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Módulo 2: 2.3 Cultura Artística en La Granada de 1922

El documento describe la vibrante escena artística y musical de Granada en la primavera de 1922, destacando las diversas actividades culturales organizadas por instituciones como el Centro Artístico y la Sociedad Filarmónica, incluyendo conciertos, exposiciones y representaciones teatrales.

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Módulo 2: 2.3 Cultura Artística en La Granada de 1922

El documento describe la vibrante escena artística y musical de Granada en la primavera de 1922, destacando las diversas actividades culturales organizadas por instituciones como el Centro Artístico y la Sociedad Filarmónica, incluyendo conciertos, exposiciones y representaciones teatrales.

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Módulo 2

2.3 CULTURA ARTÍSTICA EN LA GRANADA DE 1922

Por Gemma Pérez Zalduondo


Catedrática del Departamento de Historia y Ciencias de la Música

La historia artística de la Granada de los años veinte ha sido narrada en numerosas ocasiones,
y en el caso del Concurso de Cante jondo ha cobrado “caracteres legendarios” (Henares, 2014:
99). Los especialistas han citado profusamente las tertulias de El Polinario, unida a la familia
Barrios, y El Rinconcillo del Café Alameda -Granada Gráfica anunciaba sus conciertos diarios1,
así como los nombres de los que las concurrieron. También se han estudiado los significados
del homenaje a Ángel Ganivet, promovido por Gallego Burín en 1921; el guiñol en casa de
Federico García Lorca en 1923 o, ya a final de la década, la representación de El gran teatro
del mundo en la Alhambra. Estos y otros acontecimientos fueron protagonizados por grupos
de intelectuales y artistas de distintas generaciones en las se combinaron “la búsqueda
regeneracionista de la tradición y la incipiente búsqueda de las ideas vanguardistas” (Escoriza,
2014: 119). El Concurso de Cante jondo simbolizó el tránsito hacia la contemporaneidad que
se habría paso, si bien este momento de cambio quedó también de manifiesto en otras áreas
de la vida musical.

La brillante primavera del 22 fue preludiada por el comienzo de la andadura del Conservatorio
Superior de Música, derivado de la academia de música de la Sociedad Filarmónica. Durante
los primeros meses del año, la sociedad había proseguido con sus conciertos –dos sesiones
mensuales de música de cámara para sus asociados- que trajeron a Granada a la cantante
polaca Aga Lahowska, y al pianista Fernando Ember. Aunque todos ellos se publicitaron como
auténticos acontecimientos musicales, los que mayor expectación suscitaron fueron los
recitales que Gaspar Cassadó y José Cubiles ofrecieron en mayo en el teatro Isabel la

1
Granada Gráfica, mayo-junio 1922, p. 15.
1
Católica2. El modelo de la Filarmónica era el del asociacionismo musical que había alcanzado
su auge a finales del siglo XIX, cuando la nobleza y la alta burguesía encontraron en ellas una
forma de sociabilidad que incluía la búsqueda de la experiencia trascendental del arte.

Aunque otras instituciones contribuyeron a la programación de primavera -en el Cervantes


actuó el cuarteto de cantores solistas de la Capilla Sixtina del Vaticano- se hizo patente la
“centralidad cultural” del Centro Artístico, que aglutinaba a “la intelectualidad más variopinta,
renovándose esencialmente en los años veinte con la aportación de las nuevas élites
republicanas, y en especial de Fernando de los Ríos, Federico García Lorca, Manuel de Falla,
Ángel Barrios y otros muchos intelectuales menos conocidos que éstos” (Alcantud, 2001:
158). La misión de la institución era:

“(…) alentar y dar vida a toda iniciativa que redunde en beneficio de la ciudad, manteniendo la
pureza de las espiritualidades granadinas en su aspecto colectivo tradicional, y sacando a la
luz pública aquellas otras que, al correr de los años, se consideren necesarias para vivir la
vida completa que cada momento de la historia reclama”3.

La pluralidad de sus actividades culturales y la preocupación por los artistas y el arte local se
habían puesto de manifiesto desde meses atrás con las exposiciones dedicadas al pintor
Eugenio Gómez Mir, y la de talleres y mantas elaborados en talleres de artistas del Albaycín4.
En este punto caminaba junto a publicaciones locales como la revista Granada Gráfica, que
animaba al Centro Artístico, la Sociedad Económica y al Conservatorio a editar “las canciones
populares granadinas, estribillos y pregones notables” recogidos por José María Santiago5.

