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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0330/2021-S4

Sucre, 20 de julio de 2021

SALA CUARTA ESPECIALIZADA


Magistrado Relator: Gonzalo Miguel Hurtado Zamorano
Acción de libertad

Expediente: 35084-2020-71-AL
Departamento: Santa Cruz

En revisión la Resolución 109/20 de 23 de julio de 2020, cursante de fs. 25 a 26,


pronunciada dentro de la acción de libertad interpuesta por Josué Abel
Mamani Acchura contra María Luisa Saavedra Rioja, Jueza de Instrucción
Penal Primera de Yapacaní del departamento de Santa Cruz.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda


Por memorial presentado el 23 de julio de 2020, cursante a fs. 3 y vta., el
accionante manifestó lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal seguido en su contra a instancia del Ministerio Público
por la presunta comisión de los delitos de asociación delictuosa, destrucción o
deterioro de bienes del estado y riqueza nacional y fabricación, comercio o
tenencia de sustancias explosivas, asfixiantes, que se encuentra bajo el control
jurisdiccional de la Jueza ahora demandada, el 11 de julio de 2020, se llevó a cabo
audiencia conclusiva de procedimiento abreviado en la que la referida autoridad
dictó Sentencia condenándole a dos años y seis meses de prisión, Resolución que
aún no se encuentra ejecutoriada debido a que el denunciante no asistió a dicho
actuado y no pudo ser notificado ya que “…hasta la fecha…” la Jueza hoy
demandada no firmó de manera física el fallo y no derivó a Secretaría del Juzgado
a su cargo para que el Oficial de Diligencias efectúe la notificación respectiva,
encontrándose desde la indicada fecha –11 de julio de 2020–, con detención
preventiva en el Centro de Readaptación Productivo de Montero de dicho
departamento.

1
Añadió, que desde que se dictó Sentencia, solicitó de manera reiterada la
suspensión condicional de la pena –beneficio previsto en el art. 366 del Código de
Procedimiento Penal (CPP)–, con base a la jurisprudencia constitucional –SCP
1030/2014 de 6 de junio–, que establece que no es necesario que la sentencia se
encuentre ejecutoriada para que la autoridad competente de curso a dicho pedido.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El impetrante de tutela denunció como lesionado el derecho al debido proceso
en vinculación con su derecho a la libertad, a una justicia pronta, oportuna y
sin dilaciones y a la presunción de inocencia; citando al efecto los arts. 22, 23.I
y III y 115.II de la Constitución Política del Estado (CPE).

I.1.3. Petitorio

Solicitó se conceda la tutela impetrada; y en consecuencia, se ordene a la


Jueza hoy demandada, que de manera inmediata se notifique –se entiende con
la Sentencia dictada en procedimiento abreviado–, al denunciante y señale
fecha y hora de audiencia de suspensión condicional de la pena.

I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías

Celebrada la audiencia virtual el 23 de julio de “2019” –lo correcto es 2020–,


según consta en acta cursante de fs. 19 a 24, presentes la parte accionante y la
demandada, se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

El impetrante de tutela a través de su abogado, amplió el memorial de acción


de libertad presentado, indicando lo siguiente: a) La pena privativa de libertad
que le fue impuesta en Sentencia está por debajo de los tres años; razón por la
cual, puede ser beneficiado con la suspensión condicional de la pena prevista
en el art. 366 del CPP, que dispone que el Juez o Tribunal previa recepción de
los informes necesarios, tomando en cuenta los móviles o causas que hubiesen
inducido al delito, la naturaleza o modalidad del hecho, podrá suspender de
modo condicional el cumplimiento de la pena cuando concurran los requisitos
exigidos por ley; b) para cumplir con el proveído de la Jueza demandada, de
notificar previamente a las partes con la Sentencia, se apersonó al Juzgado a su
cargo y pidió copias de la Sentencia; empero, no fue posible por lo que presentó
nuevo escrito solicitando que se ponga a la vista dicha Resolución y que se
ordene que se proceda con la notificación correspondiente; c) Para viabilizar una
salida ya sea perdón judicial o suspensión condicional de la pena, no es
necesaria la ejecutoria de la sentencia; es decir, no es necesario notificar a las
partes; y, d) Si la suspensión condicional de la pena no correspondía, la
autoridad demandada debió pronunciarse en el fondo, lo contrario, significa la
vulneración del derecho a la libertad, a una justicia pronta, oportuna y sin
dilaciones, a la presunción de inocencia y al debido proceso.

