Procesal, Docs Compressed

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 15

Sustentante:

Eliana Zapata 22-0236

Asignatura:

Derecho Procesal Civil ll

Temas:

§ Acto de Avenir
§ Constitución de abogado
§ Demanda
§ Sentencia
§ Certificación de audiencia

1
2
3
4
5
6
7
SENTENCIA DEL 24 DE OCTUBRE DE 2012, NÚM. 3

Cámara Civil de la Corte de Apelación de Santo Domingo, del día 07 de diciembre de 2005.

Audiencia pública del 24 de octubre de 2012. Preside: Mariano Germán Mejía.

Dios, Patria y Libertad República Dominicana


Civil.
Antonio de Jesús García Durán. Dr. Freddy Zabulón Díaz Peña.

En Nombre de la República, Las Salas Reunidas de la Suprema Corte de Justicia, dicta en


audiencia pública, la sentencia siguiente:

Con relación al recurso de casación interpuesto contra la sentencia dictada por la Cámara Civil
de la Corte de Apelación del Departamento Judicial de Santo Domingo el día 07 de diciembre
de 2005, como tribunal de envío, cuyo dispositivo aparece copiado más adelante, incoado por:

Antonio de Jesús García Durán, dominicano, mayor de edad, casado, ingeniero, portador de la
cédula de identidad personal y electoral No. 002-0082789-7, domiciliado y residente en Villa
Fundación, San Cristóbal;

Oído: al alguacil de turno en la lectura del rol;

Oídos: Al Dr. Freddy Zabulón Díaz P., abogado de la parte recurrente, Antonio de Jesús
García Durán, en la lectura de sus conclusiones;

Oído: el dictamen del Magistrado Procurador General de la República;

Visto: el memorial de casación depositado en la Secretaría General de la Suprema Corte de


Justicia el 23 de enero de 2006, suscrito por el Dr. Freddy Zabulón Díaz Peña, abogado de la
parte recurrente, Antonio de Jesús García Durán, en el cual se proponen los medios de
casación que se indican más adelante;

Vista: la Resolución No. 1983-2006 dictada por las Salas Reunidas de la Suprema Corte de
Justicia, en fecha 14 de junio de 2006, que declara el defecto de la parte recurrida, Abelardo
Liriano;

Las Salas Reunidas de la Suprema Corte de Justicia, por tratarse en el caso de un segundo
recurso de casación sobre el mismo punto, de conformidad con lo que dispone el artículo 15
de la Ley No. 25-91, del 15 de octubre de 1991, en la audiencia pública del 22 de agosto de
2007, estando presentes los Jueces: Jorge A. Subero Isa, Presidente; Rafael Luciano Pichardo,
Primer Sustituto de Presidente; Hugo Álvarez Valencia, Juan Luperón Vásquez, Margarita A.
Tavares, Julio Ibarra Ríos, Dulce Ma. Rodríguez de Goris, Julio Aníbal Suárez, Víctor José

8
Castellanos, Ana Rosa Bergés Dreyfous, Edgar Hernández Mejía y Darío O. Fernández
Espinal, asistidos de la Secretaria General, y vistos los textos legales invocados por la parte
recurrente, así como los artículos 1 y 65 de la Ley sobre Procedimiento de Casación;
conocieron del

Rechaza

recurso de casación de que se trata, reservándose el fallo para dictar sentencia en fecha
posterior;

Considerando: que en fecha dieciocho (18) de octubre del año dos mil doce (2012) el
magistrado Mariano Germán Mejía, Presidente de la Suprema Corte de Justicia, dictó auto por
medio del cual se llama a sí mismo, en su indicada calidad, conjuntamente con los Magistrados
Julio César Castaños Guzmán, Primer Sustituto de Presidente; Miriam C. Germán Brito,
Segunda Sustituta de Presidente; Manuel Ramón Herrera Carbuccia, Víctor José Castellanos
Estrella, Edgar Hernández Mejía, José Alberto Cruceta Almánzar, Fran Euclides Soto Sánchez,
Alejandro Adolfo Moscoso Segarra, Francisco Antonio Jerez Mena, Juan Hirohito Reyes Cruz
y Robert C. Placencia Álvarez, jueces de esta Suprema Corte, para integrar Las Salas Reunidas
en la deliberación y fallo del recurso de casación de que se trata, de conformidad con las Leyes
No. 684 de 1934 y 926 de 1935;