2
Desde aquí, todas las notas a pie de página están en cursiva. Deberían quedarse en cursiva solo los
títulos de periódicos y revistas (El Defensor de Granada, El Noticiero granadino, Granada Gráfica). Todo
lo demás, sin cursiva Bambalina. “Los conciertos de la Filarmónica de Granada. Cassadó y Cubiles.
Tercer concierto”. El Defensor de Granada, 19 de mayo de 1922, p. 3.
3
“La labor del Centro Artístico”. El Defensor de Granada, 8 de abril de 1922, p. 1. Reproduce “la moción
qué algunos de los vocales de la junta directiva (…) con ocasión de la sesión celebrada anteayer, y sobre
la que recayó acuerdo entusiasta y unánime”.
4
Granada Gráfica, marzo 1922, p. 19.
5
Granada Gráfica, abril 1922, p. 27.
2
A comienzos de junio, el Centro Artístico organizó dos conciertos del guitarrista Andrés
Segovia en el Hotel Palace. Las críticas las redactó Antonio Gallego, vicepresidente de la
entidad y, en aquellos momentos, crítico musical buen conocedor de las corrientes de
creación contemporáneas. Las analogías entre música y pintura que empleó para definir la
“música nacional” - “Aire y luz, en Albéniz, aguafuertes españoles, en Granados y
adentramiento en el espíritu de España, de Falla” 6 - muestran el interés de esta joven
generación de intelectuales y artistas granadinos por la relación entre las artes (Henares,
2014, 94). Solo unos días antes de la celebración del Concurso de Cante jondo, Gallego
enfatizó la labor del intérprete en el proceso de dignificación de la guitarra para “devolver al
pueblo lo que había perdido por abandono, torceduras de gusto y prejuicios por esto creado”.
Fue también el Centro Artístico el que gestionó los tradicionales conciertos en el Carlos V, esta
vez con la Orquesta Sinfónica dirigida por Arbós. Y puesto que estaba en Granada, seis de sus
profesores (Corvino, Repullés, Alcaba, Calvo, Menéndez y Díaz) ofrecieron un concierto de
cámara en el Isabel la Católica. Manuel de Falla no quedó al margen de esta actividad puesto
que actuó como pianista acompañante de las cantantes Lahowska y Ursula Greville, esta
última dentro del “Concierto de músicos ingleses” programado por la institución granadina.
Los músicos locales encontraron trabajo en la programación de otras entidades. Por ejemplo,
la recién creada Asociación de Periodistas organizaba ciclos a cargo de un cuarteto con
fragmentos de zarzuelas -El Niño judío, de Pablo Luna-, ópera, y las obras más conocidas de
autores españoles -Danza en Sol, de Granados; Sevilla, de Albéniz-7. En el Casino Principal, el
Quinteto Benítez componía programas con adaptación de obras clásicas y románticas, a las
que se añadían las de los compositores granadinos Francisco Alonso y Ángel Barrios8.
Las relaciones personales (Ramos, 2015:101-124) e institucionales urdían la red que
conformaba la vida cultural y musical de Granada. Por ejemplo, Rafael Salguero, maestro de
Capilla de la Catedral, era director de estudios del Conservatorio y profesor de la Academia de
música de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, mientras que Francisco Soriano

6
A.G. “En el Palace. Concierto Segovia”. El Noticiero granadino, 2 de junio de 1922, p.1.
7
“En la Asociación de Periodistas. Un concierto”. El Noticiero granadino, 21 de abril de 1922;
“Conciertos. En la Asociación de Periodistas”, El Defensor de Granada, 4 de mayo, p. 1 normalizar el tamaño de
letra en todas las notas
8
“En el Casino Principal”. El Noticiero granadino, 21 de abril de 1922, p. 1; El Defensor de Granada, 5 de
mayo de 1922, p. 2.
3
Lapresa, tertuliano de El Rinconcillo y profesor de Derecho, impartía docencia en el
Conservatorio. Y parte del elenco de profesores que enseñaron música en el Centro Artístico
desde el otoño de 1922 (Ramos, 2015: 26) fue construido con los miembros del cuarteto de la
Asociación de Periodistas.
La oferta de actividad cultural y de ocio durante esta primavera incluyó a todos los ámbitos
sociales: para las fiestas del Corpus se programaron eventos y actividades que atendieron a
diversas disciplinas y formas de celebración -una exposición de pintura, conciertos de bandas
de música, verbenas y bailes públicos9-, mientras que el homenaje a Benavente, organizado a
beneficio del Montepío de Periodistas y tipógrafos, incluyó la representación de El mal que nos
haces, la intervención de la Banda Municipal, y la actuación de la vedette Paquita Garzón10.

