Sara Gutierrez

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La Encarnación del Verbo

y la Iglesia en San Agustín


Teología de símbolos bíblico-eclesiales

El evento salvífica de la Encarnación del Verbo, como Loc u­


ción del Padre en Cristo, trasciende el momento histórico en qu e·
se dio para prolongarse en la Iglesia. Dios interviene, por medio
de la Iglesia, en la historia del hombre y se la hace s uya.
El Verbo encarnado revela al m undo la verdad del Evangelio
haciendo a los hombres conscientes de la dignidad a la q ue han
sido llamados en Cristo. El Padre restablece, por la Encarnación
salvífica de s u Hijo, la amistad con la h umanidad. Dios toma la
iniciativa del diálogo con el hombre y sale a s u enc uentro al as u­
mir la nat uraleza h umana para com unicársele e invitarle a lo so­
brenat ural.
En una perspectiva netamente bíblica se inspira la doctrina de
S. Ag ustín. Recoge el tema de la Esposa, constan te en los Mensajes
proféticos y en boca de Pablo y de Jes ucristo, y penetrando en las
prof undidades eclesiales de la imagen, ve la unión de Cristo con
la Iglesia.

LA IGLESIA , ESPOSA DE CRISTO

Ricas de contenido teológico son las imágenes de la esposa, del


vest ido, tabemác ulo y templo ¡·eferidas a la Iglesia, ya en las
Enarraciones, ya en otros tratados paralelos antidonatistas.
La i magen n upcial deja entrever la unión del Verbo encarnado
con la Iglesia. El seno de la Virgen sella el c omienzo de la unión
de Cristo con la Iglesia 1• La carne de Cristo, tomada de María ,
tiene s u reperc usión en la Iglesia q ue especifica la teleología sal ­
vífica de la Encarnación.

1 En. M, 3 (495, 14-20 ) ; Mt 19, 6; Ef 5, 31; Sal l8, 6 : Dicit psalmus :


«In sole posuit tabcrnaculum suum, et ipse Lamquam sponsus procedens de

42 (1967) ESTUDIOS ECLESIÁSTICOS 73-112


74 SALVADOR VERGÉS

L a umon del Verbo, sin emb argo , con l a H um anid ad de Cristo


es hipostátic a, mientr as s u unión con l a Iglesi a e s de otro orden
. distin to. Es seme jan te a l a q ue h ay entre el e sposo y l a espos a2•

Rez um an l as primer as págin as bíblic as un a prof und a descrip -


. ción del amor cony ug al. El mismo Géne si s h a ll am ado l a atención
de Ag ustín sobre el hondo signific ado de l a expre sión divin a:
((Serán dos en un a sol a c ame » (Gén 2, 24). L as p al abr as gene­
sí ac as recibirán n uev a vid a en l abio s de Jesucri sto (Mt 19, 6 ).
Serán l a reson anci a divin a de aq uell as p al abr as profétic as en l as
q ue el obi spo de Hipon a advertí a el mismo símbolo con idéntico
contenido: ((L a únic a voz de los salmos» 3.
L a únic a voz q ue res uen a en los s almos es im agen del gr an
Misterio de l a unión de Jes ucri sto con la Iglesi a, revel ado en el
símbolo de l a unid ad de c ame 4•

Dios q uerí a unirse y com unic arse al hombre y p ar a ello elige


como confidente de sus secretos a un a porción de l a h um anid ad.
L a m anife st ación de Dios al m undo se h ace a tr avé s de l a histori a
del p ueblo electo. A pe sar de l a infidelid ad de I sr ael, Dio s depo sit a
·en su p ueblo un as promes as de s antid ad q ue tr ascienden su mi sm a
·existenci aS, revelándole en ell as un a ulterior re alid ad : l a invit a­
ción a l a unión con El, semej ante a l a q ue h ay entre el e spo so y
l a espos a. De m aner a progresiv a, p ues , se v a abriendo p aso l a re a­
lid ad de l a Iglesi a, presente y a en l a s antid ad prometid a al p ueblo
de Dios 6• En expre sión del Apó stol, l a Igle si a e s present ad a a

thalamo suon. Coniunctio nuptialis, Verhum et caro; huius coniunctionis tha­


lnmus, virginis uterus. Etenim caro ipsa Verbo est coniuncta; unde etinm dici­
tur: «lam non duo, sed una caro». Assurnpta est ecclesia . . .
2 En. 44, 3 (495, 8-9.12-13.18)
3 En. 40, 1 (447, 8-15 ) ; Gen 2, 24; Ef 5, 31.
4 En. 37, 6 (387, 33-38 ) ; Ef 5, 31-32 : Quin loquitur corpus Christi ct
CPput. Quare tamquam unus loquitur? Quin «erunt, inquit, duo in carne una.
Sacramcntum hoc magnum est, ait apostolus, ego autem dico in Christo et in
Ecclesia».
5 Según S. Agustín, todas las promesas de Dios a su pueblo en Is 62, 5 ;
I:z 16, 59-63, se verifican en la Iglesia. Cf. P. BATIFFOL, Le Catholicisnte de
suínt Augustin, éd. 3, Paris 1920, p. 231.
La misma idea expresa J. RATZINGER en su libro Vollc und Haus Gottes
in Augustins Lehre von der Kirche, München 1954, p. 156. Senn. 62 IV 7
(PL 38, .U 7 m.) : «Roe enim cstis, ex hoc populo estis, iam tune praedicto,
nunc praesentato. De his u tique cstis, qui vocati sunt ah oriente et occidente...
Estotc ergo corpus Christi».
In lo. Ev. tr. VII, 11 (PL 35, 1448 m. ) : «Ü tu ccclesia, o tu Israel, in
quo dolus non cst, modo iam cognovisti Christum per Apostolos . n . .

6 No parece, sin embargo, asomar en Agustín la problemática actual sobre

la naturaleza de las relaciones entre el pueblo de Dios y la Iglesia, acentuada


en especial en estos últimos tiempos a propósito del C. Vat. II, cap. II, «Lumen
gentiumn, y de la Ene. <<Ecclesiam suam», de Paulo VI.
ENCARNACIÓN DEL VERBO Y LA IGLESIA EN SAN AGUSTÍN 75

Cristo, como un a virgen c ast a que se despos a p ar a siempre con


un solo v ar ón 7 •
Agustín ve l a Revel aci ón del P adre en el Hijo, no de m aner a
aisl ad a, sino dentro de l a tr am a de l a h istor ia d ivin a de Isr ael.
Dios, en ell a, h abl a a l a hum anid ad, de m aner a vel ad a y en figu­
r as por los profet as, h ast a comunic arse plen amente en su Hijo
-que se reviste de l a Iglesi a conv irt iéndol a en T abernáculo suyo.
H abl an l as divin as pág in as de un as nupci as envuelt as en un
contenido mister ioso. Resuen a en P ablo l a voz de Is aí as, en l a des­
cr ipci ón que h ace de l a im agen del Esposo y l a Espos a, Cristo y
l a Iglesi a 8•

INVITACION DE CRISTO A LA IGLESIA

«Los mismos invit ados son l a espos a. Pues l a espos a


es l a Iglesi a; Cristo, el esposo» 9•
Est a invit aci ón es l a elecci ón que Jesucristo h ace de entre l a
hum anid ad de l a que v a a ser su Espos a: « L a Iglesi a fue tom ad a
( = elegid a) del mismo género hum ano p ar a que l a m ism a c arne
unid a al Verbo fuese l a c abez a de l a Iglesi a» 10• Un a nuev a rel a­
ci ón entre Cristo y l a Iglesi a se descubre a tr avés de l a im agen
nupci al . De qué n atur alez a se a l a presenci a de l a Igles ia en l a
Enc arn aci ón del Verbo se desprende del modo de ser de l as nupci as
de Jesucristo con l a Igles ia. Pertenecen a un orden pur amente
esp ir itu al , sobren atur al 1 1•

7 En. 147, 10 (2146, 5-12) ; II Cor 11, 2: «Desponsavi vos uní viro, v"g'­
neiiL castam exhibere ChristOll . . . Virginitas carnis, corpus intactum; virginitas
ccrdis, íid�s incorrupta. Ergo dicitur virgo tota ecclesia, et appellatur populus
Dei : utcrque sexus populus Dei, et unus populus, et unicus populus; et una
ecclesicL; atque in hac virginitatc millia sanctorum.
8 De bapt. VII 17 (PL 43, 403 in. ) : Ccrte sacratissimas nuptias in Scrip­

turis novimus; sponsum et sponsam, Christum et ecclesiont. Utrumque descri­


bit Isaias. . . Quin de hoc coniugio in sacramento dictum est, sicut testatur
Apostolus, «Erunt drlo in carne una» (Ef 5, 31 ). Véase la interpretación de
P.-T H. CAMELOT, L'homme devant Dieu: Exégese et Patristique, París 1963,
p. 363.
9 En. 44, 3 (495, 8-9); Mt 19, 6; Ef 5, 32.
10 En. 44, 3 (495, 18-19: La palabra «elección» materialmente considerada
y referida a la Iglesia, en el sentido nupcial, no aparece en ninguna de las
Erurrraciones y escritos antidonatistas: cf. En. 103 s., III, 11 (1509-1510,
14.19-25) y En. 44, 3 (495, 8). El término empleado ahí por Agustín signi·
fica : tomar para sí a fin de enriquecer con algún don singular a la persona
elegida.
11 Serm. 138, IX, 9 (PL 38, 7 68 m . ) : Spirituales enim nuptioe sunt, in

quibus magna castitate . . . quin Ecclesiae concessit Christus in spiritu, quod


mater cius in corpore, ut et mnter et virgo sit.
En esta misma línea entra la concepción de uno de los mejores comen·
tadores de la eclesiología agustiniana : F. HoFMANN, Der Kirchenbegriff des
h/. Augustinus, München 1933, p. 150-153. Sobre todo la p. 153: « . . . se da
76 SALVADOR VERGÉS

Revelación de Jesucristo a la Iglesia


El Verbo del Padre viene al enc uentro de la Iglesia, al toma r
carne h umana y hacerse visible en medio de los hombres. La En­
carnac ión de Cristo es la Revelación del Verbo a los hombres. E s
vol untad del Padre manifestar sus divinos secretos a los hombres,
en su Hijo encarnado. La Palabra del Padre se acomoda al modo
de ser de los hombres, as umiendo la forma sensible para establece r
entre el Padre y ellos el diálogo de la intimidad. Les invita a par­
tici par de la div ina am istad 12•
Se mani fiesta Jesucristo a la Iglesia tomando El la inic iativa 13•
La hace de positaria de s us conf idencias, como porción privilegiada
de la h umanidad. A ella se con fía como Es poso. Q uiere realiza r
en ella el deseo del Padre de comunicar se a los hombres. Las re ·
laciones del hombre con Dios que, antes de la Revelación del
Verbo, se movían en el plano puramen te nat ural, conocen ahora
una realidad muy su perior, la sobrenatural. La Revelación de
Jesucristo a los hombres tiene, pues , un carácter totalmente ecle­
sial 14•
La manifes taci ón del Verbo encarnado se com para a la cla­
ridad de la luz solar, al a parecer radiante en la i luminación de l
mediodía. No pasa inadvertido a Agust ín el con tenido m ístico de l

entre Cristo y la Iglesia una unión real mística, comparable a la que hay
entre el esposo y la esposan. (Vers. mía . )
A l hablar d e l a presencia d e l a Iglesia e n l a Encarnación, e n modo alguno
se la supone estructurada jerárquicamente. Se estudia su unión con Cristo,
de quien le viene cuanto es.
12 R. LATOUIIELLE: La Révélation comme parole, témoignage et mncontre,
«Gregorianumn 43 (1962) 51-54.
En. 133, 2 (1991, 31-35.4·1-43); Gen 2, 24; Mt 19, 6: . . . non sunt duo.
sed una caro . . . particeps nostrac mortalitatis... ut et nos efficeremur partÍ·
cipes divinitalis eius.
1 3 Senn. 361, XX, 19 (PL 39, 1610 m.) : Vcnturus cst sponsus Ecclesiae
ad tradendos aeternos amplexus.
1 4 In Ep. lo. tr. I, 1, 2 (PL 35, 1979 fin. ) : lpsum tabemaculnm suum
in solc posuit, id est carnen� suwn in rnanifestatione huius lucís oslendit : el
illius sponsi thalamus fuit utcrus virginis, quía in illo utero virginali coniuneti
sunt duo, sponsus et sponsa, sponsus Verbum et sponsa caro; quia scriptum
esl, «Et crunt duo in carne unan (Gen 2, 24); et Dominus dicit in Evangelio,
«lgitur iam non duo, sed una carm• (Mt 19, 6 ) .

In lo. Ev. tr. VIII, II, 4 (PL 35, 1452 m.) : . . . coniunxerat in u tero vir·
gmis. Vcrbum enim sponsus. . . factus est caput Ecclesiae.
Quctest. Ev. 31 (PL 35, 1329): Nuptias dixit Verbum incarnatum, quia jn
ipso hominc suscepto Ecclesia Deo copulata est.
¿En qué sentido y bajo qué nspecto es la Iglesia la Esposa de Cristo? Por
sn relnción con la Humanidnd de Jesucristo. Puede verse también F. HoF·
MANN, o. c., p. 14·5-H6 y 156-157. También J. A. ALDAMA, Maria, <<Mater
Ecclesiae,, en ((Ephemeridcs Mariologicaell 14 (1964) 441-465, en particular
p. 453; S. TnOMI', De nativitate Ecclesiae ex Carde lem in Cruce, «Grego·
rianum>• 13 (1932) 190. lo., Ecclesict Sponsa Virgo Mater, «Grcgorianumll 16
(1937) 10: « . . in incarnationc . . . unionem cum Ecclesia . . . n
.
ENCARNACIÓN DEL VERBO Y LA IGLESIA EN SAN AGUSTÍN 77

salmo 18. ¿S u probable f uente de ins piraci ón ? Toda la doctrina


tradiciona l de la Ig lesia q ue veía en el so l a Cris to, por s u misi ón
,de i luminar. No carece, sin embargo, de origina lidad la forma con ­
cre ta de ex presi ón q ue él le da 15•
A l reve larse Jes ucristo a la Ig lesia, hace de ella a la vez objeto
de revelaci ón . Las re laciones en tre la carne de Cristo y la Iglesia
en tran en e l sant uario de lo divino. De ahí la iden tificaci ón q ue
hace Ag ustín de l Tabernáculo, como Carne e Ig lesia de Cris to 1 6•
La Revelac ión de l Verbo encarnado a la Ig lesia no es tá desti ­
nada s ólo a una minoría, sino a toda la h umanidad. Por la Reve ­
laci ón q ue Cristo hace a la Ig lesia, la h umanidad q ueda invi tada
a partici par de la amis tad de Dios 17 • También Hi lario ve la e lec ­
·ci ón y llamada de l Padre a los hombres en la Encarnaci ón de l
Verbo 18 • En tra en idéntica conce pci ón a l afirmar q ue la Iglesia
comienza en Belén 19•
Hay en la Encarnaci ón un primer plano de re laciones en tr e el
Verbo y la Carne as umida en el seno de María con uni ón per­
sonal ; y otro de trascendencia, entre la Iglesia y la Ca rne de
·Cristo. E l Verbo, por s u H umanaci ón, en tra en in timidad con la
Ig lesia. Esta raz ón ex plica la conce pci ón de Ag ustín sobre la
Car ne de l Verbo, como s u Es posa o como s u Iglesia. Q ueda des ­
·cartada la posibi lidad de conf undir la rea lidad de la Carne de
Jes ucristo con la Ig lesia, pues la ideo logía ag ustiniana s upone la
rea lidad de ambas ; se m ueve so lamen te en e l cam po de lo sim ­
b ólico para pene trar en la íntima es tr uct ura de la Ig lesia, unida a
·Cris to en la Encarnaci ón 20•

1 5 In Ep. lo. tr. 1, 1, 2 (PL 35, 1979 m. ) : Unde autcm poluit videri in
sole qui fecit solcm, nisi quin in sole posuil tabernaculum suum, et ipsc tan­
quam sponsus procedens de thalamo suo. . . (Ps 18, 6 ).
16 In Ep. lo. Ir. II, ll, 3 (PL 35, 1991-1992 ) : «<n omnem terrnm exüt
sonus eorum, et in fines orbis terrae verba eorumn. Quare hoc? Quin in sole
posuil tabernaculum suum (Ps 18, 6 ), id esl in monifcslo. Tabernaculum
eius, caro ejus; tabemactdum eius, Ecclesia cius: in sole posita es t. .. S. Agus ­
tín identifica sin confundi r : el tabernáculo (=carne de Cristo) y el taber­
náculo ( =Iglesia ).
17 S. TIIOMI', De twtivilelte Ecclesiae ex Corde Iew in Cruce, «Grego­
riunumn 13 (1932) 520-521.
En. 142, 3 (2062, 53-56.61-69.72-76 ) ; Jn 10, 30 ; Gal 3, 27-29 ; Gen 2 ,
2 4 ; Ef 5 , 32.
18 Tr. ps. 13, 4 (CSEL XXII, 81, 25-27 ) : ((lnvenire in eius corpore,
quod ex nobis ipse praesumpsit, in quo... a potre sumus electi».
Tr. ps. 13, 4 (XXII, 82, 4): ((Ex adsumptione carnis salus nostra omnis
in Deo cstn.
19 Tr. ps. 131, 13 (XII, 672, 12-1 3 ) : alnititun itnquc ecclesiae in Bethlem
.audilur>J.
20 In Ep. lo. Ir. 11, 11, 2 (PL 35, 1990 in. ) : Omnis enim Ecclesict sponsa

Christi est, cuius principium et primitiac caro Christi est : ibi iuncta est
sponsa sponso in carne.
78 SALVADOR VERGÉS

Asentimiento de la Esposa
La respuesta de la Ig lesia a la invitación de Jesucristo es l a
adhesión comp leta a E l. La intimidad de su unión con E l es sólo
comparab le, en lo humano, a la que hay entre marido y mujer,
como dos en una so la carne.
Se acentúa la gratuidad de la llamada y respuesta 21 en el acto
de la Encarnación del Verbo : Jesucristo se hace Esposo y Esposa
a la vez, a manera de uno solo 22• Aparece Cristo envue lto en la
figura de l Esposo que sale de su tá lamo, unido con su Esposa, a
quien ilumina con la c laridad de l so l 23• Dios se pone al a lcance
del hombre en e l plano de la amis tad, que supone la intercomu­
nión de lo divino con lo humano. Da a l hombre la posibi lidad de
amar le en un orden divino. A cien leguas, sin embargo, de l amo r
humano está el amor de Dios. Nada puede mover le a amar a l
hombre, fuera de l amor de benevo lencia que siente por é l.
Ha l la Jesucristo a la esposa-Ig lesia l lena de ignominia antes de
su Encarnación sa lvífica; su amor hacia e l la la cubre de hermo ­
sura. El deseo de comunicar le la bondad le mueve a tomarla por
esposa. E l desposorio de Cristo con la Ig lesia iniciado en la En­
carnación está orientado a su unión espiritua l en la Cruz, en
donde nace la Ig lesia 24•

