Es en este momento que empiezan a verse las consecuencias de esa crisis econmica y las dificultades que las ciudades tenan debido a esto. Todo el discurso desregulador y supresor de controles gana espacio y parece ser que en lugar de regular el crecimiento urbano, los urbanistas se comienzan a dedicar a fomentarlo con todos los recursos que tenan a su alcance 2. Relacionado con estas cuestiones, se hace necesario un cambio en la gestin de los gobiernos locales, que a fines de los ochenta y durante los noventa especialmente, incorporan en la toma de decisiones, el discurso sobre la planificacin estratgica, como herramienta para lograr la redefinicin del papel de las ciudades en un marco de competencia interurbana. Segn Bernardo Secchi, en el fondo estn presentes un conjunto de reflexiones sobre la decadencia urbana, la competencia entre ciudades o sobre lo que sintticamente ha sido recogido bajo el feo trmino de urban marketing3.
1 Harvey, David: Espacios del capital, Akal, 2007. 2 Hall, Peter: Ciudades del Maana, ediciones del Serbal, 1996. 3 Secchi, Bernardo: Ciudad moderna, ciudad contempornea y sus fu

Sin embargo, como ocurre generalmente cuando el discurso se asla en la disciplina y comienza a reproducirse sin debate, quedan ocultas las cuestiones ideolgicas que lo generaron. En definitiva estas cuestiones tienen que ver con una serie de estrategias sobre los modos que se intentan imponer, para salir de la crisis. El caso paradigmtico quiz sea New York, que debi declararse en bancarrota en 1975 y cuya salida consisti primero en un despido masivo de trabajadores (entre ellos policas y bomberos); luego en el compromiso de pago de todas las deudas con el sistema financiero mediante la incorporacin negociada de capitales de Arabia Saudita4; y finalmente y a ms largo plazo un gran proyecto de transformacin de Manhattan en una zona segura y de primer nivel para turistas y elites econmicas. Digamos que por ah andaban Giuliani y su Tolerancia Cero para expulsar a quienes no podran incorporarse a las transformaciones y por supuesto que detrs de ello, vena la brigada de arquitectos: de Portzamparc, Meier, SOM, Norman Foster, Taniguchi, Rem Koolhaas, Renzo Piano, Tschumi, Herzog y De Meuron y por supuesto Frank Ghery que no poda faltar a la fiesta, desembarcaron sucesivamente con grandes proyectos transformadores de la imagen de la ciudad. La idea era que la construccin de nuevas zonas urbanas iba a dinamizar la economa de la ciudad nuevamente. Que se deba sustituir la produccin industrial que se haba mudado a lugares ms convenientes, por produccin de servicios en los centros urbanos. Y que haba que atraer cualquier inversin en esos rubros, llmese Juegos Olmpicos, Exposiciones Universales, Inversores Extranjeros, etc., sin importar como. El tema de la vivienda mientras tanto se deca que se resolvera mediante subsidios para facilitar el acceso a la vivienda en la periferia o los suburbios para las clases medias y altas, lo cual iba a dejar viviendas econmicas libres para las clases bajas [sic]. Sin embargo esto no sucedi as: La otra cara de la huida a los suburbios es la reocupacin del centro tratando de convertirlo en un centro cultural o en un campo de consumo5.
turos, en Lo Urbano en 20 autores contemporneos, ediciones UPC, 2004. 4 Por informes de inteligencia desclasificados, hoy sabemos que Estados Unidos tena un plan para ocupar y proteger los pozos de petrleo en Arabia Saudita. El embajador americano en Arabia arregl con los sauditas que el dinero de ellos iba a ser reciclado a travs de los banqueros de inversiones de Nueva York en Harvey, David: Una geografa urbana posible, conferencia dictada en Buenos Aires en el marco del 2 Encuentro El pensamiento urbano, celebrado en el Centro Cultural San Martn el 30 de agosto de 2006. 5 Harvey, David: Los nuevos rostros del imperialismo, entrevista realizada por Varela Snchez y Mario Beiras, disponible en http://www. archivochile.com/Imperialismo/otros_doc/USotrosdoc0004.pdf

La explicacin era que si se revitalizaba el centro de la ciudad y se haca atractivo al turismo y los inversores, se generaran beneficios inducidos sobre el resto de la ciudad. Esto se parece ms a una explicacin espacial de la famosa teora del goteo o trickle down effect, la cual afirma que si una economa crece, algo del crecimiento necesariamente derramar hacia abajo porque generar gradualmente mayor empleo, se pagarn salarios a ms personas y, por lo tanto, habr ms ingresos y mayor consumo, lo cual nunca ha sido claramente comprobado. Siguiendo a Harvey, uno de los giros imprescindibles para poder reencauzar el crecimiento de la economa de las ciudades, ha sido la usurpacin de las propiedades comunes por la va de las privatizaciones; estrategia necesaria para ampliar el campo de la acumulacin del capital a sectores que nunca haba llegado. Esto es bsicamente el mecanismo que lleva a ofrecer a los privados la explotacin de sectores de Espacio Pblico o de suelo de propiedad Fiscal o Pblica. Esto que Harvey denomina acumulacin por desposesin no es ms que un nuevo impulso de lo que Marx denominaba acumulacin originaria referido a los medios de produccin y los trabajadores. El proceso que crea a la relacin del capital, pues, no puede ser otro que el proceso de escisin entre el obrero y la propiedad de sus condiciones de trabajo, proceso que, por una parte, transforma en capital los medios de produccin y de subsistencia sociales, y por otra convierte a los productores directos en asalariados. La llamada acumulacin originaria no es, por consiguiente, ms que el proceso histrico de escisin entre productor y medios de produccin. Aparece como originaria porque configura la prehistoria del capital y del modo de produccin correspondiente al mismo6. Esta acumulacin por desposesin es la que est presente en muchas de las operaciones urbanas estratgicas desde los aos 90 hasta hoy, las cuales han venido asociadas a los nombres de arquitectos estrella y a la desregulacin y liberalizacin. La cada de las utopas de la forma espacial Es quiz Rem Koolhaas el principal implicado en estas operaciones no sin rastros de irona, autocrtica y cinismo. Tal como plantea Hal Foster Koolhaas navega en esta dialctica mejor que nadie en la actualidad, pero su misma habilidad ha motivado algunos movimientos ambiguos. Le ha llevado a criticar la apoteosis contempornea del comprar, pero tambin a trabajar como arquitecto de casas de Prada7. Es que pese a toda la verborragia
6 Marx, Karl: El capital: el proceso de produccin del capital, siglo XXI editores, 2004. 7 Foster, Hal: Arquitectura e Imperio en Diseo y delito, Akal, 2004.

