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¿Qué es la selva peruana?

Se conoce como selva peruana o, más correctamente, Amazonía peruana a la porción


del territorio del Perú que se encuentra ocupado por largas extensiones
de bioma selvático perteneciente a la Amazonía sudamericana. Es una extensión
vegetal frondosa, húmeda y de altura, en la cual se halla la mayor cuota
de biodiversidad y endemismos del mundo continental.

Fuente: https://concepto.de/selva-peruana/#ixzz7c8dTdfdK

La Amazonía es la mayor selva del planeta, y se extiende en parte de los


territorios de Perú, Colombia, Ecuador, Brasil y Venezuela. En Perú ocupa
782.880 km2 de superficie territorial, correspondientes a un 62% del territorio del
país y a un 13% del total del continente, y el segundo más grande luego de Brasil.

Es la región menos densamente poblada (8%) de este país. Sin embargo, goza
de la mayor diversidad humana, ya que distintas etnias aborígenes hacen vida en
ella. La selva peruana es una región ecológicamente muy importante, dada la
gigantesca biodiversidad que alberga, bastante a salvo de las intromisiones de
la humanidad.

Junto con el resto de la Amazonía, constituye uno de los grandes pulmones


vegetales del planeta, encargados de la generación de oxígeno y la fijación de
carbono necesarias para mantener estable la temperatura planetaria y sostener
los márgenes de la vida animal.

Fuente: https://concepto.de/selva-peruana/#ixzz7c8ddlSIP

Ubicación de la selva peruana


La selva peruana inicia en las estribaciones orientales de la Cordillera Andina,
y se extiende hasta las fronteras políticas peruanas con Brasil, Colombia y
Ecuador, en el territorio de los departamentos peruanos de Loreto, Amazonas,
San Martín, Ucayali y Madre de Dios. Todo ello, claro está, en el centro-oeste del
subcontinente sudamericano.

Se divide en selva de montaña o selva alta (en la cordillera) y selva tropical o selva
baja (en la llanura y el piedemonte)

Historia de la selva peruana


El origen de la selva amazónica comenzó hace 20 millones de años, cuando los
movimientos tectónicos de la región produjeron el levantamiento paulatino de la
Cordillera de los Andes, ocasionando que la cuenca amazónica deviniera en un
sistema de lagos.

Aunque luego de este movimiento la zona estaba cubierta de agua, comenzó a


secarse hace 10 millones de años. Así, las especies animales y vegetales de la
región pudieron colonizar el nuevo y fértil territorio, para luego expandirse y
diversificarse rápidamente, sentando las bases del panorama biológico que existe
hoy en día.

Durante el período de la conquista y colonización española de América, este


territorio se asoció a los mitos indígenas de El Dorado y el País de la
Canela. Durante principios del siglo XX fue una región de intensa explotación
del árbol de caucho.

Relieve de la selva peruana

Fuente: https://concepto.de/selva-peruana/#ixzz7c8dzO3uV
La selva peruana posee la particularidad de cubrir un territorio con varios pisos
altitudinales, es decir, con un relieve diverso, lo cual propicia su enorme
biodiversidad.

Generalmente, se dividen, como hemos dicho ya, en selva alta (la que se
aproxima y se extiende sobre la cordillera andina) y selva baja (la que se extiende
en las llanuras), y variando así sus condiciones climáticas y de lluviosidad.

 Selva alta. La selva de montaña se encuentra en una altura promedio entre


800 y 3000 metros sobre el nivel del mar, exhibiendo temperaturas cálidas en
la base y cada vez más frías a medida que se asciende, así como los niveles
de pluviosidad más altos de todo el país, con hasta 5.000 mm anuales.
Su relieve es montañoso y complejo, con quebradas profundas y valles
angostos, todo cubierto de selva impenetrable.
 Selva baja. Entre los 800 y 80 metros sobre el nivel del mar se extiende la
llanura amazónica, un bosque tropical sumamente cálido (medias anuales de
28 °C) y una altísima humedad relativa (por encima del 75%), dadas sus
frecuentes precipitaciones. Es una región de suelos heterogéneos y
abundantes ríos.