Puede verse la interpretación del pensamiento cclesiológico de Agustín en


este punto en E. DE PORTAT.TÉ, A guide to the thought of St. Augustine, Chica··
gv 1960, p. 232 (Transl. by Bnstian ) : «Ln Iglesia es In Esposa de Cristo,
cuyas sagradas nupcias fueron celebradas en el momento de la Encarnación·
en el seno de Marían. De igual manera, ST. GnADOWSKY, The Church. An
introcluction to the Theology of St. Attgustine, London 1957, p. 455.
21 En. 120, 9 (1794, 3-4): Sinistra cius, inquit,
sub capite meo (Cant. 2,
6 ). Sponsn dicit de sponso, de Christo ecclesia in amplexu piclatis ct cari·
latis. Cf. P. BATIFFOL, o. c., p. 230.
22 In lo. Ev. lr. 1, 1, 2 (PL 35, 1979 fin.) : Unus videtur loqui, et spon·

sum se fccit et sponsam se fecit; quin «non duo, sed una caro»: quin «Verbum
caro factum est el habitavit in nobis». Illi cami adirmgitur Ecclesia, et fit
Christus totus, caput et corpus. Puede verse también la interpretación de F.
Ho FMANN, o. c., p. 156-157.
23 En. 18, II, 6 (109, 23-24; 27-30; 34-36): «<n sole posuit tnbernaeulum·
suum. Et ipse tamquam sponsus proeedens de thalamo su o»... ipse in sole­
posuit tabernaculum suum; hoc est, ille tamqunm sponsus, eum Vcrbum caro
factum cst, in utcro virginnli thalamum invenit; ntque inde nnturae con­
iunctus humanne . . . ldcm ipsc ergo sponsus qui hace fecit, et ipse posuit «in
sole''• hoc cst in manifestationc, «tabcrnaculum su mn''• hoe est, sanctam eccle·
siam suam.
24 En. 44, 3 (495, 20-24 ) ; Jn 1, 1; Rom 3, 23: Nnm vis vidcre quis
vcniat ad nuptias? <<In principio erat Verbum, et Verbum erat apud Deum,
el Deus l'rat VerbumJl. Gaudcat sponsn amata a Deo. Quando amata? Dum
nrlhuc focdn. «Ümnes enim peccaverunt, ait apostolus, e t egent gloria Dein.
De Symb. ad Cath. 6, 15 (ML 40, 645): Ascendat sponsus noster. . . <lor·
miat moriendo, aperiatur eius latus, et Ecclesin prodeat virgo: ut quomodo
Eva !acta est ex Jatcre Adae, ita Ecclcsin formetur ex latere Christi in cruce
pendentis.
ENCARNACIÓN DEL VERBO Y LA IGLESIA EN SAN AGUSTÍN 79'

La comunicació n-revelación de Jesucristo a la Iglesia es la luz­


verdad en que la ha convertido ante el mundo, según sus mismas
palabras: « Vosotros sois la luz del mundo» 25• ¿Cómo refleja la
Iglesia la imagen de Cristo ante el mundo? En la Encarnación,
el Verbo del Padre la recibió como Esposa para revelarle la
unión misteriosa a que la invitaba, y a la que ella respondió ge ­
nerosamente 26, participando de la luz verdadera, Cristo.
No falta, pues, la actitud de corresponde ncia de la I glesia,
Esposa, que asiste como Reina a ]a de 1·echa del Esposo 27• En
Cristo y la Iglesia se encuentran unidos lo divi no y lo h umano :
Dios y el hombre 28•

E ntrega

La mutua donación es secuela de la invitación y aceptac wn de


los desposorios. La entrega, sin embargo, nace de Cristo, que e n
su mística unión con la Ig lesia se compara al Esposo que, en el
Génesis, se adhiere a la esposa para ser los dos una sola carne:

Et adhaesit uxori suae, ut esse nt duo in carne una non


coniunctura nostra, sed adtestante apostolo et dicente:
(<Sacramentum hoc magnum est, ego autem dico in Chris­
to et in ecclesia» 29•
El esposo deja el padre y la madre para adherirse a su esposa
y ser totalmente de ella. Cristo sale del Padre para realizar su
entrega a la Iglesia, siendo con ella como una sola car ne 30•

25 Mt 5, 14.
26 En. 90 s., U, 5 (1270, 14-22 ) ; Ef 5, 31-32; Mt 19, 6 : «<n sole posuit
tabernaculum suum». Quomodo? Et ipse, inquit, tamquam sponsus proccdcns
de thalamo suo. . . Quod est tabernaculum ipsa cst sponsa. Verbum sponsus. . .

«Errmt duo in carne una. Sacramentum hoc magnum est; ego autcm dico in
Christo et in ecclesim>. Et quid ipse Dominus in evangelio? dgitur iam non
sunt duo, sed una caro ».
En. 44, 3 (495, 14-20 ) ; Mt 19, 6; Ef 5, 32: «In sole posuit tabernaculum
suum ... » Coniunctio nuptialis, Verbum et caro . . . «lam non sunt duo sed'
una caro». Assumpta est Ecclesia ex genere humano, ut caput cssct Ecclcsiae
ipsa caro Verbo coniuncta, ct caeteri credenles mcmbra essent illius capitis.
P. BATIFFOL, o. c., pp. 252-253.
27 En. 44, 24 (511, 1-4 ) : Ecce inter cantida hilaritatis plena, procedit et
ipsa sponsa. Sponsus enim veniebat, ipse describatur, in illum crat omnis
intentio nostra; proceda! et isla. «Adstitit regina a dextris tuisn.
Ep. ad Cath. XVI, 40 (PL 43, 421 fin. ) : Scriptum est enim, inquit, in
Canticis canticorum, sponsa, id est, Ecclesia dicente ad spons1mt, «Annuntill'
mihi, quem dilexit anima mea . . . » quomodo Christum interroga! Ecclesia, ul
annuntiet ei ubi sit Ecclesia : ueque cnim duae, sed una est.
28 F. HoFMANN, o. c., p. 157, interpreta también el Salmo 44, 3 en co­
nexión con <<Erunt duo in carne una» de Cristo y la Iglesia, según la exégesis
agustiniana.
29 En. 44, 12 (502, 16-19 ).
30 En. 44, 12 (502, 14-23 ) ; Gen 2, 2 4 ; EC S, 32; Fil 2, 6: Undc cnim
·80 SALVADOR VERGÉS

Jesucristo se acerc a a l a Iglesi a no par a des poj arse de su divi­


nid ad, algo inconcebib le, sino par a enriquecer a l a Es pos a con el
Don de Sí mismo. Aqui lat an los es posos su person alid ad al po·
seerse, porque la perfeccion an en tod a la líne a de sus exigenci as.
T amb ién el hombre poseído por Cristo conserv a su pro pi a perso­
n alid ad . Su person a h a sido elev ad a, no disminuid a. L a Iglesi a
partici pa de l a divinid ad de Cristo al ser injert ad a en El. E l Verbo
del P adre entr a en comunión con l a Iglesi a al ¡·evestirse d e nues ­
tr a mort alid ad 31•
¿Pis a Agustín un terreno com plet amente virgen, o lo encuen­
t ra y a rotur ado por otros P adres? S. Agustín no es el único en
des arro ll ar la im agen nu pci al entre Cristo y l a Iglesi a en la En­
c arn ación. P arecid a conce pción se h al la y a en algunos de los P adres
que más influ jo tuvieron, al parecer, en l a form ación eclesio lógic a
del S anto. En S. Hil ario aparecen todos los elementos eclesi ales
·estudi ados en Agustín: Jesucristo Es poso, l a Iglesi a des pos ad a con
Cristo al asumir el Verbo l a c arne hum an a en e l seno de l a Virgen 32 •
Advierte, sin emb argo, Hil ario en el símbo lo de l a c arne un a
·dob le signific ación: L a c arne le h abl a, en primer lug ar, de pec ado
e indigenci a de redención. L a n atu ralez a hum an a es elev ad a al

natus est Filius Dei secundum carnem? Ex illa synagoga. lile qui dimissit
palrem ct matrero et adhaesit uxori suae, ut essent duo in carne una. . . ccSa­
cramentum hoc magnum est, ego autem dico in Christo et in ecclesian. Dimi·
sit enim patrem quadammodo, non omnino dimisit veluti ad separationem, sed
ad susceptionem humanae carnis. Quomodo dimisit? Quia «cum esset in for­
ma Dei . . »
.

Véase en este punto M. AGTERBERG, L'ccEcclesia-Virgon et la << Virginitas


Mentís» eles fidi!les elans la pensée ele saint Augustin, c<Augustininnan 9 (1959)
224-226.
In lo. Ev. tr. IX, Il, lO (PL 35, 1463 m. ) ; Fil 2, 6-7: Quod est sacra­
mentum magnum? c<Erunt duo in carne una?» Cum de Adam et Eva Scriptura
Geneseos loqueretur, unde ventum est ad haec verba, ccPropterea relinquet
horno patrem ct matrem, et adhaerebit uxori suae ; el erunt duo in carne una»
(Gen II, 24) . Si ergo Christr•s aelhaesit Ecclesiae, ut essent duo in carne una,
quomodo relinquit patrem?. . . formam serví accipiens. Se remonta Agustín
a las primeras páginas del Génesis, que aluden a la adhesión absoluta del es­
poso a la esposa, para ver un símbolo de las nupcias de la Encarnación del
Verbo con la Iglesia.
31 En. 138, 2 (1991, 31-35.44-48); Gen 2, 24; Mt 19, 6: Unde dicit
Dominus in Evangelio . . . cclgitur iam non sunt duo, sed una caro». Una caro,
quia ille Creator, nos creatura . . . Divinitatem illam credamus, et in quanlum
possumus, intellegamus aequalem Patri. Sed illa divinitas Patri acqualis, facta
esl particeps nostrae mortalitatis, non de suo, sed de nostro ; ut et nos effice·
remur participes divinitatis eius, non de nostro, sed ipsius. La participación de
nuestra mortalidad por parte del Verbo equivale, en expresión agustiniana, a
todo el evento salvífico de la encarnación.
32 Tr. ps. 127, 8 (CSEL 22, 633,26.634,1-5): ccDominus secundum evan­
gclia sponsus est et secundum Iohannem habet sponsam ... eum esse, qui pro­
missus sit gentibus cuique a Patre ecclesiae haereditas per adoptionem corporis,
quod ex virgine praesumpturus esset, desponsata sit». CL F. HoFMANN, o. c.,
p. 150.
ENCARNACIÓN DEL VERBO Y LA IGLESIA EN SAN AGUSTÍN 81

ser asumida por el Verbo que la redime. Acentúa el aspecto sal·


vífico de la Encarnación ; somos elegidos por el Padre al ser inser·
tados en Cristo, revestido de nuestra ca rne 33• Recurre también a la
unión genesíaca para trascenderla en el Misterio de Cristo y la
Iglesia. No es, sin embargo, tan explícito como Agustín, incluso
al comentar el salmo 138 en correspondencia con Génesis 2, 24 y
Efesios 5, 31-32: « Serán dos en una sola carne » 34•
El matrimonio de Isaac con Rebeca es, para Hilario, tipo de
la unión de Cristo con la Iglesia 3S, su Esposa 36• El Señor, según
el Evangelio, es el Esposo a quien el Padre le h a dado por Esposa
a la Iglesia; a los gentiles, como herencia. Se desposó con el l a al
tomar la naturaleza humana en el seno de la Virgen 37• Nacido
Jesucristo en María, se asoció a nosotros 38 • ¡, Cómo estaba l a Igle ·
sia presente e ñ la Encarnación del Verbo? El fundamento de la
relación es la Humanidad de Jesucristo que contiene a la Iglesia
universal 39• Parece anticiparse ya a la idea agustiniana, aunque
sea menos desarrollada su exposición:

«Se dixit sponsum, se sponsam >> 40 •


Acude Hilario a l a comparación d e l a ley viejotestamentaria

33 Tr. ps. 64, 4 (CSEL 22, 235, 10-17 ) : «Ümnis caro ad te veniatn. Hu­
maní generis universitatem scriptura sub carnis nomine desi�at . . . dixit Deus,
non permanebit spiritus meus in hominibus istis, quoninm caro sunt . . . quo­
niam corrupit omnis caro viam eius ... «et Verbum caro fnctum est et inhn­
bitnvit in nobis».
Tr. ps. 13, 4 (PL 9, 397 m. ) : cdnveniri in eius corporo, quod ex nobis
ipse praesumpsit, in quo ante constitutionem mundi n Pntre sumus electi . . .

•ex assumptione carnis nostrne . . . snlus nostrn omnis in Deo estn.


34 Tr. ps. 138, 29 (CSEL 22, 764,28-29.765,1-6 ) ; Gen 2, 23 ; Ef S, 32 :
·«Üs Christi ecclcsiam esse et prophetica et apostolicn nuctoritas est. Nnm cum
secundum en, qune in Genesi dicta sunt, de Adam ntque Eva apostolus trncta·
rcl, nit : «hoc nunc os de ossibus meis et caro de carne mea ... adiecit dicens :
hoc mysterium mngnum est, ego nutem dico, in Christo et in ecclesia».
35 Tr. ps. 54, 5 (10, 14-20 ) : «<n Domino lesu Christo exercitntio nostrae
salulis opcratio est... passionis ipsius exercitatio provehcbnt, In hoc quoque se
mundo consorlio nostrae infirmitatis exercens quam cxcrcitntionem egressu
suo Isaac in campum praefiguravit, cum invectne camelo Rebcccne, tnmquam
sponsae ex gentibus exercens se in hoc mundo Christus, occurrit».
36 Tr. ps. 119, 21 (557, 19 ss. ) : « . . . quin Christi sponsa sil, se esse for·
mosam . .. »
37 Tr. ps. 127, 8 (633,25.634,5 ) : «Dominus secundum evangelio sponsus
e�t et secundum lohannem habet sponsam... qui promissus sit gentibus cuiquc
a patrc ecclesiae haereditas per adoptionem corporis, quod ex virgine prae·
sumplurus esset, desponsa sitn.
38 Tr. ps. 51, 16 (PL 9, 317 C-D ) .

39 Tr. ps. 125, 6 (PL 9, 688 m.) : <<... constiluens nos in corpore carnis
suae. lpse est Ecclesia, per sacramentum corporis sui in se universam con·
tinens».
Vénse también: Tr. ps. 138, 31 (808 m.) : «Hoc mysterium fuit quod esset
Christus in nobis : hoc Pater revelavit».
40 En. 30, 11 s., 1, 4 (193, 19-20 ) : Se dixit spoltsum, se sponsam; quare
6
82 SALVADOR VERGÉS

con la viudez de la esposa para valorar la calidad del matrimoni o·


de Jesucristo con la Iglesia. Queda libre la mujer, muerto su varón;
la Iglesia, cesado el rigor de la ley, está preparada para unirse a
Jesucristo 41• También para Orígenes, al asumir el Verbo la ca rne
humana, la Iglesia esposa quedó asociada a Cristo y partícipe del
Verbo de Dios 42•
S. Ambrosio representa a la Iglesia como una virgen que, des­
posada desde el comienzo del mundo en el Paraíso, espera la lle­
gada del Esposo. Inserta en la Iglesia toda la teología de la Histo­
ria de la Salud. Una realidad articula e impregna todas las etapas
de la Revelación de Dios, quedando unificadas en la plenitud de
la venida de Cristo : «La Iglesia santa, prefigurada en el diluvio ,
anunciada por la ley y en boca de los profetas, está unida desde el
principio a su Esposo 43• Alusión probable al matrimonio que co­
mienza en la Encarnación. A través de la unión hipostática de la
carne de Cristo, adivina Ambrosio la Iglesia que de meretriz ha
pasado a ser la Esposa Virgen de Jesucristo 44 • La Enca mación
del Verbo ha ordenado el mundo al Padre, sobre todo en la
porción privilegiada de la humanidad, la Iglesia. Pone Ambrosio
en labios de Cristo las palabras del libro del Cantar, refiriéndolas
a la Iglesia por su Misión de iluminar al mundo 45•
S. Jerónimo une también su voz a la tradición llamando a la ·

se sponsum, se sponsam, nisi quía erunt duo in carne una? Según S. TROMP,
Corpus Christi quod est Ecclesia, Romac, 1946, p. 31 : «En la Encarnación se
pone el fundamento del Cuerpo Místico de Cristo».
41 Tr. ps. 131, 24 (681, 13-17 ) : <<. ..comparatione viduae, quae mortuo
marito libera . . . desinente iam lege viduam lcgis ecclesia11L csse demonstrat
Christo legitime copulandam».
Tr. ps. 67, 7 (PL 9, 446·447 ) : « . . . Ecclesiam, quae legis se mortua Christo
postea sociaret».
Véase también : In Matth. 9, 3 (PL 9, 963 in.).
42 In Cvnt. 111, 16 (PG 13, 148 ).
43 Expos. ps. 118, 4 (CSEL 62, 6, 24, 7, 1 ss.) : «Constitue vugrnem
desponsatant multo tempore. . . sancta ecclesia, quae in primordiis mundi despon·
sata in paradiso, pracfigurata in diluvio, adnuntiata per legem, vocata per
prophetas... dileeti expectasset adventum>>.
44 Expos. ps. 118, 5 (CSEL 62, 6, 1 ss. ) : «Üsculetur me ab osculo oris
sui . . . iam volebat adhacrere Christo caro, iam feslinabat imwbere, ut csset
unus spiritus ct fieret caro Christi, quae erat antea meretricis».
45 Hexaemeron , lib. IV, 32 (PL 14, 216 in. ) : «In Cnnticis Dominus de
sua sponsa ait: «Quaenam est hace. . . speciosa sicut luna, electa ut sol (Cant.
VI, 9 ) ? Et merito speciosa sicut luna Ecclesia, quae toto mundo refulsit, et
tcnebras sacculi huius illuminans... »
Parece que no hay duda sobre la influencia de Ambrosio en la concepción
agustiniana de la imagen; así lo sostienen HOFIIIANN, Der Kirchenbegriff des
hí. ALLgustimts in scinen Grzmdlagen und seiner Entwiclclung, München 1933,
p. 149; y BATIFFOL, o. c., PP· 120·121 y 124.
Expos. ps. 36, 79 (CSEL LXIV.LXV, 134, 3·4 ) : « . . . intercsset ipsis Christi
et ecclesiac nuptialis copulae sacramcnlis». Expos. Le X, 24-25 (PL 15, 1810 ) .
ENCARNACIÓN DEL VERBO Y LA IGLESIA EN SAN AGUSTÍN 83

Iglesia Esposa de Cristo Esposo 46• Es la Iglesia de los gentiles la


que, habiendo fornicado en sus primeras nupcias con el politeísmo ,
es invitada a la virginidad de la fe inmaculada en la unión es­
ponsal con Cristo 47• La Iglesia Virgen es pa ra Tertuliano la única
Esposa de Cristo 48•
En Agustín, la Iglesia encuentra la plenitud de la virginidad
en su unión esponsal con Cristo:
Sic se habet Ecclesia catholica mater nostra vera, vera
illius sponsi coniux... Domini matrona est. Magna est
sponsi et singularis dignatio ; invenit meretricem, virgi­
nem fecit. Ecclesiam virginem fecit 49•
La virginidad de la Iglesia es la expresión de su santidad 50•
Según el obispo de Cesarea, Jesucristo toma a la Iglesia por
Esposa después de haberla librado de sus enemigos 51• Los gentiles
son la conquista de Cristo, la Iglesia Esposa perfecta 52 de Jesu­
cristo 53•
¿Se hallarán t ol vez indicios sob 1·e l o virginidad en algún autor
anterior o estos P odres? En Filón aparecen ya algunos elementos
preciosos referidos a la obra de Dios en las almas: «las mujeres
al ser tocadas por Dios se hacen v írgenes, a diferencia de lo que
ocurre en lo hum ono, que de v írgenes result on madres » 54 •
El salto n o es infrecuente e n los Padres. Aplican a l a Iglesia la
acción salvífica de Dios. No se puede, sin embargo, concluir por
los datos aportados, la dependencia. ¿De dónde tomaría Filón la
idea? No queda excluida la posibilidad de haberse inspirado en
la Biblia, a cuya lectura era muy 'asiduo.
La Igl �a, pues, en la imagen de la esposa, está presente en
los escritos de los Pad 1·es, cercanos a Agustín por el tiempo e
ideología. Agustín, sin embargo, aporta un nuevo perfil al símbolo
por la riqueza de elementos con que lo envuelve. Dentro de la pers­
pectiva del símbolo descubre la dimensión de la santidad eclesial.

