Medina Jara, Rodrigo. Manual de Derecho Penal Subra 2
Medina Jara, Rodrigo. Manual de Derecho Penal Subra 2
Medina Jara, Rodrigo. Manual de Derecho Penal Subra 2
MANUAL DE
DERECHO PENAL
CORTE
SUPREMA
BIBLIOTECA
CHILE
CORTE SUPREMA
18191 CL
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MANUAL DE DERECHO PENAL
O RODRIGO MEDINA JARA
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Registro de P r o p i e d a d Intelectual N° 138.163 - I S B N 9 5 6 - 2 3 8 - 452 - 7
1 a edición m a r z o 2 0 0 4
2 a edición abril 2 0 0 5
3* edición m a r z o 2 0 0 6
4 a edición julio 2 0 1 0
Tiraje: 3 0 0 ejemplares
Impresores: C y C I m p r e s o r e s - San F r a n c i s c o 1434, Santiago
I M P R E S O EN CHILE i P R I N T E D IN CHILE
ADVERTENCIA
Debo agradecer a mis padres, don Juan Medina y doña María Angélica Jara, por quienes soy
lo que soy.
A mis amigos y co/egas, Lexy Orozco Salas, Rubén Burgos Acuña, Héctor Massardo Castillo,
Francisco Cruz, Patricio Zapata, Car/os Dom, Nadia Tobar, Álex Carocca y tantos a quienes he
conocido y de quienes he aprendido el arte de vivir y ejercer la profesión.
A mi querido amigo, el señor Ministro de Justicia, don Luis Bates Hidalgo, y su señora, doña
Odette Boys, de quienes he recibido el apoyo profesional y de vida necesarios para ser mejor.
A mis colegas e inspiradores en el Derecho Penal, don Juan Bustos Ramírez, Miguel Soto
Piñeiro, Antonio Bascuñán Rodríguez, Héctor Hernández Basualdo, Hernán Hormazábal
Malarée, Femando García Díaz y Luis Ortiz Quiroga, de quienes he aprendido to que sus
sabidurías me han entregado.
A mis queridos alumnos y alumnas de las Universidades Andrés Bello, Del Desarrollo, Gabriela
Mistral, La República, Católica y, muy especialmente, de Talca, señoritas Astudillo,
Larroucau, Narváez, Chacón, Escudero, Alvial y Santibáñez, cuyos apuntes han servido
para la redacción de este libro.
ÍNDICE
Página
UNIDAD I
Cuestionario de aprendizaje
UNIDAD II
Página
c.lKarlBinding 37
c.2. Franz v. Liszt 40
c.3. Hans Welzel y sus precedentes 43
1) Concepción instrumental del bien jurídico de Richard Hónig 44
Características del bien jurídico 44
2) La reacción del neokantismo. El bien jurídico como un bien
de la cultura en Eric Wolf 44
¿Cómo se realiza la selección y jerarquización de los bie-
nes jurídicos? 45
3) Reacción de la escuela finalista (Hellmuth MAYER y Hans
WELZEL) 45
a) La explicación de MAYER 45
b) El aporte de Hans Welzel 48
b.1. Teoría de la acción 48
b.2. Acción en la Escuela Final. El pensamiento de
Welzel 53
b.3. Noción de bien jurídico para Welzel 53
Página
UNIDAD III
1. Formal
2. Material 75
Cuestionario de aprendizaje 90
UNIDAD IV
Página
UNIDAD V
Página
UNIDAD VI
TEORÍA DE LA LEY
UNIDAD VII
Página
Página
166
C. Leyes intermedias y leyes temporales
i Leyes intermedias
ii. Leyes temporales ^
Cuestionario de aprendizaje
UNIDAD VIII
Página
LA ACCIÓN 194
1) Concepto de acción 194
2) Funciones del concepto de acción 195
3) La evolución de la teoría de la acción 196
4) Hipótesis de falta de acción 198
Página
LAANTIJURIDICIDAD 233
1) Generalidades 233
2) Concepto de la Antijuridicidad 233
3) Evolución de la Antijuridicidad 234
4) Las causales de justificación 234
i. Concepto de causales de justificación 235
ii. Fuentes de de las causales de justificación 235
iii. Fundamentos de las causales de justificación 235
- La ausencia de interés o consentimiento de ofendido 235
¿Cuáles son los bienes jurídicos disponibles? 236
Requisitos del consentimiento para que sea eficaz 237
1) Tiene que ser anterior o coetáneo a la realización
de la conducta típica 237
2) Debe ser libre y espontáneo 238
ÍNDICE Y||
Página
Página
LA CULPABILIDAD 282
1) Concepto y generalidades 282
2) ¿Cuándo se actúa culpablemente? 283
3) Requisitos de la culpabilidad 283
4) Evolución histórica det concepto de culpabilidad (dog-
mático-histórico) 284
INDICE XIII
Página
Página
La segunda particularidad es que se han suprimido las notas a pie de página y las
citas, renuncia dolorosa, pero necesaria ya que su objeto es no distraer a los alumnos
de las referencias que, aunque pertinentes, podrían llevarlos a cuestiones que no
dicen relación con una exposición lineal de las materias. Además, como dice Pacho
O1 Donnell, historiador argentino, mucha de la juventud de este país se considera
poco proclive a aceptar "certezas ajenas", sin crear las propias.
En tercer lugar, las referencias que se hace a los principales autores se hallan
vinculadas a las obras generales de éstos. Nos imaginamos el presente como un libro
de "estudio", empleado por ese auditorio preferente al que hemos hecho alusión.
Por otra parte, si el lector advierte en esta recopilación y ordenación algún tema
familiar, nos asilamos en el proverbio "si copias a uno, eso es plagio; si lo haces a
muchos, es investigación".
Todo lo dicho anteriormente no excluye, por cierto» que los alumnos o lectores que
no lo sean no encuentren referencias filosóficas, económicas o sociológicas, pero
éstas, junto con tratarse en el mismo formato que la materia general (a diferencia de
los manuales o tratados de Cury, Jescheck, Cousiño, Mir u otros), nos ha parecido el
mínimo indispensable para ubicar correctamente al Derecho Penal en el mundo del
saber
CONCEPTOS FUNDAMENTALES
DE DERECHO PENAL
Teniendo en cuenta esto podemos decir que para cumplir esta función el dere-
cho penal tiene dos instrumentos:
• La pena.
• La medida de seguridad y corrección.
La privación de la libertad que hoy en día es una pena en si misma, antes era la
forma de asegurar que el sujeto estuviera presente a un juicio y no se escapara.
No es una evolución constante, ya que hasta el siglo XVI las penas físicas eran
las medidas generales, al revés, ha sido un avance accidentado. En el mismo
siglo, el sistema hace crisis.
La privación de libertad como pena se impone a fines del siglo XVII y principios
del siglo XVIII, siendo los individuos importantes y no los grupos, tribus o los
grupos sociales. Al mismo tiempo, van desapareciendo los tormentos, casti-
gos físicos t etc.
Hoy en día, aun cuando criticadas, tenemos vigentes las penas privativas de
libertad y penas pecuniarias.
• Artículo 1o del Código Penal: "Es delito toda acción u omisión voluntaria
penada por la ley\
La pena debe guardar relación con el delito que se ha cometido; la sanción debe
ir en directa relación con el injusto que se ha cometido.
Nuestro Código, que data de 1874, contempla muchas sanciones. Tiene un sis-
tema rígido, debido a que se pretendió por la doctrina rigidizar al máximo la
aplicación de sanciones.
Clasificación:
Tipos:
Ejemplos:
* Juan Bustos: "Aquella parte del ordenamiento jurídico que determina tas
características del hecho delictivo e individualiza al sujeto que lo realiza, al
que se le impone por ese hecho una pena o una medida de seguridad".
* Diego Manuel Luzón Peña: "La rama o parcela o sector del derecho o del
ordenamiento jurídico en general, que contiene aquel conjunto de normas
RODRIGO MEDINA JARA
8
* Reinhart Maurach; "El conjunto de normas jurídicas que une a una con-
ducta humana determinada, una consecuencia jurídica".
gart no siempre los comportamientos de los seres humanos han sido san-
cionados, sino que la sanción se ha referido a las intenciones o las volunta-
des contrarias a lo lícito, aunque no manifestadas, Finalmente, han existido
derechos penales que se denominan "de autor", debido a que prefieren de-
dicarse a la sanción de las formas de ser o los caracteres que se juzgan
desviados, y no a las conductas,
Así, el Derecho Penal es: "Aquel conjunto de normas que vincula un hecho
o un delito con una consecuencia jurídica1'.
Hay quienes señalan que el Derecho Penal no debería llamarse así. Esta deno-
minación se populariza con la dictación del Código Penal francés de 1810. En
otros países tiene denominaciones distintas como "derecho criminal". "Derecho
Penal11, como nomenclatura, es un concepto relativamente nuevo.
Ahora bien, la interrogante surge: ¿Quién y en virtud de qué realiza esta vincula-
ción entre delito pena? La respuesta moderna es el Estado a través del "ius
puniendi" (derecho penal subjetivo).
Al igual que de los conceptos anteriores, del "Derecho Penal subjetivo" pueden
desprenderse también elementos:
4 En cuarto lugar, no establece una pena de manera automática, sino una "ame-
naza" de pena. Vale decir, en el evento y sólo en el evento de que la conducta
realizada se adecúe a la señalada por la ley, puede aplicársele una pena.
quien se refiere al "Derecho Penal" como "El conjunto de normas que regulan la
potestad punitiva del Estado, asociado a ciertos hechos, legalmente determina-
dos, una pena o una medida de seguridad o corrección, con el objeto de asegu-
rar el respeto por los valores fundamentales en que descansa la convivencia
humana" {derecho penal objetivo).
1. La potestad punitiva.
2. Objeto del derecho penal (el aseguramiento por el respeto a ciertos valores).
Sergio Politoff critica esta definición de Cury, porque dice que ella está destinada
a asegurar el respeto de los ciudadanos por un cúmulo de valores que el Estado
impone en un determinado momento. Entonces, es más bien una definición inte-
resada y poco objetiva. Él dice que el derecho penal no es eso y prefiere una
definición neutra. En las definiciones neutras det derecho penal hay un elemento
común; la potestad punitiva del Estado.
Es nocivo que el Derecho Penal ingrese en la esfera de los valores ya que los
valores son históricamente cambiantes. Puede el Estado por ejemplo dictar nor-
mas jurídicas que consagran segregación racial en virtud de proteger los valores
fundamentales en que descansa la convivencia humana.
Resulta indispensable, ya que hemos señalado que el "ius puniendi" nace junto
con la legitimación del Estado moderno, que entreguemos una contextualizacíón
de esta herramienta estatal.
A. Estado absoluto
Se trata de una época de cambios profundos en toda esfera del desarrollo hu-
mano.
Eri tercer lugar, existen cambios del orden social y filosófico, dado por la
revitalización de las ciudades y el consiguiente nacimiento de una nueva cla-
se social dominante; la burguesía. Filosóficamente, las nuevas universidades
la visión del mundo, esencialmente religiosa y afincada en la vida monástica
se traslada a las ciudades, produciéndose el cambio de una postura religiosa
a una más secular. El hito más importante en la evolución de este aspecto es
la Reforma, que produce el cambio de una visión por otra más mundana y
humana.
Este tipo de Estado necesita, como es obvio, una fuente legitimadora y, como se
ha afirmado, ella estará dada por el origen divino de los monarcas. De acuerdo
a esta explicación, tanto el status del monarca como el orden social existente se
halla estructurado verticalmente, emanando de Dios. El poder se halla centrali-
zado en un monarca absoluto y existe un orden social rígido estructurado en
relaciones de dependencia personal.
Surge porque el modelo del Estado absoluto se topó con el ejercicio de la razón,
que dio origen a libertades que nacen de las corrientes humanistas surgidas del
pensamiento cartesiano, con las cuales el Estado absoluto chocó o se enfrentó
ideológicamente. El ejercicio de la razón, absolutamente democrático, impidió la
mantención de un esquema desigual y vertical como era el Estado absoluto. Asi,
el ius puniendi choca con el ejercicio de estas libertades.
Por otra parte, el sistema social rígido y vertical va a ser cuestionado en la medi-
da que la burguesía, la clase emergente, lo consideraba poco apto para sus
necesidades de acumulación de capital. Por ello, el Estado necesita un nuevo
fundamento de legitimación a través de otro origen: "El Contrato" (siglo XVI a
XVIII. ejs: Hobbes y Locke). El Contrato es una explicación racional y valedera
del nacimiento del Estado y. a la vez, el Estado se convierte en un elemento al
servicio de la prolongación y vigencia del contrato social.
En Francia, por su parte, se dicta el 4 de julio de 1793 la Ley Chapellier que prohi-
bía las asociaciones y agremiaciones. Durante el siglo XIX tales muestras de san-
ciones prosiguieron en el Código Penal francés de 1810, en el Código Penal portu-
gués de 1852 y en el español de 1848 y luego en el de 1870, todas las cuales se
extendieron a Iberoamérica (ley argentina de 1910 sancionando las huelgas, ley
similar del Perú, de 1913 y sanciones a las huelgas, introducidas en el Código
Penal mexicano, en 1929). A la vez, como una forma de preservar el Estado con-
MANUAL DE DERECHO PENAL 15
En este período (segunda parte siglo XVIII) se produce un cambio en los tipos de
sanción; ya no se intenta atacar el cuerpo de los individuos (espectáculos públi-
cos de sanción del cuerpo), ahora se intenta actuar sobre el alma, la psique o
conciencia del individuo; van apareciendo las penas privativas de libertad, no
porque sea más humanitario, sino porque era más útil (se le puede materializar
en el trabajo intrapenitenciarío, se le puede medir, etc.), la hacen acorde al mo*
délo político-social utilitario.
