STS 952 2024
STS 952 2024
STS 952 2024
TRIBUNALSUPREMO
Sala de lo Civil
Sentencia núm. 241/2024
Fecha de sentencia: 26/02/2024
Tipo de procedimiento: CASACIÓN
Número del procedimiento: 4318/2021
Fallo/Acuerdo:
Fecha de Votación y Fallo: 14/02/2024
Ponente: Excmo. Sr. D. José Luis Seoane Spiegelberg
Procedencia: AUD. PROVINCIAL DE MADRID, SECCIÓN 25.ª
Letrada de la Administración de Justicia: Ilma. Sra. Dña. Aurora Carmen Garcia Alvarez
Transcrito por: EAL
Nota:
CASACIÓN núm.: 4318/2021
Ponente: Excmo. Sr. D. José Luis Seoane Spiegelberg
Letrada de la Administración de Justicia: Ilma. Sra. Dña. Aurora Carmen Garcia Alvarez
TRIBUNAL SUPREMO
Sala de lo Civil
Sentencia núm. 241/2024
Excma. Sra. y Excmos. Sres.
D.ª M.ª Ángeles Parra Lucán
D. José Luis Seoane Spiegelberg
D. Antonio García Martínez
En Madrid, a 26 de febrero de 2024.
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JURISPRUDENCIA
Esta Sala ha visto el recurso de casación interpuesto por Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales,
representada y defendida por el Abogado del Estado, contra la sentencia n.º 117/21, dictada por la Sección
25.ª de la Audiencia Provincial de Madrid, en el recurso de apelación n.º 733/20, dimanante de las actuaciones
de juicio ordinario n.º 175/20, del Juzgado de Primera Instancia n.º 51 de Madrid. Ha sido parte recurrida
Comisiones Obreras de Construcción y Servicios, representada por el procurador D. Luis Pidal Allendesalazar
y bajo la dirección letrada de D. Arturo Ventura Püschel.
Ha sido ponente el Excmo. Sr. D. José Luis Seoane Spiegelberg.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Tramitación en primera instancia
1.- El Abogado del Estado, en nombre y representación de Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales
(FPRL), interpuso demanda de juicio ordinario contra Comisiones Obreras de Construcción y Servicios, en la
que solicitaba se dictara sentencia:
"[...] por la cual, estimando íntegramente la demanda, declare que la demandada incumplió las condiciones
de la donación a la que venía sujeta, y condene a la demandada a restituir a mi representada la cantidad de
100.447,70 euros, más sus correspondientes intereses legales, y todo ello con expresa condena en costas".
2.- La demanda fue y repartida al Juzgado de Primera Instancia n.º 51 de Madrid y se registró con el n.º
175/2020. Una vez fue admitida a trámite, se procedió al emplazamiento de la parte demandada.
3.- El procurador D. Luis Pidal Allendesalazar, en representación de Comisiones Obreras de Construcción y
Servicios, contestó a la demanda mediante escrito en el que solicitaba al juzgado:
"[...] dicte en su día sentencia por la que, desestimando íntegramente dicha demanda, absuelva a mi
representada de todos sus pedimentos, con expresa condena en costas a la parte actora".
4.- Tras seguirse los trámites correspondientes, la Magistrada-juez del Juzgado de Primera Instancia n.º 51
de Madrid, dictó sentencia de fecha 9 de octubre de 2020, con la siguiente parte dispositiva:
"Que, desestimando la demanda formulada por FUNDACIÓN PARA LA PREVENCION DE RIESGOS LABORALES,
representada y asistida por el ABOGADO DEL ESTADO, contra COMISIONES OBRERAS CONSTRUCCION Y
SERVICIOS, representada por el Procurador de los Tribunales D. LUIS PIDAL ALLENDESALAZAR y asistida por el
Letrado D. ARTURO VENTURA PÜSCHEL, debo ABSOLVER y ABSUELVO a la citada demandada, por apreciación
de la excepción de caducidad, y con expresa imposición de las costas causadas a la parte actora".
SEGUNDO.- Tramitación en segunda instancia
1.- La sentencia de primera instancia fue recurrida en apelación por la representación de Fundación para la
Prevención de Riesgos Laborales.
2.- La resolución de este recurso correspondió a la sección 25.ª de la Audiencia Provincial de Madrid, que lo
tramitó con el número de rollo 733/20, y tras seguir los correspondientes trámites dictó sentencia en fecha 26
de marzo de 2021, cuya parte dispositiva dispone:
"FALLAMOS: Que desestimando el recurso de apelación de apelación interpuesto por ABOGADO DEL ESTADO,
en nombre y representación de FUNDACIÓN PARA LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES, contra la
sentencia dictada por la Ilustrísima Sra. Magistrada Juez titular del Juzgado de 1ª Instancia nº 51 MADRID
de fecha nueve de octubre de dos mil veinte dictada en autos nº 175/2020, DEBEMOS CONFIRMAR Y
CONFIRMAMOS íntegramente la misma, con imposición a la apelante de las costas procesales causadas en
esta alzada".
TERCERO .- Interposición y tramitación del recurso de casación
1.- El Abogado del Estado, en representación y defensa de la Fundación para la Prevención de Riesgos
Laborales, interpuso recurso de casación.
El motivo del recurso de casación fue:
"Único.- Por infracción de los artículos 1089, 1091, 1255 y 1258 Código Civil en relación con el art. 1281 del
mismo cuerpo legal, todos ellos en relación con DA 163 de Ley 38/2003, de 17 de noviembre, General de
Subvenciones (LGS), en su redacción original, el articulo 132.2 Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen
Jurídico del Sector Público, el artículo 141 de la Ley 47/2003, de 26 de noviembre, General Presupuestaria y el
artículo 34.3 de la Ley 7/1988, de 5 de abril, de Funcionamiento del Tribunal de Cuentas".
