Arrieta - La Suegra Del Diablo - Libretto
Arrieta - La Suegra Del Diablo - Libretto
Arrieta - La Suegra Del Diablo - Libretto
LETRA DE
EUSEBIO BLASCO,
MÚSICA DEL
maestro arrieta.
MADRID:
EL TEATRO Y ADMINISTRACIÓN LÍRICO-DRAMÁTICA,
oficinas: fez, 40, 2.°
1867.
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LA SUEGRA DEL DIABLO.
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OBRAS
DE
EUSEBIO BLASCO-
verso.
REPERTORIO DE IOS BUFOS MADRILEÑOS.
LETRA EE
EUSEBIO BLASCO,
MÚSICA DEL
maestro m\m,
Representado por primera vez en el teatro de los Bufos Madii
leños (Variedades), el dia 23 de Marzo de 1867.
íMADRLD.
IMPRENTA DE JOSÉ RODRÍGUEZ, CALVARIO, 18.
e^tos.
PERSONAJES. ACTORES.
ESCENA PRIMERA.
La TU CORNELIA, MABIBLANCA, MAESE NICOLÁS, CORO.
música.
y el Niño el timón,
y los remos son buenas almas
las
KAEL&BO.
ESCENA II.
Corn. Infaaaame!
MAR1B. (Llorando.) ¡Hi lli lli hi!
Corn. Dónde vamos á parar?
solo piensas en los hombres.
Marib. ¡Hühühü
Corn. ¡No llores mas!
Ah, señor marido mió, (Á Maese Nicolás.)
si usarcé en vez de collar
hiciera lo que el honor
manda que se haga, quizás
esta rapaza insolente
no me llegara á matar,
pero á fieras desazones
creo que me matará.
— 9 —
Dígale ucé á nuestra hija
que si prosigue en su afán
va á condenarse!
M. NlC. (Con mucha calma.) Ven, hija.
Marib. Padre y señor...
M-Nic. Ven acá.
Marib. Aquí estoy, (se acerca.)
M.Nic. Te participo
que te vas á
condenar.
Corn. (Á Nicolás) Quítale ciertas ideas
que tiene.
Marib. Yo...
M. Nic. Voy allá.
Anda y tráeme tus ideas,
que las necesito.
Corn. ¿Hay tal?
¡Ucé no es hombre!
M- Nic. Hija mia,
yo no soy hombre.
Corn. Colas,
qué le dices á la niña?
M. Nic. Lo que acabas de mandar.
Corn. Hombre, no me desesperes.
M. Nic Sí por no verte rabiar
falsificara moneda!
Corn. Menéate, hombre.
M. Njc. Sí tal.
(Comienza á patearse por la escena meneándose mu-
cho.)
Cdrn. No es eso!
M. Nic. Pues si no es eso
no sé menearme mas.
C jrn. En casa hay gato encerrado
y me lo vas á soltar
ó he de morderte!
M. Nic. En seguida.
(Abre la puerta de la derecha, entia, y sale con un
gato.)
M. Nic. Si te tiemblo!
Corn. Si no quieres
hacerme caso...
M. Nic. Sí tal.
Corn. Piensa como yo.
M. Nic. Corriente.
Corn. Mariblanca...
M.Nic. Mariblan...
Corn. Es muy mala.
M. Ntc. Es muy remala.
Corn. Tiene un galán.
M. Nic. Un galán.
Corn. Dos galanes.
M. Nic. Diez galanes.
Corn. Y muchos mas.
M. Nic. Muchos mas.
Corn. Yo no quiero.
M. Nic. Yo no quiero.
Corn. Ni tú tampoco.
H. Nic. Cabal.
Corn. Yo me irrito.
M. Nic. Yo me irrito.
Corn. Y hago muy mal.
M. Nic. Y hago mal.
Corn. Y yo soy su madre.
M. Nic. Y yo...
Corn. Y esto tiene que acabar
y como esto dure mucho
vamos á acabar muy mal,
que estar así es impo — sible,
(Corta la palabra, entrando en el cuarto de la iz-
quierda p^ra dpjar en él la rueca, y volviendo á salir.)
ESCENA Iíí.
MARIBLANCA.
Corazoncico triste,
no le apesares,
no vertáis, ojos míos,
el llanto á mares.
Siguiéndome á la fuente
van los galanes,
y al mirarme suspiran
con mil afanes,
y yo les digo:
¡ay, suspiros del alma,
venid conmigo!
música.