Como resumen, podemos señalar que los rasgos fundamentales de este tipo de
Estado son los siguientes:
ii. En este contexto, la rama del Derecho que se desarrollará con mayor pro-
fundidad y dinamismo será el Derecho Civil y específicamente, el Derecho
contractual. Tanto es asi, que las relaciones jurídicas más fundamentales
comenzarán a ser visualizadas como relaciones contractuales (v.gr. como
las relaciones entre empleadores y trabajadores).
iii. Sin perjuicio de lo anterior, el Derecho Penal va a ser utilizado como meca-
nismo de sanción de los atentados a la libertad de comercio e industria y al
Estado que sustenta estas relaciones económicas.
Es científica porque los métodos de las ciencias naturales son aplicados para
explicar los fenómenos sociales, entre ellos, el delito. De ahí que el método
deductivo de interpretación de la realidad fuera reemplazado por el método
inductivo que parte desde las hipótesis concretas hasta inducirlo a la realidad.
Este método tiene un importante impacto en la filosofía y especialmente en la
fenomenología que va a ser el enlace directo con el existencialismo del siglo XX
MANUAL DE DERECHO PENAL 17
4. El Derecho Penal como disciplina cede su puesto a otra ciencia influida por
ia sociología que puede explicar mejor el delito como fenómeno científico.
Esta ciencia es la criminología que nace unida y vinculada al positivismo y a
la defensa social.
5, Los extremos más aberrantes del estado intervencionista son los estados
fascistas en el siglo XX donde la segregación y separación de las personas
es un fin. Con el estado fascista se pone término a este tipo de estado,
según Bustos.
El consenso permite superar las deficiencias del contrato social e implica la co-
rrección de las conductas denominadas "desviadas". La teoría del contrato so-
cial no prevé la corrección. El consenso realiza una función desnaturalizadora
de la autonomía de la voluntad. El consenso permite distinguir entre los que
entran al sistema y los que no, es decir, los disidentes. Sobre los disidentes se
ejerce el control social para disciplinarlos en el consenso y, por ello, la teoría del
consenso deriva entonces en la de la conducta desviada.
A finales del siglo XX, el Estado de Bienestar entra en crisis. Esta crisis es provo-
cada por dos factores:
i. Podríamos decir que una primera forma de crisis está dada por la desnatu-
ralización del control Esta materia puede apreciarse palpablemente de la
lectura del filósofo francés Gilíes Deleuze. El Estado del siglo XIX es defini-
do por Deleuze como un estado "disciplinario". Los estados del siglo XX son
estados de "control". Ambos órdenes son radicalmente diferentes: La disci-
plina se ve, se siente y se advierte, el control no se ve ni se advierte, pero se
siente y se sufre En las sociedades de disciplina el paradigma está dado
por la fabnca o la cárcel, mientras que en las sociedades de control el para-
digma es la empresa. El control se ha extendido y rígidizado mucho más
que la disciplina del siglo XIX, ya que ha entrado en espacios en que antes
la disciplina no entraba. Hoy en dia hay eficaces mecanismos de control
como ios medios de comunicación de masas que hacen perder la intimidad
del trabajador. Además, la tensión del siglo XIX entre lo formal y lo material
sigue intacta ya que no disminuyen las desigualdades y los Derechos de
tercera generación no son atribuibtes tácticamente a todos. El control es
solapado y encubierto, aun en las manifestaciones más crueles y duras de
reacción como en la aplicación de la pena penal.
ii. El segundo factor de crisis está dado por la crisis del Estado prestacional:
el Estado de bienestar ya no posee recursos para cumplir con su labor
benefactora; por otro lado el aumento del gasto social y el crecimiento del
sector estatal provocan nuevas crisis. Se plantea una solución que es
volver al primitivo estado liberal que es lo que denominamos "Estado Neo-
liberal".
MANUAL DE D E R E C H O PENAL 21
E. Estado postmoderno
Tal como afirma Lyotard, en estas sociedades la idea del Estado detentador del
saber y su papel en la difusión de conocimientos se pondrá en entredicho. Su
papel en las regulaciones sobre el "mercado del saber" ciertamente será menor
y también lo será su influencia en las decisiones sobre su transmisión y consu-
mo. Serán las grandes empresas multinacionales las que, finalmente, escapa-
rán a las decisiones de los Estados Naciones.
Cohén define control social como "las formas organizadas en que la sociedad
responde a comportamientos de personas que contempla como desviados, pro-
blemáticos, preocupantes, amenazadores, molestos o indeseables de una u otra
forma". Antonio García Pablos, por su parte, lo define como "el conjunto de ins-
tituciones, estrategias y sanciones sociales que pretenden promover y garanti-
zar el sometimiento del individuo a los modelos y normas comunitarias".
Según Winfned Hassemer, en toda forma de control social (desde las más primi-
tivas a las más formalizadas), podemos encontrar básicamente tres elementos:
ii. Proceso: Son los mecanismos a través de los cuales la sociedad reacciona
frente a la conducta desviada que pueden ser más o menos formalizados.
Bustos agrega como elementos constitutivos del control social a las iniciativas
de prevención de la desviación, que son mecanismos no poco importantes.
García Pablos expresa que toda sociedad necesita un sistema de control para
asegurar su estabilidad y supervivencia. La finalidad última es lograr una disci-
plina social, es decir, la conformidad del individuo frente a las normas de convi-
vencia. El control social es propio de todo grupo social.
i. El primer conjunto de criticas tienen que ver con la amplitud del concepto. El
concepto es confuso porque supone una multiplicidad de formas de reacción.
MANUAL DE DERECHO PENAL 23
iii. El tercer conjunto de críticas tiene que ver con un fenómeno necesario tra-
tándose de conductas desviadas y este fenómeno es la revisión de concep-
tos, ya que la conducta desviada es variable y no puede ser apreciada en
abstracto.
Por otro lado, en todos los procesos de control social se da la siguiente ecua-
ción:
'Cuanto més alto se valora la pertenencia al gmpo mayor será la predisposición a cumplir
con las expecfaf/vas que los otros miembros del grupo tienen depositadas en una perso-
na para conservar la responsabilidad y la estimación',
Debemos señalar, antes de todo, que la formalización está presente en todos los
tipos de control social de reacción, incluso los llamados informales. La formali-
zación es un conjunto de dos elementos:
R O D R I G O M E D I N A JARA
26
i. Institucionalización.
ii. Permanencia.
i. Controles sociales informales: son todas las formas más variadas de re-
acciones cotidianas que adoptan los miembros de un grupo social frente a
las conductas desviadas, y se radica en instituciones como la familia, el
vecindario, la escuela, la costumbre, la religión, el trabajo, etc. Estas institu-
ciones representan sistemas normativos informales, sancionatorios, primiti-
vos y extrajurídicos. Su aspecto distintivo es que la finalidad principal no es
el ejercicio del control social.
ii. Controles sociales formales: son ejercidos por instancias específicas en-
cargadas de ejercer ese control social y regulados por el derecho escrito. La
violencia de este control está regulada por el derecho escrito, más propia-
mente por el Derecho Penal y procesal Lo ejercen instituciones como los
tribunales, los establecimientos penitenciarios, la policía, etc. El modo ópti-
mo de control social formal es el Derecho Penal.
4.1. La criminología
El término criminología fue utilizado por primera vez en Italia por el criminólogo
Rafaele Garófalo, en 1885 y en Francia por el criminólogo Paul Topinard, en
1887.
28 R O D R I G O M E D I N A JARA
La criminología tiene relación con otras ciencias del derecho penal sustantivo
porque permite tener una consideración más profunda sobre el sujeto responsa-
ble y sobre el delito como una realidad no exclusivamente normativa; permite
salirse del esquema rígido de la normativa.
Tampoco hay que confundirla con la técnica criminal, que es el conjunto de mé-
todos científicos destinados a la investigación de los hechos (ej.: exámenes
forenses).
Vale decir, son las herramientas con que cuenta el Estado para atacar el delito,
crear normas, elaborar estrategias en orden a prevenir y sancionar los delitos.
Un medio del que se sirve la política criminal del Estado para dirigir el poder
punitivo es la dogmática juridico-penal.
Se origina en el siglo XIX por los aportes efectuados por v. Savigny y v. Ihering.
Una definición de ella podría ser la siguiente: "Es la ciencia que mediante un
trabajo conceptual elabora, unifica y articula las normas del ordenamiento jurídi-
co penal".
Su fin es lograr que las soluciones penales sean las más acordes al objetivo que
el Estado se planteó político-criminalmente, o sea, a través de la dogmática se
dan soluciones más uniformes, racionales y menos arbitrarías.
CUESTIONARIO DE APRENDIZAJE
Desde algún tiempo reina en la ciencia del Derecho Penal un acuerdo relativo
acerca de que éste debe limitarse a la protección de bienes jurídicos. El acuerdo se
rompe cuando llega el momento de calificar lo que se entiende por bien jurídico. Al
parecer cada día se impone más la visión de que el bien jurídico es una creación
normativa producto de un acuerdo.
Los hay que tienen una referencia específicamente individual, como la vida, la
integridad física o la libertad, pero v.gr. en los delitos económicos, políticos o los
relativos a la salud "pública'1, los bienes jurídicos no son representativos de inte-
reses personales concretos. En ello radica la dificultad para circunscribir at bien
jurídico.
R O D R I G O M E D I N A JARA
32
El bien jurídico, dicho de otro modo, aquello que es protegido por el Derecho
Penal, ha sido entendido de manera diversa por las diferentes corrientes fitosó-
fico-políticas a partir del siglo XIX. Resulta ilustrativo apreciar cómo tales visio-
nes han influido en la determinación de aquello a lo que debe dedicarse priorita-
riamente el Derecho Penal. En este sentido, nos guiaremos por el análisis efec-
tuado por el profesor Hernán Hormazábal Malareé.
En primer lugar, conviene recordar ciertos rasgos esenciales del Derecho Penal
iluminista:
MANUAL DE DERECHO PENAL
33
Dados estos conceptos, debemos concluir que la razón justificante para la apli-
cación de una pena en este período es que ésta constituye una reacción ante
una conducta que es lesiva o que atenta contra los derechos de otro, sea una
persona natural o el Estado, o bien que pone en peligro al Estado como garante
de las condiciones de vida en común. El delito es considerado como una lesión
efectiva a un derecho subjetivo de una persona natural o el Estado, debido a que
se supone que el Estado también esta dotado de derechos subjetivos. Se en-
tiende "Derecho subjetivo" como una potestad o facultad de acción reconocida
por el ordenamiento jurídico. El bien jurídico serán los Derechos subjetivos con-
cebidos por la razón.
Asimismo, se origina la idea de que el delito debe referirse a los atentados refe-
ridos a Derechos subjetivos. Con Paul Anselm v. Feuerbach opera una nueva
restricción a lo punible reduciendo la potestad penal y la potestad policial del
Estado. Este autor incorpora el concepto de lesión, aludiendo a "aquello que
lesiona efectivamente un Derecho subjetivo atenta contra el fin del estado y
debe ser calificado como delito". Cuando nos encontremos frente a una acción
34 R O D R I G O M E D I N A JARA
Las criticas que pueden formularse a esta concepción se basan en que para
proteger la esfera de libertad, el Estado tiene que recurrir a una herramienta que
coarta la libertad, o sea, se produce un contrasentido.
Cierto es que Luis XVIII, Carlos X o Isabel I, de España, eran los mismos
Borbones pero empieza a ser una monarquía constitucional.
MANUAL DE DERECHO PENAL 35
El bien jurídico no era, en su concepto, los Derechos subjetivos sino que bienes
aprehensibles, valorables y sensibles. Él formula una nueva aproximación al
problema: "si quiero tratar al delito como lesión lo esencial es mirarlo con aneglo a
su naturaleza". Ver el delito con su naturaleza significa conectar el bien jurídico no
con un Derecho subjetivo, sino un bien de las características antes señaladas.
Como dice Bimbaum, supongamos que perdemos algo o que somos despoja-
dos de una cosa que para nosotros es un bien al cual tenemos jurídicamente
derecho. Este es el objeto de nuestro Derecho y si nos es sustraído o si se ve
disminuido nuestro Derecho no se veía disminuido ni sustraído.
R O D R I G O M E D I N A JARA
Es decir, como afirma Bimbaum, el derecho penal no existe para proteger dere-
chos subjetivos, lo que se protege son bienes: aquellas cosas que perdemos y
que son la materialización del derecho, y que eventualmente se encuentran ex-
puestos a que se nos quiten. De ahi que podamos definir delitos, partiendo de
esta concepción, como "toda lesión o puesta en peligro de bienes atribuibles al
querer humano".
i. Los bienes jurídicos dependen del creer humano. Está definido, por lo que
para cada sujeto es creíble.
ii. No es un concepto jurídico, sino que el bien se extrae de una esfera pre-
jurídica Aqui es donde están los valores morales o simplemente religiosos.
ni A través de esta teoría, Bimbaum consigue incorporar como delito los aten-
tados de la moral o religión que retoman a ser bienes apetecidos.
II Naturales: son aquellos que atentan contra los bienes jurídicos de la natura-
leza.
En ambos se analizará:
c . l K a r l Binding
una dualidad de las leyes y "normas". Es positivista y, por tanto las normas,
aunque dependen de la ley, son más importantes, porque el concepto de "nor-
mas" va a servir a Binding para estructurar su teoría del delito.