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JURISPRUDENCIA
2.- Las actuaciones fueron remitidas por la Audiencia Provincial a esta Sala, y las partes fueron emplazadas
para comparecer ante ella. Una vez recibidas las actuaciones en esta Sala y personadas ante la misma las
partes por medio de los procuradores mencionados en el encabezamiento, se dictó auto de fecha 15 de febrero
de 2023, cuya parte dispositiva es como sigue:
"1º) Admitir el recurso de casación interpuesto por la representación procesal de Fundación para la prevención
de Riesgos Laborales, contra la sentencia dictada el 26 de marzo de 2021 por la Audiencia Provincial de Madrid,
Sección Vigesimoquinta, en el recurso de apelación n.º 730/2020, dimanante del juicio ordinario n.º 175/2020
del Juzgado de Primera Instancia n.º 51 de Madrid.
"2º) Abrir el plazo de veinte días, a contar desde la notificación de este auto, para que la parte recurrida
formalice por escrito su oposición al recurso. Durante este plazo las actuaciones estarán de manifiesto en la
Secretaría.
"De conformidad con lo dispuesto en el art. 483.5 de la LEC contra la presente resolución no cabe recurso
alguno".
3.- Se dio traslado a la parte recurrida para que formalizara su oposición, lo que hizo mediante la presentación
del correspondiente escrito.
4.- Por providencia de 12 de enero de 2024 se nombró ponente al que lo es en este trámite y se acordó resolver
el recurso sin celebración de vista, señalándose para votación y fallo el 14 de febrero del presente, fecha en
que ha tenido lugar.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Antecedentes relevantes
A los efectos decisorios de la presente controversia judicializada partimos de los antecedentes siguientes:
1º.- La Abogacía del Estado presentó demanda en representación de la Fundación para la Prevención de
Riesgos Laborales (en adelante FPRL), en reclamación de la suma de 100.477,70 euros contra Comisiones
Obreras de Construcción y Servicios, en relación con el AE 0090/2011.
La FPRL es una fundación del sector público estatal, cuyos fondos provienen de los excedentes de gestión de
las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedad profesional de la Seguridad Social. Cada año se fijan las
aportaciones por la Secretaría de Estado de la Seguridad Social.
En el año 2011, la Fundación convocó una asignación de recursos para el desarrollo en el ámbito sectorial de
actuaciones de fortalecimiento de la implicación de empresarios y trabajadores en la mejora de la seguridad
y salud en el trabajo, con la finalidad de financiar programas y actuaciones de información y de cumplimiento
de la normativa sobre prevención de riesgos laborales con respecto a empresas entre 6 y 49 trabajadores.
Se impuso, como requisito, que la realización de visitas a las empresas será planificada bajo el principio de
paridad y se llevarán a cabo por personas especializadas.
En sesión de 31 de mayo de 2011, el patronato de la FPRL aprobó la realización de la acción con código AE
090/2011, por importe de 85.000 euros, solicitada por la demandada, que aceptó expresamente los deberes
y responsabilidades derivados de la precitada asignación de recursos, por lo que se le efectuó un pago
anticipado de 34.000 euros.
Finalizado el plan de ejecución, la demandada presentó los justificantes documentales referentes a la ejecución
de la acción.
Revisada la documentación aportada, tanto de carácter técnico como económico, se advirtió la existencia
de determinadas omisiones, por lo que la FPRL requirió a la demandada información adicional, que fue
cumplimentada con fecha 7 de marzo de 2013.
El 12 de marzo de 2013, la FPRL emitió propuesta de liquidación provisional de la acción AE 0090/2011, por
un total de 47.090,19 euros a transferir a la ejecutante, suma que fue abonada.
Como consecuencia de un informe de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), la
demandante revisó los expedientes que estaban pendientes de liquidación, así como aquéllos otros que
ya habían sido objeto de liquidación definitiva con la finalidad de verificar el buen empleo de las ayudas
concedidas y, en caso contrario, exigir reintegros y responsabilidades procedentes.
A tal efecto, el 1 de febrero de 2017, solicitó a la entidad demandada determinada documentación. Dicho
requerimiento fue contestado con fecha 21 de febrero de 2017, en el que se comunica a la demandante que
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JURISPRUDENCIA
el requerimiento se produce transcurridos cinco años y siete meses desde la aprobación de las acciones
indicadas, cuya ejecución finalizó el 31 de diciembre de 2011, con lo que transgrede lo dispuesto en la
convocatoria de 2011. Además, el requerimiento se produce con respecto a acciones en liquidación definitiva
habiendo transcurrido desde el pago de la liquidación casi cuatro años, sin recabar cuestiones nuevas al
ejecutante durante todo el periodo de validación y valoración de la documentación aportada como justificación
final de las mismas.
Posteriormente, la FPRL, de conformidad con lo dispuesto en el informe complementario al de auditoría de
cuentas de la Fundación del ejercicio 2015 realizado por la IGAE, en relación con las incidencias detectadas en
las acciones de visitas, así como siguiendo las indicaciones del Tribunal de Cuentas indicadas en el informe de
fiscalización del ejercicio 2015 y, de forma complementaria, atendiendo a lo indicado en el proyecto de informe
de fiscalización nº 25/17 del Ministerio Fiscal del Tribunal de Cuentas, procedió a la revisión extraordinaria de
las acciones correspondientes a la convocatoria de 2011 y entre ellas a la acción AE-0090.
Con fecha 24 de abril de 2019, determinó que procedía reintegrar a FPRL la cantidad de 100.447,70 euros,
conforme establece el punto 19 de la Convocatoria y, previa audiencia de la demandada, el 24 de julio de 2019
se dictó liquidación extraordinaria definitiva con el establecimiento de dicha obligación de reintegro.
Según resulta del precitado informe del Tribunal de Cuentas el periodo fiscalizado fue el ejercicio 2015,
correspondiente a las convocatorias de ayudas aprobadas en el ejercicio 2014; no obstante, contenía
conclusiones sobre incidencia producidas en las acciones de las convocatorias 2010 a 2012 de la estrategia
española de seguridad y salud en el trabajo 2007-2012.