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I.2.2. Informe de la autoridad demandada

María Luisa Saavedra Rioja, Jueza de Instrucción Penal Primera de Yapacaní del
departamento de Santa Cruz, mediante informe oral en audiencia, sostuvo que:
1) El 8 de julio de 2020, dando cumplimiento a la Circular del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz, que ordenó el descongestionamiento
de los centros penitenciarios, ante la presentación de un acuerdo legal para
procedimiento abreviado suscrito por el Fiscal de Materia y Josué Abel Mamani
Acchura, asesorado por defensa pública, fijó audiencia para el 11 de julio del
mismo año, en la que dictó Sentencia condenatoria de privación de libertad de
dos años y seis meses, dando cumplimiento a lo establecido en los arts. 373 y
374 del CPP; 2) Al tratarse de un proceso aperturado de oficio por un
funcionario de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), ordenó su
notificación con la Sentencia, pero en ningún momento condicionó que para
que proceda algún recurso o beneficio que pudiera el imputado presentar, se
dé por ejecutoriada la misma; toda vez que, la jurisprudencia constitucional
indica que para someterse a la suspensión condicional de la pena no se
necesita que la sentencia esté ejecutoriada; 3) Dispuso que se notifique con la
sentencia para que se dé la ejecutoria correspondiente, que se lleve la
Resolución al Juez de Ejecución Penal para el respectivo control al registro de
antecedentes penales; y, 4) El abogado de la defensa no solicitó que se aplique
algún beneficio al imputado; en el memorial que presentó el 14 de julio de
2020, pidió la ejecutoria de la Sentencia haciendo conocer su renuncia al
recurso de apelación restringida, el cual resolvió mediante proveído
disponiendo no ha lugar a lo impetrado; puesto que, debe notificarse a la parte
denunciante con la Resolución dictada; por escrito de 16 de igual mes y año,
solicitó perdón judicial y que se emita el correspondiente mandamiento de
libertad, adjuntando certificado de antecedentes penales, mismo que resolvió
por decreto de 17 del referido mes y año, indicando que el art. 368 del adjetivo
penal, dispone que la autoridad judicial al dictar sentencia condenatoria
concederá perdón judicial al autor o partícipe que por un primer delito hubiera
sido condenado con una pena privativa de libertad no mayor a dos años, en el
caso presente el imputado fue condenado a dos años y seis meses de privación
de libertad, debido a lo cual, dispuso no ha lugar a lo solicitado, debiendo el
accionante adecuar su solicitud a los datos del proceso y a procedimiento; el 20
del citado mes y año, presentó otro escrito pidiendo que se ponga a la vista la
Sentencia dictada para la notificación al denunciante, disponga el perdón
judicial y libre mandamiento de libertad, la norma es de conocimiento público y
cumplimiento obligatorio, el perdón judicial se aplica como establece el art. 368
de la norma procesal penal, en ningún momento la defensa del imputado
solicitó la suspensión condicional de la pena que es lo que correspondería en
derecho previo el cumplimiento de requisitos previstos por el art. 366 del citado
Código y no se puede aplicar analogía pensando que el abogado se equivocó;
por lo que, pidió se declare “improcedente” la acción de libertad interpuesta;
toda vez que, no vulneró ningún derecho fundamental.

