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En relación con lo anterior, el hecho de acceder a una ocupación es cada vez más
complejo siendo un momento clave la inserción laboral la cual es “el acceso al empleo y
el desarrollo de trayectorias laborales que han de desembocar en teoría, en una
inserción laboral plena, donde se adquiere un trabajo a tiempo total, estable y acorde
con la formación adquirida” Figuera (1996:129). Asimismo, es la etapa cuando un
individuo potencializa y demuestra sus aptitudes como estrategia para la obtención de
un trabajo. Fournet (1993), asevera que la inserción laboral es un proceso con cierta
duración de tiempo “hablar de inserción no está referido a la simple descripción del
período que separa la decisión de entrar en la vida activa y el primer empleo, sino a la
realización de un proyecto: la inserción no es un acontecimiento cuasi-instantáneo, sino
un proceso más o menos lento” Fournet (1993: 352).
17
empleabilidad como las competencias, la formación académica, la experiencia laboral y
el contexto social, interactúan y se ajustan con los elementos de ocupabilidad como la
demanda del mercado laboral, la coyuntura económica, la politica laboral y los cambios
demográficos entre otros hasta generarse una inserción a una vacante, evento que se
realiza en función del potencial de los elementos de empleabilidad y la disposición de
los elementos de la ocupabilidad como se explica en el siguiente subcapítulo.
18
Cuadro 1. Factores que condicionan la inserción laboral, propuesta de Romero et
al. (2004)
Inserción Laboral
Empleabilidad
-Importancia que se le concede al trabajo
-Interés por trabajar y buscar empleo (aptitud, disponibilidad) Ocupabilidad
-Autoestima personal y profesional -Estructura características y tendencias del mercado
-El lugar de control y atribución de los éxitos y fracasos laboral
-Madurez ocupacional -Coyuntura económica
Competencias -Las ofertas de empleo
-Competencias transversales -Las demandas del empleo y las concurrencias
~Competencias básicas -Los índices económicos
-Competencias relacionales Los cambios demográficos
-Competencias profesionales "e
petencias profes _ — -La política laboral del momento
-Formación y titulación académica, experiencia (laboral) - .
o
-Conocimientos e y técnicas de búsqueda
de inserción ; de -La restructuración del mercado de trabajo
ocupación -Edad
Los factores sociales -Sexo
El contexto personal -Nacionalidad
-Situaciones de rechazo
El modelo de Romero et al. (2004), integra un acumulado de elementos que son clave
en el proceso de inserción, los autores consideran aspectos tanto macroeconómicos
como aspectos personales y específicos de los individuos que buscan insertarse en el
mundo laboral. Asimismo atienden aspectos relacionados a las competencias, y
consideran cuestiones de carácter emocional dejando en último lugar los aspectos
sociales, los cuáles para esta investigación son trascendentales y se analizaron a fondo
dentro del marco del capital social.
El siguiente factor se llama ocupabilidad, un factor ajeno al control y la mejora por parte
del egresado puesto que está vinculado e influenciado a los contextos y dinámicas
económicas, políticas y demográficas en distintas dimensiones.
Destacan en este factor las características del mercado laboral, ofertas y demandas
laborales, las cuáles tienen constante dinamismo caracterizandose como factores
inestables de gradual exigencia e impacto social. Cabe mencionar, que el factor de
ocupabilidad no es el foco de análisis del presente trabajo, pero se desenvuelve como
un factor decisivo en la funcionalidad de los elementos de empleabilidad.
-19-
Montané (1993), señala que la inserción puede optimizarse interviniendo en los
procesos de inserción del individuo a emplearse (empleabilidad) y mejorando las ofertas
de empleo (ocupabilidad), el autor determina que la valoración del bagaje del
demandante, las características del mercado y las operatividades, son factores
ineludibles para llevar a cabo el proceso de inserción. Donde el bagaje del sujeto a
trabajar, las técnicas y procesos para la inserción, trabajan para lograr cubrir con las
exigencias del mercado laboral.
Cabe mencionar, que los factores de la empleabilidad son aspectos que se pueden
mejorar y adaptar por el demandante, igualmente requieren de esfuerzo, trayectoria y
eficiencia pero los aspectos que integran la ocupabilidad son ajenos al demandante y
estan mediados por elementos exógenos caracterizandose como impredecibles a causa
de su composición, teniendo ventajas y desventajas dependiendo del contexto. En este
trabajo los elementos analizados como estrategia de inserción a las dinámicas
laborales, son los factores de empleabilidad como el capital social y las competencias
profesionales los cuáles pueden funcionar en el objetivo de obtener un empleo.