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imgen incendio CCTV, Beijing, internet.

aguda e inteligente con la que siempre nos regala, ms que crtico del espectculo es su impulsor. Y como sucede en los cuentos de magos y hadas, a Koolhaas se le concedi recientemente una paradjica imagen de fulgor: el 9 de febrero de este ao el Mandarn Hotel del CCTV, de tan brillante, entr en llamas y su imagen circul por todos los foros y sitios web, provocando una placentera sensacin generalizada de revancha envidiosa. En este punto quiz convenga volver un poco hacia atrs y revisar algunas cuestiones que tienen que ver con falsas premisas, de las cuales surga el discurso planificador de posguerra. Es que hoy resulta a todas luces absurdo, recurrir aunque sea en una epifana de esperanza, a la fe en las utopas de la forma espacial. Este error de creer que es posible modificar el mundo mediante la arquitectura [arquitectura o revolucin a la manera Le Corbu]; que las modificaciones en las formas espaciales y las estructuras urbanas hacen mejor a las sociedades, parece hoy completamente inocente. Quien as pensara, no ha visto que la gran contradiccin subyacente es que no se pueden satisfacer las necesidades de los individuos, mientras se aceita la mquina capitalista. O por lo menos, no para siempre. China es quiz la distopa perversa ms visible en este mundo: un estado comunista apostando a la avanzada del capital. Y mientras los procesos de urbanizacin de la sociedad se aceleran a lmites inconcebibles, lo que representa una irona fatal contra el proyecto Maosta, la mitad del cemento producido en el mundo en los ltimos cinco aos se ha consumido en China8, lo cual se refleja en el espejo de la miseria urbana que se va acrecentando. En China, hallamos la mayor revolucin industrial de la historia en la palanca arquimedeana que est trasladando a una poblacin del tamao de la europea, de aldeas rurales a ciudades ahogadas en humo neblinoso que se elevan hacia las nubes9. Donde est lo pblico? En medio de este escenario ominoso, podra caber la pregunta sobre cules de las virtudes de la vida urbana se podran estar expandiendo a todos, en la medida que crece la urbanizacin. Es decir, si acordamos con Richard Sennett10, que existen dos virtudes de la ciudad que hacen que valga la pena vivir en ellas, la sociabilidad
8 Harvey, David: Una geografa urbana posible, conferencia dictada en Buenos Aires en el marco del 2 Encuentro El pensamiento urbano, celebrado en el Centro Cultural San Martn el 30 de agosto de 2006. 9 Davis, Mike: Planeta de ciudades miseria: Involucin urbana y proletariado informal, en New Left Review, nmero 26, marzo-abril 2004. 10 Sennett, Richard: El capitalismo y la ciudad, en Lo Urbano en 20 autores contemporneos, ediciones UPC, 2004.

y la subjetividad, donde se manifiestan? La primera virtud tiene que ver con la posibilidad de vivir con extraos, es decir con la diversidad y la complejizacin de las sociedades urbanas frente a las rurales. La segunda deriva de la primera y tiene que ver con la capacidad de potenciar la subjetividad en la medida que se hace patente la conciencia de la diversidad. Es decir que es posible desplegar una vida interior ms compleja, en la comparacin con el otro. En Historia y Crtica de la Opinin Pblica, Habermas [1962] planteaba que la conformacin del mbito pblico como lugar de debate e intercambio, constitua la nica alternativa para buscar consensos sociales que permitieran encontrar espacios de acuerdo y cooperacin. Cul es la relacin posible entre mbitos urbanos y espacios de acuerdo?, o lo que es lo mismo, Cmo se pueden difundir las virtudes de sociabilidad y subjetividad en estos territorios contemporneos en conformacin? La respuesta, lamentablemente, no parece ser muy positiva: la segregacin, la contaminacin y la violencia son algunas de las cuestiones que hacen imposible pensar en un mbito urbano integrado. La falta de alteridad, la homogeneizacin de la imagen, la cultura del marketing operan intensificando las dificultades. Parece ser que la poca de la economa fluida, de la diferenciacin de las mercancas por la imagen, no hace otra cosa que producir fragmentos de ciudad homogneos y aislados. Y esto trae como consecuencia la ruptura del equilibrio poltico, larga y dificultosamente construido entre los colectivos, llevando a los individuos a un retroceso receloso hacia la esfera privada. El miedo contemporneo a la ciudad, encarnado en el miedo al otro, constituye una manera de sublimar la falta de seguridad que implica el modo de vida actual. Producto de los procesos de desregulacin y liberalizacin recientes, del aumento de la segregacin y la fragmentacin, as como de la falta de certezas constante, el intercambio casual en el espacio pblico, parece hoy en da impensable. Y qu alternativas existen para crear, al menos, un simulacro creble de espacio pblico? Es decir, qu posibilidades hay de montar un lugar de relacin y de intercambio viable en este contexto? Quiz sea necesario comprender, que la nica manera de hacer surgir los restos del espacio pblico, hoy en da, sea produciendo desde una performance constante. Y la nica manera de ejecutar ese despliegue, sea involucrndose en las grietas y fisuras de los mecanismos de produccin de antiespacio posfordista. Y quiz, la mayor potencia de ese trabajo, radique en apoyarse en el inevitable conflicto que la ciudad lleva implcito: no existe accin sobre la ciudad

que no sea poltica, ni existe propuesta que no derive de una posicin ideolgica, todo depende de la eleccin del lugar desde el cual se desea operar. Las posibilidades de incidir desde la cresta de la ola, de la metfora koolhaasiana, han resultado problemticas. Despus de todo, la ola parece llevar directamente desde los novedosos textos y los proyectos de papel, hacia el trabajo para las corporaciones. Las primeras pginas del S,M,L,XL no hacen ms que atestiguar esto, mediante grficas crecientes de cantidad de viajes en avin y aumento de la fuerza de trabajo. Parece ms interesante operar como facilitador y gestor de procesos. Es decir, construir y conformar interrelacin pblica, poner el acento en procesos abiertos de conversacin, que involucren sujetos con diferentes intereses, donde la produccin sea un modo de hacer coincidir inquietudes, en un entorno fsico. Promover la organizacin y fortalecimiento de los colectivos sociales y sus propias capacidades de transformacin, para incidir en el desarrollo de procesos alternativos a los dominantes. Es que, si es cierto que la accin debe ser poltica, las opciones implican una toma de decisin entre alternativas en conflicto.