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I.2.3. Resolución

El Juez Público Civil y Comercial y de Partido del Trabajo y Seguridad Social


Primero en suplencia legal del Juzgado Público Mixto, de Familia, de la Niñez
y Adolescencia y de Sentencia Penal Primero, ambos de Yapacaní del
departamento de Santa Cruz, constituido en Juez de garantías, mediante
Resolución 109/20 de 23 de julio de 2020, cursante de fs. 25 a 26, denegó
la tutela solicitada, bajo los siguientes fundamentos: i) El accionante no se
encuentra ilegalmente perseguido por cuanto su privación de libertad surge
de las emergencias de un proceso penal seguido en su contra por el
Ministerio Público, en cuyo trámite la autoridad judicial demandada dictó la
Sentencia “1/2020” de 11 de julio, condenándole a la pena privativa de
libertad de dos años y seis meses, lo que se encuentra dentro de los límites
previstos por el art. 23.I de la CPE; ii) Sobre el debido proceso, establecido en
el art. 115.II de la Norma Suprema, cuando se reclama a través de la acción de
libertad exige el cumplimiento de dos presupuestos: la directa vinculación del
acto denunciado como vulnerador de derechos y el estado de indefensión. Si
bien en el caso presente existe vinculatoriedad directa entre la decisión
asumida por la autoridad judicial demandada contenida en el decreto de 17 de
julio de 2020, que indicó no ha lugar a la solicitud de perdón judicial, debiendo
el impetrante de tutela adecuar su petición a los datos del proceso, por cuanto
de ella emerge la posibilidad de obtener un beneficio que otorga la ley a todo
privado de libertad; sin embargo, no se cumple con el segundo requisito en
cuanto al estado de indefensión en razón a que contra la indicada providencia,
éste tiene la posibilidad de presentar recurso de reposición conforme la
previsión del art. 401 del CPP; iii) Si el accionante considera que la Jueza
demandada debió señalar audiencia para resolver la pretensión de perdón
judicial, tiene aún la posibilidad de cuestionar dicho aspecto en sede judicial
ante la misma autoridad, contrariamente, dicha autoridad sostiene que los arts.
325 y 368 del adjetivo penal, le autorizan a resolver sin necesidad de fijar
audiencia, este debate debe ser planteado en sede judicial una vez que el
solicitante de tutela agote el recurso de reposición, y no directamente ante la
justicia constitucional, máxime si ya existe un pronunciamiento judicial que
niega la solicitud de perdón judicial del accionante; iv) La justicia constitucional
no puede ser invasiva si no se advierte que el impetrante de tutela estuvo
imposibilitado de ejercer sus derechos, ni puede sustituir los mecanismos
idóneos previstos en la vía ordinaria para reparar un posible error en que
hubiese incurrido la autoridad demandada; y, v) En relación a que el Secretario
del Juzgado no adjuntó el acta de audiencia y que el expediente no estaría a la
vista, el expediente de control jurisdiccional que se exhibe muestra que la
Jueza demandada ordenó que se ponga a la vista, asumiendo ya las acciones
respectivas sobre el personal de apoyo jurisdiccional, prueba de ello es la
documentación presentada por la autoridad demandada que se evidencia que
la solicitud de perdón judicial ya está resuelta.

II. CONCLUSIONES

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De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se
establece lo siguiente:

II.1. Mediante Sentencia 21/2020 de 11 de julio, dictada en audiencia de


procedimiento abreviado, la Jueza de Instrucción Penal Primera de
Yapacaní del departamento de Santa Cruz –autoridad ahora demandada–,
condenó a Josué Abel Mamani Acchura –hoy accionante–, a la pena
privativa de libertad de dos años y seis meses, por ser autor de la
comisión del delito de fabricación, comercio o tenencia de sustancias
explosivas establecido por el art. 211 del Código Penal (CP), a cumplirse
en el Centro de Readaptación Productivo de Montero del referido
departamento (fs. 9 a 12).
II.2. A través de memorial de 14 de julio de 2020, el impetrante de tutela hizo
conocer a la Jueza de instancia su renuncia a plantear recurso de
apelación restringida y pidió la ejecutoria inmediata de la Sentencia;
mismo que fue resuelto por providencia de 15 del mismo mes y año, que
indica: “No ha lugar a lo solicitado, notifíquese al denunciante con la
sentencia dictada en fecha 11 de julio del 2020 a efectos de que pueda
hacer uso de los recursos que le franquea la ley” (sic) (fs. 13 y vta.).

