Los hábitos de estudio son modos de actuar y estudiar fijados por entrenamiento que influyen en la capacidad de aprendizaje. Sin hábitos de estudio adecuados, sería imposible aprender de manera efectiva. Los hábitos de estudio incluyen técnicas como la lectura, la toma de notas, el resumen y la revisión, las cuales permiten adquirir conocimientos de manera más eficiente. La formación correcta de hábitos de estudio es fundamental para el rendimiento académico del estudiante
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Los hábitos de estudio son modos de actuar y estudiar fijados por entrenamiento que influyen en la capacidad de aprendizaje. Sin hábitos de estudio adecuados, sería imposible aprender de manera efectiva. Los hábitos de estudio incluyen técnicas como la lectura, la toma de notas, el resumen y la revisión, las cuales permiten adquirir conocimientos de manera más eficiente. La formación correcta de hábitos de estudio es fundamental para el rendimiento académico del estudiante
Título original
HÁBITOS DE ESTUDIO Y SU RELACIÓN CON EL RENDIMIENTO ACADÉMICO
Los hábitos de estudio son modos de actuar y estudiar fijados por entrenamiento que influyen en la capacidad de aprendizaje. Sin hábitos de estudio adecuados, sería imposible aprender de manera efectiva. Los hábitos de estudio incluyen técnicas como la lectura, la toma de notas, el resumen y la revisión, las cuales permiten adquirir conocimientos de manera más eficiente. La formación correcta de hábitos de estudio es fundamental para el rendimiento académico del estudiante
Los hábitos de estudio son modos de actuar y estudiar fijados por entrenamiento que influyen en la capacidad de aprendizaje. Sin hábitos de estudio adecuados, sería imposible aprender de manera efectiva. Los hábitos de estudio incluyen técnicas como la lectura, la toma de notas, el resumen y la revisión, las cuales permiten adquirir conocimientos de manera más eficiente. La formación correcta de hábitos de estudio es fundamental para el rendimiento académico del estudiante
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HÁBITOS DE ESTUDIO Y SU RELACIÓN CON EL RENDIMIENTO ACADÉMICO
Se entiende por hábitos de estudio al modo como el individuo se enfrenta
cotidianamente a su quehacer académico. Es decir, es la costumbre natural de procurar aprender permanentemente, esto implica la forma en que el individuo se organiza en cuanto a tiempo, espacio, técnicas y métodos concretos que utiliza para estudiar. El hábito de estudio es la costumbre natural del individuo de procurar aprender permanentemente a través de sus quehaceres académicos, organizándose en cuanto a tiempo, espacio, técnicas y métodos concretos que utiliza para estudiar. Para Ortega (2012), los hábitos son formas adquiridas de actuar que se presentan automáticamente. El individuo que adquiere un hábito actúa sin necesidad de darse cuenta, de ahí que se haya dicho que no son otra cosa que un reflejo firmemente establecido. Los hábitos son formas adquiridas de actuar que se presentan automáticamente. El individuo que adquiere un hábito actúa sin necesidad de darse cuenta. Los hábitos de estudio son una forma de conducta que nos permite aprender y reproducir ciertas habilidades que convierten al hombre en un ser importante y eficiente. La formación de hábitos está inmersa en la base de la educación. Sin hábito sería imposible aprender porque la educación consiste en gran medida en el proceso de formación de hábitos, que varían de los más simples a los muy complejos. Los hábitos de estudio nos permiten aprender y reproducir ciertas habilidades. La formación de hábitos está inmersa en la base de la educación. Sin hábito sería imposible aprender, ya que la educación consiste en el proceso de formación de hábitos, que varían de los más simples a los muy complejos. En efecto, los hábitos de estudios son modos de actuar y estudiar fijados por entrenamiento, para reproducir los mismos actos con creciente facilidad. Las diversas actividades fisiológicas (actividades corporales), cognoscitivas (pensamientos, sentimientos, voluntad, percepciones, sensaciones, atención, juicio, memoria, etc.) así como la adquisición y condicionamiento de la conducta social (adquisición de aprendizajes, modos y estilos de vida interpersonal) están sujetos muy fuertemente a las leyes de la formación de hábitos. Como se puede apreciar, el hábito influye directa y significativamente en nuestras vidas, sin ellos no podríamos aprender, adaptarnos, progresar y desarrollarnos. Es a través de los hábitos que adquirimos habilidades formativas. Cuanto mayor sea el número de buenos o malos hábitos, seremos más o menos eficientes y adaptados. Los hábitos de estudios son modos de actuar y estudiar fijados por entrenamiento. Las diversas actividades fisiológicas, cognoscitivas, así como la adquisición y condicionamiento de la conducta social están sujetos muy fuertemente a las leyes de la formación de hábitos. Sin ellos no podríamos aprender, adaptarnos, progresar y desarrollarnos. Es a través de los hábitos que adquirimos habilidades formativas y en cuanto mayor sea el número de buenos o malos hábitos, seremos más o menos eficientes y adaptados. Los buenos hábitos moldean el buen carácter, por ende, los hábitos debieran ser significativamente considerados por el maestro. Por tanto, los hábitos de estudio forman parte de la realidad educativa universitaria, es en ella donde se adquieren y se fortalecen, y de no ser las adecuadas, es necesario proceder a la implementación de políticas adecuadas de acción correctiva que permita al estudiantado en general la adquisición de técnicas acorde con su naturaleza potencial, y lograr la optimización en su rendimiento académico formativo. Uno de los fines de la educación peruana es el moldear el buen carácter del estudiante estableciendo correctos hábitos físicos, mentales y morales, es por ello que los hábitos debieran tener prioridad significativa para el maestro. Pico (2014), define los hábitos de estudio como “las distintas acciones emprendidas por el estudiante para adquirir conocimientos a través de sus apuntes en clase, libros de texto, guías entregadas por el profesor, páginas de internet o cualquier fuente consultada para este fin y así alcanzar una meta propuesta por él mismo”. Ventajas del establecimiento de hábitos de estudio a. Aumentar la cantidad de material que se puede aprender en una unidad de tiempo. b. Reducir el número de repeticiones hasta su asimilación y consecuentemente reducir el tiempo que podría dedicársele. Deben, por lo tanto, cultivarse en la escuela como metas que los alumnos han de alcanzar bajo la orientación segura del profesor. Horna (2001), al referirse al proceso formativo de métodos de estudio propone tres clases de factores que se deben tener en cuenta en dicho desarrollo; delimitándolos como componentes personales o psicofísicos, ambientales e instrumentales. Las cualidades personales comienzan con la actitud positiva, la aspiración, la disciplina, la perseverancia, la organización individual, el adecuado uso del tiempo; el tener un buen estado físico y psicológico. Estos ayudan de gran manera al aprendizaje; si bien el individuo en muchas ocasiones carece de dominio sobre estos aspectos, sin embargo, puede progresar en ellos, mediante actividad física, tiempo de descanso conveniente, dieta alimenticia apropiada, con énfasis en las primeras comidas del día, excluyendo alimentos pesados y con una conveniente distensión. Buenas prácticas de estudio a. La lectura configura el hábito de mayor importancia para el estudio. Es el avance precedente, la manera habitual de realizar conexión con una materia, a menos que los recursos audiovisuales sustituyan esa función. En términos generales puede definirse la lectura como un procedimiento, que tiene como fases: identificar vocablos, comprender ideas, comparar el juicio del autor con la posición particular, examinar lo leído. Estas dos últimas fases corresponden principalmente a la denominada lectura crítica. En el rango universitario, este tipo de lectura consigue un valor propio para obtener un aprendizaje significativo, dado que involucra crear una vinculación de lo conocido (saberes preliminares) con los nuevos datos que se nos presentan. b. El subrayado y las anotaciones al margen y resaltar textos ayudan a destacar lo más significativo de la 357 | CONRADO | Revista pedagógica de la Universidad