-20-
1.2 Capital Social
Varios intelectuales han trabajado en la estructura del término entre ellos: Hanifan
(1916), Bourdieu (1980), Coleman (1990), Putnam (1993), Fukuyama (1995), Narayan
(1999), Portes (1998), por destacar algunos. La naturaleza que le han atribuido al
capital social se basa en todas sus capacidades y alcances; que en teoría y práctica las
trascendencias son múltiples y eficaces, sin embargo, existen diversas posturas y
críticas al concepto que ponen en duda las orientaciones que este elemento puede
tomar.
-21-
Figura 1. Ejes principales del capital social
Confianza
Facilidad para la
Conjunto de redes
Según Caballero y Kington (2005:12), estos tres ejes tienen cierta relación, la confianza
con la cooperación y el eje de las redes está vinculado hacia la parte sociológica de las
relaciones sociales de los individuos. En este estudio el tercer eje llamado conjunto de
redes es el principal foco de análisis, entendiendo que los primeros dos ejes forman
parte de las normas de la organización social que existe dentro de las redes.
Es importante resaltar que el capital social referente al eje de las redes tiene una
clasificacion que permite diferenciar el grado de aproximación e impacto que hay entre
los individuos distinguiendo en tres tipos'.
* Ver figura 2
-22-
Figura 2. Tipos de capital Social
Como se expuso en la figura 2, existe una clasificación del capital social categorizada
en base al grado de cercania de los individuos; en este estudio se explora el tipo de
capital social que poseen los (as) jóvenes universitarios (as) y el grado de influencia de
éste en el proceso de inserción al mercado laboral.
En base a Caballero y Kington (2005), existen tres ejes principales del capital social y
se puede considerar un factor importante en la inserción laboral, partiendo de la
cooperación, confianza que un individuo desarrolla en las redes sociales que posee, los
cuáles tienen mediación en la estructura social de las dinámicas del mercado laboral.
Para el análisis del capital social en el marco ocupacional y como medio a través del
cual los individuos acceden a los empleos hay estudios que sustentan los impactos de
este elemento en la empleabilidad. Granovetter (1973 y 1995), ha determinado la
existencia de los vínculos débiles y fuertes en la estructura social, de este modo, ha
logrado deducir la importancia de los vínculos débiles para el logro de estos objetivos,
su explicación es la siguiente:
-23-
“una idea natural a priori es que aquellos con quienes se tiene vínculos fuertes
están más motivados para ayudar sobre información acerca de trabajo.
Contrarios a esta gran motivación están los argumentos estructurales que he
estado realizando: aquellos con quienes estamos débilmente vinculados son más
propensos a moverse en círculos distintos al propio y, por tanto, tendrán acceso
a una información diferente a la que nosotros recibimos” Granovetter (1973).
El autor encontró en una encuesta de los residentes de Massachusetts, que más del 50
por ciento de los trabajos fueron obtenidos a través de contactos sociales. La
conclusión es que los amigos cercanos y la familia, proporcionan vínculos fuertes y los
conocidos son los vínculos débiles. La diferencia de éstas dos relaciones es el nivel de
impacto de lealtad, reciprocidad y solidaridad entre la familia y los conocidos, debido a
que los conocidos se mueven en círculos sociales distintos de los amigos cercanos y
familia, en base a ello el lazo débil puede ofrecer información privilegiada de
oportunidades de empleo y acceso al mismo.
Otro autor que aporta una reflexión a la estructura social del mercado laboral es Burt
(2000), quien explica que son mayores las oportunidades que un individuo tiene al
acceder a redes de otros “agujeros estructurales” o grupos sociales, por que tendrá
mayor oportunidad de acceder a distintos flujos de información e incremento de sus
posibilidades de acción. Según Burt (2000), al acceder a otras redes sociales se está
llevando a cabo el capital social de vínculo, el cuál proporciona mayores probabilidades
para ejecutar acciones, gestiones y logro de objetivos en base a la integración a nuevos
contextos sociales y en efecto laborales.