Con base en tales hechos, que resultan de la documentación aportada con la demanda y no cuestionados,
la Abogacía del Estado en aplicación de la Disposición Adicional 16ª de la Ley General de Subvenciones que
proclama que: "[...] las entregas dinerarias sin contraprestación que realicen las fundaciones del sector público
se regirán por el derecho privado...", así como con apoyo en el art. 647 del Código Civil, que dispone que "[...]
la donación será revocada a instancia del donante, cuando el donatario haya dejado de cumplir alguna de las
condiciones que aquél le impuso", facultad que expresamente se reconoce en el punto 20 de la Convocatoria,
interpuso la presente demanda ante los tribunales del orden jurisdiccional civil, postulando que se declare que
la demandada incumplió las condiciones de la asignación de fondos a la que venía sujeta, y se le condene
a restituir a la demandante la cantidad de 100.447,70 euros, con sus correspondientes intereses legales y
expresa condena en costas.
2º.- Admitida a trámite la demanda, por la entidad demandada, se opuso a ella y alegó, en primer término, la
caducidad o, en su caso, prescripción de la acción. Citó para ello, en su apoyo, la SAP de Madrid, 418/2008,
de 7 de diciembre, de su sección 18 que, en un caso similar al presente, consideró que nos encontramos ante
una donación modal del art. 647 del CC, sujeta al plazo de caducidad de 4 años según resulta de las SSTS
1104/2004, de 23 de noviembre y 900/2017, de 20 de julio.
También se citó el punto 20.2 de las condiciones de la convocatoria, conforme al cual: "La Fundación procederá
a reclamar el reintegro dentro del plazo ordinario de reclamación de cuatro años, a contar desde el momento
en que venció el plazo para presentar la justificación por parte del obligado a ello", y la entidad demandada
presentó su informe final el 22 de marzo de 2012, justificando su realización y el coste asumido de ejecución,
el cual es el día inicial para el cómputo de la prescripción, sin que concurriera ninguno de los supuestos de
interrupción. La liquidación definitiva se lleva a efecto el 12 de marzo de 2013, por lo que el plazo de los cuatro
años venció el 22 de marzo de 2016. Con lo que el requerimiento de información de 1 de febrero de 2017
deviene inocuo.
3º.- La sentencia de primera instancia desestimó la demanda por considerar caducada la acción ejercitada por
la Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales. A tales efectos, razonó que, conforme con la doctrina
jurisprudencial citada, la acción de revocación de la donación regulada en el artículo 647 CC se equipara con
la acción de rescisión que, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 1299 CC, está sometida a un plazo de
caducidad de cuatro años.
Igualmente, con base en la misma doctrina, consideró que el día para iniciar el cómputo del plazo debe
situarse cuando la demandante tuvo conocimiento del incumplimiento, que se produjo cuando se emitieron
los informes finales y se presentó en marzo de 2013 la información adicional solicitada por la demandante,
dado que, desde ese momento, contaba con todos los elementos fácticos y jurídicos para haber ejercitado las
acciones correspondientes.
Argumentó, a más abundamiento, que la disposición general 20.2 de la convocatoria preveía como plazo para
el ejercicio de la acción de reintegro el de cuatro años a contar desde el momento de vencer el establecido
para presentar la justificación, de tal manera que, aun admitiendo como dies a quo el requerimiento de la
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JURISPRUDENCIA
información adicional de marzo de 2013, el plazo de cuatro años se habría cumplido con exceso cuando la
demanda fue presentada, puesto que los plazos de caducidad no son susceptibles de ser interrumpidos.
Rechazó, también, que pueda someterse el inicio del plazo a la emisión por el Tribunal de Cuentas del informe
reseñado, puesto que, según la jurisprudencia del Tribunal Supremo, el cómputo de la caducidad no puede
quedar sometido a circunstancias externas al propio contrato, las cuales constan en el precitado punto 20.
4º.- Interpuesto recurso de apelación, su conocimiento correspondió a la sección 25 de la Audiencia Provincial
de Madrid, que dictó sentencia confirmatoria de la pronunciada por el juzgado, con remisión a otra sentencia
dictada por el mismo tribunal en el recurso de apelación 403/2020.
En definitiva, para determinar cuál es el día inicial del cómputo del plazo de caducidad es preciso observar el
tradicional criterio jurisprudencial de la actio nata; es decir, que dicho plazo no comienza hasta que se tiene
o puede tenerse cabal y completo conocimiento de la causa que justifica el ejercicio de la acción, lo que se
produjo cuando la demandada contestó al requerimiento que le fue efectuado por la actora en marzo de 2013,
sin que se presentara la demanda hasta el 8 de enero de 2020, casi siete años después.
Si no se detectaron antes las supuestas irregularidades de 2013 es que el control llevado a efecto fue deficiente,
lo cual se pone de manifiesto en el documento 14 aportado con la demanda donde constaban los motivos de
efectuar el nuevo requerimiento en una fecha tan tardía como febrero de 2017, en el que se señala que, en
el informe complementario de auditoría de las cuentas de la Fundación correspondiente a 2015, es donde se
detectaron las incidencias relacionadas con las acciones de visitas, expresando "[...] la necesidad de proceder
a la revisión exhaustiva de los expedientes afectados de posibles incumplimientos".
Con ello se evidencia que la revisión llevada a cabo hasta entonces no fue exhaustiva, de modo que, de haberse
realizado de manera adecuada, las irregularidades derivadas de los incumplimientos se habrían detectado en
2013.
Contra la precitada resolución se interpuso por la Abogacía del Estado, en representación de la demandante,
el presente recurso de casación.
SEGUNDO.- Recurso de casación
2.1 Motivo y fundamentación del recurso
El recurso se interpone por interés casacional ( art. 477.3 de la LEC), por infracción de los artículos 1089, 1091,
1255 y 1258 Código Civil en relación con el art. 1281 del mismo cuerpo legal, todos ellos en relación con DA 16
de Ley 38/2003, de 17 de noviembre, General de Subvenciones (LGS), en su redacción original, el articulo 132.2
Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público, el artículo 141 de la Ley 47/2003, de
26 de noviembre, General Presupuestaria y el artículo 34.3 de la Ley 7/1988, de 5 de abril, de Funcionamiento
del Tribunal de Cuentas.