La esencia del Derecho Penal está conformada por "normas" y estas "normas"
son deducibles de la ley penal, aunque son conceptualmente anteriores a la ley
y consisten en un imperativo en orden a prohibir la realización de una conducta
o bien contienen la obligación de realizarlo en mandato.
Al decir de Binding, "la pena sólo puede ser declarada porque la acción descrita
en aquella disposición (la del hurto en el ejemplo) se cubre con la conducta.
Luego, está lejos aquello de que el delincuente infringe la ley penal según la cual
es enjuiciado, mucho más (al contrario) para que pueda ser castigado tiene, en
primer lugar, que haber actuado siempre conforme y en consonancia con ella".
tridamente jurídicas que no tienen relación alguna con el mundo natural, son,
simplemente, mandatos jurídicos.
Para Binding, el delito llega a ser entonces una contravención de la norma pero
también, subsecuentemente, el delito llega a ser una lesión de un Derecho sub-
jetivo.
En este punto se conecta con V. Feuerbach, aunque con una diferencia y ella es
que para Binding sólo existe un derecho subjetivo que cuenta, cual es el Dere-
cho subjetivo del Estado a mandar a exigir obediencia a lo mandado y a ejercer
su imperio.
El delito, por tanto, llega a ser una infracción al deber de obediencia de los
ciudadanos frente al poder de imperio del Estado materializado en la suma ra-
zón de la ley penal.
Binding formula una concepción de bien jurídico similar a la que Welzel haría
tiempo después.
Cuando define bien jurídico expresa que éste es todo lo que en si mismo no es
un Derecho, pero que a los ojos del legisladores de valor como condición de la
vida. No debe olvidarse que la "vida sana" de la comunidad jurídica tiene un
40 R O D R I G O M E D I N A JARA
Para Binding, los derechos no son los objetos de protección sino que aquellos
objetos del ilícito, de la ofensa.
La pnncipal crítica que se le puede hacer a la teoría de Binding tiene que ver con
su normativismo excesivo y la absoluta exclusión del individuo que conlleva. El
sistema de Binding lleva al total sometimiento del individuo frente al Estado, ya
que éste es quien define los bienes jurídicos a través de la normas y, por ende,
en el esquema de Binding, el bien jurídico no cumple con su principal función
que es limitar el ius puniendi sino que el bien jurídico no hace sino legitimarlo,
dándole una apanencia de legalidad a la arbitrariedad del Estado.
- Un injusto formal: que es aquella acción delictiva que transgrede una norma
estatal de mandato o de deber.
- Un injusto material: que es aquello que, finalmente, constituye una lesión o
amenaza a un bien jurídico que es un interés vital protegido por la norma.
42 R O O R I G O M E D Í N A JARA
El delito es una alteración del mundo exterior y no una lesión al Derecho subje-
tivo. Por ejemplo, en el delito de homicidio el objeto de protección es la vida y el
objeto de la acción es el muerto.
1) Está más allá del Derecho, ya que está ubicado en el punto de unión del
Derecho Penal con las otras ciencias auxiliares y en este eslabón está auxi-
liado por ia política criminal.
a) Contra el individuo;
b) Contra el Estado, y
c) Contra la sociedad como un todo.
Durante el siglo XX las visiones positivistas del bien jurídico van a ser objeto de
reacciones y críticas.
Estas reacciones son distintas, aunque exhiben pero con raíz común y es la
desconfianza que el siglo XX generó en el Estado y su capacidad de generar
normas y bienes jurídicos justificantes del ius puniendi. El positivismo termina
uniendo todas sus variantes o sea, V. Liszt y Binding terminan unidos porque
encomiendan al Estado la función de determinar los bienes jurídicos protegibles
por el Derecho, lo que se realiza a través de la norma.
Esta confianza ciega que se había generado en el Estado durante la última épo-
ca del siglo XX se resquebraja por:
La Ciencia Penal tiene por objeto proteger aquellos valores que mejor per-
mitan alcanzar los fines que se anteponen a una sociedad y es por ello que
define el bien jurídico en función de esos valores.
Sin perjuicio de las diferencias evidentes dadas por el trasfondo, existe una
relación entre la exposición de V. Liszt y la postura de Wolf. La relación entre
V. Liszt y Wolf es que el bien jurídico no es jurídico-normativo, pero a dife-
rencia de V. Liszt, para Wolf, los bienes jurídicos son una unión de la reali-
dad y de la ética, realidad y cultura.
a) La explicación de Mayer
del Estado y por eso los juristas de este Estado totalitario nazi lo des-
acreditaron.
b. 1 Teoría de la acción
1) En la filosofía aristotélica.
2) En la filosofía estoica.
MANUAL DE DERECHO PENAL
49
Todas las cosas pueden ser definidas por su finalidad. Las co-
sas no son definidas del objeto sino de la finalidad para la cual
se halla predispuesta. Por ejemplo; las llaves sirven para abrir
la puerta, el ojo sirve para ver
a) Duns Scott
4) Protestantismo luterano
Esquema N° 2
Adentro Afuera
Culpabilidad Antijuridicidad
- La 1a etapa:
- La 2a etapa:
1. Anticipación fin.
2. Selección medios -> movimientos hacia atrás.
3. Efectos concomitantes en que se aceptan o no mo-
vimientos hacia adelante.
4. Puesta en movimiento del plan = resultado fin posi-
tivo efectos concomitantes.
Para graficar esta distinción, Welzel pone el ejemplo del trabajo, ya que
el trabajo humano puede ser valorado de acuerdo al resultado o bien
de acuerdo al acto, con lo cual adquiere valor por el producto material
o tiene valor considerado independientemente de este producto, por-
que el trabajo es una parte significativa de la existencia humana.
Lo que le interesa son los valores del acto, reguardar los valores
del acto a través de la sanción de disvalor del acto y los valores al
acto se encuentran arraigados en la conciencia jurídica permanen-
te y constituyen el trasfondo ético-social positivo de las normas jurí-
dicas penales.
Tales tesis surgen como reacción al normativismo. Son teorías que recogen la
teoría positivista, debido a que pretenden explicar el derecho penal desde fuera,
acudiendo a las ciencias sociales.
Todas las sociedades tienen códigos morales, el consenso los lleva a ese códi-
go, a cumplir con ese sistema. Hay mecanismos de control para que estas acti-
vidades no sean disfuncionales: para el funcionalismo el derecho penal es ins-
trumental, pues es una forma de control y es, además, ideológico porque repre-
senta una buena, sistemática forma de transmitir y preservar una forma de com-
portamiento, un buen conjunto de ideas que superan los conflictos y alivian las
tensiones
Este código moral tiene la misión de cohesionar, como una especie de "Le-
viatán" intelectual, lo que hace que una sociedad se mantenga justa.
MANUAL DE D E R E C H O PENAL 63
¿Cuál es el objetivo último que postula esta teoría como misión del Dere-
cho Penal?
A. Knut Amelung
¿Qué papel tienen los individuos en este sistema social? ¿Qué papel tiene
el daño individual en la concepción del delito?
B. Günther Jakobs
La pena tiene un contenido: Ser una réplica que tiene lugar a costa del
infractor frente al cuestionamiento de la norma.
Los bienes jurídicos son, en este esquema, la vigencia de las normas como
modelo de orientación a través de las penas. Jakobs dice que con esto pone
acento no en lo que las cosas son, sino que en el significado de las cosas,
de la norma y de la acción punitiva.
Los bienes jurídicos son la vigencia de las normas que protegen la vida, la
propiedad, la honra, etc.
El aporte de Jakobs respecto del bien jurídico es que concibe a éste como el
acto de valoración y con esto pone el acento no en las cosas sino en su valo-
ración; no hace hincapié en las entidades sino en la significación de ellas.
C. Winfried Hassemer
Señala que los bienes jurídicos han sido explicados por teorías de dos tipos:
c.1 Teorías trascendentes, que son aquellas que explican el bien jurídico acu-
diendo a presupuestos que están fuera del Derecho Penal (Welzel, Amelung,
V. Liszt, Wolf y Bimbaum pertenecen a esta corriente).
c.2. Teorías inmanentes Son aquellas que buscan explicación del bien jurídico
en el Derecho Penal mismo (Jakobs, Binding y Feuerbach, pueden ser in-
corporados en este punto).
c.1. Las teorías inmanentes no logran explicar la realidad del bien jurídico. Es
decir, el solo recurso del Derecho Penal como explicación es insuficiente.
c.2. Las teorías trascendentes del bien jurídico han terminado siendo una mera
formalización, porque se han debido decantar todas en categorías jurídicas
normativas, es decir, por más trascendentes que sean las teorías siempre
es necesario que haya un sujeto valorante del bien jurídico, y esto lo hace el
estado en las normas penales.
No es posible proteger a los sistemas sin proteger a los individuos, porque los
bienes jurídicos son intereses humanos, no únicamente intereses sociales.
en Hassemer, por consiguiente, es sobre qué bases una sociedad valora aque-
llos objetos que va a proteger la norma penal. La respuesta que da es que son
tres los factores que intervienen en este proceso:
Esto porque el bien jurídico es una herramienta que sirve a la política criminal
para tomar decisiones apropiadas, para no conducir "a ciegas" se necesita sa-
ber qué son los bienes jurídicos; para aplicar las políticas criminales qué normas
van a existir y tienen importancia. En suma, lo que Hassemer pretende es que el
bien jurídico aparte sea un elemento significativo para una política criminal efec-
tiva. El bien jurídico es una realidad social histórica, cultural e instrumental.
Elementos:
CUESTIONARIO DE APRENDIZAJE
El Derecho penal es público, porque forma parte del derecho público que se
refiere a los actos extemos del hombre (/us publicum). La dicotomía entre Dere-
cho público y privado se produce en el iluminismo cuando se separa la moral
(ámbito interno) de la parle extema; por ejemplo, organización política de la
sociedad (Derecho público).
Mir señala que el Derecho Penal es público, ya que el único titular del poder
punitivo, en una sociedad moderna y democrática, es el Estado.
Puede decirse, siguiendo a Cury, que el derecho penal es "público" en dos sen-
tidos:
No obsta el hecho que a cierto delito, que sólo se puede perseguir por un reque-
rimiento o denuncia por particulares {delitos de acción penal privada y también
se puede incluir a los delitos de acción penal pública previa instancia particular),
porque es el mismo derecho que les otorga la posibilidad de contar con esta
herramienta de persecución.
R O D R I G O M E D I N A JARA
74
Ahora bien, existen ramas accesorias que regulan otra parte de lo público como
el derecho procesal penal, que constituye aquel compendio de todos aquellos
preceptos que regulan el esclarecimiento de los hechos punibles y procedimien-
tos para obtener las consecuencias jurídicas derivadas del derecho penal mate-
rial.
Creemos necesario, además de lo dicho, analizar otra versión del Derecho Pe-
nal como Derecho público.
Reinhart Maurach dice que el Derecho Penal sólo hace su aparición para hacer-
se cargo de la protección de bienes jurídicos especialmente importantes o rele-
vantes para la convivencia social. El Derecho Penal sólo sanciona los atentados
MANUAL D E D E R E C H O P E N A L 77
El Derecho Penal no crea los ilícitos, sino que los extrae de otras ramas del
derecho, donde preexisten. Por ejemplo, en el derecho civil existe la nulidad, la
lesión, la inoponibilidad; en el derecho procesal está la nulidad procesal, la
preclusión, la cosa juzgada; el derecho administrativo tiene sanciones discipli-
narías, prohibiciones para contratar con la administración, multas (a éstas el
articulo 20 del Código Penal no las considera sanciones penales). Por ello, co-
rrectamente afirma Cury, que la ilicitud no existe como tal.
Por otro lado, existen otras áreas donde el Derecho Penal debiese aparecer, al
comprobarse la inefectividad de los mecanismos civiles o administrativos, como
en el area ambiental y tecnológica (delitos informáticos y delitos biotecnológicos).
Diego Manuel Luzón Peña llama a este principio "principio de la estricta nece-
sidad", señalando que deriva tanto del liberalismo (porque implica una mínima
intervención del Estado) como del Estado social (ya que se interviene en pro de
las garantías, y ellas exigen que el derecho penal se utilice para lo estrictamente
necesario).
- Una dimensión negativa, porque el derecho penal no debe ser usado cuan-
do los mismos resultados se consiguen con otras herramientas (restricción
para el derecho penal).
con el Estado democrático. El Estado sólo puede y debe intervenir cuando sea
mínimamente eficaz y adecuado para la prevención del delito, renunciando a él
cuando politico-criminalmente sea inoperante, ineficaz, inadecuado o contra-
producente para evitar el delito. Esto se traduce en:
a) En primer lugar, porque notoriamente sus efectos son más gravosos que en
otras ramas del derecho, es decir, una pena privativa de libertad es más
gravosa que una indemnización de perjuicios, por más subjetiva que sea
nuestra apreciación del gravamen.
"Las personas jurídicas no responden penalmente, quienes si lo hacen son aquellas per-
sonas naturales que hubiesen intervenido en tos hechos que originan la persecución
penar.
A nivel europeo distinguimos entre aquellos Estados que aún no admiten plena-
mente la responsabilidad de las personas jurídicas y los que sí lo hacen. A su
vez, estos últimos se diferencian entre aquellos en que la culpabilidad no opera
como límite de responsabilidad penal a nivel constitucional y aquellos en que sí
opera en ese nivel.
iii. En tercer lugar, siempre que se produce una infracción penal en la que inter-
viene una persona jurídica se debe a que no ha habido medidas idóneas de
vigilancia y dirección para evitar la infracción.