II.3. Cursa memorial presentado el 16 de julio de 2020, por el que el


accionante solicitó a la Jueza demandada perdón judicial y que se emita el
correspondiente mandamiento de libertad; mereciendo el decreto de 17
del citado mes y año, que transcribe textualmente el art. 368 del “CP”,
señalando: “La jueza o el juez o tribunal al dictar sentencia condenatoria,
concederá el perdón judicial al autor o partícipe, que por un primer delito
haya sido condenado a pena privativa de libertad no mayor a dos años”;
que al imputado se le impuso sentencia condenatoria de dos años y seis
meses, en atención a lo cual, dispuso no ha lugar a la solicitud, debiendo
el impetrante de tutela adecuar su petitorio a los datos del proceso y a
procedimiento (fs. 16 y 17).

II.4. Consta escrito presentado el 20 de julio de 2020, en el que Josué Abel


Mamani Acchura impetró a la autoridad judicial demandada que firme y
ponga a la vista la Sentencia de procedimiento abreviado, ordene que en
el día se proceda a la notificación al denunciante y disponga el perdón
judicial emitiendo mandamiento de libertad (fs. 2).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El impetrante de tutela denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso en


vinculación con su derecho a la libertad, a una justicia pronta, oportuna y sin
dilaciones y a la presunción de inocencia; toda vez que, la Jueza demandada, no
firmó de manera física la Sentencia dictada el 11 de julio de 2020 en
procedimiento abreviado, no derivó dicho fallo a Secretaría del Juzgado a su cargo
para que el Oficial de Diligencias proceda con la notificación respectiva; y, omitió
pronunciarse sobre sus reiteradas solicitudes de “suspensión condicional de la
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pena” (sic), condicionando para ello que la Sentencia se encuentre ejecutoriada, lo
que determinó que se encuentre, desde la indicada fecha, con detención
preventiva en el Centro de Readaptación Productivo de Montero de Santa Cruz.

En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si los hechos demandados


son evidentes, a fin de conceder o denegar la tutela impetrada.

III.1. La acción de libertad traslativa o de pronto despacho

La SCP 0735/2020-S4 de 12 de noviembre de 2020, citando la SCP


0369/2020-S4 de 12 de agosto, en cuanto a la acción de libertad precisó
que: “ʽ…es una acción jurisdiccional de defensa que tiene por finalidad
proteger y/o restablecer el derecho a la libertad física o humana, y también
el derecho a la vida (…) sea disponiendo el cese de la persecución
indebida, el restablecimiento de las formalidades legales y/o la remisión
del caso al juez competente, la restitución del derecho a la libertad física,
o la protección de la vida misma, motivo por el cual se constituye en una
acción tutelar preventiva, correctiva y reparadora de trascendental
importancia que garantiza como su nombre lo indica, la libertad, derecho
consagrado por los arts. 22 y 23.I de la CPEʼ.