46 In Matth. 9, 1S (PL 26, 58).


47 Epist. 74, 4 (PL 22, 683 ) .
48 De monog. 1 1 (PL 2, 943 ).
49 Serm. 213, 7 (PL 38, 1063 fin.) ; aunque por el presente texto no
conste cuándo la Iglesia fue convertida en esposa virgen de Cristo, sabemos
por otros textos que la Encarnación señala' el inicio de la transformación de la
Iglesia, según la mente agustiniana.
50 Senno 213, 7 (PL 38, 1064 in.) : Nam vullis nosse quam virgo sil?
Apostolum audite : Aptavi vos, inquit, uni viro. Ecclesiae dicebat. . Virgo est
.

ergo Ecclesia.
51 Comment. ps. 46, 2, 3 (PG 23, 413 m.) : "vÓ!l'f'l)V . . . Exx'A1¡a!av".
52 C01nment. ps. 44, 10 (PG 23, 401 íin. ) : "nAEta Xp�a-coü vÚ!'<plJ"·
53 Comment. ps. 46, 4, S (PG 23, 416 m . ) : «La Iglesia congregada
(l� Wvwv Exx'Al)aiav) y constituída por todos los gentiles (�x 1tdv-cruv l&voJ'')
C5 la (esposa ) elegida ('ExxAEX"C�)".
54 FILÓN, Cher. SO, p. 4 2 : <<De mujeres se hacen vírgenes (h luvatxoJ''
1ivonat 1tap!Hvot}". Véase también : Quaest. in Ex. 11, 3.
S4 SALVADOR VERGÉS

La unión de Jesucristo con la Iglesia


La unión entre Cristo y la Iglesia hal la su fundamento en la
descripción del Génesis sob 1·e la intimidad conyugal del hombre y
la mujer. La entrega de sí mismos y su aceptación constituye la
unidad de dos en uno solo. Es el Misterio que, vaticinado en
Isa ías 55 y proclamado por S. Pablo, se hace realidad en Cris to y
la Iglesia 56•
La expresión b íblica: «Dos en una sola carne », muy familiar a
Agust ín , referida a Cristo y a la Iglesia, halla su explicación en
un lugar paralelo a las Enarraciones 57• La interpretación, que el
mismo Santo da del texto, cierra la puerta a otra significación.
Excluye la aplicación a la sola unión matrimonial, por ser el
gran Misterio de la unidad, que sólo se da plenamente en Jesu­
eristo y la Iglesia 58•

a) Unión indisoluble.
El Cristo total es el Verbo encarnado unido a su Esposa, la
Iglesia:
«Totus Christus caput et corpus est. Caput unigenitus
Dei Filius et corpus eius Ecclesia, sponsus et sponsa, duo
in carne una.>> (Ef 5, 23; 30-31) 59•

El misterio de la unión entre Cristo y la Iglesia es la inse ­


parabilidad de ambos Esposos. Es comparab le a la unidad de voz
de la cabeza, que de por sí es inseparable del cuerpo 60• En la

55 De unitate Eccl. X, 24 (PL 43, 407 fin.) : Cum enim dixisset, «quin
oportebat adimpleri omnia scriptu in Lege Moysi, et Prophetis, et Psalmis
d"' me>> . . . intellegenda esset Ecclesia, propter quod scriptum est, ccErunt duo
in carne una» (Gen 2, 24), ut non solum de eapite, verum etiam de corpore
divina orncula teneremus.
56 En. 74, 4 (1027, 18-25 ) ; Ef 5, 31-32; Is 61, 10 : «Erunt duo in came
una. Sacramentum hoc magoum est; ego, inquit, dico, in Christo et itt Eccle­
sin» . Et ipsc in evangelio : cclgitur iam non duo, sed una caro». Nam ut no·
veritis has duas quodammodo csse personas, et rursus una copulationc coniugii
tamqunm unus loquitur apud lsaiam et dicit : ccSicut sponso allignvit mihi
mitram, ct sicut sponsam induit me ornamento». Sponsum se dixit ex capite,
sponsam ex corpore. Loquitur ergo unus.
57 Serm. 45, 5 (PL 38, 265-266) : Sic ct Dominus in Evangelio, cum de
viro ct de uxorc diceret : <<lgitur iam non sunt duo, sed una caro» (Mt 19, 6) .
Ergo unum voluit esse homincm Dcum ChristUin et Ecclesiarn. lbi caput, ct
hic mcmbra.
58 In lo. Ev. tr. IX, II, 10 (PL 35, 1463 in.) : Illud ergo unum qunn­
tum mysterium de Christo continet, quod commemornt Apostolus diccns, «Et
erunt duo in carne una: sctcramentunt hoc magnum esl» (Ef 5, 31-32 ). Et ne
quis . . . in singulis quibusque hominibus uxores habentibus intellcgcrct, «Ego
autem, inquit, de eo in Christo ct in Ecclcsia ». Sobre las palabras del Apóstol
comentadas por Agustín, puede verse también HOFMANN, o. c., p. 156.
5 9 De unitate Eccles. IV, 7 (PL 43, 395 fin. ).
60 En. 34 s., 11, 1 (311, 5-9) : Intellcgimus hic voccm Christi; vocero
ENCARNACIÓN DEL VERBO Y LA IGLESIA EN SAN AGUSTÍN 85

imagen de la única voz se identifican en Jesucristo la función d e


Esposo y Esposa, como Cabeza y cuerpo 61 • Su cuerpo es la Esposa
en la perspectiva de la unidad de una sola carne 62 • No se halla
en lo humano unión más estrecha. El símbolo del matrimonio 63
proyecta nueva luz sobre la unión que Jesucristo ha querido te ne r
con la Iglesia 64•
Otra imagen comparativa viene a confirmarnos la naturaleza
de la unión indisoluble: la unidad de persona significada en la
sola voz a que da lugar la unidad de carne 65• La unión entre dos
personas que se aman llega al máximum cuando puede l legar a
compararse a la unidad personal 66 • La presente unidad, sin em­
bargo, no es fusión de personas, sino perfección de las mismas 67 •
Una y otra hallan su mutuo complemento en la donación que hacen
de sí mismas en aras de la unidad. E l vaticinio de Isaías pre­
decía para Cristo y la Iglesia la unidad indisoluble, en la imagen
de la unidad de persona, según la interpretación del Santo 68 •

scilicet capitis et corporis Christi. Christum cum audis, noli sponsum a sponsa
separare, et intellege magnum illud sacramentum : «Erunt duo in carne una>}
(Ef S, 31 ). Si enim duo in carne una, quare non et in voce una?
61 En. 101 s., 1, 2 (1427, 47-S2 ); ls 61, 10: ldem ipse Christus est, qui
se apud prophetam, et sponsum dixit, et sponsam : «Sicut sponso alligavit
mihi mitram ; et sicut sponsam induit me ornamento». Se dixit sponsum, se
dixit sponsom; unde hoc, nisi quia sponsurn propter caput, sponsarn propter
corpus? Vox ergo una, quia caro una.
62 F. HoFFMANN, o. c., p. 1S4, a propósito del comentario que hace Agus­
tín a Is 61, 10.
6 3 Serm. 4S, S (PL 38, 26S fin. ) : lpse cst coput Ecclesiae, ipse . . . Corpus
autcm eius quod est? Coniux eius, id est Ecclesia. aErunt enim duo in carne
uua. Sacromentum hoc magnum est : ego autem dico in Christo et in Ecclesia»
(Ef S, 31-32 ).
-64 Serm. 183, VI 10 (PL 38, 991 m. ) : Unitatem quippe amat Christus ...
Nos cum dicimus Christum ... : Qui habet sponsam, sponsus est (Jn 3, 29).
Bonum coniugium, sonctoc nuptiae. Sponsus Christus, sponsa Ecclesia. Ab
sponso cognoscimus sponsom.
65 F. HoFMANN, o. c., p. 1S8.
66 En. 127, 3 (1869, 4-8 ).
Véase P. Th. CAMELOT, Mysterium Kirche. Zum Kirchenbewusstsein der
lateinischen Viiter. Scntirc Ecclesiam, Freiburg 1961, pp. 134-151 ; BATIFFOL.
o. c., n. 2S5.
67 A. ÜRBE, La procesión del EspíritiL Santo y el origen de Eva, «Grcgo­
rianum» 45 (1964 ), 114 : «i, Qué personalidad posee la Iglesia, esposa de Cris­
to? No la del propio Cristo, de quien procede, como Eva de Adán».
68 En. 30, 11 s., 1, 4 (193, 1S-2 1 ) ; ls 61, 1 0 : Nam unitatern personae
huius miram et excellentem commendat etiam lsaias propheta; ait: «Sicut
sponso alligavit mihi mitram, et sicut sponsam ornnvit me ornamento>). Se
dixit sponsum, se sponsam; . . . quia erunt duo in Cllrrte una... in voce una.
La misma idea parece insinuarse en EuSEBIO DE CESAREA: Comment. 39,
10-16 (PG 23, 357 fin. ).
H. WEBER, Wesenszüge der Psalmenerküirung des hl. Augztstirms, «Thco­
logisch-Pracktische Quortalschrift» 109 (1961 ) 220-226, en particular p. 221.
·86 SALVADOR VERGÉS

b) Unión perfecta.
El vínculo que une a los esposos es el amor 69• En él está en­
c arnad a l a entreg a, l a acept ación y l a mutu a posesión. L a c arid ad
es l a fuerz a que les h ace s alir de su egocentrismo p ar a verse com·
plet ado uno en el otro. En Cristo y l a Iglesi a se d a l a comunión
de amor en modo perfecto por r azón del Esposo 70•
Un nuevo elemento de juicio aport a a este respecto l a im agen
del vestido nupci al, en rel ación al connubio de Cristo con l a Igle­
si a 71 • El vestido nupci al cubre a ambos esposos, Jesucristo y l a
Iglesi a, porque un a únic a corriente de amor circul a entre los dos
uniéndoles estrech amente. Es el amor que Cristo h a tr aído 72 del
P adre p ar a h acernos p artícipes de aquell a únic a Comunión de
Amor que el Hijo tiene con el P adre 73•
En su unión nupci al, Jesucristo comunic a a l a Iglesi a su vid a
divin a. No se une a l a Iglesi a por lo que h all a en ell a de am able,
sino por lo que dese a comunic arle 74• Por su Misterio P ascual, h ará
Jesucristo de l a Iglesi a un hermoso vestido p ar a sí 75 • Qued ará l a
Iglesi a elev ad a a l a dignid ad de Espos a de Jesucristo, at avi ad a
con precios as joy as 76•

69 Una pregunta ineludible : ¿En dónde se inspira Agustín en su concepto


de unidad-amor? Aunque Agustín en el armazón de su pensamiento depende
en parte de Platón, el contenido vital del mismo, sin embargo, lo bebe direc­
tamente de la Escritura y de la vida eclesial. Por ella entra en el pensamiento
mundial cristiano. Puede consultarse a F. HoFMANN, o. c., pp. 150-156.
70 Expl. ps. 43, 17 (CSEL LXIV-LXV, 275, 16-17 ) : «Corpus Christi Ec­
clesia est quae vinculo stringitur charitatis». Parecen encontrarse ahí el pen­
samiento de S. Agustín y el de S. Ambrosio. También BATIFFOL, o. c., pp. 121,
274-275. Pueden verse también : J. RATZINGEn, Das geistliche Amt und die
Einheit der Kirche, «Catholica» 17 (1963) 165-196; H. ScHLIEn, Einheit der
Kirche, «Lcxikon für Theologie und Kirche» 3 (1959) 753-754.
7 1 Serm. 90, 6 (PL 38, 563 in.) : Vestis enim nuptialis in honore accipitur
<;oniugationis, id est sponsi et sponsae. Nostis sponsum : Christus est. Nostis
.'l[lOnsam : Ecclesia est.
Serm. 90, 6 (PL 38, 562 m. ) : Vestis nuptialis charitas. Bona cactera sine
charitate non possunt.
72 Ef 1, 4 : In Filio nos Pater diligit, quia in ipso nos elegit ante consti­
tutionem mundi. Cf. F. HoFMANN, o. c., pp. 142-143.
73 In lo. Ev. tr. 1, 1, 3 (PL 35, 1980 m. ) : «Et societas nostra sit cum
Deo Patre, et Iesu Christo Filio eius . . . ut gaudium vestrum sit plenumJ>.
Plcnum gaudium dicit in ipsa societatc, in ipsa charitate, in ipsa unitate. El
vestido nupcial con que Cristo se viste, al desposarse con la Iglesia en la En­
carnación, tiene como ornamento la caridad, que vincula a los dos en la uni­
dud. Este parece ser el pensamiento de Agustín al aplicar a la imagen del
vestido un sentido eclesial ; ve, en ella, a la vez el símbolo de la caridad. El
marco histórico en que escribe Agustín es el de los donatistas con toda su
problemática bautismal, sin deseo alguno de adhesión a la Iglesia.
74 En. 147, 23 (2159, 27-28 ) : Vestimentum Christi ipsa ecclesia.
75 En. 147, 23 (2159, 27-32 ) : . . . faciat sibi vestem de illa lana . . .
76 En. 44, 2 4 (512, 7-9 ) : «Adstitit regina a dextris tuis i n vestitu deartra·
to, circumamicta varietate».
ENCARNACIÓN DEL VERBO Y LA IGLESIA EN SAN AGUSTÍN 87

La Encarnación es la revelación del amor del Verbo encarnado


:a su Esposa, la Iglesia. Se une Jesucristo a la Iglesia para revestir­
se de ella y transformarla 77• Símbolo de lo que Cristo haría de
la Iglesia es el Tabor. A través de la blancura del vestido de
Cristo, brillante como la nieve, se transparenta la Iglesia 78, ilumi·
nada por la luz que irradia el Verbo del Padre en la humanidad
de Cristo 79•
La Iglesia -vestido de Cristo-- ha ¡·ecibido en su seno el
resplandor de la luz de Jesucristo, quedando convertida en luz la
que, antes de su unión con Cristo, se hallaba sumida en tinie­
blas 80• ¿Cuándo fue convertida la Iglesia en vestido para su Es­
poso? 81 • Con la venida salvífica del Hijo de Dios, la luz de la
Revelación brilló ante el mundo haciendo de la Iglesia luz para los
hombres. Por ella el Verbo del Padre se ha hecho accesible al
hombre, para que conociéndole entrara en comunión con El 82•
El Esposo se abaja al nivel de la esposa comunicándole sus secre­
tos, para que ella quede elevada al consorcio de su divinidad.
La carne pasible tomada de la Virgen entra como elemento
salvífico en la Encarnación, porque es una carne que va enca­
minada a la Cruz salvífica 83 • La Iglesia, bajo el símbolo de los
vestidos de que se 1·evistió el Verbo en la Encarnación, quedó
transformada al ser purificada con la sangre de la Cruz y ves­
tirse Cristo de ella para volver al Padre 84•

77 En. 103, 6 (1479, 7-8 ) : Quomodo fecerit hoc, u t indueret se sicut


vestimentum lucem ecclesiom.
En. 122, 1 (1814, 13-14 ) : Descendit coput, odscendit cum corpore ; vestí­
tus ecclesiom suam. . .
78 En. 50, 1 2 (608, 19-20 ) : Proinde vestis eius in monte, quoe tamquom
nix deolhato elfulsit, significovit ecclesiom . . .
79 En. 103 s., I , 2 (1942, 5-6 ) : «Circumomictus lucero sicut vestimentum».
80 En., 103 s., I, 2 (1492-1493, 6-8 ) ; Ef 5, 8 : Circumamictus ecclesiam
suam; quin ipso facto est lux in illo, quoe prius tenebrac, nunc outem lux
in Domino.
En. 103 s., I, 7 (1478-1479, 1-5 ) : Circrunamictus lucem sicut vestimen­
.tum». lpso est vestis eius... Lux vocatur ; et oliquondo tenebroe, nunc . . . lux
in Domino.
81 En. 103 s., I, 7 (1479, 7-1 1 ) : Ut indueret se sicut vestimentum eccle·

siam. . . quomodo lux facta sit ecclesia, quomodo facta sit . . /�tlgens in vestitu . . .
.

82 En. 103 s., I , 7 (1479, 9-12 ; 8, 1480, 37-39 ) : . . . quomodo lux focto
sit ecclesia. . . fulgens in vestitiL sponsi sui, inhoerens illi... ut in re mortoli
cognosceres Verbum immortole et fieres tu quoque eiusdem Verbi participa·
tione immortolis.
Lo imagen del vestido es muy familiar o Agustín, incluso la empleo para
significar la unión hipostática: Serm. 189, II, 2 (PL 38, 1005 m. ) : Verbum
Dei . . . vestivit se carne, natusque est de Maria virgine.
83 En. 148, 8 (PL 37, 1942 ) : Induit se ubi pro te moreretur, induet te
ubi cum illo vivas. Ubi se induit morte? I n virginitote mntris. Ubi te induit
vita? In aequalitate Patris.
84 Ell. 44, 22 (509, 2-5 ) : Vestimenta cius . . . tota ecclesia eius . . . obluens
'.in sanguinc, extendeos in cruce.