Considerando, que la sentencia impugnada y los documentos a que ella se refiere, ponen de
manifiesto que: 1) Con motivo de una demanda en reivindicación de inmuebles y daños y
perjuicios incoada por el señor Antonio de Jesús García Durán, contra el señor Abelardo
Liriano, la Cámara de lo Civil, Comercial y de Trabajo del Juzgado de Primera Instancia del
Distrito Judicial de San Cristóbal dictó en fecha 26 de febrero de 2001, una sentencia cuyo
dispositivo es el siguiente: “Primero: Se declara, de oficio, la incompetencia de este tribunal
para conocer sobre la demanda en Reivindicación de Inmueble y Reparación de Daños y
Perjuicios incoada por Antonio de Jesús García Durán contra los señores Abelardo Liriano y
Mario Colón; Segundo: Se designa al Tribunal de Tierras para conocer y decidir sobre la
presente demanda; Tercero: Se reservan las costas de la presente instancia, para que sigan la
suerte de lo principal”; 2) Sobre el recurso de impugnación (le contredit) interpuesto por
Antonio de Jesús García Duran contra el fallo indicado, intervino la sentencia de la Cámara
Civil de la Corte de Apelación del Departamento Judicial de San Cristóbal en fecha 15 de julio
de 2001, cuyo dispositivo es el siguiente: “Primero: Declara inadmisible el recurso de
impugnación interpuesto por el señor Antonio de Jesús García Durán, contra la sentencia civil
No. 701, dictada por la Cámara Civil, Comercial y de Trabajo del Juzgado de Primera Instancia
del Distrito Judicial de San Cristóbal, en fecha 26 de febrero del año 2001; Segundo: Condena
al señor Antonio de Jesús García Durán al pago de una multa civil ascendente a RD$500.00;
Tercero: Condenando al señor Antonio de Jesús García Duran al pago de las costas del
proceso sin distracción”; 3) La sentencia arriba indicada fue objeto de un recurso de casación,
emitiendo al efecto la Cámara Civil de esta Suprema Corte de Justicia, su sentencia de fecha 20
de agosto de 2003, cuyo dispositivo es el siguiente: “Primero: Casa la sentencia dictada en
atribuciones civiles el 15 de julio del 2001, por la Cámara Civil de la Corte de Apelación de San
Cristóbal, cuyo dispositivo se ha copiado en otra parte del presente fallo, y envía el asunto por
ante la Cámara Civil de la Corte de Apelación de la Provincia de Santo Domingo, en las

9
mismas atribuciones; Segundo: Condena a la parte sucumbiente al pago de las costas del
procedimiento, con distracción de las mismas en beneficio del Dr. Freddy Zabulón Díaz Peña,
quien asegura haberlas avanzado en su totalidad”; 4) Como consecuencia de la referida
casación, la Corte A-qua, como tribunal de envío, dictó en fecha 13 de mayo de 2004, la
sentencia siguiente: “Primero: Ratifica el defecto pronunciado en audiencia contra la parte
recurrida, señor Abelardo Liriano, por no comparecer, no obstante citación legal; Segundo:
Declara bueno y válido en la forma el recurso de impugnación o le contredit interpuesto por el
señor Antonio de Jesús García, en contra de la sentencia civil No. 302-99-00701, de fecha 26
de febrero del año 2001, dictada por la Cámara Civil, Comercial y de Trabajo del Juzgado de
Primera Instancia del Distrito Judicial de San Cristóbal, cuyo dispositivo ha sido copiado en
otra parte del cuerpo de esta sentencia, por los motivos antes indicados; Tercero: En cuanto al
fondo, Acoge el presente recurso de impugnación o le contredit, y en consecuencia, actuando
por propia autoridad y contrario imperio, Revoca la sentencia impugnada, por los motivos
enunciados precedentemente; Cuarto: Avoca el conocimiento del fondo de la demanda

en reivindicación del inmueble y reparación de daños y perjuicios, incoada por el señor