MANUAL D E D E R E C H O P E N A L
85
Otra postura es la de Mercedes García que opina que no hay que prescindir del
concepto de culpabilidad, sino que hay que crear un concepto nuevo, más obje-
tivo que subjetivo de ella y lo que se propugna con ello es que el Derecho Penal
se objetivice más y el Derecho administrativo se subjetivice más, produciéndose
grados de acercamiento entre ambos.
En los llamados delitos especiales, quien debería ser sancionada, por ende, es
la persona jurídica, pero ello no es posible, pues los que realizan la acción son
sus representantes. Por otro lado, tampoco puede ser sancionada la persona
natural, ya que requiere de una calidad especial requerida por el Derecho Penal
para cometer un delito especial.
Todo esto significa que hay órganos internos de estas sociedades con fines de
lucro que se encargan de la toma de decisiones, éstos son órganos colectivos y
88 R O D R I G O M E D I N A J/MIA
Lo anterior quiere decir que no puede imponerse pena alguna sin la existencia
de un reproche personal a un sujeto que estaba en condiciones de obrar de
manera diversa, esto es, a una persona que era libre al momento de actuar.
Aun cuando serán analizados in extenso más adelante, debemos adelantar como
elementos fundamentales de la Culpabilidad:
tenia una libertad real para actuar de una manera y decide actuar en contraven-
ción a la norma.
Es tan central el libre albedrio que sin él la potestad punitiva no puede aplicarse.
Esto ya lo decía Carrara en su *Programa Criminal" Ella es una libertad para
actuar diferente en ese momento determinado, es una libertad por el hecho co-
metido, no es abstracta.
CUESTIONARIO OE APRENDIZAJE
33. Señale las relaciones entre Derecho Penal sustantivo y Derecho Procesal Penal.
34. Defina Derecho Penitenciario.
35. Señale los dos caracteres en que según Cury puede decirse que el Derecho Penal es
público.
36. Señale lo que significa que el Derecho Penal sea subsidiario
37. Señale lo que significa que el Derecho Penal sea proporcional
38 Señale lo que significa que el Derecho Penal sea fragmentario.
39. Señale cómo puede definirse culpabilidad.
40 Señale cómo puede definirse la libertad y sus características para el Derecho Penal.
41 Señale las consecuencias del principio de culpabilidad.
42 Señale lo que afirma Hans-Hemnch Jescheck con relación al carácter o influencia en lo
formal (no de contenido) del Estado democrático de derecho en el Derecho Penal.
43 Señale la influencia en k> material del Estado democrático de derecho en el Derecho
Penal.
44 Qué significa que el Derecho Penal sea personal.
45 Señale dónde se encuentra consagrado el principio de personalidad en nuestra legisla-
ción y de qué manera.
- Cristiano-Medieval
- Racionalista
Ajuicio de Kant, la pena no debe utilizarse como fin para conseguir otro
fin, ya que constituiría una ofensa a la dignidad de la persona ya que
jamás una persona puede usarse como medio para conseguir un fin: el
hombre es un fin y representa a la humanidad completa en sí mismo. Si
un hombre no recibe el castigo que debiera por el delito es la humani-
dad completa la que sufre y es la humanidad completa la que hace el
papel de cómplice de ese culpable si no lo castiga.
3. Como vimos, para Kant estas teorías tienen la tara filosófica de ocupar
a un sujeto que cometió un delito como medio para producir otro fin.
La pena tiene como finalidad prevenir la ocurrencia futura del delito, pero no
actuando contra la comunidad toda, como en la prevención general, sino
actuando respecto del autor del delito, sea impidiendo que el autor cometa
nuevos delitos o bien, mediante nuevos procesos de socialización incorpo-
rándolo en los patrones sociales. Es decir, la pena tiene un fin de resociali-
zación del delincuente, y así conseguir que se adapte a las exigencias de
una convivencia organizada. De esta forma, la pena es concebida como un
tratamiento o reeducación del autor con miras a su reinserción social. Res-
pecto de la resocialización los principales instrumentos internacionales pos-
teriores a la Segunda Guerra Mundial la acogen como finalidad propia de
las penas privativas de libertad. Ellos son el Convenio Europeo de Derechos
Humanos de 1950, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de
1966 y la Convención Interamericana de Derechos Humanos de 1969, las
que, como se expresa, se manifiestan por la resocialización como finalidad
de las penas privativas de libertad. Por esta razón, podemos afirmar que, de
conformidad al articulo 5o inciso 2° de la Constitución Polítíca de la Repúbli-
ca, Chile se ha incorporado, por lo menos formalmente, el fin resocializador
de las penas en nuestro ordenamiento jurídico.
- También pasa por alto la culpabilidad, to que puede llevar a cometer exce-
sos en el ámbito de la aplicación de las penas, sin considerar la ejecución
de delitos y la duración indeterminada de éstos. En estos casos, la pena
no tiene más medida que la resocialización del delincuente.
No, porque las teorías absolutas otorgan una respuesta de carácter lógico a
la existencia de la pena (no legitimadora o moral). Es decir, cuando se cas-
tiga a alguien es porque él cometió un hecho ofensivo o atentatorio de ma-
nera culpable, o sea, el castigo es una necesidad que proviene lógicamente
de haber hecho esa ofensa. No podría existir lógicamente el castigo sin la
ofensa cometida culpablemente (la pena tiene un sentido lógico de causa-
efecto).
Uno de sus sostenedores es Roxin, quien dice que ellas buscan una relación equi-
librada. dialéctica (en las que hay oposición, pero no hay que inclinarse verdadera-
mente por una determinada posición) entre estas teorías (absolutas y relativas).
Para contestar el fin de la pena tratan de resolver primero el fin del Derecho Penal,
o sea, la legitimación de la pena proviene de la misión de exclusiva protección de
MANUAL D E D E R E C H O P E N A L 101
bienes jurídicos que tiene el Derecho Penal. En la imposición de una pena están
comprometidos elementos de ambas teorías, absolutas y relativas: se toman en
cuenta elementos de la teoría de la prevención general, porque ta única forma de
otorgar seriedad a una amenaza es a través de ella. También existen elementos
de la prevención especial porque las penas no pueden olvidar al autor del delito,
deben contener ciertos elementos de resocialización. No se puede olvidar que la
pena no puede exceder un limite que está marcado por la culpabilidad.
Una critica que surge es la misma que exhibe Kant, esto es, el de ocupar a
un individuo como medio para fines dudosos (como la "validez normativa")
que pueden esconder riesgos y el más importante es el de imponer por esta
vía consensualmente determinados valores.
En ese contexto, las penas responden a las decisiones valorativas del con-
trato social.
Así, para Bottke el fin de la pena es el fin que una sociedad democrática-
mente constituida le dé.
CUESTIONARIO OE APRENDIZAJE
1. EXPLICACIÓN GENERAL
administrativos. En España, por ejemplo, hasta el siglo XVIII son los mismos
órganos de naturaleza judicial quienes aplican las sanciones administrativas (ta-
les órganos son las denominadas "justicias"). El órgano, por ende, no define
hasta ese momento el tipo de sanción.
Esto lleva a que el ilícito penal debe contar con ciertos caracteres que lo distin-
guirían del ilícito administrativo.
Existen básicamente dos teorías para explicar la diferencia entre el ilícito penal
y el administrativo:
En la primera etapa del Estado Absoluto, se estimaba que había una dife-
rencia entre un derecho penal propiamente tal (criminal) y un derecho penal
MANUAL D E D E R E C H O P E N A L
107
El ilícito natural era una lesión de un derecho del Estado o de los ciudada-
nos, mientras que el ilícito de policía estaba constituido por conductas que
en si mismas no eran ilícitas, porque no lesionaban ningún derecho, pero el
Estado las prohibía porque lesionaban o atacaban al ordenamiento jurídico
y a la seguridad en general; es decir, le impedían al Estado cumplir su fin.
Esta teoría fue continuada por algunos discípulos de Goldschmidt: Erik Wolf
y Lange. Todo esto culminaría con una legislación económica alemana, dic-
tada entre 1949-1952 y elaboradas por Eberhard Schmidt, quien sigue a
Goldschmidt.
R O D R I G O M E D I N A JARA
Wolf. Tal autor expresa que ambos ilícitos se diferencian por la distinta orien-
tación de sus fuentes: mientras la administración se orienta al bienestar, el
derecho se orienta a la justicia. Mayer critica tal aseveración, porque la ad-
ministración también se orienta por la justicia.
a) Una distinción cuantitativa (los delitos deben estar sancionados con pe-
nas más graves que los delitos administrativos).
Ahora bien, tampoco puede existir fundamento para señalar que el ordena-
miento jurídico chileno sigue las tesis cuantitativas, ya que v.gr. existen pe-
nas administrativas que pueden ser más graves que una sanción penal, asi
como penas penales de ínfima magnitud.
CUESTIONARIO DE APRENDIZAJE
58. Señale las diferencias entre las teorías cuantitativas y cualitativas relativas a la relación
entre Derecho Penal y Derecho Administrativo.
59. Señale el aporte de Goldschmidt a esta materia,
60. Señale el aporte de los sucesores de Goldschmidt y en especial el de Schmidt.
61. Señale las fases por las que han pasado las relaciones entre Derecho Penal y Derecho
Administrativo.
62. Exprese en qué consiste la teoría del supraconcepto.
UNIDAD VI
TEORÍA DE LA LEY
La ley es la principal y única fuente del Derecho Penal moderno, vale decir, sólo a
través de la ley se pueden establecer conductas punibles y, es por esto que resulta
importante analizar el significado del principio de legalidad.
1. EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD
Aunque sus orígenes coinciden con el Estado Liberal y la Ilustración, nos permi-
tiremos ahondar también en las épocas precedentes, ayudados, entre otras fuen-
tes, del "Derecho Penal" de don José María Rodríguez Devesa.
c) Se presenta como la mejor forma para proteger los derechos innatos de las
personas, impidiendo su violación por autoridad alguna.
Durante la Edad Media, este principio aparece como la forma de garantías pro-
cesales que se entregaban a quienes fuesen privados de libertad. De esta ma-
nera, la Carta Magna de 1215 señalaba que "Ningún hombre libre será tomado
o aprisionado o despojado o proscrito, salvo por el juicio legal de sus pares o por
MANUAL D E D E R E C H O P E N A L 115
la ley del país". La Carta Leonesa (1180) también señalaba algo similar En ma-
teria penal, el principio de legalidad aparece en el año 1532, con la Constitución
Carolina de Carlos V de Alemania.
Roxin indica que el principio Nullum crimen sine legitimae permite que nadie
puede escapar impune a la red que teje la ley penal. Por eso, V. Liszt decía que
el principio de legalidad constituye la "carta magna del delincuente", vale decir,
el Código Penal debe asegurara los ciudadanos y delincuentes que no van a ser
castigados por su comportamiento si éste no ha sido declarado inequívocamen-
te como punible por una ley penal antes de haberse producido.
Durante nuestro siglo XX, tuvimos algunos atentados graves respecto del princi-
pio de legalidad, como son el Código Soviético y la Ley Alemana Nazi.
A. La reserva de ley
Ergo, sólo las normas que tienen rango de ley pueden establecer delitos y pe*
ñas. Esto se debe porque se ha querido reservar en el poder legislativo, que es
representante de la voluntad popular, la potestad para definir delitos y penas.
MANUAL D E D E R E C H O P E N A L 117
Es la formulación latina "nulla poena sine lege scripta", y ello revela la garantía
formal.
i. Decretos leyes
Son normas dictadas por gobiernos de facto o de hecho y que son a priori
ilegítimas o inválidas. En nuestro Derecho, nuestra jurisprudencia ha termi-
nado por aceptar la existencia de decretos leyes que establecen delitos y
penas correlativos, fundamentalmente por razones prácticas de diversa ín-
dole. Se ha afirmado, en primer lugar, que los decretos leyes han sido reco-
nocidos con fuerza obligatoria por todos aquellos países en que han impe-
R O D R I G O M E O I N A JARA
rado gobiernos de facto y tanto es así que el propio poder legislativo de esos
países y, en concreto, Chile ha dictado leyes derogatorias de decretos le-
yes, otorgándoles implícitamente validez como norma jurídica. También se
ha señalado que la derogación de estos decretos leyes permite evitar el
caos jurídico que se produciría con su desaparición. Esa es la tesis mayori-
taria de la doctrina chilena.
Como ejemplo de Decretos leyes que contemplen delitos, cabe citar el De-
creto Ley N° 1.094, de 1975, sobre Extranjería.
La posibilidad de establecer delitos por los tratados ratificados por Chile que
tienen rango de ley habilita la posibilidad de describir delitos. Existen trata-
dos internacionales que describen conductas delictivas, Ejemplo de ello es
la Convención contra el Genocidio, que contempla la sanción de las penas o
tratos crueles, inhumanos o degradantes; la Convención contra la desapari-
ción forzada de personas describe este ilícito y, más recientemente, la Con-
vención contra el Crimen Organizado o aquella contra la corrupción, que
también describe hechos delictivos.
Chile cuenta con una norma de la que se deduce la posibilidad de que los
tratados contemplen delitos. Este es el artículo 6o N° 8 del Código Orgánico
de Tribunales que señala que quedan sometidos a la jurisdicción chilena los
crímenes y simples delitos perpetrados dentro del territorio de la República
y que se hallen comprendidos en tratados celebrados con otras potencias.