88 SALVADOR VERGÉS

CUALIDADES DE LA ESPOSA DE CRISTO

La Iglesia-esposa está iluminada 85 por la luz de la verdad que­


Jesucristo le ha manifestado 86• El abrazo eterno, con que la saludó
al desposarse con ella, dejó en su frente una huella imperecedera
de luz y de verdad.
Gloria de la Esposa es su vestido blanco, como la nieve, sin
mancilla ni arruga alguna; símbolo de su fidelidad a Cristo Es­
poso, libre ya del anterior vestido de ignominia al ser purificada.
de l pecado 87•

Belleza de la Iglesia, Esposa de Jesucristo


Todas las cualidades que ella posee son regalo de Jesucristo.
El amor de Cristo hacia la Iglesia ha obrado su transformación:
ha convertido en belleza su misma fealdad 88• La que antes yacía
en la ciénaga de la inmundicia y en la fornicación idolátrica es
ahora hermosa, blanca, sin mácula alguna. La gracia iluminantc
de Jesucristo ha obrado el cambio en ella 89•
La Iglesia, en calidad de Esposa de Cristo, es consciente de
que toda su bel leza es obra de las manos de Jesucristo, que de

C. Faust. Man. 12, 8 (PL 42, 258 ); En. 122, 1 (1814, 12-15 ); Ef 5, 27.
En. 122, 1 (1814, 13-14 ) : La Resurrección de Cristo en relación con
nuestra justificación no se encuentra tan desarrollada en Agustín como el
hecho de la muerte salvífica de Cristo.
85 En. 103 s., I, 6 (1478, 20-21; 30-32 ) : Taro pulchra, tam luminosa,
taro sine macula et ruga... induit se Dominus. . . ecclesiam. . .
Al atribuir Agustín l a iluminación de l a Iglesia a l Verbo encarnado, se
mueve dentro de las dimensiones de la imagen : es el Mensaje que Cristo de­
posita en manos de la Iglesia por medio de los Apóstoles. La Iglesia es
consciente de la verdad salvífica de Cristo presente en ella.
86 En. 103 s., 1, 7 (1479, 9-1 2 ) ; En. 103 s., 1, 8 (l!l.79, 3-5; 18-28; 33-34;
37-39).
87 En. 50, 12 (608, 19-21 ) : Vestís eius. . . quae tamquam nix dealbata
effulsit, significavit ecclesiam omni macula peccati nmndatam.
En. 147, 23 (2159, 30-32 ) : Ergo exhibeat sibi gloriosam ecclesiam, non
habentem ntacularn aut rugam; facial sibi vesten� de illa lana quam praedesti­
navit in nive.
Cf. J, SALAVERIII, El Misterio de la unidad, santidad y catolicidad de la
Iglesia, «Divinitas» 6 (1962) 33-97, sobre todo pp. 67-70, afirma que S. Agus­
tín no duda en interpretar repetidas veces de la Iglesia militante la frase en
que S. Pablo nos dice de ella que no tiene mancha ni arruga.
88 En. 95, 7 (1348, 6-8 ) ; Mt 9, 13 : Qualis est autem sponsus, <jui foedam
amavit ut pulchrarn faceret? Quomodo, ait, aliquis, foedam amavit? ccNon
veni», inquit, «vocare iustos, sed peccatores».
89 En. 103 s., 1, 6 (1478, 19-24 ) : ccQuae est ista quae adscendit dealbata»,
taro pulchra, taro luminosa, taro sine macula et ruga. Nonne ista est quae
iacebat in coeno iniquitatum? nonne est quae iacebat in fomicatione ido­
lorum . . .
ENCARNACIÓN DEL VERBO Y LA IGLESIA EN SAN AGUSTÍN 89'

meretriz ]a ha convertido en digna Esposa suya 90• Siente en ella


el peso del amor de Cristo, que ha limpiado su rostro de la igno­
minia y fealdad del pecado 91 y la ha adornado con la belleza de
la unidad universal, frente al desdoro de la división de la here­
jía 92• Su nombre es celebrado, como el de Cristo, a quien está
indisolublemente unida, por todas las gentes del mundo 93• Hará
Jesucristo de todos los pueblos y gentes un ornamento para la
nueva desposada 94• La Iglesia será el testigo viviente y actual de
Cristo en todo tiempo y lugar, hasta los últimos confines del
universo 95 •
La virginidad es otra de las preciosas dotes con que la ha

En. 132, 10 (1933, 14-15 ) : Misericors amavit, et sponsus dilexit non pttl­
chram, sed ZLt faceret pulchram. Ergo gratiam Dei . . .
En. 103 s., I , 6 (1478, 15-17); Ef 5 , 8 : Primo nigra fuisli, sed facla est
alba ex gratia illiZLs. <<Fuistis aliquando tenebrae, nunc lux . . . n
/bid., v. 1 5 : Accendit gratia illiLlnirwns et dealbans.
90 En. 147, 24 (2159, 4-9 ) : Tunicae futurae . . . vocationem ad pneniten­
tiam.
Serm. 213, VII, 7 (PL 38, 1063 fin. ) : Sic se habet Ecclesia catholica
mater nostra vera, vera illius sponsi coniux . . . Magna est sponsi et singularis
donatio; meretricem invenit, virginem fecit.
En. 147, 23 (2159, 15-17 ) : . . . lanam de pigris et frigidis quos pracdesti­
nnvit, facturus est aliquid. En la confección de In Túnica ( = Iglesia) se adi­
vina la mano de Cristo que la predestina para Sí, levantándola del pecado
( = lana) en que estaba caída.
En. 147, 23 (2159, 21-22 ) : Lannm . . . facturus est inde vcstem.
Jesucristo lo hace con el consentimiento de la Iglesia : Serm. 285, 6 (PL 38,
1296 fin.) : Nisi cognoveris temetipsam : quin utique focdnm invenit, quin de
focdn pulchram fecit. . . denlbavit.
91 Senn. 138, VI, 6 (PL 38, 766 in. ) : Sponsne ad Christum nf'fcctus. . .
amata eius, sponsa eius, pulchra eiZLs, sed ah ipso pulchrn Jacta, prius pec- ·

cutis íoedn, post. . . formosa. Puede verse también F. HoFMANN, o. c., p. 195.
92 Serm. 46, XVI, 37 (PL 38, 292 in. ) : <<Nisi cognoverisn, inquit, «teme­
tipsam, o pulchrn inter mulieresn . . . Ubi te agnoscns? In toto orbe terrarum.
Si enim pulchra, unitas est in te : ubi divisio, foeditas est, non pulchritudo.
Serm. 285, 6 (PL 38, 1296 in.) : Ergo, nisi cognoveris temetipsam, o pul­
chra intcr mulieres, o catholica pttlchra ínter haereses . . .
93 Senn. 238, 3 (PL 38, 1126 m .) : Qui audivimus sponsum, agnoscamus
et sponsam. «Et prnedicari in nomine eius poenitentiam et remissionem pcc­
catorumn. Ubi? quousque? Per onmes gentes, incipientibus ah lerusalem. Ecce
habes sponsam . . . Tolo terrarum orbe Ecclesia dilfusa est : omnes gentes habent
Ecclesiom. . . ipsn est vera, ipsa est Catholica. Serrn. 238, 3 (PL 38, 1126 in.) :
Ecclesiam esse tolo orbe diffusam. Audiamus et de sponsn. . .
94 De unitate Eccles. VII, 18 (PL 43, 403 fin.) : Proenuntiato sponso et
cxpresso, procedat et sponsa in verbis !saine: legamus eom in veritate pagi·
narum sanctnrum, et agnoscamus in orbe terrarum. Hoc testimonium de sancta
Ecclesiam esse toto orbe diffusam. Audiamus et de sponsa . . .
De unitate Eccles. VII, 1 6 (PL 43, 402 m .) ; I s 49, 5 ss. : «Circumspice
ubique oculis tuis, et vide universos. Vivo ego, dicit Dominus : omncs hos
int.:ues te, et dispones eos ut ornamenturn novae nuptae ; quoniam quae de­
serta fuerunt in te. . . nunc in maxima arcturn eruntn.
95 Serm. 265, V, 6 (PL 38, 1221 m. ) : Eritis mihi testes. <cUbi?» In Ieru··
salem . . . et in totn ludaen et Samaria, et usque in fines terrae . . .
· 90
SALVADOR VERGÉS

adornado Jesucristo al unirla a Sí. Será el mismo Apóstol el que


llamará a la Iglesia universal, virgen consagrada al Unico Varón 96 •
El vestido de que se ha revestido Cristo, sin mancha ni arruga
alguna 97, es la Iglesia que no conoce en sus miembros la mácula
del crimen ni la arruga del pecado 98 ; no está afeada con el des­
honor de la división, porque está apoyada en la firme piedra del
amor a Jesucristo 99•
Sin ser la Iglesia del mundo, vive sin embargo en él para
vivificado, conservando para Cristo la pureza de corazón y de
costumbres 100• En expresión actual: mantiene íntegra la doctrina
de la unidad de fe y moral hasta la Parusía de Cristo. Para con­
servar íntegro el depósito de santidad, que Cristo le ha confiado,
debe luchar diariamente y pedir al Señor la limpie de sus culpas 101 ,
con las aguas regeneradoras del bautismo 102 • Su seguridad será sólo
completa cuando aparezca Cristo 103, para hacerla siempre gloriosa
sin sombra alguna de mácula, y tenerla siempre consigo 104• Res­
plandecerá entonces glol'iosa sin imperfección ni mancilla algu-

96 Senn. 93, 111, 4 (PL 38, 575 in. ) : Tota Ecclesia quae consta! ex virgi·
nibus et pueris, et maritatis feminis et uxoratis viris, uno nomine virgo est
appellata. Unde hoc probamus? Apostolum audi dicentem . universae prorsus
..

Ecclesiae: «Desponsavi vos uni viro virginem castam exhibere Christo».


97 Epist. 185, IX, 39 (PL 33, 810 m . ) : Sibi Dominus Christus exhibeat
in illa die gloriosam Ecclesiam non habentem muculam, aut rugam, aut ali·
quid eiusmodi . . .
En. 103 s., 1, 7 (1178-1479, 1-2 ) ; E f 5 , 27 : lpsa est vestís eius, d e qua
dixi : «Non habens muculam neque rugam».
98 De Bapt. XVI, 21 (PL 43, 187 in.) : Omnes, ex quibus tamquam mem·
bris constat illa sponsa non habens maculam neque rugam (Ef 5, 27 ). S. Agus·
tín describe la santidad de la Iglesia universal frente a las acusaciones de
quienes, bajo pretexto de algunos defectos de ella, negaban su divino origen.
C. lztl. lib. IV, 111, 29 (PL 44, 753 m. ) : Propter quod et sancta Ecclesia
eliam in talibus suis membris, ubi maculam criminis et rugam non habet
falsilatis (Ef 5, 27 ).
99 De bapt. XVII, 26 (PL 43, 123-124) : Et semper ab illius Ecclesiae
quae sine macula et ruga est, unitate . . . in solida unitatis petra fortissimo cha·
ritatis robore radicantur.
lOO Epist. 93, IX, 34 (PL 33, 338 fin. ) : lpsa est Ecclesia, quae intra

sagenam dominicam cum malis piscibus natal, a quibus corde semper et nw·
.ribus separatur atque discedit, u t exhibeatur viro suo gloriosa, non habens
maculltnt neque rugnm (Ef 5, 27 ).
101 De haeres. 88 (PL 42, 48 m.) : Ecclesiam Christi in hac mortalitate per·
fici, u t sil omnino sine macula et ruga (Ef 5, 27 ); quasi non sit Christi Ec·
clesin quae toto terrarum orbe clnmat ad Deum, «Dimitte nobis debita nostra»
(Mt 6, 12 ).
102 Epist. 185, IX, 39 (PL 33, 810 m.) : «Sibi Dominus Christus exhibeat
ia illa die gloriosam Ecclesiam non habentem maculam, aut rugam, aut ali­
quid ciusmodi»; quam modo «mundat lavacro aquae in verbo».
103 Retract. XIX, 9 (PL 32, 617 m . ) : Quam sibi Deus elegit «gloriosam
Ecclesiam, non habentem maculam neque rugam» (Ef 5, 27 ), non dixi iam
talis sit quando Christus apparuerit vita eius : tune et ipsa cum illo apparebit
in gloria ; propter quam gloriam dicta est Ecclesia gloriosa.
104 Por la distinción que hace Agustín entre la escatología de la Iglesia
ENCARNACIÓN DEL VERBO Y LA IGLESIA EN SAN AGUSTÍN 91

na 105, complaciéndose Cristo en la belleza que ella habrá conse­


guido en el mundo, al prepararse a la venida de Cristo, su Es­
poso 106•
Jesucristo, que había descendido del cielo solo, sube ahora
revestido de la Iglesia, mostrándola a Sí mismo, radiante y lim­
pia de mancha y arruga 107 • Está la Iglesia transida de la luz de
Cristo, frente al pecado que la afeaba antes de tomada por Espo­
sa 108 ; convertida en precioso vestido para Cristo 109 la que fue en
algún tiempo lana inmunda 110, se halla ahora pul'ificada con la
sangre del Cordero 111 •
Puso Jesucristo su vida para convertir a la Iglesia en Túnica
suya 1 12 • No es la Iglesia sino posesión de Jesucristo, su Esposo,
perteneciéndole totalmente.
La santidad eclesial, en el desarrollo de la .imagen de la esposa,
tiene además un sentido escatológico. Vive ya la Iglesia en este
mundo de manera anticipada, por su santidad, lo que será para

y su momento actual, la imagen del vestido sin mancha ni arruga se refiere,


también, a la Iglesia de este mundo en relación con su escatología futura. Vive
en su santidad actual lo que será después para siempre. Así lo dice el mismo
Santo [Retract. lib. Il, 18 (PL 32, 637-638 )] : «Siempre que en mis libros
hablé de la Iglesia sin mancha ni arruga . . . se prepara para llegar a serlo en
su aparición gloriosa. S. Agustín acusa un cambio, sin negar lo anterior. Con­
creta la santidad de la Iglesia en el aspecto de su fin sobrenatural que la
.anima. Cf. también J. SALAVEnn•, El Mi$terio de la unidad, santidad y cato­
licidad de la Iglesia, «Divinitasll 6 (1962) 68-69 ).
105 C. Epist. Pannen. lib. III, II, 10 (1043, 90 m. ) : Illa tune Ecclcsia
gloriosa sine macula et ruga (Ef 5, 27 ).
106 Epist. 185, IX, 40 (PL 33, 810 m.) : Ita modo mwulat Ecclesiam
suam lavacro aquae in verbo, ut tune cam sibi exhibeat non habentem ma­
culam ar't rugam, aut aliquid eiusmodi, totam scilicet pulchram atque perfec·
tam, quando absorbebitur mors in victoriam (1 Cor 15, 54 ).
Epist. 185, IX, 38 (PL 33, 810 in. ) : In tota Ecclesia tune futurum, ut
sit omnino non habens maculam aut rugam, aut aliquid eiusmodi.
107 En. 122, 1 (1814, 12-1 5 ) ; Ef 5, 27 : . . . unus Christus... Descendit
.caput, adsccndit cum corporc, vestitus ecclcsiam suam, quam exhibuit sine
macula et ruga.
108 En. 103 s., I, 7 (1479, 7-1 1 ) : Ut indueret se sicut vestimentum lucem

ecclesiam. . . lux /acta . . . sine macula et ruga . . . dealbata, fulgens in vestitu.


109 En. 50, 12 (608, 19-20 ) : Vestís eius. . . nix dcalbata effulsit, signifi·
. cavit ecclesiarn omni macula mundatam.
110 En. 147, 23 (2159, 31-32 ) : Facial sibi vestcrn de illa lana quam
praedestinavit in nive.
111 En. 44, 22 (509, 2-5 ) : Vestimenta eius sunt sancti cius . . tota ecclesia
.

eius, quam sibi sicut vestem exhibet sine macula et ruga; propter maculam
.abluens in sanguine, propter rugam, extendeos in cruce.
112 En. 44, 26 (513, 9-1 3 ) : lpse est sponsus tuus. Regi nubis . . . ab illo
·dotata
... ab illo redempta. Supone la presente nota la convergencia ideológica
de las anteriores.
En. 147, 23 (2159, 23-24 ) : Fulgebat vestís Christi. . . Hla lana iam facta
crat tunica.
En. 21 s., Il, 19 (127, 10-12).
92 SALVADOR VERGÉS

siempre; de su umon con Cristo nace todo el dinamismo de su


santidad hasta la configuración perfecta con Cristo.

La Iglesia, única Esposa de Cristo


La umon con que Cristo se había vinculado a la Iglesia, err
el seno de María, le llevó a dar su sangre por ella. La unidad de
la Iglesia, en ]a mente agustiniana, tiene su raíz en el amor de
Jesucristo expxesado en el Calvario, al sellar con su sangre el
13
Testamento de amor con la única Esposa, la Iglesia 1 • Atl"ibuir
a otra iglesia la dignidad de la esposa de Cristo sería injuriar a
Jesucristo que se encarna, muere y resucita para unir a Sí a la
única Iglesia. En la Encarnación se unió a la Iglesia, como Cabeza
de la misma ; en la Cruz le hizo su entrega personal para consu­
mar ]a unión definitiva en la Resurrección. La unión de CristO>
con la Iglesia, según el pensamiento de Agustín, es toda la teleo·
logía salvífica de la encarnación-muerte de Cristo 114•
La Esposa lleva en su vestido el signo del Coxdero. La Iglesia,
bañada en la sangre de Cristo llS, nace de su costado herido 116,
7
como del costado de Adán en el Paraíso salió Eva 1 1 , significando
la íntima pertenencia de la Iglesia a Jesucristo, como la mujer
pertenece al varón 118 .

113 En. 122, 5 (1818, 36-39) : Quis cnim potcst sic ducere, ul morinlur

pro ca quam vult ducere? Si enim morí pro ca volucrit, non crit qui ducat.
Securus autem illc pro sponsa mortuus est : quam resurgens erat ducturus.
114 In lo. Ev. tr. VIII, II, 4 (PL 35, 1452 m. ) : Si cnim sanguinem suum

s¡>onsae dederit, non erit qui ducat uxorem. Dominus autem securus moriens,
dcdit snnguinem suum pro ea quam resurgens haberet, quam sibi iam coniux
erat in utero virginis. Verbum cnim sponsus, ct sponsa caro humana . . . ubi
faclus cst caput Ecclcsiae, ille uterus virginis Marine thalamus cius.
Cf. F. HoFMANN, o. c., Jl. 156.
115 En. 44, 22 (509, 3·5 ) : Vestcm... propter maculam ablucns in san­

guine; propter rugam extendcns in cruce.