Antonio de Jesús García Duran, en contra del señor Abelardo Liriano; Quinto: Ordena la
comparecencia personal de las partes e informativo testimonial y contrainformativo a cargo de
ambas partes, se fija la audiencia del día miércoles dieciséis (16) del mes de junio del año 2004,
a las 9:00 horas de la mañana; Sexto: Dispone y ordena, conforme resulta de lo que consagra el
Articulo 18 de la Ley No. 834, que la Secretaria de este Tribunal invite a la parte recurrida a
constituir abogado para comparecer al proceso en cuestión, debiendo la parte recurrente
notificar dicha carta a la parte recurrida con advertencia de comparecer por ante este Tribunal,
por ministerio de abogado bajo la modalidad de jurisdicción de fondo; Séptimo: Comisiona al
ministerial Nicolás Mateo, Alguacil de Estrados de este Tribunal, para la notificación de la
presente sentencia”; 4) Que posteriormente, la Corte A-qua, como tribunal de envío, emitió el
07 de diciembre de 2005, el fallo ahora impugnado, cuyo dispositivo es el siguiente: “Primero:
Rechaza la demanda en reivindicación y reparación de daños y perjuicios, incoada por el señor
Antonio de Jesús García Durán, en contra del señor Abelardo Liriano, conforme las
consideraciones precedentemente indicadas; Segundo: Condena a la parte recurrente, señor
Antonio de Jesús García Durán, al pago de las costas, ordenando su distracción a favor y
provecho del Dr. Manlio Pérez Medina, quien hizo la afirmación de rigor en el ámbito que
consagra el artículo 133 del Código de Procedimiento Civil”;

Considerando: que en su memorial de casación la parte recurrente alega los medios siguientes:
““Primer medio: Violación al Art. 118 del Código de Procedimiento Civil: Contradicción
entre los motivos de la sentencia y su dispositivo. Ilegalidad de dicha decisión judicial;
Segundo medio: Desconocimiento de lo que es una usurpación inmobiliaria. Falso concepto
de reivindicación inmobiliaria por causa de usurpación. Falso concepto de las pruebas en
sentido general. Violación a los artículos 1315 y 1382 y siguientes del Código de Procedimiento
Civil (sic). Falta de Base legal en este aspecto de la decisión impugnada”;

Considerando: en el desarrollo de los medios de casación propuestos, examinados en conjunto


por encontrarse estrechamente vinculados, el recurrente alega, en síntesis, que: 1. La decisión
recurrida viola el artículo 118 del Código de Procedimiento Civil en razón de que según se sabe

10
había un empate entre los jueces de esa Corte, quedando el juez presidente solo, razón por la
cual este último creó su escenario con jueces que no estuvieron en el juicio y por tanto los
mismos no podría conformar una decisión legalmente válida; 2. Los jueces deliberadamente
expresan que la Industria Nacional del Vidrio, C. por A. vendió a Antonio de Jesús García un
solar, que ese acto de venta pagó sus impuestos y que el señor de Antonio Jesús García pagó
su deuda, por lo cual este último ya era propietario del referido inmueble, reconociendo
también que Abelardo Liriano fue quien se introdujo al inmueble impidiéndole el paso al señor
García, y luego la corte advierte que no consta en el expediente prueba alguna de que el señor
Abelardo Liriano comprara el solar al señor Mario Colón. 3. En tercer lugar, aun cuando los
jueces firmantes expresan que Abelardo Liriano ha impedido la construcción de la mejora en
un solar propio de Antonio de Jesús García, resulta que después de explicar el despojo
cometido por el primero en perjuicio del segundo, dan un giro de 90 grados para explicar que
esas situaciones no constituyen prueba de la alegada usurpación por parte de Abelardo Liriano.

