Conceptos Autoestima y Asertividad
Conceptos Autoestima y Asertividad
Conceptos Autoestima y Asertividad
Definición
El concepto del propio valor se desarrolla desde la infancia cuando se toma conciencia del
aprecio o falta de aprecio que se recibe de parte del medio familiar, especialmente de parte
de figuras tan significativas como las parentales.
La persona que se valora positivamente también se percibe bien valorado por los demás,
por lo que se acerca a sus relaciones sin temer descalificaciones, en una actitud más abierta,
menos agresiva y menos defensiva, actitudes que ayudan a que las relaciones sean más
armónicas y sin equivocadas interpretaciones provocadas por el terror a no ser del agrado
de los demás.
La persona que tiene un mal concepto de sí mismo carga sus relaciones de defensa y
agresividad, con lo que le es más fácil entrar en conflictos.
La persona que se valora positivamente también se imagina bien valorado por los
demás, por lo que se acerca a sus relaciones en una actitud más abierta, logrando así,
relaciones más armónicas.
La persona con buena autoestima tiene una mejor capacidad de adaptación a las
circunstancias de vida.
Muchos estilos defensivos propiciadores de conflictos provienen más que del deseo de
agresión real, del temor a ser mirado despectivamente o atacado a partir de la propia mala
idea de sí mismo. Las personas con baja autoestima al relacionarse cargan sus relaciones
de interpretaciones negativas para sí mismos, con lo cual entran en dificultad a partir de su
propia autoimagen más que de la realidad de la relación.
- "Sé que no puedo gustarle, tengo que defenderme antes que me ataque".
- "No se va a interesar por lo que hablo, yo a mi vez voy a ser indiferente cuando cuente sus
cosas".
- "No le gusto, no le caigo bien, no puedo pedirle nada porque no me lo va a dar".
- "Para gustarle tengo que opinar igual que él".
En cambio, cuando las personas sienten que valen poco, entran a las relaciones con
desconfianza, esperando de los demás el engaño, la agresión, e incluso el desprecio. Se
relacionan así como inferiores, lo que les da la posibilidad de convertirse en víctimas,
complicando la relación y el concepto de sí mismos con la necesidad continúa de
confirmación, con la autorreferencia y con la falta de objetividad.
Aparece claro entonces, cómo en las relaciones humanas la necesidad de tener un buen
concepto de sí mismo es un elemento primordial ya que cada persona, a su estilo,
consciente o inconscientemente, adecuada o torpemente, buscará que en las relaciones su
autoestima no resulte lesionada. Resulta así la autoestima como muy determinante en
la calidad de la comunicación, de la relación, de las conductas.
Es normal que en las personas la autoestima pueda sufrir altos y bajos a lo largo de la vida,
y, por lo tanto, varíe de acuerdo a las diferentes áreas de la personalidad, etapas y
circunstancias de vida.
Los aspectos fuertes de cada persona le servirán de base para impulsar a los débiles.
Habrá que buscar las situaciones en que se haya tenido logros a través de la historia de vida
para definir aquellas condiciones personales que se pusieron en juego y sirvieron para
obtenerlos e impulsar su aplicación en otros.
Al trabajar favoreciendo la autoestima habrá que ayudar a las personas a buscar y destacar
sus buenas experiencias y logros como las capacidades que las llevaron a obtenerlos con el
fin de motivar a que las extrapolen hacia las áreas personales que consideran menos sólidas
y las fortalezcan:
Ejemplos de preguntas para lograr que las personas reconozcan condiciones positivas
personales con fundamento:
Casi todas las conductas y las estrategias relacionales de las personas se llegan a
comprender en el contexto de la búsqueda de autoestima o la preservación de ella.
Los aspectos fuertes de cada persona servirán de base para impulsar aquellos en que
se siente débil.
AUTOESTIMA, COMUNICACION Y RELACIONES HUMANAS
En la relación.
La persona con baja autoestimase siente amenazada en su valor fácilmente y tiende a
actuar más a la defensiva, abierta o encubiertamente, más que objetivamente. No entra en la
relación de igual a igual. Es poco libre y bastante sola. Suele usar un tono desvalido y le
cuesta mirar de frente al comunicarse.