116 Sern�. 5, 3 (PL 38, 55 in. ) : De ipso sanguine et aqua significntur

nata Ecclesia. Et quomodo exivit sanguis el aqua de lntcre? Cum iam dormi­
rel Cltristus in cruce : quin Adan� in Paradiso somnum accepit, ct sic illi de
lalcre Eva producto cst.
117 In lo. Ev. tr. IX, 11, 10 (PL 35, 1463 fin. ) : Dormit Adam ut fiat

E!'U : moritur Cltristus ut fiat Ecclesia. Dormienti Adae fit Eva de latere
(Gen 2, 21 ) : mortuo Chrislo lancea percutitur latus (Jn 19, 34 ), u t profluant
sacramenta, quibus formelur Ecclesia. . . dicit Apostolus ipsum Adam formam
futuri esse.
A. ÜRDE, La nrocesión del Espíritl' Santo y el origen de Eva, «Grcgorin·
num>> 45 (1964) 113 : «El origen de Eva, además de simbolizar y figurar el
de la Iglesia, de la costilla de Cristo dormido ( = muerto ) en Cruz (cf. Jn 19,
34 ), le realiza. Al salir Eva del costado visible de Adnm, sale con ella In
Iglesia física del costado invisible, pero real, del Cristo Unigénito». Puedo con-·
sulturse también S. TROMP, Litterae encyclicae Pp. XII, de mystico Corpore
deque 110stra in eo cum Christo coniunctione, Romae 1948, pp. 93-96.
118 En. 138, 2 (1990, 13-15 ) ; Gen 2, 2 4 : Quia et feminn de viro facta.
ENCARNACIÓN DEL VERBO Y LA IGLESIA EN SAN AGUSTÍN 93

La Iglesia ha sido desposada con Jesucristo que resucitó para


justificarla, como murió para redimirla 119• Cristo quiere ver en
ella el esplendor de la santidad sin sombra de mancha ni arruga
alguna que empañen su rostro, imagen de su Esposo I2Q. La be­
lleza que se refleja en la Iglesia es el vínculo de la caridad -la
unión fraterna de los hombres entre sí y con Cristo-- como miem­
bros de la única Cabeza 121 •
Un nuevo vigor de vida sobrenatural corre por las venas de
la Iglesia. Es la santidad con que Cristo la ha adornado en lo más
íntimo de su ser al revestirse de ella por amor 122• El honor de
Jesucristo es la belleza de la santidad de la Iglesia 123, que El
consigue al unirla definitivamente a Sí en la Resurrección como
trofeo de su amor 124• Ella asiste a su diestra, como Reina engala­
nada con trocados de oro y vestidos preciosos 125, que son la unidad
de todos los hermanos en Cristo. Realiza la Iglesia en su vida el
deseo de Jesucristo: «Ser Uno con nosotros, como lo es El con el
Padre» 126 •

est, et ad virum pertinet ; et dictum est de primo coniugio : «Erunt duo in


carne una». Cf. HoFMANN, o. c., p. 124.
l 19 En. 44, 25 (513, 33.34 ) : Pulchram te iste regenerat qui iustificat
impinm.
Serm. 267, III, 3 (PL 38, 1231 in.) : Non te fefellit sponsus tuu,s, non te
Ccfellit qui suo sanguine te donavit : non te fefellit qui de foeda pulchram,
de immunda virginem fecit.
I2Q En. 44, 22 (509, 2.5) y 50, 12 (608, 19·21 ) ; Pius XII, «Mystici Cor·
puris», AAS 35 (1943) 93·94.
121 De unitate Eceles. II, 2 (PL 43, 392 in. ) : Membra vero Christi per
unitatis charitatem sibi copulantur, et per eamdem cnpiti suo cohaerent, quod
·cst Christus lesus . . . mortuus est propter delicta nostra, et resurrexit propter
iustificationem nostram (Rom 4, 25 ) : corpus eius Ecclesia, de qua dicitur, ut
exhiberct sibi gloriosnm Ecclesiam, non habentem maculam, aut rugam, aut
aliquid huiusmodi (Ef 5, 27 ).
In lo. Ev. tr. VIII, II (PL 35, 1452 in. ) : Habet ergo hic sponsam quom
redcmit sanguine suo, ct cui pignus dedit Epiritum sanctum (II Cor 1 , 22 ) . . .
mortuus est propter dclicta cius, resurrexit propter iustificationem eius (Rom 4,
25 ). S. Agustín hace suya Jo idea paulina. Su cristología, sin embargo, no
alcanza en este aspecto la altura de su cclesiologia.
122 En. 132, 9 (1933, 28·29 ) : Sic per concordiam fraternam Christus in·
tmt . . , ut vestiatur, u t ecclcsia illi hacreat.
123 En. 44, 22 (509, 2.3 ) : Vestimenta eius sunt sancti eius, tola ecclcsia
eius, quam sibi sicut vestem exhibet, sine macula et ruga (Ef 5, 27 ).
124 En. 122, 1 (1814, 13·14 ) : Adscendit cum corpore; vestitus ecclesiam

suam.
125 En. 44, 23 (Sll, 55·5 6 ; 24 : 512, 7·9 ) : Filiae . . ex onmibus fit una
.

quaedam regina... ccAdstitit regina a dextris tuis in vestitLL desaurato, circum·


amicta varietate».
La misma interpretación puede apreciarse en P. BATIFFOL, o. c., pp. 211
y 224. El hecho histórico de la escisión donatista es una pieza fundamental
para la comprensión de la cclesiología agustiniana, sobre todo en determina·
,dos En., como la presente. Cf. ST. GRAnowSI<l, o. c., p. 457.
126 Jn 17, 21.22.
En. 138, 2 (1991, 28-3 1 ) ; Gen 2, 2·i : Loquitur ergo Dominus noster
94 SALVADOR VERGÉS

No se puede entrar en la comumon del Padre por el Hijo·


sin pasar antes por el amor al hermano en sentido eclesiológico.
La santidad de la Iglesia es, para Agustín, el amor manifestado­
en la unidad 127• La caridad y unidad son dos conceptos que se
complementan entre sí 128, unificándose en el Espíritu de Amor
que Cristo dejó a su Iglesia.
Siendo principio de la unidad de la Iglesia el Espíritu Santo 129,
entrar en comunión con la unidad eclesial es recibir el Espíritu
que la anima 130, y ser partícipe de la misma divina Caridad 1 3 1•
La unidad de la Iglesia, cimentada en el amor, reproduce la Cari·

lesus Christus in prophetis aliquando ex voee sua, aliquando ex voee nostra


quin rtnrmt se fecit nobiscunt; sicut d.ictum est: «Erunt duo in carne una>l.
127 C. Cresc. XXIX, 34 (PL 43, 464 in.) : Non autem ex1sllmo quem·
quam decipere, ut credat ad Ecclesiae pertinere unitatem eum qui non habet
charitatem.
Ibicl., 464 m . : Nec in qua sola una fides retinetur, sed in qua sola una
fieles cum charilltte retinetur. Unidad de fe y de caridad.
=

128 De patient. 28 (PL 40, 624 fin.) : Ecclesia Dei unct, vera, germana,

catholicct, teneos piam ficlem . . qua per clilectionem operatur (Gal 5, 6 ).


.

F. SULLIVAN, De tmitate Ecclesiae : doctrina catholica, <<Gregorianum>l 43


(1962) 510.526 ; F. HoFMANN, o. c., pp. 136; 147·148.
129 C. Cresc., lib. II, XVI, 19 (PL 43, 4 77 fin.) : Accipiunt enim primi·
tus ipsam Ecclesiam, et in ea pacem, charitatem, unitatem, per fontem eius . . .

Spiritum sanctltm. . .
130 C. Cresc., lib. 11, XIII, 1 6 (PL 43, 476 m.) : Cum ergo quisque ad
Ecclesiae veniens unitatem, cum eius memhris veraciter copulatur, accipit
Spiritum sanclum, per quem d.iffunditur charitas in cordibus nostris . . .
Serm. 269, 4 (PL 38, 1237 fin.) : Tune ergo vos snnctum Spiritum ha·
bere cognoscite, qunndo mentem vestram per sinceram charitatent unitati
conscnseritis hnerere.
Ser m. 269, 2 (PL 38, 1235 m . ) : Haereticos non accipere vel schismaticos
Spiritum sanctum, nisi dum compagini adhaeserint unitatis per consortium
c!taritatis . ibi et ipsi erunt, in eodem scilicet Christi corporc ubique crescente,
..

scrvantcs unitnlem spiritus in vinculo pacis (Ef 4, 3 ). El Espíritu Santo, se·


gún Agustín, obra la unidad de la Iglesia por el amor con que une a los
miembros entre sí y con Cristo. Véase ST. GnABOWSKI, The Church. An intro·
duction to the Theology of St. Augustine, London 1957, p. 460; F. HOFMANN,
Der Kirchenbegrilf des hl. Augustinus, München 1933, p. 133.
131 Epist. 1115, IX, 50 (PL 33, 815 m. ) : Non cst autem particeps divinae

charitatis, qui hostis est unitatis.


Epist. 185, IX, 50 (PL 38, 1115 in. ) : Unus enim panis sacramentum est
unitatis, quoniam sicut Apostolus dicit, «Unus panis, unum corpus multi SU·
mus» (1 Cor X, 17 ). Para la unidad de la Iglesia en relación con la Enea·
ristía cf. P. BEnTocc H 1, ll simbolismo ecclesiologico della Eucharistia in
Sant'Agostino, Bergamo 1937.
Epist. 185, de correct. clon., III, 13 (PL 33, 798 íin. ) : . . . in catholica
bonis pracccptis et moribus sancntur assueti. Nam multi eorum quorum iam
in unitate Christi, pium fidei íervorem cTwritatemque miramur. . .
La unidad de la Iglesia está en estrecha relación con In caridad fraterna
y el amor a Cristo : Epist. 173, 9 (PL 33, 757 in. ) : Nobiscum in Christi pace,
in Ecclesiac catholicac unitatc, in fraterna charitate gaudere.
Epist. 61, 2 (PL 33, 229 m. ) : Quis autem vere dicit se habere Christi
charitatem, quando eius non amplectitur unitatem?
ENCARNACIÓN DEL VERBO Y LA IGLESIA EN SAN AGUSTÍN 95

dad de Dios en el seno Trinitario. El mismo Amor de Dios es


el que obra la unidad de la Iglesia haciéndola Una con Cristo 1 32•
La unidad, pues, de la Iglesia nace de su unión con Jesucristo
en el aspecto salvífico de su Encamación, Muerte y Resurrección.
El Espíritu de Cristo la posee por entero, haciéndola toda de su
Esposo. El amor de la Iglesia a Jesucristo se extiende a todos sus
miembros, uniéndolos en el amor recíproco, que incluye la unidad
de fe en Cristo 133• La santidad, que Jesucristo quiere para su
Esposa, es la unidad de amor de todos los hombres. En la imagen
del vestido de la esposa sobresale la unidad de fe, tejida con la
caridad. Es la Túnica inconsútil de Cristo 134•
La convergencia de textos paralelos, tanto en las Enarraciones
como en los tratados antidonatistas, presenta la unidad de la
Iglesia como imagen del Amor Unico del Hijo hacia el Padre 135•
La unidad de la Túnica de Cristo se trasluce en la calidad del
vestido de la Esposa, que es indivisible 136, como una participación
en la tierra de la Unidad de amor que envuelve al Padre con el
Hijo 137• El amor de Dios es el que consuma la obra de Jesucristo
1 32 Se podrían aducir los textos precedentes en que Cristo quiere para la
Iglesia una imitación de aquella unidad que El tiene con el Padre en el
Unico Amor. Es conclusión de lo anterior. La interpretación de F. HoFliiANN
sobre estos textos agustinianos no difiere de la expuesta, o. c., pp. 172 y 267.
1 33 Serm. 88, XVIII, 21 (PL 38, 550 in.) : Quis autem deseruit unitatem,

viola! charitatem . . .
In Ep. lo. tr. VI, III, 2 (PL 35, 2020 fin. ) : Nam qui non habent chari­
tatem, diviserunt unitatcm.
In Ep. lo. tr. VI, Il, 13 (PL 35, 2028 fin.) : Tollis te ab unitate orbis
ferrnrum, dividís Ecclesiam pcr schismata, dilaceras corpus Christi.
Serm. 137, 1, 1 (PL 38, 754 m .) : Caput es! Ecclesiae, et Corpus cius
Ecclesia, et in eius corpore unitas rnembrorum ct compago charitatis, tam·
qunm sanitas exsistit.
De la convergencia de los textos se desprende que la unidad eclesial y la
caridad están estrechamente vinculadas. En esta concepción de la unidad ba­
saqa en el amor influyó S. Cipriano, como el mismo Agustín lo reconoce :
De bapt., lib. III, I, 1 (PL 43, 139 in.) : Manifestum esse omnibus posse,
auctoritatem beati Cypriani ad retinendum vinculum pacis, nulloque modo
violandam unitatis Ecclesiae saluberrimam charitatem.
134 In lo. Ev. tr. XIII, III, 13 (PL 35, 1499 fin.); Jn 19, 23 : Sponsa

es, agnosce vestem sponsi tui. Super quam vcstcm missa est sors? Interroga
Evangelinm; vide cui desponsata sis, vide a quo arrhas accipias. Interroga
Evangelium . . . «Eral ibi tunica. . . desuper texta». Desuper texta tunica quid
significa!, nisi charitatem? desuper texta tunica quid significa!, nisi uni­
tatem?
1 35 En. 21 s., II, 19 (127, 9-10 ) : Ergo (tunica ) de caelo, ergo a Patre,
ergo a Spiritu sancto. cr. también F. HoFMANN, o. c., p. 134.
1 36 En. 21 s., II, 19 (127, 8 9 ) ; Jn 19, 23 : <<Eral ibi tunica, dicit evan­
-

gelista, desuper tcxta».


En. 21 s., 11, 19 (12, 6-9 ) : Eral vcstimentum quod nemo divisit . . .
En. 21 s., II, 1 9 (10-12 ) : Quac cst ista tunica, nisi caritas, qunm nemo
potest dividere? Quae est ista tunica, nisi 1mitas? In ipsam sors mittitur,
nemo illam divisit.
137 En. 21 s., II, 19 (127, 9-10 ).
· 96
SALVADOR VERGÉS

en la tierra -la unidad de la Iglesia- actuando de manera vital


e interna en cada uno de los miembros del Cuerpo de Cristo 138•
La comunión, pues, con el Padre por medio del Hijo es el des­
tino sobrenatural de la Iglesia 139•
¿En qué sentido la unidad de la Iglesia, simbolizada por la
Túnica inconsútil de Cristo, es indivisible ? Porque participa y
reproduce, en su unidad, la imagen divina. Tendrá que lamentar
alguna que otra división; las escisiones, sin embargo, nunca podrán
ser tales que lleguen a oscurecer la imagen de la Unidad que
Cristo tiene con el Padre, y que ella, según su Voluntad, debe re­
producir en sí misma 140• La Iglesia hace presente en el mundo el
Amor de Dios. Todos los esfuerzos de sus enemigos no serán sufi­
cientes para destruir la Caridad de Dios 141 • No permitirá Jesu­
cristo que sea dividida la unidad de su Iglesia, como no permitió
que lo fuese su Túnica inconsútil 142 ; la mantendrá íntegra en todo
· el universo 143 , contra la que nada podrán sus perseguidores 144•

Unidad eclesial y Primado


En la umon de Cristo con la Iglesia ve S. Agustín el Primad,o
de Pedro, identificado con Cristo. Confirma Jesucristo a Pedro en

138 C. Cresc., lib. 11, XIII, 16 (PL 43, 476 m . ) : . . . ad Ecclesiae unita­
tem . . . eius membris copulatur, accipit Spiritum sanctum, per quem dif­
funditur. Rom 5, 5 : «Charitas Dei diffusa est in cordibus nostris per
Spiritum sanctum. . . ''
139 In lo. Ev. tr. I, I, 3 (PL 35, 1980 m. ) : «Et societas nostra sit cum
Deo Patre et Iesu Christo Filio ciusll . . . in ipsa societate, in ipsa charitate,
in ipsa unitate.
140 En. 21 s., II, 1 9 (127,5.6 ) : Vestimenta ipsius, sacramenta ipsius po­
tuerunt dividí per haereses.
En. 21 s., 11, 19 (127, 8-9); Jn 19, 23 : Erat ibi tunica . . . desuper texta.
1 41 En. 21 s., II, 19 (127, 12·1 3 ) : Sacramenta sibi haeretici dividere po·
tuerunt, charitatem non diviscrunt.
En. 21 s., Il, 19 (127, 13-14 ) : Et quía dividerc non potuerunt, reces­
serun t ; illa (tunica unitas-charitas) autem manet integra.
=

En. 21 s., 11, 19 (127, 10-12 ) : . . . tunica . . . caritas quam nemo potest divi­
dere... tunica, unitas . . .
Cf. M . PoNTET, L'exégese de saint Augustin prédicateur, París, p . 417.
142 Senn. 265, VI, 7 (1222 in.) : Sed ille tunicam demper textam nusquam
consutilcm dividi noluit : sorte provenit (Jn 19, 23-24 ). In illa veste unitas
C()mmendata est, in illa veste charitas uraedicata est, ipsa est, dcsuper texta.
Véanse M. PoNTET, o. c., p. 575, y P. BATIFFOL, o. c. , p. 224.
143 Epist. 76, 1 (PL 33, 264 m.) : Audite in psalmo quo pretio redempti
sumus : «Foderunt, inquit, manus meas . . . diviserunt sibi vestimenta mea, et
super vestimentum mcum miserunt sortem" (Ps 21, 18-19 ). Quare divisores
.ve8timentorum Domini esse vultis, et tunicam illam charitatís desuper textam,
quam nec persccutores eius diviserunt, tenere cum toto orbe non vultis?
144 In lo. Ev. tr. XIII, III, 13 (PL 35, 1499 fin. ) : Hanc tunicam attende,
quam nec persecutores Christi diviserunt. Ait enim : Dixerunt inter se, «Non
dividamus eam, sed sortem super eam mittamus" (Jn 20, 23.24 ) . Ecce unde
. audistis Psalmum, Vestem persccutores non consciderunt.
ENCARNACIÓN DEL VERBO Y LA IGLESIA EN SAN AGUSTÍN 97

-el amor, para que él a su vez consolide la unidad de su Iglesia 145•


La autoridad de Pedro reviste una perspectiva superior al ponde·
rarla no tanto en su persona, cuanto en su Ministerio referido a
la unidad eclesial 146 • Agustín siente más la presencia viva de
'Cristo en el Cuerpo de la Iglesia que la estructura del mismo, que
tiene por armazón esencial la autoridad de los Pastores, a quienes
·encomendó Cristo el Oficio de apacentar su grey 147•
Salta a la vista la conexión que ofrecen la unidad de la Iglesia
·y el Oficio Jerárquico al ser conferidos Jos poderes a los Apóstoles,
por voluntad de Cristo, en orden a la unidad salvífica de la
Iglesia 148•

Calidad del vestido de la Esposa de Cristo

El vestido de la Reina y Esposa de Jesucristo 149 presenta gran


·variedad de matices; es de distintos colores 150, unificados en el
oro con que están bordados 151• Son las lenguas que anuncian el
oro precioso de la única fe 152, en una idéntica doctrina y disci·

145 Senn. 46, XIII, 30 (PL 38, 287 m.) : Nam et ipsum Petrum, cui com·
mcndnbnt oves suas qunsi alter alteri, unum secum facere volebat, ut sic ei
oves commendaret ; ut esset illi caput, ille figuram corporis portarct, id est,
Ecclcsine, et tnmqunm sponsus et sponsa essent duo in carne una. . . Confirmat
charitatem, ut consolidet unitatem. lpse ergo pascit unus in his, et hi in uno.
146 M. PoNTET, o. c., pp. 417-418; Pedro, para Agustín, no es sólo tipo de
'la unidad eclesial, sino que está también revestido de verdadera autoridad pri·
macia! : Epist. 43, 7 (PL 33, 163 ) . Cf. Sr. GnABOWSKr, o. c., p. 135.
1 47 Epist. 36, XIV, 32 (PL 33, 151 fin.).
P. BATIFFOL, Le catholicisme de saint Augustin, Pnris 1920, p. 225; M.
PoNTET, o. c., pp. 417-418.
148 Serm. 62, IV, 7 (PL 38, 417 m. ) : Habctis, inqunm, vestimenti fim·
briam, quam tangatis. Vestern putate Apostolos, sub textura unitatis ndhaeren·
tes lateribus Christi.
En. 108, 1 (1585, 13-16 ) ; F. HoFMANN, o. c., 269-270.
149 En. 44, 24 (512, 2.8.9 ) : Procedit et ipsn sponsa . . . Adstitit regina...
in vestitu deaurato, circumamicta varietate.
El mismo salmo encuentra ya resonancia en In exégesis de Eusebio, que
descubre en él la universalidad de la Iglesia : Comment. ps. 44, 10 (PG 23,
401 fin.).
ISO E�t. 44, 24 (512, 9-10 ) : Vestitus reginae huius quis est? Et pretiosus

est, et vnrius est . . .


