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Cómo Dios nos convierte en personas más amorosas

Introducción: (5 min)
Gálatas 5:22 RV60 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

¿Cómo Dios transforma nuestras vidas? (15 min)


Filipenses 2:12-13 NVI …lleven a cabo su salvación con temor y temblor, pues
Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se
cumpla su buena voluntad.
1) La palabra:
La Biblia es el primer elemento de cambio en nuestra vida, por eso es que se le
conoce como “el manual del creyente”. Nunca sabremos cómo cambiar y dar frutos
si desconocemos las verdades transformadoras que están escritas en esta carta de
a amor.
2 Timoteo 3:16-17 TLA Todo lo que está escrito en la Biblia es el mensaje de Dios,
y es útil para enseñar a la gente, para ayudarla y corregirla, y para mostrarle
cómo debe vivir. De ese modo, los servidores de Dios estarán completamente
entrenados y preparados para hacer el bien.
No cambiamos basados en nuestras propias verdades, cambiamos cuando
basamos nuestros pensamientos, sentimientos y acciones en las verdades
contenidas aquí en la palabra de Dios.
Es por eso que la biblia no es solo un objeto de decoración religiosa, pues para
muchos se convierte en un amuleto de bendición, como el católico tiene su rama
de olivo en la puerta o un rosario en la pared. No tiene ningún valor si no la
leemos, la estudiamos, la memorizamos, meditamos en ella y la aplicamos.
Romanos 10:17 NVI Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el
mensaje que se oye es la palabra de Cristo.
2) Su Espíritu.
Por otra parte, el Espíritu Santo es quién se encarga de guiarnos y formar el
carácter de Dios en nuestra vida. Cuando entregamos nuestra vida al Señor, su
Espíritu viene a morar en nosotros para alentarnos, dirigirnos, poner ánimo en
nuestros corazones y darnos el poder que necesitamos para crecer y dar frutos.
Romanos 8:9-11 NVI Sin embargo, ustedes no viven según la naturaleza
pecaminosa sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Y
si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. Pero si Cristo está en
ustedes, el cuerpo está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu que está en
ustedes es vida a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús
de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los
muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que
vive en ustedes.
La labor principal del Espíritu Santo en nuestras vidas es formar a Cristo en
nosotros y el fruto del Espíritu describe las cualidades del carácter de Jesús ¿Cómo
era Jesús? Era amoroso, gozoso, lleno de paz, paciencia, amabilidad, bondad, fe,
mansedumbre y dominio propio. ¿Necesita usted alguna de esas cualidades? Si le
preguntáramos a sus vecinos, compañeros de trabajo, compañeros de clases, etc.
qué cualidades lo describen a usted ¿dirían estas?
3) Las circunstancias:
A Dios le encantaría utilizar solo su palabra y el poder de su Espíritu para
cambiarnos, pero nosotros somos un poquito duros y un poquito tercos y es por
eso que Él permite algunas circunstancias dolorosas y difíciles para que prestemos
atención a lo que quiere hacer en nosotros. Recuerde que Dios está interesado en
formar nuestro carácter y no en que estemos cómodos, de manera que aún en
nuestra incomodidad podamos reflejarlo a Él. Eso se llama “No depender de lo
externo”.
Lo hermoso de esto es que a Dios no le importa mucho de donde provenga la
adversidad, el problema o la incomodidad, al final el utiliza todo tipo de
situaciones para nuestro bien.
Romanos 8:28-29 PDT Sabemos que Dios obra en toda situación para el bien de
los que lo aman, los que han sido llamados por Dios de acuerdo a su propósito.
Dios los conocía antes de que el mundo fuera creado. Él decidió que fueran como
su Hijo y quería que el Hijo fuera el mayor de muchos hermanos.
Cambiamos cuando el dolor es mayor a nuestro miedo de avanzar. Ahora, esta son
las tres herramientas de Dios, para desarrollarnos y hacernos crecer como hijos,
esto es su parte del contrato, pero ¿Cuál es nuestra parte?
1) Cambiar nuestros pensamientos: “No somos lo que pensamos, pero lo
que pensamos eso somos” ¿Qué trabalenguas es esto? Esto quiere decir que
usted no es una basura, pero si piensa que es una basura, va a vivir como si
fuera una basura.

Proverbios 4:23 PDT Ante todo, cuida tus pensamientos porque ellos
controlan tu vida.

Sucede así, es una cadena: Lo que pienso determina cómo me siento y lo que
siento determina cómo actúo. Si quiero cambiar, necesito empezar a por
pensar diferente.

Salmos 1:1 NVI Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados,
ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los
blasfemos, sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en
ella. Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su
tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace
prospera!

2) Depender del poder de Dios.


No podemos crecer y dar fruto sin su poder, sin la fuente, por nuestra propia
cuenta. Sería como agarrar unos mangos y amarrarlos en un árbol seco. No
nacieron allí y por más que intentemos, nunca serán propios de allí. Por eso
el Señor se refiere a nosotros como ramas unidas al árbol, como pámpanos
unidos a la vid. Él es la fuente que producirá en nosotros el fruto. Ahora,
¿Cómo saber si estoy unido a la vid? Eso se refleja en mi vida de oración,
cuanto le confío a Dios en mis oraciones. Depender no es soltar mi
responsabilidad, pero si es permitir que Dios actúe.