Si mi madre no quiere
que tenga novio
lo be de tener.
Ay, madrecita mia,
vaya unas cosas
que tiene ucé.
Ay, no sé,
yo no sé
como se puede vivir sin novio,
vivir sin novio
no puede ser.
ESCENA IV.
basta tu almohada,
como caritativa
dales posada!
Marir. ¡Bartolo mió!
Bart. ¡Ven á abrirme la puerta
que tengo frió!
Marib. Aguarda un poco
— 13 —
que voy a ver...
mi madre duerme...
(¡Ylariblauca abre la puerta y Bartolo entra
Bart. ¡Ven! ¡ven!
Marib. Entra quedito,
entra, mi bien,
habla bnjito.
Bart. Bajito hablaré.
Maris. ¡Bajito!
¡Bajito!
Bart. Bajito hablaré.
Marib. Dime cositas dulces,
bien de mi vida.
Bart. Ay, que cosas tan buenas
que te diría!
Marib . Dímelas pues,
bajito, muy bajito
si puede ser.
ESCENA V.
Kzn.xiZ¡tt.v\J.
y fuentes, flores,
pájaros y auras
todos me dicen:
ten esperanza,
quiere á Bartolo
como él te ama!
M. Nic. (¡Ole, salero,
viva la gracia!)
Bart. Cuando los grillos
de noche cantan
y al nido vuelven
las cucarachas,
cuando los perros
al aire ladran
— 16 —
y los mosquitos
tocan llamada,
cuando en el charco*
cantan las ranas
y en la cocina
maya la gata,
se me figura
que á mí me llaman,
y que me dicen:
vé á Mariblanca,
, quiérela, quiérela,
llámala, llámala,
búscala, búscala,
ámala, ámala!
Marib. Tú eres mi vida,
tú mi esperanza,
y pues me quieres
con vida y alma
todo en el mundo
me importa nada.
M. Nic. ¡Toma lorito,
Saca la pata! (Se retira de la ventana.
MARIB. Ruido ha sonado.
Bart. iQuiá!
CORN. (Dentro.) Mariblanca!
Marib. Huye!
Bart. Por dónde?
Marib. Por la ventana.
Bart. No, que me puedo
romper el alma.
Marib. Corre á la puerta.
M. Nic. Abre, muchacba!
Mar ib. A y Dios, mi padre!
Bart. La cosa marcha.
Marib. Métete ahí dentro
y echo la tranca.
(Señalándole la puerta derecha.)
Bart.„ Adiós, pichona!
(¡VTaese Nicolás aparece otra vez en 1 a ventana
Marib. Adiós, mi alma!
Ama y espera!
Bart. Cristo nos valga!
17 —
Marib. ¡Fe!
Bart. Consecuencia!
Marib. Valor!
Bart. Constancia!
Marib. Virtud!
Bart. Firmeza!
Marib. Amor!
M. Nic. fi, icomodado.) Naranjas!
(m ariblanea abre la puerta del foro.)
ESCENA Vi.
M. Nic.
'
La del pajar.
Esta.
(Eclia la llave de la puerta per donde entró Bartolo.
Marib. Pero...
M. Nic. No tengas cuidado,
elpajar está abundante,
yo que conozco á Bartolo
sé que no se mucre de hambre.
Marib. ¡Ay de mi! perdida soy.
M. Nic. ¿Qué le digo yo á tu madre
si me pregunta?
Marib. Por Di °s
le ruego que no me mate
mañana continuaremos.
Corn. Ay, si usarcé otro hombre fuera!
Marib. Pero si ciego me ama...
Corn. Basta, basta ya! ¡Á la cama
y no tengamos quimera!
Marib. Métame ucé en un retablo!
Corn. Silencio!
M . Nic. Chist!
Corn. Yámonos.
¡Maldita! permita Dios
que le cases con el diablo!
(Queda la escena á escuras. Satanás cae por la chi-
menea.)
— 20 —
ESCENA Vil
SATANÁS.
MÚSICA.
Espíritus infernales
dejadme hacer,
hoy tardaré en ir á casa,
no me esperéis á comer .
voy á morir.
Sat. Esto me va gustando,
voy á quedarme aquí
Mauib. ¡Ay, ay! (Triste.)
•
Sat. ¡Ay, ay! (Pibaresco.)
Voces. (Dentro.) ¡J¡! ¡ji! ¡ji! ¡ji! ¡ji!
HABLADO.