Autores como Amuedo y Mundra (2004), encontraron que las redes sociales
particularmente los vínculos fuertes contribuyen a la asimilación económica de los
inmigrantes al incrementar sus salarios por hora, pero las redes sociales no mejoraron
su empleabilidad. Asimismo, Stoneman y Anderson (2006), determinaron que los
niveles más altos de actividades sociales mejoran las posibilidades de acceder a un
empleo más rápido. De igual forma, comprobaron que tener un trabajo actúa como
recurso social de proveer a los individuos un mayor número de contactos sociales y
puede ayudar cuando una persona quede desempleada agilizando el acceso a otra
vacante mediante las redes sociales. Por último, Stone y Hughes (2003), aseveran que
el stock de capital social de un individuo se relaciona con los resultados de la fuerza de
trabajo muy por encima de otros factores determinantes; encontrando que el capital
-24-
social es importante pero sus efectos son desiguales y refleja diferencias en los
mercados laborales, como ejemplo las familias y otras relaciones informales están
relacionadas con la participación restringida o acceso a una vacante con remuneración
limitada, mientras que los contactos profesionales actúan y apoyan a que las personas
tengan trabajos mayormente remunerados. Estos autores apoyan la teoría de
Granovetter “la fuerza de los lazos débiles” no obstante, no siempre los vínculos
informales tienden a relacionarse con ocupaciones menesterosas.
Hasta aquí se han descrito las definiciones y alcances del capital social como factor
potencial para el logro de múltiples objetivos, tanto de intereses particulares como
colectivos, pero el capital social también tiene ciertas limitaciones y puede beneficiar
desigualmente a una sociedad o utilizarse con intenciones perversas afectando a otros
agentes o factores sociales. Putnam y Goss (2002), ratifican que existe la posibilidad de
que sus formas virtuosas pueden tener consecuencias no deseables socialmente,
puesto que hay externalidades generadas por el capital social, siendo algunas buenas
para la democracia y salud social así como otras nocivas.
Lo anterior no implica que sólo la mala orientación del capital social sea un
determinante de la perversidad de éste, hay otras discrepancias que están
fundamentadas en materia de la distribución del capital social causando inequidad y
desventajas de unos individuos sobre otros.
Según Durston (2001), es bueno tener capital social, como activo todas las personas
tienen capital social y lo usan en sus estrategias materiales y económicas como el
satisfacer necesidades sociales y emocionales, pese a ello el capital social no está de
igual forma distribuido en la sociedad.
-25-
individuos en distintas actividades, sin embargo, no todas las normas y valores, por lo
tanto, no todas las culturas se crean equitativamente.
De esta manera se aprecia que el capital social está siendo tratado ampliamente en
cuestiones de poder y desigualdad, según Nayaran (1999) los lazos que unen también
excluyen, ya que los grupos y redes funcionan mediante la inclusión de algunos y
exclusión de otros, en sociedades diferenciadas implicando que el capital social
contribuye a generar omisión. La función de algunas redes cerradas o apretadas es
esencialmente facilitar la violación de las normas institucionales para beneficio privado
Portes (1998).
Para finalizar, queda resumir que el capital social porta distintas acepciones las cuáles
se incrustan en el tejido social de las poblaciones, englobando aspectos de la
organización social como confianza, normas, valores y otras entidades que facilitan
acciones de los actores de una estructura en la realización de sus intereses Coleman
(1990), Putnam (1993), Fukuyama (2001).
La anterior aseveración, vista desde las relaciones o contactos sociales que han
actuado como facilitadores y detonadores en aspectos de la empleabilidad individual,
está apoyada en investigaciones de Granovetter (1973), Burt (2000), Datcher (1983),
Calvo y Mathew (2004), Amuedo y Mundra (2004), Stoneman y Anderson (2006), los
cuáles han explorado esta variable mediante investigaciones y han demostrado los
alcances de la misma en la obtención de un empleo.
- 26 -
Durston (2000) plantea que el capital social está presente en la estructura de las
relaciones entre las personas y en las personas, indicando que así como se lleva a
cabo entre colectivos también se desarrolla individualmente.
Es por lo anterior, que se propone una acepción del capital social orientado a las
relaciones sociales que establece una persona, porque es en estos tejidos en donde se
llevan a cabo las acciones que ayudan en el logro de actividades. En la realización de
este trabajo se asume que capital social son aspectos de la organización social como
reciprocidad, confianza y cooperación, que se efectúan dentro de las relaciones
sociales para potencializar la realización de objetivos en beneficio individual.
Cabe mencionar, que la composición de esta variable lo orienta a que sea un recurso
que como otros tipos de capitales tenga una desigual distribución, convirtiéndolo en un
recurso de minorías. Asimismo, puede funcionar para intereses individuales y tiene la
capacidad de desenvolverse como moneda de cambio o recurso efectivo en el logro de
objetivos y adquisición de bienes. Esto puede incurrir en ventajas y desventajas para la
inserción de los estudiantes dependiendo del aglomerado social de cada uno, siendo
los factores de capital social distintamente inestables en cada individuo.