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Borrador: notas sobre poltica, arquitectura y otras cuentas pendientes

Emilio Nisivoccia

La miseria de los grandes relatos de factura convencional no reside en absoluto en el hecho de que fueran demasiado grandes, sino en que no lo fueran lo suficiente. Obviamente puede discutirse sobre el sentido de grande. Para nosotros suficientemente grande significa: ms cerca del polo de la desmesura. ... Y que significara pensar si no se midiera incesantemente con el caos?1 Entre las 776 pginas del elefantisico volumen de documentos publicado por la autodenominada Junta de Comandantes en Jefe, en 1976, apenas si caben un par de digresiones cromticas: unas pocas imgenes impresas a color que rompen la monotona rigurosa del solemne blanco y negro. La primera excepcin est formada por una serie de imgenes dispuestas sobre dos pginas enfrentadas. En ellas pueden contemplarse cuatro de las tantas diapositivas que fueron proyectadas sobre las pantallas de los cines montevideanos en operaciones de copamiento, as las denominaban, realizadas por el MLN. La segunda es una lmina impresa en papel satinado, doble ancho, plegada, y encabezada por un ttulo en mayscula que nos advierte estamos frente a una evidencia confiscada al enemigo, un material de trabajo que viene a representar el Plano de una fbrica de bebidas refrescantes levantado por los sediciosos en la etapa de estudio previo al atentado.2 El plano en cuestin no es otra cosa que una planta del nivel de calle, un relevamiento de la manzana que entonces ocupaba la fbrica Coca Cola en Montevideo. Dibujada a mano alzada, coloreada, anotada con distintas caligrafas y referencias dentro y fuera del dibujo, la planta da la impresin de ser un apunte impreciso hecho sin mayores pretensiones. Pero no es el caso. No slo porque el dibujo est en perfecta escala 1:500, sino porque adems, las referencias lejos de ser anodinas son bien precisas: por un lado discriminan materiales que forman cerramientos
1 SLOTERDIJK, Peter. En el mundo interior del Capital. Siruela. Madrid. 2007. Pgina 21. El ltimo prrafo, entrecomillado, est tomado de: DELEUZE, Gilles; GUATTARI, Felix. Qu es la Filosofa? Anagrama. Madrid. 2005. 2 REPBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY, JUNTA DE COMANDANTES EN JEFE. La Subversin. Las Fuerzas Armadas al PUEBLO ORIENTAL. Tomo I. Montevideo. 1976 (con mltiples reediciones). Pese al propsito bien sesgado con el que fueron armados los dos tomos de esta suerte de historia oficial, y ms all de que por momentos el discurso se empantana en una jerga anti-comunista tanto ms triste que folklrica, en lneas generales, los volmenes publicados por la Junta de Comandantes siguen siendo una curiosa fuente documental. Incluso, por momentos, el gigantesco tocho ilustrado amenaza convertirse en un autntico boomerang que, ya de vuelta y acelerado en su rbita, apunta directamente hacia sus patrocinadores.

-que es lo mismo que catalogar el grado de vulnerabilidad del permetro- por otro, se anota los sitios donde se encuentran los objetos y las personas, y por ltimo, una amplia familia de carteles y flechas identifican entradas, puestos de vigilancia, telfonos, subestacin elctrica y, claro est, la caja: el botn (mientras un camin dibujado sobre la planta parece dominar la escena ocupando el centro de la playa de maniobras, al mejor estilo de Bonnie y Clyde).3 En principio el dibujo no es mucho ms que un instrumento militar, un mapa, es decir una abstraccin codificada que incorpora los datos fsicos necesarios para una operacin. Desde esta perspectiva el valor del grfico reside en su capacidad instrumental, performativa, utilitaria, en un conjunto de propiedades completamente independientes de toda cualidad sensible, o sea esttica. Lo dicho es una obviedad, ya lo s, no obstante llama la atencin la caligrafa, el trazo blando y tambin los colores, o, en general, el modo como se presenta el dibujo: su cualidad. Podemos fantasear cualquier cosa, seguro tambin lo hicieron los Comandantes en Jefe, tal vez para ellos el plano en colores era una prueba terminante del doble rostro de la subversin, una suerte de piel de cordero encima del lobo, pero no lo s y tampoco importa. Lo que en cambio s debera interesar es el hecho de que en los excesos el dibujo revela una familiaridad inconfundible, que la caligrafa es delatora y que, de una u otra forma, reconocido o no, el dibujo es hijo de la cultura arquitectnica. Llegados a este punto vale la pena detenerse un instante y anotar el primer dato. Para ello ser necesario deshacerse de todo el lastre funcionalista y dejar de escuchar por un rato el bajo continuo de Adolf Loos. Al fin y al cabo, el aadido de arquitectura que conserva el dibujo, aquello que lo volvi familiar y lo hizo reconocible como croquis de arquitecto, es un aadido completamente intil, un agregado imposible de reducir a la lgica operativa del plano militar y el comando armado. Es puro trabajo derrochado y, por eso mismo, tiene demasiado que ver con el arte y con nosotros. Por lo visto esto somos. Al menos tenemos un dato -que el dibujo no es estrictamente militar sino tambin arquitectnico ahora veremos si podemos avanzar un tramo y llegar a proponer otras preguntas. Slo que antes de formularlas lo mejor ser continuar un poco ms en el juego y seguir las pistas que nos propone este Plano de una fbrica de bebidas refrescantes levantado por los sediciosos en la etapa de estudio previo al atentado ahora convertido
3 Segn me consta el MLN atent varias veces contra la planta de Coca Cola lanzando bombas de alquitrn y molotov pero jams ingres al local. O, al menos, no tengo registro.

en Operacin en planta de Coca Cola, Montevideo, Uruguay. Nuestro dibujo en cuestin migr de la historia oficial de la dictadura a la pgina 67 del libro de Luis Camnitzer Didctica de la Liberacin. Arte Conceptualista Latinoamericano.4 Una suerte de historia, aunque mucho ms un manifiesto retroactivo, de los movimientos artsticos latinoamericanos derivados del arte conceptual en los sesenta. Es que para Camnitzer existe una especificidad en el arte del subcontinente abonada en mltiples intercambios. Esta especificidad, patente en la terminologa -conceptualista en lugar de conceptualtiene uno de sus baricentros en la marcada vocacin poltica y en todo caso didctica, aunque didctica por poltica, exhibida a lo largo y ancho del continente por ms de una generacin de artistas. Es a partir de estas consideraciones que Camnitzer incluye, polmicamente, al MLN-Tupamaros dentro de un largo listado de episodios de arte conceptualista. La etapa de propaganda armada protagonizada por el MLN a comienzos de los sesenta ocupa un puesto destacado para presentarse como simtrico invertido del movimiento Tucumn Arde. Uno: el movimiento argentino, llegando desde el arte a la poltica y, el otro, el MLN, segn Camnitzer, en una suerte de fase esttica, pero ante todo didctica, de la poltica.5 En realidad no es mi propsito discutir las tesis de Camnitzer, siquiera su lectura del MLN, por otra parte extremadamente parcial, ms esttica que poltica y por ello romntica en el estricto sentido del trmino. Sin embargo su trabajo, se me ocurre, propone un tema que va por encima de cualquier caso particular y que bien vale la pena ser pensado. Me refiero al intento de concebir el arte ms all de los artistas, las galeras y los objetos declarados arte, de ingresar en un juego de inclusiones que por la va de los hechos coincide con algunos datos inequvocos que salan de nuestra propia lectura del plano de la fbrica Coca Cola. Slo que a mi modo de ver, carece de todo sentido tratar a un movimiento poltico como artstico, y en cambio, s que tiene inters relevar las ramificaciones ms diversas de una cultura artstica concebida ella misma como ideologa, e incluso, dejar que todas las herejas y divergencias ingresen por derecho
4 CAMNITZER, Luis. Didctica de la Liberacin. Arte conceptualista latinoamericano. Casa editorial H.U.M., Centro Cultural de Espaa en Montevideo, Centro Cultural de Espaa en Buenos Aires. Montevideo. 2008. 5 Los Tupamaros ejemplifican a la poltica, acercndose todo lo posible al borde artstico de la lnea. Algunos aos despus del surgimiento de los Tupamaros, en 1968, el grupo argentino Tucumn arde fue el ejemplo que, viniendo del arte, lleg a tocar el borde poltico de la lnea. En: Ibdem. Pgina 65.