Me llaman, y por marido
me desean, pésia-tal,
según há poco he oido;
pues no me parece mal,
y aquí estoy porque he venido.
Me alegro; así como así
me aburro entre paredes
las
del infierno, pésia-mí!
y les aseguro á ustedes
que no se está bien allí.
Nadie me querrá creer
sí aseguro que á cachetes
ESCENA VIII.
SATANÁS, MAR1BLANCA.
y el corazón me da salios
cuando me miro en tus ojos.
Marib. ;Cómo relucen los vuestros!
Sat. Mas relucirá este corto
presente que hacerle quiero
como via de espisodio.
(Dándole un collar.)
Marib . ¡Un collar! y cómo brilla
aun siendo de noche y todo!
brillantes son?
Sat. De los finos.
Marib. Y topacios?
Sat. De los gordos.
Marib. Rico sois?
Sat. Cual tú hermosa.
Quiéreme.
Marib. Bajad ira poco
la voz, que puede mi madre
despertar.
Su -
— 25
ESCENA IX.
MUSSCA.
si me pillan escondido
va á ser la de San Quintín!
Coro. Tocan solas las campanas
¡dan! ¡dan!
Suenan golpes y porrazos
¡pan! ¡pan!
Silba el viento en las ventanas
¡síiín siiin!
ESCENA X.
y la cola me arrancaste!
qué barias pues si lo fueras?
(Suenan allabonazos.)
No habrá contra mis legiones
poderes que te protejan.
¡Abrid! (Llama.)
ESCENA XI.
puerta.)
M. Nic. Sí á fé, y aquí la tenéis.
Sat. Urden de llevarla tengo
lejos üe aquí, y á eso vpngo.
— 29 —
CORN. Qué decis?
Sat. Que me la deis.
El rey lo manda.
Todos. (Descubriéndose.) ¡El rey!
Sat. Sí.
Casarla quiere en Enero
con un noble caballero.
Marib. ¡Cielos!
Coro. ¡Hola!
Bart. Hi! hi,hi,hi!
Sat. Vamos, niña!
Corn. Ay, que se va!
se la llevan.
Una Ald. No apurarse,
señora, que va á casarse!
Otra. Ay, quién se fuera!
Todas. ¡Ojalá!
Corn. ¡Te vas!
Marib. Y cuánto lo siento!
qué dolor y qué amargura!
nunca sufrí tal tortura! (Llorando.)
(Transición.)
¿Con que Vamos? (Á Satanás.)
Sat. Al momento.
Corn No ves nuestro desconsuelo? (Á Maese Nicolás.)
no lloras? se va á marebar!
M. Nic. Mujer, cómo be de llorar
si no leugo aquí el pañuelo?
Corn. ¡Adiós!
M. Nic. ¡Adiós!
Bart. Se la lleva!
(ün aldjano le da un pañuelo á Maese Nicolás.) ]
MÚSICA.
á casarse va
la niña gentil!
Corn. A y, que se la llevan,
ay, triste de mí!
Corto. Ay, que se la llevan,
ay, madre infeliz!
Bart. Ni en catorce meses
salgo yo de aquí.
CORO DE VIEJAS. HÜ hi! lli! bi! (Llorando.)
Coro de mños. Hi! hi! hi! hi!
Todos. Hi! hi! hi! hi!
M. NlC. Señor, Velad por ella, (Arrodillándose.)
que sea muy feliz!
á casarse va
la niña gentil!
(Quedan los aldeanos llorando, todos a un lado
arrodillados y con las manos extendidas hacia la ven-
lana. La comitiva del fondo se ve ya muy lejos y las
ESCENA PRIMERA.
SATANÁS, MARIBLANCA, MESONERO, UN ESTUDIANTE, CORO.
MÚSICA.
Sat. Basta ya de jaleo,
basta ya de danza,
echemos unas coplas
de rompe y rasga.
Est. Tieue razón,
echemos una copla
y arda el mesón!
04 —
Coro. ¡Sangre vivita vivita,
sangre vivita la quiero,
porque la sangre vivita
tiene sandunga y salero!
¡Á la jota jota de los cascabeles,
dime con quien andas
te diré quién eres.
S*t. El demonio son los hombres
dicen todas mujeres,
las
HABLADO.
cómo ha de haber...
Sat. Pues no tuce
que hay de todo?
Mes. Sí, señor;
menos de lo que ucé pide
hay de too!
Sat. Noramala
para el mesón! vaya y pique
unas migas.