'Será castigado el que cometa un acto que la ley declare punible o que merezca
serlo con arreglo al pensamiento fundamental de una ley penal y al sano sentir del
pueblo alemán1
Son aquellas definiciones legales que contienen elementos que deben ser
definidos por el juez de acuerdo a su discreción y sobre los cuales no existe
claridad absoluta.
Estos conceptos generales son los elementos normativos del tipo. Por ejem-
plo, el articulo 432 del Código Penal chileno sanciona et delito de hurto
definiéndolo como una apropiación de una "cosa mueble ajena". Pues bien,
la expresión "cosa mueble" es un elemento normativo jurídico cuyo signifi-
cado debe buscarlo el juez en el Derecho privado donde se encuentra esta
definición. Cuando el juez interpreta el hurto debe saber si se encuentra
frente a una "cosa mueble" o no y por ello debe acudir al Derecho privado.
Ahora bien, tampoco esto significa que el intérprete se encuentra
irreductiblemente ligado a lo que, en este caso, el Derecho Privado le trans-
mita. Los significados del ordenamiento jurídico no son determinantes para
el Derecho Penal. Por ejemplo, existen inmuebles como v.gr. los inmuebles
por adherencia que para el Derecho Penal son cosas muebles.
Lo mismo ocurre con el articulo 480 del Código, donde se define el delito de
estragos ocupando la expresión "daños inmensos".
- Que la ley penal describa ella misma todos los presupuestos de lo puni-
ble. En el ejemplo anterior, por ende, debe tratarse de una ley que des-
criba todos los tipos de estupefacientes o psicotrópicos. Esta postura a
pesar de ser teóricamente correcta no es natural o racionalmente posi-
ble.
Son aquellas leyes penales que contemplan la pena, pero realizan un "reen-
vío" en que la conducta es limitada o descrita en otra norma de mayor o
menor jerarquía.
Segunda clasificación
No son lo mismo las leyes penales en blanco que los tipos de contenido
abierto (tipos vagos). Aun cuando ambas atentan contra el principio de
tipicidad, siempre es mejor una ley penal en blanco, porque el ciudadano
sabe que puede buscar el complemento en alguna parte. En cambio en el
caso de la ley penal abierta nunca se va a conocer el limite de lo punible.
Por ende, serán leyes penales en blanco sólo aquellas que confian a otra
norma la determinación de la conducta o del resultado. Ellas no son concesio-
nes interpretativas al juez, aquí se le pide a otra norma que complete.
Sin embargo, sobre la base de esta misma norma algunos autores han se-
ñalado que todas las leyes penales en blanco serian inconstitucionales.
La tesis de Cury señala que las leyes penales en blanco pueden ser perfecta-
mente constitucionales, aunque, para ello, deben cumplir con ciertos requisitos:
Entonces, para que la ley penal en blanco sea constitucional debe adecuarse
al artículo 19 N° 3 inciso 8o, vale decir, describir "expresamente la conducta"
descrita en ella y, por lo tanto, a fortiori, todas las circunstancias o modalida-
des, que no forman parte de la conducta sensu sfr/cfo, se pueden reenviar a
la norma complementaria.
Los elementos subjetivos del tipo por excelencia es el dolo y la culpa. Tampoco
se pueden reenviar otros elementos subjetivos distintos del dolo y la culpa (v.gr
el "ánimo de lucro" señalado en el articulo 432 del Código Penal, es un elemento
subjetivo especial; ese ánimo distinto que acompaña al dolo). Otro ejemplo se
da en los abusos sexuales en que se necesita de un ánimo lascivo.
Por ende, los elementos subjetivos del tipo no pueden ser reenviados a
normas complementarias
3. Obstáculos procesales
4. Circunstancias.
Son dos:
iii Analogía
D. Principio de irretroactividad
Trataremos más profundamente estos temas cuando nos aboquemos a los efec-
tos de la ley en el tiempo.
CUESTIONARIO DE APRENDIZAJE
A. El principio de territorialidad
Tenemos entonces que la ley penal es obligatoria para todos los habitantes de la
República, ya que en Chile no existen clases privilegiadas que deban o puedan
ser regidas por leyes especiales, debido a las características de nuestro país
que se sostiene en base de un gobierno unitario y republicano, como lo consa-
gra el articulo 19 N° 2 de la Constitución Política de la República.
Por otro lado, respecto de los extranjeros, a ellos les es aplicable la ley nacional
desde el momento que se encuentren en el territorio de Chile. Asimismo, este
principio consagrado en el artículo anteriormente citado, significa que la ley pe-
nal chilena se aplica a cualquiera que cometa un delito en nuestro territorio, sin
que sea obstáculo para ello la nacionalidad del hechor, de la victima o de los
bienes o derechos afectados por el delito, aun en casos que el interés nacional
pueda parecer enteramente ausente.
Sin embargo, existen en nuestro derecho ciertas inmunidades que están ligadas
con arreglo al derecho internacional. Respecto de esto y a pesar de su calidad
de habitantes de la República, conforme dispone el artículo 1° del Código de
Procedimiento Penal quedan excluidos de la jurisdicción de los tnbunales chile-
nos "los casos exceptuados por... tratados o convenciones internacionales" de
MANUAL D E D E R E C H O P E N A L 137
B. El principio de extraterritorialidad
Este principio sostiene que, para determinados efectos, la ley debe seguir a
los nacionales que se hallen en el extranjero, es decir la ley de un Estado
sigue a sus nacionales en donde quiera que éstos se encuentren, prescin-
diendo del lugar en que se ha ejecutado el hecho.
Este principio nace con el propósito de defender los intereses de los nacio-
nales en contra de posibles arbitrariedades de las autoridades extranjeras,
R O D R I G O M E D I N A JARA
Tenemos entonces que la ley chilena se aplica para proteger los intereses
que el Estado considera de primordial importancia, a hechos ocurridos en el
extranjero.
Algunas normas que se pueden citar que la ley chilena aplica para proteger
los intereses que el Estado considera de primordial importancia, a hechos
ocurridos en el extranjero.
Así, por lo general este principio se considera aplicable cuando los bienes
jurídicos afectados pertenecen además al propio Estado y tienen un carác-
ter social. En cambio, si son particulares se entiende que el principio al que
se acude es el de nacionalidad o personalidad pasivo. La diferencia entre
ambos es bastante significativa, porque en el primer caso a la ley nacional
se atribuye una vigencia prevalente, a causa de la importancia del interés
atacado, cuya infracción compromete la integridad del Estado en cuestión,
en el segundo, por la inversa, sólo trata de otorgar al nacional una protec-
ción subsidiaria, si la ley extranjera no se la ha proporcionado.
Principio de Universalidad
Este principio sustenta el hecho de que es la mejor forma de impedir que los
delincuentes se sustrajeran, mediante la fuga a otros países, a la sanción a
que son acreedores.
Con todo, para que proceda en Chile la aplicación extraterritorial de la ley penal
es necesaria la concurrencia de varios requisitos:
ii. Que el delincuente no haya sido juzgado en el territorio del pais en que
cometió el hecho punible,
iii. Que se encuentre presente, esto es, que haya regresado al pais, ya sea
voluntariamente o en virtud de una extradición.
Por otra parte, existe una controversia respecto de cómo deben ser nombradas
estas instituciones. Hay autores, que siguiendo a Bentham, denominan a este
conjunto de normas que regulan la aplicación de la ley penal en el espacio como
"Derecho Penal Intemacionar. Sin embargo, este nombre no es apropiado e
induce a confusiones. No es apropiado, porque ese conjunto de normas es dere-
cho interno del pais, sea que se le considere una parte del Derecho Penal, sea
que se le considere como lo propone Mezger, un Derecho para la aplicación del
Derecho Penal. Induce a confusiones, porque el nombre de Derecho Penal In-
ternacional es utilizado por algunos para designar el conjunto de normas que
trata los delitos que hieren los derechos o intereses de la humanidad toda (deli*
tos del derecho de gentes), como la piratería, en el tráfico de esclavos, tráfico de
estupefacientes, etc. (V. Liszt) y por otros para denominar una nueva rama jurí-
dica que tendría por objeto la represión de los delitos que puedan cometer los
Estados en sus relaciones reciprocas y también la responsabilidad internacional
del individuo (Pella), como las guerras de agresión, infracciones de las leyes de
la guena, etc.
Tenemos así que el territorio natural está integrado, en primer lugar, por el casco
terrestre continental e insular sobre el cual Chile ejerce soberanía, la determina-
ción de cuyos límites pertenece al derecho constitucional. Éste comprende tanto
el suelo como el subsuelo, así como también los ríos, lagos y mares interiores
que se encuentren dentro de las fronteras del país.
También forman parte del territorio natural el "mar territorial o adyacente", con
arreglo a lo dispuesto expresamente por el articulo 5o del Código Penal, Ahora
bien, para la determinación de este último concepto, respecto del cual no existe
hasta ahora norma constitucional, es preciso remitirse al artículo 593 del Código
Civil, el cual determina cuál es la mar territorial cuando expresa: "El mar adya-
cente, hasta la distancia de una legua marina, medido desde la línea de la más
baja marea, es mar territorial y de dominio nacional: pero el derecho de policía
para objetos concernientes a la seguridad del país y la observancia de las leyes
fiscales, se extiende hasta la distancia de cuatro leguas marinas, medidas de la
misma manera".
Sin embargo, la opinión dominante estima que el artículo 5o del Código Penaf no
hace tal distinción, pues el empleo de la conjunción copulativa "o" significa que
R O O R I G O M E O K A JARA
144
Respecto del espacio aéreo, que también integra el territorio natural, rige en
Chite el artículo 1° del Código Aeronáutico (ley N° 18.916), de conformidad con
el cual "el Estado de Chile tiene la soberanía exclusiva del espacio aéreo sobre
su territorio". Con ello se ha superado la defectuosa disposición del decreto con
fuerza de ley N° 221 (actualmente derogado), que limitaba el espacio atmosféri-
co, asi como las diferencias de apreciación que generaba.
Por k) tanto, debemos entender por territorio de la República todo espacio de tie-
rra. mar o aire sujeto a la soberanía chilena. Por consiguiente, se incluyen en él:
El territorio ficto, por su parte, está compuesto por algunos lugares que, en rigor,
pueden no encontrarse dentro de los limites geográficos nacionales, no obstan-
te lo cual la ley penal chilena reclama vigencia para conocer de los hechos
delictuosos ocurridos en ellos. En la mayor parte de los casos, esta extensión
obedece al propósito de condecir la protección de nuestro ordenamiento jurídico
a sitos que, de otra forma, estarían despojados de protección. Sin embargo, en
algunos casos, esto obedece a una autentica decisión de extraterritorialidad
determinada por la naturaleza de las funciones que cumple el objeto, las cuales
lo vinculan de manera particularmente estrecha al destino del Estado chileno.
MANUAL DE D E R E C H O P E N A L
145
A su vez, las leyes penales chilenas son aplicables a delitos cometidos a bordo
de aeronaves extranjeras que sobrevuelen espacio aéreo no sometido a la juris-
dicción chilena, siempre que la aeronave aterrice en territorio chileno y que tales
delitos afecten el interés nacional.
RODRIGO TEN** JAR*
146
Por otra parte, tenemos que el territorio extranjero bajo ocupación militar es con-
siderado como territorio nacional ficto por la doctrina. El articulo 3° N° 1 del
Código de Justicia Militar reconoce los Tribunales Militares de la República juris-
dicción para conocer de los asuntos y delitos perpetrados fuera del territorio
nacional, cuando acontecen dentro de un territorio ocupado militarmente por las
armas chilenas. Así, los Tribunales Militares chilenos tienen jurisdicción criminal
plena para conocer de los delitos cometidos en el territorio extranjero ocupado
militarmente por Chile y que, por consiguiente, rige en ese territorio la ley penal
chilena.
Finalmente, aun cuando hubo un tiempo en que se entendió que los locales o
edificios ocupados por representaciones diplomáticas extranjeras constituían un
territorio ficto del Estado representado, que hacia de ellos lugares exentos de la
jurisdicción nacional, hoy no se discute que la inmunidad diplomática se refiere
únicamente a la persona de los diplomáticos (lo cual se tratará en los efectos de
la ley a las personas).
Este problema tiene estrecha vinculación con lo relativo al del lugar de la comi-
sión de la acción, no obstante que por sus alcances internacionales supera los
contomos de una simple cuestión de competencia de los jueces, para convertir-
se en una materia de jurisdicción de un Estado o de otro distinto.
Sin embargo, en nuestra legislación positiva no existe una solución del caso.
Para los efectos internos de la competencia, el Código Orgánico de Tribunales
en su articulo 157 inciso final, adopta la teoría de la acción, según se despren-
de de sus claros términos: nEi delito se consideraré cometido en el lugar don-
de se dio comienzo a su ejecución". La misma solución sigue el Código Penal,
en su articulo 425, para los delitos de calumnias e injurias publicados por medio
de periódicos extranjeros, cuando la actividad se inicia dentro del territorio na-
cional.
Teoría de la actividad
En Chile, este criterio es acogido para fines de derecho interno por el artícu-
lo 157 del Código Orgánico de Tribunales, el que Etcheberry considera apli-
cable también por analogía respecto de la materia aquí tratada. Asimismo,
piensa que ha sido consagrado en la primera parte del articulo 302 del Có-
digo de Bustamante, conforme al cual "cuando los actos de que se compon-
ga un delito se realicen en Estados contratantes diversos, cada Estado puede
castigar el acto realizado en su pais, si constituye por sí solo un hecho puni-
ble". La argumentación con todo, no es convincente, como establece don Luis
Cousíño, ya que la norma del articulo 302 del Código de Bustamante no esta-
blece la vigencia del principio de actividad, sino un sistema sumamente de-
fectuoso, disponiendo el fraccionamiento del delito y su punibilidad por par-
tes, cosa que puede conducir a resultados por completo indeseables, ya
que la valoración normativa del conjunto del hecho puede ser enteramente
distinta de la simple suma de las acciones aisladas que lo componen.