151 En: 44, 2 4 (512, 17-18 ) : In ipsa . . . vnrietnte aurum . . .

En. 44, 2 4 (512, 16-17 ) : Varietatem . . . e t vestem . . . propter unitatem.


152 En. 44, 24 (512, 18-1 9 ) : Quaelibet sit vnrietas lingunrum, unum
.aurum praedicatur : non diversum aurum, sed vnrietas de nuro.
En. 44, 24 (512, 13-15 ) : Quomodo autem omnis vnrietns in unitate con·
-eordat, sic et omncs lingune ad unam fidem.
7
98 SALVADOR VERGÉS

plina 153• Diversos adornos brillan en el vestido de la Reina, sím-­


bolo de la unidad de fe 154 de todos los creyentes 155 •
La venida del Espíritu de Cristo con el don de lenguas pre-­
nuncia la extensión de la Iglesia por todo el mundo en la inte­
gridad de la fe 156, congregando a todos los hombres en la unidad
de la misma creencia 157• Espíritu de verdad que, ahora como en­

tonces, se halla en la Iglesia para vivificar el mundo con el Men­
saje salvífica de Jesucristo 158, manifestado en el crecimiento de
la Iglesia en medio de las gentes 159 • La imagen de la lengua única
y universal 160 se ha hecho realidad en la fe inviolada de la
Esposa virgen, frente a quienes se le oponen 161 • La Iglesia se pre­
senta ante el mundo, como la única Esposa de Cristo, que reune
en sí la cualidad de la extensión y unión con Jesucristo 162•
Se desprende de la imagen la relación de la santidad y cato­
licidad de la Iglesia: la unión de la Iglesia con Cristo se extiende

153 En. 44, 24 (512, 20-21 ) : Eamdem quippc sapientiam, eamden doctri­
nam, el dlsciplinam omnes lingune praedicant.
154 C. litt. Petil., lib. Il, CIV, 239 (PL 43, 342 in. ) : In hac ora vcstimenti
apparuit varictns linguarum.
l55 Serm. 268, 4 (PL 38, 1234 fin. ) : Item ipsa ur�itas pcr linguas om­
niu11t gcntium commendatur.
En. 44, 24 (512, 15 ) : In veste varietas sit, scissura non sit.
156 Serm. 269, 1, 1 (PL 38, 1234 m.) : Adventus Spiritus saneti cum
dono linguarum praenuntiat unitatent Ecclesiae per orones gentes.
157 En. 44, 25 (512, 17-19) : In vestitu . . . circumamicta varietate, venial
ex gentibus, vcnint circumamicta omnibus linguis i n unitatc snpientiae.
En. 44, 29 (515, 20-23 ) : In f.imbriis . . . aurcis, circumamicta varietate . . . va­
rictas linguarum, doctrinae decus.
Serm. 269, 1, 1 (PL 38, 1234 fin . ) : Subiugavit, et diversas linguas gcn­
tium ad unitatem fidei congregavit.
En. 44, 24 (512, 9-15 ) : Vcstitus. . . prctiosus... varius est : sacramenta
tloctrinae in linguis omnibus variis. Alia lingua Afrn, alin Syra . . . fnciunt istae
linguae varietntcm vcstis reginne linguae . . . wwm fidem.
158 Senn. 71, XVII, 28 (PL 38, 461 in.) : Ut quemndmodum tune ille
qpparebnt acccpissc Spiritum snnctum, qui loqucbatur linguis omnium gcn­
tium; ita se nunc ille agnoscnt accepisse Spiritwn scmctwn, qui tenetur
vinculo pacis Ecclesiae, qune diCfunditur in omnibus gentibus.
159 Senn. 269, 1 (PL 38, 1235 in. ) : . . . orones gentes evangelio credlturas ;
ut primo unusquisque fidelium postes vero ipsa unitas Ecclesiae linguis omni­
brt-� loqueretur . . . quae in omnibus gentibus fructificat et crescit.
160 Serm. 269, I (PL 38, 1235 in. ) : Nune impletur quod tune significa­
bntur? Tune enim et unus fidclis linguis omnibus loquebatur: et nunc unitas
fidelium lingrtis loquitur.
Serm. 271 (PL 38, 1245 m.) : Linguae illae quibus loquebnnlur a Spiritu
sancto impleti, omnium gentium linguae futuram Ecclesiam praesignabant.
In lo. Ev. tr. VIII, II, 5 (PL 35, 1453 fin. ) : . . . adversus sanam fidem
insanientes iuvenisse videantur, unde sponsae virginis castitas.
1 61 Senn. 99, X, 10 (PL 38, 601 in. ) : Qui enim eum accipiebnnt, linguis
omnium gentium loquebantur : ut significaren! Ecclesiam in gentibus linguis
omnium locuturam.
In lo. Ev. tr. VIII, 11, 5 (PL 35, 1453 fin.).
162 In lo. Ev. tr. IX, Il, 10 (PL 35, 1463 !in. ) : Illuminavit nos per
ENCARNACIÓN DEL VERBO Y LA IGLESIA EN SAN AGUSTÍN 99

y fructifica en todo el mundo, como una necesidad de su mismo


ser, querida así por Jesucristo.
Otra de las cualidades del vestido de la Reina-Iglesia es el
perfume que de él se desprende 163, Fragancia que le viene de su
Cabeza, Cristo, que al revestirse de ella la impregnó del olor de
su santidad 164 •
Se encuentran en este punto la doctrina de Agustín y la de
Hilario. En el tratado al salmo 132 aplica S. Hilario la imagen del
ungüento, que se desparrama de la Cabeza, Cristo, y se extiende
hasta los bordes del vestido perfumándolo todo, a la firmeza de la
fe 65• Es más, entra de lleno S. Agustín en la línea de Hilario
al ver, en el perfume del vestido, la santidad de la Iglesia bajo el
prisma de la unidad-amor 166•
Jesucristo, al vestirse de la Iglesia, le comunicó la fragancia
de la santidad, que unifica a todos los hombres en el único amor
al Padre 167 • Ungüento de la unidad de amor que, derramado en

Apostolum Dominus, ut ostenderet nobis quid ibi quaereremus in ipsn una


scntentia, «Erunt duo in carne unall ; inm Jicct nobis ubique Christurn quae­
rere. . .
163 Senn. 4 . XIII, 2 4 (PL 38, 4 6 in. ) : Oclore1n vestimenti accepit, ct
dixi t odorem agri. lntellige Christum in mysterio interiori, et intellige veste1n
Christi Ecclesiam.
164 En. 44, 22 (509, 1 ) : «Mynhn ct gutta ct casia a vestimentis tuis».
En. 44, 22 (509, 2 ) : Oclores boni a vestimentis tuis.
En. 132, 7 (1931, 4·6 ) : «Sicut unguentum in capitc quod descendit . . . in
oram vcstirnenti eius».
En. 132, 7 (1931, 11·12 ) : In capite ipsius unguentum, quía totus Christus
cum ecclesia : sed a capite vcnit unguentum.
C. litt. Petil., lib. 11, CIV, 239 (PL 43, 341 in. ) : Ab ipso Christo tnm·
quam a cnpite sanctum dcscendit unguentum, id est sanctificatio s¡Jiritunlis.
Ora vestimenti haec datur intelligentia, quae in capitc vestimenli est, qua
vestientis caput ingreditur: per hanc significantur perfecti fideles in Ecclesia.
In ora namque perfectio est.
En. 44, 22 (509, 2·4 ) : «Oclores boni a vestÍincntis tuis». Vestimenta
eius . . tota ecclesia eius, quam sibi sicut vestcm cxhibet sine macula et rugn.
.

1 65 Tr. ps. 132, 5 (CSEL XXII, 688, 14·22 ) : De capite ergo, id cst de

Christo descendit in barbam : ct ah eo... firmilatcm indemutabilis esset fidei


íirmitate mansurus. DescendiL in ora vestimenti. Ora vestimenti. . . per quod
ad omne corpus unguenti odor. . . in his nutcm mulicribus, quae ungentes
Dominum typum ccclesiae in evangelio practulcrunt.
166 C. litt. Petil., lib. Il, CIV, 239 (PL 43, 341 fin. ) : . . . unitatis unguen­

tum tali rerum terrennrum dimissione perfectos, tamquam in ora vestimenti


a cnpite descenderet.
En. 132, 9 (1933, 16-18 ) : In ora perfectionem intcllegimus, quia in ora
vestimentum perficitur; ct illi perfecti, qui norunt habitare in unum.
En. 132, 9 (1933, 26·29 ) : Tales sunt quid habitant in unum; ut quomodo
per oras islas intrat caput hominis, ut vestiat se; sic pcr concordiam írater­
nam Christus intrat, qui cst caput nostrum, ut vestiatur, ut ecclesia illi
haereat.
167 C. litt. Petil. 11, CIV, 239 (PL 43, 342 in.) : Agnosce oram vestí­
mentí spiritualis. Interroga ipsam Scripturam. . . De hac ora vestís ¡)er omncs
gentes unitatis tola contcxitur. Hac intravit caput in vestem, ul indc¿eretur
100 SALVADOR VERGÉS

el vestido, se extiende a todas sus partes, a todas las gentes 168•


Gloria de la Iglesia es su extensión por todo el mundo, anunciada
en los Salmos, como la Reina, en quien descansa la gloria de su
Rey 169 , Jesucristo es el Esposo de la Iglesia que llega hasta los
últimos confines del universo. La santidad de la Iglesia, presente
en el mundo, es el buen olor de Cristo 170•
Una idea principal preside en todas las imágenes: la santidad
de la Iglesia manifestada en la unidad de amor que, en su uni­
versalidad, abraza a todos los hombres de cualquier tiempo y lugar.
Las propiedades de la Iglesia están, para Agustín, íntimamente
trabadas y unidas; nunca a manera de partes aisladas. La santidad
de la Iglesia que, en el símbolo de la esposa, queda identificada
con la unión de Cristo, es el vínculo de las propiedades de la Igle­
sia entre sí, determinando su modo peculiar de ser 171•

Dignidad de la Esposa de Cristo


La nobleza de la Iglesia es su condición de Esposa de Jesu­
cristo. La Iglesia es el pueblo que Dios ha querido en su bondad
llamar a su servicio, elevándola a la dignidad de Esposa de Cristo
elegida para Sí 172•
Christ1;¡- varietate orbis terrarum. . . unde illud unitatis descendit unguentum,
id est, amoris fragantia spiritunlis.
168 C. litt. Ptil., lib. III, VI, 7 (PL 43, 351 fin.) : «Unguentun� elfusum

est nomen tuum» (Can t. 1, 2 ). Et merito fragrnt in omnibus gentibus euius


�dorem isti . . .
169 D e unitate Eccles. VIII, 2 (PL 43, 406 m . ) : Ecce manifesta est in

Psalmis Ecclesin toto orbe diffusa, super quam requiescit gloria regís eius.
Unde et ipsa rcgina cst sponsa eius, de qua ei dicitur : «Adstitit regina. . . in
vestitu . . . JJ
170 Ser m. 183, VII, 11 (PL 38, 992 in. ) : Ergo Christus sponsus est huius
Ecclesiae, quae prnedicatur in omnes gentes, et pullulat et crescit usque in
fines terrae, incipientibus a lerusalem : huius sponsus est Christus.
En. 44, 23 (510, 9 ) : Christi bonus odor sumus in omni loco.
En. 44, 22 (510, 26-29 ) ; Cant. 1, 3 : . . . ipsa sponsa, quae dicit in Canticis
-cunticorum : «Post odorem unguentorum tuorum curremus)).
171 La relación entre la santidad y catolicidad de la Iglesia aparece de ma·

ncra particular en el problema donatista. Negaban el origen divino a la Igle­


sia universal, acusándola de pecadora. Véase F. HontANN, o. c., pp. 194-195.
172 En. 122, 5 (1818, 16-17 ; 21-24 ) : Ut inm sit servus populus, et sit
.ancilla ecclesia . . . servus, quia populus es ; ancilla, quin ecclesia es. lpsa autem
ancilla magnam dignitatem invenit apud Deum : uxor facta est.
En. 94, 1 1 (1339, 15-18 ) : Dominus noster íecit nos; ideo populus pascuae
eius et oves manuum eius; ipsae sunt quas sibi ipse facere dignatus est gra·
tia sua.
R. Se H ULTE, Mysterium Kirche. Die Kirche das «tWueJJ Vol/e Gottes. Salz.
burg 1962, pp. 764-772.
P. MtNEAR, Images of the Church in the New Testament, Westminster
1960, pp. 55-58 y 219, se acerca a la concepción del pueblo de Dios, como
esposa de Cristo, santa y sin mancilla, símoolo de la Iglesia. La obra, sin em­
bnrgo, deja incompleto el desarrollo de la imagen revelada al quedarse en una
Iglesia solamente invisible e interna.
ENCARNACIÓN DEL VERBO Y LA IGLESIA EN SAN AGUSTÍN 101

En la historia de la Salud, Dios se prepara un pueblo que le


reconozca como a su Dios 173 ; que acepte activamente la depen·
dencia del Señor en la invitación a la divina gracia 174• El desa­
rrollo histórico de la elección del pueblo de Dios es la Iglesia
de Cristo. A través de las vicisitudes por las que pasa el pueblo
de Israel, se delinea la figura de la Iglesia, Esposa de Cristo.
Concentra el pueblo de Dios una serie de propiedades que se
realizan sólo en la Iglesia. Sobresale entre ellas la santidad que
trasciende la existencia misma del pueblo de Israel. Desconoce el
tiempo y el espacio para proyectarse en una dimensión universal.
El pueblo de Dios se formará no sólo de Israel, sino de la gentili­
dad, hallándose en ella congregados los judíos con los gentiles, es
decir, todos los hombres, de quienes hará Dios su único pueblo 175 •
La Iglesia posee la fecundidad espiritual del divino Espíritu
que la hace crecer y multiplicarse en todo el mundo en la unidad
del amor 176• La santidad de la Iglesia, nutl'ida en el Amo1· del
Espíritu Santo, vivifica el mundo entero.
Se revela la verdadera Esposa de Jesucristo por su actitud: no
egoísta, no concentrada en sí misma en un solo lugar del mundo,
sino presente en todo el universo. Su Misión salvífica es para los
hombres de todo el mundo, a quienes su Esposo ha invitado a
formar la única familia de los hijos de Dios. La Iglesia es la
genuina Esposa de Jesucristo, según S. Agustín, porque es cató­
lica. La Iglesia pertenece en todo tiempo y lugar únicamente a
Su vida es la imitación de la de su Esposo, Jesucristo, que extiende
sus brazos hacia todo el mundo sin distinción alguna de personas.

173 En. 94, 11 (1339, 15-18 ) : Dominus nostcr fecit nos ; ideo populus
poscuac eius et oves manuum cius, ipsae sunt quas ipse facere dignntus cst
gratia sua. Cf. J. RATZINGllll, Volk und HarLs Gottes in Augustins Lehre von
der Kirche, Miinchcn 1954·, pp. 88-84; 124-135.
174 En. 71, 3 (972-973, 8-21 ) : cdudicium tuum da, indicare populum
tuum . >> Uhi sane demonstrat populum Dei paupercm cssc debcrc, id cst, non
..

supcrbum, sed humilcn. Beati enim paupcrcs spiritu, quoniam ipsorum est
regnum. . . Inflati putant sibi esse tribucndum, non gratiae Dei, quod bene
vivunt.
175 En 78, 3 (1100, 14-18 ) : Ecclesiam islam . . . illum vetcrem populum
.

dictum csse ecclesiam. . . Hnec igitur ecclcsia ex circumeisione el praeputio


congregata est, id cst ex populo 1srael el ex caetcris gentibus.
En. 77, 3 (1068, 20-25 ) ; En. 78, 2 (1099, 53-63 ).
176 ScrnL. 183, -� (PL 39, 2092 m . App.) : Illi Ecclcsiae cohacrentes quam
Dominus implcns Spiritu sancto toto mundo crescentem cognoscit suam, ct
agnoscitur a sua tamquam sponsus a sponsa . . . Vobis enim in omnibus gen­
tibus constitutis, hoc est Ecclesiae Christi. . . «studentes servare unitalero spiri­
tu� in vinculo pacisJ> (Ef 4, 2-3 ) .
177 Pío XII, «Mystici Corporis», AAS 35 (1943) 240.
Senn. 183, VII, 11 (PL 38, 992 in. ) : . . . Clnistum sponsum Ecclesiac dif­
fusac toto orbe tcrrarum.
En. 99, 15 (1403, 18-22 ) ; En. 105, 37 (1569, 53-59).
102 SALVADOR VERGÉS

La calidad del manto de oro con que la adornó su Esposo está


precisamente en los distintos bordados policromados de que está
formado, símbolo de su unidad universal. Participamos de la vida
divina de Cristo, siendo Uno con El, al adherirnos a la unidad
salvífica de la única Esposa de Cristo 178 •
¿Harán coro a Agustín otros Padres en la unidad universal
de la imagen? En Hilario, la universalidad de la Iglesia se unifica
en la creencia a un solo Padre 179 • También entra Eusebio en la
orquestación agustiniana al hablar de la Iglesia congregada de
todos los gentiles. No fija tanto su atención en la multitud, cuanto
en la vida santa de los que forman el único pueblo de Dios.
Entona la Iglesia el Himno de la Gloria al Padre por toda la
tierra en la participación de la gracia de Cristo 180• Jesucristo pro­
sigue, en la Iglesia, el Himno de la glorificación del Padre sobre
la tierra 181 • Para Eusebio, la universalidad de la Iglesia 182 repro­
duce la Vida Trinitaria: el Padre glorifica al Hijo y el Hijo con­
fiesa al Padre en la Universal Iglesia 183 • Jesucristo tiene sus com­
placencias en la extensión de la Iglesia por todo el mundo, porque
ella eleva desde toda la tierra el Himno incesante de hacimiento
de gracias al Padre 184 •
La Redención de Jesucristo es la Gloria que el Hijo encarnado