Mes. Voy corriendo.
(Se va muy despacio. Vuelve.)
Pero si ucé me premite,
le iré ..
Sat. Qué?
Mes. Que no hay pan!
Sat. Pues idos de aquí, belitre!
(El Mesonero se va y vuelve.)
Mes. Si usarcé quiere lentejas...
Sat. Yo lentejas? quiere irse?
(El Mesonero se va y vuelve.)
Mes. Ah! también hay cañamones!
SAT. Por Vida de!... (Cogiendo una silla para pegullo
Mes. No se enrite!
Qué diablos querrá comer
esta gente? ¡Vaya un chiste!
(Se va por el corredor.)
OJ
ESCENA III.
SATANÁS, MARIBLANCA.
ESCENA IV.
ESCENA V.
Bart. ¡Sóoooo!
M. Nic. Vamos bajando.
Bart. ¡Sóoooo!
Corn. ¡Bajo pronto!
M. Nic. Ya voy.
Corn. ¡Vivo!
)
— 40 —
Bart. Por vida de! yo no puedo
ni moverme.
H. Nic. Y yo lo mismo.
Bart. Pues su mercé iba montado,
pero yo que á pie he venido-
desde el lugar hasta aquí...
Ay! (Se sienta.)
M. Nic. Descansemos. (s e sienta.)
€ORN. Marido,
eres un alma de cántaro.
M. Nie. Ya lo sé.
ESCENA VI.
DICHOS, el MESONERO.
Corn. Cómo?
Mes. Eso mismo.
Son dos que están separaos
por aquella puerta.
Corn. Digo
que sois hombre que lo entiende,
Ahora dígame, no ha visto
pasar por aquí una niña
con un caballero rico?
Mes. Un caballero?
41 —
Sí tal;
CORN. Un caballero vestido
ricamente.
Mes. Con bigote?
Corn. Sí.
Mes. Con gorra de cintillo?
CüRN. Sí, sí.
Mes. Con un ferreruelo
CORN. Justo.
Mes. Con gola?
Corn. Eso misino.
Mes. ¿Y con capa?
Corn. Sí.
M ES. Y espuelas?
Corn. Sí señor.
Mes. Pues no le he vistO. (Marchándose.)
Corn. ¡Mastuerzo!
Mes. ¡No poner moles!
Corn. Insolente, qué ha creído?
(Á Maese Nicuiás.J Y tú callas cuando ves
que á mí se atreven?
M. Nic. Yo...
Corn. Vivo.
Dile algo.
M. Nic. Yo?
CnRN. Pero pronto.
M. Nic. (ai mesonero.) Traígase un jarro de vino.
Corn. Jesús, Jesús y que hombre!
M. Nic. ¿He dicho algo?
Corn. Oíd.
Bart. Oímos.
Corn. Vamos á ver si logramos
atar cabos; tú me has dicho (A Batiólo.)
que encerrado en el pajar
oiste lo que le dijo
el forastero á la niña,
y afirmas que él se ha fingido
servidor del rey, tan solo
por llevársela.
Bart. Fso mismo.
Corn. (á Nicolás.) Tú dices que el forastero
te parece hombre dañino,
— 42 —
y observas que al presentarse
en el pueblo armó aquel ruido
que hacia temblar las casas
y que espantó á los vecinos.
M. Nic. Cabal.
Corn. Sigamos atando
nuestros cabos; bien, yo afirmo
que arranqué un rabo en la gresca
y ahora pregunto y digo,
de quién era el rabo?
M. Nic. Justo,
de quién era rabo? dilo. (Á Barido.)
el
M. Nic. Eh?
Corn. Mas bajo!
(Maese Nicolás se sienta en el suelo.)
Corn. Marido,
que quiere matarme.
(Se pone detrás de Nicolás )
M. Nic. ¿Qué?
Bart. Vieja roñosa!
(Queriendo acercarse á ella. Cornelia se excuda con
Maese Nicolás)
Corn. ¡Ay!
Bart. Maldito
sea tu nombre!
CORN. DeleDle! (Á Macse Nicolás.)
M. Nic. (Á Bartolo.) (Mira, sabes lo
que digo?
que esas cosas hay que hacerlas
sin decirlas ni dar gritos.)
Bart. ¡Pues no tenga ucé cuidado!
M. Nic. Ea, ya lo he convencido. (Á Cornelia.)
Bart. Mesonero!
MES. (Asomando por una puerta y bruscamente.)