Por lo que se refiere a la extensión analógica del contenido del articulo 157
del Código Orgánico de Tribunales, sólo se justificaría si su solución fuera
también en el ámbito internacional. Pero esto no es asi, ya que muchas
veces la aplicación de la teoría de la actividad en este campo puede condu-
cir a conflictos que determinen la impunidad del delito, como por ejemplo, si
el Estado en que se inició la ejecución carece de todo interés en el castigo a
causa de que la perturbación experimentada por su convivencia fue insigni-
ficante o inexistente. Asi, no parece oportuno trasladar a ese ámbito una
regla dada para determinar la competencia entre distintos tribunales nacio-
nales.
MANUAL DE D E R E C H O P E N A L 149
Por su parte, don Luis Cousiño nos señala en su "Derecho Penat Chileno"
dos teorías más, aparte de las que señala Cury. Siguiendo lo que dice
Maggiore, encontramos las tres primeras teorías ya explicadas, pero ade-
más se agregan las siguientes:
- Teoría de la Intención
Según la teoría de la intención, hay que estar al propósito del autor del
delito para determinar el lugar de su comisión. V. gr. si un sujeto admi-
nistra veneno a su victima para que muera en Uruguay, país al cual se
dirige en avión, debe entenderse que éste es el lugar donde se ha rea-
lizado el crimen, aun en el supuesto que la muerte sobrevenga en Ar-
gentina. Esta no es una teoría que tenga mucha aceptación, pues deja,
en definitiva, entregada a la voluntad del hechor la elección de la ley
que deba juzgarlo. Además no resuelve los casos en que no haya habi-
do una intención determinada.
Sin embargo, al hacerlo hubo que reconocer que hay casos excepcionales, es-
pecialmente determinados por la ley, en que se castigan en Chile delitos perpe-
trados fuera del territorio de la República. Estas excepciones se explican por la
necesidad en que se encuentra el Estado de extender la aplicación de sus leyes
penales a ciertos hechos producidos en el exterior, con el fin de defender $u
propio ordenamiento jurídico interno. Por ello, no es conveniente la aplicación
rígida del principio de territorialidad y se le modera reconociendo validez com-
plementaria, pero muy limitada, a los principios de personalidad, de defensa y
de universalidad de la ley penal.
Este principio se impone con rigor en materia penal. Este principio se contiene en
el artículo 304 del Código de Bustamante, que dispone que: "Ningún Estado con*
tratante aplicará en su territorio las leyes penales de los demás".
Nunca un tribunal chileno juzgará un delito dando aplicación a la ley penal extran-
jera, porque ello importaría admitir la intromisión de una soberanía extraña en
materia que constituye una exteriorización para el poder soberano del Estado.
Sin embargo, esto no significa que en Chile se ignore por completo el valor de la
ley penal extranjera, pues, aunque jamás se la aplique, hay distintos casos en los
que es necesario "reconocer" su existencia y eficacia. O sea, esto no significa el
desconocimiento de la ley penal extranjera, ni su posible consideración en casos
específicos, sino, únicamente su falta de ejecutoríedad para fines condenatorios.
Por ejemplo, para decidir sobre extradición activa o pasiva y en virtud del princi-
pio de doble incriminación se debe considerar si el hecho se halla asimismo
sancionado penalmente por la legislación extranjera. El artículo 6o del Código
Orgánico de Tribunales impone igualmente considerar, en su N° 6, si el hecho es
también delictivo en el país extranjero en que se perpetró. Del mismo modo, los
artículos 312 y 313 del Código de Bustamante ordenan respectivamente que la
"prescripción del delito se subordina a la ley del Estado a que corresponda su
conocimiento" y que "la prescripción de la pena se rige por la ley del Estado que
la ha impuesto", lo que obligará a un tribunal chileno que deba resolver sobre
una extradición pasiva a informarse de la ley extranjera en estos aspectos y a
considerar sus disposiciones.
Las tesis anteriores, de alguna manera, han sido recogidas por el articulo 13 del
Código Procesal Penal que señala que "las sentencias penales extranjeras tie-
nen valor en Chile y, en consecuencia, nadie podrá ser juzgado ni sancionado
MANUAL DE D E R E C H O P E N A L
153
por un delito por el cual hubiese sido ya condenado o absuelto por una sentencia
firme de acuerdo a la ley y al procedimiento de un país extranjero".
I. La extradición
Por su etimología, "extradición" quiere decir entrega fuera de las fronteras (ex =
fuera, y traditio = entrega) y, jurídicamente, extradición es el acto por el cual un
Estado entrega a un individuo a otro Estado que lo reclama para juzgarlo penal-
mente o para ejecutar una pena ya impuesta.
Por su parte, Cury nos señala que la extradición "consiste en la entrega que se
hace por un país a otro de un individuo que se acusa de un delito o que ha sido
condenado ya por él, a fin de que el último juzgue o proceda al cumplimiento de
la sentencia en el caso respectivo".
En síntesis, nos parece más adecuada y completa la definición dada por la Corte
Suprema.
Se rige la extradición, por lo visto, por lo que se expresa en los Tratados Interna-
cionales, la mayoría de ellos recoge la teoría ecléctica obligándose nuestro pais
a juzgar al reo en caso de negativa: Los signados con España, Uruguay, Para-
guay, Ecuador Bolivia, Colombia, Perú y Brasil. A falta de ellos, se rige por los
principios del Derecho Internacional, y por los artículos 637, 647 N° 2 y 651 del
Código de Procedimiento Penal.
i. Especialidad.
ii. Cosa Juzgada.
i. Especialidad
El juez de la causa eleva los autos a la Corte Suprema a fin de que declare
si procede la extradición al país requerido. El procurador de tumo notificará
el auto de procesamiento. Recibido por la Corte Suprema, la entregará a la
vista al Fiscal. Durante la tramitación, la Corte Suprema pide al Ministerio de
Relaciones Exteriores que se comunique con el gobierno requerido entre-
gándole copias autorizadas de los autos. Cumplido ello, se devuelve al tri-
bunal de origen, sea que se conceda o se niegue. En caso de estar ausen-
tes los procesados, se procederá de acuerdo a normas de los ausentes.
i. El primer supuesto se produce cuando un hecho se regula por una ley nue-
va que describe un tipo penal que antes no existia. Esto se denomina "incri-
minación*.
ii. El segundo supuesto se produce cuando una ley nueva deja de considerar
una conducta como delictiva. Esto se llama "despenalización".
iii. Un tercer supuesto surge cuando una ley nueva modifica de algún modo la
descripción de un comportamiento típico (o penalmente considerable). Vgr El
delito de hurto es definido como apropiación de cosa mueble ajena y una nue-
va ley pasa a decir que ahora se efectúa respecto de muebles e inmuebles.
iv. Finalmente, están los casos en que una ley nueva varía la punibilidad de
todas o algunas conductas típicas. V.gr. la ley N° 19.450 produjo este efecto,
y desde ese momento el hurto se sanciona desde que se sustraen especies
de un valor superior a 1 U.T.M. y no desde un sueldo vital.
Este principio le indica al legislador que está prohibido dar efecto retroactivo a
las leyes que establecen conductas o agravan la pena de delitos cometidos con
anterioridad.
El artículo 18 del Código Penal consta de tres incisos, los dos primeros vienen
del texto original, mientras que el último fue introducido por la ley N° 17.727, de
1972 que, como veremos, extrapola los efectos normalmente reconocidos del
principio de la ley más favorable.
i inciso 1o;
"Ningún delito se castigará con otra pena que la que le señale una ley promulgada
con anterioridad a su perpetración".
/nc/so 2o:
se promulgare otra ley que exima tal hecho de toda pena o le aplique una menos
rigurosa, deberá arreglarse a ella su juzgamiento
Los casos problemáticos están dados por el cambio de pena por otra de
distinta naturaleza. Politoff, en este caso, indica que la opinión del condena-
do puede servir de referencia al proceso.
///. /nc/$o3°:
mSi la ley que exima al hecho de toda pena o le aplique una menos rigurosa se
Respecto del segundo punto, éste se expresa en la segunda parte del in-
ciso:
i Leyes intermedias
Si son más favorables a las que las anteceden y las suceden, existen dos
critenos para dilucidar su aplicación:
Son aquéllas cuyo plazo de vigencia viene señalado en la misma ley o que,
por haber sido promulgadas para hacer frente a circunstancias excepciona-
les como guerras, epidemias, graves alteraciones del orden público, dejan
de estar en vigor cuando estas circunstancias desaparecen.
- Sin embargo, hay razones para estimar que la ley temporal tiene efec-
tos que se denominan "ultractivos", al igual que la ley intermedia, signi-
fica que el juicio se va a tramitar conforme a la ley temporal. Los argu-
mentos los entrega el profesor Bascuñán señalando que no tendría nin-
gún sentido la legislación intermedia si se supiera que, pasada su vi-
gencia, va a ser aplicable con efecto retroactivo la ley general que era
más favorable. El término de vigencia de una ley temporal obedece a la
desaparición del motivo de su establecimiento, pero no al cambio en la
concepción de la legislación en relación con la significación antijurídica
de las acciones u omisiones reguladas por la ley. Además, como se
afirma, la legislación general no puede ser aplicada retroactivamente
porque no se le aplica el artículo 18, ya que tal precepto se refiere a las
"leyes promulgadas" y la ley general no vuelve a promulgarse. El requi-
sito es que se promulgue una ley nueva.
168 R O D R I G O MEDINA J/MIA
CUESTIONARIO DE APRENDIZAJE
1 DEFINICIÓN DE DELITO
De acuerdo al artículo 1o inciso 1o del Código Penal chileno "es delito toda ac-
ción u omisión voluntaría penada por la ley".
i. La acción.
ii. La tipicidad.
iii. La antijuridicidad.
iv. La culpabilidad.
Se encuentra consagrada en el artículo 3o del Código Penal que señala que */os
deWos atendida su gravedad se dividen en crímenes, simples delitos y faltas y
se clasifican como tales según la pena que les está asignada en la escala gene-
ral del articulo 21".
¿Cuáles son las penas aplicables a los crímenes, simples delitos y faltas?
i. Crímenes
2. Penas privativas de libertad "mayores", que son las que oscilan entre
los 5 años y un dia y los 20 años.
Simples delitos
Faltas
Existen, por otra parte, penas comunes para crímenes, simples delitos y
faltas:
1. Multa.
2. Comiso (pérdida de los instrumentos o efectos del delito).
En Chile no hay una diferencia importante entre los crímenes y simples de-
litos. La única diferencia que existiría entre ellos serían los plazos de pres-
cripción tanto de la acción penal como de la pena. De acuerdo a los artícu-
los 94 y 97 del Código Penal, los plazos de prescripción de la acción penal
y de la pena son los siguientes:
En Chile, la mayoría de los delitos son de acción, es decir, aquellos que involucran
una conducta de hacer. Los delitos de acción generalmente son aquellos que
infringen una norma de carácter prohibitivo, v.gr no matar, no robar, etc.
- Los de comisión por omisión son aquellos en que el objeto viene dado por
el resultado, es decir, como si se hubiere dado la acción, pero ésta viene
dada por la omisión. Por ejemplo, si por la omisión se produjo la muerte
- Delitos simples: que son aquellos que se satisfacen con la sola ejecu-
ción del hecho descrito en el tipo y forman la casi totalidad de los delitos
contenidos en el Código.
La respuesta es que tras esa multiplicidad de hechos existe una unidad básica,
basada en elementos comunes. Lo que une a esa variedad de delitos es el
hecho de que en los delitos continuados se exige la unidad del dolo o de la
voluntad que concurre en la ejecución del hecho típico, o por otro lado, la unidad
de la legislación del bien jurídico. Este resultado se dio en una evolución doctri-
nal donde, en primer lugar, se consideró la unidad de la lesión del bien jurídico
protegido y luego se incorporó la unidad del dolo.
Por ejemplo, el delito de homicidio que exige que exista una persona
muerta que antes no se encontraba en el espacio físico.
Hay autores, como Novoa, que señalan que dentro de los delitos de
peligro habría que hacer una subdistinción entre:
go, que trata de aquellas personas que son sorprendidas con obje-
tos reconocidamente utilizables para realizar un delito de robo y
que son sancionadas independientemente de si se han ejecutado o
no delitos de este tipo.
Otra diferencia entre ambos tipos de delitos es que en los delitos instantá-
neos la voluntad del agente es irrelevante para cesar los efectos del deli-
to, en cambio, en los delitos permanentes es justamente la voluntad del
agente, del sujeto activo, la que puede poner término al estado delictual
Existen delitos que por su relevancia o interés público pueden ser moth
vo de una persecución penal, sea por denuncia, por querella de particu-
lar, o bien de oficio por el Ministerio Público, esos son los denominados:
Puede ser que una conducta sea típica, pero no sea antijurídica y este es el
caso en que operan "causales de justificación11 como v.gr en el caso de que
se mate a alguien por legitima defensa.
Podemos tener una conducta típica, antijurídica pero que no sea delito, por-
que no hay causal que la legitime, v.gr en el caso de un loco o demente que
es inimputable.
sujeto debía estar moralmente comprometido. Sin embargo, debían existir otros
elementos del delito que eran primero su ilicitud objetiva.