Respecto a la acción de libertad traslativa o de pronto despacho, la SCP


0791/2015-S3 de 10 de julio, sostuvo que: ‘El entonces Tribunal
Constitucional, mediante la SC 1579/2004-R de 1 de octubre, realizó la
clasificación doctrinal del recurso de hábeas corpus -ahora acción de libertad,
a saber: a) Reparador, si ataca una lesión que ya fue consumada; b)
Preventivo, cuando procura impedir una lesión a producirse; y, c) Correctivo,
si intenta evitar que se agraven las condiciones en que se mantiene a
una persona detenida; posteriormente, a través de la SC 0044/2010-R de
20 de abril, se amplió dicha clasificación identificando al hábeas corpus:
1) Restringido, ante limitaciones del ejercicio del derecho a la libertad; 2)
Instructivo, que procede cuando el derecho a la libertad se encuentra
vinculado al derecho a la vida; y, 3) Traslativo o de pronto
despacho, a través del cual se busca acelerar los trámites
judiciales o administrativos cuando existen dilaciones indebidas,
para resolver la situación jurídica de la persona privada de
libertad.

Respecto a esta última -la ahora acción de libertad traslativa o de pronto


despacho-, el Tribunal Constitucional Plurinacional a través de la SCP
0011/2014 de 3 de enero, se pronunció señalando que esta: «…busca
acelerar los trámites judiciales o administrativos cuando existen
dilaciones indebidas para resolver la situación jurídica de la
persona que se encuentra privada de libertad, precisamente
para la concreción del valor libertad, el principio de celeridad y
el respeto a los derechos»’” (las negrillas son nuestras).

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Así también, la SCP 0819/2019-S4 de 12 de septiembre, al respecto
señaló que: “‘…el derecho a la libertad física, supone un derecho
fundamental de carácter primario para el desarrollo de la persona (…)
pues en ella el Constituyente boliviano ha dejado expresamente
establecido que la libertad es inviolable y, respetarla y protegerla es un
deber primordial del Estado. (…) Bajo esta premisa fundamental, debe
entenderse que toda autoridad que conozca de una solicitud en
la que se encuentre involucrado el derecho a la libertad física,
tiene el deber de tramitarla con la mayor celeridad posible, o
cuando menos dentro de los plazos razonables, pues de no
hacerlo podría provocar una restricción indebida del citado
derecho, lo que no significa, que siempre tendrá que otorgar o
dar curso a la solicitud en forma positiva, pues esto dependerá
de las circunstancias y las pruebas que se aporten en cada caso,
dado que se reitera la lesión del derecho a la libertad física, está en la
demora o dilación indebida de una solicitud de tal naturaleza, vale decir,
que si la solicitud es negada de acuerdo a una compulsa conforme a Ley
no es ilegal siempre que esa negativa se la resuelva con la celeridad que
exige la solicitud’.

En definitiva, el tratamiento a darse a las peticiones en las que se


encuentre de por medio el derecho a la libertad física, entre ellas, la
solicitud de suspensión condicional de la pena, debe ser inmediato y
oportuna, ya que el no actuar de esa manera, provocaría una restricción
indebida a este derecho, ya que daría lugar a situaciones dilatorias que
puedan entorpecer o en su caso impedir que el beneficio a ser concedido
pueda efectivizarse, ocasionando que se prolongue la restricción a la
libertad” (las negrillas nos pertenecen).

III.2. Análisis del caso concreto

El accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso en


vinculación con su derecho a la libertad, a una justicia pronta, oportuna y
sin dilaciones y “a la presunción de inocencia” (sic); toda vez que, la
Jueza ahora demandada, no firmó de manera física la Sentencia dictada
el 11 de julio de 2020 en procedimiento abreviado, no derivó dicho fallo
a Secretaria del Juzgado a su cargo para que el Oficial de Diligencias
proceda con la notificación respectiva; y, omitió pronunciarse sobre sus
reiteradas solicitudes de suspensión condicional de la pena,
condicionando para ello que la Sentencia se encuentre ejecutoriada, lo
que determinó que se encuentre, desde la indicada fecha, con detención
preventiva en el Centro de Readaptación Productivo de Montero de Santa
Cruz.