¡Qué hay!
Bart. Un cuarto
para mí SOlo. (El Mesonero se retira.)
M. Nic. (ai Mesonero.) ¡V el vino!
Bart. Desde ahora no les conozco;
hasta nunca! necesito
que me dé el aire, entre tanto
que arreglan el cuarto.
M. Nic Hijo,
no te incomodes.
Corn. Silencio!
Quédate aquí, mientras miro
si hay quien sepa si han pasado
por aquí.
M. Nic. . Bien!
Corn. ¡Y ojo al Cristo!
M. Nic. Bien. (¿Será verdaJ que hay viudos
en el mundo?)
MES. (Trayendo un jarro de vino.) Está SerVÍO ! (Se va.)
— 44 —
ESCENA VI.
MAESE NICOLÁS.
MÚSICA.
Un borracho se murió
y dejó en el testamento,
que lo enterraran en viña
para chupar los sarmientos.
Así quiero yo
que me entierren á mí,
lejos de mi mujer
y cerca de una vid:
y muerlecito y todo
sabré trincar,
y estar chupa que chupa
sin descansar.
¡Chupa, chupa y rechupa
sin descansar!
__ 45 -
HABLADO.
Hombre, en qué consistirá
que en cuanto empiezo á beber
jo no sé lo que me da
que no me sé contener?
Ea, de aquí no me muevo...
Si mi mujer se enterara...
¡Y el caso es que en cuanto bebo
se me conoce en la cara! (Bebe no tra^o.)
Hombre, chismes de escribir?
(Reparando en un tintero que hay sobre la mesa.
voy á ver si es que me acuerdo...
y á quien diré mi sentir?
al compadre Blas Izquierdo.
(Bebe, v en seguida escribe.)
«Amigo Blas, he intentado
«poner mi mujer en venta t
»para comprar un caballo
«porque me tendrá mas cuenta.» l
Te la cederé barata
si lacompras, como espero;
Mesón del Cisne de Plata
treinta y uno de febrero.
(Se levanta y anda tambaleándose.)
(Riéndose.) ¡Grrrrr! qué travieso que soy!
sobre que me estoy gustando!
(ídem.) Jí! jí! jí! jí!... ¡cómo estoy!
Á dormir! ¡vamos andando!
ESCENA Yíí.
1 Copla popular.
— 46 —
que adore á Bartolo.
M. Nic. Diantre!
Maríb. Cielos, mi padre!
M. Nic. Hola, lióla!
ESCENA VIII.
DICHOS, BARTOLO.
Marib. Muero!...
BaRT. (Cae desmayado.) ¡Aire!
Marib. (id.) ¡Aire!
M. NlC. (Mirando á Bartolo.)
— 48 —
con tu madre y con el otro
antes de que aquí nos hallen.
Á ver si escapar podemos
sin que nos atisbe nadie,
y así evitas la paliza,
la paliza de tu madre.
Marib. ¡Un disfraz!
Bart. Disfraz dijiste?
brava idea!
Marib. Hay que buscarle;
vestirme de hombre pudiera,
vestido tal vez no halle.
Bart. Yo te buscaré el vestido
y en tu lugar pondré antes
un mozo cual tú ataviado
que pueda á tí semejarse,
en tanto que nos marchamos
del mesón.
Marib. I'ero ello es grave.
Bart. Ante todo un cuarto es fuerza
encontrar.
M. Nic. Jesús me ampare,
pues no está au dando el mesón?
Bart. Mesonero!
Marib. Va á ser tarde.
Bart. Mesonero!
Mes. ¡Qué hay!
(Asamando por la puerta y muy incomodada-
Bart. ¿Y el cuarto?
Mes. ¿El cuarto? honrar padre y madre! (Ser<
ESCENA IX.
ESCENA X.
Cornelia.)
que aquí os espero rendido,
preciosísima beldad!
Ven, ven, palomita mia! (Muy mimoso.)
ven, mi cariñito!...
ESCENA XI.
¡Voto va!
Que ya estoy hasta las astas
de esa momia, y que he de armar
una que sea sonada!
Cariblanca! (Entra en el cuarto de la derecha.
(Sale.) Aquí no está.
Me temo alguna emboscada,
será preciso llamar...
¡Á mí media docenita
de demonios! Fliki, Flá,
(Haciendo gestos cerno si conjurase los demonios. ]
ESCENA XIII.
ESCENA XIV.
BARTOLO, MARIBLANCA.
