Tema 5. Instrumentación de Biorreactores
Tema 5. Instrumentación de Biorreactores
Tema 5. Instrumentación de Biorreactores
Lo que necesitamos para alcanzar estos objetivos es tener unas condiciones de operación
adecuadas (óptimas). Para ello:
I. ¿Cómo empezamos? En primer lugar, se necesita conocimiento de las condiciones
óptimas de operación.
II. ¿Y después? Tras conocer las condiciones óptimas de la operación, tenemos que utilizar
las variables de operación óptima: caudales de alimento de sustrato, de aire, de líquido
refrigerante o calefactor; velocidad de agitación… vamos a utilizar las condiciones óptimas
que van a hacer que el proceso funcione bien.
III. ¿Eso es suficiente? ¿Nos fiamos de que el proceso se comporta como habíamos
predicho? Esto NO es suficiente. Habrá que medir los valores de las variables que sea
posible para comprobar que estamos utilizando las condiciones de operación deseadas, y
así ver si nuestro proceso se está comportando como nosotros estamos diciendo, si el
microorganismo está generando a la velocidad que hemos dicho…
IV. ¿Cómo medimos? con la instrumentación del proceso. Toda esa instrumentación es de
distintos tipos, hay alguna que podemos medir de forma instantánea, habrá medidas que
sí permitan tener información en línea y otras que no y tenemos que ver que podemos
medir y que nos podemos permitir medir. Normalmente no vamos a poder medir todas las
variables, pero si midiendo algunas variables comprobamos que va bien todo, nos vale con
esas.
V. ¿Eso es suficiente? Ya conocemos los valores de algunas variables del proceso. Si el
proceso es reproducible y va bien midiendo unas cuantas variables, con los valores de esas
cuantas variables será suficiente. Por ejemplo, conocemos la temperatura, velocidad de
crecimiento, cuanto sustrato se consumen, cuanto producto se genera…
No podemos empezar a hacer cambios sin más en el proceso, lo lógico es utilizar un sistema de
control del proceso, que modifica las variables del proceso utilizando distintos tipos de
métodos matemáticos más sencillos o más avanzado, que pueden ser adaptativos, se adaptan
a lo que han medido; y otros predictivos, que van prediciendo cómo se va a comportar el
proceso y modifican las variables.
Por ejemplo, estos procesos van a mandar una señal para aumentar ligeramente el caudal que
calienta el reactor. Lo que hace es mandar la señal, vuelve a medir, amortigua la respuesta
hasta que se llega al valor deseado, no es automático.
Por lo que con la instrumentación medimos los valores de las variables (observa el proceso) y
con el sistema de control calcula cuanto tenemos que modificar de una variable para que otros
parámetros cambien.
Así, el objetivo del sistema de instrumentación y control es mantener al mínimo la diferencia
entre el valor medido y el valor deseado de cada variable (valor deseado = valor de consigna
o set point, el que nosotros decimos que tiene que ser). Cuanto mejor sea la instrumentación y
el control, más fácil llegaremos a esa mínima diferencia.
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¿Podemos utilizar un sistema de control sin instrumentos de medida? ¡¡¡NO!!!, si no
estamos midiendo lo que está pasando, aunque el sistema de control puede predecir cómo
puede ser las variables, el proceso se puede descontrolar. Siempre necesitamos
instrumentos de medida de las variables.
¿Podemos utilizar instrumentos de medida que no generen una señal eléctrica que se
pueda comunicar con el sistema de control? ¡¡¡NO!!! Tenemos que utilizar instrumentos
que genere señal eléctrica que se comunique con el sistema de control, ya que para
comunicarse con el sistema de control se necesita algo que genere señal eléctrica. No
obstante, se pueden utilizar a modo de monitorización para que alguien esté presente y
controle el proceso; pero no a modo de control.
¿Podemos utilizar instrumentos de medida que conlleven un elevado tiempo de respuesta
(horas o días)? ¡¡¡NO!!!, porque no vamos a tener un tiempo de respuesta adecuado para
nuestro sistema de control. Tenemos que basar el control en medidas que podemos hacer
de manera automática o en línea. Podemos utilizar los equipos, pero a modo de
información o comprobación, pero no a efectos de control del proceso. El sistema de
control está diseñado para responder rápidamente y evitar que las condiciones del reactor
varíen mucho.
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La INSTRUMENTACIÓN de los bioprocesos se utiliza para adquirir esta información. Va a existir
una gran diversidad de bioprocesos, y por ello las técnicas de adquisición de información o
medida pueden ser muy variadas.