Fauna de la selva peruana


Fuente: https://concepto.de/selva-peruana/#ixzz7c8eE5R9D
La fauna de la selva peruana es de las más biodiversas del planeta entero. De
hecho, luego de Colombia, el Perú es el segundo país con mayor cantidad de
especies de aves que existe, y el tercero en materia de mamíferos.

En esta selva se conocen al menos 262 especies de anfibios, 806 de aves, 293
de mamíferos, 697 de peces continentales, 180 de reptiles y la increíble cifra de
2.500 especies de mariposas diurnas. Muchas de estas especies animales
son endémicas de esta región, o sea, que no existen en ninguna otra del mundo.

Flora de la selva peruana

Fuente: https://concepto.de/selva-peruana/#ixzz7c8eKzhAN
Al igual que la fauna, la flora de la selva peruana es abundante, vigorosa y
sumamente diversa, a punto tal que muchas de las especies botánicas que
habitan en esta región se encuentran todavía por descubrir y clasificar.

Solamente en plantas con flor (Fanerógamas) existen en esta región 7.372


especies distintas conocidas (7% de todas las especies del mundo) y unas 700
especies de helechos (10% de las especies del mundo).

Fuente: https://concepto.de/selva-peruana/#ixzz7c8eRABUb
La historia humana en la Amazonía es muy antigua y en lo que se refiere a la parte
correspondiente a lo que es hoy la república del Ecuador tiene raíces que comienzan a
comprenderse en su verdadera dimensión. Todo estudio histórico debe
necesariamente comenzar preguntando ¿dónde y cuándo comienza la presencia del
hombre en un determinado territorio?, para el caso de la amazonía ecuatoriana esta
pregunta parte del poblamiento mismo del continente americano y más
concretamente de América del Sur. El poblamiento inicial del Amazonía es tan antiguo
como el que se realizó en el altiplano andino o en la costa del Pacífico, pero la
densidad del bosque tropical, la inclinación de los suelos o los terrenos a menudo
inundados hacen que sus evidencias materiales se encuentren ocultas en la
naturaleza. No obstante, trabajos realizados en otras partes del Amazonía
demuestran ocupaciones Varias teorías han sido esbozadas para explicar el
poblamiento del continente americano, entre los cuales ha reinado el paradigma
conocido como el “Consenso de Clovis”, que aboga por el poblamiento tardío de
Sudamérica con una ocupación humana posterior a los 11,500 años antes del
presente (AP). Esta teoría reposa sobre la suposición de la presencia inicial del
hombre en América, mediante una migración desde Siberia hacia Beringia (un puente
terrestre creado durante la glaciación, en el cual el nivel del mar baja y se forma un
pasadizo de hielo y tierra entre el continente asiático y Norteamérica). A partir de la
entrada del hombre, a través de lo que es hoy Alaska, el continente se fue poblando
paulatinamente de norte a sur. Para el 10 000 AP los grupos humanos llegaron hasta
Tierra de Fuego, en la punta meridional de Sudamérica.

Empero, evidencias encontradas en los últimos años en varios sitios de la Amazonía


demuestran que el hombre ocupó la parte oriental del continente desde hace por lo
menos 20,000 años (Lahaye, C. et al 2013). Sitios como Pedra Pintada, Santa Elina,
Boqueirao da Pedra Furada, Toca da Tira Peia, Toca da Pena, Baxao da Esperança, Sitio
do Meio, Pedra Pintada, Lapa do Boquete, Santana do Riacho y Alice Boër demuestran
la presencia del hombre en la baja Amazonía desde el Pleistoceno tardío. Estos sitios
comprueban la posibilidad de una ruta de entrada hacia la planicie amazónica a través
de la cuenca del Orinoco y a lo largo del río Amazonas con sus distintos tributarios.