La Abogacía del Estado cita las sentencias de la Audiencia Provincial de Madrid favorables a su tesis como
las 95/2021 y 110/2021, ambas de 23 de febrero, de la sección 10.ª de dicha audiencia, a la que añade otra
dictada por la sección 14, de 25 de marzo de 2021, en recurso 490/2020, y contrarias como las sentencias
403/2020 y 117/2021, de 26 de marzo, de la sección 25 del mismo tribunal. Incluso, señala que la primera de
ellas está recurrida en casación.
Según la tesis de la parte recurrente, la audiencia no tiene en cuenta el informe del Tribunal de Cuentas, aun
cuando el punto 20.2 de la convocatoria preveía expresamente lo que sucedería ante una circunstancia de tal
naturaleza, cuando precisa que:
"[...] no obstante transcurrido dicho plazo (4 años), la Fundación procederá a reclamar el reintegro cuando
así se derive ... de las actuaciones de los órganos de fiscalización y control financiero, siempre que no haya
transcurrido el plazo de prescripción civil de quince años".
En apoyo a su recurso la Abogacía del Estado cita el art. 133.2 de la Ley 40/2015, de 1 de octubre, del Régimen
Jurídico del Sector Público, que dispone que:
"Las fundaciones del sector público estatal aplicarán el régimen presupuestario, económico financiero, de
contabilidad y de control establecido en la Ley 47/2003, de 23 de noviembre, sin perjuicio de las competencias
atribuidas al Tribunal de Cuentas, estarán sometidas al control de la Intervención General de la Administración
del Estado".
Hace referencia, también, al art. 46.3 de la Ley 50/2002, de 26 de diciembre, de Fundaciones, hoy derogado,
pero vigente al desarrollarse los hechos, en cuanto norma que:
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JURISPRUDENCIA
"En materia de presupuestos, contabilidad y auditoría de cuentas, estas fundaciones se regirán por las
disposiciones que les sean aplicables del texto refundido de la Ley General Presupuestaria, aprobado por el
Real Decreto legislativo 1091/1988, de 23 de septiembre.
"En todo caso, la realización de la auditoría externa de las fundaciones del sector público estatal en las que
concurran las circunstancias previstas en el artículo 25.5 de la presente Ley, corresponderá a la Intervención
General de la Administración del Estado".
Por otra parte, el art. 141 de la Ley 47/2003, de 26 de noviembre, General Presupuestaria establece que:
"La Intervención General de la Administración del Estado ejercerá el control sobre entidades colaboradoras
y beneficiarios de subvenciones y ayudas concedidas por los sujetos del sector público estatal y de las
financiadas con cargo a fondos comunitarios de acuerdo a lo establecido en la Ley General de Subvenciones
y en la normativa comunitaria".
Se cita también el art. 34.3 de la Ley 7/1988, de 5 de abril, de Funcionamiento del Tribunal de Cuentas que
establece la siguiente obligación:
"Los perceptores o beneficiarios de ayudas con cargo a los Presupuestos Generales del Estado o procedentes
de entidades integrantes del sector público, tales como subvenciones, créditos o avales, sean personas físicas
o jurídicas, públicas o privadas, así como los particulares que administren, recauden o custodien fondos
o valores del Estado, Comunidades Autónomas y Corporaciones Locales, hayan sido o no intervenidas la
respectivas operaciones, estarán obligados a rendir las cuentas que la Ley establece".
En definitiva, con dicha referencia normativa señala que debe entenderse lo dispuesto en el último párrafo del
punto. 20.2 antes transcrito, con lo que la verificación del correcto empleo de los fondos subvencionados no
finalice con la liquidación definitiva, sino que quedará supeditada a la posterior verificación por los organismos
de fiscalización y control financieros, los cuales podrán apreciar la existencia de determinado incumplimientos
o cualesquiera otras causas de reintegro dentro de las justificaciones presentadas por los beneficiarios, lo
que deriva de la mecánica de funcionamiento del sector público, condiciones que fueron aceptadas por la
donataria.
Una vez aprobado el informe del Tribunal de Cuentas de fecha 28 de septiembre de 2017 (BOE de 28 de febrero
de 2018) es cuando se determinan los incumplimientos apreciados por dicho órgano y, en su caso, la forma
de liquidar los mismos, por lo que de conformidad con lo dispuesto en el último párrafo del art. 20.2 de las
bases reguladoras, será ese momento en que ha de fijarse el dies a quo del plazo de caducidad de la acción
de revocación o reintegro.
Subsidiariamente, podía entenderse a raíz del informe del IGAE de octubre de 2016 y de los requerimientos de
visita que hace la FPRL, cuando debe iniciarse el inicio del plazo de 4 años.
Por último, se insta a que se fije como doctrina jurisprudencial "[...] en relación con la caducidad de la acción
de revocación de la donación modal por incumplimiento de las condiciones, que se fije como dies a quo, la
fecha en que se dicta por parte del FPRL, la liquidación definitiva extraordinaria o subsidiariamente la fecha
de emisión del informe del Tribunal de Cuentas".
2.2 Oposición de la parte recurrida
En su oposición al recurso de casación la entidad demandada alegó que la liquidación provisional fue abonada
el 13 de marzo de 2013, la cual, al no ser objeto de alegaciones por parte de la demandada devino liquidación
definitiva, al amparo de la disposición general 18 de la convocatoria de 2011. Así las cosas, el 1 de febrero
de 2017, la demandante pidió documentación a la demandada que fue cumplimentada el 20 de febrero de
2017 sobre la cual no volvió a tener nueva noticia hasta que, el 25 de abril de 2019, recibe la denominada
resolución provisional extraordinaria en la que pone de manifiesto las irregularidades cometidas, sobre las
que se formularon alegaciones, las cuales fueron desestimadas por liquidación definitiva confirmatoria de la
resolución provisional extraordinaria.