ESCENA XV.
CORNELIA, BARTOLO, SATANÁS, CORO, después el MESONERO.
Corn. Vuela!
Bart. (incomodado.) Demonio!
ESCENA XVI.
MUüICü.
sin remisión.
Bart. Yo bien sabia
loque decía
cuando el demonio
se la llevó.
Mas diablo y todo
se me figura
que se la pego
sin remisión.
Diabs. Ya le ban pescado,
ya le han cogido,
si es un idiota,
si es un simplón!
¿Á quién le ocurre
venir al mundo
y enamorarse
como un melón?
Mes. Yo bien decia
que esla mañana
olía á azufre
todo el mesón.
Qué parroquiano,
vaya una ganga,
este no paga
la habitación.
Cono. Dios nos asista.
Dios nos ampare;
Jesús, qué miedo,
Jesús, qué horror!
Quién es el guapo
que se las pela
con un demonio
de profesión?
— 56 —
CORN .
Oye, Bartolo,
dile á esta gente
que con los dedos
haga la cruz.
Sat . Temblad si me incomodo!
Bart. No; tiembla tú. (Le hace la cruz.)
Coro .
Jesús! Jesús! Jesús!
(A Satanás, y haciéndole la señal de la cruz.)
Sat .
üf!
Coro. Jesús, Jesús!
Sat .
Hura!
Bart. Ya le vencimos.
Sat. VotO á mi nombre! (Amenazándoles.
Coro. Ay!
(Retroceden y en seguida bajan diciendo.)
Jesús, Jesús!
(Al final de la música Satanás cae al suelo.)
HABLADO.
Corn. En nombre de Dios, levanta!
Sat. Por vida...
Corn. En nombre de Dios.
SAT. (Levantándose.)
Óyeme, querida amiga,
lujos de mi corazón...
TODOS. Hombre. (Con socarronería al verle taa carínese)
sale.)
ESCENA XVIII.
S A1 .
No hay medio.
Me cogen como á un ratón.
Corn. Entra.
SAT. Entro. (Metiéndose en la cuba.)
Corn. Abajo.
Todos. Abajo!
Sat. Ay, ay, ay!
Corn. Cayó.
Todos. Cayó!
Corn. ¡La tapa! un martillo! clavos!
ótf —
(Echa la tapa á la cuba. El mesonero reparte marti-
llos y clavos a varios.)
Pronto, todos. Una!
TODOS. (Dando con los martillos.) Dos!
ESCENA XiX.
CORNELIA, SATANÁS, el MESONERO, el CORO, después BAÜ
TOI.O, MAR1BLANCA, MAESE NICOLÁS y los DEMONIOS.
música.
Coro. Ya no hay remedio, se fastidió!
pon! pon! pon! pon! (clavando.)
Ya no hay escape, ya no saldrá!
pan! pan! pan! pan! (ídem.)
(Asomando por un boquete que la cuba debe tener
delante.)
Sai . Tenedme un poco
de caridad.
Todos. ¡Já! ¡já! ¡já! ¡já!
Fastidíate,
já! já! já! já!
Bart. ¡Que ustedes se diviertan,
que no haya novedad!
(En el foro montado en el borrico, Uevándosfi á .Ma-
ESCENA PRIMERA.
ESCENA Ií.
SATANÁS , BARTOLO.
y se ha abaratado el pan,
no hay quien la mujer ajena
quiera, ni quien viva mal.
En la cárcel no entra un alma,
la pólvora está de mas,
las mujeres van teniendo
algo menos vanidad,
y el robo ha venido á ser
una distracción no mas.
Solo un deplorable caso
trajo tu cautividad.
Sat . Y es?
Bart. Todos los abogados
se han muerto de hambre.
Sat. (¡Agua va!)
Pues bien; tú quieres á buenas
sacarme de aquí?
Bart. No tal.
Bart. Acomoda?
Si no, me voy.
Sat. Ven acá. (id.)
Te voy á dar lo que pieles;
mal digo, te daré mas!
Bai;t. Habla, pobre diablo!
Sat. ^
Mira,
júrame que no dirás
Jesús delante de mí,
y en cambio te haré llegar
á un pais que nadie sabe,
donde tu fortuna harás.
En él todos los que habitan
tienen una enfermedad,
merced á la cual, un dia
dominarles lograrás.
La princesa Hipotenusa,
hija de su majestad,
enferma está de peligro
y esperan que morirá.