Habrá procesos biotecnológicos en los que no sea posible conocer en línea algunas variables
importantes del mismo. En esos casos es cuando se aplican algoritmos matemáticos
denominados sensores lógicos. Estos sensores lógicos, como no puedo medir en tiempo real, a
partir del modelo matemático de descripción del proceso y la medida de alguna variable,
permiten estimar las variables restantes. Esto lo comparamos con el valor, si es el bueno lo
seguimos utilizando y si es el malo recalibramos. Por tanto, los sensores biológicos son
algoritmos matemáticos en los que introducimos la ecuación de diseño de nuestro proceso, lo
que nos permite predecir y tener en cuenta lo que se mide y ver si es bueno o no. Gracias a la
combinación de instrumentación y sensores lógicos podemos predecir las variables del
proceso.
Siempre que sea posible es importante que las técnicas de adquisición de medidas cumplan
una serie de requisitos:
a) Los primeros requisitos se pueden aplicar a cualquier proceso químico y físico
1. Mayor simplicidad posible, que las técnicas que usemos para el control no sean
complicadas.
2. Determinación de la magnitud de la variable en el menor tiempo posible (con el
objetivo de usarla en el control del proceso).
3. La automatización del proceso.
4. La economía del equipo, es decir, adquirir los procesos que podamos comprar.
Los instrumentos de medida que se emplean in situ en los vorreactores deben adaptarse a las
características de los bioprocesos:
Las sondas de instrumentación tienen que poder resistir procesos de esterilización
(normalmente 1,2 atm; 121 ºC), hay que esterilizarla y tiene que seguir calibrada. Tiene
que ser sondas compatibles con esterilización.
Tienen que poder ser utilizadas en medios de turbidez elevada (microorganismos en
suspensión).
Deben ser insensibles a la adsorción de proteínas y al crecimiento celular sobre ellas, o
bien estar protegidas para evitar estos fenómenos. Tiene que estar preparados para evitar
que se adhieran los microorganismos o si no lo evitan que los sensores sigan midiendo
bien. Hay que conseguir no detener el proceso, por ejemplo, en los reactores en continuo.
Estabilidad, por ejemplo, respecto a la pérdida de actividad enzimática. Si el proceso va a
parar cada 6 meses tenemos que prever un sensor que resista durante todo este tiempo.
No podemos poner un biosensor que tengamos que cambiar la membrana cada 3 días.
Tenemos que poner un sensor que resista mucho tiempo.
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Especificidad respecto al parámetro que se desea medir. Si queremos medir tres proteínas
y no distingue entre dos, pues no lo vamos a usar, buscaremos otro.
Detección de bajas concentraciones de los analitos (a veces < 0,001 mmol/l) (sensibilidad)
Reproducibilidad o repetitividad del análisis (posibilidad de recalibración)
Tiempos de respuesta cortos, si utilizamos las medidas en el proceso de control, pues la
respuesta tiene que ser lo más corto posible.
Facilidad para transmitir y procesar la señal de medida. Serán señales eléctricas.
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muestra. No obstante, la disponibilidad de estos tipos de sensores se limita principalmente a
características fisicoquímicas de procesos y no son aplicables al análisis de sustratos y
productos.
EJEMPLO: Instrumentación de un biorreactor.
En este reactor tenemos una serie de instrumentos colocados en el biorreactor. Cuenta con un
equipo de toma de muestras y ahí una serie de analizadores.
En los procesos con células inmovilizadas o en las medidas en las que la biomasa no interfiera
en el análisis la toma de muestras es sencilla, aunque debe tenerse en cuenta la continuación
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de la actividad biológica del microorganismo, lo que puede causar fuentes de error
importantes, o problemas de adsorción y crecimiento del microorganismo sobre el equipo
analítico.
Es importante que la cantidad de muestra que tomemos no sea demasiado grande, ya que una
parte del proceso se puede devolver al proceso, pero no siempre, por lo que el volumen de
muestra que circula fuera del biorreactor debe ser inferior al 10 % del volumen total para evitar
interferencias en el proceso.
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vuelve a recircular al interior del reactor, y lo que no se filtra se envía al equipo de
análisis.
TEMPERATURA:
Este es un parámetro de regulación importante para controlar la temperatura óptima de los
microorganismos en el funcionamiento de los procesos biotecnológicos, ya que son muy
sensibles a la temperatura; y también para procesos auxiliares como la esterilización, si
esterilizamos en discontinuo tenemos que saber si hemos alcanzado el grado de esterilización.
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Además, los balances de energía proporcionan información adicional sobre el estado de la
reacción.
Las medidas se basan es que los metales y los semiconductores con que están construidos
tiene distinta resistencia o conectividad en función de temperatura, y estos cambios en la
resistencia dan señal eléctrica que se comunica con el controlador.
PRESIÓN:
La importancia de su medida radica en el hecho de que una variación de presión afecta a la
solubilidad en el medio de cultivo de los gases presentes (por ejemplo, O2 y CO2) y de ciertas
sustancias volátiles (por ejemplo, etanol). Una pequeña sobrepresión en el biorreactor
contribuye a favorecer las condiciones de esterilidad de este. Además, puede ser indicativo de
problemas de saturación de filtros de salida. Por lo tanto, vamos a tener que conseguir valores
de presión constates.