La demandada alegó, como motivos de inadmisibilidad del recurso interpuesto, la falta de identificación de la
infracción alegada mediante la cita heterogénea de preceptos, sin indicar cómo, por qué y en qué habían sido
infringidos o desconocidos, lo que produce indefensión a la parte. También, se alegó la carencia manifiesta de
fundamento por plantear cuestiones heterogéneas cuando la verdadera contradicción radica en determinar el
momento en que se inicia el cómputo del plazo para el ejercicio de la acción revocatoria de la donación modal
sobre el que discrepan las sentencias de las distintas secciones de la Audiencia Provincial de Madrid.
Reconoce que dicha disparidad de criterios, tras procederse a una masiva revisión de las liquidaciones de
las subvenciones llevadas a efecto por los ejecutantes donatarios de los ejercicios 2011 y 2012, radica en
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JURISPRUDENCIA
apreciar o no caducidad de la acción revocatoria ejercitada por la FPRL, dependiendo de que el dies a quo para
su cómputo se fije en el momento en que se justificó la ejecución de la acción, se aportó la documentación
acreditativa y se liquidó por el FPRL el pago de la ayuda correspondiente, o en el momento de la emisión del
informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas, o desde la emisión de la liquidación extraordinaria por parte
del FPRL.
En definitiva, sostiene que, al ser palmario que desde el 22 de marzo de 2012, disponía de la misma
documentación, que luego el 25 de abril de 2019, le lleva, por primera vez, a constatar supuestos
incumplimientos, que conducen a la revocación de la donación, considera correcta la argumentación de la
sentencia recurrida cuya ratificación interesa, lo que es coherente con la doctrina de la actio nata derivada de
la interpretación del art. 1969 CC.
Desde luego, se argumenta que no cabe entender que el conocimiento de las irregularidades se produce por
las actuaciones de fiscalización del Tribunal de Cuentas y del IGAE, pues se refieren al ejercicio 2015 y no al
ejercicio 2011, al que pertenecen las donaciones litigiosas. Ni tan siquiera los incumplimientos reclamados
derivan de tal fiscalización, sino de una nueva revisión de los expedientes que acomete el FPRL. Por otra parte,
estamos ante un plazo de caducidad no susceptible de interrupción.
Concluye que, en el peor de los casos, la fiscalización finalizó el 12 de marzo de 2013 y la liquidación
extraordinaria es de abril de 2019. Los informes del Tribunal de Cuentas y del IGAE no se refieren al expediente
AE-0090/2011. La inactividad o falta de diligencia del donante no puede ser suplida cumplido el plazo de
caducidad por medio de una revisión extemporánea motivada por una llamada de atención de los órganos de
fiscalización.
Por último, se señala, que el criterio mayoritario de la Audiencia Provincial de Madrid es el de la sentencia
recurrida, y cita al respecto las sentencias 187/2021, de 5 de mayo, de la sección 13; 137/2021, de la sección
14; 226/2021, de 25 de junio, de la sección 18; 241/2021, de 14 de julio, de la sección 19; 353/2021, de 17 de
noviembre, de la sección 19; 133/2022, de 6 de abril, de la sección 20; 143/2022, de 21 de abril, de la sección 20;
5 de julio de 2022, de la sección 21, en recurso 197/2021, además de la recurrida por la Abogacía del Estado.
Por todo ello, solicita la desestimación del recurso interpuesto.
2.3 Inexistencia de óbices formales de inadmisibilidad
Esta sala ha establecido que no cabe fundamentar un recurso de casación con la alegación de motivos
heterogéneos, que mezclan cuestiones de hecho y de derecho, sustantivas y procesales ( sentencias 760/2011
de 4 noviembre, 369/2021, de 28 de mayo, 913/2021, de 23 de diciembre; 719/2023, de 12 de mayo y
1423/2023, de 17 de octubre); mas, en el presente caso, los motivos esgrimidos son de derecho civil, y la
remisión a la legislación administrativa lo es como complementaria y no como fundamento del recurso de
casación.
Indiscutiblemente, el recurso ostenta interés casacional, dados los criterios divergentes que, sobre la cuestión
litigiosa, se suscitan en la Audiencia Provincial de Madrid.
En contra de lo sostenido por la parte demandada, la Abogacía del Estado sí que explica las razones por las
que considera que el caso reviste dicho interés, sin que la demandada sufra indefensión de clase alguna, basta
para descartarla su escrito de oposición al recurso de casación del que resulta su perfecta comprensibilidad
de la cuestión controvertida y, por consiguiente, la posibilidad del ejercicio sin cortapisas del derecho de
contradicción.
Por otra parte, este tribunal ha elaborado la doctrina de las causas absolutas y relativas de inadmisibilidad,
fijada en el auto del pleno de esta Sala 1.ª de 6 de noviembre de 2013 (recurso 485/2012), asumida en
resoluciones posteriores como las sentencias 577/2015, de 5 de noviembre; 667/2016, de 14 de noviembre;
292/2017, de 12 de mayo; o más recientemente 142/2021, de 15 de marzo; 629/2021, de 27 de septiembre;
658/2021, de 4 de octubre; 843/2021, de 9 de diciembre; 283/2022, de 4 de abril, 1032/2022, de 23 de diciembre
o 1713/2023, de 12 de diciembre, entre otras muchas. Según tal doctrina:
"[...] puede ser suficiente para pasar el test de admisibilidad y permitir el examen de fondo del recurso, la
correcta identificación de determinados problemas jurídicos, la exposición aun indiciaria de cómo ve la parte
recurrente el interés casacional y una exposición adecuada que deje de manifiesto la consistencia de las
razones de fondo. En tales casos, una interpretación rigurosa de los requisitos de admisibilidad que impidan el
acceso a los recursos extraordinarios no es adecuada a las exigencias del derecho de tutela efectiva jurídica
de la sentencia ( sentencias 667/2016, de 14 de noviembre, con cita de la 439/2013, de 25 de junio; 2/2017,
de 10 de enero y 149/2017, de 2 de marzo)".