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Operacin en planta de Coca-Cola, Montevideo, Uruguay. Tupamaros Subversion, Las Fuerzas Armadas al Pueblo Oriental, 1971. En pag. 67, Didctica de la liberacin, Luis Camnitzer

propio a la mesa de las discusiones.6 Una hiptesis que debera extenderse sin inconvenientes al terreno de la arquitectura. De hecho la permeabilidad de fronteras entre poltica y disciplinas artsticas tiene un origen preciso. Forma parte de una larga tradicin moderna y cuenta con bibliografa propia. El tema posee un grado de desarrollo suficiente como para poder tomar prestadas un par de hiptesis muy genricas que tienen la virtud de funcionar como guas para futuros desarrollos y que para nuestro caso, permiten avanzar un pequeo trecho. En primer lugar valen los trabajos de Manfredo Tafuri y en particular Progetto e Utopia7, un volumen que condensa algunos textos anteriores publicados casi siempre en revistas polticas. En lo que nos interesa ahora, el libro recorre las ms diversas configuraciones del pensamiento y la prctica de la arquitectura poniendo de relieve la progresiva construccin de la disciplina como ideologa. Esto es, como forma de conciencia intelectual. Para Tafuri la arquitectura deja de ser una tcnica de construccin efectiva del ambiente para transformarse en ideologa, al punto que ella misma puede presentarse como alternativa civilizada al mundo del capital, representacin ideal, anticipacin intelectual de un futuro paraso liberado o, en todo caso, heterotopa: fragmento de valores recuperados.

Sin embargo, ms all de las pretensiones de la disciplina y de los sueos de un grupo intelectual, la arquitectura no es alternativa sino un legtimo integrante de la realidad. No slo forma parte de una industria que mueve gigantescos capitales, realiza renta de monopolio, participa de la divisin social del trabajo, sino que adems, el propio objeto ideologizado debe comprenderse ms all de sus pretensiones declaradas. Debe entenderse como objeto en un mundo que produce objetos bajo la forma de mercancas, es decir cosas, pero sobre todo fetiches. Y con ello finalizamos, porque no slo para Tafuri8, sino incluso, para un autor tan distante como Guy Debord9, el rol del objeto artstico no es otro que el de realizar
8 La idea del arte como sublimacin de la angustia fue introducida por Freud y recogida por Tafuri como condicin superestructural en el mundo del Capital: Alejar la angustia comprendiendo e introyectando las causas: este parece ser uno de los principales imperativos ticos del arte burgus, es el inicio de Progetto e Utopia. 9 En el primer captulo de La Sociedad del Espectculo, titulado La separacin consumada, Debord afirma que Toda la vida de las sociedades donde rigen las condiciones modernas de produccin se manifiesta como una inmensa acumulacin de espectculos. Todo lo que antes se viva directamente, se aleja ahora en una representacin (las negritas son mas). Y este alejamiento como representacin rige para los objetos artsticos que ingresan de lleno en el circuito de fetiches. El espectculo es capital en un grado tal de acumulacin que se transforma en imagen. Dems est decir que la renuncia a la construccin de objetos o episodios singulares, por parte de la Internacional Situacionista, es consecuencia directa del intento por inclinar la balanza para el lado de aquello que antes se viva directamente. En este sentido debera quedar claro que el proyecto de Constant, Nueva Babilonia, no tiene absolutamente nada que ver con la IS. DEBORD, Guy. La Sociedad del Espectculo. La Marca. Buenos Aires. 2008. Sobre Debord y la IS ver: JAPPE, Anselm. Guy Debord. Anagrama. Barcelona. 1998. AGAMBEN, Giorgio et alter. I Situazionisti. Manifestolibri. Roma. 1997. Adems, en las pginas de: http://www.sindominio.net/ash/ se encuentran disponibles una buena cantidad de documentos vinculados a la IS.

una sublimacin puramente contemplativa, y por ello, perfectamente funcional a la lgica triunfante de la mercanca. Se entiende entonces que para buena parte de la cultura artstica de finales de los sesenta las pretensiones ideolgicas de un arte liberado ya haban caducado y se impona revisar a fondo las prcticas y la analtica. El cruce entre poltica y arte no es slo consecuencia de una coyuntura altamente politizada sino adems, de la propia estructura del discurso artstico. A cuarenta y tantos aos de estas discusiones no hemos avanzado gran cosa y, en todo caso, hemos retrocedido. El triunfo de la autonoma en la arquitectura acab por reducir los problemas a soluciones de diseo eliminando cualquier mirada externa a la disciplina. Al final, no slo tiramos el agua, el nio sino tambin la tina, y en este juego perdimos la capacidad de construir una dialctica infinita, perdimos la capacidad de hacer de la arquitectura un arte pblico.

6 Obvio que tambin tendra sentido pensar el problema desde la poltica e incluso cruzar puntos de vista, pero esa ya es otra historia. 7 TAFURI, Manfredo. Progetto e Utopia. Architettura e sviluppo capitalistico. Laterza. Bari. 1973. El trabajo recoge y sintetiza los artculos publicados en la revista Contropiano, revista de crtica marxista, editada entre los aos 1968 y 1972.

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Imgenes en movimiento sobre America Sur Del laboratorio a la cocina

Gustavo Diguez

LABORATORIOS de arquitectura a presin y temperatura normal es la expresin que titula esta realizacin de Marcelo Danza junto con Alonso+Craciun filmada para el Espacio Microcine1 y que sita a la produccin del taller de proyectos que conduce en la Facultad de Arquitectura en Montevideo en un eje metafrico determinado histricamente acerca de los modos de produccin de la arquitectura y la lectura de las ciudades y los territorios de esta parte del mundo. Siguiendo la pista de la historia uruguaya y sudamericana de la arquitectura y la ciudad desde comienzos del siglo pasado, lo que la metfora del laboratorio produce es el transporte del espectador a la comprensin del verdadero efecto de distancia de quien ejercita la prctica cientfica para con lo que es observado e intervenido. En trminos de la temporalidad urbana el observador-cientfico de pruebas ya no estar para poder comprobar los verdaderos efectos producidos. Y aunque en verdad su presencia estuviera garantizada, estos efectos igualmente sern irreversibles. Es as como el laboratorio ha ejercitado notables modificaciones a lo largo de un siglo que la pelcula identifica no sin cierta nostalgia pero con un nuevo foco en la actualidad del escenario del campo proyectual. Si un primer acto lo compuso esa versin renovada de la exploracin de los territorios iniciada por Darwin, Hudson, Holmberg o Chatwin tomando a la Patagonia como epicentro, una segunda avanzada la promovieron las propuestas de diversas oleadas de arquitectos que incluyeron a Le Corbusier en un impulso de reproduccin del paradigma cientfico en el campo arquitectnico. El desplazamiento del paradigma cientfico -en tanto estudio aplicado sobre la naturaleza- hacia el mbito de la intervencin de las ciudades, o segunda naturaleza, paradjicamente ha sido analizado por diversos agentes de la historiografa reciente con un sentido teolgico desde la condicin de tierra prometida que bajo diversas condiciones de oportunidad establecan a Sudamrica como campo frtil.