Cuando la medida de presión se realiza en la zona no estéril los manómetros Bourdon son los
más utilizados, cuyo mecanismo es un tubo agarrado a un extremo y cuando aumenta la
presión el tubo se intenta estirar para que la aguja se mueva, dando una señal eléctrica que se
comunica con el ordenador para controlarlo. Cuando se requieren condiciones de esterilidad
se utilizan los transductores de presión protegidos por diafragmas. Se basan en el uso de un
diafragma que hace que no se contamine nada de la zona donde se está midiendo la presión.
VELOCIDAD DE AGITACIÓN:
Este parámetro normalmente se mide fuera de la zona de esterilización mediante sensores
ópticos o magnéticos, o tacómetros si se trata de equipos grandes. Determinan las
revoluciones por minuto del agitador.
DETECTORES DE ESPUMA:
La formación de espuma puede llegar a ser un problema grave, ya que puede llegar a taponar
la salida de los gases, sobre todo en los sistemas con aporte externo de gases (aire, O2).
Se detecta mediante una sonda que al entrar en contacto con la espuma varía su
conductividad.
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Para evitar la espuma puede ser mecánico o químico:
- Los antiespumantes mecánicos acoplados al eje del agitador aseguran la eliminación de
espuma, pero consumen una cantidad importante de energía.
- Los antiespumantes químicos (derivados de la silicona o polialcoholes) pueden adicionarse
de forma automática. Estos pueden afectar el medio fermentativo ya que disminuyen el K La
(y por tanto el aporte de oxígeno disuelto).
MEDIDORES DE CAUDAL:
Para la medida de caudales de gases los más utilizados son los medidores de área variable tipo
rotámetro. Tiene una especie de flotador con un determinado peso y dependiendo del caudal
nos marcará el caudal, tienen que estar calibrados para una presión y temperatura
determinada, son específicos. Además, tienen el problema de no ofrecer señal eléctrica de
salida.
Si se quieren realizar balances de materia los más indicados son los medidores de caudal
térmicos (másicos). Estos tienen señal eléctrica de salida y su medida es independiente de la
presión y la temperatura. Están especialmente diseñados y calibrados de fábrica para un gas, si
quieres utilizarlo para otro gas tienes que volver a calibrarlo. Tienen una resistencia térmica y
dependiendo del gas que pasa se enfría más o menos.
La principal ventaja es que nos permite hacer balances de materia con el que podemos ver lo
que ocurre dentro del reactor.
INDICADOR DE NIVEL:
Los medidores de nivel (que pueden ser de distintos tipos) indican la altura de líquido (y por
tanto el volumen) en el biorreactor. La medida se realiza in-situ y se transmite al sistema de
control.
Tenemos sensores de nivel, que mandan una señal eléctrica al sistema de control e indica si
existe una variación importante en el líquido del reactor.
A parte de los sistemas eléctricos, tenemos que los tanques por fuera tienen un monitor visual.
La medida de la viscosidad se realiza fuera del biorreactor (off-line), y para ello se utilizan
distintos tipos de viscosímetros (rotacionales, de cono y placa, de rodete, etc.).
Cuando el control de la viscosidad del producto es de gran importancia se emplean sondas que
permiten medidas en línea.
pH:
La determinación de pH se realiza in situ, mediante un sensor cuya medida se basa en el valor
de potencial eléctrico que pasa a través de una membrana. La calibración debe realizarse antes
del proceso de esterilización.
Estos sensores tienen un tiempo de vida limitado en función del número de esterilizaciones
que se realizan y el medio de fermentación.
Los problemas habituales surgen por la deposición de componentes del medio (por ejemplo,
proteínas) sobre la membrana, lo que causa retardos en la respuesta, o la no calibración del
sensor. Por ello, intentaremos poner una sonda que esté preparada para esto y que permita la
medida en medios turbios y crecimiento de microorganismos en su superficie.
CO2 DISUELTO:
El CO2 es uno de los productos finales de la oxidación completa de los sustratos por parte de los
microorganismos, y su nivel de concentración puede afectar al metabolismo celular, por ello es
un parámetro interesante de conocer.
Existen sensores que basan su medida en la medida del pH (siguiendo la reacción de equilibrio
de disolución del ácido carbónico), y también sensores selectivos a la concentración de CO 2
disuelto.
OXÍGENO DISUELTO:
Las sondas de medida de O2 disuelto (OD) se basan en reacciones electroquímicas.
Consisten básicamente en una carcasa metálica que contiene dos electrodos y un electrolito
adecuado. Para separar los electrodos y los electrolitos del medio de fermentación, el sensor
está cubierto por una membrana permeable al oxígeno.