TERCERO.- Examen del recurso
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JURISPRUDENCIA
En primer término, es preciso señalar que ninguna de las sentencias citadas por el juzgado, concretamente
la 1104/2004, de 23 de noviembre y 900/2007, de 20 de julio, se refieren a un caso, como el presente, en el
que nos hallamos ante una convocatoria de financiación llevada a efecto por la demandante Fundación para
la Prevención de Riesgos Laborales.
La asignación de fondos públicos realizada era para la ejecución de determinados programas, recogidos en la
asignación de recursos destinados a la promoción de la salud y seguridad en el trabajo, en empresas cuyas
plantillas se sitúan entre 6 y 49 trabajadores y que carecen de representación legal; todo ello, con la finalidad
expresada, en las bases de la convocatoria, de fortalecer el papel de los interlocutores sociales y la implicación
de trabajadores y empresarios en actividades preventivas, que constituyen uno de los objetivos de la Estrategia
Española de Seguridad y Salud en el Trabajo, lo que conforma, desde luego, un fin de interés general, y no
exclusivo de quien ejecuta el programa, en este caso de la demandada Comisiones Obreras de Construcción
y Servicios, que particularmente no se enriquece con la atribución de dichos fondos adscritos al referido fin.
La precitada asignación de fondos correspondiente a la anualidad de 2011, según dispone el punto tercero
de la convocatoria, está regulada por las normas de ésta, así como sujeta a lo dispuesto en la disposición
adicional decimosexta de la Ley 38/2003, de 17 de noviembre, General de Subvenciones, teniendo naturaleza
jurídica-privada.
La referida disposición adicional 16, en su redacción vigente a la fecha de la convocatoria y ejecución del plan,
normaba, en su apartado 1, que:
"Las entregas dinerarias sin contraprestación que realicen las fundaciones del sector público se regirán por
el derecho privado, si bien serán de aplicación los principios de gestión contenidos en esta ley y los de
información a los que se hace referencia en el artículo 20. En todo caso, las aportaciones gratuitas que realicen
habrán de tener relación directa con el objeto de la actividad contenido en la norma de creación o en sus
estatutos".
Según las normas de la convocatoria, para participar en ella, los solicitantes deberán reunir los requisitos
contemplados en el punto 6, y, en dichas normas, se reguló igualmente el procedimiento de selección de los
solicitantes, la forma de llevar a efecto la financiación, las condiciones y obligaciones de los adjudicatarios,
así como que, una vez examinada la documentación presentada y realizadas las comprobaciones
correspondientes, la Fundación practicará la propuesta de liquidación final que será notificada al ejecutante,
el cual dispondrá de un plazo de 10 días contados a partir del siguiente a la recepción de la notificación,
para formular las alegaciones que considere oportunas, pudiendo acompañar los documentos que permitan
subsanar la justificación en que se fundamentó la liquidación. Transcurrido dicho plazo, sin que hubieran sido
formuladas alegaciones, se considerará como liquidación definitiva la propuesta de liquidación final (punto 18).
Por su parte, el punto 20 de la convocatoria se refiere al reintegro de la asignación otorgada, regulando
expresamente las causas por las que procede en su apartado primero, y los plazos de reclamación en su
apartado segundo.
Conforme a este último apartado:
"La FUNDACIÓN procederá a reclamar el reintegro dentro del plazo ordinario de reclamación de cuatro años, a
contar desde el momento en que venció el plazo para presentar la justificación por parte del obligado a ello.
"El cómputo de este plazo se interrumpirá:
"a) Por cualquier acción de la FUNDACIÓN, realizada con conocimiento formal del ejecutante, conducente a
determinar la existencia de alguna de las causas de reintegro.
"b) Por la interposición de acciones judiciales, por la remisión del tanto de culpa a la jurisdicción penal o por la
presentación de denuncia ante el Ministerio Fiscal, así como por las actuaciones realizadas con conocimiento
formal del ejecutante en el curso de dichas acciones.
"c) Por cualquier actuación fehaciente del ejecutante conducente a la liquidación de la asignación o del
reintegro y, en general, por cualquier acto de reconocimiento de la deuda del reintegro.
"No obstante, transcurrido dicho plazo, la FUNDACIÓN procederá a reclamar el reintegro cuando así se derive de
una resolución judicial o administrativa o de las actuaciones de los órganos de fiscalización y control financiero,
siempre que no haya transcurrido el plazo de prescripción civil de quince años".
Los plazos de prescripción, su cómputo y las causas de interrupción, establecidos en el precitado punto 20.2
de la convocatoria, son los mismos que los previstos en el art. 39.3 de la ley 38/2003, de 17 de noviembre,
General de Subvenciones.
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JURISPRUDENCIA
Por consiguiente, las actuaciones de reintegro están sometidas al plazo de cuatro años, concebido como de
prescripción, susceptible de interrupción, y no al de caducidad de las donaciones modales.
Obviamente, con su participación en la convocatoria, la demandada asumió el referido condicionado, que
regula el régimen jurídico de las relaciones entre la Fundación y la ejecutante del plan, con respecto a los
fondos asignados, que son de naturaleza pública.
Siendo así las cosas como así son, admiten juzgado y audiencia y este tribunal comparte, que el cómputo
del plazo de la prescripción debe iniciarse a partir del momento en que, tras el requerimiento de información
adicional a la entidad demandada, ésta la presenta en marzo de 2013, por lo que el inicio del plazo deberá
computarse, al menos, desde el 12 de marzo de dicho año, que es la fecha en la que se formula la
propuesta de liquidación provisional, aceptada por Comisiones. Antes de tal fecha, el inicio de las actuaciones
de comprobación no era posible, en tanto en cuanto se encontraba pendiente de complementarse la
documentación requerida.
Pues bien, tras informe de irregularidades detectadas por la Intervención General del Estado correspondientes
a convocatorias de otras anualidades, la demandante inició actuaciones de revisión extraordinaria de la
asignación de fondos de 2011, al tratarse de deficiencias similares.