Considerando: que para fallar en la forma en que lo hizo y en cuanto al punto de derecho
juzgado, la Corte A-qua hizo constar lo siguiente: “En ese sentido esta Corte advierte que en el
expediente de que se trata no consta prueba alguna de que real y efectivamente el señor
Abelardo Liriano comprara el solar de referencia al señor Mario Antonio Colón, así como de
que este vendió el mismo a su hijo, señor Carlos Arsenio Liriano, no obstante este haber sido
requerido en intervención forzosa por el hoy recurrente, para que procediera a depositar el
Certificado de Título correspondiente a dicho solar, sin que se hiciera depósito alguno;
Considerando: que no obstante la situación de referencia, merece destacar que mediante

acto procesal de fecha tres (3) del mes de noviembre del año 19989 (sic), instrumentado a
requerimiento del señor Abelardo Liriano, se notificó a los señores Dr. Federico Lebrón
Montás e Industria Nacional del Vidrio, C. por A., lo siguiente: “...por medio del presente acto
le hace saber, que no ha autorizado ni dado poder a la Doctora Arelis Alt. Pérez Caamaño de
Jiménez, para que presente querella ni denuncias en contra de los mismos ni de ninguna otra
persona en relación con la compra que hiciera al señor Mario Antonio Colón del solar ubicado
en Madre Vieja y que tiene los siguientes linderos, Al Note: Calle “F”; Al Sur; Calle “G”; Al
Este: Camino Vecina Madre Vieja, y al Oeste: Solar No. 2. Que la autorización otorgada a la
Doctora Pérez Caamaño de Jiménez, fue para que la misma obtuviera o diligenciara el
Certificado de Títulos de dicho solar, únicamente” (sic), así como también del contrato suscrito
entre la Industria Nacional del Vidrio, C. por A. y Antonio de Jesús García Durán, se advierte
que el solar adquirido por éste tiene los siguientes linderos: “Al Norte: Calle “E”; Al Sur: Calle
“G”; Al Este: Solar No. 4 y al Oeste Calle 3”; pero que es que dichas situaciones no
constituyen prueba fehaciente de la alegada usurpación por parte del señor Abelardo Liriano,
razón por la cual se rechaza dicha demanda por improcedente y carente de base legal”;

Considerando: que en cuanto a la violación a los artículos 1315 y 1382 del Código Civil, así
como al 118 del Código de Procedimiento Civil invocada por la parte recurrente, esta última
fundamentada en que “que según se sabe había un empate entre los jueces de esa Corte”, en
primer lugar, de la lectura de tal afirmación por parte del recurrente se evidencia que la misma
constituye una simple especulación y que además no reposa en documentación alguna que la
sustente y, en segundo lugar, porque según consta la sentencia recurrida fue fallada por jueces

11
de esa Corte de Apelación; que formaran ellos parte o no de dicha Corte pasaron a constituir la
misma, procediendo a la decisión del caso; que no rigiendo para los jueces en materia civil el
principio de inmediación, la sentencia rendida por un tribunal regularmente constituido,
aunque los jueces que lo constituyan no hubiesen formado parte del quórum de la Corte para
conocer el mismo en audiencia, no hay en el caso violación al artículo 118 del Código de
Procedimiento Civil, ni menos aún evidencia de violación alguna a los artículos 1315 y 1382 del
Código Civil;

Considerando: que en cuanto a la alegada contradicción de motivos señalada por el recurrente,


también ha sido juzgado por esta Suprema Corte de Justicia que para que el vicio de
contradicción de motivos quede caracterizado es necesario que exista una verdadera y real
incompatibilidad entre las motivaciones alegadamente contradictorias, fueran éstas de hecho o
de derecho, o entre éstas y el dispositivo, y otras disposiciones de la sentencia y, además, que la
contradicción sea de tal naturaleza que no permita a la Suprema Corte de Justicia suplir esa
motivación con otros argumentos tomando como base las comprobaciones de hecho que
figuran en la sentencia impugnada; que a juicio de estas Salas reunidas de la Suprema Corte de
Justicia no se configura en la sentencia impugnada el vicio de contradicción de motivos
señalado por la parte recurrente, cuando la Corte a qua rechaza la demanda en reivindicación y
daños y perjuicios al determinar que no existe prueba fehaciente de la alegada usurpación por
parte del señor Abelardo Liriano del inmueble propiedad del señor Antonio de Jesús García
Durán; motivos por los cuales el medio de casación de que se trata debe ser desestimado;