Esto produce una corriente que puede ser traducida como concentración de oxígeno.
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Habitualmente se recurre al uso de sondas de tipo polarográficas y galvánicas. Las sondas
antiguas es que la membrana se estropea muy frecuentemente.
Sondas polarográficas suelen ser más rápidas y tener una vida útil más larga, aunque
también son más caras.
Sondas ópticas de medida de OD por luminiscencia (LDO), que evitan el uso de electrolito
y membrana. Las sondas de oxígeno se basan en medidas de luminiscencia. En el extremo
podemos observar que tiene una serie de luces por el funcionamiento de la sonda.
Su principal misión es actuar como medida de OD in-situ en el lazo de control, es decir, saber
cuánto oxígeno disuelto tenemos en el biorreactor; con el objetivo de mantener un valor de
consigna de oxígeno disuelto en los microorganismos, realizando actuación sobre el sistema de
agitación, de aireación o ambos.
Debido a su fiabilidad y relativo bajo coste los analizadores más utilizados en el campo
industrial son:
Analizador de infrarrojo para CO2.
Analizadores de tipo paramagnético para O2.
En el apartado 5 del tema se estudiará más en detalle esta técnica (espectrometría de masas)
para la medida de la velocidad de consumo de O2 (OUR) y de producción de CO2 (CER).
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Una de las aplicaciones más importantes de la espectrometría de masas en los procesos
fermentativos es el análisis de los gases de salida en fermentadores.
Lo que vamos a estudiar es que hacemos con la información del análisis de los gases de la
salida del fermentador. En estos gases de salida va a haber específicamente gases que van a dar
mucha información sobre qué está pasando dentro del proceso y se pueden usar los sensores
lógicos y también meterlos dentro de los lazos del control del proceso para ver si se necesita
airear más.
FALTAN COSAS.
Reservados todos los derechos. No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
Esquema del acondicionamiento de la línea de gases desde la salida del biorreactor hasta la
entrada al espectrómetro de masas.
El aire que cogemos de la atmósfera primero se filtra y luego, ediante un espectrómetro masico
nos permite medial y calcular el caudal de aire que está entrando en el biorreactor.
El caudal de aire nos permite hacer balances de materia.
El aire circular, a través de ciclos de esterilización, una vez que ya haya cumplido su función de
aportar la concentración de oxígeno, el gas sale del biorreactor.
Un controlador de presión……
Un condensador evita que las gotas de liquido del gas pueda entrar al apartao??? Esto hace
que no lleguen al espectrómetro de masas gotas de líquido y espuma.
El espectrómetro de masas hace el análisis comparando y luego nos da la señal al ordenador.
La señal se convierte en una fracción de moles de gases.
La señal eléctrica que se mide se filtrará y dará lugar a poder estimar la concentración de los
gases.
Nos permite estimar la velocidad de crecimiento de la biomasa, solo con medidas de los gases.
FALTAN COSAS.
OUR y CER.
A veces cuesta ver el consumod e oxigeno, por l que la medidad e producción de CO2 nos da
mas información.
Si analizamos los gases de salida, veremos que el CO2 tiene practicaente la concentración igual
a la entrada y a la salida. Tenemos que tener en cuenta el nitrógeno por ser el mayoritario
tanto a la entrada como a la salida.
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No es de todo inerte, puesto que para la ocmbustion se necesita, pero hace falta tener
temperaturas extremas.
Lo que ocurre con el nitrógeno es que sabemos que no reacciona en el reactor, de forma que la
cantidad que entra ha de sr igual a la que sale.
Si o traducimos en el balance de materia, la cantidad por unidad de tiempo se expresa con el
caudal de aire a la entrada por su fracción molar igualado al caudal de la salida por su fracción.
Podemos despejar el caudal de salida, evitándonos un caudalímetro.
Con respecto al resto de gases, por ejemplo, el oxígeno, en este caso tenemos que tener la
cantidad de oxigeno que se está consumiendo va a ser igual a la cantidad de oxigen o que entra
menos a la que sale.
La otra relación existente, una vez que sepamos CER y OUR es el RQ.
Estas expresiones son solo validas cuando se mantenga el estado estacionario, si no hay
acumulación ni gas ni liquido en el reactor, la acumulación de gas y líquidos son despreciables y
la variaciones en el pH no son significativas. Si hay variación de pH se está modificando la
concentración de CO2.
Existen diferentes estrategias que nos permiten sacar más partido a las concentraciones de
estos gases, como unos algoritmos matemáticos llamados sensores lógicos que nos permiten,
por ejemplo, estimar la cantidad de biomasa en el reactor a partir de la CER. Existen más
avanzados y comerciales, pero si conocemos el proceso podemos programar uno.
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