Ahora bien, al genuino y actual concepto de delito se arriba luego de una evolu-
ción histórica dogmática que dice relación con dos escuelas muy importantes:
A. El Causalismo
En primer lugar, se mantuvo la vis física, pero la vis moralis se dividió en dos:
i. Causales de justificación.
ii. Causales de exculpación.
V. Lizst concibe la acción como un mero proceso causal externo que cons-
ta de:
i. Manifestación de voluntad.
ii. Resultado.
iii. Nexo o vínculo causal entre uno y otro.
Beling, en el año 1906 publica una monografía denominada "Teoría del De-
lito", en la que añade otro elemento a este esquema tripartito; la ttpicidad
En su concepto, no basta con que una acción sea antijurídica, sino que,
además, debe ser "penalmente antijurídica", porque el delito es un antiju-
rídico penal y eso sólo se logra cuando el legislador tipifica, o sea, cuando
recoge ese ilícito y lo transforma en un ilícito penal y eso se produce con
el tipo.
Para que haya acción basta con cualquier cambio en el mundo exterior
Esta teoría afirma que en cuanto sepamos que un hecho delictivo puede
ser referido a la voluntad de un hombre, inmediatamente podemos
saber la culpabilidad (culpabilidad es afirmación de individualidad)
Una voluntad de un hombre tendiente a realizar un delito es reflejo
inmediato de culpabilidad. Esta teoría une antijuridicidad con culpabi-
lidad.
Aqui tenemos dos teorías, que señalan que el tipo (es decir, la des-
cripción a la que el hecho tiene que adecuarse o subsumírse), no sólo
tiene elementos positivos, sino que además tiene elementos negati-
vos, estos últimos "no se ven" y son el que no se haya actuado den-
tro de una causal de justificación, v.gr legitima defensa. Todos los
tipos tienen estos elementos negativos, es un elemento de la natura-
leza.
- Teoría de Mezger-Sauer
El profesor español José Manuel Gómez Benítez afirma que estas teo-
rías desvirtúan la principal motivación de una norma prohibitiva en Dere-
cho Penal. Recordemos que ésta tiene como finalidad indicarle a tos
R O D R I G O M E D # Í A JARA
ciudadanos que esa conducta atenta contra un bien jurídico. Estas teo-
rías distorsionan el mensaje motivante porque, v.gr. en el caso de mat*
a alguien el mensaje no sería que matar está prohibido, sino que se
puede matar, pero hay que hacerlo en legitima defensa Por ende, el
mensaje motivadordel Derecho Penal se destruye.
Bustos dice que los tipos penales, como expresión de la ultima ratio del
Derecho Penal, tienen como función recoger los valores en su carácter
absoluto dentro de una determinada sociedad. En cambio, la antijundi-
cidad ya no expresa los valores absolutos, sino que una relatividad
valonea, ya que plantean la antijuridicidad como relativa al ámbito del
derecho de donde nos encontremos. Mezclar el tipo (absoluto) y la an-
tijuridicidad (relativo) no es del todo correcto, debido a que el tipo repre-
senta al Derecho Penal, sólo forma parte de él, en cambio la antijuridici-
dad pertenece a todo el ordenamiento jurídico. Es un error mezclar dos
tipos de defensa. La antijuridicidad es común a todo el derecho, un he-
cho es jurídico o antijurídico para todo el derecho. En cambio, solo es
típico para el Derecho Penal; por eso, desde un punto de vista de polí-
tica criminal, la regla especifica es la norma prohibitiva, y agregarle esto
a otro es distorsionarlo
tripartita del delito sino que seguiría siendo tripartita, porque la im-
putabilidad pasa a ser un requisito de la culpabilidad.
ii. El concepto de tipicidad también debe ser revisado, a raíz del descubri-
miento de los llamados "elementos normativos" y los "elementos subje-
tivos del tipo".
Trataremos de analizar este punto. El tipo, que para los clásicos era una
definición objetiva, con la aparición de los elementos normativos exige
R O O R I G O FVT JAJU
192
B. Escuela Final
a) Imputabilidad.
b) Conciencia de la antijuridicidad.
c) Exigibilidad de otra conducta, que dicho de otra manera es la libertad.
Esta motivación para los finalistas es lo que se conoce como "dolo", éste ya no
es una nueva relación sicológica como para los causalistas, por lo tanto, éste es
estudiado en el tipo y no en la culpabilidad. Luego de los años setenta esta
teoría ha sido discutida.
Críticas al finalismo
ii. Tampoco esta teoría puede dar cuenta de los delitos culposos (negligencia),
porque el fin del actuar de un delincuente no es el provocado. Este punto
será profundizado más adelante.
C. Otras teorías
Hay autores que señalan que la acción es el "no evitar lo evitable, estando en
posición de evitarlo". Esto explica tanto un comportamiento activo omisivo como
uno negativo omisivo.
R O D R I G O MEOINA JAMA
194
Otros acogen una "teoria social de la acción". Entre sus seguidores se encuen-
tra Eberhard Schmidt, para quien la acción es una conducta voluntaria hacia un
mundo social de la acción. Schmidt dice que el problema del actuar sólo se
produce por relaciones sociales.
Roxin cntica estas posiciones señalando que hay ciertos actuares que no son
socialmente relevantes, pero si son delictivos como los actos preparatorios.
Al contrario, hay efectos que sí son socialmente relevantes, pero que no son
considerados por el Derecho Penal, v.gr, los movimientos reflejos.
LA ACCIÓN
1) Concepto de acción
La acción para los efectos penales la definiremos como una conducta hu-
mana en que un sujeto activo influye voluntariamente en el mundo exterior,
sea por actividad o pasividad, sea con intención o con imprudencia.
i. La actividad.
ii. La pasividad u omisión.
Esto que quiere decir que una persona puede conseguir su fin tanto
activamente como pasivamente y, es más, muchas veces esta actua-
ción dependerá de las circunstancias en que se encuentren los elemen-
tos del mundo exterior en los que el sujeto quiere influir. Por ejemplo, si
una madre quiere matar a su hijo, puede hacerlo asfixiándolo con una
almohada (actividad), como no dándole de comer (pasividad). Esta ac-
tividad u omisión puede ser, a la vez, con o sin resultado.
a) Función de clasificación
Esta función exige que el concepto de acción contenga las cuatro cla-
ses de conductas humanas que pueden darse y son relevantes para el
Derecho Penal y son:
b) Función de límite
c) Función de base
d) Función de enlace
a) Escuela causal
Hay ciertas acciones que no pueden ser comprendidas por este con-
cepto de acción, como las de mera actividad, porque este concepto
consiste en una modificación del mundo exterior y en estos delitos no
hay tal modificación.
b) Escuela neoclásica
c) Escueta finalista
i En este concepto, resulta dificultoso para la escuela final incluir las con*
ductas culposas, porque la finalidad del actuar culposo no coincide con
el resultado que se provoca. Welzel dice, ingeniosamente a esto, que
en los delitos culposos existe una finalidad real y ésta es irrelevante en
el Derecho Penal, pero lo que si interesa es el medio para alcanzar
dicha finalidad.
Los movimientos rettejos: Son los actos que tienen lugar sin la par-
ticipación de la voluntad. En ellos, la inervación muscular se efec-
túa con la transmisión que se realiza a través de los nervios sensores
por via subcortical, porque no está comprometido el cerebro. Por
tanto, se efectúan sin compromiso de consciencia y probablemente
sin posibilidad de inhibición. En estos supuestos de movimientos
reflejos no hay acción, por lo tanto, no hay conducta humana, no
existe consciencia ni voluntariedad.
Mir Puig define las "acf/o liberae in causa" como aquellos casos
en que existe la culpa anterior o el dolo anterior a las situaciones
de falta de acción, es decir, el sujeto pudo o debió haber anticipa-
do la ejecución o la realización de esa fuerza irresistible.
EL TIPO PENAL
a) Tipicidad y
b) Antijuridicidad
a) Función de garantía
b) Función dogmática
Esto quiere decir que tiene por objeto establecer los elementos cuyo
desconocimiento acarrea la exclusión del dolo.
c) Función sistemática
ii. Mezger va más allá aún y señala que el tipo no es la rato cognos-
cendi sino que es la ratio essendi de la antijuridicidad. Con Mezger
se inicia una tendencia penal que tiende a confundir tipicidad con
antijuridicidad, la que va a culminar con la teoría de los elementos
negativos del tipo.
d) Función de instrucción
Este autor elaboró su teoría por primera vez en 1906, cuando afirma
que el tipo penal es una descripción exterior de los elementos del delito
y sus características son:
MANUAL D E D E R E C H O P E N A L 207
i. Los tipos son aquellas descripciones que reúnen todas las circuns-
tancias que fundamentan el contenido de merecimiento de pena de
R O D R I G O MEDINA J / M I A
208
ii. Mientras el tipo es una descripción abstracta, el juicio del injusto con-
tiene siempre una validación negativa de la conducta del autor en el
caso individual y no se refiere a la clase de delito, sino a la dañosidad
social del suceso único. La antijuridicidad se refiere a la antijurídica
dad de los tipos. V.gr.: los homicidios no son antijurídicos, sino que el
homicidio que cometió Pedro respecto de Pablo es antijurídico.
Cousiño nos dice que lo que tiene que hacer un intérprete cuando se
encuentra con un hecho que reviste los caracteres de delito, es analizar
si ese hecho contempla todos los elementos de la descripción típica
abstracta.
Esta etapa está marcada por el descubrimiento de que hay tipos que
necesitan elementos subjetivos, valoraciones y cada vez más se dio
cuenta la doctrina que casi todos los tipos requieren algún tipo de valo-
ración Esto fue descubierto por Mezger, pero por sobre todo, fue desa-
rrollado por Mayer.
Los tipos penales están redactados por palabras o frases del lenguaje que
son los que se denominan "elementos del tipo". Se pueden dividir en:
Los elementos descriptivos son aquellos que utilizan palabras del len-
guaje común para designar objetos que pueden ser aprehendidos, o
comprendidos sólo con los sentidos y sin necesidad de acudir a su sig-
nificado jurídico.
En una primera etapa se creía que las leyes deberían utilizar exclusiva-
mente elementos descriptivos, porque se pretendía que pudiesen ser
entendidos los tipos por cualquier persona. Sin embargo, paulatinamente,
los elementos del tipo han recibido un significado jurídico y hoy en dia
es muy difícil, sino imposible, encontrar elementos típicos que no nece-
siten una valoración.
Los elementos objetivos del tipo son los extemos al sujeto, los que
son diversos de sus intenciones:
Esta acción está representada en cada uno de los tipos por el 'ver-
bo rector", que ocupa el "núcleo" de la conducta. Es el verbo que
emplea el tipo para describir una conducta, v.gr: matar, proferir,
defraudar, falsificar
Los verbos rectores permiten que se realice la acción por todos los
medios posibles o sólo por los medios materiales. Por ejemplo,
"matar" es un verbo que se puede realizar de múltiples maneras
como golpeando, omitiendo, etc., sean medios materiales o inma-
teriales. Hay otros verbos que sólo pueden ser realizados por me-
dios materiales, v. gr.: el "herir", "golpear" o "maltratar" de la lesión,
el contrahacer firma, esto es, alterar la firma de un documento.
Distinguimos:
Los delitos unisubjetivos son aquellos que sólo pueden ser cometi-
dos por un solo sujeto, aunque eso no impide que pueda participar
más de uno. Los delitos plurisubjetivos son los que exigen la parti-
cipación de más de una persona y éstos, a su vez, se dividen en:
///. Sujetos pasivos: Son los titulares del bien jurídico y, por ello, desti-
natarios de su protección.
Tienen que ver con las intenciones del sujeto. Esta es la denominada 'faz
subjetiva" del tipo.
- Para otros habría también un "dolo malo" que seria el dolo penal-
mente valorado, es decir, el dolo que pertenece al tipo sumado a la
conciencia de la antijuridicidad.
Para que exista dolo el sujeto activo debe saber o conocer los hechos
que realiza, o sea, debe conocer los elementos objetivos del tipo, aun-
que no es necesario que el sujeto activo conozca el significado jurídi-
co de su conducta, el sujeto activo debe conocer la acción, la con-
ducta.
Para algunos basta con un "simple pensar en ello\ Esto es una forma
válida de conocer los elementos objetivos del tipo, aunque no es un
conocimiento acabado, sino una consciencia primaria de lo que se está
haciendo. Se habla de una vivencia de sentimientos, una consciencia
en el límite.
Elemento volitivo
- Dolo directo.
- Dolo de las consecuencias necesarias.
- Dolo eventual.
MANUAL DE D E R E C H O P E N A L
221
vi. Dolo directo o dolo de primer grado: según la doctrina es aquel en que
la realización tipica que se lleva a cabo es la que el autor persigue, vale
decir, lo que se hace es lo que se quiere hacer.
Esquema inicial
Doto (dolo directo) — dolo conc. neces. — DOLO EVENTUAL — culpa.
- Teoría ecléctica
Debemos entregar alguna noticia sobre el llamado "nexo causal", vale decir, el
vincuk) que existe en los delitos de resultado entre la acción y el resultado
a) Al saber nomológico.
b) Al saber ontológico.
El error de tipo debe ser distinguido de otro error que se denomina "error
de prohibición".
Por ello, y con afán de distinguir ambas clases de error, Mezgerdirá que
para encontrarse en error de tipo, basta con conocer el significado so-
cial del suceso, no el significado jurídico,
/. Error sobre los elementos esenciales del tipo; los elementos esen-
ciales son aquellos que forman parte del núcleo de la conducta. Se
subdivide, a su vez, en error vencible o invencible.