Es por ello que en esta investigación se da importancia al contexto social de los jóvenes
porque estos escenarios sociales, pueden influir en el desenvolvimiento del joven
mediante las relaciones que éste posee. Asumiendo que para este proyecto las redes
sociales son las relaciones o contactos sociales que poseen los estudiantes de
posgrado, de los cuáles se pretende saber si intervinieron en el proceso de inserción
laboral ¿cómo construyeron estas relaciones? y ¿de qué manera y en que medida
influyeron en este proceso de transición de la escuela al trabajo?
El factor de empleabilidad según Romero et al. (2004) agrupa varios elementos que son
importantes en la inserción laboral entre ellos la formación académica, experiencia
laboral, conocimientos de inserción, técnicas de búsqueda de puestos vacantes y las
competencias, todos estos operan de manera importante porque son parte del perfil del
egresado y le otorgan a éste las competencias profesionales para desarrollar
actividades en el sector laboral relativo a la profesión adquirida. Las competencias
profesionales son importantes como factor que facilita la inserción de los profesionistas
en el mercado laboral, aunque la adquisición y el único uso de éstas no garantizan una
efectiva inclusión al empleo. Puesto que una inserción se efectúa en base a diversos
factores que holísticamente operan como facilitadores en la obtención del mismo.
-27-
1.3.1 Competencias profesionales
El concepto de “competencia” fue planteado por David McClelland en 1973, como una
propuesta ante la insatisfacción sobre las medidas tradicionales utilizadas para
pronosticar el rendimiento en el trabajo, Trujillo (1999). Las competencias tienen
diversas conceptualizaciones, es un término polisémico y su categorización es amplia,
aparentemente hay diversos tipos de competencias por los diferentes nombres que les
asignan, no obstante la aplicación de éstas coinciden en ciertos ámbitos. Una
clasificación conocida y que podría estandarizar todas las existentes es la
categorización de la Organización Internacional del Trabajo quien clasifica tres tipos de
competencias; básicas, específicas y genéricas. A continuación una descripción de
cada una de ellas:
La variedad es amplia, pero para fines de este análisis se elegirán las competencias
profesionales como variable de estudio enfocándose únicamente a sus características y
su potencialidad en el marco laboral, las cuáles consideran las capacidades,
habilidades y actitudes de especialización que un individuo posee para desarrollo de
cierta actividad referida al campo profesional.
-28-
Según Bunk (1994), las competencias profesionales son un conjunto de conocimientos
destrezas y aptitudes que se necesitan al ejercer una profesión, resolver problemas de
la misma profesión autónoma y flexiblemente, así como, tener la capacidad de asistir en
el contexto profesional y en la organización del trabajo. Además, considera una
tipología de las competencias profesionales entre ellas; competencia técnica,
metodológica, social y competitiva en donde cada una tiene una especificación las
cuales están descritas en el cuadro 2.
Por lo anterior, cabe resaltar que las competencias profesionales son factores que
intervienen en el proceso de inserción de un profesionista, pero como se aseveró al
principio del documento, el tener una formación superior ya no es garantía de inserción
al mercado laboral. Romero (2004), lo determina en su propuesta de factores de
inserción anexando más elementos que van a determinar que se lleve a cabo una
inserción.
-29-
Cuadro 2. Contenidos de las competencias profesionales
-30-
IV.
Empleabilidad, su significado
1. ¿Qué entender lpor Empleabilidad y qué define a la
persona empleable?
“No podemos ofrecer una carrera profesional a largo plazo, porque nos de -
bemos a nuestros clientes y no sabemos lo que éstos demandarán en el futu -
ro. Tan sólo podemos ofrecer un entorno desafiante que permita a las perso -
nas que reclutemos desarrollarse profesionalmente”
(Mensaje corporativo a las personas que solicitan empleo de una famosa compañía informática).
“En la empresa siempre nos decimos: cuando termine este cambio, tendremos
tiempo para hacer esto o aquello. Pero el cambio no acaba nunca; los pro -
yectos se entrelazan y, hasta se sobreponen, cuando no se contradicen. El
cambio se ha convertido en evolución. No es cambio, sino un movimiento con -
tinuo de adaptacion.”