De esta manera, con fecha 1 de febrero de 2017, con respecto a la asignación de fondos litigiosa AE 0090/2011,
dentro del plazo de revisión y reintegro establecido en el punto 20.2, instó a Comisiones que le remitiera
determinada documentación. La entidad demandada contestó al requerimiento formulado con fecha 21 de
febrero de 2017, lo que constituye una manifestación inequívoca de que tuvo constancia de dicha reclamación.
Por otra parte, conforme al punto 20.2 a), el cómputo de plazo de la prescripción se interrumpirá: "[...] por
cualquier acción de la Fundación, realizada con conocimiento formal del ejecutante, conducente a determinar
la existencia de alguna de las causas de reintegro".
Desde entonces, no transcurrió el plazo de cuatro, en tanto en cuanto continuaron las actuaciones de
comprobación, que condujeron a la revisión extraordinaria de fecha 24 de abril de 2019, en la que se determinó
que procedía reintegrar al FPRL la cantidad de 100.447,70 euros conforme al punto 19 de la Convocatoria, y,
previa audiencia de la demandada, el 24 de julio de 2019, se dictó liquidación extraordinaria definitiva con el
establecimiento de dicha obligación de reintegro que, al no ser abonada por la demandada, determinó que la
Abogacía del Estado, con fecha 8 de enero de 2020, interpusiese la correspondiente acción judicial.
No es aplicable, al presente caso, la cita que hace la audiencia de la sentencia de esta sala 1394/2007, de
11 de enero, que además de referirse a un asunto de naturaleza distinta, relativa a la validez de una donación
remuneratoria oculta en una escritura pública de compraventa, la frase transcrita atribuida como doctrina
de esta sala: "[...] el principio de seguridad jurídica impide que pueda quedar sometido el inicio del plazo a
otras circunstancias externas al propio contrato que se pretenda revocar", no es tal; puesto que se trata de un
razonamiento correspondiente a la sentencia recurrida en casación dictada por la audiencia, además de que
no constituye el fundamento del fallo; baste, para ello, reproducir el fundamento de derecho preliminar de la
precitada sentencia 1394/2007, que se limita a reflejar los antecedentes relevantes del litigio, cuando señala:
"La anterior sentencia fue apelada por el actor, y fue confirmada por la Audiencia, excepto en el particular
relativo a costas, que no impuso a ninguna de las partes en ambas instancias. Compartió la Audiencia el
criterio de la sentencia apelada de que la compraventa simulaba una donación remuneratoria, válida y lícita.
Igualmente lo hizo en cuanto a la caducidad de la acción rescisoria pues el plazo debía computarse desde la
fecha de la escritura (abril de 1.989) o incluso desde su inscripción en el Registro de la Propiedad (junio de
1.989), sin que pudiese diferirse a la fecha en que recayó sentencia en el anterior litigio civil "pues el principio
de seguridad jurídica --dice el fundamento jurídico cuarto-- impide que pueda quedar sometido el inicio del
cómputo a otras circunstancias externas al propio contrato que se pretenda revocar; como recoge la sentencia
apelada dicha interpretación del día inicial concuerda también con lo dispuesto en el artículo 37 de la Ley
Hipotecaria".
Por otra parte, las facultades de reintegro y el control financiero de las subvenciones por el Estado, tampoco
es algo externo al contrato, sino expresamente contemplado en la propia normativa de la convocatoria, y en
las disposiciones legales por las que se rige la asignación de fondos públicos y su fiscalización, aun cuando
se encuentren sometidos al régimen de derecho privado.
Actualmente, la disposición adicional vigésima sexta, de la Ley 38/2003, de 17 de noviembre, General de
Subvenciones, en su redacción dada por la disposición final 18 de la Ley 6/2018, de 3 de julio, de Presupuestos
Generales del Estado, para los casos de subvenciones y otras ayudas concedidas por las entidades de derecho
público del sector público estatal, que se rijan por el derecho privado, aunque no vigente a la fecha del
9
JURISPRUDENCIA
presente recurso y, por lo tanto, no aplicable, otorga a dichas asignaciones de fondos la naturaleza jurídica de
subvenciones cuando norma que:
"1. Las entregas dinerarias sin contraprestación que otorguen las entidades de derecho público del sector
público estatal que se rijan por el derecho privado, tendrán siempre la consideración de subvenciones.
Su concesión y demás actuaciones contempladas en esta Ley constituirán el ejercicio de potestades
administrativas a los efectos previstos en la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo
Común de las Administraciones Públicas y en la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector
Público, quedando sometidas al mismo régimen jurídico establecido para las subvenciones concedidas por
las Administraciones Públicas".
Por todo ello, procede estimar el recurso de casación, y considerar que la acción de reintegro deducida no se
encuentra prescrita, dada la operatividad de la interrupción de la prescripción, al reunirse los requisitos del
art. 1973 del CC.
La jurisprudencia de esta sala ha precisado, por ejemplo, entre las más recientes, en la sentencia 1704/2023,
de 5 de diciembre, que, para que opere la interrupción de la prescripción por actos conservativos de su derecho
realizados por el acreedor, es preciso que se practiquen "a través de un medio hábil y de forma adecuada" y que,
además, concurran estos dos requisitos: 1) que se identifique con claridad tanto el derecho que se pretende
conservar, al que se refiere el acto interruptivo, como la persona frente a la que se trata de hacer valer; y 2) que
dicha voluntad conservativa llegue a conocimiento del deudor
En el mismo sentido, se expresa la sentencia 1550/2023, de 8 de noviembre, cuando indica que:
"Es doctrina reiterada de esta sala que la reclamación extrajudicial, cualquiera que sea su forma, es válida
para interrumpir la prescripción, siempre que quede constancia de su remisión y de su recepción ( sentencias
97/2015, de 24 de febrero; 74/2019, de 5 de febrero; 142/2020, de 2 de marzo; y 275/2021, de 10 de mayo).