De los antecedentes que cursan en obrados, se advierte que dentro del


proceso penal seguido por el Ministerio Público contra el solicitante de
tutela mediante Sentencia 21/2020, dictada en audiencia de
7
procedimiento abreviado, la Jueza de Instrucción Penal Primera de
Yapacaní del departamento de Santa Cruz –hoy demandada–, condenó a
Josué Abel Mamani Acchura –ahora accionante–, a la pena privativa de
libertad de dos años y seis meses, por ser autor de la comisión del delito
de fabricación, comercio o tenencia de sustancias explosivas previsto por
el art. 211 del CP, a cumplirse en el Centro de Readaptación Productivo
de Montero de dicho departamento (Conclusión II.1).

Luego por memorial de 14 de julio de 2020, el impetrante de tutela hizo


conocer a la Jueza de instancia su renuncia a plantear recurso de
apelación restringida y pidió la ejecutoria inmediata de la Sentencia;
mismo que fue resuelto por providencia de 15 del mismo mes y año, que
indica: “No ha lugar a lo solicitado, notifíquese al denunciante con la
sentencia dictada en fecha 11 de julio del 2020 a efectos de que pueda
hacer uso de los recursos que le franquea la ley” (sic) (Conclusión II.2).
Posteriormente, a través de memorial presentado el 16 de julio de 2020,
el accionante solicitó a la Jueza demandada perdón judicial y que se
emita el correspondiente mandamiento de libertad; mereciendo el
decreto de 17 de igual mes y año, que transcribe textualmente el art.
368 del “Código Penal” –lo correcto es Código de Procedimiento Penal–,
señalando: “La jueza o el juez o tribunal al dictar sentencia condenatoria,
concederá el perdón judicial al autor o partícipe, que por un primer delito
haya sido condenado a pena privativa de libertad no mayor a dos años”;
que al imputado se le impuso sentencia condenatoria de dos años y seis
meses, por lo que, dispuso no ha lugar a la solicitud, debiendo el
impetrante de tutela adecuar su petitorio a los datos del proceso y a
procedimiento (Conclusión II.3); debido a lo cual, el 20 de julio de 2020,
reiteró su petición pidiendo a la indicada autoridad que firme y ponga a
la vista la Sentencia de procedimiento abreviado, ordene que en el día se
proceda a la notificación al denunciante y disponga el perdón judicial
emitiendo mandamiento de libertad (Conclusión II.4).

De los antecedentes descritos y de acuerdo a la jurisprudencia


constitucional desglosada en el Fundamento Jurídico III.1. de esta
Sentencia Constitucional Plurinacional, la acción de libertad traslativa o
de pronto despacho, tiene la finalidad de tutelar el derecho a la libertad
lesionado por las dilaciones que pudieran presentarse en el curso del
proceso, impidiendo resolver la situación jurídica del privado de libertad,
buscando esencialmente acelerar esos trámites o solicitudes; en el caso
que se analiza, se advierte que la autoridad judicial demandada no
incurrió en dilación indebida; toda vez que, la petición realizada a través
de los memoriales presentados por el accionante el 14 y 16 de julio,
ambos de 2020, impetrando sustancialmente, ejecutoria de sentencia,
perdón judicial y se libre el correspondiente mandamiento de libertad
fueron respondidos con la debida celeridad por la Jueza demandada, en
el marco de lo dispuesto por el art. 132 inc. 1) del CPP, que en su
contenido dispone lo siguiente: “Dictará las providencias de mero trámite
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dentro de las veinticuatro horas de la presentación de los actos que las
motivan” (sic).

Así, la primera solicitud de 14 de julio de 2020, referida al pedido de


ejecutoria de la Sentencia 21/2020, fue resuelta por providencia de 15 del
mismo mes y año, disponiendo que previamente se notifique al
denunciante con dicho fallo a efectos de que pueda hacer uso de los
recursos que le franquea la ley; así también, el memorial de 16 de igual
mes y año, que pidió perdón judicial y se libre mandamiento de libertad,
fue decretado al día siguiente, con base al art. 368 del CPP, señalando la
autoridad judicial demandada, no ha lugar, puesto que, al imputado se le
condenó a pena privativa de libertad de dos años y seis meses por lo que
debería adecuar su pedido a los antecedentes del proceso y a
procedimiento. El escrito de 20 del mes y año citados es reiterativo del
anterior, en cuanto a la pedido que tiene que ver con el derecho a la
libertad, el cual, como se explicó, mereció decreto de 17 de julio de 2020;
en consecuencia, verificándose que la autoridad resolvió las pretensiones
del impetrante de tutela vinculadas a su derecho a la libertad con la
debida celeridad y prontitud, corresponde denegar la tutela al respecto.