— 66 —
Llegarás diciendo que eres
el doctor universal,
y á favor de aqueste anillo,
(
\.e enseña una sortija.)
que á todo te servirá,
curarás á la princesa
con toda seguridad.
En premio de tal servicio
tesoros mil pedirás,
y como el rey es muy rico,
lo que pidas le dará.
Bart. Venga el anillo.
MUTACIÓN.
EL PAÍS de los ciegos.
ESCENA III.
müsiCA.
CORO.
H&3L&DO.
Ciego 1." Ya sabéis como hace días
la princesa Hipotenusa
del gran Cateto noveno
hija yheredera única,
enferma se halla de muerto
y para ponerla en cura
iianse apurado los medios
que la ciencia útiles juzga.
¿Qué va á pasar si se muere?
Ciego 2.' La enterrarán. (Con gravedad y sentimiento.
Ciego i.' ¿Quién lo duda?
pero en tal caso su padre
se va derecho á la tumba.
ClEG02. Y qué tenemos con eso?
con tan feliz coyuntura
podremos variar de suerte.
Todos. Cierto.
Ciego!. ¿Qué decis?
Ciego 3. Escucha.
En esta tierra de ciegos
donde cada cual procura
pegársela á su compadre
con delicadeza suma,
se necesitaba un jefe
que viera á la turbamulta,
y que á lo menos tuviera
dos grados de vista turbia.
Cateto es ciego, su bija
ciega, el consejo, la curia
tienen ojos y no ven,
cosa por demás absurda.
Aquí no hay nada seguro
y esto va á acabar á tundas!
Ciego 2 Es verdad; á mí ayer tarde
pasóme un lance que asusta.
Yo tengo constantemente
cogida por la cintura
á mí mujer, y jamás
la suelto de tal coyunda;
ESCENA IV.
CIEGO i."
ESCENA V.
BARTOLO.
ESCENA Yí.
ESCENA VII.
ESCUNA VIII.
Cateto. ¡Tunantes!
(Descarg-a un palo que da sobre Bartolo.)
Bakt. ¡Ay! que soy yo!
Cateto. Perdona, creí...
Hipot. Acabad.
Bart. (Pues lo que es yo no me quedo
Sin desquite.) (Le da un palo á Cateto.)
Cateto. Ay! esto mas?
Bart. Era uno que sequedó.
Cateto. ¡Atrápalo!
Bárt. Se ha ido ya!
Cateto. Voy á mandar que
le ahorquen.
ESCENA IX.
DICHOS, SATANÁS.
— 75 —
Bart. Gran señora, voy á hablar.
Sat. iá Bartolo.) (Si me
descubres, le pierdes.)
Bart. (Vete!)
Sat. (No!)
Bart. (Pillo!)
Cateto. Acabad!
BART. (Con entonación.)
En tanto que te preparo
elbálsamo sin igual
que ha de darte vista clara,
descansa ya de tu afán!
Sat. (Verás tú que dolorcillo
que le voy yo á regalar.)
Bart. Oh, tú, la princesa ilustre!
¡Keposa!
(Satanás hace un gesto diabólico á la princesa.)
Sat. ¡No!
Bart. ¡Te haré marchar!
Anillo, no Se¿lS bárbaro, (Mirando el anillo )
obedece.
Cateto, (á Hipotenusa.) ¿Pasó ya?
Bart. Sí, señor, si eso no es nada!
al principio, es natural...
Oh, tú, espíritu que moras
(Entonación.)
en esta rara beldad,
ten calma por un momento
y déjala descansar!
(Satanás hace otro gesto á 'a princesa.)
Hipot. ¡Ay! ay! ay! lodo me duele!
Cateto. ¡So bribón!
Sat. (¡Já! já! jajá!)
Bart. Te vas, grandísimo tuno? (a p . á Satanás )
campanillas.
una horca para este hombre!
(Los guardias comienzan á recorrer la escena á
ESCENA X.
SATANÁS, BARTOLO.
MÚSICA.
ESCENA XS.
HABLADO.
Antes que rendido, muerto;
¡ó soy ó no Satanás!
pues no me tal taba mas
que me la pegara un tuerto!
Por algo el demonio soy;
y pues la suerte me auxilia
y me espera la familia,
por donde vine me voy.
ESCENA XI!,
satanás, un demoísío.
al otro le da un pellizco.
ESCENA XII.
MAESE NIOLCÁS.
ESCENA XIII.
ESCENA XIV.