Serm. 238, 2 (PL 38, 1125 m.) : Quid tu, Catholica? Quid tu, sponsa,
non adultera? La frase tiene una fuerza especial en el ambiente ideológico
antidonatista, al relacionar Agustín la catolicidad con la santidad de la Iglesia
en la imagen nupcial.
Cf. J. SALAVERlll, Katholizitiit der Kirche : «Lexikon für Theologie und
Kirche» 6 (1961) 91-92.
178 En. 44, 29 (515, 15-16); En. 44, 24 (512, 2; 8-9 ) ; En. 126, 2 (1857,
26-27 ); En. 118 s., XIX, 6 (1728, 8·11 ) ; En. 47, 8 (546, 42-4 6 ) ; En. 64, 14
(835, 6-12 ).
179 Tr. ps. 143, 6 (PL 9, 846 in. ) ; Tr. ps. 132, 3 (PL 9, 846 in.).
180 Commettt. ps. 28, 1, 2 (PG 23, 253 in.); Conwtent. ps. 27, 9 (PG 23,
249 fin. ) ; Comment. ps. 56, 8-12 (PG 23, 513 m.).
181 Comment. ps. 64, 2, 3 (PG 23, 625 fin. ) : Jesucristo ha enseñado a la
Iglesia el Himno de la doctrina divina sobre el Padre.
182 Commertt. ps. 110, 1-3 (PG 23, 1345 in. ) : Por su gracia, la Iglesia
se halla constituida por toda la tierra (xa&' llkr¡� olxou11Évr¡c; íopu&eiaav llta 't�
ao·roü xápt'tO<; 'Exxkr¡atav).
183 Comment. ps. 34, 19-21 (PG 23, 312 m.) : El Salvador glorifica al
Padre, por la Iglesia derramada por todo el orbe y congregada como un
,pueblo.
No cita aquí Eusebio la Persona del E. S. ¿Deja entrever en estas rela­
ciones mutuas de confesión y gloria del Padre para con el Hijo, y viceversa,
la tercera Persona?
184 Comment. ps. 108, 25-29 (PG 23, 1340 m.).
Commertt. ps. 108, 30-31 (PG 23, 1341 in. ) : Son dadas acciones de gra­
cias al Padre por Jesucristo, a través de la Iglesia presente en toda la tierra
{xa& '8).� oixou11�vr¡<; lv 11éa�J 'Exxkr,atwv TCapd Kupiou fla'tpt . . . ) .
ENCARNACIÓN DEL VERBO Y LA IGLESIA EN SAN AGUSTÍN 103

oda al Padre 185 • La Iglesia actualiza la obra de Cristo: revelar el


Padre a los hombres y glorificarle en toda la tierra 186•

LA VIDA DE LA IGLESIA-ESPOSA REPRODUCE LA DE CRISTO

La Iglesia hace presente de nuevo a Cristo entre los hombres,


porque su vida es la prolongación de la de Jesucristo. Jesús vino
al mundo, como peregrino que trae un Mensaje de verdad para
todos los hombres; la Iglesia le imita en su caminar por el mundo,
sin ser de él, para recOl'darle la venida de Jesucristo. No ama la
Iglesia lo del mundo, sino al que pasó por él, y dio su sangre en
prenda de su amor. Ha�ia El encamina sus pasos, anhelando la
unión definitiva en el abrazo eterno del mutuo amor 187 •
Está llamada la Iglesia a un destino sobrenatural. Se adivina
en la imagen del pueblo de Dios la posesión de la Iglesia por el
Espíritu de Cristo, que la santifica en su paso por el mundo, para
hacerla cada vez más digna Esposa de Jesucristo 188• El Testamento
que Cristo ha dejado a su Iglesia es: no vivir para lo presente,
como pueblo peregrino que no tiene mansión, sino para su Esposo
que la escogió para Sí 189 •
La lucha de la Iglesia para afirmar su propia personalidad so·
brenatural, frente a quienes quisieran desvirtuarla, constituye el
destino de su peregrinación 190• El bien que defiende es la verdad
que Cristo le ha confiado 191 • Un fin la sostiene en la lucha y
peregrinación: mantener la integridad de fe y amor a Jesucristo,
su Esposo 192• La Iglesia es fiel a la fe en Jesucristo en medio del

185 Comment. ps. 110, 1-3 (PG 23, 1344 m.).


186 Comment. ps. 110, 1-3 (PG 23, 1345 in.).
187 En. 122, 5 (1818, 24-27 ) : Sed doncc vcniat ad amplcxus illos spm­
tuales, ubi secure perfruatur eo quem dilexit, ct cui suspiravit in isla diulurna
peregrinatione, spons" est ; et accepit arrham magnam, sanguine sponsi, cui
�ccura suspirat.
188 En. 71, 3 (973, 29-35 ) ; 1 Cor 2, 12 : Nec est vera Dei caritas in eo
qui ingratus est Sancto Spiritui eius, pcr quem diffunditur. . . caritas Dei.
Et ideo tales non pertinent ad populum Dei... Nos autem accepimus Spiritum
qui ex Deo est.
189 En. 118 s., VIII, 1 {1685, 56-58) : Qui vero sunt in populo Dei, ipsi

sunt in terra peregrini; quin totus ídem populus, quamdiu est in corpore
peregrinatur a Domino.
En. 118 s., VIII, 1 (1685, 50-56 ) ; Ef 2, 1 9 : Sunt autem et ipsi peregrini
el inquilini, nunc huic terrae, sed populo Dei . . . !psi ergo sunt cives terreni,
qui sunt Dei populo peregrini.
190 En. 82, 9 (1143, 5-6 ) : Hos omnes secundum historiam populus Israel,
qui tune erat populus Dei, debellavit et vicit.
En. 82, 9 (1143, 15-16 ) : Sed in his inimicis a populo Dei superalis. . .
quos in bono vincit populus Dei.
191 En. 82, 9 (1144, 23-25 ) : Sicut ergo illi omnes in figura supera ti sunt

;a populo Dei, sic istos inimicos precatur in veritate superari.


192
Cf. En. 147, 10 (2146, 5-12 ) ; 1I Cor 11, 2.
104 SALVADOR VERGÉS

mundo, porque está unida para siempre a El 193 • Se trasluce en su


rostro la imagen de Cristo, como la única Esposa que le pertenece
total e íntegramente 194• A través del sentido escatológico que en­
vuelve toda la vida de la Iglesia, como lo denuncia su fin sobre­
natural, queda configurada su santidad.

Presencia de la 1 glesia en el mundo


Otra de las imágenes que caracterizan la Misión de la Iglesia
en el mundo es la del Tabernáculo que, sin ser del mundo, está
puesto en medio de él, como peregrino 195• Se debate en lucha con­
tinua contra enemigos espirituales, para no claudicar ante el Men­
saje que debe anunciar al mundo entero 196• Queda delineada, en el
simbolismo del Tabernáculo, la santidad de la Iglesia 197•
Jesucristo se ha revelado a la Iglesia y la ha manifestado al
mundo, como la única que en su nombre puede regenerarlo en el
camino que conduce a la Casa del Padre. Por el testimonio sal­
vífico de la Iglesia, Cristo se halla p1·esente en todo el mundo 198 •.

El Mensaje que la Iglesia trae al mundo es el testimonio de su


santidad, conservando su fe inmaculada en todo el mundo, según
la voluntad de su Esposo 199•

193 Serm. 138, VIII, 8 (PL 38, 767 fin. ) : Nisi ergo cognoveris temetip­
sam, quia una es, quia per onmes gentes es, quin casta es. . . Nisi cognoveris
temetipsnm, quin recte te rnihi desponsavit ille virginen� castam exhibere
Christo.
194 En. 44, 28 (514-515, 18-24 ) ; Os 6, 6 ; Mt 9, 13 : Fervebat dilectio in

ecclesia, vultus crat reginae ecclcsiac . . . «Vultum tuum deprccabuntur omnes


divitcs plcbis». Et qui deprecabuntur vullum, et cuius vulLum deprecabuntur,
omnes una sp011Sa, omnes una regina, matcr et filii simul totum ad Christum
pcrtinens.
195 En. 131, 10 (1916, 4-5 ) : Tabcrnaculum ecclesia sccundum hoc tempus.
Ea. 41, 9 (166, 2-3 ) : Tabernaculmn eius in terra, ecclesia eius est adhuc
pe1egrina.
196 En. 30, II s., III, 8 (218, 31-37 ) : Quod est tabcrnaculun�? Ecclesia
huius tcmporis; tabernaculum ideo dicitur, quin adhuc peregrinatur. Taber­
naculum enim tabcrnaculum est tnilitUin in expeditione positorum.
En. 42, 1· ('t 77, 31-33 ) : In ecclesia cius, et in tabernnculo eius. Tabema­
culzun peregrinantizun est . . . et militantizun.
197 En. 28, 1 (169, l -4 ) : Consummationis tabernaculi. . . perfcctionis ecclc­
siae in hoc sacculo, ubi adversus diabolum... temporalitcr militalur.
198 En. 18 s., II, 6 (109-110, 27-36 ) : lile tamquam sponsus, cum Verbum
caro factum cst... ldem ipse ergo sponsus. . . posuit in solc, hoc est in mani­
festatione, tabernaculum suum, hoc cst sanctam ecclesian� suam.
Epist. 105, IV, 14 (PL 33, 4 02 m . ) : lbi agnovimus ct Ecclesiam in eo
quod... «In omnem lerram exivit sonus eorum, et in fines orbis terrae verba
eorum. In sole posuit tabernaculmn suum» (Ps. 18, 5, 6 ). lpsn est Ecclesia
in sole posita, hoc cst in maniícstatione omnibus nota, usque ad terminos
terrac.
En. 41, 9 (4·66, 3-4 ) : . . . in ta!Jcrnaculo invenilur via, pcr quam venilul"
ad domum.
199 En. 26, II, 13 (162, 4-13 ) : Christus voluit. . . ad honorem ecclesiae . . .
ENCARNACIÓN DEL VERBO Y LA IGLESIA EN SAN AGUSTÍN 105·

La catolicidad de la Iglesia dentro del marco de su santidad


es ser testigo actual de Jesucristo. La Palabra de Jesucristo, viva
en la Iglesia, se actualiza por medio de ella entre los hombres
de todo tiempo y lugar, pues Tabernáculo vivo del Señor es la
Iglesia santa, extendida por todo el orbe 200 •

Fecundidad virginal de la Esposa de Cristo


A la Iglesia van dirigidas las palabras de Isaías: «Alégrate esté­
ril, porque tus retoños son Íncontables. Extiende tu tienda porque
albergarás a todas las gentes» 201• Su fecundidad está en función del
testimonio de su presencia en el mundo que habla por sí misma.
Su palabra, que germina por toda la tierra, se halla respaldada en
la autoridad de Dios que llama, por medio de ella, a todos los
hombres 202 para santificarlos en el Espíritu de Cristo que, en su
Pentecostés, manifestó ante los gentiles el Tabernáculo-Iglesia, for­
mada de todos los hombres y dedicada únicamente a Dios 203•
La Iglesia debe ser consciente de la Misión y poder santificador
que se le han confiado ; no puede replegarse sobre sí misma, sino
abrirse a todos los pueblos y culturas para elevar a Dios cuanto
de bueno y de humano aporte cada una de ellas. Sólo entonces hará
de todos los hombres el único Tabernáculo del Señor en la inte­
gridad de la única fe y amor a su Esposo, Jesucristo 204•
hoc per fidem orbis terrarum. . . Id est, fidem orbis terrarum . . . in ipso taber·
naculo eius, id est in ecclesia toto orbe diffusa.
200 Cf. En. 146, 19 (2137, 14-15 ).
201 C. Cresc., lib. III, LXIV, 72 (PL 43, 536 in.) cita ls 54, 1-5 : «Lac­

tare, sLCI·ilis, quae non paris ; erumpe et clama . . . multi íilii desertae. . .
Dilata locmn tabernctculi tui, e t aulas tuas configc; non est quod parcas . . . in
dextram atque sinistram cxtcndens. Semen tuum haercditabit gcntcsn.
De unitate Eccles. VII, 19 (PL 43, 404 m . ) : . . . multos filios habitura . . .
«Dilata locum tabenwculi tui. . . i n dexteram e t sinistram cxtcndc : ct semen
tuum gentes possidebit, et civitates desertas inhabitabis» (Is 54, 1-5 ). Ecce
quosque iussa cst extendcre funiculos, donec Deus universac tcrrae vocetur.
De wtitate Eccles. VII, 18 (PL 43, 404 in. ) : lntelligant in Ecclesia catho­
lica loto orbe difCusa, istnm prophetiam esse complctnm : «Multi filii deser­
tae . . »
.

202 Cf. De unitate Eccles. VII, 19 (PL 43, 404 m.).


P10 XII, <<Mystici Corporisn, AAS 35 (1943) 218.
203 En. 45, 8 (523, 15-17 ; 24-25 ) : Die Pentccostcs vcnit Spiritus sanctus . . .
PI·acdicare evangclium coeperunt gentibus. . . E t quid scquitur? Sanctificavit
tabernacztlmn suum Altissimus.
En. 131, 11 (1917, 24-27 ) : Tabernaculum Deo Iaeob . . . praedieatum est
in imagine ludacis manifestatum est in fide gentiwn.
204 En. 131, 5 (1914 , 29-31 ) : An ipsum erit tabemaculmn tuum, ubi
invencris locum Domino? Quare? Quin et ipse eris loeus Dormni, et eum eis
qui íuerint locus Domini, zmum eris.
Epist. 93, IX, 29 (PL 33, 335 fin . ) : lpsa est. . . Nisi cognovcris tcmetip·
sam . . . pasee haedos in tabernaculis pastorum (Can t. 1, 7 ). Rcsponsio sponsi. . .
«utique non potest civitas abseondi supra montcm constitutan (Mt 5, 1 4 ) .

También C. Gattdent. XX, 22 (PL 43, 718 fin.).


106 SALVADOR VERGÉS

A mor actual de Jesucristo a la 1 glesia


La unión de amor que Cristo contrajo con la Iglesia en la En­
carnación, consumó en la Cruz y manifestó en la Pentecostés de
su Espíritu, continúa ahora como realidad viviente en ella. Jesús,
al partir hacia el Padre, no dejó a su Esposa abandonada, sino
que la recomendó como cosa propia a nosotros 205 •
El Misterio de la vida de Cristo tiene como fin manifestar a
los hombres la Bondad del Padre en la fundación de su Reino, el
Tabernáculo de la Iglesia. La Iglesia por su santidad perpetúa en
el mundo la Misión salvífica de Cristo.
El Tabernáculo no es sólo el Cuerpo físico de Cristo, sino tam­
bién la Iglesia relacionada con la Encarnación del Verbo. En el
seno de María se dio como Esposo a la Iglesia que, con su muerte y
resurrección, adquiriría para el Padre 206 •
La idea agustiniana que ve en la Encarnación la unión de
Cristo con la Iglesia, desarrollada ya en las imágenes del «vestido»
y de « dos en una carne», vuelve ahí concretada en la santidad:

<<Y él mismo colocó en el sol su Tabernáculo; es decir,


El, como Esposo, cuando el Verbo se hizo carne, encontró
en el vientre virginal su Tabernáculo, y de aquí unido a
la naturaleza humana sale, como de purísimo lecho . . . ,
pues nació, padeció, resucitó, subió a los cielos . . . el mismo
Esposo que hizo esto colocó El mismo en el sol, es decir,
a la vista, su Tabernáculo, su santa Iglesia» 207 •

A idéntica conclusión llega el obispo de Cesarea, siguiendo un


camino inverso, a partir de 1 Cor 12, 2 7 . El Tabernáculo del Señor
es la naturaleza humana de Cristo, asumida por el Verbo 208 • En

205 De bapt., lib. VII, XIII, 24 (PL 43, 230 m. ) : Christus Dominus et
Deus ad Patrem proficiscens, sponsam suam nobis commendavit. Cf. ST. GnA­
BOWSKI, The Church. An introdttction to the Theologhy of St. Augustine,
London 1957, p. 454.
206 En. 18, II, 6 (109-110, 27-36 ) : . . . ille tamquam sponsus, cum Verbum
caro factum est, in utero virginali thalamum invenit; atque inde naturae
coniunctus humanae, tamquam de castissimo procedens cubili. . . natus cst,
crevit, passus est, resurrexit... ldem ipse sponsus qui hace fecit, ipse posuit
in sole, hoc est in manifestatione, «tabernaculurn suum», hoc cst sanctam
ecclesiam suam.
207 En. 26, 11, 12 (161, 5 ) : In ipso tabernaculo eius, in sancta ecclesia
eius.
En. 18, II, 6 (109-110, 27-36 ) Versión : B. MAUTIN, Enarraciones sobre
los Salmos, I, Madrid 1964, p. 190. Este comentario va dirigido contra los
donatistas, como se desprende del contexto inmediato: «Quieres retener sólo
.la parte en la disputa, tú que puedes retener el todo en la concordia».
208 ComrnetU. ps. 14, 1 (PG 23, 149 fin. ) : «Su Tabernáculo (ax�vw¡.o.a
aU"tOU ), la naturaleza asumida, el hombre asumido (avÉ);a�EV &'v!J-pwltov)".
Comment. ps. 14, 1 (152 in.).
ENCARNACIÓN DEL VERBO Y LA IGLESIA EN SAN AGUSTÍN 107

sentido de trascendencia, el Tabernáculo del Salvador es la Iglesia,


pueblo y Cuerpo de Cristo 209•
Para Eusebio, la relación entre Cristo y la Iglesia se funda en
la santidad que Jesucristo deposita en su Tabernáculo 210 • Acuden
con frecuencia a la pluma de Eusebio las citas de Mt 28, 20;
18, 20 para aludir a la acción divina de Cristo sobre la Iglesia.
Jesucristo santifica a la Iglesia por su unión actual con ella. La
1
Iglesia es santa por la presencia del Espíritu de Cristo en ella 2 1 •
¿ Insinúa Eusebio el último fundamento de la ¡·elación entre
el «Tabernáculo-Cuerpo físico de Cristo», y el « Tabernáculo-Igle­
sia»? Tal vez subraye el aspecto de su instrumentalidad salvífica
al poner en el mismo contexto ideológico el Tabernáculo carne de
Cristo, instrumento del Verbo, y la Iglesia, Tabernáculo suyo 212•
Para Hilario, la imagen del Tabernáculo concentra muchos
matices sobre la Iglesia. Apostilla al salmo 59, para describir la
dimensión escatológica de la Iglesia en el símbolo del taberná­
culo 213 • En el salmo 60 advierte el Tabernáculo de Dios, en cone·
xión con el 131, en donde la Mansión Celeste es obra de la con­
214•
quista del Verbo encarnado y resucitado
¿Los textos hilarianos tienen algún parentesco con los de Agus­
tín? Los dos se mueven en planos distintos dentro de la misma
realidad. Hilario aun hablando de la unidad de la Iglesia, a pro-

209 Cornment. ps. 90, 10-12 (1161 in. ) : «El Tabernáculo del Salvador
(hLax�vwv-a �ltrdjpo�) es la Iglesia ('ExÚ,l]Clta)".
Véase también : In Isaiam 16, 1-5 (PG 24, 201 in.).
También en Orígenes el tabernáculo es símbolo de la Iglesia : In Exod.,
hom. 9 (MG 12, 361-369 ).
210 Comment. ps. 47, 2, 3 (420 m.) ; Ps 45, 5 : «Santificó al Tabernáculo

(�¡iaae ax�vwv-a) la Iglesia ('Exx}.l)oiov) que está en la tierra (11:epl xa-ca ¡�v)".
21 1 Comment. ps. 17, 11-13 (172 fin.) : «Su Tabernáculo (:Exljv�v aú-toü
Cll(!laÍveL) no significa otra cosa que su santa Iglesia (á¡iav 'Exxkl]Otav}".
212 Comrnent. ps. 90, 10-12 (1157-1160 ) : «Tabernáculo-carne de Cristo
instrumento del Verbo (owv-a·t:LXÓv op¡avov...atrtoü ox�vwp.a) y la lglesia-Taber·
náculo suyo (OY.�vwv-a . . . 'Exx}.'ljoiav aó-co�)".
213 Tr. ps. 59, 7 (198, 12-13; 16-19 ) : «convallem tabemawlorum d.imen­
sus est. . , quin gentium plettitudo spectatur, credentium futurus, illic d.imen­
sionis... intra ecclesiam congregandis . . . »
214 Tr. ps. 60, 3 (205, 2-4 ) : «Cum in tabemaculo Dei babitaturi simus
in saecula... itt aetemum fluentibus saeculis . » . .