3Evidencia nueva demuestra que el ser humano (organizado en bandas de cazadores


recolectores) fue capaz de desarrollar estrategias adaptativas conforme a la realidad
del terreno que iba ocupando. De acuerdo a la visión tradicional el cazador recolector
seguía manadas de animales a través del continente, aplicando un sistema
extractivista del medio ambiente, fundado sobre todo en la caza de grandes
mamíferos, cosa que parecería ser poco probable en la cuenca amazónica. No
obstante, el hombre pudo haber sacado provecho de los mamíferos menores que
vivían dispersos en los distintos ecosistemas del bosque tropical. La pesca y la
recolección de frutos diversos, incluyendo los moluscos y reptiles fluviales (caimanes,
culebras y tortugas) fueron sin duda el complemento ideal a la caza de aves y de
animales pequeños como el mono, el armadillo, o los roedores terrestres y fluviales
acuáticos (capibara, guatusa, guanta). Mamíferos más grandes como el tapir o danta,
distintos tipos de venados, saínos y pecarís son hasta la actualidad presas comunes
del bosque alto, pero en determinados casos los canidos y algunos los felinos son
también buscados en la foresta baja, donde hay menos mamíferos.

4Para el caso del oriente ecuatoriano, no se cuenta con información publicada sobre
sitios de ocupación humana antigua con fechas seguras. Las ocupaciones tempranas
de la selva aún no han sido claramente identificadas, por lo que no se tienen sitios
emblemáticos de los primeros cazadores recolectores que poblaron la selva alta o las
tierras bajas de la cuenca amazónica occidental. La investigación arqueológica
reciente ha demostrado sin embargo, restos de las primeras culturas sedentarias que
se asentaron en estos territorios, produciendo sus propios alimentos y transformando
paulatinamente al bosque primigenio.

5La evidencia que tradicionalmente se ha mencionado para la primera ocupación


humana en la alta amazonía se emparentaba con el utillaje de obsidiana y basalto
similar al encontrado en los sitios del periodo Paleoindio en la sierra. Los casos que el
Padre Pedro Porras menciona para dos localidades de la selva alta (Papallacta y
Jondachi) corresponden industrias líticas similares a las del complejo El Inga (Porras
1987: 222-223).

6Para la baja amazonía hay nuevos datos que cambian un poco el panorama. En los
últimos años, trabajos de arqueología de contrato realizados en el alto Napo habrían
identificado materiales trabajados por el hombre hacia el 9850+/-60b AP, en el sitio
denominado Guagua Canoayacu (OIVB1-07). El antiguo paradero se encuentra en la
cuenca del río Canoyacu, sobre una loma-con la cima plana-a 365msnm. Los trabajos
arqueológicos fueron ejecutados por Amelia Sánchez y el material lítico fue estudiado
por Ángelo Constantine a fin de la década de los años 1990 (Sánchez 1998;
Constantine 1998). La tesis de Licenciatura de Constantine trató por primera vez la
tecnología lítica de los pueblos prehistóricos de la amazonía – sitio Grefa-y como tal
es un primer aporte al estudio tecnológico de los grupos selváticos (Constantine
2004).