El campo de observacin y accin entendido como laboratorio de arquitectura activ entonces -en ese primer desplazamiento de las proyecciones intelectuales que sobre el continente americano se han construido desde el lente europeo-, una conclusin que en esta plataforma de avistaje que result ser la escena sudamericana, se ha vuelto extensiva a la arquitectura como disciplina ms all de las fronteras continentales: la arquitectura supone siempre un experimento. Las condiciones atmosfricas cambian de manera imprevisible. Las condiciones ambientales promueven una necesaria atencin hacia los contextos polticos, sociales, econmicos y culturales que modifican la atmsfera de maneras imprevisibles. Cuando la arquitectura desapareci como entidad de aplicacin y como posibilidad o ilusin transformadora en razn de las crisis, fueron entonces las crisis las que se volvieron objetos de culto para los estudiosos del mundo exterior. Segundo desplazamiento. Entonces el relato teolgico cobra sentido definitivo. Cabe como ejemplos de ilustracin el recuerdo de La crisis como laboratorio, ttulo de un encuentro interdisciplinario Berlin-Buenos Aires de estudio de caso sobre los acontecimientos en la Argentina del 2001, o Ex Argentina, proyecto tambin gestionado desde Alemania en 2004 por los artistas Andreas Siekmann y Alice Creischer. La palabra laboratorio sigue presente en el da a da del taller de proyectos como un eco que resuena de aquellos primeros tiempos de la modernidad arquitectnica localizada en la Europa-centro-del-mundo: la de la construccin de un nuevo concepto del arte y la de la destruccin a travs de las dos guerras. Pero hay algo que no termina de vincularse con esa tradicin. A los fines prcticos de la relacin con las terminologas que resumen esta condicin inequvoca de experimento para la arquitectura la palabra correcta al parecer es laboratorio. Sin embargo hay una pista que deja la sospecha sin pretender convertir a esto en un ejercicio nominalista sobre la exactitud de los nombres, sino en un alentador ejercicio sobre una escena en transformacin. Tercer desplazamiento. Para ello conviene tomar de la proximidad del microcine en el que fue proyectada America Sur: laboratorios de arquitectura a presin y temperatura normal, un indicio dejado por otra de las pelculas proyectadas en ese ciclo. COCINA es una pelcula de Gonzalo Castro. Una arquitecta-chef se mueve entre los conceptos de la arquitectura y el de la preparacin de los alimentos con los que se relaciona cotidianamente. El registro permite adivinar una declaracin conciente hacia la aspiracin de profundidad que emana de la relacin inmediata

de las prcticas culturales si as pueden llamarsecon lo domstico y los afectos que los determinan. En esos momentos habr de notarse que la cocina y la arquitectura depositan en los objetos una carga afectiva de muy dificultosa interpretacin entre las palabras y las cosas, que hacen tan trabajoso el anlisis que llaman a la tentacin de no intentarlo. La ltima escena America Sur trascurre en el Taller de la Facultad. Es breve, hasta deliberadamente tmida, pero elocuente de la atmsfera. Existe una diferencia que define otra relacin con el ambiente. Las crisis nos adecuaron a otra idiosincrasia que vincula el optimismo a la irona, lo que Schlegel buscando una llave para su definicin llamaba la economa del entusiasmo. La metfora se vuelve accin. Profesores, alumnos e invitados comen juntos en un banquete colectivo. Se cocina y se come. La cocina finalmente desplaz al laboratorio. Algo diferente a la observacin distante de los fenmenos provocados. En la cocina el consumo inmediato se cruza con la afectividad de su preparacin, los rostros estn a la vista, el mbito domestico del da a da se entrelaza a la creencia de la formacin de un espritu colectivo construido por la familiaridad y la exposicin de sus participantes a disfrutar y ser concientes del paso del tiempo. Lo que cocinamos es para nosotros, de igual modo hay reacciones qumicas en todo cuanto hacemos pero ya no son solemnes, los errores se absorben en la experiencia y si alguien quiere comer desde ya esta invitado. Espacio Microcine. Imgenes en movimiento: arquitectura, ciudad y territorio Curadura: Gustavo Diguez/ Coordinacin: Florencia Rodrguez y Gustavo Diguez

1 America Sur. Laboratorios de arquitectura a presin y temperatura normal form parte de la programacin del ciclo Espacio Microcine. Imgenes en movimiento: arquitectura, ciudad y territorio. La realizacin de este ciclo audiovisual permiti reunir de manera inhabitual para nuestro pas cerca de cincuenta producciones audiovisuales realizadas en Argentina, Espaa, Brasil, Chile, Uruguay, Italia, Francia, Reino Unido, India, Alemania, Mxico y Canad como un modo de construir un nuevo panorama de observacin de la arquitectura, la ciudad y el territorio, propiciando incluso la discusin en torno a diversos campos temticos contemporneos. Este ciclo form parte en carcter de invitado de la XII Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires, realizada entre el 3 y 12 de octubre de 2009 en el Centro Cultural Recoleta

