Jorge Carrera Andrade - Microgramas

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GUILLÉN

"Oh luna! Cuanto abril!


Qué vasto y dulce el aire!
Todo lo que perdí
volverá con las aves".

Poesía rica en glóbulos rojos, fuerte vociferador en sus páginas de pugilato


ideológico.

España es un tablero de matizada belleza. Es


una casi isla geográfica, pues tiene en sus costados
dos mares de agua, el Mediterráneo y el Cantábrico,
y ese otro mar de sólido oleaje, los Pirineos.

El pregón del vendedor ambulante en las


grandes ciudades, entonación del dialecto local, los
ruidos mecánicos, los cantos y los intrumentos
autóctonos, están llamando a enriquecer la poesía de hoy.

SIGNIFICADO DEL HAIKAI

Tres parientes le hemos encontrado ya al micrograma:


el epigrama castellano, el cantar y la saeta.
Aún es preciso añadir uno más: el haikai japonés,
hermano exótico, venido de los países del arroz y
los pinos enanos.

Los chaparrones primaverales obligan a los


labriegos a cubrirse con su gabán de paja, los ciruelos
en flor encienden el aire como candelabros de la
buena estación y las muchachas se visten con
kimonos de colores claros.

El paisaje es dulce e infantil como labrado en porcelana.

Namiko-san en su casa de papel (¡inolvidable Kenjiro Tokutemi


de la biblioteca de mi madre!) siente naufragar su
corazón en una onda de extraño perfume que avanza
desde el horizonte.

Una expresión de tan


absoluta simplicidad que puede confundirse apenas
con un estremecimiento, un murmullo o el paso de
un perfume en "el aire".

Matices sentimentales que el ciclo de


las estaciones imprime sobre el universo.

A la fuente vieja
salta veloz la rana
y el agua suena".

hay innumerables poetas que vierten su vino espiritual en


diminutas vasijas.
IVAN GOLL

"En este siglo de cemento armado y de hipocresía -dice Goll- hay que tener ojos de
radio".

"El cielo es de cobre, agujereado de cigarros ardientes,


en la ciudad de la desesperación automática".

"El alba desciende en ascensor. Londres no ha oído


jamás un gallo. No tiene fuentes para lavarse el
corazón. Los joyeros exhiben collares de lágrimas.

Mas, esto no quiere decir que vá a morir el micrograma.


Vá a renacer, mas bien; pero revestido de carácter urbano.
El héroe ya no será la ostra, o la golondrina, sino
cualquiera de esas creaciones mecánicas que transforman a nuestro tiempo en una
Edad de Acero.

Entonces se regocijará la sombra de don Francisco de Quevedo y Villegas, el de la


aguda sonrisa
intelectual y de la ironía gaseosa que parece filtrarse por su perilla en forma de
embudo.

OBRA

Descubrí que los seres feos cumplen también, a su modo, una tarea bella,
y que el sapo, el moscardón, el gusano,
son otras tantas cifras de la clave secreta del universo.

La nieve animada del flamenco, la misantropía vegetal del cactus,


el trabajo oculto de la oruga en el árbol, me condujeron, en ascendente escala
cósmica, a descrifar
el alfabeto de los pájaros, altos signos que mantienen el orden espiritual del
planeta.

OSTION

Ostión de dos tapas:


tu cofre de calcio
guarda el manuscrito
de algún buque náufrago.

TORTUGA
La tortuga en su estuche amarillo
es el reloj de la tierra
parado desde hace siglos.

Abollado ya se guarda
con piedrecillas del tiempo
en la funda azul del agua.

MECANOGRAFIA
Sapo trasnochador: tu diminuta
máquina de escribir
teclea en la hoja en blanco de la luna

DEFINICION DE LA GAVIOTA

Gaviota: ceja de espuma


de la ola del silencio.
Pañuelo de los naufragios.
Jeroglífico del cielo.

ALFABETO
Los pájaros son
las letras de mano de Dios.

HABITANTE DE LA MESETA
Venado:
tu ojo es una burbuja del silencio
y tus cuernos floridos son agujas
para ensartar luceros.

MUSICA ESTIVAL
En sus ascuas, el verano
está asando una cigarra,
carne íntima del árbol.

HAIKUS JAPÓNESES

Con briznas de cebada


oh rana monja
te construiré una casa.
(Tchigetsu- Ni)

La cigarra.
Nada revela en su canto
que debe morir mañana.
(Basho)

Pimiento de mi tierra:
Añadidie unas alas,
y es la roja libélula.
(Basho)

El viento de la costa
desordena sobre el mar
los dibujos sabios de las gaviotas.
(Sora)

Inmensa calma.
Sólo penetra las rocas
el grito de las cigarras.
(Basho)

En esto, al fío, termina todo:


Un esqueleto de abanico
cuando sopla el viento de otoño.
(Otsuyu)

Junto con el ruiseñor,


pues que me voy, guarda mi casa
Caracol.
(Issa)

Oca, oca salvaje


¿a qué edad hiciste
tu primer viaje.
(Issa)

La primavera muere,
y se llenan de lágrimas
los ojos de los peces.
(Basho)

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