Tr. ps. 131, 15 (673, 27-2 8 ; 1-4 ) : ce . . . in cuius tabernacula introibimus ...
quae loco indemutabilis est . . . »
Tr. ps. 131, 6 (666-667, 21-22 ; 1-2 ) : ccAdsumpto igitur corpore Unigenitus
Deus. . . ingressurum tabernaculum. . . caelestem babitationem suam esse red.i·
turum . . . »
1

108 SALVADOR VERGÉS

pos1to del tabernáculo, se remonta a la Iglesia celeste 215 ; Agustín


se fija en la Iglesia actual según la perspectiva escatológica.
¿Se podría pensar que ya asoma en Hilario la alabanza uni·
versal al Padre, que Agustín advertía en el Tabernáculo, la Iglesia
extendida por todo el mundo? No parecen los textos favorecerlo.
La santidad de la Iglesia se manifiesta en la fe de toda la
tierra que alaba al Señor. La victoria de Cristo es la santidad
de la Iglesia 216 • La bondad tiene la propiedad de ser comunicativa
y difusiva del bien; se perfecciona conquistando nuevos campos de
acción. A la santidad se une la universalidad del Tabernáculo 217 •
La predicción de Isaías anuncia la extensión del Tabernáculo
del Señor que, no pudiendo ya contener a todas las gentes que a él
se dirigen, se dilata hacia todas las partes de la tierra. Entran en
g
jue o todos los elementos que componen el tabernáculo, para
poner de ¡·elieve la fuerza ecuménica de la imagen 218• Toda la tierra
cree en Cristo en la imagen del Tabernáculo 219 •

El soplo vivificante del Espíritu de Cristo comunica la san·


tidad al Tabernáculo de la Iglesia, al hacerle presente en medio
de todas las gentes 220• Fructifica en la fe de los gentiles la predi·
cación destinada a Israel, hallándose el Tabernáculo del Señor
entre quienes eran antes idólatras 221 •
La cualidad de la extensión del Tabernáculo radica en la co­
hesión de sus partes entre sí, formando la unidad del Cristo total ;
unión definitiva con Cristo, participada ya con anticipo por la

215 Tr. ps. 131, H (673, 1 ; 5-9 ) : «<ntrabimus in tabernacula eius . . .


multa tabernacula introibunt, sunt enim ex una apostolontm ecclesia . . . piures
ecclesiac ct multa tabernacula ... »
216 En. 26, 11, 13 (162, 4-13 ) : Christus super inimicos suos ad honorem
ecclesiae. . . per fidem orbis terrarum facturo cst . .. in tabemaculo eius hostiam
iubilationis. . . in ipso tabcrnaculo eius, id cst in ecclesia toto orbe diffusa,
ineffabiliter laudavi Dominum.
217 En. 146, 19 (2137, 14-15 ) : El Tabernáculo del Señor es la santa
Iglesia extendida por todo el orbe.
218 En. 58 s., 1, 11 (738, 5-8 ; 15-20 ) ; Is 54, 1-5 : Isaias ex persona tua
alloquitur ecclcsiam tuam . . . «Dilata locum tabemaculi tui. . . exlende longius
funiculos tuos, et palos validos constitue, etiam atque etiam in dexteram
atque sinistram . . . posside omnes gentes».
219 En. 2G s., 1, 6 (152, 7-9 ) .
220 En. 45, 8 (523, 15-17 ; 24-29 ) ; Act 2, 4 : Venit Spiritus Sanctus ...

praedicare coeperunt gentibus ... «Srmctificavit tabernaculum suum»... sanctifi·


cationis nomen, manifestum est fluminis illos impetus de Spiritu Sancto in·
tellegendos, quo sanctificatur. . .
221 En. 131, 1 1 (1917, 22-27 ) : Vept·es ibi erant idolatriac, ibi invenimus

tahernaculum Deo lacob . . . quod praedicatum est in imagine ludaeis mani·


festum est in fide gentium.
ENCARNACIÓN DEL VERBO Y LA IGLESIA EN SAN AGUSTÍN 109

Iglesia actual 222• Distingue Agustín el tabernáculo del Dios de


Jacob, del de la Casa del Señor, la Jerusalén Celeste 223•
Una semejanza muy estrecha de vida se da actualmente entre
Cristo Esposo y la Iglesia Esposa : Jesucristo se halla sobre todos
los cielos, la Iglesia sobre toda la tierra 224•
El Hijo de Dios encarnado, que ha venido al mundo con la
Misión de llevar los hombres al Padre haciéndoles Uno con El,
quiere consumar ahora la unión más estrecha entre El y la
Iglesia, no siendo ya dos, sino una sola cosa con ella 225•
Confirma la doctrina de la unión de Cristo con la Iglesia el
símbolo del Templo, hecho de piedras vivas. Le evoca a S. Agus­
tín la Encarnación del Verbo, como revelación a la Iglesia.

La Iglesia, Templo del Verbo encarnado


El templo material de Jerusalén era el lugar en el que el
hombre entraba en relaciones con Dios. Las páginas del Antiguo
Testamento declaran que las profecías mesiánicas más centrales
en la historia de la Salud van unidas a las teofanías del templo.
Jesucristo predice la transcendencia del templo al designar
con este nombre su propio Cuerpo, que no pod1·án destruir sus
enemigos porque en tres días le resucitará. En el coloquio con la
Samaritana afirma Jesús que día vendrá en que los adoradores
del Padre le adorarán en espíritu y en verdad 226•
Cristo da a entender que un templo mucho más excelente subs-

222 En. 131, 5 (1914, 28-31 ) : Cum invencris locum Domino, intrabis in
tabernaculum tuwn? An ipsum erit tabcrnnculum luum, ubi invencris locum
Domino? Quarc? Quin et ipse eris locus Domini, et cum eis qui fucrint locus
Domini, wmnt eris.
223 En. 131, 10 (1916, 1·6 ) : «Donec inveniam locum Domino, taberna­
CI,lum Dei Iacobn. Quamquam aliquando dicitur tabernaculum Dei domus
Dei, et domus Dei tabernaculum Dei, distinctis tamen accipitur . . . tabemacu·
lum ecclesia secundum hoc tempus; domus autem ecclesia caelestis lerusalem,
quo ibimus.
Coincide S. Agustín con S. Jerónimo, quien orienta la escatología de la
Iglesia hacia el símbolo del Tabernáculo, contraponiendo la vida presente de
la Iglesia a la futura, como peregrinación y término de la misma : Tract. ps.
14, 1 (CCL 78, 31, 23-35 ).
224 Serm . 67, XI, 1 9 (PL 38, 308 in. ) : Sponsus i n coelo est, sponsa in
tcrra cst : ille super omncs coelos, illa super omnem terram.
225 Ser m. 129, III, 4 (PL 38, 722 in. ) : Caput in coclo est, corpus in
terra est : caput Dominus cst, corpus Ecclcsia eius. Sed meministis : «Erunt
<!no in carne una. Sacramentum hoc mngnum est, ait Apostolus, ego autem
.dico in Christo et in Ecclesiall (Ef 5, 23; 31-32 ) .
226 En. . 130, 2 (1899, 3-5 ) : S i autem figura eral illud templum, mani·

festum est, quia et corpus Christi, quod est verum templum, cuius illa imago
erat.
En. 130, 3 (1899, 1 -4 ) : In hoc templo . . . rogatur Dcus et exaudit in spi­
ritu et veritate, non in illo corporali. Nam illic umbra erat, in qua demonstra·
retur quod vcnturum eral. Jn 2, 19; 4, 21-23.
110 SALVADOR VERGÉS

tituirá al Jerosolimitano que era simple figura 227• El Verbo de


Dios, que había venido del Padre al mundo, se reviste del Templo
de la carne para hablarnos del Padre 228•
La Encarnación, como Palabra del Padre en Cristo, es irrepe­
tible. Muestra Jesucristo la revelación de la misma en la vida de
la Iglesia, que p1·olonga la obra salvífica de aquélla.
Una doble realidad se revela en el símbolo del Templo: el Verbo
encarnado y la Iglesia unida a El en la transcendencia de su
Encarnación 229• La carne que asumió el Hijo de Dios y en la
que nos redimió es el Templo unido al Verbo del Padre 230• La En­
cm·nación del Verbo señala el momento en que comienza a existir
el Templo al que pertenecerán los hombres edificados en El. El
Templo es, en concreto, la Revelación del amor del Padre mani­
festado por Cústo a la Iglesia, pues Dios, en Cristo, se da total­
mente a la Iglesia siendo ella el Templo santo de la Trinidad 231•
La Iglesia, formada de piedras vivas sobre la Piedra Angular,
Cristo, es el Cuerpo Místico de Cristo. Al ser insertadas las piedras
vivas en Cristo, constituyen el Templo de Dios, la Iglesia; en ella
son aceptas a Dios por su unión con Cristo 232 •
S. Hilario, sin embargo, parece anticiparse a la concepción
agustiniana en la imagen de las piedras vivientes, asentadas en la
Piedra Angular y formando el Templo de Dios, la Iglesia 233 ; ve
él realizada en la Iglesia la santidad del Templo de Dios.

227 Quaest. Ev., lib. I, 34 (PL 35, 1329 fin. ) : Tcmplum intcllcgcndum
ipsum Christum.
228 En. 111, 1 (1626, 18-20 ) : Caro Christi, templ1tm Verbi unitum cum

Verbo.
229 En. 111, 1 (1626, 18-20 ) ; Jn 2, 19 : Quod in suo corpore primum
Dominus figuravit, cum ait: u Solvite templun� hoc, et in triduo suscitaba
illudn. Est enim corpus Domini plenius ipso sancta ecclesia.
230 En. 130, 10 (1906, 19-21 ) : Caro Christi, templum Verbi unitum cum
Verbo, ut quidquid in carne pateretur, Deus ipse pnteretur ; quamvis Verbum
nee morí potuerit . . .
231 Ench. 56, 1 5 (PL 40, 259 in. ) : Templum... membra sunl Christi...
<<Solvite templum hoc, et in triduo suscitaba illudn (Jn 2, 19 ) . Templum
ergo Dei, hoc est totius summae Trinitatis, sancta est Ecclesia, scilicet uní­
versa in coelo et in terra.
Expone Agustín In naturaleza de la unión de nosotros con la SS. Trinidad
en : In lo. Ev. tr. CX, 1 (PL 35, 1920 fin.) : Sic itaque sunt in nobis, vel nos
in illis, ut illi unum sint in natura nostra. Sunt quippe ipsi in nobis, tam­
quan� Deus in templo suo : sumus autem nos in illis, tamqunm creatura in
Creatore sno.
Cf. S-r. GnAnowSKI, o. c., p. 514.
232 Serm. 137, 2 (PL 39, 2016 fin.).
En. 126, 2 (1857, 22-27 ) ; Ef 2, 14.
En. 135, 1 (1898, 13-18 ) .
En. 81, 5 (1139, 26-30 ) ; Ef 2, 19-22.
233 Tr. ps. 121, 10 (CSEL 22, 576, 7-9 ) : « . . ascendent ad nomen Do­
.

mini confitendum, in ecclesia scilicet, sanctorum lopidum civitate . . »


.

Tr. ps. 126, 8 (CSEL 22, 618, 15-23 . 619, 1-4 ).


ENCARNACIÓN DEL VERBO Y LA IGLESIA EN SAN AGUSTÍN 1 1 1'

Eusebio se fija en la perspectiva escatológica de la Iglesia, como


Templo santo 234• No pasa tampoco inadvertido a S. Jerónimo el
símbolo de las piedras vivas engastadas en Cristo, como revelación
del Misterio salvífico de la presencia de la Iglesia en el mundo 235 •
S. Ambrosio adivina en las palabras de Jesucristo sobre el
templo una referencia a la Encarnación del Verbo revestido de
carne humana. El templo de Salomón le evoca la realidad de la
Iglesia unida a la Encarnación del Hijo de Dios 236• Agustín reco­
gerá esa idea para plasmarla en una forma concreta de expresión
sobre la unión de Jesucristo y la Iglesia en la Encarnación 237•
S . Agustín parece enriquecer la tradición bíblico-patrística de­
sarrollando algunos aspectos sobre la unión de Cristo y la Iglesia,
a propósito de la imagen del templo y las piedras vivas.

CONCLUSION

Una idea central parece entrelazar los distintos símbolos ecle­


siales, a la vez que se enriquece a través de las distintas facetas
en que se manifiesta: la santidad de la Iglesia.
La imagen de la esposa de Cristo revela la unión de la Iglesia
con Jesucristo desde el momento en que el Verbo de Dios quiere

Tr. ps. 121, 5 (CSEL 22, 573, 6-16 ) : «Unum ecclesiae corpus est. . . per
fidei unitatem, per caritatis societatem. . . per sacramentum unum in omnibus
donum, unum omnes sumusn.
Exp. ps. 126, 7, 8 (PL 9, 696 B-C ).
2 34 Comment. ps. 137, 2 (PG 24, 37 m . ) .
Comment. ps. 26, 4 (PG 23, 239 m . ) .
235 Homil. 1 5 (PL 26, 269 in. ) : In templo Domini lesu hoc est, i n Eccle­
sia eius, hoc est templum de vivis lapidibus exstructum.
Tract. ps. 86, 7 (CCL 78, 117 in.).
236 Expl. ps. 47, 1 6 (CSEL 64, 356, 14-22 ) : . . . ad Filium Dei dicitur,
templum ita intellegimus, secundum quod ipse de corpore suo dixi t : Solvite
templum hoc . . . vere templum Dei caro illa, in qua... corporaliter plenitudo
divinitatis hahitabat.
Expl. ps. 47, 17 (CSEL 64, 357, 1 ss. ) : In illo templo . . . hoc cst «Verbun�
quod caro factum est et habitavit in nobis . . . n
Expl. in Luc., lib. 11, 88 (PL 15, 1688 m. ) : Scriptum est de templo aedi­
ficavit Salomon, in quo typus Ecclesiae fuit . . .
237 En. 5 , 8 (23, 20-23 ) ; 1 Cor 3 , 17 : «Templum Dei sanctum est, quod
estis vosn. Cuius aedificii lapis ang1Llaris est ille, quem suscepit coaetema
Patris virtus et sapientia.
En., 26, 4 (152, 9-10 ).
En. 130, 3 (1899, 16-18 ).
Enchir. LVI, 15 (PL 40, 259 m.).
Cf. Y. M. J. C o NGAR, Le mystere du Temple, París 1958, pp. 69-70 ; P.
BENOIT, Bdj 1956, p. 1545 ; R. LATOURELLE, La Sainteté, signe de Révéla­
tion, «Gregorianumn 46 (1965) 47-59; F. VIGOUROUX, Dictiomwire de la Bible,
V /2, 2024-2078; G. KITTEL, TWNT, Band 111, 230-247.
En. 126, 2 (1857, 14-20 ) .
112 SALVADOR VERGÉS

comunicarse a ella, llamándola a la intimidad de sus divinos secre­


tos en la Encarnación, y le hace entrega de su vida en la Pasión
para unirla por siempre a Sí en la Resurrección.
En S. Agustín el Misterio salvífico de la Encarnación-Muerte,
según la convergencia ideológica de estos símbolos, incluye la Re­
surrección de Cristo, pero su teología es menos rica en ese aspecto.
Es fácil advertir, a través de las distintas imágenes en que
manifiesta Agustín su pensamiento, la Encarnación del Verbo
como Revelación de Cristo a la Iglesia, prolongación de su acción
salvífica en medio de los hombres. Se desprende también de las
imágenes eclesiales la íntima conexión de la unidad católica con
la santidad de la Iglesia, como unión de Cristo con la Iglesia.
S. Agustín, sin embargo, no es el primero en hacer teología
de las imágenes bíblico·eclesiales. Otros SS. PP. le precedieron ya
en dicha elaboración, de quienes a veces incluso depende ; S . Am­
brosio, S. Hilario, S. Jerónimo y Eusebio de Cesarea no eran nom­
bres desconocidos para Agustín.
Asoma ya en Ambrosio la idea de la Iglesia como virgen que,
desposada con Cristo, aguarda su llegada. Es la Esposa que de
meretriz ha pasado a ser la virgen casta, al unirse a Jesucristo
en su Misterio salvífico. En el vestido de la esposa ve el obispo de
Milán nuestra inserción en Cristo por la Encarnación del Verbo.
S. Jerónimo sintoniza también con la idea de la virginidad de
la Iglesia por su unión esponsal con Cristo. Ni a Hilario le es ajena
esa concepción al percibir en los perfumes del vestido la santidad
de la Iglesia y acentuar el aspecto salvífica de la Encarnación.
En modo alguno difiere S. Agustín, antes hace acorde con
· dichos Padres al armonizar la riqueza de elementos teológicos
aportados por ellos sobre la santidad y unidad universal de la
Iglesia en relación con la Encarnación del Verbo, como Revelación.
La aportación principal de Agustín es de síntesis doctrinal de los
·Üiversos matices que muestran los símbolos bíhlico·eclesiales.

SALVADOR VE R GÉS , S.I.

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