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Hormigas en el mrmol

Roberto Fernndez

Sin duda parece un ttulo extrao ste que pongo para un comentario del video llamado Amrica Sur que el Taller Danza prepar para presentar, ms metafrica que documentalmente, su idea de montar una nocin de laboratorio para su prctica educativo-proyectual. Lo explico. Hace varios aos visit el Cimitero General de Miln un capolavoro de una arquitectura de autonoma artistizante al modo hegeliano-loosiano que seguramente debi tener que ver con el arranque de la arquitectura cientfica rossiana aunque el Cimitero es ms liberty style que clasicista y acercndome lentamente a un conjunto de mausoleos de puro mrmol blanco vea unas finsimas y rectas lneas negras que se movan. Eran hormigas. La misma sensacin me provocaron algunos pasajes de este video, que contrastan la magnitud esttica, exttica e inmvil de la masa edilicia de la ciudad con el tembloroso vestigio de algo vital: un tipo que camina o una pequea moto que son los nicos objetos que se mueven en varias manzanas suburbanas vistas desde arriba, el humo negro que se desplaza frente a los hierros rosados de las mquinas portuarias al comienzo del anochecer, un trozo de papel que aletea al viento sobre una pila de basura, algunas ropas tendidas que se mueven colgadas de las ventanas de un falansterio moderno de inspidos monoblocks. Si se quiere parece que uno puede documentar la tremenda inercia que tiene la materia fsica de la ciudad frente al movimiento de cosas y personas, una inercia que remite a relativizar la importancia de lo antropolgico o an de lo funcional, ya que lo vivo o lo frgil o lo liviano parece inevitablemente condenado a fungir como precaria figura dentro de los poderosos fondos de aquella materialidad incontestable. La pregunta sera: cul es el rol deseable (querido, buscado) de una posible arquitectura ms humana? Contribuir a delinear las coreografas de los objetos livianos o mviles o seguir pensando en trminos de materialidad fija? Hormigas o mrmol? Ah radica quiz una de las desgarraduras tericas ms acuciantes del problema actual del proyecto. O somos una nueva generacin (ms tecnolgicamente evanescente) responsable de proveer nuevas artefactualidades de esa edilicia marmrea aunque usemos plstico, vidrio o metales raros o somos las primeras camadas de neoproyectistas de sucesos, situaciones, simulacros, ceremonias del lado de los objetos mviles (alegricamente: hormigas). Pero el video se formula otros propsitos al evocar tres etapas de laboratorios de ciudad: una primera, ascendente y proficua, propia de la voluntad de re-construir experimentalmente una Europa-otra que devino en la magnificiencia clsico-moderna de la parte dura/burguesa de las capitales americanas. Sera un eptome de aquello que yo mismo postulaba en mi Laboratorio Americano:

Europa experimenta en Amrica aquello que no puede realizar in situ o aquello que entiende reproducible y acaso mejorable. De lo que darn cuenta las grandes capitales como Buenos Aires, Brasilia o Montevideo a que se alude en el film y que motivara el elogio vanguardista de la arquitectura uruguaya de los 30 que el Corbu registrara en Cuando las catedrales eran blancas. Y blanco o vanguardista iban a resultar los hitos de ese momento, desde el Lapido hasta el tardo Panamericano, pasando por las mezclas lcidas de Fresnedo o por el retromoderno de la torre del Centenario. Una segunda instancia de laboratorio es la manifiesta en la dcada del 70, que cancela el optimismo welfarestate y el mito de la movilidad social de la anterior e inaugura la ciudad informal, perifrica, de materialidad y funcionalidad dbil y plagada de una inevitable sensacin de obra inconclusa e interrupta que sobre la base de la sensibilidad del laboratorio previo induce a una fuerte desazn proyectual frente a la magnitud de lo in-formal as tambin como admite cierta tendencia paternalista de una modernidad volcada a imaginar que la revolucin esttica (y funcional-tipologista-tecnologista) iba a ofrecer soluciones sociales masivas de lo cul cierto testimonio del fracaso arquitectnico de esta utopa ser sin duda el caso de los grandes conjuntos de vivienda social que hoy se cayeron del lado de la pobreza antes que ser palancas de cierta aculturacin urbana para sus habitantes. Sin embargo esta ciudad informal o de periferias tambin es consistente o densa en su materialidad: all se ven las imgenes de las minsculas movilidades de unas sbanas que cuelgan o de un motociclista solitario. Y en esta etapa tambin emerge la idea del pasaje de una sociedad o comunidad organizada ( de un vecindario o una colectividad ) a la maqunica imagen de la multitud, que bien entrega una metfora ya no de hormigas sino directamente de un hormiguero que se mueve flameando sus banderas en el estadio que dialoga masivamente con los dribblings de Forln. Y la tercera etapa de laboratorio es la que el grupo del Taller Danza se propone como derrotero de su ejercitacin, haciendo uso de una apelacin al experimento ( que los protagonistas reporteados Nudelman, Nisivoccia y Capandeguy a pesar de su optimismo programtico no dejan de requerirle mayor espesor terico o cierta elaboracin conceptual de la pura acumulacin de experiencias cercanas a lo ldico y al montaje de nuevas y diversificadas redes de comunidades electrnicas de proyectistas) y que Marcelo Danza define como minimalismo mas bien elemental que esttico y que rotula con algunos apotegmas sugerentes pero que habr que trasvasarlos a metodologas: lo potente en su debilidad / lo seductor en su brutalidad / lo contundente en su brutalidad. Argumentos que contienen encapsuladamente ideas que

quiz auguren surcos por donde armar teoras, desplegar argumentos crticos y organizar el tipo, la escala y la modalidad de los experimentos de este tercer laboratorio que nada menos, se postula como etapa continuadora y resanadora de las instancias anteriores, sea la centralidad trivializada y exange, sean las periferias inconsistentes y desestructuradas. La pregunta central sin embargo y all reivindico la polaridad expresada en el ttulo de este escrito ser aquella que site a este tercer laboratorio del lado de una tercera materialidad (quiz mucho menos omnipotente y diversificada que las anteriores, la de la ciudad central burguesa y la de la ciudad perifrica de la informalidad, que en cierto modo, es la del neoproletariado pero tambin la del neolumpenaje) o del lado de la indagacin de una primera socialidad, viendo en este caso si se abre la perspectiva de cierta contribucin artstico-antropolgica a una vida de mejor calidad. Quiz esta polaridad no sea tal ya que los puntos sustantivos de una tercera materialidad se acercan hoy a trabajar en el seno de la inexorable terciarizacin del mundo contemporneo indagando por tanto en los trminos polticos y sociales del mejor terciario posible, uno quiz que anude trabajo y residencia, que maximice la produccin de cultura y de tiempo libre digno no mercantilizado, que reordene socialmente la calidad del territorio y del paisaje, que diversifique y multiplique contra los diagnsticos agoreros el espacio pblico, que invente nuevas tipologas, etc... Quiz en tal sentido tal tercera materialidad fructifique en esta idea de laboratorio inevitablemente fundindose en la necesidad de repensar lo proyectual ms del lado del actor urbano y su socialidad que del de la pura edilicia, ms del lado del programa que de la formalizacin tan intrinsecamente ligada a esa idea renacentista de proyecto que todava ocupa nuestro imaginario.