En los espacios ciudadanos se diseminaron todos los géneros musicales, a excepción de la


ópera: en los teatros se representaron sainetes – Manolito Pamplinas, del maestro Francisco
Alonso, a cargo de la compañía Plana Díaz11- y zarzuelas. De la titulada Del Sacro Monte -
música de Cayo Vela y Bautista Monterde-, Antonio Gallego únicamente resaltó su carácter
granadino. Otros títulos tradicionales -La Bruja, de Ruperto Chapí- fueron programadas por la
Asociación de Periodista, mientras que en el Cervantes la compañía lírica del maestro Estela
repuso Maruxa y Las golondrinas. Los cafés y cafés-concierto seguían siendo los lugares
emblemáticos del baile y el flamenco, mientras que los sonidos de la Banda Municipal
llenaban los espacios al aire libre del Paseo del Salón. Las nuevas formas de entretenimiento
se habrían paso a través de la oferta cinematográfica del Salón Regio12 y el Teatro Olympia13.
Si el Concurso de Cante jondo fue símbolo del momento de tránsito hacia la modernidad, el
cierre de la Sociedad Filarmónica en el mes octubre tuvo un carácter epigonal que fue sellado
con el concierto de Wanda Landowska en el Alhambra Palace y una durísima carta de su
presidente, que acusaba al público granadino de indiferencia hacia la música14. Ese mismo
mes Ángel Barrios de hizo cargo de la Sección de Música del Centro Artístico (Ramos, 2015:

9
Granada Gráfica, mayo-junio 1922, p. 28.
10
“La gran función de mañana”. El Defensor de Granada, 30 de abril de 1922, pp. 1-2.
11
N. de la Fuente. “En Cervantes. Constantino Plá”. El Defensor de Granada, 19 de mayo de 1922, p.1.
12
El Defensor de Granada, 17 de mayo de 1922.
13
Granada Gráfica, enero 1922, p. 43.
14
Esteban Casares, Emilio. “Suspensión de la Filarmónica”. El Noticiero granadino, 25 de octubre de
1922, p. 1.
4
126) y un año después comenzó su andadura la Sociedad de Cultura Musical que, también en
régimen federado, se estaba extendiendo por el país gracias a la implicación de profesionales
y clases medias. Es el comienzo de una etapa que ya había eclosionado con el protagonismo
de las nuevas generaciones que buscaban, marcando una línea de continuidad con sus
predecesores, un renacimiento cultural de la ciudad.

5
FUENTES:
• El Noticiero granadino, 1922
• El Defensor de Granada, 1922
• Granada Gráfica, 1922

BIBLIOGRAFÍA

• Escoriza Escoriza, Emilio J. “La taberna del Polinario y El Rinconcillo. Dos tertulias de
la edad de plata granadina”. Catálogo de la Exposición Ángel Barrios. Creatividad en la
Alhambra. Reynaldo Fernández Manzano (dir). Granada, Patronato de la Alhambra y
Generalife / Centro de Documentación Musical de Andalucía, 2014, pp. 101-120.

• González Alcantud, José Antonio. El espíritu de una ciudad. Gestión del sentido
colectivo y construcción narrativa de los héroes locales. El caso de Granada”. Revista
de Antropología social, 2001 /10, pp. 151-182.

• Henares Cuéllar, Ignacio. “Ángel Barrios. Los amigos pintores del músico. La cultura
artística en Granada del fin de Siglo a la vanguardia (1880-1930)”. Catálogo de la
Exposición Ángel Barrios. Creatividad en la Alhambra. Reynaldo Fernández Manzano
(dir). Granada, Patronato de la Alhambra y Generalife / Centro de Documentación
Musical de Andalucía, 2014, pp. 93-100.

• Ramos, Ismael. Ángel Barrios y Granada. La estela de una época. Granada, Patronato
de la Alhambra y Generalife. Consejería de Cultura, 2015.

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