7No hay duda de que a medida en que la investigación sistemática avance en la


Amazonía se descubrirán nuevos datos que informen sobre la presencia humana
temprana en la selva alta. Resulta lógico pensar que el hombre andino buscó refugio
en la vertiente oriental de los Andes, al frío creciente y a las condiciones precarias del
medio sujeto a la última glaciación. Esta hipótesis es muy plausible si se considera
que el hombre temprano estuvo sujeto a un modo de vida sustentado en la alta
movilidad y a la búsqueda de todo tipo de recursos alimenticios. Desde el inicio los
pueblos que habitaron el bosque tropical húmedo desarrollaron estrategias de
subsistencia conforme a los recursos que tenían a su alcance. Las bandas iniciales, y
las tribus que con el tiempo se fueron estableciendo en este territorio, fueron
adoptando un patrón de asentamiento disperso, para evitar agotar los recursos
naturales en una zona específica. Una vez que desarrollaron técnicas agrícolas, las
limitaciones del suelo orgánico les obligaron a practicar una horticultura y
eventualmente una agricultura itinerante, para asegurar un sustento estable a través
de los distintos territorios y zonas ecológicas del bosque tropical. La alta movilidad
que caracterizó a los primeros grupos establecidos en la Amazonía fomentó la
interacción cautelosa con otros grupos humanos ubicados en las distintas regiones
geográficas, que colindan con la selva alta o con los grupos asentados en la cuenca
baja amazónica (Salazar 1993:24-25).
8Como se ha visto la selva tropical húmeda es un ecosistema complejo, con suelos
considerados como pobres por la escasa profundidad del estrato orgánico. Sin
embargo, éste se regenera constantemente por la degradación del follaje, las frutas
maduras y de las ramas que caen continuamente desde las alturas. El hombre que se
introdujo en este medio aprendió a colectar frutos silvestres y comprendió el proceso
regenerativo de determinadas plantas mediante una horticultura sencilla. Esto es la
reproducción vegetativa de especies por la introducción de estacas en el suelo para
sustituir las plantas útiles que se han agotado. La observación del consumo de
determinadas raíces y rizomas por parte de varios mamíferos (roedores, zainos y
hasta osos) enseñó el valor nutritivo de los frutos comestibles que aparecen en el
substrato. El hombre aprendió a reintroducir el tubérculo y regenerar la planta
original. De igual forma, el hombre comprendió como determinadas frutas se
regeneran a partir de las semillas que las aves y algunos animales dejan en sus heces
luego de haberlas consumido. Por ello, ciertos árboles frutales y palmas, como la
guaba, el chontaduro y posiblemente el cacao fueron buscados y criados en el
entorno del hábitat humano.

 1 “…a reasonable high state of efficiency by 3000 BC. The origins are to be sought in any of the
exte (...)

9A pesar de que no hay estudios concretos sobre el proceso del desarrollo agrícola
inicial en la amazonía ecuatoriana, se sabe que el hombre comenzó a producir sus
propios alimentos en el bosque semi-domesticado desde hace unos 6000 años, en lo
que algunos especialistas, siguiendo a Donald Lathrap, han denominado el inicio de
las Culturas de Selva Tropical (Lathrap 1970: 45-67; Salazar 1993: 26). Según la tesis
de Lathrap el conjunto de los pueblos selváticos compartieron una serie de elementos
culturales, que reflejan el éxito adaptativo que tuvieron en los distintos medios del
ecosistema amazónico. Si bien no todos los pueblos alcanzaron un nivel uniforme de
desarrollo cultural, muchas de estas culturas alcanzaron un alto grado de eficiencia
adaptativa al medio selvático para el 3000 antes de Cristo (a.C.). 1 Esta eficiencia se
basó en el desarrollo de un sistema agrícola sustentado en el cultivo de raíces y
rizomas con una explotación de los recursos acuáticos variados y donde la cacería de
aves y mamíferos fue de importancia secundaria (ídem: 47; Oliver 2008). Las bases
tecnológicas de las Culturas de Selva Tropical fueron el desarrollo de varias
actividades que con el tiempo y la especialización del trabajo se convertirán en los
instrumentos: el trabajo de la piedra y de la madera para elaborar herramientas
eficientes para transformar el medio y sacar provecho de sus recursos; la cestería, la
producción de textiles, y la alfarería. De hecho, los restos de cultura material que
sobreviven al paso del tiempo, al rigor del clima y sus efectos, son los únicos
vestigios con los que dispone el arqueólogo para identificar e interpretar la historia
antigua de los primeros pueblos. Con su estudio es posible caracterizar los antiguos
modos de vida y de llegar a definir los rasgos de la identidad de los distintos grupos a
través de los milenios. En el presente trabajo se discutirá sobre una serie de
evidencias que corroboran en grandes líneas la hipótesis profética de Lathrap y que
sin duda cambiaran la manera de ver y comprender a los antiguos pueblos de la selva
alta y de la cuenca amazónica.

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