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El taller danza como laboratorio de pruebas


Diario de viaje por las didcticas de la arquitectura contempornea

Taller Danza

El Taller Danza se presenta a si mismo en el 2006, asumiendo una continuidad natural con el Taller Sprechmann, una de las nueve lneas acadmicas presentes en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la Repblica de los ltimos veinticinco aos. Al mismo tiempo, y desde ese lugar, se desplega hacia el futuro con la conviccin de querer incentivar en los estudiantes actitudes constructoras de una actividad profesional intensa para la arquitectura y el urbanismo. Con este objetivo se incit a que las prcticas docentes se transformaran en mbitos de investigacin en los que ensayar los lmites futuros de la disciplina, siendo a la vez estmulo para el aprendizaje de aquellas habilidades y actitudes especficas de nuestro espacio cultural. Entonces reconocamos y asumamos las reglas con las que interactuamos. Las construcciones culturales, acadmicas, sociales, polticas y econmicas contemporneas del sur americano son nuestro medio natural. No las elegimos pero tampoco queremos negarlas. La negacin siempre es estril, improductiva... un autocomplaciente callejn sin salida. Pero reconocerlas y asumirlas no es absorberlas y aceptarlas pasivamente. Tenemos la conviccin de que es productivo interactuar con el mundo tal cual es, pero no de modo sumiso y servil, sino buscando alterar los rdenes desde el placer de hacer. Desde el inicio quisimos ensayar en la capacidad subversiva de la eficiencia, de desordenar y reconducir el sistema camuflndonos de engranaje Acaso uno de los grandes desafos para practicar positivamente nuestra disciplina en el hemisferio sur, sea el que a los arquitectos no se nos excluya ligeramente por ineficientes ni nos excluyamos patticamente por incomprendidos. Ya no hay tiempo para eso. Hemos trabajado en los ltimos aos en la ilusin de inventar un espacio ms vital para la disciplina, sin territorios prohibidos ni prejuicios heredados. Un espacio al que no le sea ajeno nada de lo que altera al cuerpo urbano, ni la promocin inmobiliaria, ni las prcticas estatales, ni las legales, ni las clandestinas... ni las cultas ni las otras. En ese marco desarrollamos a los LIAs como herramientas de transformacin de nuestras didcticas arquitectnicas. Fue a partir de ese acta fundacional que el taller se propuso no solo repensarse desde lo terico, sino tambin,

replantear sus prcticas docentes en Laboratorios de Indagacin Arquitectnica. Este vehculo de exploracin de territorios especficos de la disciplina buscaba correr lo lmites de inters disciplinar desde la prctica pedaggica del proyecto. La necesidad de nombrar tal iniciativa se hizo inminente, y junto con la sigla nos sorprendi un nombre propio: un individuo? A medida que se fue trabajando en el desarrollo de la propuesta el nombre se mantuvo tanto como su espritu, aunque la sigla adquiri un nuevo significado. Menos ambicioso quizs ms abierto en definitiva. El individuo daba as con tmida independencia sus primeros pasos. Para el 2006 el Taller se organizar en base a 5 LIA centrados en las lgicas dominiales de la arquitectura y la ciudad. As el mundo de lo pblico, lo privado, el globo, el reset y lo experimental coexistirn, interactuarn y se complementarn segn una serie de actividades a definir en los prximos meses. (en afiches y blog del taller) Habiendo abandonado la vieja discusin sobre si la arquitectura se ensea o se aprende los LIA intentaron generar mbitos propicios para desencadenar los procesos creativos, despertar inquietudes sobre la arquitectura y el proyecto, excitar los sentidos para percibir lo hasta ahora oculto, generar la pulsin de aprender, de interrogar los espacios, las estticas desde una tica propia. Una primer generacin de LIAs (2006- 2007) tuvo como principal desafo la legitimacin de la herramienta y la demostracin emprica de que es posible replantear los mtodos de enseanza del proyecto arquitectnico desde sencillas decisiones operativas. Es as que de un modo ms o menos inconsciente los LIAs se posicionan, como una alternativa real a los histricos talleres de nuestra Facultad de Arquitectura. LIOs (lugares de indagaciones otras) Los laboratorios han operado definiendo un campo de accin que trasciende por momentos a la propia ctedra que los contiene, interactuando con el medio (lia espuma, lia coA, laboratorio materia, laboratorio sol y laboratorio verde) y con docentes de otros talleres, incluso este perodico, al qu tambin consideramos un laboratorio en tanto implica un nuevo experimento cada vez, buscando dar visibilidad a una realidad invisible para la externaliadad externalidad de la Facultad de Arquitectura que nos cobija, trascender las fronteras y permitirnos contactar con otras prcticas, generar vnculos tan enriquecedores y sorprendentes como el que hemos construido con varias ctedras de proyecto, escuelas de

Arquitectura, Universidades y colectivos profesionales de Brasil, Chile, Argentina, Paraguay, Costa Rica, Mxico, Espaa e Italia. La comunicacin del taller con sus integrantes se vi, desde sus orgenes, potenciada desde y hacia la web. En una primera etapa fu mediante un blog que bsicamente informaba sobre las propuestas y actividades, para luego convertirse en una web siempre en proceso- que permiti no solo ya la difusin sino tambin una comunicacin mucho ms fluida y en tiempo real con todos los actores que de alguna manera forman parte del taller, logrando incidir incluso (a pesar de no estar directamente involucrados en la toma de decisiones) en este devenir que marca el rumbo que hemos ido recorriendo juntos.
jueves 20 de septiembre de 2007 LIAS COMBINADOS Combinaciones posibles de los lias , binarias y triplex. con un respectivo ejemplo arquitectonico en nuestra realidad, osea, montevideo, uruguay , sudamerica lia GLOLIDO ( globo + solido) Ejemplo: Un gran centro comercial donde todos sus locales son inmobiliarias. lia GLOSET (globo + reset) Ejemplo: museo guggenheim en AFE. lia GLUMA (globo + espuma) Ejemplo: cualquier edificio con una piel como las de herzog & de meuron, pero hecha con paja , bombitas de agua y caca de perro lia ESPOLIDO (espuma + solido) Ejemplo: cualquier arquitectura uruguaya tiene un poco de las 2 lia SOLISET(solido+ reset) Ejemplo: lofts en una fabrica abandonada. lia ESPUMET (espuma+ reset) Ejemplo: ocupas adentro de la casa de cravoto. lia GLOPUDO ( globo + espuma + solido) Ejemplo: un mc donalds adentro de un edificio de euscalerria lia RESPUOBO (reset+ espuma + globo) Ejemplo: fiesta rave en el ventorrillo de la buena vista Publicado por lechervida en 15:39 4 comentarios

Otros laboratorios que surgen desde el Taller Danza pero de modo tangente a lo estrictamente curricular, como ECO (enlace ciudades otras) han aprovechado tambin la plataforma web para soportar la suya propia. Entre los laboratorios que se desprenden del taller adquiriendo desde su origen cierta independencia LUP (Laboratorio de Urbanismo Poltico) tuvo como intencin inicial trasladar la reflexin acadmica hacia mbitos no acadmicos. Denro de sus principales desafos LUP tom la responsabilidad de preparar el envo de Uruguay a la Bienal Internacional de Arquitectura de Venecia 2008. Por su parte los Talleres de Urbanismo Activo organizados con la Universidad de Roma Tre y la Universidad de Talca implicaron trabajar sobre una realidad local concreta de la mano de invitados extranjeros que nos facilitaron cierta perspectiva distante evitando -o al menos cuestionando- los prejuicios que hemos adquirido. El trabajo con el colectivo romano Stalker y el Observatorio Nmade desarrollado para el Grupo de Viaje en el

