Tulipomanía
Tulipomanía
Tulipomanía
DEFINICION TECNICA
La crisis de los tulipanes fue la primera gran burbuja económica de la historia moderna.
Ocurrió en los años 30 del siglo XVII en un periodo de gran prosperidad en los Países Bajos. El
objeto de la burbuja fueron los bulbos de tulipán, que multiplicaron su valor por 100 en tan
solo cuatro años, para después caer estrepitosamente creando una grave crisis económica.
A principios del siglo XVII las flores se convirtieron en símbolo de ostentación de riqueza en el
centro de Europa. Y entre estas flores, el tulipán era el mayor exponente de riqueza, gracias a
las variaciones inexplicables que surgían en algunos de sus bulbos, resultando bulbos
multicolores e irrepetibles.
Este exotismo desembocó en una locura compradora de tulipanes que duró varios años,
llegando a provocar la primera gran crisis financiera de la historia reciente.
En 1623 un solo bulbo de tulipán se podía vender fácilmente por 1000 florines, mientras que el
sueldo medio anual de un holandés era de 150 florines. Es decir, un holandés medio debía
trabajar durante casi 10 años para adquirir un bulbo de tulipán exótico. Una tonelada de
mantequilla valía 100 florines.
Un caso anecdótico fue el elevado y estrambótico precio pagado en 1635 por un bulbo de
tulipán Semper Augustus (en la foto de abajo). En ese año ese sólo bulbo se llegó a
intercambiar por una lujosa mansión en el centro de Amsterdam. Otro de los bulbos Semper
Augustus se vendió por 6000 florines.
En aquella época se publicaron cientos de catálogos de tulipanes. Tal era la euforia, que se
dejaron de cultivar muchos otros productos para sembrar tulipanes. Todo el mundo quería
participar en este lucrativo negocio. Todas las clases sociales querían invertir en el negocio de
los tulipanes, desde mercaderes, hasta artesanos y albañiles. La locura se había desatado.
Entonces el mercado de los tulipanes entró en la bolsa de valores. Todavía nadie se percataba
que los desorbitados precios no tenían sentido y que podía producirse una crisis de los
tulipanes.
Cuenta Charles Mackay en su libro, que un marinero confundió un bulbo de Semper Augustus
que había encontrado en su barco con una cebolla y lo cocinó junto a un pescado que le había
regalado su mercader por traer la mercancía sana y salva. Este mercader había comprado el
bulbo por 3000 florines. Al marinero le salió cara la «cebolla». A causa de ello sufrió una
condena en prisión de 6 meses.
Pronto, el negocio de los tulipanes dejó de ser un producto de temporada como el resto de los
cultivos y pasó a negociarse durante todo el año. La floración de un tulipán desde su cultivo
dura 7 años, lo que conllevaba muchos riesgos y no cuadraba con la euforia compradora de
tulipanes que había en Holanda. ¿Cómo se podía negociar un producto de temporada durante
todo el año?
La solución fue comenzar a vender los bulbos de tulipán antes de que se hubieran recolectado.
Negociándose el precio y la cantidad de compra antes de que los bulbos florecieran. Aunque
suene muy descabellado, aquello fue uno de los primeros pasos para la aparición de uno de los
mercados más importantes en la actualidad, el mercado de los futuros financieros.