Considerando: que en atención al medio de casación fundamentado en la alegada falta de base


legal, es de rigor precisar, que para que el vicio de falta de base legal se configure, es necesario
que la exposición de los motivos de hecho de la sentencia contra la cual se recurre sea tan
insuficiente, incompleta e imprecisa, que impida a la Corte de Casación verificar si el fallo es el
resultado de una exacta aplicación de la ley a los hechos tenidos por constantes, o lo que es
igual, que en vista de esa insuficiencia e imprecisión de las circunstancias de la causa, la
decisión impugnada no esté legalmente justificada; que una jurisdicción no incurre, a juicio de
estas Salas reunidas en falta de base legal cuando la misma

fundamenta su decisión de conformidad y en apego a las disposiciones legales, fijando los


hechos esenciales que sirven de fundamento a la decisión sin ambigüedades, que puedan dar
lugar a apreciar que la Suprema Corte de Justicia se encuentre en la imposibilidad de
determinar si en el caso se hizo o no una correcta aplicación de la ley, lo que no se configura en
la sentencia ahora recurrida; que además dentro de las obligaciones de los jueces se encuentra
la obligación de motivar sus sentencias y hacer constar en ellas los fundamentos de hecho y de
derecho que le sirvan de sustento a su decisión, conforme lo establece el artículo 141 del
Código de Procedimiento Civil:

Considerando: que ciertamente el estudio de la sentencia recurrida revela que la misma


contiene una adecuada relación de los hechos de la causa y motivos suficientes y pertinentes
que justifican la decisión adoptada, lo que ha permitido a Las Salas Reunidas de esta Suprema
Corte de Justicia, como Corte de Casación, verificar que en el caso se hizo una correcta

12
aplicación de la ley y en consecuencia no se incurrió en dicho fallo en los vicios denunciados
por la parte recurrente; por lo que, procede rechazar el recurso de casación de que se trata;

Considerando: que, cuando una parte es declarada en defecto y por consiguiente no ha podido
concluir respecto de las costas, su contraparte que sucumbe no puede ser condenada al pago
de las mismas; motivos por los cuales, en el caso las costas deben ser compensadas;

Por tales motivos, Las Salas Reunidas de la Suprema Corte de Justicia,

Falla:

PRIMERO: Rechaza el recurso de casación interpuesto por el señor Antonio de Jesús García
Durán, contra la sentencia dictada por la Cámara Civil de la Corte de Apelación del
Departamento Judicial de Santo Domingo el día 07 de diciembre de 2005 en funciones de
tribunal de envío, cuyo dispositivo se copia en parte anterior del presente fallo; SEGUNDO:
Compensa las costas procesales.

Así ha sido hecho y juzgado por las Salas Reunidas de la Suprema Corte de Justicia, y la
sentencia pronunciada por las mismas, en la ciudad de Santo Domingo de Guzmán, Distrito
Nacional, Capital de la República, en su audiencia del veinticuatro (24) de octubre de 2012,
años 169o de la Independencia y 150o de la Restauración.

Firmado: Mariano Germán Mejía, Julio César Castaños Guzmán, Miriam C. Germán Brito,
Manuel Ramón Herrera Carbuccia, Víctor José Castellanos Estrella, Edgar Hernández Mejía,
José Alberto Cruceta Almánzar, Fran Euclides Soto Sánchez, Alejandro A. Moscoso Segarra,
Francisco Antonio Jerez Mena, Juan Hirohito Reyes Cruz y Robert C. Placecia Álvarez.
Grimilda Acosta, Secretaria General.

La presente sentencia ha sido dada y firmada por los señores Jueces que figuran, en la
audiencia pública del día, mes y año expresados, y fue firmada, leída y publicada por mí,
Secretaria General, que certifico.
www.suprema.gov.do

13
14
15

También podría gustarte