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2008 de la mano de los arquitectos italianos Francesco Careri y Lorenzo Romito as como el proyecto realizado para POST-IT CITY a partir de una invitacin cursada al taller para formar parte de una muestra itinerante por Latinoamrica (donde tuvimos la oportunidad de empezar a trabajar con quienes hoy compartimos esta edicin de Mapeo Pblico) nos permiti involucrarnos con los fenmenos migratorios locales. A su vez el proyecto fTN100 (tiempo seales y objetos) organizado por la Sala de Exposiciones de El Subte nos permiti estructurar un Laboratorio de arquitectura y formar parte de una muestra colectiva e interdisciplinaria con motivo de los 100 aos de la feria de Tristn Narvaja. A principios de 2009 el Primer Festival de Arquitectura y Publicaciones Emergentes Sudamericanas que organizaramos con actores culturales de Argentina y Chile permiti dar los primeros pasos en la construccin de una escena regional y dej puertas abiertas para continuar el camino emprendido. desde las prcticas materiales e intelectuales que aqu se presentan se busca ensayar en trabajos mnimos, pero no por minimalistas sino por elementales ensayos y pruebas motas de polvo en la infinita soledad del universo de obras ambiciosas y exuberantes. El desparpajo, la feliz insolencia que nos atrae est en la potencia y contemporaneidad que encierra lo primitivo y elemental. Su provocacin radica en crear una realidad que se puede combatir pero no negar. El pensamiento cuando se hace materia, construccin y espacio, crea su aura y despliega la incontenible subversin de lo practicable LIAs 2.0 Los temas de investigacin planteados en un inicio desde categoras genricas hicieron por momentos difcil el encuadre preciso del trabajo proyectual. De pronto nos encontramos a nosotros mismos frente a una segunda generacin de laboratorios (2008-2009) que encuentra la respuesta a este problema; tomando como variable de ajuste la especificidad de los temas de indagacin. En estos casos se lograron trabajos acotados y encuadrados en territorialidades bien delimitadas que abarcan la aproximacin desde lo geogrfico (LIAs Sol y Verde), lo condicional (LIAs Simbiontes y Development) lo global (LIAs Globo y sinking cities) lo estrictamente material (Laboratoriomateria y LIA CoA) e incluso lo relacional (LIA espuma). Si bien uno de los objetivos originales de los LIAs tuvo que ver tambin con lograr una reestructura de

funcionamiento interno alternativa a la heredada por el taller, ajustar la especificidad de los temas a abordar por cada laboratorio trajo aparejado una exacerbacin de su verticalidad. Esto no slo debilit en gran medida los atravesamientos horizontales deseables en los cursos, sino que adems, present una marcada tendencia a reproducir a la interna de cada laboratorio una estructura por cursos como la anterior pero en menor escala, en efecto cascada. Tal implosin del taller en mltiples talleres no se presenta como un escenario deseable, sobretodo si tomamos en cuenta que es all, en los cruces e intercambios tanto de docentes (con) y principalmente de estudiantes que pueden generarse las reacciones ms intensas, capaces de provocar nuevos desplazamientos. En este recorrido en el 2009 quisimos que el Taller Danza deviniera USINA DE ARQUITECTURA, un lugar donde no se producen objetos terminados, sino energas que proporcionen la capacidad y motivacin para hacerlos o transformarlos. Esa es la construccin con la que elegimos identificarnos como docentes y profesionales. HOY: LIAs 3.0 El LIA ha demostrado ser una herramienta eficiente en el doble objetivo planteado de investigacin proyectual y adquisicin de oficio. Ha quedado claro tambin, que bien encuadrado, el trabajo de los estudiantes y equipo docente puede convertirse en un potente corpus conceptual. Ms de una docena de laboratorios (espuma, slido, coA, materia, sinking cities, metrpolis, Mlab, liaR, sol, verde, globo, development, pblico, privado y actualmente domesticidad) en los ltimos cuatro aos han explorado territorialidades distantes que acaso tengan en sus extremos a la construccin a escala 1:1 (LIA CoA y LabMat) y en la informtica como herramienta de reconceptualizacin de la arquitectura (LIA Mlab). Si bien el LIA permite desarrollar esos objetivos: por un lado el de practica proyectual como mecanismo de aprendizaje del estudiante y por el otro la profundizacin conceptual como marco de investigacin y legitimacin del conocimiento; se hace necesario un ajuste en el modo operativo de esta herramienta pues no sera honesto (ni suficientemente estimulante) decir que no ha demostrado carencias dignas de ser transformadas. Si bien se lograron trabajos acotados y encuadrados en territorialidades bien delimitadas y el LIA gan en especificidad y autonoma, por otro lado y quizs a raz de esto tambin, se desvincul de las estructuras de coordinacin general del Taller (tanto por curso como en vertical) y se expandi excesivamente en los ejercicios

de conceptualizacin del rea de estudio y abordajes pre proyectuales. Creemos que una tercera generacin de Laboratorios debe capitalizar positivamente la experiencia anterior y a la vez ser audaz y propositiva en el imaginar mecanismos de superacin acadmica y pedaggica. En esto nos encontramos hoy. No conocemos la respuesta an, pero nos animamos a arriesgar algunas alternativas durante el segundo semestre de 2009. Los resultados estn exponindose en el momento que esta publicacin entra a imprenta. Si bien las expectativas son muchas, controlaremos la ansiedad de arriesgar nada hasta tomar contacto y luego repensar el viaje otra vez . Las inquietudes esenciales se mantienen, en el convencimiento de que la arquitectura en tanto disciplina tcnica, artstica, poltica y econmica seguir necesitando mbitos en los que explorar y reflexionar sobre la interaccin de mundos. Esto se hace imprescindible sobretodo en pases como Uruguay, con dbiles parmetros culturales, escasas certezas disciplinares y vulnerables sistemas econmicos. En la marginacin en crecimiento se siguen expandiendo los marcos referenciales extra disciplinares aflorando nuevas territorialidades a develar. En su bsqueda seguiremos embarcados, promoviendo mbitos cuya prctica exploradora permita acercar poticas, ampliar los lmites del mundo disciplinar y lograr una profesin tan fresca y til como novedosa e intensa. Sigue siendo el Taller de Proyecto de la Facultad de Arquitectura un espacio propicio a tales fines: los LIA intentan hacerlo. debe de ser posible pensar y construir otro lugar para las prcticas urbano-arquitectnicas profesionales y acadmicas contemporneas. Debe de ser posible el aire en lugar inesperado y su porfiada marca en los slidos registros de la cultura legitimada. Debe de ser posible que ese desplazamiento nos conduzca a lugares tan inesperados como el aire que les dio movimiento. de ser posible debe de serlo

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