3) Valore las circunstancias:


Pueden quitarnos todo, menos la capacidad de escoger mi actitud ante las
circunstancias. Usted elige que actitud tomar, si de obstinación o
aprendizaje, queja o alabanza, resentimiento o perdón. Es decisión suya.
¿Qué significa tener una vida plena? Es justamente no depender de las
circunstancias para ser felices, para servir, para amar.
¿Cómo nos convertimos en personas más amorosas?
(20 min)
1 Corintios 13:13 TLA Hay tres cosas que son permanentes: la confianza en Dios,
la seguridad de que él cumplirá sus promesas, y el amor. De estas tres cosas, la
más importante es el amor.
Entendiendo lo que realmente es el amor.
Todos tienen su definición de lo que para ellos es el amor, la sociedad y el sistema
vende una idea y si no enfocamos nuestros pensamientos en lo que es realmente el
amor, terminamos creyendo las mentiras del mundo. Unos creen que el amor es
componer poemas románticos, regalar flores y chocolates, esto en el caso de las
mujeres. En el caso de los hombres, escriben poemas, regalan flores y chocolates
para lograr hacer el amor. Hay personas románticas, hay otras que no entienden
nada del romanticismo como aquel amigo que tenía yo que una vez lo llamó la
novia y le dijo: Si estás durmiendo, mándame tus sueños. Si estás riendo,
mándame tu sonrisa. Si estás llorando, mándame tus lágrimas. Te amo. Y él le
responde: Estoy en el baño ¿Qué te mando?
¿Qué no es el amor?
No es un sentimiento: de aquí es que muchos se toman para decir, “Es que ya
no siento lo mismo” “No siento amarlo”. El amor produce sentimientos, pero no es
un sentimiento.
No es incontrolable: “no puedo hacer nada porque lo amo, ya me enamoré” o al
contrario. Cuando Jesús nos dice “Ámense los unos a otros…” quiere decir que
podemos controlar si amamos o no y también a quién amamos.
1 Juan 3:18 TLA Hijos míos, no debemos limitarnos a decir que amamos, sino que
debemos demostrarlo por medio de lo que hacemos.
¿Cómo suena nuestro servicio sin amor? Ejercicio del platillo.
El amor es un asunto de conducta, de decisión.
En el griego la palabra amor tiene varios significados, pero es el amor Ágape el que
Dios refleja hacia nosotros, en un amor incondicional, que se entrega a sí mismo,
sacrificado.
¿Es posible amar a personas insoportables, que piensan distinto a nosotros, que
creen en distintas religiones, que nos hacen daño, que se visten diferente?
¡Claro, que sí! No solo es posible, sino que es nuestro deber. Una cosa es ser
mejores amigos y otra es amar.
Yo quiero que imagine a esa persona difícil de amar, téngala en su mente mientras
vemos estos pasos para ser más amorosos.
1) Experimenta el amor de Dios.
Efesios 3:17-19 TLA También le pido a Dios que Jesucristo viva en sus corazones,
gracias a la confianza que tienen en él, y que ustedes se mantengan firmes en su
amor por Dios y por los demás. Así ustedes podrán comprender, junto con todos
los que formamos el pueblo de Dios, el amor de Cristo en toda su plenitud. Le
pido a Dios que ustedes puedan conocer ese amor, que es más grande de lo que
podemos entender, para que reciban todo lo que Dios tiene para darles.
1 Juan 4:19 TLA Nosotros amamos a nuestros hermanos porque Dios nos amó
primero.
Dios no nos manda a hacer algo que él no hizo primero por nosotros.
2) Perdona a tu enemigo.
Colosenses 3:13 TLA Sean tolerantes los unos con los otros, y si alguien tiene
alguna queja contra otro, perdónense, así como el Señor los ha perdonado a
ustedes.
Es imposible amar a alguien y estar resentido con otra persona.
3) Comienza a tener pensamientos amorosos.
Filipenses 2:4-5 TLA Nadie busque el bien sólo para sí mismo, sino para todos.
Tengan la misma manera de pensar que tuvo Jesucristo.

Entender a las personas es importante. Las personas heridas hieren a otras


personas.

No podemos cambiar nuestros sentimientos sino empezamos por cambiar nuestra


manera de pensar a cerca de los demás. En vez de concentrarte en sus fallas,
concéntrate en sus necesidades y cómo servirle.

4) Actúe con amor.


Actúe así no sienta hacerlo. Eso se llama amar por fe. Los sentimientos vienen
añadidos a medida que actuamos por fe.
Luc 6:27-28 TLA Escuchen bien lo que tengo que decirles: Amen a sus enemigos,
y traten bien a quienes los maltraten. A quienes los insulten, respóndanles con
buenas palabras. Si alguien los rechaza, oren por esa persona.

5) Espere lo mejor
Debemos esperar lo mejor, pero estar preparados para lo peor.

Atraemos lo que esperamos. La confianza es una muestra de amor. Cuando


esperamos lo mejor de las personas y se lo hacemos saber, entonces obtendremos
lo mejor. ¿Quiere que sus hijos, esposo, esposa, cambien? Trátalos de la forma en
que esperas que sean.

Conclusión: Jesús siempre espera lo mejor de nosotros, nos amó por fe,
creyendo que le seguiríamos y aceptaríamos su muestra de amor. ¿Estamos
dispuestos a dejarnos transformar por el poder de Dios? Es tiempo de unirnos a Él
y crecer hasta que los frutos de su carácter se manifiesten en nosotros.

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