230 R O O R J G O MEDINA JARA
iii. Error que recae sobre el objeto de la acción: este error es aquel que
tiene lugar sobre las características del tipo y, en especial, del obje-
to de la acción.
iv. Errores que recaen sobre el curso causal: existe error sobre el cur-
so causal cuando se quería causar un resultado, pero, por una con-
ducta o una vía distinta de aquella que se ejecutó, el curso causal
se altera o se desvia.
252 R O D R I G O M E D I N A JARA
LA ANTf JURIDICIDAD
1) Generalidades
2) Concepto de la Antijuridicidad
3) Evolución de la Antijuridicidad
Aparece como elemento del delito con Beling, para quien delito es "toda
acción típica, culpable, contraria a/ derecho, y sancionada con pena".
causales. Por tanto, las causales de justificación son una excepción a esta
regla.
Son alternativos:
que este bien jurídico sea protegido. Por ejemplo, entro en una casa
y me llevo un jarrón porque me agrada, pero soy sorprendido por el
dueño quien me insta a llevarme el jarrón que habia sido el regalo
de una persona detestada por él.
Está claro que hay ciertos bienes que parecen no ser disponibles yr
portante, el comportamiento del ofendido no excluye la antijuridici-
dad de la conducta. Estamos pensando en, v.gr., bienes jurídicos
como la vida o la integridad física.
Por ello es que existirá una gama importante de delitos en los que
el consentimiento del ofendido tiene eficacia, fundamentalmente,
los delitos contra propiedad, mientras que respecto de otros delitos
el consentimiento no tiene ninguna eficacia, como v.gr. el delito de
violación de un sujeto pasivo menor de 12 años, donde no cabe
presunción de consentimiento alguno.
El interés preponderante
La legítima defensa
1. "Agresión ilegitima":
Caracferes de /a agresión
- La soberanía.
- La seguridad pública.
- El medio ambiente.
- La salud pública.
2) Posibilidad de huida
Límites de la provocación
Concepto de provocación
1) Provocación suficiente.
2) Agresión ilegítima causada por la provocación suficiente.
3) Respuesta que no será legítima.
Defensa =3
Tipos de provocación
Requisitos
1) Provocación dolosa.
- Violación.
260 R O D R I G O M E D I N A JARA
- Homicidio calificado.
EL ESTADO DE NECESIDAD
2. Una acción o hecho necesario para hacer frente a esa situación de necesidad.
3. La definición exige que los bienes enjuego (el que se intenta salvar y el que se
lesiona) sean de distinto valor, aunque ello no es completamente cierto para
todos los estados de necesidad, tal como se mencionará más adelante.
La situación de necesidad
La necesidad es un impulso irresistible que hace que los hechos o causas obren
infaliblemente en un sentido. Se puede decir también que necesidad es un peli-
gro o riesgo que se padece y que necesita un pronto auxilio.
El conflicto de intereses
El español Baldó Lavilla señala que el punto de partida de las regulaciones jurí-
dicas son los individuos. Éstos tienen esferas de intereses, las que se compo-
nen de la ordenación que realiza el propio individuo de sus bienes jurídicos para
su propia determinación.
Luego, el individuo se relaciona con otras personas que también tienen esferas de
intereses, y surgen los conflictos jurídicos. Se dan cuando las esferas colisionan
a) Doctrinas subjetivas
Se dividen en;
b) Doctrinas objetivas
c) Doctrinas mixtas
"Esfá/? exentos de responsabilidad criminal: el que para evitar un mal ejecuta un hecho
que produzca daño en la propiedad ajena, siempre que concurran las circunstancias
siguientes:
a) Realidad o peligro inminente del mal que se trata de evitar
b) Que sea mayor que el causado para evitarlo.
c) Que no haya otro medio practicable, ni menos peryudíc/a/para evitarlo".
Es una situación en que un sujeto determinado ejecuta una acción típica atacan-
do a un bien jurídico que pertenece a un tercero para salvaguardar otro bien
jurídico perteneciente a si mismo o a un tercero de mayor valor, porque no existe
otro medio que proteja ese bien jurídico.
1. Et origen del mal puede ser una acción humana o un hecho de la natu-
raleza (recuérdese que en la legítima defensa sólo cabe como "agre-
sión* la acción humana). Incluso, pueden constituir ese mal los hechos
de los animales gobernados o no por el hombre y los hechos de la
naturaleza, que se constituyen en situaciones de necesidad pero que
no pueden ser consideradas "agresiones ilegítimas", salvo que sean
provocadas o haya intervenido el hombre.
En suma, debe constituir algo no querido por el derecho, debe ser una
conducta disvaliosa.
El Código Penal nada dice, mientras que el Código Penal Alemán seña-
la una determinación no taxativa de los bienes que se protegen del mal:
"vida, cuerpo, honor, libertad, u otro bien jurídico".
En otras legislaciones este hecho originante del mal debe ser extraño,
independíente al que sufre la situación, v.gr. en el Código Penal argen-
tino, el hecho debe ser extraño, o sea el mal debe serle extraño a quien
le ocurre o sufre. En estas legislaciones no se justifica la acción típica si
el sujeto que realiza la acción típica tiene alguna implicancia en ese mal
que le aflige
- El mal debe ser "real", esto es, tiene que ser objetivamente cierto, y ello
tiene que ver con su existencia táctica independientemente de los sen-
tidos. Debe aclararse, primeramente, que "actual" y "real" no necesana-
mente definen lo mismo.
- Además, el mal debe ser inminente, esto es, pronto a suceder, lo cerca-
no, o en un tiempo próximo en que no se puede recurrir a otros medios.
Baldó Lavilla señala al respecto que estos caracteres permiten excluir cier-
tos peligros que no constituyen estado de necesidad, como v.gr.:
El daño causado con el estado de necesidad debe ser menor al mal que se
procura evitar.
Según Baldó Lavilla, podemos acudir a dos criterios para resolver esta cues-
tión:
Baldó se inclina por el criterio utilitarista social, pero siempre que se trate de
bienes jurídicos supraindividuales, mientras cuando se trata de bienes jurí-
dicos individuales se requiere tomar en cuenta;
- Factores sociales: esto es, la intensidad del peligro que afecta al bien.
Por otro lado, Eugenio Raúl Zaffaroni señala que hay diversos criterios
para analizar el problema de la comparación de bienes involucrados en el
conflicto:
Vale decir, en el derecho chileno, para que exista estado de necesidad jus-
tificante, el bien jurídico sacrificado por tener menor valor sólo puede ser la
propiedad, aunque puede radicarse en:
En otras palabras, no existe otro bien inferior en nuestro derecho que sea
objeto del sacrificio justificante del estado de necesidad que no sea la pro-
piedad ajena y, si acudimos al articulo 145 del Código Penal, la inviolabili-
dad de morada
Por ello es que resulta capital investigar qué es lo que el articulo 10 N° 7 del
Código Penal entiende por "propiedad" y, al respecto, podemos encontrar
algunas teorías:
- Para una segunda postura, debe otorgarse una extensión más amplia
que la anterior, más vinculada a la definición civil de propiedad.
Los bienes que se pueden atacar son aquellos que se presentan como única
salvación disponible, de lo que se deduce que el mal menor que se causa
para evitar el mal mayor debe ser necesario y que existen momentos en q ue el
mal se puede tomar innecesario. Por ejemplo, si hay que llevar un enfermo al
hospital y hay dos automóviles» se debe escoger el más próximo, ya que si no
se escoge aquel que era la última alternativa, se produce mal innecesario. Por
otro lado, si estoy muriendo de frío y. en vez de escoger una manta, escojo un
abrigo lujoso de una vitrina, también ejecuto un mal innecesario.
Sólo señala que para evitar el mal mayor, debe lesionarse la propiedad "de otro".
1) Características
- Este carácter jurídico del deber lo pueden exhibir los deberes y dere-
chos de todo el ordenamiento jurídico, ya que estos derechos y deberes
emanan de cualquier tipo de precepto legal, incluso de convenios o
tratados internacionales que se encuentran incorporados en nuestro
derecho interno.
Por ello es que esta causal de justificación revela un conflicto entre dos tipos
de deber: unos de acción, para proteger la vigencia del orden jurídico y otros
de omisión, encaminados a no atentar contra los derechos de los particula-
res
El profesor Cerezo Mir analiza los conflictos entre deberes de acción y de-
beres de omisión, y señala cómo resolver los conflictos entre dos deberes
de acción o entre un deber de acción y otro de omisión.
Cerezo Mir señala que estos conflictos deben resolverse a favor de la posi-
ción privilegiada por el derecho. Es decir, se resolvería a favor de la posición
de pariente en el caso del padre, prefiriéndolo al extraño. Y a favor del pa-
ciente, en el caso del médico, prefiriéndolo a quien no tiene esta calidad.
a) Responsabilidad médica.
b) Lesiones deportivas.
c) Ejercicio legitimo de profesiones como abogado y periodista.
d) Actuación de fuerzas de orden y seguridad en cumplimiento de manda-
to constitucional y legal de los artículos 73 y 90 de la Constitución.
Vamos a incluir aquí el análisis de aquellos casos en que se actúa por auto-
rización judicial y que se encuentran en el Código Procesal Penal, que son
todas aquellas actuaciones que pueden ser realizadas por las policías que.
de no mediar estos mandatos, serian actos típicos y antijurídicos.
8) Casos interesantes
En este caso, para Cerezo Mir, la acción del médico cumple el tipo
de las lesiones y, por ende, la acción médica no está justificada.
LA CULPABILIDAD
1) Concepto y generalidades
dera contrario al orden jurídico sino que se refiere al sujeto y tiene por objeto
hacerle responsable de aquel hecho.
En la doctrina alemana este elemento del delito se le designa más bien con
el nombre de "responsabilidad" y el mismo Roxin señala que los supuestos
de esa responsabilidad son dos;
Por ende, podemos definir la culpabilidad como el "juicio de valor por el que
se hace responsable a un sujeto de un hecho antijurídico".
3) Requisitos de la culpabilidad
- La capacidad de autocontrol.
Carrara y tos clásicos alemanes sostenían que todo lo extemo (lo objetivo)
debía denominársele "acción", mientras que la culpabilidad era todo lo inter-
no, lo más subjetivo.
Este concepto fue reemplazado en las primeras décadas del siglo XX por el
"concepto normativo de culpabilidad", y su reemplazo comenzó por el profe-
sor Reinhart Frank que publicó un trabajo que lleva por titulo"Sobre la es-
tructura del concepto de culpabilidad1, en 1905.
a) La inmutabilidad.
b) El conocimiento del injusto.
c) La exigibilidad de otra conducta.
MANUAL D E D E R E C H O P E N A L
287
Parte de la base de que todo sujeto sabe que es posible siempre ejecutar
una acción distinta de la que se ejecutó, con tal de que el hubiera sido
otro, o sea, al sujeto no le era posible otra acción porque "él era éste y no
otro" y tiene un carácter de una manera determinada, él es así.
6) Elementos de la culpabilidad
a) Inimputabilidad
Vale la pena, por la novedad que plantea, que, conjuntamente con en-
tregar un concepto más o menos asentado de imputabilidad, entregue-
mos el que señala Juan Bustos para quien el juicio de imputabilidad
implica un reconocimiento de la existencia de varías racionalidades, en
las que existe, para un hecho injusto particular una incompatibilidad
entre la racionalidad expresada en un acto preciso del individuo con la
del orden hegemónico.
Orígenes
Cury señala, de la misma manera que los anteriores que "las expresio-
nes locura y demencia carecen de un contenido preciso y, por lo mismo,
294 R O D R I G O M E D I N A JARA
iv. Otras anomalías psíquicas graves, que suelen designar las fronte-
ras de la imputabilidad con la inimputabilidad y que van desde las
psicopatías hasta las neurosis, pasando por supuestos de pertur-
baciones sexuales.
i La vigencia del principio del articulo 8° del Código Civil y los casos
limítrofes: esto nos lleva al problema del error en la culpabilidad y
ante ello debemos decir que la presunción del articulo 8° del Códi-
go Civil en Derecho Penal no tiene ninguna aplicación. Este princi-
pio ha tenido una evolución hacia la relativización, ya que partió
siendo una presunción absoluta.
Mezger señala que respecto del error del tipo hay un defecto en la
consideración del tipo, de un elemento particular En el error de
prohibición hay un defecto en la valoración del acto.
///. ¿Qué tipo de conocimiento se debe tener del orden jurídico? ¿De
qué orden?
2) Teorías materiales:
Este es el caso del sujeto cree que está amparado por una
causal de justificación, y no concurren los requisitos, como v.gr
no hay legitima defensa porque no hay agresión ilegítima.
310 R O O R J G O M E D I N A JARA
3) Error de subsunción
4) Error de validez
- El miedo insuperable.
- La fuerza irresistible.
El miedo:
De esta forma, sólo iba a ser eficaz el miedo cuando causaba daño.
Elementos de la coacción:
1) Debe existir una amenaza previa: esto es, debe haber un anuncio
de un mal a realizar por un tercero, es decir, debe haber un tercero
involucrado et cual pretende obtener de otro una decisión.
Regulación chilena
"Una sensación penosa que aflige interiormente a los seres animados, por
efecto del natural instinto de conservación, al verse amenazados por un
mal real o aparente que no quieren y que no tienen seguridad de poder
evitare vencer*
En su concepto:
CUESTIONARIO DE APRENDIZAJE