de Cienfuegos | ISSN: 1990-8644 Volumen 16 | Número 77 |Noviembre-Diciembre | 2020 información, mientras se desarrolla la lectura; permitirá luego resumirla como herramientas para estructurarla. c. La lectura rápida del texto suministra una visión general del contenido del texto. La finalidad de esta forma de lectura es comprender el texto de forma global, sin demorarse en detalles específicos. d. En la lectura párrafo a párrafo se deben resaltar las palabras básicas que constituyen las ideas fundamentales y las ideas accesorias, así como los detalles de mayor relieve. Previamente a subrayar, resulta indispensable entender íntegramente el contenido del párrafo o página. Resulta posible emplear también diferentes tipos de signos, flechas o símbolos que sirvan para puntualizar, relevar o conectar unos contenidos con otros. Cuando por su trascendencia resulte indispensable resaltar varias líneas consecutivas, es más útil colocarlas entre corchetes o paréntesis. Otras técnicas útiles son: a. Técnicas de síntesis. b. Organizar jerárquicamente las ideas. c. Delimitar el tamaño del texto que se debe estudiar. d. Favorecer la relectura. Decidir previamente aquello que se empleará como respuesta en la evaluación y aquello de lo cual podría prescindirse. e. Realizar un resumen. f. Realizar un esquema. g. Realizar un cuadro comparativo. h. Diseñar mapas conceptuales cuyo objetivo es constituir relaciones significativas entre conceptos en forma de proposiciones. i. Construcción de proposiciones entre los conceptos que se brindan y los conceptos que ya se conocen (a través de los enlaces). j. Diferenciación entre los elementos o acontecimientos concretos y los más generales que incluyan estos objetos o acontecimientos. Elementos que se deben tomar en cuenta para el estudio. a) La planificación. El primer objetivo que se debe lograr es hacer una planificación del tiempo que hay que dedicar al estudio. Es importante no dejarlo todo para el último día y crear diariamente un hábito de estudio. Organizarse para estudiar todos los días y a una hora determinada produce una inercia que provoca un mayor aprovechamiento del tiempo de estudio. No se debe enfocar el estudio como un mero trámite para aprobar un examen, sino para adquirir conocimientos que nos enriquecerán en todos los aspectos. b) El lugar de estudio. Es importante estudiar siempre en un mismo sitio, creando de esta manera un espacio acondicionado al estudiante y que este considere como propio. Ha de ser un lugar cómodo, ordenado y tranquilo para favorecer la concentración. c) El hábito de la lectura. Los primeros años del colegio son fundamentales, debido a que en estos se producen los aprendizajes que sientan las bases para los hábitos de estudio posteriores. d) Organizar el tiempo. Cada alumno posee un ritmo propio de aprendizaje. Por eso es importante, en primer lugar, llegar a conocerse bien; una adecuada planificación del tiempo distribuida de acuerdo a nuestras propias capacidades nos ayudará a rendir de forma satisfactoria. e) Organizar el espacio. En una habitación que se disponga para ello, si puede ser de uso exclusivo, sin malos olores, bien aireada y ventilada, ni con mucho calor ni con frío, sin molestias de ruidos, ni otro tipo de distracciones (televisión, cuarto de juegos de los hermanos, radio, etc.). f) Normas para aprovechar el tiempo. La atención y la concentración son fundamentales para aprovechar las horas de estudio y las explicaciones dadas por el profesor en clase. Para muchos de nosotros esto es un verdadero problema. La necesidad de estar atentos y de concentrarse en el estudio es algo básico. Existen muchos elementos que influyen en la atención: La motivación y el interés con que estudiamos, las preocupaciones como problemas familiares, problemas con los compañeros, problemas con los amigos, preocupaciones sexuales o amorosas, problemas de dinero, etc. Consejos prácticos para aumentar las horas de estudio: • Programar las actividades, tanto las diarias como las semanales. • Dividir claramente el estudio de la diversión. • No dejar para más adelante el comienzo del estudio. • Aprovechar también los ratos libres. • Anticipar los estudios respecto a sus fechas límites.