Cuando se habla del cambio como fenómeno actual, es conveniente puntualizar que
el cambio ha existido siempre, aunque sin duda, la característica que actualmente lo
El cambio ha
hace trascendente, es la velocidad vertiginosa con que se produce. existido
Todo proceso de cambio genera, casi inevitablemente, una resistencia interna, cuya siempre
ruptura es condición necesaria para introducir las nuevas orientaciones. Si se pro-
fundiza algo más, se descubre que la resistencia al cambio está constituida por mul-
titud de aspectos que van desde valores personales hasta desconocimiento del alcan-
ce de la nueva estrategia que se quiere implantar, pasando por aspectos de actitudes
de diversa naturaleza o el rechazo a un esfuerzo para el que no se está preparado.
Aún a riesgo de ser simplistas, se podría caracterizar la resistencia al cambio en tres
grupos, de acuerdo con su origen: derivadas de las actitudes, de los conocimientos y
capacidades y, derivadas de las expectativas e intereses.
La resistencia al cambio, que es básicamente un fenómeno psicológico, tiene sus ra- Es necesario
ices en la incertidumbre sobre el futuro.
Los procesos de cambio cultural han supuesto a su vez grandes cambios en
reducir las
la organización y en la naturaleza del trabajo. Ciertas formas de trabajo deriva- resistencias
das de modos nuevos de gestión han aumentado su importancia: el uso de nuevas
tecnologías, el trabajo en equipos multifuncionales, los procesos de comunicación in-
terna, el seguimiento y evaluación del desempeño, la autonomía de gestión, la flexi-
bilidad de trabajo o el contacto con el cliente. Por el contrario, otras como la clasifi-
cación rígida de puestos de trabajo o las cadenas de mando han perdido presencia.
Las estructuras piramidales han sido sustituidas por organizaciones más planas, más
flexibles y adaptables a mercados y consumidores volátiles. Los procesos se han he-
cho más horizontales y se ha dotado al individuo y al equipo de mayor autonomía
para responder con rapidez a los cambios del entorno. En definitiva, las empresas se
ven empujadas a construir fortalezas y capacidades internas para sobrevivir, debido
a los cambios de su contexto externo.
[a | Lacuestión es si los directivos y jefes viven los valores de la empresa, los com-
. .. parten y usan los sistemas disponibles para permitir a que su personal se integre en
COH}UI’IIC&CIOP‘ Y la empresa como algo propio. Esto implica responder a tres temas que afectan
la información | ala motivación individual. Temas sobre los que la empresa debe hacer un cons-
son : tante y continuo esfuerzo en informar con detalle a sus empleados. Tales como:
indispensables ! M Hacia dónde va la organización. Con esta información el empleado asumirá los
cambios en el trabajo; la confianza en la dirección de la organización y la credibili-
dad de su liderazgo. Se pone norte a los comportamientos organizativos y permite
que el empleado valore el futuro.
E Hacia dónde va la persona. Trata de la alineación de los objetivos personales
con los objetivos de negocio y de la capacidad de ver cómo los intereses profesiona-
les del individuo en concreto pueden verse satisfechos en su posición actual. Clarifi-
ca al empleado si su esfuerzo y desempeño son los esperados, y bien usado refuerza
la autoestima, algo esencial en la empleabilidad.
E Qué recompensas se obtienen. Los incentivos se ven de modo amplio; y entre
los más importantes están los que permiten un equilibrio entre vida personal y pro-
fesional. Además, la predicción de recompensa incrementa y orienta el esfuerzo, no
solo la cantidad de esfuerzo.
Si bien las comunicaciones internas, o la ‘Intranet’ de muchas empresas, son una ex-
celente herramienta para fomentar esta información; poco podrá alcanzarse en co-
municación si no va acompañada de un continuo diálogo.
Gracias al diálogo, las organizaciones deben reconocer y apoyar sus esfuerzos
en tres aspectos:
E Gestión de personas. Comprender las expectativas y valores que mueven al in-
dividuo en su vida personal y profesional. Para muchos implica tener un trabajo
interesante, oportunidades de carrera (no necesariamente entendidas como promo-
ciones verticales), equilibrio entre vida personal-vida privada y seguridad financie-
ra. Significa también comprender las relaciones clave que importan y afectan al in-
dividuo. Esto incluye la familia, la comunidad y desde luego un buen jefe de línea
que fomente la confianza y la autoestima.
E Gestión de los resultados. Comprender los requisitos para un desempeño eficaz,
así como gestionar los procesos y los medios para obtenerlos. Implica también reco-
í nocer el trabajo bien hecho. En este sentido el papel del jefe inmediato se está con-
virtiendo en el valor más critico: el jefe es el responsable de propiciar oportunidades,
de facilitar información y de facilitar recursos para obtener los resultados apetecidos.