MAESE NICOLÁS, después el CORO DE CIEGOS.
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Coro. (¡La princesa!)
Ciego 2.° (¡Qué escucho!]
Ciego i." (Me arriesgo.)
Cíe go 2.° (Yo me decido.)
MÚSICA.
Bella princesa,
niña graciosa,
ven junto á mí
que yo te quiero
aunque jamás te vi.
no es mimo, no;
cariñito, cariñito
es lo que deseo yo.
No me gusta el pasatiempo
ni cosa así,
jaleito, jaleito
es lo que me gusta á mí.
Eso me hace mucho,
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mucho tilia
mucho tilín, mucho tilín!
mucho tilín!
tilin!
tilin!
HABLADO.
Ciego d. Señora, tu mal de amor
(Muy rápida toda la escena.)
pronto te juro curar.
Ciego 2. ¡Yo te amo!
M.Nic. Pero señor
dónde vamos á parar?
Ciego 3. Yo te quiero cual ninguno.
M.Nic. Vaya un lance.
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Ciego 4.' (Á ios demás.) ("alma, calma.
Ciego 1. ° Si me la disputa alguno
le voy á arrancar el alma!
ESCENA XV.
HIPOTENUSA, SATANÁS, MAESE NICOLÁS, BVÍ1TOLO, CIEGOS,
DEMONIOS.
Sat. Silencio!
Aprovechándose el lal
de que eran los guardias ciegos,
escurrióse como pudo;
los guardias un preso hicieron.
El prisionero fué el rey.
Todos. ¡Ah!
Bart. (Horror!)
Sat. El rey ha muerto!
HiroT. ¡Ay! (Cae desmayada.)
Todos. (Muy alegres.) ¡Viva el dOClOr!
Sat. Qué dicen?
Ciego i
." Qué servicio nos ha hecho!
Bart. Á que gano en la lucha? (Á
te Satanás.;
Hipot. Ay, con mi padre quiero,
ir
Sat. Bueno.
(Á an Demonio.)
Á ver, coge á esta señora
y llévatela al infierno.
DEM. ¿Y SÍ viniera tU suegra? (Temeroso.^
Sat. ¡Estúpido!
L)em. Voy. (¡Me pierdo!)
(Se lleva á la princesa.)
ESCENA XVI.
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(Llega á lo alto del primer monta.)
Bart. Te vencí!...
Loe Ciegos. Viva el tuerto!
ESCENA XVÍL
DICHOS, MARIBLANCA, CORNELIA.
me da ucé á su hija?
Corn. Con ella sé feliz.
Mi esposa Mariblanca,
con veros es feliz;
su bendición os manda,
venidla á recibir!
MÚSICA.
Viva Mariblanca,
viva feliz;
El censor de teatros,
Nauciso S. Serra.
APÉNDICE.
entre piernas.»
Este es, en sustancia, el cuento. En lodo esto habia
algo; pero no habia mas que una situación: dos á lo
sumo. Era preciso inventar, combinar, añadir, en
una palabra, hacer una obra dramática. Yo no sé si
lo he conseguido: compárese el cuento con la zarzue-
la: lo que sí puedo asegurar, es que el maestro Ar-
Eiskbio El asco.
PUNTOS DE VENTA Y COMISIONADOS PRINCIPALES.
PROVINCIAS.
S. Ruiz. Lucena. i. B. Cabeza.
Z. Bermejo. lAUJO. Viuda de Pujol.
J. Marti. Mu/ion. P. Viuent.
R. Muro. jlálaija. J. G Taboadela y F. de
Viuda de Ibarra. Moya
A. Vicente Pérez. M añila [Filtyinas). A. Oloua.
M. Alvarez Matará. N. Clavell.
Ij. Caracuel. Mondoñedo. Viuda de Delgado.
J. A. de Palma. Montitla. D, Santolalja.
I). Santisteban. Murcia. í. Guerra y Herederos
S. López. de Andrion.
M. Román Alvarez. Ocaña. V. Calvillo.
P. Coronado. Orense. .1.Ramón Pérez.
J. R. Segura. Oriliaela. J. Martínez Alvarez.
G, Corrales. Osuna. V. Montero.
A. Saavedra, Viuda de Oviedo. J. Martínez!
Bartumens y I Cerda. Patencia. Hijos de Gutiérrez.
P. López' Coron Palma de Mallorca. P.J.Gelabert,
T. Astuy. Pamplona. .!. Rios Barrena.