Ejemplo: -"Espero que no te molestes con lo que te voy a decir, pero quiero pedirte que me
devuelvas el libro que te presté el año pasado. No es por molestarte... pero si no lo tienes a
mano fácilmente no importa, ya me las arreglaré para conseguírmelo de otra forma".
En la comunicación.
Su consideración de la realidad no es objetiva del todo. Tiende a verse interferida por la
necesidad de sentirse continuamente validado por los demás, de cuya opinión depende para
sentirse bien. Su comunicación será poco clara, defensiva o encubierta,
Ejemplo: -"Me esforcé tanto en preparar un almuerzo que yo encuentro que estaba tan rico.
Se lo comieron todo seguramente porque tenían mucha hambre y no porque les gustara.
Parece que no estaba bueno, no acerté con lo que les gusta. No saco nada con esforzarme,
nadie valora lo que hago. Nadie me dice que hago algo bien. Me siento pésimo conmigo
misma".
La persona con baja autoestima al comunicarse, tiene miedo de mostrarse tal como es
porque siente que vale poco y los demás pueden desilusionarse de ella. Siente que no aporta
nada. Entra en la relación no de igual a igual, sino de inferior a superior.
Teme perder las relaciones lo que le impide expresar discrepancias con lo que va guardando
resentimiento y reforzando su desvalorización. Es poco libre en la relación. Sus actitudes,
de alguna manera, se convierten en profecía autocumplida, e inducen ambos
comportamientos; el temido y el esperado:
"si descubren que valgo tan poco no me querrán, no puedo revelar mis miedos".
"no soy capaz de soportar la discrepancia hacia mis ideas sin dolor y sin sentirme ofendido,
no puedo revelar todo lo que pienso".
Al actuar basado en la suposición de que siempre se tiene que dar gusto a los demás, no se
puede comunicar que hay actitudes de los demás que desagradan, ni reconocer directamente
el desacuerdo o la crítica, ni tampoco se es capaz de pedir a otros apoyo ni ayuda.
La baja autoestima se relaciona con dificultades de relación y de comunicación debido
especialmente a que la persona no percibe ni interpreta en forma correcta ni a sí mismo ni a
su entorno.
Un aspecto importantísimo a tener en cuenta al trabajar con las personas en favor de su
autoestima es el enseñar la capacidad de objetivarse a sí mismo, y tan bien a sí mismo en
relación con el fin de aprender a restar las interpretaciones sobredimensionadas
negativamente sobre el propio rol y valor.
Algunas características que conforman un perfil de las personas con autoestima baja, que
se ilustran con ejemplos, descritas por Virginia Satir son:
* Duda de poder ser querido, apreciado, aprobado lo que provoca ansiedad y desconfianza
al relacionarse.
- "No creo que guste, no puedo mostrarme tal cual soy".
* Identidad poco clara a partir de menor contacto con los propios sentimientos y a partir de
tener que adaptarse para ser aprobado.
- "Tengo que gustar a todos, tengo que cambiar de opinión según con quien esté".
* Se espera mucho de lo que los demás puedan darle, pero a la vez se desconfía y teme la
opinión ajena.
- "No me llama porque no le caigo bien, pero también cuando me llama, me asusta lo que
pueda decir de mí".
* Dependencia. Se vive sin poder despegarse de los otros: búsqueda de apoyo y aprobación,
comparaciones, competencia, envidia, desacreditación, celos.
- "Siempre prefieren a otros más entretenidos que yo".
Para llegar a un acuerdo objetivo se ponen en juego los conceptos de sí mismo que se
tengan en la búsqueda de consenso. Si la autoestima es baja, al grado que toda concesión
es percibida como intolerable o agresiva, la búsqueda de acuerdos se dará alejada de la
posibilidad objetiva de lo que es lo mejor para la situación en transacción. Nadie se
beneficia.
La persona que tiene mala opinión de sí misma siempre se relaciona de inferior a superior
por lo que tendrá mucha dificultad de quedar aún más abajo en la relación al solicitar algo
del otro.
A la vez, al no poder sentirse apreciado, no se imagina merecer nada y le será muy difícil
solicitarlo. Vive sentimientos de soledad sintiendo que no tiene quien lo ayude al traducir
mal las situaciones de dependencia de acuerdo a su percepción negativa de sí mismo.
* La persona con baja autoestima al comunicarse, tiene miedo de mostrarse tal como
es porque siente que vale poco y los demás pueden desilusionarse de ella si se la
conoce.