E Gestión de las consecuencias. Trata de los mecanismos de feed-back (retro-ali-
mentación o información) que permiten a que el individuo pueda decidir sobre el ni-
vel de compromiso, de desarrollo y de equilibrio con la vida personal que está dis-
puesto a asumir. El feed-back que se recibe, a través de las consecuencias que se
experimentan personalmente, determina hasta que punto el individuo está dispuesto
a ese esfuerzo extra que permite resultados excelentes.
En mayor o menor grado la relación empresa-empleado ha tenido un carácter pa- Nuevas lealtades
ternalista. La lealtad era “comprada” por una cierta seguridad laboral, progresión
profesional y subidas salariales automáticas. La Empleabilidad apunta, en cam-
bio, a un modelo de relación “entre adultos”; en la que la empresa reconoce la
necesidad de motivar y retener al empleado con talento y el trabajador asume su par-
te de responsabilidad respecto a la competitividad y al nivel de desempeño que se es-
pera de él. En este sentido -y exagerando- el trabajador deja de ser un “servidor
leal” para convertirse en un “profesional comprometido”.
De alguna forma, la temática relativa a la empleabilidad es una alternativa a la se- El individuo
guridad en el empleo que se ofrecía en el pasado. La empresa está desvinculándose
de los compromisos que supone una dependencia de lealtad a cambio de que el in- asume más
dividuo asuma más responsabilidad sobre sí mismo, lo que no significa desatender responsabilidad
la responsabilidad social de la empresa en el desarrollo y promoción de los indivi- sobre si mismo
duos, como parte de su proyecto de empresa. Sociológicamente hablando: hay quien
puede interpretar que la empresa se está comportando de forma muy egoísta, pero a
nadie se le escapa, ni a ella misma, que sin la aportación del personal poco puede
hacer para garantizar su futuro.
“Tenemos la sensación de que muchos universitarios desconfían de la em -
presa, como la determinante de su futuro profesional. Muchos prefieren
dedicarse a la enseñanza o a una oposición como funcionario del Estado,
antes de dedicarse a la empresa. En otros casos enfocan su incorporación
a la empresa como una oportunidad para adquirir la experiencia mínima
que se pide en los ‘curriculums’ para saltar a otro empleo ‘cuando se le
ofrezca la oportunidad para poder trabajar en lo que realmente le intere -
sa
“En la empresa facilitamos formación para el personal, pero son más los ca -
sos en los que nosotros tomamos la iniciativa en ofrecerla que los empleados
en pedirla.
Desde otro ángulo, también tenemos a los ‘profesionales’de la formación: que
quieren apuntarse a todos los programas, hasta quizás sin tener la convic -
ción de que le será útil para su trabajo (un ejemplo de empleabilidad bien o
mal entendida)”.
Si el empleado debe considerar la empresa como un cliente que demanda sus Un nuevo
servicios, otro tanto debe hacer la empresa con respecto a sus empleados. Es-
ta reciprocidad es precisamente la base del nuevo “contrato social” básico que sub- contrato social
yace al concepto de Empleabilidad. El hecho de que la empresa considere a sus em-
pleados como proveedores y/o clientes requiere que se haga un esfuerzo de
marketing y comunicación internos para atraer y retener a los mejores.
Cuando las iniciativas han consistido en asociar Empleabilidad con alta motivación,
se han generado beneficios para la empresa y para el empleado. Los beneficios pa-
ra la empresa han consistido en líneas generales en un mejor enfoque del aprendi-
zaje, una mejor actitud del empleado hacia la gestión del cambio, una mayor moti-
vación de los empleados y por último una mejora en sus resultados..
Según nos describen, los principales beneficios derivados de las acciones para
fomentar la empleabilidad, por orden de importancia:
E Mayor orientación a resultados, a la polivalencia y al trabajo en equipo.
E Mayor capacitación de los empleados.
E Mejoras de productividad.
E Mejoras de la calidad de los procesos, que repercuten positivamente en la satis-
facción del cliente.
E Mejor utilización de la promoción interna, lo que supone maximizar los recursos
de capital humano de que dispone la empresa y contar con planes de sucesión y con-
tingencias más efectivos.
E Mayor integración y mejora del clima laboral.
E Mayor predisposicion y preparación al cambio.
E Mayor y mejor actitud por parte del empleado para ejercer de “embajador de la marca”