"Sobre el contenido del acto interruptivo de la prescripción se pronunciaron las sentencias 972/2011, de 10
de enero de 2012, y 541/2021, de 15 de julio, con cita de otras muchas, que declararon que para que opere
la interrupción de la prescripción es preciso que la voluntad se exteriorice a través de un medio hábil y de
forma adecuada, que debe trascender del propio titular del derecho, de forma que se identifique claramente el
derecho que se pretende conservar, la persona frente a la que se pretende hacerlo valer y que dicha voluntad
conservativa del concreto derecho llegue a conocimiento del deudor, ya que es doctrina reiterada que la eficacia
del acto que provoca la interrupción exige no sólo la actuación del acreedor, sino que llegue a conocimiento
del deudor su realización, y su acreditación es carga de quien lo alega.
"Y sobre la forma de la reclamación extrajudicial, la sentencia 97/2015, de 24 de febrero (reproducida por la
sentencia 541/2021, de 15 de julio), declaró:
""La Sala, en su labor unificadora de criterios judiciales, ha precisado, entre otros pronunciamientos sobre la
materia ( STS de 16 de noviembre de 1998, Rc.1075/1994), que la interrupción de la prescripción extintiva
por la vía de la reclamación extrajudicial, supone una singularidad en nuestro derecho en relación al derecho
comparado. Es más, nuestro Código Civil, en el mencionado artículo 1973, no exige fórmula instrumental
alguna para la reclamación extrajudicial como medio para interrumpir la prescripción, por lo que cualquiera de
ellos, puede servir para tal fin; es por lo que, siguiendo una importante corriente doctrinal, se puede afirmar que
esta cuestión puede plantear un problema de prueba -de la existencia de la reclamación y de su fecha- pero no
un problema de forma. Y en este sentido se explicita la sentencia de esta Sala de 6 de diciembre de 1968"".
Pues bien, en el presente caso, el requerimiento de 1 de febrero de 2017, es debidamente notificado a la
demandada, con perfecta identificación de la reclamación que se le efectúa para que tenga plena constancia
del derecho que la entidad demandante pretende conservar, y, por lo tanto, de la acción cuya prescripción se
interrumpe.
Por otra parte, según reiterado pronunciamiento jurisprudencial, la interrupción implica la amortización del
tiempo pasado, que se tiene por no transcurrido, de manera que, a partir de la interrupción, se comienza a
computar de nuevo el plazo de prescripción ( SSTS 257/2008, de 16 de abril; 719/2008, de 23 de julio; 536/2010,
de 10 de septiembre; 480/2017, de 20 de julio y 271/2021, de 10 de mayo, entre otras muchas).
En definitiva, no transcurrió, desde el 1 de febrero de 2017 y ulteriores comunicaciones de liquidación de la
deuda reclamada, hasta la interposición de la demanda, el 8 de enero de 2020, el plazo de cuatro años, por lo
que la acción no la podemos reputar prescrita
CUARTO.- Asunción de la instancia
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JURISPRUDENCIA
Al estimarse el recurso de casación, procede asumir la instancia ( art. 487.3 de la LEC), y, con ello, acoger
también el recurso de apelación formulado, así como considerar que la acción ejercitada en la demanda se
ha interpuesto dentro de plazo, en virtud del instituto de la prescripción y que, por lo tanto, debe resolverse
sobre el fondo de la cuestión litigiosa relativa a la devolución de la cantidad de dinero que fue asignada a la
demandada en el AE 0090/2011.
Ahora bien, como señalamos en la sentencia 161/2024, de 7 de febrero:
"La estimación del primer motivo del recurso de casación y consiguiente casación de la sentencia impugnada
no determina en este caso que la sala resuelva sobre el fondo de la reclamación planteada en la demanda,
siguiendo el criterio de la sala para casos semejantes en los que no se entró a conocer en la instancia sobre la
pretensión formulada por considerar que la misma lo había sido extemporáneamente ( sentencias 114/2019,
de 20 febrero, y 616/2020, de 17 de noviembre, entre otras). Otra solución distinta traería consigo que buena
parte de las cuestiones planteadas por la demandada quedaran privadas de la segunda instancia y esta sala,
desnaturalizando su función de órgano de casación y mediante un procedimiento no adecuado a la revisión
total de los problemas procesales y probatorios del litigio, tuviera que proceder a una nueva valoración conjunta
de la prueba".
Por lo tanto, se devuelven las actuaciones a la audiencia para que, con respeto a lo acodado en esta sentencia,
resuelva la cuestión litigiosa suscitada en la demanda por la Abogacía del Estado.
QUINTO.- Costas y depósito
De conformidad con lo previsto en el art. 398.2 LEC, no se impone a la parte recurrente las costas del recurso al
ser estimado, ni tampoco las de primera y segunda instancia sobre las que deberá pronunciarse la audiencia,
al conocer el recurso de apelación interpuesto en los términos antes acotados.
FALLO
Por todo lo expuesto, en nombre del Rey y por la autoridad que le confiere la Constitución, esta sala ha decidido
:
1.º- Estimar el recurso de casación interpuesto por la Abogacía del Estado, en representación de la Fundación
para la Prevención de Riesgos Laborales, contra la sentencia 117/2021, de 26 de marzo, dictada por la
Audiencia Provincial de Madrid (sección 25.ª), en el rollo de apelación n.º 773/2020, dimanante del juicio
ordinario n.º 175/2020 del Juzgado de Primera Instancia n.º 51 de Madrid.
2.º- Casar la sentencia recurrida, que se deja sin efecto, y devolver las actuaciones a la audiencia para que, con
carácter preferente, resuelva sobre el recurso de apelación interpuesto, si bien con sujeción a lo ya decidido
por esta Sala, sobre la desestimación de la prescripción y/o caducidad de la acción deducida en la demanda,
que es rechazada con pronunciamiento firme.
3.º- No se imponen las costas del recurso de casación.
Líbrese al mencionado tribunal la certificación correspondiente, con devolución de los autos y del rollo de sala.
Notifíquese esta resolución a las partes e insértese en la colección legislativa.
Así se acuerda y firma.
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