Sobre la vulneración alegada en relación a que la Jueza demandada no


firmó de manera física la Sentencia dictada el 11 de julio de 2020 en
procedimiento abreviado y tampoco derivó dicho fallo a Secretaría del
Juzgado a su cargo para que el Oficial de Diligencias proceda con la
notificación al denunciante, la reiterada jurisprudencia constitucional,
estableció que: “…para que la garantía de la libertad personal o de
locomoción pueda ejercerse mediante el recurso de hábeas corpus cuando
se denuncia procesamiento ilegal o indebido deben presentarse, en forma
concurrente, los siguientes presupuestos: a) el acto lesivo, entendido
como los actos ilegales, las omisiones indebidas o las amenazas de la
autoridad pública, denunciados, deben estar vinculados con la libertad por
operar como causa directa para su restricción o supresión; b) debe existir
absoluto estado de indefensión, es decir, que el recurrente no tuvo la
oportunidad de impugnar los supuestos actos lesivos dentro del proceso y
que recién tuvo conocimiento del mismo al momento de la persecución o
la privación de la libertad…” (SCP 0387/2020-S4 de 24 de agosto); es
decir, que la protección otorgada por la acción de libertad en relación al
debido proceso, no abarca a todas las formas que puede ser vulnerado,
quedando reservada para aquellos entornos que conciernen directamente
al derecho a la libertad física y de locomoción; caso contrario, deberá ser
tutelado mediante la acción de amparo constitucional.

En el caso concreto, la supuesta omisión denunciada carece de


vinculación directa con el derecho a la libertad del solicitante de tutela,
ya que la falta de notificación a la parte adversa no se constituye en un
actuado procesal que opere como la causa directa de la restricción del
derecho a la libertad del impetrante de tutela; tampoco se advierte
9
indefensión absoluta, puesto que, de los actuados que informan la causa,
se tiene que el impetrante de tutela tuvo conocimiento del proceso penal
instaurado en su contra, evidenciándose de los memoriales que presentó
ante la autoridad jurisdiccional demandada que se encuentra
participando activamente en el proceso y ejerciendo su derecho a la
defensa. Por lo que, no existe estado absoluto de indefensión,
establecido por la jurisprudencia constitucional, como presupuesto
exigible para la revisión de posibles lesiones al debido proceso, a través
de la acción de libertad.

En cuanto a la lesión del derecho a la presunción de inocencia, no


corresponde efectuar consideración alguna debido a que no es objeto de
protección de la presente acción de defensa, sino de la acción de amparo
constitucional.

En consecuencia, el Juez de garantías, al denegar la tutela solicitada, aunque


con otros fundamentos, actuó correctamente.
POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Cuarta Especializada; en


virtud de la autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado y el art.
12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve:
CONFIRMAR la Resolución 109/20 de 23 de julio de 2020, cursante de fs. 25 a
26, pronunciada por el Juez Público Civil y Comercial y de Partido del Trabajo
y Seguridad Social Primero en suplencia legal del Juzgado Público Mixto, de
Familia, de la Niñez y Adolescencia y de Sentencia Penal Primero, ambos de
Yapacaní del departamento de Santa Cruz; y en consecuencia, DENEGAR la
tutela impetrada.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

Gonzalo Miguel Hurtado Zamorano René Yván Espada Navía


MAGISTRADO MAGISTRADO

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